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La batalla inconclusa

Adrián Leiva

Editorial Voces de Hoy

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La batalla inconclusa

Primera edición, 2010

Edición:

Carmenluisa Pinto

Edición general, composición y diseño interior:

Josefina Ezpeleta

Diseño de cubierta:

Pedro Pablo Pérez Santiesteban

© Centro Cultural Cubano de Miami (Compilador), 2010

© Editorial Voces de Hoy, 2010

ISBN: 978-0-557-81279-0

Editorial Voces de Hoy

Miami, Florida, EE.UU.

www.vocesdehoy.net

Este libro no podrá ser reproducido, ni total, ni parcial-

mente. Todos los derechos reservados.

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La batalla inconclusa 5

Un eco en mi ventana

Un eco atraviesa mi mesa de trabajo en esta noche

lluviosa y sombría; debo escribir sobre un libro que

dentro de poco usted tendrá entre las manos y al que

supuestamente debo hacerle una nota que acompañe

sus páginas para ese vuelo de miradas. Lo abrí, deci-

dida a cumplir mi cometido con todo el entusiasmo

que produce —y nos produce a todos— hacer lo que

nos gusta. A mí, sumergirme en este mundo del silen-

cioso parloteo de coloridas imágenes, poseedoras ade-

más, de la magia del traslado en el tiempo y la dis-

tancia, las voces y silencios, la luces y las sombras.

Comencé su lectura y el eco tocó en mi ventana

con la insistencia que lo hace un viejo conocido,

cuando llega a tu puerta a hora intempestiva, portador

de malas nuevas.

Su título descorrió mis cerrojos y quedé de golpe,

frente a frente, con los huecos de mis viejas calles, en

el peldaño de la 114 ruidosa y monóxica, que quejum-

brosa por el peso, soñaba con llegar al paradero de

Palatino para evacuar al fin sus intestinos. Ahí, en esa

parada de casas grises y sucias, de regreso de alguna

reunión donde ya habíamos coincidido —sin conocer-

nos—, volvemos a encontrarnos. Allá se había firmado

el documento con las demandas de los que disentía-

mos, aquí, ahora, sonriente, convencido y convincente

Adrián continúa conversando con conocidos, más

o menos, de los que intenta se incorporen al bando de

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6 Adrián Leyva

los que, no sin miedo, sino a pesar de él, le apostá-

bamos al próximo amanecer.

No voy a hablar del libro, que homenaje al fin, es

una entrega de amor de sus amigos y hermanos y ello

siempre, en cualquier circunstancia, es la maravillosa

prueba del reconocimiento merecido.

No voy a hablar del testimonio en el que se con-

vertirá de acuerdo a lo que pretenden los que rinden

este homenaje, que es enarbolarlo como bandera de

exigencia de derechos universales y humanos, que es

lo que él quisiera sin duda ser en las cuatro esquinas

del Orbe.

Voy a desprender de este testimonio, de estos do-

cumentos, de estos artículos, de estas cartas que se han

reproducido tal cual los trazó la mano de Adrián Leiva

Pérez, el canto de ese corazón que no por muerto deja

de continuar latiendo en su legado de cubanía.

Para algunos, un «socialdemócrata con fuerte iden-

tidad cristiana», para otros, un «socialista moderado».

Adrián fue —perdón, es— por encima de todo y de

todos, «un cubano innegociablemente rabioso» y en la

carta-despedida que escribió para oídos humanos nos

lo ratifica a pie de firma con su muerte.

Adrián Leiva es un luchador por la reconquista del

concepto de NACIÓN, de PATRIA, de CIUDADANÍA, en el

acápite de necesidad perentoria del corazón de los

cubanos, de dentro y fuera de la Isla.

Adrián apoyaba la urgencia de volver, no solamen-

te quizás, para el reencuentro de la madre —que lo

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era—, de la tierra —que lo era—, de lo propio —que

lo era—, y lo dice cuando ya no me encuentre entre

ustedes y disfrute del privilegio de andar por las calles

de mi Habana, destruida sí, pero mi Habana al fin. Si

eso es un delito que me juzguen mil veces, pero te-

niendo patria no me resigno a ser extranjero.

Quiere volver también para asumir la acción de la

presencia convocante a los que necesitan, para sal-

varse, despojarse del temor enfermizo y paralizante,

escuchar la voz que conduce, que explica, que forta-

lece, que fertiliza, que ejemplifica; a esos que a pesar

del temor —no infundado—, también son cubanos

y sufren el peso de las indignidades y la soberbia,

aunque no hayan tenido el valor suficiente para haber

asumido desde hace, posiciones oponentes a grito lim-

pio. Y nos lo asegura cuando escribe: Conscientes

estamos de que mientras existan hombres y mujeres,

que por encima de ideologías políticas, defiendan la

integridad de la nación cubana, los valores de la

familia y el desarrollo de una adecuada juventud que

garantice la continuidad de lo que somos como pueblo

y nación, habrá pueblo de Cuba.

El Miedo no es pecado, también es un derecho,

humano y ciudadano, no todos «saben» obviarlo o car-

garlo a las espaldas como compañero inseparable.

Emigrar es una manera de huir y en esa huída de

manera biunívoca, a ambos lados, se pierden las

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8 Adrián Leyva

esquinas, las juventudes, los parques, las canciones,

las escuelas, los rostros encanecidos de los maestros,

incluso, los hermanos, los padres, los hijos, la memo-

ria y, cuando todo eso cae en el punto inexistente de la

nada, la Patria desaparece dentro de su contorno y deja

la triste fisonomía de un caimán disecado sobre el

tétrico laboratorio del Caribe.

La emigración no puede ser por principio el hori-

zonte a donde debe mirar la juventud ni el pueblo de

Cuba para disfrutar una vida mejor. Adrián Leiva vi-

vió y actuó consecuentemente con lo que pensaba. Se

convirtió en bandera enarbolada al viento, que en-

frentó remolinos políticos que le fueron adversos. So-

portó las persecuciones, las detenciones, las negaciones,

las dudas, las especulaciones, las paranoias, pero fue

fiel a sí y a Cuba, y sus últimas palabras quedaron de-

mostradas con su muerte, esa que también deja una

ausencia irreparable en el alma cubana porque supo,

como dijo: erigirnos en los mambises del siglo XXI por

los derechos civiles, no con las armas, pero sí con el

alma llena de todo amor y bondad.

Por el cristal de mi ventana que da al sur, su eco

penetra desde Vía Blanca y Palatino, donde su alma no

descansa, pero ya está en paz.

CARMENLUISA PINTO

Editorial Voces de Hoy

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Prólogo

«Honrar, honra», dijo nuestro Apóstol José Martí y el

Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC) honra con

este libro, la memoria de uno de sus líderes, fallecido

de forma no claramente documentada todavía, en las

costas de Cuba, el 23 de marzo de 2010, en el acto de

regreso clandestino, hecho al que fue forzado práctica-

mente, ante la negativa del gobierno cubano de permi-

tir la «repatriación» debidamente solicitada.

Por ser la entrada clandestina a su patria, precisa-

mente, la razón de su muerte, es que vamos a honrar su

vida y memoria adoptando como misión del PDC, la

promoción del artículo 13 de la Declaración Universal

de los Derechos Humanos,1 que consagra el derecho de

todo ciudadano a vivir en su país de origen. Vamos

a utilizar el libro para la promoción de este derecho, en

todas las instancias internacionales, para hacer del caso

de la muerte de Adrián, la bandera para la defensa del

mismo.

Días antes de partir hacia Cuba, Adrián inició en la

casa de Miguel Sigler Amaya, el proyecto del Nobel

de la Paz para las Damas de Blanco en el 2011. Se

constituyó, posteriormente a su muerte, un comité

gestor que promueve el proyecto. Sirva también este

libro para la promoción de la iniciativa de Adrián.

Tenemos además una sección permanente en Cuba

2.0 (http://www.pdc-cuba.org) sobre Adrián, para pro-

mover/ impulsar los dos proyectos y de esta manera

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10 Adrián Leyva

honrar la memoria de un amigo y de un patriota cu-

bano. ¡Que Dios lo tenga en su gloria! y que desde allí,

él nos pueda ayudar en nuestra lucha y servicio a la

patria y a su democratización «a mayor gloria de Dios»

(AMGD).

MARCELINO MIYARES

Presidente del PDC de Cuba

VP de Acción Política de ODCA*

Coordinador del Equipo de Voceros de

Consenso Cubano

Director de Cuba 2.0

* Siglas de la Organización Demócrata Cristiana de América. (N.

del E.)

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Semblanza

La batalla inconclusa de Adrián Leiva

―¡Adrián está muerto! ¡Lo entierran mañana!― La

noticia golpeó fuerte, no solo por la crudeza con que

llegaba la mala nueva. Ni siquiera por tratarse del final

de una vida que apenas rebasa los cincuenta. Y es que

la muerte no contaba en aquel regreso furtivo. Estaban

incluidas las incomprensiones, los desprecios y, tal

vez, la cárcel. Pero no la muerte. Aunque parezcan

desmentirlo las palabras que dejara grabadas en un

video antes del viaje, él amaba demasiado la vida

y contaba con ella para llevar adelante múltiples planes.

Adrián Leiva Pérez nació un 8 de mayo de 1958 en

La Habana, más exactamente en el municipio capi-

talino del Cerro. Con mayor precisión, la que gustaba

utilizar Adrián cuando hablaba de este aspecto: en el

barrio Palatino, donde vivió toda su vida. El apar-

tamento de Albear 575 lo vio niño, adolescente, joven

y adulto. Compartió sus amigos, novias, esposas y la

alegría de la única hija, nacida en 1981. A veces se

entristeció con algunas ausencias breves, que siempre

terminaban en retorno, incluso cuando se produjo aque-

lla que parecía irremisible. Su cuerpo sin vida pasó

muy cerca del terruño local, cuando era conducido al

cementerio. El viejo edificio casi pudo sentirlo aquel

6 de abril de 2010, día de luto para uno de los tantos

barrios habaneros que languidece de abandono y au-

sencias.

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12 Adrián Leyva

Adrián Leiva hizo su entrada en la historia de la

lucha cívica en 1996, año en que formó parte activa del

Movimiento Cristiano Liberación (MCL) dirigido por

Oswaldo Payá Sardiñas. La campaña del Proyecto Va-

rela2 recién comenzaba a despegar. A Adrián lo saca-

ron del trabajo en la panadería donde laboraba en esa

época, el último escalón en la bajada hacia la desvin-

culación laboral absoluta, castigo que impone el régi-

men totalitario, a quienes osan mostrar su condición de

disidente a plena luz.

Graduado de Técnico en Economía en La Habana,

en 1986, Adrián recordaría siempre con orgullo su tra-

yectoria por el Ministerio de Comercio Interior, en

funciones de dirigente empírico, como se designa en

Cuba a quienes ocupaban un cargo de cierto rango sin

ser cuadros partidistas. Esta etapa marcó su persona-

lidad, dotada para la comunicación con personas de

toda condición y nivel social. Esa faceta dejó impreg-

nada en Adrián algunos estereotipos del típico funcio-

nario administrativo cubano, algo que le costó muchas

bromas entre sus compañeros y las opiniones suspica-

ces de sus detractores. No obstante, esa característica

suya sería una de las virtudes del opositor para resolver

sus responsabilidades con la meticulosidad propia de

un administrador.

La constante disposición para hablar, otro distintivo

de Adrián, le rindió muchos frutos en su activismo.

Exasperante en aquellas reuniones que él podía hacer

interminables, su dote de gran conversador fue un re-

curso apreciable que supo explotar al máximo durante

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el proceso de recogida de firmas. La capacidad de

convencimiento de Adrián rindió de la misma manera

en los empeños para solicitar la legalización del MCL

ante la Oficina de Asociaciones, y para el apoyo ciu-

dadano a diez candidaturas independientes, en las elec-

ciones para diputados a la Asamblea Nacional de 1997.

La inclusión de Adrián como miembro del Comité

Nacional del Proyecto Varela, ya en su etapa defini-

tiva, no fue casual. El domicilio de Adrián fue escena-

rio de muchos de los primeros encuentros organizados

de forma discreta, para dar forma y vida al referendo,

basado en los artículos de la Constitución vigente en

Cuba desde 1976.

Adrián demostró cualidades de liderazgo en la res-

ponsabilidad que se le asignó para supervisar el desa-

rrollo del Proyecto Varela en las provincias de Cama-

güey y Villa Clara, así como en los municipios Cerro

y Regla, en la capital del país. Además de garantizar la

veracidad de las firmas, supo captar nuevos miembros

para el Movimiento Cristiano Liberación, que de sim-

patizantes, pasaron a ser activos dirigentes de la agru-

pación cívica.

Una vez más la capacidad de comunicar y conven-

cer a sus interlocutores, sin perder de vista el respeto

debido al ser humano, jugaban a favor de Adrián. Se

podía discrepar con sus enfoques, pero el calor perso-

nal quedaba por encima de cualquier discrepancia. Su

conocimiento de personas y lugares era sorprendente,

podía ganarse con ello al campesino del poblado más

desconocido. La manera no agresiva de sus exposiciones,

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14 Adrián Leyva

conseguía la atención del más reacio oponente, que en

no pocas ocasiones, terminaba asintiendo ante la razón

de lo expuesto.

Durante todos esos años el humilde apartamento de

Palatino acogió a muchos activistas del Proyecto Va-

rela que llegaban a la capital cubana desde otras pro-

vincias. El hogar de Adrián era un sitio fraterno, un

oasis de civilidad, en medio de una sociedad enferma

de desconfianza y temores.

La otra perspectiva del Adrián opositor estuvo cen-

trada en el periodismo independiente. En ese ámbito

logró una conexión estrecha y vinculante con la co-

munidad a la que pertenecía. Los vecinos confiaban en

su trabajo informativo, que solía acompañar con el

testimonio fotográfico de los hechos denunciados. La

mala administración, la violación de los derechos al

ciudadano común, el maltrato público, el deterioro de

los lugares y la corrupción generalizada, eran recogi-

dos en estas crónicas, que alternaba con artículos de

opinión y análisis, sobre determinadas situaciones eco-

nómicas, para las que proponía soluciones. No pocos

creyeron que Adrián era un alto especialista en el ramo

económico, específicamente en lo concerniente a la

industria eléctrica, por los análisis que hacía al escribir

o hablar sobre esa temática.

En el año 2003 contrajo matrimonio civil con una

destacada opositora, Fredesvinda Hernández, una de

las principales activistas del Proyecto Varela a nivel

nacional y miembro del MCL. Era oriunda de Las

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Villas, pero residía en uno de los pueblos cautivos,

episodio casi desconocido para la mayoría de los cu-

banos. El mismo consistió en la reconcentración de

miles de familias villareñas, desalojadas de su tierra

y relocalizadas en puntos específicos, situados en Pinar

del Río y Camagüey, cuando los hechos del Escam-

bray.3

Durante los meses que sucedieron a la ola represiva

del 2003, conocida como «la Primavera Negra de Cu-

ba»,4 Adrián mantuvo su activismo cívico. Siguió

escribiendo y verificando firmas para una segunda en-

trega a la Asamblea Popular.5 Además, se hizo pre-

sente entre las familias de los que fueron víctimas de la

represión. Su apartamento continuó abierto para los

disidentes que seguían en la calle. También siguió

siendo un centro de referencia del Proyecto Varela. En

la puerta exterior estaba expuesta, a la vista de todos,

una planilla con el texto explicativo del referendo. En

octubre, Adrián participó en la entrega de otras diez

mil firmas ante el Parlamento cubano pidiendo la

consulta ciudadana adicional.

En el año 2005, Fredesvinda recibe la visa del go-

bierno norteamericano para viajar, en condición de

refugiada política, a Estados Unidos. Adrián decide

acompañarla. Creía que de no hacerlo podría obstacu-

lizar la salida de la esposa opositora. Después de varias

peripecias para la obtención del permiso de salida por

la parte cubana, esta se materializó. Muchos factores

incidieron en la petición de aquel refugio como solu-

ción extrema. Detenciones, presiones de todo tipo,

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soledad, desavenencias absurdas, el peso de la «Pri-

mavera Negra» pisando los talones de los que habían

quedado en libertad y una situación cada vez más

precaria, contribuyeron a la toma de una decisión, que

resultaría fatal.

No obstante, Adrián siempre manifestó que si salía

sería por un tiempo, pues nunca renunciaría al regreso.

Jamás asimiló el carácter definitivo de su salida del

país y así se lo manifestó a los agentes de la Seguridad

del Estado que «atendían» su caso y a los oficiales de

emigración en Cuba.

Casi desde que llegó al exilio, Adrián comenzó

a planificar el regreso. Ayudó a la reafirmación de ese

deseo su pronta separación de la esposa, de la que se

desvinculó, a los pocos meses del arribo a Miami. Tal

vez una de las situaciones que dañaron el matrimonio

fuera la constante insistencia en la idea del retorno, tan

pronto se diera la ocasión. Su estatus de refugiado po-

lítico le impedía intentarlo de inmediato. Tendría que

esperar al término de un año y un día de su estancia en

tierras norteamericanas para acogerse a la Ley de

Ajuste Cubano6 y optar por la residencia, con la que

podría ir a la Isla en plan de visita y quedarse. Para ello

contaba con su pasaporte cubano vigente y con las

prórrogas necesarias, exigidas por las leyes cubanas,

que él se preocupó de costear con tal de no perder el

derecho.

En mayo de 2008, logra viajar a La Habana. En ese

momento entra sin mayores problemas. Recibió la

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visita de los órganos represivos cubanos, que indaga-

ban los propósitos de Adrián. Él nunca les mintió

y siempre dijo que eran vivir en su país, era un derecho

al que no había renunciado y que hacer uso de este, no

implicaba abandonar sus ideas ni escribir libremente

o manifestarse de acuerdo a un criterio independiente.

Manifestó abiertamente su disposición de ayudar para

que la sociedad cubana se encaminara hacia una tran-

sición democrática, incluso con la participación de los

que gobiernan la Isla. Los que vieron su regreso con

lógica desconfianza, comenzaron a descubrir el lado

positivo del ejemplo que Adrián estaba dando y apre-

ciaron su sinceridad. Algo que también percibieron las

autoridades políticas. El hecho de que no se doblegara

y siguiera siendo auténtico con lo que sentía, fue de-

terminante para que apenas pasados tres meses, le obli-

garan a salir de Cuba, poniéndolo en la escalerilla de

un avión, en contra de su voluntad.

Para calmarle, le dijeron que debía hacer los trá-

mites de repatriación estipulados para los emigrados

cubanos, gestiones que tenía que hacer desde Miami,

a través de la Oficina de Intereses de La Habana en

Washington. Las puertas de Cuba seguían abiertas. Así

lo entendió Adrián, quien cumplió con todos los requi-

sitos burocráticos que le impusieron. Al culminar el

prolongado proceso, envió sendas cartas a Raúl Castro

y al presidente Barack Obama, donde hablaba de su

situación. Los correos de Adrián comenzaron a multi-

plicarse. Ya había escrito varios durante la corta estan-

cia en la Isla; los mandó a cuanto foro internacional se

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produjo en estos años, en Cuba y fuera de ella. Algu-

nos de sus destinatarios fueron: Mariela Castro, Jorge

Bolaños y Ricardo Alarcón de Quesada; incontables

organizaciones y gobiernos; José Luis Rodríguez Za-

patero, Lula da Silva, Su Santidad Benedicto XVI; con-

gresistas y ex presidentes norteamericanos; artistas

y figuras públicas. Una de las más conocidas, por ha-

ber recibido respuesta, fue la que enviara a Silvio

Rodríguez a través de un diario dominicano. El trova-

dor replicó al texto públicamente por el mismo medio.

No ocurrió lo mismo con las instancias oficiales a las

que Adrián se dirigió, nunca hubo respuestas de los

funcionarios del gobierno cubano ante sus reclamos.

En abril de 2009, saca pasaje nuevamente con des-

tino a Cuba, aprovechando que el permiso estampado

en el pasaporte seguía vigente hasta diciembre de 2010.

En el mismo aeropuerto de Miami, a punto de tomar el

vuelo, recibió la comunicación de que no podía subir

al avión, luego de que la agencia de viaje recibiera una

notificación. Esta decía que el pasajero no era ciuda-

dano grato en la Isla.

Entonces Adrián lanzó abiertamente el reto que ya

había manifestado de diferentes maneras. Regresar

a su patria se convirtió en una prioridad urgente, una

obsesión, que cumpliría sin importar el medio que

tuviera que usar. La idea del viaje en lancha comenzó

a cobrar fuerza. Parecía una locura, no solo por impro-

bable, sino por los riesgos y la aparente imposibilidad

de que alguien se prestara a ayudarle en ese propósito.

Contra todo pronóstico, la persona apareció.

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Adrián logró encontrar una especie rara de buen

samaritano que, por una mínima cantidad de dinero

—tan poca, que no ofrecía crédito de veracidad—, le

prometió llevarlo a las costas de Cuba, como era su

sueño. El viaje se produjo en la noche del 22 de marzo.

Él contaba con muchos contratiempos a su llegada.

Uno era enfrentar la cárcel. Pero no creo que imagi-

nara encontrar la muerte en circunstancias aún por

esclarecer. Su cuerpo sin vida fue entregado a sus

familiares el 7 de abril, para ser sepultado ese mismo

día en su tierra natal.

El fallecimiento fue certificado el 24 de marzo.

Dicen que la muerte se produjo ante el esfuerzo que

hizo por llegar a nado hasta la orilla. En su velorio

hubo pocas personas, apenas los vecinos más allegados

de su edificio en el querido Palatino, algunos pocos

amigos y la corta familia. Su madre, anciana casi

invidente de ochenta años, tuvo que hacer lo que nin-

gún padre debiera a esa edad: enterrar a un hijo. Tres

periodistas independientes dedicaron igual cantidad de

artículos a este terrible desenlace: Laritza Diversent,

José Antonio Fornaris y Luis Cino, ellos dieron fe de

la muerte del opositor, al denunciar la tragedia. El

rostro sumido en sueño eterno de Adrián recorrió el

mundo como testimonio acusador del crimen gracias

a una foto tomada en la caja mortuoria. Irónicamente,

el cortejo fúnebre, rumbo a la Necrópolis de Colón,

pasó frente al barrio que Adrián añoró y que no pudo

ver por última vez.

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20 Adrián Leyva

No hay dudas de que el gran responsable de su

muerte sigue siendo el sistema, que además de perse-

guirle y declararle un paria social por sus ideas, le

obligó a utilizar un modo extremo de regresar a su

patria.

Adrián Leiva tuvo una actitud muy destacada en

sus cortos años como exiliado. Aunque sin vida re-

ligiosa comprometida, se identificó con la doctrina so-

cial de la Iglesia, valores que acogió definitivamente. En

los últimos tiempos se autodefinía como un social-

demócrata con fuerte identidad cristiana.

Ingresó como miembro pleno del Partido Demó-

crata Cristiano de Cuba, en el que llegó a ser elegido

Secretario Organizador. Estuvo en dos eventos organi-

zados en México por ODCA y la Fundación Konrad

Adenauer. Siguió escribiendo artículos de opinión que

colocaba en Cubanet o en otras páginas electrónicas

y periódicos de otros países. Hizo intensas campañas

en pro de las candidaturas de prominentes miembros

del Partido Demócrata en los comicios del 2008. Joe

García y Raúl Martínez le recuerdan por su persistente

colaboración durante la campaña pro demócrata.

Propuso numerosas ideas; la nominación de las

Damas de Blanco al Premio Nobel 2011 fue la última.

Hizo varios escritos para recomendar correcciones que

estimaba necesarias en la renovación de un programa

de refugio político para los cubanos, así como el re-

planteamiento sobre las mejores vías para garantizar

que la disidencia dentro de Cuba recibiera ayuda.

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La batalla inconclusa 21

Cooperó con varias agrupaciones del exilio, especial-

mente con los componentes de Acción Democrática

Cubana. Llevó sus criterios a varios programas de

televisión de Miami, donde de manera clara, a veces

polémica, defendió su enfoque.

Las quijotadas de Adrián son incontables. Pero

todas, cargadas con gran sentido de humanidad, como

ocurrió con la petición que hiciera de canjear su si-

tuación de residencia a favor de una madre nicara-

güense deportada a su país de origen por ser indocu-

mentada. A veces se le ocurrían cosas que de pronto

parecían una locura, pero cuando estas tomaban cuer-

po, adquirían tonos razonables. Fue valiente a la hora

de no evitar temas escabrosos, como el de la prisión de

los cinco cubanos en Estados Unidos bajo cargos de

espionaje, o la cuestión del embargo, la ley de Pie

Seco y Mojado, la de Ajuste Cubano. Pero sobre todo,

se convirtió en un abanderado de la lucha por el cese

de todo tipo de restricciones a la entrada y salida de los

cubanos a su propia tierra, en particular, de lo que tan

certeramente llamó la expatriación que estos sufren

a través de la figura migratoria conocida como salida

definitiva del país.

¿Qué hubiera sido de Adrián, sin la mala jugada de

la muerte provocada?

Seguramente habría continuado dando un aporte

imprescindible dentro de Cuba, en momentos crucia-

les. Tal vez en estos momentos estaría envuelto en

alguna campaña, generada por su mente infatigable.

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22 Adrián Leyva

O influyendo en el impulso de un diálogo serio, ne-

cesario e inevitable, que él aseguraba, terminaría por

abrirse en la nación cubana. Pero sobre todo, organi-

zando la batalla que había tomado como meta per-

sonal, para lograr el levantamiento de todas las barre-

ras que impiden el regreso, sin condicionamientos, de

todos los cubanos en el exilio a Cuba.

MIGUEL SALUDES

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Nota de la Editorial Voces de Hoy

Como todos los textos incluidos en este volumen ya

han sido publicados con anterioridad en diversas

publicaciones, tanto de prensa escrita como en la

Internet, deseamos aclarar a los lectores que en el tra-

bajo de edición que se ha realizado se ha respetado la

redacción y estilo de los autores. Además, se han aña-

dido algunas notas al final del documento, a fin de

esclarecerles, sobre todo a lectores no cubanos, al-

gunos hechos y otros aspectos.

JOSEFINA EZPELETA

Subdirectora

Editorial Voces de Hoy

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Parte I

Palabras para oídos humanos

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26 Adrián Leyva

Carta de despedida de Adrián Leiva a sus

amigos del exilio, en su primer intento de

regresar a Cuba

Los desterrados saben que la tristeza que inunda el alma

en la tierra, es el dolor mismo del destierro. Hay almas que

no saben nada de esto, porque hay almas-nubes, y almas-

montes, y almas-llanuras, y almas-antros.

JOSÉ MARTÍ

Creo necesario escribir estas palabras, no para justi-

ficar ningún acto de mi vida, sino para compartir mis

pensamientos con ustedes.

Algunos de los que recibirán estas líneas me co-

nocen desde la infancia en mi Palatino querido; otros,

la dicha de su presencia me llegó más tarde, dentro de

Cuba o en mis viajes a los Estados Unidos.

Prefiero titular esta carta «Palabras para oídos hu-

manos», porque lamentablemente los cubanos un día,

sin darnos cuenta, dejamos de razonar con la lógica de

los seres humanos y empezamos a «pensar» como

dóciles «compañeros». Ese fue el momento en que nos

robotizamos y nuestras mentes tomaron un oscuro

y triste camino.

También fue el momento en que dejamos de

preguntarnos dónde está nuestro derecho como seres

humanos y nos convirtieron en seres casi humanos, sin

derechos.

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La batalla inconclusa 27

Dejamos de amarnos unos a otros, para vigilarnos

y descalificarnos unos a otros. Yo desconfío de ti y tú

desconfías de mí.

Así de sencillo, dejamos de preguntarnos por qué el

cielo es azul, lo irracional se volvió cotidiano. Sólo

bastaba que algo viniera del «nivel superior» o que el

encantador de multitudes lo dispusiera en un discurso

con plaza llena.

Nos impusieron el lenguaje del razonamiento anti-

humano; el razonamiento del «compañero». Todos de

una manera u otra hemos sido intoxicados en mayor

o menor medida por el virus. Unos a favor, otros en

contra, pero todos dejándonos de amar y viéndonos

como enemigos, y descalificando nuestra condición

humana por la mutua desconfianza.

Poco a poco perdimos la razón de las palabras

PATRIA, FAMILIA Y NACIÓN.

Amigos míos, cada persona es libre de fijar resi-

dencia en el estado que desee. Es válido y respetable

ese derecho, pero jamás un pueblo fue tan autodes-

tructivo al descalificar a sus hijos por razones mi-

gratorias, como lo ha hecho lastimosamente el pueblo

cubano.

Algunos recordarán los gritos de gusanos a quienes

se marchaban del país. Más tarde, los mítines de re-

pudio y los gritos de escoria. Fijar residencia en otro

país era, y continúa siendo, un delito para el cubano y,

peor aún, ejercer el natural derecho de volver a residir

en el país de uno es un pecado capital, toda vez que

Page 28: La batalla inconclusa - CubaNet

28 Adrián Leyva

«aceptamos» la denigrante «salida definitiva» que nos

impone el fidelismo.

No sé si mi lejana raíz de hebreo (algunos nos ge-

neralizan inapropiadamente como judíos: soy de Pala-

tino, no de Judea) me haga sentir el natural derecho de

volver a mi tierra y negarme a ser un emigrante, por la

simple razón de tener patria. Somos los cubanos el

único pueblo que no lucha masivamente por retornar

a su tierra, sino más bien añora salir de ella.

Culpar un gobierno de esta realidad es justo, pero

también debemos recordar que a todos nos toca una

dosis de responsabilidad social. Si la emigración fuera

la solución de nuestros problemas, con once millones

de visas se acabaría el problema de Cuba, claro, tam-

bién desaparecería la nación cubana.

Amigos míos, no permitamos que el derecho a estar

en nuestra patria o el de fijar residencia en otro país,

sea motivo para descalificar a ningún cubano llamán-

dolo gusano o infiltrado. Continuar pensando así es

hacerle un favor a los que nos impusieron la filosofa

del odio y la división.

Lo normal sería que todos los cubanos, de manera

lógica y masiva, reclamáramos nuestros derechos civi-

les. La mayoría de nosotros alega que viene buscando

«tierra de libertad», sucede que una vez en ella no

actúa en consecuencia y se niega a reconocer que la

libertad comienza en el alma.

Aceptamos dócilmente pagar un dólar por minuto

de llamada telefónica a Cuba, permitimos precios

Page 29: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 29

súper abusivos en pasajes, tarifas de remesas y envíos

por libra de mercancía a Cuba, nos imponen una salida

definitiva con burdas excusas y, como si fuera poco, en

la llamada tierra de libertad, políticos de origen cuba-

no abogan por leyes que nos permiten viajar a nuestro

país sólo cada tres años, actuando de igual modo que el

sistema que dicen combatir y sumándose a la violación

del artículo 13 de la Declaración Universal de los De-

rechos Humanos.

¿Cuándo comenzaremos a entender todos los cu-

banos que lo normal es batallar por nuestros derechos

civiles, que somos cubanos porque existe Cuba y que

descalificarnos sólo contribuye a que continuemos

pensado como compañeros, no a razonar con la lógica

de lo que realmente somos: seres humanos?

Cuba comenzará a ser un poco más libre, el día que

cada uno de nosotros mentalmente comience a ser

también más libre y a buscar la razón y la lógica.

Si por defender el derecho de ser cubano y estar en

Cuba, me descalifican mis compatriotas y me acusan

de ser lo que no soy, ni nunca he sido, entonces, con

todo dolor, tengo que reconocer que el fidelismo no se

ha mantenido sólo por la fuerza, sino por la pobreza de

mente y alma de una parte considerable de nuestro

pueblo. Que Dios perdone tanta pobreza de razona-

miento en algunos cubanos.

Pero, sabiendo que llegaría a oídos humanos, sólo

quería robarles unos minutos con la lectura de esta

carta, a los que deseen hacerlo, cuando ya no me

Page 30: La batalla inconclusa - CubaNet

30 Adrián Leyva

encuentre entre ustedes y disfrute del privilegio de

andar por las calles de mi Habana, destruida sí, pero

mi Habana al fin. Si eso es un delito que me juzguen

mil veces, pero teniendo patria no me resigno a ser

extranjero. Reconozco que no tengo el valor de us-

tedes, para soportar tanto dolor en el difícil arte de ser

un emigrado.

No me despido, sólo les digo hasta otro día y que

Dios permita que las barreras que hoy impiden que los

cubanos tengamos una política migratoria normal sean

levantadas pronto, para el bien y la unidad familiar de

todo nuestro pueblo.

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano

Page 31: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 31

Segregación de la patria, medio siglo de

una dramática realidad que sufre la

emigración cubana

Viajan por el mundo más de dos millones de cubanos.

Andan como parias, a pesar de tener una patria.

Pero la patria ha sido confiscada por un poder po-

lítico que la destruye, una nación dividida gracias a la

magia embrujadora de la filosofía del odio y los cantos

triunfalistas del «encantador» de multitudes, que desde

plazas y tribunas estatalizó el don del razonamiento de

casi toda una nación que ha confundido su perspectiva

durante cincuenta años, convirtiéndola en simple masa

humana, «compañera de lo dócil».

Nuestros mambises se consagraron en cuerpo y al-

ma anegando con su sangre para que las generaciones

venideras disfrutáramos de una patria libre y soberana,

donde el respeto a la dignidad plena del hombre fuera

una realidad permanente por encima de cualquier

ideología política. Ellos también conocieron el dolor

del destierro bajo la colonia española.

Se funda la nación y la república sobre el concepto

martiano de «Con todos y para el bien de todos».7

Nace el 20 de mayo de 1902, con un puñal clavado en

su soberanía: la Enmienda Platt.8 Supo a tiempo sacu-

dirse nuestro pueblo de este oprobioso apéndice.

No todo estaba hecho. La búsqueda constante por

perfeccionar un verdadero estado de derecho, el res-

peto a las libertades públicas y los derechos humanos,

Page 32: La batalla inconclusa - CubaNet

32 Adrián Leyva

en un clima de constante perfeccionamiento a nuestra

sociedad, desde esa fecha hasta nuestros días, sigue

siendo una realidad en las cada vez más numerosas

voces que así lo reclaman dentro y fuera de la Isla.

Los gobiernos en la vida republicana (1902-1958)

anterior a lo que hoy se conoce como Revolución Cu-

bana, siempre respetaron a la familia y la permanencia

de todo ciudadano cubano a viajar libremente al exte-

rior sin perder ningún derecho natural que le asiste

a todo ciudadano a residir en su país. No se registra

cubano alguno posterior al nacimiento de la República

y antes de la llegada al poder del actual gobierno el

1º de enero del 1959, que fuera despatriado, deportado

o privado de residir en Cuba.

Este derecho igualmente se les respetó a todos los

ciudadanos cubanos durante las dictaduras de los ge-

nerales Gerardo Machado y Fulgencio Batista.9

Ninguno de los participantes en el asalto al Mon-

cada, el 26 de julio de 1953, fue privado de estos de-

rechos que en la actualidad le niegan al pueblo de

Cuba. Tras cincuenta años, algunos de ellos desem-

peñan cargos al más alto nivel del estado y el gobierno

en la Isla.

Las cadenas de acontecimientos políticos poste-

riores al año 1959 ocurridos en Cuba, el afán de poder

por el grupo dominante, así como componentes de la

errática política exterior de los Estados Unidos, que

todavía gravita sobre este escenario, llevaron al pueblo

Page 33: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 33

de Cuba nuevamente a una emigración motivada por

varias causas.

Hoy, varias generaciones de cubanos llevan el do-

lor del destierro, alejado de sus raíces y de su hogar

natural. Pero continúan con el corazón palpitante,

soñando ver la reconciliación como parte del senti-

miento humano más noble y puro sobre el que debe

reconstruirse la sufrida y dividida familia cubana.

Las más afectadas son las jóvenes generaciones que

ponen todo su empeño en emigrar a cualquier parte,

consideran todo esfuerzo tendiente a mejorar o cam-

biar el clima político como algo inútil o simplemente

dejan de pensar en categoría de nación para sumirse en

el individualismo infructuoso.

La condición humana de cualquier hombre está por

encima de las ideologías políticas. Estas son el pro-

ducto del pensamiento, de la razón y no a la inversa.

Cuando un poder político se erige sobre la condición

humana de las personas que conforman una nación,

esta se enferma en sí misma. Al estatalizarse el pen-

samiento humano, la sociedad y la vida de todo un

pueblo, los valores que la fundaron inexorablemente se

pierden en su naturaleza misma y corren el seguro

riesgo de disiparse como nación y pueblo. Hoy la

sociedad cubana transita sobre ese escenario.

Nadie debe temer al pleno ejercicio de las liber-

tades públicas y los derechos humanos universalmen-

te reconocidos. Estos no son una amenaza a la cons-

trucción de una sociedad que busque la justicia social

Page 34: La batalla inconclusa - CubaNet

34 Adrián Leyva

y las relaciones justas entre las fuerzas productivas

y los medios de producción. Son estas libertades las

que dialécticamente enriquecen la dinámica social; son

el oxígeno que necesita todo pueblo para mantenerse

vivo.

La historia nos demuestra que frenar el desarrollo

equilibrado de estas libertades condena a la desapa-

rición a todo sistema que lo establezca. El escenario

actual de Cuba presenta esta verdad.

La juventud y toda la sociedad cubana navegan hoy

por un mar de calamidades materiales y morales sin

precedente en su historia. La desenfrenada pérdida de

los valores humanos y cristianos que constituyeron la

base de la honestidad, la decencia y el apego a la fa-

milia durante la formación de la identidad nacional y el

desarrollo de nuestra sociedad, acelera la emigración

y, junto a ella, el culto al individualismo como parte

del apetito por la carencia de libertad y la insatis-

facción social.

Cada día se acrecienta el número de cubanos dentro

de la Isla, la mayoría de ellos jóvenes, algunos injus-

tamente guardan prisión en las cárceles cubanas, todos

alzan su voz en variados escenarios desde una visión

que les impone la desgarradora realidad nacional, re-

clamando: CAMBIOS.

Los jóvenes en los centros de enseñanza desde la

educación media hasta las universidades, reclaman las

necesarias trasformaciones dentro de Cuba, la mayoría

de la sociedad está consciente de esa necesidad.

Page 35: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 35

Qué destino depara a una sociedad donde la ju-

ventud no identifica un horizonte para sus proyectos de

vida. La mentalidad escapista por medio de la emi-

gración, si bien puede ser la solución personal, no es

por esta vía que se cauterizarán los problemas de toda

la sociedad que hoy enfrenta la nación cubana.

La política migratoria aplicada contra el pueblo

cubano convierte a todo emigrante y viajero cubano en

paria. ¿Cómo es posible esta política de apartheid en

un país miembro de las Naciones Unidas en pleno

siglo XXI? ¿Cómo puede permanecer en silencio la

comunidad internacional a esta realidad?

Los pactos por los derechos civiles y políticos

firmados por el gobierno de Cuba en las Naciones

Unidas prohíben las actuales disposiciones que aplica

el gobierno de Cuba contra sus ciudadanos. Es una

burla a la comunidad internacional de naciones conti-

nuar esta política deshumanizante.

La llamada salida definitiva, el permiso de entrada

y salida, la repatriación de quienes jamás han renun-

ciado a su patria y la negación al derecho de residir en

ella, son una desvergüenza nacional que pesa sobre los

hombros del gobierno cubano, son un cubo de lodo

derramado sobre la tierra que guardan los restos de

nuestros héroes y mártires; toda vez que genera una

indigencia hacia la naturaleza misma en la conciencia

sobre los valores y el sentido de pertenencia a lo que

somos como pueblo y nación.

Page 36: La batalla inconclusa - CubaNet

36 Adrián Leyva

Desde niño y durante nuestra juventud hasta la

actualidad, varias generaciones de cubanos hemos sido

testigos dentro del país de las desgarradoras escenas de

dolor que se producen al ver salir hacia lo «descono-

cido» a nuestros seres más queridos.

Basta mirar en cada pueblo, barrio o reparto, dentro

de cualquier lugar de la Isla. Son pueblos y ciudades

fantasmas. Les faltan las sonrisas de la eterna juventud.

¿Dónde están la mayoría de nuestros ex compa-

ñeros de escuela, nuestros amigos de la infancia, la

juventud y la vida misma? ¿Dónde están nuestros

hermanos, nuestras madres, nuestros hijos; nuestras

familias? ¿Dónde estamos nosotros y dónde están los

de miles de cubanos fallecidos o desaparecidos que sus

restos no reposan en el suelo patrio?

Los cubanos no debemos continuar pasivos ante

estas violaciones de nuestros derechos más sagrados

por medio de la actual política migratoria: el derecho

sin condiciones a estar libremente en «nuestra patria».

La necesidad de crear una UNIDAD CIVIL NACIONAL

entre la comunidad de emigrantes, exiliados y depor-

tados cubanos diseminados por todo el mundo y cu-

banos dentro de la Isla para trabajar por la anulación

de estas prohibiciones y recibir el apoyo solidario de

todas las instituciones no gubernamentales, gobiernos

democráticos, hombres honestos y amantes de la li-

bertad, para que brinden su solidaridad y puedan en ca-

so necesario servir como facilitadores con el gobierno

de Cuba en el levantamiento de esta política migratoria

Page 37: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 37

anticubana que podríamos calificar como Ley para el

Desajuste de los Cubanos sería para contribuir cívica-

mente a la recuperación del desgarramiento que hoy

sufren una emigración, un exilio y una juventud, dise-

minada por el mundo como segregados.

Si la solución del problema cubano es la emi-

gración, entonces que un «estado vecino y poderoso»

en virtud de sus leyes que estimula la emigración y las

pérdidas de vidas humanas en el Estrecho de la Florida

otorgue once millones de visas y contribuya, junto al

gobierno de Cuba, a la autodestrucción de la nación

y la familia cubana.

La emigración no puede ser por principio el ho-

rizonte a donde debe mirar la juventud ni el pueblo de

Cuba para disfrutar una vida mejor. Contamos, como

nación, con todas las potencialidades humanas para ha-

cer de nuestra tierra una nación próspera y diseñar una

sociedad cada día más justa en lo social y más efi-

ciente en lo económico, una sociedad basada en el

respeto a todas las libertades inherentes a la persona

humana.

Conscientes estamos de que mientras existan hom-

bres y mujeres, que por encima de ideologías políticas,

defiendan la integridad de la nación cubana, los valo-

res de la familia y el desarrollo de una adecuada

juventud que garantice la continuidad de lo que somos

como pueblo y nación, habrá pueblo de Cuba por los

siglos de los siglos aunque para ellos tengamos que eri-

girnos en los mambises del siglo XXI por los derechos

Page 38: La batalla inconclusa - CubaNet

38 Adrián Leyva

civiles, no con las armas, pero sí con el alma llena de

todo amor y bondad sabiendo que, como escribiera el

Apóstol en el año 1891: «Los que no tienen fe en su

tierra son hombres de siete meses».10

ADRIÁN LEIVA PÉREZ

Ciudadano cubano

Periodista independiente

Ciudad de México, D.F.

Noviembre 21 de 2008

Page 39: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 39

Silvio Rodríguez pide que los cubanos

tengan derecho a entrar y salir de su país*

La negación del visado al cantautor cubano Silvio

Rodríguez para poder entrar en Estados Unidos a un

acto de homenaje al músico Peter Seeger y su aparen-

te difusión del hecho por el artista, provocó una carta

en la prensa dominicana de un cubano residente en este

país. A ella responde Silvio Rodríguez. A continuación

ambos textos:

Carta abierta al cantautor cubano Silvio Rodríguez.

Publicada en El Nuevo Diario, República Dominica-

na, domingo 10 de mayo de 2009

Quien le escribe es un cubano igual que usted. Primero

me solidarizo con su reclamo, ante la negativa de las

autoridades migratorias de Estados Unidos a otorgarle

visa de entrada a ese país. Lamento que su arte musical

no haya podido estar presente al acto cultural cele-

brado en Nueva York, en homenaje a Peter Seeger.

Igualmente como la mayoría de los cubanos rechazo

todas las leyes extraterritoriales que atentan contra la

soberanía de nuestro pueblo.

Aclarado esto, también deseo compartir con usted

otra realidad mucho más triste que la negativa de un

estado a conceder visa a un extranjero. * Artículo publicado en Rebelión, el 11 de mayo de 2005. http://

www.rebelion. org/noticia.php?id=85129). (N. del E.)

Page 40: La batalla inconclusa - CubaNet

40 Adrián Leyva

A lo largo de los últimos cincuenta años, miles de

cubanos se han visto imposibilitados de entrar en

Cuba, incluso para asistir al funeral de un familiar

allegado, como puede ser la madre o un hijo. Esto

incluye a otros músicos cubanos, artistas radicados en

el exterior, a quienes les es prohibido entrar a su

propio país a pesar de que su arte ha llevado bien en

alto el nombre de Cuba. Celia Cruz es el caso em-

blemático.

Mi progenitora ya tiene 80 años. Se me ha pro-

hibido entrar en Cuba, lo cual indica que también

podré sufrir igual atropello a mi derecho humano

y ciudadano. Usted no es una amenaza a la sociedad

norteamericana. Yo tampoco lo soy para la sociedad

cubana. No somos terroristas ni asesinos.

La justicia no puede ser revestida con el manto de

la ideología política. Ella es simplemente justicia. La

primera de todas las ideologías es el respeto a la

dignidad en la condición humana de la persona.

Lamentablemente en nuestra Patria existe una con-

dición llamada salida definitiva, que constituye una

aberración antihumana. Esta disposición administrativa

es anticubana y representa un acto atentatorio contra el

legado de nuestros mambises que lucharon por una

Patria Libre para el disfrute de todos los cubanos. El

pensamiento que los guiaba era la máxima martiana

«Con todos y para el bien de todos».

Compatriota Silvio: Mi libertad termina donde co-

mienza la suya. Es loable respetar, para ser respetado

y le doy las más altas garantías que estas líneas están

Page 41: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 41

escritas desde el más absoluto respeto a su condición

humana y cubana. Por lo mismo espero que usted

tenga igual consideración hacia mi persona y hacia el

pedido que le haré en su condición de hombre de arte

comprometido con la justicia social y las ideas pro-

gresistas en consecuencia al tiempo histórico que nos

ha tocado vivir.

Le invito a que su voz y su guitarra entonen una

canción que reclame la concordia entre todos los cu-

banos, el respeto a la diversidad, a la unidad de la di-

vidida familia cubana y la cancelación de la nefasta

salida definitiva que constituye el mayor oprobio a la

sangre derramada por nuestros antecesores. No le pido

una canción protesta. Quisiera mejor una canción de

amor que toque las puertas de los corazones de todos

los cubanos. Sobre todo a los que más precisan de esa

palabra.

Invite si quiere a todos los artistas que quieran ser

solidarios con esta causa de los ausentes. Que canten

a favor de que un día también podamos estar presentes.

Invite a Fito Páez, Ana Belén, Serrat, Pablo, Chico,

Mercedes Sosa, y a todos los que quieran ofrecer su

corazón. Canten a la libertad y al derecho de todos los

cubanos a estar en nuestra tierra.

Autor: Adrián Leiva

Page 42: La batalla inconclusa - CubaNet

42 Adrián Leyva

Respuesta abierta al ciudadano cubano Adrián

Leiva

La Habana, 10 de mayo de 2009, 5 de la tarde

Sr. Adrián Leiva:

En primer lugar, no he hecho reclamo alguno

porque no me hayan dado visa para entrar a los

Estados Unidos. Sólo le escribí un correo a mi her-

mana, diciéndole que como no me llegaba la visa para

cumplir con la invitación al concierto de Pete Seeger,

iba a regresar a Cuba a continuar con mi trabajo. Los

organizadores del concierto nos pidieron permiso para

publicar mi correo y se lo dimos. Por eso se supo. Dos

días después, mientras se llevaba a cabo el homenaje,

le escribí una disculpa al Maestro Seeger, explicando

por qué ―a mi entender― no había podido asistir a la

cita. Alguna prensa después se ha encargado de mani-

pular lo sucedido.

Por otra parte, varias veces me he pronunciado pú-

blicamente sobre lo que considero un error de nuestra

política migratoria, como la llamada carta blanca

o permiso de entrada y salida al territorio nacional,

medida que considero obsoleta y que debe ser erra-

dicada. Estoy convencido de que cuando ese impe-

dimento absurdo no exista, nuestro país será mejor

y todos los cubanos vamos a sentirnos mejor.

No le garantizo que voy a escribir una canción

sobre el tema, porque yo no soy el único que manda en

Page 43: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 43

eso: también necesito a las musas. Pero sí le prometo

que voy a seguir planteando en todas partes, que los

ciudadanos cubanos deben tener derecho a entrar y a sa-

lir de su país cuando lo deseen y, por supuesto, cum-

plan con los requisitos legales para hacerlo.

Silvio Rodríguez Domínguez.

Page 44: La batalla inconclusa - CubaNet

44 Adrián Leyva

Mayo de 2008

Sr. Ricardo Alarcón de Quesada

Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular

Señor Presidente:

Por este medio me dirijo a Ud. en su condición de

Presidente del máximo órgano del poder del estado

cubano, y en ejercicio de los plenos derechos naturales

y legales que me asisten como ciudadano de la Re-

pública de Cuba.

Me refiero a derechos naturales y legales por las

siguientes razones:

En cuanto a los legales, los conferidos según la

Constitución de la República.

En cuanto a los naturales, el legítimo derecho de

haber nacido en Cuba, en la patria heredada de nues-

tros padres fundadores, basada en el pensamiento

martiano «Con todos y para el bien de todos».

Durante treinta años nuestros mambises anegaron

de sudor y sangre los campos de Cuba, a fin de cons-

truir una patria para el disfrute y derecho de todos los

cubanos, con independencia de las ideologías a las que

todos tenemos derecho, considerando que la libertad

individual termina justo donde comienza la del pró-

jimo.

Señor Presidente:

Nada ni nadie puede señalar que el ciudadano

Adrián Leiva Pérez faltara a su deber de cubano, al mar-

gen que defendiera y continúe defendiendo, al precio

Page 45: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 45

más alto si fuera necesario, el derecho a contribuir con

su actuación, opiniones y puntos de vista a la recons-

trucción y continuidad de la nación cubana, aunque en

muchas ocasiones mis criterios no coincidan políti-

camente con las posiciones oficiales.

El respeto nace de la persona en sí misma y es

loable respetar para ser respetado aun en el más

retorcido y barato pensamiento que, como muestra de

la más rancia pobreza de espíritu y mente humana,

seamos mal juzgados y falsamente calificados por al-

gunos de nuestros semejantes que, en el fondo, care-

cen de la honestidad que debe ejercer todo ciudadano

en aras de que la sociedad no se enferme en sí misma.

Me place nuevamente poder escribirle a usted des-

de el suelo patrio que es hogar de todos los cubanos

por derecho propio para, en señal de respeto consabido

a las autoridades del país, informarle que:

- La razón de mi viaje a los Estados Unidos de

Norteamérica, basado en razones puramente matrimo-

niales, perdió total sentido debido a la disolución de

ese vínculo sentimental con mi ex compañera.

- Ante tal situación nada me ata a continuar lejos de

mi lugar de origen y mis familiares, además de que

siempre quedó claramente ante mi familia y en expre-

siones verbales ante la autoridades de emigración, que

yo regresaría en un tiempo prudencial a Cuba.

- En este proceso fue necesario, como parte de los

trámites y documentación que exigen para viajar hacia

Cuba, obtener la documentación necesaria que exigen

Page 46: La batalla inconclusa - CubaNet

46 Adrián Leyva

ambos gobiernos, como es la residencia en EE.UU.,

que me vi forzado a solicitar para poder viajar.

Señor Presidente: en las próximas horas presentaré

mi solicitud antes las autoridades de Inmigración de mi

municipio, solicitando los documentos necesarios esta-

blecidos en el país y mi residencia nuevamente en

Cuba.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Albear 575 / 4ta y 5ta, Reparto Palatino, Cerro

Ciudad de La Habana

Page 47: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 47

Retornar*

Carta abierta al intelectual cubano Eliades Acosta

Matos, ex director de la Biblioteca Nacional de Cuba,

sobre su escrito titulado «Volver», publicado en el se-

manario digital Progreso Semanal.

(Versión reducida de la original)

19 de junio del 2009

Señor: Eliades Acosta

Retornar

He leído con atención y con el sentimiento natural del

dolor, su escrito «Volver». Dibuja una parte de la

problemática migratoria cubana y la división de la fa-

milia.

Deseo referirme a otras aristas sobre este tema que

no fueron abordadas en su magnífico escrito.

Lo invito cordial y respetuosamente a Ud., y por

extensión a todos los intelectuales cubanos compro-

metidos con las causas justas, que se pronuncien pú-

blicamente sobre un cambio en la política migratoria

de Cuba y básicamente la llamada SALIDA DEFINITIVA,

que constituye un DESTIERRO para todos los cubanos.

* Publicado en Conexión Cubana. http:// www.conexioncubana.

net/opinion/carta-abierta-a-eliades-acosta/. (N. del E.)

Page 48: La batalla inconclusa - CubaNet

48 Adrián Leyva

En mi caso (no soy el único cubano en esa

situación) se me prohíbe tener ese abrazo que Ud.

relata en su escrito, con mi anciana madre de ochenta

años de edad y retornar a vivir con mi familia en Cuba.

Hagamos una cadena humana y cívica de reclamo

a la concordia y la unidad con respeto a la diversidad

de la nación cubana que es una sola e indivisible.

Ante la miopía y la confrontación política, senci-

llamente alcemos nuestras voces en un canto de amor

por el reencuentro nacional.

Creo de corazón que todos los cubanos lo merece-

mos, por historia y derecho.

Reciba Ud. mis respetos a su persona, en toda la

extensión de la palabra.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano

Page 49: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 49

Miami, 13 de julio del 2009.

Señor: Jorge Bolaños

Jefe de la Sección de Intereses de Cuba en los Estados

Unidos.

Señor:

Me dirijo a Ud., en su condición de representante

diplomático de Cuba ante los Estados Unidos de Nor-

teamérica y en ejercicio de mis plenos derechos cons-

titucionales como ciudadano cubano para solicitarle

nuevamente respuesta sobre mi reiterada solicitud de la

autorización para el retorno definitivo a Cuba.

En el mes de mayo de 2008, hace más de un año,

solicité a las autoridades de emigración los documen-

tos de residencia permanente en Cuba, expresando mi

voluntad de residir nuevamente con mi familia en La

Habana. La razón de mi viaje a los Estados Unidos

perdió sentido con la ruptura de mi matrimonio.

Igualmente envié copia de esa solicitud a las más altas

autoridades del estado cubano. Ese trámite lo realicé

dentro de Cuba.

Como respuesta, el día 16 de octubre, en contra de

mi voluntad, fui separado de mi familia y obligado

a retornar a los Estados Unidos. Un acto que cons-

tituye una deportación y un trato cruel y degradante

a mi doble condición como ciudadano cubano y ser

humano.

He basado mi reclamo en mi única condición de

ciudadano cubano y el derecho natural y jurídico que

me asiste.

Page 50: La batalla inconclusa - CubaNet

50 Adrián Leyva

Nuevamente desde territorio estadounidense pre-

senté formalmente y cumpliendo los trámites que exi-

gen las autoridades cubanas mi solicitud de retorno

definitivo a Cuba. Ratificando mi legal solicitud efec-

tuada hace un año. Hasta la fecha tampoco he recibido

respuesta, ni garantía alguna que se respetara mi de-

recho a residir nuevamente en Cuba.

Reclamo y reitero mi voluntad de residir nueva-

mente en Cuba con mi familia de la cual se me tiene

separada, imponiéndoseme una permanencia en un

estado extranjero en contra de mi voluntad constitu-

yendo un trato lesivo a mi condición como ser hu-

mano, afectando mi salud emocional y mental.

Reciba Ud. mis respetuosos saludos y deseándole

éxitos en la misión diplomática de nuestro país.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano

Dirección postal:

3161 NW 17 St 33125 Miami FL

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 apto 7 / 4ta y 5ta, Palatino

Cerro. C. Habana. Cuba.

c/c. Hilary Clinton, Secretaria de Estado.

Su Santidad Benedicto XVI.

Archivo familiar.

Page 51: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 51

13 de agosto de 2009.

Honorables personalidades:

1. Su Santidad Benedicto XVI.

2. Mons. Agostino Marchetto. Secretario [del]

Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes

e Itinerantes. Santa Sede.

3. Mons. Jaime Ortega y Alamino. Conferencia de

Obispos de Cuba.

4. Sr. Luis Inácio Lula da Silva. Presidente de la

República Federativa del Brasil.

5. Sra. Michelle Bachelet. Presidenta de la Re-

pública de Chile.

6. Sr. Leonel Fernández. Presidente de la Repú-

blica Dominicana.

7. Sr. José Luis Rodríguez Zapatero. Presidente

del gobierno español.

8. Sr. Felipe Calderón. Presidente de los Estados

Unidos Mexicanos.

9. Sr. Tabaré Vásquez. Presidente de la República

Oriental del Uruguay.

10. Sr. Oscar Arias. Presidente de la República de

Costa Rica.

11. Sr. Álvaro Colón. Presidente de la República de

Guatemala.

12. Sr. Ricardo Martinelli. Presidente de la Repú-

blica de Panamá.

13. Sr. Rafael Correa. Presidente del Ecuador.

Page 52: La batalla inconclusa - CubaNet

52 Adrián Leyva

14. Sra. Cristina Fernández. Presidenta de la Re-

pública de la Argentina.

15. Sr. Senador Jorge Pizarro Soto. Presidente del

Parlamento Latinoamericano.

16. Sr. Jerzy Buzek. Presidente del Parlamento

Europeo.

Honorables personalidades:

Quien hoy les escribe esta carta es simplemente un ser

humano. Uno más entre los seis mil millones que

habitamos este planeta.

Pero también soy uno de los tantos miles de cu-

banos que sufrimos la injusticia del destierro y la

deportación de nuestra Patria como tortura sicológica

y trato denigrante a nuestra condición humana come-

tida por la incomprensión de otros seres humanos

devenidos administradores de pueblos.

La familia y el derecho a la nación de la cual somos

parte inseparable cada ser humano en nuestra condi-

ción ciudadana, es un derecho sagrado.

Desde hace cincuenta años los ciudadanos cubanos

hemos sido segregados de ese derecho natural consa-

grado en el artículo 13 de la Declaración Universal de

los Derechos Humanos.

El derecho a emigrar, viajar al exterior y retornar al

país de manera libre y normal como ocurre con todos

los seres humanos en las distintas naciones; es para los

ciudadanos cubanos un obstáculo, imponiéndose una

Page 53: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 53

regulación migratoria y otros procedimientos degra-

dantes y lesivos a la dignidad humana llamado: SALIDA

DEFINITIVA. Un destierro en pleno siglo XXI.

Cientos de miles de cubanos son impedidos de

entrar a Cuba, incluso para asistir al funeral de una

madre, un padre, un hijo u otro familiar.

Los cubanos somos los únicos seres humanos en el

mundo que debemos solicitar VISAS (llamadas per-

misos de entrada) además de abonar un pago por

permanecer en el territorio nacional, siendo ciudadanos

cubanos.

En mi caso particular viajé a los Estados Unidos

por razones matrimoniales. Mi matrimonio perdió sen-

tido para la pareja. Por tal razón decidí retornar a vivir

nuevamente en Cuba.

Hasta la fecha, a pesar de múltiple gestiones (obra

en mi poder un expediente con todos los documentos)

solicitando mi ingreso, las autoridades de Cuba me

niegan la entrada a mi Patria y el reintegro a mi vida

familiar.

No soy un caso aislado, cientos de miles de cuba-

nos estamos en las mismas condiciones condenados

a un destierro.

Honorables personalidades:

Los invito a que miren a sus respectivos pueblos,

sus ciudadanos y las familias; ninguna está impedida

del reencuentro entre sus seres queridos por prohi-

biciones antihumanas y el destierro por desear viajar al

exterior y fijar temporal o definitivamente residencia

en un estado extranjero.

Page 54: La batalla inconclusa - CubaNet

54 Adrián Leyva

Los cubanos no tenemos ese derecho de manera

plena.

Vivimos en un mundo globalizado. La solidaridad

humana no tiene fronteras ideológicas.

Humanamente les solicito a Uds. Sres. Presidentes,

se solidaricen con el RECLAMO DEL PUEBLO CUBANO

PARA UNA NORMALIZACIÓN DE LA POLÍTICA MIGRA-

TORIA EN CUBA y mediante sus buenos oficios se

proceda a un diálogo de comprensión con las nuevas

autoridades cubanas para que modifiquen, según las

normas internacionales, una política migratoria huma-

namente aceptable a la dignidad del pueblo cubano.

Permítanme solicitarle a Su Santidad Benedicto

XVI, mediante la Santa Iglesia Católica y su Consejo

Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes, se es-

tablezca con la mayor brevedad una misión de buenos

oficios para las mismas finalidades.

La familia cubana necesita del reencuentro de todos

sus hijos. Establecer las normas internacionales en la

política migratoria cubana, no constituye ningún pe-

ligro para la sociedad cubana que hoy ve cada día de

manera creciente el triste desgarramiento de nuestras

raíces y nuestras familias.

En mi única condición de ciudadano cubano he

enviado documentos a los gobiernos de Cuba y los

Estados Unidos sobre la necesidad de normalizar la

política migratoria entre y en ambos países sobre las

normas internacionales éticamente aceptables y el ple-

no cumplimiento de los artículos 13 y 5 de la Decla-

ración Universal de los Derechos Humanos.11

Page 55: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 55

El pueblo, la familia y el ciudadano cubano no

debemos continuar siendo utilizados como rehenes

y víctimas del diferendo político entre ambos go-

biernos.

Fragmento del documento final de los Obispos

Católicos responsables de la Pastoral de Migrantes en

Canadá, Estados Unidos y América Central.

Reconocemos que toda persona de acuerdo a los

principios de la Doctrina Social de la Iglesia, tiene

el derecho de residir en su propia patria y de

migrar cuando sus propios países no les ofrecen

las oportunidades de bienestar integral y aunque es

verdad que cada país tiene el derecho de reforzar

sus fronteras para favorecer la seguridad interna,

también es cierto que nosotros somos una Iglesia

sin Fronteras y que existe un bien común universal

que implica una obligación moral para que los

países protejan la dignidad de los seres humanos

y regulen las migraciones de acuerdo a principios

éticos y no solamente económicos o legales.

Tecún Umán, Guatemala

04 de junio de 2009

Reciban Uds., mi más profundo respeto a sus altas

investiduras y sobre todo a la condición humana que

precede todo acto de solidaridad y justicia.

Atentamente,

Page 56: La batalla inconclusa - CubaNet

56 Adrián Leyva

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano

Residiendo sin domicilio en la Ciudad de Miami hasta

que me sea posible retornar a Cuba.

Desterrado de Cuba por la llamada salida definitiva.

Correo electrónico: [email protected]

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 apto 7 / 4ta y 5ta

Reparto Palatino, Cerro. La Habana.

Cuba.

Page 57: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 57

Miami, 4 de marzo del 2010.

Señor José Luis Rodríguez Zapatero

Presidente del gobierno español

Atención: Señor Miguel Ángel Moratinos

Ministro de Relaciones Exteriores

Excelencias:

En mi única condición de ciudadano cubano he diri-

gido al gobierno español diversas cartas sobre mi caso

donde me encuentro desterrado de mi patria, Cuba, por

la violación de mis derechos humanos y ciudadanos

previsto en el artículo 13 de la Declaración Universal

de los Derechos Humanos.

El gobierno español mantiene un diálogo sobre

estos derechos ante el gobierno de Cuba y promueve

un cambio en la política de la Unión Europea, mientras

que Cuba no muestra ningún respeto hacia sus ciuda-

danos.

Yo he cumplimentado todos los trámites exigidos

por las autoridades de mi país para mi retorno defi-

nitivo a Cuba, sin recibir respuesta en claro desprecio

a mi condición humana y ciudadana. Se me niega en-

trar a Cuba. No soy un terrorista, no soy un asesino, no

soy un dictador.

Recientemente, el ciudadano cubano Orlando Za-

pata Tamayo, no encontró otra salida que su inmo-

lación ante las condiciones de abuso a las que fue

sometido en las cárceles de Cuba.

Page 58: La batalla inconclusa - CubaNet

58 Adrián Leyva

El canciller cubano, Señor Bruno Rodríguez, ha de-

clarado el pasado día 3 del actual mes en las Naciones

Unidas, justamente ante la Comisión de los Derechos

Humanos, que sobre Cuba existe una campaña pro-

movida por los Estados Unidos para desacreditar a la

revolución cubana y que en Cuba no se tortura a nadie.

Tal discurso carece de toda credibilidad, miles de cu-

banos somos negados de ingresar a nuestro país, en

clara violación, entre otros, a nuestros derechos hu-

manos. Continuar negando está realidad es ética y mo-

ralmente inaceptable.

He enviado varias cartas al señor canciller cubano

sin la más mínima respuesta. Puedo presentar un

expediente con todas las pruebas.

Al igual que la mayoría de los cubanos yo también

rechazo por razones de soberanía nacional las injustas

leyes extraterritoriales que pesan contra el pueblo cu-

bano por parte de la política exterior del norteño

gobierno. Pero tengo el derecho de denunciar que eso

no es razón para que el gobierno de Cuba viole los

derechos humanos del pueblo.

Por otra parte, el destierro al que se me somete de

manera arbitraria, separándome de mi hogar y mi

familia, constituye un trato degradante y una tortura

mental contra mi persona, lo cual desmiente de hecho

los argumentos del señor canciller de Cuba.

Solicito que el gobierno español y en especial su

canciller, honorable Señor Moratinos, se pronuncie de

manera clara y pública con mi humano pedido de so-

lidaridad y mediación ante las autoridades cubanas

Page 59: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 59

sobre mi caso y que se incluya de manera priorizada el

tema de la política migratoria cubana que es degra-

dante a la condición humana de todo el pueblo de

Cuba, dentro de la agenda de la Unión Europea.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano desterrado arbitrariamente.

Residiendo temporalmente en Miami hasta que pueda

retornar a Cuba.

Correo electrónico [email protected]

Dirección familiar en La Habana:

Albera 575 apto 7 / 4ta y 5ta

Reparto Palatino, Cerro. La Habana, Cuba.

Page 60: La batalla inconclusa - CubaNet

60 Adrián Leyva

Al que le sirva el sayón*

He leído con mucha simpatía el artículo «El espejo de

Armengol» de mi compatriota y colega de la prensa

independiente cubana, Luis Cino (sin duda uno de los

mejores periodistas y de larga trayectoria en el medio),

en respuesta al artículo de Alejandro Armengol, pu-

blicado en El Nuevo Herald, de Miami.

Sucede que los disidentes y periodistas indepen-

dientes dentro de Cuba hemos cargado sobre nuestros

hombros las acusaciones de millonarias sumas de di-

nero del presupuesto federal de los Estados Unidos que

a nombre de la disidencia interna y la democracia ja-

más hemos recibido ni reclamado.

Cito un fragmento del artículo de Luis Cino que

pueden leer en cubanet.org: Y no es que nos preocupen

tanto los millones de dólares de la ayuda del gobierno

de los Estados Unidos a la oposición interna en Cuba,

que en definitiva no vemos ni en fotografías.

Un número indeterminado de cubanos radicados en

el exterior han auxiliado con sus recursos propios y de

manera humanitaria, a cientos de cubanos presos polí-

ticos y otros activistas de los derechos humanos,

mientras sus familias se asfixian en la más absoluta

miseria dentro de Cuba, teniendo en cuenta que toda

las fuentes de empleo son estatales y los disidentes son

expulsados por lo general del trabajo.

* Publicado en el semanario en Internet Cuba Nuestra, el 5 de

marzo de 2010 (archivado en «sin categoría»).

Page 61: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 61

A dónde van esas millonarias sumas. La respuesta

está dentro de los que con su «patriotismo rentado»

hacen «politurismo» o disfrutan de las «empresas de

mercadería» con el tema de la democracia para Cuba,

dentro de los Estados Unidos.

Basta de vilipendiar a los disidentes y periodistas

serios dentro de Cuba con un dinero que solo sabe el

diablo a dónde va a parar.

¿Mercenarios de qué?

Page 62: La batalla inconclusa - CubaNet

62 Adrián Leyva

Carta abierta

Miami, 11 de marzo del 2010

Al Honorable Presidente de la República del Brasil

Luis Inácio da Silva y al hermano pueblo del Brasil

Señor Presidente:

Quien le escribe es un ciudadano cubano que está

impedido de ingresar a mi país, Cuba, por disposi-

ciones anticubanas del gobierno que viola los derechos

humanos y el espacio natural a mi nación que es de-

recho de todo ciudadano. No soy terrorista, delincuente

ni asesino. Soy simplemente una víctima más de la

irracionalidad de un gobierno que se erige sobre los

seres humanos que también somos todos los cubanos.

Entre los pueblos de Cuba y Brasil existe una unión

cultural y humana por diversas razones. Son los pue-

blos quienes atesoran los valores de cada nación y no

los gobiernos.

Los valores que están consagrados en el respeto

a los derechos inherentes a todo ser humano y su dig-

nidad están limitados en Cuba como resultado de una

política estatal que los viola.

Entiendo su amistad con las autoridades de mi país,

pero Ud. representa al hermano pueblo del Brasil.

En Cuba se niegan algunos de los derechos hu-

manos consagrados en los espacios de la libertad de

todo ser humano, los cubanos somos tratados como

siervos de un imperio feudal.

Page 63: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 63

El pueblo del Brasil sufrió durante años una dic-

tadura militar donde el destierro y las violaciones de

los derechos humanos cargó sobre sus hombros la gran

familia brasilera.

Desde hace cincuenta años la gran familia cubana

vive una realidad similar bajo una fachada cosmética,

pero sufriendo el mismo dolor. Sencillamente porque

los brasileros y los cubanos somos seres humanos.

Quienes abogamos por el reclamo de nuestros de-

rechos humanos no somos mercenarios de ninguna

potencia ni gobierno extranjero, eso sería un ultraje

a nuestra Patria y nuestra soberanía.

Ud. tiene la opción de guardar silencio y ser cóm-

plice de estos atropellos a nombre de su persona y de

su pueblo o cumplir con el reclamo de la ética y la

justicia humana solidarizándose con el reclamo del

pueblo cubano al respeto de nuestros derechos hu-

manos.

Señor Presidente, Ud. tiene la palabra.

Con todo mi respeto a su persona, su alta in-

vestidura y al hermano pueblo del Brasil.

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano desterrado.

Negada la entrada a Cuba.

Correo electrónico: [email protected]

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 / 4ta y 5ta

Palatino, Cerro, La Habana. Cuba

Page 64: La batalla inconclusa - CubaNet

64 Adrián Leyva

¿Y el pueblo, qué?

La emigración es tan antigua como la humanidad. El

artículo 13 de la Declaración Universal de los Dere-

chos Humanos establece que todo ciudadano tiene

derecho a emigrar, fijar residencia en otro estado

y regresar a su país de origen sin ninguna limitación.

Desde la llegada al poder del gobierno revolucionario

del ex gobernante Fidel Castro (1959), los ciudadanos

cubanos hemos sufrido la violación de este derecho

natural incluso el destierro cuando emigramos. Las

restricciones para viajar al exterior y retornar a Cuba,

que establecen el gobierno socialista cubano además

de antihumanas, están gravadas por imposiciones tari-

farias que constituyen una explotación rechazada por

toda la población dentro y fuera de la Isla.

El ciudadano cubano que viaja de visita a un tercer

país, básicamente los Estados Unidos, debe pagar al

gobierno de Cuba ciento cincuenta dólares por cada

mes que permanezca fuera de Cuba; de no hacerlo, le

niegan la entrada al territorio nacional quedando como

un paria por todo el mundo. Otro tanto ocurre con el

cubano emigrado que debe solicitar una visa para in-

gresar a Cuba y abonar una cantidad de dinero si desea

permanecer más de treinta días en su Patria. El alto

precio del pasaporte y demás documentos se pagan en

dólares, una moneda que además de no ser la nacional,

no es la que recibe en su magro salario el trabajador

Page 65: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 65

cubano. Ningún otro pueblo del mundo está sometido

a tan injustas medidas.

Pero esta triste realidad, tiene también otra arista

poco manejada por los medios de prensa, en ambos

lados del Estrecho de la Florida que manipulan la in-

formación según sus intereses.

El pulseo político por el conflicto entre los go-

biernos de Cuba y los Estados Unidos ha tomado de

rehén al pueblo y la familia cubana estableciéndose

una política migratoria viciada y éticamente inmoral

a lo largo de estos cincuenta años.

Desde el primero de enero del año 1959, cuando

fue derrocado el ex dictador cubano Fulgencio Batista,

los Estados Unidos recibió en su territorio a decenas de

sicarios y torturadores, reclamados por la justicia de-

bido a crímenes contra el pueblo, producto de la guerra

civil. Ninguno fue retornado a Cuba.

Se iniciaba un camino para futuras oleadas de emi-

grantes cubanos, incluyendo ciudadanos que escapa-

ban del sistema totalitario como emigrantes econó-

micos, pero en otros casos, por medio de actos de

piratería, secuestro y crímenes contra la población

civil.

Los Estados Unidos por medio de su política

exterior hacia Cuba, estimuló todo tipo de acto con la

finalidad de crear la desestabilización de la revolución

cubana. La Operación Peter Pan12

sacó a cientos de

niños cubanos bajo la propaganda de la pérdida de la

patria potestad. Igualmente por medio de la emigración

Page 66: La batalla inconclusa - CubaNet

66 Adrián Leyva

se desarrollaron operaciones de la CIA para estimular

el éxodo de los casi seis mil médicos que existían en

Cuba, sin contar el resto de los profesionales en otras

ramas y profesores universitarios. Los Estados Unidos

junto al embargo, utilizó la emigración para sus planes

de injerencia contra la naciente revolución cubana.

Nació de esta manera en el año 1966 la llamada

Ley de Ajuste Cubano, cuya finalidad era dotar a los

cubanos de un estatus legal en los Estados Unidos,

permaneciendo sin ningún documento ni pasaporte en

un territorio extranjero. Cuba negaba reconocerlos co-

mo legítimos ciudadanos cubanos.

Años más tarde, cuando miles de presos políticos

anti fidelistas habían cumplido o estaban a punto de

cumplir sus largas condenas en las cárceles de Cuba,

surgió el llamado programa para refugiados políticos,

beneficiando a cientos de estas familias, cuyas vidas

dentro del sistema totalitario de Cuba, se hacía casi

imposible.

Otras leyes y modificaciones se han incorporado

a la política migratoria respecto a los cubanos que con

el tiempo han llegado a gozar de un privilegio exclu-

sivo para ingresar a los Estados Unidos.

El año 1980 trajo la llamada crisis del Mariel

cuando más de cien mil cubanos salieron de Cuba

rumbo a la Florida. Otro éxodo masivo surgió en el

verano del 1994 llamado El Maleconazo. En todo este

tiempo las salidas ilegales de cubanos hacia las costas

de los Estados Unidos han dejado un saldo de víctimas

Page 67: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 67

en el Estrecho de la Florida mientras que desde hace

unos años se ha convertido en un negocio de tráfico

humano con buenos dividendos para los traficantes.

Según datos publicados en la prensa de Estados

Unidos durante los años fiscales 2007 y 2008 arribaron

de manera ilegal 18,000 y 15,000 cubanos respecti-

vamente en viajes directos o a través de México.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba

cifra que el total de cubanos en el exterior es de

1,704,764 ciudadanos. De ellos, 1,446,600 radican en

América del Norte, unos 119,916 en Europa, mientras

que 84,715 residen en Sur América. Otros 53,500 se en-

cuentran dispersos por otras zonas. Actualmente se

registran cubanos residiendo en más de 57 países.

Un cuarto de millón de cubanos han abandonado la

Isla en los seis primeros años de este siglo, la mayoría

jóvenes nacidos dentro de la revolución que optan por

emigrar ante el descontento con el sistema.

Durante la administración del ex presidente George

W. Bush se incrementaron las salidas de cubanos uti-

lizando el llamado programa de refugiado político.

Según fuentes bien informadas de la disidencia seria

dentro de Cuba se conoce de compra-venta de docu-

mentos falsos de persecución policial política, para

lograr ser aprobado en la entrevista con los fun-

cionarios de la SINA13

en La Habana. Se sabe así

mismo de falsos grupos de disidentes que se dedican

a vender y manipular falsa información sobre viola-

ciones de los derechos humanos con la finalidad de

Page 68: La batalla inconclusa - CubaNet

68 Adrián Leyva

lograr el pago de un precio por el apoyo para la salida

del país por este método. Aunque no existen datos

oficiales se estima que en la práctica, durante los

últimos cinco años, un 70 % del personal que ha via-

jado bajo este programa de refugiados, no son real-

mente perseguidos políticos, sino emigrantes econó-

micos.

El presidente Obama ha intentado, desde su llegada

a la Casa Blanca, mejorar las relaciones con Cuba.

Como parte de esta política reanudaron el pasado 14 de

julio en Naciones Unidas las conversaciones sobre

migración, que estaban interrumpidas oficialmente

desde el 2004.

El próximo viernes se reunirán en La Habana la

delegación norteamericana, con su homóloga cubana

como parte de las rondas de conversaciones sobre

temas migratorios establecidas entre los dos países.

Craig Kelly, Subsecretario de Estado Adjunto para

América Latina, encabeza la delegación norteña, que in-

cluye a representantes de todas las agencias que están

involucradas en el manejo de los temas migratorios,

según informó el Departamento de Estado.

Las conversaciones se centrarán en promover una

migración segura, legal y ordenada entre los dos

países. Un privilegio que los enemigos del Norte re-

galan al gobierno de Cuba bajo la Ley de Ajuste Cu-

bano y los acuerdos migratorios del año 1994 firmados

bajo la administración de Bill Clinton.

Page 69: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 69

Me pregunto si ambos gobiernos tendrán en sus

respectivas agendas por primera vez en cincuenta años,

firmar nuevos acuerdos en ambas direcciones basados

en el respeto a los derechos humanos de los cubanos

o predominarán los intereses políticos que tanto daño

le han causado al pueblo y la familia cubana en una

política migratoria humillante y deshumanizada por

ambos gobiernos.

Page 70: La batalla inconclusa - CubaNet

70 Adrián Leyva

Carta abierta a los artistas españoles

Ana Belén, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Víctor

Manuel, Miguel Bossé y a todos los cantautores y ar-

tistas comprometidos con la justicia social y la dig-

nidad del ser humano.

Quien les escribe es un ciudadano cubano que está

privado de estar en su patria, junto a su familia, in-

cluyendo mi anciana madre de ochenta años de edad

y débil visual, en virtud de las disposiciones anticu-

banas de la política migratoria del gobierno de Cuba.

No soy un terrorista. No soy asesino. Soy simple-

mente UN CUBANO a quien el gobierno de mi país nie-

ga el derecho de entrar libremente en mi patria. No soy

un caso único. Miles de cubanos sufrimos esta despa-

triación degradante a nuestra dignidad.

Hoy la gran familia cubana transita por la peor

pérdida de sus valores tradicionales y la división de sus

hijos que deambulan por medio mundo como parias.

Hermanos españoles: la música es el idioma más

universal.

Pertenezco a una generación que continúa ento-

nando «Canción con todos» y «Yo vengo a ofrecer mi

corazón». Ahora somos los cubanos quienes necesi-

tamos la solidaridad real de los artistas comprometidos

con las causas justas.

Les pido con toda humildad que escriban una can-

ción que entone un himno a la libertad del alma y la

reconciliación entre todos los cubanos; un himno al

Page 71: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 71

derecho de los desterrados cubanos a causa de una

injusta ley de salida definitiva. Que podamos retornar

libremente a Cuba como es nuestro derecho.

La solidaridad internacional para promover un

cambio en la antihumana política migratoria al pueblo

de Cuba podrá instalarle oídos a los sordos corazones

que han contagiado con ideologías a la familia cubana.

Los cubanos tenemos derecho a nuestra patria sin

condiciones ajenas ni imposición de ideologías que se

erigen sobre nuestra condición natural.

Ustedes tienen la palabra a través del canto. Us-

tedes tienen el poder del lenguaje más universal que

abre las puertas de los corazones: LA MÚSICA.

CANTOR, QUE TUS POEMAS SEAN EL RECLAMO DEL

PUEBLO…

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano desterrado de Cuba, bajo la anticu-

bana ley de salida definitiva.

Residiendo en Miami hasta que pueda retornar a Cuba.

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 apto 7 /4ta y 5ta, Palatino, Cerro

La Habana Cuba.

Page 72: La batalla inconclusa - CubaNet

72 Adrián Leyva

Salida definitiva, repatriación

y deportación de cubanos:

una desvergüenza nacional

El diecisiete de septiembre de mil ochocientos setenta

y nueve José Martí fue arrestado por la policía colo-

nial. Una semana después era deportado de Cuba.

Nunca más vería la ciudad en la que nació un 28 de

enero de 1853. Era el precio que le imponían los opre-

sores de ocasión por su lucha en pro de una tierra

independiente que él visualizaba inclusiva y benéfica

para todos sus hijos.

Desde 1902 hasta 1959 jamás se privó al pueblo del

derecho a la patria por motivo alguno. Ni siquiera du-

rante las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio

Batista, ningún cubano fue limitado en sus derechos

por decidir viajar al exterior o residir fuera del país.

La lucha encabezada por el abogado Fidel Castro

contra Fulgencio Batista para restituir el orden cons-

titucional quebrantado el 10 de marzo de 1952,14

terminó con la implantación de otro tipo de poder dic-

tatorial de corte populista. El mérito de la masificación

en los servicios educacionales y de salud quedó os-

curecido por la realidad de un pueblo convertido en

masa obediente a su sistema político unipersonal.

Entre los derechos confiscados al cubano quedaron los

de la nación.

La instauración del sistema totalitario trajo como

consecuencia la emigración. Durante décadas la gente

Page 73: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 73

ha buscado salir de las imposiciones del castrismo. El

gobierno halló en la expatriación una manera de cas-

tigar a todos aquellos que decidieron radicarse fuera de

la Isla en estos años, privándoles de sus derechos de

nacimiento como cubanos. Más tarde, por convenien-

cia del régimen, los emigrados pudieron retornar

a nuevamente su patria en condición de turistas por

tiempo limitado, a fin de reencontrarse con sus fami-

liares. Esta autorización es humillante en su esencia, al

impedir la entrada a quienes son considerados personas

no gratas por las autoridades. Otro aspecto degradante

es que los residentes en el extranjero tienen que soli-

citar permiso para entrar a su tierra natal.

En meses recientes se crearon especulaciones entre

la población y algunos medios de prensa extranjeros,

fundamentalmente de Europa, que indicaban que el

nuevo gobierno de Cuba estudiaba la derogación de

estas disposiciones inconstitucionales y trabajaba por

establecer una nueva política al respecto, básicamente

con la parte más afectada por esta problemática: los

cubanos residentes en Estados Unidos.

Ya no existen Capitanes Generales ibéricos en Cu-

ba. La Isla dejó de ser colonia española hace más de un

siglo. Entonces, tanto gobernantes como gobernados

nos debemos preguntar si desde la condición indepen-

diente de nuestra República alguien debe arrogarse la

facultad de confiscarle la patria a su gente, determi-

nando quién puede y quién no puede entrar a ella.

Page 74: La batalla inconclusa - CubaNet

74 Adrián Leyva

Levantar cuanto antes estas restricciones debería

ser una prioridad, en honor al Apóstol, para las nuevas

autoridades cubanas, más allá de cualquier considera-

ción. Si por una parte es cierto que la actual política de

los Estados Unidos no brinda el clima adecuado, esto

no puede servir de justificación para poner remedio

sano a este negro episodio en la Cuba de hoy, donde

conceptos tales como salida definitiva, permiso de

entrada y de salida, expatriación y repatriación, son

una desvergüenza nacional.

Adrián Leiva

Page 75: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 75

Palatino, Cerro, Habana

20 de septiembre de 2008

Señor: Ricardo Alarcón de Quesada

Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular

Señor:

Me dirijo a usted como máximo representante del

poder del estado cubano para dejar constancia sobre

los elementos que rondan sobre mi persona y mi con-

dición de ciudadano cubano.

Adjunto carta presentada al Señor José Millar Ba-

rruecos, Secretario del Consejo de Estado, sobre las

violaciones cometidas contra mi persona en materia de

atención médica, violándose el derecho constitucional.

La misiva fue entregada hace más de un mes sin res-

puesta hasta esta fecha.

Que debido a lo anterior hago responsable al go-

bierno y al estado cubano de lo que ocurra con mi vida

y mi salud.

Que es inadmisible que se atiendan en programas

de salud totalmente gratis en nuestro país a ciudadanos

extranjeros despreciándose y negándole este servicio

a un cubano. Esta práctica es simplemente apartheid.

Que el cúmulo de problemas que diariamente lle-

gan al Consejo de Estado como quejas de la población

no justifica este silencio como respuesta.

Que detrás de todo esto, interpreto una actuación

sin precedentes de carácter político contra mi persona,

Page 76: La batalla inconclusa - CubaNet

76 Adrián Leyva

por mi condición de disidente, salvo que se demuestre

una ineficiencia burocrática en la atención a la acusa-

ción presentada sobre el asunto.

Que cualquier regulación o disposición que contra-

venga el derecho constitucional queda de facto inva-

lidada por su propia naturaleza; en caso contrario las

autoridades estarían demostrando que la Constitución

es letra muerta y figura decorativa por el propio poder

del gobierno.

Señor Presidente:

El poder político cubano posterior al año 1959 ha

descalificado al pueblo de Cuba, erigiendo una tergiver-

sada definición de revolucionario sobre la condición

humana de los ciudadanos.

Como resultado de esta absurda filosofía hoy nues-

tra Patria está cada vez más empobrecida en sus va-

lores y la destrucción moral y física de la familia es

una realidad irrebatible.

Antes de viajar a los Estados Unidos en el año

2005 le escribí a usted una carta donde le explico que

de la misma manera que aporté todo mi esfuerzo en la

campaña del Proyecto Varela, por considerarlo una

necesidad nacional, también de igual manera apoyaría

cualquier proyecto que con apego a la libertad plena de

los derechos humanos universalmente reconocidos que

surja por parte del gobierno; también mi apoyo será

patente. Ratifico esta posición ante Ud., sin dejación

a continuar trabajando por los derechos civiles dentro

de Cuba.

Page 77: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 77

Me es imposible dejar de ratificar que como cu-

bano, la defensa de nuestra soberanía está por encima

de ideologías y gobiernos de turno; no está ni jamás

podrá estar en mesa de negociación con ningún estado

extranjero, pero tampoco mi derecho como ciudadano

cubano a residir dignamente en mi patria, derecho que

nunca he perdido por condición natural, y las conse-

cuencias que se deriven de cualquier intento de arreba-

tármelo sobre la imposición de absurdas y anticonstitu-

cionales restricciones migratorias, serán responsabilidad

del estado y el gobierno de Cuba.

Que mis palabras no deben ser tomadas en otro

sentido que la justa defensa pacífica ante las viola-

ciones de mis derechos humanos, civiles y constitucio-

nales por las razones antes referidas.

Que la naturaleza de enviar esta y otras cartas a las

autoridades del país, sólo demuestran mi respeto ciuda-

dano hacia las mismas y el reclamo al funcionamiento

de las instituciones.

Que por mi condición política me veo en la nece-

sidad de comunicar al Partido donde milito esta situa-

ción sin ninguna otra intención.

Señor Presidente:

Revísese la filosofía y la historia, conclúyase con

sabias reflexiones para la realidad que todos los cu-

banos estamos viviendo, los hechos dicen más que las

palabras y QUE DIOS SALVE A CUBA.

Reciba Usted y el Señor Presidente, Raúl Castro,

mis más altas consideraciones al respeto de su condi-

ción humana y que el Señor los ilumine para el bien de

Page 78: La batalla inconclusa - CubaNet

78 Adrián Leyva

todos los cubanos en un clima de paz, amor y respeto

a las libertades públicas.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano por nacimiento, presente en Cuba.

Albear # 575 apto 7 /4ta y 5ta

Reparto Palatino, Cerro, La Habana.

c/c Marcelino Miyares

Secretario de Relaciones Exteriores del PDC y Vi-

cepresidente de ODCA.

c/c Delegado y Presidenta del Consejo del Poder

Popular de Palatino.

c/c Archivo

Page 79: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 79

Palatino, Cerro, La Habana,

8 de agosto del 2008.

Señor: Ricardo Alarcón de Quesada

Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Señor, me dirijo a Usted, en su condición de Presidente

del máximo órgano del poder del estado cubano y,

también por extensión, a todo el Parlamento y al Con-

sejo de Estado de la República de Cuba para, en uso

y disfrute de mi condición plena de ciudadano cubano

por nacimiento, compartir con ustedes algunas reflexio-

nes, al margen de explicar, con el respeto debido, el

pleno derecho histórico y natural a la patria que asiste

a todo cubano.

Se funda la nación y la república sobre el concepto

martiano de Con todos y para el bien de todos. Nues-

tros mambises anegaron con su sangre esta tierra para

que las generaciones venideras disfrutaran de una

patria libre y soberana, donde el respeto a la dignidad

plena del hombre fuera una realidad permanente.

Nuestros padres fundadores nos legaron una patria por

encima de cualquier ideología política.

Nace el 20 de mayo la república con un puñal

clavado en su soberanía: la Enmienda Platt. Supo

a tiempo sacudirse nuestro pueblo de este oprobioso

apéndice.

No todo estaba hecho, la búsqueda constante por

perfeccionar un verdadero estado de derecho, el res-

peto a las libertades públicas y los derechos humanos,

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80 Adrián Leyva

en un clima de constante perfeccionamiento a nuestra

sociedad desde esa fecha hasta nuestros días, sigue

siendo una realidad, ya que algunos de esos derechos

reconocidos universalmente son aún una aspiración del

pueblo cubano que, a pesar de tanto esfuerzo y sangre

derramada, no disfruta de ellos en toda su plenitud.

Señores diputados:

La condición humana de todo ser social está por

encima de las ideologías políticas, son estas producto

del pensamiento, de la razón y no a la inversa. Cuando

un poder político se erige sobre la condición humana

de las personas que conforman una nación, esta se

enferma en sí misma. Al estatalizarse el pensamiento

humano, la sociedad y la vida de todo un pueblo, los

valores que la fundaron inexorablemente se pierden en

su naturaleza misma y corren el seguro riesgo de

perderse como nación y pueblo.

Hoy nuestra sociedad transita sobre ese escenario.

La galopante emigración y la mentalidad escapista,

motivada por la constante insatisfacción y la falta de

proyectos de vida, así lo testifican. Poner oídos sordos

no remedia esta situación; tampoco disfrazarla con

consignas que a estas alturas carecen de sentido ante el

peso de la realidad.

Nadie debe temer al pleno ejercicio de las liber-

tades públicas y los derechos humanos universalmente

reconocidos. Estos no son una amenaza a la cons-

trucción de una sociedad que constantemente busque la

justicia social y relaciones justas entre las fuerzas

productivas y los medios de producción. Son estas

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La batalla inconclusa 81

libertades las que dialécticamente enriquecen la diná-

mica social, son el oxígeno que necesita todo pueblo

para mantenerse vivo.

La historia nos demuestra que frenar el desarrollo

equilibrado de estas libertades condena a la desapa-

rición todo sistema que lo establezca, desde el Imperio

Romano hasta nuestros días, incluyendo la ex Unión

Soviética, consolidada sobre la dictadura y la sangre

derramada en ese pueblo por el estalinismo y sin olvi-

dar los sistemas fascistas del pasado siglo. A estos

efectos Blas Roca15

describe esa realidad en la estati-

ficación de una nación y su consecuencia en fecha tan

temprana como el auge del fascismo en la década del

cuarenta del pasado siglo en su libro Los fundamentos

del socialismo en Cuba. Invito cordialmente a su

lectura y meditación a aquellos que no lo han reali-

zado.

Desde principio de la década del sesenta del an-

terior siglo hasta la actualidad los cubanos se han visto

envueltos en una dinámica migratoria preacondicio-

nada por imposiciones políticas devenidas del poder

gubernamental. Estas disposiciones en su naturaleza

niegan la condición ciudadana y humana de todos los

cubanos, constituyendo en la práctica la confiscación

de la patria por el poder político que la gobierna.

Esta política negativa ha dejado en la mayoría de la

emigración y del pueblo cubano, que es uno solo e in-

divisible, una desagradable apatía hacia sus raíces, su

historia y la patria misma, que ha sido confundida con

Page 82: La batalla inconclusa - CubaNet

82 Adrián Leyva

un partido político y una contradictoria ideología que

en su esencia ni es marxista y, mucho menos, martiana.

Aunque fueran las mejores intenciones, la Patria ha

sido equivocadamente secuestrada y confiscada. Cuba-

nos somos todos los que hemos nacido en esta tierra

que Dios nos dio a todos por igual y defendemos la

naturaleza y la soberanía de la nación cubana por

encima de ideologías políticas y gobierno de turno. La

historia nos demuestra que los gobernantes pasan, pero

los pueblos perduran.

Los conceptos migratorios de salida definitiva, re-

patriación, deportación, permiso de salida y de en-

trada y otras definiciones utilizadas en la terminología

del gobierno para todos los cubanos, constituyen un

puñal clavado en el corazón de la familia y pueblo

cubanos. Es un cubo de lodo vertido sobre la tierra que

guardan los restos de los patriotas fundadores de

nuestra nación. Es una desvergüenza nacional que esos

conceptos discriminatorios estén aplicados a nuestro

pueblo del cual soy, como todos ustedes y con el

mismo orgullo, parte inseparable de la nación cubana.

Señor Presidente y diputados en general:

Cada ciudadano tiene la elección de aceptar la im-

posición de una emigración forzada o defender cívi-

camente su derecho de estar en su patria y contribuir

cada día con sus opiniones al mejoramiento de toda la

sociedad. Defender ese derecho incluso al precio de

la vida misma es erigirse en un mambí del siglo XXI

y no debe ser considerado de otra manera que el pleno

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La batalla inconclusa 83

ejercicio a la defensa del derecho natural que asiste

a todos los ciudadanos cubanos.

Con todo respeto comparto con ustedes que si al-

gún día ese derecho que me asiste me fuera negado por

gobierno alguno, sin la menor vacilación seguiría el

ejemplo del maestro, José Martí y cualquier pedazo de

costa cubana será mi Playitas de Cajobabo aunque sin

armas, pero con el alma llena de todo el amor y orgullo

de sentirme cubano, aunque sea para que mi cuerpo

descanse en cualquier lugar de esta tierra nuestra lla-

mada Cuba. La muerte con honra vale mil veces más

que una vida en la deshonra. Creo que ustedes harían

lo mismo, de ahí que puedan entender mi opinión que

comparto con el mayor respeto a todos los cubanos sin

excepción.

Otro tanto ocurre con los precios abusivos y las ab-

surdas tarifas e impuestos que se aplican a los cubanos

que viajan o que residen en el exterior, cobrándose en

moneda que no es la nacional, algo que recuerda por su

similitud a la explotación de los colonizadores españo-

les a los aborígenes en la búsqueda de pepitas de oro

en nuestros ríos. Estos procedimientos contaminan mo-

ralmente el dinero que recibe el estado por estas fun-

ciones. Jamás gobierno alguno en la Cuba republicana

practicó tal política a los ciudadanos, los cubanos so-

mos los únicos seres humanos que somos objeto de

estas regulaciones en el mundo occidental.

Los invito a la revisión de estas restricciones que

constituyen una desvergüenza nacional y para nada

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84 Adrián Leyva

contribuyen a lo que la nación, el pueblo y la familia

cubana necesitan, que es sencillamente: AMOR.

Reciban mi más profundo respeto a la dignidad en

la condición humana de todos ustedes y la que les

corresponden por sus cargos.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez.

Presente en Cuba.

Ciudadano cubano

Albear 575, Reparto Palatino,

Cerro. La Habana. Cuba.

CC. Consejo de Estado de la República de Cuba.

CC. Delegado de la circunscripción del Poder Popular.

CC. Presidenta del Consejo Popular.

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La batalla inconclusa 85

Miami, 22 de agosto del 2009.

Señor: Rafael Correa

Presidente de la República del Ecuador.

Honorable Presidente:

En el marco del concierto realizado en Guayaquil

para celebrar el bicentenario de la independencia ecua-

toriana, Ud. designó al artista cubano Silvio Rodríguez

como Embajador de Buena Voluntad de los Migrantes.

El pasado mes de mayo Silvio Rodríguez, mi

compatriota, tuvo la gentileza de solidarizarse con una

carta abierta de mi autoría, publicada en el Nuevo

Diario de República Dominicana y reproducida por

otros medios de prensa, sobre la discriminación que

sufrimos los ciudadanos cubanos bajo la actual política

migratoria del gobierno de Cuba.

El derecho a emigrar, viajar al exterior y retornar al

país de manera normal, como ocurre con todos los

seres humanos en las distintas naciones; no existe para

los ciudadanos cubanos. Nos imponen una regulación

migratoria y otros procedimientos degradantes y lesi-

vos a la dignidad humana bajo la llamada SALIDA

DEFINITIVA.

A cientos de miles de cubanos residentes en el

exterior se les impide entrar a Cuba, incluso para asis-

tir al funeral de una madre, un padre, un hijo u otro

familiar. Tenemos que pedir visas, como si fuésemos

extranjeros, para estar en nuestra propia patria.

Page 86: La batalla inconclusa - CubaNet

86 Adrián Leyva

En mi caso, a pesar de múltiples gestiones (obra en

mi poder un expediente con todos los documentos), las

autoridades cubanas me niegan la entrada a mi patria

y el reintegro a mi vida familiar.

Señor Presidente:

Lo invito con toda honestidad para que Ud. sirva en

sus buenos oficios ante las autoridades cubanas, en la

comprensión de un cambio de la actual política migra-

toria, que es un puñal clavado en el corazón de la fa-

milia y el derecho a la patria de todos los ciudadanos

cubanos.

La justicia y el reclamo de los derechos inherentes

a la persona humana no tienen fronteras ideológicas.

La campaña «Todos somos migrantes», debe co-

menzar con la solidaridad hacia el pueblo cubano en su

reclamo a la cancelación de la nefasta salida definitiva.

El destierro de los cubanos debe cesar por injusto e in-

humano.

Reciba Ud. mi mayor respeto a su condición hu-

mana y por su alta investidura, deseándole éxitos en el

mandato entregado democráticamente por el pueblo

ecuatoriano.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez.

Ciudadano cubano. Desterrado

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 apto 7 / 4ta y 5ta

Palatino. Cerro. La Habana. Cuba.

Page 87: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 87

Contra la deportación de una madre

nicaragüense

Soy cubano y, al margen de cuestiones políticas, deseo

ser solidario con Maricela Soza, la madre nicaragüense

cuyos hijos hicieron infructuosamente una huelga de

hambre para que no la deportaran. Tengo una hija en

Cuba, mi patria, y siento, como la mayoría de los cu-

banos, el dolor de la fragmentación de una familia. No

tengo hijos en este país y no soy tan joven. Los seres

humanos no se distinguen por fronteras geográficas

y defiendo los derechos civiles.

Estamos conscientes de que nadie tiene derecho

a ingresar en otro estado violando sus leyes. Como

cubano defiendo los derechos civiles y la unidad fa-

miliar de nuestro pueblo; por eso me es imposible

mantenerme al margen de este caso.

Les pido contacten al abogado de esta familia para

que se comunique conmigo. Estoy dispuesto a trans-

ferir mis derechos de residencia por la Ley de Ajuste

Cubano para esta madre nicaragüense y que me de-

porten a mí para Cuba, donde tengo mi familia.

Dirán que jurídicamente no es posible, pero en el

derecho anglosajón siempre hay una primera vez. O al

menos podría crearse un estado de opinión favorable

para este caso.

Adrián Leiva Pérez

Miami

Page 88: La batalla inconclusa - CubaNet

88 Adrián Leyva

Carta abierta al Consejo de Estado de la

República de Cuba y a todos los cubanos

Miami, 10 de agosto del 2009.

Señores diputados, compatriotas todos:

Me dirijo a Uds. con el respeto debido a su alta in-

vestidura y al pueblo cubano que es uno solo e indi-

visible para exteriorizar una preocupación que invade

a todos los cubanos.

Cuba muestra hoy una nación empobrecida y es-

tancada económicamente, pareada a la disminución de

los valores morales y éticos en los fundamentos cris-

tianos que constituyen la piedra angular de la edu-

cación formal, la decencia en la familia y la sociedad

cubana.

La ineficiencia en todos los sectores económicos de

producción industrial y agrícola así como los servicios

requieren una radical revisión del esquema actual

y poner en marchas audaces y sensatas adecuaciones

que saquen al país de la autodestrucción.

La emigración, que abarca a cubanos de todas las

corrientes de pensamiento social, está agravada por

una política discriminatoria a nuestros derechos hu-

manos. Pero básicamente afecta a la juventud que es la

continuidad de nuestra sociedad, dividiendo más cada

día a la familia cubana.

El surgimiento y extensión de una clase neo-

burguesa «revolucionaria» de privilegiados que viven

Page 89: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 89

sin restricciones ni limitaciones materiales, benefi-

ciándose con los recursos del pueblo, incrementa el

creciente malestar de la población convirtiendo a la

mayoría de los cubanos en ciudadanos de quinta ca-

tegoría, mientras estos privilegiados disfrutan una vida

de primer mundo.

Cuba, la Cuba del pueblo, la real, no es el agrada-

ble rostro que disfrutan los turistas y visitantes extran-

jeros en recorridos por instalaciones selectivas.

La realidad que encierra a la inmensa mayoría de

los cubanos es la de un pueblo desesperanzado que ha

confundido su horizonte y se pierde en sí mismo si-

mulando consignas y aplausos por inercia mientras

busca un proyecto de vida en el exterior que ya casi no

encuentra en nuestra patria.

Señores diputados, compatriotas todos:

El 26 de julio del 1953 un grupo de cubanos inició

una etapa de nuestra historia anunciando un porvenir

de igualdad y prosperidad que hoy todavía es una

aspiración para todo el pueblo cubano.

Ningún cubano sensato puede sentirse sosegado

ante el desolador panorama que presenta nuestra na-

ción a lo largo y ancho de toda Cuba.

Estoy plenamente convencido que nuestro pueblo,

con apego a nuestra soberanía, tiene la capacidad y la

creatividad necesaria para potenciar dentro de Cuba un

diseño de sistema próspero en lo económico y justo en

lo social, acorde a los ideales que llevaron a esos

cubanos en la acción del día de la Santa Ana.

Page 90: La batalla inconclusa - CubaNet

90 Adrián Leyva

Tal empeño no puede ni debe asumirse excluyendo

la responsabilidad, el deber y el derecho en la partici-

pación cívica, pluralista y honesta de todos los cubanos

de buena voluntad, dentro y fuera de Cuba, conside-

rando que somos un solo pueblo, una sola familia

y una sola nación.

Señores diputados:

Permítanme exponer ante Uds. y todo el pueblo

cubano, basado en el pensamiento martiano de Con

todos y para el bien de todos, las siguientes sugeren-

cias:

- Se elabore una agenda sectorial de participación

ciudadana con especialistas cubanos dentro y fuera de

Cuba en un clima de mutua confianza para desarrollar

iniciativas socioeconómicas que permitan un creci-

miento eficiente en todos los sectores productivos del

país.

- En atención al reclamo popular, eliminar las ac-

tuales restricciones en materia de política migratoria,

básicamente la llamada salida definitiva y sustituirla

por las establecidas internacionalmente logrando un

respeto a la unidad de la familia cubana.

- Efectuar un debate popular con el anteproyecto en

las medidas socioeconómicas que se sugieran aplicar

por las comisiones sectoriales de especialistas.

Una vez analizadas las recomendaciones populares

del pueblo sobre las medidas a implantar y la revisión

por las correspondientes comisiones establecidas, efec-

tuar un referendo para la aprobación soberana y demo-

crática por el pueblo, del paquete de medidas que se

implantarían dentro de Cuba.

Page 91: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 91

Señores miembros del Consejo de Estado:

Sólo en un clima de confianza mutua con unidad

dentro de la diversidad y el respeto a todas las opi-

niones podremos entre todos los cubanos diseñar un

modelo de sociedad próspero y justo que leguemos

a las nuevas y futuras generaciones de cubanos.

Si se quiere, se puede. Uds. tienen en sus manos la

toma de la decisión con todos y para el bien de todos.

Reciban mi más profundo respeto a la condición

humana de Uds.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez.

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 /4ta y 5ta, Palatino.

Cerro. La Habana. Cuba.

Ciudadano cubano.

Desterrado de Cuba por disposición de la llamada sali-

da definitiva.

Fundamento del derecho: Art. 63 de la Constitución de

la República de Cuba.16

Page 92: La batalla inconclusa - CubaNet

92 Adrián Leyva

Miami. Mayo 8 del 2009.

Señor: Raúl Castro Ruz.

Presidente de la República de Cuba.

Señor: Barack Obama.

Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

Honorables Presidentes:

Los pueblos de Cuba y Estados Unidos ven con sa-

tisfacción las recientes medidas tomadas por la ad-

ministración del presidente Obama. Ellas contribuyen

a fomentar el vínculo entre las familias cubanas de am-

bas orillas. Esto está en consonancia con el contenido

de los artículos 5 y 13 de la Declaración Universal de

los Derechos Humanos. Las medidas aplicadas por el

ex presidente George W. Bush, atentaban contra ese

derecho.

Solicito respetuoso permiso para dirigirme a uste-

des en su condición de jefes de estados y exponer mi

caso particular.

Presidentes:

La razón por la que me dirijo a ustedes es para

solicitarles que se agilice en todo lo posible la tramita-

ción migratoria sobre mi solicitud de REGRESO DEFI-

NITIVO A CUBA que presenté ante las autoridades de mi

país y la que le corresponde a cada parte para residir

nuevamente con mi familia en mi patria.

Page 93: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 93

La razón de mi viaje a los Estados Unidos tenía

como única finalidad acompañar a mi esposa. El

vínculo matrimonial se disolvió por cuanto no tengo

ninguna razón para continuar en los Estados Unidos.

El pasado año 2008, en un viaje que hice a La

Habana, solicité a las autoridades migratorias de Cuba

los documentos de residencia permanente. Se me in-

formó que ese trámite se debía hacer desde los Estados

Unidos. Con ese argumento, el 16 de octubre de 2008,

las autoridades de emigración de Cuba me retornaron

para los Estados Unidos, en contra de mi voluntad, se-

parándome de mi familia.

Actualmente presento una descompensación de mi

presión arterial y mi estado síquico-emocional se

encuentra muy afectado por esta salida forzosa de

Cuba, con daño a mi salud física y mental por esta

situación.

Deseo agradecer, por medio de su presidente Ba-

rack Obama al pueblo de Estados Unidos, por las

muestras de atención que me han mostrado en todo

momento hacia mi persona por lo cual tendré un agra-

dable recuerdo de mi estancia en este país.

Igualmente ruego a Dios para que se encuentre un

lenguaje de entendimiento éticamente aceptable entre

los dos gobiernos y se normalicen las relaciones en-

tre ambos estados en concordancia con las normas

internacionales vigentes.

Con todo respeto solicito a los dos gobiernos se me

brinde cualquier información sobre mi solicitud de re-

torno definitivo a Cuba en la mayor brevedad que les

Page 94: La batalla inconclusa - CubaNet

94 Adrián Leyva

sea posible, toda vez que se trata de trámites mi-

gratorios que incluye a ambas partes, para residir

permanentemente en Cuba, país de donde soy ciuda-

dano.

Reciban ustedes mis más altas consideraciones a la

condición humana y la alta investidura de sus respec-

tivos cargos.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez.

Ciudadano cubano.

Dirección postal en Miami:

3161 NW 17 St 33125

Miami FL.

Dirección en Cuba:

Albear 575 Apto 7 / 4ta y 5ta

Reparto Palatino, Cerro. La Habana

Cuba.

c/c. Bruno Rodríguez.

Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.

c/c Hillary Clinton.

Secretaria de Estado. Estados Unidos de Nortea-

mérica.

Page 95: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 95

Carta abierta al cantante colombiano

Juanes

Adrián Leiva Pérez, cubano desterrado en Miami,

escribe una carta abierta al cantante colombiano Jua-

nes. El objetivo de esta misiva pública busca sen-

sibilizar al artista con la situación de miles de cubanos,

que como en el caso de Leiva, sufren por una absurda

disposición establecida en su país de origen. Se trata

de las leyes migratorias vigentes en Cuba que impiden

la libre entrada y salida de los ciudadanos cubanos a su

patria. Uno de sus contenidos, el concepto de salida

definitiva, es un aspecto lesivo al derecho y la dig-

nidad de los cubanos.

El activista pro derechos humanos Adrián Leiva

Pérez, fue miembro del Movimiento Cristiano Libera-

ción, formó parte del Comité Nacional del Proyecto

Varela y se desempeñó como periodista independiente.

Actualmente pertenece al Partido Demócrata Cristiano

de Cuba y continúa escribiendo artículos de opinión.

Page 96: La batalla inconclusa - CubaNet

96 Adrián Leyva

Miami, 8 de septiembre de 2009.

Señor Juanes:

El pasado mes de mayo el trovador cubano y com-

patriota mío, Silvio Rodríguez, tuvo la delicadeza de

contestar una carta que le envié sobre la necesidad de

un cambio en la política migratoria del gobierno de mi

país

En la misiva le pedía una canción de amor que

llegara a los corazones de aquellas personas que más

precisan de esa palabra. También sugerí al cantautor

que invitara a artistas extranjeros para un concierto

dedicado a la paz, el amor y la reconciliación de la

familia cubana y al derecho de los ausentes a estar

presentes.

La llamada salida definitiva, que el gobierno cuba-

no nos impone contra toda lógica y razonamiento hu-

mano, significa en la práctica el destierro para los

cubanos.

Le copio un fragmento de la respuesta que Silvio

diera a aquella carta:

No le garantizo que voy a escribir una canción

sobre el tema, porque yo no soy el único que

manda en eso: también necesito a las musas. Pero

sí le prometo que voy a seguir planteando en todas

partes que los ciudadanos cubanos deben tener

derecho a entrar y a salir de su país cuando lo

Page 97: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 97

deseen y por supuesto, cumplan con los requisitos

legales para hacerlo.

El pueblo cubano es un pueblo noble y solidario, que

vive con el dolor de verse fragmentado, debido a un

conflicto del que somos rehenes desde hace cincuenta

años.

A cientos de miles de cubanos se nos impide entrar

a nuestra Patria; incluso para asistir al funeral de una

madre, un hijo u otro familiar allegado. No me refiero

a terroristas, ni asesinos, somos ciudadanos comunes

a quienes el gobierno cubano ha despojado del sagrado

derecho a reunirnos con nuestra familia.

En mi caso personal se me separa de mi anciana

madre de 80 años de edad, casi ciega y con otros pa-

decimientos de salud. Otros cubanos cargan dolores

más profundos.

Señor Juanes, el próximo 20 de septiembre se pro-

ducirá el concierto proyectado, en La Habana. Por mi

parte, lo felicito por su decisión de ofrecer su arte al

pueblo cubano.

Mi corazón estará ese día presente en la Plaza Cí-

vica José Martí, junto a mis compatriotas. Soy parte

inseparable de ellos, a pesar de la incomprensión de

quienes administran los destinos de mi país.

Le pido, no a Dios, sino a usted y sus invitados,

que alcen su voz y entonen una canción por el amor de

la familia cubana dividida. Hágalo por los ausentes,

para que un día podamos estar presentes todos. Por la

Page 98: La batalla inconclusa - CubaNet

98 Adrián Leyva

libertad de cuerpo y alma que tanto precisamos todos

los cubanos.

Solo así podrá comenzar a tener paz el pueblo

cubano.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez.

Ciudadano cubano desterrado.

[email protected]

Dirección familiar en Cuba:

Albear 575 apto 7 / 4ta y 5ta

Palatino, Cerro, La Habana.

Page 99: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 99

Carta abierta a la Señora Mariela Castro

Espín, Directora de Cenesex*

Miami, 5 de octubre del 2009.

Señora Directora:

Nos une a la inmensa mayoría de los cubanos, en

nuestra condición ciudadana, más preocupaciones so-

bre las soluciones a los problemas que enfrenta nuestra

sociedad, que lecturas sobre las miradas al tiempo

transcurrido en estos cincuentas años de aciertos

y errores acaecidos en nuestra sociedad. Es muy difícil

ponerse de acuerdo sobre el pasado, pero sí es vital

ponernos de acuerdo sobre el presente y el futuro.

Permítame ante todo dejar por sentado que si he

tenido como prudente escribirle esta carta abierta, lo

hago con el respeto que toda persona merece en su

condición humana, razón de la cual no está Ud. ajena

en mi consideración de absoluto respeto a su persona.

Aclarado esto, quisiera compartir con Ud. algunas

valoraciones que considero deben ser tomadas en

cuenta y recogidas en sus palabras.

Reflejo textualmente el fragmento aparecido en una

publicación de prensa del diario Hoy, atribuido a de-

claraciones suyas durante su reciente visita a la Repú-

blica Dominicana:

* CENESEX son las siglas del Centro Nacional de Educación

Sexual. (N. del E.)

Page 100: La batalla inconclusa - CubaNet

100 Adrián Leyva

... lo más interesante es que en Cuba la gente no

solamente hace críticas, sino también propuestas,

y eso da un nivel de profunda conciencia social.

Cubanos somos todos aquellos que amamos nuestra

patria y defendemos su soberanía, no importa el lugar

que la vida y el destino nos depare por deseo o por

infortunio del destierro como es mi caso y el de otros

muchos cubanos.

Cubanos somos también los que estamos absurda-

mente privados del derecho de aportar nuestros puntos

de vista sobre nuestra realidad nacional. La Patria no

es una ideología política, no es propiedad ni feudo de

nadie; sino hogar de todos. Este derecho que le asiste

a todo ser humano no se cumple a cabalidad en Cuba

como sagrado deber en toda nación.

Durante años los cubanos hemos estado limitados

a exponer con claridad los señalamientos que conside-

ramos apropiados sobre distintos aspectos de nuestra

sociedad. Los que hemos levantado nuestra voz, hemos

sido calificados injustamente de contrarrevoluciona-

rios, incluso algunos pagan el precio del ejercicio de

esta libertad con una injusta prisión y otros tratos le-

sivos a la dignidad que a todo ser humano le asiste.

¿Es el pueblo el responsable del estado de deterioro

que muestra Cuba material y moralmente en toda su

extensión?

Nuestro país recibió en treinta años de la ex URSS

seis veces la cifra de la Alianza para el Progreso que el

Page 101: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 101

ex presidente Kennedy ofreció para toda la América

Latina. Sobran preguntas y faltan respuestas.

Hace pocos días, según la prensa local, el presiden-

te Raúl Castro convocó a todos los cubanos a discutir

y opinar sobre los problemas de Cuba. Al parecer,

varios temas de vital importancia al ser humano y sus

derechos quedan excluidos de esa convocatoria.

Los cubanos de la diáspora, diseminada por medio

mundo, nuevamente estamos segregados de participar

en los temas de interés nacional, como también se nos

confisca el derecho natural de residir en nuestra patria

bajo la anticubana disposición llamada «salida defini-

tiva», un destierro para algunos, mientras otros gozan

del privilegio de viajar libremente al exterior y re-

tornar.

Es imposible poder adecuar una solución real a la

problemática nacional si no se tiene como premisa que

es el ser humano y la familia en toda la extensión de la

palabra la primera de todas las prioridades que debe

tenerse en cuenta, si realmente se desea comenzar

a transitar por una nueva etapa en nuestra patria.

Crear el necesario espacio de participación cívica

y honesta con todos y para el bien de todos es el pri-

mer paso que libremente se debe y se necesita dar. Na-

die debe temer al aporte sincero de los cubanos, no

somos una amenaza al poder del estado. Los de aden-

tro y los del exterior, somos sencillamente un solo

pueblo, una sola familia.

Page 102: La batalla inconclusa - CubaNet

102 Adrián Leyva

Reciba Ud. nuevamente mi más profundo respeto

a su persona.

Atentamente,

Adrián Leiva Pérez

Ciudadano cubano

Desterrado de Cuba por la disposición migratoria «sa-

lida definitiva».

Residencia familiar en Cuba:

Albear 575 apto 7 / 4ta y 5ta, Reparto Palatino, Cerro.

Ciudad Habana.

Correo electrónico: [email protected]

Page 103: La batalla inconclusa - CubaNet

Parte II

Artículos

Page 104: La batalla inconclusa - CubaNet

104 Adrián Leyva

Confusa muerte de un periodista*

JOSÉ ANTONIO FORNARIS

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org)

Me lo mataron porque quería regresar a su patria,

dijo entre lágrimas la madre del periodista indepen-

diente Adrián Leiva Pérez, que murió ahogado el 24 de

marzo, según lo informado por la policía política, aun-

que el cuerpo le fue entregado a sus familiares trece

días después.

Adrián Leiva en su ataúd.

* Tomado de Cubanet – http://www.cubanet.org.

Page 105: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 105

Eva Leiva Pérez, hermana del colega fallecido,

narró que el lunes cinco de abril se personó en Villa

Maristas, cuartel principal del Departamento de Se-

guridad del Estado, para indagar por el paradero de

su hermano, pues desde Miami, familiares y amigos le

habían comunicado en varias ocasiones que Adrián

había salido para Cuba en una lancha.

Me presenté allí por la mañana, y sobre las tres de

la tarde, luego que dos médicos me tomaron la pre-

sión, dije que me iba, porque no estaba allí detenida;

que había ido a averiguar por mi hermano. Fue en-

tonces que me dijeron que Adrián estaba en Medicina

Legal y que hacía falta que los acompañara a iden-

tificar el cadáver.

Los agentes dijeron que mi hermano había llegado

a las costas de Cuba en una lancha, por la zona de

Jaruco, junto a tres hombres que se encuentran dete-

nidos. Que la embarcación los dejó como a una milla

de la orilla, que lo rescataron vivo en el agua, pero no

pudieron salvarlo porque estaba en muy mal estado,

y murió ahogado.

También le dijeron que no habían informado a la

familia porque tardaron en establecer su identidad.

Que los restos mortales de su hermano serían llevados

para la funeraria a las ocho de la mañana del martes 6,

y que solo podría ser velado hasta las cuatro de la tarde

de ese día.

El cuerpo llegó a la funeraria de Santa Catalina y

Juan Bruno Zayas, en la barriada de Santos Suárez, por

Page 106: La batalla inconclusa - CubaNet

106 Adrián Leyva

un presunto error en los documentos confeccionados

por Medicina Legal, a las once y veinte. Cuatro horas

y cuarenta minutos después, partió el cortejo fúnebre

hacia el cementerio.

Durante ese tiempo estuvieron presentes en la fu-

neraria un teniente coronel de la policía política, de

completo uniforme, y varios oficiales vestidos de civil.

Seguridad del Estado había anunciado oficialmente

que estarían presentes durante el velorio.

Asistentes al velorio de Adrián Leiva. Al centro, la

madre de Adrián.

Adrián Leiva Pérez, de 51 años, formó parte du-

rante varios años del Movimiento Cristiano Libera-

ción, que preside Oswaldo Payá. Luego pasó a integrar

la prensa independiente dentro de la Isla. En el año

Page 107: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 107

2005 llegó a Estados Unidos con visa de refugiado

político.

En mayo de 2008 regresó a Cuba con la intención

de establecerse nuevamente en el país. Aquí están su

madre, que tiene 81 años, su única hija, su hermana

y sus sobrinos. En octubre de ese propio año, fue obli-

gado por las autoridades migratorias y la Seguridad del

Estado a regresar a Estados Unidos.

Sus familiares aseguran que en 2009 compró hasta

el boleto de avión para regresar de visita a Cuba, pero

las autoridades de la Isla no le otorgaron el permiso de

entrada.

Durante sus varios años de opositor pacífico y pe-

riodista independiente, Adrián Leiva Pérez fue interro-

gado y retenido por la policía política en múltiples

ocasiones. Sus datos personales, por las gestiones que

hizo para salir del territorio nacional, se encuentran en

las oficinas de Emigración y Extranjería.

Todos los cubanos poseemos un carné de identidad

que entrega el Ministerio del Interior. Su rostro no

sufrió ninguna transformación o deformación por la

muerte. Es imposible creer que el motivo para no ha-

ber avisado de inmediato a los familiares y retener el

cadáver durante tantos días, en una especie de se-

cuestro, fuera la imposibilidad de establecer su iden-

tidad.

Su sobrino, Denis Leiva, asegura que Adrián tenía

hematomas en el pecho, debajo de la región glútea y en

ambos costados en las zonas de las costillas.

Miami, 5 de octubre de 2009

[email protected]

Page 108: La batalla inconclusa - CubaNet

108 Adrián Leyva

¿Quién mató a Adrián Leiva?*

LUIS CINO

A principios del 2009, el periodista Adrián Leiva

anunció que si no había otro modo de que las auto-

ridades cubanas le permitieran regresar a su patria,

entraría sin permiso por cualquier punto de la costa

cubana. No por desafiar al gobierno, sino por el dere-

cho natural que me asiste, dijo en aquella ocasión.

Y que pase lo que pase, advirtió.

Desafortunadamente, pasó lo que muchos temía-

mos que podría pasar desde que leímos su mensaje:

Adrián Leiva murió en el intento de regresar a su país.

Las autoridades cubanas entregaron el cadáver a su

familia el 5 de abril. Dicen que lo hallaron en la costa

norte de la provincia La Habana. Había salido de

Miami en una embarcación el 22 de marzo. A los más

allegados no les ocultó que volvía a Cuba.

Adrián Leiva, un periodista independiente que se de-

finía como un hombre de izquierda y moderado, se fue

a Miami en el año 2005. Aceptó irse para no obsta-

culizar la salida de su esposa, pero advirtió que re-

tornaría como fuera.

Volvió a Cuba en el año 2008. En octubre de ese

año, las autoridades lo expulsaron del país. Entonces

empezó su lucha por el derecho de todos los cubanos

a regresar a su país.

* Tomado de Cubanet – http://www.cubanet.org.

Page 109: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 109

En sus cartas a varios jefes de estado, al Vaticano,

la Unión Europea y al propio gobierno cubano pre-

guntaba: Si no defendemos el derecho a la nación que

nos pertenece, ¿de qué vale defender todo lo demás si

lo primero es el ser humano y el concepto de nación

y familia?

Adrián cumplió su sueño. Al fin está en Cuba, pero

muerto. Únicamente así logró que los cancerberos que

se adjudican el monopolio de la patria no pudieran

impedirle la entrada o expulsarlo de la tierra que amó

tanto.

Ahora sólo nos queda el dolor. Y las dudas sobre

las circunstancias de la muerte de otro hermano. Tal

vez nunca sepamos qué pasó realmente. Pero no hay

dudas sobre quién mató a Adrián Leiva.

Adrián murió por culpa de las perversas y orwe-

llianas leyes migratorias cubanas.

Hace más de un año se dijo que el gobierno cubano

estudiaba flexibilizar su legislación migratoria para

eliminar los permisos de entrada y salida del país. Lue-

go del frenazo que impusieron a las mini-reformas los

retranqueros del inmovilismo neo-estalinista, no se ha-

bló más del asunto.

Emigrar o fijar residencia temporal en otro país es

un derecho consagrado por el artículo 13 de la De-

claración Universal de Derechos Humanos. En Cuba

se viola ese derecho, como casi todos los demás dere-

chos de la Declaración, que es considerada casi sub-

versiva por las autoridades. Y las leyes migratorias del

Page 110: La batalla inconclusa - CubaNet

110 Adrián Leyva

gobierno cubano siguen ahí, en abierto desafío a todo

lo justo, humano y racional.

Esas leyes-engendros, como a tantos otros com-

patriotas, mataron a Adrián. ¿Alguien duda todavía

que existan leyes asesinas? ¿Será suficiente con la vida

de Adrián? ¿Cuántas muertes más se necesitan?

Page 111: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 111

No podemos confiar

LARITZA DIVERSENT

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -El

pasado 6 de abril fue enterrado en La Habana Adrián

Leiva. Muerte por asfixia fue la causa de su deceso.

Así lo certificaron las autoridades de Seguridad del

Estado a sus familiares. Informaron además, que había

llegado a las costas de la Isla casi ahogado, pero no

pudieron salvarlo.

Conocí a Leiva en su anterior viaje a Cuba, cuando

pretendía regresar definitivamente a la tierra que lo vio

nacer, de donde se había marchado en 2005. En esa

ocasión, las autoridades cubanas de emigración lo de-

portaron como si fuera un extranjero. No se resignó.

Primero buscó apoyo, dentro y fuera de Cuba, para su

causa, nuestra causa, la de todos los cubanos: entrar

Page 112: La batalla inconclusa - CubaNet

112 Adrián Leyva

y salir libremente de nuestro país. Realizó su último

intento y lo logró, aunque sin vida.

La muerte de Leiva fue silenciosa, inesperada y turbia.

Se supo después que sus amigos y familiares comen-

zarán a indagar acerca de su paradero. Supuestamente

las autoridades no habían logrado identificarlo. Justi-

ficación poco creíble.

Leiva antes de emigrar a través del Programa de

Refugiados Políticos de la Sección de Intereses Nor-

teamericana en La Habana, se dedicaba al periodismo

independiente. Fue miembro activo del Movimiento

Cristiano de Liberación y participó en la recogida de

firmas del Proyecto Varela en el 2002.

¿Seguro que no lo conocían?

La Seguridad del Estado, no escatima recursos en

conocer, indagar y entrometerse inescrupulosamente,

Page 113: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 113

en la vida y obra de cada cubano que disiente pú-

blicamente de su ideología, dentro y fuera de sus fron-

teras. Hecho que no dejan de recordarnos, en programas

televisivos como Tras la huella.

El abogado Wilfredo Vallín, presidente de la Aso-

ciación Jurídica Cubana, asistió al velorio de Adrían,

en la funeraria de la Calzada de Santa Catalina, en el

capitalino Municipio 10 de Octubre. La impresión que

tuvo al ver el cadáver, no era la de que se trataba de

una persona muerta hacía varios días y mantenida en

refrigeración por tanto tiempo. Entre la fecha en que

fue visto por última vez, el 24 de marzo, y la que sus

familiares identificaron su cuerpo, 5 de abril, transcu-

rrieron 11 días.

El licenciado Vallín, aunque reconoce no tener co-

nocimientos médicos para contrariar el dictamen de las

autoridades, no entiende por qué había tantos agentes

de la policía política en el velatorio.

De todas formas, no tenemos formas de buscar

y saber la verdad. Tampoco podemos confiar. Las re-

cientes muertes del Hospital Psiquiátrico de Mazorra

y del remolcador el 13 de julio de 1994, el falleci-

miento de Orlando Zapata y ahora el de Adrián Leiva,

nos recuerdan por qué no debemos hacerlo.

No, después de tantos silencios para ocultar hechos

y mentiras para tergiversar la realidad y evadir la res-

ponsabilidad.

Page 114: La batalla inconclusa - CubaNet
Page 115: La batalla inconclusa - CubaNet

Parte III

Epílogo

Page 116: La batalla inconclusa - CubaNet

116 Adrián Leyva

La muerte de Adrián Leiva, un ciudadano

cubano*

YAXYS CIRES DIB

La trágica muerte de Adrián Leiva ha sido un duro

golpe para sus familiares y amigos. El triste drama

cubano se cobró de esa manera otra vida, esta vez de

alguien que no se resignaba a vivir fuera de la patria,

lejos de su anciana madre.

* Publicado en Cuba 2.0, publicación digital del Partido

Demócrata Cristiano de Cuba, el viernes 16 de abril de 2010,

21:18.

Page 117: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 117

Para quien no lo conocía puedo decir que Adrián

era un hombre humilde y de gran corazón. Desde el

punto de vista político, era de militancia democris-

tiana, progresista y con una trayectoria en defensa de

los derechos humanos que superaba cualquier tenden-

cia ideológica. Sentía gran apego a la idea de ciuda-

danía, rebelándose así contra la voluntad del régimen

que ha impuesto la noción de «compañero», «cede-

rista» y «revolucionario», en detrimento de la condi-

ción de ciudadano cubano.

El 11 de marzo, días antes de emprender la travesía

que lo condujo a la muerte, Adrián publicó una carta

abierta dirigida al canciller cubano, Bruno Rodríguez,

en la que denunciaba: Yo soy unos de los miles de

casos donde se viola el más sagrado derecho de todo

ciudadano con la agravante de la tortura mental a la

que se me somete. El derecho a la vida en la patria.

Luego de cumplimentar todos los trámites establecidos

se me niega la entrada a Cuba.

En la carta Adrián consideraba inhumano que los

cubanos tuviéramos que solicitar visado para entrar

a nuestro país o un permiso para viajar al exterior, co-

nocido como tarjeta blanca. Para él la salida definitiva

era en sí un destierro encubierto.

Silvio y Adrián

Difícilmente en lo inmediato tengamos todos los datos

sobre las causas verdaderas de la muerte de Adrián

Page 118: La batalla inconclusa - CubaNet

118 Adrián Leyva

Leiva y de las circunstancias en las que se produjo. Sin

embargo, «la responsabilidad recae sobre una política

migratoria» que en palabras del mismo fallecido es

una aversión anticubana y humana del gobierno hacia

el pueblo.

En mayo de 2009 Adrián publicó otra carta abierta,

en este caso dirigida al cantautor Silvio Rodríguez, en

la que le recordaba que a lo largo de los últimos cin-

cuenta años, miles de cubanos se han visto imposibi-

litados de entrar en Cuba, incluso para asistir al

funeral de un familiar allegado, como puede ser la

madre o un hijo, en clara referencia a Celia Cruz,

quien no pudo darle el último adiós a su madre.

En la misiva, le hizo una petición a Silvio: Le invito

a que su voz y su guitarra entonen una canción que

reclame la concordia entre todos los cubanos, el res-

peto a la diversidad, a la unidad de la dividida familia

cubana y la cancelación de la nefasta salida definitiva

que constituye el mayor oprobio a la sangre derra-

mada por nuestros antecesores. No le pido una can-

ción protesta. Quisiera mejor una canción de amor

que toque las puertas de los corazones de todos los

cubanos. Sobre todo a los que más precisan de esa

palabra.

Sin que mediaran muchos días, Silvio le respondió.

No le garantizaba una canción sobre el tema, pues para

ello necesitaría también de las musas, pero sí se

comprometió a seguir planteando en todas partes que

los ciudadanos cubanos deben tener derecho a entrar

Page 119: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 119

y salir de su país cuando lo deseen. Según el can-

tautor, cuando ese impedimento absurdo no exista

nuestro país será mejor y todos los cubanos vamos

a sentirnos mejor.

Casi un año después, mientras Silvio pedía —tími-

damente— algunas revisiones, no se sabe si para con-

firmar el fracaso de las promesas de otros o si para

seguir avivando sueños que nunca se realizarán, el

cadáver de nuestro amigo yacía en una morgue de La

Habana.

En esos días Silvio decía lo mismo que hace un año

en su carta respuesta, pero Adrián, con una visión del

tiempo muy distinta a la del régimen y similar a la de

millones de cubanos que ven como su vida se acaba

sin una buena noticia, había dado un paso muy arries-

gado.

Silvio y Adrián tenían el mismo diagnóstico sobre

la realidad, pero esta no les afectaba de la misma ma-

nera: Silvio vive en su bella Habana y Adrián se

consideraba un desterrado. Silvio puede darse el lujo

de esperar a que nada cambie o a que las reformas

lleguen dentro de muchos años, pero Adrián no podía.

En fin, Silvio consentía ser defraudado año tras año

por aquellos a quienes paradójicamente otorga más credi-

bilidad que a los demócratas cubanos, pero Adrián no.

Que Adrián Leiva descanse en Paz. Amén.

Page 120: La batalla inconclusa - CubaNet

120 Adrián Leyva

Notas del editor 1

Este artículo 13 contiene dos epígrafes: «1. Toda persona tiene

derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el

territorio de un estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de

cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país».

2 En marzo de 2001, un grupo de ciudadanos y de organizaciones

no oficiales y religiosas, presentaron formalmente el Proyecto

Varela, el cual es una petición a la Asamblea Nacional cubana,

dentro del marco de la constitución vigente en el país, para que

el pueblo cubano pueda decidir respecto a los cambios que deben

realizarse en las leyes, a fin de que estas garanticen la partici-

pación libre y responsable de los ciudadanos en la vida econó-

mica, social y política de la sociedad.

3 Se refiere a cuando en el grupo montañoso de El Escambray, en

el centro de la Isla, varios grupos anticastristas se alzaron en ar-

mas, desde inicios de 1960 hasta finales de 1966. El gobierno

decidió, entonces, trasladar a la mayoría de los campesinos que

residían en el lugar para otros pueblos a fin de que no ayudaran

a los «alzados».

4 Así se le conoce a la serie de arrestos realizados contra de-

tractores del gobierno de Fidel Castro, ocurridos durante la

primavera del año 2003.

5 Se refiere el autor a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

6 La Ley de Ajuste Cubano (Cuban Adjustment Act), ley No. 89-

732, es una ley federal norteamericana promulgada el 2 de

noviembre de 1966, la cual aplica a todo nativo o ciudadano

cubano que haya sido admitido en los Estados Unidos después

del 1º de enero de 1959 y que haya estado físicamente presente

al menos durante un año, y por lo tanto se le admite en el país

como residente permanente.

Page 121: La batalla inconclusa - CubaNet

La batalla inconclusa 121

7 Frase que expresa la «fórmula del amor triunfante», como lo

expresó José Martí en su discurso pronunciado el 26 de

noviembre de 1891 en Tampa.

8 Apéndice agregado a la Constitución de Cuba en el período de

la primera ocupación militar norteamericana en la isla (1899–

1902) y que respondía a los intereses de los Estados Unidos.

9 Gerardo Machado y Morales (1871-1939), quinto presidente de

la República de Cuba, de 1925 a 1933. Fulgencio Batista y Zal-

dívar (1901-1973), dictador de la República de Cuba, sirviendo

en la presidencia en dos oportunidades: de 1933 a 1944 y de

1952 a 1959.

10

Publicado en: La Revista Ilustrada, de Nueva York, el 10 de

enero de 1891 y en El Partido Liberal, de México, el 30 de enero

de 1891.

11

El artículo 5 plantea lo siguiente: Nadie será sometido a tor-

turas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

12

Durante esta operación, desde noviembre de 1960 hasta

octubre de 1962 en que se suspendieron los vuelos Cuba –

Estados Unidos, arribaron por medio de la Agencia Católica

de Bienestar Social a Estados Unidos, unos 14,000 menores de

edad, cuyos padres dieron el permiso para ello.

13

Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.

14

Fecha en la cual Fulgencio Batista dio un golpe de estado

y tomó el poder, erigiéndose como presidente de la república.

Page 122: La batalla inconclusa - CubaNet

122 Adrián Leyva

15 Blas Roca Calderío (1908-1987), primer presidente de la

Asamblea Nacional del Poder Popular, ex dirigente principal

la organización comunista cubana prerrevolucionaria, desde la

década del treinta.

16

El artículo reza lo siguiente: Todo ciudadano tiene derecho

a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la

atención o respuestas pertinentes en plazo adecuado, conforme

a la ley.

Page 123: La batalla inconclusa - CubaNet

Índice

Un eco en mi ventana ............................................ 5

Prólogo .................................................................. 9

Semblanza. La batalla inconclusa de Adrián

Leiva ................................................................. 11

Nota de la Editorial Voces de Hoy ........................ 23

Parte I – Palabras para oídos humanos .................. 25

Carta de despedida de Adrián Leiva a sus

amigos del exilio, en su primer intento de

regresar a Cuba ........................................... 26

Segregación de la patria, medio siglo de una

dramática realidad que sufre la emigración

cubana ........................................................ 31

Silvio Rodríguez pide que los cubanos

tengan derecho a entrar y salir de su país .. 39

Carta a Ricardo Alarcón de Quesada ............. 44

Retornar .......................................................... 47

Carta a Jorge Bolaños ..................................... 49

Carta a honorables personalidades ................. 51

Carta a José Luis Rodríguez Zapatero ............ 57

Al que le sirva el sayón .................................. 60

Carta abierta .................................................... 62

¿Y el pueblo, qué? .......................................... 64

Carta abierta a los artistas españoles .............. 70

Salida definitiva, repatriación y deportación

de cubanos: una desvergüenza nacional .... 72

Carta a Ricardo Alarcón de Quesada ............. 75

Carta a Ricardo Alarcón de Quesada ............. 79

Page 124: La batalla inconclusa - CubaNet

Carta a Rafael Correa ..................................... 85

Contra la deportación de una madre

nicaragüense ............................................... 87

Carta abierta al Consejo de Estado de la

República de Cuba y a todos los cubanos ...... 88

Carta a Raúl Castro y a Barack Obama .......... 92

Carta abierta al cantante colombiano

Juanes ......................................................... 95

Carta a la Señora Mariela Castro Espín,

Directora de Cenesex ................................. 99

Parte II – Artículos ................................................

Confusa muerte de un periodista, de

José Antonio Fornaris ................................ 104

¿Quién mató a Adrián Leiva?, de

Luis Cino .................................................... 108

No podemos confiar, de

Laritza Diversent ........................................ 111

Parte III – Epílogo .................................................

La muerte de Adrián Leiva, un ciudadano

Cubano, de Yaxys Cires Dib ...................... 116

Notas del editor ..................................................... 120

Page 125: La batalla inconclusa - CubaNet

Algunos de los títulos publicados

Editorial Voces de Hoy

Holguín durante la Guerra Grande, Cuba 1868-1878, de

Beatriz R. Suárez Font.

Huellas de un camino, de Ricardo M. del Toro Tamayo.

Una hoja en el tiempo y Un coma %, de Teresa Cifuentes-

Plá.

El mundo lleva alas, antología poética.

Bosque de bojs, Me lo contaron las vicarias y Ecos de mis

antojos, de Josefina Ezpeleta.

Thaormine la culpable. Diario de una alcohólica, Perdida

en el tiempo y Retazos, de Estrella Fresnillo-Díaz.

Clavelina, la princesita que quería volar, de Marlene de la

Victoria López Huerta.

Cien y 1 poemas de amor y Mi corazón te llama. ¿Dónde

estás?, de Elías Ramos.

Plagio de lo humano, Frente al espejo, Amparo, la hija de

Jacinta y Recaredo y El juego de la memoria, de Pedro

Pablo Pérez Santiesteban.

De la Loma al verso, de Josefina Ezpeleta y Pedro Pablo

Pérez Santiesteban.

Desde el Cielo el cielo no se ve, antología de cuentos del

Concurso Internacional de Cuento Corto Augusto

Monterroso.

Cuentos de Merssy. Volumen 1, de Merssy Álvarez.

Prefiero a Juanita, de Narciso Julián.

Zahir, el príncipe negro, de Fabio Figueroa.

Univisión: un hogar lejos del hogar. Impacto de la televi-

sión en español en los Estados Unidos, de Rubén Soto.

Cuarto creciente. Volumen 1, de Nely Morosini.

Tras el velo cristalino, existo, de Silvia Lafuente.

Page 126: La batalla inconclusa - CubaNet

Piedras sagradas e Impronta, de Carmen Luisa Pinto.

Vitrales de sentimientos y Cuba, cuna de José Martí. El

hombre amor, de Blanca M. Segarra.

Destrucción de un país, de Olivia Sifontes.

Eidos, de Alain González.

The Blue Album for Piano, de Leonardo Curbelo.

Clarita, de Ana Palacios.

El pececito de la fortuna y el cojo dormilón, de Blanca Men-

dieta.

Lágrimas negras. Historias reales de la vida de un hombre,

de Gabriel Astengo.

Mis experiencias con DIOS, de Ramona Melo.

Fernando, de Olivia Sifontes.

Parto cubano, de Aylem Collazo Amador y Amelia Amador

Martínez.

Pesadilla, de Iván J. Valle Rodríguez.

Puerta abierta al manicomio, de Asunción Muñoz Vignau.

Rosita Fornés. Historia de una diva, de Evelio R. Mora.

La cueva de los cristales, de H. de los Santos.

Mágicas flores yo soy. Mensajes de luz, de Mar y Sol.

Recuerdos de una exiliada, de María Elena Palicio y Jo-

sefina Leyva.

Sentimientos y verdades de un corazón, de Evis Cruz.

Kenatt, de Julio Zambrano.

Los álamos del parque, de José Álvarez.

Emociones, de Lydia Egües y Luis R. Ascaso.

El inestar, de Nelson Jiménez.

Experiencias espirituales, de Sara Acosta.

A la vuelta de la esquina, de Gualberto Milán.

Los come yuca. Relatos de la yegua indómita, Vol. 1, de

Juan Carlos Rivera.

Con las manos en los bolsillos, de Giraldo Rodríguez Martín.

Page 127: La batalla inconclusa - CubaNet

Los Martínez-Casado. Dinastía de artistas cubanos. Home-

naje de amor, de Marta Ruilópez Martínez-Casado de

Sykes.

Entre luces, de Orestes A. Pérez.

Poemas de La Edad de Oro / The Golden Age Poems, de

José Martí. Traducción de Elinor Randall.

Miércoles de ceniza, de Ernesto R. del Valle.

Ellos besan y se van, de Shona González.

Son y sazón cubano, de María Argelia Vizcaíno.

Cartas para mi hijo adolescente, de Estela Vatri.

La ciudad de las noches sin estrellas, de Rubén Alfonso.

Mi amigo Nicolás, de Margarita Polo.

Page 128: La batalla inconclusa - CubaNet

Algunos títulos de próxima aparición

Editorial Voces de Hoy

Dos aleteos de un zunzún / The Flutters of a Hum-

mingbird, de Josefina Ezpeleta y Bárbara Laplace.

Traducción de Olga Ma. Geraci.

Cuba nunca ha sido nación, de Manuel González Beceña.

Apuntes, de Pedro Pablo Pérez Santiesteban.

Buscando el orden en mi vida / Searching the Order in My

Life, de Iris Molina.

Fe con leche con amor, de Gladys Enrizo.

Cuba. Diario íntimo, de Jobani Elías.

Familia y discapacidad, de María Teresa García.

Animales nocturnos, de Valeria S. Marcon Gamboa.

Ovnis en Cuba, de Hugo J. Parrado Francos.

Diario de mis miedos, de María Hortensia Ruisánchez.

La guitarra y su técnica, de José Olivares.

La claridad asombrosa, de Francisco Jesús Muñoz Soler.

Niña guerrillera, de Luna Ovalle.

Un cementerio que agoniza, de Rodolfo Torres y Magaly

Cabrales.

De historias, cuentos y novelas, de Amelia M. Doval.

El reino de los zancudos. Relatos de la yegua indómita,

Vol. 2, de Juan Carlos Rivera.

El cenicero del diablo y otras historias, de Ernesto Ravelo.

Encuéntrate en un bosque llamado poesía, de Tina De

Carlo.