La Mirada desde la Ventanilla, Juan Carlos Pérgolis

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  1 Publicado en www.busarg.com, sitio web del transporte colectivo, Buenos Aires. 2010  Necochea La mirada desde la ventanilla  Juan Carlos Pérgolis Bogotá, 2010

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Transcript of La Mirada desde la Ventanilla, Juan Carlos Pérgolis

Publicado en www.busarg.com, sitio web del transporte colectivo, Buenos Aires. 2010

Necochea

La mirada desde la ventanillaJuan Carlos Prgolis Bogot, 2010

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Necochea

Una tpica fundacin de la pampa hmeda, baja y extendida, centralizada en una enorme plaza equivalente a cuatro manzanas, la ciudad de Necochea, 700 kilmetros al sur de Buenos Aires es un centro de servicios para la rica regin agropecuaria que la rodea y su vecindad con la desembocadura del ro Quequn dio lugar a la construccin de un importante y muy activo puerto para la exportacin de cereales. Tambin la cercana con la costa atlntica permiti el desarrollo turstico de sus playas amplias y de suave pendiente; la ciudad que siempre estuvo alejada del mar se acerc a las playas a travs de la nueva urbanizacin costera llamada Villa Daz Vlez. De este modo, en aquellos veranos Necochea funcionaba como dos ciudades unidas por una larga y amplia avenida bordeada de eucaliptus: una, el centro de servicios agropecuarios y otra, la villa balnearia, hoy integradas en un solo asentamiento. Al otro lado del ro Quequn, el puerto vibrante de actividad en verano poca de embarque de cerealesse integraba fcilmente a Necochea. En la actualidad ambas mrgenes del ro constituyen una nica jurisdiccin poltica.

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ndice1- Una historia de vida 2- Escenas de la infancia Los viajes a Jurez: La Estrella La ciudad y la playa: Micro mnibus Gral. Necochea Quequn: Transportes Necochea El Cndor Compaa Colectiva Costera Criolla Las empresas regionales 3- Escenas de la vida universitaria Soy de Necochea A Necochea por Mar del Plata, los aos sesenta La Estrella y el Expreso Buenos Aires Necochea haba cambiado, los micros no La pileta de Quequn Vienen los camellos Escenas en la Direccin del Transporte contadas en primera persona La historia del Expreso de Transportes Reconquista El expediente de Transportes Automotores Micro Sur Compaa mnibus Pampa y las empresas de Necochea Mar y Sierras El fin de la infancia, el fin de Mar y Sierras y el fin del fin Bibliografa pg. 4 pg. 8 pg. 8 pg. 17 pg. 19 pg. 21 pg. 23 pg. 25 pg. 27 pg. 27 pg. 32 pg. 35 pg. 37 pg. 39 pg. 40

pg. 43 pg. 43 pg. 46 pg. 49 pg. 55 pg. 61 pg.65

La escena en Mar del Plata: Explanada y El Rpido del Sud pg. 56

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1 Una historia de vidaEsta es una historia de vida contada a travs de mi relacin con los mnibus micros, colectivos o como los llamemos- de la ciudad de Necochea. En un momento, pens decir que yo pas por esos micros, que viaj en muchos de ellos, que otras veces me detuve a mirarlos y que finalmente me compromet con ellos en la Direccin del Transporte de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, ocurri lo contrario: ellos pasaron por mi vida y se quedaron enganchados en las imgenes de los recuerdos. Ms an, creo que son la estructura de esos recuerdos porque en todos estn presentes, algunas veces como marco de la escena y muchas otras como protagonistas. No hay dudas de que las percepciones de la infancia constituyen la base para las imgenes que nos acompaarn toda la vida y esos ingenios coloridos que pasaban ante nuestros ojos, como los defini alguna vez Scartaccini1,

conformaron los hitos para contar esta historia de vida.

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Scartaccini, Alejandro. Director de la pgina web www.busarg.com.ar, primer museo virtual del transporte en Argentina.

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Pero toda historia, como todo relato o narracin, tiene un sesgo, una mirada particular y se cuenta a travs de un marco terico. En el primer captulo, la principal referencia terica la constituye Walter Benjamin, el pensador de la modernidad que a travs de Crnica de Berln2, de Calle de direccin nica3 y del inacabado Passagem Werk4 se atrevi a proponer una historia basada en escenas independientes, y no en grandes narraciones secuenciales, una historia que no pretende ser parte de algo mayor. Por eso, esta no es una historia oficial del transporte en Necochea, ni siquiera una historia; aqu, cada escena comienza y termina en s misma, como un fragmento roto de una totalidad arbitraria...

En el segundo captulo la referencia inevitable fueron los textos de la semiloga blgara Julia Kristeva quien relacion la ciencia de los signos la semitica- con el psicoanlisis y evidenci que detrs de cada significado que damos a las cosas se esconde un deseo5, porque el proceso de significacin pasa por el inconsciente. Tambin, en este captulo quise hacer referencias a Michel Serres, el fsico y filsofo que juega con las nociones de tiempo y distancia, cercano y lejano.

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Benjamin, W. Crnica de Berln. Paids, Mxico. 1995 Benjamin, W. Calle de direccin nica 4 Buck Morss, S. Dialctica de la mirada La balsa deMedusa. Madrid.1995. 5 Kristeva, J. Prctica significante y modo de produccin, en Travesa de los signos. Aurora, Madrid. 1985

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A travs de la lectura de los textos de Kristeva se puede concluir que cuando se satisface, o al menos se insina la satisfaccin de un deseo se produce un acontecimiento, que conforma la base de un relato6. As, todo relato incluye la satisfaccin (o insatisfaccin) de un deseo. En este segundo captulo intento el camino inverso: a partir de la narracin trato de mirar el acontecimiento que constituye el tema y, desde ah, sondear en el mundo de deseos que hay por detrs.

En el ltimo captulo, estn presentes varios autores: Gianni Vattimo a travs de su texto La sociedad transparente7 que rompe el mito de la historia nica, la historia oficial y permite entrever que hay tantas historias como narradores las cuentan; Italo Calvino con sus Seis propuestas para el prximo milenio8, donde la primera es, justamente, la levedad, la contraparte de las estructuras pesadas e inamovibles y por ltimo Omar Calabrese, quien desde La era neobarroca propone la confrontacin entre fragmento y detalle, es decir entre la idea de partes independientes, como las que arman esta mirada al transporte en Necochea y la idea de parte inherente a la totalidad, como el relato de la historia tradicional.

Kristeva, J. Semitica. Espiral, Madrid, 1978 Calvino I. Seis propuestas para el prximo milenio. Ediciones Siruela. Madrid, 1990. 8 Calabrese, O. La era neobarroca. Ediciones Ctedra. Madrid, 1989.6 7

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Pero ms all de la teora estn las emociones. Tal vez en este relato y en el sesgo de su mirada haya errores y alguien pueda sealar que los hechos no fueron as, que los recuerdos hacen trampas. Ante esto no tengo dudas: los recuerdos hacen trampas y yo le ayudo a hacerlas, porque esos recuerdos conforman mi realidad y tampoco ante esto tengo dudas- la realidad existe en la medida de nuestras pasiones.

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2 Escenas de la infancia

Los viajes a Jurez: La Estrella

La

estacin

terminal

de

La

Estrella

era

un

simple

estacionamiento, un lote vaco entre los edificios y las casas viejas de la calle Catamarca, a pocas cuadras de Plaza Once. Afuera,

cuidadosamente arrimado a la acera

esperaba el mnibus que, en

pocos minutos, saldra hacia Jurez; era un viejo y desteido Ford frontal, carrozado por Geronimo Gnecco a inicios de la dcada de 1940, el interno 6; a su alrededor revoloteaban los choferes y los pasajeros ansiosos por el largo y lento recorrido que haran por la Ruta 3.

1. La Estrella, interno 6. Ford-Gnecco, 1943. Este modelo de carrocera fue muy popular a principios de los aos cuarenta. Tambin la utilizaron Ro de la Plata (sobre chasis Ford) y El Cndor (sobre chasis Aclo y Leyland)

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A la hora exacta el mnibus se puso en marcha entre suspiros y gemidos del motor; en algn lugar del recorrido se desencaden una terrible tormenta que oblig a detener la marcha y esperar un buen rato a orillas de la carretera, mientras llova casi tanto adentro como afuera del destartalado vehculo. A la entrada de Jurez, un ltimo rayo en medio de la noche, como un rezago de la tormenta del da, parti el cielo en dos mitades, por un instante ilumin el campo, tembl indeciso y se apag. No debi de durar ms de dos o tres segundos aunque su

recuerdo haya durado toda una vida.

A esa hora de la noche no haba clientes en el bar La Armona de Jurez, lugar de llegada de La Estrella y punto de contacto con el mundo, porque en el mnibus de Buenos Aires tambin llegaban los diarios, las encomiendas y las cartas ms urgentes. El bar La Armona, con sillas de madera y mesas brilladas por infinitos codos, con botellas de caa Legui en los estantes y grandes ventanales que dejaban ver una calle ancha y desierta, la esquina ms urbana del entonces pequeo pueblo, que se agitaba en las tardes cuando llegaba La Estrella y en la maana siguiente cuando pasaba de regreso.

La Colonia, como llambamos a la Colonia Hogar para Menores donde trabajaba mi to, quedaba en el campo, entre la pampa infinita y el cielo brillante; all haba huerta y tambo para las actividades agrcolas de los internos, talleres, iglesia y edificios para el alojamiento y las clases. El centro del conjunto era un patio de entrada rodeado de construcciones en tres de sus lados, con canteros

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y caminos de pequeas piedras blancas o conchillas; aunque creo que el recuerdo se mezcl con las imgenes de otros lugares que conoc a lo largo de la vida y se adorn con la fantasa que el tiempo agrega los recuerdos. La primera casa donde vivieron mis tos quedaba en un extremo del patio central, cercana a los grandes edificios y a la iglesia. Era una construccin baja, rodeada de un alto seto que casi la ocultaba. Aos despus, en nuestro segundo viaje, ellos se haban mudado a una casa ms grande y cmoda, alejada del centro de la Colonia, cerca del tambo, donde nada interrumpa la vista hasta las lejanas sierras de Barker. Lo entend muchos aos ms tarde: en mi visin infantil la Colonia era como un pequeo pueblo, su patio era la plaza principal y la primera casa estaba en el centro, rodeada de edificios y de actividades. Entonces no lo saba, pero mis afectos ms profundos siempre estuvieron ligados a las ciudades y son el marco para las emociones que dan continuidad a mi vida.

Tambin un viejsimo y lento colectivo azul y negro que una a Jurez con las canteras de Barker revoloteaba en cercanas del bar. Era un modelo de los aos treinta, con escasos once asientos y un enorme soporte vaco en la parte trasera donde alguna vez llev una rueda de auxilio; sin pasajeros asomados a las ventanillas y con la sombra del chofer agazapado en el volante a la derecha, el colectivo fantasma se deslizaba silencioso, en las calles de Jurez para recordarnos que en medio de la inmensidad de la pampa se alzaban las pequeas y oscuras sierras de Barker.

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2. El viejo colectivo que una a Jurez con el pueblo de Barker. La mitad inferior era azul oscuro y la superior, negra. Se trataba de un modelo anterior al ao 1938 que seguramente escap de Buenos Aires para no ser incautado por la Corporacin de Transportes de esa ciudad.

Walter Benjamin9 observ que la mirada del nio es atrada por aquellas cosas y aquellos gestos que el adulto deshecha o ignora y el nio relaciona de manera arbitraria a travs del juego, porque el juego no es imitacin sino creacin. Entonces la mirada infantil a aquellos mnibus-objetos de mediados del siglo XX no se refiere a las caractersticas que seran relevantes para el mundo adulto, como la funcionalidad del diseo, la economa de funcionamiento o la respuesta a necesidades sociales; por el contrario, la visin del nio se refiere a fragmentos arbitrarios de la condicin de mnibus: la curva de una ventanilla, el zumbido del motor Ford o el ronrroneo del Leyland, el fileteado en las lunetas traseras, tan diferentes entre una y otra

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Walter Benjamin. Crnica de Berln. Op.cit

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carrocera o la camisa de dril Grafa -siempre con corbata- del uniforme del chofer.

Las percepciones del nio de ayer, hoy son escenas que describen momentos, imgenes que no intentan ser relatos, independientes y fragmentarias como las imgenes de un sueo. En esa libertad reside su magia ya que una escena no pretende ser parte de un relato mayor: comienza y termina en s misma.

Ese concepto, que Benjamin seala en varios de sus escritos, rompe el eje de la historia tradicional; porque la historia tradicional es contnua y las escenas son independientes, por eso, esta mirada a los mnibus de los aos de la infancia no pretende hacer historia, solamente intenta recoger algunos momentos dirigidos a aquellos cuya infancia es hoy el recuerdo de un sueo.

Una tarde, casi a la hora de la merienda, apareci en el cielo una franja negra que lo cruzaba de uno a otro extremo; la acompaaba el ruido de truenos distantes que retumbaban en el estmago. -Hay que sujetar el molinete, dijo alguien refirindose al pequeo molino que haba sobre la casa y que cargaba las bateras de la electricidad. Todos hablaban de rayos y vientos terribles, yo tena miedo, pero no poda dejar de mirar como hipnotizado- el fantstico espectculo de la franja negra en el cielo que avanzaba hacia nosotros en medio de truenos y resplandores de relmpagos. Es un frente de tormenta, dijo mi madre y agreg: -no se alejen de la casa, porque va

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a llover mucho, con mucho viento y truenos. Mi ta corra por el jardn y recoga cosas. Se va a volar todo, deca. De pronto arreci el viento y cayeron las primeras gotas, enormes y muy separadas, un trueno me estremeci - entremos... pero pudo ms el espectculo y me qued afuera. Finalmente, la lluvia, el viento y los rayos nos obligaron a entrar, yo saba que los truenos eran ms temibles cuando estaba adentro porque vea el resplandor del rayo entre las cortinas y lo esperaba angustiado; a veces sonaba inmediatamente, otras se demoraba, me haban dicho que eso era cuando el rayo caa lejos. La tormenta pas y se fue hacia las sierras de Barker; con mucho cuidado salimos a ver la tarde. No se embarren. Un sol bajo y rojizo, tea de anaranjado los rboles y el molino. Vamos hasta el tanque australiano. S, s vamos. Haba terminado otro da en la Colonia, alguien solt el molinete de la electricidad y de nuevo el aire se llen con su sonido: teque teque teque...

Verano porteo. Algunos pasajeros conversaban y se despedan de los acompaantes bajo la sombra de los rboles de la acera; adentro, en la fea terminal de La Estrella haba varios mnibus; el coche 7, con el motor en marcha, esperaba la hora de partida hacia Jurez y Necochea. Era un enorme Leyland al que le haban modificado el frente: ya no tena la agresiva trompa original sino un extrao remedo del parabrisas de los Parlor Coach de El Cndor que eran los mnibus ms modernos en aquellos aos. En un rincn, otro Leyland, el coche 5 mantena intacto el diseo original ingls.

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3. La Estrella, interno 5. Leyland, 1946. La empresa tena unas pocas unidades de este tipo, con carrocera metlica, que eran muy confortables, con un andar sereno y estable. El Cndor tuvo el mismo tipo de mnibus sobre chasis Aclo.

4. La Estrella, interno 7. Leyland, 1946, con el frente modificado al estndar de diseo ms moderno basado en el parabrisas rehundido de los GM-Parlor Coach. Sin embargo, el diseo original tena una unidad de criterio que se vio alterada por la intervencin arbitraria.

Otra vez Jurez y el bar La Armona, pero el verde de las hojas en los pltanos y el aire caliente del verano alegraban la calle, los ventanales abiertos dejaban or partes de las conversaciones de los transentes y el viejo bar se integraba a la vida del pueblo.

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A pocos metros de la casa estaba el molino de viento con su torre oxidada y con los eternos gemidos de la bomba que, con infinita pereza, mandaba el agua de la tierra a un depsito muy alto, casi junto a las aspas que giraban alegres en la brisa ardiente del verano. El tanque australiano, que se llenaba con el agua de aquel depsito era un era un hervidero de renacuajos fascinantes que mirbamos durante horas. Una tarde, entre los rboles cercanos al molino, unos hombres carnearon una oveja, tal vez era nuestro prximo almuerzo, aunque en nuestros pensamientos todava no caban esas relaciones y las cosas ocurran como hechos aislados. Mi primo y yo, muy juntos, seguamos con los ojos asombrados la labor de aquellos hombres. Carajo, estaba preada, dijo uno de ellos. Bueno... ya no hay nada que hacerle, dijo el otro y tir el pequeo feto a un costado. Ese fue nuestro primer contacto con uno de los fenmenos de la vida, esos que nunca preguntamos quizs por desinters- y tampoco nos contaron. Con mucho cuidado movimos el feto con un palo y lo miramos por todos los lados. Pero en nuestro mundo se era un hecho ms, un acontecimiento sin relacin con ningn otro. Vamos a jugar al tambo... dijo de pronto uno de nosotros Si, si, vamos a ver el toro, respondi el otro. El juego consista en atravesar corriendo por una de las esquinas el corral del toro, que segn decan era furioso, aunque pareca ignorarnos... Creo que nunca contamos lo que vimos aquella tarde, es ms: creo que en la dispersin del mundo infantil lo olvidamos tan rpidamente, que nuestras preocupaciones a la hora de la cena ya eran los juegos del da siguiente. Sin embargo, muy adentro nuestro, donde an no existen las palabras, qued grabada una imagen sobre la que nunca volvimos pero se mantuvo latente.

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De Jurez a Necochea tambin se poda ir en El guila del Mar, una pequea empresa que con dos mnibus Ford, carrozados por El Trbol, cubra las lneas entre Necochea, Tandil y Laprida va Jurez. En ese momento, no imaginaba que veinte aos ms tarde, empleado en la Direccin del Transporte de la Provincia de Buenos Aires peleara en defensa de El guila del Mar que iba a ser absorbida por Pampa SA, una empresa mucho mayor que amenazaba devorar no slo a la pequea empresa familiar sino tambin mis recuerdos de infancia.

5. El guila del Mar, interno 1 (igual al interno 2); carrocera El Trbol sobre chasis Ford. El Trbol mantuvo este modelo durante muchos aos. Los primeros vehculos de este diseo aparecieron a principios de los aos 40 sobre chasis Aclo, an con el volante a la derecha (Expreso Buenos Aires, interno 6; Empresa Argentina, entonces EASP, internos 18 a 23); despus del ao 45 el modelo se carroz sobre los nuevos chasis ACLO-Regal de posguerra, con volante a la izquierda, como los utilizados por Expreso Atlntico; en aquel momento el diseo era muy redondeado, pero progresivamente se fueron rectificando las lneas hasta llegar al sobrio diseo como el de los dos coches de El guila del Mar, pintados de gris medio con la onda sobre los pasarruredas verde, igual que el fileteado de las ventanillas; la franja intermedia negra igual que las letras gticas de la razn social.

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La ciudad y la playa: Micro mnibus Gral. Necochea

Un mundo de ensueos: la playa de Necochea con la rambla blanca y gastada por el viento sur, el tren de regreso a Buenos Aires con su camarote impecable y la cena en el vagn comedor. Benjamin dice que la arquitectura pblica del siglo XIX represent los sueos de esa sociedad, pero la clase media argentina de mediados del siglo XX soaba con una modernidad que no se explicaba y la buscaba en pequeos gestos, en imgenes sueltas heredadas de aquellos

inmigrantes de principios del Siglo XX que trajeron los ideales de la Revolucin Industrial europea, en la que no tuvieron cabida pero quisieron recrear en Argentina y ms tarde, de los inmigrantes de la Segunda Posguerra que trajeron las fantasas del Futurismo.

El tren pasaba lejos, apenas lo veamos como una raya que se mova debajo de una nube de humo negro, algunas veces pitaba y el sonido nos llegaba limpio, ntido, como si en el aire no hubiera ningn otro ruido que lo ensuciara. Siempre pasaba de da y nos quedbamos fascinados mirando el humo negro que se desvaneca en el cielo azul; pero un da pas de noche. Vamos a verlo, dijimos todos y corrimos al jardn de la casa. Viene de Laprida? - No, no, explic mi to, - viene de Necochea y va a Constitucin. Ustedes van a regresar en ese tren... Desde ese momento no pude pensar en otra cosa y contaba los das que faltaban para viajar en esa fantasa envuelta en la oscuridad de la

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noche que se iluminaba con el mundo de chispas de su chimenea, como las estrellitas que prendamos en Navidad. Todos fuimos a pasear a Necochea, aunque tal vez mi primo y sus padres regresaron a Jurez y unos das despus mi madre y yo volvimos a Buenos Aires en el anhelado tren. Pensin Zugasa, el extrao nombre del hospedaje, cercano a la plaza de Necochea, an me revolotea en la memoria; quizs sea una de las pocas imgenes que guardo de ese viaje, junto con otra, de noche, en el comedor del tren: Un hombre flaco con corbata se sent junto a mi madre, luego una seora se sent a mi lado, afuera todo era negro. Ya pasamos Jurez? preguntaba una y otra vez...

Pero nada era ms lejano al ideal de Modernidad que la vida en Necochea a principios de los aos cincuenta, con la enorme y solitaria plaza de pueblo, rodeada de casas bajas y los oscuros eucaliptos de sus anchas y vacas calles. Por la avenida 59 y por la diagonal a la playa se movan con lentitud, como animales prehistricos los viejsimos mnibus azules casi violeta oscuro- de la empresa Micro mnibus General Necochea, que alguna vez tuvieron una plataforma trasera que cerraron sin cuidado y con poca fortuna en el resultado. En medio de la arcaica flota aparecan algunas fantasas: un Gnecco, grande y gordo o dos giles Chevrolet de los primeros aos de la dcada de 1930: los coches 5 y 12.

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Figura 6: M.O.General Necochea. Los viejos mnibus de los aos treinta, con el volante a la derecha y plataforma trasera fueron acondicionados, despus del cambio de sentido de las calles, con una puerta a la derecha y la plataforma cerrada torpemente.

7: M.O.General Necochea. Entre la variedad de modelos se destacaban dos coches de buen diseo: los interno 5 y 12. El dibujo se realiz a partir de una postal de poca, en la que tambin se puede ver parte de la vieja rambla.

8. 9. y 10. M.O.General Necochea. Un conjunto heterogneo de mnibus de principios de los aos 30, diferentes tipos de micromnibus, vehculos heredados de empresas de media distancia, etc. En la figura 8 un Commer carrozado por Geronimo Gnecco (tal vez, un ex Pampa), en la figura 9 un viejo mnibus con plataforma cerrada y en la figura 10 un Ford francs, quizs el interno 4 (tal vez, un ex Avenida).

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Quequn: Transportes Necochea

Pero Necochea, un lugar sin tiempo en el confn de la pampa con el mar, esconda imgenes maravillosas de la tan ansiada Modernidad. La otra empresa urbana, la concesin provincial P-20, Transportes Necochea, la de los colectivos rojos mucho ms modernos que los azules, cruzaba el ro hacia el puerto de Quequn y all, como en una ciudad de Flash Gordon, estaban los altsimos elevadores con tubos y aparatos para cargar cereales en una multitud de barcos que llegaban de todo el mundo; all tambin haba otra playa, tan fra y ventosa como la de Necochea, pero cercana al mundo y rodeada de las imgenes que satisfacan el anhelo de modernidad de aquella Argentina que iniciaba la dcada de 1950.

11. Transportes Necochea, la concesin provincial (provisional) P.20, despus 320) que una el centro de Necochea con Quequn en el entonces vecino municipio de Lobera tena un parque automotor ms nuevo y homogneo que Micro mnibus Gral. Necochea, aunque se encontraban vehculos de diferentes marcas y modelos de fines de los aos treinta hasta inicios de la dcada de 1950: Dodge, Fargo, International y obviamente, los populares Chevrolet.

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El CndorUno de los sueos de aquella Modernidad fue el movimiento: el vrtigo de los desplazamientos. Sin embargo los viajes por la pampa infinita y montona en los viejos y polvorientos trenes con dormitorios que recordaban el principio de siglo y con elegantes comedores, no satisfacan el deseo, porque la belleza moderna, como seala Marshall Berman10, no emana del entorno natural, en nuestro caso el campo que rodea al tren, sino del ambiente creado artificialmente y en ese aspecto los nuevos mnibus no tenan rivales: modernos y rpidos, ya sean trados de Inglaterra como los enormes Aclo y Leyland o de los Estados Unidos como los fantsticos GM. Parlor y Aerocoach de El Cndor. Viajar en ellos era la verdadera experiencia de la Modernidad, tan veloces, limpios y silenciosos que intimidaban, casi tan modernos y veloces como los lejanos e inaccesibles aviones de Panagra que se vean en las revistas.

12. El Cndor. GM. Parlor Coach.10

Marshall Berman. Todo lo slido se desvanece en el aire. Siglo XXI. Bogot. 1988

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13. El Cndor. GM. Aerocoach.

Pero los nios nos fascinbamos con las cosas aparentemente sin valor, sin intencionalidad y entre esas cosas se desarrollaban los juegos, porque all caba la fantasa creativa. Entonces se entiende que esta mirada a los mnibus de Necochea no est dirigida al desarrollo secuencial de la historia como proceso, sino a aquello que los adultos no tienen en cuenta y permite elaborar estos relatos como escenas y no como recuentos histricos.

Las lneas de mnibus recreadas en los juegos con la bicicleta en el Parque Lillo o en la plaza de la villa balnearia de Necochea no repetan el mundo de los grandes, slo creaban una nueva relacin con aquello que el mundo adulto no tena en cuenta en su afn de progreso. As, el uniforme del chofer se imaginaba ms all de la camiseta del nio o el fileteado de las ventanillas en la anhelada carrocera que la fantasa situaba alrededor del ciclista. 22

Los recuerdos de Necochea, la ciudad entre el mar y la pampa hoy se unen sin cronologas, sin secuencias y se detienen en la presencia de los mnibus que sostienen el armazn narrativo. Porque la verdadera imagen del pasado aparece como el relmpago que ilumin el cielo aquella noche cuando La Estrella entr a Jurez despus de la tormenta en la ruta y al igual que aquel relmpago, la imagen del pasado parece detenerse, pero luego de un ligero temblor se borra para no volverse a ver nunca ms. Organizar los restos del pasado dice Benjamin- no significa reconocerlo como tal, sino aduearse de un recuerdo que relampaguea11

Compaa Colectiva Costera Criolla

Un nuevo viaje a Necochea, esta vez por Mar del Plata y Miramar en el coche 9 de Costera Criolla, un Volvo de los aos cincuenta, carrozado por Decaroli que circulaba sin apuros por la ruta 2. Costera Criolla de esos aos cincuenta ya estaba separada de la concesin provincial 10 entre San Isidro y La Plata, que tom el nombre de Expreso Transportes Reconquista). La vieja concesin provincial 11 mantena un hbrido parque de mnibus nuevos y viejos, muchos de ellos recarrozados.11

Buck-Morss, S. Dialctica de la mirada. Op.cit.

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Junto al nuevo Decaroli-Volvo interno 9, convivan fenmenos como el interno 8, un Aclo corto de preguerra, con volante a la derecha recarrozado por El Trbol, el 3, otro viejo Aclo Regal recarrozado por Decaroli y ms tarde por El Trbol (igual que el 4) y el 7 un Aclo Regal, carrozado por Gnecco

Hay recuerdos que se ubican en das nublados aunque las situaciones hayan ocurrido bajo soles esplndidos, como si el recuerdo se guardara en el blanco y negro de las pelculas viejas. En las imgenes de este viaje a Necochea no hay sol.

14. Costera Criolla, interno 9. Chasis Volvo, carrocera Decaroli; este modelo de Decaroli, junto con el contemporneo de Cametal fueron pioneros de las carroceras metlicas en Argentina y ambos, sobre chasis Volvo o Mercedes Benz, conformaron el eje del transporte en el pas como respuesta nacional a los modelos con carroceras importadas de Estados Unidos o Inglaterra. Estos modelos, de amplsima difusin, constituyeron la transicin entre las pesadas carroceras de posguerra con estructura de madera y los nuevos modelos de finales de los aos 50: los revolucionarios diseos de EMSI (Establecimiento Metalrgico San Isidro) a los que siguieron los nuevos Decaroli, Cametal y en general toda la industria de Rosario y Santa Fe.

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15. Costera Criolla, coche interno 7, chasis Aclo Regal, carrocera Geronimo Gnecco. Si se sigue la secuencia de modelos para larga distancia de Geronimo Gnecco, se puede comprobar que cada nuevo modelo es sencillamente una suma de pequeas modificaciones del anterior; este modelo incorpora el parabrisas al modo de los GMParlor Coach y dos delgadas lunetas trasera en una banderola de abrir horizontal, a diferencia del parabrisas plano del modelo previo que adems tena tres lunetas traseras con puerta de emergencia en el centro; ese modelo, a su vez, result de la rectificacin del anterior, de lneas redondeadas de principios de los aos cuarenta, muy difundido en Costera Criolla (coche 51) en Expreso Buenos Aires (coches 25 o 18) y en Ro de la Plata (coche 26) .

Las empresas regionales

En un costado de la plaza de Necochea estaba la oficina de Valbuena, all llegaban Pampa, Mar y Sierras, Avenida, Fucile, La Estrella del Sur, El guila del Mar y la olvidada El Obelisco; estacionado a la sombra de un rbol muy grande descansaba un International de larga trompa, carrozado por Geronimo Gnecco, idntico a los del Expreso Buenos Aires, quizs un viejo Expreso, ahora pintado de verde, el coche 1 de Mar y Sierras.

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16. Mar y Sierras; interno 1: Chasis International convencional carrozado por Geronimo Gnecco; un vehculo moderno, igual a los utilizados por Expreso Buenos Aires pudo ser comprado a esa empresa- apropiado para el recorrido de media distancia entre Necochea y Lobera; el coche N2 fue un mnibus frontal, tal vez, sobre chasis Volvo o Mercedes Benz; carrozado por El Trbol con el modelo posterior a los Ford de El guila del Mar, con frente a la manera de los GM Parlor Coach y ventanillas corredizas.

All tambin llegaron, el interno 2 de Mar y Sierras, un coche mucho ms moderno que el viejo International que yo supona heredado del Expreso: un Volvo o tal vez, Mercedes Benz, con ventanas corredizas que haca el recorrido a Lobera y Balcarce, un Ford plateado y rojo de Avenida, de carrocera desconocida; un enorme Aclo de Pampa (el coche 5) y el viejo mnibus azul de La Estrella del Sud que siempre regresaba puntualmente de San Cayetano. El recuerdo de de la oficina de Valbuena con sus viejos micros arrimados a la vereda trascendi a la niez y la adolescencia y se volvi realidad muchos aos despus desde mi trabajo en la Direccin del Transporte.

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3 Escenas de la vida universitaria

Soy de Necochea...

Los inviernos en La Plata eran tan fros que an hoy su recuerdo recorre mi piel como una rfaga helada; el viento se enredaba en las ramas peladas de los rboles de diagonal 77 y la llovizna golpeaba las mejillas de quienes cruzbamos la calle 1 hacia la Universidad. All, en medio del Bosque, estaba el lugar ms fro de la ciudad: el viejo galpn que llambamos Quonset, donde funcionaba la Facultad de

Arquitectura y donde compartamos las incertidumbres los alumnos recin entrados: algunos platenses, con el Colegio Nacional todava presente en los sentimientos y otros de provincia, con sus ausencias, que cada tanto, algn mnibus traa de sus pueblos y ciudades a la Plaza Italia de La Plata, donde estaban las oficinas de las diferentes empresas. Creo que los platenses y los compaeros de provincia lo entendimos al mismo tiempo: cercano y lejano ms que distancias

explican sentimientos. El viaje es una declinacin del lugar, dice Michel

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Serres12.

Porque

el

tiempo

va

ms

all

del

espacio,

propone

transversalidades.

- Soy de Pergamino, dijo Eduardo a la salida de una clase y yo de Necochea, agreg Jorge, otro compaero y en la oscura tarde platense se dibuj el recuerdo de la playa, con el susurro del viento en los eucaliptus y con todas las imgenes guardadas desde la infancia. Pero eran imgenes distantes, borrosas, porque nada es ms lejano que la infancia vista desde la juventud.

Unos viajes largusimos por Jurez, dije. No, no... respondi Jorge, La Estrella es para los de Buenos Aires, nosotros viajamos por Mar del Plata en El Cndor o en la Costera... - Una ciudad en medio del viento, record. Una ciudad llena de sol, insisti Jorge y mientras yo evocaba una playa con solitarios juegos infantiles l me describa otra playa -que era la misma- inundada de jvenes, con mil encuentros para paseos y programas para ir a bailar por la noche. Una ciudad con unos micros viejos y oscuros que se mueven lentamente por una avenida con eucaliptus enormes... dije. - Eso no cambi... aunque hay algunos micros un poco ms nuevos, pero cuando vengas vamos a ir a La Pileta, a Quequn, en los rojos, que son ms modernos... vas a ver.

Sin dudas, en los primeros aos de la dcada de 1950 se produjeron grandes cambios en el diseo de los mnibus de larga distancia. Influenciada por los modelos Aerocoach y Parlor Coach importados, la industria nacional introdujo las carroceras con estructura metlica y algunos rasgos formales que actualizaban los

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Serres, M. Atlas. Ctedra. Madrid. 1994.

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diseos construidos sobre los nuevos chasis Volvo y Mercedes Benz con motor delantero. Junto con las primeras tentativas de Cametal y Decaroli, las firmas rosarinas, apareci el modelo Juan Pern, producido para El Cndor-ENT que resuma esas novedades sobre chasis Leyland con motor en el medio. Pero el cambio ms significativo se produjo a fines de los aos cincuenta con el modelo propuesto por EMSI (Establecimientos Metalrgicos San Isidro) que encontr una enorme aceptacin entre empresarios y pasajeros y marc una nueva pauta en los diseos de los talleres tradicionales.

17. El Cndor-ENT, modelo Juan Pern, con evidentes referencias a los mnibus norteamericanos Flxible, de los que hubo muy pocos en Argentina; tal vez, el ms conocido fue la unidad para transmisin de exteriores de LS 82 TV - canal 7 y el de servicios pre-areos con la sigla de la compaa ALFA (Aviacin del Litoral Fluvial Argentino) luego parte integrante de Aerolneas Argentinas.

Los nuevos mnibus Juan Pern se construyeron sobre chasis Leyland con motor en el centro y fueron carrozados por Inducar entre otras firmas- en sus talleres de Sarand. Con este modelo El CndorENT intent mantener la supremaca que tuvo en aos anteriores con

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los modelos GM Aerocoach y Parlor Coach importados, en las lneas a Mar del Plata y Baha Blanca por las rutas 2 y 3. Pero el motor Leyland era ruidoso, pesado y recalentaba el interior del mnibus y si bien el diseo resuma una serie de novedades en el exterior de la carrocera como las ventanillas de perfil inclinado y los grandes planos de metal bruido, el interior no aportaba nada nuevo a los modelos tradicionales.

Pero ms all del esfuerzo de diseo que signific la carrocera del modelo Juan Pern, el mal mantenimiento dado a las unidades y la preferencia del pblico por los modelos Volvo y Mercedes Benz de las empresas privadas, marc el inicio de la decadencia de El Cndor, la empresa estatal.

18. Costera Criolla, a mediados de la dcada de 1950: Carrocera Cametal sobre chasis Volvo con motor en el medio, mezcla de rasgos nuevos con el tradicional frente con parabrisas tipo Aerocoach. Por esos mismos aos, esta empresa incorpor varias unidades carrozadas por Decaroli sobre chasis Saurer con la misma mezcla entre rasgos nuevos y tradicionales; tanto las carroceras Cametal como Decaroli presentaban interiores de gran confort y calidad de acabados muy superiores al modelo Juan Pern.

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19. Costera Criolla. Chasis Volvo con motor en el medio, carrocera EMSI. Finalmente, el parabrisas panormico acab con el gusto por los parabrisas circulares tipo Aerocoach o rehundidos tipo Parlor Coach. Las ventanas laterales tenan un plano fijo en el centro y cristales corredizos en los extremos. Los primeros modelos tenan dos lunetas traseras, trapezoidales en una banderola de emergencia; en los modelos siguientes EMSI redise la parte trasera, hacindola ms redondeada y con una ventana de acrlico expulsable.

20. Costera Criolla. Chasis Volvo con motor delantero, carrozado por Decaroli. Este modelo se produjo sobre diferentes chasis para distintas empresas, en particular sobre Mercedes Benz con motor trasero que constituy un hito en la historia del transporte en Argentina y dio identidad a varias empresas, en particular a Ro de la Plata, que con esos mnibus inici su enorme crecimiento y destron al Expreso Buenos Aires en las rutas a La Plata .

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A Necochea por Mar del Plata, los aos sesenta...

Verano del 62, parece un ttulo de pelcula. Despus de muchos aos volv a Necochea, pero la ciudad de los jvenes es tan distinta de la ciudad de los nios, que slo coinciden en el nombre. Los viajes en La Estrella por la ruta 3 y el pueblo de Jurez con el bar La Armona estaban perdidos entre recuerdos infantiles. En la geografa de mi mundo universitario Necochea quedaba ms all de Mar del Plata, el viaje era por la ruta 2, la ruta del verano, del ruido en las discotecas y de las playas repletas de muchachos y chicas. Serres, el pensador francs, seala que lejano y cercano son categoras espaciales aunque su verdadera dimensin surge del tiempo. Porque el tiempo va ms all del espacio, crea ambientes y da identidad a los lugares; tal vez por ese motivo, para no confundir esta ciudad de mi juventud, intentaba borrar el recuerdo de mi ciudad de la infancia.

La oferta para el viaje, en esos aos, era asombrosa: Pullman Atlntico haba cambiado los pequeos Ford convertidos a diesel con motores Perkins y los veteranos Beck por los nuevos Neoplan que convivan junto a los Decaroli-Volvo, pero esta empresa slo llegaba hasta Mar del Plata. El Cndor que casi haba desaparecido incorpor al privatizarse- 80 nuevos Mercedes Benz O-317 carrozados por

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Cametal, Decaroli, DIC y San Antonio y la tradicional Costera Criolla, la de mis ltimos viajes de infancia, ofreca los Magirus Deutz y los deslumbrantes Latorre, casi idnticos a los GM de la empresa norteamericana Greyhound.

21. Pullman Atlntico. Heredera del viejo Expreso Atlntico, que conquist la lnea a Mar del Plata con los Aclo de posguerra carrozados por El Trbol y luego con los Beck importados. La Cooperativa Pullman Atlntico se conform a partir de unos pocos Ford con motor Perkins diesel. La figura 21 muestra uno de ellos carrozado por FAC. El novedoso esquema de pintura que incorpor Expreso Atlntico en sus Beck importados (y ms tarde hered Manuel Tienda Len) fue reemplazado, en la Cooperativa, por la tradicional onda a modo de guardabarros similar al corte de los Parlor Coach de El Condor, en este caso, azul claro igual que el techo y la parte trasera.

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22. Pullman Atlntico: Beck Liner. En poco tiempo a los Ford-Perkins se agregaron los Decaroli-Volvo de los aos cincuenta y algunos Beck que mantenan la tradicin del desaparecido Expreso Atlntico.

23. Pullman Atlntico, 1961. la empresa comparti con Ro de la Plata y con Costera Criolla los primeros Neoplan con carroceras de fbrica, importados de Alemania. Un nuevo estndar de confort y una nueva silueta en las carreteras argentinas.

24. Costera Criolla. Los largos chasis Magirus Deutz carrozados por Decaroli fueron la columna vertebral de la Costera a inicios de los aos sesenta.

25. Costera Criolla. Miguel Latorre, el industrial carrocero de Necochea construy, sobre chasis ACLO y Pegaso un modelo muy similar a los GM de la empresa norteamericana Greyhound. Un ejemplo de carrocera bien realizada, con cuidados detalles e impecables acabados que no tuvo la trascendencia que hubiera merecido, tal vez por la baja produccin de los talleres del seor Latorre o por la gran competencia que ofreca el mercado. La fbrica de Necochea produjo unas pocas unidades del mismo modelo, con piso y techo escalonado (camello) para Empresa Argentina que los utiliz en la ruta Rosario-Mar del Plata con el apodo de Lagartos.

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La Estrella y el Expreso Buenos Aires

El cambio ms notable de esos aos, se produjo en La Estrella, que fue comprada por Expreso Buenos Aires e incorpor nuevos mnibus Scania Vabis carrozados por EMSI y Decaroli y luego los Volvo de motor en el medio carrozados por Cametal, que iniciaron la larga y fructfera relacin entre la carrocera rosarina y el grupo de empresas del Expreso Buenos Aires. Para completar el cambio que anticipaba la enorme expansin de La Estrella-Expreso Buenos Aires, el grupo obtuvo una concesin provincial entre La Plata y Baha Blanca va Laprida y Torquinst, que tuvo coches propios, de acuerdo con Ley Orgnica del Transporte de la Provincia de Buenos Aires de esos aos: unos pocos Volvo con motor delantero y eje detrs de la puerta, carrozados por Cametal, similares a los Volvo de las lneas nacionales.

26 y 27. La Estrella, la vieja empresa casi desaparecida fue comprada por el Expreso Buenos Aires y junto con el cambio de colores incorpor nuevos mnibus Scania Vabis carrozados por EMSI y Decaroli.

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28. La Estrella. A principios de los aos sesenta la empresa incorpor una importante flota de mnibus Volvo con motor en el medio, carrozados por Cametal, el mismo modelo, pero con motor delantero se utiliz en la concesin provincial basada en La Plata.

Los chicos, ansiosos, corran entre las piernas de los pasajeros que esperbamos en la vereda de diagonal 77, grupos de jvenes hablaban a los gritos, algunos traan helados de la cercana Nahuel Huapi, besos de despedida y besos que anticipaban encuentros; cada salida de un micro a Mar del Plata era una fiesta que alegraba el marco de la Plaza Italia. Justo al filo de las 12 de la noche apareci, solemne y silencioso el nuevo Mercedes; se detuvo cuidadosamente y el alboroto se convirti en expectativa. Uno de los choferes y el empleado de la oficina metan las valijas en las bodegas; el otro chofer, junto a la puerta organizaba el tumulto de pasajeros. Tengo una ventanilla en la mitad del coche, que se mece con suavidad por la ruta 2, pero no puedo dormir. Despus de unas horas de viaje paramos en el cruce de Dolores, hace fro, tomo un caf con leche, pero extrao las medialunas de Atalaya. - Cndor 235 a Mar del Plata y Necochea, prximo a partir. Finalmente duermo hasta Mar del Plata; cuando continuamos viaje a Necochea comienza a amanecer. El nuevo da nos recibe en el cruce de La Ballenera con el brillo tenue de las nubes anaranjadas que iluminan la pampa

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29. El Cndor. Mercedes Benz O-317 carrozado por San Antonio. La nueva flota, que permiti la recuperacin de la empresa privatizada, estaba conformada por 80 de estas unidades carrozadas por Decaroli, DIC, Cametal y San Antonio. Constituy la flota ms moderna y homognea del transporte en Argentina en esos aos. Curiosamente, se retom el esquema tradicional de pintura: fondo amarillo claro con una onda roja a modo de guardabarros- en los laterales.

Necochea haba cambiado, los micros no...

Necochea haba cambiado notablemente en menos de diez aos, aunque creo que era yo quien, en el paso de nio a joven, haba cambiado ms que la ciudad, pero an reconoca la enorme plaza y la oficina de Valbuena con las empresas regionales: El guila del Mar, que haba agregado un Decaroli el coche 3- tal vez Mercedes Benz o Volvo, a su flota de dos Ford-El Trbol; Avenida, Fucile, la pequea Estrella del Sur, Mar y Sierras con una nueva unidad carrozada por El Trbol el coche 2- que se sumaba al viejo Gnecco-International y Pampa. Los recuerdos de mi niez me traan imgenes que me explicaban el presente y se mezclaban en una nica emocin pero en ese momento no 37

lo entend, porque luchaba por tapar con euforias juveniles los recuerdos de infancia: lo entend muchos aos ms tarde en el texto de Michel Serres13: la vida pasa por los relatos o, la inversa tambin es vlida: son los relatos los que explican la vida.

Una discoteca cerca de la entrada del Parque Lillo, las parejas llegan por Avenida 10, casi todos son turistas, los jvenes de la ciudad van a otros lugares, en el centro. Desde la calle se escucha la msica, son discos del Club del Clan: Palito, Violeta, Cachita, Chico Novarro y de los Wawanc: cumbia. Ms tarde llega una pequea orquesta que contina la msica tropical. Cuentan de otras playas de arena blanca y de otros pescadores. Pasadas las dos de la maana la discoteca est en su apogeo, la msica se acelera. Nos vemos en la playa, frente al barco encallado, en los mdanos.

30. Las empresas regionales de Necochea, en su mayora empresas familiares, se esforzaban por mantener actualizados sus pequeos parques automotores. El guila del Mar incorpor una unidad carrozada por Decaroli el coche 3- tal vez Volvo o Mercedes Benz; Mar y Sierras agreg el coche 2, carrozado por El Trbol. La primera empresa mantuvo el color gris medio con la onda sobre los guardabarros y el antifaz de las ventanas en verde; Mar y Sierras continu con dos tonos de verde: uno estridente de fondo con los cortes ligeramente ms oscuros.

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Serres M. Atlas. Op.cit.

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31. El guila del Mar, coche 3. Comparando con la figura 5 de la primera parte del informe Necochea (la misma empresa coche 1 Ford-El Trbol) se comprende la enorme transformacin del diseo de las carroceras entre fines de la dcada de 1940 y principios de la siguiente.

La Pileta de Quequn

Por la diagonal, con sus oscuros eucaliptus, ya no se vean los lentos y traqueantes mnibus de la General Necochea que haban sido remplazados por colectivos ms nuevos, aunque alguna de aquellas reliquias sobreviva refugiado en la empresa Nueva Pompeya. El veterano mnibus blanco con cola de novia de la empresa El Colgante, ajena a los turistas, haba desaparecido y lo reemplazaba un colectivo relativamente ms moderno. La villa Daz Vlez, el balneario, construido sobre la playa mostraba un impresionante frente de edificios, de los que yo slo recordaba los simtricos aunque distintos- Frentemar y Horizonte en el inicio de la calle 83.

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Pero nuestro lugar era la Pileta de Quequn, un remanso, detrs de la escollera ms corta, donde el ro Quequn mezcla sus aguas con las del mar, cerca del puerto y junto al trnsito de los grandes buques cargueros. Lugar de los jvenes de esos aos: bikinis y guitarras y destino de los rojos, los colectivos de Transportes Necochea, la empresa provincial 320, que en aquel momento todava se denominaba P20.

Vienen los camellos

32. La Estrella y Expreso Buenos Aires: uno de los ms extraos modelos producidos por Cametal para estas empresas fue la primera transicin hacia el camello. El desnivel en las ventanillas, resuelto con una ventana larga y otra corta dentro de un marco, ligeramente ms bajo que el resto de ventanas anticipa el futuro camello; se mantuvo el techo plano pero el piso estaba resuelto en una pendiente continua que permita que cada fila de asientos est unos centmetros ms alta que la anterior. Unas pocas unidades carrozadas sobre chasis Volvo y Scania Vabis prestaron servicios en la concesin provincial de la Estrella y en el Expreso Buenos Aires.

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33. La Estrella. El ltimo paso de Cametal en la transicin hacia el Camello, fue este modelo que La Estrella utiliz sobre chasis Aclo. A diferencia del modelo anterior, la carrocera rosarina logr un excelente y muy proporcionado mnibus, con buenos acabados interiores y cuidados detalles. La empresa lo promocionaba con la frase: la seguridad de llevar parabrisas de repuesto en el mismo coche ya que las lunetas traseras eran intercambiables con los parabrisas; en el modelo anterior (figura 15) la ventana trasera estaba resuelta en plstico verde y era del tipo envolvente.

En la noche de invierno la tormenta golpea contra las ventanillas del mnibus; los pasajeros duermen con el sopor que produce la calefaccin; pero a l, la ansiedad lo mantiene despierto. Cada tanto, pasa un dedo sobre el cristal empaado y por ese espacio mnimo intenta descubrir el mundo exterior; los relmpagos iluminan la pampa indefinida. En pocas horas se encontrarn nuevamente y el deseo le oprime el pecho. Cuando despierta, el cielo est apenas iluminado con la primera luz del amanecer. An llueve y el campo contina tan plano como cuando lo adivinaba bajo la luz de los relmpagos. Recuerda la tarde que caminaron por el borde del barranco y ms all, el mar oscuro, luego revive el momento al pie del nico rbol, desflecado y torcido, encima del acantilado; evoca la piel suave y fra sobre su cuerpo. Muy lejos, en el horizonte, se dibuja una raya de luz: el dbil sol de invierno lucha contra la tormenta. El mnibus avanza por la costa, ha reducido la velocidad y el movimiento de los pasajeros anuncia el fin del viaje, pero nadie mira la ancha playa, tampoco l, que guarda en la memoria las tardes de amor entre la arena tibia y el viento helado. Estn arrimando a la

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vereda y pronto se detendrn. Imagina que estar esperndolo, aunque una sombra de duda cruza su pensamiento y se aterra: - podra no estar, piensa y todo su cuerpo se estremece. Algunos pasajeros se ponen de pie, l mira por la ventanilla y busca entre quienes estn en la vereda: - All est... junto a la columna, no, no es y la duda da paso al desasosiego; el mundo que construy durante el viaje se estremece y amenaza derrumbarse. Por fin el mnibus se detiene y aparece, corriendo, una sombra borrosa. Saba que vendras, piensa y sonre satisfecho: ya olvid la incertidumbre y el desasosiego. Saba que vendras.

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4 Escenas en la Direccin del transporte contadas en primera persona

La historia de Expreso Transportes Reconquista

A inicios de la dcada de 1950 comenz a circular Expreso Transportes Reconquista entre La Plata y San Isidro, la concesin provincial N 10, que anteriormente era atendida por Costera Criolla, empresa que atenda esa lnea junto con la concesin provincial N 11 entre Avellaneda, Mar del Plata y Miramar; finalmente Costera Criolla uni esta lnea provincial con la que atenda en el orden nacional: Buenos Aires - Mar del Plata Necochea - Baha Blanca y centraliz los servicios en su terminal de Capital Federal. Consecuente con esta operacin, desaparecieron los mnibus de Costera numerados a partir del nmero 1 (como lo exiga la Ley Orgnica del Transporte de la Provincia) y todo el parque automotor fue numerado a partir del 101, numeracin que tena la parte nacional.

An hoy, ms de cincuenta aos despus, el pblico sigue llamando la Costera a Transportes Automotores La Plata, la empresa heredera de Expreso Transportes Reconquista, que atiende la vieja concesin provincial 10, despus lnea 338. Desafortunadamente, la

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Costera Criolla, la de Mar del Plata, la de Necochea, infaltable en las rutas de la Costa Atlntica durante ms de medio siglo, desapareci en alguna de las tantas turbulencias de la economa argentina.

34. Expreso Transportes Reconquista comenz a operar con unidades carrozadas en su mayora por El Trbol (internos 10 o 12) y El Halcn (interno 6). A fines de los aos cincuenta y comienzos de la siguiente dcada los chasis Aclo Regal carrozado por El Halcn, El Trbol o Geronimo Gnecco eran utilizado indistintamente para servicios de larga distancia con asientos de mayor confort (Costera Criolla, Chevallier), para servicios de media distancia, como los de Expreso Buenos Aires o para itinerarios casi urbanos en su totalidad, como el de Expreso Transportes Reconquista; en la misma categora estaban los chasis Leyland y algunos pocos Dennis. En la figura, un chasis Aclo carrozado por El Trbol.

35. A mediados de los aos cincuenta Expreso Transportes Reconquista incorpor varias unidades Seddon carrozadas por Decaroli (numeradas desde el 18 al 23) se trataba de vehculos ms pequeos y giles que los tradicionales Aclo, quizs fue un primer intento por definir el mnibus urbano de media distancia. Poco tiempo despus, Expreso Transporte Reconquista incorporaba dos unidades (Nos. 31 y 32) convencionales, Mercedes Benz carrozados por Cametal, fue otro intento por definir el mnibus urbano de media distancia, en este caso, a partir de chasis con el motor afuera de la carrocera.

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Sorpresivamente,

a

mediados

de

los

aos

sesenta,

la

Reconquista como familiarmente llambamos a esta empresa comenz a prestar servicios regulares en dos nuevas lneas provinciales: una entre La Plata y Mar del Plata y la otra entre La Plata y Junn sin tener obviamente- las unidades apropiadas para estos servicios de larga distancia, ya que su parque estaba formado mayoritariamente por unidades Volvo con diferentes carroceras equipadas con las limitadas comodidades que requeran los viajes de media distancia.

36 y 37. Expreso Transportes Reconquista inici sus servicios entre La Plata y Mar del Plata con unidades Volvo carrozadas entre otras firmas- por Vlox y El Trbol. En esos aos las lneas a Mar del Plata eran atendidas por otras empresas con un estndar de confort muy superior al que poda ofrecer la Reconquista con sus unidades de media distancia suburbana. Vale la pena comparar la figura 03 (El Trbol Volvo de los primeros aos aos sesenta) con la figura 02 (Decaroli Seddon, 1952-53 con motor Perkins) para comprobar que en diez aos el diseo segua manteniendo las mismas referencias al parabrisas rehundido del GM Parlor Coach. El diseo de Vlox (figura 37) representa un importante paso al abandonar la rplica de formas de los importados GM y proponer un audaz diseo de parabrisas curvo integral, junto con un ms moderno diseo de la onda azul sobre los pasarruedas: rplicas de alas.

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Finalmente, la Reconquista cedi la lnea a Mar del Plata a la nueva empresa Transportes Automotores Micro Sur, creada para ese fin, que atenda el servicio con una decena de nuevos mnibus Magirus Deutz, similares a los de la acreditada empresa portea Stella Maris, aunque con un estndar de confort mucho menor.

38. Micro Sur reemplaz a Expreso Transportes Reconquista en la lnea La Plata Mar del Plata con una pequea flota de unidades Magirus Deutz, similares a los de Costera Criolla o Stella Maris, aunque con un estndar mucho menor que el de esta empresa portea, pionera de los servicios diferenciales.

El expediente de Transportes Automotores Micro Sur

- Te interesara trabajar en la Direccin del Transporte? te pregunto porque te veo siempre dibujando micros. El Director del transporte es amigo mo y me coment que anda buscando un colaborador, algo as como un asesor... me dijo Alfredo, un arquitecto de la sala de dibujo de la Direccin de Arquitectura del MOP, donde yo trabajaba mientras estudiaba en la Universidad Nacional de La Plata. De pronto, el mundo de la arquitectura abri una puerta al mundo de la pasin por los micros, palabra muy usada en La Plata para designar a mnibus y colectivos y por supuesto- gan el mundo de la pasin. En 1969, poco antes de recibirme de arquitecto comenc a trabajar en la Direccin del Transporte de la Provincia de Buenos Aires. Dos aos

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despus,

siendo

empleado

de

la

Direccin,

terminaba

la

especializacin en Urbanismo con nfasis en movilidad y transporte. - Usted me va a colaborar en el proceso de liquidacin de Micro Sur, dijo el Director, mientras me asignaba el primer trabajo. Las viejas Costeras Leyland carrozadas por Decaroli, los Aclo de la Reconquista, los susurrantes Seddon, la inauguracin del servicio a Mar del Plata con un Volvo carrozado por El Trbol, los relucientes Magirus blancos y verde del Micro Sur, todas las imgenes revolotearon en mi cabeza y yo me vea en todas, porque esas eran las imgenes de mi historia. Aturdido por la emocin me sent a escribir mi primer informe que era como contar momentos de mi vida.

Conclua la dcada de 1960; muchachos de pelo largo y chicas en minifalda, msica de los Beatles y pop-art que nos traa el Instituto di Tella; Sergio Renn hablaba un nuevo lenguaje en el cine y Zulma, La Lechuguita, brillaba en el teatro Nacional; cada da apareca algo nuevo que rompa los viejos esquemas, porque en los aos sesenta todo era nuevo, o quizs, as lo sentamos desde nuestros apenas pasados veinte aos de edad.

El golpe militar del 66 haba maltratado muchas ilusiones jvenes pero tambin dej ver que la creatividad poda refugiarse en los rincones ms insospechados, an bajo la retrgrada dictadura de algn general de dudosa salud mental que intent destrozar la Universidad, cerrar institutos de investigacin y centros de arte, prohibir modas y castrar ilusiones.

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Uno de esos rincones era, para m, la Direccin del Transporte, donde cada informe que elaboraba se confunda con mis recuerdos y mis afectos. En esos aos, por las rutas de la Provincia comenzaban a circular los llamados camellos, mnibus con el piso escalonado que permita mayor capacidad en las bodegas y se basaban en el diseo del Scenicruiser que produca GM para la empresa norteamericana Greyhound Lines. Un nuevo estndar de confort y nuevo gusto en el diseo para viajes de larga distancia.

39. Empresa Argentina: los Lagartos carrozados por Miguel Latorre en Necochea fueron quizs el ms logrado diseo de camello ya que estaba basado en el original General Motors y desarrollado con un cuidadoso estudio de proporciones, lamentablemente se construyeron solamente unas pocas unidades.

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40 y 41. Los camellos de DIC en Micro Mar y en El Rpido Argentino marcaron el punto ms alto en confort en los aos 60.

Compaa mnibus Pampa y las empresas de Necochea

Va a viajar a Necochea, me dijo un da el Director y agreg: Las pequeas empresas regionales no son econmicamente rentables y Pampa quiere adquirirlas e incorporar esos servicios a su esquema de lneas provinciales. Hay un trmite de cesin de El guila del Mar y de Avenida a favor de Pampa. Por fin tendremos en la Provincia una gran empresa de transportes. Viaj en un avin de la Provincia junto con otro asesor que atenda un problema de cargas en el puerto de Quequn. Apenas llegamos corr a casa de la familia Valbuena:

- Por favor no le vendan a Pampa... No pierdan el guila del Mar y comenc a relatarles aquellos viajes desde Jurez, cuando era nio, mis recuerdos de los Ford carrozados por El Trbol y las horas pasadas en la oficina frente a la plaza de Necochea viendo llegar y salir los micros regionales. No vendan El guila, insista, - no

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pierdan el esfuerzo de toda la vida. Solamente me falt decir: - No vendan mis recuerdos. La familia estaba muy emocionada: Escuchemos al arquitecto, deca la seora de Valbuena; el frente verde y gris, brillante de cera, del coche 3, el Decaroli, era el teln de fondo para mi discurso que no era, precisamente, el de un funcionario de la Provincia. No hay nada que hacer... no podemos sobrevivir ante la presin de Pampa, fue la conclusin... Una conversacin muy similar y con la misma conclusin cerr el da de trabajo ante la Empresa Avenida, que en esos momentos llegaba por Barker y Tandil hasta Rauch y Las Flores. En el avin de regreso, mientras el asesor de cargas me contaba su da de trabajo con los camiones del puerto yo no sala de mi asombro: - Es el propio Estado quien acaba con los sueos y el trabajo familiar de toda la vida de esta gente...

42. Compaa mnibus Pampa, un viejo Aclo carrozado por Vlox era parte del pequeo y heterogneo parque de la empresa antes de su expansin; esta unidad, tal vez haba prestado servicios en Transporte Interprovincial Rosarina entre Rosario, San Nicols y Arrecifes.

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43. Dos unidades de Pampa S.A. representativas de los diseos de la dcada del setenta (el doble camello en segundo plano) y de la dcada del ochenta: el mnibus de techo liso, en primer plano.

44. En los aos ochenta, Pampa incorpor un gran nmero de unidades carrozadas sobre chasis O-140, en su mayora carrozas por Cametal con el modelo Nahuel.

En 1972 termin el informe Estructura del sistema de transporte automotor de pasajeros en la Provincia de Buenos Aires. Un estudio que, como asesor de planeamiento, me encarg la Direccin y se refera a la relacin de las lneas de transporte de pasajeros con la forma de las ciudades y la estructura del territorio, en medio de un enorme y disimulado esfuerzo por salvar la identidad de las empresas y la de mis recuerdos. All, en el punto 9.1.4 Necochea como polo del sistema de transporte regional, deca: Adecuar el sistema concurrente a Necochea 51

al doble rol de esta ciudad: como centro de servicios de la regin y como centro turstico y se identificaba el sistema con las empresas prestatarias. Notablemente, la corta visin de la FATAP de esos aos no entendi el estudio tal vez ni le interes- aunque all, en medio de la apata de la Federacin, estaba la brillante la figura del doctor Fonseca, mxima autoridad en la historia del transporte de pasajeros por automotor en Argentina, nico interlocutor y apoyo con que cont el estudio...

Desafortunadamente, no se poda ocultar que las estadsticas evidenciaban los bajos coeficientes de explotacin de las empresas producido por el limitado desarrollo econmico y la rudimentaria forma de administracin que les impeda crecer en el marco del desarrollismo econmico que nutra el pensamiento de la Direccin. El tercer punto que sealaba el informe propona extender las lneas de las empresas regionales con el fin de captar un mayor nmero de pasajeros.

Todo esto que intent ser un empujn para el crecimiento de estas pequeas empresas, en su mayora familiares, se estrell contra las rudimentarias administraciones que no se atrevieron a arriesgar en nuevos servicios ni en la ampliacin de los reducidos parques automotores. Finalmente la Direccin llev a cabo su plan: lo que las empresas familiares no se atreven a hacer lo har Pampa. Avenida y El

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guila del Mar fueron las primeras que desaparecieron con la aprobacin de la transferencia a favor de Compaa mnibus Pampa. All se fueron mis recuerdos y mis emociones infantiles. Das ms tarde, se complet el trmite de fusin de El Colgante que cruzaba de Necochea a Quequn por el puente que le daba nombre a esta empresa de un nico micro, con Transportes Necochea, la vieja concesin P.20 que una los mismos municipios por el puente del puerto.

- Yo viv ms de un mes en La Dulce y s lo que representaba el guila del Mar para ese pueblo, dije al Director, recordando que a los 14 aos ayudaba a un to agrimensor a medir potreros entre cardos y tbanos. El guila era el nico contacto con el mundo, ms all de un tren que algunos das paraba en la olvidada estacin. Pero adems, los choferes del guila eran parte de las familias: llevaban encomiendas, traan cartas, hacan compras o simplemente traan saludos de amigos de Jurez o de Necochea. Usted cree que Pampa va a hacer eso? Pampa ni va a entrar a esos pueblos. El Director me miraba en silencio; su mundo no pasaba por La Dulce, ni por J.N.Fernndez, Barker o Rauch. Nadie confiara sus sentimientos (porque eso es lo que llevan y traen los micros del guila y de Avenida) en algo recin inventado, sin historia y con un futuro que les resulta ajeno. Pampa no tiene historia ni futuro para esos pueblos...

Da a da Pampa compraba nuevos Mercedes Benz O-140 y se preparaba para absorber a las otras empresas con el apoyo de la

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Direccin. Pero la lucha de las pequeas empresas continuaba en otros frentes: El seor Fucile, propietario de la empresa que llevaba su nombre tambin incorpor nuevos O-140 en su recorrido a San Cayetano y Gonzlez Chves, pero la lnea estaba asfixiada: se hubiera podido prolongar a Jurez, aunque este alargue hubiera representado ms un aumento en los costos de explotacin que un incremento en el nmero de pasajeros, ya que los tramos entre esta ciudad y Necochea o Gonzlez Chvez estaban atendidos por numerosos servicios provinciales y nacionales. Es imposible, concluy un da el seor Fucile, uno de los empresarios ms nobles y decentes que conocieron las oficinas de la Direccin del Transporte. La empresa pas a manos de Pampa...

45. Empresa Fucile: un nuevo Mercedes Benz O-140, ltimo esfuerzo por salvar la autonoma y la identidad de la empresa; poco tiempo despus, Fucile tambin pas a formar parte de Pampa S.A.

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En medio de todas estas transformaciones que destrozaron el tradicional esquema de empresas de media distancia centralizadas en Necochea, desapareci tambin La Estrella del Sur. Nunca supimos si fue comprada por Pampa o si haba desaparecido con anterioridad. El viejsimo mnibus azul y crema, que viajaba entre Necochea y San Cayetano en medio de la polvareda del verano o en el barro del invierno ya no exista y en la Direccin no haba registros de su destino.

46. El viejo mnibus azul y blanco de La Estrella del Sud con el nombre de la empresa escrito en letras cursivas de gran tamao, que an a fines de los aos cincuenta atenda la lnea de San Cayetano. El esquema intenta reproducirlo a partir de un dibujo tentativo de Anbal Trasmonte sobre un chasis REO.

Mar y Sierras

Las ltimas batallas las pele Mar y Sierras, la empresa que fund el seor Horacio Leveau, notable pionero del transporte en la regin y que luego hered su hijo, un muchacho lleno de buenas intenciones y de respeto por la labor de su padre. Mar y Sierras que se inici entre Necochea, Lobera y Balcarce con un viejo International 55

carrozado por Geronimo Gnecco y un nuevo mnibus, tal vez Mercedes Benz o Volvo, carrozado por El Trbol, luchaba por sobrevivir frente al avance de Pampa.

Tal vez por la cercana en edad con Leveau hijo, salvar a Mar y Sierras se haba convertido casi en mi lucha personal: No aflojes, tens que mantener la empresa de tu pap, vas a ver qu bien te va con los nuevos O-140, trat de dar una nueva imagen a Mar y Sierras... y cambi el color verde furioso de los micros por un gris suave con cortes amarillos y celestes. - No dejs aflojar a tu marido, le decamos a la joven seora de Leveau, - tens que convencerlo que algn da va a llegar hasta La Plata: Necochea Balcarce - La Plata y tiempo despus: - Metan micros ms grandes, apunten a la larga distancia, van a llegar a La Plata. Finalmente la pequea empresa incorpor dos Leyland tal vez recarrozados por Serra- y la lnea lleg a La Plata, Leveau padre nunca hubiera imaginado que Mar y Sierras, con un International que apenas legaba a la cercana Lobera por los desolados caminos del sur de la Provincia, ahora se codeaba con las grandes en un exitoso servicio utilizado por los jvenes de Necochea que estudiaban en La Plata y en verano por los turistas...

La escena en Mar del Plata, Explanada y El Rpido del Sud

1973 se anunciaba como un ao lleno de expectativas, El gobierno de Cmpora se vea como una luz que borrara el recuerdo de las oscuras dictaduras militares en un horizonte de justicia social e igualdad... En la Provincia de Buenos Aires, la gobernacin de Bidegain se anunciaba con la misma claridad. Sorpresivamente me propusieron 56

ser Subdirector del Transporte, acompaando a un Director con quien compartamos pensamientos e intenciones. El futuro era social, de eso no tenamos dudas.

Un entorno de debate poltico, las utopas comenzaban a realizarse, el cine mostraba las luchas sociales, la literatura tambin; el mundo de esperanzas pasaba por Santiago de Chile, por La Habana, por Buenos Aires, por las interminables charlas en el caf La Paz de la calle Corrientes, por las incontables reuniones con choferes y algunos empresarios en uno u otro punto del Gran Buenos Aires. En las carreteras de la Provincia aparecan nuevas siluetas: los doble camellos de Cametal, uno de los ms bellos y proporcionados mnibus en la historia de las carroceras argentinas y los Panorama de DIC, tambin con doble camello y excelente diseo.

47. La Estrella: Cametal doble Camello, un diseo excelente

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48. Costera Criolla: Dic doble camello, anterior al modelo Panorama, posiblemente recarrozado sobre un chasis Mercedes Benz O-317

49. Costera Criolla: el imponente frente de un doble camello sobre chasis Magirus Deutz.

Pero el trabajo como Subdirector del Transporte era muy diferente al de planeacin: haba urgencias y prioridades; al mismo tiempo surgan problemas en las lneas urbanas del Gran Buenos Aires o en los confines de la Provincia. Necochea pas a un segundo plano y la atencin se centr en Mar del Plata: la desaparicin de la querida

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Compaa Explanada Mar del Plata, la vieja lnea E entre la Perla y el Faro con sus decrpitos mnibus de plataforma trasera, despus lnea 12 y en ese momento en proceso de disolucin. Tambin se anunciaba la creacin de una efmeracooperativa, mientras el nombre

Explanada pasaba a la nueva empresa que formaron los carroceros Serra para atender servicios de temporada desde el Gran Buenos Aires. Por ltimo, El Rpido del Sud, tambin creado por don Horacio Leveau, el padre de mi amigo de Mar y Sierras, era retirado de su tradicional ruta a Miramar (en origen hasta Necochea) y se lo converta en un servicio urbano, como el abandonado por la Compaa Explanada Mar del Plata.

50. Los mnibus de Compaa Explanada Mar del Plata, con la plataforma trasera cerrada descuidadamente. Posiblemente la vieja carrocera fue montada sobre un ms nuevo- chasis Ford Francs.

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51. Serra mantuvo el nombre Explanada en una empresa creada con algunos chasis Leyland carrozados en su industria. Con estos grandes mnibus se atendan servicios de turismo a Mar del Plata desde algunos puntos del Gran Buenos Aires. Sin embargo la iniciativa tuvo una corta vida, lo mismo la cooperativa Cotne (Cooperativa de obreros del transporte Nueva Explanada)

La euforia social y el entusiasmo poltico reventaban en ms y ms problemas, particularmente en las empresas del Gran Buenos Aires donde los movimientos obreros tenan ms fuerza: al norte la lnea 204, SCOTA, la Reconquista de Tigre; al sur la 209, Expreso Lans al borde de la quiebra y la 278, la tradicional empresa 25 de Mayo se debata acosada por conflictos internos; cerca de Capital, la 341 luchaba infructuosamente por sobrevivir con un puado de viejos colectivos; sin embargo, todo pareca tener solucin en el marco entusiasta de la ideologa.

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El fin de la infancia, el fin de Mar y Sierras y el fin del fin

Una tarde, a mi regreso de Saladillo, despus de una visita a la pequea empresa El Principio que iba a ser comprada por Expreso Liniers, pas un momento por la estacin de Quilmes, all estaban mis amigos, los choferes de la 324, la impecable Primera Junta: - Te enteraste? dijo uno de ellos con expresin desencajada y sin darme explicaciones me arrastr hasta un grupo reunido en torno a un pequeo radio que narraba los sucesos de Santiago de Chile: los militares de ese pas haban derrocado a Allende, se hablaba de un general llamado Pinochet...

Sin dudas, se fue el principio del fin, el duro paso de la utopa juvenil a una realidad que no podra llamar adulta sino sombra. En poco tiempo la peste dictatorial alcanz a Argentina.

En enero de 1974 tuve que alejarme de la Direccin del Transporte y un par de aos ms tarde, del pas. Cuando regres en 1984, una amiga me invit a Necochea y fuimos en su auto. Por las rutas 2 y 228 ya no se vean camellos, algunos pocos doble camello sobrevivan en medio de los nuevos mnibus de techo plano: los ltimos DIC Panorama ya no tenan las ventanillas y el techo escalonado. Junto

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a ellos, los nuevos diseos de Cametal y San Antonio mostraban el cambio de esttica ocurrido en esos pocos aos.

52. Costera Criolla: los ltimos DIC Panorama y los nuevos San Antonio ya no tenan las ventanillas y el techo escalonado: la nueva esttica regresaba a los mnibus de techo plano, en muchos casos con una joroba en la parte posterior para alojar el equipo de aire acondicionado.

En Necochea ya no exista la oficina de las empresas regionales frente a la plaza, la haba remplazado una asptica Terminal de Transportes cercana al ro Quequn. Tampoco exista Mar y Sierras. No quise buscar a mi amigo Leveau, no quera saber -aunque intua- cul haba sido el destino de la ltima empresa regional de Necochea.

Ms tarde fuimos a la terminal y el playn de estacionamiento estaba repleto de mnibus de Pampa S.A, en su mayora Mercedes Benz 0-140, sin dudas el modelo emblemtico de la dcada de 1970 de y los

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primeros aos ochenta... evidentemente, la Direccin del Transporte y los empresarios de Pampa S.A., amparados en el pensamiento desarrollista haban logrado su propsito: una gran empresa haba reemplazado a las pequeas firmas familiares...

Pero a travs de infinitos detalles, desde las microscpicas molculas del ADN hasta los grandes rasgos de la cultura, seala Italo Calvino14 el mundo nos muestra que cada da adquieren ms fuerza las estructuras pequeas, livianas, flexibles y adaptables a los cambios; tambin nos muestra que las tcnicas de la literatura basadas en los relatos cotidianos y en el descubrimiento de la vida diaria explican la ciudad y el territorio con ms realidad que los inalcanzables planes del urbanismo.

Cuando unos aos ms tarde regres nuevamente a Necochea, Pampa S.A, la pesadilla desarrollista que acab con tantos sueos familiares, ya no exista y el nombre estaba casi olvidado, haba desaparecido en otro remolino de la impredecible economa argentina.

- Me preguntas que libro le regalaras? Sin dudar te digo que le regales un Atlas, que lo dejes alucinar recorridos jugando sobre los mapas e imaginando los relieves, las costas, las ciudades; porque el nico modo de conocer un territorio es a travs de los

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Calvino, Italo, Seis propuestas para el prximo milenio. Siruela. Madrid. 1989.

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recorridos que hagamos en l, as como descubrimos el mundo en la piel materna o la pasin en la piel del cuerpo deseado. Cavafis, el poeta de Alejandra dice en el poema taca: Cuando partas hacia Itaca, pide que tu camino sea largo y rico en aventuras y conocimientos y despus de describir las aventuras que puede deparar el viaje, concluye: A Itaca debes el maravilloso viaje. Sin ella no habras emprendido el camino. Itaca fue el motivo para iniciar el recorrido, que es el viaje y es la experiencia de la vida.

- Sin dudas: un Atlas puede ser el mejor regalo... pero tambin debes contarle todo aquello que el Atlas no muestra y fueron emociones en tus recorridos: las medialunas de Atalaya, el perfil oscuro y chato de las sierras de Balcarce, la visin del mar al fondo de la avenida de entrada a Mar del Plata, el cruce de La Ballenera, que alguna vez fue una pulpera de gauchos y all se incendi el coche 3 de la Costera, un viejo Aclo recarrozado por Decaroli. Habla de las empresas de Necochea, o de las de cualquier otro lugar, de las de tu ciudad, sueen el recorrido sobre los mapas del Atlas...

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