La mujer y la madre

7/25/2019 La mujer y la madre

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El psicoanálisis nos enseña que podemos conocer a una

persona observan

do su forma de vincularse, de relacionarse con los demás. Es

en la forma de

relacionarse con los demás, como va evidenciando su propiocarácter y

aquellos rasgos tan propios, tan individuales, que hacen al ser

humano único

y personal en medio de tanta uniformidad. En consecuencia,

es posible cono

cer a una mujer por la forma en que se conduce como madre.

Pero ¿a quin vamos a llamar madre! El diccionario de"ne que

se esmadre por el solo hecho de dar a lu# a un ser, no importa cuál

vaya a ser

su proceder futuro hacia ese hijo. $e puede ser madre pues,

por un acto

"siol%gico, deseado o no deseado.

&a palabra madre tiene tambin una connotaci%n

caracterol%gica y en

tonces designamos as' a la funci%n de quien cr'a, educa yenseña a sus

hijos( lo señalado por )romm* +e ama por lo que soy, o, qui#á

más

e-actamente, me aman porque soy... o tengo que hacer

nada para que

me quieran /el amor de la madre es incondicional... El amor

de la

madre signi"ca dicha, pa#( no hace falta conseguirlo, ni

merecerlo+.0 El

humanismo de )romm sigue planteando con toda claridad a

quien podr'amos

llamar madre* +&a funci%n de la madre es darle seguridad en

la vida. . .



En el caso ideal, el amor de la madre no trata de impedir que

el niño cre#

ca, no intenta hacer una virtud de la desvalide#. &a madre

debe tener fe

en la vida y, por ende, no ser e-ageradamente ansiosa y nocontagiar al

niño de su ansiedad. El deseo de que el niño se torne

independiente y

llegue a separarse de ella debe ser parte de su vida+.1 +El

amor materno. . .

inculca en el niño el amor a la vida. . . una madre debe ser no

s%lo una

2buena madre3, sino una persona feli#. . . El amor de lamadre a la

vida es tan contagioso como su ansiedad+.4 +&a verdadera

reali#aci%n del

amor materno no está en el amor de la madre al pequeño

beb, sino en

su amor por el niño que crece+.5 +&a esencia misma del amor

materno

es cuidar de que el niño cre#ca, y esto signi"ca desear que elniño se

0 )romm E. El arte de amar. p. 56.

1 7b 7d, p. 84.

s 7bid, p. 86.

9 lbid, p. :;.

<0=0>

$ilva ?arc'a, @., 06:A* &a mujer y la madre. Bspectos

psicol%gicos. 7n* B. Bramoni CEd.D, umanismo y pediatria. &as

bases psicosociales para la práctica pediátrica, -ico

C)ondo Editorial estl de la Bcademia e-icana de Peditr'aD

06:A, pp. 0=0F0A=.

Propriety of



separe de ella... &a madre no s%lo debe tolerar, sino tambin

desear y

alentar la separaci%n del niño... &a mujer narcisista,

dominadora y po

sesiva puede llegar a ser una madre 2amante3 mientras elniño es pequeño.

$%lo la mujer que realmente ama, la mujer que es más feli#

dando que

tomando, que está "rmemente arraigada en su propia

e-istencia, puede

ser una madre amante cuando el niño está en el proceso de la

separaci%n...

y aún despus de la separaci%n, seguir amando+.8Gomo se ve, la madre en el sentido caracterol%gico, es un

adulto pleno,

productivo y creativo( es un ser que se ha trascendido y ha

logrado apren

der a amar a su pr%jimo y a s' misma, a amar a la vida y a ser

feli#.

$in embargo, esto es infrecuenteHy la cl'nica nos lo demuestra.

$e debe señalar que la mayor parte, son madres animadas delas me

jores intenciones /al menos inicialmente/ pero al percatarse

que el ser

madre signi"ca desvelos, sacri"cios, frustraciones y una muy

seria respon

sabilidad, desaparecen las ilusiones que las animaban. &a

maternidad, igual

que el matrimonio, se transforma entonces en una carga

rutinaria, que se

sobrelleva lo mejor que se puede.

Iejando de lado las ilusiones y las buenas intenciones,

veamos por qu



las mujeres tienen hijos, c%mo se relacionan con ellos y a qu

orientaci%n

de carácter pertenecen.

Jrientaci%n del carácter, las motivaciones para ser madre

y la relaci%n madreFhijosaD Jrientaci%n receptiva. $on mujeres sumamente inmaduras,

psico

l%gicamente más pueriles que el promedio estad'stico.; $on

madres porque

necesitan el consuelo de la presencia f'sica y del amor de los

hijos en la

ausencia cotidiana del esposo( porque los hijos sirven para

atraer la atenci%n de los demás o la aprobaci%n de parientes y amigos, o

porque, aparte

de ser un factor de trascendencia, los hijos son la única

evidencia mani

"esta de que son mujeres cronol%gica y anatomoF

"siol%gicamente adultas.

Este tipo de motivaci%n se puede ejempli"car con el sueño de

una de ellas*+e soñaba niña, caminando por una calle de mi ciudad natal(

iba de la

mano de una señora amiga m'a Cque dobla en edad a la

pacienteD. iraba

hacia arriba, a mi amiga y le dec'a con vo# infantil* +Ko

tambin soy mujer,

yo tamibn tengo una hija+.

En las madres que tienen esta orientaci%n de carácter es

t'pica la ne

cesidad de ser amadas,= por lo que son muy sensibles al

recha#o( pero

s 7bid, p. :0. f.

: )romm, E.* Etica y psicoanálisis, p. =; L.



= 7bid, p. =;F=1.

Bspectos psicol%gicos 0=4

más importantemente son madres pasivas, sumisas,

tendientes al masoquismo.

$on mujeres dependientes, sobre todo en sus madres, perotambin en el

esposo, los hijos, la servidumbre, etc. Muscan soluciones

fáciles a todo,F

puesto que carecen de opini%n propia( consultan a los

especialistas en forma

super"cial y momentánea, para que les brinde la orientaci%n

fácil, sencilla,

sin esfuer#o a sus problemas. Nuisieran educarmaravillosamente a sus hijos,

pero no entienden que sto s%lo se logra con un gran

esfuer#o, ya que el

amor, la felicidad y la libertad /requisitos esenciales para ser

una madre

amorosa/ s%lo se conquistan con un trabajo incesante. &a

conducta para

con sus hijos es tan inconsistente como lo es el resto de suvida, variando

con la opini%n prevalente del momento( en general, tienden al

consentimien

to, la permisividad y la indulgencia pasiva, infantili#ando a sus

hijos. Pero

más importantemente aún, estos rasgos de su orientaci%n

receptiva las llevan

a huir de sus hijos, buscando que algún familiar o sirviente los

eduquen

por ellas.

Guando estas madres tienen la fortuna de tener hijos

constitucionalmente



fuertes y que, además, estn relacionados positivamente en

su medio

ambiente con el padre, el abuelo o algún adulto comprensivo

y amoroso

/sea o no miembro de la familia/ el hijo tiene la posibilidadde desarro

llar sus cualidades positivas, ya que su madre no interferirá

con su libre

desarrollo, ni habrá formado con ella "jaciones o la#os fuertes

de depen

dencia que limiten su maduraci%n. $in embargo, estos casos

son raros(

lo frecuente es que los hijos adquieran de la madre losmismos rasgos de

orientaci%n receptiva.

bD Jrientaci%n e-plotadora. Estas mujeres son madres porque

no tie

nen fe en el amor del hombre escogido por ellas como esposo

y menos aún,

fe en la fuer#a de su amor. ar-, citado por )romm,A dice* +$i

amamos sinproducir amor( es decir, si nuestro amor como tal no produce

amor( si por

medio de una e-presi%n de vida como personas que amamos,

no nos con

vertimos en personas amadas, entonces nuestro amor es

impotente, es una

desgracia+.

$iendo inseguras e impotentes, estas mujeres buscan atrapar

el amor

del esposo o, al menos, atarlo a ellas por medio de los hijos.

Pero el gri

llete es grillete para ambos c%nyuges( buscanso seguridad,

ellas se han



fabricado una prisi%n que s%lo aumenta su impotencia y su

inseguridad y,

en consecuencia, su necesidad de poseer. Esta insatisfacci%n

respecto a lo

que se posee, es una de las bases psicol%gicas del ego'smo.Este es el grupo

de las madres ego'stas, las madres sobreprotectoras y las

madres con +gene

rosidad+ neur%tica.6

s 7bid, p. 48.

6 Para mayor abundamiento ver el cap'tulo titulado +Bmor a s'

mismo+, de la

obra +El arte de amar+ Cp. := a =4D de E. )romm.Para comprender el efecto que estas madres tienen sobre sus

hijos,

baste señalar aqu' que, básicamente, todas ellas s%lo se

interesan por s'

mismas y no sienten placer en dar, como no sienten +respeto

por la dig

nidad e integridad de los demás+.0; Por el contrario, hay un

fuerte y reprimido resentimiento hacia todo el mundo que las rodea, con el

que conta

minan las vidas y las perspectivas de sus hijos.

$on madres fundamentalmente autoritarias y posesivas, con

importan

tes rasgos sádicos. Gomo no esperan amor, poseen lo que

pueden. En su

afán, utili#an todos los medios posibles, menos los

destructivos, para man

tener a los hijos ligados a ellas. 7nfantiO#an a los hijos

mediante el soborno

activo, propositivo en su acci%n, aunque las madres pare#can

no ser ple



namente conscientes de sus actos. Ellas consideran que su

conducta está

justi"cada por la idea de que nadie mejor que una madre sabe

lo que es

mejor para su hijo. Gonsideran perfectamente normal suconducta posesiva

y autoritaria( no solamente normal, sino digna de encomio y

aprobaci%n.

Por el contrario, se escandali#an si su conducta es criticada.

$obornan a sus hijos con actitudes permisivas o

consentidoras, alter

nándolas con actitudes adustas o recha#antes( los sobornan

con bienes materiales, creándoles un mundo de placeres y satisfacciones

fáciles, que no

desean abandonar( los sobornan con adulaciones y halagos

que llevan con

sigo la implicaci%n tácita de que s%lo ella, como madre,

comprende y valora

adecuadamente a su hijo( los sobornan, como modernas

Girces, estimulandosus ragos negativos como la ojera, la molicie, la cobard'a, el

miedo a la

vida, el apetito desmedido, la indolencia, etc. Qransforman a

sus hijos en

cerdos, tanto en lo psicol%gico como en lo f'sico, o en ambos

aspectos( los

sobornan encubriendo sus errores de conducta, inter"riendo

as' la comu

nicaci%n padreFhijo.00

$on madres que tambin infantiO#an a sus hijos mediante la

seducci%n

se-ual, seducci%n que abarca una vasta gama de fen%menos

que no es



necesario describir, pero cuya importancia dependerá, más

que de la seduc

ci%n se-ual en s', del tipo de la vinculaci%n global madreF

hijo01

cD Jrientaci%n acumulativa. &a mayor'a de las sociedades sonpa

triarcales. En ellas, a pesar de los progresos del llamado

+movimiento fe

minista+, la mujer carece de poder socioFecon%mico y pol'tico,

con las sal

vedades que se señalarán más adelante. En estas

condiciones, las mujeres

cuyo carácter es de orientaci%n acumulativa, buscan el podersobre alguien

0; 7bid, p. =;.

u Iebe señalarse que en el proceso de maduraci%n normal, el

niño pasa de una re

laci%n predominantemente centrada en la madre, a una

centrada en el padre. Gualquier

impedimento a este proceso, tiene consecuencias negativas

para la salud mental futuradel niño. C)romm, E.* El arte de amar. p. 85D.

01 Pueden consultarse( @ohnson, B. * )actors in the etiology

of "-ation and

syntom choice. Psychoanalytio Nuart, 11* 5=8F56:( 0684.

Bspectos psicol%gicos 0=8

y nada mejor que sobre los hijos y los esposos dbiles( por

ello se mani

"estan como madres dominantes, destructivas.

Ie lo me-icano, dice accoby* +Ios factores, uno cultural y el

otro

econ%mico, inuyen decisivamente en la relaci%n entre los

se-os... El



primero es el choque subyacente entre el patriarcado y un

matriarcado en

gañosamente fuerte, de hombres tradicionalistas contra

mujeres resentidas

que sacan fuer#as de las actividades revolucionarias en elmundo moderno.

&as mujeres en rebeli%n, atacan y socavan la hombrad'a de

los maridos, que

son ridiculi#ados y la de los hijos, que son mimados en

e-ceso. . ., y como,

debido a su carácter, por lo general son más fuertes que el

hombre, pueden

ser despiadadas en su rebeli%n. . .+.+El segundo factor es socioFecon%mico. &a falta de tierra y la

di"cul

tad a que se enfrentan los hombres para sostener a su familia

y el sentirse

necesarios dentro de la casa. . . Bs', la estructura social deja

de apoyar el

desarrollo de un carácter masculino fuerte, como en el caso

de los negrosnorteamericanos pobres y de los emigrantes empobrecidos

urbanos. . ., ori

gina que las condiciones favore#can los hogares

matriarcales+.04

&a falta de capacidad econ%mica del hombre y el carácter de

orien

taci%n acumulativa de las mujeres, las lleva a destruir el

carácter del padre

y de los hijos varones, porque al igual que el amor ideal de

una madre es

incondicional, las madres dominantes y destructivas e-igen la

sumisi%n in

condicional de los hijos.



)romm establece claramente la diferencia entre este tipo de

madres y

los dos tipos anteriores* +ientras que los tipos receptivo y

e-plotador se

asemejan en cuanto que ambos esperan obtener las cosas delmundo e-te

rior, la orientaci%n acumulativa es esencialmente diferente.

Esta orientaci%n

hace que la persona tenga poca fe en cualquier cosa nueva

que pueda

obtener del mundo e-terior( su seguridad se basa en la

acumulaci%n y en el

ahorro, en tanto que cualquier gasto se interpreta como unaamena#a. . .

$u avaricia se re"ere tanto al dinero y otros objetos

materiales, como a los

sentimientos y pensamientos+.05

B este tipo de orientaci%n pertenecen las madres dominantes

y destruc

tivas* rei"can Cdel lat'n, res R cosaD a sus hijos y los

transforman en cosas de su e-clusiva propiedad. Prohiben su maduraci%n, ya no

a travs del

soborno, sino mediante la educaci%n por el terror( inspirando

en los hijos

el miedo al recha#o, el miedo al rid'culo o el miedo al

abandono. Este tipo

de madre, imbuida de fuerte hostilidad a la vida y a lo vivo,

castiga la

04 Solb, &aTrence, G y @ohnson, B. ., Etiology and therapy of

overt homose-uality.

Psychoanalytic Nuart. 15* 8;:F808( 0688.

05 )romm, E.* Etica y psicoanálisis, p. =5.



rebeli%n y s%lo acepta la sumisi%n prácticamente

incondicional.08 Para ellas,

su hijo es suyo y de nadie más, por lo que impl'citamente o

como condici%n

sine qua non, el hijo debe traicionar al padre y, enconsecuencia, al hom

bre en general.0:

&as madres dbiles mentales y mujeres con cierto tipo de

psicopat'a

se-ual se encuentran dentro de este tipo de carácter. Qienen

hijos, porque

ignoran, o no les importa, que los hijos son la consecuencia

natural delcoito. $on seres trágicos, encerradas en s' mismas, alejadas

constitucionalmente

del mundo que las rodea, incapacitadas para amar.

Qeo%ricamente al menos, y para el caso de ejemplo, relatado

por Uisher,0=

ocurren en este grupo el mayor número de infanticidios, as'

como puede ser

frecuente que los hijos presenten el +battered childsyndrome+.0A

o se puede enfati#ar su"cientemente, lo negativo que

resulta para los

hijos el convivir con una madre de orientaci%n acumulativa* el

convivir en

la pobre#a psicol%gica. )romm ha señalado el aspecto

degradante de la po

bre#a. +o s%lo a causa del sufrimiento directo que ocasiona,

sino porque

priva a los pobres de la alegr'a de dar+.06 Es decir, el pobre,

por el hecho

de su pobre#a, está privado del derecho y de la posibilidad de

amar. accoby,



ampliando el mismo tema, lo rati"ca y señala que la pobre#a,

unida a otros

factores que describe, roban al hombre su hombrad'a, lo

colocan en una

situaci%n humillante y ridiculi#ada a los ojos de las mujeres, ypermite que

stas estable#can hogares matriarcales en que predomina la

orientaci%n acu

mulativa con todas sus consecuencias.

dD Jrientaci%n mercantil. El impacto de la sociedad es muy

fuerte,

muy profundo, por lo que la mayor'a de las mujeres son

madres porqueas' lo demanda la sociedad y la religi%n imperante.

$ahagún, citado por Bramoni,1; nos dice c%mo era la

educaci%n de la

mujer a#teca* +ija m'a y señora m'a, ya habis venido a este

mundo, acá

os ha enviado nuestro $eñor, el cual está en todo lugar(

habis venido al lu

gar de cansancios( de trabajos y congojas( donde hace fr'o yviento... a

bis de estar dentro de casa, como el cora#%n dentro del

cuerpo, no habis

de andar fuera de casa, no habis de tener costumbre de ir a

ninguna

parte.. . aqu' habis de trabajar, y vuestro o"cio ha de ser

traer agua, y

moler el ma'# en el metate( all' habis de sudar junto a la

ceni#a del hogar+.

08 Vn ejemplo t'pico de madre con orientaci%n acumulativa,

dominante y destruc

tiva con sus hijos, es la Mernarda de +&a Gasa de Mernarda

Blba+, de )ederico ?ar



c'a &orca. ,

ic $obre las consecuencias psicopatognicas graves de la

relaci%n con la madre

de este carácter, ver* $ilva ?arc'a, @.* El terror del hombre a la

mujer.0= Uisher, @. $.* $uccessful therapy in a case of infanticide, p.

=: a 6;.

i3 Sempe, ., $ilverman, ). ., $teele, M. )., Iroege muller, W.

y $ilver, . S.

Qhe battered child syndrome. p. 0;8F001.

06 )romm, E.* El arte de amar. p. 45.

1; Bramoni, B.* Psicoanálisis de la dinámica de un pueblo, p.

:8.Bspectos psicol%gicos 0==

Bramoni nos señala la diferente motivaci%n de la sociedad

a#teca* +$e

reúnen ambos, hombre y mujer, para ayudar al sol en su

curso y mantenerlo

ah'. &a mitad inicial del d'a, es labor de los guerreros muertos

en el campo

de batalla, durante la matan#a y destrucci%n. &a otra mitaddel d'a, es de

las mujeres muertas durante el momento creador de dar la

vida, el parto+.10

&as demandas de cualquier sociedad son imperiosas y por

todos los me

dios concecibles tratan de someternos. &a oposici%n a las

demandas sociales

se castiga con el ostracismo, si no es que con otros medios

violentos y des

tructivos. )reud señala el temor del niño y del hombre a la

soledad* +El

miedo de los niños no es, en un principio, más que una

manifestaci%n de



que echan de menos la presencia de la persona querida( as'

como el adulto

se conducirá completamente igual que el niño, cuando por

insatisfacci%n de

su libido haya llegado a contraer neurosis, pues comen#ará aasustarse en

cuanto est solo+.11 Pero no s%lo el hombre neur%tico teme a

la soledad, ya

que el temor a la soledad es prevalente en nuestra cultura.

+&as necesidades

"siol%gicamente condicionadas, no constituyen la única parte

de la natura

le#a humana que posee carácter ineludible. ay otra parteque es igual

mente compulsiva, una parte que no se halla arraigada en los

procesos cor

porales, pero s' en la esencia misma de la vida humana, en

su.forma y en su

práctica* la necesidad de relacionarse con el mundo e-terior,

la necesidad

de evitar el aislamiento. $entirse completamente aislado ysolitario conduce

a la desintegraci%n mental, del mismo modo que la inanici%n

conduce a la

muerte+.14

)romm señala que una ra#%n poderosa que hace a la mujer

tener hijos,

es la necesidad de trascendencia, pero en nuestra sociedad

alienada, este

factor se ve refor#ado o sustituido por el fuerte temor al

recha#o de la

sociedad, Iicho en otras palabras* el temor a la soledad, al

ostracismo



social, lleva a muchas mujeres, sobre todo a aquellas cuyo

carácter tiene

una orientaci%n mercantil, a tener hijos.

+o obstante haber presentado a la orientaci%n mercantil

como una delas orientaciones improductivas, su naturale#a es tan distinta,

bajo muchos

aspectos, que representa una categor'a propia. &as

orientaciones receptiva,

e-plotadora y acumulativa tienen una cosa en común* cada

una es una forma

de relaci%n humana que, de ser predominante en una

persona, es espec'"ca de ella y la caracteri#a... &a orientaci%n mercantil, sin

embargo, no

desarrolla algo que está potencialmente en la persona Ca

menos que se sos

tenga la absurda a"rmaci%n de que 2nada3, es parte de la

dotaci%n humanaD(

su naturale#a misma es que no se desarrolla ninguna clase de

relaci%n espec'"ca y permanente, sino que la variabilidad misma de las

actitudes es la

10Jp. cit., p. :A.

11 )reud, $.* Vna teor'a se-ual, p. 011.

14 )romm, E.* El miedo a la libertad, p. 44.

única cualidad permanente de tal orientaci%n. En esta

orientaci%n se desarro

llan aquellas cualidades que pueden venderse mejor. o

predomina ninguna

actitud particular, sino la vacuidad que puede llenarse lo más

prontamente

posible, con la cualidad deseada+15



El hecho de que sea dif'cil representarlas, no quiere decir que

no e-is

tan, por el contrario, permean la clase media y alta de nuestra

sociedad.

&o que sucede es que habitualmente no acuden a la consultapsicoanal'tica,

por estar +adaptadas+ a su medio. Guando vienen a consulta,

es porque el

psicoanálisis está de +moda+ y se disuaden rápidamente o son

disuadidas

en la misma forma, de seguir un mtodo teraputico que

desarrolla actitudes

cr'ticas, opuestas a las demandas de su grupo social. $onmujeres que pre

tenden profesar la religi%n dominante, cat%lica en nuestro

caso, sin ninguna

convicci%n( pero el ritual y el formar parte de la congregaci%n

es impor

tante para su +seguridad+* consecuentemente, toman de la

religi%n lo que

les conviene y en el momento que les conviene.Ualoran a la gente por lo que tiene y no por lo que son, de tal

manera que

presentan numerosos prejuicios sociales y raciales, los cuales

de"enden con

calor a falta de ra#ones. Garecen de amor por la vida, aunque

lo profesan

de dientes para afuera, por lo cual se viven, con frecuencia,

como objetos.

CVn ejemplo t'pico es el de la mujer que en ocasi%n de un

disgusto con

yugal y amena#a de separaci%n, dice al esposo* +$', ahora que

estoy vieja



y cargada de hijos, me abandonas+. &a frase es culp'gena,

pero más que

nada, señala la vacuidad de la vida conyugal que ellas han

vivido, y que

los hijos no son e-periencias vivenciadas como tesorosvitales, sino como

la merma de un capital potencial, ya que consideran que la

edad y los

hijos, abaratan su valor en el mercadoD. Para ellas, los valores

dominantes

son el dinero y el poseer atractivo f'sico, ambos utili#ados

para acrecentar

su demanda. &a educaci%n que adquieren en el campo de lasartes o las

ciencias, tiene tambin, como "nalidad, el aumento de su

valor en el mer

cado social y no el conocimiento.

$us hijos son un brillo más, un adorno más Cen status de

casadasD, y

por ello es importante que sean actractivos en lo f'sico y

destacados en laescuela( su felicidad no les interesa, les interesa que realicen

un +buen

matrimonio+( es decir, uno que represente un paso hacia

arriba en la escala

social y que tengan -ito econ%mico. $e rigen por lo que es

permitido y

deseable en su medio y su jue# implacable es el juicio de +su+

sociedad.

ada en ellas es genuino, todo es sinttico con miras al valor

representativo

del mercado( carecen de convicciones y de principios ticos y

sus normas



son las que privan en +su+ sociedad. Para estas mujeres, el

status quo de

casadas es importante, ya que con"ere una +categor'a+ social(

su meta es*

15 )romm, E.* Etica y psicoanálisis, p. A8.Bspectos psicol%gicos 0=6

soy como tú me deseas, pero ese +tú+ no se re"ere ni al

esposo ni a los

hijos, sino al mercado.18

eD Jrientaci%n productiva. Bl principio de este trabajo se

describi%

parcialmente la orientaci%n productiva amorosa y la relaci%n

madreFhijo ala que conduce( además, esta relaci%n viene amplia y

bellamente descrita

por )romm, sobre todo en dos de sus libros* +Etica y

psicoanálisis+ Cpágs.

6;F0;4D y +El arte de amar+ Cpágs. 8AF:1D.

$e han descrito las motivaciones para la maternidad y las

relaciones

madreFhijo, pero esto no representa todo el cuadro de lo quees la mujer,

lo que es ser mujer, ni lo que puede llegar a ser la mujer.

Es indudable que el proceso de maduraci%n del ser humano es

una

tarea dif'cil y de esfuer#o incesante. &a falacia más grande de

todos los

tiempos /particularmente del nuestro/ es considerar que,

dado que el

desarrollo biol%gico del ser humano es un proceso continuo,

podr'amos

decir que automático, a partir de su concepci%n y hasta su

muerte, tam



bin deber'a serlo el psicol%gico. acen los hijos, se les cuida,

se les atien

de de la mejor manera posible y se les env'a a la escuela( a

partir de ese mo

mento, se considera que tienen a la manotodas lasoportunidades para crecer

como adultos, pero. . . ¿qu clase de adulto!

Para nuestra poca, la respuesta es que ya puede ser un

adulto edu

cado, atractivo, que obtenga -ito econ%mico y que sea sobre

todo útil

a sus procreadores y a la sociedad. &as metas que nuestra

cultura imponeson las del -ito econ%mico y de utilidad. Para nada se toman

en cuenta

las metas de felicidad, libertad para, valent'a moral, ni el

amor. En la me

jor de las circunstancias, s' se desean estas metas para los

hijos, pero en

forma super"cial y convencional, puesto que nunca se les ha

preparado nienseñado que estos logros, los más elevados del esp'ritu

humano, precisa

mente por su categor'a, requieren de esfuer#os sostenidos e

incesantes.

$i todo lo que nuestra sociedad enseña es a ser útil y a ganar

dinero, no

podemos sorprendernos de la escase# de seres humanos

maduros en el sentido

caracterol%gico, productivos en su orientaci%n de carácter.

Estos rasgos no

se enseñan en nuestra sociedad. $e escribe de ellos, se habla,

se piensa en



ellos, pero no son los valores signi"cativos, ni importantes de

nuestra cul

tura. &o que se enseña en nuestra sociedad es a comprar más

y mejores

art'culos de consumo. oy en d'a muchos seres humanosposeen casas her

mosas, acogedoras, funcionales, en que priva el confort( pero

no las dis

frutan, no saben go#arlas, salvo en aquello en que sirven a su

vanidad y a

su ostentaci%n( no las go#an, porque aún no son los

propietarios y están

atados por años a una deuda que, con frecuencia, es onerosa(no las go#an,

porque no tienen inters ni saben convivir con su familia Cla

cl'nica nos

18 )romm, E.* Etica y psicoanálisis, p. A0.

muestra la frecuencia de la angustia del "n de semana, para

hombres y

mujeresD( no las go#an, porque para muchas mujeres

signi"can una rutinaesclavi#ante y degradante y porque pronto desaparece la

ilusi%n de la no

vedad. Qodo, resultado de que al ser humano se le ha

enseñado que se es

+feli#+ teniendo casa propia, más aún si sta es c%moda,

hermosa, etc., y

no se le ha dicho claramente que una casa as', llena en

principio, la ne

cesidad básica de abrigo, pero que la felicidad la tenemos que

llevar nos

otros a la casa y no la casa a nosotros. o hay objeto alguno,

por hermoso



que sea, capa# de brindar la felicidad ni el amor. o hay

actividad alguna,

por interesante que sea, capa# de enseñarnos a ser libres, a

ser valientes, a

ser felices o a ser amados. Esto lo tenemos que aprender pornosotros

mismos, por nuestro propio esfuer#o, dentro de los l'mites de

nuestra piel

y llevarlo, compartirlo, convivirlo, con todo lo que nos rodea.

&as mujeres y los hombres de hoy, los de aqu', los de este

momento,

ju#gan /porque as' se les ha enseñado y ellos a su ve# lo

enseñan/ quebasta encontrar la persona adecuada, la que despierta ese

chispa#o de amor,

para encontrar la felicidad y lo más noble del ser humano(

como en los

cuentos de hadas, pretenden todo despus del encuentro.. .,

pero pronto

llega la desilusi%n, el desengaño y la rutina inc%moda,

desagradable y degradante. K si alguien escribe sobre el arte de amar, como

)romm, se le

ataca y critica considerándolo poco cient'"co o se considera,

si acaso han

hojeado su libro, que todo eso ya se sabe y que el autor no

tiene nada qu

decir. &o que no quiere enfrentarse, es que el amor, la

felicidad, la libertad

para, no se logran sin grandes esfuer#os y luchas contra las

tentaciones

'nfantili#antes o degradantes de la dignidad humana. Es tan

frecuente que a



los analistas, por ejemplo,Xse les pidan f%rmulas, recetas para

la felicidad

y el amor. o hay f%rmulas, no hay recetas, no hay rituales, ni

siquiera bas

ta con psicoanali#arse.1;o debe, pues, sorprender que sean tan pocas las madres

productivas,

amorosas. &as barreras sociales impuestas al ser humano

para trascenderse

constructivamente, son fuertes y numerosas, y el ser humano,

el de hoy,

el de aqu', busca caminos fáciles y holgados( busca la

seguridad econ%mica,la pensi%n para su veje#, que +disfrutará+ en cualquier

pensionado para

ancianos, o soportará la humillaci%n de sentirse un estorbo

para los hijos.

Mien dice @orge $antayana* +&a gente habitualmente se

convence con "r

me#a de que sus opiniones son preciosas, más no de que son

verdaderas+.B nuestra cultura no le interesa la verdad, le interesan las

verdades, aquellas

que nos dicen algo de la naturale#a, de los seres animados, de

las cosas

y aun de Iios( pero no le interesa lo que la naturale#a +es+ lo

que es +ser

1: Vn hermoso ejemplo de la "ere#a del esfuer#o para

superarse y trascenderse,

viene descrito en +El pobre de Bsis+, de iYos Sa#an#aYis.

Bspectos psicol%gicos 0A0

humano+, ni le interesa vivir en pa# y armon'a consigo mismo,

ni con sus

semejantes, ni con la naturale#a y, para muchos, ni con Iios.



K si todo esto es verdad y se aplica para aquellos que tienen

sus nece

sidades básicas cubiertas, para aquellos que tienen acceso a

la educaci%n

superior, a la cultura, la ciencia, la "losof'a y el arte( ¿quesperan#a tienen

aquellos obligados a vivir en la miseria material más

absoluta! ¿Nu, para

los que el hambre ha degradado! ¿Nu, para aquellos que no

tienen acceso

a est'mulos para su inteligencia, para su sensibilidad

potencial!

o se pretende desanimar, lo que se pretende es señalar lodif'cil de

la tarea, no que sea imposible. Qampoco se pretende justi"car,

se pretende

entender. ¿Nu es la mujer ¿Nu es ser mujer!

Bntes de hablar de la psicolog'a de la mujer, conviene

plantear un punto

de partida, que no por conocido deja de ser de suma

importancia* el hombre y la mujer tienen la misma esencia humana y en tanto

humanos, el

hombre y la mujer, son iguales. Esta igualdad no implica la

ausencia de

diferencias entre los se-os. Es claro que e-isten diferencias

psicol%gicas

enrai#adas en las diferencias anatomoF"siol%gicas, que si bien

menos obvias

que estas últimas, representan la proyecci%n psicol%gica de la

polaridad

hombreFmujer. Es necesario enfati#ar que estas diferencias

psicol%gicas entre

la mujer y el hombre no son de"ciencias!HH



&as caracter'sticas psicol%gicas de la mujer, derivadas de su

diferente

anatomo"siolog'a y, consecuentemente, de su diferente papel

en el coito

heterose-ual, han sido claramente descritas por )romm,1A porlo que este

trabajo se limitará a enumerarlas sin entrar en mayores

detalles( en algunas

ocasiones y con el objeto de claridad, se plantearán dentro de

la polaridad

hombreFmujer. +El hombre debe demostrar que cuenta con la

capacidad

de tener una erecci%n y de mantenerla. &a mujer, por otraparte, para

satisfacer se-ualmente al hombre no necesita demostrar

nada, salvo un cierto

grado de disposici%n+, +... la disponibilidad de la mujer. . .

depende de

la voluntad de ella( es una decisi%n consciente+. El hombre,

+puede en rea

lidad sentir deseo se-ual y tener una erecci%n en contra de suvoluntad y

puede ser impotente, no obstante desear ardientemente lo

contrario+.

Gonsecuente con lo anterior, la mujer se siente insegura en el

acto se-ual,

+en ser dejada sola, en ser frustrada, en no tener completo

dominio del

proceso que conduce a la satisfacci%n se-ual+.16 En tanto que

el hombre

siente temor ante la posibilidad, siempre e-istente, de +fallar+.

Por ello,

+en cualquier relaci%n de hombre y mujer, el elemento de

antagonismo es



1= )romm, E.* $e-o y carácter. Jp. cit. pp. 0;8F0;6.

1A 7bid* pp. 00;F014.

16 7bid* p. 000.

una potencialidad y de esta misma potencialidad debe surgir,

a veces, elelemento de angustia. El ser amado puede convertirse en

enemigo. . . +4;

+&a clase de amena#a y angustia di"eren sin embargo en el

hombre y

en la mujer+. Ie all' que el hombre busque el prestigio como

protecci%n

contra esta angustia y +busca renovada protecci%n contra el

temor de lafalla se-ual, compitiendo en todas las otras esferas de la vida

en las cuales,

la fuer#a de voluntad, la fuer#a f'sica y la inteligencia son

útiles para

asegurar el -ito+.40 ientras que la mujer busca en el ser

atractiva la

soluci%n de esta angustia potencial.

El hombre tiene otra arma contra su temor a la mujer*+dominar a la

mujer( tener poder sobre ella( hacerla sentirse dbil e

inferior+.41 Pero,

+si el arma principal del hombre contra la mujer es el poder

f'sico y social

que tiene sobre ella, entonces la principal arma femenina es

su aptitud para

ponerlo a l en rid'culo. &a manera más radical de ridiculi#arlo

es hacerlo

impotente.44

Qodo parece indicar que siempre ha e-istido una envidia y

rivalidad



potenciales entre el hombre y la mujer( envidia y rivalidad que

se ma

ni"estan por la guerra entre los se-os. El hombre y la mujer

tienen dos

posibilidades de convivencia* guerra o armon'a, y la guerrapuede ser fr'a

o caliente. &a armon'a demanda de los c%nyuges su mejor y

constante

esfuer#o,45 e-ige que normen su relaci%n, +su coF

responderse+,48 sobre bases,

de respeto, dignidad, comprensi%n, humildad, fortale#a e

integridad morales,

libertad para, felicidad y amor. El estado de guerra sepresenta cuando por

algún motivo, el hombre abandona su papel activo, sea

porque dentro del

matrimonio ya no considera necesario el ejercicio constante

de su amor /li

mitando su actividad, al trabajo/ sea como consecuencia de

su pobre#a

y de la imposibilidad de mantener a su familia.4;&a envidia y la rivalidad del hombre a la mujer se ven

refor#adas por

otro hecho. Iesde el principio de los tiempos, el hombre

qued% maravillado

por la capacidad de la mujer de producir la vida. &a mujer

tiene +magia+ na

tural y las culturas arcaicas perpetuaron el hecho en sus

Uenus de pechos

generosos y.amplias caderas Z&e.* la Uenus de &espague,

aute, ?aronne,

)ranciaD. El hombre, por lo contrario, tiene que hacer magia

como lo de



muestra el mago de Qrois )rres, dibujo perpetuado en las

paredes de una

cueva de Brige, en los Pirineos franceses.+=

30 Ibid: p. 113.

31 Ibid: p. 113.32 ibid: p. 115.

33 Ibid: p. 116.

49 Uer de E. )romm* El arte de amar. Jp. cit.

48 )romm, E.* Gomunicaci%n verbal.

4: accoby, .* &a guerra entre los se-os. Jp. cit.

4= 7deas tomadas de @. Gampbell* Qhe masY of god. Primitive

rhythology.

Bspectos psicol%gicos 0A4+ubo ciertos ..per'odos de la historia en que esta

superioridad de la

mujer era sentida conscientemente( más adelante, todo el

acento se puso en

la productividad mágica y tcnica del hombre. Ie todos

modos, parece que

en un sentido inconsciente, esta diferencia no ha perdido ni

aún hoy, todosu signi"cado( esta capacidad que le falta, hace que en algún

sentido, el hom

bre sienta temor de la mujer+.4A

Jtras caracter'sticas distintivas entre el hombre y la mujer,

son conse

cuencia de su diferente estructura musculoesqueltica. o

puede discutirse

que esta estructura es más potente y más resistente en el

hombre que en la

mujer( como tambin es indiscutible, que el menor vigor f'sico

de la mujer

se acentúa durante el embara#o y la lactancia. Gomo ya se

dijo antes, esto



no habla de de"ciencia, sino de diferencia. &a estructura

musculoesquel

tica menos vigorosa de la mujer le impide la cualidad de

aventura, que tiene

el hombre y le impone la de estar. Esta cualidad de estar, sepodr'a describir

como una cualidad de quietud productiva. Iurante el

embara#o y la lactancia

/y hoy en d'a durante el parto psicopro"láctico/ es muy

clara la actividad

interna, +quieta+( es quietud que irradia vitalidad, que ilumina

y embellece

a la mujer. Esta cualidad necesaria de la mujer la llev% ainiciar el cultivo

de las plantas ya domesticar algunos animales, puesto que

era la que estaba,

mientras el hombre sal'a de cacer'a o pesca.

Ierivada de la caracter'stica anterior, surge la con"abilidad

de la mujer.

El ser con"able proviene de esa solide# de estar, de asentar

su huella enel hogar, huella indeleble, vivida, intensa, aun en su ausencia.

Ese su ser

con"able, es poder contar con ella( es con"ar en su

comprensi%n y en su

ternura( es su respeto hacia la libertad creadora y productiva

del hombre(

es el esperar, en tanto el hombre sigue su tendencia natural a

la aventura

realista, positiva, es lo que hace de la mujer otro s'mbolo de la

madre tierra,

cuna yHmortaja( es dar a lu# con amor yrecibir en sus bra#os

amorosos el

último aliento del ser humano.



acida de la quietud productiva y de la con"abilidad, y

hermanada de

ellas, está la con"an#a en s' misma, como cúspide y

culminaci%n. Gon"an#a

en s' misma y enla vida, o si se quiere, fe en s' misma, ensuhombre, en sus

hijos y en la vida. Esta fe da independencia a sus hijos y la

fomenta( esta

fe estimula las potencialidades de su hombre.

Vna diferencia más es el mayor sentido realista en la mujer.46

$on nume

rosos los ejemplos cotidianos de este hecho* la mujer ju#ga

con mayor ob jetividad, con mayor realismo que el hombre, de hechos,

sucesos o personas.

Esto no quiere decir que la mujer sea infalible( signi"ca que

sus juicios

son dignos de ser tomados encuenta. Qampoco se quiere decir

que elhombre

4A )romm, E.* $e-o y carácter. Jp. cit. p. 006 f.

46 )romm, E.* El arte de amar. Jp. cit. p. 5:.

no tiene o no puede tener contacto con la realidad, lo que se

pretende seña

lar es que en la mujer, es innato el contacto con la realidad,

entanto que en

el hombre el contacto con la realidad requiere un esfuer#o. Qal

parece que

la capacidad de productividad natural con"ere a la mujer esta

caracte

r'stica de mayor realismo.

)reud no estuvo convencido de que la pasividad era

caracter'stica de



+lo femenino+,5; incluso plantea, que si bien la mujer tiene

metas pasivas

en su vida se-ual, esto no debe confundirse con pasividad.

Nue en lo que

hay de pasivo en la mujer no se debe subestimar la inuenciade las cos

tumbres sociales que con frecuencia la colocan, precisamente,

en situaciones

pasivas.50

B pesar de esta posici%n de )reud, elene Ieutsch51 a"rma*

+&a teor'a

que yo he mantenido /de acuerdo con la cual, la feminidad

está ampliamente ligada a la pasividad y al masoquismo/ ha sido

con"rmada en el deve

nir de los años por lo observaci%n cl'nica+. Ua desenvolviendo

su pensa

miento y señala que la pasividad está predeterminada

constitucionalmente(

además se ve en la subordinaci%n, que la mujer ha aceptado

de su vidase-ual a la del hombre(54 porque la mujer tiene un %rgano

genital inferior al

hombre,55 y porque su %rgano activo, el cl'toris, se ve

sustituido por un

%rgano pasivoFreceptivo, la vagina.58 El pensamiento de

elen Ieutsch priva

hoy en d'a entre los freudianos y aunque parecer'a que es

igual al de )romm,

cuando l habla de la dependencia se-ual de la mujer en el

hombre,5; es fácil

comprender queson diferentes, ya quela dependencia

signi"ca subordinaci%n,



en tanto que pasividad habla de la ausencia de acci%n.

Iepender implica, en

todo caso, acci%n dirigida a una meta pasiva ya señalada por

)reud.

Mertrand [ussel,5= habla de la sumisi%n de la mujer alhombre, dentro

del panorama social. $eñala que el hombre someti% a la mujer

a su dominio,

para asegurarse de su virtud y de que el hijo nacido de ella

era realmente

suyo. El considera que para lograr esta sumisi%n, ha sido

necesario al hom

bre, mantener a la mujer ignorante de toda e-periencia delmundo y sus

problemas. Gitando al autor* +es necesario que las mujeres

sean mantenidas

arti"cialmente estúpidas y por lo tanto, poco interesantes+.

7ndependiente

mente de que el saber quin es el padre de la criatura, no es

el único motivo

para someter o dominar a la mujer /como ya se ha señaladoen páginas

5; )reud, $.* )eminity. págs. 005F008. )reud, $.* Qhree essays

on se-uality. Pie

de pág. 106 f. )reud, $.* Givili#ation and its discontents p. 0;:.

50 )reud, $.* )eminity. Jp. cit. p. 008 f.

251 iIbeidut*scph., 110.*. Qhe psychology of Tomen. Uol.

0\, c9ap\.:,,9p9á]gs 106F14A.

55 7bid* p. 11A. C&o cual ya hab'a señalado )reud* $ome

physical consequences

of the anatomical distinction betTeen the se-es p^ 184.D

58 7bid* p. 116.

5: )romm, E.* $e-o y carácter, págs. 000 f. y 010.

5= [ussel, M.* arriage and moral, p. 0= L.



Bspectos psicol%gicos 0A8

anteriores/ lo importante es que [ussel enfati#a el resultado

negativo que

para la mujer, tiene el hecho de que el hombre ha limitado su

acceso a todoslos campos del saber y de la e-presividad humana. $eñala,

además, que se

da como prueba, lo que no es más que resultado* la ausencia

o la escase#

de obras maestras femeninas en el campo de las ciencias, las

artes y las hu

manidades.

Es indiscutible que si privamos o limitamos el acceso de lamujer a los

centros de cultura superior, sa reducimos a ciudadano de

quinta categor'a,5A

tendrá que aparecer como inferior al hombre, que tiene

acceso a esos centros

y es tratado como ciudadano de primera categor'a, con todas

las prerro

gativas y privilegios. $e podrá argumentar que la mujer tienelas mismas

posibilidades que el hombre, pero tal a"rmaci%n ignora, o

pretende ignorar,

que aparte de todos los obstáculos que se le ponen, a la mujer

se le e-igen

labores hogareñas que no se e-igen al hombre y, que al

restringir su curiosi

dad se-ual, se restringe /como señalaba )reud/ su

capacidad de apren

di#aje. Ie hecho, podemos decir que toda restricci%n a la

curiosidad, al deseo

de saber, limita la capacidad de aprendi#aje( bien sea que la

restricci%n



sea se-ual, pol'tica o en otras áreas, por los tabúes sociales.

)reud fortaleci% la idea de la sumisividad de la mujer al

hombre, al

considerar a la mujer normal como un ser inferior, por el

hecho de carecerde pene.56

asoquismo

)reud y los freudianos consideran a la mujer adulta, femenina,

masoquista.

$er masoquista no es s%lo querer sufrir, es algo más* es

desear estar

bajo el control completo y absoluto de un ser humano o dicho

de otra manera* ser masoquista es querer ser rei"cado Ccosi"cadoD, ser

transformado

en objeto, en cosa( perder la libertad, cualidad esencial de la

vida.8; )reud

y sus seguidores v. gr. elene IeutschD, no pod'an tener otro

concepto

de la mujer +normal+, porque en el concepto patriarcal de las

teor'as freudianas,la mujer naturalmente tiene que estar sometida al hombre( es

decir,

que de acuerdo con su concepto de la estructura normal de la

sociedad,

la mujer es la cosa, la propiedad del hombre y como

consecuencia, la mujer

sana es masoquista. Por ejemplo, elene Ieutsch llama a ese

aspecto del

amor maternal,, que permite y fomenta la independencia de

los hijos, maso

quismo* +Vna de las e-periencias masoquistas de la

maternidad proviene



5A Esto mismo ocurre a minor'as culturales* en tanto que no

se les otorguen dere

chos y posibilidades iguales, no tienen igualdad de desarrollo,

ni posibilidad Csalvo ca

sos honrososD, d contribuir a la cultura en forma positiva.56 )reud, $.* $ome psychical consequences of the anatomical

distinction betTeen

the se-es. p. 184.

:; e usado aqu', para describir el masoquismo, frases

antitticas a las utili#adas

por Erich )romm para describir el sadismo, en su libro el

Gora#%n del ombre.

0A: &a mujer y la madredel hecho de que las emociones infantiles tienden a

desarrollarse centr'fugas

a la madre, en tanto que la madre permanece atada al hijo y

debe renunciar

a l+*80 $in embargo, debe agregarse que lo que elene

Ieutsch escribe de

la mujer, fenomenol%gicamente, es en general correcto, pero

no la interpretaci%n que da a dichos fen%menos.

Es evidente que el papel de mujer u hombre adultos,

maduros, pro

ductivos, es dif'cil de alcan#ar( que aún lo es más, el papel de

madre o padre

en su sentido caracterol%gico. Es por ello que predominan, en

uno y otro nivel,

las orientaciones no productivas del carácter, en sus rasgos

negativos.

o e-iste un decálogo o prescripci%n o receta, que puedan

facilitar al ser

humano el logro de las metas más elevadas de su esp'ritu, s'

podemos decir,



sin embargo, que la si sociedad propugnara estas metas, el

ser humano es

tar'a en mejores posibilidades de desenvolver sus

potencialidades humanas

productivas( pero esto es aún hoy en d'a, una utop'a.80 Ieutsch, .* Qhe psychology of Tomen. Uol. 77. Cpág. 10D

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autor.

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La mujer y la madre

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