Priego de Córdoba, 30 Agosto 1964De pósito Legal. CO. - 15 1958

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Apuntes para la historia local

Año XIII T.30,1 tes DonnitiO0e

La Plaza de Toros e- PriegoHace ochenta años comenzó a construirse y en la

—ii-isá-uguración oficial toreó Lagartijopor José Luís Gámiz

El entusiasmo que siempre sentí porla españolísima fiesta de los toros y laproximidad de nuestra Real Feria deSeptiembre, tan propicia para gozar-la, mueven los trazos de mi plumo, éstavez con la obligada diligencia y breve-dad periodistica,para ofrecer a la con-sideración pública algunos datos, no-ticias y comentarios del proyecto, gestación e historia, en fin, de nuestra1.errnosa Plazc de Toros.

Trabo jo, este mío, modesto y sencilloque, montera en mano como corres-ponde al tema, brindo a mi admiradoamigo y joven Cronista Oficial de laCiudad D. Manuel Peláez del Rosal, pa-ra que sea algo así como continuacióna aquellos otros suyos, enjundiosos yatractivos, que ya vieron la luz enADARVE sobre tiempos más viejos conel título de «Fiestas de Toros y regoci-jos populares de antaño»,

Era natural que aquellas calles oplazas públicas —en nuestro pueblo elPalenque y la Carrera de Alvarez—bien atajadas por supuesto en sus ac-cesos o más cuidadosamente prepara-das con la erección de andamios, talongueras y tablados para los especta-dores de los regocijos taurinos o de-portes caballerescos, sufrieran unaobligada evolución, a lo largo de me-dio siglo, para ser sustituidas al fin porrecintos fijos y cerrados, con todos losaccesorios necesarios para el público ya la vez con la posibilidad bien clarade ser certeramente vigilados.

En principio se incluía en las refor-ma; urbanas la construcción de plazaspúblicas para que desde el balconajese pudieran presenciar los aconte-cimientos. Un claro ejemplo represen-tativo lo tenemos en la Plaza Mayorde Madrid hecha en 1.617 por ordendel Rey Felipe lil, siendo los planos desu Árquitecto preferido Gómez Mora.Después vinieron las plazas de made•ra, desmontables, como la de Sevilla

Don Francisco Lázaro Martinez,a cuyo desprendimiento, tesón y en tu•siasmo se debe nuestra Plaza de Toros

de 1.707, que bellamente nos la descri-be el Marqués de Tablantes en sus«Anales de la Real plaza de Toros deSevilla» Madrid también tuvo en las

afueras de la Puerta de Alcalá una pri-mitiva plaza de madera en 1.743. Perolo cierto es que en la segunda mitaddel siglo XVIII, donde realmente comienza la fiesta taurina, es cuando selevantan y construyen con obra lasnuevas plazas de toros, que habrán deprodigarse en la primera mitad del si-glo XIX y aún activarse más sus cons-trucciones en los últimos lustros dela pasada centuria. En 1.754 se erigeen Madrid la vieja Plaza de Toros de

(Pasa a la pág. 8.d)

Para los pueblos, colectividades humanas,como para los indiví

duos, es necesario el descanso: días enque, cesando en la actividad laboralacostumbrada, nos entregamos, conolvido de lo que nos obligo, a lo quenos entretiene, nos distrae o nos di-vierte.

Sana es la distracción y la dive, siónque tanto contribuyen al descansa. Po-cos días son suficientes para que, elreanudar la fatigosa tarea diaria, rossintamos otros, renovados de espiri,uy de cuerpo. Por esto, son muchos loshombres de los distintas pueblos quesaben aprovechar en el campo, en lamontaña o junto al mor, los fines desemana.

Y más en este mundo moderno enque el esfuerzo intelectual o físico, seha hecho más intenso porque asi loexigen las mú l tiples necesidades quenos hemos creado, al ponerse la cien-cia y la técnica al servicio del vivirmejor. Es normal tendencia humana elmejorar la vida, rodeándola de comc-didades que, si en principio, son ase-quibles a pocos, se generalizan des-pués para llegar a todos.

A este descanso nos llaman las fíestas y ferias, paréntesis en la vida delos pueblos y a las que, en nuestra ciu-dad, sirven de prólogo y preparaciónlos festivales anunciados, pues tambiénel espíritu necesita su expansión y sureposo. ¡Y que mejor solaz para el es-píritu que la belleza expresada por labuena literatura y la buena música!

Acojamos, pues, como don de Dios,estos días, pocos, de fiesta y entregué-monos con el mismo afán que nosmueven la producción y el t-abalo, aeste merecido descanso, lleno de ruidoy algarabía al que prestan atractivo lailusionada juventud bu l languera, el as.cua luminosa de los arcos multicoloresy esta paz envidiada de que los pue-blos españoles gozan por designio dela divina Providencia.

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A nuestros lectoresEn atención a la Feria y

Fiestas de la ciudad, quecomienzan el próximo día 1de Septiembre, el presente nú-mero se eleva a diez y seispáginas y no se publicaráADARVE hasta el domingo, 13de Septiembre.

Fiestas de la Aurora

El próximo día 5 un alegre repiquegeneral de campanas y disparo decohetes anunciarán el comienzo denuestras tradicionales fiestas consa-gradas a la Santísima Virgen de laAurora.

Desde ese día se celebrará el ejerci-cio de la novena a las ocho y mediade la tarde. Desde el 7 al 11 habrá, ala terminación del acto religioso, la tí-pica rifa de moñas y nardos, ameniza-da con la elevación de globos y fanto-ches y la intervención musical de larondalla de la Hermandad. El día 12,sábado de la Aurora, el conjunto delos Hermanos de la Aurora, saldrá porlas calles de la ciudad cantando lastradicionales coplas.

El domingo, día 13, a las once de lamañana, solemne función religiosa ycomunión general. A las ocho y mediade la tarde paseará la Virgen de laAurora entre el amor y el entusiasmode sus hijos, las colles del recorrido decostumbre, entre coplas y cánticos yrodeada de l as viejas farolas que hon-ran a esta Cofradía.

Extraordinario de

El 80[Tenernos en nuestras manos el lujo-

so número extraordinario que, con lacompetencia que caracteriza a su ilus.tre Director y Cronista Oficial de An-tequera D. José Muñoz de Burgos, haeditado nuestro querido colega «El Solde Antequera» con motivo de las re-cientes tientas de aquella hermosa du-dad.

Así lo confirma su gran número depáginas, en las que abunda el papelcouché, estupendas fotos, programa dela Feria y Fiestas y distintos trabajosen prosa y verso, entre los que no fal-ta uno muy documentado sobre «ElConvento de Santa Eufemia, Patronade Antequera», que firma el Directordel periódico

Nuestra enhorabuena a los compe-tentes Talleres de »El Siglo XX» y es-

pecialmente a D. fosé Muñoz de Burgos

La Sociedad al habla

ViajerosAnteayer vino de Tánger nuestro

ilustre paisano D. José Tomás R ubica-Chávarri que marcha hoy a Madrid

Llegaron de Bccelona D.° FranciscaPomar, viuda de Maristany, acompa-ñada de su hija D." Maribel Maristanyde Manche y un nieto.

Procedente de Puerto de Santa Me-ría ha venido a pasar estos días de Fes-tivales y Ferio nuestro paisano D. Mi-guel Serrano Pareja y famila.

Se encuentra en nuestra ciudad, in-vitado por nuestro Director y Presiden-te de la Sección de Literatura y BellasArtes, para presenciar los Festivales yFiestas de la ciudad el ilustre Académi-co y Crítico Musical Don Francisco deSales Melguizo.

Vino de Sevilla nuestro paisano DonJosé Maria Molina Reyes.

Tambien han llegado nuestra paisa-no D. José López Roldán, Director dela Sucursal del Banco Central en Villa-nueva de la Reina (Jaén), con su esposa e hijos, para estar entre nosotroslos días de Festivales y Fiestas.

De Madrid nuestro paisano D. Anto-nio Mochales Herrador.

Salieron para Madrid la Srta. Virgi-nia Alcalá-Zamora Matilla y su herma-na D.° Pepita.

CINE GRAN CAPITÁNLocal de Verano

9-11-15

Marchó a Birmingham nuestro cultopaisano D. Emilio Siles Fernández,Maestro Nacional, estudiante del últi-mo curso de Filosofía y Letras, SecciónFilología Inglesa, becado por el Minis-terio de Asuntos Exteriores, que expli-ca lengna española, como Profesor, enMoseley Grammar School.

Partieron para Málaga los Sres. deMontoro Pacheco (D. Agustín).

Petición de mano

Por D. Jerónimo Mollina Aguilera ySra. y para su hijo el joven Registradorde la Propiedad D. Jerónimo, fué pedi-da a los Sres. de Fernández Bernal, dela ciudad extremeña de Trujillo, la ma-no de su bella hija Purita.

Se celebró el acto en la tarde deldomingo, día 16 de Agosto, concurrien-do la famila íntima, estando presentespor la del novio sus tíos los Sres. MirasArredondo (D. José), Srta. María y donAntonio.

Se ofreció un lunch a todos y la bo-da quedó fijado para el 8 de Septiem-bre.

NecrológicaEn Cabra ha entregado piadosa-

mente su alma ol Creador el pasado23 la distinguida Sra. D.° Elvira SocaCordón, viuda de Prieto, y hermano deel ilustre Académico, escritor y poetaD. Juan.

De recia formación cristiana ha sa-bido sobrellevar con entereza una lar-ga y penosa dolencia, manteniendosiempre en ella sus más hondos fervo-res para la Santísima Virgen de la Sie-rra, que ha querido llevársela en sába-do y en la fiesta de su Inmaculado Co-razón. Por sus envidiables cualidadesmorales estará ya gozando de Dios enla eterna mansión.

ADARVE testimonia su pésame a losapenados hijos de la difunta D. Agus-tín, Srta. Blanca y D. Antonio, así comoa la demás tamilia y muy especialmen-te o su hermano D. Juan, pidiendo unaplegaria a los lectores del semanariopor el alma de tan bondadosa dama.

Cuele del Casino de Primo

Feria de SeptiembreActuación de la gran

Otraita toa ertopiealei

y eanchita EautiitaReserve sus entradas

La Bahía de los

ContrabandistasPeter Cushíng

Menores—Color

6-30, Infantil—Local invierno

Véanse carteleras

CINE VICTORIALocal de Verano

9 y 11-15 noche

La Espada del IslamSilvana Pampanini

Menores—Color

6, Infantil—Local invierno FARMACIA de guardia

Véanse carteleras Lcdo. D. F. PEDRAJAS

fig gsto de

ADARVE pág. 3

,ai (72.5tivaleiVe fipaña PtiegaComo en años anteriores e invitado por nuestro director, pasa los Festivales de España en

nuestra ciudad el crítico musical de la capital, escritor y académico, don Francisco de SalesMelguizo Fernández. que firma sus colaboraciones en el diario «Córdoba» con el seudónimo deClarión. La mejor información que podemos ofrecer a nuestros lectores de las sesiones artísticasque discurren en la Fuente del Rey, es el resumen de las crónicas que nuestro distinguido visi-tante publica, y así lo hacemos a continuación, alcanzando hasta la correspondiente al jueves,y dejando las restantes, qne se referirán al ciclo musical, para el próximo número.

Después de hacer unas atinadas con-sideraciones sobre la finalidad divul-gadora y recreativa de los festivales,señala la conmemcrativa de los XXVaños de paz que tienen los de 1.964,como «estos de Priego, ciudad tan sin-gular y atractiva, que inició el lunes lasexta edición oficial de los suyos, sincontar los diez años en que fueron ce-lebrados antes de ser incluidos, contanto honor como justicia, en la brillan-te singladura de los de España».A con-tinuación expone las características dela película de Samuel Bronston «Sinfo-nía Española» proyectada en el CineGran Capitán, elogiando los factorestécnicos y artísticos que intervienen ensu realización, pero lamentando la au-sencia casi absoluta de Córdoba en lavariedad de monumentos y activida-des que recoge la que el cronista —di-ce— llamaría mejor «Suma H spana»;y al expresar lo que Córdoba significaen la tradición y en la actualidad, aña-de: «Y con Córdoba sus pueblos, comoeste Priego paro el que Francisco Mon-tero Galvache ha puesto en juego supoderosa imaginación, su riqueza deideas e imágenes, la elegancia poéticade su verbo inspirado, arrebatado enla prosa y emocionante en el verso;Priego ha tenido fortuna con el prego-nero asignado a sus festivales, a cuyaperspicacia no escaparon las múltiplesbellezas del paisaje y de la arquitectu-ra prieguenses, el interés histórico y laestipe cultural de la ciudad. Presenta-do por el presidente de la Sección deLiteratura y Bellas Artes del Casino donJosé Luis Gámiz Valverde, licenciadoy académico, sus elocuentes palabrassirvieren admirablemente para hacerla semblanza del pregonero ante elnumeroso auditorio congregado paraescucharle, siendo ambos oradores lar-gamente aplaudidos y dando la jorna-da el tono de las que va a vivir la ciu-dad, encendida ya en luces de fiestaque prueban la selección y pujanza desu espíritu.

En el comentario a la sesión de can-te y baile andaluz, alude «Claríón» a«la dificultad para identificar el fla-menco puro con el carácter de espec-táculo que revisten las sesiones de unfestival» justificando esta opinión conabundantes razonamiendtos. En cuan-to a lo visto y oído aquellc noche en

la Fuente del Rey, solo destaca conelogio las intervenciones de Tatiana yManolo Mairena «bailaora y cantaor»que dieron altura a la velada, segui-dos de «Chocolate» y del guitarrista«Chico Melchor», y rebajando la cali-dad de los restantes elementos que ac-tuaron. «El público, muy numeroso,aplaudió de acuerdo con las opinio-nes que anteceden, lo que indica queel éxito de asistencia fué muy superioral artístico».

Al enjuiciar las representaciones tea-trales por la Compañía titular del Tea-tro Español de Madrid que dirige JoséLuís Alonso, el crítico enumera las con-diciones que han de cumplir aquellasen todo festival: divulgar, enseñar ydivertir; y refiriéndose a la obra deLope de Vega, adaptada por JuanGerman Schroeder y montada por Ca-yetano Luce de Tena «El Arrogante es-pañol» o «Caballero de milagro» dice:«Comedia de enredo, característica deentre las de Lope, que no conocíamospues que no figura en los indices másfrecuentes de su autor. Tampoco por eltítulo era fácil colegir el tema, por queel personaje central a quien alude, nies arrogante, ni es caballero, ni tienenada de común con el tipo español,salvo lo enamoradizo de su carácter, yello sin pasar a otras consecuencias depeor estirpe que hacen del personajeuno de los más desvergonzados de lagalería lopiana, y hasta española yuniversal. Además el desarrollo de laacción roza constantemente las aristasmás descarnadas de lo escabroso»...«El lenguaje tiene toda la riqueza oraly la facilidad versificadora típicas delautor y, compensando unas cosos conotras, la obra no añade nada a los yaacreditadas del mismo en el repertorioactual». Respecto a la interpretación,añade: «Lució mucho su desenvoltura yarrogancia, perfectamente adecuadasal tipo encarnado, Armando Calvo,galán en plenitud, acertado en todoexcepto en ciertos apresuramientosdialécticos que enredan la vocaliza-ción y dificultan la comprensión deljuego verbal. Y como Carmen Bernar-dos es actriz tan fina como expresiva,dió relieve superior al que tiene en si auna de las damas del complicado re-parto, como Antonio Ferrandis y Mi-guel Angel acentuaron también los tra-zos de los pícaros graciosos que lescorrespondió hacer. Toda la compa-

ñía rinde lo bastante para llenar lasnecesidades de la representación, es-pecialmente Alicia Hermida y JulietaSerrano, muy gentiles e inspiradas».Cita luego con elogio al resto del re-parto y, al hablar de los demás ele-motos que intervienen en la represen-tación, señala algunas deficiencias delsonido y el anacronismo de que el es-tilo del decorado sea muy posterior altiempo de la acción.

Mucho más elevado es el tono enco-miástico para «El sueño de una nochede verano» de Williams Shakespeareen versión de Nicolás González Ruiz«obra arquetípica de festivales, cuyainclusión en los de Priego ha marcadosin duda uno de los momentos culmi-nantes de la semana que cubren: porla per fe c t a adecuación del am-biente escénico con el marco que lorodea, por el interés, la gracia y lapoesía de la acción (comedia de amor,de humor y de fantasla, pertenecientea la primera época del autor) y por elbien concebido y realizado montaje yequilibrada interpretación de que fuéobjeto». Refiriéndose a ésta dice nues-tro colaborador: «Excelente elenco deactrices y actores, entre los que sonprimeras figuras Carmen Bernardos,Mari Paz Molinero, Gabriel Llopart yArmando Calvo, este último tuvo lanoche anterior un papel importante,pero en esta ninguno de los cuatro en-cuentra ocasión de lucimiento a la me-dida de sus méritos y posibilidades; yes lástima, por que los tres primerosmerecen también ser vistos en toda lamagnitud de su arte, que tan bien co-nocemos y admiramos; mejor fortunacupo a los cuatro enamorados de laanécdota—Alicia Hermida, Julieta Se-rrano, Angel de la Fuente y VicenteRos—muy inspirados en toda su actua-ción, y a los artesanos de la pantomi-ma —Erasmo Pascual, Miguel Angel,José Vivó, Ramón Navarro y José Ca•ride—que dieron una estupenda lec-ción de histrionismo, como la creaciónque hizo Carlos Alemán del pintorescopesonaje de Puck. Completaron el re-parto con el mismo acierto que los de-más, Ratee! Gil Marcos y Maria JoséFernández, que además bailó muy biencon otras tres «hadas del bosque» cu-yos nombres no constaban en los pro-gramas.

Magnífica la presentación escénica,aunque la indumentaria parecía másromana que griega.

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g?ocleigete5, Ict Jeríct y los ttIaospor José Alcalá-Zamora y Ruiz de Peralta

Recordará el lector, a Rodríguez,nuestro buen amigo: sí, hombre, aqueldel piso. Pues, bien; he vuelto a tenernoticias suyas, que hoy les transmito,un poco teatralmente esquematizadas.Veamos:

ACTO PRIMERO

La escena representa el piso,—el cé-lebre piso de Rodríguez.—Está igualque cuando lo consiguió, quiero decirque no ha crecido. Aunque las paredesestán ya algo más deterioradas en supintura, y algunas piezas del enlosadoacusan el paso de los años, los patinesde los niños y de sus juegos, que cam-bian de tonalidad desde lo piel rojahasta lo cosmonáutico, pasando por lopirata. La familia ha crecido, en cam-bio: dos nuevos Rodríguez ocupan suespacio vital, y mientras el uno duermebajo la mesa del comedor, al otro hasido preciso habilitarle una litera vola-da al exterior, con su toldilla para ca-so de lluvia.

(Aparece Rodríguez): Ha sucedido loinevitable,—dice a su esposa,—los ni-ños saben ya que ha llegado la Feria.Así es que, no tenemos más remedioque proyectar nuestro «plan de ope-raciones»...

Ella.—Pues, ¡bonito panorama se nospresenta! Como el de todos los años.Salir en corporación con «ellos», a laFeria... Y lo peor del caso es que sa-bemos todos los días cómo salimos,pero nunca se sabe cómo volveremosa casa... Por cierto que... ahí vienen...

(Entran con gran estrépito), el granJefe Ojo de Aguila, Búfalo Bill, segui-dos de Barba Roja, Ali Pachá, El JineteEnmascarado, Blanca Nieves, Alicia, elSheriff, y Julio César. Los dos peque-ños duermen, o al menos lo intentan.

—¡Papá, mamá!, gritan todos a lavez; ha llegado un montón de cosas ala Feria... Acabamos de ver otros doscamiones cargados da «cachuchos»,hay un «feriazo» de miedo...!

—Y nos tienen que llevar a la Feria...—Y yo quiero que me montes en las

olas...—Yo en los coches de choque...—Pues yo quiero una metralleta y un

sable de pirata...—Y a mí me compráis un cañón ató-

mico...—Yo quiero algodón de dulce y he-

lados y patatas...Los breves minutos siguientes a la

irrupción de los niños en la estancia,han bastado para que tres platos,—dela vajilla «que era de mamá»—, hayanpasado a mejor vida. También han su-cumbido, firmes en su puesto, un flore-rero de porcelana y un cristal del bal-cón.

La algarabía aumenta: aumen-to: Rodríguez piensa, que, aun-que ello no sea muy ortodoxo,ni figure en el Santoral, precisa-mente, él ofrecería algunas ve-ces de buena gana unas velas aHerodes...

ACTO SEGUNDO

La escena, en plena Feria.—Esde noche; iluminaciones, bulliciode gentes, —apenas se puededar un paso—, ir y venir, trepi-dar de carrousels, columpios,olas, tenderetes, tiro al blanco,pitos, churros, humos, ruido, al-tavoces, risas, lloros, empujo-nes.... Ferio.

La familia Rodríguez, de tres en fon-do,—la familia esta es una organiza-ción de tipo militar, con una grancohesión, virtud admirable contra losataques del interior y del exterior,—deambulo por el ferial. Los dos máspequeños, van en su cochecito, de trac-ción materno-paternal.

Ya llevan tres o cuatro horas en elferial: gracias al cuidado de mamáRodríguez, todos salieron muy limpios,vestidos y acicalados. No sin grandesprotestas por parte de Búfalo Bill, Ojode Aguila, etc.

Ahora, acusan el paso de otra tardede feria sobre sus «personas»; cabellosrevueltos, manchas de golosinas en lostrojes, algún que otro tiznón de grasa...—¡Ya te habrás arrimado no se sabedónde..! También tienen sueño. Esesueño insolente, audaz, que no perdo-na, y que convierte al mejor niño enuna especie de pequeño monstruo...Pero los Rodríguez quieren tanto a suspequeños «monstruos»... ,

Papá Rodriguez, viene Ya cansado,rabieteando, aturdido, molido. Piensacon deleite en las elevadas cumbresde la Sierra, silenciosas, quietas, de-siertas...

—Y te digo, que lo mejor será volverya a casa, Cuanto más se les compla-ce, más quieren... Se han subido infini-dad de veces en las olas, otras tantasen los caballitos, ni que decir tiene, en

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Dibujo del autor

los coches... Llevan los estómagos re-pletos de caramelos, algodón de azú-car, patatas fritas, heladas, y que se yocuantos cosos. ¡Han reventado cuatroglobos, han roto un sable, y en cam-bio... el tambor y las trompetas,—queyo hubiese deseado que no saliesendel estreno,— están como el primerdía.. ! Y aún no hemos llegado a la mitad de la Feria... ¡Esto es para volverselocos...!

Llegados a casa, entre pataletas yllantos, ninguno de los «héroes» quiereprobar la cena: por tanto, el veredictopaterno no se hace esperar. A la ca-ma, que «mañana será otro día...»

Los pequeños Rodríguez rebullen, in-quietos, dando vuelo a la corneta de suimaginación, y saboreando entre sue-ños las perspectivas de un nuevo díaen la feria. Igual al anterior. Y al an-terior. Pero, para ellos, todo será nue-vo mañana.

Muy temprano. Barba Roja, y sus se-cuaces, se encargan de amenizar consus tambores y trompetas, la diana for-zada de los papás ¡Y qué buen resul-tado que están dando estos instru-mentos...!

ACTO TERCERO

Con su cuello verde, recubierto deun collar de algas marinas, herida parlos rayos del sol, la botella subía y ba-jaba, mecida por las olas. En pleno Al-lántico, unos pescadores, al divisarla,la recogen. Ya a bordo, los hombresde mar la destapan.

Contiene una hoja de papel, un men-saje. «A quien encuentre esta botella,— por favor.— haga llegar este men-saje a su destino .. Mi esposa e hijos.Estoy en una isla del Pacífico, la IslaH. Razones de estrategia me impidenrevelar su nombre. No regresaré hastaque hayan posado los fiestas. Abrazos.Rodríguez »

(Pasa a la pág. siguiente)

Pág. 6 ADAR.VE

30 de figosto de 1964

deRodríguez, la Feria...(Viene de la pág. 5.a)

En medio del desierto, unos camelle-ros, camino de la Meca, encuentranuna nota dentro de una caja de ga-lletas:

«Estoy en el Sahara; he encontradoun oasis precioso. Permaneceré aquíhasta que se me olvide le Feria. Porfavor, avisen a mi esposo e hijos. Soyla Sra. de Rodriguez•.

ULTIMA HORA

La Radiodifusión informó anoche,que, a través del satélte espacial Tels-tar; se habían recibido unos llamadasun tanto extrañas: «Deseando conocercomo son las Ferias espaciales, ayerBúfalo Bill y todos los demás, decidi-mos embarcarnos en un Ranger. Stop.Transmitimos desde la Luna. Avisen,por favor a nuestros papás para quevengan. Mañana empieza la Feria enla Luna, pues hemos visto muchos «cir-cos». Stop. Manden provisiones de ca-ramelos y pipas. Búfalo Bill y Compa-ñía S. en C.»

La ciudad duerme. Los grillos, —car-pinteros de la noche—, están aserran-do con su cri-cri el paso de las horas.Las estrellas se hacen guiños: la Lunasiente cosquillas...

A.-2. da cle

Nuevamente nos encontra-mos en los días septembrinoscon ecos de música, algarabía,bullicio, toros... Es la sin parAndalucía que brota al uníso-no repiqueteo de las castafitte.las en briosas jornadas de aleogría y fino sabor popular.

Priego, pues, también está enfíe 3tas, se ha vestido con susmejores atuendos brindando alforastero y a sus hijos ausen-tes—una vez más—, el resurgiresplendoroso de la poblaciónque constantemente va supe-rándose más en su nuevo en-senche, en su bello ornato y ensu vasta fuerza industrial.

Es un rasgo de Feria y de laciudad, por tanto, el poder ofre-cer un prólogo tan bello y es.piritual como el que se está re-presentando en el incompara-ble marco de la Fuente del Reycon sus Festivales de España.

Decía muy bien no hace mu-cho, el redactor-Jefe de Adar-ve Sr. García Montes, que losfestivales no son «cosa de seño-ritos» como se llegó a decir, si-no para «señores» de todas lasclases sociales.

«Señores» en sí que ya no sepueden contar en los puebloscon los dedos de la mano, por-que en la trayectoria de losveinticinco años de paz ha evo-lucionado maravillosamenteese afán de lo espiritual quetanto eleva a las personas y alos pueblos.

Rasgo de Feria también, esenoble y bien pensado descansoen días de convivencia y asuetocon personas que quieren com-partir con nosotros esa sanaalegría de los días feriales. Ale-gría que debe marchar unidaentre chicos y grandes, entrepobres y ricos. Es la mejorprueba que puede darse en unasociedad nueva con vivos de-seos de fraternidad, de paz y defranca unión en todas las face-tas de la vida.

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59 le figosto N 1914 ADARVE Pág. 7

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AIRES DE MADRID

El Cordobés, ese hombre llamado torero«A la Peña El Cordobés con simpatía,

y a M. Muñoz Jurado, aficionado de solera»

Dado que nuestra ciudad vi-bra con estusiasmo en fervorestaurinos, me ha parecido opor-tuno desgranar una serie de opi-niones sobre el particular. Y co-mo la actualidad taurina tienetintes cordobesistas y gira al rit-mo marcado por El Cordobés,justo es que a éste me refiera.

Cuando el espigado muchachode Palma del Río irrumpió en losruedos, dormitaba la fiesta en unletargo, mezcla de indiferencia yapatía ; de cuya monotonía solose salían de vez en cuando losdetalles y destellos pintureros delgran torero de Ronda, Anto-nio Ordóñez. Con anterioridad,hubo un conato de competenciaentre Luís Miguel Dominguín yOrdóñez, pero esta competenciafué solo hipotética, ya que, a lasprimeras de cambio, las extraor-dinarias facultades toreras deDominguín se estrellaron con elmejor arte y dominio de su cuña-do, Antonio Ordóñez. Así esta-ban las cosas cuando surgió; al-tanera, la figura de Manuel Be-nítez.

Y con él llegó el escándalo,como diría el adagio. Escándaloque entraña alboroto, pasión,polémica y revolución, con elconsiguiente derrumbamiento demitos y tópicos. Torero discutidoy multitudinario, ha superadocon creces la trayectoria de des-bordamiento popular marcadaaños antes por Miguel Báez «Li-tro» y Antonio Borrero «Chama-co», dos toreros que, a decir delos entendidos, distaron muchode pertenecer a la línea clásica,pero que fueron una auténtica re-velación por su manera de hacerel toreo y el atractivo que sunombre ejercía en taquillas. Eltoreo de El Cordobés, por lo quetiene de personalísimo, es acep-tado por una mayoría y puestoen tela de juicio por otra que tal

vez considera que los cánonesde la tauromaquia son poco me-nos que inamovibles. No es ne-cesario ser muy versado en el ar-te de Cúchares para saber quelos tiempos clásicos del toreo sontres: parar, templar y mandar.Hoy, El Cordobés, a base de su-primir distancias y obligar mu-cho, se puede decir que los haampliado a cuatro: parar, tem-plar, mandar y tirar. Aunque, na-turalmente, habrá interpretacio-nes para todos los gustos y mu-chos considerarán ésto desacer-tado o incongruente. Con el cul-tivo de un estilo propio, de unapersonalidad propia, unido auna base clásica, —que sin du-da la tiene— este Manolo nacio-nal ha dictado nuevas normas alas que se ciñen la mayoría delos novilleros actuales y tambiénmatadores de alternativa.

Esa ha sido parte importantede su éxito. Y allí donde faltó al-go, llegó siempre su pundonortorero. Todos los aficionados,bien en la misma plaza o a tra-vés de las ondas televisivas, he-mos presenciado el paso de ElCordobés por la Monumental ma-drileña. Me impresionaron pode-rosamente los terrenos que pisay la posición que adopta. Unaposición que difícilmente aciertoa explicarme. A mi parecer, ElCordobés estuvo siempre enea.ñonado por los cuernos del toro,

que no es lo mismo que estorjunto a los cuernos, como tampo-co es igual estar encañonadoque estar junto al cañón. Posi-ción difícil, meritoria y de torerogrande.

Con frecuencia se acusa a ElCordobés de practicar un toreotremendista por no decir suicida.No creo que sea ni lo uno ni lootro. Al respecto diré solamenteque no hay que confundir la te-meridad con la valentía temera-ria. Creo que hay más diferenciaque la de un simple juego de pa-labras.

El Cordobés, por ley de vida yde su profesión, se apartará al-gún día del toreo activo. Perodejará huella, que al fin y al ca-bo, es lo importante en la vida.Porque Manuel Benitez El Cordo-bés es un torero de época. Mejordicho, esta época es de El Cordo-bés. Ahí quedan las gestas tore-ras. Ahí quedan los gestos tore-ros. El Cordobés, ese hombrellamado torero.

Ankilvia magín ea,ftleta

Pág. 8 ADARVE

Cartel anunciador de la corrida de toros que inauguró la Plaza de PriegoFoto Medina

numerosos miembros del Casino Primi-tivo para fundar el Círculo de Priego,elementos jóvenes de ambas socieda-des ce^ebran una junto que presideD. Pedro Alvarez Moya (el que hizo lavieja Plaza de Toros de Granada) quetoma el acuerdo de constituir una So-ciedad capaz de erigir una Plaza deToros digna de nuestra ciudad.

El noble propósito de los reunidosencuentra favorable eco en diferentessectores, que se aprestan a tomar ac-ciones de la naciente entidad, la quebien pronto, y al principio con algunaceleridad, inicia los obras, tras la bús-queda y compra del sitio conveniente,siguiendo la pauta que trazara en suTauromaquia Francisco Montes: «estaren el campo, a corta distancia de lapoblación, combinando que se halle alabrigo de los vientos...»

Al cabo de un año las cosas no ibanbien, y las obras al llegar el mes de Ju-nio de 1.885 se hallaban todavía en

311112 Agosto de 1454

embrión. Apenas si estaba terminadoel redondel, incompleto y desigual, yhechas algunas gradas. Se habla gas-tado no solamente el dinero reunidoen las acciones suscritas sino el quese obtuviera en dos suplementos más:unas 15.000 pesetas. Los propietariosno querían hacer nuevos desembolsosy acuerdan arrendar, por un año, loque había de Plaza, para seguir lasobras con el importe de la renta. Veri-ficada la subasto se adjudica en 2.250pesetas al mejor postor D. Antonio Lu-que Siles.

El arrendataria organiza dos corri-das de novillos para los días de SanJuan y San Pedro pero solamente pue-de dar la primera, en la que actúa conlucimiento el célebre Rafael Sánchezebbe., porque la segunda la impideuna gran tormenta que descarga el 29de Junio. Es más, trata de ofrecer otrasdos buenas novilladas en Julio y la Fe-ria pero tiene que desistir, mal de sugrado, por la invasión y avance deltristemente célebre cólera, llegado deItalia en la primavera del año y qi e,como ola de muerte, se enseñorea bacon bríos siniestros por todo Esí aña.

El cólera, por fortuna, en Pnego noentró: la ciudad entera se encomiendaa las devociones tradicionales de susCristos y Vírgenes y forma el célebrecordón sanitario que, con otras medi-das profilácticos, deja inmune a laciudad.

Desde entonces a 1.890 la desgana ypocos medios económicos paralizaronde hecho las obras de nuestra Plazade Toros. No obstante se celebraronen ella algunos festejos y corridos defuste. En Agosto de 1 887 tuvo lugarun simpático festival en el que hubo lalidie y muerte de unos becerros y lasconsiguientes carreras de cintas, bor-dadas por nuestras bellos paisanas.Los espadas eran D. José Lazan.) Ma-drid y D. Pedro Alvarez Moya, que estuvieron habilísimos, muy especialmen-te el señor Lozano, en lances de capay sobre 'o Jo en el momento de matar.En 1.889, y justamente el domingo 7 deJulio, con motivo de las fiestas de Je-sús Nazareno, se celebró una corridade novillos de muerte, pertenecientes ola acreditada ganadería de los orle-guenses D. Nicolás y D. José LozanoMadrid, cuyas reses dieron buen jue-go, siendo estoqueados por el reputa-do diestro cordobés Rafael Ramos «ElMelo» sobrino de Manuel Fuentes «Bo-canegra> que con su cuadrilla hizo lasdelicias del público, que llenaba total-mente la p i eza. Y por último, en el ve-rano de 1.890 nuestra Plaza de Torosofreció una espléndida novillada, pa-trocinada por la hermc ndad de la Co-lumna, y una corrida de toros, bajo elpatrocinio de la del Nazareno; en estase jugaron cuatro de la Marquesa Viu-da de Saltillo, actuando como únicaespada, con sus espléndidas faculta-

La Plaza de Toros de...(Viene de la pág. 1.')

fábrica, donada por Fernando VII a laReal Junta de Hospitales. Zaragoza le-vanto la suya en 1.764. La tan célebrede Ronda en 1.785. Sigue la de Aran-juez en 1.796, etc. En casi todas —Sevi-lla, Ronda, Madrid— predomina el mo-mento neoclásico del arte arquitectó.nico. Y siempre, para la distribución ycomodidad de las plazas de toros esforzoso el antecedente de los circos ro-manos que por su organización y ca-rácter tenían un cierto parecido con elespectáculo taurino.

Priego, por su creciente afición a lostoros, no podía quedarse atrás en lacorriente decimonónica que prodigabapor algunos pueblos y capitales de lageografía española nuevas plazas pa-ra la incomparable fiesta nacional; yasí, en los albores de 1 884, cuando to-davía está flamante la separación de

Fotografía de la Plaza de Toros obtenida en la mañana que seinauguró oficialmente

39 de %justo 1s 1914 ADAR.VE Pág. 9 nnnnn••inswi.t

E13 de Septiembre de 1.892 habría de celebrarse esta importante corrida de toros

des, el diestro cordobés «Guerrita»,por cierto que fué estupenda la salidadel primer toro, que al minuto de suaparición en la arena había trepadoy dado muerte con singular fiereza atres caballos.

Ante el peligro que representaba lainseguridad en que se encontrabanuestro circo taurino y la fama que ibaadquiriendo con los nombres de losdiestros que en él toreaban, se remo-vió la vieja sociedad constructora de1.884 deseosa de encontrar una solu-ción al problema planteado accedién-dose por todos a una propuesta quehizo talo de los accionistas, tan pudien-te como aficionado a la fiesta necio-

nal, Don Francisco Lázaro Martínez,quién se comprometía a adquirir todoslas acciones en un precio determinadoy entregar en el plazo de dos años unaPlaza de toros digna de Priego. los re-unidos comprendieron que el Sr. láza-ro Martínez, por su entusiasmo, su desprendimiento y su amor a la ciudadera el indicado para resolver la situa-ción accediendo todos; otorgándoleescritura de venta en Agosto de 1.890.

Nuestro Coso taurino da fe de comocumplió exactamente D. Francisco sucompromiso. Construyó, en el plazoseñalado, una plaza amplia, segura yaún lujosa para un pueblo; sus tres ele-mentos esenciales, a saber, ruedo, lo-

Foto Medina

calidades y dependencias, se habíanhecho con largueza: el anillo medíacincuenta metros de diámetro y la are-na, igualdad y demás requisitos delsuelo eran los más exigentes para la li-dia (sometiéndose al consejo de Daza:«el suelo debe ser llano, duro y algoarenoso, que no resbale ni atasque»);las localidades, muy cómodas—barre-ra, graderío y palcos—que en númerode ochenta coronan la plaza, el cen-tral, para la presidencia, de mayor ta-maño y riqueza que condensa el gustoarquitectónico de la plaza, existiendootro sin graderío alto posterior—quellevan los demás— para el dueño de laplaza; y en cuento a las dependenciaseran amplias y estaban muy bien ter-minadas tanto para las necesidades dela lidia como para el servicio de lostoreros: caballerizos, almacenes y de-partamentos, corrales y chiqueros, sinolvidar enfermería y accesorios.

La prensa encomió estas 'condicio-ne:, recargando la nota de la origina-lidad un artículo que escribió el 27 deMayo de 1.892 D. Carlos Valverde Ló-pez y que publicó «La Lealtad», deCórdoba. El laureado poeta, entreotros cosas, decía: «No en balde usa-mos la palabra singular como apela-tivo de esta Plaza. Así como por suscondiciones de caudal de aguas y deextensión perimétrica la Fuente del Reyde Priego es única en su género en elmundo, la Plaza de Toros de esta ciu-dad, debido a la naturaleza del suelo,es única también en su clase y superacon mucho en solidez a todas sus con-géneres. La obra que describimos nosrecuerda, y de ahí su singularidad, la

El objetivo de Ratael Medina acaba de captar esta amplia visiónde nuestra hermosa Plaza de Toros

Pág. o ADARVE 39 de Hueste de 1964

primitiva construcción humano. Dijé-ramos ser un renacimiento anterior alciclópeo, una remembranza, no ideal yde pura fantasía, sino real y tangible,de la edad troglodítica, de aquellaedad y de aquella arquitectura quehoradando las montañas y socavandolas moles de granito, produjeron lostemplos maravillosos de la Indio, lascatacumbas admirables de Elefanta,las pagadas de Pondicheri y el famosí-simo monumento de Ellora...»

Se esperaba con ansiedad la famosainauguración de la Plaza de Toros dePriego. Desde principio de verano deese año 92 no se hablaba por todos si-tios de otra cosa. Y llegó al fin la de-seada fiesta, que marcó un hito esplen-doroso en los anales de la ciudad.

La noche del 6 de Agosto, víspera dela inaugu-ación, rebosaba Priego deforasteros. Pasaban de tres mil. Entrelos llegados de Sevilla y Córdoba seencontraban el General Sánchez Mira,el Marqués de Santa Rosa, el Condede Cárdenas y el Gobernador Civil dela provincia D. Antonio Castañón yFaés. Este se hospedaba casa del Álcalde D. Carlos Valverde López, quiencuenta en sus «Memorias íntimas y po-pulares. esta simpática anécdota: «Erael Gobernador un asturiano franco ycariñoso, pero tan modesto y despre-ocupado que rayaba a veces en lo vul-gar. Cuando le ví llegar sin otro equi-paje que una pequeña maleta, no pu°de por menos que preguntarle:

—Pero, D. Antonio, ¿no se ha traidousted el sombrero de copo?

—¿Para qué?—Poro presidir mañana la corrida.—¡Ehl, yo presido de cualquier mo-

do: este hongo está bueno.—Bueno; pues iremos de hongo.Aquella noche, después de cenar,

me dice:—¿Qué?, ¿vamos a ver esa Fuente

del Rey?—Vamos, cuando Vd. guste.Y allá nos dirigimos con algunos

amigos. La Fuente estaba concurridísi-ma, especialmente de forasteros. To-dos los asientos se hallaban ocupados.Como le gustara aquel sitio, que cele-bró mucho, quise mandar por unas si-llas a la vecindad.

—¡Ehl no hacen falta, aquí me sien-to yo.

Y como si fuera un chiquillo se sentóen el mismo pretil de la Fuente dandocon los pies casi en la cascada.

—Pero, hombre, ¡por Dios! ¿ahí?—Sí, aquí, aquí se está más fresco.Y sacando la petaca comenzó a fu-

mar. Como es lógico no hubo más re-medio que sentarse allí con él; yo lohice así, temiendo sin embargo que vi-niera algún municipal y denunciara ala primera Autoridad de la provinciay al propio Alcalde.

Estos detalles —termina escribiendo

D. Carlos—dan idea de lo genialidadde aquel señor, que por lo demás erauna bellísima persona».

El 7 de Agosto fué un día memora-ble para Priego. y se cumplía el segun-do aniversario también de la famosacorrida del Nazareno en que toreó«Guerrita». Mas si ésta fué buenaaquella no le iba a la zaga. En los her-mosos carteles que cuajaban la ciudady las limítrofes se decía que «Con su-perior permiso, presidida por el Exce-lentísimo Sr. Gobernador Civil de laprovincia y si el tiempo no lo impide,tendrá lugar en la tarde del domingo 7de Agosto de 1.892 una gran corridade toros de muerte, lidiándose seis es-cogidos de cinco años cumplidos, de larenombrada ganadería del Excmo. se-ñor D. Antonio Miura, vecino de Sevi-lla, para ser toreados y muertos a estoque por los diestros de gran valíaRafael Molina .Lagartijo» y Rafael Be-jarano «Torerito». La silla de palco va-lía 12'10 pesetas, lo barrera 8'10, lagrada cubierta 5 60, la última grada detendido 6'10 el tendido de sombra 5'10y la entrada de sol 3'10.

En aquella memorable tarde inaugu-ral presentaba la Plaza de Toros dePriego un aspecto brillantísimo. El pú-blico ocupaba totalmente todas los lo-calidades y las damas en los palcos.engalanados con alegres mantones deManila, daban la nota de belleza y desimpatía dentro de aquel conjunto hu-mano de abigarrados colores, quepresenciaba lleno de contento todoslos lances toreros de ° paellas dos co-losos maestros que brillaron en la his-toria de la tauromaquia de todos lostiempos El ganado fué estupendo, re-sultando muertos cinco •jacos» e in-gresando en la cárcel un espontáneoque logró poner un par de banderillas.Un día grande para la fiesta nacional,en el marco de la nueva Plaza de Prie- ,go, cuya corrida nos la describe tam-

bién con el seudónimo de «Ojeba» elcorresponsal del diario de Córdoba enuna «carta» firmada dirigida al perió-dico, en cuya crónica se dice que elconstructor de la Plaza fué D. ManuelArjona Serrano y que no hace la des-

cripción del coso «por haber publica-do ya una muy primorosa su buen ami-go el Sr. Valverde». Termina el corres-ponsal diciendo que «había tanta gen-te en Priego, con la entrada de unos3 000 forasteros, que más parecía lociudad Lourdes o Covadonga».

El dueño de la Plaza y empresario apesar del coste bien crecido de tanbuen espectáculo obtuvo una utilidadsuperior a las 7.000 pesetas.

Pocos días después y con motivo dela Real Feria y Fiestas de Septiembrehubo otra gran corrida de toros, quepor una serie de circunstancias tan for-tuitas como lamentables resultó desas-trosa para la empresa que perdió másde lo que había ganado en la corridainaugural. Los matadores anunciadoseran Rafael Guerra «Guerríta», deCórdoba, y Antonio Reverte Jiménez,«Reverte», de Alcalá del Rio, y los seistoros de cinco años cumplidos, de «lamuy renombrada ganadería del señordon José A. Adalid, de Sevilla», segúnrezaban los carteles. Los precios eraniguales a los de la corrida anterior; pe-ro a última hora telegrafió «Guernta»desde Daimiel diciendo que el día an-terior—el 2—al saltar la barrera enaquella plaza manchega hablase cla-vado una astilla en la mano que le im-pedía matar, enviando para sustituirlea «Almendro». Este desencanto unidoa una tormenta que si no estalló estuvoamagando todo el día hizo que la ma-yor parte del público no fuera a laplaza, resultando la fiesta un fracasode animación y de toquilla. No obs-tante «Reverte» y los toros de Adalidcumplieron bien.

Sil de Hueste d 1914

ADARVE_ - Pág.

Después... ¡cuantas corridas y her-mosos espectáculos se han dado en és-te coso taurino s Que nosotros recorde-mos, allá por el año 1.911 alternabanManuel Rodríguez «Manolete» (padredel que inmortalizó el nombre) y «Co-'cherito», con seis hermosos toros deD. Luís Gomero Cívico, en el día de Fe-ria, 3 de Septiembre. El mismo «Mano-lete», podre, y en igual fecha, de 1.912,toreaba aqui con Rodolfo Gaona, queestaba en pleno auge por entonces,seis toros del Marqués de los Castello-nes. A 1.914 corresponde una buenanovillada con Ignacio Sánchez Mejías,José García «A Icalareño» y FranciscoGutiérrez «Serranito», jugándose seisbuenos novillos de Pérez de la Con-cha. En 1.920 se lidiaron seis toros dede D. Félix Moreno Ardanuy, vecino dePeñaflor, para los valientes espadasMatías Lara «Larita» y Francisco Ma-drid. Más adelante vimos como mata=dor de toros a IgnacioSánchezMejías yrejoneador Cañero. En 1.932 hubo unamagnífica corrida de toros, en el día 2de Septiembre, jugándose seis hermo-sos ejemplares de D. Manuel Arronz,paro los ases de la torería Marcial Lo-landa, Domingo Ortega y Manuel Me-lías " Bienvenida » . En 1.940 torearon enla Feria el gran «Manolete», Ortega yNiño de la Palma, que llegaron el 2por la tarde y un grupo de amigos leofrecimos una cena en el Casino , sien-do yo Presidente de la Sociedad. Re«cuerdo perfectamente lo que celebró«Manolete» el jardín, donde se sirvió lacomida, y la simpática sobremesa quese prolongó bien entrada la noche,acompañando todos luego a los mata-dores en una vuelta por la Feria parallegar a la Fuente del Rey por el Pa-lenque, bajar hasta lo Virgen de la Sa-lud, donde todos rezamos a la Protec-tora de Priego, y dejar a los diestrospara descansar en la puerta del HotelRosales.

Del año 40 a la fecha han dadonombre a nuestra Plaza novilleros dealto vuelo como «El Cordobés», Pep,ínMartín Vázquez, Poquito Casado, Enri-que Vera, entre otros, y los grandesmatadores de toros Antonio Ordóñez,Gregorio Sánchez, Jaime Ostcs, Ma-nuel Báez «Litri» Manuel Calero «Cale-'rito», José María Martorell, que conotros estupendos rejoneadores comoAngel y Rafael Peralta, Alvaro Domeq,padre e hijo, lucieron en este ruedo ar-te y valor.

He aquí, a grandes rasgos, algo delo mucho y bueno que debemos a don

.Francisco Lázaro Martínez y al seño-río y entusiasmo heredado por su so-brino y actual propietario de la Plazade Toros D. Federico Tofé Serrano, tandiligente como aquel porque tenga vi-gencia lo que dijo «Lagartijo» de ellaal inaugurarla: «¡...nunca ví otra tanpreciosa!»

Mayat `relataA mi primer nieto Antonio Jesús.

Entrañablemente.

Ya tengo un nieto. Es el primero.Es un encanto. Es un lucero.Es primoroso. Casi divino.Es un tallito de nardo fino.Claro que intuyoque, para cada abuelo,—dulce consuelo-

, el más bonito lo será el suyo.Yo quiero darte, querido nieto, la bienvenida

con una frase sencilla y tierna de despedida.Frase que anida en mí corazón .y fué inspirada por el Espíritu Santo a Símeón.Aquella frase sublime y fugaz,cuando en sus santos brazos se posó el Verbo:«Ahora despides, Señor, a tu siervo,conforme a tu palabra, en paz».

Así son los maderitos de San Juan,unos se vienen y otros se van;y tú has traido un báculo a tu abuelopara que en él se apoye, hasta escalar el cielo.

Como el fruto de los años es la expecienciay la experiencia es madre de toda ciencia,sin otro mérito que el de ser viejoyo voy a permitirme darte un consejo:

Si la ambición te tienta, la tentación desecha,que ese grano maldito no dá buena cosecha.

No te muestres huraño, ní pedante, ni necio,para que no te trate la gente con desprecio.

Que tu boca sea siempre fuente de la verdady la fé en tu pecho templo de caridad.

Trata a los poderosos con consideración,y a los humildes ábreles tu corazón.

Tu amor y tu respeto igual repartirásentre el que nada tiene y el que tiene de más.

Rechaza a los perversos, mas con moderación,que la justicia exige máxima comprensión.

Reparte tus sonrisas, reparte tu cariñocon la misma pureza con que lo hacías de niño.

Trabaja honestamente, procede con decoro,y así tendrás millones de finísimo oro,de ese oro invisible que no está en los bolsillos,ni tampoco en las Bolsas, ni en las cuentas corrientes,si no en los corazones de los hombres sencillosque es el mayor tesoro de los seres vivientes.

Sí cumples los preceptos que te dicta tu abuelotendrás paz en la tierra y la gloria en el cielo.

>dé danwizet ;114‹41

Priego, 15 Agosto 1.964

Alá. 12 ADARVE 30 de llanto de 1164

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39 de !Mosto de 1904

En el Hotel Velázquez, de Madrid,los miembros de la Junta Directiva dela Casa de Córdoba, con sus respecti-vas esposas, ofrecieron una Cena-ho-menaje a su Presidente D. Felipe So-lis Ruíz, con motivo de haber tomadoposesión del cargo de Consejero Nacional del Movimiento por la provin-cia de Córdoba.

El acto estuvo presidido por el Pre-sidente de Honor de la Casa, Excelen-tísimo Sr. D. José Solís Ruiz, MinistroSecretario General del Movimiento,enviando cariñosa adhesión el tambienPresidente de Honor, Excmo. Sr. DonAntonio Barroso Sánchez Guerra, queestaba ausente. Se unieron tambiénD. Domingo Solís Ruiz y su esposa.

Ofreció el homenaje el Vicepresiden-

te D. José Navarro González de Cana-les, quien, por el carácter familiar delos reunidos, comenzó diciendo: Ami-

gas y amigos.

Expuso el deseo de todos los sociosde la Casa de Córdoba de tributar unhomenaje popular a su Presidente, me-diante la asistencia a este acto, pero lamodestia de Felipe Solis, habla hechodesistir de este propósito reduciéndolosolo a los miembros de la Junta Direc-tiva, con sus señoras. Ello imprimíauna peculiaridad especial al acto, ampliando el homenaje a la compañerainseparable de nuestro Presidente, Pe-pita Rueda, que comparte con él, conun entusiasmo inigualado, las tareasde la Casa de Córdoba y lleva el espí-ritu de nuestra Casa y su alegría a lospueblos de aquella provincia.

Saludó cariñosamente al MinistroSecretario y le dijo «que habria de so-portar la acción machacona del nuevoConsejero Nacional». Dijo que Córdo-ba tiene en sus hombres virtudes in-natas y una forma especifica de mane-ra de ser donde la amistad y herman-dad tienen una seria y honda raigam-bre. Hace recordar a este respecto elconcepto patriarcal de la familia cor-dobesa y señala corno prototipo del pa-triarcado a la inÇione Honra de TJ Fe.

ADARVE". • • mai •••n• • • ami • • zwill

Jipe Solis, padre de nuestro homena-jeado.

La familia Solís es un legítimo<quilo de la tierra cordobesa—añadió-y en estos momentos, al contemplarlosle venía a la memoria la figura deaquel buen cordobés, el Gran Capitán,cuyas virtudes excelsas fueron el va-lor y la lealtad inquebrantable a suRey, virtudes que también adornan alos Solis.

Poco más, manifestó al final, podrádecirse en una reunión familiar comoésta, sino ofrecer de todo corazón estehomenaje a Feplipe Salís, no en el pa-sajero momento de un acto sino en lapermanencia constante de una amis-tad que le ofrecemos, con cariño in-quebrantable y con un abrazo en elque fundimos a todos los hermanosSolis. Escuchó muchos aplausos.

D. Felipe Solis Ruiz agradeció emo-cionado el homenaje indicando que se-guiría luchando por el bien de Córdo-

Pág. 13

ba y que se ofrecia a todos desde sucargo, alentando a todos los compañe-ros de la Junta Directiva de la Casade Córdoba para que cooperen con él,como hasta ahora lo han hecho, parahacer de la Casa de Córdoba en Ma-drid, una embajada permanente denuestra provincia, en la capital de Es-paña y que la Casa de Córdoba sigasiendo portavoz de los valores denuestra querida Córdoba estandoabierta para todos los cordobeses osimpatizantes que quieran visitarla ysobre todo para aquellos cordobesesque vengan a Madríd, a los que pediano dejasen de visitar la magnifica se-de de nuestra Casa.

Las palabras de D. Felipe Solís Ruízfueron rubricadas por los aplausos ylas felicitaciones de todos los asis-tentes.

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Presidencia del banquete ofrecido por la Casa de Córdoba en Madrida D. Felipe Solís Ruiz y señora

gie vinctricia ti de la.

AVISO IMPORTANTE

Se ruega a todas las personas que tengan familiares enterradosen las nicheras de esta Hermandad, pasen por la casa-oficinadel Sr. Conserje del Cementerio, calle Abad Palomino, núm. 5, afin de comprobar los datos de un fichero nuevo que se ha forma-do, con los asientos de los libros antiguos, relativos a los ente-rramientos en referidas nicheras. Se deben comprobar: nombresde las personas enterradas, número del nicho y fechas de sepul-tura y renovaciones.

Para total conocimiento de ello, se dá un plazo hasta final deaño, advirtiendo que aquellos nichos, cuya ocupación no estécomprobada en 1.° de Enero de 1.965, serán vaciados y los res-tos que contengan, depositados en la fosa común.

Priego de Córdoba, 28 de Agosto de 1.964.

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Por los méritos culturales y moralesque concurren en el Sr. Blanco espe-ramos que lleve a cabo una gran la-bor espiritual por las almas que se lehan encomendado en la Diócesis.

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Esta ciudad señorial desde lostiempos mismos de su fundación,que sintió el poso y el peso decivilizaciones sucesivas, que sufrela evolución operante de la épo-ca visigoda, que soporta la forti-ficación de los árabes y que enposteriores periodos históricosparticipa en sus mutaciones yavatares guerreros y políticos, sedestaca en el panorama generalde los pueblos de nuestra ubé-rrima campiña, por su posicióngeográfica, por los ilustres varo-nes que en ella vieron la luz pri-mera y por las maravillosas y es-pléndidas muestras de arte queatesoran sus Iglesias, conventosy casas señoriales y por la topo-grafía peculiar de sus bellos rin-cones antañones.

Visitar esta ciudad es un pla-cer del espíritu; pues sería nece-sario ser insensible a toda emo-ción para no quedar al momen-to prendado de ella. Aquí parecehaberse dado cita un cúmulo deelementos de tan subido valorque hacen de Priego un centromonumental en el que cada unode sus componentes nos aprisio-na en la sutileza de sus encantosque fascinan por su grandiosidady belleza.

Recorriendo sus monumentosse nos presenta la oportunidadde ampliar el horizonte merced ala vastísima extensión de su pa-norama artístico, en el que flo-ran por doquier las maneras dehacer, en los más variados mate-riales de los grandes maestrosque dieron fama a la ciudad,centro un día irradiante de re-nombrados focos artísticos cuyosrayos llegaron a otras latitudespara dejar constancia de su pro-cedencia y de la magnitud deldesarrollo que alcanzó la vidade esta ciudad.

Bien merece esta ciudad el tí-tulo que encabeza estas líneasporque no le faltan motivos ar-tísticos que atraen comentarioslíricos o descriptivos para exal-tar su valor, a lo que contribuyecon fuerza arrolladora la hermo-sa perspectiva de sus espléndi-das realizaciones,realzadas aquípor los encantos naturales, cuyavisión produce una sensaciónmaravillosa de exuberantes ma-nifestaciones que parecen ser hi-j as de una !aura ideal.

Inevitablemente, una ciudadcomo Priego, de tal manera al-curniada por un espléndido pa-sado y creyente, tiene que ofre-

Cabezas de Familia

Formar en la Asociación deCabezas de Família de Prie-go es tanto como participaren las tareas de toda índoleque piensa acometer con ar-dor.

ternos contrastes entre los quedestaca de tormo admirable elbarroquismo que se extiende porlos cuatro puntos cardinales de laciudad, como si dentro de su re-cinto se cobijaron los últimosaños de este periodo con singu-lar complacencia, prodigandopor todas partes el prestigio deque hoy goza para admirarlo ycomprenderla aún dentro de susdesequilibrios geniales y sus be-llezas faltas de lógica.

Las sin razones que esto supo-nía dentro de los cánones clási-cos y que llegaron a repugnar amuchos eruditos, de lo que hastaentonces parecía inmutable, pro-vocaron esas locuras decorativasque nos cautivan. En este aspec-to Priego ofrece un conjunto tanhermoso que culmina en su sun-tuosa Iglesia parroquial de laAsunción y dentro de ella su fa-mosísimo Sagrario con todo sutremendo barroquismo.

Aquí se manifiestan esas ca.rocterísticas del quebrado de losdetalles y la aglomeración deadornos, cambiando el conceptode las grandes superficies y delas masas, siendo así que en estaconstrucción se sigue la normade suspender los medallones se.,gún ejes oblicuos, sustituye a lassuperficies planas las alabeadas,las molduras se convierten en sa-lientes recortados y retorcidos, esdecir, rompiéndose las estructu-ras arquitectónicas en un atrevi-do abandono total de los lineasy los motivos clásicos. Todo estose manifiesta en el Sagrario dePriego,tan grandioso y bello queparece exteriorizar la fantasíade nuestro pais.

Este frenesí que altera la leyque había impuesto el equilibriose apodera de nosotros y nos en-trega a la móvil influencia de to-das sus tradiciones. La locura desu exuberante decoración cir-cudoda por un amplio juego deluz que fascina hacen que el áni-mo sienta ese soplo de lo emo-cional y artístico, prescindiendode todas esas leyes y cánonesque situaron a este estilo al bor-de de la nada.

12. 049wilakSecretario de la Real Academia

Imprenta HILARIO ROJAS

go emodonal y artísticoTranscribimos este interesante trabajo que publica el diario +Córdoba»

VERANEO A LA CARTA

— y como te digo, estamos encantados: el chalet es

de ensueño, y yo no me salgo del agua en todo el día...