Las 5 razones por las que hay que asesorar pedagógicamente a las escuelas de educación básica.
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Las 5 razones por las que hay que asesorar pedagógicamente a las escuelas de
educación básica.
Mtro. Josué Herrera Salazar
Durante los últimos años la exigencia social, las políticas de gobierno y las exigencias
internacionales han afectado la educación, como menciona Bonilla (2006) “En México ha habido
profundas transformaciones en las últimas décadas, las cuales –en conjunto- han modificado el
sentido y la orientación general de la educación básica” (Pág. 27), esto con el propósito de
mejorar la calidad en el servicio educativo, por ejemplo, cambio del programa de estudio del
nivel básico y en el perfil docente para afrontar las exigencias sociales e internacionales, ya que
el alumno que egresa del nivel básico debe de contar con competencias que le permitan integrarse
eficientemente en diversas comunidades. El ámbito para lograr lo anterior, es la escuela y la labor
docente, por tal motivo es relevante que el docente tenga acceso a diferentes medios para
reorientar su práctica y alcanzar la mejora en la calidad educativa. En los siguientes párrafos
expondré, tomando en cuenta las ideas del texto “La asesoría técnica a la escuela” de Bonilla
(2006), las cinco razones por las que considero necesaria una asesoría técnica en la práctica
docente de nivel primaria.
Razón 1: El fin de la escuela es lograr que los alumnos aprendan más de lo que
saben.
Bonilla (2006) expone una gran variedad de argumentos centrados en las dificultades que
tiene la escuela y el docente para lograr que los alumnos aprendan. Desde mi experiencia, la
escuela pierde tiempo porque se llena de actividades, proyectos, reuniones que no precisamente
van enfocadas a lograr que la práctica docente impacte en los niños.
Los programas de educación básica se centran en lograr que los alumnos aprendan más de
lo que saben y que con este aprendizaje resuelvan eficientemente situaciones problemáticas. Sin
embargo, como menciona Bonilla (2006) ¿De qué sirve que la escuela tenga una gran variedad de
herramientas tecnológicas, acerbos en la biblioteca, estímulos económicos para los docentes, si
no impactan en calidad y equidad de aprendizajes en los alumnos? Si la escuela no centra sus
esfuerzos para que los alumnos aprendan. Estos recursos, según Bonilla (2006) debe de ir
acompañados de procesos que trastoquen las interacciones docentes-alumnos, que desarrollen
nuevas competencias docentes y mejoren las condiciones de la escuela. Por esa razón estos
esfuerzos deben de ir acompañados de una asesoría técnica pedagógica que sea efectiva en el
cumplimiento de lograr aprendizajes con el uso de diversos recursos y en acuerdo con los
propósitos del nivel educativo.
Razón 2: la tarea de enseñar no se reduce a transmitir conocimientos e
informaciones.
Para que el maestro de educación básica responda antes las exigencias de un programa
que solicita el desarrollo de competencias, para que los estudiantes utilicen el conocimiento
aprendido en una gran variedad de situaciones para la vida, la práctica docente no se puede
reducir simplemente a trasmitir información, Bonilla (2006) menciona que el desempeño docente
implica hoy un esfuerzo mayor en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por esa razón es un
desafío para el docente contar con un alto grado de profesionalidad. Es relevante que el docente
cuente con oportunidades que le permitan re-aprender a aprender con el fin de estar preparados en
el ejercicio de su profesión. Según Bonilla (2006)
Los profesionales de la educación que desempeñan funciones
técnicas desde diferentes áreas del sistema educativo cobran una
particular importancia para apoyar la formación de los maestros
en servicio, ya sea para su desarrollo profesional individual o
sobre la base de las necesidades del establecimiento escolar.
El proceso de profesionalización docente no luce fácil ni sencillo, pero desde la escuela la
asesoría técnica pedagógica puede permitir un acompañamiento docente que permita en conjunto
con los programas de formación, un mejoramiento en la práctica docente.
Razón 3: Los docentes no pueden llevar su tarea de formar solos.
Sin duda la tarea de formar debe de ser una sinergia de colaboración entre todos los
implicados en el sistema educativo. Bonilla (2006) menciona que la formación de sociedades que
sean capaces de aprender continuamente es compleja y no se puede dejar esta responsabilidad
sólo al docente. La experiencia de otros sistemas educativos en el mundo plantean que un apoyo
técnico pude brindar a las escuelas un mejoramiento en las prácticas educativas. Esto con el
propósito de atender de forma sistemática problemas cotidianos en las prácticas educativas, de
forma clara y articulada para no contraponer propósitos y acciones y para que los docentes
encuentren en estos servicios de asesoría el apoyo que requieren.
Razón 4: La escuela necesita transformarse.
La búsqueda del bienestar económico ha tenido como consecuencia que los padres de
familia busquen a través de diferentes fuentes laborales el sustento, en un mundo más
competitivo. El tipo de alumno que hoy está llegando a la escuela, está bombardeado por una
gran cantidad de información gracias a los medios masivos de comunicación. La escuela necesita
transformarse e integrarse al mundo competitivo, ya que como menciona Bonilla (2006), la
sociedad globalizada obliga a replantear la forma en que se ve a la escuela y su formación. Es
necesario que los docentes empatan su identidad profesional y su función en el cumplimiento de
su tarea, ya que hoy se le exige responder a las múltiples demandas del sistema educativo y esto
puede crearle incertidumbres y tensiones. En este punto, la asesoría técnica pedagógica en la
escuela puede romper con el aislamiento en el que tradicionalmente mantiene las escuelas, y
favorecer la reflexión de la práctica docente, para una escuela que se transforme y pueda cumplir
con las exigencias de formación. Así mismo para disminuir las tensiones y las incertidumbres
ante la necesidad de desarrollar competencias profesionales ante el nuevo currículo.
Razón 5: Redefinir el sentido global de la escuela.
La escuela tiene que redefinirse y tener al alumno como eje central de sus acciones. La
asesoría técnica pedagógica, como menciona Bonilla (2006) no es solamente tratar los métodos
de enseñanza, trabajo con los contenidos y la organización curricular, tiene que buscar ante todo
un trabajo colaborativo para dar orientaciones y referentes que permitan encontrar entre todos los
actores escolares una formula pedagógica, institucional y social para que pueda existir una
articulación entre las demandas docentes, la organización escolar y el mejoramiento de los
procesos de enseñanza-aprendizaje que afectan el funcionamiento en el cumplimiento de la tarea
central de la escuela.