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  • La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin

    social del hbitat

  • La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin

    social del hbitat

    Coordinacin:Gustavo RomeroRosendo Mesas

    Autores:Gustavo Romero Rosendo MesasMariana EnetRosa OliverasLourdes GarcaManuel CoipelDaniela Osorio

    Instituciones participantes:Mxico:Fomento Solidario de la Vivienda - FOSOVI ACPrograma de Maestra y Doctorado en Anlisis, Teora e Historia, CIEPFA, UNAMCuba:Programa de Desarrollo Humano Local en el municipio de la Habana Vieja PDHL-ONUGrupo de Desarrollo Integral de la Capital GDICPrograma de Desarrollo Urbano de la Habana Vieja, Oficina del Historiador de la Ciudad de la HabanaArgentina:Integra, Consultora

    CYTED-HABYTED-Red XIV.F

  • 4La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    Publicacin del Programa Iberoamericano de Ciencia yTecnologa para el desarrollo CYTEDSecretario General del CYTED:Dr. Fernando Aldana

    Subprograma XIV Tecnologa para viviendas de interssocial HABYTEDCoordinador Internacional:Lic. Edn Martnez

    Red XIV.F Tecnologas sociales y produccin social del hbitatCoordinador:Rosendo Mesas

    Coordinacin del proyecto:Fomento Solidario de la Vivienda, FOSOVI ACPrograma de Maestra y Doctorado en Arquitectura yUrbanismo, campo de conocimiento Anlisis, Teoria e HistoriaCIEPFA, UNAM, Mxico

    Coordinacin editorial:Daniela Osorio

    Diseo grfico:Leticia Moreno, Jorge Langarica, Julio Toledano

    Diseo editorial:Julio Toledano

    Los contenidos de este libro pueden ser reproducidos confines acadmicos

    Derechos reservados CYTEDImpreso en Mxico, DF. 2004

  • 5Introduccin

    Captulo 1La produccin del hbitat

    1.1 Repensando la produccin del hbitat:nuestra aproximacin epistemolgica1.1.1 Sobre la necesidad de nuevas herramientas de conocimiento1.1.2 Principios generales del pensamiento complejo1.1.3 Una manera diferente de entender la produccin del hbitat

    1.2 Procesos que influyen en los modos de produccin del hbitat1.2.1 Antecedentes: transformaciones en la estructura poblacional urbana1.2.2 Pobreza y depredacin medioambiental: consecuencias del modelode desarrollo dominante1.2.3 Impacto del modelo de desarrollo y la globalizacin en las ciudadeslatinoamericanas1.2.4 La produccin de polticas habitacionales y el papel de los gobiernoslocales

    1.3 La produccin social del hbitat1.3.1 El proceso de produccin del hbitat1.3.2 Distintas maneras de entender la vivienda1.3.3 Qu se entiende por produccin social del hbitat? 1.3.4 Para evitar confusiones: qu se entiende por autoconstruccin,autoproduccin y produccin social del hbitat?

    1.4 La participacin como eje metodolgico de la produccin socialdel hbitat 1.4.1 Qu es la participacin?1.4.2 Grados y modos de participacin1.4.3 Ampliando la participacin social1.4.4 Nuevos enfoques metodolgicos y operativos basados en la participacin, la estrategia y la sustentabilidad 1.4.5 Educacin para la participacin

    1.5 Replanteamiento del rol profesional de los arquitectos, planificadores y profesionistas de otras disciplinas en la produccin social del hbitat1.5.1 De las prcticas tradicionales a una nueva manera de trabajar1.5.2 Un enfoque profesional diferente: la asesora tcnica participativa

    1.6 Desarrollo y transferencia de tecnologas sociales participativas de diseo1.6.1 Caracterizacin de las tecnologas sociales participativas de diseo1.6.2 La transferencia de tecnologa

    Notas captulo 1

    ndice

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    50

  • 6Captulo 2Diseo participativo

    2.1 Qu es el diseo? Qu es el diseo participativo?2.1.1 El diseo arquitectnico2.1.2 El diseo arquitectnico y la vivienda en el mundo moderno2.1.3 La construccin de caminos alternativos2.1.4 La alternativa de la participacin en el diseo2.1.5 Una redefinicin del papel del diseo y del diseador2.1.6 El proceso de diseo participativo2.1.7 Una manera diferente de conocer la realidad

    2.2 Mtodos de diseo participativo2.2.1 Soportes y unidades separables

    2.2.1.1 Dos experiencias de aplicacin de los Soportes en barrios populares del centro de la Ciudad de Mxico2.2.1.2 Una experiencia de aplicacin de los Soportes enTabasco

    2.2.2 Lenguaje de patrones2.2.2.1 Un caso de viviendas generadas por patrones: la experiencia del PREVI en Per

    2.2.3 El Mtodo de Livingston2.2.3.1 Un caso de aplicacin del Mtodo de Livingston en Cuba

    2.2.4 Generacin de opciones2.2.4.1 Una experiencia de diseo por Generacin de Opciones:el caso de Canal Nacional

    2.3 Anlisis comparativo de los mtodos

    2.4 Tcnicas de diseo participativo2.4.1 Obtencin de informacin2.4.2 Diseo participativo2.4.3 Retroalimentacin y evaluacin

    Conclusiones

    Notas captulo 2

    Bibliografa

    Los autores

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    616366

    68

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  • 7La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    Antecedentes del programa CYTED

    El Programa Iberoamericano de Ciencia yTecnologa para el Desarrollo, CYTED, esun programa internacional y multilateralde cooperacin cientfica y tecnolgica,creado en 1984 por un acuerdo interins-

    titucional entre los gobiernos de los 21 pasesiberoamericanos. En l participan grupos de inves-tigacin, universidades, centros de investigacin ydesarrollo, empresas y organizaciones no guberna-mentales (ONGs), reunidas con el propsito defomentar la cooperacin en el campo de la investi-gacin aplicada y el desarrollo tecnolgico para laobtencin de resultados cientficos y tecnolgicostransferibles a los sistemas productivos y a laspolticas sociales de los pases iberoamericanos.

    En 1987 se cre el subprograma nmero XIVdentro del CYTED, organizado en torno al temaviviendas de inters social, proyecto queactualmente se denomina HABYTED. El objetivocentral de este programa es crear un grupo inter-disciplinario de trabajo para abordar cuestionesrelativas al desarrollo cientfico y tecnolgico entorno al hbitat de los sectores de escasos recur-sos en el mbito iberoamericano. Para efectos deorganizacin del trabajo, HABYTED se divide entres modos de accin distintos: proyectos deinvestigacin, proyectos de innovacin y redestemticas. Una de estas ltimas es la Red XIV. BViviendo y Construyendo.

    La temtica central tratada en los proyectos dela Red Viviendo y Construyendo es la produccinsocial del hbitat en los asentamientos humanosde Iberoamrica. Entre los trabajos de esta Red sehan desarrollado mltiples proyectos de investi-gacin y difusin; uno de ellos es el proyecto Laparticipacin en el planeamiento y diseo del hbi-tat popular, que se contina en la Red XVI.F; elcual se ha desarrollado en dos momentos: elprimero, en un concurso a nivel Iberoamericanoque tuvo como objetivo conocer algunas de lasexperiencias tericas y prcticas en el campo delplaneamiento y el diseo participativos, y cuyosresultados fueron publicados en 1999; en unsegundo momento, los integrantes de la Red sehan abocado a desarrollar los contenidos terico-prcticos sobre la participacin en ambas disci-

    plinas. Debido a un desfase en los tiempos dedesarrollo, estos contenidos se publican en doslibros: uno de ellos es el que aqu se presenta, quetrata sobre la participacin en el diseo y, posterior-mente, se publicar un segundo libro que tratarsobre la participacin en el planeamiento. Los doslibros comparten en trminos generales la intro-duccin y el captulo 1 sobre la produccin del hbitat,ya que sus contenidos, con pequeas variantes, seconsideran relevantes para ambas disciplinas.Cabe sealar que la Red Viviendo y Construyendoha publicado varios ttulos con anterioridad, entrelos que se encuentran Reflexiones sobre la auto-construccin del hbitat popular en Amrica Latina,publicado en 1994, y Hacia HABITAT II. El rol asignadoa la participacin en las polticas de vivienda enAmrica Latina, publicado en 1995.

    Presentacin del proyecto La participacin en el diseo y la planeacin en la produccin social del hbitat

    Quienes desde hace varios aos hemos trabajadoasesorando procesos habitacionales populares,hemos sido testigos de cmo dentro y fuera denuestras ciudades generalmente en las periferiashay otra ciudad que se construye da a da, almargen de polticas pblicas y de los grandesdesarrollos inmobiliarios promovidos por la inicia-tiva privada. Frente a nuestros ojos, y cada vez conmayor presencia, hay otra ciudad en proceso deconstruccin. En ella, con grandes esfuerzos y ele-vados costos econmicos y sociales, las familiashan levantado de manera individual y colectiva unaenorme cantidad de barrios y colonias, generandouna alternativa propia frente a las demandashabitacionales que ni el Estado ni la iniciativa priva-da han logrado cubrir. As, de manera casi annima,se ha construido la ciudad informal, la ciudadespontnea e inacabada, que se ha gestado y hacrecido progresivamente y que, siguiendo inclusolos pronsticos ms conservadores, seguir cre-ciendo en estas condiciones.

    Frente a este panorama, hemos visto tambinque el gran esfuerzo de los pobladores, que poco apoco van consolidando su hbitat, ha carecido de un

    Introduccin

  • 8apoyo externo real en aspectos como lo financiero, lotcnico y lo social. A pesar de los grandes esfuerzosrealizados en programas de vivienda, sobre todo anivel institucional, las respuestas profesionales nohan sabido generar propuestas viables debido, engran medida, a una falta de comprensin sobre lanaturaleza compleja de estos procesos sociales deproduccin del hbitat. Especficamente, en elcampo del diseo y la planeacin urbana, las pro-puestas generadas por arquitectos, urbanistas yplanificadores han resultado ser, en muchos casos,incompatibles con la realidad cotidiana de los grupossociales a los que se dirigen los proyectos.

    De ello, resulta una doble situacin en la que, porun lado, la ciudad crece al margen de polticas pbli-cas y de la normatividad existente y, por otro, la ciu-dad formal, aparentemente planeada y desarrolladadentro del marco normativo, se llena de grandesdesarrollos habitacionales basados en bloquesdesarticulados, ajenos a la escala y a los patronesculturales de los grupos a los que estn destinados,especialmente cuando se trata de grupos populares,y que presentan enormes problemas de deteriorodebido a los altos costos de su mantenimiento.

    As, en esta ciudad formal se interviene infor-malmente, producindose nuevas habitaciones yhasta viviendas, crendose nuevos espacios paraacomodar las necesidades crecientes e insatisfechasde las familias, sin intervencin estatal o inmobiliaria.

    Ante este panorama, se hace necesaria la formu-lacin de nuevos enfoques, nuevos modos de entenderlos procesos de urbanizacin y poblamiento que seestn llevando a cabo en nuestras ciudades y, para-lelamente, encontrar nuevas maneras de interveniren el desarrollo de estos procesos.

    El punto de partida que sustenta cualquierpropuesta en este sentido es un asunto que lapropia realidad nos ha demostrado: en la granmayora de los casos ms all de las considera-ciones estticas que tanto preocupan a los arqui-tectos, o de las organizaciones racionales quetanto interesan a los planificadores, estos desa-rrollos autoproducidos han resultado mscercanos a las demandas de los grupos socialesque los generan, ya que, a pesar de sus limita-ciones y problemas, encierran muchos ejemplospositivos de cmo, en medio de la escasez y conlas circunstancias en su contra, los actores involu-crados han sido capaces de llevarlos a cabo. Alllegar a las ltimas fases de su desarrollo pro-gresivo, estos asentamientos son, en muchoscasos, mejores en sus condiciones habitables,ms sustentables y de ms fcil mantenimiento;adems de que en su produccin tienden agenerarse conductas y actitudes de solidaridad yde compromiso, caractersticas comnmenteausentes en los desarrollos planificados, diseadosy construidos por profesionales.

  • 9Sobre los contenidos del libro

    Como veremos en el transcurso del pre-sente trabajo, hace ya algunas dcadasque varios grupos de profesionistas ytcnicos en distintas partes del mundohan detectado situaciones similares a la

    que hemos expuesto anteriormente. En este sentido,se han abierto diversos caminos que han buscadoalternativas de incorporacin y participacin de losprofesionales del diseo y la planeacin en los pro-cesos de produccin del entorno construido atravs de prcticas socialmente ms factibles.Varios de estos caminos han tomado como eje a laparticipacin de los diferentes actores socialesinvolucrados en los procesos habitacionales, par-ticularmente, los habitantes actuales y los poten-ciales. En este proceso, muchas de las propuestashan tenido un escaso impacto en la formacin y eldesempeo profesional de arquitectos, urbanistas yplanificadores, a pesar de tener un fuerte funda-mento terico tal es el caso, entre otros, de laspropuestas de Christopher Alexander, o de HannoWeber y Michael Pyatock, desarrollados con detalleen el captulo correspondiente a mtodos de diseoparticipativo. Paralelamente, se ha realizado ungran esfuerzo operativo de bsqueda y puesta enprctica de alternativas que, en algunos casos, hancarecido de un cuerpo terico organizado que lassustente y que permita una difusin que fomente sudesarrollo y operacin por otros grupos.

    A grandes rasgos, la motivacin principal parallevar a cabo el trabajo que aqu se presenta hasido, precisamente, la de generar un documentoque registre, sistematice y ordene la informacinque consideramos necesaria para sustentar laspropuestas en materia de participacin y pro-duccin social del hbitat y, al mismo tiempo,informar una posible discusin en torno a lostemas que aqu se tratan.

    Como veremos en el captulo correspondiente,en la produccin de la vivienda intervienen mlti-ples factores sociales, econmicos, culturales yjurdiconormativos que se entrelazan en formacompleja y diversa para las diferentes modalidadesde produccin (las denominadas formales o infor-males); stas, a su vez, estn interrelacionadaspero no dejan de ser diferentes. La comprensin delo anterior es importante, ya que de otra manera sepuede pretender que una modalidad es superior ala otra, de tal suerte que las que se consideran infe-riores (generalmente las modalidades informales)

    deben ser transformadas de acuerdo con losparmetros que rigen a las otras (formales), sincomprender las lgicas diferentes que las hacenser. Esto ha provocado que se cometan mltipleserrores en las propuestas de las polticas pblicas ylos programas que se realizan en materia de vivien-da y hbitat para los sectores de escasos recursos.

    Una parte importante del proceso de produc-cin es la que corresponde al planeamiento y eldiseo de la vivienda. El ejercicio de estas disci-plinas, si bien se encuentra condicionado por losfactores antes mencionados, tiene sus razones ycaractersticas propias. En este sentido, es nece-sario reflexionar y analizar las propuestas tericasy prcticas que han intentado acercarse tanto aldiseo como al planeamiento desde la perspectivade su insercin en la produccin social del hbitat.

    No est de ms sealar que planeamiento y diseoson cosas distintas, que evidentemente estn opueden estar interrelacionadas pero que cada unatiene sus fines y objetivos, al tiempo que tienediferentes maneras de operar. En trminos gene-rales, entendemos la planificacin como la actividadencaminada a organizar procesos generalmentecomplejos y dirigirlos a objetivos determinados, eneste caso, los relativos al funcionamiento y organi-zacin de los espacios habitables en cuanto a susactividades, usos, recursos posibles y, sobre todo,a la construccin de los consensos y de las deci-siones que permitan alcanzar los objetivos. Por suparte, el diseo arquitectnico y urbano pretendeprefigurar las soluciones y respuestas morfolgicasy espaciales adecuadas a las demandas. staspueden o no formar parte de un proceso planifica-do. Aunque es evidente que esta divisin no es tanclara o fcil de entender dentro de procesos reales,ya que en ellos las actividades de planear y disearpueden estar muy imbricadas, tambin es ciertoque en la mayor parte de las prcticas estas dosdisciplinas se realizan de manera autnoma. Entodos los casos que se presentan en este libro parailustrar las metodologas de diseo participativo setrata de procesos autnomos, no relacionados conuna labor de planeacin.

    Vale la pena sealar que, si bien el proyectooriginal dentro del que se elaboraron los con-tenidos del presente libro contemplaba el desarro-llo paralelo de los temas relativos al planeamientoy el diseo, y que, como se menciona anterior-mente, se tendrn que publicar en dos edicionesseparadas, es importante entender que ambaspublicaciones han sido parte de un proyecto

    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

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    comn que comparte una visin general sobre lasociedad actual, la manera de afrontar los proble-mas y las demandas sociales y la participacin delos actores involucrados, as como el papel quelos tcnicos y profesionales pueden ejercer antelas nuevas condiciones que enfrenta la produc-cin del hbitat.

    En suma, los contenidos de este libro han sidoelaborados por un colectivo de trabajo formado portcnicos y profesionistas de diversas disciplinas ynacionalidades, cuyo inters ha sido, por un lado,proponer un enfoque terico transdisciplinariopara comprender los procesos de produccin delespacio construido (reconociendo la complejidaddel fenmeno urbano contemporneo) y, por otro,proponer alternativas de intervencin y de evalua-cin de los tcnicos y profesionistas en estos pro-cesos. Asimismo, se pretende ofrecer una variedadde mtodos y tcnicas que permitan la interven-cin entre la diversidad de actos y actoresinvolucrados, brindar herramientas que permi-tan diferentes opciones a los implicados en elproceso, adems de tener un conocimiento dedistintos mtodos y tcnicas, as como su posibleaplicacin en diferentes contextos (no solamentetcnicos y profesionales).

    Las reflexiones que aqu se presentan han sidoel resultado de un trabajo que se ha generadodesde la prctica hacia la reflexin y viceversa, detal suerte que no se exponen como un conocimien-to acabado e incuestionable, sino como una aproxi-macin que pretende generar dudas, debates yreflexiones en torno a sus contenidos.

    Los temas tratados en el presente documentose desarrollan en torno a tres ejes fundamentales:

    la participacin, como una manera democrtica ysocialmente equitativa de toma de decisiones;

    la produccin social del hbitat, como una pro-puesta para generar estrategias que permitanmejorar las condiciones en las que los gruposmenos favorecidos de la sociedad producen suhbitat, y, por ltimo, el diseo participativo como una herramientas atravs de las cual los tcnicos y profesionistas, aligual que otros actores sociales, pueden incorporarseen los procesos de produccin social del hbitat.

    Asimismo, el libro est estructurado en tres secciones:

    La primera de ellas proporciona un marco concep-tual general sobre los temas tratados en la obra,desde una visin integral y compleja de los proce-sos de produccin del hbitat. Con este propsito,se discuten algunos de los procesos (econmicos,polticos y sociales) que influyen en el desarrollodel entorno construido habitacional, se manejanalgunos conceptos y trminos que se retomarn enel captulo siguiente y, de manera muy importante,se delimita el papel del diseo en el proceso deproduccin social del hbitat. La segunda seccin trata sobre las tecnologassociales participativas en el diseo, y fundamentauna caracterizacin de los mtodos y tcnicas quedenominamos tcnicas sociales, al tiempo que pre-sentan una redefinicin del papel del diseo enrelacin con la produccin social del hbitat.Asimismo, se hace la exposicin y anlisis crtico delos diversos enfoques y corrientes que han influidoen esta redefinicin y que han tenido un mayorimpacto en nuestra regin, a partir de ejemplos deaplicacin de cada mtodo. Finalmente, se ofreceuna caracterizacin de los mtodos y tcnicas quese proponen para el diseo participativo. La tercera y ltima seccin presenta las conclu-siones del trabajo.

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    1.1 Repensando la produccin del hbitat: nuestra aproximacin epistemolgica

    1.1.1 Sobre la necesidad de nuevas herramientas de conocimiento

    Antes de empezar a exponer las basescognoscitivas que fundamentan eldesarrollo de este libro, creemosque es importante plantearnos dospreguntas: Por qu es necesario

    plantear una manera diferente de aproximacin alasunto de la produccin del hbitat? Cmo se hamanejado este problema anteriormente y culeshan sido las consecuencias?

    Como es bien sabido, las maneras tradicionalesde ejercer la prctica profesional de la arquitectura,la planificacin, el urbanismo y otras disciplinasinvolucradas con la produccin del hbitat hanestado fundamentadas sobre un pensamiento detipo racionalista, heredero de la tradicin carte-siana. El diseo y la planificacin urbano arquitec-tnica del siglo XX, especialmente en el caso de lavivienda, han basado sus propuestas en unaaproximacin funcionalista, pragmtica y cuanti-tativa, consecuencia de un modo simplificado yanaltico de conocimiento de la realidad. Esto hasido as, en gran medida, porque el desarrollo delconocimiento cientfico en su conjunto se basabaen los principios de simplificacin, especializaciny reduccin a conceptos y tareas parciales de unarealidad difcil de comprender, mediante leyes par-ciales que permitieran entender y manejar, almenos, una parte de esa realidad.

    Este modo fragmentario de aproximacin alconocimiento, si bien ha generado una cantidadenorme de informacin sobre el mundo que nosrodea, no ha sido capaz de explicar fenmenoshumanos y naturales que involucren una multipli-cidad de eventos, acciones, actitudes, reaccionesy determinaciones que no parezcan seguir unorden lgico, racional y controlable. De esta ma-nera, la sobre-acumulacin de conocimientos par-ciales ha generado lo que Edgar Morin llama lainteligencia ciega.1

    Las consecuencias del diseo y la planificacindel hbitat racional-funcionalista, especialmente enel mbito de la vivienda, basados en su mayora eneste tipo de inteligencia, son ya conocidas portodos. Una gran parte de las soluciones propuestaspor los especialistas2 han sido inadecuadas, par-

    ciales y ajenas a la realidad de los procesos habita-cionales de la mayora de la poblacin. La viviendaha sido estudiada de manera aislada, desconocien-do los intrincados vnculos que existen entre ella y elresto del hbitat humano. Asimismo, se le ha vistocomo un objeto acabado, susceptible de ser planea-do, diseado y construido en un proceso totalmentedesvinculado de los deseos, necesidades y posibili-dades cambiantes de sus habitantes. En sus expre-siones ms radicales, el funcionalismo ha reducidoel complejo proceso de habitacin a una expresincuantitativa: la vivienda mnima.

    Como se ver a lo largo del libro, si bien las pro-puestas habitacionales generadas desde estaaproximacin, promovidas generalmente por la ini-ciativa privada o el Estado, han podido ser adap-tadas en la solucin del hbitat de ciertos grupossociales concretamente las clases medias y mediasaltas una gran parte de la poblacin urbana no haencontrado en ellas una respuesta tcnica a susnecesidades. Ya sea por la falta de acceso a recur-sos o por la imposibilidad de adaptacin de losespacios urbano arquitectnicos a sus necesidadesparticulares, la realidad es que un gran sector de lapoblacin necesita otro tipo de respuestas.

    Hoy entendemos que el problema de la vivien-da no puede estudiarse de manera aislada, ya questa es slo una de las manifestaciones de unproblema estructural ms amplio que se encuen-tra inserto en un sistema complejo de relaciones,e incluye aspectos como la falta de acceso a lasalud, a la educacin, al empleo, entre otras. Eneste contexto, se hace necesario cuestionarnoscules han sido los resultados de la intervencin delos tcnicos en la solucin a los problemas del hbi-tat, a dnde hemos llegado con nuestros avancestecnolgicos, quines han tenido acceso a estosavances y qu consecuencias han tenido las nuevastecnologas en el medio ambiente o en la cultura:en suma, preguntarnos si el desarrollo tecnolgicoha supuesto una mejora en la calidad de vida delser humano.

    Estos cuestionamientos han llevado a distintosgrupos de tcnicos y cientficos a repensar la orien-tacin y el marco de accin del desarrollo tec-nolgico, planteando en la Declaracin de SantoDomingo3 la necesidad de reforzar el compromisosocial de la ciencia, la cual debera tener como eje

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    la erradicacin de la pobreza, la armona con lanaturaleza y el desarrollo sustentable.

    Creemos que es momento de reconocer quemuchos de los planteamientos tcnicos que hanpretendido intervenir en el desarrollo de los asen-tamientos populares han partido de enfoques err-neos o parciales, basados en una manera de enten-der los problemas y de priorizar las soluciones muyalejada de las realidades sociales de los grupos conlos que se trabaja. Las soluciones tcnicas general-mente se han sustentado en visiones parciales,fciles de cuantificar y manejar, pero completa-mente ajenas a la complejidad de la realidad. Porestas razones, creemos necesario establecer uncompromiso con la bsqueda de soluciones articu-ladas e integrales, que enfrenten los conflictosinherentes a los problemas complejos y que noignoren los diversos factores vinculados con elhbitat y la vivienda, como su desarrollo histrico yestado actual, sus condiciones econmicas,sociales, histricas y culturales, su dimensinpoltica y sus factores estructurales.

    Es en este sentido que nos damos a la tarea decompilar, adecuar y facilitar nuevos enfoquesmetodolgicos con la finalidad de generar unaestrategia participativa cuya meta sea la consecu-cin de cambios profundos y de soluciones acordesa un modelo de desarrollo especfico desde losconflictos, desde la complejidad y con la gente.

    1.1.2 Principios generales del pensamiento complejo

    Frente a la necesidad de encontrar modos dife-rentes de conocimiento de la realidad y ante la evi-dencia de que el modo tradicional de aproximacinal asunto del hbitat, particularmente de los sectorespopulares, no estaba generando las respuestas ade-cuadas, hace algn tiempo que diversos grupos deprofesionistas y tcnicos vinculados con el diseoy la planeacin han recurrido a caminos alterna-tivos de conocimiento de la realidad, concreta-mente, al llamado pensamiento complejo. Ante laincapacidad del pensamiento simple, analtico yreduccionista para ofrecer una comprensinintegrada de la realidad, el pensamiento complejose plantea como una alternativa al paradigma de lasimplificacin.

    Este tipo de pensamiento se basa en una visinsistmica e integrada a la realidad, en tantoentiende a los objetos y a los procesos como partesde un todo ms grande. Entendida como sistema,

    toda realidad conocida puede ser concebida comouna asociacin combinatoria de partes.

    En la visin sistmica se distinguen dos tipos desistemas: cerrados y abiertos. Un sistema cerradoes autosuficiente, mientras que un sistema abiertono puede aislarse de su entorno, pues est enrelacin estrecha con l. Una piedra o una mesaseran ejemplos de sistemas cerrados, con un nivelde intercambio nulo de energa o materia con suentorno. Un sistema abierto sera, por ejemplo, lallama de una vela o cualquier organismo vivo, quenecesitan un constante flujo energtico con suentorno. Los procesos sociales, entre ellos los queestn relacionados con la produccin del hbitat,son partes de un sistema abierto, ya que suponenla interaccin de personas, grupos sociales y obje-tos, y estn siempre sujetos a intervenciones einterferencias diversas, estrechamente vinculadascon su entorno. Es as como se reconoce que todolo viviente organismos, individuos y grupos notiende al equilibrio, como supona el pensamientosimplificado, sino al dinamismo estabilizado.

    A su vez, el pensamiento complejo reconoce a ladialctica como terreno de la complejidad, en tantoel razonamiento dialctico introduce la contradic-cin y la transformacin como ejes del pensamiento.La complejidad supone pensar al mismo tiempo enlo grande (el todo) y lo pequeo (las partes), en loholstico y en lo reduccionista-analtico; esta duali-dad integrada se denomina unidad compleja; enella se reconoce y se admite la existenciasimultnea de lo singular y lo general, de lo uno ylo mltiple.

    A diferencia del pensamiento simple, el pensa-miento complejo introduce el azar, la incertidumbrey lo indeterminado dentro de sistemas altamenteorganizados, al tiempo que reconoce la inventivi-dad, la creatividad y lo accidental como factores deindeterminacin en un sistema.

    Uno de los aspectos centrales de la complejidades el reconocimiento de que el conocimiento de larealidad es siempre un proceso inacabado y per-fectible, es decir, se niega la capacidad de encon-trar verdades ltimas.

    Edgar Morin propone tres principios para pensarla complejidad:4

    1) Principio dialgico (o de doble lgica): Asociardos trminos que son a la vez complementarios yantagonistas, por ejemplo orden y desorden, vida ymuerte, etctera.2) Principio de recursividad organizacional: Un proceso

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    recursivo es aquel en el cual los productos y los efectosson, al mismo tiempo, causas y productores de aque-llo que los produce. Por ejemplo, la sociedad es pro-ducida por las interacciones entre individuos, pero lasociedad, una vez producida, retroacta sobre los indi-viduos y los produce. Con este principio se rompe conla idea lineal de causa-efecto.

    3) Principio hologramtico: En un holograma fsico,el menor punto de la imagen del holograma contienecasi la totalidad de la informacin del objeto repre-sentado. No solamente la parte est en el todo, sinoque el todo est en la parte. De esta manera se tras-ciende al reduccionismo que no ve ms que laspartes, y al holismo que no ve ms que el todo.

    Uno de los aspectos centrales de la compleji-dad es la transdisciplina. Esta manera de abor-dar el conocimiento de la realidad permite com-prender campos que involucren y correlacionenfenmenos fsicos, biolgicos y de la mente.Tradicionalmente, cada uno de estos aspectos hasido estudiado desde un campo disciplinarespecfico, haciendo cortes, aparentemente pre-cisos, de la realidad. En este sentido, las disci-plinas estudian siempre aspectos parciales eincompletos de los problemas, sin establecerconexiones entre fenmenos o entre objetos queparticipen en un fenmeno complejo.

    En un esfuerzo por subsanar las limitacionesde las disciplinas, es comn encontrar a grupos deindividuos especializados en diferentes reas deconocimiento, y realizando de manera conjuntatrabajos multidisciplinarios o interdisciplinarios. Estasformas de trabajo, si bien abarcan efectivamente uncampo mayor de la realidad, generalmente tien-den a adaptarse en torno a una de las disciplinas,cuyos paradigmas establecen el marco de accinpara las dems. Este problema se acenta siconsideramos que, an dentro de la misma dis-ciplina, cada individuo puede tener enfoquesepistemolgicos y metodolgicos diferentes, locual determina en gran medida su aproximacina los problemas y limita sus formas de actuar enconsecuencia.

    En este sentido, la transdisciplina supone unaaproximacin a la realidad que trascienda los esque-mas de los campos disciplinares y permita estable-cer vnculos y conexiones cambiantes entre dife-rentes niveles, escalas y estratos de los fenmenosque involucran diversas manifestaciones: fsicas,biolgicas, antropolgicas, sicolgicas, etctera.

    1.1.3 Una manera diferente de entenderla produccin del hbitat

    Una vez que hemos expuesto los principios bsi-cos del pensamiento complejo, nos damos cuentade que entender un problema como la produccindel hbitat en toda su complejidad nos permiteguiar el desarrollo de las soluciones parciales demanera integrada.

    Tradicionalmente, los constructores, arquitec-tos y urbanistas han percibido el problema delhbitat focalizandose en los aspectos fsicos msevidentes como el sistema constructivo y el diseohabitacional, barrial y urbano.

    Hoy, sin embargo, se comprende que estas dis-tintas escalas de los aspectos fsicos interactanentre s, de tal suerte que la tecnologa constructi-va tiene que relacionarse con el diseo habita-cional, ste con el barrio y ambos, a su vez, con laciudad. Ms an, se comprende que cada uno deestos aspectos fsicos estn contenidos dentro deun sistema productivo, econmico, social, ambien-tal e histrico-cultural, construidos por y para losseres humanos.

    Sobre esta base, hoy concebimos la accinprofesional de arquitectos y urbanistas compren-diendo que no slo hacemos propuestas tcnicasde diseo, sino que debemos interactuar conotros actores y con otras profesiones para cons-truir un desarrollo local, integral que parte deesta complejidad.

    De esta forma, comprendemos que cualquierintervencin en la produccin del hbitat, inde-pendientemente de su escala, es parte de un sis-tema mayor comprendido por el contexto social,econmico, cultural y fsico donde se inserta. A suvez, cada intervencin es fruto de un procesonico y particular, condicionado por variablesespecficas.

    Estos procesos se reconocen como dinmicosy diversos, ya que cambian y se adaptan a lasnecesidades particulares de cada familia, grupo,regin, etctera, al tiempo que suponen la inter-vencin de diversos actores con intereses y obje-tivos diferentes (pobladores, organizaciones debase, organismos pblicos y privados, agencias ytcnicos).

    El siguiente cuadro ilustra y sintetiza el cambiopropuesto en la comprensin de los fenmenossociales relacionados con la produccin del hbi-tat, al introducir la complejidad como manera deaproximacin a la realidad:

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    OBJETO

    PROBLEMA TCNICO

    SOLUCIN PARCIAL (Tecnologa constructiva ,vivienda)

    EFECTO PRODUCIDO POR UNA CAUSA

    PROBLEMA ESTTICO

    Anlisis y resolucin de problemas SECTORIAL Y TECNOCRTICO

    PROCESO

    PROBLEMA INTEGRAL(Fsico, social, administrativo, poltico, econmico, ambiental)

    PROPUESTA INTEGRADA (Vivienda, barrio, ciudad, territorio, actor social)

    EFECTO PRODUCIDO POR UN SISTEMA MULTICAUSAL

    PROCESO DINMICO (Considerado como proceso actual, futuro y su evolucin en el tiempo)

    Anlisis y resolucin de problemas INTERACTORAL E INTEGRADO

    Desde Hacia

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    Como hemos visto, la produccin delhbitat se puede considerar como unproceso complejo, vinculado, influido ycondicionado por mltiples factores endistintos niveles que abarcan desde

    aspectos globales hasta cuestiones locales. Eneste apartado hablaremos de algunos de losantecedentes y componentes de este contextoglobal que han generado cambios importantes enla manera como se produce el hbitat urbano ennuestros das.

    1.2.1 Antecedentes: transformacionesen la estructura poblacional urbana

    Cuando hablamos del hbitat urbano y de su produc-cin, no podemos dejar de sealar un aspecto funda-mental que se encuentra en el origen del crecimientourbano y, particularmente, de los asentamientos po-pulares que hoy configuran la mayor parte delentorno construido en las grandes ciudades latino-americanas: la transformacin acelerada de la estruc-tura poblacional y social en el siglo XX.

    Para ejemplificar este punto, analizaremos delcaso de la Ciudad de Mxico.5 Sin embargo, hay quesealar que el proceso de crecimiento ha sido simi-lar en la mayora de las ciudades latinoamericanas.

    El crecimiento de la Ciudad de Mxico se comen-z a gestar en los aos Treinta, con el desarrollo dela actividad industrial. En la dcada siguiente, lamigracin campesina provoc el crecimiento por-centual de la poblacin ms alto en la historia delpas: entre 1940 y 1950 la poblacin de la Ciudad deMxico prcticamente se duplic.

    La demanda habitacional de este nuevo sectorde la poblacin urbana se resolvi inicialmente atravs de la renta en zonas centrales de inquilinato,ocupando en muchos casos antiguas mansionesque haban sido subdivididas en pequeas vivien-das, que hoy conocemos como vecindades enMxico, ciudadelas en Cuba y conventillos en elCono Sur.

    Paralelamente a la modalidad de la renta secomenz a gestar otro proceso, iniciado desde losaos Treinta, pero con ms vigencia en las dosdcadas posteriores: el desarrollo de fraccionamien-tos populares en la periferia de la ciudad, ocupa-dos por aquellas familias, tanto originarias de la

    ciudad como migrantes, que tenan recursos parapagar un terreno con algunos servicios y para cons-truir una fase inicial de su vivienda de desarrolloprogresivo.

    En los aos Cincuenta, la saturacin del inquilinatocentral fue el detonador para que se desarrollaran conmayor fuerza este tipo de fraccionamientos perif-ricos. La respuesta del gobierno local, ante las pre-siones de la opinin pblica, fue la prohibicin, enel ao de 1953, de fraccionar o urbanizar zonasnuevas. Lejos de frenar el crecimiento urbano, estaprohibicin simplemente propici el incremento dedesarrollos ilegales o irregulares, a manos deantiguos fraccionadores y de lderes locales colu-didos con el gobierno. Bajo este esquema se cons-tituyeron dos de los ms grandes asentamientopopulares de la ciudad: Nezahualcyotl yEcatepec6.

    Para darnos una idea de lo que este proceso deurbanizacin signific para la estructura de la Ciudadde Mxico, tomaremos algunos datos del estudiopublicado por COPEVI-FOSOVI en 19777: En 1950, el22 por ciento de la poblacin urbana viva en estascolonias populares, y, para 1976, el 50 por cientode la poblacin habitaba este tipo de asentamientos,ocupando ya el 64 por ciento del rea de la ciudad.

    Dada la irregularidad de estos asentamientos ysu escasa o nula planificacin, la infraestructura deservicios por lo general deba ser construida poste-riormente a la ocupacin de las viviendas (enalgunos casos, muchos aos despus). En este pro-ceso de urbanizacin post-ocupacional, la gestin yla cooperacin de los grupos de pobladores organi-zados han jugado un papel muy importante. Deigual importancia ha sido la participacin de losgobiernos locales, quienes, a travs de programasde mejoramiento y dotacin de servicios, han poli-tizado el uso de los recursos pblicos para benefi-cios electorales.

    Este constante proceso de poblamiento enasentamientos populares y su posterior crecimien-to y mejoramiento han caracterizado la forma en laque se ha construido la mayor parte de la superfi-cie urbana en Amrica Latina.

    Desde los aos Sesenta y Setenta, en los distintospases latinoamericanos se han llevado a cabo muydiversas polticas pblicas vinculadas con los asen-tamientos populares, tales como las grandes inva-

    1.2 Procesos que influyenen los modos de produccin del hbitat

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    siones organizadas en Lima y en Santiago de Chile, obien como la creacin de leyes especficas y organis-mos ad hoc, en los casos de Venezuela, Colombia,Cuba y Mxico. De la misma manera, a partir de laReunin Hbitat I de Naciones Unidas, celebrada en1976 en Vancouver, Canad, se desprendieron unagran cantidad de polticas por parte de diversosorganismos multilaterales y el Banco Mundial, elBanco Interamericano de Desarrollo, entre otros.Todas estas polticas han tratado de atender dichosfenmenos pero, en la realidad, salvo contadasexcepciones en Chile y Per durante la dcada delSesenta, no han tenido resultados significativos ni ennmero ni en cantidad de recursos aplicados.

    En cuanto a los aspectos morfolgicos de losasentamientos irregulares, tanto sus edificaciones(especialmente las viviendas auto producidas y/oauto construidas) como sus trazas urbanas se hancaracterizado por la simplicidad, generalmentesiguiendo las formas histricas de las aldeas,pueblos y ciudades de la Amrica hispana, consti-tuidas en su mayora por retculas ortogonales. Conla intervencin de tcnicos y profesionales se hanrealizado distintas propuestas, especialmente delotes y servicios, que en muchos casos han estadodominadas por razones tcnicas de optimizacinde las lotificaciones e infraestructuras y que hanfracasado en gran parte por mltiples y complejasrazones debidas al desconocimiento o a la inca-pacidad de generar procesos de produccin ade-cuados a las condiciones sociales, econmicas yculturales de los grupos sociales a quienes se handirigido las propuestas.

    Respecto al crecimiento progresivo de la vivien-da, en la realidad, este proceso ha sido desarrolladopor etapas que siguen lgicas muy particulares quese adecan a las caractersticas y procesoseconmicos, sociales y culturales de cada una delas familias, a partir de una morfologa sencillabasada en el cuarto como mdulo que se repite yse aade poco a poco. Entendiendo este procesode manera muy simplificada y lineal, los tcnicos yprofesionistas han desarrollado mltiples proyec-tos de vivienda progresiva, que en trminos ge-nerales no se adecan a las demandas de lospobladores, lo que provoca que en raras ocasionesse lleven realmente a cabo estas propuestas pro-fesionales. Esto nos habla de un gran problema enel campo del diseo urbano y arquitectnico que enmuchos casos limita la atencin, desde esta disci-plina, hacia las demandas de los grupos socialesmayoritarios de bajos ingresos.

    1.2.2 Pobreza y depredacin medioambiental: consecuencias del modelo de desarrollo dominante

    La nocin de desarrollo que ha dominado en elmundo moderno, basada en un pensamiento posi-tivista, pragmtico y tecnocrtico, se ha caracteri-zado por la generacin y acumulacin de riquezasmateriales, a travs de la racionalidad econmica yproductiva, del uso desmedido de la tecnologa, dela depredacin del medio ambiente y sus recursos y,de manera cada vez ms acentuada, a travs de laexplotacin y el empobrecimiento de grandes canti-dades de poblacin, particularmente en los llama-dos pases en vas de desarrollo.

    En las ltimas dcadas, potenciada por eldesarrollo de la tecnologa de las comunicaciones,hemos asistido a una nueva etapa de este modelode desarrollo, caracterizada por la disolucin delas fronteras nacionales en aras de una internacio-nalizacin del capital, en donde el Estado cedecada vez ms sus funciones de regulador de laeconoma y los procesos productivos al mercado ydonde paulatinamente cobran ms fuerza los gru-pos formados por alianzas estratgicas entregrandes empresas trasnacionales. Esta nuevaetapa del modelo se ha denominado globalizacin.

    Algunas de las consecuencias negativas que hatenido el modelo desarrollista y su imposicin anivel global han sido:1. Depredacin del medio natural: Se ha demos-trado desde hace tiempo que la contaminacin y laexplotacin irracional de los recursos naturales,especialmente de los no-renovables, conducen a unproceso de degradacin y contaminacin ambien-tal irreversible, que compromete la capacidad degeneraciones futuras para hacer uso de estosrecursos, es decir, se est generando un modelo deconsumo no sustentable.2. Inequidad, exclusin y agudizacin de la pobreza:La acumulacin de riquezas materiales generadaspor el desarrollo y el progreso han beneficiado aun nmero muy reducido de personas en el mundo acosta de la pobreza de las mayoras. Tanto en lospases del primer mundo como en los pases en vasde desarrollo, la desigualdad social se ha acentuado.El informe de la CEPAL de 1998 muestra que AmricaLatina es la regin con mayor desigualdad social anivel mundial. Esta situacin provoca que da con dasean ms las personas que quedan excluidas delacceso al desarrollo y que son marginadas de los pro-cesos sociales de participacin y toma de decisiones.

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    1.2.3 Impacto del modelo de desarrolloy la globalizacin en las ciudadeslatinoamericanas

    Los procesos de urbanizacin, los flujos pobla-cionales y la distribucin de las funciones en lasciudades ha variado considerablemente en los lti-mos aos. Algunas de las manifestaciones de estoscambios son:a) Tendencia veloz y profunda a la urbanizacin nocontrolada.El 70 por ciento de la poblacin latinoamericana yel 80 por ciento de la europea viven en ciudades. Locaracterstico del caso latinoamericano es suvelocidad y profundidad8, en un contexto de altafragmentacin e inequidad entre grupos reducidosde muy altos ingresos y el resto de la poblacin.b) Desequilibrio en los niveles de desarrollo dela red de ciudades, por el crecimiento de lasmegaciudades.9

    Se manifiesta una polarizacin marcada en la ciu-dad principal de la red, que se transforma en unamegaciudad. Trece ciudades latinoamericanascuentan con ms de tres millones de habitantes;nueve de ellas, con ms de cinco millones, y cuatrotienen ms de diez millones.10

    c) Flujos multidireccionales en las reas urbanas:11

    1. Recentralizacin: Los grupos empobrecidos de laperiferia urbana se trasladan a las zonas tuguriadasdel centro de las ciudades (vecindades o conventillos).2. Concentracin y desindustrializacin: Se con-centran nuevas actividades en la ciudad globalde servicios. Se forman redes y ciudades glo-bales dentro de la ciudad tradicional que con-llevan una concentracin en el manejo y controlde las funciones en puntos estratgicos. La tareaprincipal de estas redes es la de articular nodal-mente el movimiento del capital global, cumpliendofunciones de centro mundial de servicios comer-ciales, financieros, productivos, de comunicacin yde control.3. Suburbanizacin: xodo de las clases altas ymedias desde las zonas centrales a las periferias.4. Metropolizacin de funciones: Producto de lasrelaciones entre bloques industriales, que tiendena generar alianzas y redes flexibles y conformangrandes complejos productivos que favorecen larelacin industria-ciudad.d) Urbanizacin diferenciada:Una urbanizacin veloz, para la transformacinde los espacios centrales donde se localizar laciudad del desarrollo, y una lenta, para los de-

    sarrollos habitacionales perifricos que quedanmarginados de los procesos de mejora. Se obser-va una fragmentacin del tejido social y urbano,al producirse dos espacios diferentes super-puestos que requieren de modelos de interven-cin y ritmos diferentes.e) Abandono de los espacios pblicos de encuentro,por espacios semiprivados y semipblicos.En Latinoamrica, las ciudades centrales estnexpuestas a factores como la contaminacin ambien-tal y la violencia, por tanto se generan nuevas ofer-tas de espacios urbanos para los sectores conmayor poder adquisitivo.Semiprivados: urbanizaciones cerradas, de accesorestringido, con todos los servicios y equipamientoacorde a las necesidades de sus habitantes.Semipblicos: centros comerciales, parques dediversiones, hipermercados, etctera, de los quegeneralmente son marginados los sectores pobres,aunque algunos autores sostienen que stos sonlugares de encuentro de poblacin con diferentestatus social y capacidad adquisitiva.f ) Dominio del automvil sobre el peatn.Los sectores de alto y medio poder adquisitivo utili-zan el automvil, en detrimento del transporteurbano. Los peatones y ciclistas encuentran cadavez menos espacios donde transitar de manerasegura, mientras que el transporte pblico semaneja con gran ineficiencia y con medios alta-mente contaminantes.g) Inequidad y marginacin crecientesEn la misma ciudad coexisten grupos con nivelesopuestos de capacidad econmica y poltica que,an siendo interdependientes, se integran poco,situacin que genera una fragmentacin espacialque puede ser irreversible.Al respecto, Coraggio (1997) afirma que hoy lapobreza dej de ser marginal y alcanza una dimen-sin masiva que se extiende por toda la ciudad, conenclaves libres de pobreza, pero rodeados por ella.

    Una caracterstica particular de esta pobreza esque es masiva y se desarrolla en un contexto de polari-zacin socioeconmica creciente. Esta inequidad semanifiesta en la denominada urbanizacin de lapobreza, donde hay una marcada desigualdad en elacceso y provisin de servicios, infraestructura y cali-dad ambiental.

    La poblacin excluida se localiza en reas nourbanizadas12 o no reconocidas como urbanizadas.Estas condiciones generan problemas en la poblacinpobre que agravan su vulnerabilidad: se localizan en

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    reas perifricas, generalmente no aptas para usoresidencial y con situaciones graves de riesgo ambien-tal (por contaminacin, inundacin, y resistencia desuelos, entre otras causas), con una carencia casitotal de servicios y equipamientos bsicos comotransporte, salud o educacin y con dificultades paraacceder a informacin.

    Estas situaciones de aislamiento obstaculizanen algunos casos el fortalecimiento de la partici-pacin en organizaciones y ms an la formacinde redes que canalicen intereses comunes.

    1.2.4 La produccin de polticas habitacionales y el papel de los gobiernos locales

    Otro de los efectos importantes de la globalizacinha sido la modificacin de la lgica en la toma dedecisiones y, por lo tanto, de la participacin de losdistintos actores e instituciones que caracterizaronla poca de la posguerra. En ella los gobiernosnacionales, con una marcada centralizacin en laplanificacin y ejecucin de programas, ejercan unrol protagnico.

    En el ltimo decenio, los organismos interna-cionales han cobrado una mayor injerencia en laspolticas de desarrollo mundial y, simultnea-mente, los gobiernos locales, al igual que lasorganizaciones sociales, han tenido que asumirfunciones esenciales, abandonadas por los gobier-nos centrales. Estos procesos simultneos deglobalizacin y localizacin requieren cambios enlas condiciones para su realizacin, esto es, lagobernabilidad y la descentralizacin. Ahora bien,qu caractersticas deberan tener estas condicio-nantes para tender a conservar el fin esencial delmejoramiento de la calidad de vida, la equidad y lasostenibilidad?

    La gobernabilidad o la gobernabilidaddemocrtica: en qu se diferencian?

    Tradicionalmente, la gobernabililidad se ha entendidocomo los modos en que una sociedad determinadagestiona los intereses colectivos. Preguntarnoscmo los gestiona o con qu fin es el nuevo desafoque nos impone el contexto actual.

    Para los gobiernos locales, alcanzar una gober-nabilidad democrtica implica un reto que tras-ciende la mera conquista de la libertad polticapues exige, adems, la construccin de una legiti-midad y de unas capacidades de gobierno sufi-

    cientes para la construccin sistmica de la demo-cracia, el mercado y la equidad.

    En este sentido, la construccin de una gober-nabilidad democrtica necesita promover cambiosen las funciones que tradicionalmente no fueronejercidas en los gobiernos locales, tales como elfortalecimiento institucional para la toma dedecisiones colectivas (aspecto esencial de lasmetodologas participativas), la promocin deestrategias de cooperacin y de asociacin deactores, consensuando los problemas comunescon los intereses divergentes, etctera. Este esel desafo a lograr con procesos participativospara efectivizar las polticas sociales y socio-habitacionales, abandonadas por el Estado deBienestar.

    Muchos autores consideran que sin un anclajeen los ciudadanos, los gobiernos locales no ten-drn la fuerza necesaria para navegar los circuitosglobales, y que esa integracin social requieremecanismos polticos democratizados, basados enla descentralizacin administrativa y en la partici-pacin ciudadana.

    Ahora bien, al hablar de descentralizacinpodemos referirnos a dos grados diferentes: uno dedesconcentracin y uno de devolucin.

    En general, la descentralizacin constituye unatendencia mundial, impulsada desde la dcada delos Ochenta, que consiste en transferir a losmunicipios funciones de servicio y asistenciasocial que tradicionalmente ejerca el gobiernocentral, aumentndoles sus atribuciones, pero nonecesariamente los recursos.13

    Segn diferentes enfoques, pueden entendersedistintos alcances del concepto de descentrali-zacin, cuyos efectos se pueden observar en laconstruccin de diversos modelos de organizaciny participacin municipal, as como en los proyec-tos de hbitat que se producen.

    En la medida que no se produzca una ver-dadera descentralizacin con una capacidad detoma de decisin y obtencin de recursos, los go-biernos locales no tendrn las herramientas bsi-cas para reconvertir su rol de receptor pasivo, agestor de proyectos y polticas basado en proce-sos de produccin participativa de polticas dedesarrollo local.

    Para poder efectivizar una gobernabilidaddemocrtica y una devolucin efectiva y sus-tentable, basadas en la participacin y articulacininteractoral, se deberan producir cambios en losroles y funciones de los distintos actores.

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    Ahora bien, cmo influyen estos factores degobernabilidad democrtica y devolucin, en ladefinicin de polticas socio habitacionales?

    Realizando una abstraccin, para simplificar lacomprensin del proceso continuo de transforma-cin de polticas sociohabitacionales, planteamosun esquema donde se pueden identificar tres gene-raciones de polticas: una que caracteriza la dcadadel Setenta al Ochenta, otra a la dcada del Ochentaal Noventa, y finalmente, las nuevas tendencias quecaracterizan la dcada del Noventa hasta la actuali-

    dad. Podemos observar que se trata de un procesode evolucin, con sus avances y retrocesos cclicos,hacia formas ms equitativas de participacin en laproduccin social del hbitat.

    Lo que ocurre en realidad en la ltima etapa esla superposicin de acciones, es decir, la convi-vencia de las lneas o visiones anteriores con stams incipiente.

    El siguiente esquema se propone subrayar las prin-cipales variables que, segn nuestro criterio, carac-terizan las intervenciones en las tres generaciones:

    La primera generacin (19701980), sostenida principalmente por polticas estatales centralizadas o de arribahacia abajo, sin participacin de otros niveles gubernamentales y representantes de la sociedad civil. Diseadadesde la oferta, sin considerar la particularidad de la demanda. El Estado central era ejecutor de proyectosestandarizados de conjuntos de vivienda llave en mano, a travs de grandes empresas constructoras.

    Desde el periodo 19801990, comienza una etapa de descentralizacin, conservando caractersticas simi-lares a la poltica anterior pero reduciendo calidad y niveles de terminacin de la oferta habitacional. Se pro-mueve una mayor participacin en la ejecucin y diseo de operatorias de los gobiernos provinciales y, enmenor medida, de los locales. Son claros procesos de desconcentracin de la responsabilidad social.En este mismo periodo, como una propuesta alternativa a la oficial, ligada a organizaciones de lasociedad civil (ONGs, cooperativas, grupos de iglesia, etctera) se busca partir de la demanda a travs demetodologas de abajo hacia arriba con participacin intensiva de los usuarios destinatarios y grupos tc-nicos, pero desconectadas de otras organizaciones gubernamentales locales y nacionales. Se producenpropuestas adaptadas a la realidad del grupo destinatario a travs de metodologas de participacin. Laspropuestas tuvieron variados diseos de unidades habitacionales, tecnologas constructivas apropiadas yapropiables y se ejecutaron con mano de obra de las familias y/o cooperativas de base.

    Por ltimo, la tercera y actual (desde los Noventa), por procesos de reforma del Estado, busca la articulacinentre las entidades gubernamentales y no gubernamentales, en procesos de descentralizacin y concertacinmultiactoral. Se trata de las denominadas polticas de facilitacin.Se trata de polticas flexibles, que permiten la definicin de lneas de accin y programas desde los intereses nego-ciados de los actores. Es por esto que denominamos a este tipo participacin como multidireccional.Es en este tipo de polticas donde la necesidad de utilizar tecnologas de gestin y de gerencia participativa esesencial, si se pretende alcanzar resultados sustentables y equitativos.

    Generaciones de polticas habitacionales

    Poltica TradicionalCentralizada 1970 - 1980

    Poltica de descentralizacin 1980 - 1990 Poltica de facilitacin yConcertacin 1990-2000

    Gubernamental(Gob. provincial y local)

    No gubernamental(ONGs Coop- Mutuales

    y OBs)

    Gubernamentales, no gubernamentales

    y sector privado

    MultidireccionalDe abajo hacia arribaDe arriba hacia abajo

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    1.3.1 El proceso de produccin delhbitat y el papel del ser humano enla produccin y destino del hbitat

    El ser humano requiere un espacio para habitar, tantocomo necesita el sueo o el alimento. La vivienda es,de hecho, uno de los derechos humanos. Este dere-cho no se limita exclusivamente a la casa; se trata deuna dimensin ms amplia e integradora que com-prende a la vivienda-alojamiento y al hbitat-ambiente,como un conjunto que incluye la dimensiones cultu-rales, histricas, sociales, econmicas, polticas,legales, ambientales, fsicas y territoriales.14

    Para satisfacer esta necesidad el hombre modi-fica el entorno natural, generando su propio hbi-tat. Con el trmino hbitat nos referimos alentorno espacial modificado o construido por elhombre, implicando un territorio y una red de rela-ciones establecida con otros territorios y con otroshombres. El hbitat urbano, por ejemplo, contienede manera importante al espacio de la vivienda,pero abarca un territorio ms amplio y unainfraestructura de servicios y relaciones (sociales,econmicas, culturales, etctera), incluyendo espa-cios como aquellos destinados al trabajo, a la edu-cacin y al esparcimiento, entre otros.

    Los grupos sociales y, de manera ms concretalas familias, satisfacen de mltiples maneras lanecesidad de un lugar para vivir: a travs de larenta, la adquisicin de vivienda producida por ter-ceros o la autoproduccin. sta ltima es la maneraen que se produce la mayor parte de la vivienda ydel entorno construido en las ciudades latinoame-ricanas contemporneas. La autoproduccin es lle-vada a cabo principalmente por dos sectores de lasociedad15: los sectores con mayor poder adquisi-tivo, que contratan los servicios de un arquitecto yautoproducen su vivienda; y los sectores de esca-sos recursos, que autoproducen su vivienda demanera espontnea, generalmente sin ningn tipode asesora o apoyo externo. Cabe aqu distinguirque la promocin, planeacin, diseo y venta irre-gular u organizacin de invasiones de terrenos serealiza por diferentes agentes sociales: promotoresinmobiliarios, lideres comunales, organizacionessociales y polticas y que, dadas sus caractersticasde ilegalidad e irregularidad, se trata de un proce-so oscuro en sus aspectos internos.

    La produccin del hbitat es una accin complejadonde intervienen muchos procesos. Estos puedenser agrupados en cuatro fases:

    Promocin, planeacin y gestin: Comprendeaspectos como la adquisicin de la tierra, laplaneacin, el diseo, el trmite de permisos ylicencias, as como la gestin del financiamiento.Construccin: Es la etapa de realizacin fsica delproyecto, tanto especficamente de la viviendacomo de la urbanizacin. En este momento, si es elcaso, se hace ejercicio del crdito.Distribucin: Es el momento en que se vende, adju-dica o asigna la vivienda producida por terceros, obien, se ocupa la vivienda autoproducida.Uso: Abarca el periodo de vida til de la vivienda,considerando aspectos como la consolidacin y elmejoramiento, el pago de crditos, el manteni-miento y la administracin de la vivienda y/o losbarrios y conjuntos habitacionales.

    Como seala Enrique Ortiz,16 en el caso de la auto-produccin individual y espontnea realizada por lossectores populares, las fases de produccin se mez-clan en un gran proceso de largo plazo, ya que lagente ocupa el terreno donde poco a poco construye,generalmente sin mayor planificacin ni diseo, yechando mano de los recursos que obtiene paulatina-mente durante todo el proceso. Este modo de produc-cin se da de manera paralela a los modelos domi-nantes _aquellos controlados por el Estado y por lainiciativa privada_, y proporciona la nica posibilidadde generar el propio espacio habitable a una granparte de la poblacin en el mundo: aquella cuyascondiciones socioeconmicas le impiden acceder a uncrdito o a los programas institucionales.

    1.3.2 Distintas maneras de entender la vivienda

    Qu es una vivienda? Esta es una pregunta que tienemuchas respuestas posibles. Creemos, pues, que esnecesario aclarar nuestra postura respecto a esta pre-gunta, en el entendido de que el planteamiento pos-terior sobre cmo intervenir en sus procesos de pro-duccin estar determinado en gran medida por lacaracterizacin o conceptualizacin que se hagasobre el trmino vivienda.

    1.3 La produccin social del hbitat

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    Existen distintas maneras de aproximarse a lacaracterizacin de lo que es una vivienda. Una deellas es verla en trminos de objeto terminado o,bien, como proceso.

    La vivienda como objeto terminado: Al ser un objeto poco flexible, no considera elcrecimiento natural de una familia y, por tanto, elde sus espacios habitacionales. Usualmente se vincula con la nocin de viviendamnima, ya que debe ser accesible, en su condicinde producto terminado y acabado, a un sector ampliode poblacin, generalmente las clases medias. Implica periodos muy largos para la recuperacinde la inversin requerida.

    La vivienda como proceso: Acepta la progresividad, permitiendo el creci-miento paulatino de los espacios habitacionales deacuerdo a las necesidades y a las posibilidades desus habitantes. Permite incorporar recursos extra-econmicos,como la autoconstruccin, el apoyo solidario,materiales reciclados o regalados, etc. Atiende a un nmero mayor de poblacin y per-mite bajar el rango de ingresos requeridos paratener capacidad de pago de los crditos inicialesy posteriores. Logra recuperar la inversin en un plazo menor.

    Otra manera de entender la vivienda es como unamercanca o como un bien de uso.

    La vivienda como mercanca: Implica una produccin llevada a cabo con lafinalidad de obtener una utilidad por la venta de suproducto, generalmente una vivienda acabada. Principalmente atiende al sector de la poblacinque puede acceder a un crdito o que es sujeto deun subsidio.

    La vivienda como bien de uso: Generalmente es autoproducida sin fines de lucro. La finalidad primera de su produccin es el usopor parte del productor, aunque eventualmentepuede introducirse al mercado como mercanca. Es la manera ms extendida de produccin en lospases pobres.

    Evidentemente, la vivienda a la que nos referi-mos en el presente documento es aquella que sedesarrolla como un proceso y que se produce comoun bien de uso. Consideramos tambin a la vivien-

    da no slo como el espacio fsico delimitado pormuros y techos, sino como un continuo acto deconstruir y habitar que establece vnculos estre-chos entre los lugares y las personas o, bien, enpalabras de Martin Heidegger, todo construir esen s un habitar. No habitamos porque hemos cons-truido, sino que construimos y hemos construidoen la medida en que habitamos, es decir, en cuantoque somos los que habitan.

    1.3.3 Qu se entiende por produccinsocial del hbitat?

    Ahora bien, una vez descrito el proceso de produc-cin del hbitat y las distintas maneras en queste se lleva a cabo, se hace necesario caracteri-zar aquello que se ha denominado la produccinsocial del hbitat.

    Este trmino, impulsado por el grupo latino-americano de la Coalicin Internacional para elHbitat (HIC) ha sido empleado por varios organis-mos desde los aos Setenta; sin embargo, su usose ha prestado a diversas interpretaciones. Dehecho, se trata de una propuesta terica sobre laproduccin del hbitat que, al ser puesta en prc-tica, ampla y afina su definicin. Aqu se presentanalgunas propuestas para su discusin.

    En general, la nocin de produccin social delhbitat y la vivienda (PSHV), se desarrolla a partirde la necesidad de generar estrategias paraencauzar y potenciar los esfuerzos que realizan lospobladores al producir su propio espacio habitable.La caracterizacin de la PSHV permite proponer unsistema de produccin que rescate aquellos aspec-tos positivos de los llamados asentamientos popu-lares la flexibilidad para acoger diversos espaciosy funciones, la posibilidad de articular unaeconoma local por medio de comercios y talleres,as como la creacin de barrios con espacios para lainteraccin social, entre otras caractersticas y, almismo tiempo, que ayude a superar las dificultadesque presentan estos desarrollos, como la falta deservicios, falta de recursos, el factor de terrenosdifciles y alejados, etctera.

    Por sistema de produccin entendemos a un con-junto de programas, proyectos y actividades rela-tivos a los procesos de planeacin, construccin ydistribucin de la vivienda y el hbitat popular, lleva-dos a cabo de manera organizada, planificada y con-tinua, bajo esquemas de operacin estructurados.17

    En este sentido, la PSHV plantea una forma deproduccin ordenada y sistematizada, orientada a

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    apoyar los procesos organizados de autoproduc-cin de los sectores populares, en donde el Estadodebe jugar un papel fundamental al ser el principalresponsable de garantizar el acceso a una viviendadigna al conjunto de la poblacin, independiente-mente de su poder adquisitivo y de sus condi-ciones econmicas.

    La PSHV integra diferentes factores: acceso alsuelo, dotacin de servicios y equipamiento sufi-ciente, acceso a materiales y componentes, asisten-cia tcnica, financiamiento y acceso a recursos, ascomo de manera fundamental la participacin delos usuarios en las distintas etapas de produccin.

    Podramos caracterizar a la PSHV como un sis-tema que permite a los individuos, las familias, lascomunidades y las diferentes organizacionessociales producir viviendas y hbitat acordes consus condiciones y demandas, en forma tal quesean ellos mismos quienes controlen las deci-siones fundamentales, por medio de la partici-pacin individual o en conjunto, mediante proce-sos que tiendan a evolucionar hacia formas deorganizacin ms complejas y efectivas. Es funda-mental que este proceso se lleve a cabo de maneraque pueda adecuarse a la realidad de los produc-tores-pobladores, a sus posibilidades y potenciali-dades presentes y futuras, de modo que permitarelacionar tanto sus intereses como sus demandasparticulares con las de la comunidad del vecin-dario, del barrio y de la ciudad en donde habitan.Esto implica que deben existir polticas pblicas,estrategias concertadas, instrumentos de accin,legislacin adecuada, sistemas de financiamientoespecialmente diseados, asesora tcnica ysocial, as como otros caminos, posibilidades yopciones que faciliten este proceso.18

    La produccin social del hbitat es una pro-puesta que se ha ido construyendo con la prcticay ha generado una gran cantidad de experiencias.A pesar de los grandes avances logrados en esteterreno, se han presentado igualmente algunosretrocesos debidos principalmente a las polticasneoliberales en materia de vivienda y planeacin.En este sentido, lo ms difcil ha sido lograr elreconocimiento por parte de los gobiernos, laopinin pblica y los mismos profesionistas hacia

    esta manera de produccin de la vivienda. Vale lapena sealar que an est distante el plenodesarrollo de normas, leyes, mecanismos definanciamiento y dems recursos para garantizaruna produccin social del hbitat operativa; aspues, se trata an de una propuesta que ha de serdiscutida, ampliada, puesta en marcha y evalua-da, y que, a pesar de luchar contracorriente frentea la mayora de los procesos institucionales, nosseala un camino de accin posible y quizs msviable hacia el mejoramiento de las condicioneshabitacionales de los grandes grupos de poblacinque vive en condiciones deplorables en nuestrasciudades.

    1.3.4 Para evitar confusiones: qu se entiende por autoconstruccin,autoproduccin y produccin socialdel hbitat?

    En muchos textos, los trminos autoconstruccin,autoproduccin y produccin social se usan indis-tintamente; sin embargo, no significan lo mismo.

    Autoconstruccin: slo abarca el aspecto construc-tivo19 del proceso de produccin. Es slo una de lasmaneras posibles de realizar la fase de construc-cin de la vivienda o los componentes del hbitat.Generalmente, ms no siempre, se vincula conprcticas de autoproduccin

    Autoproduccin: se refiere al proceso por mediodel cual individuos, familias o grupos organizadosllevan a cabo un proceso de produccin por supropia iniciativa y para su propio beneficio. Puedehacerse a travs de la autoconstruccin o medianteun proceso de construccin realizado por terceros.

    La produccin social del hbitat y la vivienda(PSHV) puede o no hacer uso de la autoconstruc-cin, y generalmente se refiere a procesos de auto-produccin coordinada, pero admite tambin cier-tos tipos de produccin llevada a cabo por terceros,por ejemplo, aquella realizada por ONGs produc-toras de vivienda sin fines de lucro o por organiza-ciones filantrpicas.20

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    1.4 La participacin como eje metodolgico de la produccin social del hbitat

    1.4.1 Qu es la participacin?

    Participacin es un trmino que se ha empleado demltiples maneras en distintos mbitos: acadmi-cos, polticos, sociales, culturales. Por desgracia, lapalabra participacin se ha vaciado de contenidos,significando al mismo tiempo muchas cosas yninguna. Sin embargo, nosotros la reconocemoscomo uno de los ejes centrales de cambio en ladinmica de produccin social del hbitat, y porello creemos necesario explicar a qu nos referi-mos cuando aplicamos este trmino.

    Henry Sannoff, arquitecto norteamericano queha trabajado durante varios aos en proyectos dediseo comunitario, define la participacin en tr-minos muy sencillos y claros. Para l, partici-pacin significa la colaboracin de personas quepersiguen objetivos que ellas mismas han estable-cido.21 En esta definicin se entiende que la par-ticipacin implica el trabajo colectivo de variaspersonas tanto en la determinacin de los obje-tivos como en la definicin de los caminos parallegar a ellos.

    As pues, se parte de entender la participacinno slo como la consulta usual de toda relacin,sino como el encuentro de, cuando menos, dosconocimientos, dos formas de aprehensin de larealidad: por un lado, el tcnico que aporta infor-macin especializada desde el campo tcnico cons-tructivo, espacial, normativo y econmico, y, porotro, el usuario quien aporta informacin en ladefinicin de sus necesidades, expectativas y posi-bilidades. La participacin es la aceptacin y elreconocimiento del otro22; asimismo, es unamanera de integrar a los procesos de planeamientoy diseo las distintas maneras en que la poblacinpercibe su realidad, jerarquiza sus necesidades,define lo que aspira y aporta informacin impor-tante sobre la manera de lograr resultados.

    Resulta evidente que la participacin puede serun ingrediente importante prcticamente encualquier proceso social donde intervengan dos oms actores. De hecho este trmino ha sido hereda-do de la ciencia poltica, que ha reconocido la impor-tancia de la participacin social como fundamentode una nueva etapa de la democracia: la democraciaparticipativa, diferencindola de la democracia repre-sentativa. As pues, la participacin en los procesos

    colectivos de toma de decisiones se reconocecomo uno de los ejes centrales de la construccindemocrtica de una sociedad.

    Especficamente en el campo del diseo y laplaneacin, el principio que sustenta la aplicaciny el desarrollo de metodologas participativas sebasa en la conciencia de que los habitantes noslo aportan informacin bsica tanto sobre susnecesidades como de sus aspiraciones, sino tam-bin sus soluciones viables y adecuadas; tambinreconoce que esto slo se resuelve a partir de laintegracin, de manera activa y corresponsablecon los diferentes actores de la produccin socialdel hbitat, en el reconocimiento de que elentorno construido resulta ms adecuado a lasnecesidades y aspiraciones de sus habitantes sistos se involucran de manera activa en su pro-duccin, en vez de ser tratados como consumi-dores pasivos.

    As, se reconoce que la participacin populardebera ser un elemento indispensable en los asen-tamientos humanos, especialmente en la planifica-cin de estrategias y en su formulacin, aplicacin ygestin, al tiempo que debera influir en todos losniveles del gobierno, en los procesos de adopcinde decisiones dirigidos a promover el crecimientopoltico, social y econmico de los asentamientoshumanos.23

    La introduccin de metodologas participativasen el diseo supone, desde luego, una aproxi-macin no convencional a la manera de ejercer estadisciplina. Los tcnicos y profesionistas que seinvolucran en el desarrollo y la aplicacin de tcni-cas participativas reconocen que:

    ante cualquier problema no hay una nicarespuesta y que el conocimiento de la realidad seampla y se enriquece al involucrar distintos puntosde vista; existe una necesidad social de relaciones msequitativas y transparentes; que los actores involucrados directamente en unproblema son los que mejor conocen sus propiasnecesidades, deseos y posibilidades, y que en la mayora de los casos hay en juego distin-tos intereses que necesitan de un proceso denegociacin y acuerdos para lograr consensoscolectivos.

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    1.4.2 Grados y modos de participacin

    Ahora bien, algunas de las crticas que se han reali-zado al concepto de participacin se relacionan,por un lado, con la creencia errnea de que stasignifica que todo ha de ser revisado por todosantes de tomar cualquier decisin24 o, bien, quesupone un conjunto abstracto, vulnerable y cndido(o concientemente estril) de propsitos irreali-zables25. Frente a este tipo de crticas o falsas con-cepciones, que por desgracia muchas veces corres-ponden a la realidad operativa de los procesosaparentemente participativos, es importante dis-tinguir que hay distintos grados y modos de partici-pacin, valorados en relacin con el nivel de controlque la gente involucrada tiene sobre las decisionesy con el nivel de comprensin que existe sobre lasconsecuencias de stas. Para muchos autores, laparticipacin se ha mostrado en distintos grados:

    Participacin como informacin u oferta-invitacin: proceso limitadamente participa-tivo en el que se pretende que la gente conozcalas decisiones tomadas previamente por alguienms. Participacin como consulta: proceso participa-tivo inicial. Se distinguen dos tipos: por consultafacultativa y por consulta obligatoria. La primera selleva a cabo solo cuando aquellos que detentan elpoder lo creen necesario y no se garantiza que losresultados de la consulta sean tomados en cuentaen las decisiones finales. La segunda se da en cir-cunstancias en las que existen disposiciones queobligan a la gente en el poder a llevar a cabo unaconsulta, pero puede o no estar garantizado que lasopiniones se tomen en cuenta. Participacin por delegacin: proceso de partici-pacin limitada que sucede cuando se delega a unapersona o un grupo de personas la capacidad detomar decisiones. Participacin por co-gestin: proceso de partici-pacin real y efectiva, donde se establecen meca-nismos de decisin conjunta y de colegialidad. Participacin por autogestin: proceso de par-ticipacin real y efectiva que se manifiesta en laadopcin del grupo participante sobre sus propiasdecisiones.

    Los procesos participativos involucran unadiversidad de actores: por un lado, a los pobladores,con sus diferencias intrnsecas de edades, gnero,intereses, necesidades, ocupaciones, habilidades,

    enfoques, etctera y, por otro, al conjunto de insti-tuciones y organizaciones, adems de otros actoresque tambin poseen su propia manera de percibir larealidad, as como distintas capacidades pararealizar aportaciones durante el anlisis y en la eje-cucin de las trasformaciones. De esta manera,cuando se habla de participar, se debe considerartanto la participacin ciudadana como la partici-pacin institucional.

    En la relacin continua del usuario con el hbi-tat, la participacin se muestra en varios niveles:

    En el marco ms general de la planificacin urbans-tica y regional. En el uso social de la ciudad, sus servicios, suequipamiento. En la configuracin de su hbitat residencial. En la definicin de su clula familiar.

    En estos niveles, la participacin se presenta atravs de mecanismos de decisin, control, aseso-ramiento y ejecucin.26

    Por otra parte, esta participacin como accinsobre la base de toma de decisiones tiene etapasde contribucin al proceso de gestin de asen-tamientos. Las diversas etapas de desarrollo incor-poran diferentes grados de participacin; algunosde los ms comunes son:

    Participacin en la planificacin: en la percep-cin de la situacin actual, la definicin de obje-tivos, estrategias y prioridades. Participacin en la programacin y presupuesto:garantizando una eficaz utilizacin de recursospara alcanzar los objetivos. Participacin en el diseo: en la definicin de laconfiguracin fsica de los distintos componentesdel hbitat. Participacin en la realizacin: creando respon-sabilidades para mantenimiento y gestin. Participacin en actividades operativas: ase-gurando un mantenimiento y gestin ms eficaz yde menor costo.27

    1.4.3 Ampliando la participacin social

    La solucin de los problemas urbanos y habita-cionales debe movilizar a todos los sectoressociales y ser un punto de concurrencia para la par-ticipacin activa, un espacio de concertacin ynegociacin entre los distintos actores interesados:poblacin organizada, gobierno local y central,

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    La participacin en el diseo urbano y arquitectnico en la produccin social del hbitat

    organismos no gubernamentales, sector empresa-rial, cooperacin internacional. No basta reconocera los sujetos, hay que asegurar sus interrelaciones yarticulacin, de tal manera que superando la forma-cin de pequeos grupos, la partidizacin poltica,el paternalismo y el clientelismo, se creen y fortalez-can verdaderas redes sociales para la construccinde ciudades socialmente sustentables.

    Ahora bien, vale la pena sealar que nopodemos pretender que la participacin sea lapanacea que resuelva automticamente los con-flictos sociales. Las ideas que conceban a la par-ticipacin como una herramienta para el repartoequitativo del poder han demostrado ser excesiva-mente idealistas. Hoy tenemos que enfrentar elhecho de que los distintos actores involucrados enel proceso de produccin del hbitat tienen, en larealidad, niveles de poder y capacidades dedecisin diferente, ya sea por cuestiones econmi-cas y polticas, como por niveles distintos de for-macin. As pues, debemos tener claro que de loque se trata es de generar una capacidad de nego-ciacin y de generacin de consensos para latoma de decisiones dentro de relaciones asim-tricas de poder.

    Es ah donde cobra particular relevancia el tra-bajo de las organizaciones que brindan asesoratcnica a los grupos ms vulnerables. En un pro-ceso desigual de participacin, se deben potenciary articular las capacidades reales de decisininformada de los grupos sociales sobre procesosque les afecten directamente. En este sentido, unode los diez postulados de la red Viviendo y cons-truyendo del CYTED28 apunta lo siguiente:

    La participacin popular (...) se concibe comoprotagonismo de los pobladores en: diagns-tico, diseo y puesta en marcha de soluciones yen el control y administracin de los procesos;en la participacin plena en asociacin con lasautoridades gubernamentales para tomar deci-siones en conjunto; en compartir con el Estadola responsabilidad solidaria en la cohesinsocial, coherencia urbana, prestacin de servi-cios pblicos, en superar el papel de simplesbeneficiarios de las medidas gubernamentales yen la bsqueda de medios para reducir costos.

    La capacidad de participar en la toma de deci-siones colectivas, lejos de ser una realidad, es underecho por el cual hay que luchar. Lograrlorequiere un largo trabajo de base, de promocin yorganizacin social.

    1.4.4 Nuevos enfoques metodolgicos yoperativos basados en la participacin,la estrategia y la sustentabilidad

    ParticipacinLa participacin como eje central, apoyada por unenfoque estratgico y sostenible, nos permiteplantear nuevos mtodos y modos de aproximacinal conocimiento de la produccin del hbitat.

    EstrategiaEn este enfoque, el aspecto estratgico se refiere aun modo de actuar y organizar los recursoshumanos y materiales con la finalidad de superarlos obstculos que se oponen al logro de objetivos,de tal suerte que sea factible utilizar la menor can-tidad de recursos posibles al tiempo que seobtienen los mayores resultados.

    Las cuatro acciones bsicas de la estrategia son: Utilizar las fortalezas Superar las debilidades Aprovechar las oportunidades Evitar las amenazas

    SustentabilidadEn cuanto a lo sustentable, este trmino se utilizaactualmente desde distintas posturas, muchas vecesopuestas, dependiendo del modelo de desarrollo alque se adhiere. As, el concepto ha evolucionadodesde una visin originada en el modelo actual(neoliberal) hacia una concepcin basada en un mo-delo de desarrollo esencialmente diferente, basadaen el desarrollo integral del ser humano en equilibriocon el ambiente. Esta aparente ambigedad generauna dificultad para comprenderlo, especialmentecomo un trmino til para solucionar problemas ogenerar estrategias de accin en el hbitat.

    La percepcin de la sustentabilidad ha evolu-cionado desde una visin centrada en el dete-rioro del medio ambiente hacia una percepcinms integral y estructural del problema, inclu-yendo el deterioro de la calidad de vida del serhumano y los efectos causales del modeloeconmico en la situacin.

    A modo de ejemplo, podemos citar algunasdefiniciones del trmino desarrollo sustentable:

    Desde el Club de Roma en la dcada del 70 secriticaba la viabilidad del crecimiento como obje-tivo econmico planetario y la Comisin Mundialsobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1987) en su

  • Los proyectos expresan lo posible, sobre la base

    del consenso y el conflicto

    Los proyectos expresan lo deseable,no consideran el conflicto

    No tiene proyecto

    Es un plan para la construccin y accin colectiva

    Es un plan para regular la accinNo tiene plan

    Decisiones tomadas participativamente por el conjunto de actores

    Decisiones tomadas por el planificador

    Decisiones tomadas de manera aislada y desarticulada

    Diagnstico surgido de lasnecesidades comunitarias

    concertadas

    Objetivos surgidos del diagnstico tcnico

    Objetivos surgidos de sus propiasnecesidades

    Planificacin flexiblePlanificacin estticaSin planificacin

    Actores-sujetos activos y articuladosActores-objetos pasivosActores-sujetos activos desarticulados

    Visin naturalstica y contextual, centrado en el hombre y en una

    relacin equilibrada con la natualezaVisin positivista y tecnocrticaVisin de sus problemas

    Visin estructural y sistmicaVisin parcializada y tcnica del problema

    Visin vivencial del problema especfico

    PSH planificada, participativa y estratgica

    Produccin planificadaProduccin espontnea

    38

    informe Our common future (conocido comn-mente como Informe Brundtland) lo define de lasiguiente manera:

    Desarrollo sustentable es aquel que satisfacelas necesidades de la generacin precedentesin comprometer la capacidad de las genera-ciones futuras para satisfacer sus propiasnecesidades.

    El Programa de comunidades Modelo de Agenda 21Local del ICLEI lo define en estos trminos:

    Desarrollo sustentable es el desarrollo quepresta servicios sociales, econmicos y ambien-tales bsicos sin amenazar la viabilidad de lossistemas sociales, artificiales y naturales quepermitan dichos servicios.

    Un apartado de la Carta de Aalborg (CampaaEuropea de Ciudades y Poblaciones Sostenibles,1994), la Carta de las ciudades europeas hacia lasustentabilidad, lo define como:

    Nosotros, pueblos y ciudades, comprendemosque el concepto de desarrollo sustentable nosayuda a basar nuestro nivel de vida en lacapacidad generadora de la naturaleza.Pretendemos alcanzar la justicia social, una

    economa sustentable y la sustentabilidadambiental. La justicia social tendr que basarsenecesariamente en la sustentabilidad econ-mica y en la igualdad, para la cual se requieretambin sustentabilidad ambiental.

    Esta definicin reconoce adems que el conceptosustentabilidad se encuentra en equilibrio din-mico, es decir, es un estado que no puede alcan-zarse ni mantenerse:

    Nosotros, los pueblos y ciudades, reconocemosque la sustentabilidad no es ni una visin, ni unestado inmutable, sino un proceso creativo local,que persigue el equilibrio y que afecta a todas lasdecisiones de carcter local.

    Finalmente, de la Declaracin de Atenas para lasCiudades Saludables, de 1998, se puede extraer:

    Los principios claves para la salud y el desarro-llo sostenible son: Equidad, Sustentabilidad,Cooperacin intersectorial y Solidaridad.

    El siguiente cuadro ilustra de manera sinttica la mo-dificacin de enfoques a partir de una metodologaabierta y flexible, basada en los ejes de la par-ticipacin, la estrategia y la sustentabilidad.

  • Vemos, pues, que la produccin social delhbitat involucra la participacin de personas ygrupos con los ms variados orgenes, interesesy formaciones. Es por eso que se trata de unproblema que requiere de una aproximacinintersectorial, basada en una visin compleja ytransdisciplinaria.

    1.4.5 Educacin para la participacin

    Es necesario sealar que la capacidad de partici-pacin se adquiere, no se nace con ella. En la com-plejidad de las relaciones humanas y de las rela-ciones interpersonales dentro y fuera del barrio,participar en el concepto que se ha descrito estambin una actitud de aprendizaje.

    Es indudable que el nivel de comunicacininterpersonal y el marco donde se producen estasrelaciones influye significativamente en la partici-pacin, pero an en las mejores condiciones paraque sta se establezca, resulta imprescindibleensear a participar a las personas en la elabo-racin del planeamiento y del diseo, en la toma dedecisiones y en la ejecucin de las acciones.

    En la relacin entre varias personas, con lamisma o con diferentes profesiones, se pueden pro-ducir tres diferentes modos de vinculacin parallevar a cabo alguna tarea que implique la interac-cin entre todos: la cooperacin, la coordinacin yla integracin:30

    Cooperar es trabajar y accionar juntos paralograr un propsito, donde se unen los esfuerzosde varias instituciones o profesionales, pero estono modifica la razn por la que ellos existen frenteal objetivo que se han trazado: simplemente traba-jan juntos cada uno desde su posicin en un deter-minado momento.

    Coordinar exige una concertacin, requierearmonizar los esfuerzos que cada quien debe apor-tar en la interaccin.

    Integrar es un proceso que implica hacer actuarcomo un todo una diversidad de partes es hacerse

    parte de una gran unidad de accin. Por tanto, laactitud que se requiere para integrarse es cualita-tivamente diferente a la que implica cooperar ocoordinar, las que a su vez estn incluidas en laintegracin.

    De manera especial, los profesionales deldiseo, preparados y habituados a defender susconocimientos acadmicos se aferran a suposicin tcnica o metodolgica frente al restode las personas que participan, conscientes, enla mayora de las veces, de que tienen msdominio y ms conocimientos. Se hace nece-sario entonces un proceso de reaprendizaje paralograr una insercin adecuada de los tcnicos enlos procesos participativos.

    En la complejidad del mundo actual, tanto ladiversidad de conocimientos especficos que senecesitan para echar a andar alguna empresa,como la sabidura popular instalada muchas vecessin conocimientos acadmicos, pero con la lgicade la experiencia y de la tradicin son necesariasy complementarias para concebir la solucin y paraejecutarla. De esta manera, aun cuando los profe-sionales crean que siempre tienen la razn, lapoblacin no profesional posee un conocimiento,razones, que hacen actuar y funcionar las cosas.Por ello, nunca puede despreciarse lo que aportael que finalmente va a vivir y a disfrutar de las ciu-dades: la interaccin coordinada de ambos es laque produce el mejor fruto.

    Esta actitud de tolerancia ante el conocimientoy la aceptacin de las necesidades de otros implicaun cambio en el sentido de la educacin del profe-sional, cualquiera que sea su especialidad. Vale lapena sealar que estos procesos formativos, tantode la poblacin y sus grupos de base como de lostcnicos de distintas profesiones, ya han generadovarias experiencias en distintos pases, llevadas acabo, sobre todo, por organismos no gubernam