Luz de sal ebook
-
Upload
selva-de-los-angeles -
Category
Documents
-
view
224 -
download
0
description
Transcript of Luz de sal ebook
Selva de los Ángeles Carbajal
Luz de sal
SELVA DE LOS ÁNGELES CARBAJAL
México, 2013
Primera Edición 2011
Edición aumentada 2013
D. R. María de los Ángeles Ríos Carbajal
Diseño Editorial: Gemma Galo
Impreso y hecho en México
5
PRÓLOGO
No basta echar una mirada, habría que poner también el corazón, pues los ojos no es lo único que tenemos en el cuerpo para mirar. Esto lo sabe bien María de los Ángeles Ríos Carbajal, que se nombra a sí misma y ante los demás, Selva de los Ángeles; trasfiguración con la que hace de su vida poesía.
En Luz de Sal, Selva se desnuda de recuerdos, llueve ríos por laderas accidentadas que culminan en la quietud y apacibilidad del mar. Hay sal en las heridas del alma, pero también hay cicatrización, así la sal es luz después de un aprendizaje. Cicatrices que van quedando en el camino después que duelen, dolor de vivir y alegría de estar. Saber que la sal, además de purificación es condimento de sabor, sal de lágrimas, sal de carne, sal del mar.
Selva es una cascada de verbos y paisajes que se cargan de metáforas como un yunque donde se templan los sueños idos y la vida por venir. Porque en Luz de sal, no hay tibiezas, cada texto es un rayo que no culmina, alumbra en su centella y aturde en su contenido, descarga de tención donde el lector es alcanzado y conmovido. Porque la obra de Selva no sólo expone su existencia, sino que en un movimiento de ida y vuelta, nos expone a nosotros mismos en la fragilidad de lo humano.
Luz de sal, se estructura en cuatro partes de acuerdo a la carga simbólica de los poemas. En Tierra de sal, el objeto poético es el mundo y las manifestaciones de la naturaleza. Se puebla de raíces y hormigas; de la injusticia social en el campo; de dioses de carbón que esperan en las hondas minas tragarse la miseria de los trabajadores; de la destrucción del mundo por la mano del hombre.
6
Depurando la sal, contiene textos de un sentido personal: el amor, la familia, la desilusión y la fractura existencial tienen cabida. El tema femenino es su constante, es el apartado más personal del libro.
En el siguiente apartado, Confesiones de sal, hay una fuerte crítica a lo eclesiástico. Selva se llena de símbolos litúrgicos para revelarnos la condición de la vida religiosa que ha dejado lo espiritual para convertirse en hipocresía de liturgias pederásticas.
Por último vienen los Condimentos de sal¸ donde la autora llega a un remanso en que expone en forma de sentencias y aforismos, una serie de reflexiones que alcanza los filosófico como una alumna sabia en la interminable carrera de la vida.
Galileo Contreras
7
SELVA DE LOS ÁNGELES
María con sus ojos de selva
canta una zamba de sangre
viene del vientre que fue infierno
Infierno de enviciar el oído
Infierno de fruncir la boca
Infierno de desviar la mirada
María de los ríos de luz
detrás de las sombras
María de la sombra iluminada
del asombro en canto vivo
María de la visión de oído
Rostro de flor
Grito de tragedia
Risa de Baco
Sal de la casita, María
ciega de amor
8
arrójales la culpa
a quiénes no te quieren ver
tú, que preferiste la primavera al llanto
que no dejaste en saco roto la esperanza
que hiciste miel con la sal de la casita
María sin padre
los ángeles besan tus pasos
te llevan segura
por la selva de los solos
Sal de la selva María
sacude ese pequeño Dios
que no es tuyo
Como un milagro de luz
que huele a nostalgia
tú, que sabes como yo
que el Reino de Dios
no está en este mundo.
Galileo Contreras
9
SU MIRADA ESCUCHA VUELOS IMPOSIBLES
Su mirada escucha vuelos imposibles
Vuelos que se ocultan a quién no conoce las sombras
Le llaman SELVA que no han de derrumbar
SELVA por sus cabellos enigma
y manos propicias al poema
Su mirada palpa cicatrices en el despliegue del viento
mientras medita lo que fue
para no volver a las condiciones del mundo
Le llaman SELVA de despertar vidente
en lugares de ciego corazón
Su mirada desprende Ángeles
que entre sonrisas levantan
hasta “esculpir la noche en sol”.
Martín Mérida
10
A mi hijo Nicolás Arnoldo López Ríos.A mi amiga y patrocinadora Magdalena Espinoza,
a mi amiga Lulú García,a mi hermana Tania Ríos
a mi hermano Juan Francisco.A mis primas Lesbia Josefina González,
Nanci Pricila González,Patricia Montes de Oca Mónica Montes de Oca
Alicia González Carbajal y a mi primo Jorge Montes de Oca.
A mi sobrina Pricila Moya Ríos,a mis tías Dalia Luz Sánchez y
Saleti Sancho Ríos.A mi madre adoptiva Ofelia Gutiérrez,
a mi hermana del campo Margarita Mendoza Palomar,a mi madrina Delia
y al emperador Maximiliano del Marro.
11
Un agradecimiento especial
a mi maestra de poesía Patricia Medina.
12
Cuando la luz se extrae de la sal
es roble que se siembra en el sol.
13
TIERRA DE SAL
14
LAGUNA MADRE
Mi vida en esta tierra ha sido consentir a los humanos, alimentarlos, darles cobijo y consuelo. He sido amiga, enfermera, amante y madre. Llevo en mí, recuerdos de familias acampando en el atardecer de mis brazos; niños sonriendo la vida, volando papalotes hasta alcanzar la mano de Dios. Jóvenes danzando en el bostezo del alba con un tequila o tejuino; parejas coqueteando en mis pupilas, escabulléndose en el crepúsculo; ancianos olvidando sus pérdidas, su soledad, saboreando unos taquitos de hueva.
Llevo dentro lunas, serenatas, historias: una viuda negra que mataba a sus maridos para quedarse con sus fortunas. Y a mis hijos Manatís, que llegaron a formar parte de mí para quitar las redes del lirio, y los rivereños ignorantes y asustados acabaron con ellos.
He visto vagar a tantos infieles, aquellos que le han faltado a la vida, soberbios sacerdotes, políticos de cuello duro, que no se acercan a nadie —no vaya a ser que se contagien de hambre o les digan la verdad de sus pancartas ecológicas—.
Doña Petra, la que vende los jamoncillos, dulces de jamaica, tamarindos cubiertos y nieves de garrafa, susurra a mi oído que hoy me darán quimioterapias para sanear mis aguas. Y yo no puedo defenderme, ni proteger a mis charales, carpas, mojarras, patos, pelícanos, garzas y a todos los que dependen de mí. Y cada año es lo mismo, me siguen envenenando: papel, latas, botellas, basura, venenos de ácidos y metales pesados —venenos que fueron previamente autorizados— exprimen mis pechos hasta dejarme sin aliento.
Don Jacinto, padre de Doña Petra, junto con sus
15
nietos vende artesanías en el malecón; y mientras ofrece su mercancía, cuenta historias a los paseantes. Un viejo americano desahoga en él su enojo: cuenta que en 1968 pasó en mis playas su luna de miel y disfrutó mis trenzas ondulantes rodeando mi cintura, creciendo hasta los pueblos cercanos, y ahora que regresa con su esposa para quedarse por el resto de sus vidas, me encuentran como una laguna calva, cancerosa y que no puedo dar de comer mi pescado blanco.
El hombre, enemigo de sí mismo, destruye todo lo que le rodea; se ha vuelto contra los pequeños organismos que en su ciclo natural limpiaban mi cuerpo. Me siento deshidratada, intoxicada, envenenada, y grito mi angustia para ver si alguien se conduele de mi agonía. No quiero morir como mis hermanas, que se esfumaron, Sayula y Texcoco. Pienso en mis hermanas más lejanas que duermen los inviernos para volver a ser agua y escurrir veranos.
Quiero volver a admirar el oficio y el colorido de pescadores tendiendo sus redes sobre mis aguas, con chinchorros regordetes de pescado blanco; algas y charales asoleándose en la Isla de los Alacranes; veleros en regatas; lechuzas entonando el canto de la vida desde la Isla del Presidio; luciérnagas enamorando la noche con su antorcha tropical; y a los llorones meciéndose en mi corazón para escuchar qué dice el viento.
Y les pido no se acerquen, porque los puedo contagiar, estoy apestada… estoy apestada por ti.
16
MI PADRE SUMERGIDO EN SU ISLA
Mi padre sumergido en su isla
enamora delfines
mareas azotan su cuerpo
el tiburón saquea su día
su pescado, en el bostezo del alba
Remienda el mismo chichorro que le heredó su padre
un manglar que llora sequías acaricia una sirena muerta
el grillo entona canto de luna
sueños de sal habitan su embarcadero
Y mi padre
con sus manos de arena juguetea con las jaibas
trepa al lomo de un palmar
para escuchar lo que dice el viento
las golondrinas columpian su atardecer
el mar danza su melodía
Y mi padre
con su mirada de sol ilumina la noche.
17
SALGAMOS DE LA CASONA ROTA
Hermano Juan, salgamos de la casona rota
tiremos el ropero por la ventana
enterremos nuestros dijuntos
el tequila ya te chingó el hígado
las tachas te han secado la razón
Descuélgate de la noche
vamos al potrero para sembrarnos
y nacer en campo entre las milpas:
vainas de frijol, borregos, guajolotes, chivos,
sauces, lluvias, soles
Crucemos juntos el arrollo
mira tus chilpayates, se están ahogando
El cura le andaba esculcando los calzones a Anajancy
Rebequita se trompezó y se rompió toditito el hocico
¡Hay nomás quedó de encargo!
A Petra, tu mujer, le salieron plagas en las patas
y ya tiene chuecas las manos
de tanto ponerle madrazos al lavadero
A nuestros viejos se los trajó el smog
18
y los buitres hicieron lo que pudieron
Yo nomás miro pa’ allá, derecho
¡Vámos, hermano!
Juan, Juanito
¡Trepemos el cerro
donde la vida nos necesita!
19
EN EL FOGÓN DEL PATIO
En el fogón del patio se divisa mi abuela
tortillas corraleras alimentan el alba
y el atardecer sobre su lomo
su rebozo campirano amamanta miradas
parcelas, cántaros de agua
la noche que escurre por el río lanza gemidos secos
Mi abuela no conoce más allá del monte
parida por los sauces
creció entre las iguanas y el olvido
No sabe leer, pero habla con los venados
me cura los nahuales
y abona mi vida.
20
ABRAZO LA INFANCIA EN EL MONTE DE LAS HORMIGAS
Vengo del monte de la infancia
donde se hornea el pan de natas de la tía Cuca
y el atole blanco de la abuela apacigua la noche
Respiré la adolescencia a galope
con los guaraches sobre el lomo
y en el suspiro del atardecer árboles de frutos
escurrieron por mi rostro
Salí de la pisca de frijol trayendo en mis adentros un río/
y la sonrisa del alba sabor a leña
Buscando al Dios, me extravié en la selva
donde los hombres se convierten en duendecillos
con etiquetas de Chanell
Cambié el bostezo del campo
por una moneda masticada.
21
AMIGA RAÍZ
Para Margarita Mendoza Palomar
El atardecer se columpia en tu mirada
siempre sabia
luz de correa, sol de pisca, rebozo del campo
amiga de las hormigas y las milpas
tu oído de malva escucha la noche
y la talla en voz de campesina
Amiga raíz, semilla de vida
caminamos juntas un monte infantil
trayendo sobre el lomo
tortillas corraleras
y el olor a vaina de frijol
Margarita
tu vientre de sauce
alimenta mi río.
22
EL AULLIDO DE LA SAL
El aullido de la sal
habla de la codicia del hombre
que atropella al arrecife
contamina la garganta del mar
y esconde la mano
sin importarle que el delfín llore
ballenas muertas entre lunas pálidas
Una sirena limpia mareas rojas
y la tortuga lanza plegarias a una humanidad de sal.
23
SIN DERECHO A UNA CAMA DE HOSPITAL
A Don Taviano le ha quedado la espalda como canoa
y los dedos mordidos por la sal
sin derecho a una cama de hospital
porque hasta acá no llega el censo
no hay conteo de votos
sólo el titipuchal de plagas
y algunas estampas pa’ rezarle a la Lupe
San Judas Tadeo, San Martín Caballero
y otros tantos
Y mientras a Don Taviano
se lo tragan los moscos
será un animalito más del campo
que muere
aplastado por la piedra.
24
MI HERMANO EL CORA
Mi hermano el Cora
se alimenta de venados que son dioses
danza entre el peyote
sol que libera su desnudo
En la cima del cerro
borda de luna su petate
el río teje entre sus dedos el ojo de Dios
se abraza de los árboles
se empina en la roca
y observa cómo se suicida el hombre de la urbe.
25
TRAS EL SUEÑO VERDE
En la parcela de tía Conchita
se talla la vida en hojas de maíz
El tío Tomás bajo la lluvia de olotes
se abanica la tristeza
con su sombrero de paja
Afina la chicharra para espantar al coyote
que bulle entre la milpa
El gallo canta amaneceres
y los sueños se anclan en la otra orilla del río
donde esperan a los hijos que un día partieron
labrando esperanzas tras el sueño verde.
26
SIEMBRA LA HAMBRUNA
Un río de piedras inunda las calles de mi pueblo
Piedras que roban el alpiste de los nidos
rompen el tejaban de los abuelos, su fogón
siembran la hambruna
talan la sonrisa del árbol, la esperanza
El miedo, la impotencia
sepultan a mi patria.
27
NACÍ EN CUNA DE NOPAL
Nací en cuna de nopal
donde el ahuate encaja sus serpientes
y espina la mano del campo
El corazón del águila muerde al indígena
a la canasta de mi abuela
y obliga a mi pueblo a morir bajo el cielo negro.
28
CABALGO ENTRE LA SANGRE
Cabalgo entre la sangre
de una cultura parida por la sal
huérfanos acribillan al sol azteca
Danza de nopal, de maíz
El águila secuestra sus alas
vicia al caracol
y obliga a mi bandera a embarrarse con la muerte.
29
DIOSA DE CARBÓN
Doña Estefana alimenta mi vida con morisqueta
y frijoles de la olla
su trenza blanca se dispersa en el mercado
con su sonrisa de cántaro
sus dolencias las talla en el lavadero
cantando el Ave María
en el atardecer teje mitotes
y espera a su marido Tereso brotar de la tierra
Pulmones de mina escarban el desánimo
que amartilla su respiración
Ambos esperan que la diosa de carbón los sepulte.
30
EL PAVORREAL VENTILA LA NOCHE
El pavorreal ventila la noche
con su plumaje de serpentina
el surco recoge el sudor del hombre que pisca
y la rama del árbol se vence.
31
SE DESMORONA LA GUADALUPANA
Se desmorona la Guadalupana
entre los escombros de mi Patria
El águila cae sobre la nopalera
La serpiente se traga la impotencia
y se sumerge en el río de cadáveres
que inunda las calles de mi pueblo
Hoy te tocó a ti hermano.
32
LA NUBE ARROJA SUS PECHOS AL CAMPO
La nube se sienta en el lomo del cielo
arroja sus pechos al campo
y observa cómo agonizan ríos
bosques
la capa de ozono
y el hombre.
SE SUICIDA MI BANDERA DESDE EL PEÑASCO
Se suicida mi bandera desde el peñasco
su escudo cae por la barranca
el águila huele a podrido
Los mexicanos en sus cuevas
siguen dormidos
No hay quién despierte
la voz de la montaña.
33
BORREGOS SECOS
Borregos secos
tragan pastura
en el tejabán del casique
Un río negro
brota de sus ojos:
arraza con el jacal
la sonrisa del campo
y la mirada de mi pueblo.
34
SE QUIEBRA EL CÁNTARO
Se quiebra el cántaro
la vergüenza se derrama entre los cerros
Allí la hormiga muere boca abajo
la noche ulula su llanto
No hay dioses
sólo una piedra en la cabeza.
SE ESTRELLA EL ÁGUILA SOBRE EL ÁRBOL
Se estrella el águila sobre el árbol
y bajo un cielo de nopal
lloran sus alas
que caen al río.
35
DEPURANDO LA SAL
36
LIMPIO LA POLILLA DE MIS SIENES
Limpio la polilla de mis sienes
y un árbol de sal se desprende de mí
Brotan jacarandas de mis ojos
y el Dios del frijol me habita.
BULLEN LOS TECOLOTES EN EL TEJADO
Bullen los tecolotes en el tejado
sobre el cadáver de mi padre.
Yo vuelvo la mirada hacia mí
salgo del ataúd
y continúo huérfana.
37
PISÉ LA INFANCIA
Pisé la infancia
racimo de uvas bajo el zapato
Hoy vomito el asco
deshecho cuerdas
zurzo a mi niña rota.
38
ME HUBIERA GUSTADO QUE HUBIERA SIDO EL HOMBRE VERDADERO
Me hubiera gustado que hubiera sido el hombre verdadero
y juntos rascar a la vida su melodía
El hombre que me sujetara a su costilla
y me hiciera su puta
Servir el mole con arroz
limpiar cucarachas bajo la mesa
y que el sol naciera en nuestra casa
Hijos, canto de chicharra
chapoteando nuestros sueños
Me hubiera gustado
que hubieras sido el hombre árbol
manantial de voluntades compartidas
y no el hombre de espuelas en la razón.
39
HUISTE CUANDO DORMÍA MI ORUGA
Huiste cuando dormía mi oruga
hoy regresas árbol seco
me pides que abrace tu raíz apolillada
y siembre robles
en el desierto de tu sombra
Pero hoy un río de sal me asfixia.
FRACTURA DE MUJER
Soy fluido de cartílagos
plasma
tetas que se entregan al placer
corazón partido en mentadas de madre
Soy mujer de gafas moralistas jugando al ajedrez
un vestido desgastado
zapatillas sin rumbo
noches desparramadas en los sueños
con un pene en la bolsa.
40
DESDOBLO A LA MUJER
Desdoblo a la mujer y el roble que me habita
Tiro de la despensa amores rancios
abro el refrigerador para que se vayan
la tristeza y el hielo
bebo un té de naranjo para curar el miedo
En el perchero, tu grito
las hormigas lamen tus últimos pasos
en el rincón del patio, un tecolote te despide
Lloro fantasmas, lavo mi llanto
la casa se pone de pie.
41
SALGO DE MÍ
Salgo de mí
Observo la mirada miope de la abuela
el vientre vicioso de mi madre
me reconozco en ellas
Vomito el dedo de pus
el agua bendita
me veo en mi única célula
Mi corazón sobrepuesto en un árbol doblado
Veo pasar a los muertos
Rescato mi vida.
42
DESMORONO LA CASONA DONDE LOS GATOS MAÚLLAN FANTASMAS
Desmorono la casona donde los gatos maúllan fantasmas
le parto en su madre a una Guadalupana sorda
al San Martín de Porres que no barre pederastas
Mi padre con sus traiciones guaraná
y su voluntad de cirrosis
Mi madre con su matriz infantil
La almohada que estiló mi llanto
Las cobijas que amarraron mis ganas
Las pantuflas de la abuela
el pozole y su mandil cochambre
Estas fueron las viguetas que rompieron mi infancia
las barbas espuelas del abuelo
y su pene hijo de puta.
43
ABRAZO TU LUNAR
Madre Rebeca
sentarnos en las caderas del cerro
soltar el río de lama que nos fracturó
y abrazar tu lunar
rebozo donde tejiste la vida.
PIERDO LA BRÚJULA
Remo mis ilusiones hacia tu canoa
me anclo en tus caprichos
pierdo la brújula
y me atasco en el pantano de tu falo.
44
MENTADA DE MADRE
Vomito a mi madre
cuando se cuelga de la noche
se viste de beata
y reza la señal de la cruz
en los testículos de la sotana
Surte la canasta de Gansitos
Coca-colas y telenovelas desnutridas
se desgreña en el mercado
con los jitomates, chiles, cebollas
y la querida de mi padre
Trae de la oficina mentadas de madre
y las escupe en mi corazón
Nos da de tragar su comunidad de escorpiones
y reparte monedas huecas para descansar sus culpas.
45
¿EN DÓNDE ESTARÁ LA RAZÓN?
¿En dónde estará la razón?
¿en la mirada miope del Dios?
¿o en la ceguera que me dobla
cuando el sol duerme?
Mi voluntad se atora en un manglar rocoso
vuelvo la mirada a todas partes
para encontrar un rincón de musgo
derrotarme
y soltar el brazo torpe de la muerte.
TROPIEZO
Me deslumbro con las malvas de tu bosque
y tropiezo en los surcos de tus puños.
46
LÁGRIMAS DE CAL
Me veo en el alba de tu mirada
y el colibrí danza orquídeas
Despierto, te busco en la luna carmesí
y encuentro sueños ciegos y lágrimas de cal.
TU ABRAZO LIBERA MI SOLEDAD AÑEJA
Tu abrazo libera mi soledad añeja
Me refugio en tu piel de jacarandas
para sembrar mi invierno.
47
ME CANSÉ DE APLAUDIR TU INDIFERENCIA
Me cansé de aplaudir tu indiferencia
guisar tus mentiras
y ser resumidero en tu casa de sal.
TU INDIFERENCIA ES ABONO
Tu indiferencia es abono
Me diste la antorcha
para alumbrar mi vereda
Hoy que te has ido
entierro tu rebozo y los leños
para sembrar tu huerto
de malva agradecida.
48
TE FUISTE SIN ABRAZOS
Te fuiste sin abrazos
quehaceres que no cumpliste
ya ves
¿para qué tanto odio en el congelador?
Aguijones brillantes de tu cuello en la sopa
si de todos modos te fuiste con los pies desnudos.
TE BUSCO EN LOS ARADOS DEL CORAZÓN
Te busco en los arados del corazón
y me encuentro con tu vientre lodoso
Los escorpiones inundan mi tejado
Remiendo los baches bajo el sol de tabaco
suelto tu indiferencia y las cuerdas de tu barca
para que el río te arrastre.
49
PARA QUE MI HIJO CREZCA
Borro la huellas de mi casa y de tu vientre
tu puño de pus ya no dibuja la noche en mi rostro
rompo el ataúd
quemo tus huesos, el rosario y el rencor
para que mi hijo crezca.
EN LOS OJOS DE LA VIDA
En los ojos de la vida
soy témpano que esculpe su camino
me alimento de mar
y me deshielo.
50
EL ATARDECER NOS ENVUELVE
El atardecer nos envuelve con su melodía escarlata
fuiste penumbra en mi corazón de luna
y al navegar por la noche nos volvimos témpanos.
LA FURIA DE MI PADRE
La furia de mi padre
seca los pechos de la luna
la danza del alcatraz
el sereno de mis ojos
y a mi madre.
51
QUE EL VIENTO LAS TIRE
Busco una sonrisa entre tus corbatas
y encuentro botas que aplastan mi cuello, mi dignidad
Me esquivo entre los tiliches de esta casa desgastada
donde los buitres me tragan
Mi cobardía barre telarañas
para que el viento las tire.
52
LA PENUMBRA DE TUS LABIOS
La penumbra de tus labios derrite mi hielo
Me libero del vientre de la muerte
para vagar entre lunas ciegas
que me convierten en mar sobre tu piel
Bordo sueños colibrí
sazono el hogar de orquídeas blancas
para reconocernos dentro
y rezar al mismo Dios, al mismo diablo
Y te anclaste en los cerezos de mi vulva.
53
ME GUSTARÍA SAZONARTE CON CLAVELES ROJOS
Me gustaría sazonarte con claveles rojos
encontrarnos en cazuelas de barro
desayunar juntos
reconocernos dentro de la casa
en el campo y en los sueños
Pero me esquivo entre los bolillos y el queso
por el miedo a fallarme.
54
RÍO DE BARRO
Un río de barro cae sobre mi espalda
libera el miedo que me arraiga
y me hace nacer en otros campos
huérfana de plagas.
SONRÍO A LA NOCHE
Sonrío a la noche
Me embriago de sol
danzo con las palmeras
pesco el alba
me bebo el mar
hasta que la brisa me cure la resaca.
55
QUERERME
Quererme
Desechar mis sandalias rotas
deslizarme en la resbaladilla
agitar el cielo con un elote
y amar las orquídeas blancas en mis sienes.
LAVO LA NOCHE
Lavo la noche
los miedos que me sepultan
Abro mis pétalos
y me encamino al sol
Dios que me habita de gaviotas
y borda de ríos mi rebozo.
56
REVISO MIS SUEÑOS
Reviso mis sueños y encuentro rocas
una mano, barras de hielo
y un árbol de jacarandas
Despierto, retiro las rocas
desbarato el hielo
y siembro el árbol en mi cabeza.
SEMBRAR MI ÁRBOL
Fumigar la plaga
y construir mi nido
sin alpiste ni familia
Trepar las ramas
y abrazar mi esencia
con el fruto del follaje.
57
YA NO DANZA EL COLIBRÍ EN LAS NUBES
Ya no danza el colibrí en las nubes
murió mi niña
bajo la tormenta de cuerdas.
SE ATORARON TUS PASOS EN LA CHARCA
Se atoraron tus pasos en la charca
al otro lado del río
donde las hienas se alimentan.
58
UN TORNADO CAE SOBRE MI CASA
Las ventanas se rompen
los muros se doblan
mi familia bajo los escombros
Rescato mi radiografía
Y en el centro del patio
el árbol que sembró el tío Rosendo
me salva.
TE ARRANQUÉ LA MÁSCARA
Te arranqué la máscara
y caíste al fango
Ya puedes ir
donde se congela la memoria
y se olvida a los hijos.
59
HOY NO ESCURRE MI LLANTO
Camino por el puente
que cruza el río de serpientes
Hoy no escurre mi llanto
llego a la estación del tren
sin equipaje.
ESCARBO LA TUMBA DE MI MADRE
Escarbo la tumba de mi madre
y busco su vientre, su lunar
el abrazo que nunca me dio
Y encuentro una mujer seca
cenizas de un pasado
unos remos
y el alba.
60
UNA NIÑA LLORA EN LA CASA DE A LADO
Una niña llora en la casa de al lado
su llanto se sumerge en mis costillas
¿Madre, en qué fallé?
Un látigo azota su inocencia.
SE DESHOJA LA NIEBLA
Sus ramas caen por la cascada
y dejan el azul profundo
en la mirada de mi río.
61
SE DESPORTILLA EL JARRÓN
Se despostilla el jarrón
Las jacarandas secas
Ya no hay colchón de nubes
ni casa con olor a cocina
Ahí se queda el hogar mohoso
los pantalones sin remendar
Yo me voy a la pisca de mí.
EL SOL SE DESPRENDE EN PÉTALOS DE CHINAMPA
El sol de desprende en pétalos de chinampa
Se derrama en mi cocina
entre la calabaza y el queso
Limpia los rincones
de mi columna vertebral
de mi alcoba
y se asoma por la ventana de mis ojos.
62
RESUCITO ENTRE LAS ROCAS
Resucito entre las rocas
Me sumerjo en el mar de mis costillas
nado entre arrecifes
esquivo erizos, mantarayas
y voy pariendo los días
bajo el arcoíris.
ARRASTRA EL RÍO MIS TEMORES
Arrastra el río mis temores
troncos que me anulan
Y me desliso por el venero
hacia la laguna
del pescado blanco.
63
ABRO LOS OJOS Y RECIBO EL OTOÑO
Abro los ojos y recibo el otoño
en mi cabeza una gaviota
de vuelos altos
toca mis alas
Abrazo a la mujer
de piernas rocosas
y mirada de horizonte.
ESCALO LA MONTAÑA DE OJOS PROFUNDOS
Escalo la montaña de ojos profundos
lloro piedras, desaciertos
y en la tala de matorrales
diviso la soga.
64
OLVIDASTE TU CANOA EN LA MITAD DEL OCÉANO
Olvidaste tu cama en mitad del océano
Nadaste sin brújula
y te convertiste en erizo sobre mi piel
Hoy, atrapado en tu chinchorro
te hundes.
ME PREGUNTO
Coqueteo con el botón de tu camisa
y tu boca de penumbra
Y me pregunto si serás
el que comparta mi mesa
el que deje los platos sucios
los calcetines regados
y me sazone de luna carmesí
O sólo un pasajero.
65
AL FIN TE EMBARCAS
Al fin te embarcas
y en tu velero de arena
llevas la indiferencia
velas rotas
y las redes en tu cabeza.
GIRA UN REGUILETE EN MI CABEZA
Gira un reguilete en mi cabeza
hondea fantasmas
derrite el hielo
borda mi corazón de gaviotas blancas
y vuela hasta la orilla del mar
a sumergirse en un cántaro de sol.
66
RECUPERO EL RUMBO Y MI SOMBRERO DE PAJA
Recupero el rumbo y mi sombrero de paja
camino tras el cerro
donde las luciérnagas enamoran la noche
y los chapulines saltan la infancia
Mis dolencias las curo con asientos de río
Doña Amada zarandea la esperanza
entre manglares que lloran epidemias
Acá no hay Internet
ni doctores
sólo se pide a la diosa de la Sábila
que nos empuje hacia el árbol.
67
MI TÍO ANASTASIO
Mi tío Anastasio me sirve la vida
en hojas de malva
Me enseña las verdades
para enfrentar al cerro
En su corral, la hormiga
le canta a la noche
Chencha, la mujer de mi tío
agita el cielo con un elote
y desparrama su vientre sobre el comal
Mi tío Anastasio labra temporales
hasta dejar el lomo
embarrado en los surcos
Y enamora a la tierra.
68
ME BUSCO Y ME DIVISO EN EL RÍO
Me busco y me diviso en el río
asoleo mi corazón
y los tecolotes caen por el peñasco
Camino entre la maleza
y observo cómo la luna
con su lengua plateada
limpia la noche
Vuelvo la mirada hacia mi bosque
y me alimento de la manzana prohibida.
69
SE DESHOJA LA VIDA
Se deshoja la vida
cae el árbol que me vio nacer
(en sus raíces mi historia)
Llevo en la canasta su fruto
al tío Rosendo
y la sonrisa del río
sabor a maíz
En otras tierras
en un árbol frondozo
seguiré esculpiendo el atardecer.
70
AHORA SÍ TE VAS
Ahora sí te vas
y en tus guisos me dejas
el amor que nunca pude ver
Escondiste tu ternura
tus ganas en rabia
Me embarraste de tu sal
angustia, estiércol
Tus víseras me daban asco
Quería que murieras
para renacer en canto
llenarte de vidas
pero no supe como
y ahora que te vas
Alcanzo a escuchar a la madre
de manos estropeadas
huesos devastados
palabras manantial, despedida
71
ABORTO
Acaricio las paredes de mi vientrey converso con los hijos que no me atreví.
A la madre que me enseñóa escupir a la noche en solrescatarme y defenderme hasta de ella misma.
72
NIÑAS ATRAPADAS EN CAZUELAS DE BARRO
Abro mis miedosy encuentro restos de pimientaclavosniñas atrapadas en cazuelas de barrouna abuela inválidami madre devastaday un padre ausente
Tiro la despensalos platos rotosmi vida abolladay bebo un café de ollapara digerir el bagazo.
73
LUNAS DE SAL
Lunas de sal dividen nuestro río
y la corriente nos arrastra
hacia la indiferencia.
ARRANCO SUEÑOS SECOS DE MI CABEZA
Arranco sueños secos de mi cabeza
y me alimento con manzanas blancas
Rescato a mi madre
la sostengo
y paseamos por el monte de la infancia.
74
LA AMISTAD ES EL MISMO DIOS
La amistad es el mismo Dios
que me acompaña a la orilla del río
y al monte de los leprosos.
GIRA EL SOL EN MIS SIENES
Gira el sol en mis sienes
zurce mis manos en desacierto
y me regala un cántaro de agua.
75
SE EVAPORA EL AGUAMIEL
Se evapora el aguamiel
Niños lanzan piedras de sal.
HABITO EN EL BOSQUE DE MI SER
Habito en el bosque de mi ser
dónde la nohe no me interrumpe
y el alba en mis ojos
ilumina mi vereda.
76
UNA SIRENA LIMPIA MIS HERIDAS
Una sirena limpia mis heridas
abre ventanas hacia el mar que me habita.
PARA CURAR A MIS PADRES
El sol se derrama en mis fracturas
para sanar a mis padres.
77
CONFECIONES DE SAL
78
VOMITO EL AGUA BENDITA
El dedo que me impusieron en la pila del bautismo
mató mis ganas de salir al encuentro con la vida
Sus cruces
lanzas que bloquearon mi razón
creencias que me sacaron los ojos
pecados fermentados en mi vagina
Hoy escupo la ponzoña del clero
rescato mi Dios.
79
¡SE ABRA EL CIELO!
¡Se abra el cielo
y lance a Dios de su universo de paja
a que aprenda la doctrina del hombre que pisca!
LOS BARRANCOS DE LA IGLESIA
La guacamaya persigna el cielo
con su ala de arcoíris
y remienda la sotana pederasta
los barrancos de la iglesia
y la cúpula del clero.
80
UN CIELO NEGRO
Un cielo negro se desprende de la hostia
quema el burdel de vírgenes
y la sotana pederasta
para devolverle a Cristo su identidad.
CIRIO MIOPE
Un cirio miope conduce a los enanos
por la brecha de cactus que anestesia
y contaminan el alba
con su ostia de pues.
81
EL CAMPANARIO ESCUPE SACERDOTES
Desde la cúpula, el Cristo derrama su vergüenza
su doctrina la inundan de mentiras
pecados
El campanario escupe sacerdotes
que inventan vírgenes y santos.
82
ASÍ TE SIENTO
Así te siento mía
Con tus trenzas sin nudos
senos libres cubiertos de mar
tu cuello erguido
abona la tierra con tu rebozo de frijol
y tu Dios de pisca
que no necesita de iglesias
ni sabe de pecados
Virgen del campo
¡Así te siento mía!
83
CONDIMENTOS DE SAL
84
I
Cuando la semilla es hueca
el surco se hunde.
II
La monja Sor Hipócrita aborta los pecados de la sotana y
su Dios alcahuete aplaude orgías.
III
El sauce suelta sus ramas para que el hombre pode
su muerte.
IV
Me escondo en el miedo para esquivarme.
V
El río pierde su cauce cuando la noche lo inunda.
85
VI
El roble crece cuando madura la esencia.
VII
El hombre se derrumba cuando la soberbia se impone.
VIII
El poder es el suicidio del ser.
IX
Mi Dios se desmorona cuando me ignoro.
X
El salitre es la leucemia del muro y del rencoroso.
86
XI
Me quito el luto para vestir el rebozo de la jacaranda.
XII
Dios fue arrojado al infierno por confiar en el hombre.
XIII
Las goteras cesan cuando limpio el tejado de la noche.
XIV
La muerte encuentra su oficio en los campos minados
del corazón.
XV
Me aferro a la muerte cuando despresio la vida.
87
XVI
Mis ojos se opacan cuando me dejo de mirar.
XVII
Desecho tu ataúd para no enterrarme.
XVII
Cuando el cuerpo abandona los quehaceres,
vuelve la matriz.
XVIII
El perro patea las ruinas de la mujer que se abandona.
XIX
El ladrillo aplasta a la hormiga y a sus sueños obreros.
88
XX
Con tu abandono me encontré
XXI
Madurez, río de sal
que bebo en pequeños sorbos
para curtir la mirada.
XXII
El hombre busca dioses en el universo,
mientras siembra pólvora en la tierra.
XXIII
Hijo, los tropiezos esculpen al hombre en campo abierto.
89
XXIV
Mujer de ojos luciérnaga
siembras soles bajo la lluvia de cal.
XXV
La guacamaya se columpia en el ciprés,
ríe del hombre que carga su ataúd
XXVI
Se sumerge la luna
y alcanza los sueños que el hombre desecha.
90
ÍNDICE
PRÓLOGO 5
SELBA DE LOS ÁNGELES 7
SU MIRADA ESCUCHA VUELOS IMPOSIBLES 9
TIERRA DE SAL 13
Laguna madre 14
Mi padre sumergido en su isla 16
Salgamos de la casona rota 17
En el fogón del patio 19
Abrazando la infancia en el monte de las hormigas 20
Amiga raíz 21
El aullido de la sal 22
Sin derecho a una cama de hospital 23
Mi hermano el Cora 24
Tras el sueño verde 25
Siembran la hambruna 26
Nací en una cuna de nopal 27
Mi bandera embarrada con la muerte 28
Diosa del carbón 29
91
El pavorreal ventila la noche 30
Se desmorona la Guadalupana 31
La nube arroja sus pechos al campo 32
Se suicida mi bandera desde el peñasco 32
Borregos secos 33
Se quiebra el cántaro 34
Se estrella el águila sobre el árbol 34
DEPURANDO LA SAL 35
Limpio la polilla de mis sienes 36
Bullen los tecolotes en el tejado 36
Pisé la infancia 37
Me hubiera gustado que hubiera sido 38
Huiste cuando dormía la oruga 39
Fractura de mujer 39
Desdoblo a la mujer 40
Salgo de mí 41
Desmorono la casona 42
Abrazo tu lunar 43
Pierdo la brújula 43
Mentada de madre 44
92
¿En dónde estará la razón? 45
Tropiezo 45
Lágrimas de cal 46
Tu abrazo libera mi soledad añeja 46
Me cansé de aplaudir tu indiferencia 47
Tu indiferencia es abono 47
Te fuiste sin abrazos 48
Te busco en los arados del corazón 48
Para qué mi hijo crezca 49
En los ojos de la vida 49
El atardecer nos envuelve 50
La furia de mi padre 50
Que el viento las tire 51
La penumbra de tus labios derrite mi hielo 52
Me gustaría sazonarte con claveles rojos 53
Río de barro 54
Sonrío a la noche 54
Quererme 55
Lavo en la noche 55
Reviso mis sueños 56
Sembrar mi árbol 56
Ya no danza el colibrí en las nubes 57
93
Se atoraron tus pasos en la charca 57
Un tornado cae sobre mi casa 58
Te arranqué la máscara 58
Hoy no escurre mi llanto 59
Escarbo la tumba de mi madre 59
Una niña llora en la casa de a lado 60
Se deshoja la niebla 60
Se despostilla el jarrón 61
El sol se desprende en pétalos de chinampa 61
Resucito entre las rocas 62
Arrastra el río mis temores 62
Abro los ojos y recibo el otoño 63
Escalo la montaña de ojos profundos 63
Olvidaste tu cama en la mitad del océano 64
Me pregunto 64
Al fin te embarcas 65
Gira un reguilete en mi cabeza 65
Recupero el rumbo y mi sombrero 66
Mi tío Anastacio 67
Me busco y me diviso en el río 68
Se deshoja la vida 69
Ahora si te vas 70
Aborto 71
Niñas atrapadas en cazuelas de barro 72
Lunas de sal 73
Arranco sueños secos de mi cabeza 73
La amistad es el mismo dios 74
Gira el sol en mis sienes 74
Se evapora el aguamiel 75
Habito en el bosque de mi ser 75
Para sanar a mis padres 76
Una sirena cura mis heridas 77
CONFECIONES DE SAL 78
Vomito el agua bendita 79
¡Se abra el cielo! 80
Los barrancos de la iglesia 80
Un cielo negro 81
Cirio miope 81
El campanario escupe sacerdotes 82
Virgen del campo 83
CONDIMENTOS DE SAL 84
95
96