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1406Aníbal Parodi RebellaMontevideo, UruguayInstrumento didáctico: la casa del arquitectoJulio Vilamajó enMontevideo

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casa de Ipanema . BrasilMoojen & Marques Arquitetos Associados -MooMAApor Marta Peixoto

casa S . BoliviaJavier Salinas HarriagueCindy Rivero Céspedespor Pedro David Cufré

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38 62entrevista a Clorindo TestaBuenos Aires,Argentinapor Marcela Roitman

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casa S . ArgentinaCarlos Galíndez, Santiago Alric, Federico Lloveraspor Lucas Períes

casa Pachacamac . PerúLuis Longhipor Elio Martuccelli

50casa Cururo . ChileAlfredo Fernández, MatíasGonzález, Nicolás Valdéspor Pablo Altikes Pinilla

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Instrumento didácticola casa del arquitecto Julio Vilamajó en Montevideo

cuaderno latinoamericano de arquitectura - casas6

Aníbal Parodi Rebella es arquitecto, egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Republica,Uruguay; Doctor en Teoría y práctica del Proyecto de Arquitectura, ETSAM, UPM, España; Profesor Agregadodel Instituto de Diseño, dentro del programa de investigación permanente: el espacio interior y su equipamien-to; Profesor Agregado de la Cátedra de Medios y Técnicas de Expresión; y Profesor Adjunto del Taller Schepsde Anteproyecto y Proyecto.

fortaleza Para quién haya visitado Salamanca, la “Casa de las Conchas” se convierte en una ima-gen difícil de olvidar. Su torre maciza domina la esquina urbana frente a la Iglesia de laClerecía desde fines del siglo XV. Sobre la superficie regular de mampuestos de piedraarenisca, otras dos tramas se integran a la composición. Por un lado, una trama irregularde aberturas dispares, producto de la natural estratificación de la historia, y por el otrouna red apretada y regularísima de conchas marinas, también en piedra, que proyectansobre la superficie del muro sombras que van mutando a lo largo del día. Pasar frente a laCasa del arquitecto Julio Vilamajó en Montevideo se convierte, desde entonces, en un ine-vitable dejà vu de la experiencia salmantina (influencia ya referida por A. Lucchini en “JulioVilamajó, su arquitectura”). Ya vivida, analizada y hábilmente retomada por Vilamajó, es unejercicio de evocación expresiva de las estratificaciones graduales que construyen los edi-ficios a lo largo de la historia. Al dejar que el tiempo la atraviese, la casa deviene en unacomposición totalmente nueva que debe tanto a la arquitectura del pasado como a su pro-pia contemporaneidad.

por Aníbal Parodi Rebella

Montevideo, Uruguay

latitud:35º 25‘ Slongitud:71º 39‘ O

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Existen dos planos horizontales de refe-rencia claves para la comprensión de lasdecisiones espaciales y expresivas de lacasa. El primero signa el pasaje entre elnivel de basamento y la sala de estar, y elsegundo coincide con la proyección de lacornisa. De alguna manera el verdaderouniverso doméstico se desarrolla entreestos límites. El nivel inferior oficia funda-mentalmente de soporte y, al distanciarlodel suelo, le aporta el justo grado de inti-midad. Por encima del potente cornisa-mento la casa encuentra en cambio suespacio de libertad y proyección más alláde la esfera doméstica.

La casa vive según dos revoluciones dife-rentes. Un ritmo pautado pero sostenidorige el movimiento vertical, mientras quelos recorridos horizontales son más tran-quilos y reposados. En vertical, al dejarnosllevar por el vientre curvo de la caja deescaleras, el “rozamiento” disminuye. Porel contrario, la textura de las paredesequipadas enlentece el desplazamientodentro de cada nivel. La natural progre-sión física es aprovechada por el maestropara componer un pasaje gradual de losubterráneo a lo aéreo; de la penumbra alresplandor; de lo terrenal a lo divino.

entre el cielo y el sueloEn la Casa Vilamajó, estructura linealerguida, vivienda vertical, la importanciadel movimiento es intrínseca e ineludible.Incluso la rutina más cotidiana, implicapermanentes desplazamientos y cambiosde nivel. Sin embargo, la dinámica detránsito está lejos de volverse repetitiva oensimismada. La reiteración del signogeométrico de la escalera, es sabiamenteacompañada por variaciones claves en losvuelcos y las aperturas (reales o ilusorias),en su integración con el sistema circulato-rio de cada nivel y en el uso de los mate-riales y el color. Previsión y sorpresa, con-tinuidad y cambio signan el movimientohelicoidal de la circulación vertical.

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Planta baja: acceso y garage, sala de calderasPrimer nivel: salón principal y patio elevado,habitación de servicioSegundo nivel: comedor, cocinaTercer nivel: dormitorio, rincón de huéspedes ybañoCuarto nivel: estudio

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caja escénicaAl igual que el cubo de una caja escénicaque almacena los infinitos telones protago-nistas de la metamorfosis de la escena tea-tral, el parco volumen de la Casa Vilamajóesconde en su interior, una estudiada suce-sión de escenografías para la presentaciónde la vida cotidiana. La casa se expone a símisma según una serie ordenada de setsdomésticos. Cada estrato ostenta una iden-tidad propia que lo diferencia funcional,material y espacialmente de los demás. Asu vez cada nivel aparece dividido, invaria-blemente, en dos sectores: el noble, amplioy abierto hacia la esquina, y el de serviciorecostado sobre la medianera.

La planta baja de la vivienda es indiscutible-mente la más hermética. Al nivel del tran-seúnte la presencia de los muros de con-tención de los jardines elevados clausuracasi por completo el contacto con el inte-rior. No existe voluntad alguna de exaltacióndel momento de ingreso, considerado tanprivado como la propia casa. Accedemos asu interior por el mismo y funcional portónde garaje que el auto. Tras las grandesbatientes de hierro, nos recibe un espacioamplio y profundo, una suerte de portecochère penumbrosa y sin salida que, comosi de un exterior techado se tratase, reservahacia la izquierda una estrecha vereda,dónde se inaugura el circuito peatonal

Corte transversal integral: ala de servicio, escalera, habitaciones principales,patios y terrazas

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interno. Consistentemente con el caráctermasivo, penumbroso y enraizado al suelode todo el nivel, la envolvente interior esdefinida con materiales pétreos. Monolíticosrevisten las paredes y el suelo, colaborandocon su terminación pulida a que la luzalcance los sectores más retirados.

Al igual que en las viviendas de Loos,recién una vez que hemos atravesado elnivel del basamento emergemos en elpiano nobile. La dignificación del ascensoes reforzada por la sorpresa de encontrar-nos con un salón definido por márgenescompletamente equipados que, aún estan-do elevado, se proyecta generosamentesobre un espacio exterior propio.

En el próximo nivel, a diferencia del estar,la envolvente no aparece obsesivamenteequipada. El espacio, luminoso y libre, esocupado centralmente por un juego decomedor. Sobre la fachada de acceso unaventana guillotina, excepcionalmenteamplia, libera la vista sobre las copas delos árboles de la calle.

Continuando el ascenso, el dormitorioprincipal aparece signado por la presenciadominante de superficies de madera lus-trada. Todos los márgenes son de maderay están equipados: la cómoda; la cabecerade cama que integra mesas de luz y radia-dores; el tocador, el diván, el espejo y lapared de armarios, conforman la “envol-vente activa” del dormitorio.

El recinto del estudio es un muy reducidoy, tal vez por eso mismo, prescinde de losequipamientos fijos tan habituales en elresto de la casa. Culminación del recorri-do vertical, su perfil emerge desde elnúcleo del compacto prisma vertical queidentifica a la vivienda (que se eleva comoun periscopio para otear desde lo alto suentorno). Superada la importante cornisa,se erige este pequeño pabellón modernocuyo volumen se retrae distanciándose,física y expresivamente de la torre princi-pal. Estamos fuera de la torre y por lotanto de la casa.

Le Corbusier y LoosA primera vista, parecería que la simplici-dad del esquema planimétrico de la casa:un rectángulo áureo dentro del cual unaescalera formalmente singular flota des-pegada de la envolvente, evocara la arque-típica planta libre corbuseriana. Inclusosus proporciones recuerdan bastante a laCasa Cook de 1925 . Sin embargo, la ilu-sión de la circulación continua en torno alpivote de la escalera se cumple solamenteen el nivel del dormitorio, e incluso enton-ces, se lleva a cabo discretamente a travésde pasajes ocultos o de las propias habita-ciones. Comparte sí con Le Corbusier (conquién colaboró en el proyecto del edificiopara las Naciones Unidas en Nueva York)el gusto por la abstracción geométrica, elplacer en el manejo consciente de la geo-metría y el mismo interés por el conoci-miento y aprehensión de la arquitectura

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clásica. Sin embargo, la concepción yexpresión del espacio interior se acerca,inequívocamente, a la filosofía espacial yestética de Adolf Loos, el Loos del princi-pio de honestidad material, el que trans-forma cada ambiente en una escenografíadoméstica con identidad autónoma y el quelos vincula dramáticamente a través delconcepto de “planta espacial” (raumplan).

En el diseño del sistema de espaciosexternos a la “torre”, la imbricación espa-cial se hace particularmente evidente,dando lugar a un verdadero “raumplanexterior”, algo que Vilamajó repetirá mástarde con igual éxito en el conjunto deconstrucciones del Ventorrillo de la BuenaVista en Villa Serrana.

La geometría ortogonal y cartesiana de lavivienda encuentra el necesario contra-punto lúdico en una planificada percepciónespacial que privilegia las visuales cruza-das y las tensiones dinámicas. En reali-dad, buena parte del carácter fotogénicoque ostenta la casa está basado en lassorprendentes relaciones espaciales quese establecen a partir de proyeccionesvisuales oblicuas. Cada estructura axial dela vivienda está sistemáticamente subver-tida por una alternativa dinámica oblicua.

Al lidiar con un terreno bastante reducidopor la afectación de retiros que se aplicaen la zona, Vilamajó debe echar mano detodos su recursos compositivos para“hacer rendir” el espacio al máximo. Así,

no solo trasforma su vivienda en unamaquina que saca el mayor provecho delespacio real sino también del imaginario.Muchas son, por ejemplo, las fronterasreales o virtuales que debe atravesar nues-tra vista para recorrer longitudinalmente elespacio del salón y el patio: el vano apaisa-do que perfora la caja de escaleras; el dia-fragma acristalado de la puerta ventana; elporche bajo el balcón del comedor y elestanque; el plano de recueste del comien-zo de la escalera exterior y el filtro naturalde la copa del ceibo; la raja horizontal quese abre hacia la calle Sarmiento. El efectoescenográfico de un ambiente construidopor una sucesión apretada y variada de“telones” que se recortan unos sobre otros,alimenta de manera sensible su profundi-dad perceptiva.

instrumento didácticoJulio Vilamajó además de arquitecto fuedocente. Cuando, como en su caso, laenseñanza se integra a la vida cotidiana,madura gradual y naturalmente en unaforma de reflexionar, de procesar y decan-tar las ideas. Su estructura de pensa-miento se vuelve espontáneamente didác-tica y se trasluce, como es natural, en laactitud que adopta frente al diseño. Supropuesta arquitectónica es increíblemen-te densa y rica y ciertamente no se agotaen la primera mirada. Todo lo contrario, esnecesario saborear la experiencia muylentamente para llegar a percibir las infi-nitas variables y matices involucrados.Nada es evidente. Como toda buena com-

Nota: El conjunto de dibujos que acompañan elpresente artículo forman parte de un nuevo yexhaustivo relevamiento gráfico desarrollado porel autor en el año 2004. Para la materialización delmismo se integraron técnicas de relevamientodirecto e indirecto a partir de material documentalgráfico y escrito. Esto permitió no solo el docu-mentar adecuadamente la envolvente espacial,sino además y fundamentalmente, representar lacasa con todos los elementos de equipamiento yambientación presentes cuando el Arquitecto JulioVilamajó la habitaba.

posición, su casa preserva secretos y mis-terios que se revelan poco a poco.

Vilamajó despliega ante el visitante unverdadero y ciertamente “guionado” pro-ceso de aprehensión espacial que enri-quece su experiencia arquitectónica y sen-sible. Antes que casa, su vivienda es arqui-tectura, “la” arquitectura, todas las arqui-tecturas que Vilamajó admiró dentro yfuera de sí mismo: la academia francesa,el renacimiento italiano, Roma, los pue-blos moros de España, los jardines anda-luces, la mitología griega, el saber populary los trazados reguladores de la arquitec-tura clásica. Su espíritu es humanista,tolerante y amplio, ecléctico en el mejorde los sentidos y no reniega ni desdeñaninguna fuente de inspiración o referencia.Gracias a ello, la casa de Julio Vilamajólogra atravesar airosa las barreras tempo-rales (más de 80 años) y transformarseademás de en icono indiscutible de laarquitectura moderna en el Uruguay, enun extraordinario instrumento didáctico.

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fotografías:a Fachada principal de la casa sobre la calle Domingo Cullenb Vista de la casa a medida que nos aproximamos a la calle Sarmiento desde el nortec Vista general de la casa desde la esquina, poco después de finalizada su construcciónd Vista de la sala de estar a medida que descendemos desde el comedor. e Panorámica del salón principal. Vista hacia la fachada que abre sobre la calle D. Cullenf El patio elevado en una foto de época. Sobre el ángulo un árbol de ceibo (flor nacional) y un rosalg El rosetón cerámico con la cabeza de medusa vigilando el acceso principal a la viviendah Detalle de las naves cerámicas que conforman la geométrica red decorativa de las fachadasi La llegada al salón principal abierto al patio. Sobre el antepecho de la escalera la escultura “El flautista” deAntonio Pena. Panorámica compuesta por el autor a partir de fotos del Centro de documentación del Institutode Historia, Facultad de Arquitectura, Udelar

obra: Casa Julio Vilamajóarquitecto y propietariooriginal: Julio Vilamajó 1894-1948ubicación: Domingo Cullen 895Montevideo, Uruguayaño: 1930fotografías: UDELARParodi *

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Idea y Dirección: Omar Paris

en este número:Investigación y Redacción:Inés Moisset Corrección de textos:Mariano PereyraArte y Diseño Gráfico:Emiliano DominiciNoelia MattioEdición gráfica:Pablo CarballoEmiliano DominiciNoelia MattioGuillermo MirJuan Gabriel MartínezAdministración y Ventas:Mariano PereyraSuscripciones:Matias BocalónPublicidad:publicidad@30-60.com.ar

Miembro benefactor: Emilio Ambasz

Comité de referato: Emilio Canek Fernández (México), Abilio Guerra (Brasil), JorgeJáuregui (Brasil), Inés Moisset (Argentina), Josep MaríaMontaner (España), Jorge Nudelman (Uruguay), Omar Paris(Argentina), Mario Torres Jofré (Chile), Felipe Uribe (Colombia),Humberto Eliash (Chile), Marcelo Vila (Argentina).

Colaboradores: Marta Peixoto (Brasil), Pablo Altikes Pinilla (Chile), ElioMartuccelli, Carla Tamariz (Perú), Aníbal Parodi Rebella(Uruguay), Lucas Períes, Marcela Roitman, Pedro David Cufré,Felipe Mujica, Juan Fontana, Clorindo Testa (Argentina)

N29 CASAS 6 junio de 2011ISBN: 978-987-1385-26-3

Mención Honorífica en lacategoría PublicacionesPeriódicas Especializadas enla XVII Bienal Panamericanade Arquitectura de Quito

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