Martini Jeremias y Samuel

27
JEREMÍAS: FE Y VOCACIÓN A) Introducción La figura del profeta Jeremías es muy fecunda y compleja en extremo. Mucho más compleja y variada que las figuras hasta ahora estudiadas. El material con que contamos, referente a Jeremías, resulta más amplio que el de los anteriores personajes: un libro entero de la Biblia y, además, salpicado de muchos pasajes totalmente autobiográficos. En nuestro análisis es la primera vez que nos encontramos de frente a textos autobiográficos propios; ellos si, por una parte, hacen más interesante la tarea, también por otra parte la dificultan a la hora de esquematizar o encuadrar todos los elementos en una síntesis breve. El material vocacional que encontramos en Jeremías podemos reducirlo esencialmente a tres clases: 1. Narraciones biográficas en tercera persona. Por ejemplo: «El Señor me dijo: Vete a comprar un botijo de barro; toma contigo algunos de los ancianos del pueblo y de los sacerdotes; sal al valle de Ben-Hinon, a la entrada de la alfarería y proclama allí las palabras que yo te diga» (Jer 19,1-3). 2. Confesiones directamente autobiográficas en las que Jeremías habla en primera persona, y que son expresiones en estilo de salmos y lamentaciones. Por ejemplo: «El Señor me avisó y lo vine a saber. Entonces, Tú, Señor, me descubriste sus maniobras. Yo era como un manso cordero que llevaban al matadero sin saber lo que estaban tramando contra mí. Destruyamos el árbol hasta la savia, arranquémosle de la tierra de los vivientes y no se mencione más su nombre. Pero Tú, Señor de los ejércitos, que juzgas con justicia y sondeas la conciencia y

description

Martini

Transcript of Martini Jeremias y Samuel

JEREMAS: FE Y VOCACIN

A) IntroduccinLa figura del profeta Jeremas es muy fecunda y compleja enextremo. Mucho ms compleja y variada que las figuras hasta ahoraestudiadas. El material con que contamos, referente a Jeremas,resulta ms amplio que el de los anteriores personajes: un libroentero de la Biblia y, adems, salpicado de muchos pasajestotalmente autobiogrficos.En nuestro anlisis es la primera vez que nos encontramos defrente a textos autobiogrficos propios; ellos si, por una parte,hacen ms interesante la tarea, tambin por otra parte la dificultan ala hora de esquematizar o encuadrar todos los elementos en unasntesis breve.El material vocacional que encontramos en Jeremas podemosreducirlo esencialmente a tres clases:

1. Narraciones biogrficas en tercera persona. Por ejemplo:

El Seor me dijo: Vete a comprar un botijo de barro; tomacontigo algunos de los ancianos del pueblo y de los sacerdotes; salal valle de Ben-Hinon, a la entrada de la alfarera y proclama all laspalabras que yo te diga (Jer 19,1-3).

2. Confesiones directamente autobiogrficas en las que Jeremashabla en primera persona, y que son expresiones en estilo desalmos y lamentaciones. Por ejemplo:

El Seor me avis y lo vine a saber. Entonces, T, Seor, medescubriste sus maniobras. Yo era como un manso cordero quellevaban al matadero sin saber lo que estaban tramando contra m.Destruyamos el rbol hasta la savia, arranqumosle de la tierra delos vivientes y no se mencione ms su nombre. Pero T, Seor delos ejrcitos, que juzgas con justicia y sondeas la conciencia y elcoraznhaz que yo pueda ver tu venganza contra ellos, porquea Ti confo mi causa (Jer 11,18-20).

Confesiones dramticas, que en algunos momentos revistentonos tremendamente angustiosos, rayantes en la blasfemia y latentacin de incredulidad. Son seal de las terribles experiencias alas cuales la fe y la vocacin de Jeremas han estado expuestas.

3. Orculos que representan el modo cmo Jeremas afronta, enconcreto, su misin. Sobresalen, por su peculiar relieve, aquellosque hacen referencia a la vida personal de Jeremas. Por ejemplo:

Tuve esta palabra del Seor: No te cases ni tengas hijos en estelugar. Porque as dice el Seor sobre los hijos que nazcan en estelugar, sobre las madres que los den a luz y los padres que losengendren: De mala muerte morirn; no sern llorados nienterrados, sino que quedarn como estircol sobre el suelo;perecern por la espada y el hambre, y sus cadveres sern pastode las aves del cielo y de las bestias del campo (Jer 16,1-5).

Intentamos ahora poner de manifiesto cmo se puede sintetizartodo este material y unificarlo en algunos puntos significantes,especialmente vocacionales.Una primera posibilidad, que en un principio pensaba seguir, es lams obvia: un orden cronolgico. Los exegetas han buscado en ellibro un orden cronolgico, que, en realidad, de verdad, no seencuentra. El libro es ms bien el resultado de algunos pasos yelementos dispersos, que se sobreponen y tienen continuidad.Hacer de ellos una sucesin cronolgica es muy difcil, aunque losexegetas lo han hecho con cierta frecuencia, y quiz sin darsecuenta, de una manera profunda, de la problemtica vocacional queenvuelve la vida de Jeremas.Mientras estaba buscando otro criterio, otra va de anlisis detodo el material, he recibido la ayuda de un libro de E. Galbiati, Lafe en los personajes de la Biblia. En el ltimo captulo de este librose exponen algunas conclusiones que miran a la maduracin de lafe, desde la infancia hasta la edad adulta. Consideraciones que,como dice el autor, han nacido de una honda experienciaautobiogrfica:

... estos aos no han pasado en vano. A la experiencia un tantoterica del biblista telogo se ha aadido la propia vivenciapersonal, que en una posterior fase de la vida se ha visto confrecuencia envuelto en las fases evolutivas de la fe de los dems y,en cierto modo, responsable tanto de su crecimiento como de sufracaso. Han nacido as estas pginas de conclusiones, no despusde las consideraciones un tanto tericas de la introduccinteolgica, sino puestas al fin del libro, despus de haberconsiderado en la Biblia los ejemplos concretos de fe, comoasimismo las resistencias a la propuesta de la fe. De esta maneraviene a establecerse un paralelismo obvio entre la fe experimentadaen diversas pocas de la humanidad, en grados diversos deacercamiento a Dios, con la fe dinmicamente vivida por cualquierade nosotros, desde la infancia hasta la edad adulta.

Nos resultan muy significativas estas palabras. Yo pretendahacer alusin a algo semejante, cuando al principio de estaslecciones deca que las fuentes a tener presentes en nuestrareflexin sobre la vocacin en la Biblia son dos: la Biblia misma y laexperiencia de la vida.Creo que de la vocacin se puede decir lo mismo que de la fe. Eneste captulo intentaremos determinar algunas de las fasessucesivas del crecimiento de la fe, y lo mismo podemos decir deldesarrollo de la vocacin, en cuanto est ligada a la experiencia dela fe.FE/ADOLES-MADURA: Galbiati distingue entre fe receptiva de laprimera infancia y la fe oblativa de la segunda infancia; comparaestos dos momentos en el Antiguo Testamento, al par de las faseshistricas del crecimiento del pueblo hebreo. Habla a continuacinde la fe de la adolescencia y la coloca en relacin con la fe de losapstoles antes de la Resurreccin. Finalmente, describe la fe en laedad madura, ponindola en relacin con la fe propia de la Iglesiadespus de la Ascensin del Seor.Este esquema me parece til para poner de relieve algunos delos elementos tpicos de la fe y de la vocacin de Jeremas y paratrazarnos de l un cuadro general. Es una tentativa todava nomadurada y completa, un esfuerzo por leer los textos de unamanera especial, con una metodologa particular.

B) La fe receptiva de la infanciaFE/IRECEPTIVA-INFAGalbiati trata, en primer lugar, de la fe en la primera infancia y lallama receptiva, dado que en ella todo es recibido. La mismaimagen de Dios nos viene dada a travs de la imagen de lospadres: En ellos la imagen de Dios se descubre como el poderbenfico, totalmente dirigido hacia nuestras necesidades, todo linclinado hacia nuestra debilidad. Es la experiencia de la paternidadde Dios 'Padre Omnipotente'; para el nio, la imagen del padre es ladel ser que todo lo puede.Es la experiencia de una gran simplicidad y abandono, lleno deconfianza, en la cual el hombre se siente en actitud de deberlo todoa Dios, de estar completamente en sus manos.Nos resulta interesante ver cmo en Jeremas encontramosalgunas expresiones tpicas de esta experiencia de fe receptiva.Dios es para l, antes que nada y por encima de todo, Aquel que leha dado todo.

Antes de formarte en el vientre de tu madre te conoc / antesque salieras del seno te consagr, / profeta de las naciones teconstitu. Yo dije: Ah!, Seor, mira. Yo no s hablar que soy comoun nio. Y el Seor me dijo: No digas soy un nio porque a todos losque te enve, irs / y todo lo que te ordene, lo dirs. No tengasmiedo de ellos porque yo estoy contigo para librarte / orculo delSeor. Entonces el Seor alarg su mano, toc mi boca y me dijo:Mira, yo pongo mis palabras en tu boca / en este da te constituyo /sobre naciones y reinos / para arrancar y deshacer / para destruir yderribar / para edificar y plantar (Jer 1,5-10).

Jeremas no puede pensar en su existencia sin pensar, a la vez,que antes que ella est la llamada divina. El vive la experiencia deuna absoluta primariedad y primaca del amor divino inclinado hacianosotros. Como el nio pequeo al abrirse a la vida descubre quesus padres le han preparado todo para l, de la misma manera laexperiencia de fe y de la vocacin de Jeremas se encuentra desdeel principio delante de la llamada de Dios.En el versculo 9 citado hay casi un gesto infantil de la madre queamamanta a su nio, que le ofrece el modo de entrar en laexistencia.Jeremas percibe, en una perspectiva de fe receptiva, su vocacincomo un don total, en medio del cual, rebosndole, Dios tiene ensus manos el principio y el fin.Galbiati seala que si la fe se bloquea en este estadiotpicamente infantil, si la pura receptividad no viene purificada yclarificada, tiende a convertirse en una pasividad ingenua: Dios esmi Padre, El me ha llamado, por tanto todo me ir bien. Es laingenuidad pasiva de quien espera todo en la vida como algo fcil,de color de rosa, preparado por otros. Y en esto reside la pruebapurificadora: Jeremas pasa de la pura receptividad a la experienciade que ella no le garantiza el futuro favorable ni siquiera en larealizacin de su vocacin.Incluso ella no impide el fracaso o el resultado amargo o laexperiencia de estar abandonado. Galbiati observa cmo todo estoes tpico en la educacin del Antiguo Testamento.Cuando el pueblo experimenta esta receptividad gratuita y casi seilusiona inconscientemente con que todo le va a ir bien, es entoncescuando prueba en la amargura del fracaso que, el tener un Padrebueno y atento a nuestras necesidades, no significa tener una vidafcil y sin problemas.Esta es la razn de por qu a Jeremas podemos contemplarlo enla actitud de receptividad fcil y adems experimentando tambinhasta la maldicin del da de su nacimiento. Son los dos extremosde una misma experiencia los que aqu encontramos.

Maldito el da en que nac, / el da en que mi madre me dio a luzno sea bendito! Maldito el hombre que dio a mi padre la noticia: /Un hijo varn te ha nacido / y lo llen de alegra! Que ese hombrequede como las ciudades / que el Seor arras sin piedad / queoiga gritos por la maana, / el tumulto de la guerra al medioda! Porqu no me hizo morir en el seno: / mi madre habra sido mi sepulcro,/ y yo preez eterna en sus entraas. Para qu sal del seno?Para ver penas y tormento y acabar mis das en vergenza! (Jeremas 20,14-18).

En Jeremas encontramos, pues, una doble experiencia: por unlado, la receptividad pasando a travs de pruebas purificadoras, lascuales no pretenden apagarla o negarla, sino ms bien purificarlade los aspectos ingenuos, con el fin de formar la personalidad delProfeta, la disponibilidad para aquello que Dios pide, aunque ellopueda llevarle a creer que est viviendo en continuo fracaso. Porotra parte, sin embargo, se experimenta una gran seguridad cuyafuerza se acrece en las pruebas.

Pero el Seor est conmigo / como un hroe potente / por esocaern vencidos mis perseguidores, / por haber fracasado caernen vergenza total, en ignominia eterna, inolvidable (Jer 20,11).

Si quisiramos citar una figura de la Iglesia con una experienciasemejante a la de Jeremas, creo que la vida de Santa Teresita delNio Jess nos ofrece la semejanza ms completa y los puntos decontacto ms similares. Ciertamente esta santa presenta unaespiritualidad receptiva que se va purificando a travs de lasexperiencias del abandono y la amargura del desierto, y sinembargo, a pesar de todo ello, en lucha abierta contra todaesperanza y manifestacin aparente, vive un estado de confianzailimitada, como la de un nio en brazos de su padre.

C) La fe oblativa y adolescenteFE/OBLATIVA-ADOLELa fe de un joven con un desarrollo plenamente cristiano llegabien pronto a percibir la posibilidad de hacer algo por Dios. Es elmomento de los actos generosos, de sacrificar cualquier cosapropia en favor de cuanto es percibido como presencia de Dios enla propia vida. Esta realidad nos hace pasar de una primeraexperiencia de tipo receptivo a una experiencia de accin. Laspropias actividades vienen a configurarse como algo que se hacepor Dios y para Dios.En la historia de Jeremas advertimos este aspecto en aquellospasos llamados deuteronomsticos, por su insistencia en la ley.Jeremas resalta este aspecto de amor a la ley. Ley que debe sersigno de bendicin de parte de Dios. A este respecto es tpico eldiscurso en torno al Templo que encontramos en el captulo 7. En lhay un breve declogo, una serie de compromisos concretos. No esslo un abandono simple e infantil en Dios, sino tambin una seriede acciones responsables. Tales acciones se eligen principalmenteen funcin de premio y castigo. Jeremas, como un adolescente,comienza a darse cuenta que si sacrifica, si se comporta fielmente,podr lograr vivir una existencia digna de un hombre; por elcontrario, si se deja arrastrar por las pasiones pequeas o grandesque se le ofrecen no podr construir su propia vida.

Si enmendis vuestra conducta y vuestras obras, si os hacis deverdad justicia unos a otros, si no oprims al extranjero, al hurfanoo a la viuda; si no derramis en este lugar sangre inocente, si novais en pos de otros dioses para vuestra desgracia, entonces, s, yoos dejar vivir en este lugar, en la tierra que di a vuestros padresdesde antiguo y para siempre. Pero vosotros os fiis de palabrasengaosas, que no sirven para nada. Con que robar, matar,cometer adulterio, jurar en falso, incensar a Baal, correr tras otrosdioses que no conocis, y luego venir a presentaros ante M, eneste Templo que lleva mi nombre, y decir: Ya estamos seguros,para seguir haciendo todos estos horrores! (Jer 7,5-10).

La insistencia se centra en una reforma enrgica de la conductamoral, pues solamente desde ella el hombre puede esperarconstruirse el futuro, permaneciendo en posesin de los bienes quele han sido dados. Este aspecto importa mucho en la vida deJeremas, ya que, con frecuencia, anuncia castigos por la infidelidaddel pueblo, incapaz de cumplir con sus deberes y obligaciones.Hay, sin embargo, en la experiencia religiosa de cada uno, undoble riesgo que se presenta en este momento preciso de laexperiencia de Dios, visto como Aqul que exige un compromisoresponsable, sobre todo de tipo moral.El primer riesgo es el de construir una religin basada en laobservancia de reglas y en el mrito de esa observancia. Unareligin en la cual el moralismo se convierte en esencial e impideuna profundizacin en la verdad. Por tanto, esta experiencia, de pors importante, si se estaciona y fija, llega a ser limitativa y destruyesu propia fuerza. Podemos llegar por este camino a la religiosidaddel hijo mayor representado en la parbola del Hijo Prdigo; verificauna perfecta observancia, pero la vive de tal manera que no aciertaa entender el corazn de su padre.El segundo riesgo de este moralismo, tomado como una instanciareligiosa, es la ilusin de que el hombre construye con sus propiasposibilidades; cree ser justo porque cumple con unas normas dejusticia externa. Pero, dado que no puede llegar a ser totalmentejusto, centra su justicia en torno a algunos actos, y a stos losmaneja con tal maestra y se vanagloria de ellos como si se tratasede actos que pudieran justificarle plenamente.Algunos hacen residir esta gloria en el culto, en la observanciadetallada de todas las prescripciones cultuales, en el pietismo, enuna religiosidad puramente referida a todo aquello que considera laconocida prctica cristiana, olvidando todas las propiasinjusticias: sociales y polticas.Una religiosidad moralstica, al no poder ser observadaplenamente, ya que el hombre no puede lograr ser plenamentejusto en todos sus detalles con solas su fuerzas, termina siemprepor concentrarse en torno a unas pocas y rendirles culto comoabsolutas. Por esto Jeremas critica seversimamente el culto en elTemplo, que otras veces exalta profusamente. Cuando se da cuentaque el pueblo pone su justicia en la mera observancia de lasprcticas cultuales, entonces denuncia esta religiosidad como unbloquear el desarrollo dinmico del espritu religioso, como un creardolos. De aqu que muchas de las pginas de Jeremas sean unafuerte requisitoria contra el culto y una alta denuncia de todos losmales sociales, de todas las injusticias, las opresiones del pas, conla intencin de que el pueblo reconozca su propia injusticia delantede Dios.Es ste un momento difcil, y con frecuencia dramtico, en eldesarrollo de la conciencia personal. Uno, al comprobar suimposibilidad de poder llegar a la altura de las propiasresponsabilidades, o declara que ello es imposible y entoncesabandona la prctica religiosa dirigiendo su vida segn criterios yproyectos propios, o por el contrario, limita a algunos sectores sujusticia y con espritu farisaico se vanagloria de ella. Muchaspginas de Jeremas se pueden citar a este propsito comoreaccin a este bloqueo de la dinmica religiosa. Por ejemplo: Jer.7,21-23:

As dice el Seor Dios de los ejrcitos, Dios de Israel: Echadms sacrificios y holocaustos y comed la carne! Que yo no dije niprescrib nada a vuestros padres el da que los saqu de Egiptosobre sacrificios y holocaustos. La orden que les di fue sta:Escuchad mi voz, que entonces yo ser vuestro Dios y vosotrosseris mi pueblo; y seguid fielmente el camino que os he prescritopara vuestra felicidad.

Aqu Jeremas est en el culmen de su vocacin proftica esaquel que debe ayudar al pueblo a realizar el paso de unareligiosidad de las obras a la de un contacto personal con el Seor.De una religiosidad cultual a una religiosidad del corazn, en la cualtodas las experiencias religiosas anteriores vengan asumidas yclarificadas por un encuentro personal con Yav que se manifiestacomo amor. La misin de Jeremas es proclamar a Israel, que no espor su justicia por lo que llegar a sobrevivir y resucitar, sino por elamor misericordioso de Dios.

... con amor eterno te he amado, por eso te guardo mi favor. /Te edificar de nuevo y sers reedificada, virgen de Israel; / denuevo te adornars con panderetas y saldrs a bailar alegremente.De nuevo plantars vias en los montes de Samaria, las plantarnlos viadores y tendrn cosechas. S, da vendr en que loscentinelas / gritarn en la montaa de Efraim: / Andad, subamos aSin, hacia el Seor nuestro Dios (Jer 31,3-6).

La experiencia de fe divina, en este momento, es una experienciade contacto, de proximidad, de relacin personal con Dios que semanifiesta como amor.El amor estaba, ciertamente, presente tambin al principio de laexperiencia infantil, pero todava no haba pasado por todas laspruebas a travs de las cuales el hombre reconoce su propiaincapacidad personal para salvarse.El Jeremas de ahora parece ya evanglico, en el sentido que,como en el Evangelio, propone una salvacin no por los propiosmritos y por las capacidades humanas, sino por el amor de Dios.La observancia de la ley es importante, pero solamente alreconocer el amor de Dios puede expresar verdaderamente unanueva relacin de intimidad personal con El, la Nueva Alianza.

La Alianza que har con la casa de Israel despus de aquellosdasorculo del Seor, ser as: Pondr mi Ley dentro de ellos,en su corazn la escribir y ser su Dios y ellos sern mi pueblo. Notendrn ya que instruirse dicindose unos a otros: Conoced alSeor!, porque me conocern todos, chicos y grandesorculo delSeor; yo perdonar su maldad y no me acordar ms de suspecados (Jer 31,33-34).

Jeremas llega al summum de su vocacin al hacer pasar alpueblo de la experiencia del fanatismo en la observancia de la Ley ala promesa de un nuevo encuentro-relacin personal con Dios; eneste encuentro Dios estar en cada uno y propondr a todos uncorazn nuevo que les dar la capacidad de observar la Ley y devivirla espontneamente.Pablo, ms tarde, llevar a cumplimiento en el Nuevo Testamentoel mensaje de Jeremas. El encuentro amoroso con Dios deJeremas con el Dios de la Alianza se convierte en el NuevoTestamento en el encuentro personal con Dios.La adolescencia recibe en la amistad con Dios vivo en Cristo laplenitud de sus posibilidades de expansin. Intuye que Dios lo estodo y que el hombre es como un nio en sus manos. El estadioadolescente se desarrolla gradualmente, as como de una maneragradual se ha desarrollado la experiencia de los Apstoles, loscuales han ido pasando de la experiencia pre-pascual de Cristo,amado profundamente como amigo, como maestro, como Seor,como gua, a la experiencia post-pascual, en la cual han visto enCristo al Seor de la Iglesia.

D) La fe de la edad maduraFE/EDAD-MADURAA la etapa adolescente sigue, como ltima experiencia, la fe de laedad adulta, madura. Esta vive la experiencia de Cristo nosolamente como un hecho de presencia y amistad personal, sinotambin como una manifestacin del Cristo en la comunidad, en laIglesia, en la vida de la humanidad.Es una renovada forma de responsabilidad, en la cual, sinembargo, Cristo es invocado y experimentado en su transparenciade Resucitado.Esta es la experiencia final, definitiva, en la cual se asume uncorazn amplio como la Iglesia, una capacidad de ver al Seor entodas las vicisitudes de la Iglesia, de la historia de la humanidad;tanto si en su manifestacin adquieren un carcter triunfal como siadoptan la forma humilde del fracaso. La fe madura es laexperiencia de Cristo en el Espritu Santo.Hablando de Jeremas no hemos desarrollado este punto, porquees tpico de la manifestacin neotestamentaria, es la consecuenciadel don que Cristo ha hecho a su Iglesia. Pero tambin en Jeremasencontramos aspectos muy parecidos. Sobre todo aquellos lugaresen los que el Profeta parece expansionarse al pasar de unapreocupacin religiosa, intimista y sentimental de la relacin delhombre con Dios, a una preocupacinla llamara yo poltica yeclesial (trminos que para un hebreo son a toda luz idnticos).Es el Jeremas profeta de las naciones, aquel que aparece en losorculos sobre Israel o en los orculos sobre las naciones, alcontemplar la salvacin en un cuadro comunitario. Dios es aquelque interviene en todos los sucesos humanos, tanto personalescomo colectivos:

Dice el Seor Dios de Israel: Escribe en un libro todas laspalabras que te he dicho. Porque vienen das orculo delSeoren que cambiar la suerte de mi pueblo, Israel y Judorculo del Seor; los har volver a la tierra que di a suspadres y la poseern. Estas son las palabras que ha pronunciado elSeor sobre Israel y Jud (Jer 30,2-4).

Se hace aqu alusin a la restauracin de Israel como pueblo y ala presencia del Seor en este pueblo restaurado.Por tanto, ya no se trata ms de una relacin individual entre elhombre y Dios, de cada uno con su Seor individualmente; antes,por el contrario, de lo que se trata es de una relacin comunitaria,entre las diversas naciones, entre un pueblo con su Dios, bajo eljuicio y la accin salvfica del mismo.Concluyendo cuanto llevamos dicho acerca de la experienciapersonal de Jeremas, en sntesis podemos afirmar que laexperiencia de Jeremas es un entretejido inseparable de fe yvocacin.Jeremas ha ido conociendo a su Dios a medida que vadescubriendo su misin. Ha sufrido por la ausencia de Dios al sufrirpor el fracaso de su misin y ha reencontrado la experiencia deDios-amor, al comunicar la experiencia de su propia misin.Es mi opinin que en Jeremas, mucho mejor que en las otrasfiguras anteriormente consideradas, est representada la ntimatrama e inseparable trabazn que se da entre la experiencia delconocimiento que cada uno progresivamente hace de Dios y laexperiencia del modo cmo esta experiencia nos viene comunicada.Jeremas nos revela que la experiencia vocacional de cada unoampla los horizontes de la propia experiencia de fe.Fe y vocacin se entrelazan en el hombre. Si, por una parte, lacada de una experiencia vocacional puede provocar una crisis defe, por otra, una ampliacin de esa experiencia vocacional nos llevaa una maduracin ms personal de la misma fe.A medida que nos acercamos poco a poco al Nuevo Testamento,en las figuras hasta ahora examinadas encontramos como unaprogresiva y siempre ms clara fusin de los diversos aspectos quevienen incluidos en una vocacin. La unin de todos esos aspectosde la personalidad es completa y llega a su perfeccin en la figurade Mara, la Madre del Seor. Ella vive su vocacin de fe enestrechsima conexin con su historia vocacional.Es obvio, sin embargo, que la fusin, la asimilacin ms absolutay plena la encontramos en la figura de Jess. Jess es el Llamadopor excelencia, Aquel que vive su experiencia de cara a Dios en lams estrecha unin con su realidad de Mesas. Su fe y vocacinson su propia vocacin y fe.

CARLO M. MARTINILA LLAMADA EN LA BIBLIASociedad de Educacin AtenasMadrid 1983. Pgs. 67-90

SAMUEL: LA CONCIENCIA DE UN PUEBLO

A) IntroduccinAl intentar leer la experiencia espiritual de Samuel comovocacional, nos encontramos con dificultades similares a lasanteriores. Resulta difcil una tentativa de sntesis en una figuracomo sta, bajo categoras de vocacin. No porque no las haya,sino porque stas vienen expresadas de maneras muy diferentes alas que comnmente conocemos y entre las cuales nos movemos.De hecho, estamos acostumbrados a mostrar concretamente lafigura de Samuel, relacionndola siempre con el tema vocacional. Alpensar en Samuel, en seguida hacemos referencia al captulo 3 dellibro primero, en el cual se nos cuenta la llamada que tiene delSeor durante la noche:

Vino el Seor, se acerc y le llam como las otras veces:Samuel, Samuel! Habla, que tu sierro escucha respondiSamuel... (1 Sam 3,10).

En efecto: tenemos aqu un cuadro tpico de la llamada. Tresveces se repite el nombre de aquel a quien Yav quiere confiarleuna misin particular. En esta llamada hay, por tanto, toda laintimidad, el conocimiento del nombre, la interpelacin personal.Sin embargo, esta escena no basta para agotar la importancia dela figura de Samuel. Lo que viene a continuacin del versculocitado no nos da en realidad una descripcin de la vocacin, sinoque se trata ms bien de un orculo:

... y el Seor le dijo: Voy a hacer en Israel una cosa tan grandeque sacudir los odos del que lo oiga. Aquel da har venir sobreHel todo lo que he dicho contra su casa, desde el principio hasta elfin. Ya le he declarado que voy a castigar a su casa para siempre,porque l saba que sus hijos ultrajaban a Dios y no les corrigi. Poreso, juro a la casa de Hel que la culpa de la casa de Hel no podrexpiarse nunca, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Con toda verdad, si nos detenemos en estos fragmentos y nosfijamos slo en ellos tendremos ciertamente, por una parte, unaescena de llamada. Pero, por otra parte, tendremos un simpleorculo encomendado a un nio. Orculo que l debe transmitir, ynada ms.La figura de Samuel, sin embargo, es mucho ms significativa yrica desde la perspectiva vocacional total.El problema que se nos plantea entonces es cmo resumir, enpocas lneas, algunos de los variados significados de la persona deSamuel y de los problemas que ella nos presenta en nuestrabsqueda en torno a las figuras vocacionales de la Biblia.Me ha parecido bien partir de la siguiente divisin: antes quenada subrayar algunos textos entre los captulos 1 al 15 del libroprimero de Samuel, los cuales constituyen el material global de estaexperiencia. Estos captulos son un conglomerado de diversastradiciones y tratan adems de otras muchas cosas.Por eso creemos preferible elegir en estos captulos cuatroinstantes o momentos fundamentales que puedan colocar delantede nuestros ojos la figura completa de Samuel. El momento de lapreparacin (1 Sam 1-2); el momento de la llamada (1 Sam 3);luego un tercer momento al que podemos calificar como la primerafase de la actividad de Samuel (Samuel caudillo y jefe o juez) (1Sam 7); finalmente, lo que llamaremos segunda fase, o sea, fase detransicin y decadencia (1 Sam 11,12-15).

B) Los momentos de la vida de Samuel

La preparacinSamuel es uno de los pocos personajes bblicos del que se noscuenta el nacimiento y la infancia. Otros personajes destacados delos que tambin se nos cuenta de manera privilegiada lascircunstancias de su nacimiento e infancia son: Isaac y Moiss, en elAntiguo Testamento; Juan el Bautista y Jess, en el Nuevo.En los dos primeros captulos del libro primero de Samuel sesubraya con nfasis cmo Samuel es un don de Dios. Es,ciertamente, un fruto de la oracin, viene a alegrar la vida de Elcanay Ana a travs de una especial providencia de Dios. Samuel, portanto, es ya desde su primera infancia consagrado a Dios. La madrelo presenta y hace voto de l al Seor:

... y presentaron al nio a Hel. Ana le dijo: Atiende, seor; tancierto como t vives, yo soy aquella mujer que estuvo aqu, cerca deti, orando al Seor. Yo le peda este nio y el Seor me lo haconcedido. Ahora, yo se lo doy al Seor todos los das de su vida;es donado al Seor (/1S/01/25-28).Para el profeta tenemos entonces sealada una especialdedicacin a Dios desde su nacimiento y desde su primeraeducacin.

La llamadaEl nio Samuel, en el templo, escucha la voz de Dios. Escaracterstica propia de esta llamada la Palabra de Dios, pocofrecuente en el Antiguo Testamento con estos rasgos de inmediateze intimidad con que le es dirigida a Samuel. Sobre todo resalta laproximidad de la intervencin de Dios que se elige, entre otrosmuchos nios, a ste y a l le confa sus orculos, su mensaje.Pero dentro de este episodio est la eleccin, a todas vistastrascendental, que Dios hace de este nio para una misinproftica. Por eso la narracin, inmediatamente despus de haberrelatado lo que ha sucedido en la noche, aade a continuacin:

Todo Israel, desde Dan hasta Berseba, supo que Samuel estabaacreditado como profeta del Seor (1 Sam 3,20).

Samuel, caudillo y jefeSamuel no es un caudillo en el sentido de un gran jefe que dirigeejrcitos. Es ms bien aquel que reagrupa a Israel, le da valor, lolleva a tomar conciencia de su unidad. Crea, por as decirlo, laspremisas para una reaccin poltica y nacional.Es el hombre que compendia y resume la conciencia de laeleccin del pueblo hecha por Yav y la lleva hasta sus ltimasconsecuencias. Todo esto, que estaba latente en Israel y era vividode una manera oscura por el pueblo, Samuel lo saca a plena luz.Es un hombre en el cual el pueblo se encuentra a s mismocomprende lo mejor de s mismo, intenta la vocacin de libertad y dedignidad a la cual ha sido convocado por Dios junto al Sina. Lavocacin de Samuel comprende todo esto. Es un caudillo en elsentido ms hondo que puede llegar a tener esta palabra.Es tambin un juez; es quien administra la justicia en medio de lasdificultades de Israel. El texto fundamental para comprender esto lotenemos en 1 Samuel 7,9-17:

Samuel tom un cordero lechal y lo ofreci entero en holocaustoal Seor; clam Samuel por Israel y el Seor le escuch. MientrasSamuel ofreca el holocausto los filisteos se acercaron para atacar aIsrael, pero aquel da tron el Seor con gran aparato ante losfilisteos, cundi el pnico entre ellos, y fueron derrotados por Israel.Los israelitas, saliendo de Masfa, persiguieron a los filisteos y losbatieron hasta ms abajo de Betorn. Entonces Samuel levant unapiedra entre Masfa y Jesana, y la llam Eben Ezer, diciendo Hastaaqu nos ha socorrido el Seor. As humillados, los filisteos novolvieron a invadir el territorio de Israel y la mano del Seor pessobre ellos durante toda la vida de Samuel. Fueron devueltas aIsrael las ciudades que les haban quitado los filisteos desde Acarnhasta Gal, e Israel libr su territorio del poder de los filisteos.Tambin hubo paz entre Israel y los amorreos. Samuel fue juez enIsrael durante toda su vida. Cada ao haca un recorrido por Betel,Glgala y Masfa y en todos estos sitios juzgaba a Israel. Despusvolva a Rama, donde tena su casa, y all juzgaba a Israel. Tambinconstruy all un altar al Seor.

En estos versculos encontramos resumidos los dos aspectos dela figura de Samuel: caudillo y juez del pueblo. Y se nos manifiestatoda la complejidad y riqueza de una figura tan relevante, cosas queya habamos notado en Moiss. Moiss era tambin el hombre quecon su splica mediaba en favor de su pueblo. Y este tema lovolvemos a encontrar en Samuel.

Al enterarse los israelitas, tuvieron miedo ante los filisteos, ydijeron a Samuel: No dejes de clamar por nosotros al Seor, nuestroDios, para que l nos salve de los filisteos (1 Sam 7,81.

En el versculo 17 del mismo captulo parece que se d porterminada la vocacin de Samuel. Junto a su ser de juez, aquel quecon toda verdad representa la unidad nacional, se aade el sentidode la justicia que debe reinar entre aquellos que estn ligados porun mismo pacto.

Decadencia de SamuelSamuel es a la vez el hombre que marca la transicin de la pocade los Jueces a la poca de la Monarqua. Si nosotros lehubisemos preguntado a Samuel, en aquellos tiempos en querecorra los grandes santuarios de Betel, Glgala o Masfa, si lo quepretenda era dar un rey al pueblo, sin duda y con toda claridad noshubiera respondido que no. No vea de esta manera la unidad deIsrael. Ms bien la conceba como una unidad religiosa y defraternidad. Han sido las circunstancias las que le han conducido aser el hombre de la transicin, el que ungir con justicia a dosreyes: Sal, primero, y luego a David.Y se constituye en hombre de la transicin a travs de un gransufrimiento. Por su parte, existe el deseo de resistir al pueblo en susanhelos de tener rey, y, presionado a hacerlo, propone a Sal, seinclina por l; pero llegado a un cierto momento se da cuenta quesu candidato no funciona, que sus esperanzas se han vistofrustradas.Tenemos, pues, a este profeta cuya vida transcurre entre laexaltacin y la amargura. El mundo cambia totalmente a sus ojos; lavisin tribal de la justicia entre hermanos se transforma en unaperspectiva de unidad monrquica; el candidato ungido por l, y alque crea como algo definitivo, debe ser destituido por l mismo. Sudesilusin y amargura son enormes.

Entonces el Seor dirigi esta palabra a Samuel: Me pesa haberhecho a Sal rey de Israel, porque se ha apartado de M y no ha hacumplido mis rdenes. Samuel se entristeci y estuvo toda la nocheclamando al Seor (1 Sam 15,10).

Aqu tenemos resumido todo el drama de Samuel: ve la cada desu ungido y con ello la decadencia de todo cuanto crea era sumisin suprema, ante la cual ha sacrificado todo, a s mismo y suprestigio.Samuel se ve decayendo y todava se arriesga una vez ms ahacer surgir un nuevo candidato a la uncin real: David.Samuel no desaparece de la escena gloriosamente; al contrario,lo hace de una manera lenta, viene a menos cada vez y se esfuma.La narracin que en un momento lo ha colocado en el primer plano,despus del captulo 7, ya deja de considerarlo como primerafigura. Es una persona que, en la prctica, reapareceperidicamente, y del cual se dice o bien que se est distanciandodel rey, o bien que es llamado para arreglar las situacionesequivocadas.Es el elemento que podramos llamar ms dramtico de la lentacada de Samuel. Despus que ha anunciado a Hel que serarechazado porque sus hijos eran injustos, ve que tampoco suspropios hijos son aceptados por Israel porque ha obrado el mal.Samuel es una figura que, una vez realizada la obra que Dios leencomienda, desaparece noble pero dolorosamente. La suya no esuna hazaa en constante progreso, sino una serie de altibajos enlos cuales aparece como un hombre abandonado al quehacer deDios. Entregado a una obra cuya total importancia Samuel no puedever de momento, pero a la cual se adapta por ms que ella nocolme sus expectativas y le hiera en sus sentimientos ms hondos yqueridos.Todava tenemos un fragmento o pasaje que nos conviene leerbien para destacar con claridad esta nobleza y esta libertad delnimo de Samuel:

Samuel dijo a Israel: Yo he atendido a todo lo que me decais yhe puesto sobre vosotros un rey. As que ah tenis al rey quemarchar delante de vosotros. Yo soy ya viejo, encanecido, y mishijos estn entre vosotros. He marchado ante vosotros desde mijuventud hasta hoy. Aqu me tenis: acusadme ante el Seor y antesu ungido: he robado a alguien un buey o un asno?, he oprimidoo perjudicado a alguien?, he recibido de alguien un regalo parahacer la vista gorda? Acusadme, que yo os responder. 'No nos hasperjudicado ni oprimido, ni has recibido nada denadie'respondieron; y l les dijo: Testigo es el Seor contravosotros y testigo su ungido en este da de que no encontris nadamalo en mi mano. 'Testigo' respondieron (1 Sam 12,1-5).

Samuel es el hombre que ha servido con absoluto desinters alplan de Dios y, en cambio, recibe bien poca cosa. Ni siquiera unxito personal durable porque el heredero permanente ser David.El es simplemente el que indica el camino a Israel, pero no el que lolleva de la mano hacia su destino futuro. Su accin es la tpica deuna vocacin inserta de lleno en la complejidad de la historia de lasalvacin, en la cual el hombre cumple los designios de Dios,apareciendo y desapareciendo con su accin a merced de esosmismos designios. En muchos aspectos su figura es una figurapreparatoria, pero no por eso menos significativa.Para terminar el examen de los diversos pasos sealamos ahorael pasaje de 1 Sam 11,12-15:

El pueblo dijo a Samuel: Quin es el que decia que Sal iba areinar sobre nosotros? Entrganos a esos hombres para matarlos.Pero Sal dijo: Hoy no se castigar a nadie con la muerte, porquehoy ha salvado el Seor a Israel. Y Samuel dijo al pueblo: Venid,vamos a Glgala a renovar all la monarqua. Fueron todos aGlgala y proclamaron rey a Sal ante el Seor; inmolaron victimaspacficas ante el Seor, y Sal, y todos los hombres de Israelhicieron gran fiesta.

En este pasaje es donde se nos indica la transicin de unasolidaridad tribal a una monarqua. Esta transicin nos hace vercunto ha pagado Samuel con su persona. Ha tenido que vencer laresistencia de una parte del pueblo para poder llevar a cabo laeleccin de Sal; por esto mismo, el rechazo de Sal ser msardientemente doloroso.

C) Elementos de la vocacin de SamuelTrataremos ahora de seleccionar los aspectos y peculiaridadesvocacionales ms especficas, tpicas de esta vocacin excepcional,y trataremos de elegir la linea a seguir.

Cundo se inicia la llamada de Samuel?Para Samuel le llega la llamada desde el seno de la familia, apartir de la oracin de su madre. Este es un elemento muyinteresante que no ser igualmente subrayado en otras llamadas.Por ejemplo, no sabemos si los apstoles de Jess han tenido o nouna familia que les haya preparado en un clima de deseo de Dios,de oracin y de ofrecimiento. Para algunas vocaciones esdeterminante una situacin familiar de oracin y entrega al Seor.La madre de Samuel, por una parte, desea ardientemente estehijo; por otra, est totalmente dispuesta a ofrecerlo. He aqu doselementos frecuentemente juntos en la historia de muchasvocaciones individuales.Esta llamada nos hace destacar la preparacin remota de lavocacin en la cual Dios desea insertar su propio modo de obrar. Yes tambin una llamada que va hacindose ms clara para Samuelde una manera progresiva. En la escena nocturna del templo,Samuel percibe slo a la tercera vez que se trata de la palabra deDios. A lo largo de su vida esto se repetir otras muchas veces, dedistintas maneras. En la vocacin de Samuel se da una gradualidadde manifestaciones de la voluntad de Dios acerca de su puebloIsrael; voluntad que Samuel tiene que ir interpretando y encarnandoen si mismo.

Quin llama a Samuel?Samuel se siente llamado por el mismo Dios. No es el ambiente,no son las situaciones. Es la Palabra de Dios la que lo llama.En toda la historia de Samuel la iniciativa de Dios est siempredestacada en primera linea.

Para qu lo llama Dios?Es la pregunta ms difcil de contestar. Ya hemos dicho que lavisin del captulo 3 no responde ms que de una manera parcial aesta pregunta. En aquel momento concreto Samuel es requeridosimplemente para transmitir un orculo de Dios. Podemos, sinembargo, hacernos una idea ms clara de esto, para qu esllamado, viendo y considerando un poco toda su vida. Se sientellamado a algo que l comprende y siente profundamente. Sobretodo, y principalmente, a congregar al pueblo y hacer de l unaunidad.Samuel es un instrumento de unidad para su pueblo. Esto nosparece fundamental para comprender cualquier vocacinpresbiteral. Ella es siempre un instrumento unificante, de estmulo,de activacin del deseo de unidad y de fraternidad del pueblo deDios.Samuel es llamado a reunir a su pueblo a travs de la accindirecta (administracin de la justicia), o tambin a travs de laaccin de splica y oracin. Adems de una llamada a estas cosasclaras y evidentes, es tambin llamado a otras no tan claras y que lquiz nunca se haba imaginado: es elegido para ser instrumento detransicin de una poca a otra, a ungir a dos reyes; todo ello leviene requerido por las circunstancias.En sntesis, podemos aadir que Samuel es el hombrecompletamente entregado a interpretar la voluntad de Dios para elpueblo. Toda su accin consiste en un esfuerzo por entender ququiere Dios, para hacrselo saber y sentir al pueblo. Este estambin un elemento de mucha importancia para todo tipo devocacin en la cual se presente la dialctica: vocacin para uno ovocacin para todos?.Evidentemente todos, en tiempos de Samuel, eran llamados enIsrael a tomar conciencia de su unidad, de su dignidad y fraternidad.Sin embargo, slo Samuel encarna esta conciencia de Israel frentea Dios. Su misin es para todos; todos se reconocen en l, se dancuenta de que l cumple y llena la llamada fielmente sin buscarnada para su inters personal. La gran alabanza que el pueblo lehace es la de no haberse buscado nunca a s mismo, el haberestado siempre entregado al bien de todos.Estos elementos sociales son muy dignos de destacar a la horade definir un particular valor de la vocacin divina. Es una vocacindonde Dios manifiesta a un grupo su voluntad; en la cual el grupose reconoce. Pero esta manifestacin llega a travs de un individuosingular. Esta dialctica entre grupo e individuo contina en elNuevo Testamento; es la dialctica de Dios.Todos son llamados, todos son objeto de una vocacin a lafraternidad, a la unidad, a la filiacin divina; pero el Seor se sirvede algunos hombres para que, encarnando esta conciencia demanera ms viva, sean los transmisores de la misma y en ellos sepuedan reconocer los dems y tomar conciencia de la misma contoda claridad. Mirando a Samuel, cada una de las tribus de Israeltomaba conciencia de la urgencia de salir del propio encasillamientoy egosmo tribal para unirse a los dems.

Qu figuras eclesiales podemos encontrar semejantes aSamuel?A lo largo de la Historia de la Iglesia, creo que las figuras msprximas a la de Samuel son las de aquellos grandes Papas que, enmomentos de transicin o de dificultades especiales, hanrepresentado el sentido de la unidad en la Iglesia, de la necesidadde esa unidad, por ejemplo: San Len Magno, San Gregorio Magno.

La figura ms representativa de la poca moderna, desde talpunto de vista, parece ser Juan XXIII. El ha constituido realmente unpunto de referencia para la conciencia cristiana general, un modelode vida evanglica y de bsqueda de la voluntad de Dios, deabandono en su Providencia. Modelo en el cual se han mirado yreconocido numerosas personas.Los ejemplos se podran multiplicar a nivel de sectores, regioneso instituciones, si pudiramos tomar en consideracin todasaquellas personas concretas que han sabido interpretar laconciencia de un grupo y llevarla a su plenitud, o que se hanconvertido en signos manifiestos donde otros hombres han podidoreconocerse.CARLO M. MARTINILA LLAMADA EN LA BIBLIASociedad de Educacin AtenasMadrid 1983