Material de Pascua 2014

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    Experimentar la presencia de Jess como Maestro, caminando guiados por el Evangelio, para ser autnticos profetas de Vida Nueva.

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    Con la alegra de poder celebrar una vez ms esta experiencia de Pascua Juvenil en este 2014, nos dirigimos a ustedes, hermanos asesores, coordinadores y animadores, que se preparan para vivir una vez ms el encuentro con nuestro Seor Jesucristo Resucitado con los jvenes de cada una de sus comunidades, para reavivar nuestra fe, unidos como Iglesia, con un entusiasmo renovado, que brota del encuentro con Cristo Vivo!, a quien proclamamos llenos de esperanza, y quien nos impulsa para la construccin de una sociedad nueva, la civilizacin del amor.

    Nos da mucho gusto poderles compartir este material

    elaborado por un equipo de jvenes representantes de diferentes parroquias, quienes con dedicacin y empeo, se han dado a la tarea de reflexionar, orar y plasmar en este material, su experiencia, confiados en que es el Espritu de Dios quien dirige este trabajo, y con el nico deseo de ayudar a miles de jvenes a vivir, como en cada ao, una experiencia profunda de encuentro con Cristo, para que con nimo renovado, continuar el camino de conversin iniciado en cada uno de estos jvenes.

    Esperando les pueda ser de mucha utilidad lo que aqu les

    ofrecemos, nos unimos en nuestra oracin y en el trabajo a favor de los jvenes, desendoles xito en sus experiencias de pascua, y que el Seor siga premiando su entrega generosa y su esfuerzo por evangelizar a cada vez ms y ms jvenes.

    Atentamente Comisin Diocesana de Pastoral Juvenil

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    DOMINGO DE RAMOS

    Autor: Sandra Mireya Molina Muoz

    1

    . 2

    LUNES SANTO

    Autor: Pbro. Jos Alfredo Leyva Marn

    12

    13

    MARTES SANTO

    Autor: Hilaria Castaeda Salas

    18

    19

    MIRCOLES SANTO

    Autor: AlejandraMireles Martnez

    23

    24

    JUEVES SANTO

    UN AMOR QUE NO ENCUENTRA BARRERAS DE TIEMPO, Autor: Margarita Valle Santos

    31

    32

    Autor: Felipe de Luna Guilln

    43

    Autor: Pbro. Eleazar Acosta Martnez

    50

    VIERNES SANTO

    Autor: Ivn Gmez Gmez

    55

    56

    Autor: Carolina Ramrez Ramrez

    69

    Autor: Jos Mara Alba Avils

    89

    SBADO SANTO

    Autores: Cynthia Janette Daz Morfn y Margarita Reyes Alonso

    95

    99

    Autor: Adrin de Jess Aranda

    109

    Autor: Pbro. David Alejandro Caballero Reynoso

    115

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    LAVATORIO DE LOS PIES Autor: Alejandro Escobedo Torres

    HORA SANTA Autor: Seminarista Jaime Saucedo Dvila

    VA CRUCIS Autor: Carlos Escobedo Torres

    PROCESIN DEL SILENCIO Autor: Seminarista Hugo Jimnez Lpez

    VA MATRIS Autor: Carolina Ramrez Ramrez

    HIMNO

    Asesor de la Comisin Diocesana de Pastoral Juvenil

    Pbro. Eleazar Acosta Martnez

    Asesor del Equipo de Formacin

    Pbro. David Alejandro Caballero Reynoso

    Revisin y correccin de temas

    Pbro. David Alejandro Caballero Reynoso

    Equipo de formacin

    Aguascalientes, Ags. Febrero 2014

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    Para celebrar la pascua, Entr a la ciudad

    de Jerusaln, que era la ciudad ms

    importante y la capital de su nacin, A su

    llegada, Jess les pidi a sus discpulos

    traer un burrito (smbolo de humildad) y lo

    mont. Antes de entrar en Jerusaln, la

    gente tendi sus mantos por el camino y

    otros cortaban ramas de rboles

    alfombrando el paso, tal como

    acostumbraban saludar a los reyes. En la

    actualidad se utilizan ramas de olivo las

    cuales significan vida.

    Mucha gente, nios y adultos, lo

    acompaaron y recibieron como a un rey

    con palmas y ramos gritndole "Bendito el

    que viene en nombre del Seor! Hosanna!

    preguntaba quin es ste? y les

    La muchedumbre que lo segua estaba

    formada por hombres, mujeres y nios,

    cada uno con su nombre, su ocupacin, sus

    cosas buenas y malas, y con el mismo

    inters de seguir a Jess. Algunas de estas

    personas haban estado presentes en los

    milagros de Jess y haban escuchado sus

    parbolas. Esto los llev a alabarlo con

    palmas en las manos cuando entr en

    Jerusaln.

    Fiesta, alabanza, bendicin, paz. Se respira

    un clima de alegra. Jess ha despertado en

    el corazn tantas esperanzas, sobre todo

    entre la gente humilde, simple, pobre,

    olvidada, esa que no cuenta a los ojos del

    mundo.

    l ha sabido comprender las miserias

    humanas, ha mostrado el rostro de

    misericordia de Dios y se ha inclinado para

    curar el cuerpo y el alma.

    Fueron muchos los que siguieron a Cristo

    en este momento de triunfo, pero fueron

    pocos los que lo acompaaron en su pasin

    y muerte.

    En este da se abre de manera oficial la

    Semana Santa, esta celebracin consta de

    dos partes.

    1) Bendicin de Ramos y Procesin, se

    bendicen los ramos, por lo que se comienza

    con gran alegra, ya en la procesin con los

    ramos benditos, se cantan himnos a Cristo

    Rey.

    a. Las palmas y los ramos significan la

    victoria.

    b. La procesin, es el camino de Jess,

    desde el monte de os olivos a las puertas

    de la ciudad de Jerusaln.

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    2) La segunda parte, nos seala la

    misin que Jess har en la semana

    Santa,la cual se muestra con la lectura de la

    pasin.Esta segunda parte la celebramos

    en la Santa misa, que estar llena de

    smbolos sobre la penitencia y el dolor.

    El domingo de ramos es un da de profesin

    de Fe para los catlicos, asistamos con

    veneraron y disposicin total para

    acompaar el camino de Jess.

    Qu significado tiene esto en nuestras

    vidas?

    Es una oportunidad para proclamar a Jess

    como el rey y centro de nuestras vidas.

    Debemos parecernos a esa gente de

    Jerusaln que se entusiasm por seguir a

    a Cristo que nosotros tambin queremos

    seguirlo, aunque tengamos que sufrir o

    morir por l. Que queremos que sea el rey

    de nuestra vida, de nuestra familia, de

    nuestra patria y del mundo entero.

    Queremos que sea nuestro amigo en todos

    los momentos de nuestra vida.

    La celebracin del Domingo de Ramos est

    basada en los pasajes de los cuatro

    evangelios que tratan sobre la entrada

    triunfal de Jess en Jerusaln:

    Mateo (21:1-11); Marcos (11:1-11); Lucas

    (19:28-40); Juan (12:12-19).

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    TEMA 1:

    POR AMOR AL DESTINO FINAL

    Que el Joven profundice, lo que Jess vivi

    al tomar la decisin de Amor hacia nosotros,

    para que a ejemplo de l nos dispongamos

    a ser mejores Cristianos guiados por la

    voluntad de nuestro Padre Dios.

    T eres, Oh Cristo, el Rey de Gloria. Entra

    en mi corazn de la manera que entraste a

    Jerusaln, manso y humilde. Con palmas de

    gozo te recibo y te alabo. Ensame a ser

    un verdadero creyente, no de los que te

    siguen por complacer a la gente. En esta

    Semana Mayor, ensame a amarte Seor,

    y vivir con autntica piedad el sufrimiento de

    tu humanidad. Amen

    Una Verdadera Historia de Amor

    Los pasajeros observaban con simpata a la

    atractiva joven con bastn blanco que suba

    cuidadosamente al bus. Ella pag al

    conductor, y usando sus manos para sentir

    el puesto de la silla, camin por el pasillo y

    encontr el sitio que l le dijo estaba vaco.

    Luego de estar sentada, puso su maletn

    sobre sus piernas y delicadamente apoy

    su bastn sobre uno de sus brazos.

    Haba transcurrido un ao desde que

    Susan, de treinta y cuatro aos, qued

    ciega, debido a un mal diagnstico mdico.

    Ella haba quedado sin visin, y fue

    sbitamente conducida al mundo de la

    oscuridad, frustracin, y enojo. Habiendo

    sido una vez una mujer muy independiente,

    ahora Susan se senta condenada por este

    terrible giro de fatalidad, de llegar a ser

    impotente, sujeta a la ayuda de quienes

    estaban a su alrededor.

    expresaba ella y su corazn denotaba un

    terrible enojo. Pero no importaba cmo

    haba llorado o suplicado, ella saba la

    dolorosa realidad de que su visin jams

    sera recuperada.

    Ahora lo nico que ella tena, era a su

    esposo Mark.

    Mark era un oficial de la Fuerza Area, y

    amaba a Susan con todo su corazn.

    Al principio, cuando ella perdi la visin, l

    la observaba hundida en la desesperacin y

    comenz a ayudar a su esposa a ganar

    fuerzas y confianza. Ella necesitaba llegar a

    ser independiente otra vez. Su trasfondo

    militar lo haba entrenado bien para lidiar

    con situaciones delicadas, pero l saba que

    sta era la batalla ms difcil que haba

    enfrentado.

    Finalmente, Susan se sinti preparada para

    volver a trabajar, pero cmo podra ella

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    llegar a ese lugar? Ella estaba

    acostumbrada a tomar el bus, pero ahora se

    le haca muy difcil circular por la ciudad ella

    sola. Mark se ofreci a llevarla al trabajo

    todos los das, a pesar de que trabajaban

    en lugares distantes de la ciudad. Al

    principio, esto confortaba a Susan y llenaba

    la necesidad de Mark de proteger a su

    invidente esposa, quien se senta muy

    insegura de superar este aspecto.

    Pronto, Mark entendi que este mtodo no

    estaba funcionando; era costoso y

    extenuante. Susan iba a tener que empezar

    a tomar nuevamente el bus, se deca para

    s. Pero slo el pensar mencionarle esto a

    su esposa lo haca temblar. Ella estaba

    todava muy frgil y enojada. Cmo

    reaccionara?

    Tal como Mark lo predijo, Susan se

    horroriz con la idea de tomar el bus

    El corazn de Mark se rompi al or estas

    palabras, pero saba que tena que hacerlo.

    l le prometi a Susan que cada maana y

    cada tarde subira al bus con ella, el tiempo

    que fuera necesario, hasta que ella lo

    lograra por s misma.

    Y fue exactamente as como lo hizo.

    Por dos semanas, Mark, con su uniforme

    militar, acompa a Susan hacia y desde su

    trabajo cada da. l le ense cmo

    apoyarse en sus otros sentidos,

    especialmente en el del odo, para saber

    dnde estaba y cmo adaptarse a su nuevo

    entorno. l la ayud a hacer amistad con el

    conductor del bus, quien podra observarla,

    y guardarle un puesto. l la haca rer, an

    en esos das no muy buenos. Cada

    maana, ellos hacan el recorrido juntos, y

    Mark se regresaba para ir a su oficina.

    A pesar de que esta rutina era an mucho

    ms costosa y extenuante, Mark saba que

    slo era asunto de tiempo para que Susan

    fuera capaz de tomar el bus por ella misma.

    l crea en ella, en la Susan que l estaba

    acostumbrado a tratar antes de que

    perdiera la vista, quien no tema ningn reto

    y quien nunca jams renunciaba.

    Un da, Susan decidi que estaba lista para

    probar viajar sola. El lunes en la maana,

    antes de levantarse, ella coloc sus brazos

    alrededor de Mark, su esposo, su mejor

    amigo, y su compaero para tomar el bus

    temporalmente. Sus ojos se llenaron de

    lgrimas de gratitud por su lealtad, su

    paciencia y su amor. Ella le dijo adis y, por

    primera vez, salieron por diferentes rutas.

    da fue perfecto para ella.

    Susan nunca se haba sentido mejor. Lo

    estaba haciendo! Ella estaba haciendo todo

    sola.

    El viernes en la maana, Susan tom el bus

    para ir trabajar como de costumbre. Cuando

    estaba pagando, e iba saliendo del bus, el

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    conductor dijo: -Seora, de seguro que la

    envidio. Susan no estaba segura si el

    conductor se refera o no a ella. Despus de

    todo, Quin en este mundo podra envidiar

    a una mujer ciega, que luchaba por tomar

    fuerzas para continuar viviendo? Curiosa,

    ella le pregunt: -- Por qu dice usted que

    me envidia? l respondi: Debe sentirse

    muy bien ser cuidada y protegida como lo

    han hecho con usted. Susan no tena idea

    de lo que el conductor estaba hablando, y

    pregunt otra vez:- Qu quiere decir? El

    conductor respondi: -Desde la semana

    pasada, cada maana, un gentil caballero

    con uniforme militar ha estado esperando

    en la esquina vigilndola cuando usted baja

    del bus. l se asegura que usted cruce la

    calle, y la observa hasta que usted entra al

    edificio donde trabaja. Entonces l le tira un

    beso, le da un pequeo saludo, y se

    va. Usted es una dama con suerte.

    La felicidad inund a Susan. A pesar de que

    ella fsicamente no poda verle, ella siempre

    senta la presencia de Mark. Ella era

    bendecida, tan bendecida, porque l le

    haba dado un regalo ms poderoso que la

    visin, un regalo que ella no necesitaba ver

    para creerlo: El regalo del amor que le pudo

    traer luz, donde exista oscuridad.

    Otra sugerencia es un video: Kiss - Una

    verdadera historia de Amor, estar

    disponible en el CD o la podrn descargar

    de la siguiente pgina:

    http://www.youtube.com/watch?v=DR8AwN

    ydGoQ

    Jess con decisin nos muestra el amor del

    Padre y nos ensea a amar; amndonos

    hasta dar la vida por nosotros.

    Es momento de dejar de pensar solo en

    nosotros, preocupaciones, decisiones,

    sueos, planes. Hoy inicia lo que dejo huella

    en la historia, y no es un Pas, una pelcula,

    una maravilla, una novela. Lo que impacto

    al mundo inicia hoy y fue real y despus de

    muchos aos sigue el eco y es EL GRAN

    AMOR DE DIOS HACIA NOSOTROS.

    comienza el camino de amor y de dolor de

    la cruz. Contempladlo con renovado impulso

    de fe. Seguidlo! l no promete una felicidad

    ilusoria; al contrario, para que logris la

    autntica madurez humana y espiritual, os

    invita a seguir su ejemplo exigente,

    haciendo vuestras sus comprometedoras

    (Beato Juan Pablo II)

    Ha llegado Jess. Lo recibimos con lo

    mejor que tenemos?

    Tal vez si o tal vez no, pero al pensar

    recibirlo con lo mejor de nosotros, nos

    equivocamos creyendo en lo material, lo

    tenemos que recibir con un corazn puro,

    http://www.youtube.com/watch?v=DR8AwNydGoQhttp://www.youtube.com/watch?v=DR8AwNydGoQ
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    limpio, de arrepentimiento y de

    vez mejor, cmo entra Jess en

    Jerusaln? La multitud lo aclama como rey.

    Y l no se opone, no la hace callar (cf. Lc

    19,39-40). Pero, Qu tipo de rey es Jess?

    Mirmoslo: montado en un burro, no tiene

    una corte que lo sigue, no est rodeado por

    un ejrcito, smbolo de fuerza. Quien lo

    acoge es gente humilde, sencilla, que tiene

    el sentido de ver en Jess algo ms; tiene

    ese sentido de la fe, que dice: ste es el

    Salvador.

    Jess no entra en la Ciudad Santa para

    recibir los honores reservados a los reyes

    de la tierra, a quien tiene poder, a quien

    domina; entra para ser azotado, insultado y

    ultrajado, como anuncia Isaas en la

    Primera Lectura (cf. Is 50,6); entra para

    recibir una corona de espinas, una caa, un

    manto de prpura: su realeza ser objeto de

    burla; entra para subir al Calvario cargando

    un madero.

    Jess entra en Jerusaln para morir en la

    cruz. Y es precisamente aqu donde

    resplandece su ser rey segn Dios: su trono

    regio es el madero de la cruz. Pienso en lo

    que deca Benedicto XVI a los Cardenales:

    Vosotros sois prncipes, pero de un rey

    crucificado.

    Ese es trono de Jess. Jess toma sobre

    s... Por qu la cruz? Porque Jess toma

    sobre s el mal, la suciedad, el pecado del

    mundo, tambin el nuestro, el de todos

    nosotros, y lo lava, lo lava con su sangre,

    con la misericordia, con el amor de Dios.

    Miremos a nuestro alrededor: cuntas

    heridas inflige el mal a la humanidad!

    Guerras, violencias, conflictos econmicos

    que se abaten sobre los ms dbiles, la sed

    de dinero, que nadie puede llevrselo

    consigo, lo debe dejar.

    Y Jess en la cruz siente todo el peso del

    mal, y con la fuerza del amor de Dios lo

    vence, lo derrota en su resurreccin. Este

    es el bien que Jess nos hace a todos en el

    trono de la cruz. La cruz de Cristo, abrazada

    con amor, nunca conduce a la tristeza, sino

    a la alegra, a la alegra de ser salvados y

    de hacer un poquito eso que ha hecho l

    (Papa Francisco,

    homila domingo de Ramos 2013)

    Ests dispuesto a dar todo lo que

    tienes por quien dio su propia vida por

    ti?

    Es bueno ponernos a reflexionar sobre esta

    pregunta, es fcil en este momento decir si

    y durante todo el ao hacerlo a un lado,

    vivimos en un tiempo de dejar a Dios fuera

    de nuestras vidas, es ms fcil esto que

    es

    tanto lo que se nos pide ante dar su propia

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    "Por nosotros Cristo se hizo obediente hasta

    la muerte, y una muerte de cruz. Por eso

    Dios lo exalt". Qu cercanas a nuestra

    existencia estn estas palabras! Vosotros,

    queridos jvenes, comenzis a

    experimentar el carcter dramtico de la

    vida. Y os interrogis sobre el sentido de la

    existencia, sobre vuestra relacin con

    vosotros mismos, con los dems y con Dios.

    A vuestro corazn sediento de verdad y

    paz, a vuestros numerosos interrogantes y

    problemas, a veces incluso llenos de

    angustia, Cristo, Siervo sufriente y

    humillado, que se abaj hasta la muerte de

    cruz y fue exaltado en la gloria a la diestra

    del Padre, se ofrece a s mismo como nica

    respuesta vlida. De hecho, no existe

    ninguna otra respuesta tan sencilla,

    completa y convincente. (Beato Juan Pablo

    II)

    San Lucas escribe - "Jess tom la firme

    decisin de iniciar un viaje hacia Jerusaln"

    (Lc 9,51). Jerusaln es el destino final,

    donde Jess, en su ltima Pascua, tiene

    que morir y resucitar, y as cumplir con su

    misin de salvacin. Desde ese momento,

    despus de la "firme decisin" Jess va

    directamente hacia all, y tambin a la gente

    que conoce y a la que l le pidi que le

    siguiera, l dice claramente cules son las

    condiciones: no es una morada

    permanente, no es estar al margen del

    sufrimiento humano, no es sucumbir a la

    nostalgia del pasado.

    Pero Jess dijo a sus discpulos que no

    deban imponer nada si usted no encuentra

    disponibilidad para recibirlo, de seguir

    adelante. Pero Jess nunca se pone por

    delante: Jess es humilde. Jess invita. Si

    quieres, ven. Y la humildad de Jess, es la

    siguiente: l siempre nos invita, no impone.

    Todo esto nos hace pensar. Nos habla de la

    importancia que tiene escuchar nuestra

    conciencia, escuchar la voz del Padre en

    nuestro corazn y seguirlo.

    Jess, en su vida terrena, no era, por as

    decirlo, "un control remoto", fue hecho carne

    la Palabra, el Hijo de Dios hecho hombre, y

    en un momento tom la firme decisin de ir

    a Jerusaln por ltima vez, un decisin

    adoptada en su conciencia, pero no solo,

    con el Padre, en plena unin con l! Decidi

    en obediencia al Padre, gracias a una

    escucha profunda, ntima de su voluntad. Y

    por esta razn, la decisin era firme, ya que

    fue en conjuncin con el Padre. Y en el

    Padre, Jess encontr la fuerza y la luz en

    su camino. Decidi darse gratuitamente.

    Jess quiere a cristianos libres, que tras el

    dilogo con el Padre decidan seguirle. No

    quiere a cristianos que siguen a su propio

    egosmo, ni cristianos dbiles, los cristianos

    que no tienen la voluntad, cristianos sin

    creatividad, que siempre tratan de

    conectarse a la voluntad de otro, y que no

    son libres. Jess quiere que seamos libres,

    dnde se hace esa libertad? Debe brotar

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    de un dilogo con Dios en su conciencia. Si

    un cristiano no sabe cmo hablar con Dios,

    no puede or a Dios en su propia

    conciencia, no es libre.

    Para ello, tenemos que aprender a escuchar

    ms a nuestra conciencia. Pero cuidado!

    Esto no quiere decir que sigo su cuenta,

    hago lo que me interesa, lo que me

    conviene, o que me gusta ..Esto no es! La

    conciencia es el espacio interior de la

    escucha de la verdad, el bien, la escucha de

    Dios, es el lugar interior de mi relacin con

    l, que habla a mi corazn y me ayuda a

    discernir, entender la forma en que voy, y

    una vez que se toma la decisin de seguir

    (Papa

    Francisco: ngelus 30 de Junio en el XIII

    Domingo del tiempo ordinario ciclo C)

    Todo lo que hagas, hazlo por amor a Dios y

    a los dems. Evita todo lo que sabes que es

    malo, pues estaras rechazando

    directamente la voluntad de Dios. Ser santo

    es cumplir siempre la voluntad de Dios. Es

    vivir el Padrenuestro de verdad, cuando

    decimos: Hgase tu voluntad en la tierra

    como en el cielo.

    De verdad quieres hacer la voluntad de

    Dios? De verdad quieres ser santo?

    Entonces, recuerda que ser santo es amar a

    Dios hasta el punto de hacer siempre lo que

    le agrada. As fue la vida entera de Jess.

    l mismo dice: El que me envi est

    conmigo y yo hago siempre lo que es de su

    agrado (Jn 8,29). Y lleg al extremo de

    hacerse semejante a los hombres y en la

    condicin de hombre, se humill hecho

    obediente hasta la muerte y muerte de cruz

    (Fil 2,8).

    Y deca: Yo he bajado del cielo, no para

    hacer mi voluntad, sino la voluntad del que

    me envi (Jn 6,38). Por eso, en el momento

    ms difcil, cuando estaba en el huerto de

    Getseman sudando sangre, puesto de

    rodillas, oraba diciendo: Padre, si quieres,

    aparta de m este cliz, pero que no se

    haga mi voluntad sino la tuya (Lc 22, 41-42).

    Acepta el Amor de Dios, Quieres

    acompaar a Jess en la decisin

    tomada por el amor tan grande que te

    tiene?

    Pues te invito a que en este da tomes en

    cuenta dos momentos: la alabanza, como

    hicieron aquellos que acogieron a Jess en

    agradecimiento, porque en esta Semana

    Santa el Seor Jess renovar el don ms

    grande que se puede imaginar, nos

    entregar su vida, su cuerpo y su sangre, su

    amor.

    corresponder de modo adecuado, o sea,

    con el don de nosotros mismos, de nuestro

    tiempo, de nuestra oracin, de nuestro estar

    en comunin profunda de amor con Cristo

    que sufre, muere y resucita por nosotros".

    (Papa Benedicto XVI)

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    LAS ROSAS (5 minutos).

    Consiste en representar las vidas de los

    participantes con la rosa, la belleza de la

    misma proyecta la hechura perfecta del ser

    humano al nacer, pero, mientras nos

    desarrollamos y vamos creciendo en edad,

    esta rosa se ha ido deshojando. Durante el

    relato, (se deshoja poco a poco) se seala

    como los golpes de la vida, las malas

    experiencias, traumas, frustraciones, faltas

    de amor, no aceptacin, y toda clase de

    heridas han ido quitando la belleza con la

    que fuimos creados. Cuando queda

    totalmente deshojada, representa muchas

    veces como nos encontramos en este

    momento. Es ms, p

    el Amor de Dios es tan grande y maravilloso

    que el da de hoy quiere restaurar la belleza

    original con la que te creo y que para el

    siempre eres bello(a) a sus ojos, no

    importando todo lo que hayas sufrido. Eres

    bello (a) otra vez.

    (La persona que est

    dando el tema regala una

    rosa a alguno de los

    asistentes, si es posible se

    puede, con la ayuda del

    equipo, regalar una a cada

    participante)

    El Tema nos ayuda a entender que

    debemos corresponder el gran Amor que

    Dios tiene hacia nosotros. Se propone lo

    Siguiente:

    En una cartulina o algn papel grande, en la

    parte de arriba poner con letras grandes

    y en

    la parte del centro poner una imagen de la

    llegada de Jess a Jerusaln.

    A cada joven entregarles un papelito para

    que escriban un compromiso e invitarles a

    que pasen a pegarlo alrededor de la

    imagen.

    Esta cartulina se quedara durante toda la

    cumplan su compromiso.

    Perdn Jess, necesito de tu amor.

    Oh dulce Jess,

    perdn por las veces que te he fallado,

    hoy me encuentro solo,

    triste enfermo y desmayado.

    Quiero que vengas a mi lado,

    para que no este triste y desolado,

    perdn Jess,

    solo necesito un resplandor,

    para calmar mi pena y mi dolor,

    al saber que cuento con tu amor,

    se ir este vaco y este dolor.

  • 16

  • 17

  • 18

  • 19

  • 20

  • 21

    Si alguna persona no trae su corte, abre la

    oportunidad para reflexionar sobre la

    importancia de nuestra presencia en la

    Iglesia. Pues si faltamos no damos una

    buena imagen de Dios sino una imagen

    incompleta. Todos somos importantes en la

    Iglesia y todos tenemos tambin un qu

    hacer. Esto es expresin de comunin.

    Cada expositor puede ir enriqueciendo la

    reflexin a partir del tema y a partir de lo

    que observe en el desarrollo de la dinmica.

    1. A partir de la reflexin de estas

    preguntas a qu me comprometo?

    1. Veo a todos como hermanos?

    2. Los siento como "uno que me

    pertenece" y por lo tanto alguien de

    quien debo hacerme cargo?

    Recibo y valoro todo lo bueno que tienen

    los dems "como un don para m"?

    Le doy espacio, superando todo egosmo?

    En el nombre del Padre y del Hijo y del

    Espritu Santo. Amn

    ORACIN POR EL 3ER. SNODO

    DIOCESANO

    Espritu santo: T que has sido enviado a la

    humanidad para ser nuestro abogado y consolador,

    para ser el husped de nuestras personas,

    alma de nuestras comunidades cristianas y la fuente de

    nuestra unidad eclesial; para

    ensearnos interiormente todo lo de Jess y su Reino.

    T que nos conduces suavemente,

    desde dentro de nuestro corazn, para

    que observemos con sinceridad y gozo la Ley de la nueva

    alianza. T que nos mueves a la verdadera conversin e

    infundes la fe gozosa y el fuego apostlico en

    los discpulos de Jess, siempre pecadores y cobardes.

    Ven, Espritu Santo! Llena los corazones de todos los

    fieles cristianos catlicos que

    componemos esta iglesia particular de Aguascalientes.

    Te pedimos que ests presente y activo en

    nuestros trabajos, encaminados a preparar y

    celebrar nuestro Tercer Snodo Diocesano.

    Asiste a nuestro Obispo Jos Mara, ilumina

    nuestra inteligencia, para que caminemos juntos en el

    empeo de discernir y descubrir la Voluntad de Dios en

    esta hora dramtica de nuestra historia.

    Fortalece nuestra voluntad, para que caminemos en el

    esfuerzo firme y humilde por configurar nuestra respuesta

    diocesana institucional a los problemas de nuestro

    ambiente y a los desafos de nuestro tiempo. Equilibra

    nuestra emotividad, para que caminemos juntos en el

    propsito de no refugiarnos en pretextos

    y de desenmascarar nuestros defectos personales y los

    vicios que afectan nuestro trabajo pastoral.

    Ven, ahora sobre todos nosotros, oh Espritu Santo

    T eres fuego que purifica, renueva, enciende y alegra las

    entraas del mundo. T eres la fuerza que pone de pie a

    la Iglesia en medio de las plazas y testigos en el pueblo

    para hablar con palabras como espadas. Sin tu inspiracin

    divina los hombres nada podemos y el

    pecado nos domina. Lava nuestras inmundicias, fecunda

    nuestros desiertos y cura nuestras heridas. Doblega

    nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad, endereza

    nuestras sendas. Concede a aquellos que ponen en ti su

    fe y su confianza tus siete sagrados dones.

    Amn.

  • 22

  • 23

    TEMA 1:

    VIVIENDO EN COMUNION PODREMOS EDUCAR CON

    AMOR

    Que el joven valore lo aprendido dentro de

    su familia y sociedad y pueda as

    trasmitirlos a los dems con dignidad y

    amor.

    Salmo numero 8

    Oh Seor, nuestro Dios, qu grande es tu

    nombre en toda la tierra!

    Tu Gloria por encima de los cielos

    Hasta bocas de nios y lactantes recuerdan

    tu poder a tus contrarios

    Y confunden a enemigos y rebeldes.

    Al ver tu cielo, obra de tus dedos, la luna y

    las estrellas que has fijado

    Qu es el hombre para que te acuerdes de

    l? Qu es el hijo de Adn para que cuides

    de l?

    Un poco inferior a un Dios lo hiciste, lo

    coronaste de gloria y esplendor.

    Has hecho que domine las obras de tus

    manos, t lo has puesto todo bajo sus pies:

    Ovejas y bueyes por doquier, Y tambin los

    animales silvestres,

    Y aves del cielo y peces del mar, Y cuanto

    surcan las sendas del ocano.

    Oh Seor Dios nuestro, qu grande es tu

    nombre en toda la tierra!

    El vivir en Comunin no significa que

    siempre estemos en una continua oracin,

    si bien es necesaria e indispensable en

    nuestras vidas, no es la nica forma de

    llevarnos a la Santidad.

    Hay una forma muy importante y que en

    muchas ocasiones olvidamos, y es, el de

    trasmitir con ejemplos y amor la educacin

    que hemos recibido de nuestros padres,

    dentro de nuestra Fe; porque es en la

    familia donde se inicia la educacin de

    todos nosotros. En medida que nuestros

    padres nos hablan de Jess crece la

    necesidad de saber ms de l, depende de

    nosotros el saber mantener viva esa

    necesidad, y de hacer crecer en nosotros

    todo lo aprendido, y nunca pensar en que

    Dios pueda abandonarnos, ya que no es, l

    Seor el que se aleja, somos nosotros los

    que le cerramos la puerta.

    Nunca hay un lmite en el cual te digan, ya

    aprendiste lo suficiente, o que t mismo

    creas saber todo dentro de la misma Fe,

    siempre se aprende algo nuevo cada da,

    pero tambin siempre enseamos algo

  • 24

    nuevo a los dems y es ah donde debemos

    enfocarnos ms ya que lo bien aprendido

    jams se olvida; ayudar a un compaero a

    persignarse bien, o decirle que la misa le

    ser ms provechosa y disfrutara mejor si lo

    hace entrando al templo y no fingir que est

    en misa quedndose en el lmite de la

    puerta, o que una obra de caridad o un

    favor se hace sin esperar nada a cambio.

    Tantas cosas que podemos ensear a los

    dems con amor, sin humillar ni despreciar.

    Eso es lo que Dios ve con agrado, todo lo

    aprendido de nuestros padres si sabemos

    aprovecharlo podremos difundirlo y seguir

    aprendiendo de ello.

    Porque Dios nos da sus dones para

    trasmitirlos a los dems (Ef. 4, 11-16)

    Don y responsabilidad; constituyen el

    binomio dentro del cual se sita el trabajo

    de cada uno de nosotros porque todos

    estamos llamados a reconocer los dones

    que hemos recibido de Dios y sobre todo a

    ponerlos a disposicin de los dems.

    No podemos cerrarnos a un egosmo

    individualista, en el que por pena o por creer

    que se es joven no tengamos el derecho de

    hacer alguna observacin a alguien ms no

    importe si es a una persona mayor que ha

    incurrido en alguna falta o equivoc,

    nosotros sin llegar al enojo claro est,

    tenemos el deber moral de hacer ver esa

    falta y ayudar a rectificarla.

    Somos discpulos del Seor y l nos pide

    ensear en su nombre. (Mt 28, 16-20)

    llamada a reflejar la gloria del amor de Dios

    que, es comunin, y as atraer a las

    personas y a los pueblos hacia Cristo. En el

    ejercicio de la unidad querida por Jess, los

    hombres y mujeres de nuestro tiempo se

    sienten convocados y recorren la hermosa

    (Jn 17,21) La Iglesia cree no por

    Cristo atrae todo as con la fuerza de su

    comunin, pues los discpulos de Jess

    sern reconocidos si se aman los unos a los

    otros como l nos am. (cf. Rm 12, 4-13; Jn

    13,34); (Documento de Aparecida).

    OCA EDUCATIVA

    Dependiendo de la cantidad de jvenes

    con los que se cuente hay que dividirlos en

    4 o 6 grupos.

    Con el mismo dado que se jugara se

    har el volado para ver quien inicia primero.

    Se forma el camino con nmeros y

  • 25

    Se hace una lista con varias preguntas

    referentes a lo que sabemos de nuestra Fe,

    y cuantas veces hemos educado con ellas.

    Ejemplo:

    1.- Cmo te persignas t? A cuntas

    personas les enseado a hacerlo?

    2.- Sabes rezar el credo? A cuntas

    personas les has ayudad a aprenderlo?

    Y as hasta que lleguen a la meta pero

    ese no ser el final, ya que el final ser el

    que entendi en el mensaje.

    CRIPTOGRAMA

    ISTRUCCIONES:

    Busca la correspondencia para cada letra,

    G=P H=O F=N Q=G L=A

    B=R A=L U=D Y=E J=I

    C=S Z=B K=Y M=C T=U

    #=T D=H @= E=M

    Trascribo las palabras con las que el mismo

    Papa FRANCISCO nos exhorta a no

    quedarnos con los brazos cruzados y

    renovar el mundo y vivir en comunin

    educando con amor en nuestro mismo

    ambiente de vida, porque no debemos fingir

    ser 2 personas, dentro y fuera de nuestra

    Fe.

    Necesitamos santos de jeans y zapatos

    tenis. Necesitamos que vayan al cine,

    escuchen msica y paseen con sus amigos.

    Necesitamos santos que coloquen a Dios

    en primer lugar y que sobresalgan en la

    Universidad. Necesitamos santos que

    busquen tiempo cada da para rezar y que

    sepan enamorar en la pureza y castidad o

    que consagren su castidad. Necesitamos

    santos modernos, santos del siglo XXI con

    una Espiritualidad insertada en nuestros

    tiempos. Necesitamos santos

    comprometidos con los pobres y los

    necesarios cambios sociales. Necesitamos

    santos que vivan en el mundo, se

    santifiquen en el mundo y que no tengan

    miedo de vivir en el mundo. Necesitamos

    santos que tomen coca cola y coman hot-

    dogs, que sean internautas, que escuchen

    Y t,Qu ests dispuesto a hacer para no

    quedarte con los brazos cruzados?

  • 26

  • 27

    TEMA 1:

    DON BOSCO: EJEMPLO DE AMOR A LOS JVENES

    Dar a conocer la obra educadora y amorosa

    de Don Bosco a los jvenes para tomarla

    como ejemplo de vida apostlica en la

    pastoral juvenil.

    ORACION A DON BOSCO

    Padre y Maestro de la juventud

    San Juan Bosco

    Que tanto trabajaste por la salvacin de

    todos,

    S nuestro gua y protector.

    Aydanos a superar nuestros defectos,

    A vivir en paz y armona;

    A encontrar en nuestro corazn

    La bondad y la sabidura;

    A fortalecer nuestra voluntad

    Y a estar siempre alegres.

    Ensanos a amar a Jess y Mara

    Y a tenerles presente en cada momento

    De nuestra vida.

    Amen

    Juan Melchor Bosco Occhiena ms

    conocido como Don Bosco fue un

    sacerdote, educador y escritor italiano del

    siglo XIX. Fund la Congregacin Salesiana

    la Asociacin de Salesianos Cooperadores,

    el Boletn Salesiano, el Oratorio Salesiano y

    el Instituto de las Hijas de Mara Auxiliadora.

    Promovi la Asociacin de Ex alumnos

    Salesianos, el desarrollo de un moderno

    sistema pedaggico conocido como

    Sistema Preventivo para la formacin de los

    nios y jvenes y promovi la construccin

    de obras educativas al servicio de la

    juventud ms necesitada, especialmente en

    Europa y Amrica Latina. Fue uno de los

    sacerdotes ms cercanos al pontificado de

    Po IX y al mismo tiempo logr mantener la

    unidad de la Iglesia durante los duros aos

    de la consolidacin del Estado Italiano y los

    enfrentamientos entre ste y el Papa que

    ocasion la prdida de los llamados

    Estados Pontificios y el nacimiento de la

    Italia Unificada. Fue autor de numerosas

    obras, todas dirigidas a la educacin juvenil

    y a la defensa de la fe catlica, lo que lo

    destaca como uno de los principales

    promotores de la imprenta.

    Su prestigio como sacerdote y como

    educador de los jvenes necesitados o en

    riesgo, le valieron el respeto de las

    autoridades civiles y religiosas de su tiempo

  • 28

    y de su pas, as como una notable fama en

    el extranjero. Si bien no pudo responder

    positivamente a las numerosas peticiones

    durante su vida, estas seran cumplidas

    ms all de lo esperado despus de su

    muerte. Fue un visionario de su tiempo al

    punto de predecir acontecimientos que se

    daran a lo largo del siglo XX en lo referente

    a sus salesianos, a la Iglesia Catlica y al

    mundo en general.

    Juan Bosco, fue declarado Santo por el

    Papa Po XI el 1 de abril de 1934, a tan slo

    46 aos despus de su muerte en 1888 y le

    fue dado el ttulo

    Pablo II. Poblaciones, provincias, parques,

    calles, teatros, museos, universidades y

    sobre todo colegios llevan su nombre. Est

    nominado al ttulo de Doctor de la iglesia. La

    Familia Salesiana es uno de los grupos

    catlicos ms numerosos del mundo y

    existen obras de Don Bosco en 130

    naciones.

    Hablar de Don Bosco y su vida apostlica,

    es hablar de una vida que inspirada por

    Dios a travs de sueos que se repitieron

    durante mucho tiempo lograron perfeccionar

    su modelo educativo, el cual ya usado por

    santos contemporneos de Don Bosco fue

    impregnado por un sello muy original a favor

    de los jvenes quienes reflejan el espritu

    salesiano hoy en da.

    Es por ello que presentamos el sueo de los

    9 aos, sueo muy significativo ya que se le

    encomienda a Don Bosco el cuidado de los

    jvenes, cargado de muchos signos que

    con el paso del tiempo l va comprendiendo

    a luz del espritu santo para poder

    impregnar de santidad a tantos jvenes.

    Sueo de los 9 aos

    A la edad de 9 aos tuve un sueo que

    qued profundamente grabado en mi mente

    para toda la vida. En el sueo, me pareci

    encontrarme cerca de casa, en un terreno

    muy espacioso, donde estaba reunida una

    muchedumbre de chiquillos que se

    divertan. Algunos rean, otros jugaban, no

    pocos blasfemaban. Al or las blasfemias,

    me lanc inmediatamente en medio de

    ellos, usando los puos y las palabras para

    hacerlos callar.

    En aquel momento apareci un hombre

    venerando, de aspecto varonil y noblemente

    vestido. Un blanco manto le cubra todo el

    cuerpo, pero su rostro era tan luminoso que

    no poda fijar la mirada en l. Me llam por

    mi nombre y me mand ponerme a la

    cabeza de los muchachos, aadiendo estas

    palabras:

    - No con golpes, sino con la mansedumbre

    y con la caridad debers ganarte a estos tus

    amigos. Ponte ahora mismo, pues, a

    instruirlos sobre la fealdad del pecado y la

    belleza de la virtud.

  • 29

    Aturdido y espantado, repliqu que yo era

    un nio pobre e ignorante, incapaz de

    hablar de religin a aquellos muchachos;

    quienes, cesando en ese momento sus

    rias, alborotos y blasfemias, se recogieron

    en torno al que hablaba.

    Sin saber casi lo que me deca, aad:-

    Quin sois vos, que me mandis una cosa

    imposible?

    -Precisamente porque tales cosas te

    parecen imposibles, debes hacerlas

    posibles con la obediencia y la adquisicin

    de la ciencia.- En dnde y con qu medios

    podr adquirir la ciencia?

    -Yo te dar la maestra bajo cuya disciplina

    podrs llegar a ser sabio, y sin la cual toda

    sabidura se convierte en necedad.'

    - Pero, quin sois vos que me hablis de

    esta manera?- Yo soy el hijo de aquella a

    quien tu madre te ense a saludar tres

    veces al da. - Mi madre me dice que, sin su

    permiso, no me junte con los que no

    conozco. Por tanto, decidme vuestro

    nombre.

    - El nombre, pregntaselo a mi Madre. En

    ese momento, junto a l, vi a una mujer de

    aspecto majestuoso, vestida con un manto

    que resplandeca por todas partes, como si

    cada punto del mismo fuera una estrella

    muy refulgente. Contemplndome cada vez

    ms desconcertado en mis preguntas y

    respuestas, hizo seas para que me

    acercara a Ella y, tomndome

    bondadosamente de la mano, me dijo:-

    Mira.

    Al mirar, me di cuenta de que aquellos

    chicos haban escapado y, en su lugar,

    observ una multitud de cabritos, perros,

    gatos, osos y otros muchos animales.'

    - He aqu tu campo, he aqu donde tienes

    que trabajar. Hazte humilde, fuerte, robusto;

    y cuanto veas que ocurre ahora con estos

    animales, lo debers hacer t con mis hijos.

    Volv entonces la mirada y, en vez de

    animales feroces, aparecieron otros tantos

    mansos corderos que, saltando y balando,

    corran todos alrededor como si festejaran

    al hombre aquel y a la seora.

    En tal instante, siempre en sueos, me ech

    a llorar y rogu al hombre me hablase de

    forma que pudiera comprender, pues no

    saba qu quera explicarme. Entonces Ella

    me puso la mano sobre la cabeza,

    dicindome:

    -A su tiempo lo comprenders todo.' Dicho

    lo cual, un ruido me despert; y todo

    desapareci.

    RASGOS DE LA ESPIRITUALIDAD

    JUVENIL SALESIANA

    1. Alegra interior.

    Vivir la vida cristianamente es vivirla con

    alegra. La amistad con Dios, como primera

    condicin, asegura la fuente fresca de la

  • 30

    alegra. La segunda condicin, exigida por

    DonBosco, es vivir la alegra e la vida

    ordinaria, con esto hace que el trabajo sea

    novedoso. La tercera condicin es que esta

    alegra se difunda y se interese en los

    dems, que todos estn alegres desde su

    interior, no solo desde fuera.

    Actitudes a cultivar para fortalecer la

    alegra:

    Paz interior

    Reflexin como contemplacin de

    todo lo que existe

    Apertura ante todo y ante todos

    Confianza y fe en Dios

    4,4)

    2. Configurarse en Cristo resucitado

    El encuentro con la persona de Cristo vivo

    es la meta que Don Bosco propone a sus

    jvenes. Solo a partir de este encuentro es

    posible iniciar una amistad, que no es solo

    imitacin, sino seguimiento de Cristo.

    Actitudes a cultivar para acercarse a Cristo

    vivo:

    Testimonio gozoso, coherencia de

    vida, segn la persona de Cristo Jess y su

    Evangelio

    Actitud de reflexin que lleva a la

    oracin y al encuentro personal con Cristo

    Ir al encuentro de los jvenes para

    anunciarles a Cristo resucitado

    20)

    3. Presencia de Dios en la vida

    cotidiana

    La vida cotidiana es el humilde lugar que

    pone a prueba nuestro valor de mejorar.

    Con la fe descubrimos el valor de todo

    aquello que Dios nos da. De las actividades

    que a diario realizamos, entre ellas el

    trabajo, que puede ser para nosotros una

    experiencia de Dios. San Juan Bosco dice

    que al cumplir con las propias obligaciones

    se va desarrollando nuestra creatividad o

    capacidad renovadora, y trabajamos mejor.

    Actitudes a cultivar para encontrarnos con

    Dios en lo cotidiano:

    Oracin de disponibilidad

    Reconocimiento de las cosas

    pequeas

    Reconocimiento del trabajo hecho

    por el hombre

    Laboriosidad, como virtud

    Estar atentos y convencidos de

    descubrir la presencia de Dios en la propia

    vida.

    r. El que

    permanece en m y yo en l, ese da

    -7)

  • 31

    4. Caridad pastoral

    Sentir vocacin a servir es algo propio de un

    corazn joven lleno de Dios y unido a l. La

    capacidad de ayuda y entrega a los que

    sufren se da sin solicitar nada a cambio.

    Solo el amor de Dios experimentado en la

    propia vida nos mueve a entregar nuestro

    tiempo, nuestra energa, nuestras

    cualidades. Esta ayuda no es solo para

    resolver problemas inmediatos, para que

    sean felices los que sufren, sino para que

    salven su vida, para encaminarlos a Dios.

    Actitudes para cultivar la caridad:

    Sensibilidad a las situaciones que

    viven los jvenes

    Buscar a los marginados y

    despreciados

    Estar atentos a las necesidades

    ajenas

    Audacia, vencer miedos y afrontar

    riesgos

    Tener criterios para dar algo

    adecuado a cada uno, respetando su

    personalidad

    Apertura y dialogo

    (Cfr. Jn, 10, 14-15)

    5. Espritu de familia

    La salvacin no es una tarea individual, se

    construye con la colaboracin de varias

    personas. Don Bosco establece un

    ambiente de familia como clima donde

    surge la santidad. Todos colaboran en ello.

    Su ambiente consiste en el clima de afecto

    y de confianza de sentirse en casa; esto es,

    en el espacio donde nadie amenaza, donde

    no hay peligro. En familia se quiere y se

    respeta a todos.

    El espritu de familia se rige por el

    dinamismo de dar y recibir afecto y

    confianza, pero no basta querer, es

    necesario demostrarlo, para que sea

    reconocido.

    Actitudes para cultivar el espritu de familia:

    Confianza: dar y recibir

    Tolerancia: aceptar a los dems

    como son

    Perdn: disponibilidad interior para

    vivir en comunidad

    Amabilidad con todos

    Dialogo constante

    6. Ser iglesia

    La vivencia gozosa de Don Bosco lo movi

    a sentirse y vivir como iglesia, en unin a la

    Iglesia Universal. Unidos y amados por el

    Santo Padre, el papa, nico vicario

    Pastor eterno, Jesucristo.

  • 32

    La experiencia de ser Iglesia, se vive en la

    familia inmediata, en comunin y afecto con

    el padre, Don Bosco, y con todos los

    hermanos. De esta vivencia efectiva y

    afectiva, se pasa al sentido de pertenencia

    a la Iglesia diocesana y a la Iglesia

    universal. Para ser Iglesia, hemos de

    sentirnos miembros activos y responsables

    de nuestra propia comunidad.

    Actitudes para cultivar el sentido de

    pertenencia a la Iglesia:

    Participacin activa y creativa

    Capacidad de comunicarnos y

    comunicar nuestra fe

    Compromiso y accin pastoral

    Disponibilidad para el trabajo en

    conjunto

    Respeto y unin con los pastores

    locales y el papa

    8,14)

    El buen pastor

    Les aseguro: el que no entra por la puerta al

    corral de las ovejas, sino saltando por otra

    parte, es un ladrn y asaltante. El que entra

    por la puerta es el pastor del rebao. El

    cuidador le abre, las ovejas oyen su voz, l

    llama a las suyas por su nombre y las saca.

    Cuando ha sacado a todas las suyas,

    camina delante de ellas y ellas le siguen;

    porque reconocen su voz. A un extrao no

    le siguen, sino que escapan de l, porque

    no reconocen la voz de los extraos. sta

    es la parbola que Jess les propuso, pero

    ellos no entendieron a qu se refera.

    Entonces, les habl otra vez:

    Les aseguro que yo soy la puerta del

    rebao. Todos los que vinieron antes de m

    eran ladrones y asaltantes; pero las ovejas

    no los escucharon. Yo soy la puerta: quien

    entra por m se salvar; podr entrar y salir

    y encontrar pastos. El ladrn no viene ms

    que a robar, matar y destrozar. Yo vine para

    que tengan vida, y la tengan en abundancia.

    Yo soy el buen pastor. El buen pastor da

    su vida por las ovejas. El asalariado, que

    no es pastor ni dueo de las ovejas, cuando

    ve venir al lobo, escapa abandonando las

    ovejas, y el lobo las arrebata y dispersa.

    Como es asalariado no le importan las

    ovejas. Yo soy el buen pastor: conozco a

    mis ovejas y ellas me conocen a m, como

    el Padre me conoce y yo conozco al Padre;

    y doy la vida por las ovejas. Tengo otras

    ovejas que no pertenecen a este corral; a

    sas tengo que guiarlas para que escuchen

    mi voz y se forme un solo rebao con un

    solo pastor. Por eso me ama el Padre,

    porque doy la vida, para despus

    recobrarla. Nadie me la quita, yo la doy

    voluntariamente. Tengo poder para darla y

    para despus recobrarla.

    Ya se lo dije y no creen. Las obras que yo

    hago en nombre de mi Padre dan testimonio

    de m. Pero ustedes no creen porque no

  • 33

    son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi

    voz, yo las conozco y ellas me siguen; yo

    les doy vida eterna y jams perecern, y

    nadie las arrancar de mi mano. Mi Padre

    que me las ha dado es ms que todos y

    nadie puede arrancar nada de las manos de

    mi Padre. El Padre y yo somos uno. (Juan

    10:1-18.26-30)

    Claves de acompaamiento

    Les ofrecemos 5 condiciones que son

    claves para acompaar a nuestros

    preadolescentes y adolescentes en sus

    crisis y dificultades: escuchar, comprender,

    aceptar, estimar, y encausar. Repasemos

    estos 5 conceptos para una buena

    comunicacin.

    1.- Escuchar en lugar de amenazar

    2.- Comprender en vez de censurar.

    3.- Aceptar, en lugar de criticar.

    4.- Estimar (valorar), en lograr de

    despreciar.

    5.- Encausar en vez de prohibir.

    No hacer lo que hizo don Bosco sino hacer

    lo que Don Bosco hara.

    Qu propones hacer para dar a

    conocer a los jvenes de tu parroquia el

    amor que Dios les tiene a cada uno de

    ellos?

    Expresa tu idea y planea, consulta

    con tu director espiritual y t prroco y

    llvala a cabo.

    ORACIN A SAN JUAN BOSCO

    (En el bicentenario de su nacimiento)

    Padre y Maestro de la juventud, san Juan

    Bosco, que, dcil a los dones del Espritu Santo y abierto a las realidades de tu tiempo,

    fuiste para los jvenes, especialmente para los pequeos y los

    pobres, signo de la predileccin amorosa de Dios.

    Ensanos a ser amigos del Seor,

    para que descubramos, en l y en su Evangelio,

    el sentido de la vida y la fuente de la verdadera felicidad.

    Aydanos a responder con generosidad

    a la vocacin recibida de Dios, para ser, en nuestra vida diaria,

    Constructores de comunin y, unidos a toda la Iglesia, colaborar con entusiasmo

    en la edificacin de la cultura del amor.

    Concdenos la gracia de perseverar en la vivencia intensa de la vida cristiana, segn el espritu de las Bienaventuranzas, y haz que, guiados por Mara Auxiliadora,

    nos encontremos un da contigo en la gran familia del cielo.

  • 34

  • 35

    El Jueves Santo celebramos el

    mandamiento del amor manifestado a

    travs de Jess de Nazaret, mismo que lava

    los pies, instituye un signo del encuentro

    con l, con el signo del pan y del vino

    elige a los apstoles como ministros de este

    excelso misterio de la fe, mismo que deben

    seguir presidiendo en la Eucarista e

    impartiendo el perdn, por medio de la

    institucin del Sacerdocio, en el cual se

    manifiesta al mundo la Buena Noticia.

    En la Eucarista, Dios nos hace efusin de

    su amor de la manera ms completa y ms

    universal; porque este Santsimo

    Sacramento supone, contina, prolonga y

    multiplica el misterio de la Encarnacin. El

    pan que da la vida al mundo es el Verbo

    mi Sang

    nuestros altares adoramos el Cuerpo, la

    Sangre y el Alma de Nuestro Seor, su

    Humanidad toda entera unida

    hipostticamente al Verbo mismo de Dios.

    Es la Encarnacin prolongada y, en cierto

    sentido, multiplicada hasta el fin de los

    siglos y en todos los lugares del mundo.

    Esta manifestacin es el testimonio ms

    elocuente de amor y entrega a los dems y

    lo contemplamos en el mismo Jess,

    mediante estos signos de entrega sincera,

    de fraternidad, de reconciliacin, de servicio

    desinteresado y de respeto de la dignidad

    de cada persona humana a un amor

    universal capaz de superar toda

    discriminacin; todo ello englobndose en el

    traducido en obras, con una actitud de

    caridad y de entrega servicial a los ms

    necesitados.

    El lavatorio de los pies forma parte del

    Jueves Santo, Jess Maestro asume la

    condicin de siervo, para eso, para servir,

    dejando muy en claro a sus discpulos que

    la humildad es indispensable para ejercer

    plenamente el ministerio recibido de sus

    manos. Servir antes que desear ser servido,

    no es una condicin exclusiva para los

    sacerdotes, es la doctrina que todos los

    fieles deben llevar a la prctica.

  • 36

    TEMA 1:

    UN AMOR QUE NO ENCUENTRA BARRERAS DE

    EUCARISTA

    Jesucristo ofrecido por nosotros es un acto

    1

    Descubrir en la Eucarista, ese amor sin

    barreas, que se ha quedado en la esencia

    del pan; para que el joven acreciente su

    amor y devocin por medio de la

    contemplacin, oracin y comunin

    frecuente.

    Qudate con nosotros, Dios!

    HOMBRES: Qu podremos hacer sin tu

    ayuda?

    Quin nos dar la paz?

    MUJERES: Qudate a partir el pan entre

    nosotros

    Y a ensearnos a dar pan a los

    necesitados.

    Qudate con nosotros!

    HOMBRES: Qudate con nosotros, Dios.

    De tus palabras depende nuestra vida,

    No podemos hacernos a la idea de vivir sin

    1 Papa Juan Pablo II

    ti en nuestra vida.

    Qudate con nosotros.

    MUJERES: Qudate con nosotros, Dios

    para que te vean los dems en nosotros

    Y crean que has resucitado.

    Qudate en nuestra vida ordinaria

    Para que todos sepan, como nosotros lo

    sabemos,

    Que eres un Dios de sencillos, un Dios de

    amor.

    TODOS: Qudate con nosotros!

    Amn.

    misterio de amor, no comprende su

    inmenso valor, pues encierra nada menos

    que la unin ms perfecta del alma con

    2

    Hoy en da la juventud esta ciertamente

    como si el hecho de hablar del amor

    estuviramos refirindonos al dolor, o a lo

    peor que cualquier humano pudiera

    experimentar en su vida. No es raro ir en el

    autobs y escuchar entre el murmullo y la

    ah convertido en la desdicha ms grande de

    su vida. Sera que realmente el amor ah

    perdido su espacio en este mundo; o ms

    bien ser que nosotros lo jvenes no nos

    2 Venerable Concepcin Cabrera de Armida

  • 37

    hemos dejado descubrir por lo que en

    Crees que los jvenes puedan

    manera sin igual, de una forma que no

    encuentra barreras de tiempo, ni espacio?

    Pues yo te respondo que s.

    Hace ms de 152 aos naci una mujer

    mexicana, proveniente del Estado de San

    Luis Potos, experimento en su vida ese

    momentos intensos y que de momento se

    empezaron a hacer ms ntimos y

    profundos en su corazn. Conchita, como

    as la llamaban; se invadi en un estrecho

    amor e unin de conocimiento ante la

    experiencia de esa grandeza de amor; amor

    que hacia brotar en ella los sentimientos

    ms recnditos e inimaginables que slo su

    corazn y su alma podran palpar, como si

    estas fueran balbucidas por un alma de

    fuego y se entregaran con una pasin

    devoradora, como si la euforia y el

    desahogo del alma se entregaran de forma

    total y a su vez crecieran.

    El amor que fue creciendo dentro de

    Conchita, fue plasmado en diversos

    escritos, obra del que slo ese ante

    como ella lo llamaba, pudo ser

    protagonista de su vida amorosa: la

    Eucarista.

    Eucarista? Tal vez pareciera algo tan

    sencillo, tan pequeo, tan esttico a la vista,

    pero te invito a leer y a interiorizar, como en

    estas pequeas esencias del pan, hicieron

    brotar el amor profundo en la Venerable

    Concepcin Cabrera de Armida:

    Hoy despus de mi comunin sent la

    presencia real del Seor en mi interior, este

    efecto, Padre mo, es inexplicable; me

    parece que entro en l, al entrar l en mi;

    que me pierdo en el Ocano de luz, en un

    destruccin de mi propio ser, tomando por

    momentos otra existencia, otra vida, la vida

    y existencia, del que es el foco de la vida,

    de ese Dios Vida!

    Esto es incomprensible y sin embargo, yo

    siento efectuarse esta operacin que dejo

    dicha instantneamente al recibir a mi Jess

    en la Eucarista. Yo percibo la presencia

    real de un Dios Hombre envuelta slo en los

    sus resplandores para no deslumbrarme;

    pero al recibirlo, me parece que se rasga el

    misterio, dir, y que se extiende el Seor

    inmenso hundindome en el pilago sin

    lmites de la inmensidad.

    Yo s comprendo, no s cmo, que est

    Dios entero como Dios y como hombre en

    slo un punto de la hostia consagrada,

    como en una hostia entera, como en todas

    las formas juntas, de los Copones que

    existen en la tierra; no puedo explicarlo pero

    en mi entendimiento lo veo claro y en mi

    corazn lo siento y todo esto por cierta cosa

  • 38

    como intuicin divina, haciendo a un lado la

    fe.

    Qu cosas Dios mo, bendito seas! (T. 616)

    Hoy en la oracin de la maana me dijo mi

    Jess:

    -Te voy a decir un secreto de mi corazn y

    -Pero cmo es eso, Jess?

    - dur toda mi vida

    mortal, y durara hasta el fin del mundo

    msticamente en la eucarista. Otro secreto:

    mi Pasin del Cuerpo fue un descanso, para

    -Mira hija, en el calvario deje ver crucificado

    y en la eucarista me escondo, pero no por

    eso lo estoy menos. La pasin de mi

    corazn subsiste por que subsisten los

    pecados y las ingratitudes de los hombres,

    al darme a las almas en este sacramento,

    en que pocas descanso, y cuan pocas me

    la vi

    (T. 926)

    -

    mismo y en las almas que en l se

    transforman, (en cuanto les es posible),

    porque ah ve su misma imagen divina; y

    para transformarse en l, no hay mejor

    medio que unirse a la Sagrada Eucarista en

    la comunin, pero no slo (digo en su

    pensamiento, porque en la realidad no

    podra), con la unin de la substancia divina

    feliz, sino la substancia humana crucificada

    El alma que comprende que todo esto

    recibe y como la hostia como Hostia-Dios,

    como Vctima-Divina Humana, tal cual es en

    realidad este Sacramento Eucarstico, esa

    alama dichosa no puede menos que arder,

    transformndose en los dos fuegos que

    consumen a la Sagrada Eucarista, el fuego

    Hoy despus de la comunin, sent venir a

    es posible esto? Yo haba visto y sentido

    pero doloroso y angustiado, comunicando

    esto al alma, nunca me haba pasado. De

    suerte que mi espritu tuvo un descanso

    relativo, que no fue descanso, sino

    sumergimiento doloroso de participacin

    con el Amado.

    No es producida por el diablo la tristeza y

    pena profunda que me qued, pues la

    siento divinizada aunque amargusima.

    Hay esta clase de desolacin de

    participacin? ( T. 406).

    La Santsima Eucarista es el don que

    Jesucristo hace de s mismo, revelndonos

    el amor infinito de Dios por cada hombre.

    En este admirable Sacramento se

    manifiesta el amor ms grande , aquel

    que impulsa a dar la vida por los propios

  • 39

    amigos 3 . En efecto, Jess los am

    hasta el extremo 4. Con esta expresin, el

    ms pequeo de los discpulos y a quien

    ms cario Jess le tena, logra describir

    por medio de sus evangelios como su

    Maestro antes de morir y entregar su vida

    en la cruz mediante un gesto de infinita

    humildad cindose una toalla, lava los pies

    a sus discpulos. Del mismo modo, en el

    Sacramento Eucarstico Jess sigue

    amndonos hasta el extremo , hasta el

    don de su cuerpo y de su sangre.

    Qu emocin debi embargar el corazn

    de los Apstoles ante los gestos y palabras

    del Seor durante aquella Cena! Qu

    admiracin ha de suscitar tambin en

    nuestro corazn el Misterio eucarstico!5

    Lo que Jess expres e hizo gesto la noche

    de la Ultima Cena es resumen de lo que l

    vivi toda su vida: la donacin de s mismo

    por todos nosotros. Aunque no deseaba

    morir, se entreg en manos de sus

    verdugos, mostrando cunto amaba a su

    Padre y a la humanidad, y mostrando

    cunto su Padre nos amaba a nosotros al

    entregar a su propio Hijo. Esa noche acepta

    la muerte cruel e injusta que le es impuesta

    y la anticipa simblicamente en el pan y el

    vino, tambin esa noche en el Huerto de los

    Olivos, su sangre preciosa es derramada

    angustia de la prueba terrible que le espera.

    3(cf.Jn 15,13).

    4(Jn 13,1).

    5 Exhortacin Apostlica Postsinodal: SacramentumCaritatis

    La actitud de generosa ofrenda y la entrega

    de su vida por nosotros gui siempre el

    Corazn amante de Jess, y alcanzara su

    plenitud en el sacrificio de su muerte en la

    cruz. El costado abierto del Crucificado se

    convertir en el smbolo supremo del amor

    entregado hasta el final, del cual brota la

    vida abundante para todos. La Eucarista es

    la conmemoracin sacramental de su

    sacrificio salvador, alimento e inspiracin

    para nuestra vida cristiana de cada da.

    La institucin de la Eucarista muestra cmo

    aquella muerte, de por s violenta y absurda,

    se ha transformado en Jess en un

    supremo acto de amor y de liberacin

    definitiva del mal para la humanidad.6

    Este pensamiento nos lleva a un

    sentimiento de gran asombro y gratitud. El

    acontecimiento Pascual y la Eucarista que

    lo actualiza a lo largo de los siglos, tienen

    en la que entra toda la historia como

    destinataria de la Redencin. Este asombro

    ha de inundar siempre a la Iglesia, reunida

    en la Celebracin Eucarstica. Pero de

    modo especial, debe acompaar al Ministro

    de la Eucarista. En efecto, es l quien

    gracias a la facultad concedida por el

    Sacramento del Orden Sacerdotal, realiza la

    6Exhortacin Apostlica Postsinodal: SacramentumCaritatis

  • 40

    En este Sacramento el Seor se hace

    comida para el hombre hambriento de

    verdad y libertad. Puesto que slo la verdad

    nos hace autnticamente libres (cf.Jn 8,36),

    Cristo se convierte para nosotros en

    alimento de la Verdad. San Agustn, con un

    penetrante conocimiento de la realidad

    humana, puso de relieve cmo el hombre se

    mueve espontneamente, y no por

    coaccin, cuando se encuentra ante algo

    que lo atrae y le despierta el deseo. As

    pues, al preguntarse sobre lo que puede

    mover al hombre por encima de todo y en lo

    ms ntimo, el santo obispo exclama:

    Ama algo el alma con ms ardor que la

    verdad? 7.En efecto, todo hombre lleva en

    s mismo el deseo indeleble de la verdad

    ltima y definitiva. Por eso, el Seor Jess,

    el camino, la verdad y la vida 8 se dirige

    al corazn anhelante del hombre, que se

    siente peregrino y sediento, al corazn que

    suspira por la fuente de la vida, al corazn

    que mendiga la Verdad. En efecto,

    Jesucristo es la Verdad en Persona, que

    atrae el mundo hacia s. Jess es la

    estrella polar de la libertad humana: sin l

    pierde su orientacin, puesto que sin el

    conocimiento de la verdad, la libertad se

    desnaturaliza, se asla y se reduce a arbitrio

    estril. Con l, la libertad se reencuentra

    9.En particular, Jess nos ensea en el

    sacramento de la Eucarista la verdad del

    7In IohannisEvangeliumTractatus, 26,5: PL 35, 1609.

    8(Jn14,6),

    9A los participantes en la Asamblea Plenaria de la

    Congregacin para la Doctrina de la Fe (10 febrero 2006): AAS 98 (2006), 255.

    amor, que es la esencia misma de Dios.

    sta es la verdad evanglica que interesa a

    cada hombre y a todo el hombre. Por eso la

    Iglesia, cuyo centro vital es la Eucarista, se

    compromete constantemente a anunciar a

    todos, a tiempo y a destiempo 10(que

    Dios es amor. Precisamente porque Cristo

    se ha hecho por nosotros alimento de la

    Verdad, la Iglesia se dirige al hombre,

    invitndolo a acoger libremente el don de

    Dios.

    La Iglesia vive continuamente del sacrificio

    redentor, y accede a l no solamente a

    travs de un recuerdo lleno de fe, sino

    tambin en un contacto actual, puesto que

    este sacrificio se hace presente,

    perpetundose sacramentalmente en cada

    comunidad que lo ofrece por manos del

    ministro consagrado. De este modo, la

    Eucarista aplica a los hombres de hoy la

    reconciliacin obtenida por Cristo una vez

    por todas para la humanidad de todos los

    tiempos. En efecto, el sacrificio de Cristo y

    el sacrificio de la Eucarista son, pues, un

    nico sacrificio . Ya lo deca

    elocuentemente san Juan Crisstomo:

    Nosotros ofrecemos siempre el mismo

    Cordero, y no uno hoy y otro maana, sino

    siempre el mismo. Por esta razn el

    sacrificio es siempre uno slo [...]. Tambin

    nosotros ofrecemos ahora aquella vctima,

    que se ofreci entonces y que jams se

    consumir .

    10

    2 Tm 4,2)

    http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2006/february/documents/hf_ben-xvi_spe_20060210_doctrine-faith_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2006/february/documents/hf_ben-xvi_spe_20060210_doctrine-faith_sp.html
  • 41

    La Eucarista es un tesoro inestimable; no

    slo su celebracin, sino tambin estar ante

    ella fuera de la Misa, nos da la posibilidad

    de llegar al manantial mismo de la gracia.

    El culto que se da a la Eucarista fuera de la

    Misa es de un valor inestimable en la vida

    de la Iglesia. Dicho culto est

    estrechamente unido a la celebracin del

    Sacrificio Eucarstico. La presencia de

    Cristo bajo las sagradas especies que se

    conservan despus de la Misa presencia

    que dura mientras subsistan las especies

    del pan y del vino11, deriva de la celebracin

    del Sacrificio y tiende a la comunin

    sacramental y espiritual. Corresponde a los

    Pastores animar, incluso con el testimonio

    personal, el culto eucarstico,

    particularmente la exposicin del Santsimo

    Sacramento y la adoracin de Cristo

    presente bajo las especies eucarsticas.

    Es hermoso estar con l y, reclinados sobre

    su pecho como el discpulo predilecto (cf.Jn

    13, 25), palpar el amor infinito de su

    corazn. Si el cristianismo ha de

    distinguirse en nuestro tiempo sobre todo

    por el arte de la oracin 12, cmo no

    sentir una renovada necesidad de estar

    largos ratos en conversacin espiritual, en

    adoracin silenciosa, en actitud de amor,

    ante Cristo presente en el Santsimo

    Sacramento? Cuntas veces, mis queridos

    11

    Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 48; cf. tambin ibd., 9. 12

    Cf. ibd., 11; Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia, 9.13.

    hermanos y hermanas, he hecho esta

    experiencia y en ella he encontrado fuerza,

    consuelo y apoyo!

    13

    Esta dinmica se puede vincular con la

    Hora Santa

    Materiales y recursos:

    Vendas para cada participante

    Exposicin del Santsimo

    Monitor

    Ambientacin del lugar:

    Adornar un espacio con la temtica

    de la ultima cena al estilo como se vivi en

    aquellos tiempos, es importante que sea de

    la manera ms sencilla que se pueda. Es

    importante que en el acomodo no se

    pierdan estos aspectos:

    o Todos debern de estar sentados en un

    crculo, para que se puedan ver todos.

    o En medio del crculo colocar signos de

    la ltima cena: jarrones con vino, pan

    cimo, cordero, hierbas que se coman

    en la cena juda.

    13

    Frase de Santa, Magdalena de Pazzi

    http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19641121_lumen-gentium_sp.htmlhttp://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
  • 42

    Desarrollo:

    Se venda los ojos a cada participante y

    se acomodan a todos los chicos

    entorno a la mesa, (de preferencia se

    recomienda que sea en el suelo,

    sentados de manera que se forme un

    ovalo y en medio se ambiente con los

    signos de la ultima cena.)

    Se lee el siguiente evangelio, el cual los

    remontara en aquel momento de la

    ultima cena:

    EVANGELIO: Marcos 14, 12-16. 22-26

    El primer da de la fiesta de los panes

    cimos, cuando se inmolaba la vctima

    pascual, los discpulos dijeron a Jess:

    l envi a dos de sus discpulos,

    encontrarn casa donde entre: El Maestro

    comer el cordero pascual con mis

    una pieza grande, arreglada con

    almohadones y ya dispuesta; preprennos

    Los discpulos partieron y, al llegar a la

    ciudad, encontraron todo como Jess les

    haba dicho y prepararon la Pascua.

    Mientras coman, Jess tom el pan,

    pronunci la bendicin, lo parti y lo dio a

    sus discpulos, diciendo:

    -

    Despus tom una copa, dio gracias y se la

    entreg, y todos bebieron de ella. Y les dijo:

    -

    Alianza, que se derrama por muchos. Les

    aseguro que no beber ms del fruto de la

    vid hasta el da en que beba el vino nuevo

    *Tambin se podra leer el Evangelio entre

    varias personas, por personajes, y

    complementar con algunos sonidos o

    msica de fondo para que los chicos al

    escuchar cada escena puedan sentir que

    estn precisamente en ese momento en el

    que los discpulos atienden las ordenes de

    su Maestro y en el cual preparan el lugar

    para la Cena Pascual.

    Se propone despus del Evangelio

    amenizar con alguno de los siguientes

    cantos:

    a) Ya no eres pan y vino, Jesed

    http://www.youtube.com/watch?v=gdtXFHcg

    HhY

    b) Conoc tu amor, Siervos de Dios

    http://www.youtube.com/watch?v=87uWmIf

    Bgz8&list=PLDC4D247AFCE44656

    c) Estas aqu,

    Jesedhttp://www.youtube.com/watch?v=_z3

    vnUzSRPw&list=PL3DBD669107594B0E&in

    dex=13

    http://www.youtube.com/watch?v=gdtXFHcgHhYhttp://www.youtube.com/watch?v=gdtXFHcgHhYhttp://www.youtube.com/watch?v=_z3vnUzSRPw&list=PL3DBD669107594B0E&index=13http://www.youtube.com/watch?v=_z3vnUzSRPw&list=PL3DBD669107594B0E&index=13http://www.youtube.com/watch?v=_z3vnUzSRPw&list=PL3DBD669107594B0E&index=13
  • 43

    d) Elixir, Siervos de

    Dioshttp://www.youtube.com/watch?v=boxH

    Evyads4&list=PLDC4D247AFCE44656

    e) Ofertorio, Siervos de

    Dioshttp://www.youtube.com/watch?v=3QLK

    09p93cU&list=PLDC4D247AFCE44656

    Como nos dice el objetivo del tema,

    queremos que el joven descubra que en la

    Eucarista se ha quedado la esencia del

    pan, aquel que partieron los discpulos con

    su Maestro, el cual podrn admirar y

    contemplar frente ellos y reflexionar cmo

    en ese pedacito de pan se esconde todo el

    amor y esplendor de Jess.

    Si es posible, se expone al Santsimo

    en medio de los chicos; es importante que

    al momento que se exponga, suenen la

    campanita y hagan las alabanzas propias

    de la exposicin para que los chicos

    identifiquen que el Seor est ahora ya en

    la mesa junto a ellos.

    Reflexin para la exposicin ante el

    Santsimo Sacramento:

    Seor, que tu Espritu nos anime a tener

    ese encuentro y dialogo contigo, y as

    descubrir de qu manera te has hecho pan

    partido y sangre derramada por m. Por

    eso, con confianza, dile al Seor lo que

    nazca en tu corazn, que ese dialogo, as

    como lo tuvo con cada discpulo brote de

    Dejemos que Dios realice su obra en cada

    uno de nosotros. Ya no somos nosotros los

    que estamos en forma activa en la oracin y

    en movimiento dinmico, ahora es Dios

    mismo el que trabaja en nosotros con la

    potencia de su santidad y de su amor. El

    deseo insaciable de amor, que posee

    nuestra alma contemplativa, es ahora

    saciado, al menos por algunos instantes,

    por el Amante-Amado que se entrega

    personalmente al alma con abundancia.

    Realiza un momento de contemplacin para

    vivenciar esta experiencia de fe.

    era Dios para m, supe que ya slo podra

    14

    As de absoluto y arrebatador es Dios, as

    de nico para quien ha descubierto su

    Amor. Amar a Dios con todo el corazn no

    es un mandamiento que viene de fuera,

    sino un imperativo que nace del interior de

    la experiencia del amor a Dios. Es una

    fuerza arrebatadora que slo el corazn

    y el alma pueden impulsar a ese deseo

    tan ardiente de encontrarse con su amor.

    14

    Carlos de Foucauld

    http://www.youtube.com/watch?v=boxHEvyads4&list=PLDC4D247AFCE44656http://www.youtube.com/watch?v=boxHEvyads4&list=PLDC4D247AFCE44656http://www.youtube.com/watch?v=3QLK09p93cU&list=PLDC4D247AFCE44656http://www.youtube.com/watch?v=3QLK09p93cU&list=PLDC4D247AFCE44656
  • 44

    Por ello es momento de pensar en nuestras

    vidas y la preparacin que vivimos para

    acercarnos a la Eucarista.

    De la misma manera en la que Jess

    prepar el momento de la ltima cena con

    una vida de servicio y amor por quienes le

    rodearon, as nosotros estamos llamados a

    traer a la Misa nuestro esfuerzo diario o

    semanal de vivir en el amor. Sin este

    esfuerzo por llevar una relacin con Jess,

    la Misa parecera un rito vaco que no afecta

    la vida y el corazn.

    Cada uno de nosotros est llamado a traer

    sus gozos y esperanzas, sus luchas

    ganadas y perdidas, sus preocupaciones y

    sus alegras. Toda nuestra vida est

    implicada en la Misa. No pretende ser un

    Cuando lo vivimos as, parecera que Cristo

    vino a separarnos del mundo, de nuestras

    responsabilidades; que vino slo para

    darnos una paz que no nos compromete y

    una tranquilidad que no nos corresponde.

    En la Cena Pascual, Jess evoca el rito de

    la Alianza del Sina (con Moiss) y sella una

    Nueva Alianza en su Sangre (con Jess).

    La alianza representa el compromiso de

    Dios de estar con nosotros, porque nos

    ama, nos escoge a cada uno y habita en

    cada uno. Por eso la alianza es signo de

    Comunin; el Seor en m y yo en el Seor.

    Es una profunda relacin de Amor.

    La nueva alianza establecida por Jess es

    ante todo un don de amor. Nos la ha

    obtenido el corazn de Jess. Y nosotros

    debemos estar repletos de alegra en la

    solemnidad del Santsimo Cuerpo y Sangre

    de Cristo por su victoria, y llenos de gratitud

    por el inmenso amor con el que se ofreci a

    s mismo para establecer una alianza eterna

    entre Dios y los hombres. La Eucarista es,

    as, el recuerdo vivo de la obra salvadora.

    Pues bien, ese acontecimiento salvador se

    nos hace presente en el sacramento, para

    que todos nosotros podamos tomar parte en

    l y de su obra redentora. Esta presencia

    del Seor es, por tanto, una presencia

    salvfica. En la Eucarista, Jess sale al

    encuentro de todos y de cada uno de

    nosotros, para derramar en nosotros su

    gracia, para comunicarnos su Espritu, para

    santificarnos y salvarnos.

    Se sugiere que, para trabajar este tema, se

    invite al grupo a representar en 3 minutos lo

    que significa para ellos la Eucarista, y luego

    a compartir, desde esa experiencia, de qu

    manera (en el sentido profundo y en lo

    prctico) podran motivar a los y las jvenes

    a vivirla.

    Preguntas para la reflexin:

    Cmo se manifiesta en mi vida

    personal (en todas sus dimensiones) mi

    vivencia Eucarstica?

    Cmo se conecta nuestra vivencia

    eucarstica con la vida y

  • 45

    preocupaciones de los y las jvenes de

    nuestra sociedad, y especialmente de

    nuestro barrio?

    Qu tan frecuente es mi participacin

    en la comunin?

    Qu dificultades encuentro para llegar

    a la sacramento de la reconciliacin?

    Gracias, Seor, porque has querido lavarme los pies y el corazn;

    porque me has perdonado, gracias, Seor;

    porque me has curado, gracias, Seor;

    porque me has sentado a tu mesa, gracias, Seor;

    porque te has hecho para m alimento y bebida, gracias, Seor;

    porque me has hecho partcipe de tu misma vida, gracias, Seor;

    porque me has regalado las joyas de tu Espritu, gracias, Seor.

    Amn.

  • 46

    TEMA 2:

    LA EUCARISTA NOS ENVA A LA MISIN

    Comprender el sentido misionero que tiene

    la Eucarista como fuente evangelizadora en

    la vida espiritual del joven.

    Oh Jess amado, mira hasta donde te ha

    llevado el exceso de tu amor: para darte

    todo a m, me has preparado un banquete

    divino donde me sirves tu carne y tu sangre

    preciosa.

    Quin te impuls a esos transportes de

    amor? Nadie, con seguridad, sino tu

    corazn lleno de ternura. O adorable

    corazn de Jess, horno ardiente del amor

    divino, recibe mi alma en tu llaga sagrada,

    para que en esta escuela de caridad,

    aprenda a amar en reciprocidad a un Dios

    que ha dado pruebas tan sorprendentes de

    su amor. Amn

    Para muchos jvenes, la Misa no tiene

    sentido alguno y por lo tanto solo asisten

    cuando hay un bautizo de algn familiar, un

    matrimonio, quince aos o funeral. Otros

    participan por costumbre u obligacin. El

    materialismo rige la actividad y el desarrollo

    humano por encima de cualquier valor, el

    hombre ha pasado del " homo sapiens" al

    hombre que ama al hombre, al hombre que

    consume y al hombre producto. Para otros,

    en cambio, la Eucarista significa un

    encuentro con los hermanos, en torno a la

    mesa de la palabra y a la mesa eucarstica

    que nos ofrece Jess; es decir, la Eucarista

    representa lo ms importante en sus vidas,

    pues se convierte en cumbre de su vida

    espiritual, y le dan el verdadero enfoque

    como la fuente permanente de la misin de

    la Iglesia y de todas las tareas

    evangelizadoras.

    Y t, Qu sentido le das a la Eucarista?,

    Entiendes el valor de la misin a la que se

    nos invita a tener al finalizar cada

    Eucarista?

    La Iglesia vive de la Eucarista el cul es un

    acto profundamente misionero ya que no

    expresa solamente una experiencia

    cotidiana de fe,

    sino que

    encierra en

    sntesis el

    ncleo del

    misterio de la

    Iglesia. sta experimenta con alegra cmo

    se realiza continuamente, en mltiples

    formas, la promesa del Seor: "He aqu

    que yo estoy con vosotros todos los das

  • 47

    hasta el fin del mundo"(Mt 28, 20); ya que

    por la transformacin del pan y el vino en el

    cuerpo y en la sangre del Seor, la alegra

    surge con una intensidad nica a travs de

    los tiempos desde que, en Pentecosts, la

    Iglesia empez su peregrinacin de ste

    divino sacramento que ha marcado el

    caminar de la sociedad llenndola de

    confiada esperanza bajo la misin

    evangelizadora que ha trascendido de

    generacin en generacin en la sociedad

    humana.

    En la Eucarista se resume el Evangelio, es

    decir que en ella entendemos la

    encarnacin: Dios nos ofrece en Jess la

    Salvacin. Es tambin, un momento nico

    de encuentro con l, y es a partir de este

    encuentro, que Jess puede actuar en

    nosotros y transformar nuestra vida

    logrando que en esta celebracin podamos

    revivir, acrecentar y compartir nuestra fe,

    por la escucha de la palabra de Dios y la

    oracin. En ella tambin reforzamos nuestra

    esperanza, ya que anticipa y promete

    nuestro destino glorioso. Y, sobre todo, en

    ella experimentamos el amor incondicional y

    total de Dios, que nos invita a corresponder

    con nuestra entrega a l y a los hermanos

    para que vayamos a anunciar y testimoniar

    a todos el Evangelio de la salvacin puesto

    que toda comunidad cristiana tiene como

    raz la celebracin de la santsima

    eucarista.

    Esta celebracin, para que sea sincera y

    cabal, debe conducir tanto a las obras de

    caridad y de mutua como a la accin

    misionera que introduce en el mundo el

    germen fecundo de la vida nueva signada

    por el carcter indeleble de hijos de Dios

    donde la Eucarista es, adems, una

    escuela permanente de caridad, de justicia

    y de paz, para renovar en Cristo al mundo

    que nos rodea, la presencia del Resucitado

    que proporciona a los creyentes la valenta

    para ser promotores de solidaridad y de

    renovacin, contribuyendo a cambiar las

    estructuras de pecado en las que las

    personas, las comunidades y, a veces,

    pueblos enteros.

    La comunidad de los discpulos de Jess no

    vive para s misma, sino que se identifica

    como enviada; una comunidad que, como el

    mismo Seor, vive en estado de misin:

    "Como el Padre me envi a m, as los

    envo yo tambin" (Juan 20,21).

    La misin no es slo llevar a Cristo a los

    pobres, es saber reconocer la presencia de

    Dios, de su Espritu, de Cristo en medio de

    los pobres. De eso nos examinar Cristo en

    su ltima venida, si hemos sabido

    reconocerle y tratarle como tal en el que

    tuvo hambre, el que tuvo sed (de agua, de

    amor, de sentido, de la palabra de Dios), el

    que era forastero, el que estaba desnudo, el

    enfermo o el que estaba en la crcel (Mt.

    25, 31-46).

  • 48

    En esta tarea aprenderemos de los pobres

    tantas cosas como nos ensean: la

    confianza en Dios, la fortaleza en el

    infortunio, la solidaridad en la necesidad, la

    alegra de las cosas pequeas, la accin de

    Dios en nuestra vida diaria.

    La Eucarista funciona como alimento para

    el camino en esta misin, pues el camino es

    largo, y la misin que Jess nos encomend

    es muy grande pues nos prepara para que

    brindemos el gesto y la palabra oportuna

    frente al que est triste y desamparado,

    disponibilidad frente al que se siente

    explotado y deprimido, capacidad para

    discernir los signos de los tiempos para que

    nos preocupemos de compartir en la

    caridad las angustias y las tristezas, las

    alegras y las esperanzas de los hombres, y

    as les mostremos el camino de la salvacin

    a quienes ms lo necesiten.

    En su mensaje para el Da Mundial de las

    Misiones 2007, el Papa Benedicto explica

    que la implicacin misionera de la Iglesia, el

    primer servicio que debe a la humanidad de

    ho

    transformaciones culturales, sociales y

    ticas para ofrecer la salvacin de Cristo al

    hombre de nuestro tiempo, en las

    numerosas regiones del mundo en las que

    es humillado y oprimido por las formas

    endmicas de pobreza, de violencia y de

    negacin sistemtica de los derechos del

    dialogar, en el contexto de todos estos

    aspectos de la sociedad humana actual.

    El Papa Juan Pablo II, en su mensaje para

    el Da Mundial de las Misiones de 2004,

    crece como pueblo, templo y familia de

    Dios: una, santa, catlica y apostlica. Al

    mismo tiempo entiende mejor su carcter de

    sacramento universal de salvacin y de

    realidad visible jerrquicamente

    Es lo que aparece claramente en la vida de

    los primeros cristianos, para quienes la

    Eucarista constitua el centro de la

    existencia en tanto que comunidad. Se

    encontraban con frecuencia para llevar a

    cabo esta celebracin colectiva. Se reunan

    en las casas de sus hermanos y hermanas

    cristianos. Escuchaban las enseanzas de

    los Apstoles, oraban juntos, hablaban de

    sus problemas, compartan comidas y

    conmemoraban al Seor que estaba

    presente entre ellos cuando partan el pan

    en memoria suya.

    El hecho de compartir la Eucarista los

    incitaba a tener siempre ms solicitud e

    inters los unos por los otros. Compartan

    sus bienes y llegaban a ser visiblemente

    verdaderos discpulos de Jess. Esa

    convivencia y la vida de reparto en comn

    constituan la marca de su identidad

    religiosa.

  • 49

    En el Sacramento de la presencia real, la fe

    encuentra fuerza