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ÍNDICE PRESENTACIÓN ............................................................................................ 5 INTRODUCCIÓN ...................................... 13 1. VISIÓN DE LA REALIDAD ALGUNOS ASPECTOS DE LA REALIDAD ACTUAL ....................... 15 - El Neoliberalismo ................................................................................. 16 - La globalización ................................................................................... 18 CONSECUENCIAS ................................................................................ 20 Una globalización mutilada ............................................................. 20 - Sectores y grupos humanos más afectados ......................................... 23 Emigrantes y refugiados............................................................... 23 Minorías y grupos indígenas ...................................................... 24 La juventud y la infancia............................................................... 24 La situación de las mujeres ........................................................ 25 El desarrollo insostenible ............................................................. 26 Guerra y armamentismo ............................................................... 27 El pensamiento único .................................................................. 28 Cultura y sentido de la vida ......................................................... 28 Educación .................................................................................... 28 Increencia e indiferencia religiosa .............................................. 29 La secularización de la sociedad ................................................ 29 Algunas conclusiones sobre el análisis ................................................... 30 P número 1, octubre 1999 Edita: IMS Rufino Blanco, 8, 1°-B 28028 MADRID Uso Privado D.L. B-44.772-99 Imprime: EMPOFFSET, S.L. Terra Baixa, 41 08901 L'HOSPITALET (Barcelona)

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ÍNDICE

PRESENTACIÓN ............................................................................................ 5

INTRODUCCIÓN ......................................13 1. VISIÓN DE LA REALIDAD

ALGUNOS ASPECTOS DE LA REALIDAD ACTUAL ....................... 15

- El Neoliberalismo .................................................................................16

- La globalización ...................................................................................18

CONSECUENCIAS ................................................................................20

Una globalización mutilada .............................................................20

- Sectores y grupos humanos más afectados .........................................23

Emigrantes y refugiados............................................................... 23

Minorías y grupos indígenas ...................................................... 24

La juventud y la infancia............................................................... 24

La situación de las mujeres ........................................................ 25

El desarrollo insostenible............................................................. 26

Guerra y armamentismo............................................................... 27

El pensamiento único .................................................................. 28

Cultura y sentido de la vida ......................................................... 28

Educación .................................................................................... 28

Increencia e indiferencia religiosa .............................................. 29

La secularización de la sociedad ................................................ 29

Algunas conclusiones sobre el análisis ...................................................30

P

número 1, octubre 1999

Edita: IMS Rufino Blanco, 8, 1°-B 28028 MADRID Uso Privado D.L. B-44.772-99 Imprime: EMPOFFSET, S.L. Terra Baixa, 41 08901 L'HOSPITALET (Barcelona)

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II. FUNDAMENTO Y RAZÓN EVANGÉLICA DE LA MISIÓN

JESUCRISTO ES EL FUNDAMENTO

DE NUESTRA VOCACIÓN Y MISIÓN ............................................... 35

LA MISIÓN DE LA IGLESIA.............................................................. 36

LA MISIÓN DEL LAICADO ................................................................. 37

LA OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS POBRES,

REFERENTE DE NUESTRA MISIÓN ................................................... 38

DIOS HA DESTINADO LOS BIENES DE LA TIERRA

PARA USO DE TODOS .......................................................................... 39

JESÚS Y LOS MARGINADOS .............................................................. 40

SENTIDO DE MISIÓN HOY .................................................................. 42

III. LA MISIÓN DEL IMS HOY ...............................................................45

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................59

SIGLAS .......................................................................................................61

PRESENTACIÓN La ponencia que presento es el fruto del trabajo de todas. Al hacer el primer borrador, las tres redactoras de la ponencia, M' Jesús Otero, Rosario Pino y Pilar Malla, coincidimos en decir que sobre la misión de los laicos y sobre nuestra misión estaba todo dicho. Existía desde el primer momento el convencimiento entre nosotras de que no teníamos cosas nuevas que aportar; más aún, sabíamos que en la vida de cada una de nosotras hay vivencias profundas y únicas referentes a la misión, a la fidelidad hoy y aquí, tal como cada una lo entiende (esperamos que dentro de un justo pluralismo, como decíamos hace años). Se nos hacía evidente que cada una éramos únicas e irrepetibles, pero que ninguna mujer, como ningún hombre, somos el todo. Todas tenemos un poco de verdad, pero ninguna tiene toda la verdad. Sabíamos lo difícil que era que os vierais reflejadas en nuestra redacción. Pensamos en lo complicado que resulta trabajar para un grupo al cual se pertenece: "nadie es profeta en su tierra", dice el Evangelio. Con todas estas consideraciones hicimos el primer borrador para que sirviera como esquema para trabajar en las zonas; en este

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borrador incorporamos muchas de las aportaciones de Pilar Coll y de Paula Marcotte. Las 606 enmiendas que recibimos justifican todo el esfuerzo y apoyan lo que hemos dicho. Al principio nos pareció un trabajo enorme y lo fue, pero esto también demuestra que nos tomamos la vida muy en serio y que somos un grupo más productivo de lo que pensamos. Es evidente que con la aportación de todas el texto ha mejorado. ¿Qué hemos hecho con las enmiendas? Las enmiendas de contenido las hemos asumido, creo que todas, quizás alguna más reducida. Respecto a las enmiendas que eran de matiz y no afectaban al contenido, las que se referían al cambio de orden, que a menudo era distinto unas de otras, y las que pedían supresión de una propuesta y las que decían lo contrario, hemos optado por dejar el texto como estaba. Tampoco hemos incorporado ejemplos y datos puntuales. En cuanto al contenido de la ponencia: El estudio y reflexión sobre nuestra misión la hemos hecho a partir de la realidad de nuestro mundo, la historia y la palabra de Jesús, la historia del IMS, D. Rufino, estatutos y documentos, asambleas y nuestras vidas. Es necesario replantearnos de vez en cuando dónde estamos y qué hacemos en este mundo tan cambiante. Como decimos en la introducción de la ponencia: "El fundamento de nuestra misión no cambia, pero su concreción debe adecuarse a los tiempos y a

las circunstancias, de ahí la continuidad y novedad de nuestro modo de vivir la misión, que incluye el compromiso de transfor-mación de la realidad". La adaptación a la realidad, tal como hemos visto estos días, hace que nuestra vivencia sea distinta: no es igual la vivencia del IMS in los distintos países de Latinoamérica donde estamos presentes; tampoco es igual la realidad de las que estamos en países ricos, ni la realidad social ni la eclesial.

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La adaptación constante a la realidad es una de las característ icas del Insti tuto. En la segunda propuesta de la tercera parte de la ponencia se dice textualmente lo que dijo Ma Camino hablando de D. Rufino: "Nos quería en el mundo, con un profundo sentido religioso, con una consagración a Dios, pero libres de trabas: No se aten a la letra de lo que les digo, decía, respondan a la necesidad actual en que viven, que para eso son. Prescindan de lo ac-cidental. Tienen que tener un espíritu muy ágil para las necesidades actuales. De lo contrario el espíritu se aprisiona y se harán inútiles". Por eso, aunque todas estemos cumpliendo una misión y seguramente todas tengamos espacios de reflexión sobre aspectos generales de nuestra realidad (que tienen mucho en común y causas también comunes y universales, pero con manifestaciones locales distintas), hemos aportado en la primera parte de la ponencia un análisis de las tendencias ideológicas, económicas y sociológicas de nuestro mundo, que, sin pretender decirlo todo, creemos que nos puede ayudar a relacionar los problemas concretos con las causas que los motivan.

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Como presentación de la ponencia sólo queremos resaltar un aspecto que nos parece importante: la increencia y la indiferencia religiosa que existe en muchos de los ambientes en los que nos movemos. No podemos negar que esta realidad es muy distinta de la que habíamos conocido. Vivimos en un mundo donde se nos hace evidente que la fe es tanto un don como un acto libre. Vivimos en unas circunstancias de pluralismo cultural y secularización del entorno social y político, y somos muchas las que vivimos nuestra fe casi en la frontera entre el mundo que cree y el que no cree. Replantearnos qué aporta la fe en este mundo es necesario, porque es el mundo nuestro espacio de trabajo y donde debemos vivir la fe, y está allí nuestra misión y la misión es el objetivo de nuestra vida. ¿No será que en el ser de cada cristiano, de cada una de nosotras, está la capacidad de hacer posible que el mundo crea que Dios existe y que quiere a los hombres libres y felices? El mundo es la aldea global de los hijos de Dios. Hoy no podemos entender que Dios escoja a unas personas e ignore a otras, sino hemos sido escogidos para dar a entender a todos los hombres y mujeres que Dios nos quiere a todos.

so para contribuir a la construcción de un mundo más justo, afirmando con más fuerza el valor de los demás y los valores de las otras creencias y el de toda la creación. Porque, como dice el salmo, "Dios ama inmensamente todo lo que ha creado".

* Presentación de la ponencia sobre La Misión en la Asamblea 1999 leída por Pilar Malla en nombre del equipo de redacción de la ponencia.

Todas las propuestas de la tercera parte de la ponencia van dirigidas a recordar cómo hacer efectivo nuestro compromiso de cara a la misión, tanto en nuestros compromisos cívicos, políticos y sociales, como en la misma Iglesia, a la que queremos servidora y que no secuestre los valores evangélicos.

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En algunos países los grupos eclesiales de base pueden ser el lugar más eficaz para la lucha liberadora del pueblo.

Con la aportación de todas hemos expresado nuestro compromi

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'Pablo VI y Juan Pablo 6, a los Institutos seculares, citado por GUERRINI, MRosa en Leva dura de amor, Paulinas, Madrid, 1985, p 34y 35.

INTRODUCCIÓN

Para preparar el tema MISIÓN que se tratará en la Asamblea de 1999, importa reflexionar en lo que hay de continuidad y en lo que hay de novedad en nuestro modo de vivir la misión hoy. El IMS, a través de la Iglesia, participa de la misión de Jesús que consiste en dar a conocer al Padre y anunciar el Reino, para lo cual hay que hacer presente en el mundo "el Espíritu de Jesús que juzga y libera". El fundamento de nuestra misión no cambia, pero su concreción debe adecuarse a tiempo y circunstancias, de ahí la continuidad y novedad en nuestro modo de vivir la misión que incluye el compromiso de transformación de la realidad. Ello nos exige una intensa vida interior, es decir, relación de intimidad con el Dios Trinitario que nos habita. Vivir esta experiencia en la oración, en la vida cotidiana, y desde ella conocer y analizar lúcidamente esa cambiante realidad para transformarla según el querer de Dios. "No sois del mundo, pero estáis en el mundo y para el mundo, para cambiar el mundo desde dentro" ' Vivir la "plena dedica

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ción" al Reino de Dios, "construyendo un mundo en la verdad, en el respeto a los derechos de la persona, en la justicia, en la libertad y en el amor, y siendo solidarias con las aspiraciones, angustias, luchas y esperanzas de todos los hombres y mujeres" nos exige vivir, permanentemente, en un doble movimiento: la acogida del don -el Reino está ya entre nosotros y se nos da gra-tuitamente- y la disposición a la tarea -tenemos que trabajar para que llegue- pues "no ocurre sólo que el mundo histórico no ha llegado todavía a ser lo que debe ser, sino que, en buena parte, es contrario a lo que debe ser". Como consecuencia de querer vivir nuestra misión en el mundo nace, para la comunidad IMS, la exigencia de aterrizar, de entender la complejidad y la densidad del momento histórico que nos toca vivir tanto a nivel social como eclesial y escrutar ahí los signos de los tiempos. Por eso, en las páginas siguientes recordamos: algunos aspectos que configuran la realidad de nuestro mundo, el fundamento evangélico de nuestra misión y pistas de concreción de la Misión del IMS. No son desconocidos por la mayoría, pero es importante ponerlos en común para descubrir la novedad de la misión en este final de siglo.

1. VISIÓN DE LA REALIDAD

ALGUNOS ASPECTOS DE LA REALIDAD ACTUAL

Nuestro mundo vive un gran proceso de mutación. Hay un acuerdo casi unánime en afirmar que no sólo se están dando cambios profundos en una época, sino que nos encontramos ante un cambio de época en donde las transformaciones son rápidas, globales, profundas y están afectando no solamente a la economía, la tecnología y el mercado, sino también a la política, las relaciones internacionales, la cultura, la vida familiar, el papel de la mujer, y la escala de valores de muchas personas y grupos. "Debemos comprender a una sociedad en la que el cambio parece ser lo primero y no tener ya límites. (...) Ya no hay principio central en la construcción de la vida social, ni utilidad social, ni racionalización, ni lucha de clases. Pero, si todo es cambiante, ¿puede seguir habiendo normas, leyes, una definición social del bien y del mal?"2 Vivimos la emergencia de nuevos valores, una nueva cosmovisión, el poder de los medios de comunicación, la imposición de las nuevas tecnologías. Existen regiones del planeta, como Latinoamérica, en las que conviven distintas culturas, con lo que la realidad es mucho más compleja, con contrastes muy definidos y opuestos. Tenemos la impresión de que nuestro mundo se encamina hacia un feroz individualismo, pero no podemos precipitarnos y por eso hemos de preguntarnos si esos acontecimientos que observamos, que son signos de los tiempos que tenemos que escrutar, son signos de vida o de muerte.

I TOURAINE, A. ¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes, PPC, Madrid, 1997, p. 194.

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El Neoliberalismo Para la ideología neoliberal, el libre mercado es la solución para todos

los problemas, por lo que es preciso la supresión de barreras y fronteras que dificulten la libre circulación de mercancías o de capitales. Si el libre mercado genera nuevos problemas, la solución será más mercado. En este sentido el Estado es el peor enemigo de los neoliberales, por lo que debe disminuir su intervención en la vida económica. "El Estado no es la solución, el Estado es el problema" dijo Ronald Reagan. La Conferencia Episcopal de los Obispos del Brasil (CNBB) denuncia que este sistema económico es idolátrico, materialista, pues el verdadero Dios es sustituido por los ídolos de la riqueza desmedida, del lucro a cualquier precio, del consumo desenfrenado al servicio Te una minoría privilegiada. Esta situación, que niega los derechos elementales de los sectores mayoritarios de la población, es una violencia contra la dignidad de los hijos de Dios... y son un fuerte obstáculo y tenaz resistencia al anuncio y a la instauración del reino de Dios en medio de nosotros.' "Bajo ciertas decisiones, aparentemente inspiradas sólo por la economía y la política, se esconden verdaderas formas de idolatría, (dinero, ideología, clase social y tecnología)."4 "Esto quiere decir que la VIDA bajo todas sus formas y el propio ser humano poseen un valor relativo; valen cuando están en función del ídolo."5 La nueva clase que está surgiendo detrás de la ideología neoliberal y que dirige la nueva economía, está integrada por directivos, peritos, consultores, etc. Nació después del Estado del bienestar

3 Directrices generales de la Acción Pastoral, CNBB, 1987-90, Doc 38.

Juan Pablo II, Solicitudo Re¡ Socialis n°37, 3 s CNBB, 1999

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y lo rechaza, porque todo lo que gasta el Estado en servicios sociales es un gasto inútil y se pierde. Exige la disminución de los impuestos que, según afirma, se malgastan en programas que crean

holgazanes. Y puesto que los costes de la seguridad social y de la sanidad crean déficits en muchos estados, propone como salida la privatización, pero, curiosamente, sólo de aquellas prestaciones que pueden ser rentables a empresas privadas: las jubilaciones y la asistencia sanitaria, sin disputarle al Estado el resto de prestaciones. Existe el grave riesgo de que se vaya socavando el Estado del Bienestar, logro fundamental de las sociedades europeas, y de que no se alcance allí donde el propio desarrollo lo vaya haciendo posible. Esto tendría consecuencias desastrosas especialmente en los campos de la Sanidad, la Enseñanza y las Ciencias Sociales. En los países del Tercer Mundo, los Gobiernos hacen cortes en los presupuestos sociales y aumentan los impuestos para pagar la Deuda Externa, que asegura la dependencia. Para pagarla, no se tiene nunca en cuenta las necesidades de la gente. Sólo importan las exigencias del acreedor.

Olvida el neoliberalismo que el Estado debe garantizar el bien común y para ello regular la economía, olvida también que su presencia es muy importante en las empresals-estratégicas y que el "Estado benefactor" ha impulsado la economía en muchos países. Así mismo no tiene en cuenta ue el sistema neoliberal ha creado y sigue creando profundas desigualdades económicas y sociales entre las personas y entre los países y tampoco tiene en cuenta que la excesiva apertura externa debilita las pequeñas empresas nacionales, y _que la libre contratación margina a los menos capacitados y a los más críticos.

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La globalización sión de la pluriculturalidad y la interculturalidad.

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Es evidente que la nueva sociedad se estructura en dimensiones mundiales. El término globalización no sólo tiene connotaciones mundiales, sino también multidimensionales. Es aquel proceso por el cual las economías nacionales se integran en el marco de la economía internacional, de modo que su evolución dependerá cada vez más de los mercados internacionales y menos de las políticas gubernamentales, y como consecuencia, quienes gobiernan y deciden los destinos de los pueblos son los mercados mientras que los gobiernos se limitan a ser administradores o ejecutores de lo que dictan los mercados. El proceso de globalización, como hecho irreversible al que se ven sometidas nuestras sociedades, no es sólo percibido por expertos y estudiosos en distintas disciplinas del saber científicotécnico y social, sino que todos -también el hombre y la mujer de la calle- hemos tomado nota del mismo. La globalización es ya una de las características de nuestro mundo. De manera muy clara lo ha expresado recientemente la Fundación de Cooperación para el Desarrollo: "Cuando en el futuro los historiadores traten de definir los rasgos más característicos de la época en que vivimos, con seguridad se resaltar´que por primera vez en la historia de la humanidad se cobró no sólo de que vivimos en el mismo planeta, sino que los seres humanos dependemos unos de otros y nada de lo que ocurre en el mundo nos es ajeno”6

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l progreso de las comunicaciones, los transportes, la integración comercial y financiera, ha permitido la intensificación de las relaciones entre los pueblos, sus problemas y sus culturas al tiempo que ha potenciado la educación y la compren 1 FCD, Informe 1995, pág 31)

Todos los países, más allá de su ideología o de modelos econó-micos, forman parte de un único sistema económico internacional. El

proceso de reestructuración tecnológica, productiva, comercial y financiera que acompaña a la globalización, se refleja en la progresiva marginación de los países en vías de desarrollo. "La dificultad de acceso a los mercados, el empeoramiento de las condiciones de intercambio, los problemas de la deuda externa, las crecientes necesidades financieras y un aparato productivo frágil y obsoleto, dificulta el desarrollo de muchos pueblos, naciones y regiones del mundo".' La nueva organización de la producción impone una nueva orga-nización del trabajo y tiene enormes repercusiones sobre el acceso al mismo, sus condiciones y los derechos laborales. En las llamadas sociedades avanzadas, cada año se destruyen alrededor del 10% de puestos de trabajo'. El actual mercado de trabajo expulsa al 24% de la población y la coloca en sus márgenes, bien en forma de paro, de economía informal o de empleo precario. Y cuando esto ocurre en una organización social que se asienta sobre la centralidad del trabajo, quienes son excluidos de éste, lo son también de la organización social, afianzándose cada día más las bases de una sociedad dual.

FCD y PNUD. Inf. Desarrollo Humano 1996, pág 10. x Según la palabra mágica NAIRU (non-accelerating Rate of Unemoployment, es decir tasa de desempleo no aceleradora de una inflación) cada economía debe mantener una tasa deparo determinada para no disparar la inflación flotante.

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CONSECUENCIAS

Una globalización mutilada

Se suele decir que debido a la globalización estamos en una economía "interdependiente" con lo que se podría entender que es una relación entre iguales, pero en realidad la relación es de sobredependencia impuesta a países y pueblos débiles, que no ha conducido -al menos de momento- al nacimiento de un mundo integrado e igualitario. Al contrario, los procesos de globalización han conducido en muchas ocasiones al afianzamiento de mundos separados por abismos crecientes de desigualdad y pobreza. Hay tres amplísimas regiones -que suponen el 50% de la población mundial- que se han incorporado en los últimos años a la economía global: la mayor parte de Asia, un gran trozo de América Latina y bastantes de los países de Europa del Este. Miles de millones de dólares entran y salen de los nuevos mercados y millones de personas se aprovechan de este orden económico, son 1.500 millones de personas de los cuales 1.000 residen en el Norte y son clase media y 500 millones en el Sur y son aristócratas, propietarios de tierras, empleados de gobierno. Pero los inútiles nunca están en el circuito comercial, son otros 1.500 millones, casi todos en el Sur y en la extrema pobreza en el Norte. Hay 2.000 millones muy pobres, pero que pueden ser explotados para utilizar sus escasos recursos: pequeños agricultores, jornaleros, obreros sin especializar y en el Norte los subempleados, pensionistas e indigentes. Más de un billón de dólares circula por el mundo cada día, buscando mayores rendimientos, lo que supone 10 veces la producción física mundial y 35 veces el intercambio real de bienes. En algunos de estos países se gastará, en el futuro inmediato, mucho dinero en infraestructuras. Durante

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los últimos quince años la proporción de hogares con agua potable en el mundo ha crecido un 50% y la producción de energía y el número de líneas telefónicas se ha duplicado. Son estos crecimientos los que llevan a algunos a afirmar que en los últimos 30 años, los países en desarrollo han avanzado en cuanto a su "desarrollo" tanto como el mundo industrializado lo hizo en un siglo. No es de extrañar, pues, que muchos liberales opinen, como hace Vargas Llosa, que "estamos asistiendo a un fenómeno extraordinariamente positivo, quizá lo mejor que le ha ocurrido a la humanidad en toda su historia". Sin embargo, nosotras creemos que sólo podremos hablar de desarrollo cuando una sociedad vuelva á ser dueña de sus recursos, disponga de su medio, sea protagonista de su economía, reconstruya la solidaridad y protección social, sea dueña de la situación y tenga de nuevo el poder. Existen amplísimas zonas, como Africa, habitada por más de 700 millones de personas repartidas por sus 53 Estados, que no participan ni de la revolución tecnológica, ni de los flujos financieros. Es ésta, en el decir de Joaquín Estefanía, una globalización mutilada que también aísla a un creciente número de personas en las sociedades "desarrolladas" con una mayor dualización de la sociedad. El informe del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 1992 constataba que si en 1960 el 20% de la población más rica a nivel mundial tenia un ingreso 30 veces mayor que el 20% de la población más pobre, en 1990 esta diferencia era 60 veces mayor. Según el Banco Mundial, en algunos países de América Latina el 10% más rico de la población tiene ingresos 84 veces mayor que el 10% de la población más pobre. La pobreza es un mal generalizado y creciente como consecuencia del sistema neoliberal. En los países en desarrollo aproximada

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mente el 30% de los niños mayores de 5 años están desnutridos. Resulta escandaloso que se produzca un 10% más de los alimentos que necesita toda la humanidad para vivir y, sin embargo, mueran de hambre 35.000 niños cada día.

Muchos de los países más pobres están terriblemente afectados por una deuda externa paralizante que limita sus posibilidades de desarrollo.

Los costos humanos producidos por los ajustes estructurales son altísimos. Según los mismos informes en todos los países en los que se aplica el sistema neoliberal ha aumentado sensiblemente el porcentaje de la población que vive por debajo del umbral de pobreza. Una pobreza excluyente en medio de la abundancia, es decir, una pobreza económicamente evitable y éticamente culpable, porque según el informe del Banco Mundial de 1990 "elevar los ingresos de todos los pobres de América Latina por encima del umbral de la pobreza costaría solo un 0,7% del PIB regional, lo que equivale a un impuesto sobre la renta de 2% aplicado a la quinta parte más rica de la población". Las medidas de ajuste del Fondo Monetario Internacional consisten en que las naciones produzcan lo máximo explotando para exportación cualquier re-curso, sin preocuparse de los destrozos ambientales y sociales; congelar los salarios; devaluar la moneda y recorte drástico en los gastos de salud y educación. La pérdida neta del Sur es de 34 millones de dólares en el esfuerzo de pagar la deuda.

Los excesos de libre mercado parece que han asustado a sus mismos inspiradores. El director del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus reconoce que la forma en que la economía de mercado se implanta en las antiguas economías, nos re

cuerda los momentos más crueles del capitalismo salvaje. La sed de empleo

y de recursos unidos a la debilidad del Estado alcanzan tal magnitud, que con frecuencia se cometen atropellos contra los derechos de las personas y de los trabajadores. La corrupción y la violencia se multiplican. Se exportan fábricas contaminantes sin preocupación alguna por el medio ambiente y la salud de la población.

Asistimos a un fenómeno muy importante: la lenta transforma-ción de las relaciones entre el centro y la periferia. De una relación de dominadores y dominados se pasa a otra de inclusión/ exclusión. La exclusión no es sólo económica, sino también social, racial y de género. El modelo vigente no sólo margina sino que también excluye, quienes no pueden consumir no son reconocidos como ciudadanos.. Hoy, para el sistema neoliberal, los pobres son prescindibles y esto es dramático.

Sectores y grupos humanos más afectados

Emigrantes y refugiados

En un mundo en el que la distribución de la riqueza es injusta, se provocan unos flujos migratorios cada vez mayores y más com-plejos. A pesar de los rígidos controles aduaneros y de las severas condiciones, que sólo dejan entrar por la frontera a quienes pueden tener un puesto de trabajo y aprovechar las oportunidades sociales y culturales que ofrecen los países ricos, estos se sienten amenazados por la emigración económica. E igualmente numerosos países se sienten amenazados por el flujo de desplazados, refugiados y demandantes de asilo, consecuencia de las más de treinta guerras activas hoy en el Planeta.

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Minorías y grupos indígenas La situación de las mujeres

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Otro grupo excluido de la participación son las minorías y los grupos indígenas que se ven sometidas diariamente a la marginación y la exclusión. No podemos olvidar la energía emer-gente de los pueblos indígenas. En las últimas décadas ha hecho su aparición el fenómeno "indigenista", movimiento político e ideológico surgido en distintos continentes, que lucha por la identidad de los pueblos indígenas. Estos reclaman una tierra propia, reivindican su cultura y defienden un tipo de desarrollo alternativo frente a los modelos del capitalismo desarrollista. Un desarrollo basado normalmente en el comunitarismo y el profundo respeto a la naturaleza.

La juventud y la infancia La juventud y la infancia en el Tercer Mundo y Cuarto Mundo constituyen un segmento social numeroso y en su mayoría for-man parte de los excluidos. Es dramática la explotación de la infancialadolescencia, tanto en el aspecto sexual como en el laboral. En casi todos los países de América Latina, los jóvenes constituyen la mitad total de personas desempleadas.9 Sin pers-pectivas de futuro, muchos pierden el sentido de la vida, la autoestima y muchas veces las consecuencias son la violencia y el consumo de drogas. En Sao Paulo -Brasil- sucede un asesinato cada hora (8.434 en 1998) y un asalto de 4 en 4 minutos, la mayoría causados por infractores adolescentes y jóvenes y por la violencia policial, siendo muchas veces los jóvenes las víctimas.

Las mujeres constituyen el 70% de la personas pobres del Planeta. Un tercio de todas las familias del mundo están encabezadas por

mujeres y son, en su mayoría, pobres. Que la pobreza se extienda más entre la población femenina se debe a que la posición social en que se le ha colocado dificulta su acceso al mercado laboral y a la obtención de recursos. Las crisis económicas le afectan especialmente, pues, en caso de despido, son las primeras en sufrirlo. Por otra parte, los salarios femeninos son, en muchos casos inferiores a los de los hombres (de un 30% a un 40% menos por trabajo de igual valor). En casi todos los países las mujeres trabajan más horas que los hombres (de dos a cuatro horas semanales más) y en casi todas partes, el tiempo que la mujer dedica al trabajo del hogar predomina sobre el del hombre. En Africa, las mujeres representan el 80% de productores de alimentos porque siempre fueron ellas las que trabajaron la tierra. La mayoría de las mujeres se agrupan en el sector laboral más

precario y son las que padecen mayor índice de desempleo en casi todos los países. Casi siempre ocupan de rango inferior. Sin embargo a partir de 1970, en el mundo en desarrollo se puede observar un incremento de mujeres ejecutivas y técnicas, y ese aumento es proporcional al desarrollo humano de los países. En el ámbito político la mujer está escasamente representada. En 1994 sólo eran un 10% en los parlamentos del mundo y un 6% en los gobiernos nacionales. A pesar de que el 50% del electorado es femenino. En la toma de decisiones políticas ellas son minoría.

Aunque la formación de las mujeres es cada vez mayor y más

9 C.F. 1999, CNBB

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especializada, los hombre siguen siendo, en casi todo el mundo, los que reciben una educación más completa y los que ocupan los cargos principales. Es un hecho que, en ningún país la mujer tiene las mismas oportunidades que el hombre. Es necesario hablar de la desigualdad entren hombre y mujer, y de la sumisión de ésta en detrimento de su dignidad y libertad, de la violencia ejercida contra las mujeres en el ámbito doméstico, y de las prácticas vejatorias a que son sometidas en algunas culturas. Son otros elementos de las desigualdades injustas sufridas por las mujeres, con el agravante de que en la mayoría de las culturas esta discriminación contra la mujer se da incluso en la aplicación del sistema judicial. En el ámbito eclesial observamos una gran desigualdad de sexos a la hora de ocupar cargos de responsabilidad, a pesar de que la Iglesia, en teoría, reclama un mayor protagonismo de la mujer en todos los campos.

El desarrollo insostenible La amenaza ecológica crece cada día, comprometiendo el equilibrio de los ecosistemas, dañando la naturaleza y, en consecuencia, la humanidad. En un mundo de economía globalizada en que la lógica del mercado prima sobre la lógica de las necesidades humanas y el respeto al cosmos, se encienden por todas partes la señales de alarma, pues el hecho de haber convertido la tierra toda en un simple recurso para la acumulación y el beneficio, ha producido un resultado devastador. Es el resultado de un modelo de desarrollo orientado unilateralmente en términos económicos y cuantitativos que lleva al ser humano y a la sociedad a conside

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rarse señores absolutos de la naturaleza. Crisis ecológica y dominio del ser humano por el ser humano, constituyen las dos expresiones básicas de la enfermedad que afecta a la persona y a la civilización actual. Es importante la creciente concientización a nivel ciudadano y mundial, así como las respuestas de la población. En este sentido la Conferencia de Río del 992 marca el comienzo de la toma de conciencia institucional sobre el carácter global de los graves problemas ecológicos del Planeta.. De algún modo, se reconoces an . el nivel y el ritmo de consumo de los países ricos sería inviable que llegue a todos. Un desarrollo que no es universalizable no puede ser éticamente aceptable.

Guerra y armamentismo

"Somos cada vez más conscientes que en nombre de la paz no podemos preparar la guerra fabricando armas.. Los gastos que se realizan en armas en todo el mundo, consumen inmensos recursos que serían precisos para el desarrollo y la protección del medio ambiente. La guerra y las amenazas de guerra son, todavía hoy, rasgos que caracterizan nuestro mundo. Prevenir la guerra es una de las tareas políticas más urgentes para los gobiernos. Los medios nacionales de defensa no pueden garantizar la seguridad del mundo moderno. Hay que abolir la institución de la guerra. Es preciso instaurar un orden internacional de paz"10

'0 Documento final de la Asamblea Ecuménica Europea "Paz y justicia". Basilea, 1989.

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El pensamiento único El "pensamiento único" se refiere a la conciencia creciente, am-. pliamente difundida por las élites dirigentes del proceso de mundialización, de que la dictadura de los mercados financieros "moderniza" las sociedades y crea riqueza y creer que "no hay otra alternativa.". Es "el cemento armado ideológico que une a las élites mundializadas de hoy"" y "el becerro de oro de la sociedad contemporánea". Genera una actitud acrítica y hasta re-signada, pues se presenta como una fatalidad que hay que aceptar.

Cultura y sentido de la vida La pérdida de confianza en las concepciones globales, dadoras de sentido, políticas, filosóficas y religiosas, es un hecho. La ra-cionalidad moderna puso en crisis las cosmovisiones metafísicas o religiosas tradicionales, sin lograr sustituirlas por algo que dé sentido y unidad a la vida. La moral, la religión y el sentido de la vida, son el espacio natural del subjetivismo. Tal vez el problema capital de las sociedades desarrolladas sea un problema moral, un problema de proyecto y finalidades, un problema acerca de cómo dominar el crecimiento y el poder.

Educación El sistema educativo actual no favorece la integración de los co-lectivos excluidos, la mecanización del aprendizaje y la excesiva

" NAIR, S. "Epilogo" ESTEFAN% J. Contra el pensamiento único. Taurus, Madrid, 1997, p 339 12 TOSCANO, Roberto. `Interrogantes éticos sobre la globalización " en Claves de razón práctica,

n'86, octubre de 1998.

tecnología, son causas, entre otras, que influyen en la sociedad y que favorecen el fortalecimiento de un sistema inhumano e injusto, que olvida los valores de la persona.

Increencia e indiferencia religiosa La increencia actual, fenómeno característico de los países de larga tradición cristiana, es calificada por muchos estudiosos del fenómeno como increencia postcristiana. Con ello no sólo se expresa el hecho de que el dios rechazado sea el Dios de los cristianos. Se indica, además, que el cristianismo es considerado un fenómeno histórico ya superado y que en la actualidad se reduce a un depósito de símbolos. En la increencia actual, ue reviste numerosas formas predomina con mucho esa forma de vida que resume—- ht re mino " indi férencia". Para comprobar el creci-miento contemporáneo de la increencia, tenemos el ejemplo de España, en que los jóvenes indiferentes y ateos eran, en 1975 el 19% y en 1990 el 37%.

La secularización de la sociedad La secularización es el paso de una situación en la que el factor religioso enmarcaba el conjunto de las actividades sociales y las diferentes esferas de la vida de las personas, ejerciendo el monopolio del sentido y el valor para la vida, a otra en la que coexiste junto a otros factores y se reduce a una opción personal y al ámbito de la conciencia. El resultado más palpable del proceso es la pérdida de influjo de la religión en el terreno político y social y últimamente en el de la vida coti-diana de las personas: vivir con un planteamiento religioso se

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mantiene normalmente en la reserva, o sea, sin que aparezca en el trato y la vida cotidiana" La creencia ya nos remite automáticamente a una pertenencia institucional. La institu-ción se muestra cada vez más incapaz de prescribir a los indi-viduos un código unificado del sentido o normas deducidas de ese código. La razón de esa incapacidad está en la creciente vigencia de la autonomía de la conciencia y en la aceleración de los cambios en cuanto a las condiciones de vida que afectan a la visión del mundo y a la toma de decisiones. Aunque todo lo anterior esté dicho desde una toma de postura previa, y aunque aparecen juicios de valor, consideramos oportuno proponer algunos elementos para el balance, pues no se trata de satanizar el sistema sin matices, ni de intentar vivir al margen de un proyecto mundial, sino de ver con objetividad sus riesgos y sus escasas posibilidades y ser creativas para buscar espacios y alternativas. Algunas conclusiones sobre el análisis Este proceso de mundialización de la economía con el modelo neoliberal, se manifiesta en lo social por el debilitamiento de las organizaciones populares, las migraciones y la expulsión de grandes mayorías; en lo político, por la subordinación de la política a las "leyes del mercado" dictadas por un grupo reducido de personas; en lo_ cultural por el poder de los medios de comunicación, el consumismo y el individualismo; en el aspecto ético por la corrupción generalizada, la crisis de la moral pública y 'la autonomía de la economía frente a la ética; en lo religioso por el

'' TORNOS, A. YAPARICIO, R. ¿Quién es creyente en la España de hoy? PPC 1995.

crecimiento de las sectas, el retorno al espiritualismo y la falta de compromiso, el intimismo, la increencia, la indiferencia y los fundamentalismos. La globalización aparece como algo inexorable y como un fenómeno imparable en el que de grado o por fuerza, todos estamos atrapados. No sólo es imparable sino que al decir de los expertos sus efectos se irán sintiendo de un modo creciente en toda la sociedad. Sin embargo, se está abriendo una gran polémica entre los entusiastas y los impugnadores de la globalización. A raíz de la grave crisis financiera del verano de 1998, son muchos los que se identifican con esta afirmación "En cosa de unos meses hemos pasado de una globalización que, a juicio de sus defensores, podía acabar con la crisis, y pasar a otra crisis que amenaza acabar con la globalización". Pero lo cierto es que el fenómeno está presente y tiene grandes repercusiones en todas las áreas de nuestra sociedad. Lo que nos queda es trabajar para que sus tendencias deshumanizantes y discriminadoras se conviertan en factores de humanización y democracia. Se trata de un fenómeno complejo que exige de nosotras un discernimiento para descubrir los aportes positivos que debemos reconocer, apoyar y promover. Es alentador constatar que, a pesar de su enorme fuerza, la globalización i a ogrado eliminar la gran reserva cultural que se construye cotidianamente desde la vida de los ciudadanos que se realizan

La globalización no solamente es portadora de males. La "aldea planetaria hace que vivamos los acontecimientos mundiales con interés y sensibilidad. La globalización puede y debe ofrecer al-ternativas para la defensa del medio ambiente, la lucha contra el

desde la cotidianeidad y la solidaridad.

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narcotráfico, el terrorismo y el armamentismo. Frente al desprestigio de los partidos políticos y la debilidad de los sindicatos, están surgiendo nuevos poderes bajo la rúbrica de la sociedad civil; en muchos lugares el aporte cívico se está constituyendo en un poder popular. Se van creando redes de solidaridad entre los pueblos, entre el Norte y el Sur y la presencia femenina en todos los espacios es cada vez más gravitante. Los movimientos por los derechos humanos son también cada vez más numerosos. La lista de estos gérmenes de vida podría ser mucho más larga y es responsabilidad nuestra fortalecerla y agrandarla. Cada una desde donde estamos podemos y debemos aportar algo a este gran proceso de humanización que es, en definitiva, un camino de construcción de fraternidad. Frente a cualquier tipo de derrotismo, creemos que es posible la superación de las amenazas, y que esa posibilidad está en la responsabilidad de todos los seres humanos. El mundo no está resuelto en ninguna parte y, por eso, la posibilidad de lograr mayores cotas de humanización está siempre abierta.

Los provinciales jesuitas de América Latina, en noviembre de 1996, hacen un juicio ético del sistema en el que expresan su preocupación por los estragos que el neoliberalismo causa en el subcontinente y consignan su resistencia a aceptar que las medidas económicas aplicadas sean la única manera posible de orientar la economía. Indican los ejemplos perversos de su aplicación, pero también señalan algunos aportes positivos como: la contribución del mercado para elevar la oferta de bienes de mejor calidad y precio, la reducción de la inflación, el haber liberado a los gobiernos de tareas que no les competen, la austeridad fiscal que utiliza mejor los recursos públicos y el incremento de las relaciones comerciales. Pero junto a esta posición está la de no aceptar ninguna señalización positiva del neoliberalismo, porque nada

32 puede justificar la realidad de los empobrecidos del mundo "desde la opción por los pobres no podemos aceptar la terrible desigualdad del mundo de hoy que no sea éticamente perversa, por muchas que sean las mutaciones que la tecnología haya introducido en la producción, o por deslumbrante que resulte el crecimiento

económico de los dragones del sudeste asiático o por compleja que nos parezca la realidad actual. Reconocemos los cambios sustanciales en algunos aspectos, pero nuestra percepción es que la estructura de fondo de la problemática ética permanece e incluso se ha agravado" 14

Adela Cortina escribía recientemente en la revista "Vida Nueva" un artículo titulado "Más allá del neoliberalismo" en el que analiza tres posibles posturas frente a esta corriente económica y política; la de los catastrofistas que describen las gravísimas consecuencias del neoliberalismo sin dar soluciones, la de los conformistas que consideran imposible cualquier cambio y acaban justificando la situación y la de los que optan por la razón diligente, que critican la situación de injusticia que el sistema genera pero a la vez proponen caminos para superarla porque entienden que hay que eliminarla. Termina el artículo diciendo: "Es preciso aprovechar el hecho de que desde el propio mundo económico se este pidiendo una regulación mundial para exigir que esa regulación se diseñe de tal forma que no se amplíe el abismo entre países ricos y pobres, es preciso aprovechar el hecho de que los nuevos protagonistas de la historia no sean sólo los estados nacionales y las empresas multinacionales sino también los organismos civiles internacionales (incluidas las religiosas), para forzar a unos y a otros a establecer un orden ético. Porque la historia no está en manos de fuerzas incontroladas sino de seres humanos". '4 VIGIL, J. M. Cambio de paradigma en la Teología de la Liberación..

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En la sociedad global de la información, y en la medida en que se van ampliando las comunicaciones mundiales, todas las personas esperamos más y se agrava más la contradicción ética que supondría cerrar los ojos ante la pobreza y la exclusión que se hace visible como una realidad que hiere y ofende. Puede ser una oportunidad para la toma de conciencia, una oportunidad para los últimos. Por otra parte, los medios de comunicación social son un vehículo muy efectivo para la masificación de la cultura y hay que trabajar para que sean cauce para la solidaridad y un arma eficaz contra la corrupción y la impunidad. La globalización económica debería ser una ocasión para la humanización: recrear el concepto de desarrollo humano a partir del paradigma de la solidaridad, recrear y reinventar el sentido de la comunidad mundial. Como ha dicho Casaldáliga: "no nos negamos a la "globalización" o "mundialización" Queremos la mundialización; pero otra. (...) Nos negamos a meter el_ cuello en la argolla de esa "condena a_ una sola alternativa" ahora ñeoliberal (.. TLa otra mundialización, la que propugnamos y en la que debe inscribirse apasionadamente nuestra Patria Grande y todos y cada uno de sus hijos e hijas, proclama "un solo mundo con un proyecto común" de vida y justicia, de solidaridad y reparto, de libertad y utopía, de respeto fraterno y de_paz real. Sin mayores ni menores. Desde la propia identidad en interacción con las otras identidades, todas venerables. Reforestar el corazón, "pisando cuidadosamente sobre la Tierra", como demanda el Corán. "Pensando mundialmente y actuando localmente", o continentalmente y mundialmente también. Integrados, primero, en Nuestra América, no precisamente en "mercos" del norte o del sur teledirigidos, sino en pueblos adultamente protagonistas. Preocu ados no por la "sostenibilidad del sistema (capitalista o

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neoliberal) sino por la sostenibilidad de la sociedad humana" ~(Boff) digna de este nombre"". Nosotras nos unimos a esta mundialización de la Patria Grande "Un solo mundo con un solo proyecto común". Mirando a nuestro grupo y teniendo en cuenta nuestra realidad, respetando la visión de la realidad de cada una, en interacción con las otras identidades. Ésta es la comunión.

II. FUNDAMENTO Y RAZÓN EVANGÉLICAS DE LA MISIÓN

JESUCRISTO ES EL FUNDAMENTO DE NUESTRA VOCACIÓN Y MISIÓN. 1. La vida de Jesús está enmarcada por estas dos realidades, Abba

(filiación) y Reino (fraternidad): la Paternidad de Dios y el Reino de Dios entre los hombres. Toda su misión, su predicación, toda la praxis (curaciones, polémicas, etc) giran en torno a este doble polo. La misión del cristiano se _ fundamenta en el seguimiento de Jesús, y se realiza participando en la mision de la Iglesia

2. Jesús muere como consecuencia de haber vivido así y para eso. La

muerte de Jesús no es consecuencia de una incomprensible justicia de Dios, sino que es una consecuencia de su vida. La vida de Jesús resulta ser una de las más conflictivas de la historia, y es percibida como una amenaza para los poderosos, cuyo instinto de autodefensa les lleva a buscar el camino para quitarlo de en medio. Y quitarlo de en medio no como «rebelión»

` s CASALDÁLIGA, P "La otra mundialización" en Agenda Latinoamericana, Internet.

(WWW uca.edu.nilkoinonía/logosllogos25.htm)

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contra Dios, sino como defensa de Dios: en nombre de Dios y bajo la acusación de blasfemia. A Jesús no le ma

tan «los malos», sino los oficialmente buenos: las autori- ----- - dades y los sacerdotes. En una palabra, Jesús murió por

que fué rechazado. Rechazado «por el sistema», diríamos hoy. Pero bien entendido que se trata no sólo del sistema «judío», sino del sistema «humano». Pero el Padre resucita a Jesús, y su Resurrección es el sí de Dios a su proyecto y ese es el motivo de nuestra esperanza.

3. El seguimiento de Jesús, que configura nuestra misión, nos compromete con el mundo que queremos transformar según el plan de Dios y nos lleva a optar por los pobres. Hemos de vivir conscientemente la realidad de nuestro mundo «Los gozos y esperanzas, las tristezas y angustias de los hombres, sobre todo de los pobres y afligidos de toda clase, son también los gozos y esperanzas, las tristezas y angustias de los discípulos de Cristo» (G.S.)

LA MISIÓN DE LA IGLESIA

4. Según el mandato de Jesús: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la Creación» (Mc. 16,15), La misión de la Iglesia es evangelizar, anunciando y dando testimonio del Amor de Dios a través de la palabra y de las obras. "La Iglesia, pueblo de Dios, tiene como exigencia luchar para la dignidad y libertad de los hijos de Dios, como ley el precepto del amor como el mismo Cristo nos amó y como fin, el Reino de Dios, la comunión de todos los seres humanos entre sí y con Dios" (L.G. 9).

Toda la Iglesia está llamada y enviada a transformar el mundo. Por ello, la secularidad es una dimensión esencial de toda la comunidad eclesial. La Iglesia no es para sí, existe en el mundo y para el mundo.

Su secularidad arranca de la llamada del Señor para que sea signo eficaz de la acción transformadora de Dios en nuestro mundo.

5. El laicado cristiano está llamado a significar y hacer visible la dimensión secular de toda la Iglesia. El mundo es su lugar propio y su específico lugar eclesial. Las laicas y laicos cristianos, tanto por su modo de vivir como por su lugar de actuación, son enviados, desde la Iglesia y por la Iglesia, para poner de relieve el profundo sentido cristológico

del mundo y la extensa presencia de Dios en medio de él (LG. 31; CL 26). Por ello, han de vivir conscientemente la realidad social, sus problemas, preocupacio

6. El campo propio de nuestra actividad evangélica, como «lai-cas consagádás» en la Iglesia, es este mundo complejo y complicado de la política, de la economía, del compromiso sindicál, dula cultura, de las ciencias, de la vida internacional, del arte, de los mass-media, de las organizaciones cívicas, sociales y eclesiales (catequesis, movimientos, consejos pastorales) contribuyendo también desde estas instancias a la evangelización liberadora. También debemos estar

LA MISIÓN DEL LAICADO

nes, esperanzas, conquistas y fracasos, y comprometerse en su transformación desde el Plan de Dios.

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presentes en los espacios ecuménicos y de diálogo entre las religiones para que la Iglesia sea signo de Dios Padre y Madre de toda la humanidad. Las acciones organizadas no pueden sustituir nuestra obligación y nuestra eficacia en prestar ayuda a los que nos encontramos en el camino, partiendo siempre de sus necesidades y no sólo de nuestros intereses. Debemos estar atentas a todas las situaciones de nuestra vida familiar, profesional, ante el sufrimiento. En todos los espacios-debemos vivir plenamente nuestra misión.

LA OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS POBRES, REFERENTE DE NUESTRA MISIÓN 7. Nuestro Dios no es un Dios neutral o desinteresado frente a las

injusticias y marginaciones que padecen los seres humanos, está a favor de los pobres y de los excluidos de la sociedad. Liberar al hombre es quitarle sus ataduras. «La salvación, don del Padre en Jesucristo, presente en el mundo y que nosotras reconocemos a través de signos, se da mediante la transformación de la realidad en la evangelización liberadora, anunciando con obras y palabras el Cristo de hoy a los hombres y mujeres de hoy, y mostrándoles que en la acogida a Cristo salvador está su plena liberación» (Estatutos, n° 21)

S. Al contrario que los ídolos -dioses creados por los intereses de los

hombres-, el Dios verdadero es Dios de vida: ama la vida que El mismo ha dado a todo ser humano. Por eso Dios no quiere que nadie quede excluido de los bienes de la creación y de la tarea propuesta al ser humano en ella.

DIOS HA DESTINADO LOS BIENES DE LA TIERRA PARA USO DE TODOS 9. El Concilio Vaticano II lo ha recordado: "Dios ha destinado la

tierra con todo lo que contiene al uso de todos los hombre y pueblos, de manera que bajo la guía de la justicia, inseparable de la caridad, los bienes creados han de llegar igualmente a todos" (GS, 69) "Todos los demás derechos, sean cuales sean, incluyendo los de propiedad y de libre comercio, están subordinados a ellos. No han de estorbar, sino al contrario, han de facilitar su realización, y constituye un deber social grave y urgente devolverlos a su finalidad primera" (P.P. 22). En esta carta encíclica de Pablo VI se acentúa con fuerza esta orientación, ya que «si la tierra fue creada para procurar a cada uno los medios de subsistencia y los instrumentos de su progreso, todo hombre tiene derecho de hallar en ella lo que necesita».

El documento de Medellín sobre la pobreza de la Iglesia (n° 10) dice: "Debemos agudizar la conciencia del deber de solidaridad con los pobres, a que la caridad nos lleva. Esta solidaridad significa hacer nuestros sus problemas y sus luchas. Esto ha de concretarse en la denuncia de la injusticia y la opresión, en la lucha cristiana contra la intolerable situación que soporta con frecuencia el pobre, en la disposición al diálogo con los grupos responsables de esa situación para hacerles comprender sus obligaciones".

La opción por los pobres, además de ser "una exigencia del Evangelio de la caridad" es, también, "un criterio de discer-nimiento pastoral en la praxis de la Iglesia".

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10. Uno de los as ectos decisivos de la salvación que conocemos por la revelación es declaramos que, e, aunque la situación de la humanidad, parece haber alterado el-proyecto de -Dios, haciendo que su designio no se realice, Él, lo mantiene como posible por don suyo. Por esto nos invita a cumplir esta tarea con su gracia: «Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo. Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios» (Ez.36-28).

JESÚS Y LOS MARGINADOS. 11. Jesús se presenta como la manifestación del amor de Dios a los

hombres, pero de manera especial a los marginados y excluidos, de una forma totalmente gratuita: Dios quiere «salvar lo que se había perdido» (Le. 15,3-7; Mt.18, 10-14). Jesús renuncia a una vida de «privilegios» «El que era de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de si mismo tomando la condición de siervo» (Fil.2,6-7).

12. El reino de Dios es a la vez «utópico» y «real»: se hizo presente

en Jesús y se está haciendo presente mediante «signos» concretos y efectivos, aunque parece que nunca acaba de realizarse plenamente. Jesús no transformó las estructuras de la sociedad, pero puso una simiente o fermento (Mc.4,26-32) que ha de ir transformándola desde dentro, abriendo paso a una nueva esperanza. El reino y la transfor-mación de la humanidad y de la Iglesia no viene por imposición sino por conversión (Me.1,15). Esto es precisamente la Buena Nueva, de la cual brota la llamada y la posibilidad de conversión a una nueva escala de valores diferentes de los del mundo.

13. El mejor resumen de la misión de Jesús, es el que Él mis-mo, leyendo el texto de Isaías hace en la sinagoga de Nazareth: « Me ha enviado a anunciar a los pobres la Buena Noticia, a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor» (Lc.4,16-21).

14. Los pobres son declarados «bienaventurados», no por su

pobreza y marginación, sino porque en la medida en que se vaya realizando el Reino, ellos ya no serán objeto de marginación y de explotación. Los ricos, en cambio, son llamados a practicar ¡ajusticia y a compartir efectivamente sus bienes con los pobres.

15. El seguimiento de Jesús supone la disponibilidad de toda

nuestra vida (lo que somos y tenemos) al servicio de los demás y especialmente de los más necesitados. Se trata de vivir el espíritu de las Bienaventuranzas que implica: entrega, riesgo, generosidad, confianza y renunciar a poner la seguridad en el dinero y en los bienes materiales. Sobre el amor al prójimo nos da «la regla de oro del evangelio»: «Haced a los demás todo aquello que queráis que ellos hagan por vosotros», «Amaos como Yo os he amado».

16. Las mejores anotaciones de Lucas sobre el comportamiento

cristiano hacia los pobres están contenidas en las parábolas del rico Epulón y del Buen Samaritano. (Le.16,19-31), nos narra cómo el Rico Epulón a su muerte es castigado por su dureza de corazón y quiere utilizar al pobre para su conveniencia. En la segunda, (Le. 10,25-37) quiere enseñarnos que lo importante no es seguir las normas y la práctica de

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los maestros de la Ley, sino practicar el amor de una manera efectiva. Si la del rico Epulón estigmatiza la inconsciencia de los ricos que no quieren ver a los pobres que están a las puertas de su casa, la del Buen Samaritano estigmatiza a los piadosos que corren hacia sus devociones y ceremonias sin atender a los pobres que yacen en las cunetas de los caminos. La parábola del Buen Samaritano quiere enseñarnos que lo importante no es seguir las normas y la práctica de los maestros de la ley, sino practicar el amor al prójimo de una manera efectiva. Nos enseña que el prójimo es, cualquier persona que encuentras al margen de tu camino.

17. Con un maestro tan explícito como Jesús, es obligado que

nuestra fe nos empuje a trabajar para implantar la justicia y ayudar a las personas que sufren. Nuestra tarea en este mundo es vivir la filiación de Dios que nos lleva a experimentar su amor misericordioso y a transmitirlo a los demás, construyendo un mundo más fraterno. Nuestra misión laical está plenamente enraizada en esta lucha solidaria para que los hombres y mujeres del mundo puedan vivir dignamente. La exigencia primera de la caridad es la justicia social, es su fundamental e irrenunciable forma de expresión y realización. Dios quiere a los hombres y mujeres libres y felices. Toda forma de discriminación social o cultural en los derechos de las personas debe ser superada y eliminada por ser contraria al plan de Dios.

SENTIDO DE MISIÓN HOY 18. El Concilio Vaticano II inició un cambio profundo al hablar de

«misión». Se habló poco de las «misiones», pero se afir mó que es la Iglesia entera y en todas partes la que está en misión. La Iglesia es misión y la realiza: « Como un pueblo en marcha a lo largo de la historia».(G.S.). La misión de la Iglesia es: «Continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra misma de Cristo,

quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido»(G.S.).

19. En los 25 años de postconcilio aparecen como elementos

integrantes y necesarios de la misión: La inculturación, el diálogo interreligioso y la liberación.

20. La inculturación (expresión y vivencia de la fe a través de

modelos culturales distintos, tanto en el espacio como en el tiempo) no es sólo necesaria en las Iglesias nuevas sino también en las viejas Iglesias que tienen que enfrentarse con la increencia, la secularización a ultranza y la pérdida de valores esenciales.

21. Es necesario reconocer la legitimidad de otras confesiones religiosas: El diálogo ecuménico debe abrirnos a los valores de las demás religiones, culturas y filosofias y no debe limitarse a la comprensión y a la tolerancia sino que debe implicar la colaboración mútua en la defensa y promoción de los valores humanos y espirituales comunes y de la lucha contra la pobreza en el mundo.

22. La liberación, como hemos visto en Jesús, nos exige una

opción preferencial por los pobres, coherente y firme que marque nuestro estilo de vida y nuestra espiritualidad.. »Es una llamada al compromiso con la realidad luchando contra les causas de la injusticia que oprimen al hombre y mostrán

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dole que en la acogida a Cristo Salvador está nuestra plena liberación» (Estatutos, n°21).

23. Nuestra misión como laicas en la Iglesia la vemos expresada

en la Constitución Lumen Gentium, que dice: «Los laicos tienen como vocación propia el buscar el Reino de Dios, ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios. Viven en el mundo, en todas y cada una de las profesiones y actividades del mundo y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, que forman como el tejido de su existencia. Es ahí donde Dios les llama a realizar su función propia» (L.G.13).

24. Esta misión se concreta en dos ámbitos fundamentales:

• La caridad que se hace servicio: La ayuda a personas concretas, acompañándolas en su promoción humana integral.

• La caridad política Los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la política, es decir de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien co-mún. Y «Quienes son capaces de ejercer ese arte tan difícil y tan noble que es la política, luchen con inte-gridad moral y con prudencia contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido político; conságrense con sinceridad y rectitud, más aún con caridad y fortaleza política al servicio de todos.» (G.S.75)

25. Tenemos motivos para el compromiso social, razones para unir nuestra fe con esta construcción del mundo que para nosotros es la forma de hacer presente el amor de Dios en él. Esta es nuestra misión, para esto vino Jesús y nos llamó a su seguimiento.

III. LA MISIÓN DEL IMS HOY 26. Don Rufino nos habla de la misión "corno respuesta en

fidelidad a Dios, a la Iglesia y a los hermanos". Nos pedía que estuviéramos atentas para "descubrir en cada momento la voluntad de Dios y responder a ella con apertura a los signos de los tiempos. Intimidad con Jesús para reconocer su voz en los acontecimientos, y advertía que "no 'podemos tender a una deserción de la vida, sino a una penetración en ella, en cualquier dominio, a fin de influir en ella".

27. Ma Camino dice hablando de D. Rufino que sólo pudo realizar

su propósito en parte. En sus manos el Instituto hubiera ido evolucionando naturalmente al compás de los tiempos. Murió demasiado pronto. "Las misioneras son las que han realizado, desarrollado, lo que él preveía, lo que él adivinó y no pudo hacer (...). Nos quería en el mundo, con un profundo sentido religioso, con una consagración álios, pero libres de trabás. "Nó--sé atén a la letra de lo que les digo -decía-, respondan_a la necesidad actual en que vivan que para a eso son. Prescindan de lo accidental. Tienen que tener un espíritu muy ágil para las necesidades actuales, de lo contrario, el espíritu se aprisiona y se harán inútiles".

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«Nos definimos como una comunidad que, reconociéndose convocada por el espíritu de Jesús, se reúne para compartir una misma vocación y misión. Así hacemos presente una forma concreta de vivir el compromiso en el mundo y ac-tualizamos el misterio de la Iglesia» (As 73, pág. 17). "El seguimiento de Jesús en todos los aspectos de nuestra vida es para nosotras lo esencial, aquello que nos congrega y constituye la raíz de nuestra identidad como grupo. Por ello nos parece necesario potenciar y actualizar en nosotras la vivencia que reconocemos como un don -de una constante participación en el Espíritu de Jesús aquí y ahora", una vivencia que impregne y motive nuestra existencia en pro-fundidad. (As 81, pág 13) "Asumiendo los valores de Jesús y su modo de construir el hombre y el Reino nuevos" (As 81, pág. 13). "Comprometidas en la transformación global de la realidad en que estamos insertas" (As 81, pág 19). "Enraizadas en la comunidad humana, compartiendo sus posibilidades y limitaciones" ... "para construir un mundo en la verdad, la justicia, en la libertad y en el amor" (As 81 pág. 18).

Insertas en la Iglesia, creyendo en Jesucristo, tal como la comunidad eclesial cree", y "reconociéndola como la comunidad de creyentes que hace presente a

Cristo en la historia", "viviendo en constante búsqueda, aportando la vida desde nuestras tareas seculares, para colaborar en la misión salvadora de la Iglesia, desde nuestra vocación concreta y vivir en plena comunión con ella (As 73, pág. 26-27).

"Siendo fieles a su misión, teniendo precisamente por fidelidad a la misión de la Iglesia, una postura crítica frente a ella (As 81 pág. 39). "Sintiéndonos miembros de la Iglesia, responsables y activas (As 81 pág. 40)

29. Y nuestros Estatutos recogen así lo referente a la misión:

"Jesús enviado por el Padre, tiene la misión de darlo a conocer a los hombres y anunciar el Reino. Para realizarlo se comprometió hasta llegar a la muerte: vencida ésta, nos envió el Espíritu para su continuación. Este es el fundamento de nuestra misión, concretado en el compromiso con la realidad en la evangelización liberadora" (18). "La fe vivida y compartida en la Comunidad IMS nos tiene que llevar a criticar la realidad y nuestro modo-de compromiso con ella, y al- mismo que,interpelar nuestra fe, para

tiempo, la vida tiene descubrir y hacer presente en el mundo el espíritu de Jesús que juzga y libera" (19).

"El compromiso con la realidad nos lleva a insertarnos en ella, analizándola desde los intereses de los pobres, oprimidos y marginados, luchando contra las causas de la injusticia y de la pobreza, solidarizándonos con quienes la pade

28. El IMS se reafirma en su comunión con la Iglesia por ser el Instituto una comunidad de creyentes y por haber surgido como grupo con un carisma de amor a la Iglesia. Y fiel a su intuición, apuntó desde el principio a las características de la misión del laico en la Iglesia tal como ésta los ha ido definiendo y madurando. Lo confirman distintas Asambleas en que hemos expresado nuestra identidad y misión.

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Con y cooperando en la transformación del mundo según el Plan de Dios. La esperanza en su promesa y la vivencia de las bienaventuranzas fundamentan la permanencia en el com-promiso y nuestro estilo de vivirlo. El modo de vivir este compromiso y de estar insertas en la realidad es una opción personal de cada miembro, lo que da lugar al necesario plu-ralismo. "La comunidad y la autoridad IMS, impulsan, orientan y disciernen esta opción (a tenor del art. 22), para garantizar la unidad en el pluralismo" (20).

"La salvación, don del Padre en Jesucristo, presente en el mundo y que nosotros reconocemos a través de los sig-nos, se da mediante la transformación de la realidad en la evangelización liberadora, anunciando con obras y pala-bras el Cristo de hoy a los hombres y mujeres de hoy, y mostrándoles que en la acogida a Cristo salvador está su plena liberación" (21).

En nuestro medio de ayuda IMS, en actitud de obedien-cia, nos comprometemos a hacer explícito el modo en que concretamos la misión en nuestra vida, y en él recibimos la iluminación desde la Palabra, las orientaciones de la Iglesia y los signos de los tiempos, el espíritu IMS, y la fuerza y el impulso para obrar en consecuencia. Así mismo, el medio se compromete a seguir el proceso personal de cada una" (22).

30. Todo esto es fundamental para nosotras y lo hemos de vivir en

el hoy. En esta sociedad deshumanizada que nos ha tocado vivir y donde el fenómeno de la exclusión política y económica alcanza cada día a más personas y pueblos, tenemos

que luchar tanto por la transformación de las estructuras en las que estamos insertas como de las personas que las integramos. Teniendo fe en el cambio de las personas y en esta Iglesia para que con el esfuerzo de todos nosotros, de todos los creyentes y la gracia del Espíritu hacer que sea signo cada vez más claro de la presencia de Dios entre los hombres y sacramento de salvación.

31. Según hemos planteado al inicio, hoy parece que no hay

nada seguro con respecto al futuro inmediato de nuestras sociedades y tenemos que tomar conciencia de que es esta nuestra realidad y que debemos enfrentarnos a los retos que esto supone.

Hoy se habla de evolución y cambio igual que antes se hablaba de certezas y dogmas. Esto nos crea unas veces inseguridad y miedo al riesgo y otras veces autoafirmación en nuestras seguridades, consciente o inconscientemente, defendiéndolas con tal firmeza que podemos convertir lo que son medios (instituciones) con lo que son fines (El Reino de Dios), desdibujando la respuesta a los signos de los tiempos. En medio de esta coyuntura, insertas en la realidad es donde ineludiblemente tenemos que vivir, si queremos ser fieles a nuestra opción, la fe y la esperanza. En la realidad diaria esta dimensión de fe, nos aporta una perspectiva de esperanza -relacionada con saber descubrir la presencia salvadora de Dios en la historia- que ayuda a permanecer en el compromiso a pesar de las dificultades. Ma Camino, en un momento de nuestra historia nos decía "nuestra fuerza es sabernos en manos de Dios".

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32. La incertidumbre, lo provisional y a veces lo contradictorio de la realidad, nos da inseguridad y la inseguridad puede generar pasividad y mecanismos de adaptación, por lo que hay que ser conscientes de ello para no caer en esta trampa. Reencontrémonos con Jesús en su propia limitación, en su propio no saber, desde sus búsquedas y dudas, en la oración personal y comunitaria. En un mundo que cambia de valores, el discernimi o c uu iranio y el estar atentos a la lectura de los signos de los tiempos es lo que nos va marcando el lugar de nuestra respuesta. (UNO n° 91)

33. Estamos llamadas a recrear la historia de Jesús desde la nuestra,

con la fuerza de su Espíritu y a traducir el evangelio con hechos y palabras comprensibles a los hombres y mujeres de nuestra época. Anunciar el Cristo de hoy a los hombres y mujeres de hoy. En cualquier circunstancia de nuestra vida, en el quehacer cotidiano, la acogida y el apoyo que nos demos, la preocupación y paciencia de unas con otras y todo lo que ayude a crear vínculos fraternos entre nosotras y hacia los demás, forma parte de nuestra misión. Tenemos que encontrar las huellas en nuestra vida cotidiana. Y conscientes de que la presencia transformadora en nuestros ambientes es tan necesaria hoy como ayer, debemos encontrarnos ahí con Dios, origen del amor, y ayudarnos en esa tarea, que se vive a veces entre conflictos e inseguridades.

34. Tenemos que ayudarnos a seguir siendo creativas e imaginativas

en la búsqueda de nuevos espacios para la solidaridad, apostando por la redistribución del empleo disponible, tanto con la disposición personal (jubilación anticipada, disminución de jornada cuando sea posible, no horas extras...) como

en apoyo a iniciativas sociales, participando en proyectos de economía alternativa y renta básica, luchando contra la exclusión y la marginación, buscando cambios estructurales, participando en la militancia política, en la acción municipal y sindical, en ONGs con fines sociales, en acciones que vayan encaminadas a potenciar la dignidad de las personas, propiciando espacios de acogida y calidad humana etc.

35. Dando respuesta a lo que hemos visto en la primera parte de la

ponencia, debemos universalizar la solidaridad, reconociendo las diferencias étnicas, culturales y de género. Ello se puede concretar entre otras cosas en:

• Acoger a los inmigrantes y desplazados. • Apoyando proyectos de desarrollo en los países em

pobrecidos. • Generando redes de cooperación Norte-Sur. • Denunciando la conculcación de los derechos de las

personas y de los pueblos. • Favoreciendo el diálogo intercultural. • Promoviendo la educación para el desarrollo humano

y sostenible.

"Así debe ser el corazón de los cristianos. Todos unidos como hermanos, como hijos de un mismo Padre, con un destino común. El corazón debe extenderse a todo el uni-verso, mirando con mirada ecuménica. De lo contrario se destruye el espíritu cristiano. Si tuviéramos estas grandes preocupaciones, no nos detendríamos en pequeñas cositas, en tonterías» (SA. ch 242).

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36. En un planeta limitado, en el que no hay recursos suficientes para que todos vivan como en el "barrio norte", adquirir un estilo de vida austero porque por vivir como vivimos los del primer mundo, mueren como mueren los del tercero y los excluidos. Frente a la explotación desmesurada que pone en peligro la vida de las futuras generaciones y de la tierra misma, respetar la integridad y los ritmos de la naturaleza (SRS 26). Es importante nuestra aportación a la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales, colaborando con grupos ecologistas y pequeñas acciones que marquen un modo de vida dándoles un sentido de solidaridad universal.

37. En una democracia que es poca y para pocos, promover la

participación ciudadana:

• Colaborando en la restauración del tejido social. • Potenciando acciones colectivas y plataformas de

coordinación. • Impulsando y acompañando compromisos políticos y

sindicales. Ante la supremacía de lo económico luchar para que las privatizaciones encubiertas de la sanidad, las pensiones, la educación, que se están implantando sutilmente en nombre de "seguridades", no pasen a ser negocios privados y estén al alcance de todos y en especial de los pobres, marginados y excluidos.

"Los apóstoles ejercían un ministerio universal. Estaban en todas partes: en sus casas, se desenvolvían en el anonimato en distintas esferas(...),"Creo que en el siglo veinte se debe repetir este espectáculo. La Iglesia necesita apóstoles que estén en contacto directo con el mundo" (SA ch 108).

38. Frente a una utilización de los medios de comunicación de masas que, paradójicamente, dificultan la comunicación, atrofian la creatividad y reproducen valores y modelos de comportamiento al servicio del Neoliberalismo, hemos de aprovechar las posibilidades educativas e informativas que los medios ofrecen:

• Educando y educándonos en capacidad crítica. • Aprendiendo a seleccionar la información. • Formándonos para saber utilizarlos. • Promoviendo espacios de comunicación alternativos.

"Prepárense bien (...). Han de saber todo lo fundamental para que puedan desenvolverse (...). Todas las épocas tienen un modo de ser particular. Y hoy día hay que estar preparados para dar al mundo la doctrina según las exigencias de la época (SA ch 245).

39. Todo esto es parte de nuestra misión, contando siempre con

nuestras potencialidades. Quizá no logremos hacer muchas cosas, pero lo importante es que nuestros esfuerzos se orienten en esta dirección, teniendo presente a la viuda del evangelio, no importa la cantidad que daba, importa que era todo lo que tenía y lo entregó y por esto Jesús la puso de ejemplo. Tenemos diversidad de dones y valores, cada una los tendremos que poner al servicio de los más necesitados. La pluralidad y riqueza que tenemos en el grupo IMS hay que potenciarla, lo mismo que tenemos que potenciar el discernimiento personal y comunitario para analizar dónde y cómo tenemos que estar, y en qué campos, para luchar contra el sistema y estructuras marginadoras.

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El voluntariado se ha prodigado mucho y hoy día se están detectando algunos desajustes. Nunca el voluntariado puede quitar puestos de trabajo ni ofrecer ayuda sin analizar la calidad de la misma. En éste, igual que en otros compromisos, se necesita la contrastación en el medio IMS.

40. Como mujeres, debemos involucramos cada día más en la

lucha por la completa participación de la mujer tanto en la sociedad como en la Iglesia. Debemos luchar contra toda discriminación hacia la mujer, y como mujeres creyentes, nos es necesaria una postura crítica y de denuncia del silenciamiento y exclusión, sufridas por la mujer en nuestra Iglesia.

41. En un mundo en el que tantas personas han perdido el sentido

trascendente de la vida (agnosticismo, increencia, fundamentalismo), y en el que "la negación de Dios no cons-tituye, como en otras épocas pasadas, un hecho insólito e individual, sino que se presenta como exigencia del progreso científico y de un cierto humanismo nuevo" (GS 7), debemos tener presente que construir el Reino nos exige mantener una coherencia fe-vida y dar testimonio de nuestra fe, explicitando cuando sea posible, el verdadero sentido de nuestra vida.

Nuestra misión dentro de la propia Iglesia nos debe conducir a potenciar y hacer patente una Iglesia más creíble y más evangélica. Una Iglesia más participatíva y democrática, so-lidaria y testimonial, pobre, más fraterna, donde no se ex-cluya a nadie; comprometida con el ecumenismo, abierta a

54 trabajar codo a codo con personas y grupos sociales que, aún partiendo de posiciones diversas, se encuentran sinceramente en la lucha por la justicia, la paz, la libertad y la felicidad de todos los seres humanos y más acorde con sus derechos.

Desde las comunidades de base, parroquias, movimientos

eclesiales etc. debiéramos potenciar e ir creando redes de organizaciones para que el Pueblo de Dios tenga voz. Sa-biendo que lo fundamental para nosotras es arraigarnos en el Dios de la vida, bebiendo de nuestras propias fuentes, discerniendo comunitariamente las decisiones y optando ra-dicalmente por Jesucristo y su Reino.

42. En esta sociedad con un número creciente de ancianos y

desde un Instituto con muchas personas mayores, nuestra misión es también realizar las posibilidades de llevar una vida plena, participando hasta que se pueda en la construcción de la sociedad. En estas circunstancias, para unas la misión consistirá en acoger a quienes lo necesiten, en crear vínculos fraternos en el barrio, en la familia, en cuidar solícitamente a los enfermos. Otras deberán mostrar a través de la aceptación de las dificultades que les pueda proporcionar una salud disminuida y una menor energía, que la vida del Espíritu es para nosotras la fuente de nuestra alegría.

43. Tenemos que saber vivir la misión también en la disminu-

ción que la edad y las enfermedades nos traen. Tal vez du-rante años hemos pensado que podíamos cambiarlo todo y no nos hemos preparado suficientemente para vivir la mi

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sión desde las "pasividades de disminución", y esto forma parte de nuestro compromiso, ayudando así también a la transformación de la sociedad. Del compromiso una no se jubila nunca.

44. Necesitamos una conversión profunda, tensar las cuerdas de

nuestro día a día, para que suenen bien allí donde estemos cada una, y hacer realidad lo que decíamos en la Asamblea de 1990: "tenemos el convencimiento de vivir una misma vocación y misión y la conciencia de que la misión de cada una es parte de la misión común".

Dentro de una misma vocación y misión común, también necesitamos tener conciencia de que, en una sociedad que vive en perpetuo proceso de cambio, debemos descubrir en ese signo la riqueza de Dios. Él ha creado un mundo basado en la más rica diversidad. Y así entre nosotras hay distintas perspectivas ante la verdad, la teología y la revelación; nos hemos movido en distintas culturas y grupos sociales, en problemáticas diferentes. Reflejamos así su imagen a través de una diversidad que a todas nos enriquece y completa. Nuestro quehacer será aprender a vivir con cambios, ofreciendo nuestra diversidad y discerniendo entre todas y en el medio IMS aquellas orientaciones y acciones más adecuadas para realizar nuestra misión.

45. Es difícil enfrentarnos con la incertidumbre, con lo provi-

sional y a veces contradictorio que nos rodea, y tenemos que ser conscientes de ello. Reencontrémonos con Jesús en nuestra propia limitación, desde nuestras búsquedas y dudas, conscientes de que Él asumió voluntariamente la condición hu mana y experimentó las mismas limitaciones, insegurida-des, búsquedas y dudas.

46. Desde nuestra pequeñez parece que es demasiado grande

nuestra misión. Por eso necesitamos la ayuda de la Comunidad y la de nuestra comunidad IMS. Hagamos que nuestros equipos y zonas, como lugares de comunión, discernimiento y contrastación, sean verdaderos vehículos del compartir de animar al compromiso, sin atosigar pero con exigencia, con ingenio y hasta con osadía. Reflexionemos seriamente si estamos pisando el freno o si estamos dispuestos a ayudar y a ser ayudados, a poner el pie en el acelerador y caminar con ilusión, creando fraternidad, huyendo del consumismo, compartiendo y siendo solidarias con los que no tienen.

47. Como exigencia de nuestra propia vocación, debemos ac-

tualizar nuestra misión y ser portadoras de esperanza. Esperar es creer que Dios ama al mundo. La esperanza cristiana nos alienta y estimula a caminar con ilusión creando fraternidad, nos capacita para asumir riesgos y colaborar con el proyecto de Dios en nuestras vidas. Nos capacita a experimentar el valor de la resistencia y la perseverancia para mantenernos en la búsqueda y a creer que el futuro es nuestro, porque el futuro es Dios, Señor de la historia.

48. Hoy, al comienzo del tercer milenio, aunque sufrimos con el

dolor del mundo y del Planeta y reconocemos la dificultad de construir nuevas relaciones de fraternidad, sin embargo no desesperamos. Por el contrario, reconocemos nuevamente la llamada que Dios nos hace, reafirmamos nuestro sentido misionero, nuestros deseos de fidelidad y nuestra dispo

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nibilidad para el Reino. Ratificamos nuestro compromiso de acoger y dar aliento a los movimientos del Espíritu, que continúan apareciendo en el camino, reafirmamos nuestra disponibilidad a Dios y a su servicio en la construcción del Reino y nuestro deseo de continuar discerniendo la llamada de Dios a través de los signos de los tiempos. Con la esperanza basada en la promesa de "un cielo nuevo y una tierra nueva" y confiando en que «el que inició en nosotras esta obra la irá consumando hasta el día de Cristo Jesús».

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