Ofensiva popular por la socialización del espectro radioeléctrico

ANMCLA: Construyendo un sistema público de comunicación, ni estatal ni privado, en manos de las comunidades populares y obreras

Como resultado de la Segunda Asamblea Nacional de Voceros, La Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos, movimiento revolucionario en el campo de las comunicaciones, expresa ante el país sus conclusiones sobre dos puntos fundamentales para el desarrollo del proceso revolucionario y su factibilidad como proyecto alterno al capitalismo: el sistema público de comunicación comunitario y la nueva Ley de Telecomunicaciones. Como en estos momentos se discuten a nivel nacional ambos puntos, estos son nuestros aportes, desde la experiencia que da la lucha.

La consigna estratégica de nuestro movimiento “construyendo un sistema

público de comunicación, ni estatal ni privado, en manos de las comunidades”

aparece por primera vez en un documento de la Anmcla al comandante

Chávez en el año 1999. Ya en aquel entonces entendíamos que no sólo

debíamos crear medios que fueran vocería del pueblo, sino que debíamos ir

más allá si se quería pelearle la hegemonía a las trasnacionales privadas y a sus

acólitos nacionales. Era necesario, conservando la fuerza de lo local, tener el

impacto de lo nacional, y para eso había que construir un sistema. Esta

consigna central se fue llenando de contenido: en discusión colectiva y como

resultado de la acción avanzamos en la creación y articulación de cientos de

colectivos por todo el país. Como fruto de esa experiencia de ya casi diez años

y en la actual coyuntura, expresamos:

� No somos medios de comunicación, somos voces de pueblo en lucha. Antes

de ser comunicadores, somos luchadores sociales. Por tanto, donde halla

una comunidad luchando por agua, comida, salud, educación, trabajo, debe

existir un medio de comunicación que sea vocero de esa lucha. Para

nosotros lo político es lo social.

� La construcción debe ser autónoma. El compromiso es con la clase y con la

revolución. El movimiento tiene un programa propio y debe tender a la

autosostenibilidad, construyendo espacios productivos. Cuando decimos “ni

estatal ni privado”, rompemos con el paradigma liberal de la propiedad,

según el cual la propiedad es privada o es estatal. Nosotros hablamos de un

sistema público en manos del pueblo. Esta ruptura de paradigma fue

recogida en la propuesta de reforma constitucional del 2007, en el

entendido de que en una sociedad socialista deben existir la propiedad

pública y comunal, diferentes a la estatal y a la privada.

� No solo basta con multiplicar los medios. Debemos construir un sistema (y

esto es un proceso, no se declara como si fuera la construcción de un

puente a inaugurar) si queremos construir una referencia distinta en el

plano de las comunicaciones, este tiene la tarea de convertirse en

instrumento del poder popular.

Además de esas consideraciones, este sistema debe:

1. Fortalecer las plataformas de lucha que lo conforman y lo articulan,

como son la Escuela de Comunicadores Populares, Agencia de Noticias

Alternativa, Red de Corresponsales Populares, Circuito de Imprentas

Populares, Plataforma Tecnológica, Unidad de producción de

Transmisores, Unidades de producción de Contenido Multimedia:

audiovisual, radial, web.

2. Debe avanzar a núcleos autónomos de “segundo piso”. Radios y

televisoras del sistema público cogestionadas por las comunidades con

alcance estatal y nacional, que articule con los medios comunitarios de

su zona de influencia.

3. El sistema debe tener espacio radioeléctrico para su desarrollo. Así como

avanzamos contra el latifundio, debemos luchar por la socialización del

espectro radioeléctrico. No puede ser que siendo el centro de la

propuesta comunicacional de la nueva sociedad, se siga marginando a

los medios comunitarios a los “restos” del espectro.

4. El sistema debe abarcar no sólo a los medios comunitarios sino también

a los libres y alternativos.

5. El Estado debe tener el compromiso por Ley, de impulsar el desarrollo

del sistema y de transferir al pueblo los recursos necesarios para tal fin.