P – r – o – c – l – a – m – a - P r e d i c a · 2019. 11. 5. · Iglesias del Golfo...

Iglesias del Golfo de México [P – R – O – C – L – A – M – A - P R E D I C A]

Preparando Vidas para la Eternidad Página 1

Proyecto P-r-o-c-l-a-m-a

Dios es el que nos da luz cuando abrimos la Biblia y nos

disponemos a estudiarla, ya sea para un estudio personal o para

compartir en la congregación. También es Dios quien pone

pensamientos en nuestro corazón con respecto a un tema en

particular, de tal manera que nos inquieta para trazar ese mensaje

o estudio.

Ese pensamiento llegó a mi corazón mientras estaba en el trabajo,

pensando sobre el proyecto “Proclama”. Pensé, ¿Y qué tal si hago

un acróstico de la palabra “Proclama”? De esa idea surgió lo

siguiente:

P – Predica

R – Repite

O – Ora

C – Camina

L – Lucha

A – Ama

M – Ministra

A – Atesora

Pretendo que esto, no solo quede como una idea de un bonito

acróstico, sino que sea un mensaje que se repita una y otra vez.



Que año con año se predique de cada palabra del acróstico de

diferentes maneras, pero sin perder el énfasis en cada una de ellas y

con acciones prácticas a tomar. Esto con el fin de recordar los

principios, objetivo y meta del proyecto. Que nos motive a continuar

con la labor misionera. Y quiero empezar en esta ocasión con un

mensaje sencillo (de cada palabra) y práctico. Ruego a Dios que les

pueda ser provechoso.

La primer palabra que surge es: P – Predica.

Verso base para esta palabra.

De esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no

donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar

sobre fundamento ajeno. [Romanos 15.20]

Lo que quiero resaltar de este verso y es donde deseo ponga su

atención, es el primer enunciado.

“De esta manera me esforcé a predicar el evangelio”

Quiero agregar el mismo texto en algunas otras versiones de la

Biblia, como referencia, para ver los énfasis que estas ponen en

nuestro enunciado.

Dios Habla Hoy (DHH):

“Pero siempre he procurado anunciar el evangelio”

La Biblia de Las Américas (LBLA):

“De esta manera traté, y de ello me honro, de anunciar el

evangelio”

La Nueva Versión Internacional (NVI)

“En efecto, mi propósito ha sido predicar el evangelio”



Nuestro texto se puede entender a simple vista, Pablo nos está dando

ejemplo de como el cumplía la misión. Podemos ver con claridad lo

que Dios nos está diciendo: “Esfuérzate a predicar el evangelio”

Así de sencillo.

I. Haga el Esfuerzo de Predicar.

A. La predicación requiere “esfuerzo” de nuestra parte.

1. De antemano, sé que de Dios viene el crecimiento de la iglesia,

pero no quiero descomponer esa verdad usándola como un

pretexto para no hacer evangelismo, para no hacer nada con

respecto a la misión, la de predicar el evangelio.

2. No se ha preguntado alguna vez, ¿Cómo surgen discípulos?

¿Cómo se suman más a la iglesia? ¿Cómo hacemos para tener

rostros nuevos en la congregación? ¿Cómo lo logramos?

3. Creo que las preguntas correctas serían: ¿Nos estamos

esforzando para sumar a más personas a nuestra iglesia? ¿Qué

tanto empeño he puesto para alcanzar a otros? ¿Qué tan

constante he sido? La pregunta concreta es: ¿Me estoy

esforzando?...

4. Definición de “esfuerzo”: Empleo enérgico de la fuerza física

contra algún impulso o resistencia. Empleo enérgico del vigor

o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo

dificultades. Empleo de elementos costosos en la consecución

de algún fin. Sinónimos: Afán, trabajo, empeño, lucha, pugna,

impulso, empuje, vigor y movimiento.

5. El esfuerzo entonces es el uso intenso de la fuerza, ya sea

física o mental, para alcanzar un objetivo o superar

determinados obstáculos.



6. Lo maravilloso de hacer el esfuerzo en algo cada día, es que

siempre nos llevará a lograr o alcanzar el objetivo, o el fin que

queremos.

7. En otras palabras, el esfuerzo es sacar fuerzas extras, poner

dedicación, empeño, paciencia y energía para lograr un

objetivo.

“Y de esta manera me esforcé a predicar el

evangelio” [Rom. 15.20]

II. Dedíquese a Predicar

A. La predicación requiere de nuestra “dedicación”

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en

espíritu, sirviendo al Señor. [Romanos 12:11]

1. ¿Qué tan dedicados hemos sido en predicar el evangelio?

2. Definición de Dedicación: Atención y esfuerzo que una

persona dedica a una actividad.

3. Para saber que tan dedicados somos en predicar, saquemos la

cuenta de cuánto tiempo invertimos en esta actividad. ¿Cuánto

tiempo?... ¿Será que somos dedicados?... La respuesta

determina nuestra dedicación a esta actividad.

4. No pretendo hacerlo sentir mal y que esto le desaliente, todo lo

contrario, quiero que usted vea la realidad de lo que no

estamos haciendo, para luego ponerse las pilas y hacer lo que

debemos.

5. ¡Vamos a predicar el evangelio! Creo que vamos a estar

repitiendo Romanos 12.11 en todo este tema.



6. Ya que nuestra predicación requiere diligencia o sea, nuestra

dedicación con un espíritu ferviente por la misión, por el

cumplimiento de nuestra Misión. Vea lo que las siguientes

versiones de la Biblia nos instan.

Dios Habla Hoy (DHH): Rom. 12.11

Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con

corazón ferviente.

La Biblia de Las Américas (LBLA): Rom. 12.11

“No seáis perezosos en lo que requiere diligencia;

fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”.

La Nueva Versión Internacional (NVI) Rom. 12.11

“Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor

con el fervor que da el Espíritu”

Traducción en Lenguaje Actual (TLA) Rom. 12.11

“Trabajen con mucho ánimo, y no sean perezosos.

Trabajen para Dios con mucho entusiasmo.”

III. Póngale empeño a la predicación

A. La predicación requiere de nuestro “empeño”.

1. Definición de Empeño: Actitud de la persona que pone

mucho esfuerzo, interés y perseverancia al hacer una cosa.

2. ¿Qué tan constantes o perseverantes hemos sido?... ¿Cuántos

días seguidos usted se empeña en predicar?...

3. Recuerde Rom 12.11 “En lo que requiere diligencia, no

perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”.



4. Pero tengo otro verso para esta sección:

Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de

tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y

doctrina. [2Timoteo 4.2]

Dios Habla Hoy (DHH): 2Timoteo 4.2

“Que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea

oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y

anima, enseñando con toda paciencia”.

Nueva Versión Internacional (NVI): 2Timoteo 4.2

“Predica la palabra; persiste en hacerlo sea o no sea

oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia,

sin dejar de enseñar”.

Traducción en Lenguaje Actual (TLA): 2 Timoteo 4.2

“Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento.

Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor.

Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala;

instrúyela con mucha paciencia”.

5. Nuestra predicación requiere ser insistente, persistente, en todo

momento. O sea, siempre debemos estar predicando. Cuando

nos preguntan: ¿Cuánto tiempo invierte usted en predicar? A lo

mejor pensamos que nos están pidiendo que prediquemos las

24 horas, pero y ¿qué de mis ocupaciones?...

6. La verdad es que nos estamos refiriendo a que podemos

predicar el evangelio aun con nuestras ocupaciones de nuestro

diario vivir.

7. El punto es mi querido hermano, que si tan solo le

predicásemos a cada persona que nos topamos en el trascurso

del día, ya lo estaríamos haciendo a tiempo completo.



8. Y si lo hiciéramos todos los días de nuestra vida… tendremos

la respuesta a la pregunta de ¿qué tan constantes estamos

siendo?

9. Debemos prestar atención a lo que Pablo dice en su segunda

carta a Timoteo (4.2), “(Predica) Insiste a tiempo y fuera de

tiempo”. No se usted pero a mí me gusta como lo dice la

traducción Lenguaje Actual: “Anúncialo (Predica), aunque

ese momento no parezca ser el mejor”.

10. ¿No es así?... Que a veces pasamos horas hablando con una

persona y al final, cuando esta se despide y se va, nos

quedamos pensando: “¿Por qué no le compartí?” O “La

próxima vez le voy a compartir” “Es que no se dio el momento

o no se tocó el tema” ¿Como dice nuestro texto?... “Predica,

aunque ese momento no parezca ser el mejor”.

11. Siempre debemos estar predicando, cuando suba al taxi,

cuando se siente a lado de otra persona en el autobús, en el

parque o una plaza. Mientras camina a lado de otra persona.

A sus compañeros de trabajo mientras están en la hora de la

comida, a su vecina o vecino, etc.

a. Es nuestro deber redargüir.

Definición de Redargüir: Convencer a través de

pruebas acerca de algo. También, reprobar los pretextos

y argumentos que tiene la otra persona por su estilo de

vida.

a) Debemos estar siempre convenciendo con nuestra

predicación a cerca del pecado, el juicio para cada

hombre y la condenación eterna. A la vez reprobar con

nuestra predicación el estilo de vida del pecador y su

pensamiento. Para que se conviertan y vengan a la

verdad.



b. Es nuestro deber Reprender.

Definición de reprender: Expresar de forma autoritaria

(con autoridad, no con temor) y severa desaprobación a

causa de su actuación o su comportamiento.

a) Cuando predicamos el evangelio haciendo uso de la Ley

estamos reprendiendo las malas obras y proceder de las

personas. Por ello predicamos de esta manera y

aconsejamos que lo haga así, usando la Ley “para que

toda boca se cierre y quede bajo el justo juicio de Dios”

c. Es nuestro deber Exhortar.

Definición de Exhortar: Pedir a una persona con

razones o ruegos que haga o deje de hacer una cosa.

a) Una vez más, el hacer uso de la Ley, le estamos dando a

la persona una razón de peso respecto a su condición.

¿Cuál es esta condición? La de un condenado, la de un

muerto caminando, ¿entiende?... Sin Cristo, sin Su

Salvador, está muerto en sus pecados y delitos, bajo la ira

de Dios y condenación eterna, a causa de haber violado la

Ley.

12. Es nuestra responsabilidad y deber predicar el evangelio aun

cuando no parezca oportuno hablarlo. Al hacerlo estaremos

redarguyendo, reprendiendo y exhortando a las personas con

una buena doctrina (haciendo uso de la Ley) acerca de su

condición y su futuro, si no se arrepiente de sus pecados. Y

debemos ser insistentes, ya que su destino eterno depende de

si se arrepiente, acepta el evangelio o no. Piénselo así,

Cuando hable con alguien, ¿Será que habrá una próxima vez?



IV. Predique con paciencia

A. La predicación requiere de nuestra paciencia

1. No se usted, pero a veces he pensado, al ver a las personas

necias en su pecado, que son dignas y merecedoras de su

castigo eterno.

2. Cuando veo la indiferencia de las personas a la hora de

predicarles o darles un folleto, quisiera como Jesús hizo en el

templo a los líderes religiosos de su época, darles con un látigo

en las espaldas diciéndoles: ¡Arrepiéntase! ¡Vamos, ya!

¡Corríjase, hombre! ¡Deje su pecado y venga a Cristo! ¡Se trata

de su eternidad!

3. Esto a veces desanima mi predicación, el empeñarme y

dedicarme a esto, pero no debe ser así. Lo que debemos hacer

es tan solamente recordar ¿cómo éramos nosotros antes de

venir a Cristo? También pecadores, sin ser merecedores de la

salvación y aun no la merecemos. La manera en que insistieron

con nosotros. Hubo alguien que se tomó el tiempo para

llevarnos a Cristo.

4. Realmente este es nuestro trabajo y deber: Predicar, predicar y

predicar. Es la parte que nos corresponde para que Dios pueda

hacer el resto.

5. Nosotros hacemos oír la voz de Dios, su mensaje de salvación,

y es Él quien traerá convicción en el corazón del pecador para

que se arrepienta.

1Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que

juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y

en su reino,



2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de

tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y

doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina,

sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán

maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las

fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra

de evangelista, cumple tu ministerio. [2 Timoteo 4.1-5]

6. Demos un vistazo rápido a estos textos.

1) “Te encarezco”: te recomiendo que le pongas empeño a

esto.

2) “ante Dios” quien no solo va a juzgar al pecador sino a ti

también, si cumpliste con tu misión.

3) “Que prediques, redarguyas, reprendas y lo hagas con

paciencia y buena doctrina”.

4) “Sé sobrio en todo” ósea, templado y sereno. No te

desesperes, ni te desanimes por la indiferencia del

pecador. Y por la indiferencia de los mismos cristianos y

la mala doctrina que se predica hoy día.

5) “Soporta las aflicciones” Soporta la persecución por

predicar, te dirán de todo y no les caerás bien a la

mayoría.

6) “Haz obra de evangelista” Sigue predicando con

insistencia una y otra vez.



7) “Cumple tu ministerio” Haz que el proyecto

“Proclama” sea una realidad en tu vida y la vida de la

iglesia. Haciéndolo.

7. Alguien debe predicar con paciencia y buena doctrina.

Nosotros, por la gracia y gran misericordia de Dios tenemos el

conocimiento de la salvación, del perdón y la justificación en

Cristo Jesús. Ese conocimiento lo debemos hacer saber a los

demás.

8. Pero debemos ir en paz, precisamente a compartir el mensaje

de la reconciliación entre Dios y el hombre, la paz entre Dios y

el hombre.

¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está

escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que

anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! [Romanos 10.15]

9. Yo veo dos direcciones con respecto a la paciencia,

según su significado, veamos.

Definición de Paciencia: Es una virtud consistente en

soportar con resignación infortunios, trabajos, ofensas,

etcétera, sin lamentarse.

Paciencia, por otra parte, indica la lentitud y tardanza en

la ejecución de algo, de una meta. En consecuencia, el

acto de ser paciente significa ser perseverante en relación

a algo que no tiene un tiempo específico para

concretarse.



10. En primer lugar, la virtud de soportar (no sé si sea

correcto esto de soportar) el trabajo. Voy a decir,

aguantar el trabajo que implica predicar (Pero eso sí, vale

la pena). Aparte, soportar las ofensas que vienen con la

predicación y luego hacerlo sin lamentarse. Recuerde

que la paciencia también es un indicativo de madurez.

Solo una persona madura puede hacer este trabajo con

paciencia y sin lamentarse.

11. En segundo lugar, la virtud de saber esperar. Usted y yo

no recibiremos recompensa por predicar ahora y no

debemos esperar los aplausos ahora. La recompensa será

en la eternidad; esa espera requiere paciencia. Recuerde,

el acto de ser paciente significa ser perseverante, esto es,

que seguiremos predicando, siendo perseverantes hasta el

último aliento de nuestra vida o la venida de Cristo; a

pesar de las adversidades que tenemos al predicar un

evangelio bíblico que confronta al pecador. A pesar de

nuestras propias aflicciones y temores. A pesar de todo.

12. Nuestra predicación en cierto sentido es dura (cuando

usamos la Ley). Las personas se sienten confrontadas y a

veces rezongaran que les estamos señalando o juzgando.

Nuestra respuesta debe ser, “no soy yo quien te juzga, es

la Ley de Dios.” Por ello digo que nuestra

evangelización es dura. Esto no significa que no

debamos ir en paz y hacerlo con paciencia. Creo que

primero damos con palo en la cabeza y luego nos resta

curarle con paciencia, explicándole la gracia cuantas

veces sean necesarias.



B. Somos deudores a todos.

14A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy

deudor. 15

Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a

anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en

Roma. 16

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque

es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al

judío primeramente, y también al griego. [Romanos 1.14-

16]

Dios Habla Hoy (DHH) Romanos 1.14-16

14 Me siento en deuda con todos, sean cultos o incultos, sabios

o ignorantes; 15

por eso estoy tan ansioso de anunciarles el

evangelio también a ustedes que viven en Roma. 16

No me

avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para que

todos los que creen alcancen la salvación, los judíos en

primer lugar, pero también los que no lo son.

LA Biblia de las Américas (LBLA) Romanos 1.14-16

14 Tengo obligación tanto para con los griegos como para con

los bárbaros, para con los sabios como para con los

ignorantes. 15

Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar

el evangelio también a vosotros que estáis en Roma. 16

Porque

no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios

para la salvación de todo el que cree; del judío

primeramente y también del griego.

Traducción en Lenguaje Actual (TLA) Romanos 1.14-16

14-15 Tengo que anunciar esta buena noticia a todo el mundo,

no importa que sepan mucho o no sepan nada, ni que sean

humildes o importantes. Por eso tengo tantos deseos de ir a

Roma. 16

No me da vergüenza anunciar esta buena noticia.

Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen

en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.



1. ¿Por qué somos deudores? El contexto: Pablo está expresando

en el capítulo 1 de Romanos, su deseo de ir a Roma a

predicarles, ya que era una iglesia que se había fundado (No

por él) por un grupo de hermanos que regresaron después de

haber oído a Pedro predicar en el pentecostés, que recibieron y

creyeron el mensaje de Jesucristo. Quizás una iglesia mixta,

con judíos y gentiles.

2. Pablo no solo pretendía predicar a la iglesia, sino ahí en Roma

a cuantos necesitasen la salvación. Pues ya Pablo había

recorrido todas las demás regiones (En los tres viajes

misioneros) y lo había llenado del evangelio. Ahora necesitaba

ampliar su campo misionero.

3. Pablo tiene el deseo de ir a Roma para obtener algún fruto (no

dinero), sino el privilegio de predicar para edificar y que los

hermanos ahí fueran edificados también por su predicación y

ministerio. Y entonces escribe:

4. “Soy deudor” Él se siente en deuda con su mundo y la única

manera de pagar es predicándoles el evangelio. Pues el

siguiente verso dice: “Así que… pronto estoy a anunciarles el

evangelio en persona”.

5. Pablo se siente, en otras palabras, comprometido a predicar el

evangelio. Y nos da la razón en el verso 16.

6. Primero, “No me avergüenzo” Él está dispuesto a predicar

siempre, no siente vergüenza hacerlo. Segundo, porque solo en

el evangelio se manifiesta el poder de Dios para salvar a los

que creen a ese evangelio, a los que creen a la predicación del

mismo. Este mismo sentir es el que debemos tener. Deudores

somos a cada alma sin Cristo para anunciarles la gracia

salvadora.



7. Como venimos diciendo alguien tiene que predicar el

evangelio y debe hacerlo con paciencia. Ese alguien es usted,

soy yo. Debemos como Pablo, estar ansiosos en hacerlo, no

avergonzarnos de nuestro evangelio. Estamos en deuda tanto

con Dios, por Él habernos salvado, y en deuda con el mundo

para anunciarles esa buena noticia con nuestra predicación. Su

eternidad depende de ello. Piense en nuestro lema como

iglesia: “Preparando Vidas para la Eternidad”

V. Desgástese para la predicación

A. La predicación requiere de nuestra energía. 30

Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa

alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31

predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor

Jesucristo, abiertamente y sin impedimento. [Hechos

28.30-31]

1. Aquí Pablo ya está en Roma, bajo arresto domiciliario (y no es

por ser un delincuente o por haber violado alguna ley),

precisamente esta en esa condición por las acusaciones falsas

de los judíos que no querían que siguiera predicando de Jesús.

Él está para ser juzgado, ya en los últimos años de su vida.

Aun así sigue usando su energía para predicar. O más bien, él

sigue ofrendando su vida, su tiempo, su energía física, mental

y emocional para proclamar el evangelio.

2. Pero esto no le impide seguir predicando, como leemos en el

texto. Recibía a todos los que venían a él, les predicaba del

reino de Dios y lo hacía de buena gana (a pesar de su

condición) abiertamente y sin ningún impedimento de parte de

sus acusadores, los romanos que lo tenían bajo custodia y sus

cadenas.



3. Predicar el evangelio implica esfuerzo. Levantarse ya sea en la

mañana o tarde para ir a compartirle a alguien (al menos no

estamos con cadenas como Pablo). Esto implica de nuestra

energía para ir y visitar a otros, o disponerse a encontrarse con

quien sea en el camino para predicarle. No es algo imposible,

de hecho nosotros hacemos lo que nos es posible, lo natural y

Dios hace lo que nosotros no podríamos hacer, lo imposible, lo

sobrenatural. Salvar.

La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu

bendición. [Salmo 3.8]

4. Nuestra labor es predicar y es el Espíritu de Dios quien traerá

convicción de pecado, justicia y juicio en el corazón del

pecador.

Y cuando él (el Espíritu Santo) venga, convencerá al

mundo de pecado, de justicia y de juicio. [Juan 16.8]

5. Predicar no es cosa insignificante, predicar es un privilegio. El

privilegio de proclamar la buena noticia de Dios para el

hombre. Es la mejor obra que un hombre pueda hacer aquí en

la tierra. Considere lo que algunos grandes héroes de la fe de

siglos pasados comentaron al respecto.

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es

poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al

judío primeramente y también al griego.

~El Apóstol Pablo~

Oh, mis amigos, estamos agobiados con incontables

actividades en la iglesia, mientras que la verdadera

obra de la Iglesia—la de evangelizar a los perdidos—

está casi completamente abandonada.

~Oswald J. Smith~



¿No tienes ningún deseo que otros sean salvos?

Entonces, tenlo por seguro, tú mismo no eres salvo.

~Charles H. Spurgeon~

No tienes nada que hacer sino salvar almas. Por lo tanto

gasta y gástate en esta obra. Y ve no sólo a los que te

necesitan, sino también a los que te necesitan más... No

es asunto tuyo predicar unas cuantas veces y ya, ni

cuidar esta sociedad o aquella; sino que es salvar a

cuantas almas que puedas; es traer a todos los

pecadores al arrepentimiento que puedas.

~John Wesley~

Yo preferiría traer a un pecador a Jesús que

desenmarañar todos los misterios de la Palabra, porque

la salvación es aquello por el cual hemos de vivir.

~Charles H. Spurgeon~

Yo consideraría el hecho de ganar a un alma para

Cristo una felicidad más grande que montones de plata

y oro para mí mismo.

~Matthew Henry~

VI. Repaso y conclusión

1. Haga el Esfuerzo de Predicar.

La predicación requiere “esfuerzo” de nuestra parte.

2. Dedíquese a Predicar

La predicación requiere de nuestra “dedicación”

3. Póngale empeño a la predicación

La predicación requiere de nuestro “empeño”.



4. Predique con paciencia

La predicación requiere de nuestra paciencia

5. Desgástese para la predicación

La predicación requiere de nuestra energía.

Ahora viene la aplicación de esta palabra, P – Predica. No tendría

sentido escuchar el mensaje sin que exista algo por hacer después.

Es necesario que asuma el compromiso.

VII. El Desafío

Comencemos aquí…

1. ¿Cuántos folletos podría repartir en un día?... 5, 10, 15 o 20?

2. ¿Sabía usted que es tan fácil predicar con tan solo repartir lo

que llamamos folletos o tratados? (Pastor, muestre lo que es un

folleto) Sí, tan sencillo como ir a un parque por la tarde y

llevar en la mano unos 10 folletos y repartirlos a quienes pasen

por ahí. O mientras va al mandado, a la frutería o carnicería,

etc. Va por el camino dándole un folleto a quien se tope

mientras camina. Cuando va a pagar la luz, el agua o va al

seguro a su cita. Ya ve que siempre hay un mundo de gente

haciendo fila esperando su turno; pues esa es una buena

oportunidad para repartir tratados y es más probable que lo

lean, por matar el tiempo de espera. En el trabajo, a cada uno

de sus compañeros. Si va a la escuela, a cada uno de sus

compañeros o a los demás alumnos de otros grados, etc.

3. Hagamos esto lo más sencillo posible, con el fin de que usted

se entrene cada día. Establezcamos el compromiso de 1 folleto

diario. ¿Cómo ve? ¿Le será posible repartir 1 folleto diario?...

4. Su meta para este desafío será repartir 1 folleto diario, lo que

significa que serán 6 folletos a la semana.



5. Descontando el domingo que usted descansará y apartará el día

para estar en la congregación en el horario que se reúnan.

6. Significa que 6 personas podrán leer el mensaje de salvación

en una semana. En un mes serán 24 personas. ¿Se da cuenta?

Mientras no lo hacía, 24 personas pasan desapercibidas sin

poder escuchar o en este caso leer acerca del evangelio. Pero

mientras usted permanezca fiel en este trabajo u obra, mes con

mes 24 personas leerán sobre Jesucristo y a cerca de su

eternidad. Y usted estará haciendo la obra misionera,

predicando con folletos (y esto es bueno para los que les cuesta

hablar o aún tienen temores al querer hacerlo). Irá de menos a

más. Mientras haga esto cada día le ayudará a irse

desarrollando en esta obra y sin que se dé cuenta un día estará

hablando a las personas del evangelio sin ningún problema. Le

aconsejo también que lea el folleto, estúdielo para saber qué es

lo que está dando y de lo que habla.

7. Pero, para saber si se está cumpliendo con este primer desafío,

es necesario registrar la actividad.

8. Sencillo:

1) Registre su compromiso, dando su nombre a su pastor para

ser anotado en el formato Desafío-Folletos y establezca el

número de folletos que podrá repartir cada día.

2) Cada domingo le será entregado su paquete de 6 folletos

después de la reunión. Que no pase un día sin que lo haga.

Cumpla su meta, enfóquese en ello.

3) El siguiente domingo usted, hermano comprometido, se

presentará para su siguiente paquete según su compromiso y

nos entregará su reporte de cómo le fue. Así será cada

semana.



4) Nota: (Pastores, Si alguien ya más maduro, que desea

repartir más folletos, adelante, permítale siempre y cuando

reporte que lo está haciendo).

9. Querido hermano: Esto se trata de un compromiso con su

misión. Sea honesto si una semana no le fue posible hacerlo.

Pues no queremos que tire los folletos o terminen escondidos

en algún rincón de su casa (cuestan dinero para su impresión y

almas, pues cada folleto representa una persona). Eso sería

deshonesto y a Dios no le agrada la pesa falsa. Y si no le fue

posible, solamente de su reporte del porqué, para que los

pastores le alienten a continuar y no desmayar. Pero esa

semana no podrá adquirir más folletos, hasta que termine los

que no pudo repartir.

10. De esto se trata el desafío: Solo repartir folletos, sin más

que decir más que los buenos días o buenas tardes.

Cualquier duda acérquese con su pastor para hablarlo. No

resta más que aplicar lo que hemos escuchado, haciendo la

obra de predicar a través de un folleto.

11. Recuerde, cada folleto representa un alma que puede ser

alcanzada con el mensaje del evangelio. Por ello, el folleto es

valioso.

12. Le insto a comprometerse y hacerlo una y otra vez. No se

detenga.

13. Oremos.

*Pastor: Puede ministrar con la canción: Un siervo para tu gloria



Un siervo para tu gloria Música y letra por Jonathan Jerez.

© 2013 Sovereign Grace Worship (ASCAP).

VERSO 1 Siendo en forma de Dios Rey de toda la creación

De siervo Se vistió Hasta lo sumo Se humilló

Sufrió la muerte en sumisión Horrenda muerte en una cruz

PRE-CORO Inmenso amor, Le hizo descender

A servir al pecador Gracia sin igual, Cristo demostró

Dio Su vida a mi favor

CORO Pon en mí la misma

Mente que hubo en Cristo Hazme un siervo para Tu gloria

Tomaré mi cruz Te seguiré Jesús

Hazme un siervo para Tu gloria

VERSO 2 El soberano e inmortal Coronado en majestad

Lavando mis pies Inocente de maldad

Mas cargó mi iniquidad Tomando así mi lugar

PRE-CORO Herido fue por mi transgresión

Y en silencio padeció Por mi rebelión sangre derramó

Y por Su muerte vivo yo

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=eHzleMIE6Bk

https://www.youtube.com/watch?v=eHzleMIE6Bk

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