Poesía y genero

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El trabajo parte de una serie de supuestos acerca del género y la escritura literaria que he desarrollado tanto en la práctica de la enseñanza de la teoría literaria como en mi tesis de Doctorado. Voy a sintetizarlos en esta introducción. (los mismos están fundamentados en los estudios de género : Butler, Braidotti, Cixous, Irigaray, etc.

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IntroduccinL a cuestin de la lrica es, se sabe, al menos desde Petrarca, la cuestin del sujeto, aunque Safo, claro, tambin lo saba. Y saba que la cuestin delsujeto es la cuestin de su disolucin. Temas clsicos de la lrica, desde Safo, desde Petrarca: el amor, el paisaje, la muerte, instancias todas dedisolucin del sujeto, de riesgo de perderse del s mismo en lo otro. Anah Mallol

Mi trabajo parte de una serie de supuestos acerca del gnero y la escritura literaria que he desarrollado tanto en la practica de la enseanza de la teora literaria como en mi tesis de Doctorado. Voy a sintetizarlos en esta introduccin. (los mismos estn fundamentados en los estudios de gnero : Butler, Braidotti, Cixous, Irigaray, etc. )El gnero en la escritura literaria se constituye como trama de la subjetividad donde autxr y lectxr se inscriben a partir de la prctica de la produccin de sentido. Esta hiptesis es la directriz que orienta la enseanza de literatura en la formacin docente donde en el espacio TEORIA LITERARIA IV propongo un ejercicio de anlisis de textos literarios para formar lectoxs crticos. El gnero en tanto problema de escritura interpela a laxs lectorxs apelando a deconstruir las categoras heteronormativas de la sexualidad patriarcal que hacen de la subjetividad femenina/ masculina un universal.La poesa como espacio de bsqueda y experimentacin con el lenguaje promueve una experiencia donde la subjetividad desidente puede realizar una performarce de s. Voy a poner en juego estos supuestos en la lectura de textos de dos poetas argentinos: Diana Bellesi[footnoteRef:2] y Nestor Perlongher. Ambxs hacen de su escritura una recategorizacin de los conceptos de experiencia y subjetividad, en tanto constitutivos de una identidad de gnero. Sus poticas se diseminan en diferentes tipos de textos (ensayos, traducciones, artculos periodsticos, etc.) que se transforman en relacin con los poemas, en laboratorios de experimentacin de subjetividades diversas, constituyendo de este modo un espacio textual mltiple en el que la autoafirmacin se da a partir del posicionamiento poltico en fronteras histrico-discursivas. [2: Diana Bellessi naci en Zavalla, provincia de Santa Fe, en 1946. Ha publicado lossiguientes libros: Destino y propagaciones. Ecuador, Casa de la Cultura de Guayaquil,1970. Crucero Ecuatorial. Bs. As., Ediciones Sirir, 1980. Tributo del mudo. Bs. As.,Ediciones Sirir, 1982. Danzante de Doble Mscara. Bs. As. Ultimo Reino, 1985.Eroica. Bs. As., co-edicin Tierra Firme/Ultimo Reino, 1988. Buena travesa, buena ventura pequea Uli. Bs. As, Nusud, 1991. El jardn. Rosario, bajo la luna nueva, 1992.Bs. As., Feminaria, 1996. Sur. Bs. As., Tierra Firme, 1998. Contstame, baila mi danza (seleccin, versin y notas de una antologa de poetas norteamericanas contemporneas).Bs. As., Ultimo Reino, 1984. Reeditado en versin ampliada en: Diez poetasnorteamericanas. Caracas, Ediciones Angria, 1995. Lo propio y lo ajeno (recopilacinde ensayos, reflexiones y miscelneas).]

La literatura muchas veces exhibe lo verdadero porque, al figurar la experiencia, puede atravesar los umbrales de la comunicacin y visibilizar lo poltico[footnoteRef:3], ya no como discurso literario o poltico, sino como una forma alternativa de puesta en comn de lo visible. Cuando decimos atravesar umbrales, estamos presuponiendo que la literatura puede comunicar otros discursos sociales y transformarse en un modo histrico de visibilidad (Rancire, 2009, 15). De esta manera, cierto conjunto de prcticas, subjetividades y discursos-fragmentos de una cultura histricamente determinada se transforma en imgenes literarias como sugiere Raymond Williams en su texto Solos en la ciudad (1974) que comunican el gnero. [3: Lo poltico, en tanto instancia comn-regulativa, persigue la fundacin o construccin (sinnimo de constitucin), sobre ese plano fragmentado irregularmente, de lo que los griegos denominaban el vivir juntos (tou suzen).]

Un punto de vista corporal : sobre la voz potica Basta mirar de frente a la Medusa para verla. Y ella no mata. Es bella y se reHelene Cioux

Voz potica y autor no son una misma entidad, el rgimen enunciativo se produce en la prctica de la escritura, all se constituye como lo femenino subversivo no a priori por sus rganos fsicos-La risa de la Medusa es subversiva: se escribe desde un gesto polmico, es ndice del vnculo conflictivo de lo femenino con la sociedad y de saberes prcticos acerca de la subjetividad, plantea los lmites del lenguaje para saltar el cerco biologicista de la determinacin masculino / femenino. All emerge un umbral de la escritura que es objetado:El travest, drapeado entre fantoches de irisablemondura: monda, monda: ronda, cercena y raspa: la monduramontada en cardenales, en fetiches: pescuezo de lam, cuello de gata: botella atravesada: el irisado almcigo: hortelano: curva, cencerro y paja : la travesti echada en la ballesta, en los cojines crispa el puo aureolado de becerros: en ese vencimiento, o esa doblegacin: de lo crispado:(Perlongher, El mich, [1987] 2003, 89)El/la no son pronombres que se sometan en el poema a las reglas gramaticales, la poesa destierra la gramtica, se re de lo correcto. Bellessi se rie del amor corts: No quierotocar un fantasmani quiero la fantasa cortsdel trovador a su damaEs a vos, mi amadaspero cuerpo de la amiga a quien deseoGestode mutua apropiacininstante

donde no se sabelos lmites del t, del yo

Penachos desnudos...EroicaEl falogocentrismo es el ncleo del debate entre Rossi Braidotti (2005) y Judith Butler (2002), quienes examinan la posibilidad de un lenguaje alternativo frente a la heterosexualidad normativa. Butler desestima la estrategia de armacin de lo femenino como un procedimiento para subvertir la economa de la representacin del falogocentrismo, esto es, como una forma de diluir o desestructurar el dualismo y su binarismo axiolgico. Para Braidotti, las posibilidades virtuales que han sido repudiadas por la entrada en un rgimen de signicacin flico que ha secuestrado el cuerpo y la sexualidad de la nia no pueden ser recuperadas mediante meras repeticiones pardicas, sino que es necesario un tipo de mmesis mucho ms profunda y armativa para movilizar las estructuras ms arcaicas. El regreso a la carne pone el acento en los lmites de los modelos semiolgicos o basados en la lingstica de la repeticin y la subjetividad (2005, 67). Desde un marco posestructuralista, el lenguaje no debe entenderse como herramienta de comunicacin, sino preferentemente como una institucin socio-simblica clave: es el sitio o lugar donde la subjetividad logra inscribirse. Para acceder al lenguaje, no obstante, el sujeto debe usar la gramtica, sea de un lado o del otro de la gran divisin masculino / femenino.Lo propio y lo ajeno

Abolicin de la censura. Libre circulacin para menores, putas, taxiboys, travestis, homosexuales, hombre y mujer en generalDeseamos que estas demandas sean levantadas en todos los lugares: familias, partidos, grupos, bares, calles, instituciones, medios, etc. (Perlongher, Por una poltica sexual, [1999] 2004, 135).

Helen Cixous (2001) usa la distincin derrideana entre lo propio y lo ajeno como un modo de abordar la diferencia entre masculino / femenino. Para esta autora, el reino de lo propio se diferencia del reino de lo regalado, lo masculino se afirma en lo propio como baluarte del poder, de dominacin arrogante:Se da uno cuenta de que el reino de lo propio est erigido sobre la base de un miedo que, de hecho, es tpicamente masculino: el miedo de la expropiacin, de la separacin, de la prdida de atributo. En otras palabras, el impacto de la amenaza de castracin (Cixous, 2001, 24).Para las mujeres, el acceso al lenguaje se representa como la ruptura del himen, una accin de violencia corporal. El himen separa espacialmente de otros, indica la disyuncin entre el varn y la mujer el afuera y el adentro pero tambin alude al deseo por otro, claramente situado en el plano de la exterioridad. Medusa simboliza la escritura femenina donde las huellas dactilares son grafemas, la genealoga del texto, otros textos, el gnero literario, su tela, la historia, su territorio de conflicto. No hay una identidad que se ha de representar en el texto, sino una zona de conflicto donde las palabras actan en disputa con las normas. La palabra himen desempea, en Derrida (1975), un doble sentido: (a) por una parte, se incorpora al conjunto de trminos que indican la apertura a la lgica del suplemento; (b) por la otra, seala la imposibilidad de distinguir con claridad entre el varn y la mujer a propsito del uso mismo de su sexualidad,Perlongher inventa su espacio de escritura como suplemento para diferir de la hegemona lingstica, produciendo una concepcin de lo propio como alternativo al binarismo y a la lgica libidinal. La conciencia de s se despliega en la escritura como una posibilidad de actuarse desde las polticas del lenguaje. En esta instancia, el texto se transforma en una biografema porque la escritura configura una voz para que lo propio se desapropie en la lectura y lo ajeno se deconstruya.Bellesi considera que junto con la pregunta por el gnero emerge otra , la del mestizaje o hibridacin del espritu: habiendo nacido aqu, en relacin con este mundo material que es Amrica. Un susurro casi mudo palpita con tanto vigor prendido a mi oreja: antiguas y sofisticadas representaciones culturales que se construyeron para relacionarse con este mundo y que quiera o no tambin me constituyen. (Bellessi, Lo propio y lo ajeno, p. 96)Habla que es deseo

Cixous, Hlne (1995) La risa de la medusa. Ensayos sobre la escritura. Madrid, Anthropos6