Premio LEC 2017

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CONOZCA LAS HISTORIAS DE LOS LÍDERES QUE ESTÁN CAMBIANDO EL PERÚ

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CONOZCA LAS HISTORIAS DE LOS LÍDERES QUE ESTÁN

CAMBIANDO EL PERÚ

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Reconociendo a los LíderesEmpresariales que transforman el país

Líderes Empresariales del Cambio (LEC) es un Premio anual organizado por EY y El Comercio con el apoyo de Asbanc que busca reconocer a aquellos empresarios que están transformando el Perú a través de su aporte al crecimiento económico y social.

Reconocemos el espíritu emprendedor de estos líderes, quienes hacen posible este crecimiento e impulsan la innovación en nuestro país. Además, con sus historias de éxito, inspiran a otros a emprender y a continuar construyendo un mejor entorno de negocios que impacte positivamente a nuestra sociedad.

El “Gran Ganador” del Premio LEC representará al Perú en el EY World Entrepreneur Of the Year, premio global en el que participan más de 60 países.

20162016

2015

2016

el espíritu emprendedor

el crecimiento empresarial

la formalización de las empresas

a los líderes inspiradores

Promueve

Fomenta

Reconoce

Incentiva

3Premio Líderes Empresariales del Cambio 20172

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Presentación

Paulo PantigosoCountry Managing PartnerEY Perú

Director PeriodísticoEl Comercio

PresidenteAsbanc

Fernando Berckemeyer Óscar Rivera

Convertir desafíos personales en oportunidades de negocio no es fácil. Transformar ideas en realidades concretas tampoco lo es. Y trascender de la labor diaria hacia la sociedad es poco común. Eso es lo que caracteriza a los Líderes Empresariales del Cambio 2017, que crean riqueza, aportan al bienestar de su entorno y contribuyen a crear un Perú mejor.

Por tercer año consecutivo EY, El Comercio y Asbanc tenemos el privilegio de reconocer y celebrar a estos líderes empresariales, cuyo esfuerzo, liderazgo, innovación y apuesta por el Perú, destaca entre su pares.

Queremos que sus historias sean conocidas. Celebramos sus logros y su contribución pues son verdaderos agentes de cambio y modelos de inspiración de nuestra sociedad. Saludamos su visión, pasión y compromiso para asumir retos y aplaudimos su rol en la creación de empleo y bienestar social a su entorno y el país en general.

Felicitamos a los Líderes Empresariales del Cambio 2017 y confiamos que sus historias servirán de inspiración para las nuevas generaciones que buscan crear un Perú mejor.

Página

05 Presentación

06 Los Líderes Empresariales del Cambio 2017Listado en orden alfabético

48 Equipo Evaluador

50 EY World Entrepreneur Of the Year

54 Aprende LEC

Contenido

José Álvarez Vilma Arroyo Drago Bozovich Antonio Camayo Renzo Carozzi Wilmer Carrasco Rita Casana Aníbal Clavijo Wilfredo Erquinigo Julio Favre José Koechlin Eduardo Lechuga Edgar Marin Víctor Matta Juan Carlos Noli Miguel Pascual Víctor Saavedra Oscar Valdés James Valenzuela

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Líderes Empresariales del Cambio 2017Es nuestro afán que las historias de los Líderes Empresariales del Cambio sean conocidas y reconocidas, pues son fuente de inspiración y ejemplo. Historias de liderazgo, innovación y talento que ratifican el espíritu emprendedor que existe en nuestro país. A continuación presentamos cada una de ellas.

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Tras más de cuatro décadas de trabajo constante, el doctor José Faustino Álvarez Blas, de 69 años, ya piensa en el retiro. En unos diez años, señala, su empresa –el grupo de clínicas San Pablo- será totalmente administrada por sus hijos. Cuando eso ocurra, Álvarez planea invertir sus días libres en desarrollar sus otras grandes pasiones además de la medicina: la fotografía y el dibujo. El descanso se lo ha ganado a pulso. En los últimos 25 años se dedicó a tiempo completo al crecimiento de sus centros médicos. Con gran esfuerzo, Álvarez convirtió una clínica de cinco pisos y 38 camas en Surco en una de las redes privadas de salud más grandes del país con 9 locales en Lima y provincias.

La historia de José Faustino Álvarez se parece a las de miles de emprendedores peruanos que tuvieron una cuna humilde. Él nació en 1947 en un distrito de Santiago de Chuco (en la sierra de La Libertad) y emigró con sus padres y ocho hermanos a Trujillo para mejorar sus condiciones de vida. Sus padres fueron estrictos con su educación y Álvarez destacó en el colegio sobre todo por su habilidad con el dibujo. Aunque ganó una beca para seguir estudios en la Escuela de Bellas Artes de Lima, él decidió estudiar Medicina Humana debido en gran parte a la presión familiar. En vez de frustrarse, el hoy médico-empresario descubrió que también podía expresar su creatividad y su destreza a través de la cirugía. “Yo creo que el cirujano es un como un artesano muy fino”, dice Álvarez. Él piensa en la habilidad y en la precisión que debe tener un cirujano, y que le han dado la satisfacción de ver curado a un niño de una cardiopatía congénita.

José Álvarez se graduó como médico en 1975 y luego se fue por cinco años a Brasil para especializarse en cirugía cardiovascular. En 1991, cuando el país atravesaba una pésima situación social y económica, decidió fundar la

clínica San Pablo. Solo cinco años después, Álvarez inauguró servicios de salud en zonas que históricamente habían sido olvidadas incluso por el Estado. “Comprendimos que Lima no es solamente Surco, San Isidro o Miraflores. Lima tenía en esa época una enorme proyección de desarrollo en la periferia, en lo que se llamaban conos. Creo que eso fue un gran logro empresarial”, resalta Álvarez, quien en 1996 instaló la segunda clínica del grupo en San Juan de Miraflores, al sur de Lima. Luego, en 1999, hizo lo mismo en Independencia. Actualmente, el grupo San Pablo planea expandirse en el país. Ya tienen clínicas en Asia (Cañete), Áncash y Trujillo y pronto inaugurarán una sede en Arequipa. Asimismo, tienen en la mira al mercado de la salud en Ecuador y Bolivia a mediano plazo.

Entre las muchas decisiones difíciles que ha tenido que tomar José Faustino Álvarez, la más dura para él fue dejar las cirugías para dedicarse a tiempo completo a la administración de su empresa. “Yo empezaba a operar a las 4 de la mañana y una sola cirugía podía terminar a las 10 a.m. Luego, tenía que salir a una reunión de la parte administrativa o de la gerencia”, recuerda el médico, quien extraña el bisturí pero siente que tomó la mejor decisión. Las cifras, en efecto, lo respaldan. El grupo San Pablo tiene hoy un crecimiento sostenido, más de 4.800 trabajadores y ventas anuales por S/ 481 millones.

JOSÉáLVAREZ Actividad:

Clínica San Pablo S.A.C.Salud

“Descentralizamos la salud en Lima. Llevamos

servicios de alta calidad a zonas que antes eran

consideradas como periféricas”

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Vilma Arroyo Sánchez, de 59 años y Gerente General de Prolim Distribuidores S.A.C., siempre quiso marcar la diferencia. Desde que era adolescente soñaba con tener un negocio propio. Quería fundar un lugar diferente, donde el cliente se sintiera a gusto y pudiera comprar los productos de mejor calidad. A los 23 años, cuando tenía dos hijos y aún no terminaba la universidad, doña Vilma instaló su primera bodega en Huancayo. Era un local pequeño, tenía una docena de latas de leche, algunos kilos de arroz, y la estantería era de segunda mano. 36 años después, ese negocio se ha transformado en una próspera empresa que distribuye alimentos y productos de limpieza a más de 7.500 bodegueros en la sierra central del Perú.

Aunque nació en Huancayo, Vilma Arroyo pasó buena parte de su infancia en un distrito de Huancavelica de apenas cinco kilómetros cuadrados llamado Mariscal Cáceres. Cuando se le pregunta por la fórmula del éxito empresarial, Vilma asegura que esta radica en la cordialidad y el buen trato. “En los ochenta, cuando tú ibas a una bodega o a un mayorista en Huancayo, siempre eras maltratado. No sé por qué se comportaban así pero lo padecí como clienta. Por eso me propuse dar lo mejor de mí. Aunque no tenía dinero, siempre tenía mi local limpio, bonito”, cuenta esta comerciante. Aunque su bodega ni siquiera estaba en una calle concurrida, los clientes fueron aumentando. En los 90, ese éxito convenció a Vilma Arroyo a virar su rubro de negocio de la venta directa hacia la distribución. Su primera alianza comercial, que fue muy novedosa en esa época, fue con Deter Perú (hoy Procter & Gamble).

Prolim Distribuidores S.A.C. cuenta hoy con diez locales propios y tiene a su cargo la distribución de productos del Grupo Gloria, Kimberly Clark, Clórox, Molitalia, entre otros, en Junín y Huancavelica. Cuando empezaron, tenían una facturación anual de apenas 43 mil dólares anuales y ahora superan los 18 millones de dólares. No obstante, lo que más entusiasma a la señora Vilma es la posibilidad de ayudar a miles de comerciantes que emprenden sus negocios desde abajo, como le tocó a ella. “Nosotros capacitamos a los pequeños bodegueros para que mejoren sus modelos. Los 200 trabajadores que tiene Prolim no son solo vendedores, son personas que distribuyen experiencia”, asegura.

No fue el terrorismo, ni la hiperinflación ni las crisis económicas lo que más le ha costado sobrellevar a Vilma Arroyo. Para ella, su principal desafío fue seguir en pie tras la muerte de dos de sus cuatro hijos en distintos momentos. Vilma dice que para un padre no hay dolor más grande. “Caes y sientes que no eres nada”, recuerda. Hoy, Vilma Arroyo asegura que esa experiencia la nutrió de fortaleza y no duda en dar su aliento a otras personas que fueron tocadas por la desgracia.

La fórmula del éxito:

“La fórmula del éxito para mí, radicó en la transformación de la persona en base al empoderamiento; creer que uno puede lograr sus objetivos y tener creencias positivas a medida que uno desarrolla su trabajo, es el primer paso para llevar a cabo un proyecto personal. Además fue indispensable el trabajo duro, cuando empezamos trabajábamos de 12 a 15 horas diarias, sabíamos que no sería sencillo conseguir que el negocio creciera, en dos ocasiones nos robaron absolutamente toda la mercadería, y más allá de rendirnos, trabajábamos con más empeño con el fin de saldar nuestras deudas y no fallar a las empresas; recuerdo decirles que pagaría esa deuda así fuera de sol en sol. Siempre busco compartir mis experiencias con el equipo, pienso que al igual que yo, ellos también pueden transformarse, pueden apostar por ser los mejores; así como yo apuesto por ellos. Si bien el cambio empieza por uno mismo, yo busco dar ese “empujón” y guiarlos, pues espero lo mejor de ellos, al saber que todos poseemos un potencial único que se tiene que trabajar. Todo lo que yo aprendí a lo largo de la vida, me sirve para compartir, y así como puedo brillar, eso se puede reflejar también en las personas que me rodean. Lo mismo ocurre con nuestros clientes, brindamos charlas y capacitaciones, con el fin de que se animen a hacer que sus negocios crezcan, a dar ese pequeño pero gran paso y así poder competir con empresas más grandes. Mi motivación al compartir toda mi experiencia y conocimientos con los demás, es la gratitud que tienen los demás conmigo, y el simple hecho de saber que los ayudé para que su vida mejorara.”

“Con buen trato y cordialidad, convertimos

una pequeña bodega de Huancayo en una gran

empresa de distribución”

VILMAARROYO Actividad:

Prolim Distribuidores S.A.C.Comercio y distribución

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Como un niño en juguetería. Así se siente Drago Bozovich, Gerente General de Bozovich S.A.C., cuando va a la selva. “Es una sensación indescriptible: esa naturaleza, esa vida que te invade y satura tus sentidos. Es una experiencia que todo peruano debería pasar al menos una vez en su vida”, dice. Drago, nieto del fundador de la empresa, se asomó a esa belleza muy temprano, cuando acompañaba a su abuelo o a su padre en esos viajes de trabajo que, para él, significaban vacaciones. Hoy la Amazonía representa no solo la explicación de su amor por la vida al aire libre y los deportes de aventura; no solo la fuente de la riqueza de su negocio; sino, además, el propósito de sus esfuerzos: promover la conservación de los bosques a partir de su aprovechamiento sostenible.

“Nuestra misión como empresa es crear conciencia, tanto en las autoridades como en la opinión pública, de que la actividad que nosotros realizamos y que incentivamos --ese aprovechamiento forestal sostenible-- es la única forma económicamente viable y socialmente inclusiva de conservar el bosque”, dice. En la voz de Drago Bozovich se percibe una nota de tristeza cuando habla de la idea que predomina en la ciudadanía sobre la actividad forestal, a la cual se ha dedicado su familia por tres generaciones. Se la identifica como una amenaza, en vez de lo que realmente es –una solución-, si se lleva con responsabilidad: un celoso guardián.

La historia de la compañía se remonta a fines de la década de 1940. En aquellos años llegó al Perú Batrich Bozovich, montenegrino y ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial. Las verdes colinas de Oxapampa quedaban bastante lejos del horror. Los bosques que la rodeaban le permitieron construirse una vida como leñador. Desde entonces, el negocio creció como un plantón vigoroso. En los cincuenta, se consolidó como uno de los principales aserraderos de la selva central. En los setenta, con la participación de la segunda generación de la familia, la empresa se vuelve líder en la distribución de productos de madera en el país. En los ochenta, se inicia la exportación a Estados Unidos y al Caribe. A inicios de este siglo, cuando Drago asume la administración, las exportaciones ya equivalían al 90% de los ingresos de la corporación.

Hoy Maderera Bozovich llega a Nueva Zelanda, Rusia y Malasia. Tiene unidades de negocio en Estados Unidos y México para la distribución directa de sus productos, y

oficinas de representación en Taiwán, Puerto Rico y Brasil. La empresa vende una amplia gama de productos de madera fina enfocados en acabados de lujo para la construcción. Además, ofrece materiales semielaborados para la fabricación de instrumentos musicales, muebles, puertas e incluso barcos. La corporación, que ha recibido premios de la Asociación de Exportadores (ADEX) en 2002 y 2006, destina la mayor parte de su mercadería a unas veinte cuentas repartidas por el mundo, clientes con los que ha establecido relaciones largas; en algunos casos, transgeneracionales.

Pero si hay una relación que a Drago Bozovich parece llenarle de satisfacción, es la que la empresa mantiene con sus proveedores y con las comunidades que habitan los bosques amazónicos. “Como estamos muy orientados al comercio internacional, somos el motor formalizador de toda la cadena productiva. Brindamos trabajo formal y digno a las poblaciones aledañas y, muchas veces, servicios básicos también. Ayudamos a que las comunidades nativas y los pequeños productores puedan acceder con sus productos al mercado colgándose de nuestra cadena productiva de distribución internacional”, cuenta Bozovich.

Bajo su gestión, la compañía ha obtenido varias certificaciones internacionales FSC, que acreditan el manejo forestal sostenible. También ha suscrito el Pacto por la Madera Legal, promovido por el Estado peruano. Cuando en el 2012 una ONG ambientalista la acusó de exportar madera de origen dudoso, abrió sus puertas a las autoridades y a otros stakeholders. Ocho meses después, el gobierno estadounidense declaró infundadas esas imputaciones. Esos distintos logros, que dan fe de su compromiso con la conservación, dejan en Bozovich un sabor agridulce.“Nosotros podemos alcanzar esos estándares, porque somos una empresa grande, pero el pequeño, el mediano no alcanza. Allí es donde se rompe la posibilidad de acceder al mercado, de aprovechar sus recursos, y se generan conflictos”, opina. Bozovich se indigna. Cree que la sobrerregulación alienta a los pequeños productores a destruir sus bosques -esos bosques que capturan carbono- para dedicarse a otras actividades no sostenibles. Mientras espera que la situación cambie con el nuevo gobierno, celebra un nuevo logro, uno compartido: este año, con apoyo de una ONG, hizo la primera exportación de madera certificada de comunidades indígenas de Ucayali hacia los Estados Unidos.

“Nuestra misión es demostrar al país que

el modelo que hemos implementado en el

bosque, aprovechando su riqueza, funciona”

DRAGObozovich Actividad:

Maderera Bozovich S.A.C.Industria forestal

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Una persona: su abuelo adoptivo. Un lugar: el Mercado Mayorista de La Parada. Ese hombre y el centro de abastos son cruciales para Antonio Camayo Valverde, tarmeño de 49 años y gerente general de Iza Motors, una compañía líder en mantenimiento automotriz y venta de repuestos. Para Antonio, quien no pudo ir a la universidad, su abuelo y La Parada equivalieron a una maestría en finanzas. Ellos le enseñaron lo que no suele decirse en las aulas: que el principal patrimonio de un empresario no es su dinero, sino su reputación.

El abuelo se llamaba José Alfaro Flores, era arequipeño y transportaba madera en camiones desde la Selva Central. Tras casarse con la abuela de Antonio, una vendedora de comida, se hizo cargo del niño, quien había sido abandonado por su padre a los cinco años. Alfaro lo educó con cariño, sin privaciones y le enseñó el valor de la perseverancia. “Don José me decía que uno no puede pasarse la vida quejándose de su mala suerte. Los obstáculos aportan y dan sabiduría”, rememora el empresario.

Antonio no se derrumbó, por ejemplo, cuando su abuelo falleció repentinamente y su abuela perdió casi todo su patrimonio. Con solo doce años, pasó de una plácida casa de tres pisos en Tarma a un cuarto alquilado en el jirón Parinacochas, en La Victoria. El desayuno era avena con manzana; el almuerzo, arroz con patitas de pollo. Luego conoció la violencia y la discriminación en el colegio Víctor Andrés Belaúnde. “En Tarma rezábamos antes de clase, en Lima me agarraban a puñetazos porque decían que los serranos no sentíamos”, compara.

Quiso estudiar economía, pero no tenía dinero. A los quince instaló su primer puesto de venta de papa en La Parada para ayudar a su familia. Ahí, Antonio comprendió que para triunfar debía ofrecer siempre algo distinto. “Veía 400 puestos uno al lado del otro. Todos vendían el mismo producto en un espacio de 4 m2. Para destacar había que ofrecer precio, calidad, buen servicio o, por último, tener poder de convencimiento. Cada vez que me encuentro a un empresario le digo que la verdadera competencia está en La Parada”, cuenta.

El día a día lo hizo observador. A mediados de los ochenta, Antonio abrió su primera tienda de abarrotes y constató lo difícil que era para un comerciante trasladar su mercadería y reparar sus vehículos. Además, previó que el negocio

de los abarrotes había llegado a su tope –los primeros supermercados empezaban a aparecer-, decidió cambiar de rumbo y fundar Iza Motors en febrero de 1998. Al principio solo hacían cambios de aceite, afinamiento y lavaban autos en un local de 220 m2 en La Victoria. Aplicando lo aprendido en La Parada, Antonio comprendió que solo sobreviviría en el mercado ofreciendo un producto diferenciado.

“Pensé en cómo ofrecer, por ejemplo, el mejor precio. Debía comprar los repuestos directamente a las fábricas y para ello necesitaba volumen de ventas. Lo primero que hice fue ganarme la confianza de los taxistas limeños”, explica el empresario sobre su mercado. Mediante la compra directa, Camayo eliminó los gastos de importación y distribución y pudo ofrecer el mejor precio en mantenimiento vehicular. No fue fácil ni el camino fue siempre claro. Al inicio de su aventura empresarial perdía S/5.00 por cada cambio de aceite. Para él, eso era una inversión.

El fundador de Iza Motors tiene claro que no solo hay que saber innovar, sino convertir los problemas en oportunidades. Así, tras el advenimiento de la crisis financiera global del 2008, Antonio Camayo aprovechó el bajo precio de los inmuebles comerciales para comprar masivamente nuevas sucursales en todo el país. Con ese rotundo posicionamiento en el mercado, las grandes marcas automotrices como Toyota, Nissan o Chevrolet dejaron de ver a Iza Motors como un competidor y buscaron más bien convertirse en socios estratégicos.

Hoy con 25 megatalleres, ventas anuales por más de S/50 millones y proyectos de internacionalización a cuestas, Antonio Camayo sabe que el cliente necesita mucho más que un buen precio. Requiere un servicio integral, eficiente y veloz, al que pueda acceder cuando se presenta una avería, aún sin previa cita.

Por eso, además de vender autos ya convertidos a GNV y GLP y ofrecer el mantenimiento del vehículo, Iza Motors ha lanzado una aplicación para celulares similar a Uber o Easy Taxy. Ese servicio les permite cerrar un círculo que empieza con la venta de un auto, la reparación y la generación de un empleo para un segmento importante de su mercado: los taxistas. “Cada local de mi empresa es como un gran hospital. El cliente es un paciente que encontrará todas las soluciones en un solo lugar”, dice con satisfacción.

“El principal patrimonio de un

empresario no es su dinero, es su

reputación”

ANTONIOCAMAYO Actividad:

Iza Motors Perú S.A.CAutomotriz

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Jamás olvidará esas vacaciones infantiles de medio año en Carapongo, en una de las zonas de Chosica más rurales y, por entonces, olvidadas. A sus 63 años, Renzo Ernesto Carozzi Morales evoca ahora con nostalgia esos tiempos sin responsabilidades que compartía con los niños de esa zona. “Había muchas carencias. En sus casas no había luz. No podían tener refrigeradoras para conservar sus alimentos. Todo era muy distinto al San Isidro en el que yo vivía el resto del año. Iba a Carapongo acompañando a mi padre, que era empresario dedicado al agro y trabajaba por allá, y aprendí a valorar a esas personas, nobles, honestas, trabajadoras, y me prometí que algún día les iba a dar mejores condiciones de vida”. Y Renzo cumplió su sueño en 1997 cuando, al frente ya de Menorca Inversiones S.A.C., ejecutó el gran proyecto de habilitación urbana San Antonio de Carapongo sobre 100 hectáreas y con más de 3.600 lotes vendidos.

Ese fue el inicio del éxito de la empresa del sector inmobiliario que Renzo constituyó en Septiembre de 1993 y que es parte del grupo económico familiar que fundó su abuelo Ernesto Carozzi en 1921. “No me asusta lo nuevo y tampoco temo salir de mi zona de confort”, confiesa Renzo, quien en su momento dejó la carrera de Administración de la Universidad de Lima después de dos años de estudio para ir a Estados Unidos, donde obtuvo el bachillerato en Administración de Empresas y Economía en la Georgia State University. “Mi experiencia en Estados Unidos me sirvió para afianzar mis condiciones para tratar con todo tipo de personas”, señala el empresario que también forjó en 1987 la empresa Foresta, dedicada a la fabricación de calzado y cuyas marcas Foresta y Paula Carozzi se lucen en los más diversos malls de la ciudad de Lima. Los serios problemas que tuvo su familia, poseedora de terrenos productivos, con la reforma agraria impuesta por el gobierno de Juan Velasco Alvarado curtieron su carácter y lo hicieron capaz de vencer la frustración que sigue a los tropiezos. “En general, me considero un emprendedor. Con Menorca buscamos mejorar la calidad de vida de la gente. Muchos de nuestros clientes son comerciantes informales, personas que generalmente no están dentro del sistema bancario, y por lo tanto no pueden endeudarse para construir su casa. En Menorca les damos financiamiento directo para que puedan adquirir su lote y luego autoconstruir. Nosotros instalamos agua, desagüe, y cableado subterráneo, construimos zonas de esparcimiento, casetas de seguridad, parques, es decir, todo lo necesario para vivir bien. Además, les entregamos sus títulos de propiedad totalmente saneados, con lo cual ahora el cliente cuenta con un bien hipotecable

y se vuelve sujeto de crédito para el sistema financiero. Los clientes comienzan a pagar tributos y arbitrios, lo que es el primer paso a la formalidad, detalla Renzo. Dice, sinceramente, que el compromiso y confianza que deposita en sus clientes, es su forma de devolverle a la vida todo lo que ella le ha dado. A la fecha, Menorca ya ha habilitado más de 8,5 millones de metros cuadrados de terreno, vendido más de 15 mil lotes para futuras viviendas y mejorado la vida de unas 75 mil personas. Actualmente la empresa cuenta con dos grandes marcas consolidadas: Menorca Lotes, con siete ejecuciones en Lima y dos en Ica, y Menorca Collection, con dos proyectos en Cieneguilla (Finca Entre Ríos y La Quebrada).

“Trabajar habilitando terrenos me humaniza. Siento que le damos una mano a gente que no cuenta con demasiados recursos. Con nosotros comienzan a salir adelante. A darle algo mejor a sus hijos. En buena cuenta, Menorca Inversiones es para sus clientes el primer eslabón de la formalidad”, asegura el también criador de caballos de paso. Renzo trabaja arduamente para el mejoramiento y sostenibilidad de esa raza equina oriunda del Perú. El empresario resume así los objetivos y el espíritu de Menorca: “Nuestra empresa transforma lugares rústicos y eriazos, de geografías complicadas, con problemas de tráfico de tierras e invasiones, estafas e inseguridad, con ausencia del Estado y de servicios públicos; y los convertimos en zonas apropiadas para vivir , con áreas verdes, con agua, desagüe y electricidad, con pistas y veredas, con espacios para la recreación como parques y losas, con un orden y planificación urbana que antes no tenían”. Todo ello, explica Renzo, permite llevar la formalidad a una zona que previamente no la tenía, acercando al Estado (gobiernos regionales y locales, policía), empresas públicas(p. ej. SEDAPAL) y empresas privadas (p. ej. EDELNOR).

En prácticamente dos décadas de trabajo, Menorca ha beneficiado a más de 15 mil clientes, y con más de 4 mil de ellos mantiene una relación continua. Las proyecciones de la empresa de Renzo son positivas. Menorca, que es una empresa familiar, planea invertir en el 2017 entre US$30 y US$40 millones para la compra de terrenos y obras. En el próximo año, la empresa buscará dar el salto hacia la vivienda edificada ya que considera que ese es y será uno de los sectores con mayor crecimiento en el Perú en los próximos años. “Ver a nuestros clientes contentos, con autoestima al vivir bien, es una satisfacción total”, destaca Renzo.

“Mejorar la calidad de vida de tus clientes es una

gran satisfacción”

RENZOcarozzi Actividad:

Menorca Inversiones S.A.C.Construcción

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Le apasiona el fútbol. Cuando estaba en la secundaria, Wilmer Alejandro Carrasco Beas, el ahora exitoso presidente de la Asociación Civil Educativa Saco Oliveros, jugó por la selección de su colegio (en calidad de capitán) de la entonces G.U.E. Luzuriaga, de Huaraz. A veces de arquero, a veces de delantero, pero siempre con la anticipación como característica. “Aprendí a pensar rápido –recuerda Wilmer–. A colocarme en el lugar y el momento preciso. A jugar sin balón y a leer su trayectoria. A ver la ubicación de compañeros y rivales y, según eso, moverme o indicar a mí equipo a moverse a determinadas posiciones. Aprendí a anticiparme a las jugadas”.

Hoy, a sus 50 años, el empresario de la educación siente que esa intuición y carácter que desarrolló en las canchas y que incluso lo llevó a jugar en un club de segunda división, le ha sido y le es muy útil en su trayectoria empresarial. “En el rubro educativo hay que distinguir bien las necesidades y adelantarse a las tendencias”, dice Wilmer, cuya corporación educativa, basada en el sistema helicoidal, ya suma 47 colegios y más de 23 mil estudiantes. Si bien, el haber sido testigo de las labores de reconstrucción tras el terremoto de 1970, en la región Áncash, inclinó la balanza de su vocación hacia la ingeniería civil, carrera que estudió en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y de la que egresó en 1990; la educación estaba destinada a ser su cancha. Antecedentes familiares quizá podrían explicar ello. El abuelo materno de Wilmer fue director de un colegio en un pueblo del distrito de Marcará, a dos kilómetros de Ucuchá, caserío de la provincia ancashina de Carhuaz en el que nació el empresario.

Su hermano José, docente universitario, fue quien lo introdujo en el mundo de la enseñanza en academias preuniversitarias; y su madre, Eda Beas, también profesora, es ahora, a los 71 años, directora de un colegio de primaria de la Asociación Civil Saco Oliveros, quienes desarrollaron en él virtudes como la paciencia, empatía, espíritu de servicio y amor a esta noble labor. ¿Por qué invertir en educación? “La educación es el principal factor para escalar en la pirámide social y un poderoso instrumento en la lucha contra la pobreza y en la construcción de un futuro con calidad de vida”, contesta Wilmer, cuyos colegios han ganado en los últimos siete años 78 medallas (representando al Perú) en certámenes internacionales de matemática, física, química, biología, ajedrez y vóley. El ingeniero civil con espíritu de maestro recuerda los inicios de la corporación. “En 1997 –dice Wilmer–, mi esposa Margarita y yo abrimos el primer colegio preuniversitario del Perú con apenas 38 alumnos de tercero, cuarto y quinto de media, en los ambientes alquilados de una exacademia que yo había dirigido y en la que había

enseñado. Para entonces, ya había comprobado en la academia que la educación tradicional subestimaba las capacidades de los alumnos: uno de primero de secundaria podía dominar temas de quinto”. En ese primer año se empezaron a ver buenos resultados: un alumno de cuarto de media ingresó a Medicina. Al año siguiente, una estudiante de tercero ingresó a Ingeniería; y en 1999, un alumno de primero de media también entró a Ingeniería. Este año, siete de los ocho primeros puestos en el examen de admisión de la UNI fueron alumnos de colegios Saco Oliveros. ¿Pero en qué consiste el eficaz sistema helicoidal de Saco Oliveros? Es un sistema distinto al tradicional. Propone un enfoque de currícula cíclica y gradual: respetando los ritmos de aprendizaje, los alumnos pueden estudiar temas preuniversitarios a partir de primaria, desde niveles básicos y según el grado de estudios. Otra característica de los colegios Saco Oliveros es que brindan el curso de ajedrez desde inicial, el cual desarrolla de manera eficaz las habilidades cognitivas, control de impulsos y pensamiento estratégico de los estudiantes. Wilmer tiene un lema: “Lo que podemos soñar lo podemos hacer”. Y si se habla de sueños, él quiere cumplir varios en la próxima década. Uno es la creación de la Universidad Pascual Saco Oliveros, orientada a la investigación y a la interrelación con los sectores de la producción nacional. Otro es que la corporación cuente con un canal televisivo y redes virtuales que lleguen a todos los centros educativos del país, así como la creación de 3 residencias estudiantiles más, para alumnos de bajos recursos del interior del país.

Además, vislumbra la realización de futuras investigaciones en los colegios Saco Oliveros y en coordinación con los sectores productivos; y la réplica del modelo educativo de la corporación en colegios estatales mediante convenios con el Estado y que cada plantel Saco Oliveros adopte una escuela pública y le transfiera su metodología. “Estoy convencido de que los niños y jóvenes peruanos tienen un enorme potencial heredado genéticamente de nuestros antepasados incas y pre incas. Falta lograr que se tengan confianza en el talento innato que tienen y crean en sí mismos”, ese es mi propósito existencial o mi mayor sueño, dice Wilmer. El empresario piensa en grande: la Asociación Civil Educativa Saco Oliveros planea invertir en el 2017 unos US$8 millones. Y piensa como líder: tiene la filosofía de hacer partícipes a todo su personal del éxito de la empresa, que aporten con ideas y acciones; e incentiva el trabajo en equipo. “Confío mucho en la capacidad de las personas. Les hago tomar conciencia de la trascendencia e importancia de los proyectos y les impulso a que le pongan su toque personal. Quiero creatividad, entusiasmo, pasión y mucha fe”, remarca Wilmer al cierre del año escolar 2016.

“Saber adelantarse a los hechos es fundamental

para crear una buena estrategia empresarial.

Eso aplico en la educación, que es el futuro”

WILMERCARRASCO Actividad:

Asociación Civil Educativa Saco OliverosEducación

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Disciplina y perfeccionamiento. Esos son los valores empresariales más apreciados por Rita Casana Aristizabal, fundadora de la compañía industrial N&A S.A.C. Oriunda de Cajabamba (Cajamarca), doña Rita exige que sus más de 120 empleados compartan esos mismos valores. A ella no le gusta la gente pasiva ni conformista. Por eso, cada día, supervisa en persona el desempeño de sus trabajadores y escucha sus problemas. Como una madre o una entrenadora deportiva, Rita Casana se involucra con su equipo y busca que todos den lo mejor de sí. La disciplina que tanto admira la aprendió de dos profesionales japoneses a los que conoció cuando trabajaba en la corporación KEN, a inicios de los ochenta. Ellos la incentivaron a fundar su propio negocio –lo que consiguió en 1986- y a buscar su independencia financiera. Además, la introdujeron en el mundo de la siderúrgia –que hasta entonces era un negocio principalmente masculino- y le enseñaron todo acerca del manejo de los metales. Aunque ella nunca fue a la universidad, su conocimiento de la industria metalmecánica era tal que muchos clientes creían que era una ingeniera.

La empresa N&A S.A.C. –el nombre proviene de las iniciales de su hija- fue fundada en 1999 y se dedica a la fabricación de cocinas domésticas e industriales y de balones para gas licuado de petróleo (GLP) de varios tamaños. La empresa surgió cuando la señora Rita compró a la compañía mecánica Celta S.A., que le adeudaba mucho dinero. Hasta entonces, Rita era dueña de OLCAR, una empresa que comercializaba planchas de acero. “Pude embargar a Celta, pero preferí transformar ese negocio. El desafío fue grande. Yo estaba acostumbrada a la compra y venta. Ahora tenía que invertir, transformar el producto y luego venderlo”, relata la empresaria.La necesidad de perfeccionarse y garantizar un producto de calidad para sus clientes llevó a N&A S.A.C. a conseguir paulatinamente las certificaciones internacionales ISO 9001:2008, ISO 14001:2004 y OHSAS 18001:2007.

Hoy esta empresa factura ventas anuales por más de S/24 millones de soles y cuenta con dos grandes fábricas de producción, en el Callao y en Puente Piedra.

Doña Rita, de 62 años, cuenta que uno de sus grandes retos empresariales fue convertirse en proveedora del programa Cocina Perú del Ministerio de Energía y Minas en el 2014. Suministrar 100 mil cocinas y 100 mil balones de gas al Estado la obligó a perfeccionar sus procesos industriales y a buscar asesoramiento. Estos kits de “Cocina Perú” se distribuyeron en la costa, la sierra y la selva, en los distritos con mayores índices de pobreza, con la colaboración de su socio estratégico Llamagás S.A.

Hoy N&A S.A.C. se maneja como una empresa familiar cuyo gerente general es el hijo de doña Rita, Gilberto Gonzales y la gerente comercial es su hija, Nataly Albarracín, junto a otros sobrinos y familiares que apoyan en la parte de gestión. La empresaria cajabambina cuenta con satisfacción que en los 17 años de operación, su compañía no ha atravesado grandes crisis económicas debido al eficiente manejo de las inversiones. “Los peores años para mi negocio son los electorales. El Estado para nosotros es un gran cliente y cuando hay elecciones todo se paraliza”, señala Rita Casana. Cuando eso ocurre, N&A S.A.C. prioriza la producción para sus más de 100 clientes privados, entre grandes y pequeñas empresas.

“Las empresas –y las personas-

no pueden ser conformistas. La

innovación y el perfeccionamiento

de lo que uno produce son

cruciales”

RITACASANA Actividad:

N&A S.A.C.Industria metalmecánica

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Aníbal Clavijo Ubaldo hizo aquello que los expertos en negocios no recomiendan: poner todos los huevos en una misma canasta. En vez de instalar hoteles en distintas regiones o asociarse con una gran cadena turística, este empresario huachano de 70 años construyó un Hotel Boutique único a un paso de Machu Picchu. Se trata del único hotel 5 estrellas reconocido por el MINCETUR, Sumaq Machu Picchu, un establecimiento de lujo donde el alojamiento puede superar –y supera- los mil dólares por noche. El lugar tiene 62 habitaciones, 120 empleados y cada detalle está pensado para que el huésped sienta en carne viva la cultura incaica, sus textiles y su cerámica. En resumen, el hotel de Aníbal Clavijo ofrece el máximo confort a los viajeros que quieren conocer la principal atracción turística peruana.

La idea del Sumaq Machu Picchu Hotel surgió en una noche de conversación familiar. Alentado por su hijo, Aníbal Clavijo gestó la idea de construir un hotel cinco estrellas en el distrito de Machu Picchu, también llamado Aguas Calientes. La experiencia en el sector turismo la había adquirido desde que tenía 27 años y empezó a trabajar como contador en un albergue de Puerto Maldonado. A partir de ahí –y en distintas empresas- Clavijo aprendió acerca de manejo hotelero, construcción y financiamiento de proyectos. El trabajo que le esperaba, sin embargo, era titánico y requirió del empuje de toda su familia.

La enorme protección que tiene Machu Picchu –por su doble condición de santuario arqueológico y reserva natural- impuso reglas especiales. Aníbal Clavijo tardó cinco años solo para conseguir las licencias necesarias para construir su hotel. Tuvo que gestionar estos permisos principalmente con el Ministerio de Cultura (entonces Instituto Nacional de Cultura), con el INRENA, con las autoridades ambientales, con el Instituto Nacional de Defensa Civil y con los gobiernos regionales y locales. En paralelo, el emprendedor y su hijo visitaron muchos bancos en busca de financiamiento. Solo uno apostó por el futuro del proyecto.

Estar al mando de la ejecución y operación de la construcción no fue nada sencillo. Se contrataron más de 500 trabajadores (entre ingenieros, arquitectos y obreros) y hubo que trasladar todos los materiales por tren. Desde el inicio se buscó generar un mínimo impacto en el medioambiente. Finalmente, el 29 de agosto del 2007, el hotel abrió sus puertas. En los casi diez años de funcionamiento, el hotel Sumaq ha recibido dos premios internacionales y un certificado de sostenibilidad ambiental de Rain Forest Alliance. El continuo flujo de huéspedes está asegurado, además, por sus convenios con más de 180 agencias de viajes.

Según Aníbal Clavijo Begazo, hijo y mano derecha del empresario huachano, una de las mayores virtudes de supadre es su empatía y su capacidad de movilizar a las personas. “Como mi padre quedó huérfano a los once años y provino de un hogar humilde, sabe desde pequeño que uno no se puede llevar un pan a la boca sin trabajo. Él conecta con las personas”, explica. Hoy, el hotel que construyó Aníbal Clavijo a un paso de Machu Picchu se administra como una empresa familiar. Ese es su legado.

“Un empresario apuesta por construir un hotel

cinco estrellas a un paso de Machu Picchu con todas las certificaciones

ambientales”

ANÍBALclavijo Actividad:

Clabe Andina S.A.C.Hoteles y turismo

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“Los errores enseñan. Eso lo debe tener muy claro un

empresario. El que cae, se levanta”

Es un hombre práctico. De pocas palabras. Emprendedor. Alguien que en su momento tuvo la valentía de salirse de la ruta. Al arequipeño Wilfredo Sergio Erquinigo Pereda, gerente general y cofundador de Transportes Hagemsa S.A.C., no le amilanó la falta de estudios superiores. Él supo hacerse dueño de su destino. Hace una década, junto a su hermano Richard Santiago, decidió dejar de trabajar como chofer de sus hermanos mayores y formar su propia empresa. “Siempre quise tener mis camiones y ser fuerte como las grandes empresas. En eso estamos”, dice Wilfredo, con la sensación de que todavía hay mucho camino por recorrer.

“¿Cómo empezamos? Mi hermano Richard y yo compramos un camión cada uno: un Ford y un Dodge. Así comenzamos, a puro tesón, llevando mercancías de todo tipo, materiales peligrosos y carga sobredimensionada desde Arequipa hacia diferentes destinos”, recuerda Wilfredo.

Esos dos camiones iniciales se multiplicaron. Ahora la empresa cuenta con una flota de 180 unidades y hace servicio a otras grandes empresas como la Corporación Ferreyros. Además, Hagemsa también sirve a los principales centros mineros del sur del país. Entre su cartera de clientes figuran las mineras Antapaccay, Las Bambas, Cerro Verde, Mitsui, Southern y Detroit, entre otras.

Por insistencia de Wilfredo, Hagemsa ha adoptado una filosofía que la conduce cuesta arriba: “Querer es poder”. “Creo que todos soñamos en la vida, y los sueños se logran hacer realidad en base a constancia, a trabajo continuo. Depende de nosotros mismos. Yo visioné la empresa. Pensé en que sea la primera y la mejor en su rubro. Y hacia eso vamos. Queremos ser la empresa top nacional en transporte de mercancías y de materiales peligrosos. Hagemsa es una empresa provinciana y eso es un orgullo”, dice Wilfredo.

Pero no todo ha sido color de rosa para Hagemsa. Los hermanos Erquinigo tuvieron y tienen que luchar contra el centralismo limeño. Buscan su personal y sus proveedores en el sur del país. “Nunca me ha gustado estar tranquilo. No puedo estar quieto. Siempre estoy mirando las novedades en el transporte, las innovaciones, la competencia”, confiesa el empresario.

Hagemsa sobresale del resto de empresas del rubro transporte de mercancías porque brinda un servicio especializado en la modalidad ‘puerta a puerta’. Gracias al uso de la tecnología GPS, le brinda al cliente permanente información sobre el estado de su carga.

La empresa tiene 315 trabajadores y Wilfredo ha logrado impregnar en ella compañerismo. “Todos somos parte de una gran familia, Hagemsa, a la que hacemos grande con nuestro trabajo, nuestro aporte diario y proyecciones al futuro”, menciona el gerente general.

“Soy horizontal con todos mis empleados. De ellos depende el buen funcionamiento de la empresa. Como sucede en un hogar –sostiene Wilfredo–, debe haber armonía entre todos los integrantes”.

Como buen visionario, el transportista es humilde ante la vida, pero a la vez posee una sana ambición. “Los errores enseñan. Eso lo debe tener bien claro un empresario. El que cae, se levanta. Aquel que nunca se ha caído, no sabe cómo ponerse de pie nuevamente, y eso es fatal para una organización”, dice, pero no se anima a revelar cuál fue su mayor error con relación a su trayectoria empresarial.

Le gustan los retos. “Estamos internacionalizándonos, brindando servicios a Chile, Bolivia y Argentina”. También está comprometido con operar bajo estándares internacionales de sostenibilidad. En ese contexto, Hagemsa obtuvo en junio de este año la certificación de OHSAS 18001, y su certificación ISO 9001 está en proceso. ¿Y la política? Wilfredo dice que lo tentaron. Simplemente dijo: “No, gracias, no es lo mío. Lo mío es el transporte”.

En tanto, el empresario sigue al volante rumbo a su sueño: ver convertida a Hagemsa en la mayor empresa de transporte de mercancías del Perú y en un referente en la región. Y pisa fuerte.

WILFREDOErquinigo Actividad:

Transportes Hagemsa S.A.CTransporte

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Page 14: Premio LEC 2017

“Las empresas no sirven para ganar plata sino para

seguir creando riqueza y valor al país. Crear

fuentes de trabajo es su principal función social”

Desde que era un adolescente, Julio Favre Arnillas tenía claro su objetivo: ayudar en el negocio de la familia. La idea fue cristalizando con cada viaje que hizo de muchacho junto a su padre, el fundador del Grupo Redondos, para visitar las granjas y las plantas de la compañía. Por eso, resultó natural que estudiara Administración de Empresas y, posteriormente, un MBA. El padre, Julio Favre Carranza, puso ilusiones en su tocayo, el mayor de sus cuatro hijos. “Tuve el privilegio de ser formado por él en todos los procesos productivos, comerciales, administrativos y financieros del negocio”, dice Favre Arnillas. Hoy él es presidente del directorio de Redondos. En los tres años que lleva al frente de la corporación, no solo ha cuidado el legado de su padre. Lo ha hecho crecer.

En el principio, no existía Redondos. La empresa se llamaba Avícola Atahuampa. Julio Favre Carranza, un joven ingeniero zootecnista, la estableció en 1973 en los arenales de Medio Mundo, cerca de Huacho, 170 kilómetros al norte de Lima. Al inicio, estaba dedicada a abastecer de pollitos bebé a la integración avícola La Esperanza, la más grande de entonces. El nombre Redondos vendría después, en alusión a los galpones circulares que instalaron por la forma irregular del terreno. El Grupo Redondos ingresó a la crianza de cerdos en 1976, con la adquisición de la Granja Sinchi y, posteriormente, con Atahuampa PIC, líder en genética porcina. Redondos se convirtió en la integración porcina más grande de país, la cual exportaba genética a Ecuador y Bolivia. Posteriormente, al crear la empresa Naltech S.A., incursionó en la fabricación de alimentos balanceados, hechos con maíz y soya, para mascotas y peces. Ello complementaba a la Planta de Producción de Alimentos Balanceados, la cual fabrica cada mes hasta 40 mil toneladas de pienso para la industria pecuaria. Las líneas de negocio del grupo se completan con Acuahuaura, una empresa dedicada a la crianza y reproducción de tilapias, truchas y paiches; y con Solvet, que comercializa productos veterinarios y de nutrición para la avicultura y la porcicultura. A ellas se suma Prestadora de Servicios Pecuarios, que realiza desde obras civiles y mantenimiento de maquinarias hasta atrapado de pollos, limpieza de granjas y lavado de jabas.

Mientras el negocio de la familia maduraba, Julio Favre Arnillas tuvo que hacer lo mismo. Y desde lejos. Eran los tiempos del terrorismo en el país. El padre se enfrentó a Sendero Luminoso y al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y se negó a pagarles cupos. Las amenazas de muerte lo obligaron a llevar a su hijo a los Estados Unidos e

inscribirlo en una academia militar internada. Allí él terminó la secundaria. “La academia militar te forma en carácter y también en liderazgo. A los 15 años ya tenía personas a mi cargo. Pero la mayor lección me la dio mi padre. El no dejarse amilanar. Eso es invalorable para un hijo. Yo le cuento al mío lo valiente que era su abuelo”, dice.

Ya como profesional, luego de trabajar tres años como consultor para ganar experiencia externa, entró de lleno en los negocios de la familia. Fue jefe de Control y Planeamiento y, más tarde, Subgerente de Administración y Finanzas en Redondos S.A. En 2006, después de que concluyó su maestría, su padre le encargó reflotar Naltech, sumida en problemas económicos. Debido a una mala administración, la calidad de sus productos se había deteriorado y la empresa había perdido la confianza de los clientes. Julio estuvo a la altura del desafío. Reforzó el equipo de producción y logística para elevar la calidad de los insumos, rediseñó los empaques, mejoró todos los procesos administrativos para ahorrar tiempo y dinero, y trabajó de la mano de la Gerencia Comercial para visitar uno por uno a los clientes. Si en el 2006 esta firma facturaba alrededor de 6 millones de dólares, con pérdidas acumuladas que alcanzan el millón, el 2016 se está cerrando con una facturación de 15 millones de dólares y un EBITDA de 12%.

Esa experiencia preparó a Favre Arnillas para tomar las riendas del grupo en julio del 2013, cuando falleció su padre y la necesidad de remontar una crisis financiera y el cambio de liderazgo sacudieron la cultura de la organización. Reemplazó al Gerente Comercial, al de Producción y al de Gestión de Personas. “Fue un tema sensible porque eran personas que habían estado en el puesto muchos años”, cuenta. Los ajustes fueron aún más lejos. Julio lideró una política de austeridad que permitió reorientar el capital a las mejoras productivas y encabezó un proceso de planeamiento estratégico que impulsara la corporación hacia el futuro. Julio Favre Arnillas ha sabido imprimir su propio estilo de liderazgo, que otorga más libertad a los gerentes. “Lo que me interesa son los resultados”, dice Julio. Y los ha obtenido. “En los últimos tres años, hemos inaugurado una planta de incubación, la más moderna de Sudamérica. Estamos por inaugurar una nueva planta de alimentos procesados. Hemos mejorado nuestros márgenes y hemos crecido constantemente. Contratamos a más personas. Estamos dando más empleo. Para mí eso es muy satisfactorio. Al final, algo que me enseñó mi padre, es que las empresas no sirven para ganar plata sino para seguir creando riqueza y valor al país”, dice.

JULIO Favre Actividad:

Redondos S.A.Pecuaria

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Page 15: Premio LEC 2017

A los 10 años, la imaginación de un niño vuela, y vuela alto. Y eso lo sabe muy bien José Enrique Koechlin von Stein, quien a esa edad experimentó de la manera más franca posible cómo la realidad potencia esa imaginación hasta límites siderales. Como si fuera una de las películas de cine sobre la riqueza natural y cultural peruana que produjera a lo largo de su trayectoria empresarial, José mantiene el recuerdo nítido de aquel periplo que, organizado por el colegio La Inmaculada, hiciera en 1956 por la selva de nuestro país, acompañando a una misión jesuita. En aquel momento no lo sabía, pero ese viaje por Jaén, Bellavista, y luego a Cusco, Machu Picchu, Puno, Arequipa y Nazca marcaría su inclinación por el ecoturismo.

Hoy, a sus 71 años, José continúa encabezando la empresa Inkaterra Perú S.A.C., que fundara en 1975 con el propósito de difundir los valores naturales y culturales del Perú. A través de su empresa, José busca replicar y multiplicar en viajeros nacionales y extranjeros esas extraordinarias sensaciones que lo dejaron anonadado en aquel viaje infantil, ofreciendo un servicio de turismo vivencial en áreas de gran riqueza natural y cultural, y transmitiendo a los viajeros un entendimiento informado de nuestra peruanidad. Inkaterra es actualmente la marca peruana de mayor exposición en el turismo globalde lujo.

Inkaterra cuenta hoy con siete hoteles ubicados en el bosque amazónico de Madre de Dios, en el bosque de nubes de Machu Picchu, entre las calles empedradas de Cusco y en las montañas del Valle Sagrado de los Incas. Ha logrado crear valor inmobiliario en las áreas donde operan sus hoteles y ha financiado muchas investigaciones científicas y de conservación de la biodiversidad, así como inventarios de la flora y fauna en el Perú. Sobre la base de todo ese conocimiento, la empresa de José diseña especialísimas experiencias de viaje. Para el 2017 tiene planeadas inversiones por US$6 millones.

Se trata, también, de un modelo de negocio que repercute positivamente en el desarrollo económico de las comunidades locales. De alguna manera, Koechlin continúa apoyando a esas comunidades, tal como lo hizo de niño en aquel viaje con los jesuitas cuando, juntos, proyectaban sobre alguna pared películas de Charles Chaplin y El Gordo y El Flaco para poblados en los que no había electricidad ni agua potable.“Siempre hay que mantener la sorpresa infantil, esa capacidad de poder captar lo nuevo y entusiasmarse por ello. Eso

es importante para toda persona y más para alguien que quiere hacer empresa. En un mundo tan cambiante como el de ahora, en el que la tecnología avanza velozmente, si no estamos informados y receptivos a captar lo nuevo, nos estacamos en el statu quo, y eso se traduce en la pérdida de oportunidades. Y el Perú brinda muchas oportunidades”, reflexiona José.

Bachiller en Administración por la Universidad del Pacífico, Koechlin ha cosechado varios lauros a nivel internacional por su empuje al ecoturismo y actualmente es, entre otros cargos, presidente de la Sociedad Hoteles del Perú y miembro emérito de Conservation International (Washington D.C.). Ha sido, además, director de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y de la Asociación Peruana de Turismo de Aventura, Ecoturismo y Turismo Especializado (Aptae).

Eso no es todo. José Koechlin atesora una pasión irrenunciable: el cine. En su opinión es el séptimo arte la manera más efectiva de promover un destino. Tres años antes de fundar Inkaterra ya había cofinanciado la película “Aguirre, la Ira de Dios” (1972), de Werner Herzog, cinta que trata de la leyenda de El Dorado y el tesoro escondido de los Incas, y que fue exhibida por más de tres años seguidos en París, lo cual impulsó una ola de turistas hacia el Perú desconocido.Asimismo, también coprodujo “Fitzcarraldo” (1982), la obra más conocida de Herzog, rodada durante cuatro años en la selva peruana. “Fitzcarraldo” es uno de los principales documentos etnográficos modernos, en el que aparecen mashcos, piros, campas y aguarunas. La película, que contó entre su reparto con Mick Jagger, líder de la banda británica de rock “The Rolling Stones”, ganó el premio a mejor director en el Festival de Cannes. La aparición de los nativos en “Fitzcarraldo” fue registrada en el documental “El Pesar de los Sueños” (1982), que también coprodujo Koechlin.

“El cine es un vehículo que expone una realidad a una audiencia bastante grande. El cine puede hacer más conocido al Perú. Es lamentable que muchos peruanos no sepan lo rico que es su país. ¿Quién no quiere a su patria? Para hacerla crecer hay que conocerla. Solo con el conocimiento se puede planificar el futuro”, sostiene el empresario, quien impulsa en la actualidad producciones que divulgan la riqueza natural peruana a través de Streaming (Allaboutbirds.org/gwhummer).

JOSÉKOECHLIN Actividad:

Inka Terra Perú S.A.C.Turismo y Hotelería

“Para no quedarse estancado, el empresario

no debe perder jamás la sorpresa infantil, su

capacidad de tomar lo nuevo”

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En la sala de directorio de J.E Construcciones Generales, en La Molina, Juvenal Lechuga, el padre de Eduardo, nos observa desde un cuadro, flaco como un Quijote. Su fotografía, que cuelga entre lienzos de la Escuela Cusqueña, lo muestra portando una medalla que la Municipalidad de Lima le impuso en reconocimiento de su labor con las juntas vecinales del distrito de Pueblo Libre. De Juvenal procede la J del nombre de la empresa. La E viene de Eduardo, quien creció espolvoreado de la arena y del cemento de la construcción.

En la empresa, fundada hace 32 años, todavía circulan historias de Juvenal Lechuga. Historias como las que cuenta el jefe del Departamento de Administración y Finanzas: en una ocasión, Juvenal vio, en una pared, unas mayólicas mal instaladas. El empresario las rayó y ordenó que volvieran a hacer el trabajo. No importaba que la obra estaba a punto de entregarse. Las cosas debían hacerse bien.

Aunque tenía un título de profesor, obtenido en su Cusco natal, Juvenal Lechuga se dedicó toda la vida a la construcción. Eduardo –arquitecto, gerente general de la compañía- recuerda que a los doce años pasaba las vacaciones metido todo el día en las obras. Cuando la empresa de su padre remodelaba la inmensa cocina del Hospital Obrero, él estaba allí, llevando gelatina a los obreros, ayudando a supervisar el trabajo, formándose en el negocio.

Por eso, más adelante, en la universidad, sabía perfectamente a qué se refería el profesor cuando les hablaba de los materiales, a diferencia de sus compañeros. Por eso, ya como empresario, cuando un maestro de obra le presentaba un presupuesto mal formulado, él podía identificar los errores y recalcularlo con él de inmediato. En un tiempo en que abundan los ingenieros de gabinete, que casi nunca salen de su conteiner en las obras, Eduardo Lechuga -presidente del Gremio de Infraestructura, Edificaciones e Ingeniería, de la Cámara de Comercio de Lima, director de la CCL y presidente del Instituto de Educación Superior Tecnológica de la Construcción CAPECO- sabe que algo que lo distingue es ese conocimiento del día a día de la construcción que ha acumulado desde sus años de aprendiz.

Lealtad es otro de los materiales de los que está hecha la cultura de J.E Construcciones Generales. En julio de 1990, cuando terminaba el primer gobierno de Alan García, había pocas obras en Lima a causa de la crisis. Uno de los

principales clientes de JE era Alberto Levy, propietario de las tiendas Hogar. Hizo para él varias tiendas; también realizaría, por encargo suyo, trabajos en el estadio Miguel Grau del club Sport Boys, del que fue dirigente. La noche del 19 de ese mes, en una ofensiva terrorista, Sendero Luminoso prendió fuego en simultáneo a varios edificios de la capital. El peor incendio fue el de la tienda Hogar de Paseo de la República. Apenas se enteró del incendio por la televisión, Eduardo Lechuga corrió al lugar para ofrecer su ayuda. Pero no se pudo hacer nada: tuvo que ver cómo se consumía toda la tienda.

J.E se encargó de la remodelación del local. Parecía que todos los obreros de la ciudad se agolpaban en la puerta en busca de trabajo. Apenas había transcurrido un mes desde el atentado, cuando una bomba de otra naturaleza les cayó encima: el gobierno anunció el radical ajuste económico conocido como ‘fujishock’. De la noche a la mañana los precios se dispararon al cielo. El dinero del que se disponía no valía nada. “Tuve que dar soporte a todos los colabores. Había que motivarlos porque, sin el apoyo de cada uno y sin sacrificio, no íbamos a sacar adelante la obra ni la empresa. Teníamos que hacerlo al menor costo y sin utilidad”, dice Eduardo Lechuga.

Hoy que la empresa tiene un staff permanente de más de 300 personas, que ha ejecutado proyectos tan importantes como la sede regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hoy que tiene operaciones en Ecuador y que ha ganado contratos para grandes cadenas de ‘retail’ como Ripley y Falabella, universidades como Universidad de Lima, UPC y PUCP, Eduardo Lechuga se rige bajo el mismo principio: es preferible obtener un menor margen de ganancia con tal de que las cosas salgan bien y que el cliente esté contento.

Si a Eduardo Lechuga le gusta edificar relaciones sólidas con los clientes, procura hacer lo mismo con sus colaboradores y proveedores. Como por ejemplo Víctor Salazar, un discreto y eficiente contratista en carpintería, se admiraba del paso del tiempo. “Yo lo he cargado al arquitecto cuando era chiquitito”, se animó a contar en una celebración que algunos empleados organizaron por los cincuenta años de Eduardo. El arquitecto y el carpintero se abrazaron. Salazar trabajó para los Lechuga, tal vez, desde que tenía unos veinte. Hace poco, murió. La empresa publicó un comunicado interno en el que expresaba lo importante que Salazar fue para ella.

EDUARDOLECHUGA Actividad:

J.E Construcciones Generales S.A.Construcción

“Es preferible un menor margen de ganancia con

tal de que las cosas salgan bien y que el

cliente esté contento”

31Premio Líderes Empresariales del Cambio 201730

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La madrugada del 25 de octubre de 1986 marcó un nuevo rumbo para su vida. En ese momento, el más triste que ha tenido, Edgar Marin Rengifo juró ante el cadáver de su primo que sería un hombre de éxito y que aprovecharía cada oportunidad que le diera el destino. Y cumplió: 30 años después de esa tragedia personal, el otrora desilusionado estudiante universitario es el gerente general y dueño de Enerquímica S.A.C., empresa líder de ingeniería que vende soluciones y servicios de post venta para los rubros de energía y química.

La muerte había sorprendido al sargento PIP Manuel Malaver Mori en el Callao durante una intervención. Su primo policía era para Edgar un hermano mayor. Si hubo alguien que creyó a ciegas en su potencial, ese fue su primo, quien costeó parte de sus estudios. Por eso, al reconocer el cuerpo, el futuro magíster en Administración hizo, en silencio, la promesa de ser alguien en la vida. “Esas fueron las tres horas más duras de mi vida. Hoy sé que no lo he defraudado”, dice Edgar.

Él nunca la tuvo fácil. Nació hace 51 años en el distrito de Soritor, en Moyobamba, San Martín. Su tía lo trajo a Lima a los 2 años para que viviera con su mamá en el pueblo joven Tablada de Lurín, plagado de carencias. Un día su tía decidió llevarlo a pasar un fin de semana en su casa de San Miguel, y ahí la luz eléctrica y la televisión a blanco y negro le develaron otro mundo. Esa estadía se alargó por años. Su tía asumió el papel de madre y hasta financió su educación. ¿Y su padre? Recién lo conocería a los 37 años.

Edgar sobresalió en sus años escolares: primer puesto en el cómputo general de primaria y segundo lugar en el de secundaria. Eso lo catapultaría a entrar becado a la UNI para estudiar Ingeniería Mecánica. Sin embargo, el no haber ido a una academia pre universitaria le pasó factura, y sus dos primeros ciclos fueron desastrosos. ¿Cómo un escolar brillante podía fracasar luego en la universidad? Esa pregunta azotaba su espíritu, y decidió abandonar la UNI para trabajar en ventas diversas. Hasta que sucedió lo de su primo policía y, promesa de por medio, recuperó la confianza en sí mismo. Regresó a la UNI y su rendimiento fue descollante. Incluso consiguió un permiso especial para llevar en el ciclo final 11 cursos a la vez. Egresó en 1990 y ese año ingresó a Baterías Record como practicante. Ese fue el primer peldaño de su escalera al éxito. Ahí aprendió el teje y maneje del negocio de baterías: proveedores, fabricación, mantenimiento, logística y expansión.

En Baterías Record pasó por casi todos los cargos de confianza hasta llegar a la gerencia de administración y finanzas, máximo puesto debido a que la gerencia general era el cargo de los dueños, y solo hizo una pausa de dos años para hacer la maestría en Administración en ESAN. Trabajó en aquella empresa hasta su renuncia en el 2002, año en el que comenzó a dedicarse por entero a su proyecto personal, Enerquímica, que había iniciado en 1994 con su entonces novia y hoy esposa, la ingeniera química Carmen Illesca Dhaga del Castillo. Dice que todo el ‘know how’ acumulado en Baterías Record le sirvió para hacer crecer a Enerquímica, que nació para compra y venta de artículos diversos, y asesorías en Ingeniería Química y Mecánica, para luego virar hacia el desarrollo de proyectos en electrificación convencional y renovable (como los paneles solares); y a la importación, exportación, distribución y comercialización de acumuladores eléctricos y baterías, y de equipos e instrumentos para la industria química. En su división química, la empresa ofrece soluciones para el filtrado y el control del agua, equipos para el control de calidad en la elaboración de bebidas. También tiene la representación de empresas transnacionales industriales con tecnología de punta.

“A mis tres hijos les digo siempre que, además de Administración o carreras afines, para tener éxito deben conocer sobre el giro de negocio, conocer al producto y asegurarte que sea de calidad para que sea sostenible en el tiempo. También que el riesgo en una empresa no puede ser constante. ¿Riesgo? Sí, pero con precaución. No a ciegas”, refiere Edgar.

Desde su creación, Enerquímica, cuyos procedimientos se rigen bajo estándares que no afectan el medio ambiente, ha atendido a 333 clientes de los segmentos de telecomunicaciones, alimentos y bebidas, minería, industrias y empresas estatales. Ha brindado servicio, entre otros clientes, a Telefónica del Perú, Tempel Perú, Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston, Industrias IMM y Empresa de Generación Eléctrica de Arequipa. “Dicen que negocio y familia no se llevan. Si es así, somos la excepción a la regla. Con Carmen, mi esposa, congeniamos bien familiar y empresarialmente. Uno no interfiere en las decisiones que el otro toma en su especialidad dentro de la empresa, predomina el respeto profesional. En casa, con un café, se supera cualquier tensión laboral o proyecto. Somos felices. Tenemos tres hijos, y Enerquímica es nuestro cuarto retoño”, finaliza el empresario.

EDGAR Marin Actividad:

Enerquímica S.A.C.Industrial

“Como a un hijo, a una empresa se le tiene que dar

tiempo, dedicación y valor agregado. Así podremos

verla crecer”

33Premio Líderes Empresariales del Cambio 201732

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Con 73 años, Víctor Matta Curotto no solo encarna a un empresario, él es una industria. Su principal compañía, Pesquera Exalmar S.A.A., es una de las tres principales exportadoras de aceite, harina de pescado y alimentos marinos del país; cuenta con 34 embarcaciones propias y da trabajo directo a más de mil personas. Pero eso no es todo. Además de ser el presidente del Directorio de Exalmar, este emprendedor chinchano es propietario de Complejo Agroindustrial Beta, una de las principales empresas exportadoras del país con sede en tres regiones (Piura, Lambayeque e Ica), una inmobiliaria y una empresa de taxis.

¿Cómo hace un hombre nacido en el seno de una familia modesta para fundar –y tener éxito- en tantas empresas? Víctor Matta dice que la clave está en la pasión y el compromiso, así como liderar y motivar a un grupo humano profesional, dispuesto a asumir retos y sueños. “A mí me encanta lo que hago. Soy de las personas a las que le emociona y le gustan los retos. Siento que al final, te superas a ti mismo”, explica Matta. Los retos, en efecto, no le han faltado a este empresario que compró su primera embarcación pesquera en 1976, cuando tenía 33 años. Desde que se hizo a la mar para pescar anchoveta y vendérsela al Estado (el Gobierno Militar monopolizaba el mercado por aquellos años), Víctor Matta ha remontado varias crisis políticas, económicas y dos grandes fenómenos de El Niño (en 1983 y 1998, respectivamente).

“El Niño del 98 me encontró en plena construcción de una planta de procesamiento en Chicama (La Libertad). Es en esos momentos cuando uno tiene que sacar fuerza y entereza”. Actualmente, dos de sus tres hijos –Víctor y Mariangella- son parte de la plana gerencial de Exalmar, también se ha establecido un protocolo familiar para asegurar la vigencia de la empresa en el tiempo. A pesar de que el mar siempre ha ejercido una fascinación en él, Víctor Matta también se siente vinculado a la tierra. A inicios de los 70 compró su primer fundo e instaló una

granja de gallinas. Veinte años después, ya con éxito en la pesquería, constató que en la agroexportación había posibilidades de crecimiento y adquirió nuevas hectáreas en la región Ica. El crecimiento de Complejo Agroindustrial Beta fue tal que actualmente factura ventas anuales por alrededor de US$ 120 millones y es una de principales productoras de espárragos y uvas de mesa del Perú.

Lo que le enorgullece de su trabajo como agroexportador y pesquero es que le permite ser un agente del cambio y llevar desarrollo a cientos de pescadores y campesinos. El empresario está convencido de que la agricultura industrial es crucial para que los peruanos humildes puedan cambiar su estatus de vida, sentirse dignos y aspirar a una educación superior. Debido a este entusiasmo, Víctor Matta, con sus 73 años a cuestas, aún no tiene planes de retirarse. Él asegura que “tiene para rato”.

VICTORMatta Actividad:

Pesquera Exalmar S.A.A.Pesca

“Un empresario debe hacer las cosas con

pasión. Cada obstáculo es una oportunidad de

superación”

35Premio Líderes Empresariales del Cambio 201734

Page 19: Premio LEC 2017

Juan Carlos Noli Callirgos cree que la historia de su vida puede ayudar a muchas personas a formar su propia empresa. Él es presidente del Consejo Directivo del Grupo Trilce y a través de sus colegios y academias ha ayudado a miles de alumnos peruanos a ingresar a la universidad. Sin embargo, este docente y empresario de 61 años no pudo concluir sus propios estudios superiores en su juventud. Cuando estaba a mitad de la carrera de Ingeniería Electrónica en la UNI, Noli se vio en la necesidad de dejar el pupitre y tomar una tiza para trabajar como profesor de matemática en una academia preuniversitaria. Más de 35 años después, este promotor recalca que aunque sí es posible conseguir el éxito sin ir a la universidad, lo óptimo –siempre- es terminar los estudios superiores.

Juan Carlos Noli conoce bien los límites y los riesgos de la labor docente. Cuando llevaba unos años trabajando en la academia César Vallejo, a finales de los setenta, esta academia fue captada por miembros de Sendero Luminoso que buscaban recaudar fondos y adoctrinar a los estudiantes. Aunque él había simpatizado con grupos de izquierda, también era contrario a la violencia, además tenía la certeza de que la educación no debía confundirse con la actividad política. “Lo que a mí me interesaba era ser un buen docente. Por eso a mediados del año 1979 renunciamos a la Academia Vallejo; a finales de ese mismo año fundamos una institución educativa para impartir la mejor enseñanza, donde no se iba a hacer política”, rememora.

Para ser una empresa que empezó casi sin recursos económicos, el crecimiento de Trilce fue geométrico.La academia empezó a funcionar en un local alquilado en el jirón Callao, en el Centro de Lima, y al poco tiempo se mudaron a un edificio propio en el jirón Rufino Torrico. El esfuerzo de Juan Carlos Noli y su equipo, por ofrecer una educación de calidad rindió frutos y el alumnado aumentó. En pocos años tuvieron que comprar y derrumbar varias casonas en Santa Beatriz para construir nuevas y modernas aulas. En 1997 se optó por ampliar

su modelo de negocio y crearon los colegios Trilce. Hoy, esta corporación gestiona 23 colegios y 8 academias. Cada año por sus aulas pasan más de 35 mil estudiantes.

Si tuviera que rescatar un valor de Trilce, Juan Carlos Noli resaltaría la honradez. Esta fue necesaria, por ejemplo, cuando varios docentes faltando a su ética y la lealtad a su institución, convencieron a una parte del alumnado de Trilce a trasladarse a una nueva academia a mediados de los ochenta. Fue un golpe duro, pero la honestidad de los profesores más comprometidos con el proyecto los ayudó no solo a no desmoronarse, sobre todo salir fortalecidos de tan lamentable situación.

Cuando piensa en retrospectiva, Juan Carlos Noli dice estar satisfecho. Le complace, por ejemplo, haber impartido educación de calidad a estudiantes de bajos recursos que no hubieran podido acceder a ese servicio en otra época. Pero Noli también sabe que no es suficiente. Por eso, este grupo empresarial planea en un futuro abrir su universidad. “Somos consecuentes, solo vamos a emprender ese proyecto cuando tengamos el suficiente nivel. Eso se dará con paciencia y tiempo”, dice.

JUAN CARLOS Noli Actividad:

Grupo TrilceEducación

“Trilce ofrece educación

de calidad a personas que en

otra época no hubieran podido

acceder a ese servicio”

37Premio Líderes Empresariales del Cambio 201736

Page 20: Premio LEC 2017

Se llama Miguel Antonio Pascual Álvarez pero sus conocidos suelen decirle Michel. Es español, abogado, tiene 49 años y desde el 2011 es CEO de AmTrust Insurance Spain, una división del grupo norteamericano AmTrust especializada en fianzas, cauciones y riesgos financieros. Pascual dirige una aseguradora y reaseguradora. Pero sus clientes no son personas naturales, son empresas. Quienes requieren sus servicios son, por ejemplo, compañías de construcción, ingeniería o manufactura que necesitan el respaldo de una fianza para conseguir una contratación con el Estado. Michel Pascual empezó con este ambicioso proyecto en España y en solo cinco años ha logrado prestar servicios en 64 países, incluido el Perú.

Pascual se define como un emprendedor. Hasta el 2011 que él ocupaba un cargo directivo en el grupo Houston Casualty Companies (HCC). Ahí intentó adquirir la división europea de HCC hasta en tres oportunidades, pero como no lo logró, decidió renunciar y asociarse con grupo AmTrust. Hasta ese momento, esta compañía estadounidense con sede en Nueva York no se dedicaba a las fianzas y cauciones. Este fue un reto que permitió a Pascual, y a sus seis socios, ingresar a una estructura empresarial más compleja y dinámica. “Apostar [por AmTrust] nos permitió en estos cinco años desarrollar nuestra actividad en varios países. Eso hubiera sido muy difícil en HCC”, cuenta.

Esa tendencia por ampliar sus horizontes también impulsó a Michel Pascual a ingresar al mercado peruano en el 2013 pese a que nuestra normatividad está entre las más complejas y desfavorables para su negocio. “En mi opinión, el Perú es una de las naciones más difíciles entre las 64 en las que operamos”, asegura. Según Pascual, las normas peruanas pueden obligar a su empresa a pagar una fianza en solo 72 horas si el beneficiario considera que se incumplió el contrato. Esto aunque no haya una justificación razonable de por medio. Pese a que las reglas del juego son duras, Pascual asegura que eso también es una oportunidad

porque hay pocas empresas con la solidez de AmTrust Insurance Spain dispuestas a asumir los riesgos que él corre.

Para lograr sus metas, Michel Pascual depende de un equipo de trabajo altamente especializado. Ellos analizan hasta 42 puntos de riesgo en cada cliente y estudian a detalle los contratos de licitación antes de otorgar una fianza. Este tipo de trabajo tan globalizado hace difícil que uno pueda –o quiera- ponerse en sus zapatos. Michel Pascual, por ejemplo, pasa casi 80% del año fuera de su país debido a su trabajo. Cuando su empresa empezaba a funcionar y debía montar la estructura de servicio multinacional obtuvo el record personal de visitar 24 países en solo 40 días. “Si no fuera porque mi trabajo me apasiona, sería muy difícil. Es complicado por logística [tomar tantos vuelos] y por cuestiones de familia”, cuenta este empresario español padre de dos hijas de 19 y 9 años, respectivamente.

A Michel Pascual también le satisface que mediante su trabajo ha podido llevar desarrollo a muchas empresas en todo el globo. Según cuenta, las fianzas son muy difíciles de conseguir pese a que son la piedra angular de toda compañía con ambición de crecer. “Cualquier constructora que no cuente con fianzas sencillamente no puede contratar. Y si no contrata, no progresa. Creo que eso es lo que nosotros brindamos: progreso”, sintetiza el abogado.

MIGUELPascual Actividad:

AmTrust Insurance SpainSeguros

“Llevamos progreso a las empresas peruanas otorgándoles fianzas.

Estas les permiten ganar contratos y

desarrollarse”

39Premio Líderes Empresariales del Cambio 201738

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Augusto Saavedra Carrión, de 40 años y actual gerente general del grupo Lucky S.A.C., no es de aquellas personas que alejan a sus parientes de los negocios. Al contrario, él valora la unión familiar y encontró una fórmula para dirigir exitosamente una empresa, mano a mano con su madre Lucrecia y su tío Juan Carlos. Según cuenta, todo depende de disciplina, de compartir una misma pasión y encontrar una mística. Con esos ingredientes, Lucky pasó de ser una pequeña agencia de marketing de apenas cinco trabajadores en 1996 a convertirse en un grupo formado por cinco empresas que brinda empleo a casi cinco mil personas, en la actualidad.

Una familia, por más grande y sólida que sea, no basta para liderar a una gran empresa. Por eso, Augusto Saavedra considera que parte de su talento radica en encontrar al personal de confianza que encaje en los lineamientos de la empresa. Eso no siempre fue fácil. En 1997, el contador que habían contratado los estafó y no pagó durante un año los impuestos, pese a que se le habían girado todos los cheques necesarios. Cuando se percataron del engaño, Lucky S.A.C. tenía una deuda de S/300 mil con la SUNAT. Fue necesario reconstruir la empresa y replantear sus procedimientos de control. Para Saavedra, esa mala experiencia les enseñó de golpe que para cualquier compañía es prioritario tener en controles internos adecuados y por ende tener bien ordenados los temas tributarios.

Fue la vida la que le siguió enseñando a través de las experiencias, ya que cuando empezaban a salir del tema Sunat, llega la grave crisis económica del 1998 y su reto y desafío era en ese entonces, el futuro de las familias que dependían de ellos ya que su giro de negocio es intenso en mano de obra y sin acciones promocionales que desarrollar, deberían prescindir de colaboradores. Así, Lucky se diversificó y se transformó en una empresa integral al brindar, en adición al trabajo de punto de ventas y promociones, los servicios de creatividad estratégica, gestión de eventos, servicios logísticos de importación y

desaduanaje y el procesamiento de información en línea para la toma de decisiones. Es decir, lo que en la actualidad son las divisiones y empresas Booom, COLP y Xplora, respectivamente. Tiempo después se creó EAPRO, una escuela que brinda capacitaciones a trabajadores y que además, está autorizada por el Ministerio de Educación a otorgar títulos técnicos.

La confianza en el grupo humano que ha formado fue puesta a prueba, por ejemplo, cuando la mayor de sus hijas, cayó enferma en el 2014. El empresario dedicó todo su tiempo a la recuperación de su primogénita y tuvo que ausentarse del trabajo. Saavedra encontró que el compromiso de sus colegas era total y asegura que estará siempre agradecido por ello.

Hoy, la empresa familiar que dirige Augusto Saavedra Carrión tiene sedes en 25 ciudades del país y presencia en Ecuador. Algunos de sus clientes recurrentes son Alicorp, Colgate Palmolive, Kimberly Clark, Backus, entre otros. El empresario considera que la vocación hogareña de Lucky pone en relevancia el respeto por la persona. Desde que empezó a trabajar en la compañía, Saavedra ha hecho de todo –desde ser supervisor de almacén hasta gerente administrativo- y eso le ha permitido conocer las necesidades de sus trabajadores. “Nos preocupamos por el crecimiento no solo de nuestros socios sino de nuestros colaboradores. Los hemos ayudado con sus carreras profesionales, a conseguir una casa propia o a que sigan estudios fuera del país”, dice Augusto con orgullo. A raíz de eso, en el 2014 Lucky S.A.C. obtuvo dos premios ABE, otorgados por la Asociación de Buenos Empleadores de la Cámara de Comercio Americana del Perú (AmCham).

Saavedra termina diciendo, “Por supuesto, nos encomendamos a Dios, ya que esta historia, recién comienza”.

VICTOR Saavedra Actividad:

Grupo Lucky S.A.C.Servicios - Marketing Promocional

“Transformamos a Lucky S.A.C. de una empresa

familiar a una familia empresarial con casi cinco

mil colaboradores”

41Premio Líderes Empresariales del Cambio 201740

Page 22: Premio LEC 2017

Mientras recorría, en una caravana de camionetas, los pésimos caminos que unían Perú con Brasil, para vender sus productos, Óscar Valdés parecía continuar la saga de su abuelo. Él creció escuchando sus historias. El abuelo había llegado de España a los 14 años huyendo de la Guerra Civil, y encontró trabajo como peón durante la fiebre del caucho. Se internó en las selvas de Madre de Dios y de Brasil adonde nadie más llegaba, y al cabo de un tiempo era dueño de su propio negocio con un aeródromo propio para sacar su mercancía. El migrante, el peón, se convirtió en un líder respetado, que impulsó la conectividad de este olvidado rincón del país. El abuelo era un pionero. Oscar Valdés también.

“En Inambari, a donde viajo de vez en cuando por el negocio de los fideos, mucha gente se acuerda todavía de mi abuelo”, dice Valdés con orgullo. Para Valdés, teniente coronel del Ejército en retiro, ex ministro del Interior, ex presidente del Consejo de Ministros y gerente general de Corporación ADC, otro motivo de orgullo es haber abierto trocha, en la industria molinera, en un mercado por el que pocos apostaban entonces: el sur del Perú. “Construimos paso a paso este mercado, visitando todas las regiones. Sorteamos las cordilleras occidental, central y oriental con recorridos que llegaban a los 5,000 km en ocho días”, recuerda.

Dirigir lo que hoy es Corporación ADC fue una tarea que él no buscó, pero que asumió, como tantas otras cosas en su vida: con compromiso y un sentido de misión. Oscar Valdés había servido en el Ejército durante más de veinte años. Peleó contra Ecuador en el conflicto de Falso Paquisha en 1981. Combatió a la subversión durante una década. Logró cada ascenso en el primer puesto de su promoción. Pero, en 1991, durante el gobierno de Alberto Fujimori, su ascenso a coronel fue bloqueado por razones políticas, cuenta el actual empresario. Valdés denunció la intromisión del asesor presidencial Vladimiro Montesinos en los procesos de ascenso y pidió su baja. Valdés había consagrado su vida a la carrera militar y ahora debía inventar maneras de salir adelante sin el uniforme.

Se dedicó a la compra-venta de automóviles, invirtió en la bolsa, creó una distribuidora de gaseosas en el distrito de Villa María del Triunfo, en Lima. Hasta que, en 1995, murió el padre de su esposa, el italiano Antonio De Col, el cual poseía un pequeño molino en Tacna. “La empresa no estaba bien. Fui a Tacna a ayudar a mi suegra a encontrar un gerente. Pero no

había nadie que quiera hacerse cargo. Nadie quiere subirse a un barco que se estaba hundiendo”, dice. La familia le propuso el reto. Él se subió. Óscar Valdés tomó las riendas de Antonio De Col, Molinera Tacna y de los otros dos negocios del suegro: Antonio De Col Minera SRL y MACOSA. La primera contaba con un molino de 50 toneladas métricas por día y una planta de alimentos balanceados. La minera tenía denuncios no metálicos y una flota de 12 camiones muy antiguos. MACOSA era una concesión de una cantera de agregados de Southern Peru, que posteriormente fue desactivada. Ninguna era una empresa próspera. La molinera subsistía gracias a beneficios tributarios que le daba estar en zona de frontera. Con ellos, de algún modo, compensaba la pequeñez del mercado que servía y las dificultades de abastecimiento derivadas de los deficientes servicios del puerto de Ilo. La eliminación de los beneficios desnudó la fragilidad de su situación.

Valdés puso en marcha un proceso de reingeniería, y en 1996 se sintió en condiciones de asumir un riesgo: invertir en una nueva fábrica de fideos. Así creó la empresa Verónica Trebse Fideos Tacna S.A., conocida como Fidetacna. Ocho años después fusionaría estas distintas compañías bajo la marca de Corporación ADC. El barco reflotó y encendió sus motores. La estrategia de Oscar Valdés fue abrir un nuevo mercado, alternativo al de Lima, copado por las grandes marcas del rubro. Como si planeara una conquista militar, puso la mira en el norte de Chile, el noreste boliviano y el oeste de Brasil, junto con las regiones peruanas de Moquegua, Cusco, Arequipa, Puno, Abancay, Madre de Dios y Tacna. En conjunto, este territorio abarcaba una población de ocho millones de personas. A ellas les ofreció un producto de alta calidad. Operando con márgenes de ganancia mínimos, Corporación ADC ha crecido año a año en el rubro de pastas alimenticias. Hoy representa el 60% del mercado del sur y el 16% a nivel nacional.

Después de una breve incursión en la política que lo llevó al Gabinete del Presidente Ollanta Humala, Valdés está volcado de lleno en el negocio. Le hace ilusión la inversión que está haciendo en el puerto de Ilo y que le permitirá elevar la capacidad de almacenaje de grano a 30 mil toneladas en mayo. Y no es la única inversión que proyecta, porque va a construir, en esa misma ciudad, un molino de 540 toneladas. El teniente coronel se pone sentimental: “Todos nuestros sueños se han hecho realidad”, dice.

OSCARValdés Actividad:

Corporación ADC S.A.C. Consumo

“Si hay algo que me gusta hacer, es trabajar por mi país. Siempre lo he hecho”

43Premio Líderes Empresariales del Cambio 201742

Page 23: Premio LEC 2017

Pasar su infancia en el árido y alejado campamento minero de Toquepala, en la actual región Tacna, marcó su vida. Allí, por las noches, James Valenzuela Murillo, fundador de Resemin, empresa líder en el diseño, la fabricación y comercialización de equipos de perforación para minería subterránea, podía estar horas contemplando las estrellas y haciéndose silenciosas preguntas sobre el origen del universo o sobre dónde termina éste. El no saber las respuestas le causaba angustia, pero tan solo el hecho de interrogarse a sí mismo le hacía sentirse muy distinto a los demás niños.

Su afán de conocimiento era grande. Se devoraba las enciclopedias que le regalaba su padre, empleado de contabilidad de la minera. Leer era su forma de descubrir lo que había más allá de su villa. Le fascinaba conocer de historia, geografía, física, astronomía, pintura, literatura y música clásica. “Me incliné a estudiar Ingeniería de Minas en la UNI porque viví en la mina. Pero, confieso, mi ambición por conocer el mundo hizo que me convirtiera en empresario. Fue, además, mi motivación interior para emprender y ser persistente en mis proyectos. En la actualidad paso 100 o 120 días al año fuera del Perú viendo temas de mi empresa en muchos países”, confiesa James, CEO y accionista principal de Resemin, organización líder de un holding de seis empresas ubicadas en Perú, Argentina, México, Zambia, Congo e India.

Como si fuera una película en sepia, a sus 51 años también recuerda sus pequeñas manos armando caprichosas estructuras con las piezas de Meccano, el Lego de los años 60: rectángulos y diminutas vigas de metal, ruedas y tuercas, partes que articulaba con imaginación. Por entonces no imaginaba que cinco décadas después su empresa se iba a convertir en la tercera a nivel mundial en la fabricación y comercialización de las llamadas jumbos, máquinas que escarban a gran escala la tierra en las minas.

En su rubro, el holding de Resemin hoy solo es superado en el contexto global por dos empresas suecas con más de 150 años de trayectoria, con presencia en más de 180 países y que cubren el 85% del mercado mundial. Sin duda, Resemin es una empresa que ha sabido crecer de manera sostenida. El holding de origen peruano, líder en innovación y tecnología de perforación minera, tenía proyectada una facturación global de US$70 millones para el 2016.Fue a mitad de sus estudios universitarios cuando James se dio cuenta de que la fórmula para conocer todo lo que soñó de niño era creando su propia empresa. Concluyó la universidad

en 1982 y pronto empezó a trabajar en una compañía sueca que fabricaba aceros de perforación para túneles, donde permaneció hasta 1988. James es un visionario. Detectó la oportunidad de volar hasta lo más alto en medio de la crisis profunda que vivía el país a finales del primer gobierno de Alan García. Así empezó Resemin, en 1989, vendiendo repuestos y servicios para máquinas de perforación subterránea. “Minimizaba el temor. Si tenía que aprender, lo iba a hacer. Siempre he sido muy positivo”, dice el empresario.

“Mi padre me heredó el amor por el conocimiento y por la belleza de la música clásica. Mi madre, la tenacidad”, asegura James. Y la tenacidad fue un motor para Resemin. “El emprendedor –subraya– tiene que ser ambicioso”. Y Resemin fue por más: fabricar jumbos. Luego de un intento infructuoso de construir una máquina jumbo en 1994 y sobrevivir a una baja rentabilidad en la segunda mitad de la década de los 90, la empresa logró fabricar su primer jumbo a finales del 2001, al que se le bautizó con el nombre de Raptor. Ese fue el despegue de Resemin.

Incluso la empresa ya ha incursionado en la fabricación de jumbos para minado de vetas angostas. Se trata de los micro jumbos Muki, nombre con el que las poblaciones de la sierra peruana conocen a los duendes que, según las leyendas populares, viven en las minas de los Andes. Además, el mercado ha empujado a ResemIn a ingresar al negocio de contratista minero, aunque exclusivamente en Zambia, Congo e India. Cada jumbo hecho en la empresa de James está valuado en US$500.000 en promedio. “Hemos demostrado que en el Perú se pueden hacer grandes cosas, como tecnología de máquinas mineras, lo cual, según algunos, solo se podía desarrollar en países escandinavos. Vencimos prejuicios”, indica el empresario.

La planta de Resemin queda en Ate. Sus exportaciones para el 2016 están calculadas en US$13 millones. La empresa en el Perú cuenta con 453 empleados. El holding, en total, tiene 1.700 colaboradores en América, África e India. James es hombre de retos, un impulsor que siempre intenta contagiar de optimismo a su personal. “Pasar de vender repuestos y servicios de jumbos de perforación a fabricarlos es como si un mecánico se lanzara a hacer un carro. Es atrevido. Y lo hicimos”, refiere el empresario, casado y con dos hijos. “Mi familia es mi combustible”, dice.

JAMESValenzuela Actividad:

Resemin S.A.Industrial - maquinaria

“El emprendedortiene que ser ambicioso”

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Page 24: Premio LEC 2017

Bajo un exhaustivo análisis de cada una de las candidaturas presentadas, selecciona a los “Líderes Empresariales del Cambio”, quienes pasan a la siguiente etapa donde se definen a los ganadores por categoría y al Gran Ganador.

El Jurado, integrado por los rectores de las principales universidades del país, evalúa a los Líderes Empresariales del Cambio y selecciona al ganador de cada categoría y al Gran Ganador LEC, que representará al Perú en la Gala de Mónaco. El Jurado también está facultado para entregar premios especiales.

Ernesto CavassaRector Universidad Antonio Ruiz de Montoya

Elsa del CastilloRectoraUniversidad del Pacífico

Salomón Lerner F.Rector Emérito Pontificia Universidad Católica del Perú

Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto y MBA por el Instituto de Empresa, España. Presidenta del Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración, CLADEA. Es profesora principal e investigadora del Departamento Académico de Administración de la Universidad del Pacífico. Ha desempeñado diversos cargos como el Decanato de la Escuela de Postgrado, Dirección del Centro de Desarrollo Gerencial y la Dirección de Calidad Académica de la Escuela de Postgrado.

Doctor en Teología por la Universidad Pontificia Comillas, España. Fue Superior de los Jesuitas del Perú y Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina. Profesor de Teología y de Ética y Ciudadanía (en el programa de Humanidades) y de Consejería y Espiritualidad (en la Maestría de Consejería) de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

Integrado por dos instancias autónomas e independientes de los organizadores: el Comité Académico y el Jurado, quienes bajo el criterio de evaluación 360° que involucra la actuación del candidato como persona y como profesional en los negocios, son los encargados de seleccionar, primero a los Líderes Empresariales del Cambio y luego a los ganadores de cada categoría, respectivamente. En la evaluación toma gran importancia la historia personal del candidato y cómo éste ha logrado superar los retos empresariales y personales que han pasado por su camino así como su aporte al Perú.

Doctor y Magíster en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y licenciado en Comunicación por la Universidad de Lima. Asimismo, fue Decano de la Facultad de Comunicación del 2002 al 2014. Preside la Asociación Peruana de Semiótica y fue Presidente de la Asociación Peruana de Facultades de Comunicación. Además, es el autor de los libros “Semiótica Generativa” (Fondo de la Universidad de Lima, 1991) y “Del mito como forma simbólica. Ensayo de hermenéutica semiótica” (Fondo Editorial UNMSM y Fondo de la Universidad de Lima 2007) entre otros.

Doctor en Filosofía y Licenciado Especial en Derecho Europeo por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Anteriormente se graduó en Derecho (con mención sobresaliente) en la PUCP. Además fue becario en Investigación Post - Doctoral para profesores universitarios en Alemania. En el año 2001 fue designado Presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Óscar QuezadaRectorUniversidad de Lima

Equipo evaluador 2| Jurado

1| Comité Académico

Jimena De la QuintanaPeriodista especializada en Economía y Negocios

Comunicadora de la Universidad de Lima. Ha sido editora de Día_1 del diario El Comercio y directora del comité consultivo del Instituto La Familia y el Dinero.

En su trayectoria profesional se ha desempeñado como editora adjunta de Política, en el diario El Comercio y corresponsal para varios programas de la cadena Univisión durante 15 años. Tuvo a su cargo la dirección y conducción del programa Rumbo Económico en Canal N durante una década. Ha trabajado en la Revista Caretas, Frecuencia Latina, ATV, Antena 3, Red Global y como columnista para el diario Gestión.

La Dra. León-Velarde es Profesora Principal del Departamento de Ciencias Biológicas y Fisiológicas (Facultad de Ciencias y Filosofía). Su labor como investigadora en Fisiología de Altura es reconocida a nivel nacional e internacional. Su dedicación a la investigación científica le ha valido ser distinguida con la Orden al Mérito de la Mujer 2012 otorgado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y ser nombrada Oficial de la Orden de la Legión de Honor de la República de Francia.

Fabiola León-VelardeRectoraUniversidad Peruana Cayetano Heredia

José Ricardo StokPresidente del Consejo Académico Universidad de Piura

Es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Navarra, España.

Posee amplia experiencia como consultor, asesor y director en diversas empresas en temas financieros tales como: valoración de empresas, reestructuraciones financieras, decisiones de inversión y financiamiento. Asimismo, tiene experiencia como director en diversas organizaciones, así como en estrategias de privatización.

Vanina FarberCátedra de Emprendimiento Sostenible e Inclusión Social Universidad del Pacífico

Es Master en Economía y Doctora en Administración por el Fogelman College of Business and Economics, EE.UU.

Profesora asociada del IE Business School de Madrid y ha sido profesora invitada en instituciones como CENTRUM Católica, Webster University Geneva, Suiza e ICADE, España.

Es consultora externa para la Unión Europea y Madrid Network en el proyecto “Asociaciones institucionales e iniciativas empresariales en apoyo a las industrias emergentes” y consultora externa para el Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación (IUDC) de Madrid.

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Page 25: Premio LEC 2017

EY World Entrepreneur Of the Year, desde su creación hace 30 años, tiene como objetivo primordial aportar al crecimiento e impacto social de las empresas y empresarios de los más de 60 países participantes.

Es por ello que ser parte de esta premiación significa, para cualquier emprendedor, una experiencia inigualable y la posibilidad de relacionarse e intercambiar experiencias con los empresarios más destacados a nivel mundial.

Asimismo, EY World Entrepreneur Of the Year le permite a los representantes de cada país participar en exposiciones y talleres realizados por expertos internacionales en temas de negocios, logrando así que esta experiencia sea absolutamente enriquecedora.

Este año la Gala de Mónaco se llevará a cabo del 7 al 11 de Junio en la ciudad de Montecarlo. Son cinco días en los que los empresarios de todo el mundo tendrán la oportunidad de fortalecer sus proyectos a través del ejemplo y asesoría de otros. Esta experiencia culmina con la gala de premiación donde se celebra y anuncia al ganador mundial del premio EY World Entrepreneur Of the Year 2017.

Gala de Mónaco

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Page 26: Premio LEC 2017

Desde que fundó Danper con su esposo en 1994, Rosario Bazán, Gerente General, ha convertido a Danper en una de las principales empresas del sector agroindustrial en el Perú y entre las tres más importantes agroexportadoras de vegetales frescos en el mundo. La empresa emplea a 6.000 personas, casi todas en áreas rurales empobrecidas con poco o ningún empleo formal previo. La estricta ética de Danper, las ejemplares políticas de sostenibilidad y el fuerte compromiso con sus empleados y comunidades, han convertido a su empresa en un modelo nacional de responsabilidad corporativa.

Antonio Armejo, de 63 años, ha sobrevivido a la hiperinflación y a la época del terrorismo para dirigir un importante grupo empresarial conformado por 10 empresas con presencia en 14 países. Sus empresas van desde nutrición ganadera, productos farmacéuticos veterinarios, medicina humana, ingredientes alimentarios naturales, cereales, textos escolares hasta comercio electrónico. Las claves de éxito de su modelo de negocio se basan en la constante innovación y en la inversión de capital en tecnología.

“Una experiencia magnifica. Jamás olvidaré el impacto de esta experiencia como representante de los empresarios peruanos en una ciudad tan bella”

“Una experiencia maravillosa, donde puedes conocer empresarios de éxito a nivel mundial. Es una continuidad de gratas emociones, que son el resultado de una excelente organización”.

Representantes peruanos en la Gala de Mónaco

Rosario BazánEmpresa: DanperGanadora 2015

Antonio ArmejoEmpresa: IlenderGanador 2016

¿Qué significa participar en el EY World Entrepreneur Of the Year?

• Conocer a más de 60 ganadoresde cada país y celebrar elanuncio del ganador del premioEY World Entrepreneur Ofthe Year ™ 2017 en la gala depremiación.

• Construir una red de contactosa nivel global de empresarios ylíderes de distintos sectores.

• Sesiones y forums con temasrelevantes para la toma dedesiciones empresariales yresolución de problemas.

• Actualización de conocimientosmediante las experienciase insights de los mejoresexpositores. • Disfrutar de la exclusiva

experiencia social y cultural queofrece la ciudad de Mónaco.

• Asistir a reuniones privadas deasesoría empresarial.

53Premio Líderes Empresariales del Cambio 201752

Page 27: Premio LEC 2017

Una manera diferente de trascender e inspirar a las siguientes generaciones a hacer empresa en el Perú

Bajo el marco del Programa Intercambio Educativo (PIE) de la Universidad del Pacífico, Aprende LEC busca contribuir a la actualización y capacitación de los docentes de las universidades del programa y elevar el nivel educativo del alumnado.

Los casos de estudios serán usados como una fuente de aprendizaje interactiva e innovadora para diversas carreras y sus cursos relacionados, como, por ejemplo: Administración, Economía, Finanzas, Responsabilidad Social Empresarial y Recursos Humanos. Además, los Líderes Empresariales del Cambio podrán interactuar con los alumnos y profesores a través de la función de Q&A de la plataforma virtual, que permite a los participantes hacer consultas especificas relacionadas a cada caso.

La Red PIE, liderada por la Universidad del Pacífico, está integrada por un total de doce universidades, once de las cuales se encuentran en provincia y son de carácter público.

Casos de estudio a disposición de los alumnos y profesores de las universidades nacionales del Perú

Red de universidades PIE

Los Líderes Empresariales del Cambio tienen la oportunidad única de convertir su historia de éxito empresarial en un caso de estudio universitario con el proyecto Aprende LEC, una iniciativa de EY, la Universidad del Pacífico y El Comercio que consiste en una plataforma multimedia de aprendizaje, orientada a promover experiencias empresariales exitosas entre alumnos y profesores.

Mediante esta iniciativa el Premio LEC transciende a las aulas para formar a las siguientes generaciones de empresarios y empresarias y así construir una sociedad mejor para trabajar, crear y generar valor agregado en el Perú.

El privilegio de formar parte de Aprende LEC

Universidad Nacionalde la Amazonía Peruana Iquitos

Universidad Nacionalde Piura

Piura

Universidad Nacionalde Cajamarca

Cajamarca

Universidad Nacionalde Trujillo

Trujillo

Universidad NacionalSantiago Antúnez de Mayolo

Huaráz

Universidad del Pacífico

Lima

Universidad Nacionalde San Agustín

Arequipa

Universidad NacionalDaniel Alcides CarriónCerro de Pasco

Universidad Nacionaldel Centro del Perú Huancayo

Universidad NacionalSan Cristóbal de HuamangaAyacucho

Universidad Nacionalde San Antonio Abad del CuscoCusco

Universidad Nacionaldel Altiplano Puno

www.aprendelec.com

EL PREMIO LEC TRASCIENDE A LAS AULAS UNIVERSITARIAS

Premio Líderes Empresariales del Cambio 201754

Page 28: Premio LEC 2017

¿POR QUÉ LÍDERES EMPRESARIALESDEL CAMBIO ES UN PREMIO ÚNICO?

Dos instancias de evaluación independiente. La primera, a cargo de destacados expertos en economía y negocios; y la segunda, por un prestigioso jurado conformado por los rectores de las principales universidades del país.

RIGUROSIDAD DEL PROCESO

El Gran Ganador viajará a Montercarlo para representar al Perú en la “Gala de Mónaco” con ocasión del EY World Entrepreneur Of The Year, premio mundial en el que participan empresarios de más de 60 países.

Mediante la plataforma multimedia Aprende LEC los alumnos y profesores universitarios podrán disponer de casos de estudio como material educativo.

NETWORKING INTERNACIONAL3

2Solo participan los empresarios nominados por sus bancos, por su trayectoria y aporte al país.

SOLO POR NOMINACIÓN1

TRASCIENDE A LAS AULAS4

Organizan: