Psicoanálisis y delirio 4 freud -del narcicismo a los celos

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DEL NARCISISMO A LOS CELOS (1914 a 1922) PSICOANÁLISIS Y DELIRIO

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Después de haber escrito sobre el presidente Schreber, Freud hablará en diferentes artículos sobre la paranoia y la esquizofrenia.

No será sino hasta 1924 que volverá en forma rotunda sobre el tema de la psicosis.Al abordar el delirio de ser observados que se presenta en los paranoicos, Freud en “Introducción al Narcisismo” (1914) empieza a construir la instancia del superyó que

años más tarde desarrollará en su texto “El yo y el ello” (1923) .Freud entiende que la sensación de ser observados que

está presente en la paranoia, ocurre en la vida cotidiana en todas las personas. Se trata de una queja justa y

descriptiva de la verdad ya que esas miradas o voces que el enfermo escucha,representan en sentido regresivo, la historia genética

de la conciencia moral. Para Freud, eso hostil que viene de afuera es precisamente la conciencia moral en forma

desfigurada y regresiva.

A esta conciencia moral le llamará después, en 1916, censor yoico. En 1923, lo nombrará la instancia super yoica.

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En este mismo texto (Introducción al Narcisismo) Freud plantea la pregunta sobre el destino de la libido que se ha sustraído a los objetos en la esquizofrenia. La plantea

porque tiene ya una respuesta. Esa libido se conduce al yo surgiendo así el Narcisismo secundario.

¿Por qué secundario? Porque la libido que se repliega en el delirio de grandeza por ejemplo, no es otra cosa que el florecimiento de un estado que antes ya

había existido. El narcisismo secundario se edifica sobre el primario. El delirante hace una elección narcisista de objeto.

Este camino de la libido, presente en los parafrénicos, es un intento de curación.

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Para 1915, Freud ya había trabajado los conceptos de investidura-palabra e investidura-cosa. Sabía que en el sueño había un intercambio entre tales investiduras, y pensaba

que en la esquizofrenia, tal intercambio quedaba bloqueado, es decir, que el proceso secundario no tenía lugar en la esquizofrenia .

Esto lo decía a propósito de lapercepción ya que ésta es siempre sometida al proceso secundario.

En la alucinación, síntoma que se presenta en la esquizofrenia, hay una creencia de su cumplimiento en

tanto se encuentra en la realidad porque no pasa por el proceso secundario.

Es como si la fase alucinatoria de la esquizofrenia fuese un intento de restituir a las representaciones-objeto devolviéndole su investidura libidinal.

En este intento restitutivo la alucinación se figura como una creencia cumplida en la realidad.

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Con esto, Freud quiere decir que en el contenido de un delirio está presente el cumplimiento de un deseo.

El deseo puede tomar el camino a la conciencia por el que sería normal en la vida de vigilia sin por ello perder

su característica de delirante. Este deseo se forma en el preconciente como un deseo onírico, como

una fantasía que cumple un deseo. Así lo va a trabajar en “Complemento metapsicológico a la doctrina

de los sueños” [1917(1915)].

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De hecho, el delirio tiene un vínculo con el inconsciente que lo representa y lo sofoca a

su vez. Este argumento le es suficiente a Freud para explicar la resistencia que

presenta el delirante en abandonar sus ideas mediante la lógica y la realidad

Además: el delirante ama a sus delirios como a sí mismo

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Por ejemplo, cuando el delirante se queja de ser observado, ahí nos está revelando una verdad que no ha sido apreciada lo suficiente.

Se trata de una verdad que proviene del interior de su yo, de un yo dividido por la crítica y la

censura. El problema radica en que pone afuera y sentido como ajeno

algo que está experimentando en su interior.

Su yo está siendo medido por un yo ideal que él mismo ha construido en su desarrollo.

Es aquí donde Freud nombra a esta instancia de observación como censor yoico. Esta

instancia trata al resto del yo como objeto.