REGENERACIÓN DE BOSQUE MIXTO LENGA - COIHUE DE MAGALLANES SOMETIDO A TALA RASA EN FAJAS
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UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS Y FORESTALES
EVALUACIÓN DEL DESARROLLO DE LA REGENERACIÓN DE UN
BOSQUE MIXTO DE LENGA Y COIHUE DE MAGALLANES,
SOMETIDO A TALA RASA EN FAJAS ALTERNAS, EN LA REGIÓN DE
MAGALLANES Y ANTÁRTICA CHILENA
PATRICIO EDUARDO SALINAS DILLEMS
TEMUCO – CHILE
2006
TESIS DE GRADO PRESENTADA A LA FACULTADDE CIENCIAS AGROPECUARIAS Y FORESTALESDE LA UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA COMOPARTE DE LOS REQUISITOS PARA OPTAR ALTITULO DE INGENIERO FORESTAL.
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UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS Y FORESTALES
EVALUACIÓN DEL DESARROLLO DE LA REGENERACIÓN DE UN
BOSQUE MIXTO DE LENGA Y COIHUE DE MAGALLANES,
SOMETIDO A TALA RASA EN FAJAS ALTERNAS, EN LA REGIÓN DE
MAGALLANES Y ANTÁRTICA CHILENA
PATRICIO EDUARDO SALINAS DILLEMS
TEMUCO – CHILE
2006
TESIS DE GRADO PRESENTADA A LA FACULTADDE CIENCIAS AGROPECUARIAS Y FORESTALESDE LA UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA COMOPARTE DE LOS REQUISITOS PARA OPTAR ALTITULO DE INGENIERO FORESTAL.
3
EVALUACIÓN DEL DESARROLLO DE LA REGENERACIÓN DE UN
BOSQUE MIXTO DE LENGA Y COIHUE DE MAGALLANES,
SOMETIDO A TALA RASA EN FAJAS ALTERNAS, EN LA REGIÓN
DE MAGALLANES Y ANTÁRTICA CHILENA
PROFESOR GUIA :__________________________________________MANUEL PATRICIO NUÑEZ MARIN
INGENIERO FORESTAL, LICENCIADO EN CIENCIASFORESTALES
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
PROFESORES CONSEJEROS :__________________________________________CESAR ANTONIO ARRIAGADA ESCAMILLA
INGENIERO FORESTAL, DR. EN ECOLOGIA Y CIENCIASAMBIENTALES
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
:__________________________________________RUBEN FERNANDO CARRILLO LOPEZ
BOTÁNICO, MAGISTER CS. C/M BOTANICAUNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
CALIFICACION PROMEDIO TESIS :
6,6
6,0
6,7
6,4
4
DEDICATORIA
A mis padres Jorge y Sonia,
por su amor, comprensión y apoyo incondicional…
y a mi hija Fernanda por ser la fuente inspiradora de mi vivir.
5
CONTENIDO DE MATERIAS
1. INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................7
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ..................................................................................................9
2.1. Antecedentes generales de la especie ...................................................................................9
2.1.1. Descripción botánica .....................................................................................................9
2.1.2. Representación e importancia .....................................................................................11
2.1.3. Comercialización.........................................................................................................12
2.2. Estructura y dinámica .........................................................................................................13
2.3. Silvicultura en bosques de Lenga .......................................................................................17
2.4. Tala rasa en fajas alternas...................................................................................................19
3. MATERIALES Y MÉTODO....................................................................................................23
3.1. Área de estudio ...................................................................................................................23
3.2. Instrumentos y herramientas de trabajo..............................................................................24
3.2.1. Material cartográfico ...................................................................................................24
3.2.2. Instrumentos de terreno ...............................................................................................24
3.2.3. Software.......................................................................................................................24
3.3. Método................................................................................................................................25
3.3.1. Antecedentes generales del proyecto original .............................................................25
3.3.2. Evaluación actual ........................................................................................................29
4. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN .........................................................33
4.1. Resultados generales del proyecto original ........................................................................33
4.2. Desarrollo actual de la regeneración en las fajas................................................................36
4.2.1. Densidad de la regeneración en las fajas .....................................................................36
4.2.1.1. Verificación de aleatoriedad de los datos para la densidad de plantas..................42
4.2.1.2. Análisis de igualdad de medianas de Mood, para la densidad de plantas ............42
6
4.2.1.3. Comparación entre la densidad de plantas presente en las fajas de tala rasa y el
bosque virgen .....................................................................................................................46
4.2.2. Crecimiento en altura de la regeneración .....................................................................48
4.2.2.1. Verificación de aleatoriedad de los datos para la altura de plantas .......................54
4.2.2.2. Análisis de igualdad de medianas de Mood , para la altura de plantas .................54
4.2.2.3. Comparación entre la altura de plantas presente en las fajas de tala rasa y el
bosque virgen .....................................................................................................................58
4.2.3. Análisis comparativo densidad – altura de plantas......................................................60
4.3. Distribución espacial de la regeneración............................................................................62
4.3.1. Acción de la orientación de fajas sobre la distribución espacial de plantas ................62
4.3.2. Acción del ancho de faja sobre la distribución espacial de plantas.............................63
4.3.2.1. Análisis de igualdad de medianas de Mood, para la densidad de la distribución de
plantas por tipo de faja. ......................................................................................................66
4.3.3. Acción de las huellas de madereo sobre la distribución espacial de plantas...............70
4.3.4. Distribución espacial de plantas ..................................................................................73
4.3.5. Superposición de mapas (factores) para la distribución espacial de plantas ...............75
5. CONCLUSIONES.....................................................................................................................79
5.1. Respecto de la densidad de la regeneración .......................................................................79
5.2. Respecto del crecimiento en altura de la regeneración ......................................................80
5.3. Respecto de la distribución de plantas ...............................................................................81
5.4. Generales del estudio..........................................................................................................82
6. RESUMEN................................................................................................................................83
7. SUMMARY ...............................................................................................................................84
8. LITERATURA CITADA...........................................................................................................85
7
1. INTRODUCCIÓN
Desde comienzos de 1990, que los bosques de Lenga de la región de Magallanes y
Antártica Chilena, han sido sometidos a intervenciones silvícolas del tipo Cortas de Protección
(Schmidt et al., 2003). Método ampliamente estudiado y que según Schmidt y Urzúa (1982), se
adapta adecuadamente a la dinámica de crecimiento y de regeneración de estos bosques,
entregando además buenos rendimientos tanto en las existencias generadas, como en los costos
de operación.
Esta situación que aún perdura, se ve apoyada principalmente por la propia legislación
forestal chilena, a través del D.L. Nº 701 de 1974 y sus modificaciones, donde a través su
reglamento, se establece que el manejo tanto del tipo forestal Lenga como del tipo forestal
Coihue de Magallanes y los bosques mixtos, puede realizarse sólo bajo la modalidad de cortas de
protección o corta selectivas, o a través de las Normas de Adhesión o Normas de Manejo para el
tipo forestal Lenga.
Sin embargo a mediados de esta misma década, la implementación y evaluación de
nuevos métodos silvícolas, que permitieran abrir nuevas alternativas de manejo, acordes a los
mercados que primaban en aquella época, surgió como una necesidad importante por parte de los
agentes relacionados a la actividad forestal de ese entonces.
En este contexto, entre 1995 y 1996 la empresa Magallánica de Bosques S.A (MABOSA)
en conjunto con el Instituto Forestal (INFOR), se adjudicaron y ejecutaron un proyecto FONTEC,
Titulado “Silvicultura Intensiva en los Bosques de Lenga”, el cual se implementó en un bosque
mixto de N. pumilio y N. betuloides, en el predio Lote 1 “Skyring”, y que consideró la evaluación
del método silvícola de “Tala Rasa en Fajas Alternas”. Sistema que propone un manejo más
intensivo y eficiente del recurso.
8
Lamentablemente, debido a una mala administración de la empresa, se produce la quiebra
económica, y con ello el abandono del proyecto 1997, no realizándose mediciones posteriores.
En la actualidad, luego de 10 años de ejecutado el proyecto, la evaluación del desarrollo
de la regeneración natural que se establece producto de aquella intervención, corresponde a una
adecuada manera de retomar los esfuerzos realizados y con ello generar y entregar información
de carácter científico, respecto de una alternativa diferente para el manejo de los bosques
patagónicos.
En este contexto, se ha establecido que el objetivo general de este estudio es: evaluar el
desarrollo de la regeneración de un bosque mixto de Lenga y Coihue de Magallanes, sometido a
tala rasa en fajas alternas, a través de la evaluación específica del efecto de la orientación
geográfica y ancho de fajas tanto de la altura, densidad y distribución de la regeneración.
Cabe señalar que hoy en día el mercado regional, lamentablemente no posee salida o
comercio establecido para productos madereros de baja calidad (madera pulpable), por lo cual,
este método se transforma en una alternativa poco viable debido a que e la mayor cantidad de
madera obtenida será de baja calidad y no reportará ingresos, ni si quiera para solventar los costos
operacionales.
No obstante lo anterior, se vislumbra que en el mediano o largo plazo, este método se
podría transformar en una alternativa silvícola concreta y adecuada tras la eventual incorporación
de industrias relacionadas a la elaboración de tableros, o bien, plantas de dendroenergía que
puedan satisfacer la demanda energética regional, como por ejemplo de hospitales o pequeños
poblados como Pto. Williams, donde ya se encuentra en estudio un proyecto de factibilidad
técnica que patrocina el gobierno regional (CONAF, GTZ y EDELMAG, 2005).
9
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
2.1. Antecedentes generales de la especie
2.1.1. Descripción botánica
Rodríguez et al. (1983) y Serra (1997), describen a la especie Nothofagus pumilio (Poepp.
et Endl.) Krasser (Lenga), como individuo arbóreo, monoico, de tamaño mediano, que en la
región de Magallanes puede alcanzar una altura máxima de 30 m, de tronco recto y relativamente
cilíndrico de hasta 1,5 m de diámetro, corteza de color gris a gris oscuro y agrietada
longitudinalmente. Con hojas caducas, simples y alternas, de 2 a 4 cm de longitud, de márgenes
almenados, de tal forma que 2 lóbulos están incluidos entre 2 nervios adyacentes. Las flores
masculinas tienen de 15 a 20 estambres, las femeninas con 1 sólo ovario, la cúpula se divide en 2
valvas estrechas, lineales, llevando un solo aquenio trialado, de 7 a 10 mm de largo por 5 a 7 mm
de ancho. Maduran de enero a febrero y poseen una dispersión anemócora.
Respecto de la distribución de esta especie, Silva (2005), la menciona como endémica de
los bosques subantárticos, siendo su distribución en Chile de gran amplitud ecológica, cubriendo
alrededor de 2.200 Km. en forma continua, desde la localidad de Altos de Vilches, en la
precordillera andina de la Provincia de Talca en la VII Región, hasta el sur de la isla Hoste, en la
XII Región. Por la cordillera de la costa se encuentra en las partes más altas de Nahuelbuta y en
la Cordillera Pelada. En su distribución septentrional, se encuentra siempre en el límite altitudinal
de la vegetación arbórea. En cambio en las Regiones XI y XII se desarrolla a menores altitudes,
encontrándose al nivel del mar en Magallanes y Tierra del Fuego (Rodríguez et al., 1983;
Donoso, C. 1998; Bava, J. 1999).
En tanto, Nothofagus betuloides (Mirb.) Oerst. (Coihue de Magallanes), de acuerdo con
Rodríguez et al. (1983), corresponde a un árbol monoico, de hasta 25 m de altura y frondoso.
Tronco recto de hasta 1,5 m de diámetro; corteza delgada, gris-oscura, agrietada
10
longitudinalmente en forma tenue. Ramas tortuosas y erectas. En cuanto a la hojas, estos autores
las describen como perennes, simples alternas, cortamente pecioladas de 1 a 2.5 cm. de largo;
lámina elíptica coriácea, glabra o ligeramente pubescente; margen finamente aserrado, con los
dientes algo cartilaginosos. Flores masculinas solitarias con 5 a 7 lóbulos y de entre 10 a 16
estambres exertos. Inflorescencias femeninas axilares, cortamente pedunculadas trifloras. El fruto
corresponde a 3 nueces, la central comprimida bialada, las dos laterales triangulares, rodeadas por
la cúpula leñosa más corta que las nueces.
Su distribución, señalan Rodríguez et al. (1983), se encuentra desde la provincia de
Valdivia en la región de los Lagos, hasta el archipiélago del Cabo de Hornos en la Región de
Magallanes y Antártica Chilenas, siendo en estas zonas australes un árbol muy común, asociado
principalmente a N. pumilio, aunque también forma bosques puros.
Respecto de sus usos, estos mismos autores, la describen como una especie utilizada
principalmente en construcciones, mueblería, tonelería, entre otros, esto debido a sus
características de resistencia a la pudrición y resistencia física. Cabe señalar que de acuerdo a lo
observado recientemente, las empresas forestales, prefieren la no utilización de N. betuloides,
debido a los problemas que presenta la especie respecto de su densidad y peso, lo cual dificulta
enormemente las operaciones de madereo, transporte y secado de la madera, por lo cual, N.
pumilio, tiene mejor acogida entre los empresarios forestales (observación personal del autor).
Respecto de la tipología forestal, Donoso (1998), describe a los bosques dominados por
Lenga, dentro del tipo forestal del mismo nombre, y definido como aquel bosque que presenta, al
menos en un 50% de los individuos por hectárea, a árboles de la especie N. pumilio. Además,
reconoce tres subtipos dentro del tipo forestal Lenga, siendo estos: a) Bosques achaparrados y
krummholz de Lenga; b) Bosques de Lenga puro; y c) Bosques mixtos de Lenga - Coihue: que
corresponden a los bosques mixtos de N. pumilio y Nothofagus dombeyi (Coihue común), que se
desarrolla en la cordillera de los Andes en su distribución más septentrional, y los bosques mixtos
de N. pumilio – N. betuloides, que se desarrollan en las zonas de transición entre el tipo forestal
Lenga y el tipo forestal Coihue de Magallanes.
11
2.1.2. Representación e importancia
CONAF y CONAMA (1999a), señalan que a nivel nacional la superficie cubierta por el
tipo forestal Lenga, alcanza 3.391.551 ha, equivalentes al 21,69% del total de bosque nativo del
país, mientras que en el caso del tipo forestal Coihue de Magallanes, esta cifra es de 1.793.099
ha, correspondiente a 11,47%.
En ambos casos, la distribución de estos bosques se centra principalmente en las regiones
de Aysén y de Magallanes (Donoso, C. 1998; Silva, C. 2005).
En la región de Magallanes, la presencia de estos tipos forestales asciende, en el caso del
tipo forestal Lenga a cerca de 1.124.564 ha, equivalentes al 33% de la superficie total descrita
para la tipología. En el caso del tipo forestal Coihue de Magallanes, la superficie regional alcanza
a 1.031.959 ha, equivalentes al 57% del total nacional para este tipo forestal (CONAF y
CONAMA 1999b). Todo esto en síntesis, se traduce en una de las masas vegetales más
importantes del país.
De estos bosques magallánicos, el tipo forestal Lenga, es el que concentra el mayor
interés, tanto en términos de superficie como económicos, pues representa el 42,8% del total de
bosques en la región, y concentra casi el 100% de la actividad regional comercial forestal
(INFOR, 2005).
Por otro lado, cabe señalar, que de este tipo forestal sólo el 9,4% de la superficie regional,
es decir, unas 105.380 ha, se encuentran dentro del Sistema Nacional de Áreas Silvestres
Protegidas del Estado (SNASPE), mientras que para el caso de los otros tipos forestales presentes
en la región (Coihue de Magallanes, Siempreverde y Ciprés de las Guaitecas), la inclusión dentro
de las ASP es muy superior, llegando al 100% en el caso del Siempreverde. Esto finalmente se
traduce, a que de la superficie total de bosques en la región (2.625.468 ha), el 43,3% se encuentre
dentro del SNASPE (CONAF y CONAMA, 1999b), lo cual disminuye y restringe
considerablemente la superficie de bosque apta para el manejo silvícola (cuadro 1).
12
En este tenor, Schmidt et al. (2003), plantean que del total de bosques de la región, sólo el
20% presentaría aptitudes adecuadas para el manejo silvícola productivo, mientras que el resto
correspondería a bosque no comercial o bosque de protección.
Respecto de los bosques correspondientes al subtipo forestal Lenga – Coihue de
Magallanes, según CONAF y CONAMA (1999b), la superficie actual correspondería a 364.987
ha, equivalentes al 32,4% del total del tipo forestal Lenga en la región de Magallanes.
Cuadro 1. Superficies totales regionales y presencia en el SNASPE, según tipología forestal presenteen la región de Magallanes y Antártica Chilena.
Tipo Forestal Subtipo Superficie (ha) % SNASPE (ha) %
Lenga 596.385 22.7%
Lenga - C. deMag. 364.987 13.9%
Krummholz deLenga 163.192 6.2%
Lenga
Subtotal 1.124.564 42.8%
105.380 9.4%
Coihue deMagallanes 1.031.960 39.3% 680.615 66.0%
Ciprés deGuaitecas 418.312 15.9% 299.436 71.6%
Siempreverde 50.633 1.9% 50.633 100.0%
Total 2.625.469 100.0% 1.136.064 43.3%Fuente: CONAF y CONAMA, 1999b.
2.1.3. Comercialización
Como se mencionó anteriormente, dentro de los bosques que componen el patrimonio
forestal de la región de Magallanes y Antártica Chilena, el tipo forestal Lenga y principalmente la
Lenga, posee gran interés comercial y económico, llegando a transformarse actualmente en la
especie nativa de mayor proyección y relevancia económica del país, debido principalmente a sus
características de alta calidad, trabajabilidad, compactibilidad, elásticidad y peso moderado
(Rodríguez et al.,1983), lo cual ha permitido que las exportaciones de madera aserrada de esta
13
especie, durante el 2004 alcanzaran volúmenes cercanos a los 13.500 m³, siendo países como
Estados Unidos, España, Italia y Canadá los principales destinos de esta madera (INFOR y
CONAF, 2005; Silva, C. 2005).
En cuanto al mercado nacional, INFOR y CONAF (2005), señalan que actualmente el
comercio funciona sólo en torno a la madera aserrada (rubros de construcción y mueblería),
mientras que al mercado local se agregan otros productos como leña, postes, piquetes y maderas
para embarcaciones (Larson, J. 2006 1).
Sin embargo, cabe señalar que entre 1992 y 1997, existió un importante mercado para las
astillas, lo cual permitió en algún momento abrir y ampliar las posibilidades de manejo de los
bosques regionales, debido a la valoración económica de productos madereros de baja calidad.
Pero debido a la quiebra de la principal empresa relacionada a esta actividad, se terminó la
elaboración de este producto y con ello el mercado o la posibilidad de comercialización (Schmidt,
A. 1999). Lo anterior, finalmente ha generado que desde ese momento hasta ahora, el método
silvícola aplicado se vaya acercando cada vez más al floreo que a la corta de protección
(observación personal del autor).
Sin embargo, dentro de las alternativas de mercado futuro, se vislumbra que la inserción,
en la industria forestal regional de una planta de tableros o de bioenergía forestal, pudieran
renovar estas posibilidades de manejo.
2.2. Estructura y dinámica
Respecto de la estructura y dinámica de los bosques de Lenga, diversos autores plantean
que estos bosques se presentan como un mosaico de rodales coetáneos originados de eventos
alogénicos y/o autogénicos, que destruyen un rodal o parte de él, cualquiera sea su edad o estado
de desarrollo, dando origen a un área desnuda donde N. pumilio, invadirá masiva y densamente
1 Comunicación personal, Sr. José Larson R. Jefe Departamento Forestal. Corporación Nacional Forestal, región deMagallanes y Antártica Chilena.
14
(Veblen, et al. 2004; Bava, J. 1999; Donoso, C. 1998; Veblen, et al. 1997; Veblen 1985).
Entendiéndose entonces que dependiendo de la magnitud de estos eventos, se podrán encontrar
por ejemplo rodales coetáneos de considerables extensiones producto de avalanchas u otras
perturbaciones de gran magnitud, o pequeños claros por caída de uno o más árboles, que serán
cubiertos por un grupo pequeño de árboles de una misma edad.
En el caso particular de los eventos autogénicos, Veblen et al. (2004), señalan que estas
perturbaciones comienzan a manifestarse en bosques mayores a los 200 años. Antes de este
periodo, la regeneración es muy escasa o nula.
Respecto de los eventos alogénicos, Veblen, et al. (1997), indican que la estructura
coetánea de muchos bosques de N. pumilio es generalmente producto de caídas de rodales
completos por efecto de tormentas de viento, u otros eventos mayores, señalando además que
estas perturbaciones se producen generalmente en rodales donde debido a lo superficial del
sistema radicular, los efectos pueden ser bastante masivos. Sin embargo, en aquellos casos de
condiciones de suelo más favorable, en donde las raíces de los árboles han podido profundizar un
poco más, y la estabilidad tanto colectiva como individual es mayor, estos eventos igualmente
provocan caídas de árboles individuales, pero en menor grado, por lo tanto, en estos casos serían
sólo los factores autogénicos los que dominarían la dinámica del bosque (Bava, 1999; Donoso,
1998).
Estas características, producen la generación de un bosque de estructura multietánea, es
decir, bosquetes compuestos por individuos de dos o más edades, por lo cual, no sería posible ni
correcto, realizar la diferenciación por fases de desarrollo (Bava, 1999; Donoso, 1998).
Al respecto, Veblen et al. (2004), señalan que los eventos alogénicos, pueden causar
grandes aberturas del bosque que se tornen inadecuadas, debido al efecto de desecación dado por
la exposición continua a vientos muy fuertes y las constantes presiones sobre la masa en
regeneración por parte pastoreo ejercido por el ganado, conejo o liebre.
15
Por su parte Bava (1999), considera adecuado para los bosques de N. pumilio, el modelo
conceptual de dinámica post disturbio de Peet y Christensen, método que propone las etapas de
establecimiento, raleo, transición y estado estacionario, siendo esta ultima etapa, la fase que
contendría simultáneamente cada una de las otras etapas precedentes pero en una menor escala y
la que se mantendría por un periodo mayor, en donde serían los procesos autogénicos los que
regirían la dinámica del rodal.
Este esquema, de acuerdo con este autor, se ajusta adecuadamente al escenario general de
los bosques de N. pumilio, es decir, bosques con individuos de diversas edades, que forman en
algunos casos pequeños bosquetes coetáneos, pero de superficie reducida.
Esta situación, común a la mayoría de los bosques de N. pumilio, hace que en grandes
superficies difícilmente se pueda encasillar al bosque en un estado de desarrollo determinado.
Para el caso particular de los bosques de la región de Magallanes, Donoso (1998),
menciona que la dinámica de las áreas con alteraciones frecuentes, asociadas a sectores con
pendiente pronunciada, nieve, viento y desprendimiento de rocas, generalmente presentan
aberturas del dosel de tamaños importantes, que permiten un continua regeneración y por lo
tanto, reiniciación del ciclo. No así en rodales ubicados en terrenos planos, más estables y con
mejor desarrollo, en donde la regeneración es menos abundante y presenta dificultades para
establecerse, siendo en síntesis, la regeneración una consecuencia inmediata de la cantidad de
luminosidad que llega al bosque.
Por su parte y en afirmación a lo expuesto anteriormente, Grosse (1988) estudió el
desarrollo de las plantas de los géneros Fagus y Nothofagus, en relación a los grados de
luminosidad, confirmando que este es el factor que más influye sobre el desarrollo de la
regeneración.
Respecto a los bosques mixtos de N. pumilio y N. betuloides, Uriarte y Grosse (1991),
sostienen que son bosques multietáneos formados por bosquetes coetáneos, donde la
16
participación relativa de N. betuloides, dependerá del grado de transición hacia el tipo forestal
Coihue de Magallanes. Cabe señalar, que ésta situación de la mayor cercanía hacia la dominancia
de una u otra especie, afecta directamente a la dinámica y estructura del bosque.
Al respecto, si la presencia de N. betuloides en el bosque es menor, reduciéndose
solamente a pequeños grupos de individuos, con baja ocupación del sitio, confinados a los
sectores de mayor humedad e incluso levemente anegados, las condiciones ambientales favorecen
el desarrollo de N. pumilio, por lo tanto, ante cualquier evento autogénico o alogénico, o a la
intervención antrópica, será N. pumilio, la especie que presente el mayor éxito en la iniciación del
nuevo ciclo y en la repoblación de la abertura generada, siempre y cuando las condiciones de
humedad de estas aberturas puntuales, no sean extremas, donde será N. betuloides quien tenga
mayor éxito (observación personal del autor).
En este mismo contexto, según Veblen et al. (2004), la dinámica de regeneración en los
bosques mixtos patagónicos, depende del tamaño de la abertura, es decir, mientras más pequeña
la abertura del dosel, será N. betuloides quien tenga mayor éxito, en situaciones de abertura no
superiores a 0,1 ha, existirá una codominancia en la repoblación del área y en superficies o
aberturas mayores, será N. pumilio quien domine la regeneración natural. Cabe señalar que N.
pumilio, posee menor tolerancia a la sombra que N. betuloides (Veblen et al., 2004), por lo cual,
ante aberturas del dosel superior actúa como especie pionera (Donoso 1998).
Otro aspecto que radica importantemente en la dinámica de los bosques de N. pumilio, se
refiere a la producción de semillas. En este contexto, Schimdt et al. (2005), señalan que la
producción de semillas de N. pumilio en la región de Magallanes es variable según el sector,
obedeciendo a un esquema cíclico, sin una aparente regularidad. Al respecto, estos autores
muestran los resultados obtenidos para el sector de Skyring, entre los años 1981 – 2005, donde la
producción de semillas en bosque virgen puede alcanzar a 3 millones por hectárea, mientras que
en el caso de bosques manejados con cortas de protección suave (extracción del 30% de área
basal) la producción de semillas se reduce a 2,6 millones por hectárea. Para tratamientos con
intensidades de corta más fuerte, se generan problemas en el aporte de semillas (Silva, 2005).
17
Por ultimo, respecto de la regeneración natural, Schmidt y Urzúa (1982), entregan
información respecto de la abundancia obtenida en bosques de N. pumilio, señalando que las
cifras registradas se encuentran entre 190.000 y 550.000 plantas por hectárea.
2.3. Silvicultura en bosques de Lenga
En cuanto al manejo silvícola aplicado en los bosques del tipo forestal Lenga, las cortas
sucesivas con regeneración natural bajo dosel de protección, o simplemente, cortas de protección,
sucesivas o de regeneración (Hawley y Smidth, 1982), es el método silvícola que desde 1992 a la
fecha, ha sido aplicado en aproximadamente 30.000 ha de bosques (Schimdt et al., 2003).
De acuerdo con Hawley y Smidth (1982), este método consiste en la explotación gradual
de un rodal en una serie de cortas parciales para dar origen a un rodal coetáneo a través de
regeneración natural, la cual se inicia bajo la protección del antiguo rodal. Schmidt et al. (2003),
esquematiza este sistema, como lo muestra la figura 1.
Figura 1. Esquema de manejo silvícola bajo el método de protección, propuesto por Schmidt et al.(2003).
En este mismo ámbito, Schmidt y Urzúa (1982), mencionan que este método, es el que
mejor se ajusta a los objetivos de producción, a la capacitación técnica de los trabajadores y a las
18
condiciones biológicas del bosque en Magallanes, señalando además, que bajo estas
intervenciones, se aumenta el rendimiento en volumen y se mejora la proporción de madera
aserrable, provocando de esta manera una mayor valorización de los bosques como recurso
forestal e incrementando el interés para su conservación (Neira, J. 2004).
En cuanto a los resultados obtenidos bajo la aplicación de este método silvícola, los
estudios realizados muestran que el desarrollo de la regeneración es mayor en densidad, altura y
diámetro, versus las situaciones testigo, es decir, bosques sin manejo silvícola en igualdad de
condiciones de estructura y de estado de desarrollo (Schmidt et al. 2003; Schmidt et al. 2004;
Sánchez, 2003; Neira, 2004; Silva, 2005).
En este contexto, las experiencias realizadas en diversas zonas de la región, muestran que
el crecimiento en altura promedio de un bosque sin manejo fluctúa entre los 2 y 4 cm/año, lo
cual, luego de la intervención aumenta a cifras de entre 11 y 26 cm/año. En el caso de los árboles
residuales del bosque manejado bajo cortas de protección, los crecimientos diametrales de los
pies aumentan de entre los 0,17 a 0,22 cm/año a valores de entre 0,33 a 0,42 cm/año (Schmidt et
al. 2003; Schmidt et al. 2004; Sánchez 2003; Neira 2004; Silva 2005).
Respecto de otras intervenciones que se realizan en los bosques patagónicos, el Floreo se
sitúa como sistema o actividad reiterada de cosecha o explotación. Acerca de esto, varios autores,
coinciden en que este tipo de intervención, es la forma tradicional de aprovechamiento de los
bosques de N. pumilio, definiéndola como la extracción de los mejores árboles, sin otro elemento
de juicio que la aptitud maderera de los pies, por lo tanto, la intensidad de corta, es variable de
acuerdo a la calidad de los individuos que componen la masa boscosa a cosechar. Sin embargo,
los bosques de N. pumilio generalmente, no presentan altas tasas de individuos de tales
características, por lo que estas intervenciones generan, el desaprovechamiento de importantes
cantidades de materia prima; el empobrecimiento del bosque, dificultando y retardando el
posterior uso económico; y el no logro de las condiciones adecuadas para el desarrollo del bosque
futuro. En otras palabras, estas prácticas, generan un bosque de densidad incompleta, con una
19
proporción alta de individuos no maderables, generalmente sobremaduros y en mal estado
sanitario (Bava, 1999; Garfias, 2005; Schmidt y Urzúa, 1982).
Respecto de la regeneración que se desarrolla en bosques floreados, Garfias (2005) señala
en términos generales, que los individuos que se desarrollan posteriormente al floreo crecen
abundantemente pero con alturas irregulares.
En este contexto, y con el fin de paliar en alguna medida solamente el efecto sobre las
condiciones adecuadas para la regeneración, Bava (1999), propone un floreo mejorado, al cual
denomina corte por bosquetes o corta de selección en grupo, método que corresponde a una
variación del floreo tradicional, que considera la extracción o anillado de 2 o 3 pies vecinos del
árbol floreado. De esta manera se genera un claro o abertura en el bosque más adecuado a los
requerimientos para el establecimiento y desarrollo de la regeneración, sin implicar un costo de
aprovechamiento demasiado alto. Según Berón et al., (2002), esta practica, puede generar claros
de entre 100 m² a 400 m², dependiendo de la calidad del sitio, estructura, cantidad y distribución
de los árboles floreables en el rodal.
2.4. Tala rasa en fajas alternas
En primer lugar, cabe señalar que el sustento ecológico de la aplicación de este método,
corresponde a la similitud relativa con la dinámica que se genera en los bosques de Nothofagus
luego de perturbaciones o eventos alogénicos de gran magnitud, como avalanchas de nieve,
tormentas de viento o deslizamientos de laderas (Donoso 1998; Veblen, et al. 1997; Bava y
Rechene 1998).
Respecto del esquema silvícola de tala rasa en fajas alternas, Otero y Monfil (1999), para
un estudio realizado en bosques del tipo forestal Coihue – Raulí – Tepa, señalan a este método,
como un sistema relativamente similar al método de cortas de protección tradicional, con la
diferencia en que la tala rasa en fajas al considerar la implementación de entrefajas con árboles en
20
pie, esta considerando de igual forma un dosel de protección, solamente que en este caso es de
tipo lateral, mientras que en la corta de protección tradicional, es de tipo vertical.
Las ventajas de este método, según estos autores, corresponden principalmente a que las
zonas intervenidas presentan crecimientos y densidades de regeneración adecuadas y además
costos operacionales menores que otros métodos silvícolas.
En cuanto a la descripción del método, Otero y Monfil (1999), señalan que es sistema
silvícola, consiste en alternar fajas de corta de ancho variable, con fajas de bosque sin intervenir.
Estas fajas, deben ser ubicadas en las curvas de nivel y deben considerar la extracción del total
del volumen existente en la faja de corta.
El ancho de la faja de corta y de protección, deben ser múltiplos de la altura dominante
del dosel superior del bosque, variando de al menos una vez la altura hasta un máximo de 2, ya
que en fajas mayores a 2 veces la altura, la protección lateral es insuficiente y la zona intervenida
presenta características o efectos ambientales similares a los de tala rasa tradicional, mientras que
en fajas menores a una vez el ancho, no se presentan las condiciones adecuadas para el
establecimiento de la regeneración.
Relativo al establecimiento de la regeneración, estos autores indican que esta se establece
abundantemente, sin embargo, recomiendan la utilización de complementos mediante plantación.
Esta situación resulta adecuada principalmente en bosques con presencia de especies tolerantes,
donde con el fin de mantener la diversidad florística y apurar el desarrollo de la regeneración en
general, el aporte de plantas de estas especies o de especies intolerantes de mayor interés
comercial, resultaría adecuado y beneficioso. En el caso de los bosques de N. pumilio, las
plantaciones complementarias, podrían solamente ser adecuadas en cuanto a disminuir el tiempo
del establecimiento de la regeneración (Bava, J. 1999).
Respecto de este sistema y su aplicación en los bosques de N. pumilio, Bava (1999),
menciona a este método silvícola como una alternativa viable y adecuada para el manejo de N.
21
pumilio, sin embargo, señala que su aplicabilidad, está determinada por 3 factores o elementos
críticos. Siendo el primero de estos factores, sólo considerable en las distribuciones o zonas más
septentrionales del tipo forestal, debido a que estas regiones en el periodo estival, pueden
presentar déficit hídrico o verano seco, situación que genera que las fajas de cosecha, queden
expuestas a la insolación directa y al efecto secante del viento, lo cual afecta directamente al
establecimiento de la regeneración de la especie, propiciando por el contrario, la invasión masiva
de gramíneas (Bava y Rechene 1998).Cabe señalar que aun cuando esta situación no se da en la
región de Magallanes, es importante señalarla.
El segundo factor critico, se refiere a la operación y a los costos asociados al método. En
detalle, Bava (1999), señala que este tipo de intervención sólo es realizable en presencia de un
mercado para los grandes volúmenes de madera de baja calidad o no aserrable que genera la
cosecha. Indicado además, que exige una alta organización en la operación, principalmente en el
voltéo y madereo de los pies.
Por último, menciona que se debe tener en cuenta el efecto de la intervención silvícola
sobre el paisaje, lo cual en áreas de turismo, como la región de Magallanes, puede provocar
efectos encontrados respecto de la armonía del paisaje.
Respecto de algunos resultados obtenidos de aplicaciones prácticas en Tierra del Fuego
(Argentina), Bava y Rechene (1998), en forma general señalan que las experiencias realizadas
con tala rasa en fajas alternas, han sido muy exitosas, obteniéndose una rápida colonización por
una vigorosa regeneración natural que luego de 30 años cuenta con más de 30.000 pl/ha con un
altura aproximada de 7 m en los individuos dominantes.
De igual forma, Martínez Pastur et al., (2001), muestran algunos resultados obtenidos
para una tala rasa en fajas alternas realizada a fines de la década del ’60 en Tierra del fuego
(Argentina), donde se implementaron fajas de 30 y 40 m de ancho por 400 m de largo con cerco
perimetral y retiro del todo el material leñoso superior a los 5 cm. de diámetro. Aquí, en un
análisis efectuado en 1985, se observó que el establecimiento de regeneración de N. pumilio fue
22
abundante y homogéneo, con promedios de 2 m de altura y de 2,5 cm. de diámetro y de entre
80.000 a 100.000 pl/ha. Cabe señalar que en este mismo periodo, se instalaron una serie de
ensayos de cortas intermedias (raleos) dentro de las fajas en donde se consideraron sectores
testigos.
Luego en 1999, se realizó un nuevo análisis donde las mediciones realizadas en los
sectores testigos, arrojaron tasas acumuladas de mortalidad relativamente altas del orden de las
300 pl/ha, producto de la dinámica de crecimiento natural, que va produciendo el autoraleo de la
masa en desarrollo. También se registró una considerable diferencia en el crecimiento diametral
de los pies de los sectores o parcelas testigos versus los sectores manejados bajo cortas
intermedias (4 cm. de DAP en parcelas testigo y de 7,5 a 10 cm. en pies residuales de zonas
raleadas).
En síntesis, estos autores señalan que el método de tala rasa en fajas alternas, debe
considerar complementariamente intervenciones silvícolas tempranas, lo cual resulta útil para
redirigir el crecimiento hacia individuos selectos, evitando la mortalidad natural del rodal,
además los crecimientos obtenidos resultan atractivos por la disminución del turno forestal que
podría lograrse al manejar intensivamente las superficies en regeneración (Martínez Pastur et al.,
2001).
23
3. MATERIALES Y MÉTODO
3.1. Área de estudio
El área de estudio corresponde a parte del rodal 4, del predio Lote 1 “Skyring”,
perteneciente a la empresa Monte Alto S.A., ubicado en la comuna de Río Verde, provincia de
Magallanes, región de Magallanes y Antártica Chilena. Geográficamente este sector se encuentra
ubicado en la latitud 52º 28’ y longitud 71º 56’, a unos 130 Km. de la ciudad de Punta Arenas
(figura 2).
El área de estudio, está descrita como zona ubicada en posición topográfica de ladera
media, con pendientes de entre 5 y 15%, con vientos dominantes del SW y NW.
Respecto de la masa forestal, esta corresponde a un bosque de tipo mixto de N. pumilio y
N. betuloides, con dominancia de N. pumilio en la mayoría de los sectores y con dominancia de
N. betuloides en las quebradas u otros sectores húmedos (MABOSA 1994).
El bosque adulto actual, presenta un alto número de individuos en estado de desarrollo
avanzado para ambas especies, sin embargo, no se observan perturbaciones mayores, salvo la
caída de algunos individuos sobremaduros, principalmente en las entrefajas del ensayo evaluado,
lo cual se debe a los efectos de los corredores de vientos que significan las fajas de tala rasa y los
efectos de la cosecha, como el debilitamiento radicular por el transito excesivo de Skidder
(observación personal del autor).
Respecto de la regeneración, en las áreas no manejadas, se observaron zonas de
abundancia variable, asociada a los sitios puntuales de caídas de árboles adultos, siendo más
numerosa la de N. pumilio (observación personal del autor).
24
3.2. Instrumentos y herramientas de trabajo
3.2.1. Material cartográfico
Fotografía aérea digitalizada, escala original 1:70.000, vuelo Geotec de 1998. (Donada por
CONAF, región de Magallanes y Antártica Chilena)
Imagen satelital de alta resolución, obtenida del navegador en red GoogleEarth.
3.2.2. Instrumentos de terreno
Clinómetro Suunto
Brújula Suunto
GPS Garmin E-Trex Vista
Cámara Digital
Huincha de distancia de 50 m
Huincha metálica de distancia de 5 m (tipo carpintero)
Parcela circular de regeneración de 2 m², construida en PVC
Estacas de madera de 2 pies
Pintura roja
3.2.3. Software
ArcView GIS 3.3
Minitab Release 13.32
Conjunto de programas Office 2000 (Word y Excel)
25
3.3. Método
3.3.1. Antecedentes generales del proyecto original
El proyecto original, titulado “Silvicultura Intensiva en los Bosques de Lenga”, estudio
financiado por el FONTEC y la empresa forestal MABOSA, y ejecutado en conjunto por el
INFOR y la propia empresa, presentaba como principal objetivo la obtención de resultados
respecto del desarrollo e implementación de un nuevo método de explotación en bosques de N.
pumilio, que pudiera generar una silvicultura más intensiva y eficiente en el aprovechamiento del
bosque, motivado principalmente por el activo mercado de astillas que se presentaba en aquel
entonces (MABOSA 1994).
En este contexto, se instaló un ensayo de tala rasa en fajas alternas bajo un diseño
estadístico completamente al azar con arreglo factorial de dos factores, con dos repeticiones por
combinación de niveles, es decir, el factor ancho de faja que presenta tres niveles (30, 40 y 50 m)
y el factor orientación geográfica con 2 niveles (N - S y E - O), con lo cual se obtuvieron 12
unidades experimentales (2x3x2). El largo de las fajas es constante y corresponde a 100 m
(cuadro 2).
En cuanto al ancho de fajas utilizado, el método silvícola requiere que esta variable
corresponda a múltiplos de la altura dominante del rodal, lo cual, para el caso de este estudio
corresponde a H = 20 m, siendo entonces los anchos de fajas igual 1,5H, 2H y 2,5H.
Respecto de la variable orientación de faja, se consideró una inclinación de 45° respecto
de los vientos dominantes del sector, es decir, del SW y NW. (MABOSA 1994). Cabe señalar
que las fajas están orientadas respecto del norte magnético y no del geográfico, lo cual significa
una desviación de casi 15º en el mapa (figura 2).
26
Cuadro 2. Descripción de variables utilizadas en el diseño experimental del proyecto.Variable Nomenclatura Descripción
Ancho Largo
A1 30 m 100 m
A2 40 m 100 mAncho de faja
A3 50 m 100 m
B1 N - SOrientación de faja
B2 E - O
Fuente: Informe de avance Nº1 (INFOR – MABOSA, 1995)
Respecto del sistema silvícola aplicado, la ejecución de la cosecha consideró la extracción
de todos los individuos presentes en la faja (tala rasa), incluso de aquellos individuos de
diámetros menores a 10 cm. Las entrefajas de bosque que se dejaron en pie, tienen un ancho de
30 m y en estos sectores no se realizó ninguna intervención. La superficie total intervenida en
este proceso fue de 4,8 ha (MABOSA 1994).
La ejecución propiamente tal de las fajas, fue realizada con el siguiente equipo y personal
de cosecha:
Operarios Motosierras (2 en bosque y 1 en cancha)
Estroberos (3 personas)
Operario Skidder (1 persona)
Operario Trineumáticos (3 persona)
Operarios Camiones de carga (no descrito)
Skidder Caterpillar 518C (1 unidad)
Trineumáticos (3 unidades)
Camiones de carga (no descrito)
Otro aspecto importante que se incluyó en el método original, pero que lamentablemente
no fue totalmente considerado, corresponde a la ejecución de los esquemas de explotación
propuestos respecto del volteo, madereo y manejo de desechos.
27
En este contexto, el proyecto original consideró:
Madereo alternado con el volteo, con el fin de evitar la acumulación y entrecruzamiento de
trozas en la faja de corta y el consecuente daño a la madera volteada.
Utilización de caminos existentes o implementación de huellas de madereo cada no menos de
100 m. de faja de protección, con el objetivo de salir al camino principal y sin voltear
árboles.
Extracción de trozas a través de cables y transito de Skidder únicamente por el costado
izquierdo de las fajas.
Rebaje de copas a alturas de no más de 1 m, para facilitar la posterior incorporación.
Medición del rendimiento de la cosecha de cada faja, en términos de volumen de madera
extraída.
Fuente: (MABOSA 1994).
Al respecto, la información recopilada, principalmente de los informes de avance del
proyecto, generados por el INFOR, indica que la intervención no se ejecutó totalmente bajo las
consideraciones anteriores, especialmente en lo que concierne al madereo.
Las complicaciones se resumen en problemas técnicos del Skidder, como cables de
arrastre de largo no adecuado o insuficiente, lo cual forzó a que el operario de la maquinaria
tuviera que ingresar a la faja para la realizar la extracción, causando problemas en el suelo.
Luego, por negligencias de la empresa, se ordenó a trabajar al doble de personal de faena, con el
fin de voltear y maderear lo más rápido posible, sin importar el transito del Skidder en las fajas y
la posterior medición de las existencias obtenidas de la cosecha.
En síntesis, todas estas precariedades que presentó la ejecución del proyecto original,
desembocaron en fajas que presentan actualmente zonas con daños al suelo, afectando de esta
manera el desarrollo de regeneración.
28
Figura 2. Ubicación geográfica del área de estudio, diseño experimental en fajas y puntos demuestreo en bosque nativo virgen.
Respecto del volteo, este se ejecutó con una cuadrilla de 2 motosierristas, los cuales tenían
las indicaciones de realizar un volteo dirigido que evitara el daño a la faja que permanecía en pie,
lo cual se ejecutó de buena manera.
Por último en cuanto a las canchas de acopio y al transporte de la madera, no se
presentaron mayores inconvenientes, salvo problemas con la superficie y capacidad de acogida de
algunas canchas.
N
FajasParcelas deRegeneración en Fajas
Parcelas deRegeneración en BN
29
3.3.2. Evaluación actual
Considerando el diseño experimental y metodologías ya implementadas en el ensayo, se
diseñó un muestreo sistemático que permitiera obtener información respecto del desarrollo de la
regeneración y que respetara el diseño estadístico original. En este contexto, se muestrearon
sistemáticamente todas las fajas, a través de parcelas circulares de regeneración de 2 m² de
superficie, ubicadas en una red parcelas distanciadas en 10 x 20 m (figuras 2 y 3).
En detalle se instalaron un total de 240 parcelas de regeneración, lo cual se obtiene como
producto de un total de 15 parcelas de regeneración en cada faja de 30 m, 20 parcelas en las fajas
de 40 m y 25 en las de 50 m (figura 3).
Por otro lado, con el fin de poder obtener la distribución de la regeneración de cada faja,
las parcelas de regeneración instaladas, fueron enumeradas y registradas mediante nomenclatura
de filas y columnas (figura 3).
En cada parcela de regeneración se contabilizó y midió la altura de cada individuo de N.
pumilio y de N. betuloides. Además en aquellos casos en donde se presentaron tocones, troncos
caídos, metros rumas cortos u otros eventos, estos fueron registrados como observaciones lo cual
servirá como insumo para el análisis de distribución espacial. La medición de la altura de las
plantas, se realizó con huincha metálica (tipo carpintero) de 5 m de largo.
30
F5C5 F4C5 F3C5 F2C5 F1C5
F5C4 F4C4 F3C4 F2C4 F1C4
F5C3 F4C3 F3C3 F2C3 F1C3
F5C2 F4C2 F3C2 F2C2 F1C2
F5C1 F4C1 F3C1 F2C1 F1C1
Figura 3. Diseño de la distribución de las parcelas de regeneración instaladas.
En cuanto al desarrollo de la regeneración de la situación de bosque virgen, se instalaron
un total de 10 conglomerados con 4 parcelas de regeneración cada uno, es decir, un total de 40
parcelas de tipo circular y de 2 m² de superficie. En cada una de ellas se midieron y registraron
los mismos datos que en las parcelas instaladas en las fajas (figura 2 y 4). Cabe señalar que este
proceso se realizó con el único fin de poder comparar en forma aritmética, los promedio totales
obtenidos en las fajas, con la regeneración presente en la zona sin intervención, es decir, de
acuerdo a los objetivos planteados respecto de las diferencias entre las fajas, no se justifica la
inclusión de estos datos al análisis estadístico del estudio.
10 m
20 m
FAJAS DE 30 m
FAJAS DE 40 m
FAJAS DE 50 m
S
N
31
5m
2 m²
5m
5m
5m
Centro deconglomerado de
parcelasCoordenada UTM
S
N
EW
Figura 4. Diseño de parcelas de muestreo para el sector de bosque virgen.
Con el registro de los datos tomados en terreno se procedió a elaborar una base de datos,
en donde se obtuvo información tanto para el análisis estadístico como para el análisis espacial de
la regeneración.
Figura 5. Parcela circular de 2 m², utilizada en el muestreo la regeneración en las fajas y en elbosque virgen.
32
El análisis estadístico de los datos se realizó con el software Minitab Release 13.32. Cabe
señalar que debido a la naturaleza no paramétrica de los datos, se optó por la prueba estadística
de Mood, ya que de acuerdo con Walpole y Myers (1992), esta prueba de análisis de igualdad de
medianas puede ser utilizada para dos o más poblaciones. En síntesis se puede mencionar que
esta prueba es muy similar a la realización de un test de Kruskal-Wallis, sin embargo las ventajas
que presenta el test de Mood, tienen que ver con una mayor robustez del análisis y la
presentación gráfica de las diferencias detectadas en el mismo test (Meet Minitab, 2003).
Dentro de los supuestos que requiere esta prueba estadística no paramétrica, fue necesario
comprobar la aleatoriedad de los datos, lo cual se realizó a través de la prueba de rachas Wald-
Wolfowitz.
Respecto del análisis espacial, este se realizó a través de los softwares ArcView GIS 3.3 y
Minitab Release 13.32. Para este análisis, se consideró información anexa a la obtenida en
terreno, como la ubicación geográfica de las huellas de madereo en algunas fajas y los vientos
dominantes del área, datos que fueron recopilados de los informes de avance del proyecto que
elaboró el INFOR y que posteriormente fueron ingresados a un SIG. Cabe señalar que de todo
este proceso, sólo se analiza en forma estadística lo relativo a las diferencias en la densidad de
plantas que se presentan entre los bordes y centro de cada faja, tomando como factores incidentes
la dirección del viento dominante del área, el ancho de faja y la orientación de la fajas respecto
del viento, mientras que la acción del madereo solamente es evaluada en forma cualitativa.
33
4. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. Resultados generales del proyecto original
Con el fin de entregar información en un contexto general del proyecto ejecutado, a
continuación se presentan algunas tablas que dan cuenta de las existencias en cada faja en forma
previa y posterior a la intervención. Además de presentarán los datos respecto de una evaluación
de la regeneración natural, realizada luego de una temporada de la intervención silvícola.
Cuadro 3. Tabla resumen de los valores dasométricosFaja N. pumilio N. betuloides Ambas especies
Ancho Orien-tación
Repe-tición
NºArb/ha
ÁreaBasalm2/ha
NºArb/ha
ÁreaBasalm2/ha
NºArb/ha
ÁreaBasalm2/ha
Volumenm3/ha
30 N – S 1 400 49,6 167 18,8 567 68,4 375,840 N – S 1 413 54,5 83 6,1 495 60,6 333,050 N – S 1 368 35,4 378 35,5 746 70,9 387,630 N – S 2 487 61,7 247 8,2 733 69,9 382,040 N – S 2 183 20,9 403 40,5 585 61,5 336,850 N – S 2 380 62,3 76 6,1 456 68,4 376,830 E - O 1 300 58,4 100 7,7 400 66,1 364,740 E - O 1 323 65,1 98 5,3 420 70,4 388,450 E - O 1 312 67,6 82 4,1 394 71,8 396,130 E - O 2 383 71,6 70 8,0 453 79,6 439,240 E - O 2 515 62,4 65 2,5 580 64,9 356,150 E - O 2 366 56,7 112 9,9 478 66,6 366,4
Promedio 369 55,5 157 12,7 526 68,3 375,2Fuente: Informe de avance Nº1 (INFOR – MABOSA, 1995)
Cabe señalar que el cuadro anterior fue obtenido a través de la realización de un censo de
árboles presentes en la faja realizado previamente a la cosecha. De aquí se observa que el sector
intervenido corresponde a un bosque mixto denso con una alta proporción de N. pumilio (81,4%
del área basal y 70% de la densidad). Destacan las densidades de una de las fajas 50 m y otra de
30 m del bloque Norte – Sur, ambas con más de 700 arb/ha, siendo las mayores densidades
registradas. Mientras que en una de las fajas de 50 m del bloque Este – Oeste, se registraron las
34
densidades más bajas con 394 arb/ha. Al observar estos datos, es fácil darse cuenta que estos
valores son típicos de bosques que no han sido intervenidos silvícolamente.
De la cosecha propiamente tal, se obtuvieron los volúmenes que muestra el cuadro 4, de
donde inmediatamente se aprecia la notable diferencia en algunas fajas entre el volumen obtenido
y el volumen estimado en el censo indicado en el cuadro anterior. Esto de acuerdo con los autores
del informe de donde se extrajeron estos antecedentes, es consecuencia de las funciones de
volumen utilizadas, las cuales no son precisas para estimar volúmenes individuales, pero si para
hacerlo en forma agregada. En este contexto, si se observa el valor promedio de volumen
obtenido en la cosecha, se aprecia que este no se aleja mucho de lo estimado, sin embargo en el
caso de la primera faja de 30 m la diferencia es de más de 200 m³, lo cual sin dudas hace dudar de
las estimaciones realizadas.
Cuadro 4. Resumen de existencias por producto obtenido de las fajas
Faja Volumen m³/faja Volumen m³/ha
Ancho Orientación Repetición Pulpable Aserrable Pulpable Aserrable
VolumenTotal m³/ha
30 N – S 1 116,1 68,4 387,0 228,0 615,040 N – S 1 75,3 17,1 188,3 42,8 231,150 N – S 1 117,5 4,3 234,9 8,6 243,530 N – S 2 70,8 27,3 235,9 90,8 326,740 N – S 2 120,9 34,9 302,2 87,3 389,450 N – S 2 93,0 18,9 186,1 37,7 223,830 E - O 1 135,6 13,9 451,9 46,3 498,240 E - O 1 134,4 28,2 336,1 70,5 406,650 E - O 1 76,6 40,6 153,2 81,1 234,4
Promedio 104,5 28,2 275,0 77,0 352,1Fuente: Informe de avance Nº1 (INFOR – MABOSA, 1995)
Cabe señalar, que debido a que las ultimas tres fajas fueron cosechadas en forma
descoordinada e inadecuada, al ser explotadas con el doble de personal para agilizar la
producción, los profesionales a cargo del proyecto, no pudieron realizar las mediciones de las
existencias generadas en estas fajas, por lo tanto esta información lamentablemente se desconoce.
35
Al observar los volúmenes promedios obtenidos en la cosecha, se observa que la
proporción entre madera pulpable (madera de baja calidad, apta para su astillado) corresponde al
78,1% del total extraído, mientras que el 21,9% restante sería madera de calidad para el aserrío.
En términos de volumen total, los 77 m³/ha representan una cifra bastante superior a la que se
obtiene en promedio de la cosecha de un bosque virgen bajo cortas de protección, la cual se
encuentra alrededor de 55 m³/ha aserrables (Hechenlietner, F. 20062).
Respecto de la regeneración natural, el cuadro 5 muestra los resultados obtenidos para la
evaluación de la fajas al cabo de un año de ejecutada la faena. Al respecto se observa que salvo el
promedio de plantas obtenido en las fajas de 50, en todas los otros tipos de fajas, la cantidad de
plantas de N. betuloides es menor que la de N. pumilio, situación bastante lógica considerando la
dinámica propia y la mayor proporción de una u otra especie en el bosque adulto. Esta excepción
de mayor densidad de plantas de N. betuloides en las fajas de 50 m, podría deberse a que los
factores ambientales que se presentaban en aquel entonces en algunas de estas fajas y que
persisten hasta los días de hoy, como suelo compactado con alto contenido de humedad e incluso
anegamientos temporales, son menos adecuados para N. pumilio.
Otro aspecto importante de mencionar, corresponde a la baja cantidad de plantas de N.
betuloides en el bosque virgen, encontrándose muy por debajo de lo observado en las fajas,
situación contraria a lo que muestra N. pumilio, donde la regeneración encontrada es bastante alta
y se encuentra en numero similar a la registrada para estos primeros años en las fajas.
Además, se observa una tendencia importante de considerar, ya que existe una clara
disminución de plantas a medida que se aumenta en el ancho de fajas.
2 Comunicación personal Sr. Federico Hechenleitner. Administrador Forestal Monte Alto S.A.
36
Cuadro 5. Regeneración en los tratamientos de ancho de fajas y en el bosque testigoRegeneración (pla/ha)
Área muestreadaN. pumilio N. betuloides Ambas especies
Faja 30 m 38.690 26.310 65.000
Faja 40 m 35.208 5.625 40.833
Faja 50 m 13.222 26.889 40.111
Bosque Virgen 34.028 5.694 39.722Fuente: Informe de avance Nº1 (INFOR – MABOSA, 1995)
4.2. Desarrollo actual de la regeneración en las fajas
A continuación se presentan los resultados obtenidos de los análisis estadísticos realizados
para la evaluación del desarrollo de la regeneración que se estableció como consecuencia de la
intervención silvícola efectuada.
Al respecto, en primer lugar se presentarán y discutirán los resultados relativos a la
densidad de la regeneración, para luego hacerlo respecto del crecimiento en altura de las plantas.
4.2.1. Densidad de la regeneración en las fajas
Respecto de la densidad de la regeneración, el cuadro 6 muestra las densidades promedios
obtenidas para cada faja como producto de la intervención de tala rasa en fajas. Al respecto, se
observa que tanto los valores de densidad de cada tratamiento, como el promedio aritmético
general de los datos, muestran mayor abundancia de N. pumilio que de N. betuloides, lo cual se
puede observar de mejor manera en la figura 6.
37
Figura 6. Faja de tala rasa donde se observa la mayor abundancia de N. pumilio que de N. betuloides
En promedio N. pumilio representa el 71,9%, del total de plantas. Esto concuerda en parte,
con lo planteado por Donoso (1998), respecto de la dinámica de regeneración de ambas especies,
es decir, de la intolerancia a la sombra de N. pumilio y por ende, su condición de especie pionera
de zonas intervenidas, y de las condiciones de semi-sombra que requiere N. betuloides, por lo
cual es lógico que existan diferencias considerables en la proporcionalidad en la densidad de
plantas.
Cuadro 6. Tabla general promedio para la densidad plantas de N. pumilio, N. betuloides y total.
Ancho Orientación Repetición N. pumilio(pla/ha)
N. betuloides(pla/ha)
Ambas especies(pla/ha)
30 Norte - Sur 1 36.000 14.667 50.66740 Norte - Sur 1 35.000 4.000 39.00050 Norte - Sur 1 17.600 24.400 42.00030 Norte - Sur 2 18.333 8.000 26.33340 Norte - Sur 2 9.750 13.250 23.00050 Norte - Sur 2 36.200 14.600 50.80030 Este - Oeste 1 40.333 14.000 54.33340 Este - Oeste 1 29.750 5.500 35.25050 Este - Oeste 1 13.400 1.000 14.40030 Este - Oeste 2 33.667 13.333 47.00040 Este - Oeste 2 26.750 2.250 29.00050 Este - Oeste 2 11.200 2.200 13.400
Promedio 24.625 9.604 34.229Fuente: Elaboración propia
38
Lo anterior, además se ve apoyado debido a la mayor abundancia o presencia N. pumilio
en la composición del bosque en pie (entrefajas y bosque virgen), lo cual influye directamente a
través de un mayor aporte de semillas.
Respecto del análisis estadístico propiamente tal, la figura 7 muestra los resultados del
análisis descriptivo para la densidad de plantas por especie y totales, de donde se observan los
mismos valores promedios presentados en el cuadro 6, sin embargo se agregan otros resultados
interesantes como los valores de la mediana, la cual muestra que en el caso de N. betuloides el
50% de las observaciones son iguales cero, lo cual nos indica la baja presencia de esta especie en
la regeneración de las fajas.
Respecto de la desviación estándar, se observan valores extremadamente altos en todos
los casos, lo cual se debe a una alta dispersión y variabilidad en las densidades registradas,
encontrándose desde sectores descubiertos de plantas hasta densidades promedio de 180.000
plantas.
Figura 7. Análisis estadístico descriptivo para la densidad de plantas presente en las fajas (MinitabRelease 13.32).
Lo anterior se aprecia claramente al observar los mínimos, máximos y quartiles de la
figura 7, y las distribuciones de las densidades en la figura 8, de donde se desprende que en todos
los casos (figuras 8a, 8b y 8c), las mayores frecuencias o repeticiones, se da para los valores cero
(zonas descubiertas), disminuyendo la frecuencia a medida que se aumenta la densidad de plantas
(curva tipo “J” inversa).
Variable N Mean Median TrMean StDev SE MeanN. pumilio 240 24625 15000 22222 25729 1661N. betuloides 240 9604 0 6273 19301 1246Ambas especies 240 34229 22500 30718 35215 2273
Variable Minimum Maximum Q1 Q3N. pumilio 0 130000 5000 38750N. betuloides 0 120000 0 10000Ambas especies 0 180000 5000 53750
39
2000001000000
50
40
30
20
10
0
pl/ha
Freq
uenc
y
c) Ambas especies
100000500000
100
50
0
pl/haFr
eque
ncy
b) N. betuloides
150000100000500000
50
40
30
20
10
0
pl/ha
Freq
uenc
ya) N. pumilio
Figura 8. Histogramas de frecuencia para la densidad de a) N. pumilio, b) N. betuloides y c) ambasespecies (Minitab Release 13.32).
En otras palabras, las áreas descubiertas de vegetación o con densidades relativamente
bajas son las más frecuentes de encontrar en las fajas, mientras que las zonas con mayor
abundancia de plantas son más escasas. Esta situación se puede apreciar de mejor manera en la
figura 9 donde se observa claramente una zona sin vegetación.
Figura 9. Fotografía tomada en periodo invernal en una de las fajas de 50 m del bloque Este - Oeste,donde se aprecia la variabilidad en la densidad de la regeneración.
Zona sin regeneración
40
504030
45000
40000
35000
30000
Ancho de Faja
c) Ambas especies
504030
13000
12000
11000
10000
9000
8000
7000
6000
Ancho de Faja
b) N. betuloides
30 40 50
20000
25000
30000
Ancho de Faja
pl/h
a
a) N. pumilio
N-S E-O5000
10000
15000
Orientación de Fajas
Mea
nof
nco
N-S E-O
30000
35000
40000
Orientación de Fajas
E-ON-S
25500
25000
24500
24000
Orientación de Fajas
pl/h
a
a.1
a.2
b.1
b.2
c.1
c.2
Respecto de los valores medios obtenidos en cada caso, la figura 10 muestra gráficamente
las tendencias en el comportamiento de las abundancias de plantas respecto del ancho y
orientación de fajas, observándose que para el caso de N. pumilio (figura 10a.1), existe una
tendencia de disminución del número de plantas a medida que se aumenta en el ancho de faja,
mientras en el caso de N. betuloides (figura 10b.1), este comportamiento es un poco diferente,
siendo mayor el número de plantas encontrado en las fajas de 30 m, seguido por el promedio de
plantas obtenido en las fajas de 50 m, y luego muy por debajo, por el promedio obtenido para las
fajas de 40 m. Por último, al considerar la densidad de plantas en la regeneración total, se observa
igual comportamiento que N. pumilio por si sola (figura 10c.1).
Figura 10. Valores promedio para la densidad de plantas de a) N. pumilio, b) N. betuloides y c)ambas especies, para los factores ancho y orientación de fajas (Minitab Release 13.32).
Este comportamiento de disminución en la densidad de plantas a medida que se aumenta
el ancho de fajas, concuerda respecto de las limitaciones del método silvícola que planta Otero y
Monfil (1999), donde señalan que para anchos de faja superiores a 2 veces la altura del dosel
superior del bosque, se manifiestan condiciones ambientales similares a los que genera la tala
41
rasa tradicional, afectando directamente el establecimiento de la regeneración. Cabe recordar que
la faja de 50 m corresponde a 2,5 veces la altura dominante.
Al observar la tendencia de disminución en la densidad de plantas a medida que aumenta
el ancho de faja, se observa que este comportamiento no se da en el caso de N. betuloides,
presentando en la faja de 50 m, valores muy altos para la tendencia general. Esta situación puede
estar dada por un tema aleatorio o bien por la mayor cercanía de dos de las cuatro fajas de 50 m a
la quebrada que se aprecia en la figura 2, en donde la participación de N. betuloides en el bosque
adulto aumenta considerablemente, aumentado con ello la potencialidad en la fuente aportadora
de semillas.
Respecto de la orientación de fajas, se observa que en todos los casos (figuras 10a.2,
10b.2 y 10c.2), es constante la tendencia de mayores densidades en las fajas en dirección Norte –
Sur.
En cuanto al promedio de regenetación total de la fajas (figura 7), la densidad obtenida de
34.229 pl/ha, se acerca bastante a los resultados registrados por Bava y Rechene (1998), para un
ensayo similar en Tierra del Fuego (Argentina), donde estimaron un promedio de alrededor de
30.000 pl/ha, no así para otro ensayo evaluado luego de varios años por Martínez Pastur et al.,
(2001), donde obtuvieron densidades promedio de entre 80.000 y 100.000 pl/ha. Cabe señalar,
que en este último caso sólo se consideraron fajas de 30 y 40 m de ancho. Este ultimo
antecedente, más lo observado en los diferentes análisis anteriores respecto de la densidad de
plantas presente en las fajas de 50 m, genera dudas respecto de lo beneficioso de anchos de faja
iguales o superiores a esta magnitud.
Esta densidad resultante al ser comparada con lo obtenido por Silva (2005), para un
bosque explotado bajo cortas de protección tradicional evaluado a 8 años de su intervención,
presenta una regeneración igual a 48.000 pl/ha, valor relativamente superior al obtenido en este
estudio, donde la diferencia probablemente es debido al continuo y mayor aporte se semillas que
se presenta en la cortas de protección (Espejo, 1996).
42
4.2.1.1. Verificación de aleatoriedad de los datos para la densidad de plantas
Como se mencionara anteriormente, la prueba no paramétrica de Mood, requiere que los
datos cumplan con el supuesto de aleatoriedad en los datos, lo cual se realizó a través de la
prueba de rachas de Wald-Wolfowitz3 (Walpole y Myers, 1992).
Cuadro 7. Resultados de la aleatoriedad de los datos a través de la prueba rachas de Wald-WolfowitzEstadísticos N. pumilio N. betuloides Ambas especies
Valor de prueba 24625,0 9604,16 34229,16Casos < Valor de prueba 138 167 142Casos >= Valor de prueba 102 73 98Casos en total 240 240 240Número de rachas 103 91 100Z -2,025 -1,773 -2,272Valor-p 0,947 0,668 0,867
Fuente: Elaboración propia (Minitab Release 13.32).
Del cuadro anterior, se observa que tanto para N. pumilio como para N. betuloides y
ambas especies juntas, se acepta con un 95% de confianza la aleatoriedad de las observaciones
respecto de la densidad de plantas (“p” = 0,947 / 0,668 / 0,867 > α = 0,05).
4.2.1.2. Análisis de igualdad de medianas de Mood4, para la densidad de plantas
El análisis estadístico mediante la prueba de igualdad de medianas de Mood, es una
alternativa a la prueba del análisis de varianza para diseños de clasificación simple (Anova). La
diferencia radica en que en la prueba de igualdad de medianas de Modd, la comparación de los
grupos o unidades experimentales se realiza utilizando la mediana y no las medias (Meet Minitab,
2003).
3 Aleatoriedad de los datos (si valor “p” > α = 0,05, se acepta la hipótesis nula Ho)Ho: Las observaciones evaluadas son aleatoriasHa: Las observaciones evaluadas no son aleatorias
4 Diferencias entre las unidades experimentales a través de evaluación de la mediana (“p” > α = 0,05, se acepta Ho)Ho: La mediana de las poblaciones consideradas son iguales.Ha: Al menos una de las poblaciones tiene mediana distinta a las otras.
43
En otras palabras, se puede concluir que esta prueba permite evaluar estadísticamente si el
efecto de la orientación o el ancho de fajas producen diferencias significativas en la densidad de
plantas en las distintas fajas. Por otro lado esta prueba arroja la representación gráfica a través de
la mediana y sus intervalos de confianza, determinando de esta manera cual o cuales son los
niveles de cada factor en donde las diferencias son significativas.
Al respecto, se observa que para el caso de N. pumilio, el factor orientación de fajas, no
reporta diferencias significativas en la densidad de plantas (“p” = 0,093>α=0,05), sin embargo si
se muestra una clara tendencia de mejores resultados en las fajas en dirección Norte – Sur (figura
11a.2). Por el contrario, respecto del ancho de fajas las diferencias además de ser significativas
(figura 11a.1), se observa claramente que las fajas de 30 m presenta densidades de plantas de N.
pumilio significativamente superiores a las que se obtienen en las fajas de 40 o 50 m.
a) N. pumilio
Figura 11. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la densidad de plantas de N. pumilio(Minitab Release 13.32).
En cuanto a N. betuloides se observa que a diferencia de N. pumilio, tanto la orientación
como el ancho de fajas, presentan un valor estadístico de “p” inferior al nivel de significancia de
a.1) ancho de faja
Chi-Square = 13,76 DF = 2 P = 0,001
Individual 95,0% CIsancho N<= N> Median Q3-Q1 -----+---------+---------+---------+-30 19 41 32500 40000 (-------+------)40 45 35 15000 33750 (----+-----)50 61 39 10000 25000 (----+----)
-----+---------+---------+---------+- 10000 20000 30000 40000Overall median = 15000
a.2) orientación de faja
Chi-Square = 2,82 DF = 1 P = 0,093
Individual 95,0% CIsorient N<= N> Median Q3-Q1 ----+---------+---------+---------+--Norte 56 64 20000 33750 (-------+----------------)Sur 69 51 15000 33750 (-------+-------)
----+---------+---------+---------+-- 12000 18000 24000 30000
Overall median = 15000
44
α = 0,05, con lo cual se rechaza la igualad de medianas, pudiendo afirmarse que estos factores
producen diferencias significativas entre las densidades observadas en las distintas fajas (figuras
12b.1 y 12b.2). De lo anterior, se observa que en el caso del ancho de fajas, los resultados más
adecuados corresponden a los obtenidos en las fajas de 30 m, seguido por los de las fajas de 40 m
y por ultimo, por las densidades presenten en las fajas 50 m. Cabe señalar que este último tipo de
fajas presenta densidades de plantas significativamente inferiores a la que presenta la faja de 30
m. Mientras que en el caso de la orientación de fajas, los mejores resultados se obtienen en las
fajas en dirección Norte – Sur.
b) N. betuloides
Figura 12. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la densidad de plantas de N. betuloides(Minitab Release 13.32).
Por ultimo respecto de la regeneración total de las fajas, se observa similar
comportamiento que N. betuloides, siendo significativas las diferencias en cuanto al ancho y a la
orientación de las fajas (“p”= 0,001 / 0,002 < α =0,05), registrándose los mejores resultados en
las fajas 30 m, las cuales además presentan densidades de plantas significativamente mejores que
las que se presentan en las fajas de 50 m, y en las fajas de orientación Norte – Sur (figuras 13c.1
y 13c.2)
b.1) ancho de faja
Chi-Square = 11,44 DF = 2 P = 0,003
Individual 95,0% CIsancho N<= N> Median Q3-Q1 +---------+---------+---------+------30 22 38 5000 15000 (+---------------)40 45 35 0 10000 +----------------)50 64 36 0 5000 +
+---------+---------+---------+------ 0 3000 6000 9000Overall median = 0
b.2) orientación de faja
Chi-Square = 8,89 DF = 1 P = 0,003
Individual 95,0% CIsOrient N<= N> Median Q3-Q1 +---------+---------+---------+------Norte 54 66 5000 18750 (------------------------+----)Sur 77 43 0 5000 +
+---------+---------+---------+------ 0 2000 4000 6000Overall median = 0
45
c) Ambas especies
Figura 13. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la densidad total de de plantas (MinitabRelease 13.32).
En síntesis, se puede afirmar que el ancho de fajas resulta ser un factor determinante en la
cantidad de plantas de N. pumilio, N. betuloides y la regeneración total, siendo claramente
superior la densidad de plantas obtenida en las fajas de 30 m, así como la disminución de la
abundancia de plantas a medida que se aumenta en el ancho de la faja y los mejores resultados en
las fajas de orientación geográfica Norte – Sur.
Lo anterior se puede apreciar gráficamente en la figura 14, donde se muestran las medias
para los factores ancho y orientación de fajas sobre la densidad de las plantas, observándose que
en el caso de N. pumilio (figura 14a.1) y ambas especies juntas (figura 14c.1), existe una clara
tendencia de disminución en la densidad de plantas a medida que aumenta el ancho de fajas,
situación que no se da en el caso de N. betuloides (figura 14b.1), donde existen variaciones a las
tendencias registradas en el estudio, lo cual ya se comentó en párrafos precedentes (figura 10).
c.1) ancho de faja
Chi-Square = 15,36 DF = 2 P = 0,001
Individual 95,0% CIsancho N<= N> Median Q3-Q1 ----+---------+---------+---------+--30 18 42 42500 43750 (-------+--------)40 40 40 22500 35000 (----+-------)50 62 38 15000 35000 (--+--)
----+---------+---------+---------+-- 15000 30000 45000 60000Overall median = 22500
c.2) orientación de faja
Chi-Square = 9,60 DF = 1 P = 0,002
Individual 95,0% CIsorient N<= N> Median Q3-Q1 --------+---------+---------+--------Norte 48 72 32500 45000 (---------+---)Sur 72 48 15000 43750 (-----+-----)
--------+---------+---------+-------- 16000 24000 32000Overall median = 22500
46
c.2) Orientaciónc.1) Ancho
E-ON-S504030
45000
41000
37000
33000
29000
pl/h
a
c) Ambas especies
b.1) Ancho b.2) Orientación
30 40 50 N-S E-O5000
7000
9000
11000
13000
pl/h
a
b) N. betuloides
a.1) Ancho a.2) Orientación
30 40 50 N-S E-O
20000
23000
26000
29000
32000
pl/h
aa) N. pumilio
Figura 14. Gráfico de medias de los factores ancho y orientación de fajas para la densidad de plantasde a) N. pumilio, b) N. betuloides y c) ambas especies (Minitab Release 13.32).
En tanto para la orientación de fajas, también se aprecia el mismo comportamiento
respecto de mayores densidades de plantas en las fajas Norte – Sur, sin embargo, se pueden ver
que en el caso de N. pumilio (figura 14a.2), las diferencias son relativamente bajas, mientras que
en el caso de N. betuloides y ambas especies (figuras 14b.2 y 14c.2, respectivamente), son de
mayor magnitud.
4.2.1.3. Comparación entre la densidad de plantas presente en las fajas de tala rasa y elbosque virgen
Del muestreo realizado en el bosque virgen que se encuentra contiguo a la fajas de tala
rasa, se obtuvo el cuadro 8, que corresponde al promedio de plantas calculado para cada
conglomerado. De aquí se evidencia que existe un numero importante de plántulas en proceso de
establecimiento, especialmente de N. pumilio. Se observa además que existe una notable
heterogeneidad en la regeneración, encontrándose desde zonas sin regeneración hasta áreas con
mayor abundancia de hasta 75.000 pl/ha.
47
Cuadro 8. Densidad de plantas por especie y total para bosque nativo virgen.
Conglomerado N. pumilio(pl/ha)
N. betuloides(pl/ha)
Ambas Especies(pl/ha)
1 32.500 0 32.5002 52.500 16.250 68.7503 71.250 3.750 75.0004 5.000 0 5.0005 1.250 1.250 2.5006 33.750 2.500 36.2507 0 0 08 25.000 0 25.0009 66.250 0 66.250
10 2.500 5.000 7.500Promedio 29.000 2.875 31.875
Fuente: Elaboración propia
En este contexto, si se comparan estos datos con los resultados obtenidos para la densidad
promedio de la regeneración en las fajas, como muestra el cuadro 9, se observa que no existen
diferencias importantes entre la zona intervenida y la sin intervención.
Cuadro 9. Comparativo de densidades por intervención realizada
Intervención N. pumilio(pl/ha)
N. betuloides(pl/ha)
Ambas Especies(pl/ha)
Fajas de 30 m 32.083 12.500 44.583Fajas de 40 m 25.313 6.250 31563Fajas de 50 m 19.600 10.550 30.150
Promedio 24.625 9.604 34.229Bosque virgen 29.000 2.875 31.875
Fuente: Elaboración propia
Por ejemplo, en el caso específico de N. pumilio, se observa que salvo la regeneración
promedio para las fajas de 30 m, el resto la zona intervenida presenta densidades de plantas
inferiores a las del bosque virgen. En tanto, que para N. betuloides, las densidades de plantas
presentes en los tres tipos de fajas son mayores a los encontrados en la zona de bosque virgen.
Al analizar estos resultados, se puede inferir que en el caso de N. pumilio, las cifras
presentadas no son del todo incoherentes, puesto que en la zona sin intervención existe una
permanente y más abundante fuente semillas (Schimdt et al., 2005), mientras que en la zona de
48
tala rasa, -como se verá más adelante-, existe dificultad para cubrir las áreas centrales de las fajas,
debido al ancho de estas y a la distancia máxima en la dispersión del fruto.
Respecto de N. betuloides, cabe señalar que las áreas muestreadas de bosque virgen,
corresponden en su mayoría a zonas compuestas principalmente por individuos de N. pumilio, lo
cual explicaría en parte la escasez de plántulas de N. betuloides. Mientras que en el caso de la
densidad de plantas presentes en las fajas, ocurren dos situaciones que pueden interactuar para
que exista un porcentaje mayor de plántulas de N. betuloides, siendo estas la mayor distancia que
puede alcanzar la dispersión del fruto, que posee una estructura más liviana y pequeña, que la de
N. pumilio (Castillo y Moreno, 2002), y su mejor adaptabilidad a condiciones de humedad
(Donoso, 1998), las cuales se dan principalmente en las zonas anegadas que se han generado al
interior de las fajas como producto del madereo de pies.
Sin embargo, es muy importante señalar que aún cuando en términos de densidad de
plantas no se aprecian diferencias importantess, la altura de la plantas en las zonas de bosque
virgen son inferiores a las que crecen en la fajas. Esto se debe a que el crecimiento en altura esta
dado principalmente por el factor luminosidad, el cual en el bosque adulto es notablemente menor
que en una zona de tala rasa (Grosse, 1988).
4.2.2. Crecimiento en altura de la regeneración
En cuanto al crecimiento en altura plantas presentes en las fajas, el cuadro 10 muestra el
resumen de resultados promedios obtenidos para cada faja o unidades experimentales.
Al respecto, se observa que la altura de las plantas de la especie N. pumilio es mayor que
la de N. betuloides, lo cual podría deberse a las características de especie pionera que posee N.
pumilio (Donoso, 1998), ya que probablemente, estas plantas correspondan a periodos iniciales
de la intervención, mientras que las plantas de N. betuloides, corresponde a periodos posteriores
(figura 15).
49
Cuadro 10. Tabla general promedio de altura (m) de plantas de N. pumilio, N. betuloides y total en lasfajas de tala rasa.
Ancho Orientación Repetición N. pumilio(m)
N. betuloides(m)
Ambas especies(m)
30 Norte – Sur 1 1,68 0,83 1,2540 Norte – Sur 1 1,55 0,84 1,1950 Norte – Sur 1 1,05 0,56 0,8030 Norte – Sur 2 1,21 0,46 0,8440 Norte – Sur 2 1,25 0,91 1,0850 Norte – Sur 2 1,32 0,32 0,8230 Este – Oeste 1 1,05 0,21 0,6340 Este – Oeste 1 1,20 0,38 0,7950 Este – Oeste 1 1,29 0,36 0,8330 Este – Oeste 2 1,41 0,76 1,0840 Este – Oeste 2 1,28 0,77 1,0250 Este – Oeste 2 1,16 0,71 0,94
Promedio 1,20 0,65 1,06Fuente: Elaboración propia
Además se observa que para N. pumilio y ambas especies, existe una tendencia de mejores
resultados en las fajas de 30 m, mientras que en el caso de N. betuloides, las alturas principales se
dan en forma variable en los tres tipos de fajas.
Figura 15. Apreciación del tamaño general de plantas en las fajas.
50
En cuanto a los estadígrafos obtenidos para las alturas de plantas, la figura 16 muestra que
N. pumilio, presenta un promedio de altura de plantas de casi el doble que N. betuloides, mientras
que la regeneración total, presenta una altura promedio de poco más de un metro. En este
contexto, al considerar el tiempo transcurrido desde la intervención (aproximadamente 10 años),
se puede inferir que los incrementos medios anuales para la altura de plantas, en el caso de N.
pumilio es de 12,03 cm/año, valor bastante bueno y que se encuentra dentro de los rangos de
valores obtenidos por Schmidt et al. (2003) y Forestal Savia Ltda. (2003), para estudios de cortas
de protección en la región, mientras que en el caso de N. betuloides, el promedio de altura de
0,654 m equivale a sólo 6,54 cm/año, valor bastante más bajo, lo cual como se mencionó
anteriormente, podría deberse a que algunas de las plantas de N. betuloides, sean más jóvenes y
correspondan a periodos de establecimientos posteriores de la especie. Lamentablemente en este
estudio, no se realizó toma de datos de cuenta de anillos de los individuos muestreados, lo cual
podría ser abordado en estudios posteriores. En cuanto a la regeneración total de la figura 16, el
promedio de altura de plantas de 1,054 m, representaría un crecimiento medio anual de 10,5
cm/año, que de igual manera estaría dentro de los rangos adecuados de crecimiento obtenidos
para otros estudios en la región (Schmidt et al. 2003, Forestal Savia Ltda. 2003).
Variable N N* Mean Median TrMean StDevN. pumilio 189 51 1,2036 1,1725 1,1871 0,6234N. betuloides 109 131 0,6547 0,5000 0,6169 0,4896Ambas especies 202 38 1,0548 0,9815 1,0298 0,5950
Variable SE Mean Minimum Maximum Q1 Q3N. pumilio 0,0453 0,0600 3,0700 0,7180 1,6663N. betuloides 0,0469 0,0800 2,2100 0,2850 0,9200Ambas especies 0,0419 0,0750 3,0700 0,5992 1,3935
Número de parcelas de muestreo en donde no se registraron plantas y por lo cual fueron excluidas de loscálculos estadísticos.
Figura 16. Análisis estadístico descriptivo para la densidad de plantas presente en las fajas (MinitabRelease 13.32).
En cuanto a la desviación estándar que muestra la figura16, se observa que tanto para N.
pumilio como para ambas especies juntas, se obtuvieron valores del orden de 50% respecto de la
media, valor que aún cuando es bastante alto y denota una importante variabilidad en las alturas
de la plantas, es inferior al que presenta N. betuloides, donde este estadígrafo corresponde a más
51
3210
30
20
10
0
H (m)
Freq
uenc
y
c) Ambas especies
210
30
20
10
0
H (m)
Freq
uenc
y
b) N. betuloides
0 1 2 3
0
10
20
30
H (m)
Freq
uenc
y
a) N. pumilio
del 75% del valor de media. De lo anterior se puede inferir que N. pumilio, no sólo presentaría
plantas con mejor desarrollo que N. betuloides, sino también más homogéneas respecto al
tamaño. Esto también se puede apreciar en el histograma de la figura 17a, donde se aprecia este
comportamiento.
Figura 17. Histogramas de frecuencia para la altura plantas de a) N. pumilio, b) N. betuloides y c)ambas especies (Minitab Release 13.32).
Otra forma de evidenciar el comportamiento de la altura de plantas presentes en las fajas,
corresponde al histograma de frecuencia de la figura 17, en donde se puede observar que en el
caso de N. pumilio (figura 17a), los rangos de altura más comunes de encontrar son del orden de
1 a 1,5 m, mientras que en el caso de N. betuloides (figura 17b), las alturas de plantas más
frecuentes, se encuentran alrededor de los 0,2 a 0,5 m, mostrando además una fuerte disminución
de la frecuencia a medida que aumenta el tamaño de plantas, indicando de esta manera que las
plantas con mejor desarrollo son más bien puntuales y no una constante para esta especie y que
en su mayoría las plantas registradas corresponden a plantas de periodos posteriores a la
intervención. Por ultimo, al evaluar lo que ocurre con la regeneración total (figura 17c), se
observa que esta figura corresponde a la combinación de las dos situaciones anteriores, por lo
tanto, los rango de mayor frecuencia van desde los 0,75 a 1,25 m.
En síntesis, se puede decir que de acuerdo a los análisis realizados, existiría bastante
variabilidad en las alturas de la plantas, sin embargo, de acuerdo a lo observado en terreno y en
las figuras 15 y 18, existe un grupo importante de plantas principalmente de N. pumilio, que se
encontrarían en un rango de 1,2 a 1,5 m, las cuales conformarían la masa de regeneración
52
principal y por ende la masa vegetal que conformará el bosque futuro (observación personal del
autor).
Figura 18. Vista de la regeneración presente en una de las fajas de 30 m del bloque Norte – Sur.
Por otro lado, respecto de las alturas promedios registradas por especie para cada factor
evaluado (ancho y orientación de fajas), se observa que en el caso de N. pumilio (figura 19a.1), el
promedio más alto de altura de plantas, se presenta en las fajas de 50 m con 1,22 m, seguido muy
de cerca por el valor obtenido para las fajas de 30 m, y luego por la altura obtenida en las fajas de
40 m que promedió 1,16 m , observándose que aún cuando gráficamente las diferencias aparentan
ser muy grandes, si se observan las escalas del eje de las alturas se puede apreciar que la
diferencia en altura entre la altura promedio más baja y más alta (fajas de 50 y 40
respectivamente) es de sólo 7 centímetros. Por su parte, N. betuloides (figura 19b.1) presenta un
comportamiento diferente registrando su mayor altura promedio en las fajas de 40 m con casi 67
centímetros, seguido por las alturas encontradas en las fajas de 50 m con 66 centímetros y luego
por la altura registrada en las fajas de 30 m con 63 centímetros de altura. Por ultimo, de la
regeneración en su totalidad (figura 19c.1), se observa que la altura promedio mayor se da
nuevamente en las fajas de 50 m con 1,10 m, seguido por la altura de las fajas de 30 m con 1,04
m y luego por la obtenida para las fajas de 40 con poco más de 1 m.
53
E-ON-S
1,13
1,08
1,03
0,98
OrientaciónN-S E-O
0,60
0,65
0,70
OrientaciónN-S E-O
1,1
1,2
1,3
Orientación
H(m
)
504030
1,23
1,22
1,21
1,20
1,19
1,18
1,17
1,16
Ancho de Faja
H(m
)
a) N. pumilio
504030
0,67
0,66
0,65
0,64
Ancho de Faja
H(m
)
b) N. betuloides
504030
1,10
1,05
1,00
Ancho de Faja
H(m
)
c) Ambas especies
a.1
a.2
b.1
b.2
c.1
c.2
Esta situación anterior, por un lado indica que respecto de la altura de plantas, no existe
una tendencia muy clara de mejores resultados en una u otra faja, y por otro lado, que las
diferencias en altura que existen entre las fajas, son valores relativamente bajos siendo en el caso
de N. betuloides sólo de escasos centímetros, entendiéndose de esto que los resultados
probablemente pueden ser no significativos en cuanto al ancho de fajas.
Figura 19. Valores promedio para la altura de plantas de a) N. pumilio, b) N. betuloides y c) ambasespecies, para los factores ancho y orientación de fajas (Minitab Release 13.32).
Respecto del factor orientación de fajas, se observa que en todos los casos (figuras 19a.2,
19b.2 y 19c.2), se presentan plantas de mayor tamaño en las fajas ubicadas en dirección Norte –
Sur.
Cabe señalar en este ultimo caso, que los resultados o tendencias registradas podrían estar
fuertemente afectados por factores distintos de sólo la dirección geográfica, ya que como se ha
mencionado anteriormente y se verá más adelante todo el bloque de fajas en dirección Este –
54
Oeste, presentó irregularidades en el proceso de cosecha, lo cual afectó directamente el
establecimiento de la regeneración.
4.2.2.1. Verificación de aleatoriedad de los datos para la altura de plantas
Del cuadro 11, se observa que la aleatoriedad de los datos para la altura de plantas, a
través de la prueba de rachas de Wald-Wolfowitz 5, queda validada con 95% de confianza ya que
en todos los casos el valor “p”, es superior al nivel α = 0,05, por lo tanto, se verifica el
cumplimiento del supuesto que requiere la prueba de igualdad de medianas de Mood.
Cuadro 11. Prueba de rachas de Wald-WolfowitzEstadísticos N. pumilio N. betuloides Ambas especies
Valor de prueba 1,2036 0,6547 1,0548Casos < Valor de prueba 97 66 107Casos >= Valor de prueba 92 43 95Casos en total 189 109 202Número de rachas 94 49 94Z -0,209 -0,821 -1,082Valor-p 0,834 0,412 0,279Fuente: Elaboración propia (Minitab Release 13.32).
4.2.2.2. Análisis de igualdad de medianas de Mood 6, para la altura de plantas
De este análisis estadístico, se observa que N. pumilio (figuras 20a.1 y 20a.2), no presenta
diferencias significativas en la altura de plantas debido al ancho de fajas o a la orientación de
fajas (“p”= 0,707 / 0,425 > α = 0,05, se acepta Ho). Sin embargo, en el caso de la orientación de
fajas, se observan ciertas tendencias a la obtención de mejores resultados en la fajas en dirección
5 Aleatoriedad de los datos (si valor “p” > α = 0,05, se acepta Ho)Ho: Las observaciones evaluadas son aleatoriasHa: Las observaciones evaluadas no son aleatorias
6 Diferencias entre las unidades experimentales a través de evaluación de la mediana (“p” > α = 0,05, se acepta Ho)Ho: La mediana de las poblaciones consideradas son iguales.Ha: Al menos una de las poblaciones tiene mediana distinta a las otras.
55
Norte – Sur, mientras que en el caso del ancho de fajas, las diferencias entre la altura presente en
los tres tipos de fajas son tan escasas que es poco prudente pronunciarse respecto de alguna.
a) N. pumilio
Figura 20. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la altura de plantas de N. pumilio (MinitabRelease 13.32).
Por su parte el análisis estadístico de igualdad de medianas de Mood para N. betuloides
(figuras 21b.1 y 21b.2), muestra que no existen diferencias significativas entre las alturas
presentes en las distintas fajas del ensayo, ya sea debido al ancho u orientación de fajas, y al igual
que en el caso de N. pumilio, las tendencias son tan vagas que sólo es posible afirmar que las
fajas en orientación Norte – Sur, presentan en forma leve, mejores resultados respecto de la altura
de plantas.
Por ultimo, la regeneración total de plantas (figuras 22c.1 y 22c.2), tampoco presenta
diferencias significativas en sus alturas debido a la acción de los factores ancho y orientación de
fajas, sin embargo a diferencia del comportamiento de N. pumilio y N. betuloides, en este caso las
tendencias respecto de mejores resultados son levemente más claras en el caso del ancho de fajas,
a.1) ancho de faja
Chi-Square = 0,69 DF = 2 P = 0,707
Individual 95,0% CIsancho N<= N> Median Q3-Q1 --------+---------+---------+--------30 25 27 1,217 0,962 (-----------------+-------------)40 29 32 1,240 0,963 (-----------------------+-------)50 41 35 1,159 0,964 (----+----------)
--------+---------+---------+-------- 0,96 1,12 1,28Overall median = 1,173
a.2) orientación de faja
Chi-Square = 0,64 DF = 1 P = 0,425
Individual 95,0% CIsorient N<= N> Median Q3-Q1 --------+---------+---------+--------Norte 43 48 1,250 0,984 (------+---------)Sur 52 46 1,092 0,969 (--------------+-------------)
--------+---------+---------+-------- 0,96 1,12 1,28Overall median = 1,173
56
donde se observan mejores resultados en las fajas de 50 m de ancho. Respecto de la orientación,
se mantiene la misma tendencia de mejores resultados en las fajas Norte – Sur.
b) N. betuloides
Figura 21. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la altura de plantas de N. betuloides(Minitab Release 13.32).
En síntesis, se puede afirmar que el efecto de los factores ancho y orientación de fajas
evaluados bajo la igualdad de medianas de Mood, no tienen una implicancia directa en el
desarrollo en altura de las plantas, siendo estadísticamente iguales los resultados obtenidos en los
distintos tipos de fajas, sin embargo, en todos lo casos se presenta una leve superioridad en la
altura de las plantas presentes en las fajas en orientación Norte – Sur, mientras que respecto del
ancho estas tendencias son tan mínimas y variables que no existe un comportamiento claro al
respecto.
b.1) ancho de faja
Chi-Square = 0,39 DF = 2 P = 0,822
Individual 95,0% CIsancho N<= N> Median Q3-Q1 -+---------+---------+---------+-----30 20 18 0,496 0,593 (----------+----------------)40 19 16 0,495 0,660 (----------+--------------------)50 17 19 0,538 0,595 (--------------+--------------)
-+---------+---------+---------+----- 0,36 0,48 0,60 0,72Overall median = 0,500
b.2) orientación de faja
Chi-Square = 1,30 DF = 1 P = 0,254
Individual 95,0% CIsorient N<= N> Median Q3-Q1 ----+---------+---------+---------+--Norte 31 35 0,523 0,643 (--+---------------)sur 25 18 0,385 0,605 (----+---------------------)
----+---------+---------+---------+-- 0,36 0,48 0,60 0,72
Overall median = 0,500
57
c.2) Orientaciónc.1) Ancho
E-ON-S504030
1,12
1,09
1,06
1,03
1,00
c) Ambas especies
b.2) orientaciónb.1) ancho
E-ON-S504030
0,70
0,67
0,64
0,61
0,58
H(c
m)
b) N. betuloides
a.1) ancho a.2) orientación
30 40 50 N-S
E-O
1,10
1,15
1,20
1,25
1,30
H(c
m)
a) N. pumilio
c) Ambas especies
Figura 22. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la altura total de plantas (Minitab Release13.32).
Este comportamiento se puede observar de mejor manera, en los gráficos de la figura 23,
donde se muestran las medias obtenidas para cada nivel de ambos factores.
Figura 23. Gráfico de medias para los factores ancho y orientación de fajas para la altura de plantasde a) N. pumilio, b) N. betuloides y c) ambas especies (Minitab Release 13.32).
Al respecto, se observa que en el caso de N. pumilio (figuras 23a.1 y 23a.2), lo mejores
resultados se obtienen en las fajas de 30 m en dirección Norte – Sur, mientras que N. betuloides
(figuras 23b.1 y 23b.2), lo hace en las fajas de 40 m también en dirección Norte – Sur y cuando
c.1) ancho de faja
Chi-Square = 1,51 DF = 2 P = 0,471
Individual 95,0% CIsancho N<= N> Median Q3-Q1 ---------+---------+---------+-------a1 30 24 0,923 0,901 (---------+-----------)a2 34 32 0,907 0,888 (------+----------------------)a3 37 45 1,063 0,759 (----------+------)
---------+---------+---------+------- 0,90 1,05 1,20
Overall median = 0,981
c.2) orientación de faja
Chi-Square = 1,27 DF = 1 P = 0,260
Individual 95,0% CIsorient N<= N> Median Q3-Q1 -----+---------+---------+---------+-b1 46 54 1,092 0,769 (----------------+------)b2 55 47 0,913 0,908 (----------+-----------)
-----+---------+---------+---------+- 0,84 0,96 1,08 1,20Overall median = 0,981
58
se analiza la altura del total de plantas (figuras 23c.1 y 23c.2), el mejor desarrollo se obtiene
nuevamente en las fajas en orientación Norte – Sur y con ancho de 50 m.
4.2.2.3. Comparación entre la altura de plantas presente en las fajas de tala rasa y el bosque
virgen
El cuadro 12, muestra los resultados obtenidos del muestreo realizado en la zona de
bosque virgen respecto de la altura de plantas, de donde se observa que el desarrollo de N.
pumilio, es en promedio levemente más alto que el de N. betuloides. Cabe señalar que los
crecimientos dentro de la especie N. pumilio son bastante heterogéneos, donde por ejemplo en el
conglomerado 5 la altura promedio es e 0,1 m, mientras que en los conglomerados 1 y 10 es de
más 1,5 m. Esto se debe a que la regeneración presente en esta zona corresponde probablemente
al establecimiento de plantas en diferentes años, más el efecto de las variaciones en la cobertura
del dosel superior, lo cual afecta directamente al crecimiento de la planta a través de una mayor o
menor entrada de luz al suelo.
Cuadro 12. Altura por especie y total, de la regeneración de plantas en bosque virgen.Conglomerado N. pumilio (m) N. betuloides (m) Ambas Especies (m)
1 1,54 0,00 1,542 1,04 0,65 0,853 0,40 0,75 0,574 0,34 0,00 0,345 0,10 0,20 0,156 0,38 0,68 0,537 0,00 0,00 0,008 0,79 0,00 0,799 0,46 0,00 0,46
10 1,59 0,59 1,09Promedio 0,74 0,57 0,70
Fuente: Elaboración propia
Respecto del cuadro 13, donde se comparan las alturas para las zonas con y sin
intervención, se observa que respecto de los promedios totales, existen diferencias de 30 cm entre
altura obtenida en las fajas (1,05 m) y el bosque virgen (0,7 m), sin embargo al observar los datos
respecto de N. pumilio, se aprecia una diferencia mucho más importante entre las plantas de las
59
fajas con 1,20 m y las de bosque sin intervención con 0,74 m, situación más importante que el
promedio total de plantas, ya que esta es la principal especie que constituirá el nuevo bosque.
Como se mencionara anteriormente, estas diferencias son consecuencia directa del factor
luminosidad, al cual las fagáceas en general y N. pumilio en particular, son muy sensibles
(Grosse, 1988). Respecto de N. betuloides, se aprecia que no existen, mayores diferencias en el
crecimiento en altura obtenido tanto en la zona de tala rasa como en el área sin intervención. Esta
situación, podría tener bastante lógica al considerar lo descrito por Veblen et al. (2004), respecto
del buen desarrollo que N. betuloides, puede presentar bajo coberturas importantes del dosel
superior, condiciones que obviamente se dan en el caso del bosque virgen.
Cuadro 13. Comparativo de densidades por tipo de intervenciónIntervención N. pumilio (m) N. betuloides (m) Ambas Especies (m)
Fajas de 30 m 1,22 0,63 1,04
Fajas de 40 m 1,16 0,67 1,01
Fajas de 50 m 1,23 0,66 1,11
Promedio 1,20 0,65 1,05
Bosque virgen 0,74 0,57 0,70Fuente: Elaboración propia
60
4.2.3. Análisis comparativo densidad – altura de plantas
Con el fin de obtener una aproximación del desarrollo general de la regeneración,
producto de la intervención silvícola de tala rasa en fajas alternas, se realizó un análisis
cualitativo de comparación entre los resultados obtenidos para la densidad y altura de plantas
totales, obteniéndose los gráficos de la figura 24.
Figura 24. Gráfico de 3 ejes para la densidad y altura de plantas totales como respuesta del ancho (a)y orientación de fajas (b) (Minitab Release 13.32).
Al respecto, se puede apreciar que el mejor desarrollo de la regeneración (densidad y
altura), respecto del ancho de fajas (figura 24a), se obtiene en algunas de las fajas de 30 m,
mientras que los resultados menos alentadores se obtienen en las fajas de 50 m. Respecto del
desarrollo de plantas en la faja de 40 m, se puede decir que estaría en un nivel intermedio. En el
caso de la orientación de fajas (figura 24b), se observa que existe un número importante de fajas
que poseen regeneración del igual desarrollo, independiente de su orientación geográfica, esto
concuerda con los resultados de los análisis estadísticos, respecto de la poca influencia que ejerce
este factor sobre la población de plantas.
Por otro lado, si se sintetizan los resultados obtenidos, en una tabla de doble entrada,
como muestra el cuadro 14, se observa que los resultados más adecuados respecto de la densidad
5500045000
350000,6
0,7
pl/ha
0,8
0,9
1,0
1,1
25000
1,2
1,3
H (m)
15000E-O
Orientación de Fajas
N-S
b) Orientación de Fajas
5500045000
3500030
0,6
0,7
pl/ha
0,8
0,9
1,0
1,1
25000
1,2
1,3
40
H (m)
1500050
Ancho de Fajas (m)
a) Ancho de Fajas
61
de plantas, se da en todos los casos (N. pumilio, N. betuloides y la regeneración total), en las
fajas de 30 m en orientaciones Norte – Sur, mientras que los resultados menos alentadores se
obtienen en las fajas de 50 m en dirección Este – Oeste. El caso de la altura es más complejo e
irregular, ya que no existe una constante clara respecto de mejores o peores resultados en uno u
otro tipo de faja, sin embargo, es importante recordar que N. pumilio corresponde a la especie
principal con casi un 72% de representación del total de plantas, por lo tanto no es menor
considerar que lo que ocurre en esta especie tiene una mayor influencia, sobre todo al considerar
que el mercado e industria forestal actualmente prefieren a N. pumilio por sobre N. betuloides
(INFOR y CONAF, 2005; Silva, C. 2005).
Cuadro 14. Resumen de resultados para la densidad y altura de plantasN. pumilio N. betuloides Ambas especies
Resultados Densidadde plantas
Altura deplantas
Densidadde plantas
Altura deplantas
Densidadde plantas
Altura deplantas
Másadecuado 30 40 30 50 30 50Ancho de
Faja(m) Menos
adecuado 50 50 50 30 50 40
Másadecuado N-S N-S N-S N-S N-S N-SOrientación
de Faja Menosadecuado E-O E-O E-O E-O E-O E-O
Fuente: Elaboración propia
Como síntesis de esto, es posible inferir que una intervención bajo el método silvícola de
tala rasa en fajas alternas de un bosque puro o mixto del tipo forestal Lenga, debe realizarse
considerando anchos de faja de entre 30 y 40 m como máximo, de preferencia en una orientación
geográfica perpendicular al viento dominante, sin dejar de considerar que lo más importante es
realizarlo sobre el eje de las curvas de nivel. En ningún caso se sugiere realizar fajas de 50 m de
ancho, sea cual fuere su orientación, ya que su efecto sobre el desarrollo de la regeneración es
claramente negativo.
62
4.3. Distribución espacial de la regeneración
En relación a la distribución espacial de las plantas, a continuación se presentan varios
análisis de tipo cualitativo, más el análisis estadístico mediante la igualdad de medianas de Mood,
los cuales en su conjunto permiten pronunciarse respecto de otros factores que influyen en la
distribución espacial de las plantas dentro de cada faja. Cabe señalar que este proceso utilizó
como principal insumo cartográfico los resultados obtenidos del diseño de muestreo que se
presentó en la figura 3, además de información adicional de los informes de avance del proyecto
aportados por el INFOR. En este contexto, las variable evaluadas corresponden al efecto de la
orientación de las fajas y su relación con lo vientos dominantes, el ancho de fajas y su efecto
sobre el potencial de dispersión de frutos, más la sobreposición en SIG de las huellas de madereo
sobre los mapas de distribución de plantas.
Cabe señalar que este análisis se realizó en base a la totalidad de plantas muestreadas
presentes en las fajas, es decir, no se realizaron diferenciaciones por especie.
4.3.1. Acción de la orientación de fajas sobre la distribución espacial de plantas
Respecto de la orientación de las fajas, cabe señalar que su efecto sobre la distribución de
las plantas en las fajas, esta dada principalmente por la inclinación geográfica de estas respecto
de los vientos dominantes del área y por ende sobre la potencialidad en la dispersión de los frutos
hacia las fajas. En este contexto, la figura 25 muestra un mapa con las direcciones dominantes de
los vientos en el área de estudio, las cuales corresponden a vientos del SW y NW. Cabe señalar,
que estos vientos, se dan en forma variable durante todo el año, sin preponderancia de uno u otro
en la época de semillación (MABOSA, 1994), la cual se da entre fines de enero y comienzos
abril, con énfasis en febrero y marzo (Martínez et al., 2004).
63
Figura 25. Dirección de los vientos dominantes en el área de estudio (ArcView 3.3).
En este contexto, se observa que de acuerdo a las direcciones de los vientos dominantes,
las zonas asociadas a los bordes Oeste de las fajas, como resulta lógico y se detalla más adelante,
deberían presentar mayor abundancia de plantas, mientras que en los bordes Este de las fajas esta
cantidad debiera disminuir.
Otros aspectos importantes, que tienen relevancia con la dispersión de los frutos,
corresponden a la velocidad del viento y la altura dominante de los árboles progenitores.
Lamentablemente respecto de la velocidad del viento, el cual influye directamente en la distancia
que pueden alcanzar los frutos, no se tiene información. Respecto de la altura de los árboles, este
factor influye en una relación directa, ya que a mayor altura de los árboles, mayor distancia en la
dispersión, sin embargo la altura dominante corresponde a individuos de 20 m, con lo cual se
puede inferir que al menos la distancia efectiva de dispersión debiera ser del orden de 1 a 1,5
veces esta altura (observación personal del autor).
4.3.2. Acción del ancho de faja sobre la distribución espacial de plantas
Antes de comenzar este análisis es necesario recordar que la distancia del ancho de fajas,
en el caso de las fajas orientadas Este – Oeste, fue medida de abajo hacia arriba (de Sur a Norte),
NW
SW
NW
SW
FAJAS
N
EO
S
64
mientras que las fajas orientadas Norte – Sur, fueron medidas de derecha a izquierda (desde Este
a Oeste) (figura 3), razón por la cual en los gráficos de la figura 26, el sentido geográfico está
invertido. Otro alcance de estos gráficos, corresponde a la numeración del eje de las ordenadas
(eje x), el cual comienza en 5 m y no en cero como supone la lógica aritmética. Esto se debe a
que la primera fila de la red de parcelas fue instalada a los 5 m desde el borde y al no ingresar
datos o registros entre este punto y el borde, el programa asume valores cero que en definitiva
significa que no existe regeneración, lo cual no es cierto.
Del análisis de las fajas del bloque Norte – Sur (figura 26a), en primer lugar se observa
que en general todas las fajas presentan una clara tendencia de mayor densidad de plantas hacia el
borde Oeste, de donde provienen los vientos dominantes del sector, produciendo diferencias
importantes entre las fajas de 30 m (línea azul) y las de 50 m (línea gris), donde se observa que se
llegan a casi las 90 mil pl/ha. En tanto que en el borde Este y centros de fajas, no se aprecian
mayores diferencias entre las densidades obtenidas, siendo en todos los casos cercanos a las 30
mil pl/ha. Cabe señalar que los sectores de las fajas de 50 m, donde se registraron plantas con
densidades cercanas a las 90 mil pl/ha corresponden en su mayoría a zonas con alta presencia de
plántulas pequeñas de N. betuloides, las cuales se han establecido en mejor forma que N. pumilio,
debido a las condiciones de mayor humedad como efecto de la compactación del suelo producto
del madereo, provocando problemas de drenaje de agua.
65
VIENTO DOMINANTE
-
10.000
20.000
30.000
40.000
50.000
60.000
70.000
5 15 25 35 45
Ancho de Fajas (m)
pl/h
a
30 m 40 m 50 m
b) Bloque Este - Oeste
-10.00020.00030.00040.00050.00060.00070.00080.00090.000
100.000
5 15 25 35 45pl
/ha
a) Bloque Norte - Sur
VIENTO DOMINANTE
BORDE OESTEDE LA FAJA
BORDE NORTEDE LA FAJA
Fajas en dirección N-S
5 m
50 m 5 m
Fajas en dirección E-O
50 m
5 m 5 m
N
E
S
O
Figura 26. Densidad de plantas según anchos de fajas para a) bloque Norte – Sur y b) bloque Este –Oeste.
Respecto de las fajas del bloque Este – Oeste (figura 26b), se observa que los efectos del
viento no son tan importantes como en el caso anterior, sin embargo se conserva la lógica de
menos abundancia de plantas en los centros de faja y bordes Sur, esto se ve claramente en el
promedio para las fajas de 30 m (línea azul) y de 50 m (línea gris), donde se observa la que las
densidades asociada hacia los bordes es mayor que las de los centros de faja. Respecto de la
mayor densidad de plantas asociada a los bordes Norte de las fajas, se podría pensar que de las
direcciones del viento dominante, es decir, vientos desde el SW y NW, sería este ultimo el que
eventualmente tendría una mayor incidencia en la distribución de plantas, infiriéndose que
probablemente este tipo de viento sería más dominante que el de tipo SW.
En ambos casos (figuras 26a y 26b), no se aprecian mayores tendencias o efectos en la
abundancia de las fajas de 40 m, pareciendo más bien constante en la distribución de plantas en
66
los distintos puntos de la faja, sin embargo, este comportamiento esta influenciado por ser un
promedio de las fajas de 40 m, con lo cual los extremos se suavizan y tienen a normalizarse.
En síntesis, las fajas del bloque Norte – Sur (figura 26a), favorecidas por su orientación
geográfica casi perpendicular a la dirección de los vientos dominantes (SW y NW), la
distribución de plantas se ve altamente influenciada debido a la dirección del viento, situación
que se mantienen con menor fuerza en las fajas del bloque Este – Oeste (figura 26b), en donde sí
se puede observar muy claramente la tendencia de disminución de abundancia de plantas a
medida que se aumenta el ancho de faja.
4.3.2.1. Análisis de igualdad de medianas de Mood, para la densidad de la distribución deplantas por tipo de faja.
Con el fin de verificar si las diferencias existentes entre los bordes y centro de cada tipo
de faja son significativas, se realizó un análisis estadístico de igualdad de medias de Mood, al
igual como se realizó en párrafos precedentes para la evaluación de la densidad y altura de
plantas presentes en las fajas. Cabe señalar que la decisión de realizar los mismos análisis
estadísticos responde nuevamente a la naturaleza no paramétrica de los datos y la ya justificada
ventaja de la prueba de Mood.
Previo al análisis de comparación de medianas, la figura 27 muestra los estadígrafos
obtenidos para el bloque de fajas orientadas en dirección Norte – Sur, de donde se observa que
para las medias, los valores son correspondientes a los presentados en la figura 26a,
corroborándose la tendencia de mayores abundancias de plantas asociadas a los bordes de faja
Oeste (señalado como distancias de 25, 35 y 45 m), y su disminución hacia el centro y borde Este
de las fajas (señalado como distancias 5). Por otro lado se observa que la desviación estándar para
todos los tipos de fajas son relativamente elevados, lo cual denota una alta variabilidad de las
abundancias en su distribución. Resaltan además los mínimos observados iguales a cero en casi
todas las distancias de cada faja, siendo la única excepción, las unidades muestrales que se
instalaron a los 25 m en las fajas de 30 m de ancho. De esta situación anterior se infiere una
67
importante frecuencia de sectores sin vegetación, lo cual denota las dificultades que se presentan
en algunas fajas para el establecimiento homogéneo de plantas.
Figura 27. Análisis descriptivo para la densidad en la distribución de plantas para cada tipo de fajadel bloque Norte - Sur (Minitab Release 13.32).
Del análisis estadístico propiamente tal se observa que tanto para las fajas de 30, 40 y 50
m (figuras 28a, 28b y 28c respectivamente), no existen diferencias significativas entre las
medianas para la distribución de la densidad de plantas (“p” = 0,175 / 0,585 / 0,301> α = 0,05),
sin embargo se observa la misma tendencia de los comportamientos graficados en las figura 26a,
respecto de mejores resultados en los bordes asociados a la dirección de los vientos dominantes
(distancias de 25, 35 y 45 m).
En síntesis se puede afirmar que la acción combinada de la perpendicularidad de la
orientación de la fajas respecto de los vientos dominantes y el ancho de los diferentes tipos de
faja, no genera o produce deferencias lo suficientemente grandes entre la distribución de la
abundancia de plantas asociada a los bordes de la fajas, mostrando solo tendencias mencionadas
anteriormente.
Ancho Distancia N Mean Median TrMean StDev
30 5 10 30000 32500 30625 19579 15 10 30500 22500 29375 30500 25 10 55000 42500 46250 42164
40 5 10 33000 27500 31250 27709 20 10 28500 27500 27500 22117 35 10 35000 35000 28750 38801
50 5 10 26000 25000 23125 22086 25 10 27500 20000 18750 37435 45 10 93500 117500 94375 61961
Ancho Distancia SE Mean Minimum Maximum Q1 Q3
30 5 6191 0 55000 13750 51250 15 9645 0 70000 0 61250 25 13333 15000 165000 33750 61250
40 5 8762 0 80000 8750 56250 20 6994 0 65000 8750 45000 35 12270 0 120000 0 51250
50 5 6984 0 75000 5000 33750 25 11838 0 125000 0 36250 45 19594 0 180000 18750 133750
68
Figura 28. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la densidad en la distribución de plantaspara cada tipo de faja del bloque Norte - Sur (Minitab Release 13.32).
Por su parte el bloque Este – Oeste (figura 29), al igual que el caso anterior muestra una
alta variabilidad en la distribución espacial de las densidades de plantas en los distintos puntos de
cada faja (distancias), ya que en todos los tipos de faja y distancias asociadas, la desviación
estándar arrojó valores muy altos. También se observa que los mínimos registrados presentan una
importante cantidad de repeticiones igual cero, lo cual nuevamente nos indica la presencia
reiterad de zonas desnudas o con escasa regeneración, sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en
las fajas del bloque Norte – Sur, en este caso esta escasez de plantas no ocurre en las fajas de 30
m de ancho, reafirmando los resultados obtenidos para el ensayo general y de lo más adecuado
que resultan este tipo de fajas. Por ultimo, se observa que en todos los casos de distancias de
borde Norte (25, 35 y 45 m), se distribuye una mayor abundancia de plantas.
a) fajas de 30 mChi-Square = 3,48 DF = 2 P = 0,175
Individual 95,0% CIsDistancia N<= N> Median Q3-Q1 +---------+---------+---------+------5 7 3 32500 37500 (--------+---------)15 6 4 22500 61250 (----------+-------------------)25 3 7 42500 27500 (---+----------) +---------+---------+---------+------ 0 20000 40000 60000Overall median = 35000
b) fajas de 40 mChi-Square = 1,07 DF = 2 P = 0,585
Individual 95,0% CIsDistancia N<= N> Median Q3-Q1 +---------+---------+---------+------5 6 4 27500 47500 (-----------+-------------------)20 6 4 27500 36250 (-----------+-----------)35 4 6 35000 51250 (---------------------+----------) +---------+---------+---------+------
0 16000 32000 48000Overall median = 30000
c) fajas de 50 mChi-Square = 2,40 DF = 2 P = 0,301
Individual 95,0% CIsDistancia N<= N> Median Q3-Q1 +---------+---------+---------+------5 6 4 25000 28750 (----+--)25 6 4 20000 36250 (----+---)45 3 7 117500 115000 (-----------------------+----) +---------+---------+---------+------ 0 40000 80000 120000Overall median = 27500
69
Figura 29. Análisis descriptivo para la densidad en la distribución de plantas para cada tipo de fajadel bloque Este - Oeste (Minitab Release 13.32).
Figura 30. Prueba de igualdad de medianas de Mood, para la densidad en la distribución de plantaspara cada tipo de faja del bloque Este - Oeste (Minitab Release 13.32).
Ancho Distancia N Mean Median TrMean StDev30 5 10 53000 57500 50625 24175 15 10 57500 52500 56875 34177
25 10 57500 52500 56875 34177
40 5 10 30500 15000 26250 34030 20 10 31000 12500 28125 36423 35 10 32000 15000 28750 34010
50 5 10 8000 7500 7500 7888 25 10 7500 5000 6875 7169 45 10 18000 17500 17500 14376
Ancho Distancia SE Mean Minimum Maximum Q1 Q3
30 5 7645 20000 105000 32500 61250 15 10808 10000 110000 23750 86250 25 10808 10000 110000 23750 86250
40 5 10761 0 95000 10000 48750 20 11518 0 85000 5000 81250 35 10755 0 90000 8750 63750
50 5 2494 0 20000 0 15000 25 2267 0 20000 0 15000 45 4546 0 40000 3750 31250
a) fajas de 30 mChi-Square = 0,27 DF = 2 P = 0,873
Individual 95,0% CIsDistancias N<= N> Median Q3-Q1 ---------+---------+---------+-------5 5 5 57500 28750 (------------+-)15 6 4 52500 62500 (-------------+-----------------)25 6 4 52500 62500 (-------------+-----------------)
---------+---------+---------+------- 40000 60000 80000
Overall median = 55000
b) fajas de 40 mChi-Square = 0,29 DF = 2 P = 0,866
Individual 95,0% CIsDistancias N<= N> Median Q3-Q1 --------+---------+---------+--------5 6 4 15000 38750 (-+---------------)20 7 3 12500 76250 (--+---------------------------)35 6 4 15000 55000 (--+--------------------)
--------+---------+---------+-------- 25000 50000 75000Overall median = 15000
c) fajas de 50 mChi-Square = 1,90 DF = 2 P = 0,387
Individual 95,0% CIsDistancias N<= N> Median Q3-Q1 +---------+---------+---------+------5 6 4 7500 15000 (-------+------)25 7 3 5000 15000 (----+---------)45 4 6 17500 27500 (--------------+-------------)
+---------+---------+---------+------ 0 10000 20000 30000
Overall median = 10000
70
Finalmente el análisis de igualdad de medianas de Mood, para las fajas del bloque Este –
Oeste (figura 30a, 30b y 30c), no arrojó la existencia de diferencias significativas entre la
distribución de las abundancias de plantas asociada a los borde y centro de fajas (“p” = 0,873 /
0,866 / 0,387 > α = 0,05), tampoco se observan tendencias muy claras respecto de mejores
resultados, salvo los ya mencionado en análisis anteriores. Por lo cual se puede concluir que en el
caso de la fajas orientadas en forma casi paralela a dirección de la procedencia de los vientos
dominantes, más el ancho de cada tipo de faja, no reporta mayores diferenciaciones en la
distribución de las plantas salvo la clara y lógica tendencia de resultados levemente superiores en
el borde Norte y su disminución hacia el centro y borde Sur.
4.3.3. Acción de las huellas de madereo sobre la distribución espacial de plantas
Como se mencionó en el punto 5.1 del método, la ejecución de este proyecto consideraba
algunas prescripciones técnicas respecto de cómo debía ser ejecuta la faena de madereo, proceso
que no fue respetado con lo cual se produjeron problemas de transito reiterado y desmedido del
Skidder al interior de las fajas. En este contexto, antes del abandono de este proyecto se
realizaron algunos informes de avance, en donde se incorporó en uno de ellos, un croquis de las
huellas de madereo que afectaron a las fajas del bloque Norte – Sur. Esta información fue
digitalizada, georreferenciada y redibujada mediante SIG, para luego superponer sobre las fajas
actuales. De este proceso se obtuvo el mapa que muestra la figura 31. Para las fajas del bloque
Este – Oeste, lamentablemente no se realizó registro espacial de las huellas madereo.
71
1
56
43
2
Figura 31. Fajas de tala rasa, que muestran la huellas de madereo al interior de ellas.
De la figura anterior se observa que a medida que se avanzó en la ejecución del trabajo,
desde la faja 1 a la 6, el transito de Skidder al interior de las fajas fue aumentando, lo cual se
debió a cortes en el cable de arrastre, significando que el Skidder tuviera que acercarse más a los
pies para su arrastre. Esto implicó la generación de múltiples huellas, que en el caso de la
segunda repetición de la faja de 50 m o faja 6, fue de forma severa.
Figura 32. a) Zanjas y anegamiento provocado por madereo y b) efectos posteriores de madereo yacumulación de desechos.
a b
72
Al respecto, la figuras 32a y 32b, muestran el estado actual de alguna de las zonas donde
el madereo fue intenso. En estas zonas la regeneración es menos abundante o simplemente no
existe. También se observa que aún perduran problemas de anegamiento, lo cual dificulta el
establecimiento de regeneración, sobre todo la de N. pumilio, especie que no se adapta muy bien
a las condiciones de alta humedad, dando paso a N. betuloides o Nothofagus antarctica (G.
Foster) Oerst., que si toleran estas condiciones, siempre y cuando no sean extremas (observación
personal del autor).
Lo anterior se puede observar de mejor manera en la figura 33b, donde se aprecia
claramente, que en esta área afectada por el madereo, existe una mayor cantidad de plantas de N.
betuloides, que de N. pumilio.
Figura 33. a) Efectos de madereo en borde de faja y b) zona donde el efecto del madereo haprovocado acumulación de agua y con ellos una mayor presencia de N. betuloides.
Por otro lado, como muestra la figuras 33a, la faena de madereo no solo afectó al interior
de la fajas, sino también en el borde e interior de las entrefajas de bosque en pie, provocando
zonas con saturación de agua y caída de árboles. Cabe señalar respecto de este ultimo punto, que
aún cuando la caída de árboles en algunos casos es reciente, la acción del madereo reiterado por
una misma huella, provoca debilitamiento radicular, lo cual favorece la caída prematura de los
pies afectados (figura 34) (observación personal del autor).
a b
73
Figura 34. Caída de árbol desde entrefaja, debido al debilitamiento radicular causado por el transitoreiterado de Skidder.
4.3.4. Distribución espacial de plantas
Todo anterior, más otros factores no evaluados en este estudio, como la proporción de
especies en la composición del bosque adulto, la velocidad del viento, el estado sanitario de los
árboles progenitores, entre otras, se traducen a la expresión gráfica de la figuras 35a y 35b, donde
se aprecia la distribución espacial de plantas dentro de las fajas que componen el ensayo.
Figura 35. Distribución espacial de la regeneración expresada en plantas por m², para el a) bloqueEste - Oeste y b) bloque Norte – Sur.
N
S
EO
ba
7
12
34
65
8
910
11
12
74
De la interpretación visual de las imágenes tanto del bloque Norte – Sur (figura 35b)
como del bloque Este – Oeste (figura 35a), se observa que en todas las fajas que conforman el
ensayo, los rangos de plantas más frecuentes son aquellos que representan la menor densidad
(colores gris y verde claro), con valores que van desde los 0 a 1,5 y de 1,5 a 4 pl/m², mientras que
los rangos menos frecuentes corresponden a las mayores densidades (colores verdes oliva y
oscuro), con valores de 7 a 11 y de 11 a 18 pl/m². Cabe señalar, que este comportamiento en la
distribución, se da con mayor énfasis en las fajas del bloque Este – Oeste (figura 35a), el cual, -de
acuerdo con los informes de avance del proyecto-, presentó los mayores efectos negativos de la
cosecha (madereo), con lo cual se afectó fuertemente el establecimiento de la regeneración.
También se observa que los mayores rangos de abundancia se encuentran asociados a los
bordes de las fajas, disminuyendo hacia los centros de fajas.
Como síntesis de lo anterior, el cuadro 15, muestra la participación de los rangos de
abundancia de plantas, para la totalidad de la zona intervenida (4,8 ha), de donde se observa una
marcada tendencia de disminución en la participación y en la ocupación de superficie de las fajas,
a mediada que el rango de plantas aumenta, es decir, las áreas de mayor abundancia de plantas
son los menos frecuentes.
En este contexto, se aprecia que el 45% de la superficie, es decir unas 2,14 ha, se
encuentra cubierta por el rango de 0 a 1,5 pl/m². En otras palabras, casi la mitad de la superficie
intervenida bajo este método silvícola, posee un número de plantas escaso, pero suficiente para
cumplir con lo estipulado en el DL 7017.
7 La legislación forestal exige que al cabo de 2 años, se encuentre establecida una regeneración igual o superior a las3.000 pl/ha, es decir, para cumplir con esto deben existir en promedio 0,3 pl/m².
75
Cuadro 15. Participación porcentual y por ha, de los rangos de abundancia de plantasRango de abundancia de plantas
(pl/m²)Participación en las fajas
(%)Equivalencia a Superficie
(ha)0 - 1.5 45% 2,14
1.5 - 4 25% 1,20
4 - 7 16% 0,76
7 - 11 11% 0,52
11 - 18 4% 0,18Total 100% 4,80
Fuente: Elaboración propia
Luego se sitúa el rango de 1,5 a 4 pl/m², con el cubrimiento del 25% de la superficie,
equivalentes a 1,2 ha. En síntesis esto significa que el 70% de la superficie, se encuentra poblada
por lo rangos más bajos de plantas. Al respecto cabe señalar que estos rangos aún cuando son
bajos, equivalen de 15.000 a 40.000 pl/ha, densidad suficiente para lograr el objetivo de
repoblación del bosque, sobre todo al considerar que las densidades con las cuales llega un
bosque a estado adulto fluctúa en promedio entre los 300 a 600 arb/ha (Schimdt et al., 2003). En
tanto, los rangos de mayor abundancia suman en su conjunto solo un 31% de la superficie,
equivalente a 1,46 ha.
En resumen, el deseo de contar con una mayor abundancia de plantas en la etapa de
regeneración, es aumentar las posibilidades de éxito del bosque futuro y propiciar la
compentencia intraespecie, con lo cual se producen procesos de selección natural y por ende los
individuos de mejor calidad, son los que permanencen (Hawley y Smith, 1982).
4.3.5. Superposición de mapas (factores) para la distribución espacial de plantas
De la superposición de los mapas de distribución de plantas, las huellas de madereo y la
indicación gráfica de la dirección de los vientos dominantes, se obtuvieron las figuras 36a y 36b,
de donde se puede inferir para el caso de las fajas del bloque Norte – Sur (figura 36b), que el
efecto de las huellas de madereo en algunas fajas es más claro que en otras, como por ejemplo, en
las fajas 4 y 5, precisamente por el lugar en que se realizó el madereo de trozas, es donde se
76
encuentran los menores rangos de plantas, mientras que en el caso de la faja 3 y 6 (ambas fajas de
50 m), ocurre que en algunos sectores donde se encuentra la huella de madereo, es donde existe el
mayor numero de plantas. Sin embargo en este punto es necesario indicar que en estos sectores,
la mayor abundancia de plantas esta dada por N. betuloides y no por N. pumilio, lo cual podría
deberse a que en estas áreas, producto del madereo se presentan anegamientos localizados, con
lo cual las condiciones de humedad cambian y es precisamente N. betuloides la especie que mejor
responde a estas condiciones.
Figura 36. Interacción distribución espacial de plantas, dirección de los vientos dominantes y efectosde cosecha, para a) bloque Este – Oeste y b) bloque Norte – Sur.
También se aprecia en la figura 36b, que en la faja 1 o primera faja de 30 m, -primera faja
en ejecutarse (MABOSA, 1994)-, se presentan los mayores valores de abundancia de plantas de
todo el ensayo (cuadro 6). Esto podría tener una probable relación con lo bien ejecutado del
proceso de cosecha y la buena implementación del madereo, ya que se observa que solo existe
una vía se saca, y no varias como ocurre en el resto de la fajas. Esto nos indica que la forma en la
cual se aplica este método silvícola, probablemente también tiene un efecto importante sobre la
futura respuesta de la regeneración.
Respecto a la acción del viento, solo cabe señalar que existe una notable coincidencia de
las mayores abundancias de plantas hacia los sectores de donde proviene el viento, salvo la faja 5
ba
Cosecha de PiesHuellas
Vientos DominantesNWSW
Plantas por m²0 - 1.51.5 - 44 - 77 - 1111 - 18
12
34
56
7
8
910
11
12
77
(segunda repetición de faja de 40 m), en donde el efecto del transito del Skidder provocó efectos
negativos que perduran hasta los días de hoy.
Cabe señalar que no se observan aparentes tendencias de abundancia de plantas hacia el
sector Norte o Sur, lo que indica que no existiría predominancia temporal de una alguna de las
direcciones del viento dominante (NW y SW). Respecto de las menores cantidades de plantas, se
observa que en casi todas las fajas se ubicaron en los centros y bordes Este de las fajas del
bloque.
En el bloque Este – Oeste (figura 36a), como ya se mencionara anteriormente, no existen
antecedentes gráficos sobre las huellas de madereo, sin embargo, los informes de avance del
proyecto emitidos por los profesionales del INFOR, mencionan que la faena de cosecha realizada
en las fajas de este bloque, se ejecutó totalmente fuera de las prescripciones técnicas indicadas en
el proyecto, incluso en las fajas 10, 11 y 12, se implementó la cosecha con el doble trabajadores,
lo cual significó el transito de 2 Skidder, con el consiguiente daño al suelo y efectos posteriores
sobre la regeneración.
Por lo tanto, aún cuando no existe una expresión gráfica de este mal proceso de cosecha,
si se pueden establecer o al menos mencionar, que existen otros factores importantes que actúan
como variables en los resultados de la regeneración actual.
En síntesis, respecto de la distribución de plantas en las fajas, se puede indicar que existe
un alta relación entre los vientos dominantes del área y el ancho de faja, ya que las áreas de
mayor abundancia se encuentran asociadas generalmente a los bordes de las fajas, con énfasis
hacia el borde de donde proviene el viento, mientras que en los centros de faja se produce una
disminución en el número de plantas. Este hecho que resulta bastante lógico tiene su explicación
en las características de las semillas, es decir, tamaño y peso relativamente grandes (al menos
entre los Nothofagus), poca capacidad de dispersión (alas pequeñas) y árboles padres
generalmente no mayores a los 18 - 20 m de alto, con lo cual la distancia efectiva de las semillas
78
viables (de mayor peso), solo es de una a una y media veces la altura de los árboles progenitores
(Donoso, 1998).
Otro aspecto que provoca efectos importantes sobre el establecimiento y distribución de la
plantas, corresponde a las variables que interfieren en la cosecha de la faja, como son en madereo
de pies y la acumulación de desechos. Al respecto, cabe señalar que el éxito y pronto
establecimiento de una regeneración de mejor calidad, depende en gran medida de que la
extracción de los pies sea realizada en forma ordenada y procurando no dañar al suelo.
79
5. CONCLUSIONES
5.1. Respecto de la densidad de la regeneración
La regeneración natural establecida en la fajas de tala rasa esta preferentemente compuesta
por N. pumilio, representando el 71,9% del total de plantas en las fajas. El porcentaje restante
corresponde a N. betuloides.
Existe poca homogeneidad en la densidad de la regeneración presente en las fajas. Esto ocurre
tanto para N. pumilio como N. betuloides, pero con mayor énfasis en esta ultima especie.
La densidad de plantas de N. pumilio, no es significativamente sensible a la orientación de las
fajas, pero si lo es al ancho de fajas, presentándose los mejores resultados en las fajas de 30
m.
La densidad de plantas de N. betuloides, es significativamente diferente en las fajas debido
tanto al ancho como a la orientación de las fajas, presentándose los mejores resultados en
aquellas fajas de 30 m en dirección Norte – Sur.
Al igual que el caso anterior, la densidad del total de la regeneración presente en las fajas, es
significativamente diferente debido al ancho y orientación de fajas, siendo más abundantes
los resultados encontrados en las fajas de 30 m en orientación Norte – Sur.
En términos generales, existe una marcada tendencia que a medida que el ancho de faja
aumenta, disminuye la cantidad presente en las fajas, así como mejores resultados en las fajas
asociadas a orientaciones Norte – Sur.
La cantidad de regeneración total presente en la zona de bosque virgen es proporcionalmente
mayor en N. pumilio que en N. betuloides, siendo además muy similar a la densidad de
80
plantas obtenida en el promedio general de todas las fajas. Sin embargo, esta se presenta
muchos más heterogénea y con menor desarrollo en altura.
5.2. Respecto del crecimiento en altura de la regeneración
El desarrollo alcanzado por las plantas de N. pumilio, es superior al registrado para N.
betuloides.
La altura promedio general de plantas es de 1,20 m en el caso de N. pumilio, lo cual
representa un incremento medio anual de 12 cm/año, mientras que para N. betuloides, la
altura promedio es de 0,654 m, es decir un crecimiento promedio anual en altura de 6,54 cm.
El promedio general en altura de plantas es de 1,054 m.
Existe una considerable dispersión y variabilidad entre la altura de las plantas, situación que
afecta principalmente a N. betuloides.
Tanto para la altura de plantas de N. Pumilio, N. betuloides como de la regeneración total, no
existen las evidencias estadísticas suficientes para afirmar que existen diferencias
significativas debido al ancho u orientación de fajas.
Las tendencias encontradas para la altura de plantas es variable, encontrandose los mejores
resultados en las fajas de 30 m en el caso de N. pumilio, en las fajas de 40 en el caso de N.
betuloides y en las fajas de 50 m para la regeneración total, mientas que respecto de la
orientación de fajas, en todos los casos se registraron mejores alturas de plantas en las
ubicadas en dirección Norte – Sur.
En el bosque virgen, las alturas promedios calculadas, son en el caso de N. pumilio más bajas
que las obtenidas como promedio en este, con poco más de 50 cm de diferencia, mientras que
en el caso de N. betuloides, las diferencias menores.
81
5.3. Respecto de la distribución de plantas
La distribución de la abundancia de plantas al interior de la fajas del estudio, está fuertemente
influenciada por la dirección de los vientos dominantes del área, siendo mayor la cantidad de
plantas presentes en las áreas de las fajas asociadas a los bordes de donde proviene el viento,
mientras que las menores abundancias se registraron principalmente en el centro de las fajas y
bordes más alejados de la dirección del viento dominantes.
El análisis estadístico revelo, que a pesar de existir claras diferencias asociadas a los efectos
combinados de la perpendicularidad o paralelismo de las fajas respecto del viento dominante,
así como del ancho de las fajas y su efecto en el alcance de la dispersión de los frutos, estas
diferencias no son significativas.
Existe un importante influencia de las actividades relativas a la cosecha de las fajas, sobre la
distribución de la regeneración, especialmente dadas por el madereo de trozas, el cual
produce deterioro al suelo, impidiendo y/o retardando el establecimiento de la regeneración; y
la acumulación de desechos, la cual disminuye la superficie disponible para ser repoblada.
Existe una notable diferencia en la distribución de la abundancia de plantas en los distintos
bloques de fajas, siendo mayor en el caso de las fajas ubicadas en sentido Norte – Sur.
La distribución de plantas dentro de las fajas es poco homogénea, siendo más frecuentes las
áreas o zonas con rangos de abundancia inferiores (de 0 a 1,5 y de 1,5 a 4 pl/m²), con un 70%
de la superficie total de la fajas, mientras que los rangos intermedios (de 4 a 7; de 7 a11 y de
11 a 18 pl/m²) solo representan un 30% de la superficie de la fajas.
Aún cuando los rangos de abundancia de plantas mayoritarios son bajos, se estima que esta
cantidad de plantas presentes en las fajas, es suficiente para conformar una nueva masa
boscosa.
82
5.4. Generales del estudio
Se observaron evidencias significativas respecto de mejor desarrollo y establecimiento de
plantas en las fajas con ancho de entre 30 y 40 m como máximo, orientadas en cualquier
dirección geográfica que sea lo más perpendicular a la dirección de los vientos dominantes y
que se encuentre en el eje de las curvas de nivel. De preferencia privilegiar orientaciones
Norte – Sur, siempre y cuando cumplan con lo mencionado anteriormente. En ningún caso se
deben realizar fajas de 50 m o más, ya que su efecto sobre el desarrollo de plantas es
claramente negativo.
Finalmente, la aplicación de este sistema silvícola exige una buena organización en la manera
en la cual se aplica la cosecha. A modo de ejemplo, la primera faja cosechada en este estudio,
corresponde a la faja Nº1 de 30 m del bloque Norte – Sur. Aquí, durante la cosecha se
respetaron casi todas las prescripciones técnicas implementadas, respecto del volteo,
madereo, rebaje de copas, entre otras, siendo actualmente la faja que presenta los promedios
más altos tanto en densidad como en altura de plantas de todo el estudio. Esto nos indica la
estrecha relación que existe entre el buen desarrollo y adecuada distribución de la
regeneración con las técnicas de cosecha.
83
6. RESUMEN
Debido a la necesidad de explorar nuevas alternativas silvícolas diferentes de la corta de
protección, que propiciaran la generación de nuevas alternativas productivas, entre 1995 y 1996
la empresa Magallánica de Bosques S.A (MABOSA) en conjunto con el Instituto Forestal
(INFOR), se adjudicaron y ejecutaron un proyecto FONTEC, en un bosque mixto de N. pumilio
(Poepp. Et Endl.) Krasser, y N. betuloides (Mirb.) Oerst., ubicado en el Lote 1 “Skyring”, donde
se instaló un ensayo de tala rasa en fajas alternas.
Este proyecto consideró fajas de ancho variable de 30, 40 y 50 m y un largo fijo de 100 m,
instaladas en orientaciones Norte – Sur y Este - Oeste.
Lamentablemente en 1997, este proyecto fue abandonado producto de la quiebra de la
empresa patrocinante.
Actualmente luego de una década, y con el fin de evaluar el estado de la regeneración que
se desarrolla en la fajas, se implementó un diseño de muestreo sistemático que se adaptara al
diseño experimental original y que permitiera el análisis estadístico.
En este contexto, se obtuvieron resultados relativos a la densidad, altura y distribución de
plantas como respuesta del ancho y orientación de las fajas. Al respecto, la densidad de plantas
tanto de N. pumilio como de N. betuloides, presentaron diferencias significativas respecto del
ancho de fajas, siendo mejores los resultados obtenidos para las fajas de 30 m, mientras que sólo
N. betuloides presentó diferencias significativas respecto de la orientación, siendo mejores los
resultados obtenidos en las fajas Norte – Sur. Respecto de la altura de plantas, el análisis
estadístico arrojó la no existencia de diferencias significativas en ningún caso.
Por ultimo, respecto de la distribución espacial de la plantas, se evaluaron los efectos del
ancho de faja, madereo en la cosecha y dirección dominante de los vientos, observándose una alta
interacción de estos factores en la forma en la cual se distribuyó espacialmente la regeneración.
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7. SUMMARY
Because of the necessity of exploring new different silvicultural management alternatives
of the shelterwood cut, to help on the creation of new productive alternatives, between 1995 and
1996 the “Magallanica de Bosques” enterprise S.A. (MABOSA) working together with the
“Instituto Forestal” (INFOR), adjudicate themselves and execute a FONTEC project, on a mix
forest of N. pumilio (Poepp. Et Endl.) Krasser, and N. betuloides (Mirb.) Oerst., located on the
Lote 1 “Skyring”, where an alternative girdles of clear cut essay was installed.
This project considered variable width girdles of 30, 40 and 50 m and a fixed long of 100
m, installed on North-South and East-West orientations.
Regretfully, on 1997 this project was abandoned because of the sponsor enterprise
bankruptcy.
Now, a decade after, and with the objective of evaluate the development of regeneration
of the girdles, a systematic samples design was implemented and it was adapted to the original
experimental design, all this to allow the statistics analysis.
On this context, density, height and plants distribution related results were obtained as response
to the girdles width and orientation. N. pumilio and N. betuloides plants densities showed
significant differences on their girdle’s width, obtaining better results on the 30 m girdles, while
only the N. betuloides presented significant differences according to their orientation, being better
the results obtained on the North-South girdles. The statistic analysis of the plants’ heights
showed no significant differences on any case for the orientation of girdles with higher heights on
the North-South girdles.
Finally, concerning the plants space distribution, girdles width effects, harvesting and
wind dominating direction were evaluated, a high interaction of this factors was observed on the
way in which regeneration was distributed.
85
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