REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

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Requerimientos de Hábitat para el Venado Cola Blanca Conceptos Clave Los requerimientos básicos de hábitat para el venado cola blanca son: alimento, cobertura, espacio, y agua. Una de las claves para el manejo de hábitat es la identificación de los fac- tores limitantes y sus niveles óptimos para la supervivencia, crecimiento, y reproducción. Existe diferencia en la utilización del hábitat por hembras y machos, por lo cual, es necesario considerar su manejo como si fueran especies diferentes. Perspectiva y Objetivos El manejo de hábitat para venado cola blanca debería basarse en teorías cien- tíficas aceptadas (Joyce 1993; Fulbright 1996). En los ranchos se utilizan es- tas teorías científicas para predecir resultados de prácticas de manejo; ya que el resultado de una práctica determinada puede variar dependiendo de am- biente. Los resultados de la aplicación de prácticas de manejo basados en teo- rías desarrolladas en ambientes húmedos pueden variar dramáticamente en ambientes semiáridos. Los involucrados en la toma de decisiones deben en- tender la teoría básica de una práctica de manejo para poder realizar ajustes a condiciones o necesidades diferentes o bién para conocer cuando una práctica no es factible de utilizar en un ambiente determinado o situación geográfica. Los objetivos de este libro son: (1) proveer a los lectores con los fundamentos de la teoría ecológica en la que se basa el manejo de hábitat; (2) discutir las he- rramientas disponibles para los ambientes semiáridos, dentro del contexto de las teorías ecológicas en las que se encuentran basadas; (3) interrelacionar conceptos clásicos de ecología con manejo de pastizales y fauna silvestre. El enfoque principal de esta publicación son los ecosistemas semiáridos de Okl- ahoma, Texas, y Norte de México. Sin embargo, muchos conceptos básicos que se presentan pueden aplicarse a otros ecosistemas utilizados por el venado cola blanca. Esta obra va dirigida a productores interesados en mejorar el hábitat para venado cola blanca; manejadores de pastizales, fauna silvestre, o recur- sos naturales; estudiantes de licenciatura que estén involucrados en alguna carrera relacionada con el manejo de los recursos naturales; ecólogos intere- sados en la aplicación de la teoría y los principios ecológicos básicos al manejo aplicado. 1. Los nombres científicos de plantas y animales pueden encontrarse en el apendice 1. A4129.indb 3 A4129.indb 3 1/29/07 9:26:37 AM 1/29/07 9:26:37 AM

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Requerimientos de Hábitat para el Venado Cola Blanca

Conceptos Clave

❍ Los requerimientos básicos de hábitat para el venado cola blanca son:

alimento, cobertura, espacio, y agua.

❍ Una de las claves para el manejo de hábitat es la identifi cación de los fac-

tores limitantes y sus niveles óptimos para la supervivencia, crecimiento,

y reproducción.

❍ Existe diferencia en la utilización del hábitat por hembras y machos,

por lo cual, es necesario considerar su manejo como si fueran especies

diferentes.

Perspectiva y Objetivos

El manejo de hábitat para venado cola blanca debería basarse en teorías cien-

tífi cas aceptadas (Joyce 1993; Fulbright 1996). En los ranchos se utilizan es-

tas teorías científi cas para predecir resultados de prácticas de manejo; ya que

el resultado de una práctica determinada puede variar dependiendo de am-

biente. Los resultados de la aplicación de prácticas de manejo basados en teo-

rías desarrolladas en ambientes húmedos pueden variar dramáticamente en

ambientes semiáridos. Los involucrados en la toma de decisiones deben en-

tender la teoría básica de una práctica de manejo para poder realizar ajustes a

condiciones o necesidades diferentes o bién para conocer cuando una práctica

no es factible de utilizar en un ambiente determinado o situación geográfi ca.

Los objetivos de este libro son: (1) proveer a los lectores con los fundamentos

de la teoría ecológica en la que se basa el manejo de hábitat; (2) discutir las he-

rramientas disponibles para los ambientes semiáridos, dentro del contexto

de las teorías ecológicas en las que se encuentran basadas; (3) interrelacionar

conceptos clásicos de ecología con manejo de pastizales y fauna silvestre. El

enfoque principal de esta publicación son los ecosistemas semiáridos de Okl-

ahoma, Texas, y Norte de México. Sin embargo, muchos conceptos básicos que

se presentan pueden aplicarse a otros ecosistemas utilizados por el venado cola

blanca. Esta obra va dirigida a productores interesados en mejorar el hábitat

para venado cola blanca; manejadores de pastizales, fauna silvestre, o recur-

sos naturales; estudiantes de licenciatura que estén involucrados en alguna

carrera relacionada con el manejo de los recursos naturales; ecólogos intere-

sados en la aplicación de la teoría y los principios ecológicos básicos al manejo

aplicado.

1. Los nombres científi cos de plantas y animales pueden encontrarse en el apendice 1.

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Capítulo 1

El Ganado, el Arado, el Hacha, el Fuego, y el Rifl e

Existen tres principios importantes que determinan el manejo adecuado del

hábitat para venado cola blanca: (1) el hábitat óptimo esta compuesto por un

mosaico de vegetación dominada por plantas leñosas, con vegetación herbácea

bién distribuida dentro del agostadero; (2) las áreas que presentan vegetación

diversa responden más apropiadamente a eventos tales como la sequía y por lo

tanto proveen una mejor calidad de hábitat comparadas con áreas de menor

diversidad o monocultivos, y (3) el manejo del hábitat debe permitir al venado

mantener un balance positivo de energía al proveer diversos tipos de alimento

y cobertura térmica.

El objetivo de los capítulos 1 al 4 es establecer los fundamentos en los que

se basan estos principios ecológicos. El entendimiento de los requerimientos

nutricionales y de hábitat del venado cola blanca descritos en los capítulos 1 y

2 es indispensable para el manejo óptimo del hábitat. En el capítulo 3 se expli-

can las teorías ecológicas que constituyen la base del manejo de hábitat para

venado cola blanca y se muestra la forma en que estas teorías se aplican para la

predicción de resultados al utilizar distintas prácticas de manejo. El capítulo 4

se concentra en la determinación del numero de animales que el hábitat puede

soportar lo cual es un factor crítico de manejo que determina la disponibili-

dad de alimento.

Aldo Leopold (1933) en el prefacio de su libro Game Management estableció

“La tesis central del manejo de fauna cinegética es la siguiente: La fauna cine-

gética puede ser restaurada mediante el uso creativo de las mismas herramien-

tas con las cuales ha sido destruida—el hacha, el arado, el ganado, el fuego, y el

rifl e. Estas herramientas en tiempos pasados fueron utilizadas en algunos ca-

sos en forma adecuada accidentalmente. Los resultados temporales fueron una

riqueza de fauna mucho mayor de la que los indios americanos jamás tuvieron.

Desde este punto de vista el manejo es decisivo y requiere de ajustes continuos

para alcanzar objetivos específi cos.” Las ideas de Leopold con respecto al ma-

nejo del hábitat son tan válidas ahora como lo fueron cuando se escribieron.

El método más efectivo para el manejo de hábitat para venado cola blanca con

frecuencia es el ajuste de la carga de animales domésticos y/o la densidad de

fauna. El uso simbólico del hacha y el arado para realizar el establecimiento

de bancos de proteína, rastreos en el agostadero, y tratamientos mecánicos a la

vegetación son prácticas de manejo de hábitat ampliamente utilizadas en agos-

taderos. La planeación correcta de las prácticas de mejoramiento de hábitat y

su aplicación en las situaciones adecuadas es crítica para garantizar un benefi -

cio económico a largo plazo. Los objetivos de los capítulos 5 al 8 son revisar la

información de vanguardia sobre el uso de las herramientas de Leopold, el ga-

nado, el arado, el hacha, el fuego, y el rifl e, y discutir las ventajas y desventajas

de estas prácticas en relación con los tres principios fundamentales del manejo

adecuado del hábitat mencionados al inicio de esta sección.

Los manejadores de fauna silvestre o los propietarios de ranchos con fre-

cuencia parecen tener un deseo innato de realizar “mejoramiento” de hábitat,

sin considerar la productividad en la situación actual. En muchas ocasiones, los

intentos por mejorar el hábitat a través del tiempo resultan más perjudiciales

que benéfi cos. Un segundo objetivo de los capítulos 5 al 8 de esta publicación

es proporcionar información a los interesados sobre los impactos negativos

que las herramientas mencionadas por Leopold pueden causar en el hábitat y

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Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

en las comunidades vegetales cuando se aplican incorrectamente o en comu-

nidades vegetales que podrían dañarse por la manipulación de la vegetación.

Las comunidades vegetales, son grupos de plantas con características propias y

distintas a otros grupos en base a la combinación específi ca de las especies en

la comunidad. Las aseveraciones de Leopold, advierten que las herramientas

para el manejo de la fauna pueden ser benéfi cas o destructivas para la fauna y

su hábitat dependiendo de la forma en la que se utilicen y en muchos casos los

daños al hábitat pueden ser irreversibles. Los efectos negativos pueden evitarse

si las prácticas de manejo se basan en el entendimiento del hábitat, los reque-

rimientos nutricionales del venado cola blanca y los conceptos ecológicos que

constituyen la base del manejo del hábitat.

Hábitat

El hábitat es el lugar donde vive un organismo que se interrelaciona con otros

organismos. Un programa adecuado de manejo de venado cola blanca es sinó-

nimo de un buen manejo de hábitat. Las necesidades básicas del venado cola

blanca son alimento, cobertura, espacio, y agua (fi g. 1.1). El concepto de hábitat

y la terminología asociada fue revisado por Hall, Krausman, y Morrison (1997).

Estos autores defi nieron el hábitat como “los recursos y condiciones presentes

en un área donde se mantiene una población—lo cual incluye su sobrevivencia

y reproducción” (p. 175). El hábitat es específi co de una especie; por ejemplo, un

buen hábitat para venado cola blanca podría ser un hábitat pobre para venado

bura (Hall, Krausman, y Morrison 1997; Krausman 2002). Por otro lado Hall y

colaboradores defi nieron calidad de hábitat como “la capacidad del ambiente

para proveer condiciones apropiadas para la persistencia de un individuo y de

la población” (p. 178).

En algunos casos se enfocan los esfuerzos a resolver una de las necesidades

de hábitat del venado cola blanca como puede ser el alimento, sin considerar

apropiadamente la importancia de otras necesidades básicas como cobertura.

Esto puede resultar en un desbalance del hábitat lo cual, trae como consecuen-

Figura 1.1. Las necesidades básicas del hábitat para venado cola blanca son alimento,

cobertura, espacio, y agua.

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Capítulo 1

cia la degradación del mismo y su recuperación podría tomar años. En este

contexto, las estrategias de manejo deberían conceder igual importancia a la

alimentación, cobertura, espacio, y agua. Una de las claves del manejo de há-

bitat es la identifi cación de los factores limitantes para la sobrevivencia, cre-

cimiento y reproducción en una área específi ca. El concepto de los factores

limitantes, su efecto en estos parámetros y en la productividad del venado cola

blanca se explican con mayor detalle el capítulo 3. Los hábitats deberían ma-

nejarse para proveer los niveles óptimos del mayor número de factores limi-

tantes posible bajo las condiciones climáticas y edáfi cas prevalecientes.

Es importante considerar que los machos y las hembras de venado cola

blanca utilizan diferentes tipos de hábitat durante una buena parte del año, por

lo tanto, el enfoque del manejo no debiera limitarse a los venados como trofeo.

Las hembras a través de la reproducción producen los machos que a futuro pu-

dieran transformarse en trofeos y la infl uencia más importante en la nutrición

de las crías hasta el destete proviene de la madre. Hembras en buena condición

física producen machos con el potencial para transformarse en trofeos por lo

que los hábitats preferidos por las hembras deberían considerarse con igual

importancia a la de los machos en las decisiones de manejo. Un desbalance en

los hábitats para hembras y machos podría ocasionar una reducción en la pro-

ductividad de las hembras y consecuentemente una menor cantidad y calidad

de los machos producidos.

Factores Ambientales que Afectan el Hábitat

El hábitat debe proveer las necesidades básicas para la reproducción y el man-

tenimiento de la una población. La cantidad y calidad del alimento, cobertura,

espacio, y agua deben ser apropiadas para cubrir las necesidades de la pobla-

ción de venado cola blanca y garantizar su estabilidad. Los cambios en con-

diciones ambientales modifi can la composición de la dieta, la utilización de

cobertura, espacio y agua por el venado cola blanca. Los factores ambientales

más importantes que afectan estos parámetros incluyen clima, especialmente

cantidad y distribución de la precipitación y temperatura, así como propieda-

des químicas y físicas del suelo.

Precipitación

La variación climática en Oklahoma, Texas, y el Norte de México ocurre en

gradientes de este a oeste y de norte a sur (fi gs. 1.2, y 1.3). El promedio anual de

precipitación decrece de este a Oeste (fi g. 1.2). La evapotranspiración, el poten-

cial de pérdida de agua a través de las plantas y el suelo se incrementa de este

a oeste. En consecuencia, las zonas climáticas varían de húmedas en el este a

áridas en el oeste (fi g. 1.3). El decremento en la precipitación y el aumento de

la evapotranspiracion en un gradiente de este a oeste ocasionan cambios en la

vegetación que van de la región de bosques de pino a los matorrales desérticos

de Trans-Pecos en Texas y el norte de México (fi g. 1.4).

Agostaderos, este libro se concentra en las zonas bioclimáticas áridas,

semiáridas y subtropicales secas, las cuales, se conocen como tierras secas

(Ffolliott et al. 2003). El índice entre la precipitación anual y la evapotranspi-

ración potencial varía de 0.05 a menos de 0.2 en zonas áridas, de 0.2 a menos

de 0.45 en zonas semiáridas, y de 0.45 a menos de 0.65 en zonas subtropica-

les secas (fi g. 1.3; United Nations Environmental Program 1992; Le Houérou

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Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

Figura 1.2. El promedio anual de precipitación (cm) declina del este al oeste en

Oklahoma y Texas. Los datos climáticos fueron cortesía del Spatial Climate Analysis

Service, Oregon State University, Corvallis (http://www.ocs.orst.edu/prism); cartografía

por Eric J. Redecker.

1996). Estas áreas en Texas y Oklahoma incluyen los tipos de vegetación que se

encuentran en las regiones de Cross Timbers and Prairies, Edwards Plateau,

High Plains, Rolling Plains, South Texas Plains, Trans-Pecos, y el oeste de las

Gulf Praires and Marshes (fi g 1.4). Los tipos de vegetación de las regiones de

los Cross Timbers y el oeste de las Gulf Prairies and Marshes son la frontera

entre la zona semiárida en el oeste y la zona seca subhúmeda. La vegetación de

las regiones del Edwards Plateau y Tans Pecos se considera árida. Los agosta-

deros son áreas secas que no son susceptibles de cultivo y están dominados por

vegetación herbácea, arbustiva ó bosques abiertos.

El potencial de producción de forraje y el crecimiento de las plantas es más

restringido conforme el clima cambia de subhúmedo a semiárido y a árido de

este a oeste en esta región. Los cambios en la capacidad de producción de fo-

rraje pueden afectar la productividad potencial de las poblaciones de venado,

sin embargo, existen numerosos factores que complican la relación entre la

productividad del venado cola blanca y el promedio anual de precipitación. Por

ejemplo, contrario a lo que se esperaba, la sobrevivencia de cervatos en Texas se

redujo al incrementarse el promedio anual de precipitación (Ginnett y Young

2000). El reclutamiento de crías es el número de crías nacidas que sobrevive

y se agrega a la población cada año y se expresa como la relación de crías y

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Capítulo 1

hembras adultas. Los autores no encontraron una explicación de la razón fun-

damental de esta relación, sin embargo sugieren que la densidad de venados

no afectó esta relación en virtud de que la región del Edwards Plateau de Texas

tiene la densidad más alta de venados a pesar de que se localiza hacia la parte

árida en el gradiente de precipitación.

Las relaciones entre la sobreviencia de crías y la precipitación de Marzo a

Julio varió dependiendo de la zona (Ginnett y Young 2000). Para la región más

árida localizada al oeste de Texas, la sobrevivencia de crías se incrementó con-

forme aumentó la precipitación de Marzo a Julio, sin embargo, no fue posible

encontrar esta misma relación en la parte central del Estado, mientras que en

el este de Texas la sobrevivencia de crías se redujo con el incremento en las

lluvias de Marzo a Julio.

Existen varias posibilidades para explicar la relación negativa entre la so-

brevivencia de crías y la precipitación de Marzo a Julio (Ginnett y Young 2000).

La abundancia de lluvias puede ocasionar el lavado de nutrientes de las plantas

reduciendo el valor nutricional del forraje para las hembras lactantes, lo cual,

Figura 1.3. La defi ciencia normal de la precipitación (cm) se obtiene sustrayendo el poten-

cial de evapotranspiración del promedio anual de precipitación y se incrementa de este a

oeste en Texas. La mayor defi ciencia de precipitación ocurre en el suroeste del sur de Texas.

Adaptado de Texas Agricultural Extension Service, Texas Agricultural Experiment Station

(sin fecha).

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Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

ocasiona una reducción en la producción de leche, los índices de crecimiento de

las crías, y la salud de hembras y cervatos como resultado de una pobre nutri-

ción. La presencia de hormigas arrieras puede también reducir la sobrevivencia

de cervatos (Allen et al. 1997). En los años lluviosos la presencia de parásitos

internos y externos puede incrementar la mortalidad de crías (Ginnett y Young

2000). Otras complicaciones como resultado de la exposición a alta humedad

podrían también incrementar la mortalidad.

Temperatura

El promedio anual de temperatura y la duración de la temporada de creci-

miento se incrementan de norte a sur en esta región (fi g. 1.4). El promedio de

duración de la temporada libre de heladas varia de 150 a 210 días en el norte

Figura 1.4. Regionalización de la vegetación de Oklahoma y Texas de los Cross Timbers

and Prairies y las Gulf Prairies and Marshes al oeste de la region de Trans-Pecos. Adaptado

de Scifres (1980) y Terrestrial and Marine Ecoregions of the United States por Leonardo

Sotomayor, © Th e Nature Conservancy, Arlington, Virginia.

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Capítulo 1

de Oklahoma, a 230 a 260 días en la región del Edwards Plateau en el centro

de Texas y a más de 300 días en el sur de Texas y el Estado de Tamaulipas en

México. La duración de la temporada de crecimiento y las temperaturas máxi-

mas y mínimas infl uyen fuertemente el hábitat y las necesidades de mismo

para el venado cola blanca. Los árboles y arbustos caudocifolios, permanecen

sin hojas durante el invierno en áreas donde ocurren heladas severas cada año,

lo cual, reduce la disponibilidad de ramoneo verde y la cobertura de protec-

ción y térmica. Solamente algunas especies siempre verdes como el táscate y

el encino mantienen hojas durante el invierno y en el sur de Texas y norte de

México, muchos arbustos pertenecen a esta categoría y solamente pierden las

hojas ocasionalmente cuando ocurren heladas severas (Lonard y Judd 1991).

En hábitats más templados las hierbas perennes se encuentran en dorman-

cia durante el invierno y ocurre una reducción en la disponibilidad de ramo-

neo; en hábitats localizados al norte el invierno se convierte en el período de

mayor restricción nutricional en el año, mientras que el verano es el período de

mayor restricción nutricional durante el año en habitáts del sur. En estos últi-

mos pueden ocurrir excepciones en casos en los que se registra una alta preci-

pitación durante el verano y el valor nutricional del forraje se mantiene.

Características Físicas y Químicas del Suelo

La textura y la fertilidad del suelo afecta fuertemente el potencial de produc-

ción de las plantas y su valor nutricional. La calidad de hábitat que los suelos

pueden soportar es variable. En una zona con precipitación similar existen

suelos con diferente capacidad para mantener la humedad y por lo tanto va-

rían en el tipo de vegetación que pueden sostener para alimento y cobertura.

En la región de los South Texas Plains el venado cola blanca parece preferir

suelos arenosos en comparación con otro tipo de texturas (McMahan y Inglis

1974; Steuter y Wright 1980). La fertilidad del suelo es después de la precipita-

ción el segundo factor en importancia que determina la cantidad de ungulados

que un área puede soportar (Fritz y Duncan 1994). El índice de crecimiento de

hembras y machos cola blanca en Mississippi se incrementó con el aumento en

la fertilidad del suelo (Strickland y Demarais 2000). El tamaño y el índice de

crecimiento de las astas en machos es mayor en suelos de alta fertilidad. El con-

tenido de fósforo del suelo ha sido determinado como el mejor parámetro para

predecir peso corporal de hembras y machos cola blanca de diferentes edades,

los niveles de calcio, magnesio, potasio, pH, y materia orgánica presentaron

una correlación positiva con peso corporal (Jacobson 1984). La circunferencia

y longitud de las astas principales de machos de 1–1/2 años de edad se incre-

menta con el aumento en la cantidad de fósforo, calcio, y potasio del suelo. Las

astas principales son la parte más larga a las cuales se adhieren las puntas.

Diferentes tipos de suelo comúnmente producen comunidades de vegeta-

ción que varían en composición y/o productividad. Con frecuencia los agosta-

deros con diferentes tipos de suelo donde los ámbitos hogareños de los vena-

dos podrían incluir varios tipos de vegetación proporcionan mejor calidad de

hábitat comparados con agostateros con un solo tipo de suelo. En los casos en

los que se tiene una mezcla de tipos de vegetación es más probable que existan

plantas que provean forraje de buena calidad en las distintas temporadas del

año. Por otro lado algunos tipos de vegetación pueden ser muy deseables para

la producción de forraje mientras que otros pueden ser importantes para co-

bertura de protección o térmica.

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Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

Segregación Sexual

Las hembras y los machos adultos de venado cola blanca con frecuencia se en-

cuentran separados y utilizan diferentes hábitats con excepción de la tempo-

rada de apareamiento. El uso del hábitat es tan diferente entre sexos que debe-

rían manejarse como si fueran especies distintas (Kie y Bowyer 1999; Stewart

et al. 2003). Estas diferencias en el uso del hábitat podrían ser el resultado del

tamaño corporal, factores sociales, o estado reproductivo (Kie y Boyer 1999).

Las causas específi cas de la segregación no son claras; sin embargo, se han dis-

cutido diferentes hipótesis en la literatura. Las hipótesis para explicar la segre-

gación sexual entre ungulados pueden clasifi carse en 5 categorías generales:

(1) las hembras paridas que utilizan hábitats donde pueden protejerse de los

depredadores independientemente de la calidad del forraje mientras que los

machos seleccionan áreas con forraje con alto valor nutricional; (2) para las

hembras, el valor nutricional del forraje es más importante que la cantidad

de forraje disponible, mientras que para los machos ocurre lo inverso debido

a que tienen un mayor tamaño corporal; (3) las hembras son menos efi cientes

para digerir el forraje en comparación con los machos por lo que sus activida-

des difi eren drásticamente; (4) la segregación sexual ocurre debido a factores

sociales; y (5) los machos abandonan los hábitats con forrajes de alta calidad

para reducir la competencia con las hembras y asegurar el éxito en la crianza de

los cervatos (Beier y McCullogh 1990; Main y Coblentz 1990; Main et al. 1996;

Ruckstuhl y Nehaus 2000, 2002).

Existen diferencias en tamaño corporal de machos y hembras de venado

cola blanca, las hembras pesan 25 a 40 menos que los machos (Halls 1978),

debido a que los machos son de mayor tamaño el riesgo de depredación es me-

nor que en el caso de las hembras con sus crías (Ruckstuhl y Neuhaus 2000).

Investigaciones realizadas en las Texas Gulf Prairies and Marshes soportan la

hipótesis de que los machos seleccionan áreas con forraje de mayor valor nu-

tricional; mientras que las hembras utilizan áreas donde las crías pueden tener

más protección aún cuando la calidad del forraje sea menor (Kiev y Bowyer

1999). En el este de Texas, la segregación espacial de los sexos fue más marcada

durante la parición a densidades de población moderadas (39 venados/km ) ;

los machos prefi rieron habitáts más abiertos con mayor abundancia de forraje

mientras que las hembras utilizaron habitáts con mayor densidad de arbusti-

vas, donde era menor la abundancia de las herbáceas de mayor preferencia. Los

machos presentaron un mayor índice de grasa en el hígado que las hembras, lo

cual, indica un mejor estado nutricional. Posiblemente, las hembras prefi rieron

los hábitats con mayor cobertura de arbustivas para protegerse de los depreda-

dores dado que en las áreas más abiertas los cervatos pueden ser encontrados

con mayor facilidad. La selección de hábitats con cobertura más densa evi-

tando las áreas abiertas ha sido reportada por Kie y Bowyer (1999) y en Michi-

gan por Ozoga y Verme (1986). Durante el invierno y la primavera las hembras

tendieron a utilizar los hábitats ocupados por los machos (Kie y Bowyer 1999).

Los cervatos dependen menos de las hembras durante el invierno y la prima-

vera porque son menos susceptibles a la depredación debido a que estan más

grandes y tienen mayor movilidad comparado con cervatos de menor edad.

Barboza y Bowyer (2000) sugieren que la segregación sexual se debe a las

diferencias en el comportamiento ingestivo y digestivo entre machos, hembras

2. El apéndice 2 contiene las conversiones del sistema métrico decimal al sistema Ingles.

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Capítulo 1

sin cría y hembras lactantes. Su hipótesis gastrocentrica sugiere que los ma-

chos retienen una mayor cantidad de alimento en el rumen que las hembras

sin cría; debido al mayor tamaño del rumen, lo cual, les permite utilizar una

mayor cantidad de fi bra como fuente de energía. La hipótesis predice que las

hembras lactantes consumen alimento de mayor valor nutricional y que una

mayor digestión y absorción de nutrimentos ocurre en el post-rumen. Rucks-

tuhl y Neuhaus (2002) indican que la segregación sexual en ungulados ocurre

primordialmente debido a diferencias en la distribución de actividades y riesgo

de depredación entre sexos y consideran que las diferencias en la selección de

forrajes en relación con el tamaño corporal son factores aditivos. La teoría cen-

tral de la hipótesis gastrocentrica y la distribución de actividades es que los

machos digieren mejor forrajes de menor valor nutricional debido al mayor

tamaño del rumen. Sin embargo, en un estudio realizado por Osborn et al.

(2002), los machos cola blanca no fueron más efi cientes para digerir forraje de

menor calidad que las hembras lactantes o no lactantes. Por estas razones, las

diferencias en tamaño corporal y efi ciencia digestiva entre sexos no explican

totalmente la segregación sexual.

Las hipótesis que involucran factores sociales para explicar la segregación

sexual se basan primordialmente en los factores relacionados con la capacidad

de apareamiento de los machos, particularmente, con el establecimiento de las

jerarquías de dominancia de los machos, el desarrollo de habilidades de pelea

y la localización de hembras para cubrir (Main et al. 1996). El éxito del apa-

reamiento en venado cola blanca está fuertemente infl uenciado por el tamaño

y simetría de las astas y la jerarquía de dominancia (Maylon y Healy 1994;

McElligott et al. 2001; Kruuk et al. 2002). Verme (1988) expuso la hipótesis de

que los machos requieren hábitats donde puedan visualizar otros machos fá-

cilmente y evaluar continuamente su posición de dominancia jerárquica. Hi-

potéticamente, estos hábitats deberían incluir cobertura de escape que los ma-

chos puedan utilizar sin arriesgarse a dañar las astas en desarrollo. Las astas en

estado de terciopelo son muy sensibles y pueden deformarse como resultado

de lastimaduras durante el desarrollo. Sin embargo, en la región de los South

Texas Plains los machos adultos seleccionan áreas de cobertura densa en lu-

gar de áreas abiertas con mayor visibilidad (Pollock et al. 1994). Los machos

prefi rieron áreas de cobertura más densa durante el verano cuando sus astas

estaban en estado de terciopelo que en el otoño e invierno cuando ya tenían

las astas endurecidas (Steuter y Wright 1980). Existe poca información que so-

porta la hipótesis de que los machos abandonan el hábitat de mayor calidad

para reducir la competencia con las hembras y garantizar el éxito de la crianza

(Main y Coblentz 1990).

En la región de las Texas Gulf Prairies and Marshes, las diferencias en los

requerimientos nutricionales y la selección de hábitats por hembras paridas

para minimizar la depredación parece tener el mayor soporte técnico para ex-

plicar la segregación sexual (Kie y Bowyer 1999; Stewart et al. 2003). En gene-

ral, los mamíferos de mayor tamaño requieren una mayor cantidad de nutri-

mentos; sin embargo, dada su talla pueden consumir más alimento, lo cual, en

teoría permite a los machos consumir dietas de menor valor nutricional que las

hembras (Hanley 1982). Aún cuando los machos y las hembras podrían no di-

ferir en efi ciencia digestiva, los machos tienen menores requerimientos de pro-

teína y energía por unidad de peso corporal que las hembras particularmente

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Page 11: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

durante la gestación y lactancia. Estas diferencias anatómicas ó fi siológicas y

de requerimientos podrían permitir a los machos utilizar una mayor cantidad

de forrajes altos en fi bra tal como gramíneas en comparación con las hembras.

Alimentos

Los venados cola blanca son herbívoros que tienden a consumir una amplia

variedad de especies vegetativas y partes de plantas que incluyen hojas, tallos,

frutos, y semillas. Ocasionalmente, los venados cola blanca consumen can-

tidades limitadas de alimentos poco convencionales tales como polluelos de

aves canoras (Pietz 2000).

Tipo de Forrajes

Las plantas consumidas por el venado cola blanca se pueden clasifi car en las

categorías generales de ramoneo, herbáceas, zacates, falsos zacates, líquenes,

frutos, semillas, y suculentas. El ramoneo incluye las hojas y rebrotes tiernos de

plantas arbustivas, estas incluyen plantas semileñosas como son; el girasolillo

y manzanilla del monte (fi g. 1.5). En comparación con los árboles que presen-

tan un solo tallo principal, los arbustos son de menor tamaño y con frecuencia

tienen tallos múltiples que crecen de yemas basales y subterráneas (fi g. 1.6).

Las herbáceas poseen nervaduras entrelazadas, con frecuencia de hojas an-

cha y con tallos no leñosos o fl exibles. Ejemplos de plantas herbáceas o hierbas

son hierba del pollo y la cobija de indio (fi g. 1.7). Los zacates son plantas her-

báceas con tallos no leñosos, poseen hojas con nervaduras paralelas y fl ores en

forma de espigas. Los falsos zacates son similares a los zacates y pertenecen

al la familia de las ciperáceas que presentan tallos triangulares. Los líquenes

son una combinación de hongos y algas que se clasifi can en crustáceos, escua-

mulosos, foliáceos , y fruticulosos. Los líquenes crustáceos se desarrollan en

Figura 1.5. Manzanilla del monte (izquierda) y girasolillo (derecha) son herbáceas sufrutes-

centes consumidas por el venado cola blanca. Las herbáceas sufrutecentes tienen un tallo

leñoso solo en la base con el resto de las ramas poco lignifi cadas. Fotografías © Timothy

E. Fulbright.

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Page 12: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

las rocas y troncos de especies leñosas. Los líquenes escuamulosos, asemejan

grupos de piedras pequeñas y lisas. Los líquenes foliáceos son crecimientos en

forma de hojas que crecen en las rocas y tallos de las plantas leñosas. Los líque-

nes fruticulosos asemejan plantas miniaturas ramifi cadas y adheridas al sus-

trato tal como los tallos de plantas leñosas. Los frutos y semillas tales como las

vainas de mesquite, bellotas de encino y otras semillas, constituyen una fuente

importante de alimento para el venado cola blanca (fi g. 1.8). Las suculentas in-

cluyen cactus y plantas de los géneros Yucca spp., y Agave spp. (fi g. 1.9).

Figura 1.6. Los arbustos (derecha) son de porte mas bajo que los árboles (izquierda) y tienen

tallos múltiples que se originan en la base comparados con los tallos únicos de los árboles.

Fotografías © Timothy E. Fulbright.

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Page 13: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

Figura 1.7. La hierba de pollo es una herbácea perenne de alta gustocidad para el venado

cola blanca. Fotografía © Timothy E. Fulbright.

Figura 1.8. Las vainas de mesquite (arriba) y frutos de granjeno son ejemplo de frutos

silvestres consumidos por el venado cola blanca. Fotografía © Timothy E. Fulbright.

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Page 14: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

Figura 1.9. El nopal (arriba) y la yuca (abajo) son ejemplos de plantas suculentas. El nopal

es un componente importante de las dietas de venado cola blanca durante el verano. Las

hojas de yuca son tambien consumidas por el venado cola blanca. Fotografía © Timothy E.

Fulbright.

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Page 15: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

Composición de la Dieta

El venado cola blanca tiende a consumir una amplia variedad de alimentos,

ocasionalmente, puede consumir cosas raras tales como polluelos de aves ca-

noras (Pietz 2000), sin embargo, las plantas constituyen la mayor parte de su

dieta. En el norte de México, se consideran 51 especies como importantes en

la dieta del venado cola blanca en los matorrales de la provincia biótica Ta-

maulipeca (Villarreal 1999). En la costa del Pacifi co en el Estado de Jalisco en

un bosque tropical, Mandujano et al. (1996) determinaron que 140 especies de

28 familias constituyeron las dietas de venado cola blanca. Las familias más

importantes encontradas en las dietas fueron: Euphorbiaceae, Leguminoseae,

Convolvulaceae, Malvaceae, y Bigoniaceae.

Aun cuando los venados cola blanca prueban un gran número de plantas

se concentran en algunas especies clave (Murden et al. 1998). En hábitats de

alta diversidad, los venados cola blanca podrían consumir más de 160 especies

diferentes; sin embargo, menos del 10 de estas plantas podrían constituir un

50 de la dieta (Chamrad y Box 1968). En el estado de Durango, México, sola-

mente 18 de 135 plantas consumidas por el venado se encontraron en más de 1

en las dietas analizadas (Gallina 1984). En la región de los South Texas Plains

de 83 plantas identifi cadas en las dietas, 10 especies constituyeron 53 de las

dietas de los venados (Everitt y Drawe 1974).

El ramoneo y las herbáceas constituyen en base anual la mayor porción de

las dietas del venado cola blanca comparado con otros tipos de forraje (cua-

dro 1.1). Los venados cola blanca tienen una fuerte preferencia por las hierbas

en comparación con el ramoneo y estas por lo general son más digestibles y

tienen un mayor valor nutricional que el ramoneo. La disponibilidad de her-

báceas en el agostadero depende de muchos factores biológicos y ambientales,

particularmente, la estación del año, la cantidad y distribución de la precipita-

ción, y las características físicas y químicas del suelo.

La intensidad de pastoreo con animales domésticos y las prácticas de ma-

nejo de agostaderos tales como el control de arbustivas también afectan la

producción de herbáceas como se tratará en los capítulos 5 y 7. El ramoneo es

menos afectado por períodos de baja precipitación o por la intensidad de pas-

toreo de los animales domésticos y constituye una fuente de forraje más esta-

ble comparado con las herbáceas. Consecuentemente, la cantidad de ramoneo

en las dietas de venados generalmente, varía inversamente con la abundancia

de herbáceas. En hábitats donde las herbáceas se encuentran disponibles la

mayor parte del año, el venado consume mucho menos ramoneo que en hábi-

tats donde las herbáceas son más escasas.

Muchas especies de herbáceas son invernales y su crecimiento ocurre ma-

yormente a fi nales del otoño, invierno, y/o a principios de la primavera. En

Texas y el norte de México, las herbáceas anuales de invierno que se multipli-

can a partir de semilla y completan su ciclo de vida en un año o menos gene-

ralmente, se encuentran ausentes durante el verano. Durante la temporada de

altas temperaturas y escasez de humedad estas especies sobreviven en el suelo

a través de semilla. La escasez de humedad y las altas temperaturas durante el

verano también reducen la productividad de las herbáceas perennes. Las her-

báceas constituyen un porcentaje signifi cativo de la dieta de los venados du-

rante la primavera; mientras el ramoneo aumenta en relación con las herbáceas

anuales conforme la abundancia, productividad y gustosidad de las herbáceas

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Page 16: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

Cuadro 1.1. Promedio anual de composición de la dieta del venado cola blanca por clase

de forraje

Zacates y

Localidad Ramoneo Herbáceas ciperáceas Frutos Otros

Mexico

Nuevo León (4 ranchos) 94 5 1 nr a nr

Nuevo León (Estudio de

pastoreo)

Pastoreo rotacional 59 29 19 nr nr

Pastoreo continuo 73 21 6 nr nr

Durango 85 13 2 nr nr

Oklahoma

Cross timbers and prairies 41 44 13 8 1

Texas

Edwards Plateau (estudio de 56 35 9 nr 4 b

control de arbustivas)

Edwards Plateau (comparación 61 31 8 nr nr

con cabras y ovejas)

Gulf Prairies and Marshes

Suelos arcillosos 13 69 18 nr nr

Suelos arenosos 0 92 8 nr nr

Densidad moderada de venado 3 87 10 nr nr

Alta densidad de venado) 3 76 21 nr nr

Rolling Plains 30 28 19 18 4 b

Trans-Pecos c 63 14 4 nr 19 b

Fuente: Datos tomados de Drawe y Box (1968); Bryant, Kothmann, Y Merrill (1979); Kie, drawe, y

Scott (1980); Krausman y Ables (1981); Waid, Warren, y Rollings (1984); Gee et al (1991), Gallina (1993);

Ramírez, Quintanilla, y Aranda (1997); Martínez M. et al. (1997); y Burke (2003).

aNo reportado

bMaterial no identifi cable como clase de forraje

cVenado cola blanca de la serranía del Carmen en el Big Bend National Park. El ramoneo incluye 35% de

arbustivas y 28% de suculentas.

decrece durante el verano (fi g. 1.11). A medida que el calor y la escasez de hu-

medad limitan la cantidad de herbáceas disponibles, el ramoneo se convierte

en el constituyente principal de la dieta de los venados. Durante el verano, el

ramoneo podría constituir casi en su totalidad la dieta de venados en hábitats

semi-áridos. Se puede decir que, el ramoneo frecuentemente funciona como un

puente entre períodos de escasez de humedad o de altas temperaturas cuando

la disponibilidad de herbáceas es limitada.

En ambientes más áridos tales como el oeste de la región de los South Texas

Plains, las herbáceas pueden constituir solamente una pequeña fracción de la

dieta de los venados durante el verano (fi g. 1.10). En áreas de mayor precipitación

las herbáceas podrían dominar las dietas del venado a través del año (fi g. 1.11).

El consumo de herbáceas por venado en relación con el ramoneo podría incre-

mentarse al fi nal del otoño y en el invierno, a menos que el invierno sea inusual-

mente frío y seco. En hábitats más templados en Oklahoma, el norte de Texas, y

la región del Edward’s Plateau en Texas la tendencia del consumo de herbáceas

es inversa y los venados consumen un mayor porcentaje de herbáceas durante el

verano y dependen fuertemente del ramoneo durante el invierno (fi g. 1.12; Gee

et al. 1991; Burke 2003). El venado cola blanca de las Serranias del Carmen en la

región de Tans-Pecos en Texas consumió más herbáceas durante el verano que

en otras estaciones del año (fi g. 1.13; Krausman y Ables 1981).

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Page 17: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

Las herbáceas son más escasas en ambientes áridos y semi-áridos compa-

rados con los hábitats sub-húmedos excepto inmediatamente después de las

lluvias. Las herbáceas anuales con frecuencia son muy abundantes inmediata-

mente después de una lluvia considerable en ambientes áridos y semi-áridos,

sin embargo, esta abundancia es temporal y desaparecen conforme la disponi-

bilidad de humedad decrece. Consecuentemente, en promedio durante el año

las dietas de venado cola blanca en hábitats áridos y semi-áridos tienden a estar

constituidas primordialmente de ramoneo y suculentas mientras que las herbá-

ceas forman parte importante de las dietas solo por períodos cortos de tiempo.

Por ejemplo, en la reserva de la biosfera “La Michilia” en el estado de Durango

en México los arbustos y árboles constituyeron el 85 de la dieta anual de los

venados cola blanca (Gallina 1993). En las dietas del venado cola blanca de las

montañas del Carmen en el Parque Nacional del Big Bend en la región de Trans-

Pecos Texas, el ramoneo y las suculentas constituyeron el 63 del volumen

(Krausman y Ables 1981).

La producción y abundancia de herbáceas perennes es mayor en ambientes

sub-húmedos donde la precipitación se distribuye más uniformemente a tra-

vés de las estaciones del año. La dieta de venado cola blanca en ambientes más

húmedos en promedio anual, tiende a estar constituida, primordialmente por

herbáceas y el ramoneo constituye una fracción importante de las dietas du-

rante los períodos de baja precipitación, sequía o durante la parte más caliente

del año (fi g. 1.11).

Los suelos varían en su capacidad para sostener diferentes comunidades de

herbáceas y su producción de biomasa. La variación en la composición de las

dietas de venado cola blanca de una localidad a otra depende en parte de la

textura del suelo dominante o de las series de suelos. Una serie de suelos es

la unidad básica de clasifi cación y se basa en el tipo y arreglo de los horizon-

tes de suelo, la textura, color, y otras propiedades. Como un ejemplo de cómo

Figura 1.10. Las herbáceas típicamente constituyen un porcentaje importante de las dietas

de venado cola blanca en la región de los South Texas Plains; mientras que el venado

incrementa el consumo de ramoneo y cactáceas en relación con las herbáceas conforme la

abundancia y de las herbáceas anuales y la productividad y palatabilidad de las herbáceas

perennes declina durante el verano. Adaptado de Arnold y Drawe (1979).

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Page 18: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

la proporción relativa de ramoneo y herbáceas en la dieta de los venados cola

blanca puede variar entre tipos de suelo, las dietas del venado cola blanca a

mediados del verano en suelos arcillos pesados en la Welder Wildlife Refuge

en la zona costera de Texas consistieron de 53 herbáceas, 45 ramoneo (in-

cluyendo vainas, bellotas y otras semillas), y 2 zacates, comparado con 70, 22,

y 8 para los mismos componentes, respectivamente, pero en suelos arenosos

(Drawe 1968). En el mismo estudio en suelos arenosos pero a mediados del ve-

Figura 1.11. Tendencia temporal de las dietas por clase de forraje en el Welder Wildlife

Refuge en la región de las Gulf Prairies and Marshes. Las herbaceas podrian dominar las

dietas de venado cola blanca a través del año en áreas de mayor precipitación tales como el

Welder Wildlife Refuge, el cual recibe 89.9 cm de precipitación anual. Adaptado de Drawe

y Box (1968).

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Page 19: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

rano las dietas estuvieron constituidas por 70 de herbáceas, 22 de ramoneo,

y 8 de zacates.

Aún cuando el ramoneo y las herbáceas con frecuencia son los componentes

dominantes en las dietas de venado cola blanca, en ocasiones en hábitats espe-

cífi cos los líquenes, zacates, suculentas, frutos, y semillas pueden constituir un

Figura 1.12. Tendencia temporal de la composición botánica de las dietas de venado cola

blanca por clase de forraje en la región de los Cross Timbers and Prairies y los Rolling

Plains en Texas. En Oklahoma y el norte de Texas el venado consume un porcentaje mas

alto de herbáceas durante el verano comparado con otras estaciones del año. Adaptado de

Gee et al. (1991) y Burke (2003).

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Page 20: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

alto porcentaje de la dieta. Por lo general los líquenes representan un porcentaje

pequeño de la dieta del venado (Fulbright et al. 1993a). Sin embargo, bajo ciertas

condiciones los líquenes pueden ser componentes importantes de la dieta, por

ejemplo en los casos en los que se realizan aplicaciones de herbicida para el con-

trol de especies arbustivas, esto resulta en un incremento en la colonización de

líquenes en las especies de arbustivas muertas (Fulbright y Garza 1991).

Figura 1.13. Cambios estaciónales en composición botánica de las dietas del venado cola

blanca por clase de forraje en la regiones de Edwards Plateau y Trans-Pecos en Texas. Adap-

tado de Krausman y Ables (1981) y Waid et al. (1984).

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Page 21: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

El venado cola blanca puede utilizar fuertemente las suculentas y el rebrote

de zacates después de una lluvia. Las puntas de las hojas en crecimiento son al-

tamente digestibles, sin embargo, los venados no pueden digerir efi cientemente

los zacates maduros debido a su anatomía digestiva (Hanley 1982). Durante los

períodos húmedos cuando las plantas crecen rápidamente, el zacate podría

constituir más del 40 de la dieta del venado (Meyer, Brown, y Graham 1984).

El porcentaje de zacates maduros en las dietas del venado cola blanca se incre-

menta cuando la densidad de población es demasiado alta (Kie y Bowyer 1999;

cuadro 1.1).

Excepto en los períodos en que los zacates y las suculentas crecen rápida-

mente, una alta proporción (más de 20) de zacates en las dietas de venados

indica un sobreuso del hábitat y una pobre nutrición (Kie, Drawe, y Scott 1980).

Los frutos y semillas con frecuencia son muy preferidos por el venado cola

blanca y regularmente son una fuente importante de forraje; sin embargo, su

disponibilidad es estacional. Las vainas de mesquite comúnmente representan

una fuente de forraje muy importante para el venado durante los veranos se-

cos cuando existe baja disponibilidad de otros alimentos. Las bellotas, son de

importancia crítica para la alimentación del venado en áreas como el Edward’s

Plateau en Texas y en los bosques de encino en el sur de Texas (Fulbright y

Garza 1991; Texas Parks and Wildlife Department 1991). En sitios de vegeta-

ción dominados por encino en México las bellotas llegan a constituir un 38

de las dietas de venado cola blanca (Villarreal 1999).

El nopal es una cactácea de importancia estacional en la dieta del venado

cola blanca. Las frutas y pencas de nopal podrían representar casi la mitad de

la dieta de venado cola blanca durante el verano en el oeste de la región de los

South Texas Plains (Arnold y Drawe 1979) (fi g. 1.10). El nopal y el muérdago

constituyeron el 65 y 15 de las dietas de invierno del venado cola blanca, res-

pectivamente, en la región de los Rolling Plains en Texas (Quinton y Horejsi

1977). El contenido de nopal en la dieta de venado cola blanca en el norte de

México promedió 35 (Villarreal 1991). El venado también utiliza Yuca y tasa-

jillo (Everitt y Drawe 1974). En la región de Trans-Pecos en Texas, el contenido

de suculentas en las dietas de venado cola blanca de las Serranias del Carmen

vario de 7 del volumen total al fi nal del verano a 49 durante la primavera

(Krausman y Ables 1981).

El Efecto del Sexo y la Edad en la Composición de la Dieta

La composición de la dieta posiblemente este relacionada y puede variar entre

sexos y edades en venado cola blanca. Las diferencias en la composición de la

dieta podrían deberse a la segregación y a la utilización de diferentes hábitats.

El mayor tamaño corporal de los machos comparados con las hembras les po-

dría permitir a los machos una dieta con mayor contenido de fi bra, aun cuando

los resultados de pruebas de digestión in vivo sugieren que existe poca diferen-

cia en la efi ciencia digestiva entre sexos (Osborn, Ginett, y Cooper 2002).

El traslape en el contenido de las dietas de hembras y machos puede ser

mayor en hábitats manejados apropiadamente. En los casos en los que la den-

sidad de venados es muy alta, el incremento en la competencia entre machos

y hembras podría resultar en diferencias más pronunciadas en la composi-

ción de la dieta. Con densidades de venado moderadas las dietas de hembras

y machos se traslaparon en la región costera de Texas aun cuando los hábitats

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Page 22: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

utilizados en la temporada de parición fueron diferentes (Kie y Bowyer 1999).

Sin embargo, cuando la densidad de población fue alta, las dietas de machos

y hembras fueron similares y el contenido de ramoneo y zacates fue más alto

que el consumo de herbáceas y esta relación fue más pronunciada en los ma-

chos. La composición de la dieta de cervatos fue similar a la de los adultos.

Esta similaridad se incrementó conforme la edad de los cervatos avanzó (Kie,

Drawe, y Scott 1980).

Valor de los Forrajes para el Venado

Es necesario considerar que cuando se evalúa el valor de los forrajes para vena-

dos, hipotéticamente, es más importante implementar un manejo que permita

tener una mayor diversidad de plantas que concentrar los esfuerzos en ciertas

plantas de mayor preferencia. Por lo tanto, es necesario ser extremadamente

cuidadoso al categorizar plantas como buenas, regulares, o pobres en base a

su valor forrajero para el venado cola blanca, dado que es más importante la

diversidad. Aún cuando ciertas plantas como la hierba del pollo o el tomatillo

pueden resultar en estudios de composición de la dieta como plantas preferi-

das y plantas como el coyotillo como plantas no preferidas, la realidad es que

el venado utiliza una amplia variedad de especies. El venado cola blanca por lo

general es más capaz de llenar sus requerimientos nutricionales en comunida-

des de plantas nativas con alta diversidad (DelGiudice et al. 1991). En el oeste de

la región de los South Texas Plains, los machos maduros prefi eren áreas con 18

a 20 diferentes especies arbustivas. Los venados pueden fácilmente cambiar de

fuentes de forraje conforme a la disponibilidad. El valor de la diversidad para

venado cola blanca podría estribar en el hecho de que una especie de planta

podría ser más nutritiva durante una estación del año; mientras otras podrían

ser más nutritivas en otra época del año. Consecuentemente, entre mayor sea

la variedad de especies de plantas, la posibilidad de encontrar alimento nutri-

tivo en cualquier tiempo del año se incrementa. Además, diferentes especies

arbustivas, podrían producir frutos y semillas en diferentes épocas del año. En

general el ramoneo de mesquite por el venado es mínimo, pero las vainas de

mesquite son de importancia crítica durante el verano. Los encinos producen

bellotas durante el otoño, desde este punto de vista, una mezcla de mezquite

y encino asegura un período prolongado de disponibilidad de frutos y semi-

llas. De la misma forma plantas que nos son ramoneadas o pastoreadas pueden

ser importantes para cobertura o raspaderos para remover el terciopelo de las

astas. El coyotillo puede resultar tóxico para el venado pero su valor como co-

bertura de escape es importante, especialmente durante el invierno debido a

que permanece verde (Taylor et al. 1997).

Otra razón por lo que es importante ser cauteloso cuando se trata de cla-

sifi car el valor forrajero de plantas para el venado es el tipo de muestreo que

se realiza en los estudios de composición de dietas. En la mayoría de los ca-

sos los muestreos se realizan en forma estacional, 4 veces al año. El venado

cola blanca podría utilizar intensamente ciertas plantas o partes de una planta

durante solo unas semanas en el año o bajo ciertas condiciones ambientales,

sin embargo, el tipo de muestreo que se realiza puede no detectar las plantas

consumidas en estos períodos. Podría ser el caso que muchas plantas que no se

consideran importantes para el venado no se hayan identifi cado en las dietas

simplemente porque el muestreo no se realizó en la parte del año donde los

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Page 23: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

venados las consumieron o bajo las condiciones ambientales en las que estas

plantas son utilizadas intensamente.

El venado cola blanca puede consumir grandes cantidades de algunas plan-

tas bajo ciertas condiciones ambientales que ocurren esporádicamente tales

como distribución de la precipitación, determinadas condiciones de tempe-

ratura o una combinación de ambas. Curiosamente, se ha observado la utili-

zación intensa de fl ores de chaparro prieto por venados por breve período de

tiempo (aproximadamente 2 semanas) durante la primavera. Muchas plantas

anuales efímeras en ambientes secos completan su ciclo de vida en 8 semanas

aproximadamente (Ffolliott et al. 2002), en esta situación, un muestreo reali-

zado cada tres meses podría perder completamente la oportunidad de colectar

muestras cuando el venado está utilizando estas plantas.

Finalmente, es necesario ser cuidadoso al valorar las plantas para el venado

cola blanca en virtud de que los métodos utilizados para determinar la com-

posición de la dieta son imperfectos y podrían no detectar plantas importantes

para el venado, tales como, las fl ores de nopal que son consumidas por el ve-

nado pero que raramente se detectan en las dietas usando los métodos tradi-

cionales de análisis.

Cobertura del Habitat

En forma general se tiende a dar un mayor énfasis a la disponibilidad de ali-

mento que a la cobertura. Sin embargo, la cobertura es tan crítica para el ve-

nado como lo es la disponibilidad de alimento. Las especies leñosas, suculen-

tas, zacates altos, herbáceas entre otras características topográfi cas del sitio

como formaciones rocosas y cañones proporcionan cobertura para el venado.

En general, las plantas leñosas son las más importantes para la cobertura de

machos adultos, mientras que los zacates de porte mediano y alto sirven como

cobertura para los cervatos. Los venados cola blanca pueden persistir en hábi-

tats relativamente abiertos; sin embargo, las densidades de población en estas

áreas son de 33 a 50 de las que se encuentran cerca de los matorrales (Inglis

et al. 1986).

Tipos de Cobertura

La cobertura puede clasifi carse en cobertura de descanso, sesteo, protección, y

térmica. El tamaño de las áreas utilizadas como cobertura de descanso o ses-

teo deben comprender varias hectáreas con cobertura densa (Inglis et al. 1986).

La cobertura de protección o escondite, es aquella en la que el animal se siente

a salvo de humanos y depredadores. Los machos adultos en el oeste del sur

de Texas prefi eren áreas con una densa cobertura de protección (Pollock et al.

1994). La preferencia de áreas con cobertura de protección varia dependiendo

del sexo, la estación, y la edad. En el Welder Wildlife Refuge en el sur de Texas,

Kie y Bowyer (1999) encontraron que las hembras paridas prefi eren áreas con

mayor densidad de arbustos que los machos (fi g. 1.14). Durante la temporada

de cacería, el venado evita los espacios abiertos y se moviliza a hábitats con

cobertura densa y realiza la mayor parte de sus movimientos durante la noche

(Kilgo, Labisky, y Fritzen 1998).

La cobertura térmica sirve de protección al venado cuando las temperatu-

ras son extremas. La sombra que proveen las copas de los árboles altos puede

ser muy importante para la termoregulación de los venados, particularmente

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Page 24: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

en el verano cuando las temperaturas son elevadas. En estas condiciones, los

venados permanecen en descanso en áreas de sombra densa la mayor parte

del día (fi g. 1.15). La vegetación alta que se encuentra en las áreas de drenaje

o derramaderos son muy importantes como cobertura térmica (Inglis et al.

1986). Las temperaturas durante el verano son mucho más bajas en estas áreas

sombreadas que en los espacios abiertos. En el este de Texas, la temperatura

superfi cial del suelo promedió 61°C en áreas abiertas de pastizal comparado

con 48°C bajo la sombra de los mesquites (Fulbright, Kuti, y Tipton 1995). Las

Figura 1.14. Las hembras con cría utilizan áreas con vegetación mas densa que los machos.

Fotografía © Timothy E. Fulbright.

Figura 1.15. Durante el verano, los venados se mantienen en descanso bajo la sombra de la

vegetación arbustiva la mayor parte del día para evitar el calor. Fotografía © Timothy E.

Fulbright.

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Page 25: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

áreas sombreadas bajo los árboles permiten a los venados reducir el estrés por

altas temperaturas en el verano y protegerse del frío en el invierno.

Los venados utilizan energía para mantener la temperatura apropiada del

cuerpo cuando la temperatura ambiente es alta o baja. La energía disponible

en el forraje por lo general, es muy baja durante el verano e invierno. Los ve-

nados minimizan el gasto energético evitando el estrés por calor o frío mante-

niendo un balance energético positivo.

Requerimientos de Cobertura de Arbustivas para el Venado

La cobertura aérea es el porcentaje de suelo cubierto por las copas de árboles

y arbustos visualizadas desde la parte superior de la planta. La defi nición del

porcentaje óptimo de cobertura aérea de vegetación arbustiva para venado

cola blanca ha sido tema de debate. La cobertura de plantas leñosas es un com-

ponente importante del hábitat del venado desde el punto de vista funcional y

estructural. La vegetación arbustiva infl uye la capacidad nutricional del hábi-

tat dado que provee ramoneo, frutos y semillas, además de servir como plantas

nodriza para diferentes especies herbáceas importantes en la dieta del venado,

y de cobertura térmica y de protección. El porcentaje óptimo de cobertura de

vegetación arbustiva para el venado cola blanca es difícil de determinar dado

que esta tiene múltiples funciones. La cantidad de vegetación arbustiva reque-

rida por el venado para alimentación versus la cobertura térmica o de protec-

ción no ha sido claramente defi nida.

Por lo general, los requerimientos de cobertura arbustiva son menores en

hábitats donde la productividad de las herbáceas es mayor y en climás templa-

dos donde no se presentan temperaturas extremosas (fi g. 1.16). Los requeri-

Figura 1.16. Relación hipotética entre la cobertura de la vegetación arbustiva y la densidad

de venados en habitáts con alta y baja disponibilidad de herbáceas y promedio anual de

temperaturas calientes. Una mayor cobertura arbustiva es necesaria para el venado en

ambientes mas calientes y baja disponibilidad de herbáceas.

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Page 26: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

mientos de cobertura para el venado cola blanca también dependen de los atri-

butos estructurales de la vegetación tales como altura de las plantas leñosas,

composición de la comunidad vegetal, disturbio de la vegetación y topografía

del terreno. Para complicar más la situación, los requerimientos de cobertura

arbustiva para el venado cola blanca podrían variar con la hora del día, sexo,

edad de los venados y la estación del año (fi g. 1.17).

La literatura disponible sobre los requerimientos de cobertura arbustiva

para el venado cola blanca es insufi ciente. En las regiones de Trans-Pecos, los

Rolling Plains, y los High Plains de Texas, los requerimientos de cobertura

arbustiva promediaron 43 en áreas con bajas densidades de población, com-

parado con 63 para áreas con altas densidades de venado (Wiggers y Beasom

1986). Estos resultados sugieren que alrededor de 60 de cobertura arbustiva

y 40 de cobertura herbácea sería el ideal para el venado cola blanca. Sin em-

bargo, mogotes con mayor cobertura arbustiva tienden a ser la parte del agos-

tadero más utilizada por el venado, dependiendo del sexo y la estación del año.

Por ejemplo, Pollock et al. (1994) evaluó el uso del hábitat por venados cola

blanca adultos en cuadrantes de 2.25 ha de extensión al oeste de la región de

los South Texas Plains. Los adultos machos prefi rieron áreas con más de 85

de cobertura arbustiva y alta riqueza de especies leñosas. La riqueza de especies

es número de especies/unidad de área. En contraste, los machos en el Welder

Wildlife Refuge, en los casos en los que las herbáceas eran abundantes prefi -

rieron hábitats con menos de 27 de cobertura arbustiva. En el sur de Texas la

Figura 1.17. Los requerimientos de cobertura arbustiva para el venado cola blanca varían

dependiendo de la hora del día, sexo y edad, y la estación del año.

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Page 27: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

cobertura arbustiva es especialmente importante durante el verano, en el oeste

de la región de los South Texas Plains, no existió relación entre la cobertura

arbustiva y la densidad de venado durante el período de noviembre a enero, sin

embargo, durante el verano la densidad de venado se incrementó al aumentar

la cobertura arbustiva (fi g. 1.18; Steuter y Wright 1980). Las densidades más al-

tas de venado durante el verano ocurrieron en áreas con la mayor cobertura

arbustiva. Sitios con menos de 50 de cobertura arbustiva fueron utilizados

más intensamente cuando la diversidad de la vegetación fue alta, mientras que

no existió relación entre la diversidad y la intensidad de uso en sitios con más

de 51 de cobertura arbustiva.

Los machos y las hembras podrían concentrar sus actividades en diferentes

hábitats en ciertas temporadas del año. En las densidades moderadas de po-

blación, las hembras paridas utilizaron los hábitats con la más alta cobertura

arbustiva disponible (34 a 55) para evitar depredadores; mientras que los ma-

chos prefi rieron hábitats dominados por vegetación herbácea (Kie y Bowyer

1999). En las densidades altas de población las preferencias de cobertura ar-

bustiva cambiaron y machos y hembras utilizaron áreas con mayor cobertura

arbustiva. En el norte de México, los machos prefi rieron hábitats más abiertos,

mientras que las hembras utilizaron más las áreas con cobertura arbustiva

densa (Bello, Gallina, y Equiha 2001).

El venado cola blanca prefi ere áreas dominadas por vegetación herbácea

para alimentarse, sin embargo, las áreas dominadas por vegetación arbustiva

son un componente crítico del hábitat. La investigación realizada para deter-

minar las necesidades de cobertura arbustiva es insufi ciente y se encuentran

disponibles solamente algunas piezas del rompe-cabezas sobre las que se tiene

que especular sobre las necesidades. En base a los resultados discutidos ante-

riormente, las preferencias de cobertura arbustiva por el venado cola blanca

parecen diferir entre los hábitats más húmedos que son altamente producti-

vos en vegetación herbácea y los hábitats semi-áridos donde las herbáceas son

Figura 1.18. Relación entre cobertura de arbustivas y densidad de venado cola blanca

durante el verano en el oeste del sur de Texas. Adaptado de Steuter y Wright (1980).

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Page 28: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

escasas y las altas temperaturas del verano hacen difícil para el venado el man-

tenimiento del balance energético.

En hábitats semi-áridos una proporción de 60 de cobertura arbustiva y un

40 de cobertura herbácea podría ser lo más deseable, sin embargo, áreas de ve-

getación arbustiva muy densa y con alta diversidad de especies son un compo-

nente extremadamente importante en el hábitat y deberían encontrarse disper-

sas uniformemente en el agostadero de tal manera que el venado tuviera acceso

a una o más áreas con cobertura arbustiva 85 a 100. En hábitats más húmedos

se requieren áreas con cobertura arbustiva densa (34 a 55) especialmente du-

rante la temporada de parición y cuando la densidad de población es alta.

La cobertura óptima de los sitios de descanso para los cervatos consiste de

vegetación arbustiva combinada con zacates de porte medio y alto (fi g. 1.19).

Los cervatos seleccionan sitios de descanso con cobertura de protección más

densa que la existente en el área alrededor y la mitad de estos sitios se encuen-

tran cerca de la vegetación arbustiva (Hyde, DeYoung y Garza 1987). Resulta-

dos similares se han encontrado en Iowa, donde los cervatos escogieron sitios

de descanso con mayor cobertura arbustiva y menos herbáceas de porte bajo y

enredaderas que en las áreas adyacentes (Huegel, Dahlgren, y Gladfelter 1986).

Los cervatos no utilizan las áreas que han sido pastoreadas severamente por

ganado doméstico como sitios de descanso (Garner, Powell, y Morrison 1979).

La cobertura alta de especies arbóreas podría reducir la temperatura superfi -

cial del suelo y favorecer la sobrevivencia de cervatos. Los pastos de porte alto

pueden proteger a los cervatos de las altas temperaturas además de proveer co-

bertura de protección donde estos pueden esconderse.

Espacio

Todos los organismos necesitan un área para vivir. El conocimiento de las ne-

cesidades de espacio del venado cola blanca es fundamental para el manejo

Figura 1.19. La cobertura óptima para sitios de descanso de las crías de venado cola blanca

consiste de una asociación de cobertura de arbustivas con zacates de porte medio y alto.

Fotografía © Timothy E. Fulbright.

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Page 29: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

del hábitat. Las poblaciones de venado persisten solamente donde el espacio

utilizable es sufi ciente.

Espacio Utilizable

El espacio utilizable es la porción del hábitat que es ó puede ser utilizado por

el venado cola blanca. No todo el espacio en el agostadero es útil como hábitat

para el venado. Ejemplos de espacio que no es útil incluye caminos, praderas de

zacate bermuda sin vegetación arbustiva, áreas de cultivo, y áreas recubiertas

con caliche alrededor de pozos petroleros. Las áreas de espacio utilizable po-

drían estar aisladas de otras áreas utilizables por terrenos dedicados a la agri-

cultura u otras barreras naturales lo cual, constituye lo que se conoce como

fragmentación del hábitat. Las áreas aisladas de hábitat que no son aprovecha-

das por el venado no deberían considerarse espacio utilizable. La planeación

del manejo no debería considerar estas áreas no aprovechables como espacio

utilizable en los cálculos de capacidad de carga.

Preferencia del Venado por Comunidades Vegetales

No todas las comunidades vegetales tienen el mismo valor para el venado cola

blanca. Las comunidades vegetales son grupos de plantas que pueden distin-

guirse de otros grupos por la combinación de especies que las conforman. El

hábitat optimo para el venado cola blanca es aquel que presenta un alto grado

de yuxtaposición de tipos de cobertura distribuidos uniformemente a través

del agostadero, incluyendo áreas abiertas, y cobertura térmica y de protección.

La yuxtaposición se refi ere a la proximidad de alimento, cobertura, y agua. En

una situación ideal, la distribución espacial del alimento, cobertura, y agua en

el hábitat debe ser uniforme, no es deseable que las los recursos se encuentren

concentrados en una parte del hábitat. Los agostaderos con áreas abiertas do-

minadas por especies herbáceas y zacates con buena distribución y rodeados

por vegetación arbustiva proveen el hábitat óptimo para el venado cola blanca.

Los venados prefi eren los espacios abiertos sin arbustos o casi sin ellos entre

mogotes de arbustivas como áreas de alimentación (Inglis et al. 1986; Stewart,

Fulbright, y Drawe 2000). Los espacios abiertos entre la vegetación arbustiva

son medulares en el hábitat de alimentación nocturna (Inglis et al. 1986). En

las comunidades de matorral espinoso Tamaulipeco que dominan una buena

parte de la región de los South Texas Plains, el tamaño optimo de las áreas

abiertas es aproximadamente 8.1 ha (Naderman 1979) y estos claros debieran

estar rodeados de vegetación arbustiva para proveer cobertura térmica, de pro-

tección, y de descanso, además de corredores que permitan el movimiento se-

guro hacia las áreas de alimentación, descanso y abrevadero.

Las comunidades de vegetación que el venado evita no deberían conside-

rarse al determinar espacio utilizable en una unidad de manejo. McMahan y

Inglis (1974) estudiaron el uso de 12 diferentes comunidades de vegetacion por

el venado cola blanca: matorrales dominados por: chaparro prieto, colubrina,

gobernadora, guajillo, guayacán, y mixtos; derramaderos con: granjeno, palo

blanco, y mezquite; sabana con mezquite, mezquital cerrado, y áreas barbecha-

das. Los derramaderos con mezquite fueron la comunidad de mayor preferencia

independientemente de la estación del año, mientras que las áreas barbechadas

y los derramaderos con granjeno fueron evitadas consistentemente. En el norte

de México, Bello et al. (1998) reportaron que después de la corrida ambos sexos

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Page 30: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

prefi rieron las áreas de drenaje natural o derramaderos con chaparro prieto y

granjeno, y evitaron las áreas combinadas de mesquite y chaparro prieto.

Las áreas de drenaje natural son hábitats de importancia crítica para el ve-

nado cola blanca. Las densidades de venado con frecuencia son más altas en

hábitats con abundancia de vegetación que en áreas inundables y derramade-

ros (Darr y Klebenow 1975; Beasom, Inglis y Scifres 1982). Los derramaderos

reciben las corrientes de agua de los terrenos circundantes y por lo tanto la ve-

getación es más vigorosa que en las áreas altas. Los drenajes naturales y áreas

inundables temporales reciben el nombre de áreas riparias. La vegetación alta

de las áreas riparias ofrece sitios de alimentación y descanso además de cober-

tura térmica y de protección. En áreas de vegetación escasa en el Big Bend Na-

cional Park, 63 de los sitios de descanso de venado cola blanca de la sierra del

Carmen fueron derramaderos (Krausman y Ables 1981). Las áreas de drenaje

natural sirven además como corredores de movimiento que interconectan las

áreas altas adyacentes.

La preferencia en diferentes comunidades de plantas cambia estacional-

mente. McMahan y Inglis (1974) reportaron que los drenajes con matorrales de

mezquite y guajillo fué la comunidad más preferida durante el verano y otoño,

los drenajes con palo blanco fueron los más preferidos durante el invierno.

El Tamaño del Ambito Hogareño del Venado Cola Blanca

La cantidad de espacio utilizable requerido por el venado cola blanca depende

del sexo, la edad, estación del año, productividad del hábitat, la yuxtaposición

y distribución de los componentes necesarios del hábitat en el agostadero. El

espacio en el que un venado vive y utiliza recibe el nombre de ámbito hoga-

reño. Un venado adulto tiende a utilizar el mismo ámbito hogareño año tras

año (Tierson et al. 1985; Inglis et al. 1986).

Los venados pasan la mayor parte del tiempo dentro de las subdivisiones de

su ámbito hogareño que reciben el nombre de centros de actividad (Inglis et al.

1986). Un venado normalmente tiene varios centros de actividad dentro de su

ámbito hogareño en raras ocasiones hay individuos que tienen solo uno. Los

centros de actividad regularmente sirven como áreas de alimentación, reposo,

o descanso y por lo tanto los venados los visitan en tiempos específi cos. En el

norte de México los centros de actividad variaron de 59 a 63 ha (Gallina y Bello

1998). En el sur de Texas variaron de 0.8 a 15 ha (Inglis et al. 1986). Estos pue-

den cambiar dependiendo de las variaciones en la disponibilidad de forraje.

En Nebraska, los venados cola blanca cambiaron sus centros de actividad a 174

m en dirección a los sembradíos de maíz, cuando las plantas estaban en espiga

y jilote, y después de la cosecha los venado cambiaron su centro de actividad a

154 m dentro de la vegetación arbustiva (VerCauteren y Hygnstrom 1998).

En general, los machos cola blanca tienen ámbitos hogareños más grandes

que las hembras (cuadro 1.2). El mayor tamaño corporal de los machos resulta

en una demanda absoluta de forraje mayor que en las hembras, por lo tanto,

los machos requieren de un mayor espacio para llenar sus necesidades (Beier y

McCullough 1990). Por otro lado, el uso de áreas con forraje de menor calidad

que las utilizadas por las hembras durante ciertas estaciones puede resultar en

la necesidad de áreas de mayor tamaño.

El tamaño de los ámbitos hogareños varía de acuerdo a la estación del año.

En 2 estudios realizados en el sur de Texas los ámbitos hogareños de machos

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Page 31: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

y hembras tendió a ser más pequeño durante la corrida comparado con otras

épocas del año (Inglis et al. 1986; Hyde 1987). El mayor tamaño del ámbito hoga-

reño de los machos durante la temporada de empadre podría deberse a la bús-

queda de hembras en celo. En el norte de México los ámbitos hogareños se in-

crementaron durante la estación reproductiva para hembras y machos y los de

menor tamaño correspondieron a hembras lactantes (Gallina y Gutierrez 1998).

Los ámbitos hogareños y la movilidad de las hembras con una densidad de po-

blación baja resultaron mayores antes del inicio de la temporada de empadre y

durante y después fi nalizar la estación reproductiva (Labisky y Fritzen 1998).

Las hembras se separan de otros animales antes del parto y establecen

ámbitos hogareños exclusivos para criar los cervatos (Ozoga, Verme, y Bienz

1982; Schwede, Henrichs, y McShea 1993). Las hembras muestran un comporta-

miento territorial por las primeras 4 a 6 semanas después del parto y expulsan

otros venados de su ámbito hogareño, el cual incluye prácticamente todos los

sitios de reposo y descanso de las crías. Las hembras se aíslan aún de sus pro-

pias crías de años anteriores mostrándose cada vez más agresivas seconforme

se acerca el parto. En base a la investigación desarrollada en Michigan, los ám-

bitos hogareños de los cervatos y sus madres podrían incrementarse conforme

aumenta la edad de las crías (Ozoga y Verme 1986). Los ámbitos hogareños de

los cervatos nacidos de madres maduras (de más de 4 años) variaron de 5.9 ha

en las primeras 2 semanas de vida a 16.2 ha entre las 10 y 12 semanas de edad.

Los ámbitos hogareños de las hembras maduras variaron de 10.8 ha del naci-

miento de las crías a 2 semanas después del parto hasta 18.9 ha a las 10 a 12 se-

manas de edad de las crías. En la región de los South Texas Plains los ámbitos

hogareños de cervatos que perdieron a su madre fueron más pequeños (191 ha)

comparados con los que se mantuvieron con la madre (314 ha) (Giuliano et al.

1999). El ámbito hogareño de cervatos hembras y machos fue similar.

La productividad del hábitat infl uencía los ámbitos hogareños parcialmente

debido a la necesidad de los venados de una área más grande para llenar sus

requerimientos de forraje en hábitats de baja productividad. Los ámbitos ho-

gareños son más grandes en hábitats semiáridos que en hábitats sub-húmedos

secos. En áreas de 51 cm de promedio anual de precipitación en el oeste de la

región de los South Texas Plains, los ámbitos hogareños fueron el doble de ta-

maño que en áreas de 76 cm precipitación en la región de las Gulf Prairies and

Marshes en Texas (Inglis et al. 1986) (cuadro 1.2). En Nuevo León, México, los

ámbitos hogareños fueron aproximadamente 20 más pequeños para hembras

Cuadro 1.2. Tamaño de los ámbitos hogareños (hectáreas) para venado cola blanca

Localidad Machos Hembras

México

Nuevo León (año seco) 255 271

Nuevo León (año húmedo) 198 212

Texas

Eastern South Texas Plains 588–1,387 154–381

Western South Texas Plains 264 189

Gulf Prairies and Marshes (raiotelemetría) 140 87

Gulf Prairies and Marshes (observación de

venados marcados) ≤219 61

Fuente: Datos tomados de Michael (1965); Inglis, Brown, McMahan, y Hood (1986); Hyde (1987);

y Bello et al. (1998).

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Page 32: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

y machos en un año húmedo comparado con un año seco (Bello et al. 1998).

Los ámbitos hogareños pueden ser más grandes en áreas con suelos infértiles

comparado con suelos de mayor fertilidad. El tamaño promedio anual de los

ámbitos hogareños de hembras se incrementa con el aumento en la densidad

de población (Kilpatrick Spohr, y Lima 2001).

Cuando las necesidades básicas del venado se pueden llenar en un área

pequeña, entonces el ámbito hogareño será menor comparado con un hábi-

tat donde las necesidades básicas se encuentran más espaciadas. Los ámbitos

hogareños son más pequeños en hábitats con un alto grado de yuxtaposición

y distribución de las comunidades vegetales, alimento, agua, y cobertura en

virtud de que los venados reúnen sus requerimientos en un área relativamente

más pequeña (Beier y McCullough 1990).

Movimientos del Venado Cola Blanca

En ocasiones los venados deambulan dentro de sus ámbitos hogareños. Estos

movimientos se conocen como viajes (Inglis et al. 1986). Las condiciones del fo-

rraje y la cobertura dentro del ámbito hogareño pueden variar temporalmente

debido a una sequía u otros factores y bajo estas condiciones los venados pue-

den trasladarse para encontrar sitios con mejores condiciones de forraje o co-

bertura que pudieran usar temporalmente. El disturbio causado por humanos

o la escasez de agua puede forzar a los venados a trasladarse a áreas con menos

disturbio y mayor disponibilidad de agua. Cuando los venados permanecen

en la nueva área a donde se han trasladado, esto se conoce como dispersión y

en estos casos los venados no retornan a su ámbito hogareño original.

En una población de venado cola blanca, los machos de menos de 3 años de

edad son los que se dispersan con más frecuencia y los machos de año se dis-

persan más que cualquier categoría de edad o sexo dentro de la población (Nel-

son y Mech 1984), siendo los que pueden separar de sus madres e iniciar viajes

de exploración cuando tienen aproximadamente un año de edad. En el oeste

de las planicies del sur de Texas, la mitad de los machos de año en la población

de venados se dispersaron en promedio 4.25 km de su ámbito hogareño original

(McCoy 2001). Adicionalmente, otro 18 de los machos de año utilizaron su

ámbito hogareño original pero comenzaron a utilizar nuevas áreas a una dis-

tancia de 3.2 a 5.6 km fuera de su ámbito hogareño original. Los machos de año

restantes permanecieron en su ámbito hogareño original. En un hábitat más

productivo en el este de las planicies del sur de Texas, McCoy (2001) encontró

que solamente 26 de los machos de año se dispersaron, 18 utilizaron su ám-

bito hogareño original en combinación con nuevas áreas, y un 56 no se dis-

persó. Los machos de año que se dispersaron viajaron un promedio de 7.9 km

de su ámbito hogareño original, mientras que los que utilizaron una combina-

ción de áreas nuevas con su ámbito hogareño original viajaron de 3.4 a 13.8 km.

En la region de los South Texas Plains, los venados de año de cuatro puntas se

dispersaron más que los aleznillos. Estos resultados sugieren que existe la posi-

bilidad en una unidad de manejo de retener los venados de más bajo potencial

en términos de crecimiento de astas y perder los de mayor potencial. En unida-

des de manejo de menos de 10,117 ha, la mitad de los machos presentes en esa

unidad en el mes de Octubre de su primer año de vida abandonarán la unidad

completamente ó establecerán ámbitos hogareños en unidades de manejo ad-

yacentes (McCoy, Hewitt, y Bryant 2005).

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Page 33: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

El porcentaje de dispersión de las hembras es mínimo (Tierson et al. 1985;

Purdue, Smith, y Patton 2000). Por ejemplo, en South Carolina, en base a un

análisis genético solo el 13 hembras en la población de venado cola blanca se

dispersó (Purdue, Smith, y Patton 2000). En Michigan, 20 de las hembras

entre 9 meses y 2.6 años se dispersaron de 17.6 a 168 km de sus ámbitos hogare-

ños originales (Nelson y Mech 1992).

Los cervatos son relativamente sedentarios y se mueven menos de 200 m

entre sitios consecutivos de descanso durante las primeras 42 semanas de vida

(Ozoga y Verme 1986). El ámbito hogareño promedio durante el día en el su-

reste de Oklahoma fue de 3.3 ha para cervatos de una semana de edad, a 52 ha

para los de 12 semanas de edad (Garner y Morrison 1977).

Segregación Espacial de Sexos

El traslape en el uso de los espacios varia estacionalmente. Por ejemplo en Mi-

chigan, los machos y las hembras compartieron de 56 a 58 del hábitat dispo-

nible a través del año a excepción de la temporada de parición (McCullough,

Hirth, y Newhouse1989). El traslape decreció a 41 durante las pariciones. Los

machos utilizaron los bosques maderables y los pastizales menos que las hem-

bras durante el invierno y la estación reproductiva. Durante el resto del año

ambos sexos utilizaron con frecuencia diferentes áreas dentro del mismo há-

bitat lo cual, redujo el traslape en el uso del espacio durante la mayor parte del

año. En Jalisco, México, las hembras evitaron las áreas de drenaje y prefi rieron

las laderas mientras que los machos utilizaron las áreas de drenaje (Sánchez-

Rojas citado por Mandjuano et al. 1996).

La Interrelación del Venado Cola Blanca con el Venado Bura en el Hábitat

Las poblaciones de venado cola blanca y bura se traslapan en el mismo hábitat

en partes de las regiones de Tans-Pecos, el Oeste del Edwards Plateu, los High

Plains, y los Rolling Plains en Texas (Wiggers y Beasom 1986). El venado cola

blanca parece estar desplazando al venado bura en los hábitats de traslape, po-

siblemente debido a que el incremento de las plantas arbustivas favorece al ve-

nado cola blanca (Wiggers y Beasom 1986).

El porcentaje de cobertura aérea de plantas arbustivas fue el único factor

que diferenció los hábitats con altas densidades de venado bura y cola blanca

en un estudio realizado en Texas y el este de New Mexico (Wiggers y Beasom

1986). La cobertura aérea de arbustivas promedió 63 en áreas de alta densidad

de venado cola blanca comparado con 43 en áreas con alta densidad de venado

bura. El venado cola blanca se favorece a expensas del venado bura cuando la

cobertura aérea de arbustivas se incrementa a más de 50.

El venado cola blanca de las Serranías del Carmen consumió más ramoneo

en las áreas que compartió con venado bura (Krausman 1978). El ramoneo, las

herbáceas, y las suculentas constituyeron 44, 14, y 18, respectivamente, de las

dietas de venado cola blanca en una área sin venado bura, comparado con 31,

15, y 34, respectivamente, en áreas que compartió con venado bura. El venado

bura utilizo pendientes más pronunciadas que el venado cola blanca en el oeste

de la región del Edwars Plateu en Texas (Avey et al. 2003). La cobertura aerea

de arbustos utilizados como sitios de descanso fue mayor para el venado cola

blanca (54) que para venado bura (38). El venado cola blanca utilizó áreas

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Page 34: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

con mayor cobertura aérea de arbustivas para el ramoneo (54) comparado

con el venado bura (21).

El incremento en las arbustivas es probablemente más importante en el in-

cremento del venado cola blanca y el decremento del venado bura que la hibri-

dación, aunque tanto los cambios en el hábitat y la hibridación podrían estar

contribuyendo. La cobertura arbustiva puede manipularse para benefi ciar una

u otra especie (Avey et al. 2003). Se debe mantener una baja cobertura aérea

de vegetación arbustiva en áreas con pendientes pronunciadas y promover el

crecimiento de las herbáceas para benefi ciar ambas especies (Avey et al. 2003).

La cobertura aérea de arbustivas debe ser mayor de un 50 en áreas de drenaje

y debe promoverse el incremento de los zacates.

El traslape de poblaciones de venado cola blanca y bura ha resultado en la

hibridación entre las 2 especies (Stubblefi eld, Warren, y Murphy 1986; Cathey,

Bickham y Patton 1998). Los híbridos podrían parecerse más a los cola blanca

que a los bura (Carr et al. 1986). En la región de Trans-Pecos en Texas, 2 de 27 ve-

nados de la población de la zona de traslape fueron híbridos (Cathey, Bick ham

y Patton 1998). En la región de los Rolling Plains, 2 de 15 venados examinados

resultaron híbridos (Bradley et al. 2003).

Agua

Las necesidades de agua del venado cola blanca varían considerablemente de-

pendiendo de factores tales como la temperatura ambiente, la suculencia de la

vegetación, y el estado fi siológico del venado. La información disponible sobre

las necesidades de agua para el venado es incipiente. Sauer (1984) sugirió que en

climas templados el consumo de agua por el venado es de 2 a 3 veces del volu-

men de materia seca que consumen. El consumo de agua ad libitum (a libre

acceso) se incrementó con el aumento en la relación de guajillo seco que con-

tiene algunos compuestos secundarios, y con alfalfa seca molida en las dietas

de machos adultos (Campbell 1999). El consumo diario de agua fue de 6.7, 6.2,

5.4, y 4.4 litros con 0, 25, 50, y 75 de guajillo, respectivamente. El consumo

mínimo y máximo estimado de agua en Jalisco, México fue de 1.9 a 3.9 litros

por venado adulto, 1.4 a 1.7 litros por venado juvenil, y 0.8 a 1.7 litros por cervato

(Mandujano et al. 1996). En contraste, las hembras de venado bura en Arizona

requieren de 5.0 a 5.5 litros de agua en un período de 24 horas (Hervert y Kraus-

man 1986). Los venados reducen el consumo de materia seca cuando el con-

sumo de agua se restringe a 33 de su consumo a libre acceso (Lautier, Dailey,

y Brown 1988).

En la región de las Gulf Prairies and Marshes en Texas, los venados bebie-

ron más frecuentemente durante el verano que durante las temporadas más

frescas del año (Michael 1967). Las hembras gestantes consumieron agua con

más frecuencia durante la gestación y lactación que durante el resto del año.

Prasad y Guthery (1986) reportaron un mayor uso de las fuentes de agua por el

venado durante el verano y otoño que durante el invierno y la primavera. Los

venados utilizaron las fuentes de agua durante las primeras dos horas del día

después de la salida del sol y una hora y media antes de la puesta del sol; no se

realizaron observaciones del uso del agua durante la noche o durante el día.

Los venados permanecieron bebiendo durante 75 a 110 segundos.

El venado obtiene agua de la humedad contenida en la vegetación y pueden

sobrevivir por largos períodos de tiempo sin agua superfi cial sí la disponibili-

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Page 35: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Requerimientos de

Hábitat para el Venado

Cola Blanca

dad de plantas suculentas es adecuada (Marchinton y Hirth 1984). El ramoneo

por lo general contiene de 45 a 65 de agua, las herbáceas contienen de 70 a

90 y las pencas de nopal 90 (Richardson, sin fecha). El alto consumo de

nopal por el venado durante el verano podría ser el resultado de la necesidad

de agua. Muchos arbustos son caudocifolios y pierden sus hojas durante la se-

quía para reducir la transpiración. Las hojas y rebrotes tiernos de los arbustos

y herbáceas perennes tienden a envejecer durante el verano, mientras que el

nopal retiene el alto contenido de humedad a excepción de los casos de sequías

severas. En la región de Trans-Pecos en Texas, las suculentas pueden constituir

solo el 6 de la dieta de venado cola blanca de la sierra del Carmen que habita

cerca de los nacimientos de agua (Krausman y Ables 1981). En contraste, las

suculentas constituyeron un 70 de la dieta cuando los nacimientos de agua se

secaron por baja precipitación.

El agua superfi cial es esencial para el venado en hábitats áridos (Rosen-

stock et al. 1999). La distribución del venado cola blanca de las Serranías del

Carmen en la región de Trans-Pecos en Texas está estrechamente relacionada

con la disponibilidad de agua superfi cial (fi g. 1.20; Krausman y Ables 1981). El

venado cola blanca coues en Arizona seleccionó áreas en un radio de 0.4 km

de las fuentes superfi ciales de agua y evitó las áreas más lejos de 1.2 km del

agua (Rosenstock, Ballard, y Devos 1999).

El venado cola blanca utiliza agua superfi cial en los hábitats secos de Ok-

lahoma, Texas, y el norte de México, pero no existe información de que el agua

superfi cial sea esencial (Rosenstock, Ballard, y Devos 1999; Krausman 2002).

Las hembras y machos prefi rieron áreas en un radio de 0.8 km del agua en

las Planicies del Sur de Texas (Hyde 1987). Se ha recomendado el desarrollo

de fuentes de agua para venado cola blanca en base a benefi cios supuestos.

Por ejemplo, la recomendación para las regiones del Cross Timbers y Prairies

Región en Oklahoma es de un promedio de 1 fuente de agua por cada 130 ha

Figura 1.20. El hábitat para venado cola blanca en la serranía de Maderas del Carmen en el

norte de México. La distribución del venado cola blanca en esta región esta estrechamente

asociada con la disponibilidad de agua superfi cial. Fotografía © Timothy E. Fulbright.

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Page 36: REQUERIMIENTOS DE HABITAT PARA EL VENADO COLA BLANCA

Capítulo 1

(Gee et al. 1991). En la región del sur de Texas, se ha recomendado un espacia-

miento entre bebederos de 366 a 549 m (Davis 1990). Sin embargo el desarrollo

de fuentes de agua podría no ser tan benéfi co como se presume en el caso de

ungulados silvestres (Broyles 1995).

Resumen

El hábitat ideal para el venado cola blanca en las zonas secas de Oklahoma,

Texas, y el norte de México debe reunir los requerimientos para todas las eda-

des y sexos. Las características del hábitat ideal incluyen: (1) áreas de vegeta-

ción diversa, cobertura arbustiva densa y diversa con una buena distribución a

través del agostadero para proveer el hábitat óptimo para machos y hábitat de

protección para las hembras paridas; (2) áreas densas de nopal y otras suculen-

tas distribuidas en el agostadero, particularmente en el las regiones de South

Texas Plains, y Trans-Pecos en Texas, y el norte de México; (3) áreas con mez-

quites altos con un solo tallo, encinos, palos blancos, y otras especies deseables

para sombra; (4) áreas con zacates de porte medio y alto cerca de la vegetación

arbustiva para echaderos de los cervatos—el mantenimiento de echaderos con

la cobertura apropiada requiere de un manejo adecuado del pastoreo de ga-

nado (capítulo 5); (5) un agostadero compuesto por áreas dominadas por plan-

tas arbustivas bién distribuidas con áreas abiertas con herbáceas y zacates en

diferentes porcentajes dependiendo de la precipitación anual, la composición

de especies en el sitio, la cobertura de arbustivas y su estructura, la topografía

y la cantidad de disturbio humano; (6) áreas abiertas bién distribuidas y yux-

tapuestas con una matriz de arbustivas deberían estar rodeadas por sufi ciente

vegetación arbustiva para proveer cobertura de protección—las áreas abiertas

pueden crearse mediante el establecimiento de bancos de proteína (capítulo 6)

o manejo de arbustivas (capítulo 7); (7) áreas dominadas por arbustivas que se

encuentren interconectadas para facilitar el movimiento de los venados de las

áreas densas de arbustivas a las áreas abiertas y viceversa; (8) comunidades de

vegetación tales como áreas de drenaje dominadas por mezquite que no estén

fragmentadas (capítulo 3); (9) características importantes del hábitat, inclu-

yendo agua superfi cial y yuxtapuestas entre sí. El hábitat ideal debería produ-

cir las clases y cantidades de forraje necesarias para llenar los requerimientos

nutricionales del venado.

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