Revista Actualidad n.º 29

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CISeAL, un centro internacional para investigar la salud 7.8 grados: una ocasión para la solidaridad Totoraloma: donde hicimos las cosas entre todos Los nuevos desafíos de la PUCE Ecuador megadiverso n.° 29. Año 2016 Pontificia Universidad Católica del Ecuador

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CISeAL, un centro internacional para investigar la salud

7.8 grados:una ocasión para la solidaridad Totoraloma:

donde hicimos las cosas

entre todos

Los nuevos desafíos de la PUCE

Ecuador megadiverso

n.° 29. Año 2016

Pontificia Universidad Católica del Ecuador

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Expresa un saludo afectuoso a la comunidad educativa de la PUCE, a sus Directivos, Docentes, Personal Administrativo y de Servicios en sus 70 años de vida Institucional.

Reconocemos su esfuerzo académico y compromiso social hacia la comunidad ecuatoriana, y auguramos éxitos en su loable misión.

LA ASOCIACIÓN DE PROFESORESDE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD

CATÓLICA DEL ECUADOR

Master Halina Lyko Marczak - Presidenta Master Gustavo Yánez Cajas - VicepresidenteDoctora Marisol Garcés Almeida - Secretaria MBA Edmundo Maldonado Landeta - TesoreroDoctor Luis Panchi Vasco - Primer Vocal Principal Master Jorge Mora Varela - Segundo Vocal PrincipalDoctora Bertha García Gallegos - Tercer Vocal Principal Magister José Luis Calero Mieles - Primer Vocal SuplenteMagister Katia Naranjo Espín - Segundo Vocal Suplente Doctor Querubín Patricio Flores Núñez - Tercer Vocal Suplente

El directorio de la Appuce

y compártela”(San Ignacio de Loyola)

“Alcanza la excelenciaP

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Fidelidad creativa:¡esa es la actitud!Fernando Ponce León, S.J.RECTOR DE LA PUCE

Nuestra Universidad cumplió el pasado noviembre setenta años de existencia. Decir que la vamos a construir o reconstruir suena pretencioso porque muchas personas antes que nosotros ya se dedicaron a esto, y con buenos resultados como queda a la vista. ¿Qué se puede hacer todavía en una institución que nos precede y que sin duda nos sobrevivirá?

Hay una gran diferencia entre tradición y tradicionalismo. La primera evoca la identidad y misión recibidas de otros para su traducción al presente por nosotros. En este sentido, la PUCE cuenta con una larga y probada tradición en la educación superior del país. Sabemos cómo hacer educación universitaria porque debemos a las generaciones anteriores el que nos hayan transmitido lo que somos y podemos ofrecer al país.

Pero la PUCE no es tradicionalista. Una cosa es la conciencia de responsabilidad ante la identidad y misión recibidas, otra es la fijación con las formas culturales e históricas que configuraron etapas pasadas de la universidad. El tradicionalismo confunde sustancia con accidentes, se queda con el

envoltorio y teme al cambio. El tradicionalismo mata la tradición.

Lo que hoy somos y hacemos es lo mismo desde nuestra fundación: una propuesta alternativa en educación superior. Así como en sus inicios la Universidad Católica fue la alternativa a la educación superior estatal desde la afirmación de la libertad de educación, hoy tiene por delante muchos desafíos a los cuales debe responder con creatividad y osadía. Si la educación superior se considera una mercancía más, sostendremos que es un bien público. Si se la entiende como tarea exclusiva del Estado, diremos que el país es, ante todo, ciudadanía, que también vive como sociedad civil en sus diversas asociaciones. Si se nos propone el paradigma tecno-científico como horizonte de salvación, afirmaremos que el ser humano, en convivencia armónica con la naturaleza, es el sentido de los diversos saberes científicos, sociales o humanísticos. Si se nos quiere vender una visión chata de la persona y la sociedad, responderemos con una propuesta de trascendencia e interioridad. Mientras algunos pretenden formar a los mejores del mundo, nosotros aspiramos a formar a los mejores para el mundo. A quienes

miden la excelencia académica en la universidad por el número de personas que excluyen, diremos que más calidad para más personas es nuestra manera de entender la excelencia.

Debemos actuar creativamente para mantener viva nuestra tradición académica en el presente, lejos del inmovilismo o pereza del tradicionalismo. La fidelidad creativa es la actitud que hoy más se requiere en la comunidad universitaria, virtud señalada ya por un anterior Superior General de los Jesuitas ante los suyos. Claro que hoy ya no se tiene a la universidad de los años cuarenta o cincuenta como referente, pero sí es verdad que el tradicionalismo “en pequeña escala”, ese que se expresa en frases como “siempre se ha hecho así” o “no se puede hacer”, es la principal traba a la reinvención de nuestra Universidad.

Los cambios que se han realizado en este año, y de los cuales este número ofrece una reseña, han de juzgarse en función de su alineamiento con nuestra tradición siempre viva de ser una alternativa en educación superior. Las puertas del rectorado estarán siempre abiertas para escuchar a quienes quieran sumarse en esta dirección. Dr. Fernando Ponce León, S.J.

Rector de la PUCE

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6 Transcurrieron 70 años entre el tiempo y el espacio

12 La PUCE presenta su nueva imagen

14 Nuevas tecnologías para el control del Aedes aegypti

18 Peter Thomson en la PUCE

19 Obispo y prorrector

20 La internacionalización de la universidad ecuatoriana

28 Biología Marina se mudó a la capital

30 Un Dōjō en la PUCE

39 Flores, frutas e inclusión

40 Estela

42 Tejer danzando: un arte de altura

45 La educación en tiempo de crisis

46 Médicos se especializan en todo el país

48 Cabaña del cacao: compromiso de palabra y obra

52 Ecuador megadiverso

56 Emprender para aprender

58 Emprender en unidad

62 El renovado rostro del museo Weilbauer

Consejo editorial

Fernando Ponce León, S.J. Yohanna Piedra Costales Patricio Cevallos López Andrea Carrillo Andrade

Edición general

Yohanna Piedra Costales

Coordinación editorial

Andrea Carrillo Andrade

Edición gráfica

Patricio Cevallos López

Colaboradores

Diego Andrade Jenny Arroyo Patricio Ávila Esteban Baus Eduardo Barahona Rocío Bermeo Santiago Burneo Mauricio Córdova Guadalupe Cruz Roberto Díaz Antonio Domínguez Javier España Margalida Font, M.Id. P. César González Mario Grijalva Diego Guevara, S.J. Diego Jiménez, S.J. Mónica Mancheno

Claudia Mora Marco Neira Álvaro Pérez Liesel Pérez Santiago Ron María José Rubio, M.Id. David Sotomayor P. Aitor Urbina Carolina Vasco Enrique Villacís

Fotografía

Martha Barriga Santiago Burneo Rubén Jarrín Luis Mariño Santiago Ron

Ilustración

Patricio Cevallos López

Impresión y distribución

Diario El Comercio

Prohibida la reproducción de los contenidos de esta publicación sin la autorización de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Av. 12 de Octubre n.° 1076 y Vicente Ramón Roca

PBX 299 1700

Quito, Ecuador

www.puce.edu.ec

n.° 29

Publicación anual de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, producida por la Dirección de Promoción y Comunicación.

Año 2016

ISSN: 1390-5589

Nota del Rector: Las opiniones expuestas en los artículos de esta revista no reflejan la posición oficial de la PUCE.

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167.8 grados: una ocasión para la solidaridadEl terremoto de Pedernales constituyó una oportunidad para apreciar la capacidad y calidad de respuesta de la PUCE frente a los más necesitados.

Los nuevos desafíos de la PUCEEl plan estratégico 2016-2020 plantea múltiples y ambiciosos retos para nuestra institución.

Totoraloma: donde hicimos las cosas entre todosLa participación conjunta de estudiantes de la PUCE y la colectividad de Chibuleo dieron como resultado la casa comunal.

CISeAL, un centro internacional para investigar la saludEl campus de la PUCE en Nayón acoge a científicos nacionales e internacionales dedicados a investigar enfermedades y su tratamiento.

Agenda global, acciones localesLa participación de la PUCE en Hábitat III, conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible, que tuvo lugar en Quito.

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Todo lo que describen es visual, tan iluminado como si se presenciara un escenario con candilejas, y van relatando las líneas a medida que la conversación se vuelve enigmática, llena de anécdotas e historias que forman parte de la creación de la Universidad Católica.

Con sus recuerdos es fácil sentir un buen oído interior que suena bastante bien, en aquel escenario que percibe el tiempo transcurrido desde su primera clase recibida en la Universidad, en la calle Bolívar n.° 343, en una casona blanca con muchas ventanas y varias habitaciones que se convertían en aulas para los 54 estudiantes recibidos para iniciar esta importante institución de educación superior.

Tres personajes respetables relatan sus vivencias como primeros estudiantes y únicos sobrevivientes de esta legendaria generación:

Gonzalo ChiriboGa Cordovez, Juan viCente esCudero dávalos y alfredo fuentes roldán; sus edades oscilan entre los 89 y los 90 años.

Desde los primeros años de su fundación hispánica, la ciudad de Quito contaba con tres importantes universidades: en 1603 fundan los agustinos el Estudio General San Fulgencio. En 1622 crean los jesuitas la Universidad San Gregorio Magno. Y en 1681 los dominicos alcanzan de Inocencio XI, las mismas facultades que las otras órdenes para iniciar la Universidad Santo Tomás de Aquino (Tobar Donoso, 1972).

Así, la capital de la Real Audiencia se convertía en foco del saber superior.

El 22 de noviembre de 1852 el presidente José María Urbina expulsó de Ecuador a los jesuitas y la educación superior fue afectada.

En el siglo XX, luego de un prolijo estudio, el día 2 de julio de 1946 se

dictó el decreto n.° 1228, expedido por el presidente de la República, Dr. José María Velasco Ibarra. Se autorizaba en él la fundación de universidades particulares. Este decreto entró en vigencia con su publicación en el Registro Oficial n.° 629, del 8 de julio del mismo 1946, páginas 5862 a 5865 (Ortiz Bilbao, 1990).

El P. Aurelio Espinosa Pólit, S.J., a nombre y en representación de la Universidad Católica, solicitó del Ejecutivo la autorización para el funcionamiento del primer curso de la Facultad de Jurisprudencia. La autorización fue concedida a través Acuerdo Ejecutivo n.° 78 del 26 de septiembre de 1946, publicado en el Registro Oficial n.° 700 de 1 de octubre de 1946, página 5891, siendo ministro de Educación el Ing. Pedro Pinto Guzmán (Ortiz Bilbao, 1990).

Transcurrieron 70 años entre el tiempo y el espacioEntrevista a Gonzalo Chiriboga Cordovez, Juan Vicente Escudero Dávalos y Alfredo Fuentes Roldán

Yohanna Piedra CostalesCOORDINADORA DE COMUNICACIÓN DE LA PUCE

Juan Vicente Escudero Dávalos y Alfredo Fuentes Roldán, alumnos fundadores.

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Así nace la Universidad Católica con una estructura jurídica digna y sólida. Fue inaugurada el 4 de noviembre de 1946. A las 08h00 se celebró una misa en la Basílica del Voto Nacional presidida por el Excelentísimo Monseñor Carlos María de la Torre, Arzobispo de Quito y Gran Canciller de la Universidad, y concelebrada por el P. Aurelio Espinosa Pólit, S.J., su primer rector. A las 11 de la mañana, en el local de la Universidad, en la calle Bolívar n.° 343, tuvo lugar la bendición y entrega del local a los profesores y estudiantes.

El cuerpo gubernativo estaba conformado por el Excmo. y Rvmo. Mons. Carlos María de la Torre, Arzobispo de Quito y Gran Canciller de la Universidad, el P. Aurelio Espinosa Pólit, S.J., rector, el Dr. José

María Pérez Echanique, vicerrector, Mons. Ángel Humberto Jácome, Canónigo Magistral, el Ldo. Víctor Hugo Bayas Valle, secretario, y el Sr. Jaime Acosta Velasco, tesorero.

Los directivos de la Facultad de Derecho fueron el Dr. Julio Tobar Donoso, decano, y el P. Eduardo Vázquez Dodero, S.J., subdecano.

Los exestudiantes recuerdan con mucho aprecio a sus profesores a quienes no dudan en calificar como extraordinarios jurisconsultos del país y los nombran uno por uno:

Manuel Elicio Flor Torres, Enrique Arízaga Toral, Francisco Chiriboga Bustamante, Ruperto Alarcón Falconí, José María Egas, Juan León Mera Iturralde, Jacinto Jijón y Caamaño, Luis Alfonso Ortiz Bilbao,

Carlos Manuel Larrea, Alejandro Ponce Borja, Mariano Suárez Veintimilla, Carlos María de la Torre, Alfonso María Mora Vélez, Jorge Pérez Serrano y Jorge Chacón, S.J.

Todos ellos eran profesores ad honorem, no percibían remuneración económica, colaboraban por la honra y el prestigio que la docencia superior brinda.

El horario de clases era de 07h00 a 12h00. Los exestudiantes dicen: “algunos trabajaban en la tarde, y otros reforzaban las clases de redacción con el P. Aurelio Espinosa Pólit, S.J.”.

La primera clase que tuvieron fue la de Derecho Romano dictada por el Dr. Alfonso María Mora Vélez.

Los primeros estudiantes de la Universidad Católica describen al Dr. Julio Tobar Donoso como un caballero ilustre que guardaba su compostura como decano y que jamás se apartó de sus estudiantes: siempre estuvo acompañándolos en su proceso académico. Fue presidente de la Academia Ecuatoriana de la Historia, maestro insigne con una vasta cultura. En el ámbito político se había desempeñado como Canciller de la República del Ecuador.

A las 10h00 de la mañana los estudiantes fundadores solían tener un receso que les permitía reunirse, algunas ocasiones, en el Hotel Savoy, donde muchas de esas veces compartían innumerables conversaciones fraternas e inolvidables con el alcalde de la ciudad de Quito, Jacinto Jijón y

Caamaño. Cabe resaltar que el señor Jijón y Caamaño donó a la Universidad todos los duplicados de su biblioteca que coparon el edificio de la Universidad ya que su obsequio fue sumamente generoso y fueron fuente de consulta de los estudiantes. Ellos consideran que haberse graduado en este centro de educación superior se convirtió en un emblema de prestigio profesional a lo largo de toda su vida, gracias a la educación recibida.

Cabe mencionar que en 1963, se confió la dirección de la Universidad a la Compañía de Jesús, con beneplácito y agradecimiento del Padre Juan B. Janssens S. J., Prepósito General de la Orden.

Entre sus anécdotas recuerdan con calidez nuestros entrevistados a su compañero Felipe Fogarty, único

casado del grupo y padre de una niña. Por este motivo, la mayoría de los compañeros frecuentaban su hogar para charlar y también para estudiar. Recalcan además que era el mayor de ellos, ya que él fue veterano norteamericano de la II Guerra Mundial antes de ser estudiante de la Universidad Católica y fue el primero en graduarse.

Los tres estudiantes fundadores evocan con especial aprecio a todos sus compañeros, entre ellos a Jorge Salvador Lara, el matriculado n.° 1 de la Universidad Católica, y le dicen con afecto el “Loro Salvador”. Posteriormente, el Dr. Salvador Lara se destacó como maestro, político, diplomático e historiador. Recuerdan con cariño que se casó con el amor de toda su vida: “Teresita” Crespo Toral.

Los primeros estudiantes de la PUCE, todos ellos de Jurisprudencia, acompañados por sus profesores. En el centro, Monseñor Carlos María de la Torre, Arzobispo de Quito y Gran Canciller de la Universidad.

Los primeros graduados de la PUCE fueron condecorados en la sesión solemne por los 70 años de vida institucional.

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En sus conversaciones no dejan de nombrar a Gustavo Riofrío Salvador, a quien consideran un extraordinario hombre que luego, con el transcurrir de los años, fue tesorero de la Universidad, director general administrativo-financiero y posteriormente sacerdote de la Arquidiócesis de Quito: Párroco del Sagrario y Canónigo Magistral de la Catedral Metropolitana. Recuerdan que le visitaban en la casa que existe junto a la Iglesia del Sagrario denominada la Casa de Casillas.

Mencionan a Juan Larrea Holguín a quien con estima le llaman “Juanito”: “un estudiante brillante”, que se ordenó de sacerdote, sobresaliente experto en Derecho Civil: había sido uno de los más estudiosos de la primera generación. Escribió importantes obras y falleció cuando ejercía como Arzobispo de Guayaquil.

Entre las anécdotas con sus profesores, cuentan de un profesor reconocido a nivel internacional, que cuando daba sus clases no podía

dejar de fumar y lo hacía inclusive cuando hablaba. Ellos esperaban que el cigarrillo se le cayera; pero él lo cambiaba en su boca de un lado a otro con tal precisión que esto jamás sucedió.

Pregunto a Gonzalo Chiriboga Cordovez, Juan Vicente Escudero Dávalos y Alfredo Fuentes Roldán los nombres de sus compañeros y los tres logran recordar uno a uno a todos ellos:

Numerosas generaciones se han formado en la PUCE a lo largo de sus setenta años de vida institucional.

Según Jorge Salvador Lara, esta floreciente generación finaliza sus estudios al egresar de la Universidad el 7 de noviembre de 1952, en el Salón de la Ciudad (PUCE, 1996).

Setenta años fecundos que han fortalecido la relación de amistad sostenida en el tiempo y en la confianza y se transforma en un testimonio lleno de nostalgia y alegría.

Bibliografía

ortiz bilbao, luis a. (1990) “Cómo nació la Pontificia Universidad Católica del Ecuador” Revista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, n.° 53, pp.26, 34.

PontifiCia universidad CatóliCa del eCuador (1996). Libro de Oro, p. 19.

tobar donoso, Julio (1972). “Fundación de la Universidad y primer rectorado”. Revista de la Universidad Católica n.° 1, pp. 11.

PontifiCia universidad CatóliCa del eCuador (1996), Facultad de Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador 1946-1996. Estudios en homenaje al cincuentenario de su fundación, Quito, Centro de Publicaciones PUCE, 544 págs.

En línea:

Fudación Iglesia de la Compañía (s/f). “Cronología Jesuitas del Ecuador”. En http://fundacioniglesiadelacompania.org.ec/portal/index.php/la-iglesia/jesuitas-en-el-ecuador (ingresado el 3 de septiembre de 2016).

1.- Jorge Salvador Lara2.- Luis Alfredo Díaz3.- Luis Humberto Berrazueta Erazo4.- Jorge Ignacio Zúñiga Carrillo5.- Hugo Vega Sánchez6.- Alfonso Aguirre Vásconez7.- Carlos Manuel Jiménez Salazar8.- Carlos de la Torre Reyes9.- Juan Ignacio Larrea Holguín10.- Carlos Alfredo Luna Tobar11.- César Mosquera Rendón12.- Bolívar Francisco Lucio-Paredes Benítez13.- Roberto Morales Almeida14.- Gustavo Ramos Mancero15.- Alfredo Costales Samaniego16.- Gonzalo Fernando Chiriboga Cordovez17.- Clemente Haro Montalvo18.- Carlos Alfonso Villacís Albuja19.- Juan Vicente Escudero Dávalos20.- Aníbal Napoléon Gallegos Ruiz21.- Francisco Ernesto Rivadeneira García22.- Lucindo Francisco Almeida Terán23.- Juan Bautista Moreno Valdez24.- José Rafael Borja Peña25.- Gonzalo Paredes Crespo26.- Telmo Cevallos Guayasamín27.- Oswaldo Jarrín Jarrín

28.- Vicente Soria Guijarro29.- Guillermo Bravo Proaño30.- Ángel Guillermo Ríos Andrade31.- Jorge Oswaldo Cartagena Almeida32.- Francisco Mera Borja33.- César Mariano Moreno Rendón34.- Jaime Alfredo Fuentes Roldán35.- Leopoldo Enrique Robayo Torres36.- Álvaro Eloy Morales González37.- Plutarco García Saltos38.- Manuel Jaramillo G.39.- José Clemente Bognoli Baca40.- Julio Elicio Lemos Paredes41.- Cristóbal Ponce Ribadeneira42.- Leonardo Cevallos Almeida43.- Filoteo Samaniego Salazar44.- José Antonio Barahona Sáenz45.- Renán Flores Jaramillo46.- Gustavo Riofrío Salvador47.- Eduardo Kouri Meunier48.- Luis Cueva Eguiguren49.- Guillermo Gavilanes Vélez50.- Luis Aníbal Pavón Grijalva51.- Claudio Hernán Crespo Malo52.- Ricardo Tapia Almeida53.- Felipe Fogarty Mullin54.- Raúl Alejandro Ormaza

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La Pontificia Universidad Católica del Ecuador es la institución particular de educación superior más antigua del país. Fundada en 1946, bajo el liderazgo del insigne humanista Aurelio Espinosa Pólit, S.J., la Universidad cumple ahora 70 años de labor ininterrumpida en beneficio de la juventud ecuatoriana. Durante estas décadas, la PUCE ha trabajado incansablemente en la formación de profesionales comprometidos y convencidos de su vocación de servicio a la sociedad. Por ello, ha consolidado un nombre y un prestigio que la ha llevado a ser considerada una de las mejores universidades de Ecuador.

Así como las personas cambian y modifican su percepción sobre sí mismas, las instituciones también lo hacen. Esta transformación responde a una renovación de la identidad corporativa, un proceso de evolución que supone una nueva manera de comunicar y reforzar los principios, la filosofía y la institucionalidad de una entidad.

En palabras del rector de la PUCE, Dr. Fernando Ponce León, S.J., la Universidad ha iniciado una etapa de transformaciones y

descubrimientos que son motivo de mucho entusiasmo. Con este espíritu, el objetivo de la nueva imagen es posicionar a la PUCE como una institución de educación superior moderna e innovadora, profundamente inspirada en el espíritu cristiano.

La nueva imagen busca fortalecer la identificación de los miembros de la institución con valores y principios éticos que se concretan en su vocación de servicio, la búsqueda constante del desarrollo integral del ser humano, el fomento permanente de la excelencia académica. La nueva imagen constituye la representación de lo que la PUCE es actualmente: una universidad que mira hacia el porvenir, hacia los retos del futuro, que fortalece su potencial y capacidad de innovación.

San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, quien supo encauzar con determinación y disciplina la fe que alimenta el espíritu cristiano, inspira la nueva imagen. El trazo de las líneas y formas que conforman la imagen gráfica está compuesto por un módulo que toma como base conceptual la historia de San Ignacio,

quien lidera y guía la Compañía de Jesús. Las líneas horizontales representan un camino de fortaleza, compromiso, valor y victoria de la fe en Cristo. Completa este conjunto una arista que emerge hacia el exterior e indica una dirección, un punto cardinal, una senda y un objetivo de evangelización y entrega al prójimo.

La estructura total de la composición es circular, una forma asociada con el planeta, que trae a la memoria la imagen institucional que ha acompañado a la PUCE durante estos 70 años.

El módulo gráfico se repite en el círculo y forma simétricamente el símbolo fundamental de la fe católica, imprescindible en el modelo educativo y en el perfil de los miembros de la comunidad de la PUCE: la cruz. Sus aristas evocan la figura de una brújula que hace referencia a los cuatro puntos cardinales. La PUCE, como sistema nacional, se encuentra ahora más unida que nunca en todo Ecuador: Quito, Ibarra, Santo Domingo de los Tsáchilas, Ambato, Manabí y Esmeraldas.

Una renovación de identidad:

La PUCE presenta su nueva imagenClaudia Mora GómezDIRECTORA CARRERA DE DISEÑO

A este conjunto de representaciones y asociaciones simbólicas se suma la percepción de una X sobre la cruz, que alude a la primera letra de la palabra “Cristo” en griego. Esta forma también se vincula con las llaves cruzadas de San Pedro, símbolo del Sumo Pontífice, en relación con el carácter pontificio de nuestra Universidad.

El complemento textual de la imagen, conformado por el sintagma “Pontificia Universidad Católica del Ecuador”, que forma el acrónimo “PUCE”, muy conocido y respetado en el mundo académico y la sociedad

ecuatoriana, está elaborado con una tipografía que denota, en sus rasgos estructurales, modernidad y dinamismo, y que visualmente otorgan a la imagen equilibrio, fuerza y solidez.

La propuesta cromática hace referencia a cualidades tanto espirituales como intelectuales: capacidad de reflexión, amor por la ciencia y cultivo del conocimiento, que expresan los valores de excelencia académica que la PUCE ha alcanzado en sus 70 años de vida.

La Universidad, como se planteó en la homilía celebrada por su aniversario, el 9 de noviembre de 2016, se debe apoyar siempre en la certeza de su definición como institución católica y pontificia, en sus objetivos de transformación de la vida de las personas y de la sociedad. La nueva imagen de la Universidad, más allá de un cambio visual, es la expresión concreta del carácter plenamente vigente de sus valores y principios de identidad, que la diferencian de las demás instituciones de educación superior del país.

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Las últimas décadas han sido escenario de la aparición, reemergencia y dispersión de muchas enfermedades infecciosas, incluyendo aquellas transmitidas por insectos. De entre las afecciones transmitidas por mosquitos, tradicionalmente la malaria, el dengue y la fiebre amarilla han sido las mejor conocidas. Sin embargo, en años recientes esta lista ha aumentado con patógenos hasta hace poco desconocidos, como por ejemplo, el virus del chikungunya y, últimamente, el zika. Este último, desde su aparición en el continente americano a mediados de 2015, ha cobrado importancia con una velocidad sin precedentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al zika como una emergencia de salud pública internacional a principios de 2016.

Aunque en adultos los síntomas de la infección con el virus del zika son variables y pueden incluso pasar desapercibidos, en ciertos casos este virus puede afectar al sistema nervioso, causando complicaciones severas como la microcefalia

en neonatos, y el síndrome de Guillain-Barré.

Al igual que el dengue y el chikungunya, el zika es transmitido, principalmente, por el mosquito Aedes aegypti. Debido a la falta de una vacuna, la prevención de esta enfermedad se basa en el control del insecto transmisor. Para esto, el método de control tradicional es la aplicación de insecticidas químicos; sin embargo, el uso recurrente de estos compuestos ha causado la aparición de poblaciones resistentes a los mismos, reduciendo su eficacia. Por lo tanto, se vuelve imperativo el desarrollo de nuevos métodos de control.

En este contexto, el Centro de Investigación para la Salud en América Latina (CISeAL) y el Laboratorio de Nanotecnología de la PUCE realizan un proyecto conjunto encaminado al desarrollo de nuevos agentes de control basados en extractos vegetales. A diferencia de los insecticidas químicos –que generalmente dependen de uno o unos pocos compuestos activos–, los derivados vegetales consisten de combinaciones de varios

compuestos bioactivos; así se reduce la probabilidad de que los insectos desarrollen resistencia a estas sustancias. Como parte de este proceso, se está explorando la combinación de estos compuestos con nanopartículas, con el propósito de aumentar su eficacia y reducir su toxicidad para otros organismos en el ambiente. Los resultados de esta investigación ofrecerán herramientas nuevas, eficientes, baratas y ambientalmente aceptables para la lucha contra el zika y otras enfermedades transmitidas por mosquitos.

La trascendencia de estas investigaciones radica en que en la actualidad, la OMS ha confirmado la presencia de este virus en más de una veintena de países, con brotes de tamaño considerable en Brasil, Colombia, El Salvador, Panamá y Cabo Verde. Según Infobae, Brasil, por ejemplo, confirmó 1 551 casos de microcefalia y 69 muertes asociadas al virus. En Ecuador, el zika ha representado un total de 135 casos de enfermedad, de los cuales 9 se han presentado en mujeres embarazadas.

CISeAL:

Nuevas tecnologías para el control del Aedes aegyptiMarco Neira Oviedo

Foto: Rubén D. Jarrín E.

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Hace 40 años, en Vancouver-Canadá, se desarrolló la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat I); veinte años después, en 1996, Estambul-Turquía fue el escenario para hablar sobre vivienda adecuada y desarrollo sostenible de los asentamientos humanos en el mundo (Hábitat II). Octubre de 2016 fue el momento para discutir cómo se planifican y gestionan las ciudades para ser motores del desarrollo sostenible (Hábitat III).

Pero ¿por qué las ciudades son foco de interés de Naciones Unidas? La respuesta surge del hecho de que para 2030 se estima que el 60% de la población mundial vivirá en la urbe; en otras palabras, cada día se añaden casi 180 000 personas a la población urbana. Además, a pesar de que las ciudades ocupan apenas el 2% del territorio global, son las responsables del 70% de emisiones de gases de efecto invernadero y desperdicios.

“La necesidad de considerar específicamente a la agenda urbana surge del reconocimiento de los cambios profundos que están sufriendo las áreas urbanas y, que a

lo largo de este siglo, afectarán en una escala jamás vista a las vidas de las personas”, escribe Christine Platt.

Hábitat III tuvo particularidades que le confirieron un especial interés por parte de la comunidad internacional. En primer lugar, fue una de las primeras Conferencias mundiales luego de la adopción de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y del Nuevo Acuerdo sobre el cambio climático. Esto permitió que los dirigentes de Estado tuvieran la oportunidad de hablar de nuevas opciones de desarrollo sostenible. En segundo lugar, el hecho de que esta Conferencia se haya desarrollado en Quito supuso una ocasión para exponer la visión de América Latina y el hemisferio Sur.

Alrededor de 200 gobiernos nacionales, integrantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, tomaron decisiones. Gobiernos municipales, ONG, sector privado y sociedad civil participaron como observadores del proceso.

El resultado de Hábitat III fue la Nueva Agenda Urbana que sintetiza el compromiso para las ciudades de los próximos 20 años, y las responsabilidades que asumieron

los Estados sobre sostenibilidad. Sin embargo, este documento no es vinculante o sea que su validez reposa en ser una guía que, a decir de Citiscope, “proporcionará una orientación a los gobiernos de Estados nacionales, autoridades regionales y de ciudades, la sociedad civil, fundaciones, ONG, investigadores académicos y organismos de las Naciones Unidas en sus posicionamientos con respecto a las ciudades, la urbanización y el desarrollo sustentable”, pero no es de cumplimiento obligatorio.

Tras estas consideraciones, fue imprescindible que la sociedad civil y la academia se hicieran presentes a través de la crítica, la reflexión y la ejecución de acciones específicas. Por ello, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes de la PUCE, a través de las coordinaciones de posgrados, desarrolló un evento académico paralelo que abordó las seis grandes áreas o ejes prioritarios planteados por Hábitat III –cohesión social y equidad, marcos urbanos, desarrollo espacial, economía urbana, ecología urbana y medio ambiente, vivienda y servicios básicos.

Agenda global, acciones localesAndrea Carrillo Andrade

Foto: Hábitat III

Agenda global, acciones locales

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Peter Thomson, Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, impartió una conferencia en el Auditorio del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Su discurso se centró en la Nueva Agenda Urbana y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En medio de un auditorio completamente lleno, Fernando Ponce León, S.J., rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, señaló que “es fundamental el cumplimiento de los 17 ODS mediante el diálogo”. Agregó que “las sociedades están divididas y por eso la transformación de aquellas

dependerá del cambio por parte de los ciudadanos”.

Por su parte, Peter Thomson afirmó que “discutir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible implica establecer metas como la reducción de la pobreza, permitir el acceso al agua limpia, establecer el derecho a la educación primaria en todo el mundo, empoderar a las mujeres y niñas, elevar el crecimiento económico, combatir el cambio climático, detener casos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), entre otros aspectos”.

Thomson finalizó su discurso señalando que la principal función de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es que “nadie se quede atrás”. Enfatizó, además, que a través de los 17 ODS “se debe lograr la paz a través de sociedades pacíficas, implantar el acceso a la justicia para todos los individuos, lograr alianzas eficientes entre el sector público y privado, y para ello, los jóvenes tienen un rol muy importante”.

La embajadora Dessima Williams, asesora especial para la implementación de los ODS, sostuvo frente a los estudiantes que “la educación permite reducir la inequidad. Es fundamental promover la igualdad y de ello se trata justamente el Objetivo 10: reducir la desigualdad en y entre los países”.

Peter Thomson en la PUCECarolina Vasco

En septiembre de 2012, una imagen de fibra de vidrio de aproximadamente seis metros de alto se develaba en plena ciudad de Santo Domingo. Autoridades cantonales, provinciales, de la Iglesia Católica ecuatoriana y de la PUCE sede Santo Domingo estuvieron presentes. ¿Qué personaje sería capaz de reunir a su alrededor a tantas personas? La respuesta era simple: el monseñor de Santo Domingo, Emilio Lorenzo Stehle.

Stehle, ahora de 90 años, fue el primer obispo de Santo Domingo de los Tsáchilas (1987). Durante su paso por el obispado, este sacerdote

fue capaz de escribir docenas de libros, desarrollar proyectos sociales de gran trascendencia e incluso colaborar en la liberación de secuestrados por grupos armados.

La historia de la PUCE no se aleja de este gran personaje; de hecho, la PUCE Sede Santo Domingo nació de la perseverancia de monseñor Stehle. La sensibilidad por la formación de la infancia y la juventud le hizo preocuparse especialmente por la situación de la educación en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Para cambiar esta realidad, en 1991 Stehle creó el Instituto Superior de Pedagogía que lleva su

nombre (Ispes). Pero el monseñor no quedó satisfecho con esta obra, y propuso a la dirección de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Quito la creación de una Sede para atender con responsabilidad y esmero las expectativas de educación superior de muchos jóvenes.

Así se conformó entonces la PUCE Santo Domingo que, en la actualidad, cuenta con ocho carreras de grado, un posgrado, capacitación en el uso de tecnologías y lenguas a través de la Academia Cisco, idiomas (ILA-IBEC) y un conjunto de cursos de formación continua en diferentes modalidades y áreas del saber, abiertos a toda la provincia. Esta sede en total brinda educación a una población estudiantil aproximada de 2 000 personas.

Monseñor Emilio Lorenzo Stehle fue prorrector de la sede de 1996 a 1999, es decir que sirvió a esta institución hasta tres años antes de su partida. Monseñor Stehle siempre se caracterizó por ser un hombre reservado; por ello nadie conoce con total certeza sus motivaciones para marcharse de Ecuador –sin despedirse de nadie– un día de mayo de 2002, cuando recibiera un fax en el que el Papa aceptaba su renuncia al obispado. Así, y pese a su ausencia física, su trabajo y dedicación seguirán presentes a través de todos los proyectos que impulsó.

Obispo y prorrectorMargalida Font Roig, M.Id.PRORRECTORA PUCE SEDE SANTO DOMINGO S

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El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas recalcó la necesidad de que los jóvenes asuman un compromiso

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El proceso de internacionalización de la educación superior ecuatoriana reproduce la tendencia general registrada por la universidad latinoamericana. Claudio Rama, en La Tercera Reforma de la Educación Superior en América Latina y el Caribe: masificación, regulaciones e internacionalización, describe las tres etapas bien diferenciadas del recorrido de las instituciones educativas del continente hacia la nueva sociedad del conocimiento a escala global.

Un primer momento, denominado “de monopolio educativo público”, coincide con la conformación de los Estados modernos y la adopción de modelos de industrialización sustitutiva de importaciones; se extiende desde la segunda década del siglo XX hasta inicios de los años 70, y está signado por la ampliación de la cobertura de la universidad pública, cogobernada y autónoma, para superar los modelos educativos elitistas y democratizar el acceso a

la educación superior de la creciente población urbana joven.

La segunda etapa, correspondiente al “modelo dual público–privado”, abarca fundamentalmente los años 80 y 90 de la centuria previa; se desarrolla en un contexto preeminente del libre mercado, como respuesta a la crisis de los modelos que privilegian la lógica pública; y se caracteriza por la expansión desordenada de la educación superior privada, el incremento de la cobertura, la diferenciación de ofertas del servicio educativo y la falta de políticas de aseguramiento de la calidad.

Finalmente, el modelo tripartito público–privado–internacional despunta en los albores del siglo XXI y se extiende hasta nuestros días. Surge como resultado natural del impulso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación, las crecientes demandas de acceso de la población (especialmente de sectores

marginados como indígenas, personas con discapacidad, migrantes, etc.), la promoción del aprendizaje a lo largo de la vida y del saber dinámico por parte de las sociedades del conocimiento; factores que se conjugan para masificar e internacionalizar la educación superior, cuyos rasgos más representativos han sido el surgimiento y/o la expansión de la educación transfronteriza, las modalidades de educación en red, la educación virtual, y las estrategias pedagógicas de simulación, de autoaprendizaje y de praxis.

Varios indicadores dan cuenta de la inserción de la universidad ecuatoriana en la era de la internacionalización. Si tomamos como referencia las 30 universidades del país ubicadas en las dos primeras categorías del más reciente proceso de acreditación llevado por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces), se evidencia

La internacionalización de la universidad ecuatoriana: una realidad y un retoDavid Sotomayor YánezDIRECTOR DE RELACIONES INTERNACIONALES

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la concreción de convenios con instituciones homólogas de 59 países, siendo España, Argentina, Colombia, Estados Unidos, México, Francia y Chile los principales países de origen de las contrapartes académicas (Gráfico 1).

Estas preferencias se explican por la cercanía lingüística, cultural y geográfica con otras naciones, las políticas universitarias de fomento a la movilidad estudiantil y docente y/o el apoyo público y privado a la internacionalización de universidades e institutos de

investigación. A su vez, la cifra de 59 países respecto de los 194 que conforman la comunidad mundial revela el potencial de internacionalización pendiente por explorar. En términos de idiomas, el Gráfico 1 da cuenta de la necesidad de impulsar procesos de enseñanza de idiomas adicionales al inglés, principalmente francés, italiano, alemán, portugués y chino para facilitar la ejecución de convenios, la movilidad de docentes, estudiantes y personal administrativo.

Gráfico 1

Porcentaje de instituciones ecuatorianas* que tienen convenios con universidades extranjeras según país de origen de las contrapartes

* Universo: 30 universidades de las categorías A y B según los resultados del más reciente proceso de evaluación y acreditación del Ceaaces. Información no disponible en las páginas web de las universidades Estatal de Milagro (Unemi), Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ), Central del Ecuador (UCE), de Los Hemisferios e Iberoamericana del Ecuador (Unibe).

Fuente: Páginas web de instituciones ecuatorianas de educación superior.

La Universidad Técnica Particular de Loja lleva la delantera a nivel nacional en su proyección internacional medida a través del número de convenios firmados con instituciones extranjeras. La PUCE ocupa el octavo lugar en el ranking de este indicador, con 78 convenios vigentes a la fecha (Gráfico 2).

Sin embargo, estas cifras pierden relevancia si no van acompañadas de un firme interés de las instituciones por gestionar resultados concretos de calidad como fruto de los convenios. Al respecto, De Santana, en Convenios: Mecanismo de fortalecimiento de la internacionalización/ importancia del impacto, propone medir la internacionalización de las universidades a través de indicadores cuantitativos de impacto tales como: número de beneficiarios, número de proyectos, programas académicos conjuntos, actividades culturales e investigaciones realizadas al amparo de los acuerdos internacionales, y de indicadores cualitativos que reflejen el desarrollo de actividades interinstitucionales.

Gráfico 2

Número de convenios internacionales manejados por 20 universidades ecuatorianas* vs. ranking Webometrics

* Universo: 20 universidades de las categorías A y B de evaluación Ceaaces con mayor número de convenios internacionales firmados. En el contexto de las 30 instituciones ubicadas en estas categorías, las universidades Estatal de Milagro, Técnica Estatal de Quevedo, Central del Ecuador, de Los Hemisferios e Iberoamericana del Ecuador no presentan información sobre el número de convenios internacionales firmados en sus páginas web.

Nota 1: Las siglas del gráfico corresponden a las siguientes instituciones: Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), Universidad de Cuenca (UC), Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Escuela Politécnica del Ejercito (ESPE), Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), Universidad de las Américas (UDLA),

Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Escuela Politécnica Nacional (EPN), Universidad Técnica del Norte (UTN), Universidad Técnica de Ambato (UTA), Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), Universidad Técnica de Manabí (UTM), Universidad Casa Grande (UCG), Universidad Estatal Amazónica (UEA), Universidad del Azuay (UDA), Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil (UTEG), Universidad Politécnica Salesiana (UPS).

Nota 2: Universidades con sitiales posteriores al 20º en número de convenios firmados y con posiciones intermedias en el ranking Webometrics son: Universidad Casa Grande (14º), Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (18º), Universidad Tecnológica Indoamérica (19º), Universidad Nacional de Loja (23º).

En dicho contexto, para cumplir con el objetivo de internacionalización de la universidad, el área de relaciones internacionales de las instituciones de educación superior de Ecuador se torna cada vez más necesaria y visible (Morales, 2012): (1) necesaria para el desarrollo de la excelencia académica mediante el trabajo conjunto con centros de estudio de otros países en la formación de docentes y estudiantes, la investigación y la vinculación con la

sociedad; y (2) visible para difundir entre las comunidades académicas de las contrapartes, las actividades y logros conjuntos que puedan alcanzarse.

Sobre la visibilidad, el Gráfico 2 refleja una suerte de relación entre los vínculos internacionales de las universidades sellados mediante la firma de convenios y la exposición institucional en la web (medida a través del ranking

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mundial Webometrics)1. Una mejor exposición en el ciberespacio incrementaría la probabilidad de fortalecer los vínculos internacionales de las instituciones educativas. Además, en el Gráfico 2 se aprecia que las universidades con mejores puestos en el ranking Webometrics han concretado –en general– una mayor cantidad de convenios internacionales.

Finalmente, la universidad ecuatoriana enfrenta diversos retos relacionados con el proceso de internacionalización –como los exhibidos en Guidelines for Quality Provision in Cross-border Higher Education– entre otros: ofertar programas académicos con visión global (dobles titulaciones, sistemas de reconocimientos de créditos, educación virtual, etc.), generar políticas de aseguramiento de la calidad que garanticen una oferta académica competitiva internacionalmente, e impulsar la conformación de redes académicas internacionales que permitan compartir las buenas prácticas y fortalecer la calidad de los servicios ofertados.

1 El ranking Webometrics es elaborado semestralmente por el Laboratorio de Cibermetría del Centro Nacional de Investigación de España para posicionar la presencia y penetración en internet de cerca de 24 mil universidades a nivel mundial. Los posicionamientos de las universidades se determinan con base en indicadores sobre el impacto (visibilidad, popularidad, número de visitas o entradas que el sitio recibe de terceros), la presencia (número de páginas web alojadas en el dominio web principal, incluyendo subdominios y directorios), la apertura (número de repositorios digitales de investigación o archivos publicados en las páginas web) y la excelencia (citaciones o número de enlaces en sitios externos que recibe el dominio).

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¿Qué hacías el 16 de abril a las siete de la noche? Si recuerdas claramente este día es porque este evento demostró que 42 segundos bastan para cambiar la vida de miles de personas. Primera cifra oficial: 28 muertos. Pérdidas materiales estipuladas entre 2 y 3 puntos del PIB. Ocho días de luto nacional. Última cifra oficial: 671 fallecidos y 9 desaparecidos.

Todo comenzó el domingo 17 de abril. Diego Jiménez, coordinador del voluntariado PUCE, al igual que el Ing. Javier Cóndor, decano de la Facultad de Ingeniería, y el Dr. Antonio Domínguez, decano de Medicina, recibieron llamadas con la misma pregunta: ¿qué vamos a hacer para ayudar?

La Pontificia Universidad Católica desarrolló la campaña “PUCE solidaria” que estructuraba tres vertientes de trabajo, anclados al recurso académico y humano de la PUCE: un frente de asistencia en salud, uno de evaluación técnica y uno de ayuda humanitaria.

Frente de ayuda humanitaria

Diego Jiménez se puso a la cabeza para liderar la “avalancha de deseos de las personas por ayudar”. La Dirección de Pastoral Universitaria se convirtió en un centro de acopio para donaciones de víveres no perecibles, ropa y medicinas. “La respuesta de la sociedad civil fue impresionante”. Participaron el Voluntariado Universitario Ignaciano, la Dirección de Pastoral Universitaria (DPU) en coordinación con la Federación de Estudiantes (FEUCE-Q) y las asociaciones escuela. El martes 19 de abril salió el primer camión con ayuda humanitaria directo a Cojimíes.

En total, se realizaron 8 viajes para llevar las donaciones recibidas; se movilizaron más de 100 voluntarios; se distribuyeron más de 70 toneladas de kits de alimentos, ropa, kits de limpieza, cobijas, botellas de agua, en poblaciones como San Jacinto, San Clemente, Pedernales, Cojimíes, Chindul, Eloy Alfaro, Abdón Calderón, Agua Fría, Mache.

Se potenció la creatividad de los estudiantes para recaudar fondos; se realizaron ventas de garage, de comida, recolección de botellas plásticas, a la par con la organización de conciertos y eventos culturales.

Pero la ayuda no termina. Hasta la fecha se contabilizan 9 viajes con 120 voluntarios, y 108 casas levantadas en El Carmen, Pedernales, Bahía de Caráquez, San Juan de Manta, Montecristi, Los Bajos, Camarón, Cheve, Veche, Muracumbo, Guadual, y Río Bajo.

Frente de evaluación técnica

El Ing. Javier Cóndor, entonces decano de la Facultad, no dudó ni un momento en sumarse a la planificación de la estrategia. El jueves 21 partió la primera brigada. El objetivo era evaluar la situación y, según esto, determinar qué profesionales se necesitarían. Entonces, se conformaron brigadas de trabajo con docentes en un primer momento y, posteriormente, con docentes y estudiantes.

7.8 grados: una ocasión para la solidaridad

Estudiantes y profesores de Arquitectura también formaban parte del frente de evaluación técnica. El apoyo llegó a Manabí y Esmeraldas para evaluar la severidad de los daños en las estructuras afectadas por el movimiento telúrico.

Los estudiantes de Ingeniería en Sistemas no querían quedarse afuera. Juntos se organizaron para desarrollar una aplicación que sus colegas de Ingeniería Civil pudieran utilizar en sus teléfonos para recolectar los datos de las viviendas. Y es que el terremoto demostró que el todo es más que la suma de sus partes. Así, gracias a un acercamiento con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), se coordinó el desplazamiento de cuatro brigadas de trabajo que realizaron un análisis y evaluación rápida de daños en edificaciones posterremoto (semaforización de viviendas). Se evaluaron aproximadamente 1 400 viviendas.

El Ing. Cóndor recuerda que un día recibió un e-mail de una escuela de Portoviejo. La firma decía: “Dios agradecerá su colaboración” y, entonces, entendió que esta gente había perdido todo, solo les quedaba la esperanza de recibir ayuda. Las brigadas evaluaron estructuralmente la Unidad Educativa Cristo Rey, Unidad Educativa Santa Marianita, Unidad Educativa Nuestra Señora de la Merced y Unidad Educativa Stella Maris. El apoyo resultó vital ya que al ser unidades educativas, tenían la responsabilidad de albergar estudiantes en construcciones seguras.

En una acción colectiva entre la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes, la Facultad de Ciencias Humanas, la Facultad de Economía y la Escuela de Trabajo Social, profesores y estudiantes trabajaron de cerca con las comunidades de Muisne y Chamanga en la provincia de Esmeraldas con el objetivo de apoyar su proceso de reconstrucción. Se hizo un

trabajo interdisciplinario en el levantamiento de información, en talleres participativos para la generación de directrices de planificación y diseño urbano desde los pobladores, tomando en cuenta la vulnerabilidad de ciertas partes de sus asentamientos urbanos.

Ahora, el terremoto representa una oportunidad para planificar desde cero, para mejorar la calidad de las localidades y para reducir la vulnerabilidad.

Frente de asistencia en salud

Las Facultades de Enfermería, Medicina, Psicología y la Escuela de Bioanálisis cumplieron un papel sustancial al momento de llevar alivio a los afectados por el terremoto de la costa ecuatoriana. Los médicos posgradistas en Emergencias y Desastres salieron en la primera brigada el lunes 18 de abril. Permanecieron tres días ahí, para poner en práctica todo lo aprendido y generar un protocolo de acción. A pesar de que estos profesionales se habían preparado para asistir

Numerosas víctimas y daños irreparables en edificaciones

son algunos de los efectos del terremoto de abril de 2016.

Liesel Pérez BaronaDIRECTORA DE SEGURIDAD Y SALUD OCUPACIONAL

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“El terremoto separó piedras, pero unió corazones”.Eduardo Barahona, PUCE Manabí

a un momento como este, “la magnitud de la tragedia fue un golpe para ellos”, comenta el Dr. Antonio Domínguez, decano de la Facultad de Medicina.

Los posgradistas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador realizan parte de su residencia en unidades de salud de Carchi, Imbabura, Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí y Esmeraldas. Este permanente vínculo es lo que le permitió a la PUCE actuar de manera casi inmediata, y con un valor diferencial: dado que conocía a la gente de las provincias más afectadas, la asistencia que brindó se orientaba permanentemente al desarrollo real de las comunidades.

Un total de seis brigadas multidisciplinarias con médicos familiares, psicólogos y enfermeras partieron cada semana en vehículos

proporcionados por la PUCE hacia Manantial, La Envidia, San Miguel de Piquigua, Barlomi grande, y Río Mariana.

Profesionales de la Facultad de Medicina brindaron apoyo en el área de Emergencia del Hospital Verdi Cevallos de Portoviejo, y una brigada del posgrado de Medicina Familiar se movilizó a Santo Domingo a tomar la posta de los residentes que estaban atendiendo en Jama.

Cada brigada fue equipada con insumos y medicamentos de acuerdo al criterio de las autoridades de la Facultad de Medicina. De hecho, los jóvenes del Voluntariado Universitario Ignaciano (VUI) fueron los encargados de organizar kits personales de medicamentos, que serían entregados a cada persona atendida.

El Centro de Psicología Aplicada tuvo un papel protagónico al organizar charlas de “Intervención en Crisis y Desastre” a todos quienes se desplazaron a las zonas afectadas.

Debido a la emergencia sanitaria declarada, y a la necesidad de contar con suficientes hemoderivados para atención en las zonas de desastre, la PUCE, en coordinación con el Hemocentro de la Cruz Roja Quito, ejecutó durante una semana la campaña de donación de sangre y contó con gran apoyo de la comunidad universitaria.

Los estudiantes de cada carrera se preocuparon por aportar, a través de sus conocimientos, al alivio de las víctimas del terremoto. El Centro Neotropical para la Investigación de la Biomasa (CNIB), con su personal de investigación y estudiantes voluntarios, por ejemplo, colaboraron con la producción de alcohol antiséptico a partir de cervezas caducadas que donaron las microcervecerías locales. Además desarrollaron un repelente contra insectos. Adicionalmente, el CNIB recibió apoyo de Senescyt con insumos y logística para producir agua pura que fue entregada en los lugares del desastre. Varias empresas privadas colaboraron con bidones.

Así, para el frente de asistencia en salud, el terremoto representó una oportunidad para fortalecer los lazos entre facultades y escuelas y mostrar cómo el esfuerzo coordinado de distintas disciplinas da resultados valiosos.

Todo esfuerzo suma

El 80% de los trabajadores de la PUCE, por su parte, realizó una contribución voluntaria correspondiente al 6% del valor del décimo tercer sueldo para constituir un fondo que financiará la construcción de vivienda emergente en las zonas más afectadas por el terremoto. La Asociación de Profesores PUCE donó USD 10 200 para la misma causa.

Finalmente, desde julio, por decisión de las autoridades, “PUCE solidaria” dejó de ser una campaña únicamente para atención de la emergencia nacional y se constituyó un eje estratégico para trabajar en la reconstrucción con proyectos de todas las facultades de la PUCE que se llevarán a cabo bajo la organización de la Dirección de Formación Continua y Vinculación con la colectividad. Esto permitirá a los actores ya no verse como víctimas del terremoto, sino como protagonistas de su renacer en una estrategia de reconstrucción desde sus propias realidades.

“El entrenamiento que los posgradistas [en Emergencia y Desastres] habían recibido permitió que desarrollaran un protocolo de acción que fue aceptado por las autoridades del país”.Dr. Antonio Domínguez, Coordinador Frente de Salud

La generosidad de la ciudadanía se hizo presente con prontitud, igual que la solidaridad de los estudiantes de la PUCE.

“A pesar de que tenía prioridad para viajar, decidí quedarme en Quito. En los dos días que me habría tomado ir y volver, preferí organizar cuatro brigadas (…) Si vas con herramientas eres mejor ayuda”.Ing. Javier Cóndor, coordinador Frente de evaluación técnica

“Frente al dolor, la única respuesta posible era salir al encuentro de aquellos hermanos que lo habían perdido todo”.Diego Jiménez, Coordinador Voluntariado PUCE

“El terremoto de abril pasado fue la oportunidad de reconocer en cada uno de nosotros, como parte de la PUCE y de su identidad ignaciana que nos llama a servir, esa capacidad de extender la mano al necesitado, de entregar aquello que tenemos con alegría y ponerlo a disposición de otro”.Dra. Liesel Pérez Directora de Seguridad y Salud Ocupacional

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El celular sonó a las tres de la madrugada del 18 de mayo: “Doc, estamos en la PUCE [de Quito]. Queremos entrar. No queremos regresar al edificio”. Era la primera llamada que recibía el Dr. Eduardo Barahona, docente de la PUCE Sede Manabí de uno de sus estudiantes manabitas que se había trasladado a Quito para continuar con sus estudios en Biología Marina.

Tras el terremoto de 7.8 grados del 16 de abril de 2016, uno de los edificios del campus Bahía de Caráquez, donde se encontraban los laboratorios de Biología Marina, sufrió daños estructurales. Entonces, se tomó la decisión de que un grupo de estudiantes manabitas se desplazara al campus de Quito para terminar el semestre en ocho semanas utilizando las instalaciones

de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.

La réplica que se sintió en Quito, a un mes del terremoto, obligó a los universitarios a salir de sus casas de acogida. Tras unas cuantas llamadas, se logró coordinar que los estudiantes de Manabí pudieran ingresar en la madrugada a la Universidad, a esperar el amanecer en la Asociación de Estudiantes.

Fueron 52 estudiantes y cinco profesores de Biología Marina de la sede Manabí los que se movilizaron a la capital para terminar su semestre, mientras las autoridades de la Universidad planificaban la reconstrucción de la Sede Manabí de la PUCE.

“Yo me encuentro cerca de terminar la carrera de Biología Marina, motivo

por el cual estoy haciendo mi tesis, pero al pasar por una tragedia natural como esta, era difícil continuar con este proceso por motivos de la falta de laboratorio, materiales… Comunicarme con personas tan solidarias como la Dra. María Eugenia Ordóñez, especialista del fungario, me dio la oportunidad no solo de aprender cosas nuevas que servirán como resultado consistente en mi tesis, sino que también me abrió las puertas de su laboratorio, reactivos e incluso equipos, teniendo verdadera confianza en mí”, afirma Francisca Hernández Tapia.

El terremoto del 16 de abril fue el más destructivo para Ecuador desde 1979, pero este desastre natural ha demostrado que en la PUCE se multiplican las fuerzas para ayudar.

Terremoto de Pedernales

Biología Marina se mudó a la capitalEduardo Barahona MedinaPUCE SEDE MANABÍ

La comunidad universitaria de la Sede Matriz demostró su solidaridad con los estudiantes de Biología Marina que vinieron a Quito para finalizar su período académico.

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Todo empieza con un saludo a la bandera y una reverencia al maestro. El ruido de las patadas, caídas y golpes evidencia que el equipo de taekwondo está entrenando. Un promedio de 22 chicos se reúne para dejarse llevar por un lenguaje corporal e indicaciones en coreano. “Este año es diferente”, comenta César Quishpe, entrenador de taekwondo de la PUCE: por primera vez hay más hombres que mujeres practicando. Algunos de los chicos del equipo son de Psicología, otros de Nutrición, Ingeniería, Gestión hotelera, Medicina…

Todos usan su dobok, es decir, su uniforme, donde resalta un cinturón que varía de color de acuerdo al grado de experticia de los deportistas. Para ascender de cinturón, el maestro debe constatar progreso en el entrenamiento y el aspecto actitudinal; aunque también se debe dar un examen de ascenso donde se evalúa la técnica, y conocimientos filosóficos e históricos de la disciplina. “Taekwondo” está compuesto por tres conceptos: “tae” significa técnicas que impliquen el uso de los pies; “kwon” se refiere al uso

de brazos y “do” es el camino de perfeccionamiento.

El taekwondo inicialmente fue considerado arte marcial para el ejército coreano; sin embargo, tras su oficialización en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, se convirtió en deporte de exhibición. Esta nueva categoría le dota de ciertas características que hacen que su práctica sea aún más englobante: el taekwondo promulga el fair play (juego limpio), la disciplina, el autocontrol y ser una persona honorable en lo que se hace.

Este es un deporte que contrasta: en las prácticas, todo es ruido; los deportistas liberan su energía gritando a todo pulmón “kihap” –que es la energía interna que todos tenemos–; caen sobre las colchonetas en forma aleatoria y golpean con piernas y brazos. Pero al momento de hacer pumse –método para realizar movimientos de defensa y ataque contra un oponente imaginario– todo es silencio y concentración. El pumse consiste en mostrar la técnica que se ha aprendido y hacerlo correctamente. Cada movimiento debe respetar tiempos y ángulos de posición.

Un Dōjō en la PUCE

El combate, segunda categoría del taekwondo, es poner en práctica la técnica. En un combate gana quien tenga más puntos –puntúa cualquier ataque de patada o puño que golpee con fuerza el peto protector o cualquier ataque de patada que tope con fuerza la cabeza–. Pero combatir solo es permitido dentro del dojang (dōjō), o sea dentro del lugar de entrenamiento, porque el taekwondo implica autocontrol y equilibrio: no por ser un arte marcial propicia la lucha.

El rompimiento es la tercera categoría del taekwondo. Los ladrillos comunes tienen, por lo general, cinco centímetros de grosor y si tenemos en mente que son el componente de casas y edificios, entendemos su dureza. En taekwondo rompen los ladrillos usando puños y piernas un lunes por la tarde, sin sentir dolor. En segundos. Esto porque los deportistas fusionan perfectamente las tres variables a considerar: velocidad, potencia y precisión.

De este modo, se

deduce que quien entrena taekwondo empieza a entender

otras realidades; una cultura por completo distinta como la coreana se hace parte de la vida y filosofía de los nuevos profesionales. Esto ¿qué implica? Que practicar taekwondo en la PUCE tiene valor agregado. Si se toma en cuenta que el taekwondo está abierto para todas las facultades y escuelas de la PUCE, la suma demuestra

que cada vez son más profesionales que abren su

mente para tratar de comprender mundos ajenos, y que harán su trabajo poniendo en práctica valores como el respeto y el compañerismo.

Hay más ventajas. Pertenecer a un equipo deportivo en la Universidad Católica da la oportunidad de obtener una beca de excelencia deportiva. De hecho, el programa que tiene la PUCE es uno de los más completos del país y beneficia semestralmente a casi un centenar de estudiantes.

Para Daniel Albán, estudiante de Medicina, por ejemplo, el taekwondo ha significado una forma sana de invertir el tiempo y mejorar su calidad

de vida. Sofía Ayala, estudiante de Gestión hotelera, en cambio, siente que lo mejor del taekwondo PUCE es la guía que recibe de su maestro. Sofía ya había practicado artes marciales antes de ser universitaria, pero en este club encontró la confianza para mostrar que lo suyo no era el combate, sino la exhibición de la técnica. Por eso, con la guía de su maestro, ella dedica su entrenamiento a perfeccionar el pumse. Este apoyo especial que Sofía recibe no es casual: Mauricio Córdova, coordinador de Deportes, explica que la PUCE realiza un esfuerzo gigantesco por mantener un grupo humano altamente calificado de entrenadores, quienes aportan significativamente en la formación de los estudiantes con todos los valores que se derivan de la competencia y la preparación deportiva.

Pero el taekwondo no es el único deporte que la PUCE apoya. Se puede optar por atletismo, baloncesto, voleibol, fútbol, ajedrez, tenis de mesa, andinismo, ciclismo de montaña, tenis de campo y rugby. Así, de cara al futuro, la PUCE seguirá promocionando y masificando la práctica deportiva en sus estudiantes y, como ocurre en el ámbito académico, buscará niveles de excelencia en todas las manifestaciones deportivas.

Andrea Carrillo Andrade

La disciplina y el entrenamiento son muy importantes en las artes marciales.

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Los nuevos desafíos de la PUCEMónica Mancheno KarolysDIRECTORA DE ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD

Hoy más que nunca la sociedad y todos quienes forman parte de ella, perciben que no solo es necesario dar respuesta a los cambios, sino evaluar la velocidad de los mismos, así como su naturaleza; de tal manera que se los pueda anticipar a través de una prospectiva correcta. El contexto en el cual se está inmerso puede constituir para muchos un limitante, una condición o un desafío, solo este último constituye una oportunidad de desarrollar la creatividad tanto del ser humano como de sus instituciones.

Lo descrito no es ajeno al Sistema de Educación Superior, que forma parte de un complejo contexto en el cual no solo se evalúan variables de corte demográfico, sino también aquellas que llevan a trascender fronteras, como es la internacionalización, o determinar nuevas fuentes de financiamiento, nuevas ofertas académicas, nuevas tecnologías, nuevos ambientes de enseñanza, nuevas metodologías, nuevos referentes, nuevas oportunidades de acceso, nuevos análisis, y

así… se podría generar una lista inmensurable de “nuevos”.

Este complejo sistema cada vez se ve abocado a dar respuesta a esta demanda de “nuevos”, a través de una estrategia que logre aglutinar aspectos como son la calidad, la financiación, la competitividad, la sostenibilidad, la eficiencia, la innovación sistemática, la movilidad, la actitud, la tecnología, las competencias, la cooperación, el liderazgo y la orientación al servicio; pero todos ellos centrados en la formación integral de un individuo, la cual puede significar un cambio de su realidad a través de nuevas oportunidades.

En el contexto ecuatoriano, la PUCE se enfrenta a aspectos que no se alejan de lo anteriormente señalado:

• El giro económico mundial y nacional, que ha significado una contracción de los recursos tanto públicos como privados, conlleva a la necesidad de un fortalecimiento de la sostenibilidad institucional, a través de mecanismos que permitan continuar con lo que

ha sido tradicional en esta institución, la asignación de becas a los más desfavorecidos.

• Los requerimientos de calidad evidenciada a través de resultados forman parte de una política estatal, a través de modelos institucionales de evaluación; así como de una demanda social; por lo que la difusión de dichos resultados constituye para muchas instituciones una estrategia más de promoción.

• Las diferencias regionales en Ecuador matizan la integración de una Universidad con presencia en seis provincias del país.

• Los cambios demográficos muestran un crecimiento de la población en edad de estudios universitarios, así como la participación grupos sociales de especial atención, esta composición amerita la necesidad de replantear la oferta académica, la cual debe dar respuesta tanto a las expectativas individuales como de planificación local y nacional.

• Bachilleres que requieren de una mayor y mejor orientación vocacional, pero que al mismo tiempo anhelan carreras innovadoras cuya oportunidad de acceso se evidencie en aspectos como: costos, financiamiento y organización académica.

• Para dar respuesta a estos y a otros cambios del contexto, la PUCE ha redireccionado su planificación estratégica, construyendo un plan general de acción para todas sus sedes para el período 2016-2020, en el cual la visión a este último año textualmente indica:

“La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), será el referente nacional en formación integral e inclusiva con impacto social. La innovación, agilidad y compromiso identificarán su cultura organizacional.

Será reconocida internacionalmente por su producción científica y la calidad de sus estudiantes y docentes.

.Para dar cumplimiento a esta aspiración, se han establecido:

• 4 lineamientos Básicos

• 9 objetivos estratégicos

• 27 estrategias

• 59 proyectos

• Lineamientos básicos:

L1 Desarrollo integral de la persona

La PUCE trabaja para que sus estudiantes busquen excelencia en sus resultados académicos y sobre todo en su desarrollo personal. Orienta todos sus esfuerzos a formar destacados profesionales, personas con sólidos valores éticos y ciudadanos comprometidos con el desarrollo de su entorno. Para ello, sus profesores y demás colaboradores demuestran coherencia y compromiso con los valores y objetivos que animan a la universidad.

L2 Impacto social:

La PUCE contribuye a la transformación social del país y a la construcción de un mundo más justo, fraterno y sustentable. Para este fin promueve una educación de calidad para todos, ofertas académicas innovadoras y relevantes y una investigación enfocada en los problemas centrales del bien común nacional y mundial. Pone su proyecto educativo en favor del “cuidado de nuestra casa común” (Papa Francisco) y de la inclusión social.

L3 Agilidad:

La PUCE diseña soluciones frescas y oportunas a los habituales desafíos

de toda institución. Se anticipa a las nuevas demandas de los entornos cambiantes y de la comunidad universitaria. Lo que hemos venido haciendo bien lo haremos mejor.

L4 Sostenibilidad:

La PUCE administra sus talentos y recursos de manera sobria, inteligente y eficiente. Su solidez institucional garantiza la continuidad y expansión de su proyecto educativo.

Objetivos estratégicos

OE1: Innovar e incrementar la oferta formativa / académica de grado y posgrado.

OE2: Incrementar el número de graduados.

OE3: Disponer de talento humano altamente calificado y cualificado.

OE4: Reposicionar el prestigio de la PUCE como una universidad de excelencia a nivel nacional e internacional.

OE5: Vincular a la PUCE con la comunidad para impactar pertinentemente en la calidad de vida de las personas y su entorno.

OE6: Promover la investigación y producción científica con un enfoque innovador para el desarrollo del conocimiento y la resolución de problemas globales y locales.

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OE7: Mejorar la gestión institucional asegurando la calidad y mejora continua.

OE8: Administrar los recursos de manera sobria y eficiente.

OE9: Buscar nuevas fuentes de financiamiento.

Las bases para estas aspiraciones siempre serán aquellas fortalezas institucionales que principalmente han sido reconocidas por aquellos que formarán, forman o han formado parte de esta comunidad universitaria. Es así que mediante estudios específicos se logró perfilar de manera clara y precisa lo que autoridades, estudiantes, profesores, administrativos, bachilleres, graduados y empleadores consideran las principales fortalezas y debilidades de la institución.

Es precisamente este reconocimiento intrínseco el que permitirá apuntalar de manera objetiva el cumplimiento de los objetivos señalados, pero sobre todo ratificar lo que muchos manifestaron como principales fortalezas institucionales, las cuales han sido potenciadas a lo largo de estos 70 años:

• Universidad de prestigio.

• Universidad de reconocida trayectoria académica.

• Universidad con 6 sedes, que puede atender realidades específicas de cada región sin perder su sentido social y misional.

• Universidad de fuertes valores cristianos y humanistas.

• Universidad con un sistema de becas socioeconómicas que permite que sus estudiantes con limitaciones económicas puedan acceder a una educación de calidad.

• Universidad que garantiza la inserción laboral de sus graduados.

Con todo lo señalado se ha podido evidenciar la complejidad de los desafíos institucionales, los cuales podrán ser superados únicamente con la participación e involucramiento de todos quienes conformamos esta institución, conscientes de que la dinámica social muchas veces podrá replantear algunas metas sin perder de vista la responsabilidad institucional reflejada en su Misión.

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CISeAL, un centro internacional para investigar la saludMario Grijalva CoboDIRECTOR DEL CISeAL

El Instituto de Enfermedades Infecciosas y Tropicales de la Universidad de Ohio y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador fundaron conjuntamente el Laboratorio de Investigación de Enfermedades Infecciosas y Crónicas en la ciudad de Quito en 2000. Inicialmente, la investigación biológica y biomédica se concentraba en la enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypansoma cruzi, transmitido por las heces de insectos de la subfamilia Triatomine –conocidos comúnmente en Ecuador como chinchorro–, los cuales actúan como vectores. La transmisión de la enfermedad también puede ocurrir por transfusión de unidades de sangre infectadas por T. cruzi, trasplante de órganos de donantes contaminados, trasmisión congénita (de madre a hijo durante el embarazo) u oralmente por la ingesta de alimentos contaminados con las heces de los triatominos. Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Chagas afecta a 8 millones de

individuos. En América Latina aqueja principalmente a personas que viven en condiciones de extrema pobreza y a las comunidades marginales donde existe poco acceso a la atención en salud, agua potable o que tienen mala infraestructura de las viviendas. Desde sus inicios, la investigación se concentró en áreas rurales de diferentes comunidades en las provincias de Loja y Manabí.

En 2008, el Laboratorio de Investigación en Enfermedades Infecciosas dio origen al Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas. En 2016, el centro se reubicó en un nuevo y moderno edificio de 10 000 m2 en el nuevo campus PUCE Nayón con tecnología de punta y tomó el nombre de Centro de Investigación para la Salud en América Latina (CISeAL). En la actualidad, el centro ha expandido su investigación a diferentes áreas de la salud como la enfermedad de Chagas, virus del zika, dengue, malaria, resistencia a antibióticos y a enfermedades crónicas –tales como la diabetes–, y a la búsqueda de nuevos medicamentos, entre

otras. La nueva infraestructura refleja el compromiso del CISeAL y de sus investigadores con la ciencia y el país; además, promueve el continuo desarrollo y generación de conocimientos y prácticas de la salud de la población.

El nuevo CISeAL

Diseñado para la investigación, mejoramiento de la salud y prevención de enfermedades infecciosas, cuenta con un espacio físico de seis plantas, y laboratorios equipados de bioseguridad nivel 2 y 3. El edificio fue diseñado por el arquitecto Fernando Calle en colaboración con el director e investigador del centro, el PhD Mario Grijalva. Cuenta con 20 oficinas para investigadores principales, 20 oficinas para técnicos, 3 salas de investigadores, 9 salas de reuniones, oficinas para área administrativa y contable, 11 salas de estar, 2 consultorios de investigación clínica, centro de manejo de datos, cuarto de máquinas y seguridad, y bodegas. En el área de laboratorios, existen: insectarios y bioterio,

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Según el censo de 2010, en Tungurahua hay 23 869 establecimientos que desarrollan actividades económicas. La capital de esta provincia, Ambato, se ha caracterizado por ser una ciudad productora y comercial, y sus negocios, en la mayoría, se han constituido familiarmente.

Por lo tanto, en muchos casos, el desarrollo local se ha gestionado empíricamente. Frente a este escenario, la Cámara de Comercio de Ambato conjuntamente con monseñor Vicente Cisneros, obispo de la Diócesis de Ambato, se preocuparon por dar solución al crecimiento desordenado del sector empresarial PYMES.

La solución llegó el 15 de julio de 1986: después de un largo trabajo de monseñor Vicente Cisneros para incorporar la presencia de la PUCE en Ambato, se lograron establecer varios programas de extensión de estudios. El objetivo era perfeccionar las habilidades y destrezas administrativas, tecnológicas, así como el dominio del idioma inglés como herramienta necesaria para estos fines.

Desde entonces, la PUCE Sede Ambato ha sido testigo de generaciones de estudiantes que han aportado en el desarrollo de

la región, no solo en el espectro económico, sino en el ámbito humanista. Se han convertido en una fuente generadora de empleo, motores del desarrollo en la región y han mejorado la calidad de vida de miles de personas.

La PUCE Sede Ambato, como institución, también se ha preocupado por la inclusión social. Con la aplicación de principios cristianos propios de los Jesuitas y la ley de inclusión laboral, creó plazas

para que gente con capacidades especiales pueda desarrollarse y motivarse con el fruto de su trabajo.

La PUCE Sede Ambato ha cumplido 30 años de formación integral. La investigación, la vinculación y la docencia se han constituido en la base del desarrollo de estrategias que buscan el constante progreso de nuestros pueblos porque no pretendemos ser una universidad más grande, sino una universidad grandemente superior.

laboratorio de bioseguridad nivel 3, 20 laboratorios individuales de bioseguridad nivel 2, 4 laboratorios compartidos de bioseguridad nivel 2 con 5 mesones, cuarto frío, cuarto oscuro, de autoclave y esterilización, 4 cuartos de ultracongeladoras y 12 cuartos para equipos de uso común. Adicionalmente, el centro acoge a investigadores principales y visitantes, técnicos, estudiantes de pregrado de diversas universidades nacionales e internacionales y estudiantes de posgrado.

Nuestros aliados

El Instituto de Enfermedades Infecciosas y Tropicales (ITDI) fue fundado en 1987 en la Universidad de Ohio (OU) por un grupo selecto

de investigadores y colaboradores en Estados Unidos. Este instituto ha realizado investigación en Ecuador desde sus inicios y, por este motivo, existe un fuerte vínculo con la PUCE.

Enfoque del CISeAL

El principal enfoque del CISeAL es la investigación en torno a las enfermedades tropicales y crónicas presentes en Ecuador y América Latina, mediante cinco prioridades estratégicas: (1) investigar interdisciplinariamente y desarrollar estrategias y tecnologías para el mejoramiento de la salud; (2) fomentar la interacción con instituciones y culturas con el fin de integrar el conocimiento global; (3) expandir las oportunidades

de investigación mediante reclutamiento de investigadores y educadores; (4) difundir el conocimiento mediante la práctica; y, finalmente, (5) internacionalizar la educación basada en iniciativas comunitarias. Adicionalmente, se busca consolidar colaboraciones nacionales e internacionales integrando varias áreas de investigación centradas en salud y educación.

Actualmente, existe cooperación con el Instituto de Investigación y desarrollo de Francia (IRD), la Universidad de Ohio en Estados Unidos, además de colaboradores adjuntos de diferentes áreas como Arquitectura, Medicina y Nutrición de la PUCE y OU.

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Flores, frutas e inclusiónP. César González LoorPRORRECTOR PUCE SEDE AMBATO

Desde hace treinta años, la PUCE Sede Ambato contribuye, con su labor educativa, al desarrollo de las provincias centrales de la serranía ecuatoriana.

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¿Alguna vez has mirado al cielo en búsqueda de respuestas? “Estela” significa rastro o huella que deja un objeto en movimiento: cielo, nubes, asteroides y velo de novia saltan a la imaginación. Y, coincidentemente, las siglas de Escuela de Teología para Laicos forman esta palabra. Estela es el programa de formación bíblica, teológica y espiritual que ofrece la Dirección de Pastoral Universitaria de la Pontificia Universidad Católica a quienes desean profundizar sobre su fe.

La Escuela de Teología para Laicos está pensada para reforzar la formación académica de catequistas, ministros de la Eucaristía, agentes de pastoral y gestión social de la Iglesia. Para ello la Escuela se construye como un espacio para mirar de manera conjunta y sistemática la teología católica, en perspectiva fundamentalmente bíblica, dialógica,

contextualizada y evangelizadora. “No creo que haya un compendio más perfecto que el que Jaime Castillo nos compartió: nuestros cuadernos son verdaderos tesoros que cuentan sus enseñanzas”, afirma Mariana Larrea Araujo, graduada de la promoción 2015, sobre su profesor de Eclesiología.

Estela ofrece también una visión antropológica del hombre; un análisis crítico, literario y teológico de los textos bíblicos; enseña el sentido de los sacramentos; presenta el desarrollo histórico de las Iglesias y analiza las enseñanzas éticas y sociales de la religión. Por ello, Marina no duda en resaltar que con Diego Jiménez, aprendió sobre las Encíclicas que respaldan la preocupación de la Iglesia por servir a los más necesitados. “Son verdaderas guías para quienes seguimos a Cristo…”

Adicionalmente, una de las fortalezas de Estela es el desarrollo de claves para una sana espiritualidad y para compartir la fe en una sociedad pluralista. Los contenidos se imparten en un ambiente de diálogo, respeto, cordialidad y, sobre todo, desde una reflexión cristiana fundamentada. Durante 30 años, un aproximado de 1 500 estudiantes han aceptado la compañía y guía de Estela en su profundización de la fe.

Entonces, si las preguntas que recorren tus pensamientos cotidianos giran en torno a ¿qué está bien?, ¿qué está mal?, ¿qué criterios hacen de una acción justa o injusta?, ¿qué quiere Dios de mí?, tal vez Estela sea el espacio para iniciar la búsqueda de respuestas.

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Foto: Contando Estrelas @ Flickr

Diego Guevara Capelo, S.J.DIRECTOR DE PASTORAL UNIVERSITARIA

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Tejer danzando: un arte de altura

El latido, la necesidad del cuerpo por romper sus horizontes con el movimiento, traduce su sentimiento en danza. En su historia brota como manifestación ritual, popular y parte de aquí al escenario de manera más elaborada codificando sus movimientos. Pero es insistentemente dinámica y reacciona a su propia rigurosidad a través de la composición dancística contemporánea; la libertad de expresión y movimiento busca nuevas herramientas para comunicar, para dialogar.

La danza aérea apela a varias ramas. Una de ellas es la tradición Gkol de Vanuata (Australia), donde los hombres se lanzan al vacío atando sus pies con lianas, también se enriquece del salto bungee o puenting. En la búsqueda de nuevas imágenes, la danza aérea descubre grandes aliados en las artes circenses para evolucionar en la propuesta del trabajo en telas que conocemos.

El génesis de la danza aérea es reciente. En los años setenta del siglo pasado Francia cultivó este género y lo desplegó hasta el punto en que ha sido reconocido por la Federación Europea de Escuelas de Circo Profesional.

En Ecuador, a través de las necesidades expresivas y la experimentación de la danza contemporánea, Talía Falconí trae su espectáculo junto al grupo Río Teatro Caribe de Venezuela a finales de los ochenta. La Compañía Nacional de Danza acoge posteriormente a una Compañía de Circo Teatro de Chile que desarrolla el primer taller de Danza Aérea en Quito.

Para 2006 los grupos culturales de la PUCE ya tenían gratas experiencias en las artes con énfasis en la danza: flamenco, danza árabe, danza neoclásica, tango y capoeira; sin embargo, son los mismos estudiantes quienes vuelcan su interés en la danza aérea y traen la propuesta de conformar un taller para esta práctica en la PUCE. Desde ese momento, los montajes escénicos de la Universidad se modifican y asumen una nueva capacidad comunicativa desde los territorios corporales.

En el plano de trabajo técnico, la danza aérea privilegia la disciplina en el calentamiento y estiramiento para fortalecer brazos y abdomen que son el sustento principal del cuerpo en movimiento y, por supuesto, la garantía de seguridad al momento de ascender. Las piernas, único elemento de impulso en el aire,

también tiene su lugar al momento de entrenar.

La herramienta más usada en esta danza son las telas, que se anclan con un “nudo alondra” que permite una sujeción fuerte e impide que la tela se deslice. La elasticidad de la tela permite la construcción de las figuras, ascensos y nudos en el aire, y amortigua el frenado de los cuerpos en caída. Estos elementos ponen el cuerpo en suspensión y brindan el espectáculo que captura los sentidos y el asombro del público.

Para caer es necesario subir. La “traba simple” es el movimiento elemental de los pies para los bailarines de danza aérea y consiste en pisar sobre el pie de apoyo que sostiene parte de la tela, esto le brinda un soporte al cuerpo y permite la escalada vertical. Pero esta disciplina, como todo lo que vale la pena, conlleva un gran dolor previo: la tela quema, causa moretones y duele. “No importa”. Eso afirman Carla Vásquez y Cristina León, estudiantes de la PUCE que han practicado esta disciplina por tres años. Para subir, lo más importante es escuchar al cuerpo, tener en mente que la fuerza que se necesita para ascender, se la debe guardar también para el descenso. Bajar es distinto. Bajar es cuestión de

Foto: Luis Mariño

Jenny Arroyo EspinosaCOORDINADORA DE CULTURA

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La educación en tiempo de crisis

Luego de la importante expansión que experimentó la economía ecuatoriana en los últimos años, actualmente vive una época complicada. La tendencia coincidió con la evolución de los precios del petróleo, principal producto de exportación. El país avizora un decrecimiento de su economía para el cierre de 2016, según fuentes oficiales e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Además, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec), el desempleo a junio de 2016 fue del 5,3%, porcentaje superior a lo registrado en sus períodos similares en los últimos 5 años. En términos generales, la situación actual del país implica un ajuste en los gastos e inversiones públicas, mientras que el frenazo económico también ha afectado en forma negativa las operaciones del sector privado.

La responsabilidad es un valor fundamental en la toma de

decisiones en épocas como esta, así como tener una posición estratégica a mediano y largo plazo para asegurar una recuperación futura. Es ahí donde la educación juega un rol fundamental, pues la formación del capital humano recobra una gran importancia en tiempos de crisis por el efecto multiplicador en el tiempo, generando un beneficio marginal a la sociedad que inclusive trasciende fronteras.

Por eso, en tiempo de crisis es cuando más debemos invertir en educación, e inclusive fomentarla abriendo las puertas a quienes siempre han sido aislados u olvidados. Encaminados en esto, la PUCE ha ofrecido becas enmarcadas en el espíritu cristiano de equidad y solidaridad, aun disminuyendo los aranceles en el presente año y congelándolos para los dos años venideros, porque creemos en el desarrollo a través de la educación.

Para un país como Ecuador, que no ha alcanzado un nivel de desarrollo pleno, es indispensable incorporar criterios de sostenibilidad social,

que aseguren la generación de oportunidades para todos o para la mayoría de habitantes, para que sea el esfuerzo de cada individuo el motor que le permita alcanzar sus metas.

El acceso a la educación, por tanto, es un pilar estratégico en la búsqueda del desarrollo de un país como el nuestro. La institucionalidad del Estado debe garantizar una operación fluida de los actores de la educación, pensando en los únicos beneficiarios objetivo de este proceso: los estudiantes, cuyo aporte constituye el futuro del país.

La educación debe entenderse como una herramienta eficaz, en potencia, en un período económico complicado como este, porque representa una inversión a futuro. La educación de calidad busca sostener el proceso de desarrollo de un país al mejorar sus niveles futuros de productividad y profesionalismo en sus distintas industrias y, por consiguiente, beneficia la calidad de vida de los ciudadanos.

confianza; es entonces cuando el artista se da cuenta de que su cuerpo fue solamente una agujeta de tejer y que los nudos deben estar ahí para sostenerlo. El descenso dura segundos, pero el cuerpo siente volar.

Danza aérea también puede involucrar otros elementos como la lira, que es una especie de aro suspendido. Hacer una coreografía en ella, al igual que sobre el trapecio –que es una especie de columpio en el aire– involucra mayor dificultad, en especial por la rigidez de estas piezas. Estos componentes proponen un retorno al circo, a la infancia, a los sueños de ascender al cielo y no volver a tocar el suelo.

En este punto podría saltar la pregunta ¿por qué un universitario debe integrar al arte en su vida? ¿Por qué la danza? Un profesional que durante su formación académica integra a su quehacer el arte poseerá la sensibilidad de detectar aquello que le conmueve, y aquello que esté fuera de la armonía y del equilibrio se develará ante sus ojos con mayor facilidad. Esa misma sensibilidad es la que conducirá a este hombre a ser más compasivo, altruista y consecuente.

Quizás sea necesario reflexionar sobre qué brinda el arte al ser humano en la práctica cotidiana. Kandinsky, cuando hablaba sobre quien contempla una obra pictórica y el efecto que en él se provoca decía, “…puede ser tan superficial que al terminar la experiencia se diluya el estímulo, pero quien posee una sensibilidad más alta se hará de una sensación más profunda que le

dejará una experiencia anímica y psicológica que trastocará su alma”.

Si entendemos que los estudiantes universitarios son los profesionales del mañana, aquellos que gestarán el nuevo pensamiento, que serán hacedores de los movimientos políticos, económicos y sociales que

guiarán a las naciones, es preciso reflexionar sobre cómo ven ellos este mundo, las

herramientas que les damos para que puedan

ser instrumentos de cambio desde lo

sensible.

Desde 1993, los estudiantes de la PUCE

tienen acceso a danza, teatro,

pintura y música. Hoy, a

veintitrés años de este inicio, son las propuestas estudiantiles las que han diversificado la actividad cultural. El coro de la PUCE mantiene en sus filas a más de noventa coreutas y han interpretado obras de mucha fuerza y complejidad: el Arión de Koziej o la Misa en Honor a la Virgen Quiteña de Coba. La serenata se transformó en la interpretación del primer movimiento del Carmina Burana de Orff en las doce guitarras del Ensamble de Guitarras. El grupo de teatro ha asumido interpretar a Tennessee Williams, Chejov y Shakespeare hasta dejar sin aliento al público con una impresionante Antígona de Sófocles.

La danza en la PUCE ha transformado la fiesta del viernes en la noche en zapatillas al compás de alegrías y soleares, yaravíes y fandangos, son y vals que parten del suelo hasta tocar el cielo con la danza aérea. Esta es la historia que brinda la esperanza de que los jóvenes estudiantes de la PUCE contarán con las herramientas necesarias no para cantar o bailar, sino para cambiar el mundo.

Javier España MeraDIRECTOR GENERAL FINANCIERO

El arte y la expresividad complementan la formación integral de los estudiantes de la PUCE.

Ilustración: Rosapuchalt - Freepik.com

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“Nuestro propósito es cambiar el sistema médico desde adentro, rompiendo el esquema de las clases teóricas y orientándonos más a aprender a través del tratamiento de problemas reales y específicos de la familia y la comunidad”, afirma el Dr. Rodrigo Díaz, coordinador nacional de la especialización en Medicina Familiar y Comunitaria. Este programa tiene la particularidad de desarrollarse en las Sedes de Ibarra, Santo Domingo y Portoviejo.

Hace 3 años, la Facultad de Medicina de la PUCE inició este proceso innovador, y la primera promoción de especialistas en las provincias, de las provincias y para las provincias están listos para atender a la sociedad: la PUCE Sede Ibarra graduó a 40 especialistas en Medicina Familiar; la Sede Manabí,

38 –histórico para esta provincia afectada por el terremoto de abril, y en cuya crisis fueron elementos importante en el funcionamiento de hospitales como el de Bahía de Caráquez–; y de la PUCE Santo Domingo están por graduarse 40 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, y han logrado rotar posgradistas de Gineco-Obstetricia, Pediatría, Emergencia y Medicina Interna.

En la actualidad, gracias a un convenio entre la PUCE y el Ministerio de Salud Pública, la segunda cohorte del programa de Especialización para Medicina Familiar y Comunitaria ingresó en septiembre de 2016. Con 30 estudiantes que inician, se “busca formar médicos que respondan a las necesidades actuales de la

sociedad, tanto en nuestra zona como a nivel nacional”, afirma la Ph.D. María José Rubio, prorrectora de la Sede Ibarra. El Dr. Marlon Jácome, presidente de la primera cohorte del posgrado de Medicina Familiar, se mostró orgulloso de ver que cada día se promueve la medicina responsable.

La PUCE Sede Ibarra, además, cuenta con posgrados en Emergencia, Pediatría, y Gineco-Obstetricia, con estudiantes que rotan en los hospitales de Ibarra y Tulcán; 20 internos rotativos (último año de carrera de Medicina) ya están trabajando. Es importante para la PUCE y la Facultad de Medicina este proceso de formación en las sedes y se espera fortalecer esta forma de trabajo por la salud de las provincias.

Médicos se especializan en todo el país

Rodrigo Díaz BolañosCOORDINADOR NACIONAL ESPECIALIZACIÓN

EN MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA

Los formación de los especialistas médicos se basa en el permanente contacto con la realidad de las familias y comunidades de las diferentes regiones del país.

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Algún personaje del cine ya se cuestionaba: “¿Qué es lo bueno del chocolate: la sustancia en sí misma o la técnica de la muela que lo tritura?” El chocolate es uno de los pocos alimentos que se pueden disfrutar y catar con los cinco sentidos, pero también tiene la propiedad de reunir a la empresa privada, academia y comunidad a su alrededor. En Santa Rita, provincia del Napo, se levantó lo que la comunidad ha nombrado la “cabaña del cacao”.

“Con lo que Hay” es un taller de arquitectura dentro del pénsum de la FADA-PUCE. Este taller tiene como objetivo acercarse al mundo laboral desde una óptica integral, comunitaria y responsable, para formar profesionales que ejerzan donde sea necesario y no solo donde el sistema mande y los recursos abunden. Durante todo el semestre, los estudiantes y tutores del taller se dedican a diseñar, construir y socializar un proyecto. Esto supone hacer viajes para reconocer el lugar, conocer a la gente, sus necesidades y expectativas del proyecto

para, a partir de ello, generar una pieza arquitectónica de la que la comunidad pueda apropiarse, “eso es lo más importante”, resalta Enrique Villacís, tutor del Taller “Con lo que Hay”; es más, según este profesor de la PUCE, “no es apropiado dejar todo terminado, sino que la gente de la comunidad debe terminarlo para que se esfuercen por el proyecto y se apoderen de él”.

Más allá de la idea romántica del trabajo en comunidad, desarrollar un proyecto en un tiempo limitado supone un esfuerzo enorme. Así, el taller “Con lo que Hay” no solo involucra usar lo que haya en la zona, sino seguir, a pesar de lo que falte. “Después de un mes de la última visita que tuvimos como taller volvimos a Santa Rita; al vernos, las señoras que nos brindaban la comida corrieron a abrazarnos; el primer día que llegamos lo único que hicieron fue servirnos tímidamente un plato de comida”, comenta uno de los estudiantes que participaron en el proyecto.

En el primer viaje, los participantes se dedicaron a tomar fotos para entender el escenario al que se enfrentaban. Primer reto: la cantidad y tamaño de las piedras; solución: ellas serán el cimiento del proyecto. Segundo reto: material; solución: cultivar ellos mismos las cañas tomando en cuenta tiempos de cosecha y sabiduría ancestral. Tercer reto: la incredulidad inicial de la comunidad; solución: trabajar y seguir trabajando. “Al principio solo nos veían por las hendijas. Cuando levantamos las cañas, la gente entendió que nuestro trabajo era real y nos vino a ayudar”.

Uno de los momentos más emotivos del proyecto pudo haber sido la colocación del puente, necesario para conectar caseríos aledaños. El grupo de estudiantes y maestros había tejido el puente con cañas hacía una semana, pero el peso –cada caña requería de tres personas para cargarla y el puente se componía de diez cañas– no les dejaba idear un plan para moverlo a su posada final. Todo el viaje de ida

Cabaña del cacao: compromiso de palabra y obraEnrique Villacís TapiaTUTOR DEL TALLER “CON LO QUE HAY”

Foto: Taller “Con lo que Hay”. Ensusitio

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a la comunidad fueron diseñando un plan, pero sus ideas se convirtieron en asombro al ver que los lugareños ya lo habían mudado y que los niños jugaban en él mientras recibían al equipo para continuar trabajando.

El Centro se compone de tres plataformas: la bienvenida que muestra y produce artesanías; un fogón donde se cocina el maito de chontacuro y carachama que comerán los turistas al final del recorrido; y la de procesos del cacao: secado, fermentación, tostado y chocolate artesanal. Pero es más que un lugar turístico, es el espacio donde ahora se reúne la comunidad de Santa Rita a aprender, compartir y recordar tradiciones; en palabras del expresidente Bolívar Alvarado Yumba, “yo nunca he visto una construcción así de grande que se hace realidad. Por primera vez tenemos gente que viene y pone empeño en hacer un aporte. Este es el primer paso para seguir y crecer”.

Esta tecnología, que usa las enormes piedras del lugar como cimiento, estructura de caña guadúa, amarres con bejuco, cubierta de paja toquilla, pisos de chuncho y chonta, ha recibido reconocimientos como ser de las diez obras del año por Plataforma ARQ., y una mención en la Bienal de Arquitectura de Quito (BAQ) en 2014. Pero hay más: los participantes pudieron llegar a entender sus habilidades ya en la práctica, y muchos de estos estudiantes que trabajaron en el proyecto han buscado trabajos independientes porque ahora son conscientes de lo que pueden hacer.

En la actualidad, los habitantes de Santa Rita se han apropiado del proyecto; lo sienten suyo y ese sentimiento es lo que les mueve a hacer el mantenimiento de la estructura: cambiar los amarres de bejuco, por ejemplo, que no de manera casual fueron hechos de manera ancestral; “como lo harían

los abuelos de Santa Rita”, así esta cabaña del cacao también trabaja por la memoria histórica dentro de la misma comunidad. Así, la cabaña del cacao “no termina ni comienza junto al taller académico –de hecho, en este caso tomó aproximadamente seis meses previos y un año más de trabajo para lograr acabarlo–, sino que se convierte en una responsabilidad directa de la comunidad y el equipo profesional (Ensusitio y exalumnos de la PUCE) que vela por su implementación”, afirma Enrique Villacís.

Este proceso culminó al margen de la burocracia y de convenios firmados; todo el compromiso de estudiantes, comunidad y profesionales se dio de palabra y obra. De esta manera, la arquitectura sigue cambiando la vida de todo aquel que se preocupa por ser coherente y apuesta por el aprovechamiento ético de los recursos.

Los habitantes de la comunidad de Santa Rita no solo participaron activamente en la construcción de la Cabaña del Cacao, sino que se apropiaron de un nuevo espacio colectivo para su vida cotidiana.

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Foto: Taller “Con lo que Hay”. Ensusitio

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Ecuador megadiverso

Russell Mittermeier, un antropólogo, primatólogo y herpetólogo nacido en Nueva York, propuso en 1988 el término de “países megadiversos” para referirse a los 17 países que albergan en sus fronteras la mayor diversidad de especies. En conjunto, alojan más de las dos terceras partes de vertebrados terrestres y más de tres cuartos de las especies de plantas superiores, pese a que solo representan una décima parte de la superficie del planeta. Estos países son, en orden alfabético, Australia, Brasil, China, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, México, Papúa Nueva Guinea, Perú, República Democrática del Congo, Sudáfrica y Venezuela.

Una breve revisión a esta lista permite ver que muchos de estos países se encuentran entre los de mayor superficie del mundo (China, Estados Unidos, Brasil o Australia) y el más pequeño corresponde a

Ecuador. Es así que si realizamos un ejercicio sencillo de dividir el número de especies de plantas y animales presentes en cada país sobre su superficie, invariablemente Ecuador resulta ser el país de mayor número de especies por kilómetro cuadrado; en términos de densidad de especies, el más diverso de los megadiversos.

Surge la pregunta, ¿por qué existe en Ecuador esta increíble acumulación de formas de vida diferentes? La respuesta se basa en su privilegiada ubicación, por la cual varios procesos geográficos, climatológicos y evolutivos se han conjugado a nuestro favor.

Geografía y clima

Ecuador se ubica en el cinturón tropical de Sudamérica, sobre la línea ecuatorial, atravesado de norte a sur por la cordillera de Los Andes. Esta ubicación le permite recibir, de manera constante, un

aporte de radiación solar que ayuda con el crecimiento vegetal durante todo el año. La fotosíntesis permite la producción de material vegetal a partir de la energía lumínica; la cantidad del tejido vegetal que se acumula se conoce como productividad primaria. Aquellas zonas del planeta aledañas a la línea ecuatorial, llamadas trópicos, mantienen los más altos valores de productividad primaria y albergan los bosques más diversos.

Nuestro país, además de alta radiación solar, es favorecido por su aporte hídrico. El agua de los océanos Pacífico y Atlántico se evapora y es transportada por corrientes de aire a nuestros suelos, descargando grandes volúmenes de lluvia en las zonas bajas del país, acumulándose en glaciares en los nevados de Los Andes, para formar luego el cauce de grandes ríos y arroyos que bañan el país. El agua,

Santiago Burneo NúñezDIRECTOR DE LA ESCUELA DE CIENCIAS BIOLÓGICAS

indispensable para la vida, mantiene esta gran productividad primaria.

La cordillera tiene también una función diferenciadora con relación al número de especies que habita la región. “Biodiversidad” significa variedad de formas vida y para que las formas de vida sean diversas, necesitan múltiples ambientes a los cuales puedan adaptarse. Los Andes crean diferentes pisos climáticos que van desde el nivel del mar hasta las nieves perpetuas pasando por bosques de tierras bajas, piemontanos, andinos, nublados, estribaciones, valles interandinos y páramos. Las cadenas montañosas funcionan como barreras que impiden que muchas especies del occidente tengan contacto con las del oriente, siendo este aislamiento la razón para que hayan evolucionado en formas distintas a cada lado de la cordillera.

Ecosistemas

El resultado de todos estos factores es una gran variedad de sitios, los cuales, al ser habitados por seres vivos, se convierten en ecosistemas, cada uno con una composición particular de formas de vida. Según el Sistema de Clasificación de Ecosistemas del Ecuador Continental, publicado recientemente por el Ministerio del Ambiente, en Ecuador se reconocen 91 ecosistemas diferentes, arbustales, herbazales, rosetales, bosques y manglares, algunos de ellos secos, otros inundados, inundables, siempreverdes, deciduos o semideciduos.

Recordemos que esto explica solamente la megadiversidad del país a nivel continental, pero Ecuador tiene además una extensa y rica diversidad marina, con un aporte especial de la corriente fría de

Humboldt, porque estas corrientes llevan consigo una gran cantidad de material nutritivo planctónico, que es la base de las cadenas alimenticias marinas, permitiendo la vida a un sinnúmero de especies, como invertebrados, peces, tiburones, aves, delfines, lobos marinos y los más grandes vertebrados que han existido, las gigantes ballenas. Como si esto no fuera suficiente, Ecuador complementa su número de especies en el archipiélago de Colón. Las islas Galápagos se ubican también sobre la línea ecuatorial, están bañadas por corrientes cálidas y frías, de alta productividad, tanto superficiales, como submarinas. Las islas están cercanas entre sí pero lo suficientemente separadas como para mantener comunidades florísticas y faunísticas únicas sobre distintos pisos climáticos gracias a las montañas formadas por la actividad volcánica.

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Ecuador se destaca por su alta diversidad de anfibios, reptiles, mamíferos y aves. En el caso de los anfibios, ocupa el tercer lugar en número de especies (solo después de Brasil y Colombia). En el ámbito local, ocupa el primer lugar ya que en una sola localidad del Parque Nacional Yasuní hay más de 120 especies de ranas, un número mayor al registrado en toda Norteamérica y el doble del que vive en Europa.

La biodiversidad es una de las principales ventajas competitivas de Ecuador. Por lo tanto, el estudio para su manejo, uso y conservación es una prioridad nacional. La PUCE asumió el reto de investigar la biodiversidad del país desde la década de 1970. Ese temprano inicio fue continuado por un dinámico crecimiento de su recurso humano, laboratorios y colecciones biológicas, que ahora se ve reflejado en una abundante producción científica y la posesión de las colecciones de zoología más grandes del país.

La investigación zoológica de la PUCE se centra en su Museo de Zoología, conocido por su acrónimo QCAZ. Se trata de una entidad dedicada a la investigación científica y a la formación de investigadores en las áreas de evolución, ecología, biogeografía, conservación y

genética. Las exploraciones se basan en sus colecciones zoológicas de más de dos millones de especímenes. Sus muestras incluyen uno de los bancos de genoma animal más grandes de Latinoamérica (40 000 tejidos mantenidos en ultracongeladoras).

Un ejemplo de la importancia de la investigación y colecciones del QCAZ es su reciente incorporación, como miembro principal de la Red Global de Biodiversidad Genómica (GGBN por sus siglas en inglés), una red internacional que agrupa a instituciones que comparten el objetivo de la

preservación de muestras de genoma representativas de la diversidad de la vida en la Tierra. Otros miembros principales de la GGBN incluyen el Instituto Smithsoniano (USA), el Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido), y el Instituto Beijing de Genómica (China). Ecuador es el único país miembro principal del GGBN de Latinoamérica. La red promueve la investigación y el intercambio de material genómico respetando los acuerdos internacionales y las leyes de cada país para la protección de recursos genéticos.

Ecuador y su variedad en fauna Santiago Ron MeloCURADOR DE ANFIBIOS DEL MUSEO DE ZOOLOGÍA

Estudios recientes señalan que Ecuador alberga alrededor de 18 300 especies de plantas vasculares nativas, de las cuales –aproximadamente– 5 500 son endémicas. Esta diversidad vegetal representa el 6,16% de las plantas vasculares registradas en el planeta. Por otra parte, la diversidad de plantas no vasculares o briofitas, también llamadas comúnmente musgos, está alrededor de las 1 500 especies, y representa el 10% de la diversidad mundial de este grupo de plantas. Nuestra diversidad vegetal ha sido utilizada a lo largo de su historia; según la Enciclopedia de plantas útiles del Ecuador, existen 5 172 especies de plantas útiles, empleadas, mayormente, como medicinales, alimenticias y fuente de materiales para la construcción de viviendas y

elaboración de un sinnúmero de enseres.

Algunos grupos de plantas notables en Ecuador y que se destacan por su diversidad, belleza o usos son, por ejemplo, las orquídeas, helechos, palmas y magnolias. Las orquídeas (Orchidaceae) con alrededor de 4 500 especies, un 40% son endémicas; es la familia de las angiospermas o plantas con flores que presenta la mayor diversidad y endemismo para el país. Las Pteridofitas o mejor conocidas como helechos –y sus parientes, los licofitos (licopodios, selaginelas y equisetos)– registran unas 1 300 especies y un 13% son endémicas. Estos dos grupos de plantas son particularmente diversos en los bosques nublados debido a la alta precipitación y humedad

que son necesarias para su ciclo de vida. Por su parte, con 137 especies y 10% endémicas, las palmas o Arecaceae son de gran importancia debido a que es uno de los grupos de plantas más usados por los pueblos ancestrales. Las magnolias (Magnoliaceae), un linaje de las angiospermas con más de 100 millones de años de edad, registran 23 especies y de ellas 18 son endémicas; estas cifras representan el 7% y el 15% de la diversidad mundial y del Neotrópico respectivamente.

En conclusión, Ecuador es el paraíso de las plantas que aún guarda secretos por descubrir. Más de un millar de novedades botánicas se publican cada cinco años, y necesitan de nuestra atención y cuidado para su conservación.

Diversidad de plantas en Ecuador Álvaro Pérez Castañeda

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Foto: Santiago Burneo

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Ecuador ocupa el primer puesto en América Latina en emprendimiento; esto debido a que en nuestro país 1 de cada 3 adultos ha iniciado los trámites para establecer un negocio. En otras palabras, los ecuatorianos tienen el “gen del comercio”; sin embargo, esta alta cifra revela su lado negativo cuando los datos muestran que los emprendimientos no se consolidan a largo plazo, ni se desarrollan con propuestas sólidas de innovación aparejadas con políticas públicas eficientes. ¿Cómo responde a este desafío la academia?

La Pontificia Universidad Católica del Ecuador reconoce que los estudiantes en su paso por las aulas deben desarrollar, sobre todo, estrategias que sean fácilmente implementadas para enfrentar el mundo del conocimiento. Con este enfoque, los estudiantes de la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables de la PUCE participan en proyectos formativos transversales que les permiten eliminar obstáculos para resolver problemas del contexto. La más reciente aplicación de este paradigma sucedió durante el verano 2016, a través de la asignatura “Proyecto Integrador II”.

Doce estudiantes de la carrera de Administración de Empresas y nueve de la carrera de Contabilidad y Auditoría tuvieron la oportunidad de trabajar en colaboración con estudiantes de otras facultades para proponer la Carrera PUCE 7K y PUCE Store.

En primer lugar, con respecto a la PUCE 7K, los participantes lograron una excelente venta de la publicidad en las camisetas ante un grupo de empresarios, superando con éxito las expectativas en el financiamiento de este evento deportivo. Los estudiantes trabajaron en la ejecución de la logística de la carrera y su promoción para alcanzar una participación masiva.

La complejidad del entorno obliga a los estudiantes a investigar, innovar, deducir, planificar, tomar decisiones, trabajar en equipo, ser interlocutores seguros, motivarse por cumplir metas y evaluar los resultados de acciones colaborativas. Es a través de estos proyectos que los conocimientos tomaron sentido, las competencias, hábitos y valores éticos se fortalecieron, el currículo encontró pertinencia y, por tanto, el aprendizaje se volvió de calidad.

Las carreras como Administración de Empresas, Contabilidad y Auditoría, tradicionalmente reportadas como las de mayor matriculación en las instituciones de educación superior, requieren de una gestión de liderazgo en el contexto universitario por el espíritu empresarial que por naturaleza imprimen. En el caso de la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables de la PUCE, la innovación, creatividad, emprendimiento y el espíritu empresarial se hacen visibles de manera natural, por ser asumidos dentro de la cultura organizacional como atributos necesarios para ser ciudadanos de la sociedad del conocimiento.

Hay más: tras estas experiencias académicas-laborales, el 95% de los estudiantes de la PUCE manifestaron responsabilidad de sus actos frente a la sociedad y el entorno, al diferenciar con claridad lo bueno de lo malo. Asimismo, se evidenció que se sienten motivados para alcanzar el desarrollo integral, conscientes de que su modo de ser y hacer las cosas generan un aporte ético al contexto. Además, el 100% de estudiantes consideró los valores éticos y morales como parte

Emprender para aprenderFabiola Jarrín JaramilloDECANA FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES

Christian Fajardo Sempértegui

José Luis Cagigal García

En agosto de 2014, la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables crea la Coordinación de Emprendimiento con el objetivo de acompañar a estudiantes emprendedores a que sean visionarios y superen sus límites. Se busca que los estudiantes sean capaces de convertir ideas en proyectos y asuman el reto de iniciar una empresa.

Entre las actividades que organiza la Coordinación, se destaca dar asesoría a los estudiantes en el desarrollo de sus proyectos, compartir los criterios docentes para que cada una de las

materias proporcione una mejor preparación de los alumnos, organizar concursos, generar una cultura de emprendimiento, etc.

Así, vale la pena resaltar lo desarrollado a través de concursos de emprendimiento. Este espacio ha sido el escenario de sorpresas como la oferta de USD 4 000 a un grupo de estudiantes por la idea de su proyecto, y la participación como jurado de profesionales como Carlos Sarmiento, CEO de la petrolera Schlumberger. Adicionalmente, en 2016 se realizó el primer concurso

de emprendimiento para colegios, “En mi colegio sí hay emprendedores”, donde participaron 20 colegios con alumnos de bachillerato exponiendo ideas y proyectos innovadores.

Con este enfoque, el planteamiento de las autoridades actuales de la PUCE, inspirado en el paradigma pedagógico ignaciano, va más allá en el concepto de enseñar a emprender, para establecer un nuevo enfoque vital en el saber humanista: emprender para aprender.

Juventud y emprendimiento

fundamental del discernimiento en el momento de tomar decisiones, lo que hace posible el desarrollo de una formación integral con estudiantes que proyectan su vida de manera clara y concreta.

Los proyectos formativos constituyen la estrategia adecuada para transformar la educación del siglo XXI y preparar a los estudiantes para que sean parte de la sociedad del conocimiento. Cada asignatura puede planificar proyectos

formativos para resolver problemas del contexto, las aplicaciones son diversas al igual que los problemas, ante lo cual el desarrollo integral del estudiante se logra de manera natural.

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Estudiantes exhiben sus productos en la feria de emprendimiento de la PUCE.

Interesantes innovaciones presentan cada año los estudiantes de las carreras administrativas.

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Emprender en unidad

Emprender no es ni una ciencia ni un arte. Es una práctica. La PUCE Sede Esmeraldas conoce muy bien este principio, pero sabe que la compañía es fundamental al momento de desarrollar una nueva idea. Todo comenzó en 2010; la naciente “incubadora de empresas” –hoy Unidad de Emprendimiento– buscaba dar apoyo a jóvenes y pequeños comercios para, de esta manera, responder a las necesidades de la sociedad esmeraldeña. Así, la Unidad de Emprendimiento se ha dedicado a trabajar desde dos vertientes: el emprendimiento social y el de innovación.

En primer lugar, con respecto al emprendimiento social, de acuerdo a Óscar M. Sánchez Piñeiro y Regina Saavedra, Esmeraldas ha visto la llegada de más de 6 000 refugiados y 18 000 solicitantes de asilo en los últimos diez años. Esta realidad ha motivado a que la Unidad de Emprendimiento, junto con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y diversas ONG generen programas que aporten con un capital semilla a los nuevos negocios. Este es el caso de “Las Negritas” (tres refugiadas colombianas, dos

colombianas solicitantes de refugio y dos ecuatorianas), una sociedad dedicada a la costura. Ellas fueron beneficiadas con USD 5 000, con los que compraron maquinaria y telas. En 2013 recibieron otros USD 1 000 que invirtieron en una planchadora y estampadora: con ellas se presentaron al portal de compras públicas para hacer uniformes contratadas por el Estado. Lo ganaron. Les encargaron 1 000 kits.

En segundo lugar, sobre el emprendimiento al interior de la PUCE Sede Esmeraldas, se privilegian los de innovación. SoftProted es uno de los casos de éxito. Este negocio surgió en el Laboratorio de Investigación, Tecnologías e Innovación (Liti-Pucese). Año tras año, la Unidad de Emprendimiento lanza un concurso abierto a todos los estudiantes que tienen una idea innovadora. En 2013 SoftProted y su sistema de control domótico se llevó todos los premios. La idea de estos estudiantes era controlar ciertos aspectos de una casa –como abrir y cerrar las ventas– de manera remota.

El trabajo de la Unidad de Emprendimiento de la Sede

no termina ahí: otro de sus objetivos es crear una red de contactos para convertir ideas de negocios en emprendimientos sostenibles. De hecho, “Miércoles de Emprendedores” es el espacio adecuado para presentar negocios que han surgido dentro y fuera de la universidad. Aquí, por ejemplo, se presentó Sandy Sánchez, quien desde segundo semestre paga su pensión y matrícula con lo que gana vendiendo ropa a través de su página en Facebook: “A veces es muy difícil balancear los estudios con un emprendimiento, pero entonces miro hacia atrás y recuerdo cómo era todo en segundo semestre y mi temor a no poder culminar mis estudios, y sigo”.

La PUCE Sede Esmeraldas no se detiene en su labor de impulsar la creatividad e innovación entre sus estudiantes. Como comenta Roxana Benites Cañizares, directora, “la Unidad de Emprendimiento ha apoyado a 91 negocios, de los cuales 71 siguen activos”. Estos datos, más allá de mostrar elevados porcentajes, revelan que el trabajo de la unidad es constante.

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Aitor Urbina García de VicuñaPRORRECTOR PUCE SEDE ESMERALDAS

Concurso de emprendimiento con la participación de la PUCE nacional.

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Totoraloma: donde hicimos las cosas entre todos

En los Andes, el principio de organización social es el ayllu, que es la familia ampliada formada no solo por seres humanos, sino por todo lo que en la naturaleza coexiste con ellos: ríos, estrellas, plantas, animales. Los habitantes de Totoraloma, un pueblo en los páramos del sur de Chibuleo, comparten esta cosmovisión y saben que la familia ampliada merece un espacio adecuado para reunirse y desarrollar actividades comunitarias. Por ello, este pueblo –autoidentificado como indígena en un 64,9%– vio la necesidad de construir una casa comunal, que se convertiría en “el contenedor de historias, indispensable para la transmisión de conocimientos, la toma de decisiones y la interacción social”.

Todo empezó en julio de 2015, el presidente del Consejo de Gobierno de Chibuleo San Francisco, Segundo Toalombo; su secretario, Segundo Tigsilema; y la coordinadora de Totoraloma, Juana Pacari Maliza,

se acercaron a la PUCE y tomaron contacto con la Dirección de Vinculación con la Colectividad de la PUCE para solicitar colaboración técnica en la elaboración y diseño arquitectónico y estructural de la casa comunal de la Comunidad de Chibuleo San Francisco.

La PUCE evaluó el proyecto y entendió la magnitud de la obra: esta edificación beneficiaría a 700 familias y 1 500 habitantes; además, los estudiantes tendrían la oportunidad de relacionarse directamente con la comunidad y diseñar un proyecto interdisciplinario.

Desde enero de 2016, Alberto Ainaguano, estudiante egresado de Ingeniería de la PUCE y actual presidente de la comunidad, coordinó las diferentes estrategias. La Universidad, por su parte, a través de sus facultades y escuelas diseñó un plan de intervención que consistía en tres fases: diseño arquitectónico de la casa comunal, recaudación de fondos y promoción,

y la construcción de la casa comunal junto con la comunidad.

La primera fase estuvo a cargo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes. “Aprendimos de sus tradiciones y les pedimos que dibujaran cómo veían ellos a su casa comunal; en base a esto partió nuestro diseño arquitectónico”, explica el estudiante Esteban Vera. Así, el diseño se fundamentó en la idea de la crianza de paisajes vivos y sanos, y del pensamiento andino de la reciprocidad. El proyecto fue aprobado de manera consensuada y ajustado a las limitaciones técnicas.

Entonces, fue momento de la segunda fase. Ya con el presupuesto de la obra, la Facultad de Ciencias Administrativas y la de Comunicación, Lingüística y Literatura entraron en acción. La campaña “Tu ayuda empieza con un ladrillo” tuvo como objetivo “hacer que la comunidad universitaria se sienta parte de otra comunidad, la de Totoraloma, y que ambas

Rocío Bermeo SevillaDIRECTORA DE VINCULACIÓN CON LA COLECTIVIDAD

se unieran a partir de una casa que se construiría de manera conjunta, donde todos arriman el hombro”, comenta Rosa Inés Padilla, coordinadora del proyecto por la Facultad de Comunicación, Lingüística y Literatura. Se hizo una pared falsa (de cartulina) que circuló por el campus universitario; en ella se grabaron los nombres de cada donante; cada ladrillo costaba USD 2,00. Junto a la empresa privada y la sociedad civil, se adquirieron 964 ladrillos simbólicos. El valor de esta recaudación se sumó al valor obtenido en el “Momento de Solidaridad 2015”, organizado previamente con el mismo fin.

La tercera fase demostró el poder que tiene el trabajo comunitario: sin la participación de la gente de la comunidad no se habrían

alcanzado los objetivos en tan corto tiempo: la Universidad contó con la colaboración de su personal y sus estudiantes, mientras que la comunidad organizó y convocó a la minga en las jornadas de construcción. “La casa comunal se hizo entre todos”, resaltó el Padre Rector, Fernando Ponce León, S.J., durante la ceremonia de entrega simbólica.

Esta casa comunal es prometedora para la gente. Juana Pacari no dudó en demostrar su alegría al saber que ya “tenemos dónde congregarnos”, mientras que Alberto Ainaguano vio en esta edificación no solo la concreción de todos sus esfuerzos, sino también la oportunidad de unir sus dos mundos: “nunca había conocido la Universidad a mi

comunidad por eso planteamos el proyecto”.

Pero el trabajo en comunidad sigue; el ingeniero Eddy Sánchez, de la Facultad de Ingeniería, comenta que se han generado nuevas colaboraciones: se están construyendo los sistemas computacionales de cobro-facturación de agua de riego, página turística de Chibuleo, y calendarización de partidos de fútbol de la comuna.

Para la Universidad, la satisfacción del deber cumplido y su aporte en el desarrollo social y comunitario de los habitantes de Totoraloma valió el trabajo de meses. El ejemplo de este proyecto propone un futuro promisorio entre el Estado ecuatoriano, la PUCE y el desarrollo de las zonas rurales de nuestro país.

La casa comunal es el espacio de encuentro de los habitantes de Totoraloma y su construcción empezó en 2015, como un proyecto de vinculación con la colectividad de la PUCE.

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El renovado rostro del museo Weilbauer

En el año 1987, los esposos Hilde y Eugen Weilbauer donaron a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador su valiosa colección de piezas arqueológicas, gracias a la gestión del arqueólogo josefino Pedro Porras Garcés.

Esta colección hizo que naciera el Museo Arqueológico Weilbauer, que fue inaugurado por primera vez el 13 de abril de 1988 y funcionó durante varios años en la antigua casona de la PUCE, donde hoy funciona el área de Psicología Aplicada.

En 2003, el Museo fue trasladado al segundo piso del Centro Cultural de la PUCE, fecha desde la cual ha venido funcionando. El 7 de abril de 2016 se reinauguró con instalaciones renovadas, nuevos espacios y una nueva donación arqueológica por parte de los familiares de la que en vida fue la señora investigadora Costanza Di Capua.

Desde su apertura en el Centro Cultural, el Museo ha concentrado sus esfuerzos en prestar servicios en diferentes actividades:

Difusión cultural

El museo, con sus salas de exhibición, así como con la tiestoteca o colección de fragmentos cerámicos de diversas culturas, con fines iconográficos investigativos, atiende a un sinnúmero de colegios, escuelas, universidades y público en general, tanto nacional como extranjero.

Fondo bibliográfico

El museo también cuenta con un fondo de libros impresos y electrónicos especializados en Arqueología, Antropología, y temas afines que beneficia el interés académico de varios estudiantes e investigadores.

Salas de exhibición del museo Weilbauer.

Guadalupe Cruz D’HowittMUSEO WEILBAUER

Foto: Freddy Coello

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Fondo fotográfico

El museo cuenta con un fondo fotográfico que perteneció al Padre Porras, con sus principales investigaciones.

Colaboración académica

El museo siempre se ha caracterizado por su apertura e interdisciplinariedad dentro y fuera de la Universidad, por lo cual ha recibido a alumnos de diferentes instituciones para realizar prácticas académicas. De igual manera, a investigadores que han difundido sus trabajos por diversos medios.

En varias ocasiones, el museo ha recibido a estudiantes de la Facultad de Artes y Diseño de la PUCE para que realizaran sus prácticas dentro de la malla curricular.

Red de museos

El Museo Weilbauer está en la Red de Museos de la ciudad y es parte de los eventos de la misma.

El museo atiende de lunes a viernes en el horario de 09:00 a 16:00, ininterrumpidamente y el ingreso es gratuito.

La interesante colección de piezas arqueológicas del museo Weilbauer es un testimonio histórico de las culturas ancestrales de Ecuador.

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Ambato

Quito Esmeraldas

Ibarra

Santo Domingo Manabí

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2350

7981

13 facultades35 escuelas65 carreras(78.9%)

2389

#1

CLUBES Y GRUPOS ESPACIOS BENEFICIOS ESTUDIANTILES VINCULACIÓN CON LA COLECTIVIDAD

YOGA BOLSA DE EMPLEO Y PASANTÍAS PRE PROFESIONALES

6 CAFETERÍAS RESTAURANTES

NÚCLEO DE APOYO CONTABLE Y FISCAL NAF MUSEOS

COLISEO ESTACIONAMIENTOESTUDIANTIL

AERÓBICOSCENTRO DE

PUBLICACIONESCENTRO DE

MEDIACIÓN

GIMNASIO ASESORÍA ESPIRITUALY PASTORAL UNIVERSITARIA 76 LABORATORIOS

CENTRO DE

COPIADOLABORATORIO CLÍNICO

DISERLAB

RED INALÁMBRICA

WiFiENSAMBLE DE

GUITARRASCENTRO DE

PSICOLOGÍA APLICADA

KIOSCOS DE

IMPRESIÓNLABORATORIO DE MATERIALES

DE CONSTRUCCIÓN

FOTOGRAFÍA CESAQ CENTRO DE SERVICIOS AMBIENTALES Y QUÍMICOS

ESTACIÓN CIENTÍFICA

YASUNÍ

ASOCIACIONESESTUDIANTILES

ENTORNO VIRTUAL DE

APRENDIZAJE (EVA)CENTRO DE

DERECHOS HUMANOSCNIB CENTRO NEOTROPICAL PARA LA INVESTIGACIÓN DE LA BIOMASA

CENTRO DE

INFORMÁTICACOROPRÉSTAMO DE

LAPTOPS ACCIÓN SOCIAL UNIVERSITARIA

CISeAL CENTRO DE INVESTIGACIÓN PARA LA SALUD EN AMÉRICA LATINA

GRUPOS DE

DANZA HEMEROTECASFÍSICA Y VIRTUALES

INSTITUTO DE

SALUD PÚBLICACENTRO MÉDICOUNIVERSITARIO

CASE CENTRO DE ASESORÍA Y SERVICIOS EDUCATIVOS

eMAILINSTITUCIONAL

ESTADIOCLUBES

DEPORTIVOSCONSULTORIOS

JURÍDICOS GRATUITOS

LABORATORIO DE

SUELOS

TEATRO BIBLIOTECA GENERAL

SEGURO DE ACCIDENTES

CONSULTORIOS

FILOSÓFICOSCENTRO DE PRODUCCIÓN

AUDIOVISUAL

70 años de prestigio y excelencia

Total personal docente PUCE

beneficiados en Sede Matriz PUCE

7420

Profesorpor cada 10 Estudiantes1

Profesionales Graduados en 2015

SEDES6

ESTUDIANTES

GRADOOferta

académica

POSGRADO18 Programas de posgrado a nivel nacional

Proyectos activos de vinculación con la colectividad

122

BECAS PENSIÓN DIFERENCIADA

133 698700 000Libros

en nuestra biblioteca Libros digitales

Empleabilidadde egresados

Estación científica YASUNÍ

Centro de Investigación para la Salud

en América Latina

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97%

REDES APLICADAS

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