Revista de extensión agraria · coloca la ayuda y mira hacia el tablero. Con el magnetógrafo se...

4
Sobre el fondo de la tela metálica que sirve de magnetógrafo pueden verse diversos tipos de imanes. EL MAGNETOGRAFO E N las reuniones y demostraciones que a veces efectuamos los agentes al aire libre encontramos la dificultad de no poder utilizar el franelógrafo corno ayuda visual que acom- pañe nuestra disertación, pues el más ligero viento hace caer de la franela los objetos que sobre ella se coloquen. Es aquí, entonces, don- de puede tener justificación el uso del magne- tógrafo, que podríamos igualmente definir co- mo el franelógrafo magnético. El fundamento de este utensilio es la atrac- ción que los imanes ejercen sobre los objetos metálicos. Las piezas que componen la ayuda quedan sujetas al tablero que sirve de fondo aprovechando el magnetismo. Como consecuen- cia, el tablero que sirve de base ha de ser me- tálico, en lugar de estar recubierto de franela, como en el caso del franelógrafo. Para ello pue- de servir una chapa de hierro, cobre, latón e, incluso, una simple tela metálica de malla fi- na. La tela metálica es más barata y tiene la ventaja de que pesa poco. Las ayudas, fotografías, dibujos u objetos reales que queramos mostrar a la concurren- cia llevarán por su dorso, convenientemente su- jetos, unos imanes que serán los encargados de sostenerlo sobre el tablero de fondo. La chapa metálica podemos utilizarla en de- terminados momentos, además, para otros fi- nes. Por ejemplo, bastará pintar la chapa con pintura de pizarra para que se pueda usar co- mo tal, sin detrimento alguno como magnetó- grafo. También se puede aplicar como panta- lla de proyección para cine o diapositivas, con sólo forrar la chapa metálica con un trapo blanco. MATERIALES Y CONSTRUCCION Como hemos indicado, el fondo lo constitu- ye una chapa metálica de cualquier tipo, ho- jalata, latón, cobre o acero; ahora bien, convie- ne que sea fina, con el fin de que no pese mu- cho y pueda manejarse y transportarse con fa-

Transcript of Revista de extensión agraria · coloca la ayuda y mira hacia el tablero. Con el magnetógrafo se...

Page 1: Revista de extensión agraria · coloca la ayuda y mira hacia el tablero. Con el magnetógrafo se puede dramatizar más que con el franelógrafo. Dada la fuerza magnética de los

Sobre el fondo de la tela metálica que sirvede magnetógrafo pueden verse diversos tipos

de imanes.

ELMAGNETOGRAFO

EN las reuniones y demostraciones que a

veces efectuamos los agentes al aire libreencontramos la dificultad de no poder utilizarel franelógrafo corno ayuda visual que acom-pañe nuestra disertación, pues el más ligeroviento hace caer de la franela los objetos quesobre ella se coloquen. Es aquí, entonces, don-de puede tener justificación el uso del magne-tógrafo, que podríamos igualmente definir co-mo el franelógrafo magnético.

El fundamento de este utensilio es la atrac-ción que los imanes ejercen sobre los objetosmetálicos. Las piezas que componen la ayudaquedan sujetas al tablero que sirve de fondoaprovechando el magnetismo. Como consecuen-cia, el tablero que sirve de base ha de ser me-tálico, en lugar de estar recubierto de franela,como en el caso del franelógrafo. Para ello pue-de servir una chapa de hierro, cobre, latón e,incluso, una simple tela metálica de malla fi-na. La tela metálica es más barata y tiene laventaja de que pesa poco.

Las ayudas, fotografías, dibujos u objetosreales que queramos mostrar a la concurren-cia llevarán por su dorso, convenientemente su-jetos, unos imanes que serán los encargados desostenerlo sobre el tablero de fondo.

La chapa metálica podemos utilizarla en de-terminados momentos, además, para otros fi-nes. Por ejemplo, bastará pintar la chapa conpintura de pizarra para que se pueda usar co-mo tal, sin detrimento alguno como magnetó-grafo. También se puede aplicar como panta-lla de proyección para cine o diapositivas, consólo forrar la chapa metálica con un trapoblanco.

MATERIALES Y CONSTRUCCION

Como hemos indicado, el fondo lo constitu-ye una chapa metálica de cualquier tipo, ho-jalata, latón, cobre o acero; ahora bien, convie-ne que sea fina, con el fin de que no pese mu-cho y pueda manejarse y transportarse con fa-

Page 2: Revista de extensión agraria · coloca la ayuda y mira hacia el tablero. Con el magnetógrafo se puede dramatizar más que con el franelógrafo. Dada la fuerza magnética de los

cuidad. Como las láminas delgadas son fácil-mente deformables, es necesario sujetar la cha-pa metálica a un tablero de madera, a un car-tón, o bien colocar a su alrededor un bastidorde madera.

Hemos dejado fuera la tela metálica de ma-lla fina, para hablar con más detenimiento deello. Debe ser como la usada para tapar lasventanas con objeto de evitar la entrada deinsectos perjudiciales en buhardillas y sobra-dos utilizados como graneros. Esta tela metá-lica suple a las planchas metálicas con venta-ja, fundamentalmente, por su escaso peso, fa-cilidad de transporte y por su mayor econo-mía, aunque tiene el inconveniente de no po-der darle otros usos, como pizarra, pantalla, et-cétera.

Esta tela metálica puede utilizarse montadasimplemente sobre dos listones, arriba y aba-jo, que a su vez sirven para enrollarla enel transporte o cuando no se trabaje con ella.Puede, también, montarse sobre un tablero demadera pretensada, contrachapeada o sobre uncartón. Los bordes de la tela metálica, en estecaso, se doblan sobre el tablero y se sujetanpor medio de grapas, tachuelas o clavos de ta-picero. Cuando se hace de esta manera el ta-blero puede pintarse de un color que sirva pa-ra destacar más las figuras sobre él colocadas,teniendo en cuenta que los colores oscuros sonlos que hacen que se destaquen más los colo-res de las ayudas. Para colores de fondo sonpreferibles el verde oscuro, el azul y el negro.

Las ayudas que se pueden utilizar en el mag-netógrafo, como dijimos antes, son fotografías,dibujos, ilustraciones de revistas, e incluso, ob-jetos reales. Es necesario que cada pieza se res-palde con tantos imanes como se precisen pa-ra que se sujete bien. Los imanes se colocanfácilmente con la ayuda de esparadrapo, cin-ta adhesiva o colas sintéticas de pegar en frío.Hay que pegarlos de manera que puedan re-cuperarse con facilidad al terminar de usarlos,para que sea posible utilizarlos de nuevo.

Magnetógrafo de chapa perforada, que resulta más li-viano que de chapa maciza.

INCONVENIENTES

El más significativo para los agentes tal vezsea el poder conseguir los imanes necesarios,de pequeño tamaño, que se precisan para pe-gar en la ayuda, pues no se encuentran entodas las ferreterías. De todas formas, puedesolucionarse comprando cierres magnéticos delos empleados hoy día en armarios de cocinao cuartos de baño y, desmontándolos, se sacael imán que puede servir. Esto contribuye aque salga algo más caro que la franela o lalija; sin embargo, como puede utilizarse mu-chas veces seguidas, su amortización es me-nos gravosa.

MODO DE UTILIZACION

Al hacer ayudas visuales para acompañaruna charla o una demostración deben plani-ficarse con antelación y estudiar bien el mo-do de hacer uso de ellas. Hay que tener encuenta el tamaño del magnetógrafo y el lugar

15

Page 3: Revista de extensión agraria · coloca la ayuda y mira hacia el tablero. Con el magnetógrafo se puede dramatizar más que con el franelógrafo. Dada la fuerza magnética de los

que cada ayuda ha de ocupar en el mismopara que no resulte desordenado ni induzcaa confusión y, en vez de aclarar las cosas, seconfunda. Por ello, el uso de este tipo de ayu-da visual necesita no sólo ser planificado, sinotambién ser ensayado con anterioridad. El en-sayar su manejo tal como se hará durante ladisertación sirve para aprender el orden en quese usará, y también servirá para comprobarque la ayuda no se cae; ante la duda, es me-jor colocar más imanes que sujeten las piezas.

Respecto al orden de colocación de las pie-zas, es muy conveniente numerarlas por de-.trás.

Debemos procurar no doblar las piezas, por-que luego se colocan mal y no quedan tanvisibles como sería de desear. Por la mismacausa no deben guardarse en sitios demasia-do húmedos, para evitar que se abarquillen,porque se adhieren mal y pierden vistosidad.

Cuando se use el magnetógrafo, debe ser vi-sible desde cualquier punto. Por ello, ademásdel tamaño adecuado, debe procurarse quequede a suficiente altura para que pueda ver-se desde atrás. Se procurará también que que-de bien iluminado. Al utilizarlo, el conferen-ciante debe ponerse a un lado, y sólo se co-locará delante en el momento de situar la ayu-da correspondiente. El orador debe hablar mi-rando siempre al auditorio y nunca cuandocoloca la ayuda y mira hacia el tablero.

Con el magnetógrafo se puede dramatizarmás que con el franelógrafo. Dada la fuerzamagnética de los imanes, pueden usarse lasayudas con mayor aire de indiferencia, arro-jándolas sobre el magnetógrafo desde una cier-ta distancia, en lugar de colocarlas cuidadosa-mente, cuando esto represente un fuerte im-pacto de sorpresa. Resulta sorprendente dejarun papel colgando de un tablero sin nada apa-rente que lo sujete.

A la izquierda, arriba, modo de sujetar el imán, tnedialt-te cinta adhesiva; abajo, el dibujo fijado al magnetógrafo.

16

Page 4: Revista de extensión agraria · coloca la ayuda y mira hacia el tablero. Con el magnetógrafo se puede dramatizar más que con el franelógrafo. Dada la fuerza magnética de los

Antes y durante la «quema» de un monte para demostrar la eficacia de los cortafuegos.

También pueden utilizarse en el magnetó-grafo varias ayudas superpuestas. Así, porejemplo, en una charla sobre plantación deárboles podernos presentar las distintas fasespor las que se pasa: hoyo abierto, metiendoel árbol, tapando raíces con la tierra de la ca-pa de arriba, terminando de rellenar el hoyocon la tierra de abajo o cualquier otra cosa

que interese destacar.

En cierta ocasión, un agente estaba dandouna charla sobre el taladro del maíz y el me-dio de combatirlo; para ello estaba emplean-do ayudas de magnetógrafo. Cuando, en eltranscurso de la charla, llegó el momento dehablar sobre la quema de las cañas, tenía co-locado sobre el aparato un dibujo que repre-sentaba un montón de cañas secas y, en elmomento de decir que se debían quemar, eldibujo comenzó a arder. La sorpresa se reflejóen el rostro de los asistentes, que se impresio-naron mucho; posteriormente se pudo compro-bar que había causado gran impacto) y lo re-

cordaron durante mucho tiempo. El truco em-pleado fue sencillísimo y pudo llevarse a cabosólo con la ayuda del rnagnetógrafo. Todo con-sistió en colocar por la parte de atrás del di-bujo que representaba las cañas, unas cabezasde cerillas sujetas con un papel adhesivo, alas cuales el agente aplicó, en el momento opor-tuno, la lumbre del cigarro que estaba fuman-do; al prenderse incendiaron el papel y cau-saron la sorpresa.

Esto da una idea de hasta dónde puede lle-garse en el uso de las ayudas visuales, cuyolímite, muchas veces, es el ingenio de las per-sonas encargadas de confeccionarlas.

En resumen, el magnetógrafo es una ayudavisual que no debemos olvidar a la hora deprogramar nuestras actividades, porque puedeproporcionar un elemento de sorpresa, tantopor sí solo como por las aplicaciones que pue-den dársele.

JOSE SALMERON DE DIEGO

17