Soft Power

27
“Soft Power” como estrategia de dominio e imposición cultural. por José Martín Brocos Fernández El poder blando es la capacidad de obtener lo que uno desea, atrayendo a los demás en lugar de amenazarlos o pagarles. Se basa en la cultura, en ideales políticos y en políticas. Cuando se persuade a los demás a querer lo que uno quiere, no es necesario gastar tanto en zanahorias [poder económico] y garrotes [poder militar] para hacer que avancen en la dirección adecuada. Y esto se está haciendo en la línea globalizadora que Schooyans (2001, 2002) denuncia como proyecto de instauración de un Nuevo Orden Mundial. Un acercamiento al “soft power”. Desarrollo de la teoría de la interdependencia a partir de la política exterior de Estados Unidos. Joseph Nye (1990, 90(4):2-7) constata la interdependencia cada vez mayor de las naciones, y manifiesta que la política USA tiene que ser interdependiente, y que esa interdependencia debe utilizarse provechosamente para alcanzar las metas fijadas. Sin el concurso de otras naciones, por un lado no se podrían solucionar problemas globales, y por otro los objetivos de Estados Unidos se verían debilitados o incluso enquistados (Nye, 2003). Huntington (2004:413) realiza idéntica constatación: Ni en el supuesto de la supremacía ni en el supuesto universalista relejan correctamente el estado del mundo de comienzos del siglo XXI. Estados Unidos es la única superpotencia, pero hay otras grandes potencias: Gran Bretaña, Alemania, Francia, Rusia, China y Japón a nivel global, y Brasil, India, Nigeria, Irán Sudáfrica e Indonesia en sus respectivas regiones. Estados Unidos no puede alcanzar ningún objetivo significativo en el mundo sin la cooperación de, al menos, alguno de esos países. Nye (2003, 2004) incide en la necesidad de impulsar en acción conjunta el multilateralismo y la democratización del sistema internacional. En igual línea Fukuyama (2000) incide en que la cooperación mundial es un requisito imprescindible para el desarrollo de la democracia. Escribe Joseph S. Nye (1990, 90(4):2) “Hoy, la principal fuente de poder en los asuntos internacionales puede encontrarse en persuadir a otras naciones a que consideren como propios nuestros intereses”. “Nuestros intereses” son los intereses de Estados Unidos, y por consiguiente, desde el punto de vista de la interdependencia, los intereses de los demás deben ser los intereses que Estados Unidos tenga

description

análisis del ejercicio de control social en diversos niveles de organización

Transcript of Soft Power

Soft Power como estrategia de dominio e imposicin cultural

Soft Power como estrategia de dominio e imposicin cultural. por Jos Martn Brocos FernndezEl poder blando es la capacidad de obtener lo que uno desea, atrayendo a los dems en lugar de amenazarlos o pagarles. Se basa en la cultura, en ideales polticos y en polticas. Cuando se persuade a los dems a querer lo que uno quiere, no es necesario gastar tanto en zanahorias [poder econmico] y garrotes [poder militar] para hacer que avancen en la direccin adecuada. Y esto se est haciendo en la lnea globalizadora que Schooyans (2001, 2002) denuncia como proyecto de instauracin de un Nuevo Orden Mundial.

Un acercamiento al soft power. Desarrollo de la teora de la interdependencia a partir de la poltica exterior de Estados Unidos.

Joseph Nye (1990, 90(4):2-7) constata la interdependencia cada vez mayor de las naciones, y manifiesta que la poltica USA tiene que ser interdependiente, y que esa interdependencia debe utilizarse provechosamente para alcanzar las metas fijadas. Sin el concurso de otras naciones, por un lado no se podran solucionar problemas globales, y por otro los objetivos de Estados Unidos se veran debilitados o incluso enquistados (Nye, 2003). Huntington (2004:413) realiza idntica constatacin:

Ni en el supuesto de la supremaca ni en el supuesto universalista relejan correctamente el estado del mundo de comienzos del siglo XXI. Estados Unidos es la nica superpotencia, pero hay otras grandes potencias: Gran Bretaa, Alemania, Francia, Rusia, China y Japn a nivel global, y Brasil, India, Nigeria, Irn Sudfrica e Indonesia en sus respectivas regiones. Estados Unidos no puede alcanzar ningn objetivo significativo en el mundo sin la cooperacin de, al menos, alguno de esos pases.

Nye (2003, 2004) incide en la necesidad de impulsar en accin conjunta el multilateralismo y la democratizacin del sistema internacional. En igual lnea Fukuyama (2000) incide en que la cooperacin mundial es un requisito imprescindible para el desarrollo de la democracia.

Escribe Joseph S. Nye (1990, 90(4):2) Hoy, la principal fuente de poder en los asuntos internacionales puede encontrarse en persuadir a otras naciones a que consideren como propios nuestros intereses. Nuestros intereses son los intereses de Estados Unidos, y por consiguiente, desde el punto de vista de la interdependencia, los intereses de los dems deben ser los intereses que Estados Unidos tenga (Nye, 2003). Si yo consigo que t quieras hacer lo que yo quiero, entonces no tengo que obligarte a hacer lo que t no quieres hacer (Nye, 2003:30). Los Estados Unidos persiguen sus propios intereses y tienen que definir sus intereses nacionales de forma congruente con otras naciones[1]. Es por ello que los Estados Unidos deben aprender a alcanzar sus metas a travs de nuevas fuentes de poder: la manipulacin de la interdependencia, la estructura del sistema internacional, el atractivo de los valores culturales comunes (Nye, 1990, 90(4):2).

Para Nye es importante el cambio de ptica para catalogarse como superpotencia, pues el fijarse slo en los recursos tradicionales no es enfocar la cuestin de forma adecuada [2] . La prueba del poder, escribe, se halla en el cambio de proceder, no en los recursos (1990, 90(4):3). En relacin a la cuestin decisiva para los Estados Unidos, subordina la primaca militar a una redefinicin de seguridad, en el sentido de lograr que otros hagan lo que desea (1990, 90(4):2), dando ms importancia a las cuestiones econmicas y ecolgicas. La interdependencia financiera y comercial, con balance econmico positivo, el crecimiento tecnolgico, la capacidad de comunicacin efectiva y de creacin y uso de instituciones multilaterales, deben ser tenidas en alta consideracin en la poltica exterior de los Estados Unidos.

La poca presente nos ha trado una nueva interdependencia, y ello por la naturaleza cambiante de la poltica mundial (Nye, 1990, 90(4):2). Nye habla de cuatro tendencias nuevas que en estos aos han ido surgiendo, y que hay que tener en cuenta. Por un lado tenemos un aumento de la interdependencia econmica; constata igualmente que empresas transnacionales privadas disponen de enormes recursos, y estos participantes no estatales deben ser tenidos en cuenta en la poltica de la interdependencia; el fortalecimiento militar de los estados dbiles, con lo que cualquier intervencin armada tendr siempre un mayor costo; y la realidad de que disminuye la capacidad de las grandes potencias para controlar su ambiente (1990, 90(4):5-6).

Los fenmenos internacionales contemporneos han obligado a redefinir objetivos en base a los nuevos problemas o conflictos aparecidos. Al enfrentarse con estas cuestiones, escribe Nye (1990, 90(4):5) que

aunque la fuerza puede a veces representar un papel, los instrumentos tradicionales de poder slo en raras ocasiones bastan [3] . [As, escribe ms adelante] los nuevos recursos de poder -como la capacidad para contar con buenas comunicaciones o para emplear y desarrollar las instituciones multilaterales- puede ser ms relevante. La comprensin global de la poltica del soft power.

Postula Nye (2003) el tratar de involucrar al mayor nmero de naciones en la solucin de problemas globales como el cambio climtico, la estabilidad financiera internacional, el narcotrfico, o (Nye, 2004) la supresin del terrorismo [4] y la expansin de la democracia. Pero esta buscada y legtima cooperacin internacional en la solucin de problemas que quedan fuera del mbito nacional, es ampliada globalmente por Estados Unidos a todos los campos de la convivencia, e impuesta por la totalidad de los organismos de la ONU, con estrategias y objetivos comunes en sus programas, a todas las parcelas de la vida social, tratando de buscar una homogeneidad global socio-cultural-ideolgica acorde con el despliegue y ereccin de un Nuevo Orden Mundial hegemnico (Schooyans, 2001, 2002). As se ha asumido universalmente en poltica la tesis de la democracia liberal como la forma ideal de gobierno (Fukuyama, 1992), de una economa de mercado globalizada y de un derecho eminentemente kelseniano. El propio Fukuyama (1992) establece la correlacin democracia liberal estable con desarrollo econmico de la nacin, haciendo de la propia democracia el basamento y el trampoln del dinamismo humano y social.

La consecuencia de tal imposicin es la subversin de la civilizacin cristiana asentada en creencias religiosas ligadas a una norma moral objetiva fundada en la perennidad de las leyes divinas; el aperturismo, o el intento de democratizar las renuentes teocracias islmicas con una cultura hermtica y dogmtica, con lo que lleva inherente de asuncin de una nueva cosmovisin social y vital en los planos familiar, cultural, poltico, econmico, jurdico, tico y moral, pues el liberalismo como totalitarismo de ideas es excluyente de otros pensamientos fuertes en armnica coexistencia; la disolucin de los valores orientales, culturas ms permeables a los cambios; en definitiva, la transmutacin de la identidad histrico-cultural de los pueblos, la supresin de la fidelidad viva a la herencia de las tradiciones (Gutirrez Garca, 2001:221), la tendencia al mimetismo de nuevas costumbres sociales fruto del dirigismo cultural [5] y del positivismo jurdico que crea nuevos derechos y valores sociales, otrora considerados como disvalores, y la alienacin de la conciencia en la inmanencia [6] .

En esta guerra de ideas se produce el choque de civilizaciones constatado por Samuel Huntington (1997:112, 2002:15-16.23) en lo que el denomina resurgimiento cultural en pases asiticos e islmicos. Pero es en el Islam propiamente, -pues las civilizaciones orientales, china, japonesa o hind, y la africana son ms receptivas e influenciables [7] a influjos exteriores ya que su concepcin religiosa no implica una determinada cosmovisin unificadora poltico-social,- donde muchos pases encuentran su identidad (Kepel, 1995 [8] , 1991/2005), que se ve amenazada, juntamente con el resto de civilizaciones, por el proyecto hegemnico auspiciado visiblemente [9] por las agencias de la ONU (Schooyans 2001, 2002), en la que la poltica del soft power no es ms que uno de los instrumentos de imperialismo cultural utilizados; proyecto que va en paralelo a la difusin e implantacin de unos valores [10] , inherentes a la democracia liberal (Fukuyama, 1992, 2000), y que chocan con la cosmovisin fuerte islmica que considera sus valores morales ms autnticos (Kepel, 1995).

La armonizacin y coexistencia no es posible, pues ambas cosmovisiones, la islmica y la democracia liberal laicizada propugnada y postulada en este proyecto hegemnico de dominio mundial, implican una determinada concepcin de la persona y conformacin de lo social que es excluyente< [11] . Y ambas tienen intrnseco la exigencia de expansin y la intolerancia enraizada [12] . De ah, que tanto en mirada retrospectiva de la historia, como prospectiva, no parezca ejecutable, por lo menos con eficacia real socio-jurdica, que trascienda la mera declaracin nominal de principios, como si defiende Huntington (1997), la bsqueda de una moralidad mnima comn a las civilizaciones y derivada de la comn condicin humana con el fin de evitar conflictos. En esta lnea escribe Huntington (1997:382) que:

De la comn condicin humana se deriva una moralidad mnima `tenue, y `las disposiciones universales se encuentran en todas las culturas. En vez de promover las caractersticas supuestamente universales de una civilizacin, los requisitos de la convivencia cultural exigen investigar lo que es comn a la mayora de las civilizaciones. En un mundo de mltiples civilizaciones, la va constructiva es renunciar al universalismo, aceptar la diversidad y buscar atributos comunes.

Lo nuclear de la Antropologa islmica es su concepcin del hombre como el representante de Allah. La vinculacin con Allah es el marco fundamental de su desarrollo, por ello el criterio de conducta prctico se concreta en la conducta, la prctica, la costumbre y la tradicin del profeta recogida en el Coran y la Sunnah. El desarrollo y establecimiento de relaciones con los semejantes, y en este sentido, la creacin de un cdigo de atributos comunes con otras civilizaciones, estara siempre ligado y fundado en la relacin con Allah y con nuestra propia alma orientada al conocimiento, de ah que tampoco quepa, como sostiene Samuel Huntington una especie de pax americana occidentalizada con fuerza real de sometimiento interior que sea aceptada como dirimente de conflictos.

Ms temeraria es la opinin presente de Fukuyama (2004, Diciembre, prrafo 5) en el sentido que hay compatibilidad absoluta de la religin islmica con la democracia, dado que las doctrinas religiosas siempre estn sujetas a una interpretacin poltica. Sigue fielmente sin enmienda, su tesis expuesta de que ningn movimiento religioso en la poltica constituye un peligro, una alternativa viable a la democracia liberal. La religin nunca sera generalizable a la poltica (Fukuyama, 1992). Pero en el Islam esto no ocurre. Es una religin poltica, que vertebra la vida social (Kepel, 1988:13.243, 1991/2005; Khalil, 2001/2003:38) y est pensada para el control social, cultural, poltico y econmico.

Fukuyama no ve ms que una tendencia histrica irrefrenable en el devenir histrico hacia la democracia liberal (2004, Diciembre, prrafo 10), ya que al fin la democracia liberal ser en el futuro la forma de gobierno que se generalice por ser el mejor sistema y rgimen posibles, por lo que si podemos hablar de una historia direccional, orientada y coherente, que posiblemente conducir a la mayor parte de la humanidad hacia la democracia liberal (Fukuyama, 1992).

Por otro lado, como muy bien apunta Huntington (1997) los supuestos valores universales como la democracia o la misma Declaracin Universal de Derechos Humanos, para el mundo musulmn no deja de ser una creacin artificiosa consensual de la decadente cultura occidental. Y la apreciacin estimativa de corrupcin y depravacin del mundo democrtico occidental, que el propio Fukuyama (2000) constata como consecuencia de la quiebra de valores y del compromiso social, parece corroborarles, aunque falazmente tanto en ponderacin global, como en injusta correspondencia recproca y en la propia realidad objetiva, la superioridad, justicia y moralidad de su religin y causa (Kepel, 1995).

Utilizacin del poder blando (Soft Power [13] ).

Nye es un terico del Soft Power, consistente en una penetracin ideolgica a travs de organismos de tipo cultural. La persuasin cultural como forma de penetracin: las ideas, los ideales, el cine, la TV, la gastronoma, las modas. De este modo (1990, 90(4):6) , los adolescentes soviticos utilizan vaqueros y compran msica americana, o los jvenes japoneses que nunca se han desplazado fuera de su nacin llevan chaquetas con nombres de instituciones superiores norteamericanas. Este poder blando sutil y paulatinamente se va apoderando de parcelas de dominio uniformando el mundo en los moldes de la cultura y del estilo de vida americano. As escribe Nye (1990, 90(4):6) que

un aspecto importante del poder es la capacidad para estructurar una situacin de manera que otras naciones desarrollen preferencias o definan sus intereses con los de la nacin estructurante. Este poder tiende a surgir de la atraccin cultural e ideolgica y tambin de los reglamentos e instituciones de regmenes tradicionales.

As, siguiendo el ejemplo que Nye nos da, los Estados Unidos tienen ms poder de incorporacin en el concierto internacional que otros pases, pues las instituciones que gobiernan la economa internacional, como el Fondo Monetario Internacional o el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, tienden a incluir los principios liberales del libre mercado y un conjunto de polticas que coinciden en gran parte con la sociedad y la ideologa norteamericanas (1990, 90(4):6), con lo que se incrementa el influjo estadounidense en el mundo (Nye, 2003:32). Fukuyama apunta ms directamente a la estrategia de penetracin, dominio e imposicin ideolgica, concomitante al fenmeno del dirigismo cultural, como partes integrantes de un proceso gradual de imposicin de un nuevo orden globalizador. Escribe Fukuyama (2004:157) que

el internacionalismo liberal, al fin y al cabo, ocupa un lugar de honor en la poltica exterior estadounidense. Estados Unidos fue el pas que foment la Liga de las Naciones, las Naciones Unidas, las instituciones de Bretn Woods, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) y muchas organizaciones internacionales. [14] En la misma lnea estaran la ayuda humanitaria estadounidense en el extranjero y las donaciones internacionales, pblicas y privadas, de diversas fundaciones (Nye, 2003), o el aumento de las aportaciones a las organizaciones internacionales, a la Cuenta del Desafo del Milenio para proporcionar ayuda a los pases que se comprometan a hacer progresos en la reduccin de la pobreza, y a la iniciativa Global VIH/sida (Nye, 2005, Marzo 04). Fukuyama (2000) es coincidente en la apreciacin de la economa como creadora de valores determinados. En el proceso de creacin de estos nuevos valores, siempre de carcter funcional respecto a la actividad econmica empresarial, las empresas privadas son protagonistas importantes.

Fukuyama parece situar la economa de mercado tambin como arma de penetracin y como preludio de una democracia liberal, ms permeable a polticas globalizadoras influenciables socialmente y homogenizadores en lo cultural. Escribe Fukuyama (1992) que

los principios liberales en economa se han extendido y han conseguido producir niveles sin precedentes de prosperidad material. Una sociedad liberal en economa ha precedido a veces y a veces ha seguido la marcha hacia la libertad poltica en todo el mundo.

Las corporaciones multinacionales son igualmente otra fuente de poder de incorporacin. Segn Susan Strange, en cita recogida por Nye (1990, 90(4):6-7),

el poder estadounidense en la economa mundial ha aumentado debido a la produccin transnacional. [Continua Strange, texto tambin recogido por Nye] el lenguaje norteamericano se ha convertido en lengua franca de la economa mundial y de los grupos transnacionales tanto sociales como profesionales. Las universidades estadounidenses han llegado a dominar en el campo del estudio [15] y de las profesiones ms importantes, no slo por el nmero de sus estudiantes, por sus bibliotecas y recursos financieros, sino tambin porque realizan su labor en ingls [16] . Comparada con este predominio en la estructura del saber, cualquier prdida de capacidad en la industria manufacturera norteamericana resulta una verdad insignificante. Buscando una definicin ms precisa en orden a lo que Nye nos propone, podemos decir que el poder blando consiste en la capacidad o habilidad de estructurar una influencia internacional que no dependa de los factores tradicionales de poder, como pueden ser la fortaleza econmica o militar, la dimensin geogrfica o de poblacin, sino del adecuado manejo de sistemas simblicos, de valores [17] , incluso de mitos, que otorgan un poder desproporcionado en relacin con los de los factores tangibles.La capacidad de influencia se apoya en lo atractivo de la cultura, ideologa y sistema poltico y depende de la credibilidad del sistema poltico de ese pas (Nye, 2003, Enero, 10, prrafo 3, 2004). Escribe Nye (2004, Abril, 28) que

El poder blando es la capacidad de obtener lo que uno desea, atrayendo a los dems en lugar de amenazarlos o pagarles. Se basa en la cultura, en ideales polticos y en polticas. Cuando se persuade a los dems a querer lo que uno quiere, no es necesario gastar tanto en zanahorias [poder econmico] y garrotes [poder militar] para hacer que avancen en la direccin adecuada.

Este desarrollo del poder blando en las relaciones internacionales no responde necesariamente a un intento deliberado por desarrollarlo. Muchas veces surge naturalmente de la conexin entre los valores aceptados o enaltecidos por la retrica de las relaciones internacionales y por la opinin pblica internacional, y la prctica de esos valores en la poltica interna y externa de un pas determinado. As, afirma Nye (2005, Marzo 04)

El atractivo de un pas, o poder blando, se deriva en parte de su cultura y sus valores (siempre que resulten atractivos para otros), pero tambin nace de las polticas de un pas que se contemplan como legtimas y consultivas y tienen en cuenta los intereses de los otros. A no ser que las polticas se adecuen a los valores, la discrepancia dar lugar a acusaciones de hipocresa. Aunque la aceptacin de esos valores sea libre y se consiga sutilmente, por atraccin [18] , seduccin o persuasin, que otros pases asuman como suyos los postulados que uno quiere y adopten nuestros objetivos considerndolos legtimos [19] , y esto contribuya a mantener la supremaca estadounidense, no debemos obviar que este proceso es parte de un proceso de accin gradual de mayor envergadura con la voluntad de implantacin de un imperio universal hegemnico y homogenizador de todos los sectores de la convivencia, controlado por organismos supranacionales [20] , y en el que tambin jugaran sus bazas, en el debido momento y situacin para afianzar el sistema, el poder punzante sharp power- y el poder econmico sticky power- [21] . Es la vinculacin del soft power con el poder econmico, por su mundializacin en organismos universalmente reconocidos, con el conjunto de polticas unilaterales institucionales [22] el que parece estar entrando como importante influjo en culturas hermticas como la islmica [23] .

Interpretacin del efecto Red segn el cual un producto se vuelve ms valioso cuantas ms personas lo utilizan

Escribe Nye (1990, 90(4):7) los EUA tendrn que invertir bastante ms que en el pasado reciente en recursos de poder persuasivo, los cuales ayudan a proporcionar un comportamiento de incorporacin en cuestiones de poder.

En trminos de poder blando soft power-, la cultural e ideolgica, EE UU sigue resultando atractivo para mucha gente en muchos pases. EE UU tiene ms poder hoy que ningn otro pas. Y la economa americana ha estado en la vanguardia de la revolucin de la informacin: Internet, con las universidades, exportando formas culturales, o con otros medios, EE UU logra que sus productos sean deseados y utilizados por infinidad de gentes de muy diversas culturas. Ello es debido en gran parte a la posicin central que ocupa en las redes mundiales de produccin y distribucin de informacin. Se difunden valores, ideas, cultura, productos y toda clase de servicios.

La ventaja de la informacin es igualmente importante como un multiplicador de fuerza de la diplomacia estadounidense, incluso del poder blando [24] : la atraccin de la democracia y de los mercados libres de Estados Unidos (Nye, 1997: 37-42, 2003, 2005, Marzo 04 ). Debe de priorizarse la diplomacia para lograr que la hegemona en los planos cultural, ideolgico y econmico no sea considerado como consecuencia del ejercicio de la fuerza, sino fruto de circunstancias coyunturales debidas a interacciones socio-econmicas y al multiculturalismo, que lleva a libres adhesiones personales, subrepticiamente inducidas, o educidas por ellos mismos. Esta visin otorga carta de legitimidad ante terceros (Nye, 2003). La misma apertura tnica de la cultura norteamericana y la atraccin poltica de los valores de la democracia [25] y de los derechos humanos tambin constituyen una fuente de influencia internacional (1990, 90(4):7). Por ello tanto las reglas del Derecho Internacional como los bienes pblicos mundiales, aceptados por el comn de los Estados, y sustentados por las agencias de la ONU, deben inspirarse, Nye habla de conjugarse, en los intereses norteamericanos (Nye, 2003). La informacin tiene aqu gran importancia, pues como Nye sostiene, el poder est pasando a los `ricos en informacin en vez de a los `ricos en capital. Sin duda, la informacin es lo que abre la puerta al crdito, y no la mera posesin y acumulacin de capital (1990, 90(4):7).

Paralelo al poder ejercido por medios tradicionales, institucionales, polticos, econmicos o militares, los medios de comunicacin conforman un poder paralelo coadyuvante en la finalidad de dominio general que las ideologas y el dinero pretenden, y con la perfeccin operativa que los procedimientos de desinformacin han alcanzado (Gutirrez Garca, 2001:513). A travs de Internet, la televisin, el cine, la msica y la propaganda, el liberalismo poltico y econmico -que hoy en da, insistimos, en que estamos fomentando la democracia [liberal], el autogobierno [con limitacin de soberana por la sujecin a organismos y polticas internacionales] y los derechos humanos [en lnea del positivismo jurdico, muchos anclados en la pura arbitrariedad y sin fundamento ontolgico iusnaturalista] (Fukuyama, 2004:177-178)- se va expandiendo del norte al sur del planeta.

Es por ello que gracias a la informacin, y a su dominio, un producto se vuelve ms valioso una vez que muchas otras personas lo utilizan.

Nye est en la lnea de la americanizacin o de la globalizacin?

La misma americanizacin est en la lnea de la globalizacin, y va pareja a sta, aunque el propio Nye se posiciona con claridad por la americanizacin [26] , pues como decano de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, en la Universidad de Harvard, defiende lo que interesa a Estados Unidos, y trata que la interdependencia que l teoriza, sea beneficiosa para su nacin.

La cultura contempornea es en su mayor parte una cultura americana. Los americanos han sido los principales artfices de su transformacin en un objeto de consumo masivo, al convertirla en pura diversin y entretenimiento. A travs del cine y la televisin, Norteamrica ha esparcido su cultura por todo el mundo (Nye, 1990, 2003:63). La cultura pasa a convertirse as en un poderoso medio de influencia.

La americanizacin de Europa o de Japn es un hecho innegable. Nye describe (1990, 90(4):6) poniendo ejemplos de la americanizacin en ambos lugares: los jvenes japoneses usando prendas y logotipos americanos, y los rusos comprando su msica.

El dominio americano en los contenidos, la estructura y la tecnologa de los medios de comunicacin, ha representado el mejor apoyo para el imperialismo poltico, econmico y cultural de los Estados Unidos en detrimento de los valores culturales de otras naciones, que han sufrido el proceso de americanizacin.

La cultura popular es una de las principales exportaciones de Estados Unidos. El mayor nmero de entradas que se venden en los cines de Europa occidental son para ver pelculas [27] de los Estados Unidos. Las canciones de las estrellas pop, como Madonna, Bruce Springsteen y Michael Jackson, son himnos para los jvenes de todo el mundo. Las hamburguesas Burger-King o McDonald- y las bebidas gaseosas de los Estados Unidos, Coca-Cola o Pepsi-Cola, se consumen en casi todas las ciudades importantes del orbe. Nye como terico y defensor del poder blando quiere esta americanizacin mundial, americanizacin [28] que est en la lnea globalizadora que Schooyans (2001, 2002) denuncia como proyecto de instauracin de un Nuevo Orden Mundial.

Soft Power e imperialismo.

Fukuyama (1992) lo tiene claro. El triunfo de las democracias liberales supone el principio de la etapa final pues supondr el fin de las contiendas ideolgicas. La modernizacin de estructuras y el avance social va parejo a la instauracin de la democracia liberal y la economa de mercado (Fukuyama, 2001, Noviembre, prrafo 4), pues la democracia liberal es la forma ideal de gobierno, la etapa final de la historia (Fukuyama, 1992). No existe choque de civilizaciones (Fukuyama, 2001, Noviembre), ya que el fin de la historia es el fin de las guerras y revoluciones sangrientas y los hombres pasan a satisfacer sus necesidades en las operaciones econmicas (Fukuyama, 1992). Los posicionamientos refractarios de los pases islmicos debe interpretarse tan slo como una accin de retaguardia por parte de quienes se sienten amenazados por la modernizacin y, en consecuencia, por su componente moral: el respeto por los derechos humanos (Fukuyama, 2001, Noviembre, prrafo 5).

Ms atendible y slida en este ltimo sentido parece la tesis central de Huntington (1997, 2002:23,30) del choque cultural entre civilizaciones arraigadas a las religiones, con las siguientes salvedades. Tan slo los pases islmicos tienen fuerza interior real, por ser el nico pensamiento fuerte totalizador de las mltiples parcelas de la vida social [29] , para arrostrar al rampante liberalismo poltico que ha entrado sin cuartel en las naciones desterrando, en proceso de progresiva desculturacin [30] , las tradiciones y culturas autctonas [31] . La civilizacin hind, la japonesa, la ortodoxa, la africana, la latinoamericana, o la china, han ido aceptando y asumiendo progresivamente lo genuino de la democracia liberal [32] , aunque en determinadas zonas geogrficas no podamos hablar todava de triunfo, pero si como bien seala Fukuyama (1992) de una distinta posicin en el [mismo] camino [hacia la democracia liberal plena]. As los derechos humanos [33] portadores de un nuevo totalitarismo (Consejo Pontificio para la Familia, 2004:1089), la libertad desligada del mandato de encaminarse al bien por ley natural perenne, la soberana kelseniana de la ley, la economa de mercado dirigida o la separacin Iglesia-Estado, parecen estar tomando carta de ciudadana mundial.

Kepel (2001:15-16.585) parece coincidir con esta radiografa de Fukuyama al constatar igualmente en algunos pases musulmanes, a partir de la dcada de los noventa, un giro de las nuevas lites hacia una especie de democracia musulmana, que considera ya irreversible, en ruptura con la generacin de sus mayores. Como causa de esta ruptura apunta (Kepel, 2001:29.580-581.592) la diferencia cultural. Kepel realiza ilacin expresa del proceso de declive del islamismo con el soft power [34] como efecto de las telecomunicaciones y la informacin (2001:16) que destruye las ciudadelas identitarias que haban pretendido fortificar la ideologa islamista (Kepel, 2001:592), y con el sticky power en relacin a la liberalizacin e integracin econmica (Kepel, 2001:554-556.588). El nexo de influencia es evidente.

No cabe tampoco por tanto, como sostiene Huntington (1997) el buscar los atributos comunes a las civilizaciones, como camino para cimentar una paz en una especie de tica formal deontolgica de mnimos kantiana, pues sencillamente carece de sentido. Salvo la civilizacin islmica, las restantes han sido ya subsumidas, en menor o mayor medida, por el dirigismo cultural en la lnea del pensamiento nico globalizador preconizado por el Nuevo Orden Mundial, y con el Islam esta praxis es inviable y nunca tendra eficacia real.

Para Fukuyama la democracia y el libre mercado de Occidente [35] , en la lnea de valores del soft power, ejercen un atractivo en todo el mundo excepto en una pequea minora (2001, Octubre, prrafo 7), de ah que sigamos estando en el fin de la historia porque slo hay un sistema de Estado que continuar dominando la poltica mundial, el del Occidente liberal y democrtico (2001, Octubre, prrafo 16). Kepel (2001:585.592-595), centrndose en la realidad de las sociedades musulmanas, vuelve a convenir con Fukuyama, en el devenir mundial hacia la democracia liberal, al augurar que en los pases islmicos cristalizarn nuevos hbitos democrticos, frente a los que sostienen esa incompatibilidad [36] . As

veremos sin duda alguna cmo el mundo musulmn entra de lleno en la modernidad segn unos modos de fusin inditos en el universo occidental, sobre todo a travs del sesgo de las emigraciones y de sus efectos as como de las revoluciones de las telecomunicaciones y la informacin (2001:16), al salir de la era islmica, en la apertura al mundo y en el advenimiento de la democracia las sociedades musulmanas van a constituir un futuro ante el cual no existen ms alternativas (2001:593). Coincide Nye (2004), que constata que est aumentando la evidencia que la democracia liberal puede ser una fuerza ideolgica que penetre ms en el Islam que el propio radicalismo musulmn.

Los derechos humanos onusianos son universales y debe exigirse su implantacin mundialmente (Fukuyama, 2001, Noviembre, prrafo 5).

Tanto la interdependencia americana y una modalidad de sistema poltico, el liberalismo poltico e ideolgico, vinculado al soft power sostenido por Nye, como la pretendida cooperacin [37] pedida por el propio Fukuyama (2000), pues nuestros instintos ms bsicos nos impulsan a crear reglas morales que nos unen en comunidades y a promover la cooperacin, o el cosmopolitismo y el imperialismo de Huntington (2004:414), en la visin y prctica global se traduce en una obra de accin gradual de entronizacin de una dictadura globalista, eufemsticamente llamada Nuevo Orden Mundial, preconizado, sustentado, y dirigido por los organismos de la ONU, y apoyado por la opinin pblica internacional, opinin previa y hbilmente inducida, amaada por quienes dirigen entre bastidores, o desde ciertos palcos, las marionetas que se mueven en el tablado de los medios (Gutirrez Garca, 2001:504); nos encontramos frente a un plan de dominacin mundial perfectamente preparado y milimtricamente estudiado, que se est llevando paso a paso (Schooyans, 2002).

- - - -Jos Martn Brocos Fernndez

REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS. (APA)

Libros

Fukuyama, Francis (1992). El fin de la historia y el ltimo hombre. Barcelona: Planeta.

Fukuyama, Francis (2000). La gran ruptura. Barcelona: Ediciones B

Fukuyama, Francis (2004). La construccin del Estado. Hacia un nuevo orden mundial en el siglo XXI. Barcelona: Ediciones B.

Gutirrez Garca, Jos Luis (2001). Introduccin a la Doctrina Social de la Iglesia. Barcelona: Ariel.

Huntington, Samuel (1997). El choque de civilizaciones y la reconfiguracin del orden mundial. Barcelona: Paids.

Huntington, Samuel (2002). Choque de civilizaciones? Madrid: Tecnos.

Huntington, Samuel (2004). Quines somos? Los desafos a la identidad nacional. Barcelona: Paids.

Kepel, Gilles (1988). Faran y el profeta. Barcelona: Muchnik Editores.

Kepel, Gilles (1995). Al Oeste de Al: la penetracin del Islam en Occidente. Barcelona: Paids Ibrica, S.A.

Kepel, Gilles (2001). La yihad: expansin y declive del islamismo. Barcelona: Pennsula.

Kepel, Gilles (2004). Fitna: Guerra en el corazn del Islam. Barcelona: Paidos.

Kepel, Gilles (1991/2005). La revancha de Dios. Madrid: Alianza.

Khalil Samir, Samir (2003). Cien preguntas sobre el Islam. Madrid: Ediciones Encuentro.

Nye S. Joseph, Jr. (1997). Understanding international conflicts. An introduction to theory and history. New York: Longman.

Nye S. Joseph, Jr. (2003). La paradoja del poder norteamericano. Madrid: Taurus.

Nye S. Joseph, Jr. (2004). Soft Power: The Means to Success in World Politics. New York: Public Affairs.

Schooyans, Michel (2002). La cara oculta de la ONU. Mexico D.F.: Diana.

Captulos de libros

Schooyans, Michel (2004). Tolerancia e inquisicin laica. En Consejo Pontificio para la Familia (Comp.), Lexicn. Trminos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones ticas (1089-1094). Madrid: Palabra.

Artculos

Nye S. Joseph, Jr. (1990). La transformacin del poder mundial. Facetas, 90(4), 2-7.

Medios electrnicos en Internet

Brocos Fernndez, Jos Martn (2004, Abril). Al oeste de Al. La penetracin del Islam en Occidente [.pdf]. E-aquinas, ao 2, n 4. [Resumen] Extrado el 18 Abril, 2005. Disponible en . ISSN 1695-6362

Brocos Fernndez, Jos Martn (2005, Abril). El Nuevo Orden Mundial: la desculturacin de los medios de comunicacin y su influencia en el mbito familiar. Arbil, 91, Artculo 16 [Online]. Extrado el 13 Abril, 2005. Disponible en ISSN 1697-1388

Fukuyama, Francis (2001 Octubre). Seguimos en el fin de la historia. PoliticasNet [Online]. Extrado el 8 Abril, 2005.

Disponible en Publicado en (2001, Octubre 21) El Pas, Espaa [Versin electrnica en base de datos]

Fukuyama, Francis (2004, Diciembre 17). Francis Fukuyama sostiene que el Islam es compatible con el desarrollo de la democracia [Crnica de la presentacin de la obra `La construccin del Estado. Hacia un nuevo orden mundial en el siglo XXI durante un acto de la FAES celebrado en la Universidad San Pablo-CEU]. Europa Press [Online] Extrado el 3 Abril, 2005. Disponible en

Fukuyama, Francis (2001, Noviembre). No hay choque de civilizaciones. Sociologa.de [Base de datos] Extrado el 7 de Abril, 2005. Disponible en

Publicado en (2001, Noviembre 27) La Nacin, Argentina, p. 15 [Versin electrnica en base de datos].

Greenway, H.D.S. (2004, Marzo, 19). The right mix of hard and soft power. The Boston Globe [Versin electrnica]. Extrado el 3 de Abril, 2005 del sitio Web Globe Newspaper Company. Disponible en

Nye, Joseph (2003, Enero, 10). Propaganda Isn`t the Way: Soft Power. The International Herald Tribune [Versin electrnica]. En Op-eds in major publications by Kennedy School experts (Comp.) [Online]. Extrado el 3 de Abril, 2005 del sitio Web de la John F, Kennedy School of Government, de la Harvard university. Disponible en

Nye, Joseph (2004, Abril 13). Soft Power: The Means to Success in Word Politics. Edited transcript, 04/13/04 Carnegie Council for Breakfast [Introduction by Joanne Myers]. [Carnegie Council on Ethics and International Affairs]. [Online]. Extrado el 24 de Abril, 2005. Disponible en

Nye, Joseph (2004, Abril 28). El poder blando y la lucha contra el terrorismo [Versin electrnica]. El Pas. Seccin Opinin. Extrado el 20 de Abril, 2005. Disponible en

Nye, Joseph (2004, Mayo, 03). Europe`s Soft Power. TheGlobalist. The daily online magazine on the global economy, politics and culture [Online]. Extrado el 5 de Abril, 2005. Disponible en

Nye, Joseph (2004, Mayo, 16). Ignoring Soft Power Carries a High Cost. The Chicago Tribune [Versin electrnica]. En Op-eds in major publications by Kennedy School experts (Comp.) [Online]. Extrado el 3 de Abril, 2005 del sitio Web de la John F, Kennedy School of Government, de la Harvard university. Disponible en

Nye, Joseph (2005, Marzo 04). El presidente Bush se vuelve blando [Versin electrnica]. El Pas. Seccin Tribuna. Extrado el 20 de Abril, 2005. Disponible en

Schooyans, Michael (2001, Febrero). La ONU y la globalizacin. [Homepage]. Extrado el 12 de Abril, 2005. Disponible en

[1] To the extent that America defines its national interests in ways congruent with others, and consults with them in formulating policies, it will improve the ratio of admiration to resentment (Nye, 2003, Enero, 10, prrafo 9).[2] When we discount the importance of our attractiveness to other countries, we pay a price (Nye, 2004, Mayo, 16, prrafo 3). En la misma lnea incide en la importancia de las alianzas: The real key is not how many enemy do I kill. The real key is how many alliances do I gain (Nye, 2004).

[3] Ahonda Nye (2004) en esta ideaYet many political leaders still focus almost entirely on military assets and classic military solutions () the top board [Nye presenta la analoga de un tablero de ajedrez tridimensional. El tablero superior corresponde a la energa militar]. They mistake the necessary for the sufficient. They are one-dimensional players in a three dimensional game. In the long term, that is the way to lose, since obtaining favorable outcomes on the bottom transnational board [en este tablero sita el terrorismo, el crimen internacional, el cambio de clima o la extension de enfermedades infecciosas] often requires the use of soft power assets.[4] According to the national security strategy, the greatest threats that the American people face are transnational terrorism and weapons of mass destruction, and particularly their combination (Nye, 2004).[5] Para un acercamiento al fenmeno del dirigismo cultural: definicin, historia, promotores, fines, juicio y valoracin tica, puede consultarse Gutirrez Garca (2001:218-219).[6] En este sentido, apuntando a las consecuencias, seala Gutirrez Garca (2001:222) que el humanismo antropocntrico () erige el mtodo de las ciencias positivas en regla suprema de toda verdad y provoca con este achatamiento injustificado la amputacin traumtica de la capacidad intelectual y volitiva del hombre.

[7] El siguiente texto de Huntington (2004:413-414), creemos que slo podramos aplicarlo plenamente al mundo islmico.

La cultura, los valores, las tradiciones y las instituciones de las dems sociedades no son, en muchos casos, compatibles con una hipottica reconfiguracin de dichas sociedades conforme al modelo de los valores estadounidenses. Sus pueblos adems, se sienten por lo general profundamente comprometidos con sus culturas, tradiciones e instituciones autctonas, y, por consiguiente, se oponen ferozmente a los intentos de cambiarlas desde fuera de acuerdo con unos criterios culturales extranjeros.[8] Puede consultarse una extensa recensin del libro en Brocos Fernndez, Jos Martn (2004, Abril). [9] Para los fautores invisibles de este proyecto programado de dominacin mundial y del advenimiento de un nuevo orden mundial hegemnico totalitario, puede verse Brocos Fernndez, Jos Martn (2005, Abril).

[10] Estos valores, sostiene Fukuyama (2000) son funcionales, pragmticos y utilitaristas; los valores no funcionales quedan relegados a una periferia marginal de ayatols, lderes espirituales o tnicos, o individuos que luchan por una restauracin tradicional de Occidente.

[11] Gilles Kepel (1995) muestra que para los musulmanes la democracia, en su concepcin de soberana del pueblo, debe ser desterrada por contravenir los preceptos de Al.

[12] Como bien apunta Gutirrez Garca (2001:220) no debe preterirse el hecho comprobado de que todo intento de cambio revolucionario, cuando se consolida, cae luego en el prurito de la conservacin a ultranza.

[13] Se pregunta Nye (2004, Abril 13, prrafo 25)

What about soft power? The basic concept of power is the ability to influence others to get them to do what you want. There are three major ways to do that: one is to threaten them with sticks; the second is to pay them with carrots; the third is to attract them or co-opt them, so that they want what you want. If you can get others to be attracted, to want what you want, it costs you much less in carrots and sticks.Nye (2004) escribe que Soft power

is the ability to get what you want through attraction rather than coercion or payments. It arises from the attractiveness of a country's culture, political ideals, and policies. When our policies are seen as legitimate in the eyes of others, our soft power is enhanced.

[14] Nye (2004) realiza idntica constatacin.Institutions can enhance a country's soft power. For example, () the International Monetary Fund, the World Trade Organization, and the United Nations in the case of the United States. [A continuacin aade] When countries make their power legitimate in the eyes of others, they encounter less resistance to their wishes. If a country's culture and ideology are attractive, others more willingly follow. If a country can shape international rules that are consistent with its interests and values, its actions will more likely appear legitimate in the eyes of others. If it uses institutions and follows rules that encourage other countries to channel or limit their activities in ways it prefers, it will not need as many costly carrots and sticks.[15] Los intercambios culturales son una importantsima fuente de soft power. V.gr. Nye (2004) afirma queMost of Chinas leaders have a son or daughter educated in the States who can portray a realistic view of the United States that is often at odds with the caricatures in official propaganda () connections of individuals in the diasporas such as the Indian and Chinese with their countries of origin help to convey accurate and positive information about the United States.[16] Nye (2004) constata el peso cientfico, econmico, cultural, y en el campo de la poltica internacional, del ingls, es innegable. Con el uso de la tecnologa, la democratizacin de la tecnologa, y el control de los canales de informacin se ha convertido en el idioma ms importante y dominante. Su proyeccin y expansin es universal y ejerce en la lnea del soft power un profundo atractivo e influencia, sin obviar los sustanciosos ingresos que genera su uso educativo: intercambios de estudiantes, cursos de idiomas o exposiciones. En este sentido (Nye, 2005, Marzo 04) muestra la nueva estrategia del segundo mandato de Bush, que parece darse cuenta de que el poder duro solamente bastar para consolidar su posicin, y de que sigue siendo rehn de incidentes y percances que podran desviar de su rumbo incluso los planes mejores trazados. Se constata, en esta lnea y desmarcndose de la prevalencia exclusiva del hard power, un incremento de la financiacin de la diplomacia pblica. La asignacin de programas de intercambio cultural y educativo del Departamento de Estado, incluyendo centros de investigacin, bibliotecas y programas de visitantes extranjeros, ha mejorado un 25% (2005, Marzo 04).[17] El poder blando procede en gran parte de nuestros valores. Estos valores se expresan en nuestra cultura, en la poltica internacional de nuestro pas y en la forma en que actuamos en el contexto internacional (Nye, 2003:31).

[18] La atraccin es mucho ms barata que la coercin. Escribe Nye (2003, Enero, 10, prrafo 2) Soft power is the ability to get what you want by attracting and persuading others to adopt your goals () Both hard and soft power are important (), but attraction in much cheaper than coercion, and an asset that needs to be nourished.

[19] Escribe Nye (Greenway, 2004, Marzo, 19, prrafo 8) que el soft power puede ayudar get what you want through attraction rather than coercion () It arises from the attractiveness of a country`s culture, political ideals, and policies. When our policies are seen as legitimate in the eyes of others, our soft power is enhanced.

[20] Puede consultarse a este respecto Schooyans (2001, 2002). El P. Michel Schooyans denuncia un proyecto globalizador totalitario, un proyecto gigantesco con el objeto de `legitimar y montar un gobierno mundial nico de unificacin poltica e integracin econmica, de implantacin de un derecho internacional positivo con la creacin de un tribunal penal internacional, y de creacin de una nueva religin mundial nica.

[21] Escribe Greenway (2004, Marzo, 19, prrafo 12)

Getting the right mix of hard and soft power is crucial to US leadership in the World, but promoting democracy is better done with carrots than sticks. And the alarming rise of anti-Americanism all over the world is not going to make it any easier. Curiosamente Huntington realiza una correlacin causa-efecto del aumento de antiamericanismo, que constata Greenway, con la pretensin de democratizar todo el planeta, que postula Nye. As,

la introduccin de regmenes democrticos en otras sociedades suele estimular y facilitar el acceso al poder de fuerzas antinorteamericanas, como ha sido el caso de algunos movimientos populistas nacionalistas en Amrica Latina o de los movimientos integristas en los pases musulmanes (Huntington, 2004:414).

[22] Nos referimos en particular al llamado pacto mundial, uno de los instrumentos elaborados por la ONU respecto a la globalizacin. El Foro Econmico Mundial de Davos, que rene anualmente a los dirigentes de las mil sociedades transnacionales ms poderosas, recibi el 31 de mayo de 1999 la visita de Kofi Annan que les propuso en la ciudad suiza de Davos la firma de un pacto global de libertades pblicas, del trabajo, de relaciones Norte-Sur, de salvaguarda del medio ambiente y de adhesin a derechos humanos. Estamos ante la progresiva instauracin de una autoridad centralizada, llamada a regir la actividad econmica mundial (Schooyans, 2001)[23] Reafirmando esta realidad Fukuyama (2004:157-158) escribe que

En el mbito de la economa, Estados Unidos ha desplegado enormes esfuerzos en las ltimas dcadas para tratar de fomentar el comercio multilateral liberal y un rgimen de inversiones con unas capacidades de resolucin de conflictos cada vez ms autnomas. Los motivos que le inducen a realizar tal esfuerzo son obvios: los estadounidenses se benefician de la economa global y, de hecho, la dominan, razn por la cual la globalizacin lleva colgada una etiqueta que pone `made in USA.Ms explcito es Gilles Kepel (2001:588) que constata la dilucin de la ideologa islmica en la economa de mercado.

[24] La informtica y las comunicaciones () est () ampliando la importancia del poder blando en la poltica exterior (Nye, 2003:73). La tecnologa de la informacin () incrementa la importancia del poder blando (Nye, 2003:96). Given America`s role a leader of the information age, the opportunities for American soft power should increase if the nation acts skillfully (Nye, 2004, Mayo, 03, prrafo 2).[25] Afirma Nye (2004) que Seduction is always more effective than coercion, and many values like democracy and human rights, and individual opportunities are deeply seductive.

[26] Seala Nye (2003:118) que Estados Unidos sirve de centro de la globalizacin, y que sta tiene su ncleo en Estados Unidos (Nye, 2003:119), contribuyendo a reforzar su poder (Nye, 2003:132).[27] Hollywood es una muy importante fuente de soft power americano. Los estudios de Hollywood [venden] no slo sus productos sino tambin la cultura y los valores estadounidenses (Nye, 2003:106). En otro texto denota que Hollywood often portrays consumerism, sex and violence, but it also promotes values of individualism, upward mobility and freedom (including for women). These values make America attractive to many people overseas. (Nye, 2003, Enero, 10, prrafo 5). Escribe que un juicio visto en las pelculas de Hollywood para afianzar un derecho may be more effective than speeches by the American ambassador about the importante of rule of law (Nye, 2004).

[28] Sin embargo es en el propio Estados Unidos donde se producen los mayores ataques y contestaciones frente a la propia americanizacin interior entendida como asuncin de una determinada identidad nacional, una nacin de individuos con los mismos derechos, que compartan una cultura central angloprotestante y mostraban una entrega incondicional a los principios liberal-democrticos del Credo americano (Huntington, 2004:172). Se cuestiona

la preeminencia, la sustancia y la conveniencia de esa concepcin de pas. Estados Unidos para ellos no era una comunidad nacional de individuos que compartan una cultura, una historia y un credo comunes, sino un conglomerado de diferentes razas, etnias y culturas subnacionales en la que los individuos se definan por su afiliacin de grupo, no por una nacionalidad comn (Huntington, 2004:172).La deconstruccin con el auge de identidades subnacionales niega idea misma de americanizacin por poco norteamericana (Huntington, 2004:173).

[29] Escribe Kepel (1988:12-13) que las diferencias entre los pases islmicos y el resto del mundo () son sustanciales () el papel poltico [de la religin] () en los pases del Islam, no slo es normal sino ampliamente considerado como natural () Para un musulmn, la Iglesia y el Estado son por tradicin una y la misma cosa. No son instituciones separadas ni separables. De ningn modo puede recortarse la trama de las actividades del hombre y atribuir algunas cosas a la religin y otras a la poltica, algunas al Estado y el resto a una autoridad especficamente religiosa () Desde el origen del Islam () la religin y el Estado se cofunden y forman una unidad.Idntica constatacin realiza Samir Khalil (2001/2003:76-77)

El Islam se presenta desde sus orgenes como un proyecto global que incluye todos los aspectos de la vida. Es () religin, sociedad y Estado () un modo de vivir, de comportarse, de concebir el matrimonio, la familia, la educacin de los hijos, y hasta un tipo de alimentacin. Este sistema de vida incluye asimismo el aspecto poltico ()el islam es religin, sociedad y Estado.

[30] Entendemos por desculturacin la prdida de la energa personalizadora de la cultura del grupo social, e incluso del organismo de la entera sociedad. La merma progresiva, provocada, de las defensas inmunizadoras () para evitar los contagios de la degradacin intelectual, moral y religiosa (Gutirrez Garca, 2001:510).[31] Huntington (2004:386) es ms optimista en la supervivencia cultural. S constata que la democracia se ha extendido en diversas formas por muchos ms pases y no existe ninguna otra ideologa laica significativa, de seguido escribe que

los rusos, los chinos, los indios y los indonesios que () comparten algo con los estadounidenses () no es probable que () hallen en principios polticos el hondo contenido y significado emocional que proporcionan los familiares y los amigos, la sangre y el sentimiento de pertenencia, la cultura y la nacionalidad. Todas esas fuentes de afecto pueden tener poco o nulo fundamento emprico, pero satisfacen una profunda ansia humana: la de pertenecer a una comunidad significativa. La idea de que todos somos creyentes liberaldemcratas en el Credo americano no parece tener mucha posibilidades de satisfacer esa necesidad.[32] En esta lnea esclarece Nye (2003:123) que la globalizacin poltica (una parte de la globalizacin social) se manifiesta en el aumento de acuerdos constitucionales, el nmero cada vez mayor de pases que se han hecho democrticos [democracia liberal] y el desarrollo de normas e instituciones internacionales.[33] Derechos humanos bien impuestos, o bien infundidos o imbuidos por el soft power. Escribe Nye (2003:212)

Antes de la dcada de 1980, Estados Unidos no pretenda apoyar la democracia a gran escala, pero con los gobiernos de Reagan y Clinton, este apoyo se ha convertido en un instrumento poltico intencionado. Ya a mediados de la dcada de 1990, varias agencias estadounidenses (el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, la Agencia para el Desarrollo Internacional (ADI), el Departamento de Justicia, la Fundacin Nacional para la Democracia) dedicaban ms de setecientos millones de dlares a dicha labor. Nuestro poder econmico y nuestro poder blando sirven para promocionar los valores democrticos, y al mismo tiempo, nuestro apoyo a los derechos humanos y la democracia sirve para aumentar nuestro poder blando.[34] Nye (2004, Mayo, 16, prrafo 9) expresamente defiende que el soft power debe socavar el Islam y atraer con ello a los musulmanes moderados, e involucrarlos por tanto, en el proceso y dinmica globalizador. Escribe que: The United States and other advanced democracies will win only if moderate Muslims win, and the ability to attract the moderates is critical to victory. We need to adopt policies that appeal to moderates and to use public diplomacy more effectively to explain our common interests. We need to stop squandering our soft power, and learn better to combine it with our hard power if we are to meet our current challenges.[35] En igual afirmacin Nye (2004, Mayo, 03, prrafo 5) constata European promotion of democracy and human rights helps advance shared values that are consistent with American objectives.[36] En otra obra posterior (Kepel, 2004) no parece tener ya tan claro el declive del islamismo como cosmovisin periclitada socio-poltica-econmica. Es ms, constata la implantacin en Europa, donde son minora, de ciudadelas musulmanas donde ellos dictan las leyes, y su afn irrefrenable por islamizar los lugares donde son acogidos.

[37] Aunque pudiera parecer antagnica la postura que presenta Fukuyama (2004) por un lado, de precedencia en la intervencin en ciertos conflictos de los Estados soberanos coordinados sobre los organismos internacionales, l se refiere a Estados Unidos; y por otro la preferencia de los pases Europeos de apoyarse en organismos internacionales, el fin el mismo: avanzar en la construccin del Nuevo Orden Mundial.