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A partir de esta fecha, entró en el período de consolidación la fama del eximio valen- ciano, quien ha figurado siempre en primera línea en los Congresos médicos andaluces, siendo solicitada su Arma, al mismo tiempo por los per.ódicos españoles y extranje- ros de mayor circulación, y habiendo sido nombrado últimamente redactor correspon- sal del A rmaal o f the universal medical escien- ces, que publica el doctor Lajous. Entre las obras escritas por el Sr. Chiralty Selma, figuran en primer término las siguien- tes: La Higiene de la vista, Dos discursos en la Academia de Buenas Letras, La Topografía mé- dica de las islas Chafariñas, Método de extrac- ción de la catarata, MétocU operatorio de Sim- blifaron , Método operatorio de granulaciones palpebrales, y, finalmente, otro Método opera- torio del paterigión y proceder operatorio de las cataratas secundarias con instrumento de su in- vención. Su reconocida competencia en las enfer- medades de los ojos le han proporcionado más de una inmensa clientela, en la región extre- meña y andaluza, el aprecio de muchos pro- fesores de España y de otros países, quienes, reconociendo su capacidad; le consultan dia- riamente cuando se les presentan casos gra- ves relacionados con la vista. En cuanto á los méritos literarios de los escrito* del Sr. Chiralt, me bastará decir que, gracias á ellos, es su autor desde hace años académico preemi- nente de la Real Acade- mia Sevillana de Buenas Letra». MATHftSFILO. Cosas de todas parles LOS TRANVÍAS Los de Marsella que han marchado con electricidad desde hace un año, están dando muy satisfactorios resultados, así para la em- presa como para el públi- co. Se ha establecido la vía doble per la mayor 5 arte de las calles que son e ancho suficiente. Las máquinas desarrollan una fuerza de doce caballos y pueden marchar á 20 ki- lómetros por hora. El car- bón que se consume por kilómetro de recorrido re- sulta ser 2‘5 kilogramos. La Compania de los óm- nibus y tranvías de Lyón hadecfdido definitivamen- te sustituir coala tracción eléctrica á la tracción ani- mal en la línea d« Ly< n & Oullins, que mide 6 kiló- metros de longitud, y que arranca de la Charité, si- gue las márgenes del Ró- dano, atraviesa la Mula- tiére y termina en Oullins siendo parte (ie via única y parte de doble vía. La estación generatriz com- pre udera dos calderas multitubulares, dos má- quinas de vapor de 150 ca- ballos y d< s dínamos, sis- tema Tlioinson-Houston. TARJETAS POSTALES Lu* periódicos ingleses mnera*.n que el 2(5 de Kuero se han cumplido veinticinco añosds la i,i- veación de las tarjetas pos- tales. Este medio de corres- pondencia fué propue>to por el profesor Hermann de la Academia militar de Wiener Neustadt en l8p9 en uaa carta dirigida á un periódico de Viena. Aquel año mismo se pusieron en circulación laa tarjetas pos.ales en Austria, en 1870 en España, en 18T3 en Ale- mania y en 1880 las aceptó la Unión postal. Actualmente circulan mil millones de tar- jetas por año. UN REY Á PIE Se ha hallado muerto en su cuadra á E<j- mont, caballo favorito del rey de Bélgica, que éste empleaba para los actos solemnes única- mente, y era, por decirlo así, el caballo de bata la." Egmont, llamado asi, como recuerdo, no muy reverente del famoso y desventurado conde, era un magnífico alazán que había costado más de diez mil francos y estaba ad- mirablemente adiestrado por el primer pica- dor del rey Leopoldo. Era también, según parece, el mejor caba- llo de caza conocido. EL BACILO DEL REUMATISMO Un doctor, llamado Max Souler, dice que ha descubierto en las articulaciones de las personas atacadas de reumatismo articular crónico unas bacterias que son iguales en los casos análogos de reuma. Ha ensayado su cultivo en caldos con ge- latina y eon patatas, y parece que hay quien confía en el descubrimiento de la vacunación anti-reumática. ÉPOCA flUlóLtS M f«ciben en esta Adtnu * ...ió» , « la Sociedad General de X ’ , ' » t' £ jjcalt, 4 y 8, entresuelo. Bn Barcelona: Sre*. Roldte , paila. Rambla del Centro, J7. uiuuaoi *n Paris: LaJ«Societé Mntwtlle da Tubllcité», me Caumartin, «l, bis: Di- rector, Mr. Lorette. Bn Londres: 127 Da*t» jrood Homo. 9, New Broad Street. B. C. R E M IT I 0 09 Preaios convencionales. Toda la correspondencia se dirigir* al Adminiilnjor Je E l Gtoio. APASTADO NÚM. 31. MADRID— NÚM. 6.676 MUESTRO GRABADO No hablamos aquí del genio, como lo hace Ho- racio en su Epístola ad Pisones, cuando aludien- do á ciertas divinidades que ejercían protección sobre los hombres, é in tervenían eficazmente en sus acciones, dice: ......................... vin oque diurno rlacart fíentus festis impune (diebus. Hemos de descartar del mismo modo en el presen- e caso, otra acepción que tiene esta palabra, que la hace sinónima de carácter ó índole de esda uno. Nos referimos al genio en cuanto metafóricamen- te significa aptitud ó ca- pacidad, fuerza ó poten- cia creadora, predisposi- ción para cultivar algún ramo del saber humano. En este sentido ha di- cho Víctor Hugo: dos co- sas hacen al hombre poeta; el genio y la pasión. El hombre de genio se distingue por el mayor desarrollo, la mayor acti- vidad y brio de las fuer- zas intelectuales. Hombre apasionado es el que percibe y expresa con energía sus emocio- nes, sus sentimientos, sus ensueños, sus aspiracio- nes y sus deseos. Las invenciones subli- mes, las fuerzas nuevas y los nuevos gérmenes, los progresos admirables, las conquistas asomorosas, los pensamientos atrevi- dos que parecen de difícil realización... todo eso trae consigo el genio, lo alcanza, lo des- envuelve y lo realiza. Pero no se confunda el talento con el ge- nio. El primero es simplemente la adecuada ordenación de las facultades al fin, la per- lecta ecuación entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. El genio, en cambio, concibe, transforma, cambia, vivífica. Csstelar ha dicho que un tonto hablando déla luna hace ae ella una cacerola, mientras que el genio cambia la cacerola en luna. Por lo que toca á la pasión, el mejor poeta es el que mejor expresa sus sentimientos, sus creencias y sus ideas. Salomón, Job, David Isaías y Jeremías, no hicieron otra cosa qué expresar sus mas secretos pensamientos, re- tratar las expansiones de su alma, y objeti- vándolas, trasladarlas á sus cantos. Para esto gólo sa necesita oorazón, sentimí nto, pasión j he aquí por qué la poesía lírica ha prece- dido á la épica y á la dramática, porque es la expresión del sentimiento individual, sub- jetivo del hombre. Por otra parte, el amor ha colocado más de una vez la lira en manos del poeta. Las poe- sías de Safo, las de Píndaro y Santa Teresa, comprueban este aserto. Hay, sin embargo, diferencia entre la musa de Lesbos y la pro- fética inspiración de Píndaro y Teresa de Ce- peda; el uno es el amor fisiológico, aunque interesantísimo, manchado con el fango de la materia; el otro es el amor puro, purísimo, santificado y embellecido por una abnega- ción y una fortaleza de alma que lo hacen se- mejante, que parece una chispa, un reflejo del espíritu de lo infinito, á quien sedientos, anhelantes, se dirigen sus cantos. Pero ni la musa de Lesbos, ni la lira de Píndaro y Santa Teresa llevarían la inspira- ción á tan alto grado sia los poderosísimos arranques, sin la impetuosidad, el ardor y el arrebato de la pasión. La pasión, pues, que E resta alas á la imaginación, la fogosidad y i vehemencia que trae consigo, constituyen el carácter de las poesías de Safo, Píndaro y Santa Teresa. En la epopeya misma que requiere en el poeta mayor complejidad de facultades no se necesita menos de los esfuerzos v desenfre- nos de la pasión. Poseído el vate ael mas vivo entusiasmo por la gloria de la patria, inspi- rado por los aires puros y por las bondades del suelo en que nació, eleva la fantasía en alas de admirable inspiración y canta nobles combates de heroes, triunfos de monarcas y caballeros y grandes hazañas de gloriosos progenitores. Añora bien; los romanos, ¿por qué no cul- tivaron la poesía lírica en tan alto grado como los griegos? Porque el pueblo romano, utilitario, egoísta, frío en sus sentimientos, aficionado á la guerra y excesivamente su- persticioso, no llevaba ea sí la atmósfera pro- pia que para su aclimatación necesita la p ie- sía lírica. Horacio mismo fué el primero que cantó en lengua latina un canto eólico. Lo propio suoedió con el teatro. Acostum- brado el pueblo romano á los placeres que la resorts del arte que nos mueve á buscar lo bello y apetecerlo. Y aquí por asociación de ideas, se nos ocu- rre hablar ael amor que es en sustancia un apetito de belleza. Pero dejemos esto. JOAQUIN SEGURA. SEVILLA INTELECTUAL Sus escritores y artistas contemporáneos VICENTE CHIRALT Y SELMA Aunque hijo ilustre de Valencia, doude na- ció en 29 de Marzo de 1831. bien merece lla- marse sevillano el que vivo en la ciudad de la Giralda desde el año 62, y en ella ha con- quistado casi toda su lama, que hoy es uni- versal, especialmente como notable oculista y distinguido escritor. La vida de mi biografiado puede servir de modelo al más despejado y laborioso de nues- tros hombres de estudios. A los dos años y medio de nacer, tuvo la desgracia de quedar sin padre (quien pereció víctima del cólera de 34), quedando su madre sin més medios para educarle que un gran corazón y un in- menso talento, con cuyo auxilio puramente moral logró dar á su hijo una posición social honrosa e independiente, que éste supo des- pués aprovechar. Concluidos los estudios de enseñanza ele- mental, y después de los de latin v humani- dades, empezó en el 13 los de la filosofía, ga- coasagró el concienzudo oftalmólogo á la es- pecialidad que tanto y tan justo renombre le na dado. Allí tuvo ocasión de hacer sus pri- meros ensayos en las difíciles operaciones de cataratas y de pupila artificial, operación es- ta última que ni siquiera una sola vez había visto practicar, y de la cual, no obstante, obtuvo i xcelente resultado. Hasta el año 1857 permaneció en este pue- blo, consagrando al estudio de los últimos adelantos de la Medicina, el tiempo que le dejaban libre sus enfermos, y en Agosto de dicho año salió de allí definitivamente para ingresar en el cuerpo de Sanidad militar, donde tuvo honrosa entrada, consiguiendo el primer número en rigurosas oposiciones. Acerca de los trabajos realizados por don Vicente Chíralt desdn que partió de Sueca hasta que se estableció en Sevilla, se expresa en esta forma uno de sus biógrafos, en las co- lumnas de la revista profesional E l Anfiteatro Anatómico Español. Las exigencias de sus nue- vos serviciosle mantuvieron alejado de la prác- tica civil, pero en la de hospitales, á la que siempre tuvo particular uiición, conservó su predilección por las enfermedades oculares, dedicándose por fin, con verdadero apasio- namiento, al estudio de ésta difícil especiali- dad, siguiendo afanoso la clínica de nuestro distinguido compatriota el doctor Cervera, mientras estuvo ae guarnición en Melilla. Trasladado á Sevilla en 1862 para la asis- tencia de jefes y oficiales, comenzó á labrar- se en la metrópoli de Andalucía un crédito que se extendió por varías provincias con gran rapidez, merced á la incansable labo- riosidad de Chiralt, quien para descansar de los ocios de su laboriosa clientela, ce dedica- EL RÍO PARANA (REPUBLICA ARGENTINA) uerra trae consigo y á las bárbaras escenas el circo, no podía alcanzar ni la exquisita sensibilidad de la tragedia, ni los delicados goces que produce. Le faltó pa'ión y entu- siasmo. Necesitaba desterrar de su alma las groseras emociones que producen las torpes concupiscencias y cambiarlas por la ternura, el sentimiento, el dulce anhelo y las subli- mes inspiraciones de una pasión delicada. Esto hizo poetisas á Victoria Colonnay é Ger- trudis, Gómez de Avellaneda, y avivó los arranques de Fray Luis de León, de San Juan de la Cruz y de casi todos nuestros per- turbados místicos. Y he aquí por qué el arte en sí es libre, li- bérrimo y anterior y superior á toda legisla- ción. El poeta de pasión como el poeta ae ge- nio (valga la denominación) no se sujetan á reglas porque éstas refrenan la inspiración y empañan la fantasía. Tal vez por esto Demo- crito admitía en el Parnaso á los locos y ex- cluía á los hombres de juicio. Porque el ge- nio tiene algo de monstruosidad y la pasión de estado patológico, en cuanto el hombre dominado por vehementísimos sentimientos se explaya libre de todo yugo por los inmen- sos espacios de la belleza, cuyas inexplora- das regiones vislumbra y toca gracias á los poderosos esfuerzos del genio y la pasión. En la pasión, pues, lo mismo que en el ge- nio se encuentra el principio, la fuerza, el < nando en los tres años que duraron el pre- mio ordinario por oposición, así como el gra- do de bachiller en artes. En 1846 principió á cursar la medicina en la Universidad valenciana, obteniendo un premio extraordinario en anatomía práctica y la nota de sobresaliente en todos los exá- menes de fin de curso, terminando su carre- ra en Mayn del 53, y siendo investido con el grado de licenciado en 1 de Diciembre de aquel año mismo. Médico ya, no tardó en poner á prueba sus piadosos sentimientos, y con ocasión del có- lera oue en 1854 se desarrolló en Valencia, marenó á esta capital desde la Puebla del Salvador (provincia de Cuenca), donde se hallaba, para prestar sus humanitarios y científicos servicios á los contagiados de la terrible enfermedad. Invadida al año siguiente la villa deSjeca se ofreció también el Sr. Chiralt á desempe- ñar gratuitamente la asistencia del hospital de coléricos, que en la misma se había crea- do, y, admitido su generoso ofrecimiento, pres- tó su eficaz concurso durante cincuenta y dos días, mereciendo la gratitud de aquella afligida población en la que se quedó de mé- dico titular, plaza que espontáneamente le confinó el Municipio en prueba de reconoci- miento por su conducta. En esta villa fué donde por primera vez se ba á la publicación de importantes artículos de oftalmología y aun de medicina general en el Boletín de sanidad militar, en La Clínica, de Madrid, en La Crónica médica, de Sevilla, y en El cimp lador médico, de Barcelona, Sando más adelante á la pública luz una obra original de Higiene de la vista aue fué muy elogiada por la prensa profesional, y por la q'ue le abrió sus puertas la Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona, al mismo tiempo que fué condecorado, después del ex- pediente reglamentario, con la Crui de emula- ción científica ie sanidad militar, propia de di- cho Cuerpo, y tanto más apreciada cuanto más difícil ha sido siempre de alcanzar.» Viviendo ya en Sevilla, tuvo ocasión de co- nocer al célebre doctor de ParísM. Liebreich, quien vino á pasar una temporada á la po- blación andaluza, y habiendo simpatizado con él en 1867, fué á verle al siguiente añoá la capital de Francia, donde permaneció todo el verano asistiendo á todas las clínicas y au- mentando el caudal de sus profundos cono- cimientos. En 1869 tomó la borla de doctor en unión de D. Federico Rubio, v acto seguido le fué encomendada la cátedra de Anatomía des- criptiva de la Facultad libre de Medicina y Cirujia de Sevilla, donde explicó á la vez un curso de Histología humana normal, y otro de Oftalmología clinica. Martes 90 de Febrero de El río Paraná es la mayor arteria fluvial de la República Argentina. Se alimenta de va- rias corrientes que fluyen á él por la parte N. y NE., fuera ya de los límites ae la Repú- blica, refuerza su caudal con las aguas de lluvia del interior del Brasil, y desemboca en el Plata. Recoge, pues, todos los arroyos y llovedizas de la región intermedia, entre la meseta de Bolivia, por Levante, y las monta- ñas de la costa del Brasil, por Poniente. Nada más pintoresco y cello que este río, navegable en gran extensión, inmortalizado por las aventuras de Garibaldi, y poblado de exuberante vejetación y numeroso caserío en ambas riberas. Corre á trechos bajo un ver- dadero túnel de follaje, en que las ramas se entremezclan coa los aparejos y járcias délos buques. Baña la ciudad de Rosario de Santa Fe, una de las más importantes de la República Argentina. Esta ciudad (que se entrevé á lo lejos en nuestro grabado), dotada de magnífico puer- to y unida á la capital de la nación por nu- merosas vías férreas, es el punto forzoso de salida para el exterior de las provincias An- dinas y centrales. Su población, que en 1858 era de 9.785 ha- bitantes, llegó á 60 000 en 1887. En este año la municipalidad obtuvo una renta de quinientos y tantos miles de pesos fuertes, y la Aduana, la segunda de la Repú- blica, produjo por derechos de importación y exportación, la respetable suma de pesetas 27.538.470*30. La magnífica y riquísi- ma ciudad, cuenta ade- más con buenos teatros, tres hospitales, diez socie- dades de caridad y soco- rros mutuos, asilo de in- migrantes, tres grandes mercados, 11 centros so- ciales y comerciales, cin- co cole'gios de instrucción secundaria, numerosas es- cuelas elementales, tres estaciones de ferrocarril, 18 publicaciones periódi- cas, 10.382 ca=as, 1.301 de comercio y 534 estableci- mientos industriales. EL. GENIO Y LA PASION DIARIO ILUSTRADO POLÍTICO, CIENTIFICO Y LITERARIO Ayuntamiento de Madrid

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ANO XX-CUARTAEa 1871 fundó con el doctor D . Luis Gon­

go ra el importante periódico titulado La Epo­ca médica, publicando á la t iz importantes trabajos en la Revista de Medicina y Cirujia práctica, y en 1872 asistió al Congreso i'flal- m"lógico internacional de Londres, lomando en él una parte activa, de la que dieron exten­sas reseñas La Independencia Médica, de Bar­celona, y otras revistas de la misma facul­tad. A partir de esta fecha, entró en el período de consolidación la fama del eximio valen­ciano, quien ha figurado siempre en primera línea en los Congresos médicos andaluces, siendo solicitada su Arma, al mismo tiempo por los per.ódicos españoles y extranje­ros de mayor circulación, y habiendo sido nombrado últimamente redactor correspon­sal del A rmaal o f the universal medical escien- ces, que publica el doctor Lajous.

Entre las obras escritas por el Sr. Chiralty Selma, figuran en primer término las siguien­tes: La Higiene de la vista, Dos discursos en la Academia de Buenas Letras, La Topografía mé­dica de las islas Cha fariñas, Método de extrac­ción de la catarata, MétocU operatorio de Sim- blifaron , Método operatorio de granulaciones palpebrales, y, finalmente, otro Método opera­torio del paterigión y proceder operatorio de las cataratas secundarias con instrumento de su in­vención.

Su reconocida competencia en las enfer­medades de los ojos le han proporcionado más de una inmensa clientela, en la región extre­meña y andaluza, el aprecio de muchos pro­fesores de España y de otros países, quienes, reconociendo su capacidad; le consultan dia­riamente cuando se les presentan casos gra­ves relacionados con la vista.

En cuanto á los méritos literarios de los escrito* del Sr. Chiralt, me bastará decir que, gracias á ellos, es su autor desde hace años académico preemi­nente de la Real Acade­mia Sevillana de Buenas Letra».

MATHftSFILO.

Cosas de todas parlesLOS TRAN VÍAS

Los de Marsella que han marchado con electricidad desde hace un año, están dando muy satisfactorios resultados, así para la em­presa como para el públi­co. Se ha establecido la vía doble per la mayor

5arte de las calles que son e ancho suficiente. Las

máquinas desarrollan una fuerza de doce caballos y pueden marchar á 20 ki­lómetros por hora. El car­bón que se consume por kilómetro de recorrido re­sulta ser 2 ‘5 kilogramos. La Compania de los óm ­nibus y tranvías de Lyón hadecfdido definitivamen­te sustituir coala tracción eléctrica á la tracción ani­mal en la línea d« Ly< n & Oullins, que mide 6 kiló­metros de longitud, y que arranca de la Charité, si­gue las márgenes del Ró­dano, atraviesa la M ula- tiére y termina en Oullins siendo parte (ie via única y parte de doble vía. La estación generatriz com­p re udera dos calderas multitubulares, dos má­quinas de vapor de 150 ca­ballos y d< s dínamos, sis­tema Tlioinson-Houston.

TARJETAS POSTALES Lu* periódicos ingleses

m nera*.n que el 2(5 de Kuero se han cumplido veinticinco añosds la i,i- veación de las tarjetas pos­tales.

Este medio de corres­pondencia fué propue>to por el profesor Hermann de la Academia militar de Wiener Neustadt en l8p9 en uaa carta dirigida á un periódico de Viena.

Aquel año mismo se pusieron en circulación laa tarjetas pos.ales en

Austria, en 1870 en España, en 18T3 en Ale­mania y en 1880 las aceptó la Unión postal.

Actualmente circulan mil millones de tar­jetas por año.

UN REY Á PIESe ha hallado muerto en su cuadra á E<j-

mont, caballo favorito del rey de Bélgica, que éste empleaba para los actos solemnes única­mente, y era, por decirlo así, el caballo de bata la."

Egmont, llamado asi, como recuerdo, no muy reverente del famoso y desventurado conde, era un magnífico alazán que había costado más de diez mil francos y estaba ad­mirablemente adiestrado por el primer pica­dor del rey Leopoldo.

Era también, según parece, el mejor caba­llo de caza conocido.

EL BACILO DEL REUMATISMO Un doctor, llamado Max Souler, dice que

ha descubierto en las articulaciones de las personas atacadas de reumatismo articular crónico unas bacterias que son iguales en los casos análogos de reuma.

Ha ensayado su cultivo en caldos con ge­latina y eon patatas, y parece que hay quien confía en el descubrimiento de la vacunación anti-reumática.

ÉPOCA

flUlóLtS

M f«ciben en esta Adtnu * ...ió» , « la Sociedad General de X ’ , ' » t ' £ j jc a lt , 4 y 8, entresuelo.

Bn Barcelona: Sre*. R oldte , paila. Rambla del Centro, J7.

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*n Paris: LaJ«Societé Mntwtlle da T ubllcité», m e Caumartin, «l, bis: Di­rector, Mr. Lorette.

Bn Londres: 127 Da*t» jrood Homo.9, New Broad Street. B. C.

R E M I T I 0 0 9

Preaios convencionales.

Toda la correspondencia se dirigir* al Adminiilnjor Je E l Gtoio.

APASTADO NÚM. 31.

MADRID— NÚM. 6.676

MUESTRO GRABADO

No hablamos aquí del genio, como lo hace Ho­racio en su Epístola ad Pisones, cuando aludien­do á ciertas divinidades que ejercían protección sobre los hombres, é in tervenían eficazmente en sus acciones, dice:......................... vinoque diurnorlacart fíentus festis impune

(diebus.Hemos de descartar del

mismo modo en el presen- e caso, otra acepción que

tiene esta palabra, que la hace sinónima de carácter ó índole de esda uno.

Nos referimos al genio en cuanto metafóricamen­te significa aptitud ó ca­pacidad, fuerza ó poten­cia creadora, predisposi­ción para cultivar algún ramo del saber humano.

En este sentido ha di­cho Víctor Hugo: dos co­sas hacen al hombre poeta; el genio y la pasión.

El hombre de genio se distingue por el mayor desarrollo, la mayor acti­vidad y brio de las fuer­zas intelectuales.

Hombre apasionado es el que percibe y expresa con energía sus emocio­nes, sus sentimientos, sus ensueños, sus aspiracio­nes y sus deseos.

Las invenciones subli­mes, las fuerzas nuevas y los nuevos gérmenes, los progresos admirables, las conquistas asom orosas, los pensamientos atrevi­dos que parecen de difícil realización... todo eso trae consigo el genio, lo alcanza, lo des­envuelve y lo realiza.

Pero no se confunda el talento con el ge­nio. El primero es simplemente la adecuada ordenación de las facultades al fin, la per- lecta ecuación entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. El genio, en cambio, concibe, transforma, cambia, vivífica. Csstelar ha dicho que un tonto hablando déla luna hace ae ella una cacerola, mientras que el genio cambia la cacerola en luna.

Por lo que toca á la pasión, el mejor poeta es el que mejor expresa sus sentimientos, sus creencias y sus ideas. Salomón, Job, David Isaías y Jeremías, no hicieron otra cosa qué expresar sus mas secretos pensamientos, re­tratar las expansiones de su alma, y objeti­vándolas, trasladarlas á sus cantos. Para esto gólo sa necesita oorazón, sentimí nto, pasión j he aquí por qué la poesía lírica ha prece­dido á la épica y á la dramática, porque es la expresión del sentimiento individual, sub­jetivo del hombre.

Por otra parte, el amor ha colocado más de una vez la lira en manos del poeta. Las poe­sías de Safo, las de Píndaro y Santa Teresa, comprueban este aserto. Hay, sin embargo, diferencia entre la musa de Lesbos y la pro- fética inspiración de Píndaro y Teresa de Ce­peda; el uno es el amor fisiológico, aunque

interesantísimo, manchado con el fango de la materia; el otro es el amor puro, purísimo, santificado y embellecido por una abnega­ción y una fortaleza de alma que lo hacen se­mejante, que parece una chispa, un reflejo del espíritu de lo infinito, á quien sedientos, anhelantes, se dirigen sus cantos.

Pero ni la musa de Lesbos, ni la lira de Píndaro y Santa Teresa llevarían la inspira­ción á tan alto grado sia los poderosísimos arranques, sin la impetuosidad, el ardor y el arrebato de la pasión. La pasión, pues, que

E resta alas á la imaginación, la fogosidad y i vehemencia que trae consigo, constituyen

el carácter de las poesías de Safo, Píndaro y Santa Teresa.

En la epopeya misma que requiere en el poeta mayor complejidad de facultades no se necesita menos de los esfuerzos v desenfre­nos de la pasión. Poseído el vate ael mas vivo entusiasmo por la gloria de la patria, inspi­rado por los aires puros y por las bondades del suelo en que nació, eleva la fantasía en alas de admirable inspiración y canta nobles combates de heroes, triunfos de monarcas y caballeros y grandes hazañas de gloriosos progenitores.

Añora bien; los romanos, ¿por qué no cul­tivaron la poesía lírica en tan alto grado como los griegos? Porque el pueblo romano, utilitario, egoísta, frío en sus sentimientos, aficionado á la guerra y excesivamente su­persticioso, no llevaba ea sí la atmósfera pro­pia que para su aclimatación necesita la p ie- sía lírica. Horacio mismo fué el primero que cantó en lengua latina un canto eólico.

Lo propio suoedió con el teatro. Acostum­brado el pueblo romano á los placeres que la

resorts del arte que nos mueve á buscar lo bello y apetecerlo.

Y aquí por asociación de ideas, se nos ocu­rre hablar ael amor que es en sustancia un apetito de belleza.

Pero dejemos esto.JOAQUIN SEGURA.

SEVILLA INTELECTUALSus escritores y artistas contemporáneos

VICENTE CHIRALT Y SELMA Aunque hijo ilustre de Valencia, doude na­

ció en 29 de Marzo de 1831. bien merece lla­marse sevillano el que vivo en la ciudad de la Giralda desde el año 62, y en ella ha con­quistado casi toda su lama, que hoy es uni­versal, especialmente como notable oculista y distinguido escritor.

La vida de mi biografiado puede servir de modelo al más despejado y laborioso de nues­tros hombres de estudios. A los dos años y medio de nacer, tuvo la desgracia de quedar sin padre (quien pereció víctima del cólera de 34), quedando su madre sin més medios para educarle que un gran corazón y un in­menso talento, con cuyo auxilio puramente moral logró dar á su hijo una posición social honrosa e independiente, que éste supo des­pués aprovechar.

Concluidos los estudios de enseñanza ele­mental, y después de los de latin v humani­dades, empezó en el 13 los de la filosofía, ga-

coasagró el concienzudo oftalmólogo á la es­pecialidad que tanto y tan justo renombre le na dado. Allí tuvo ocasión de hacer sus pri­meros ensayos en las difíciles operaciones de cataratas y de pupila artificial, operación es­ta última que ni siquiera una sola vez había visto practicar, y de la cual, no obstante, obtuvo i xcelente resultado.

Hasta el año 1857 permaneció en este pue­blo, consagrando al estudio de los últimos adelantos de la Medicina, el tiempo que le dejaban libre sus enfermos, y en Agosto de dicho año salió de allí definitivamente para ingresar en el cuerpo de Sanidad militar, donde tuvo honrosa entrada, consiguiendo el primer número en rigurosas oposiciones.

Acerca de los trabajos realizados por don Vicente Chíralt desdn que partió de Sueca hasta que se estableció en Sevilla, se expresa en esta forma uno de sus biógrafos, en las co­lumnas de la revista profesional E l Anfiteatro Anatómico Español. Las exigencias de sus nue­vos serviciosle mantuvieron alejado de la prác­tica civil, pero en la de hospitales, á la que siempre tuvo particular uiición, conservó su predilección por las enfermedades oculares, dedicándose por fin, con verdadero apasio­namiento, al estudio de ésta difícil especiali­dad, siguiendo afanoso la clínica de nuestro distinguido compatriota el doctor Cervera, mientras estuvo ae guarnición en Melilla.

Trasladado á Sevilla en 1862 para la asis­tencia de jefes y oficiales, comenzó á labrar­se en la metrópoli de Andalucía un crédito que se extendió por varías provincias con gran rapidez, merced á la incansable labo­riosidad de Chiralt, quien para descansar de los ocios de su laboriosa clientela, ce dedica-

EL RÍO PARANA(REPUBLICA ARGENTINA)

uerra trae consigo y á las bárbaras escenas el circo, no podía alcanzar ni la exquisita

sensibilidad de la tragedia, ni los delicados goces que produce. Le faltó pa'ión y entu­siasmo. Necesitaba desterrar de su alma las groseras emociones que producen las torpes concupiscencias y cambiarlas por la ternura, el sentimiento, el dulce anhelo y las subli­mes inspiraciones de una pasión delicada. Esto hizo poetisas á Victoria Colonnay é Ger­trudis, Gómez de Avellaneda, y avivó los arranques de Fray Luis de León, de San Juan de la Cruz y de casi todos nuestros per­turbados místicos.

Y he aquí por qué el arte en sí es libre, li­bérrimo y anterior y superior á toda legisla­ción. El poeta de pasión como el poeta ae ge­nio (valga la denominación) no se sujetan á reglas porque éstas refrenan la inspiración y empañan la fantasía. Tal vez por esto Demo- crito admitía en el Parnaso á los locos y ex­cluía á los hombres de juicio. Porque el ge­nio tiene algo de monstruosidad y la pasión de estado patológico, en cuanto el hombre dominado por vehementísimos sentimientos se explaya libre de todo yugo por los inmen­sos espacios de la belleza, cuyas inexplora­das regiones vislumbra y toca gracias á los poderosos esfuerzos del genio y la pasión.

En la pasión, pues, lo mismo que en el ge­nio se encuentra el principio, la fuerza, el

< nando en los tres años que duraron el pre­mio ordinario por oposición, así como el gra­do de bachiller en artes.

En 1846 principió á cursar la medicina en la Universidad valenciana, obteniendo un premio extraordinario en anatomía práctica y la nota de sobresaliente en todos los exá­menes de fin de curso, terminando su carre­ra en Mayn del 53, y siendo investido con el grado de licenciado en 1 de Diciembre de aquel año mismo.

Médico ya, no tardó en poner á prueba sus piadosos sentimientos, y con ocasión del có­lera oue en 1854 se desarrolló en Valencia, marenó á esta capital desde la Puebla del Salvador (provincia de Cuenca), donde se hallaba, para prestar sus humanitarios y científicos servicios á los contagiados de la terrible enfermedad.

Invadida al año siguiente la villa deS jeca se ofreció también el Sr. Chiralt á desempe­ñar gratuitamente la asistencia del hospital de coléricos, que en la misma se había crea­do, y , admitido su generoso ofrecimiento, pres­tó su eficaz concurso durante cincuenta y dos días, mereciendo la gratitud de aquella afligida población en la que se quedó de mé­dico titular, plaza que espontáneamente le confinó el Municipio en prueba de reconoci­miento por su conducta.

En esta villa fué donde por primera vez se

ba á la publicación de importantes artículos de oftalmología y aun de medicina general en el Boletín de sanidad militar, en La Clínica, de Madrid, en La Crónica médica, de Sevilla, y en E l cimp lador médico, de Barcelona, Sando más adelante á la pública luz una obra original de Higiene de la vista aue fué muy elogiada por la prensa profesional, y por la q'ue le abrió sus puertas la Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona, al mismo tiempo que fué condecorado, después del ex­pediente reglamentario, con la Crui de emula­ción científica i e sanidad militar, propia de di­cho Cuerpo, y tanto más apreciada cuanto más difícil ha sido siempre de alcanzar.»

Viviendo ya en Sevilla, tuvo ocasión de co­nocer al célebre doctor de ParísM. Liebreich, quien vino á pasar una temporada á la po­blación andaluza, y habiendo simpatizado con él en 1867, fué á verle al siguiente añoá la capital de Francia, donde permaneció todo el verano asistiendo á todas las clínicas y au­mentando el caudal de sus profundos cono­cimientos.

En 1869 tomó la borla de doctor en unión de D. Federico Rubio, v acto seguido le fué encomendada la cátedra de Anatomía des­criptiva de la Facultad libre de Medicina y Cirujia de Sevilla, donde explicó á la vez un curso de Histología humana normal, y otro de Oftalmología clinica.

M a r te s 9 0 d e F e b r e r o d e

El río Paraná es la mayor arteria fluvial de la República Argentina. Se alimenta de va­rias corrientes que fluyen á él por la parte N . y N E., fuera ya de los límites ae la Repú­blica, refuerza su caudal con las aguas de lluvia del interior del Brasil, y desemboca en el Plata. Recoge, pues, todos los arroyos y llovedizas de la región intermedia, entre la meseta de Bolivia, por Levante, y las monta­ñas de la costa del Brasil, por Poniente.

Nada más pintoresco y cello que este río, navegable en gran extensión, inmortalizado por las aventuras de Garibaldi, y poblado de exuberante vejetación y numeroso caserío en ambas riberas. Corre á trechos bajo un ver­dadero túnel de follaje, en que las ramas se entremezclan coa los aparejos y járcias délos buques.

Baña la ciudad de Rosario de Santa Fe, una de las más importantes de la República Argentina.

Esta ciudad (que se entrevé á lo lejos en nuestro grabado), dotada de magnífico puer­to y unida á la capital de la nación por nu ­merosas vías férreas, es el punto forzoso de salida para el exterior de las provincias An­dinas y centrales.

Su población, que en 1858 era de 9.785 ha­bitantes, llegó á 60 000 en 1887.

En este año la municipalidad obtuvo una renta de quinientos y tantos miles de pesos fuertes, y la Aduana, la segunda de la Repú­blica, produjo por derechos de importación y exportación, la respetable suma de pesetas 27.538.470*30.

La magnífica y riquísi­ma ciudad, cuenta ade­más con buenos teatros, tres hospitales, diez socie­dades de caridad y soco­rros mutuos, asilo de in­migrantes, tres grandes mercados, 11 centros so­ciales y comerciales, cin­co cole'gios de instrucción secundaria, numerosas es­cuelas elementales, tres estaciones de ferrocarril,18 publicaciones periódi­cas, 10.382 ca=as, 1.301 de comercio y 534 estableci­mientos industriales.

E L . G E N I O

Y L A P A S IO N

D I A R I O IL U S T R A D OP O L Í T I C O , C I E N T I F I C O Y L I T E R A R I O

Ayuntamiento de Madrid

Page 2: t 17.se « la Sociedad General de X’,'»t'£ · por los per.ódicos españoles y extranje ros de mayor circulación, y habiendo sidoSanta Teresa. nombrado últimamente redactor

* i .' >,'A'

Está j a fuera de duda que los anarquistas obedecen á ua centro directivo, cuya resi­dencia es Londres. Los atentados d’e Barce­lona y París no son producto de hechos in­dividuales. Supone la policía de España, de Francia y de Inglaterra, que han sido prepa­rados por el comité que tiere el encargo de organaar los trebájos de destrucción social.

KavacKol, Pallas, Salvador, Vaillant y Henrv, son el brazo de una vastísima asocia­ción qúe frsgua íes complots, ordena la co - misióii de los crímenes y señala las personas que han de ejecutarlos.

Las pesquisas de los polizontes ha^en sos- ' pechar qu.; la catástrofe del City rf Washing­

ton. que se fué á pique eu alta mar «1 hacer la travesía de Nueva York á Cuba, y la ex - plosi n ocurrida en Burdeos á bordo de un •trasatlántico francés, obedecen á una misma causa. c-rrs ■> ' '-fi} y

Con todos estos motivos, los Gobiernos j us- tamente alarmados, se han dirigido al de Londres, preguntando si el derecho de asilo Consagrado por las leyes ingleeas debe exten­derse a los qne han declarado á !a sociedad guerra de exterminio.

A juzgar por lo qne dice la preñ a londi­nense, el Gabinete no ha contestado oficial­mente aún, prro indica que la policía britá­nica está de acuerdo con i a de Europa y Amé- ca para ejercer una acción común contra los afltiadcs al anarquismo.

La inteligencia entre todas las naciones civilizadas, hay que rechazarla por irrealiza­ble. Ninguna de ellas se prestaría á modifi­car sns leyes penales con arreglo á un pa­trón. Se oponen las respectivas Constitucio­nes y hasta las costumbres.

Pero lo que sí est* en vt«s de concertarse, es un arreglo, en virtud del cual revisen los diferentes Estados las causas de extradición. Tal es el punto que discute en estos momen­tos el Gobierno de Inglaterra, y sobre el cual hay razones para suponer que recaerá un acuerdo favorable á los deseos de los Estados continentales.

El alien bilí da al poder ejecutivo ÍDglés medios sobrados para perseguir á los extran­jeros acusados de delitos que en nada se ro­zan con la pol tica.

Por consiguiente, ni necesidad tiene de pe' dir una nueva ley á las Cámaras.

Sensible es qua el uso de las bombas de dinamita haya alarmado á la sociedad, pero m is sensible’ es todavía que esta alarma pon­ga en el caso á los Gobiernos de defenderse con leyes de excepción.

No ños equivoquemos, ni pretendamos en­gañarnos. El mejor auxiliar d í la reacción europea que atisba el momento de caer sobre las conquistas liberales y sobre el derecho público moderno, es el anarquismo á la ma­nera que lo entiénden sus organizadores.

Repítanse los atentados, mueran nuevas víctimas inocentes, V Se producirá, mal que nos peie á todos, un e&taao ds opinion for- mi tablé contra los derechos consagrados en las leyes.

Nó somos amigos de declamaciones teatra­les: las hemos repughado siempre. Pero nos debemos á la verdad y hemos de declararla. Los actos criminales de los anarquistas han soliviantado los ánimos en términos que es­pantan.

En todas las clases sociales se desea la re­presión enérgica, implacable, aun cuando soa necesario atropellar el dtrecho.

El síntoma es precursor de graves peligros, porque de ahí al despotismo no hay más que un paso.

La reacción, que ya contaba con sólidos ar­gumentos para conquistar partidarios, cuen­ta dwsde que apareció el feroz anarquismo, con Jos que les pres'an los miedosos y los pu­silánimes.

Á^i empiezan los movimientos hacía atrás en m ías las épocas de la historia, y por lo quo siíV.e, asi co pieuza este que se ha ini­ciado en alguna* inteligencias y que invade ya clases soeiaks enteras

Quien no observe el feuómeno, es porque cierra voluntariamente los ojos á la luz ó porque esta ciego.

Menester será qua vivamos prevenidos los que fiamos ea las leyes progresivas, para no convertirnos como otros en instrumentos in­conscientes de una reacción que avanza de prisa en Europa. ;

M A R R U E C O SEl eeflor ministro de Estado recibió ayer

cartas y telegramas de Marruecos que alcan­zan, las prím.-rag al día II y los segundo» al día 14.

En unas y otros, el gener.il Martínez Cam­pos dice que no ocurre novedad y que espera la contestación dei Gobierno á las consultas que hizo.

Como dicha contestación ha debido llegar el dia )5, en el ministerio de Estado se «guar­dan noticias definitivas de la emb ijada el jueves próximo.

Por noticias particulares se sabe que el sultán ha consultado respecto á las preten­siones de España á ia-! demás potencias y á varios influyentes personajes del Imperio.

— Ha llegado á Tánger el vapor Baldomcro Iglesias cou pliegos para el ministro de Esta­do y ha salido de Cádiz para Mazagán el cru­cero Isla de Luzón con pliegos para el general Martínez Campos.

¥ ¥

Ea la j unta celebrada por la oficialidad de la guarnición de Melilla se aprobó el pro­yecto para la traslación de los restos sepulta­dos en Cabrerizas Altas, y se acordó la erec­ción de l'U monumento á les militares muer­tos en la campaña.

Se eligió una comisión en que estáu re ­presentadas todas las armas, qus invitará á los jsfes y oficiales de Melilla y de la Penín- su a para*que s 3 ¿dhieran ai pensamiento.

— EL príncipe Ar.ilf ha ordenado la prisión del moro Candor, por s i carácter levantisco y mala conducta.

— Ha terminado la colocación de los estri- • io s del puente de Sa'i Lorenzo.

— La salud pública lia mejorado. Su lian cegado los pozo* y la;: unas, y se han comen­zado á usar los filtros en los campamentos.

(DE LA AGEN-CIA FABKA) jTánger 18 (t t.) - (Del corresponsal especial

Sr Alus).L'e^có el Baldomcro Iglesios con noticias de 1

Marruecos, que alcau?*ó hasta el día 14.Desde el 8 hasta el díp 14 no hubo confe- i

rencias, lo cual ohedec ó, éoui'i ya hice su­poner. al des o del general Martínez Campos de recibir las instrucciones qae había pedido ¿1 Gobierno.

Además, dice que e'. sultán quiso consul­tar con los ministros de algunas potencias extranjeras acerca dé la cuantía de la indem­nización.

Aleiranif» es probable contestase npovando la cifra pedida por el embajador de España, cualquiera que fuese su importancia.

Francia sa tMamria, quizá, apoyar núes* tfa demanda cuando le fuese con oc id a lacifra.

Los ministros de tria, también se pon pero no deben tener cisas de sus respecti

laterra, Italia y Alis­an de nuestra parte,

instrucciones pre- í Gobiernos.

Creo saber, por buen conducto, que la ac­titud de Italia durante el conflicto «e Melilla y el periodo de las negociaciones entre Es­paña y este imperio ha sido y continúa sien­do correctísima.

El Gobierno" del rey Humberto sólo es‘á atento á proeurar que la acción europea ten­ga el debido carácter de unidad diplomática, con el fin de que no se turba la paz, y al pro­pio tiempo que España consga por parte del sultán aquellas satisfacciones a que tiene perfecto derecho.

Mañana quizá me será dado telegrafiar á esa agencia algunas noticias interesantes so­bre la actitud de Inglaterra.

O p i n i o n e s r a z o n a b l e sLo son indudablemente las que con su

acostumbrada claridad y serenidad de juicio expone el citado y distinguidísimo escritor militar Sr. Alas en uua carca enviada á la Agencia Hispano Internacional de Madrid:

«Una cosa es predicar y otra cosa es ven­der trigo— dice el Sr. Alas— y este refrán se lo aplico á estes altos ceutros diplomático.», que me parece que á ratos no están todo lo convencidos que debieran, de tres cosas: Las potencias europeas no tienen ganas de zam­bra por esta pirte dal mundo; el sultán no resistirá á la voluntad unánime de Europa; el sultán regateará la indemnización todo lo que pueda.

Conozco personaj •*. político que ha procla­mado estas tres verdad:s muchas veces; pero al llegar á la conducta práctica que se deri­va de aceptarlas, me parece que nuestra bri­llante diplomacia vacila y oscila más de la cuenta.

Digo esto, porque aquí de cuando ea cuau­do se observa, como una marejada, bien en la medesta oficina de insignificante Moha­med Torres, bien en las legaciones extranje­ras, marejada de impaciencia por la solución del conflicto español.

Y este movimiento, esta sacudida, jamás se deriva de noticias llegadas de Marruecos, sino de notas, cartas ó telegramas que vie­nen de Europa; y ó me equivoco muciio. ó la impaciencia nauva de algunos políticos nues­tros e3 el Eolo que agita las olas diplomá- tica1-._ Tanta impaciencia, tale faltas periódicas de calma y tranquilidad pued-n ser contra­producentes, pues sabiendo el G an.it nues­tra prisa, puede explotarla y pedir reducción de millones por reducción de días de le­ga teo.

Y si hay quien c o a que esos dia? se acor­tarán amenazando ahora, que va es algo tar­de, al menos, antes de hacerlo, recuérdese otro refrán italiano titulado: Del dire al fare é in mezzo i l more.

t í . está por medio el mismo mar, y aun los mismos mares que separan el hecho del di­cho hace ya cuatro meses, en Melilla. Con que paciencia ó dar sin hablar.

No sé si ahí se hace un misterio del curso de las negociaciones hasta el 8 de Febrero, ó sea hasta la tercera y última de las conleren- cias conocidas hasta la fecha.

Aquí ya se sabe que lo que el Garnit re­pugna más es comprometerse á pagar una cilra que traiga, como consecuencia, la nece­sidad de garantías; sobretodo lo que el Gar­nit no quiere es quo se intervengan las Aduanas ui por España ni por otra poten­cia, ni que el sultán tenga que recurrir á prestamistas.

Croo haber dicha ya en uu telegrama, que el sultán no podía pagar con desahogo, anualmente, más que un par de millones de francos, según persona con motivos y forma lidad bastantes para ser creída. Esa" misma persona, me. ha dicho posteriormente que el sultán preferiría pagar pronto, y que, ha­ciendo un esfuerso, podía pagar al contado cinco millones de pesetas, y para el año pro- ximo, preparando los resortes tributarios, no le sería difícil pagar otros diez millones.

Ahora bien; ¿no sería posible contentarse con esos 15 millones y reclamar el resto en concesiones beneficiosas, pongo por caso,

Eara Ceuta? Esta plaza, que és de lo poco ueno de que podemos alabamos, es suscep­

tible de muchas mejoras, algunas de las cua­les han de ser antes convenidas con el sul­tán, entre ellas la traída de aguas de manan- tiah'8 que nacen y corren por terreno ma­rroquí.

Probablemente de este modo cobraríamos efectivamente lo estipulado, y dejai íamos al sultán agradecido, y al resto de las potencias obligadas á imitar en su día el precedente sentado por nosotros en obsequio de la paz europea.

Y aquí conviene llamar la atención de nuestros hombres políticos, asaz distraída, á lo que parece, en otros andares. C om o el nombre uo hace la cosa, es en vano que Es­paña por cierta a tivez, y otras potencias para evtar precedentes en casos análogos, hayan comb tico y desechado la palabra arbitraje. La verdad es que la solución que sa aproxi­ma (si viniera á paso de buey) es una solu­ción muy parecida á uua sentencia pronun- ; ciada p or el anüctionado europeo.»

ks eireuBstanci&s, cotu-j ieb§ síiSídaf" efltoda Sociedad de socorr s mutuos biea orga­nizada. •

¿De dónde procede el dinero?'Claro está que los donativos generosos serán siem pre aceptados con agradecimiento. No h a m u c h e , Julio Simón, esa veterano da la beneficencia, hizo parte á la Mutualidad, de la herencia de j madama Cornil, que está encargado d e dis­tribuir á los pobres. Entrególe diez mil f la n ­ees. Pero el dinero preceda sobre todo de las j interesadas. No constituye una limosua, sino un d erecho q u e se compra mediante una pe­queña cuota mensual: 50 céntimos.

-Pígaudí». p'ÍÍCs, seis francos anuales, la mujer a él pueblo encuentra, euando se ba­ila á punto de ser madre, el apoyo notable que acabo de señalar. Admitiendo que no i cobra más que el m ínimum, la Sociedad la devuelve én un mes lo que le ha pedido que ; pague fji m is de quiuce api^s. Para las m u - i jeres que tienen sucesivamente tres ó cuatro i hijos, caso muy-freeuente, 1» Mutualidad ? matera ir es un recurso precioso.

Inútil es decir que esta Sociedad se ínspi- ¡ ra en los más amplios principios de toleran - ¡ cia, y qúe no recluta únicamente sus adlíe- ! rentes entre las mujeres casadas. Si hay m a - ¡ dres que necesitan auxilio son las solteras i caídas en desgracia, y si hay niños amenaza- j dos desde que nacen, son los naturales. Na­cidos á menudo eu la tristeza y el abandono, í sucede que v enen mal at mundo.

La seguridad dada á las madres solteras para la época de su alumbramiento, repre

atentos de la provincia para que secunden sus proyectos.

Los gendarmes han entregado á las auto­ridades de España en la frontera, un anar­quista español que ha sido expulsado de la vecina República.

De ¡a Agencia Fabrab u * I ! e r » i o ■! j B i s m i t r r k

Berlín lU (ií.m )— El emperador saldrá estatarde a las dos para Fri'drichsrijhé para ha­cer una visita al príncipe de Bi’sóiarck.

Llegará á la residencia d*l excaneiller á las seis, comerá con éste y su familia, y saldrá á las diez de la noche para OldemWJfgó, y Wilhemshaven.

I n b a n c o d e E i l e l o

San Petersburgo 18. -N oticias de Finlandia dicea qu» es muy apurada la situación de las 500 personas que quedaron aisladas en nn enorme banco de hielo.

Todo el mundo s<* preocupa en llevar s .co­rros á aquellos infelices, en su mayoría mu­jeres y niños, pero laoperación de salvamen­to ofrece muchas dificultades.

1/08 a n a r q u is t a * lu g lr se iiLondres 19 (G‘ l5 m.)— Anoche se celebró en

el «Club de la autonomía» úna reunión de anarquistas'á la que sóto; asistieron 80. E '- orador Gibbons, dijo qtte ere necesario se-

s ; guir el heroico ejemplo que les hxbiatl dador -r - - _ ........... , f - I Pallás, Vaillan*-, Meunier y Henry y no cejarsenta la vida para el hijo. No se ha calculado ' en la obra de destrucción contra la burgue- la mortalidad de niños nacidos fuera del m a- { sia por los que hoy puedan ser mártires detrimonio, de mujeres no adheridas, compa­rada con la mortalidad de los hijos de las sol­teras adheridas á la Mutualidad.

Pero se hn hecho otro cálculo sobre el con­junto de la clase social á que pertenecen las parteras socorridas como acabo de decir. Mieotras que la mortalidad normal de los ni­ños de esa clase se eleva á un 40 por 100. no es más que de 9 ‘75 por 100 entre la clientela de la M tualidad materna.

E*te resultado obtenido en Paris, podría extenderse á provincias, y de este modo se arrebataría á la muerte un número enorme de criaturas cada año.

¿Por qué, pues, no se crean eu todos los grandes centro», socie-lades análogas? D e-

i seamos que se realicen los deseos de M. Rey- i nal. Las buenas voluntades, en materia de ; beneficencia, son innumerables en Francia, ! pero á menudo nos falta el espiritu de íni— j cíativa y de organización, por haberlo pam - j lizado el Estado durante mucho tiempo. Para ! la Miwual'dad materna; la sociedad-tipo está

creada y funciona admirablemente. No hay més que imitar y copiar. Hablamos ruidosa­mente de nnestras locuras, y nos callamos acerca de lo bueno que hacemos. Más val­dría. para nuestra reputación y para ense­ñanza del mundo, seguir el método con-

■ trario.P a u i . F o u c h e b .

(Prohibida la reproducción.)

I D E N A V A R R A

Ayer, á última hora de la tarde, conferen­ciaron con el señor presidente del Consejo los Sres. Badarán y marqués del Vadillo como representantes en Cortes de la provincia, para tratar naturalmente de asuntos de actua­lidad.

Del recibimiento hecho á la Diputación en Pamplona, que ya dimos á conoeer en la edi­ción de provincias, hablóse ayer mucho y hasta se supuso que se nabía producido pos­teriormente alguna ligera perturbación, no­ticia que por fortuna no ha resultado confir­mada.

Todo, por el contrario, ha pasado en m e­dio de un entusiasmo pacífico y culto, re­uniéndose ea el palacio de la "Diputación muchos vascongados, entre los cuales figura el diputado por Tolosa Sr. Zubizarreta y va­rias comisiones, no sólo de Navarra, sino de Cataluña y las Provincias. A los catalanes se les despidió en la estación del ferrocarril, asistiendo la Diputación foral.

** *La alocución dirigida al pueblo por la co­

misión encardada <te organizar el acogimien­to á los diputados focales, dice, así:

«Somos objeto de la admiración de España por nuestra ener?ia y nuestra mesura en de­fensa de los derechos que nos legaron nues­tros padres.

Segura está la comisión que os dirige su voz, de oue en estos momentos solemnes no hemos ae defraudar el.a lto concepto que hemos merecido.

Pero no habéis de llevar á mal os reco­miende extreméis vuestra prudencia.

Que no se oiga una voz que desentone en nuestras explosivas manifestaciones de en - tusiasmo.

¡Viva Navarra!Pamplona IT de Febrero de 1894.— La Co­

misión, Silvestre Goicoech-^a, Serafín Vlata y Oneca Estanislao Aranzadí, Pablo Jaurrie - ta, Florencio Ansoleaga, Canuto Mina, Pe­dro Uranga, el director de El Eco de Navarrt, el director de E l Liberal Navarro, el director de La Lealtad de Navarra, el direct ir de El Aralar.»

PARÍS AL DIA TELEGRAMASt a i t i n t u a ü d a i l m a t e r n a

j Eu el útil y generoso discurso que acaba de pronunciar en la asamblea general de la «Mutualidad materna» el Sr. Revnal, minis­tro del Interior, ha emitido el deseo de que las provincia? se inspiren en el ejemplo de París, y se creen, en todos los grandes cen­tros, sociedades análogas. Se habla mucho, con j usta alarma, del decrecimiento de la po­blación; pero nó se advierte que una de las causas de la mortalidad de los recién nacidos reside en la excasa ayuda que encuentran las mujeres ea cinta, antes y después del parto.

Muchas mujeres del pueblo, obligadas por la necesidad, se ocupan en los trabajos más duros hasta el último momento de su emba­razo. No es raro verlas que paren en la calle, y la mayor parte de ellas vuelven á sus tra­bajos m u haber ten do tiem poder stablecer- se. comprometiendo asi su salud y su fecun­didad futura.

La Mutualidad materna puesta bajo el pa- tronat • de madama Carnot, se ha impuesto i la misión de evitar esos males, sin ser gra - j vosa al Estado, dirigiéndose á la iniciativa ‘ individual.

La Sociedad se propone proporcionar á las ad "i ere a tes, cuando estén de parto, uaa in­demnización suficiente para que puedan abstenerse de trabajar durante cuatro sema­nas y puedau cuidarse y cuidar su hijo d u - I raate las primeras semanas que siguen a'.na- cimieaü'-. ¡á: entregan dieciocho fraucos se ­manales á 1 1 partera, que también puede co - 1 brur veinte francos como p;ima de lactancia. Estas son las cantidades mínimas; la Mutua­lidad sabe tener en cuenta las necesidades y

De nuestro cmespansa espacialE l p r i m e n d e u r i i l l . — D n n t le « e

f r a g u ó e l e o m p i » ! . — T é m p o r a ! e n e ! m a r .Barcelona 19 (11*58 n.)— Dícese que la sala

d é la Audiencia que entiende en la causa del atentado de Murull, revocará el auto de conclusión de! snm irio. disponiendo la ins­trucción de nuevas diligencias con motivo de la importancia que revisten las declara­ciones de los seis últimos detenidos.

Parece qua fraguar m et atentado contra el gobernador civi", Sr. Larroea, en reunio­nes celebradas en la taberna de la caile del Conde del Asalto.

En aguas de Bircelona reina un temporal muy fuerte. Algunos buques surtos en el puerto han roto sus amarras.

Ha caído copiosísima lluvia.— Simó.

De la Agencia AlinodávarI>e r e c r e s o . — l 'o n t r n e l m i n i s t r o «le

B la r ie n t la .— l u a r q u i n i l nSan Sebastián 19 (4‘30 t.)— Han regresado

todos los que asistieron á la manifestación verificada ayer en Navarra.

Los mam fes te utes vuelven poseídos del mayor entusiasmo por lo gr u.dioso que ha resultado el acto.

El Ayuntamiento de la villa de Hernaci ha acordado por unanimidad no pagar á la Di­putación tributo alguno’, hasta tanto que el Estado satisfag i_la deuda pendiente, que con­trajo coa Guipúzcoa al terminar la guerra civil última.

D rigiráse también á los demás Ayúnta­

la idea redentora; mañana tendrán sns alta­res y la msneióri de sus tiechcs será venera­da por la sociedad futura, cuando logre rom­per el yugo que hoy la oprime.

Otros oradores pronunciarla discursos en el mismo sentido y glosando análogas ideas.

I ,a C ú -n n r a i t c l o » C 'o sn iis ie *Londres '9 .— En la sesión celebrada por la

Cámara de los Comunes, el Sr. Aéquith há declarado que el Poder ejecutivo ao tiene el derecho de expulsión.

A pesar de esto, el orador no cree necesa­rio cambiar la legislación vigente ac rea de este particular, juzgando preferible que las policías internacionales se pongan da acuer­do para combatir á los enemigos de la so­ciedad.

I<UK fr a n e e w e n e n e l M in ianParís 19.— Según despachos recibidos de

Rayes, capital del Sudán francés, la colum­na Joffre, que operaba en la región del Ma­raña, v que se hallaba últimamente en Nia- fane, ha debido llegar á Tombuctú el día 1 .* del corriente mes de Febrero.

P r i s i o n e s d e a n a r q n i M a *París 19.— En la mañana de hoy se han

operado registros domiciliarios en casa de 18 anarquistas de París.

En la de Sebastián Faure, que es uno de los detenidos, la policía se > a apoderado de numerosos é importantes documentos.

Ea las provincias se han verificado tam­bién numerosos registros.

Un despacho de San Quintín anuncia la prisión de 10 individuos.

En Lyón han sido detenidos hoy por la ma­ñana otros siete anarquistas, en Valence, uno; en Romana v sus cercanías, 10; en Reims, uno, en Prades uno.

El prefecto de Marsella ha firmado el de­creto de expulsión de seis italianos que el?| de Ene’ o último organizaron un meeting fran­co-italiano.

E l m a t r i m o n i o c i v i l e n H u n g r í aBudapesth 19.—Ha comenzado en la Cáma­

ra de diputados la discusión del proyecto so­bre matrimonio civil.

Numerosa muchedumbre se agolpa en las inmediaciones de la Cámara y aclama á los ministros.

B^a r e v o l u c i ó n b r a s i l e ñ aNueva York 19.— Según despachos de Rio

Janeiro, el buque Nichtheroy, ha llegado á dicho puerto y fondeado fuera del mismo el día 18 del corriente, sin los demás barcos leales al Gobierno.

F R A N C I A Y P O R T U G A LLa pren a portuguesa dedica lugar prefe­

rente en sus columnas al estudio de las difi­cultades surgidas con Francia que han m o­tivado el llamamiento á París del ministro de la República en Lisboa, M. Bihourd.

El origen de esta cuestión está en la situa­ción económica de Portugal, que dificulta el cumplimiento de las obligaciones contraídas con sus acreedores extranjeros.

La nota oficiosa comunicada por el minis­terio de Negocios extranjeros á la prensa de París acerca de este asunto, es muy concisa; se limita á decir qua la actitud teimada por el Gobierno portugués en la mayor parte de los asuntos pendientes entre las dos nacio­nes, y principalmente en los que afectan al ahorro francés, ha obligado al presidente del Consejo á llamar á París al ministro de Fran­cia en Lisboa, á fiu decoefjrene.iar con él so ­bre la situación que han creado estas difi­cultades.

D ¡ los periódicos de L'sboa, uno de los quemás juiciosamente examin-iu el asunto, es el Journal do Comercio

Las primeras noticias que transcendieron al público acerca de esta cuestión fueron muy exageradas. Algunos periódicos afirmaron que ei representante de Francia había pre­sentado ua ultimátum ac-rca de la cuestión de la «Compañía Real de Ferrocarriles», mu­chas de cuyas oblig»ciones estin en poder de tenedores franceses. Inmediatamente el dia­rio oficioso La Tarde publicó un extraordi­nario desmintiendo el hecho y advirtiendo que el ministro trances había manifestad) que su Gobierno se hallaba animado de los mejores deseos de conciliación.

Comentando estos hechos el citado Journal do Commercio, dice que sería pueril neear que existeu dificultades, pues no es usual que los embajadores, cada vez que salen del punto donde están acreditados, hagan públi­ca protestación de los sentimientos amisto­sos de su país, cosa que sólo es necesaria cuando hay cierta tirantez de relhciones

El diario de Lisboa da luego excelentes consejos al Gobierno, excitándole á que, sí Francia no tiene razón, deii-nda con entere­za la dignidad naciona1; pero que si, pbr*¿l contrario, son justificadas sus reclamacio­nes, las satisfaga, pues si el negar el derecho á los débiles es uaa injusticia, negar el suvo á los fuertes y poderosos es loca temeridad.

B A R f f f i R ILa frase vulgar de que una desgracia nun­

ca viene sola ha tenido triste confirmación por esta vez. Ayer Arrieta, hoy Bar ieri. Dos muertos ilustres, dos desgrac-iafi nacionales que llora el arte lírico, enriquecido con sus talentos.

Asenjo Barbieri ha muerto, pero Bu nom ­bre vivirá en sus obras innumerables, mien­tras existí el teatro de la zarzuela española. Nuestro público, que, después de treinta años d3 continua exhibición, encuentra tan frescas y tan agradables las partituras de Jugar con f'ieg), Pan y toro-, E l diablo en el poder y otras, seguirá exigiéndolas en el re­pertorio imprescindible y aplaudiéndolas con ruido y entusiasmo, porque sus notas tienen para el corazón tolos los.encantos del cielo de la patria.

El mejor timbre de entre los m uy brillan­tes que adornan la corona artística de B ar- b'eri, es su estilo clásico, su puro españo­lismo.

Las melodías que enriquecen susobras fue­ron á inspirarse, ora en los srdoros del sol andaluz, que canta llorando; ora en el sere­no y dilatado horizonte aragonés magestuo so y sencillo como sus jotas: ya en las cam­piñas ricas in color de Galicia y Asturias, ya en el país de los zortzicos, tan sobrios como e.egantes.

Si bien se examina la música de B irbieri, es nacional ea todos sus detalles. La factura general, el modo de tratar las voces, domi­nando siemp.'e la orquesta, el colorido vivo de la armonía, todo es original y típico.

Digamos ah ira algo de su vida. D. Fran­cisco Asenjo BaVbieri nació en Madrid el 5 de Agosto de 1823.

Después de estudiar medicina y comenzar la caíreia de ingeniero, dejó la ciencia, á qua mostrara ta < pO-Ja afición y dedicóse al solfeo, entrando en el Conservatorio en 1837, y llegando á estudiar la composición con el maestra Cara icer.

Como totos tos hombres alentados por la esperanza de llegar á la meta, arrostro con ánimo sereno las contrariedades y disgustos de que está erizado el camino de la gloría.

L i necesidad obligóle á aceptar una plaza de clarinete en un'batallón de milicianos, con el sueldo de tres reales diarios, más tar­de f é corista de ópera, partiquino y direc­tor de orquestas de poca monta.

Hacia 1816 escribió su primera obra, so­bre un arreglo del ítaliaco, que no llegó á representarse.

Poco después, estrenaba en Novedades la zarzuela Glorii j Peluca, á la que siguierou Tramnya y Escenas de Chamberí; pero o que le dió un nombre en el teatro, atrayendo so­bre et la curiosidad de los inteligentes y la símpat a del público, fué el Jugar con fuego, partitura escrita con tal suma de inteligen­cia y tan exquisita delicadeza, que jiropor- cionó á Barbieri un triunfo ruidosísimo.

A partir de aquel estreno, ya la fortuna sonrió con frecuencia á Birbieri, que dió al teatro en 185 i Gracias á Dios que eslá puesta la mesa, El marqués de Carato ra y Galanteos en Vene cia; en 1854, Aventuras de nn cantante y Los diamantes de la corona; en 1855, Mis dos mujeres, Los dos ciegos, E l etícon^e, E l sargen­to Fedvrico y El diablo en el poder, obra que ya se repr.- sentó en el teatro de la Zatíuela, recién construido á la sazón; en 1851, E l r e - lámpag ", en 1858. Por conquista ■ Un caballero particular; en 859, E l niño, Entre ú i mujrr y el negro; en i8ti', Un tesoro escondido; eo ¡864, Pan y loros, zarzuela que señala realmente el apogeo de su inspiración y de su talento dra- mát co

Eseri! ¡ó para los bufos Robitisún, E l hom­bre es débil. El tributo de las cien donr.ellps y Sueños deern, estrenando por último en tem­poradas po-teríores á, I854. L'-s comedian!ex de antaño. Ch'rizos y polacos, Juan de Urbína, Las fusilero*, De Ge tu fe o l Paroiso, El señor Luis el tumbón ó el despacho de huevos frescos, y otra?.

Su cariño, por todo lo que á la música se refería, le. aficionó á los libros, y llegó á re-r unir una biblioteca musical notable, que le ga á ia üiblioteca Nacional.

Como justo premio á sus trabajos de his­toria. crítica, recopilación y otros escritos de materias musicales, fué nombrado académi­co de San Femando en 1873 y de la Españo­la on 1891.

Eu el palacio de los Inmorta’ es fué recibi­do el i 3 de Marzo de 1892, y su discurgo, ameno, doctrinal y muy elefante, fu écbn : testado por otro no meno3 notable del señor Menéndez y Pelayo.

Barbieri ha muerto después de cumplir los setenta años, gozando le todo su precia^ ro entendimiento, siu haber decaído en su gusto y en su entusiasmo por el divino arte que era su alimeot > espiritual.

El arte lírico, al perder uno de sus más ilustras y venerables ccmpc-sitores, está de duelo, y ¡o está también España.

*¥ *A las dos menos cuarto de la madrugada

de *yer dejó de existir el insigne maestro.En plena luz de sus facultades intelectua­

les había recibido los últimos auxilios d é la religión y dictado su testamento, por el cual lega á la Biblioteca Naciousl la suya, inesti­mable colección de música y libros de Jos grandes maestros españoles del siglo xvi. En el salón que ocupa, transformado en capi'la ardiente, qu-da sobre su atril, erapezsda á escribir, la música de uu Cancionero, coati- tiuación del de los siglos xvi y xvu.

*¥ ¥

El entierro se verificará hoy á las diez de la mañana.

La comitiva saldrá de la ca3a mortuoria, plaza del Rey. núm. 6 , llevando las cintas del féretro los Sres. B >rges, en represeatación de la Zarzuela; (ioula, por la Sociedad da Conciertos; Alvarvz Capra, por la Academia de Bellas Artes; Carmena y Millán, Peña y Goüi, D . Ricardo du la Vega, un individuo de la Academia Española y otro de la de E s- critoaes y Artistas.

El duelo, que será presidido por el cura pá­rroco de Sun José y D. Guillermo Rancés, so­brino del finado, rscorrerá las calles de las Torres, Alcalá, Turco, Greda, Jovellanos, Ca­rrera de San Jerónimo, Sevilla, Alcalá, Are­nal, Plaza de Oriente y Cuesta de la Vega, hasc* el cementerio de San Isidro.

Al paso de la comitiva por delante del tea­tro de Apolo, la orquesta tocará una marcha fúnebre, al tiempo que será colocada en el carro fúaebre una preciosa corona dedicada

Sor la empresa y la compañía que actúa en icho teatro. Lo propio ocurrirá en el d i la

Zarzuela, que anoche suspendió la función anunciada, y en doade la empresa y los ac­tores harán otra ma infestación de respeto.

La casa editorial dei Sr. Zjzaya también contribuirá á rendir al inolvidable maestro el último homenaje. La comitiva se detendrá breves momentos frente á la Escuela de B e­llas Artes, de la cual en representación de la misma saldrá, para unirse al cortejo, una co­misión.

En el vestíbulo del Conservatorio Nacional de Música y Declamación, la Socieda-1 de Conciertos, honrando al que firé su primer presidente, efectuará una marcha fúnebre y depositará sobre el féretro una corona.

Los artistas y empresa del teatro Real, to­marán parte también eu tan triste solemni­dad, y nuevamente en marcha la que podría llamarse manifestación de cariño, entrará en la oal¡e de San Q liaría, y por la Cuesta de la Vega se dir.girá al cementerio de San I -idr.'.

Ayuntamiento de Madrid

Page 3: t 17.se « la Sociedad General de X’,'»t'£ · por los per.ódicos españoles y extranje ros de mayor circulación, y habiendo sidoSanta Teresa. nombrado últimamente redactor

NOTICIASMañana pablicaremos un artículo de la

eminente escritora doña Emilia Pardo Bazán.

A y u n t a m i e n t oSe ha eipuesto al público en el vestíbulo

de la Casa de la Villa el anuncio de la trans­ferencia de crédito de 100 000 pesetas, acor­dada para conjurar la crisis obrera.

Pasudo dicho plazo, el alcalde enviará al gobierno civil el expediente de la transferen­cia para su aprobación.

— Hoy se reunirá la Comisión de Policía Urbana para tratar del expediente de lim­pieza del estanque grande del Parque.

— Párese que el alcalde ha conferenciada co n el ministro de la Gobernación, á fin de ver si hay m ed¡03 hábiles p ira suspender á los concejales que firmaron el dictamen de la comisión de Ensanche, proponiendo la ce­santía de 41 empleados.

Es posible también que se trata de hacer extensiva la responsabilidad á los concejales que votaron el acuerdo,

— El teniente de alca’ de del distrito del Centro decomisó ayer gran cantidad de pan por falta de peso.

T r i b u n a l e sAyer compareció ante el jurado en la src

ción primera Silverio García, acúsalo de ha­ber matado, en Mayo último, á Manuel Fer­nández (a) Sagasta, en el pueblo de Aranjuez, por motivo de quién había de comerse las so­bras del rancho, que en una cacerola tenía «1 procesado.

Pronunciado veredicto de culpabilidad la sala impuso al procesado la pena de diez años de prisión mayor y 2.000 pesetas de in­demnización para la familia del muerto

— Eu la sección tercera, á puerta cerrada, se celebró ayer un juicio oral por injurias y á instancia del representante de la Asocia­ción de les Padres de Familia.

í m S e m a n a S a n t a e n S e v i i faEn Sevilla ha surgido un conflicto entre

las Cofradías de los pasos y el alcalds, con motivo de la reducida subvención que el Ayuntamiento les concede este año.

Las cofradías piden 50.00" reales y el alcal­de sólo les da 40.000, manifestando éste que

U N A M U J E R D E G O L L A D Ar '*-•

A l entrar ayer tarde Antonia Ortega v Lu­cas en la caseta de un «olar de ¡a calle ;de Doáá Blanca de Navarra, en dóifd% habita;’ encontró ¿ su madre, anciana de setenta años, tendida ea el suelo en medio de un gran charco de sangre.

La pareja de guardias que prestaba servi­cio en la calle de Zurbano, acudió á los gri­tos de Antonia al lugar del suceso, y avisó inmediatamente después al médico de la ca­sa dé socorro, quien reconoció al cadáver, y mandó q ue se avisara al j uez de guardia, que lo era el Sr. Tornos.

Por lo que se deduce de la indagatoria y reconocimiento practicados por e lju e z .d e - ¡ bió ser el móvil del robo, lo que indujo á al­gún criminal á cometer el crimen.

De una cómoda faltaban algunas ropas, pero los criminales no dieron tal vez eon el piquillo de dinero que buscaban.

Una niña de dos años que dormía en una cama, nada vió ni advirtió de cuanto ocu­rriera; pero el hecho de aparecer abierta la puerta de la casa y las manchas de sangre observadas en la calle de Montesquinza, in­dujeron^ creer que la pobre anciana sería degollada por resistir la entrega del .dinero.

El juzgado trabaja con actividad por des­cubrir el crimen, y no ha sido infructuoso su trabajo.

El gobernador civil, Sr. Aguilera, ha tra- baj ado también sin descanso para dar con el rastro del criminal, y el éxito parece que ha corouado la actividad del Sr. Aguilera y la de sus agentes.

Sabedor de que el yerno de la víctima tra­bajaba como capataz en una obra en cons­trucción de la calle de Santiago, mandó lla­marlo al gobierno civil para saber quiénes eran los que frecuentaban la casa.

El obrero Raimundo Miguel, era uno de los que habían estado ea ella valías veces y daba la coincidencia de que ayer no había ido á trabajar diciendo quejestaba enfermo.

El inspector de vigilancia Sr. ZabaU logró averiguar que Raimundo Miguel vivió en la calle de la Princesa, núm 27, y autorizado por el juez Sr. Tornos condujo a la casa de Canónigos al citado obrero, quien declaró que había estado en la cama todo el día.

Varias vecinas de la infeliz mujer dego­llaba Josefa Lúeas habían declarado que en tre doce y una de la tarde habían visto pe­netrar en el solar á un hombre de blusa, cu­yas señas coincidían con las del obrero de­tenido.

La mujer de é.-te no supo declarar defini­tivamente si había salido ó no de casa á la hora citada, porque al ignorar lo que ocurría, declaró espontáneamente una cosa, cuando sospechó de lo que se trataba, declaró todo lo contrario, y, por últim >, fué acometida de un sincope que le impidió seguir decla­rando,

El juzgado procedió á practicar un m inu­cioso reconocimiento en la cusa del Raimun­do, y encontró unas navajas de afeitar tras un espejo.

Como la declaración facultativa rezaba que Josefa Lucas había sido degollada con una navaja de afeitar, el juzgado examinó dete­nidamente lo que encontró, y en una de aquéllas, cuya hoja estaba perfectamente limpia, observó eutre la abertura del mango y eu ei fuerte de la hoja, algunos indicios de sangre fresca.

. En la blusa de Raimundo también apare­ció una manchita de sangre, y en el dedo ín ­dice de la mano derecha una cortadura muy fina, producida, al parecer, con navaja de afeitar, muy recientemente.

Raimundo incurrió en mil contradicciones al tratar de explicar los vestigios del supues­to crimen por el cometido, y respecto de la cortadura del dedo manifestó únicamente que se la habría producido con un madero de la obra en los días anteriores.

En vista de tales indagatorias, el juzgado debe estar en la creencia .de que Raimun­do Miguel es el autor del degüello de Josefa Lucas, y en comprobar todos los detalles que abonan esta suposición empleó en el día de ayer gran actividad y no poca fortuna.

El gobernador civil ha contribuido en :

Í ran manera al descubrimiento de lo actúa- i o con las acertadas disposiciones que dio á

sus agentes.Raimundo Miguel continúa preso é inco- ’

municado sin declarar nada concreto, pero incurriendo en graves contradicciones cuan- \ do declara. j

La esposa de éste, Leandra Castillo, tam­bién quedaba incomunicada á las dos y me­dia de la madrugada, hora en que nos reti­ramos de la Casa de Canónigos.

El juez, Sr. Tornos, seguirá hoy practi­cando las diligencias oportunas.

está, decidido i que las Hermandades no ne le-impongan con la amenaza de no salir en las próximas festividades^

Si ndoptan; este' acuerdo sufrirá Sevilla grandes perjuicios, por lo cual es de esperar

, qug el ¡isuuto se arregle.

I Según el proyecto de escuadrilla pnra la vigilancia de la costa de Cuba, que está dis­cutiendo el Centro consultivo de la Armada, se construirán doce cañoneros de primera, ocho de segunda y cuatro lanchas cañone­ras.

La discusión versa ahora exclusivamente sobre el desplazamiento de I03 primeros, te­niendo en cuenta lo que gravará al presu­puesto de Cuba el sosteuer dichos buques.

Anta el juzgado municipal del distrito del Congreso se celebrará hoy el juicio de faltas que iia solicitado el exconcejal D. Juan Es­cobar, por lns lesiones que le infirió hace días D . José Luis Moreno á la salida de la Bolsa.

Él ingeniero Sr. Lafarga, ha terminado y remitido á la Dirección de Obras públicas el plano de obras marítimas déla costa de Afri­ca, trabajo que le fué encomendado hace unos meses por el ministerio de Fomento.

Ayer falleció, víctima de un tercer ataque de hemiplegia, el antiguo periodista D. Juan Martínez v Pérez Calvo.

Reciba su familia nuestro más sentido pé­same.

F i r m a d e ( ¿ r á e l a y J u s t i c i aAyer firmó la reina los siguientes decretos: Jubilando á D . Francisco de Paula Vicario,

magistrado electo de Las Palmas, y nombran­do para esta vacante á D . Adeodato Altam i- rano, excedente.

— Declarando excedente á D. Silverio Mai- tínez de Azagra, teniente fiscal electo de la Audiencia de Burgos, y trasladando á esta vacante á D. Francisco García, magistrado de la de Lugo; á esta plaza, á D Femando Lama, teniente iiseal electo de Barcelona, y á su vacante á D. Luis Rubio y Contreras’, excedente.

— Nombrando abad de Jerez de la Frontera á D. José Rodríguez Madero, y canónigo de Palencia á D . Sebastián Herrera.

E n H o n o r d e B u l a r tEn Madrid se está organizando una velada

en el Ateneo, en honor del insigne Balart,La junta directiva de aquel Centro trabaja

pira que el acto resulte digno del ilustre au­tor de Dolores

21 sáb .do próximo se celebra la vel.ida, y el domingo el banquete con que los murcia­nos obseo uien á su paisano.

A aquel podrán adherirse cuantos admiren al ilustre poeta y critico.

En Valencia de las Zarzas ha sido asesina­do un guarda de campo.

Se hilla preso un vecino de aquel punto como presunto autor.

Como le recanocfes? el aereno 3e dicha ca­lle. aquél, que estaba borracho, le amenazó Con ua revólver.

El sereno pidió auxilio, y á los pocos m o­mentos se presenté la pareja de guardias de Seguridad, la cual intentó conducir al Be­nigno á la delegación.

Entre éste v los guardias entablóse una verdadera lucha. Benigno consiguió desasir­se de los brazos de los guardias, y en aquel momento, con objeto de darse á la'fuga, dis­paró e' arma que llevaba, sin que afortuna­damente hiciese blanco.

Entonces consiguieron detener al agresor, conduciéndolo al juzgado de guardia y desde allí á la Cárcel Modelo.

— En el Pasaje de Indalecio y en las inme­diaciones del hospital en construcción de San Juan de Dios, encóntrose ayer en las primeras horas de la mañana el cadáver de una mujer pobremente vestida, sin presen­tar señales de violencia.

Se supone que se trata de una muerte na­tural.

Identificado el cadáver, resultó el de Petra Fernández.

— Desde una ventana del piso cuarto de la casa núm . -I de la calle del Ru^io, se arro­jó al ratio, á las nueve de la mañana, Ma­nuel Martínez Fernández, padre de la inqui­lina del citado cuarto.

El infeliz quedó muerto en el acto. Ignóranse las causas que le hayan impul­

sado á tomar tan fatal determinación, atribu­yéndola á disgustos de familia.

— A las tres e la tarde intentó arrojarse por el viaducto de la calle de Segovia don Enrique López, quien fué detenido á tiempo por los guardias.

E L DÍA P O L I T I C O

iTIécEieos d e b a ñ o REn virtud do concurso p*ra proveer plazas

vacantes le médicos directores de balnearios, lian sido adjudicadas las siguientes:

Archens, D. José M. Bonilla y Carrasco.A 'ham a ce Aragón, D. Anastasio García

López.Punticosa.D. Marcial Taboada de la Riva.Ledesroa, L Juan J. Cortina.Marmolejo,T). Luis Góngora.La Puda., 11.Gabriel Calvo.Zaldívar, D. ,u ¡s López Fernáudez.Trillo, D. Leojoldo Martínez.Fuencaliente.D. Fernando López.Alhama de Grinada, D. Francisco Chin-

chira.Albania de Murria, D . Recaredo Pérez.Hervidero de Fiíaaunta, D . Manuel Mo­

rales.Cortejada, D. Cldomiro Andrés.Santa Agueda, D.^ésar García.Coamo (Puerto Rió), p . Enrique Ranz de

la Rubia.Incio, D . Hipólito Rdríguez.Graena, D. DomingoFemández.Torres, P . Francisco lalleja.Puertollano, P . Franc^co Enríquez.Fuentepodrida, P . Malano Fernández.Calzadilla del Campo, ). Pionisio Yustc.Bañólas, P . Carlos Manzano.Otalora, P .U baldo Castes.Peralta, P . Cándido PeñaAlhama (Granada), nuev>, p . José Ba-

rrientos.Patinetas de Novelda, p . Loncio Bellido.Hijar, P . Aquilino Reyes.Alhama (Almería), P . Benit» Minagr.rre.A l acto, que se verificó ayer‘ arde bajo la

Eresidencia del señor subsecrett-ío de la Go- ernación, asistió el Sr. D . JusttM. Zabala

Este respetable profesor é iluste patricio" que ocupaba la dirección de la aguas dé Archena con el número 1 del escla&n fué jubilado por real orden de 17 d e juu¡¿ (ie 1893, y recurrió en alzada al tribila i de (0 contencioso. Como quiera que de <¡*0 na,ja ha resultado todavía, presentóse ayr en c.¡ concurso, para recordar y mantene.su de­recho.

Ha cambiado el tiempo; pero no la situa­ción de las cosas en el orden político, pues todo sigue, igual á la espera de nuevas de la negociación diplomática de Africa, de laque se hacen f'epender todas las demás cuestio­nes pendientes.

Los ánimos de los impacientes parecen más aquietados por la convicción que ha en­trado en eLos de que la crisis es inevitable y se iialla próxima su sol- cióu.

TIav, sin embargo, algunos á quienes de­vora la impaciencia, y suponían ayer que el Sr. Gamazo. ansioso de salir de esta situa­ción, lial.ía hecho indicaciones al Sr. Sagasta pura que convocase el Consejo de ministros para lioy. siu teuer en cuenta que el Sr. Ga­ma o es cl ún eo m n stro que dice «que no (on amibos suyos los que propalan el rumor de que ha dimitido»; y á corroborar sus pa­labras vienen sus ac;os, puesto que en estos momentos se ocupa eu la redacción de un decreto regulai.do el pago de impu stos y la administración económica en Navarra,' en yista de la resistencia de sus diputados fora- les a negociar con el Gobierno un concierto, teniendo yn confeccionado el preámbulo y en estudio el articulado, para llevarlo al pri­mer Conseju de ministros que se celebre.

¿Pice y hace esto para desorientar ú los que ponen todo su empeño eu propalar que está decidido á dejar la cartera y busca un pretexto favorable para su salida? ¡Vaya us­ted á saber!

Mas, por si fuera cierto, como algunos creen, que el Sr. Sagasta 8 propone emplear todo su esfuerzo en conjurar la crisis, los quo no s j avienen de ningún modo con que las cosas sigan así, proeurau por todos los medios quebrantar cada día más al Gabinete circulando noticias de alteración del orden público en Pamplona.

Inventan especies, como la de que se han recibido malas noticias de la negociación de Marruecos, ó la de que el Sr. Moret hace á toda prisa su testamento ministerial, figu­rando entre sus disposiciones una real orden para abonar, en concepto de indemnización por daños sufridos en la guerra de Cuba, uu millón de pesos al ciudadano norteamerica­no Sr, Mora.

Rumores en los que se ve la piadosa inten­ción de dañar todo lo posible al Gobierno y á alguno de los ministros singularmente.

Por supuesto, que los amigos de los actua­les ministros no se quedan cortos en la tarea de deshacer la labor de sus buenos colegas de la mayoría, y lanzan á la voracidad de los curiosos unas candidaturas y unos nombres para la constitución del futuro Gabinete que á la vwdad no recordamos nada igual desde hace más ae veinte años, cuando aún ocupa­ba el trono P . Amadeo de Saboya.

Por acepción y por deberse á manifestacio­nes hechas en público por un exministro li­beral y demócrata, que no aspira ni espera serlo nuevamente en esta crisis, vamos á dar la única candidatura que circulaba con ma­yor viso de validez,

Suponía el aludido que en la próxima cri­sis desaparecerán de las esferas del Gobierno el Sr. Moret, dejando sus dos carteras, y los Sres. Gamazo, López Dom hguez, P uig'er- ver y Maura, la suya respectiva, entraudo á sustituirles en Estado, e¡ Sr. Gollón; el gá - neral Bermúdez R‘üna, en Guerra; el Sr. B i­cerra, en Ultramar; en Gracia y Just;cia. ¿ Sr. Romero Girón; pues se supoue que á Go-

í íe r n a c m n p .a e la ^ u a ! m i n L .Congreso Iiiternaeion»! de Medicina d<R m a, que el secretario del comité español,-ion I Antonio Espina y Capo (Atocha, 1Q3), r.)>9 ; cerrar las listas que ba de enviar á las Co,}- ¡ pañí as de los ferrocarriles españoles, p n po lar obtener el beneficio concedic o pe r é- tas para el viaje, el dia 25 da Febrero c l rriente.

Hasta ese día podrán los saüores congre­sistas mandar nota de la estación de par ida y del día de salida. De no hacerlo así, ro po­drán disfrutar del 50 por 100 concedido.

El miércoles 2 l del corriente á las nueve de la noche, dará una conferencia en si Cen­tro Instructivo del Obrero, Mayor, 38, prin­cipal, el doctor Calatraveño.que disertará so­bre el tema «El anarejuismo desde el punto de vista médico».

La Sociedad Española de Higiene cele­brará sesión pública y científica hoy martes, á las ocho v media de la noche, en su local Montera, 22, bajo, para continuar la discu­sión de las conclusiones del Sr. Robert, acer­ca de la reglamentación de los grandes cen­tros industriales,

Economía política, p, r Vidaurre. en la 4.* plana.)

(Véase

S T J O E i O S En la casa de socorro del distrito de la

inclusa ee presentó aver tarde un pobre hom­bre, victima de un vómito de sangre, y fa­lle r o a Jos pocos momentos, no obstante los auxilios del celoso médico de guardia

u“ carpintero, viudo, de cincuenta y guez aU° 8 cdacl' J nombre José M in-

- TAyer> *, Ihs tres de la madrugada, armó ^ n « remen i0, escándalo en la calis de Ama

“ a 6ujeto llamado Benigno Al vare/ mozo de cuerda.

y Justicia y dando entrada en Fomento á un ministro nuevo que no se atrevía á decir quien fuese determinadamente.

Esta candidatura fué ra ly discutida, por­que sus propaladores la daban como si la supieran de buen orige^,

•* *Capítulo de conferencias.— Con el Sr. Sa­

ga -1 a celebró una muy larga en su domicilio el Sr. Puigcerver. Después le visitaron en la Presidencia el Sr. Pasquín y el general Ló­pez Domínguez.

Estando rehuidos llegó el Sr. Maura, sa­lando á poco uno tras otro y eu el orden que in nombrados los ministros de las armas, y Redando el de Ultramar m iy corto rato soló cti el Sr. Sagasta, pues á poco llegó el se­ne G mazo.

-inguno llevaba rada de particular al acurao ó consulta del Presidente.

Qien más dijo fué que había hablado un pocojel asunto de 1 .s navarros y de la m a- mfesíción de Pamplona, donde'nada había ocurri0 de particular,

Sin uda iban en busca de impresiones, .jue no,udierou recoger, por estorbarse unos a otros,-,¡,lvo el Sr. Puigcerver, que estuvo sólo.

Entre L, gentes de pensamiento, que no son tan eitSas como vulgarmente se cree, despierta atural interés Ja solución que

Sueda recite la crisis, de cuya existencia na- 16 j • ^ das> Por lo I 110 dicha solución

ha de iutluu.n ei curso oe la política, en el porvenir del wt do liberal, y sobre todo, en el esiado de ltHacieiida, cuya regeneración por el nivel depresUpi¡esto ,4 p u u t0 euj_ minante del prjrama que impuso el adve-

™ K l d' U lm l" 4 “La provisión e todas las carteras ha de

exigir títulosade<,ad o :, peroniuguna tiene, por las rabonea «-.uestas, mayor importan­

cia de relación que cl ministerio de Hacien­da, al frente del cual es preciso que se en­cuentre, al abandonarlo el Sr. Gamazo, un hombre que á la competencia económica y parlamentaria una aque'la alteza de miras y equidistancia de significación s dentro de su partido que le haga acepto á loa ojos de todos, ya pueda buscarse su origen democrá­tico ó sns tendencias, como continuador de la obra emprendida por el actual ministro de Hacienda.

Tal vez por eso, el nombre del Sr. Salvador (D. Amos), corría ayer de boca en boca, co­mo hacen notar varios colegas, pues a=í en la vigorosa colaboración que prestó en el an­terior Gobierno liberal al Sr. Puigcerver,

; como en la íntima amistad que l.e liga al se- 1 ñor Gamazo y en los vínculos familiares que

le enlazan con el Sr. Sagasta, hallan todos nuevos motivos que unir á los méritos del actual director de la Tabacalera v presidente de la comisión de tratados para entender que su candidatura sería una solución tan’o más feliz, cuanto que el Sr. Salvador y Rodrigá- ñez tiene un alto crédito como financiero.

** *

Los diputados á Cortes por Cádiz, señores Castillo y Auñón, obsequiaron anoche con una comida en el Hotel de París á la comi­sión del Ayuntamiento de San Fernando que vino á gestionar la construcción del dique.

*¥ ¥

El Sr. Sa’ merón conferenció ayer tarde con el Sr. Puigcerver para tratar de la cons­titución de un Ayuntamiento de la p ro vn - cia de Almería, asunto ea el que parece no ha habido gran legalidad.

** •

A primera hora de la noche el ministro de Marina estuvo conferenciando con el presi­dente del Consejo.

También el Sr. Puigcerver vió al Sr. Sa- gasía. para enterarle de los últimos telegra­mas recibidos da Navarra.

• *

Con el fin de tratar de asuntos relativos al Ayuntamientq de Sevilla, visitaron aver en su despacho ni ministro de la Gobernación los señores conde d“ Santa Bárbara y Canti- llana y el diputado á Cortes por aquella ciu­dad Sr. Rodríguez de la Barbolla.

Salieron muv satisfechos del espíritu de imparcialidad que anima al Sr. Puigcerver y muy e-peranzados, en su consecuencia, de alcanzaren méritos do justicia los fines que se proponen.

Es de eseperar que á ello contribuya con su informe el Consejo de Estado.

*¥ ¥Probab’emente, hasta el viernes no habrá

Consejo de ministros.

COMENTARIOSYo no me explico el asombro que ha cau­

sado el saber que el Ayuntamiento tiene ba­rrenderos de levita.

Porque eso y muchas otras cosas más ex­traordinarias sun tan antiguas como la mis­ma Casa de la Villa.

En provincias podrán extrañarlas. Aquí sólo los que de ellas vengan.

** ¥Pero analizand > los hechos, resultan éstos

menos graves de lo que á primera y si sa quiere á segunda vista parecen.

Porque, según resulta^ aquella clase bene­mérita que tiene un tercio ;ae camino andado para ocupar algunos sillones en la Acade­mia— puesto que si no fija ni da esplendor, por lo menos ¡limpia— cuenta entre sus indi­viduos verdaderos per onajes.

Tales son: un exgobernador; un capitán de ejército, etc., etc.; y eso por sí sólo muestra el deseo del Ayuntamiento de elevar y dis­tinguir una clase hasta i hora deprimida y desconsiderada.

A.demás, esos ingertos introducirán nueva savia y costumbres nuevas entre los barren­deros.

I¿03 demás, como un rebaño de corderos, van por él conducidos.

Bien es verdad que les hace pagar con ví­tores y cohetes.

Y el que más y el que menos aprovecha con gusto esas ocasiones de exhibirse va que no puede hacerlo por otros méritos. ’

■V X,Una cigarrera acudió ayer á la casa de so­

corro declarando que se 'había envenenado con una disolución de fósforos, porque le ha­bía pegado su marido.

Prefiere vivir aunque sea apaleada.Alguna de sus compañeras le aconsejará

que en adelante le prepare los fósforos á su marido.

-V -xEl ministro de Hacienda dicen que ¡ha es­

tudiado ya y redactado la solución que ha de proponer el Gobierno á los navarros.

¿Solución?Oonio.no sea la de que no paguen, no en -

contrará solución.El problema seguirá en pie.

CLEMENCIN.

NOTICIAS DE ESPECTACULOSTEATRO REAL.— Iji empresa del regio coliseo

había ya conseguido que la «eñora Darcléc detuvie­ra su viaja á .Milán eon objeto de poder cantar hoy martes la representación -de i.li njonolli, correspon­diente al primer turno; peio á última hora de la tar­de de ayer ha recibido un telegrama del Sr. Pionte- lli, empresario del teatro de la Seal», de Milán, en el cual dice, que no podn garantizarla el número de funciones convenidas con aquella empresa si retar­da un solo día su partida.

COMEDIA.—El jueves próximo «e verifieará en este teatro el benelicii de l). Benito Pérez Ualdóí «on la 28 representación ie la aplaudida obra Im de San Quintín.

APOLO.— Pasado mañana, jueves, s« verificará en este popular teatro el «streno de la zarzuela d» cos­tumbres montañesas en un acto y tres cuadros, ti­tulada La noche de san Juan.

1-as personas que han encargado localidades para este estreno, se sirvirán mandarlas ricoger antes de las doce de la noche del miércoles.

ESLAVA.—Hoy martes á s-gunda hora sa verifi­cará en este teatro el estreno de la parodia «n un acto y <los cuadros y medio, titulada la de Don iin Din.

JAl-ALAl.—Gran partido para hoy martes á las tres y tres cuartos de la tarde, ealro los afamados pelotaris Pedro Arrese Igor (Portal) y José llurrioz, contra Jos» Sarasui, Juan Arrúe (francés) y ífélix Urariga, á sacar de los siete cuadros.

Los billetes s« expenden en el despacho, Vitoria, 7, hasta las dos y inedia de la tarde, y. des£iinis d». esla hora en el (leí frontón.

A petición de varios sen iré* aficionados, la empre­sa de este frontón ha dispuesto que un número de palcos tenga cinco sillas, tres de primera fila y du* ele segunda, y efectuar su venta por numeración de sillas, tanto en la primera como en la segunda tila.

A consecuencia de ello les veremos, tal vez pronto, limpios y aseados, lo cual, en verdad, se echa de menos en gente que tiene la misión de limpiar.

Y aciso acaso les veamos también, andan­do el tiempo, llevar guantes y hablar con elegancia y corrección.

Todo eso son razones que puede aducir el señor alcalde presidente para cohonestar esos nombramientos.

Y es de creer que no habrá nadie que, des­pués de oirías, se atreva á reprocharle su conducta.

* *Lo que temo ahora es que esos personajes,

ofendidos por lo que de ellos se dice eu su doble carácter respectivamente da capitán ó de exgobernador y de barrendero, se ofendan, presenten su dimisión y pidan una audiencia allí donde el sol irradia y se produzca un conflicto que á todos nos cueste caro.

Piénsenlo bien los sañores concejales mo­nárquicos.

Porque habrán ustedes observado que cada día se va acentuando más y mas ftse afán de acudir para todo á las. altat esferas, como si de allí esperaren todos la salvación.

•* •A h í están los mismos 41 cesantes calenti-.

tos que acaban de salir, ó van á salir ahora también del Ayuntamiento que va han pe­dido su correspondiente audiencia á los altos poderes para manifestar, no sólo el natural disgusto que les ha producido su acordada cesantía, sino otras muckzs cosas que se traen ocupas, y que algunos recelan que sea un gallo tapado.

Tendría que ver que después de >0 mucho que del Ayuntamiento, se sube y se dice, aún nos contaran aquellos 41 sjñorej, casi cesan­tes, algo nueon.

*• 1

El caso es que si ahora, como ya se indica, el presidente del Ayu atamiento suspende el acuerdo del mismo y no decreti» las referidas cesantías, podrán esos 41 señores alardear de que es por miedo á sus anunciadas y ame-, nazadoras revelanones.

,Ea Sevilla andan muy preocupados, te- m ienr^ qUe no puedan salir este año las co­fradías acostumbradas.

¿Qué se diría entonces de la religiosidad desaquella hermosa capital'?

Pasar la Semana Santa sin oirse aquellas sentidas saetas que disparan á la Virgen de Triana ó á la de la Soledad, poniendo cada uno á la suya por encima de la otra?

V.

Cuando los extranjeros vean los festejos y las demostraciones que se hacen á la comi­sión navarra que vino aquí á pretender, se quedarán admirados.

Pero mayor admiración sentirán al ver las personas que agitan esa opinión,

Mf> paieee qu,e el diputado carlista, señor Mella, es el único que va á su negocio y el úmieo que se frutará las manos de guato. "

Los latinos condensaban en est«s dos pa­labras, prxnripiis obsta, uu precepto de extre­ma sab.duríayde amplia aplicación. X os- otr ,8 podemos traducirlo así: cortar el mal en su origen, es decir, ponerle remedio. Cuantas enfermedades interminables, cuán-

\ tos fines prematuros se hubieran evitad» ei todos los constipados hubieran seguido este sabio precepto! Y ¡qué cosa más sencilla que tomar, al comienzo de uu resfriado, dos ó tres C á p o n i M « m j i U en cada comida! Recor tamos quu estas cáj-sulas son blancas y que todas llevan ia firma U u jo l.

Por fuerte y c rc ín ic a q u e sea, se

cora 6 se alivia siem pre con las P A S T I L L A S d e l D b . A K D R £ ü

B O L S A D E M A D RID10 de Febrero. — A las 4 de ie (arde.

Interior, 4 por 100 c o n ta d o .,. 67 80— — fin actual 67 80— — fin próximo 68‘ 00

Exterior, 4 por 100 contado.................. 77 45Amortizable, 4 por 100............................ 00‘00Billetes Cuba 1886.................................... 108‘55

— 1890................................... 96‘70Acciones Banco España......................... 373*50Compañía Arrendataria Tabacos. . . . 1 W ¿ 5París vista.................................................... 2 8 90Londres vista.............................................. 30,94

A la citada hora, se conocían los siguien­tes cambios:

B a r c e l o n aInterior 4 por 100...................................... 67 90Exterior 4 por 100 .................................... 00'00

P arÍMExterior 4 por 100...................................... 63 31Renta francesa 3 por 100 . ................ 98 70

l i o n d r e »Exterior 4 por 100....................................... 63‘25

BOLSA DE BARCELONA(TgLKGBAUAS DB NUBSTUO COBRBSPONSAi.)

Barcelona 19 ^9'50 n.)4 por 100 interior, o0'95 Idem exterior, 77 62.Banco Hispano Üoiouial, uccit*e$, 40 50. Ferrocarrüet Norte de España, 27 30

— Franci», 23-90

BOLSA DE PARIS(t b l k o b a m a s db n u e s t r o s k k v i c i í e s o p io )

Parit 19 (4 t.) Renta francesa, al 3 por 100, 98 82. Exterior, 4 por 100, 63 28 Italiano, 77 52.Egipcio, 50t'26 Oriente' 69 50 Turco, 23 97 Portugués, 20‘00

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4 por LOO exterior español, 63'35

TEMPERATURAA las ocho, 4 sonré 0.— A las doce, 12.— A

las cuatro, 1 ¡— A las seis 9— Máxima, 13 so­bre 0.— Mínima, 0 bajo 0 .— Barómetro, 703. — Lluvia ó viento.

AVISO DE GIROCon fecha 1.° de Febrero hamos girado, ó

cargo de ias suscriptores que se hallan eo descubierto, el importe de un semestre de suscripción, á contar desde la lecha, termi­nación del abono anterior, y no dudando de su buena acogida se lo abonarnos en cuentíu----------------------------------- 1, ;—r— -rr-

Imprenta y litografía M.ti f ' a t í t l u f r »

Ayuntamiento de Madrid

Page 4: t 17.se « la Sociedad General de X’,'»t'£ · por los per.ódicos españoles y extranje ros de mayor circulación, y habiendo sidoSanta Teresa. nombrado últimamente redactor

a»aaaaig^r--,’saiBf«»m«É

- \ m i m i m

OE USO GENERAL LIS* ES CON GRANDES R E ­

S U LTADO S SIEM PRE

A n tlb lllo i» , a n tlescro fn lo»» , a n tih erpétlc» , sn tís lfillt le » , »n ttp * rs* lt«r l» y m n y r e o o i M t i t a y e n t e - C o n e i i » s g u * d e oso g en a ra l h h cs o i n < r a e n t « , n f i o a . i e tlana 1 * « a l a d 4 d o m i o l l i * . — Pramlfcda siem pre 1» prim er» co n grandas d ip lom as y m a d tllM da oro y d i»tiE clon «i.—O i •on freetia te l* . Tornar tod o» lo* d l»s una eucharada .

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dos antes de las dos de la tarde no podrá ser admitida.

Son á cargo de la Empresa los gastos si por fuerza mayor no pudiera ser embarcada.

Consignatario en la Coruña, D . Nicandro Fa­riña, al lado de la batería Salvas.

FOLLETÍN Da <Bl GLOBO» 44

S t & S

ALREDED OR DEL MONDO

Lo que sabia cierto era que el príncipe heredero partió súbitamente de Calcuta para Bombay, con el fin de reunirse con su her mano pequeño sin asistir á las fiestas que se habían preparado en su obsequio en la ca­pital de las Indias. Esto lo ne dicho más arriba.

*• *A las cinco de la tarde llegué al Gran Ho­

tel de Yokohama. Este hotel, admirablemen­te situado á orillas del mar. es el punió de reunión de todos los europeos. Aunque hay un club muy confortable, es al hotel á don- van á pasar el tiempo y charlar sentados so­bre la terraza.

He conocido en seguida que llegué, que el atentado de la víspera habia producido gran inquietud. Se consideraba ese triste aconte­cimiento como m uy grave para el Japón y tal vez también para los europeos que le ha bitan.

Tsottda Samo, el asesino, pertenece á la po­licía; pero se le considera como afiliado á los Soski, es decir, á los descontentos que tienen la esperanza de ver restablecer el antiguo ré­gimen abolido por la revolución de 1868. Lo que parece extraño á primera vista, es que los revolucionarios del Japón soa precisa­mente enemigos del progrese; pero la sor­presa cesa cuando se sabe que los Sos/ii son euemig.js de los extranjeros. Toda concesión hecha á los europeos ó á los americanos les exaspera..

De todos los extranjeros son los rusos á quienes más detestan. ¿No eon sus vecinos más próximos por la isla Stghalien y Vladi- noslok?

Los diarios japoneses de importancia ha­cen una tirada considerpble y el pueblo lee ávidamente esas hojas que mantienen en él el odio al europeo. En todas las salas de es­pera de las estaciones del ferrocarril se en­cuentran diarios eu japonés, extendidos so­bre las messs, para el público. En los com­partimientos, los viajeros leen las hojas del día lo mismo qu í e:> Europa ó en América. Los libreros y los mercaderes de pequeñas obras son en las grandes ciudades casi tan numerosos como m París. Esto es la prueba evidente de que el japonés es ilustrado; por­que esas publicaciones, á buen seguro que no están allí para los raros europeos que Ha­bitan las ciudades y que no cota prenden el japonés.

El Tsarewitz ha escapado de la muerte por un verdadero milagro. He aquí lo que ha pasado, tal vez en el espacio de ua minuto:

El príncipe raso iba en su jin viksah tirado por dos betws. El príncipe Jorge de Grecia venía detrás de él á treinta pasos; después el séquito ruso y los p-sraonajes japoneses. Estaban ea una calle muy es-racha de O tm . De pronto, el príncipe, sintiéndose golpeado en un lado déla cabeza, saltó del coc be y co­rrió hacia la multitud; entonces el asesino tomó su sable con i¿3 dos manosy se abalan­zó para cortarle la cabeza; per? en el mismo instante recibió un bastonazo, diCS-e ,que asentado por el príncipe Jorge que le im ó err*r el guipe. Los jinriskshy le quitaron el arma, le derribaron y le golpearon con su propio s i ble.

El príncipe, ijue se había refugiado entre la multitud, vio huir á la gente delante de él.

El pueblo, temiendo un gran suceso, se ha­bía eclipsado. El heredero de todas la3 Ru­sia?, se encontró, por tanto, solo, durante al­gunos segundos. Por fin todo el séquito, los príncipes y los ministros, le rodearon y ya se sabe el resto.

Según los conocedores del trabajo japonés, el segundo golpe del asesino era temible, y sin el bastonazo que le hizo perder la sangre fría el Tsarewitz era hombre muerto.

El Mikado se ha portado muy bien en esta terrible circunstancia, y las autoridades lo ­cales han hecho todo lo que ha estado en su poder para atenuar en el concepto del príncipe ruso el horrible electo de este inca­lificable atentado.

El desdichado huésped de ese hermoso pais, ha estado muy correcto. Siu llegar al extremo de dar gracias á los japoneses por haberle querido sacrificar en la flor de la edad, ha empleado eu sus relaciones con ellos toda la urbanidad compatible con su si­tuación.

El joven principe, estoy persuadido de ello, ha debido sentir el desdichado acontecimien­to, menos tal vez por el peligro corrido que por la necesidad en que se encontraba de terminarás pronto la visita á esta bella co­marca, que debía coronar divinamente tan largo viaje.

¡Y sus oficiales que habían recorrido con él durante un año tantos países peligrosos y que han tenido que detenerse de repente & el umbral de la moderna Capua! Los comp‘ dezco sinceramente.

Durante varios días se hicieron mu c fes comentarios. Partirá, no partirá; no pude dejar ese pobre llik id o , etc.

Pero de pronto se leyó el telegram? del príncipe:

Por orden del czar, mi padre, parto.Todo el mundo aprobó á ese padre y yo

también.Lo que exasperaba á los raros eropeos

que veía es que el atentado fué cmetido por un funcionario de la policía. Ur*»ombre que estaba precisamente encargad'de pre­venir lo* crímenes. Había entre es« blancos más temor que verdadera indigna-ón.

El lenguaje de los diarios euroros ha sido muy severo para el Gobierno y epaís.

El tema era este: Vosotros quréis hacer­nos creer que estáis civilizadosy sóis peor que vuestros vecinos los Chino?

No hay, respecto á la sentsnei del asesino, quien no haya levantado ainrgas críticas. Se quiso la condena á muer?, no ejecutada gracias á la petición del Tsfewitz, pero en las leyes japonesas la pena ¿ muerte no se aplica más que para los atetados contra el soberano reinante.

Además, los japoneses d¡en; nosotras te­

memos n>cho menos la pena de muerte quela verguiza de ser condenados á galeras.

Este tentado no solamente ha conmovido los esp'it>!8 políticos, sino que ha obrado consiArablemente en los mercaderes de cu - riosiddes de todo el Japón.

Sor muy numerosos y alimentan una mul- tituc'de artistas y obreros. Todo ese mundo se ¿reparaba desde hace un año; estando su pai Heno de atractivos para la juventud, co/aban con una estancia prolongada de los roo?, y por consecuencia largas y frecuen­te visitas á sus almacenes. Veían'ya m illo - ps de rublos cambiados por juguetes, lacas ntiguas ó moderna», conchas, bronces, etc.

.as buenas almas veían ya embarcados todos Sus productos sobre la flota del czar.

¡Ay, Dios! Ha bastado un sablazo dado por un loco ó fanático para desbaratai todas sus esperanzas.

Como no hay ganados en el Japón, un car­nicero ae Yokohama, hizo venir de Shanghai una gran cantidad de bue; es y corderos para alimentar la flota rusa. Esté hombre está arruinado.

ys muy probable que la gente traficante hubiera tirado con gasto de l a cuerda, si se hubiese ahorcado al s niestro polizonte Tsu- da, que el diab’o lleve.

Ha delirado tanto la imaginación, que los diarios ss han dedicado á toda clase de fanta­sías acerca de este sensible aeonteci-nieuto; he aquí una que encontré en un diario fran­cés traducido de una hoja japón esa:

«El ChoyaShimbun de ayer, hace una muv curiosa observación. El carácter Tsu, quiere decir malo y perverso.

El agente de policía Tsu da Sanzo, nacido en la aldea de Tsu, provincia de Ise, ha co­metido una tentativa de asesinato en O-Tsu ante la morada de un negociante llamado Tsu da lrrajoiro.»

Aparte de la emoción que semejantes acon­tecimientos inspiran á todo hombre sensato estaba yo furioso porque este sablazo me pri­vaba de un espectáculo con que contaba des­de hace largo tiempo.

El Mikado preparaba una fiesta extraordi­naria con costumbres y danzas de los tiem ­pos pasados.

Quince días ¡vates del triste acontecimien­

to, tenía ya la promesa de una invitación. Esto ha sido para, mí un verdadero desastre.

**»A1 día siguiente de mi llegada á Yokohama,

he tenido una caída que me ha dañado mu­cho una rodilla. Iba en jinricky, un gran pe­rro negro atravesó la calle al ( alope, y pasó eatre las piernas del betto que rodó por tie­rra conmigo.

Si hubiese vivido en Roma, hace dos mil años, habría considerado este accidente como un m 8l augurio y hubiera vuelto sobre mis pasos; pero pertenezco á una época excépti- ca, y me he instalado desahogadamente en un sillón del hotel, donde durante algunos días he mirado el mar, los navios, los sham - pangs, los níppons y las nipponnes, y ade­más los ingleses y los americanos que llegan y parten.

No me he aburrido ni un solo día.El movimiento en este hotel es considera­

ble. Cuando un steamer que hace el servioio del Pacífico ó de los mares del Sud llega á 1 okohama, no hay libre ni un solo cuarto. Las salas de comer están llenas, el gran mer­cado de curiosidades al lado del hutel com­pletamente invadido. Depués de la partida del barco queda todo vacio y no se veu más que extranjeros sin familia que viven en el hotel todo el año.

Hay diariamente una banda de músicos di­rigida por un Italo-cosmopolita que no es mal músico del todo; casi se cree uno allí sentado en el paseo de los ingleses. A un es­tando enfermo no se pasa mal en Yokohama. Esta ciudad posee un hospital francés, donde vienen á curarse los militares que no quie­ren hacer el largo viaje á Francia.

Este es el sanilarnm del Tonkín y de la Cochinchína. También se encuentran de cuando en cuando en el hotel oficiales v fun­cionarios fra ceses convalecientes.

Cuando yo quería salir, llamaha á uno de los numerosos jirrikys que se estacionan ante el hotel, con preferencia á uno llamado Saku, que me ayudaba á subir y á desceader del coche, y me iba á visitar las tiendas.

A eso de las cinco teda la colonia francesa é italiana venía al hotel hasta la hora de la comida, riue frecuentemente esos señores to­maban allí mismo.

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