Taller 2 - Jesus Fernando Rocha Cotes
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TALLER No. 2Por: JESUS FERNANDO ROCHA COTES
Grupo: 22 – CULTURA CARIBE
Recordemos las preguntas del taller anterior:1. Observe la imagen e identifique las señas que están realizando los personajes. Diga cuáles
son.2. ¿Por qué considera que reconoció las señas?3. Desde su punto de vista, ¿qué nos identifica como Caribeños?4. Existe algunas diferencias fundamentales entre los habitantes de la Región Caribe
colombiana?5. ¿Cómo cree que se divide la Región Caribe colombiana?
Solución:
1. 1) Me importa un c*Jum 2) Estoy pela’o!, Estoy monda’o! 3) Ojo, Tas pilla’o. 4) Joa, estoy barro
5) Uhh está loco! 6 y 7) Esta buena, que me dé el chiquito. 8 y 9) Todo bien, Chévere, Poner cachitos, Posando para la foto 10) Vela ve!, Pistola, La verg*! 11) La mond*!, La cotopla del burro, Ésta ve! 12) Vaya Ombe, Suerte, Pa’ Jodelo 13) No estas ni tibio, Haciéndose la sorda.
2. Personalmente reconocí las señas porque hacen parte de nuestro diario vivir como costeños, las cuales pueden tener muchos significados, debido a que somos muy expresivos.
3. Lo que nos identifica como caribeños (incluyendo las islas del caribe y las Antillas) son todas esas costumbres y particularidades que nos diferencian del resto de latinos, nuestro comportamiento tiene que ver mucho con la condición climática que caracteriza esta zona del mundo, al estar ubicados en la zona tropical, la cual repercute directamente en todos nuestro actuar. También la influencia directa producto de nuestro mestizaje con los africanos, los cuales nos aportaron el baile, los ritmos musicales, etc. Nuestra gastronomía es única en el mundo. Una zona muy rica en recursos naturales. La alegría, el desparpajo, la chispa, el ser muy sociable y espontaneo y muchas cosas más.
4. Algunas de las diferencias fundamentales que tenemos entre todos los habitantes de la región caribe colombiana, es el hablado “cantao”, los diferentes ritmos musicales que escuchamos, ej: en el Cesar y La Guajira, la música vallenata, en Barranquilla, la salsa y merengue, en Bolívar, la champeta, y en Sucre y Córdoba, la música sabanera, al igual que en la Isla de San Andrés, la música antillana y reggae. Así como también la gastronomía, las costumbres ligadas a las manifestaciones religiosas, las actividades económicas y de producción, como la pesca, la ganadería, la agricultura. Y muchas más.
5. La región caribe está dividida a nivel territorial por departamentos conformados por: Atlántico, La Guajira, Magdalena, Bolívar, Cesar, Sucre, Córdoba y las Islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Pero también podemos decir que la región está dividida en subregiones clasificadas asi: Sub-región de la Alta Guajira Sub-región de la Sabana Sub-región de la Depresión Momposina Sub-región de Cartagena Sub-región del Urabá
Sub-región del Atlántico Sub-región Bananera Sub-región del Valle del Sinú
Recordemos las conclusiones a las que llegamos:
Los principales factores para el rezago de la región caribe en el Siglo XX fueron los siguientes
El fracaso del sector exportador.
La especialización en la exportación de ganado hacia otras regiones del país.
La redefinición de las redes de transporte nacionales.
Una elevada tasa de crecimiento de la población.
El círculo vicioso creado por el rezago económico.
A nivel económico: Las exportaciones de la Costa Caribe se rezagaron en términos relativos como resultado de las consecuencias macroeconómicas del auge cafetero
Que pasaba antes de 1920?
Colombia tenía un desarrollo muy precario en los sistemas de comunicación.
La Costa Caribe estaba en una situación superior por sus condiciones topográficas.
La clave de la ventaja en materia de transporte de la Costa Caribe era el agua: ríos, mar y ciénagas.
A nivel demográfico: En 1905 la población del Caribe colombiano era el 11,6% del total nacional. Y ya 1993 la población del Caribe colombiano era el 21,1% del total nacional.
La tasa del crecimiento demográfico de la Región Caribe aumentó debido a una caída muy rápida en la mortalidad catastrófica. Los adelantos de la medicina redujeron el impacto de muchas enfermedades tropicales cuyos efectos eran especialmente severos en los climas húmedos y ardientes del Caribe Colombiano. Ademas, No fue resultado de una inmigración neta, sino de su propio crecimiento vegetativo.
Comparemos con la introducción del artículo que publicó el profesor Jaime Álvarez Llanos.
SISTEMA POLÍTICO Y REZAGO REGIONAL: EL CASO DEL CARIBE COLOMBIANO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX*
Por: JAIME ÁLVAREZ LLANOS**
* Ponencia a presentarse en el XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE COLOMBIANISTAS. Universidad del Norte, Barranquilla, Agosto 12 al 15 de 2003.** Magister en Historia Universidad Nacional. Docente y Becario de Investigación Universidad del Norte. Profesor Asociado Universidad del Atlántico
INTRODUCCIÓN
El ser Caribe, como lo han señalado muchos intelectuales de las Ciencias Humanas, entre ellos el escritor
cubano Alejo Carpentier, implica la expresión constante de una cosmovisión mediada por tres actitudes que se
convierten en tres dimensiones con las que se asume la vida y que a la postre constituyen la identidad del
hombre Caribe: la alegría, la nostalgia y la creatividad. Estas identidades corresponden a la personalidad
Caribe, independientemente de la nacionalidad. Por lo que podríamos decir que son igual de alegres,
nostálgicos y creativos un jamaiquino, un maracucho o un barranquillero. La identidad Caribe cuando está
permeada por la condición de nacionalidad, lleva implícita una carga histórica y cultural que obedece tal vez a
las relaciones que han determinado los sentimientos colectivos de los caribeños de una nación hacia sus
mismos nacionales no caribeños. De forma tal, que en las naciones del Caribe que además del litoral tienen
regiones diferentes a este a su interior, es probable que sus caribeños desarrollen unas identidades y
representaciones, complementarias a su condición, determinadas por una actitud mental colectiva de raíces
histórico culturales muy específicas. El caso colombiano corresponde a esta situación. Hoy aun los caribeños
de Colombia sentimos, además del orgullo y la complacencia de ser caribes, la percepción colectiva de
pertenecer a una región que históricamente ha sido víctima de la discriminación centralista y se ha
caracterizado por mantener una situación de atraso y estancamiento con respecto a otras regiones del país.
En efecto, la región Caribe desde la época de la conquista, en el siglo XVI, se fue configurando como una
región con un panorama de dispersión demográfica y atraso económico, entre los dominios territoriales del
imperio español en el norte de Suramérica.1 En el período colonial, entre finales del siglo XVI y principios del
siglo XIX, el Caribe colombiano también presentaba un panorama de desarrollo desigual con respecto al resto
del virreinato. Hay estudios históricos paradigmáticos que muestran como, tanto las políticas de poblamiento
como la configuración de un tipo de sociedad señorial semi-esclavista que convivía con la vocación comercial
del litoral, caracterizaron al Caribe colombiano como la región más problemática para el sistema colonial
español.2 En el período del ocaso colonial en medio de la tempestad sociopolítica del proceso de lucha por la
emancipación, desde principios del siglo XIX, el Caribe colombiano fue escenario de grandes e intensos
conflictos por la autonomía frente a Santa fe como capital del virreinato, más que frente a la metrópoli
española, como lo muestra el trabajo de investigación histórica del profesor Alfonso Múnera.3 Durante el siglo
XIX, que es el estadio de formación de la nacionalidad – de las luchas crónicas por la formación de un Estado-
Nación – el Caribe colombiano fue un espacio marginal que no logró despegar y permaneció en su situación de
1 Ver: TOVAR PINZÓN, Hermes., La estación del miedo o la desolación dispersa. Bogotá, Editorial Planeta, 19962 Ver: FALS BORDA, Orlando, Historia doble de la Costa Atlántica: Mompox y Loba. Bogotá, Carlos Valencia Editores. 1986.. 3 Ver: MÚNERA CAVADÍA, Alfonso., El fracaso de la nación. Historia social del Caribe colombiano 1770-1815. Bogotá, Banco de la República 1999.
relativo atraso y estancamiento4, como la principal víctima de la fragmentación física de un territorio nacional
que no logró integrarse plenamente entre sí en materia de vías de comunicación,5 ni consolidar rápidamente
el verdadero mercado interno que le hubiese permitido vincularse con ventajas a la economía capitalista
mundial. Este contexto temporal, de considerable duración, que rodea el devenir del Caribe colombiano, al
parecer, ha marcado una personalidad histórica de exclusión regional que hoy todos nos queremos explicar
más claramente. Más aun, si en el siglo XX el panorama parece no haber cambiado mucho y se convirtió en la
impronta con la estamos afrontando el siglo XXI. Este ensayo se pretende explicar de qué forma ha podido
incidir, en la primera mitad del siglo XX, el sistema político colombiano en esta situación de rezago del Caribe
colombiano. Tal ejercicio reflexivo se presenta a continuación en tres apartes: Uno en el que se esboza la
lenta evolución del sistema político colombiano en ese período; un segundo segmento en el que se registra la
incuestionable realidad del fracaso económico regional; y un tercer subtema que intenta asociar ese rezago
regional en el período con el funcionamiento de la política.
4 Ver: POSADA CARBÓ, Eduardo., El Caribe colombiano. Una historia regional (1870-1950). Bogotá, Banco de la República/Ancora Editores 1999. 5 Ver: BUSHNELL, David., Colombia una nación a pesar de sí misma. De los tiempos precolombinos a nuestros días 1ª edición, Bogotá, Planeta 1996.