Esta historia transcurre el día 6 del mes 6 del año 6.666 en el

colegio Milton durante la clase de lingüística.

Para Edward, no era un día como cualquier otro, él era un nerd de primera, le encantaba el colegio, sobre todo la clase de lingüística. Pero ese día le resultaba diferente, la clase

estaba muy aburrida y él, aunque había dormido bien la noche anterior, se sentía muy cansado. De pronto, lo invadió la oscuridad.

Cuando abrió los ojos, el salón estaba totalmente vacío. Se acercó a la ventana, vio

el cielo completamente rojo, y sintió una punzada muy fuerte en el estomago. Presentía

que debía salir de allí inmediatamente. Entonces decidió salir apresuradamente del

colegio.

Al llegar a la puerta de salida, se encontró con que esta no se abría. Comenzó a

desesperarse e intentó romper el vidrio, pero éste no se dañaba con nada. Estaba

encerrado en un colegio completamente solo.

Estaba desesperado. Intentó llamar para que lo saquen, pero el celular estaba muerto.

Pensó en enviar un e-mail a su madre, por lo que encendió su generador de hologramas

con Internet. De golpe, apareció en el monitor una página en la que había una leyenda: “6

del 6 de 6.666” a.C.

Aterrado, leyó detenidamente la historia que trataba de 4 caballeros que mataban por

doquier a todas las personas que no creían en el número 666.

Sintió una presencia detrás de él. Se dio vuelta bruscamente y vio el número 666 escrito con sangre en todas las paredes.

Intentó apagar el generador rápidamente y, al hacerlo, vio el reflejo de 4 hombres

encapuchados sobre caballos en el vidrio de su generador.

Se dio vuelta, pero no había nadie. Al volver a mirar a su monitor, vio a los 4

caballeros delante de él, y observó que uno de ellos se bajaba.

Cuando éste se acercaba, Edward tuvo una ansiedad muy grande de salir corriendo, pero no podía hacerlo, estaba allí, inmóvil, con un

dolor muy fuerte en el estómago.

El caballero sacó una daga y se acercaba cada vez más. En un momento, Edward sintió

el cuchillo contra su piel y junto a ese sentimiento sintió frío… pánico.

Cuando despertó, todavía estaba allí, tirado en el suelo y con la daga en el estómago.

Horrorizado e inmóvil lo invadió el frío, después calor, y de nuevo frío. Sentía la presencia de la muerte. De repente todo acabó, pero esta vez, definitivamente.

CREADO POR:

Carasso, LucianoGaliana, SolGury Yaya, María ClaraMori, ArturoSbdar, Lara

3º 1ª