Tiempo de Historia 073 Año VII Diciembre 1980 OCR

7/26/2019 Tiempo de Historia 073 Año VII Diciembre 1980 OCR

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ANO Vil

NUM. 73

200 PTAS.



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A Ñ O VII • NU M . 73 • DICIEMBRE 1 9 8 0 • 2 0 0 PESETAS

P á g s .

L A

C A R I C A T U R A E S P A Ñ O L A

E N L A

G U E R R A C I V I L

p o r

F e r n a n d o D í a z - P l a j a

3 - 5

L O S M O R O S 6 - 8

L A

I G L E S I A

9 - 1 4

L A

R E T A G U A R D I A P R O P I A

1 5 - 3 6

E L P R O B L E M A C A T A L A N Y V A S C O N G A D O 3 7 - 3 9

E L

B O M B A R D E O 4 0 - 4 4

E L E X T R A N J E R O 4 5 - 6 3

L A A L U S I O N P E R S O N A L 6 4 - 7 3

E L F R E N T E D E B A T A L L A 7 4 - 8 5

L A

R E T A G U A R D I A A J E N A 8 6 - 1 1 2

C A J O N

D E

S A S T R E 1 1 3 - 1 2 9

B I B L I O G R A F I A G E N E R A L 1 3 0

© TIEMPO D E HISTORIA 1 9 8 0 . Prohibida la r e producc ión

d e

textos , fotograf ías

o

dibujos ,

n i a u n

c i t ando

s u

p roce-

denc ia . c I M l P s K.

:

Éit

TIEMPO D E HISTORIA n o devolverá l o s or iginales q u e n o

sol ici te previamente,

y

t a m p o c o m a n t e n d r á c o r r e s p o n d e n -

c ia

s o b r e

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m i s m o s .

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DIRECTOR: EDUARDO HARO TEOGLEN, SECRETARIO DE EDITORIAL: GUILLERMO MORENO D E GUERRA,

CONFECCION: ANGEL TROMPETA, EDITA PRENSA PERIODICA, S. A. REDACCION: Plaza d e l Conde del

Valle de Súchil). 2 0 . Teléfono 447 27 00 , MADRID-15. Cables: Prensaper. ADMIN ISTRACION: CEMPRO, Fuenca-

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se r acompañadas por su importe e n sellos d e correos.

PORTADA: Caricatura original d e

Alloza, aparecida e n L ESQUELLA

DE LA TORRATXA, durante la

Guerra Civil Española.

«—¿NO HAVIEM DENTRAR A MADRID?

— S I HAVIEM D ENTRAR A MADRID...»

(«—¿No teníamos q u e entrar e n Madrid?

— S í teníamos q u e entrar e n Madrid»)

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L a

caricatura

española

en la

Guerra Civil

Fernando Díaz-Plaja

ESDE que se inició la propagan-

da gráfica contra el enemigo, na-

cional

o

político,

la

caricatura

cobró fuerza extraordinaria. Todavía

no

se había inventado lo de «una imagen vale

por mil

palabras», pero

los

gobiernos

lo

supieron instintivamente y su con-

vencimiento aumentó cuando la gente

empezó

a ver en

ellas

una

razón

más del

odio

que

«tenían»

que

sentir

por el

enemigo. El siglo XVIII, con su prolife-

ración de periódicos, encuentra en Eu-

ropa

y

especialmente

en

Francia

e

Inglate-

rra

campo abonado para

la

caricatura

bé-

lica. Los protagonistas de la confron-

tación a últimos de esa centuria y princi-

pios de la siguiente so n Pitt y Napoleón.

Con el primero se ensañan los dibujantes

franceses y con el segundo los britá-

nicos. Cada

una de las

características

de la caricatura, la exageración de rasgos

negativos —nariz grande, ojos saltones,

piernas torcidas, traje ridículo

y mal cor-

tado—

se

repiten incesantemente para

obligar al pueblo a hacer de la burla del

adversario una faceta más del sentimiento

adverso.

SDE entonces no hay en el XIX

y XX guerra que no se convierta

en un

campo

tan

prometedor

para

los

caricaturistas como para

los mi-

litares. Y la civil española no fue una ex-

cepción. En ambos bandos se procuró

mostrar al adversario en lo que de peor

tenía. Se buscaba la risa pero sobre todo se

buscaba la ira. El retrato del enemigo te -

nía que provocar la burla, la cólera, el

asco,

el

odio

y

para ello

no se

ahorran

detalles repugnantes.

El

enemigo,

no im-

porta quién

sea,

tiene siempre unas cons-

tantes: va sin afeitar, sucio, abandonado;

en sus ojos torcidos hay una expresión



malvada y sus actos corresponden a su

imagen. Mata, viola...

En lo

menor

es es-

túpido, bobo, capaz de dejarse engañar

por un niño. Los elementos básicos de la

sátira so n iguales en ambos casos. Lo más

parecido

a la

caricatura republicana

so -

bre el bombardeo de Barcelona es la ca-

ricatura nacional

de un

bombardeo

de Va-

lladolid. En ambos casos se acusa al

enemigo

de

ataque indiscriminado

a la

población civil, en ambos casos para ese

ataque

no

sólo

no

sirve, sino

que es con-

traproducente, refugiarse en el hospital

porque,

al

parecer, tanto

los

aviones

re -

publicanos como

los

nacionales dejaban

caer

su s

bombas sobre esos objetivos

con

preferencia; también la muerte violenta de

los niños constituye una de sus mejores

satisfacciones.

W

1

N una

gran mayoría,

y

quizá

en

r* un

esfuerzo inconsciente para

• ¿ desviar hacia el extraño la res-

ponsabilidad

del

holocausto español,

los

dibujantes sarcásticos se dirigen prefe-

rentemente contra los aliados extranjeros.

El ruso, el alemán, el italiano aparecen

continuamente en el dibujo humorístico;

en el

primer caso

se da más la

figura

del

soldado-oso con la estrella roja en el gorro

que la de

Stalin. Italia

y

Alemania,

en

cambio, aparecen preferentemente encar-

nados en la figura de Mussolini y Hitler,

respectivamente. Siempre se insiste en el

papel

de

marionetas

que en

ambos lados

representa el gobierno local dirigido desde

fuera.

Así la

República

se

controla

—di-

cen— desde Moscú y el gobierno fran-

quista desde Roma y Berlín.

m * STADISTAS o símbolos de otros

#— i países aparecen con menor in -

*

J

tensidad, pero curiosamente

In -

glaterra y Francia comparten el dudoso

honor de ser objetivo del lápiz derogatorio

por ambos lados. Para los dibujantes na-

cionales porque

en su

ideario tradicional

siempre han visto a París y Londres como

enemigos de la España histórica y son,

como democracias actuales, enemigas

de

4

lo s ideales fascistas caros a Burgos. Para

la

España republicana porque

en su ac-

titud moderadora y propiciatoria del Co-

mité

de No

Intervención

no han

acudido

como debieran en auxilio de la República

por un

temor suicida

a

ofender

a los

países

del Eje. Cuando en 1938 esas potencias

manifiesten

su

deseo

de

conseguir

una paz

de compromiso, será unánime la reacción

escandalizada de caricaturas de ambas

zonas

que

reflejan,

al

menos oficialmente,

la idea de guerra hasta la victoria del go-

bierno respectivo, aunque éste acepte

y

aun aliente bajo mano muchas de esas

maniobras

de

entendimiento...

m 1N otro tema coincidirán caricatu-

ras de las dos Españas; en la mi-

" J

sión

de

zaherir

en la

retaguardia

al que no

cumple

con su

deber, desde

el

peligroso como espía

y

saboteador hasta

el

aprovechado comerciante

que evi-

dentemente se dio en todas partes; pa-

sando

por el

egoísta, agorero

o

simple-

mente neutral.

La

mayor libertad para

ex-

presarse de los partidos en la zona re -

publicana permitirá

en

ella ataques

in -

testinos que la censura militar cortará en

flor

en la de

Franco.

Es

imposible,

por

ejemplo, encontrar en periódicos de Bur-

gos o de

Sevilla chistes gráficos contra

el

ala falangista de Hedilla, mientras es fácil

verlos contra

el

desgraciado POUM

en

diarios de Barcelona o de Valencia...

como también ejemplos de la tímida de-

fensa hecha por CNT y FAI de sus com-

pañeros de revolución.

w ' N términos generales, la caricatu-

r é ra

siguió

al

artículo

o ala

poesía

*

J

del

tiempo

en sus

constantes

po-

lémicas. El enemigo es tan odioso como

despreciable.

Su

cara

es

villana

y su

cuerpo mínimo. Esa situación corporal se

repite constantemente. En cada situación

gráfica

en que

aparecen

los

contendientes

hay una desproporción física que implica,

naturalmente, una desproporción moral.

Si el

dibujo

es

republicano

el

soldado

«Fascista», menudo y retorcido, se en-



/renta vanamente

con un

«leal» gigan-

tesco, pétreo, seguro de sí mismo y de la

causa que defiende. Si el dibujo es nacio-

nal, el «rojo» es el enano esforzándose,

convulsa

e

inútilmente,

en

derribar

el

cuerpo gigante

de un

falangista, requeté

o

soldado qu e mantiene la serena expresión

de quien se sabe en posesión de la verdad

única.

mayoría de chistes aquí seleccio-

nados aparecieron

en

periódicos

como una ilustración más, pero a

medida qu e avanzaba la contienda se vio

la necesidad de dar al humor partidista un

mayor auge.

Í

nació

en la

España nacional

«La Ametralladora», en la que se

distinguieron Tono y su director

Miguel Mihura, que firmó al principio

como «Lilo» para proteger a la familia

dejada en Madrid, seudónimo que no en-

gañó a nadie dado el característico perfil

de sus

dibujos. Como

no

engañó

a

nadie

el

«As»

con que

firmaba

los

dibujos publi-

cados en «Domingo» un refugiado de

Barcelona que se llamaba Valentín Cas-

tanys y que además se traicionaba en la

sintaxis catalana de alguno de sus «pies»

y en la insistencia con que trataba escenas

de su ambiente regional.

9

Vanguardia» intentó

en

1938 lanzar un suplemento

de humor, pero la revista que

mayor fuerza y gracia tuvo en la España

republicana

fue la

catalana «Esquella

de

la

Torratxa»,

a

cuyo éxito contribuyó

tanto su sátira contra los enemigos del

otro lado de la trinchera, como su ironía

con quienes oficialmente eran sus

aliados, es decir, los miembros de la

CNT-FAI. La «Esquella» se dirigía prefe-

rentemente a un público mesocrático ca-

talán que, aunque liberal y autonomistay

po r

tanto

en

principio enemigo

de la dic-

tadura unitaria

de

Franco,

se

resentía

de

las

actividades revolucionarias

de la ex-

trema izquierda. Fueron su s dibujantes-

humoristas Cluselles («Nyerra»), Marti

Bas,

«Kalders», Subirats («Subi»), Goñiy

Tisner...

M * L más

famoso

de los

dibujantes

de

humor de esa España fu e Baga-

"

J

ría, que

desarrolló

su

actividad

en «La Vanguardia» de Barcelona du-

rante toda

la

guerra. Después

de él,

Roble-

dano, Martínez de León, Guasp, Pujol,

Sawa, Gallo, L. Alarcón, Del Arco, Balda-

sano, qu e dejaba a veces la especialidad de

cartel por el dibujo periodístico.

(E n

esta selección

ha

sido difícil

a

veces

distinguir la caricatura de l grabado sim-

plemente propagandístico.

En

general

se

reproduce aquí aquel dibujo donde

hay

una

«deformación» física

de l

enemigo

y

un

comentario

con

intento satírico).

m * N la parte nacional tuvieron fama

#—V y éxito, aparte de Mihura, Tono

*

Castanys,

ya

señalados, Serra

Massana, Gerardo, López Ruiz, Pellicer,

Ara,

Casals...

I 1 N

número

y en

posibilidades

los

m— 4

caricaturistas republicanos

son

*

J

muchos

más que los

nacionales.

Si

aquí

ha

sido posible equilibraren cierto

modo a representantes de ambos lados ha

sido porque Tono y Castanys multiplica-

ron su actividad. Tono llegó a publicar

una

página entera

de

chistes

en

cada

nú-

mero de «La Ametralladora».

u ' N términos generales, el lector de

§—4 hoy

quizá encuentre

en

estas

pá -

*

J

ginas motivo

de

risa

y

motivo

de

tristeza. De risa porque el logro a veces es

ingenioso y ha superado los años transcu-

rridos. De pena porque la intención fue en

todos los casos sustituir el fusil por el lápiz

en una

guerra fratricida

en la que no

tuvo

razón

— ni

gracia— ninguno

de los dos

bandos.

5



E L P A D R E N U E S T R O . . . S U Y O , p o r Rob ledano

L a

en t rada

de los

moros

en la

guerra

española produce u n impacto grande.

Todo e l país se conm ueve ante e l hecho

insólito —quizá

con la

pequeña

excepción

de

Asturias—

de que los

moros, enemigos eternos de los

españoles, entraran

en

batal la

a l

lado

de uno de los bandos; fueron los

«Regulares».

E s a situación anormal provocó, como

es lógico, l a alegría d e l caricaturis ta d e

izquierda que v io en un mahometano

defendiendo

a la

causa católica

u n

sarcasmo d e fácil censura. Así

Robledano hace desfilar a l moro p o r

encima d e u n a cruz tendida.

•Por la señal de la santa cruz...

(«Claridad», 25-VU1-1936.)

6



r

...y

Tisner desde

Barcelona les hac e

comentar

asombrosamente

una de l a s

fórmulas

m á s

repet idas del

bando nacional,

en

este caso

con la

autor idad

de l

cardenal Primado

d e

España.

La p a s to r a l d e l Primado Gomé:

¿Y tú qué

opinas

del

sentido cristiano

de

esta guerra?

(«Esquella», 19-11-1937.) Original en catalán.

.. .

Mientras

en la

zona nacional

se

procuraba explicar

la

act i tud

d e l

marroquí como

la de «un

creyente q u e lucha contra ateos » par a hacer m á s s i mpática su act i tud. E n e l « Di ario Vasco» d e

S a n

Sebast ián

e s a

intención lleva

a l

dibujante Serra Massana

a

crear

u n

personaje infantil,

Ben Alí , que quiere ayudar a su padre a «luchar p o r España contra lo s judíos». E l niño

aprovechando su peque ñez llegará a la Península metido en e l hat i l lo d e l padre y, en sucesivos

episodios, actuará

d e

corneta

d e l

Segu ndo Tabor

d e

Regulares

y en

ave ntur as ingenuas pondr á

e n

fuga

a

torpes enemigos «rojos».

AVENTURAS

DE BEN ALI

E L

CORNETA

D E L

SEGUNDO

T A B O R

D E

R E G U L A R E S

Alí are un oorlto qu« m pagaba

U Tida mirando oon noatelrfa lae eo»-

Ui d«

Etpafi*.

I?n dí B«n Atf. oyó

decir

a ia pa-

dre. Mohamad Btaoena. qua h Ibi i

luchar

por

Espefla. eontra

loe

Judfoa.

Alí. pidió a au padre. por Alá.

QU« U daJaM Ir, aunque «ólo fuer»

limpiarla le fuelle y hacerle

•í té...

arpero MrtbamM, que quede

urfto

e

au hijo, no le Mío oaao. T amperA 4

preparar au lio de ropa. Ben AU. que

- .y

(«Diario Vasco», 29-V-1937.)



L os

resultados

de una

confraternización excesiva son los

q u e indica el dibujante republicano.

L a Giralda d e Sevilla, a l fondo, indica

el

lugar

d e l

acontecimiento...

HIJOS DEL OTRO LADO:

•Ay,

angelito

de mi co-

razón. Tiene la cara clavada

del padre.

(«Esquella», febrero de 1937.)

Si el lápiz humorista d e l bando

republicano hace hincapié

en la

posibilidad sexual

d e l

moro suelto

e n

España, desde

la

violación

de la

mujer

«roja»

a la

relación normal

con la

residente de su zona c on e l natural

producto mestizo,

en la

España

Nacional, lógicamente,

no se

tocará

ese

tema

ni de

lejos

en la

broma gráfica.

Po r

ello resulta interesante esta excepción.

A un cuando la señora e n cuestión parece

d e cierta edad, h a y u n a expresión

«cachonda» en su cara pintada c on

excesivo maquillaje que da a l chiste

mayor intención

de la que se

deduce

de l

juego fácil

d e

palabras

d e l

adjetivo

«Regular» p o r mediano.

Usted es de los buenos...

Yo ser... regular.

(«Diario Vasco», 18-11-1937.)

8



« L a

Iglesia

es la

gran enemiga

del

pueblo y se merece la persecución d e q u e

h a

sido objeto»,

es la

teoría marxista

d e

los primeros meses de la guerra,

compart ida

en la

zona republicana

p o r

casi todos.

U n a

clásica acusación,

la de

apoderarse de los tesoros de la nación, se

refleja en la caricatura de Robledano.

L o s

obispos

d e

expresión brutal desfilan

cargados d e dinero y cantando el

número d e «Los ratas» d e u n a zarzuela

popular: «L a Gran Vía».

«Soy el rata primero...»

(«Claridad», 6-VIII-1936.)

V O T O

D E

P O B R E Z A , ,

p o r

Robledano

9



L a destrucción de las iglesias f u e explicada

por la propaganda republicana como airada

réplica

de las

masas ante

la

agresión

de que

hab ían sido objeto

por la s

fuerzas reacciona-

rias, incluso c o n disparos desde s u s torres.

Para la caricatura contraria aquello había

sido u n a premeditada agresión a l o m á s p r o -

fundo d e l alma española. Así lo ve un dibu-

jante catalán q u e s e firma «As» (Valentín

Castanys).

E N L A Z O N A R O I A

¿ Y q u é t i e n e d e no tab le e s ta cap i l l a?

Q u e s ó l o h a s i d o i n c e n d i a d a d o s veces .

«L a Ametralladora», 27-111-1938.)

10

*



CUENTOOEGUERR

...y «ntonco» vi

vinieron loa bue

regulareB...

ileron loa mal os y

moa y vini eron loa

... Juego d e palabras q u e repetirá s in ninguna

intención sexual, pero quizá

inconscientemente c o n intención política, el

famoso Antonio d e Lara, «Tono».

«L a Ametralladora», febrero de 1937.)

Otra típica acusación

a la

Iglesia

Católica Nacional

fue la de

atribuir a la lucha antimarxista

u n

significado santo.

Glosando

u n a

noticia

d e

mayor

o

menor veracidad, Robledano

muestra

a l

ridículo

y

temeroso

obispo navarro animando a sus

hazañas a u n requeté al que no le

falta

la

boina

ni el

«Det ente bala»

inscrito

en e l

«Corazón

d e

Jesús»

bordado sobre la guerrera.

7

¡Bravo chico ¿Dices

que has matado cuatro

marxistas? Tienes en-

trada libre

en el

paraíso.

IEL OBISPO DE PAMPLONA CONCEDE CIEN DIAS DE INDULGEN

CIAS POR CADA MARXISTA Q U E ASESINEN, por Robledano

(«Claridad», Madrid, 13-V111-1936.)

11



La

crítica internacional

a los

actos antirreligiosos

de l

bando republicano aconsejan

al

gobierno

de

Valencia leyes

d e

protección

al

culto. «As»

s e

burla

de la

inoportunidad

de la

medida en un fingido diálogo entre el presidente de la Generalidad y Ossorio y Gallardo, u n o

de los

hombres

m á s

odiados

en el

lado franquista precisamente porque, contra

la

opinión

d e

Burgos, asegurab a que s e podía conciliar la idea republicana y el sentir católico q u e profe-

saba.

Companys.—

¿Pero quién

va a

decir

la

misa,

si

hemos asesinado

a

todos

los

curas?

Ossorio.—

Un camarada de la C.N.T., de la U.G.T. o de la F.A.I. bien se

podrá disfrazar de clérigo por media hora. Yo he andado media vida disfra-

zado

de

persona decente.

(«Domingo», 22-VIIl-l937.)

12



L o que los

observadores extranjeros pueden

ver s i

visitan

la

España Nacional... Para Alloza

el

cult o

público proh ibido en la zona republicana está

vigente en la contraria. U n extraño culto católico

donde

la s

cruces

so n

gamadas.. .

c o n u n a e x -

cepción.

L a q u e

lleva

el

moro

en su chi-

laba...

ROGATIVAS EN BURGOS

Como pueden

ver,

señores,

la

procesión

va por

fuera.

(«Esquella», 25-11-1938.)

13



L a

caricatura antirreligiosa

va

desapareciendo

en la

España republicana

a

medida

que e l

gobierno Negrín se empeña e n d a r u n a impresión d e tolerancia al mundo. Excepción en esa

actitud será

la

prensa anarquista

q u e

mantiene durante toda

la

guerra

su

dura posición

anticatólica, como

lo

prueba este chiste

de

Gallo

y q u e

alude

a la

acusación típica

de

ambos

bandos sobre bombardeos. ..

(e l

obispo

d e

Teruel, Polanco,

no

cayó

a s í ,

pero

fu e

asesinado

e n

la

retirada

de

Cataluña

p o r l a s

fuerzas

que l o

custodiaban).

¿Qué

se

podría hacer

con el

obispo

que

hicimos prisionero

en

Teruel?

—Pues..., cuando

lo s

«suyos» vienen

a

bombardearnos, disfrazarlo

de

«objetivo».

(«Solidaridad Obrera», 13-1-1938.)

14



#

X

La

Retaguardia propia

es

objeto

de

íaWención

del

caricaturista

en

tanta

medida como la contraria. Hay que animar al amigo, denunciar al enemi-

go oculto, al saboteador, al espía. Pero entre esos extremos queda un gran

margen de «objetivos» para el lápiz-fusil del humorista. Pueaeser.porejern-

plo, el guerrero de café, tanto el que presume de l arma donde no es necesa-

rio como el que decide en cinco minutos de conversación la estrategia y tác- 1

tica para la victoria total y rápida. Puede ser el que cambió de chaqueta, \

qiiien vitoreó antes una causa y ahora jura morir por la contraria. Puede ser I

el egoísta, el «emboscado», es decir, el que busca sitio cómodo en la Retaguar- \

digen lugdp MAal frente. Puede

ser el

enemigo oculto,

el que

sabotea

a su

Bando

1

aunque esté oficialmente a su lado, caso del anarquista o «poumista», según

el comunista ortodoxo. O el que propaga el bulo o rumor para minar el esfuerzo

bélico. O el que decide de qué parte están su s simpatías de acuerdo con la

marcha de la guerra. O el que está cansado de ella y lo dice.

ÜHItmmmmstm

los

cuervos

que

surgen

en

todas

las

guerras,

los que

se aprovechan de las circunstancias económicas difíciles para obtener ga-

nancias inmensas¡>

:

SSQ.. •

Pór razones demográficas de distribución agrícola la España Republicana ¡

fue la más afectada por la escasez de alimentos y, por tanto, donde la bolsa I

negra

o

«straperlo» floreció

más.

Igualmente

fue en

territorio «leal» donde

f

animadversión

de un

grupo contra otro.

:fyi i

campaña de los partidos social i si a yfphmunistít-fcontr a quienes pretendían M

hacer al mismo tiempo ta Revolución y la Guerra es constante. En el lado M

nacional

la

censura militar impidió, tanto

en el

primer momento como

en §

las horas cruciales de la Unificación, que Tradicionalistas y Falangistas M

7éÉ0n separados

e 11 tre

ellos

como Soc ia lis i a s y

Anarq

u

ista

s~-

expresara

nlM

gráficamente la profunda antipatía que sentían lo s unos contra los otros. /

15



U n

dibujante catalán ironiza sobre

la

situación

de su

amada región

en la

guerra civil.

Si en el

lado

d e l m a r

tiene

a un

crucero enemigo vigilando

y a u n bombardeando s u s costas,

la

extrema izquierda,

con su

carácter violento

y

anticatalán,

está a ambos lados de la parte española:

El

Consejo anarquista

d e

Aragón

y la

formación

d el

mismo carácter

que s e

movía

p o r

tierras valencianas.

\

á i

i f -

\ •

c

\

•Dígame, ¿cuáles son los limites de Cataluña?

— Al norte con un listón, al oeste con el Consejo de Aragón, al este con

el «Canarias» y al sur con la «Columna de Hierro».

(«Esquella», 30-XII-1937.) Original en catalán

1 6



S i n duda l a m á s dura de las

campañas de los

caricaturistas españoles

en

zona republicana,

t a n

dura

q u e podría compararse c on

la s dirigidas contra los

franquistas, es la del P.C. y la

izquierda moderada contra

el

P.O.U.M.

E l

símbolo

del

puño aplastando a l

repugnante bicho

q u e

hasta

entonces

s e

habí a usa do sólo

a propósito d e Hitler,

Mussolini, Franco o la

Iglesia, l o emplea Bar dasa no

contra

los

«aliados»

del

Partido Obrero d e

Unificación Marxista.

A S I H A T Q U E

APLASTARLOS

11 P. o . u . M. u

(«Ahora», Madrid, 27-1-1937.)

... y Goñi llega a imaginar a l jefe ideal d e l POUM e n complicidad con los franquistas y

dirigiendo

s u s

tiros contra

la

República.

La posició de Trotsky o una avanqadeta del feixisme.

(«Esquella», 12-11-1937.)

17



E l

estallido

de la

revolución interna —POUM

y FA1

contra Gobierno apoyado p o r PSOE y PCE

m á s l o s republicanos moderados— .

hace cambiar

el

orden natural

de las

noticias.

Ahora son los soldados destacados en e l frente

l o s que

esperan saber algo

de la

apasionante retaguardia.

¿Qué?

¿Ha

llegado

ya el

parte

de

Barcelona?

(«Esquella», 21-V-1937.) Original en catalán.

18



Tras la caída d e l POUM como fuerza política

la caricatura partidista se dirige contra los

aliados que los vencidos tuvieron en la iz-

quierda

de la

República. Como

los

«Amigos

d e

Durruti», agrupación anarquista,

a los

q u e Alloza — e n u n difícil chiste— acusa d e

saboteadores de la moral republicana para

vengarse.

Son los «Amigos de Durruti», ¿verdad?

•Si; son

«durrutistas».

(«Esquella», 25-VI-1937.) Original

en

catalán.

19



L a represión contra e l Pa r -

tido Obrero Unificado M a r -

xista y su rama joven, la Ju -

ventud Comunista Ibérica,

fu e feroz después de los suce-

sos de mayo q u e habían p r o -

tagonizado

la s dos

organi-

zaciones

c o n

alguna ayuda

anarqui s t a . L os perseguidos

como único recurso para

h a -

cerse o í r , ya que su prensa

había sido suprimida, a c u -

dieron

a las

pintadas

c a -

llejeras. S e repitió incesan-

temente «Gobierno Negrín,

¿Qué

h a s

hecho

d e

Nin?»,

el

jefe trotsquista desapareci-

do, y otr as protestas, como la

que lee e l

protagonista

de la

caricatura de Graus. El pie,

en su crueldad, indica c la -

ramente d e q u é parte es-

taban la s s impat ías d e l dibu-

jante

de la

«Esquella».

¿Ves?

Ya los han

soltado.

(«Esquella», 15-X-1937.) Original

en

catalán.

—No se los puedo dar a menos de cien pesetas

porque me juego la cabeza.

L a

escena típica

en un

comercio

d e

Barcelona

durante

la

guerra .

La

compradora mirando hacia

la

puerta

p o r

t emor

de ser

descubierta

en el

ejercicio

d e l «estraperlo», e l vended or

advir t iendo

d e l

peligro

q u e

corre y la necesidad d e

pedirle e l abusivo precio

(¡cien pesetas

d e

entonces ).

(«Esquella», 17-IX-1937.) Original

en

catalán.

20



LA LEY DE LAS C O M P E N S A C IO N E S , por Bagaría

. . . y

Bagaría reflejará

el

contraste

entre

la

cliente delgada

y m a l

vestida

y e l

florido aspecto

en

carne

y joyas d e u n a comerciante que

cuando mejor vive

e s

cuan do peor

se

vive.

La vendedora de pescado.

— No sé por qué será que

cuanto

más

enflaquecen

mis

clientes,

más

engordo

yo.

«L a Vanguardia», 15-X11-1936.)

Entre otras deficiencias,

la

España republicana

se

encuentra

con la

falta

d e

moneda fraccionaria d e

cuyo acaparamiento

se

acusa a la «quinta

columna». Tras titular su

caricatura «los bares

devuelven el cambio c on

vales», el dibujante de la

«Esquella»

s e

refiere

a un

asombroso beneficiario

de la

situación:

las

fábricas de cartón.

(«Esquella», 20-IV-I937.)

Original en catalán.

-Ahora nos va muy bien. Fabricamos cartulina

fraccionaria.

21



Otra forma de se r

asocial

e r a acaparar,

la clásica manera con que la gente reacciona

ante la amenaza d e u n a carestía d e algún producto,

especialmente

de los

alimenticios.

E l dibujante Gallo

h a puesto énfasis en la expresión malvada

de l enemigo de la causa.

(C.N.T.,

1

l-IX-1936.)

2 2



Si el acaparamiento es típico e n circunstancias bélicas,

típico e s también el intento gubernamental

para acabar c o n u n a situación q u e automát icamente encarece la vida

y disminuye la moral de la retaguardia .

E l dibujante republicano Subi (Subirana)

muest ra

la

repetida escena

d e l

hallazgo

y la

excusa.

Aunque esta

vez la

excusa

se

haya pasado

d e

ingenua...

¡O s hemos descubierto ¿Para qué queríais tantas judias?

Oh,

eran sólo para jugar

a las

cartas...

(«Esquella», 5-111-1937.) Original

en

catalán.

2 3



L a

creación

d e

comités

de obreros en las

industrias catalanas

produjo

u n a

reacción

desfavorable

en la

burguesía y el pequeño

comercio de la región.

La

acusación mayor

era la de

enriquecimiento

fraudulento de sus

componentes;

la

menor,

la de la

absoluta ineficacia d e

su

labor. Cuando

la

fuerza

de la

CNT-FAI

—principal propulso ra

d e

esos organismos—

empezó

a

decaer tras

los sucesos de mayo d e

1937 sus enemigos

pasaron

a

contar

públicamente

lo que

hasta entonces decían

en voa baja; como en

este chiste d e

«Nyerra».

(«Esquella», 16-VII-1937.)

Original

en

catalán.

1. Cómo imaginan lo s malintencionados

las actividades de un Comité.

2.

Cómo

son en

realidad,

la s

actividades

de un Comité.

24



Para e l d ibu jan te de la fracción

moderada d e u n a Cataluña republicana

la

cosa está clara. Cuando

la

extrema

izquierda —trotsquistas, anarquistas—

colectiviza

u n a

industr ia

no les

guía

el

propósito

d e u n a

mayor justicia social

y

un

repar to

m á s

equi ta t ivo

de los

beneficios.

L es

atrae sólo

e l

lucro

inmediato. La form a gráfica c o n q u e s o n

present ados esos revol ucion arios n o está

m u y

lejos

d e l

t ra to

de que l e s

harían

objeto

lo s

dibujantes nacionales.

(«Esquella», 28-V-1937.) Original en catalán.

¿Qué? ¿La colectivizamos?

No. Esta no da leche...

LO S VALIENTES

—Que

lo

diga

mi

mujer:

Yo no he

retrocedido

nunca ante

un

obstáculo.

El soldado vuelve d e l frent e herid o pero

el que se ha

quedado

en la

retaguardia

no le pe rmi te q u e cuente s u s hazañas. E s

él, bien abrigado, bien comido, con su

puro en la mano e l q u e canta su s prop ias

glorias mientras

la

esposa, puesta

d e

testigo,

le

mira entre aterrorizada

y

escéptica. Goñi es e l testigo.

(«Esquella», 26-11-1937.) Original en catalán.

A menudo la caricatura sirve a u n a consigna

política d e l momento q u e s e expresa e n u n a serie

d e

dibujos distintos pero

c o n u n

mensaje común.

P o r

ejemplo:

E n l a

España republicana

la

idea

d e

crear u n ejército popul ar q u e unifique y di scipline

distintas milicias para ma yor garant ía d e victoria

topa

con la

enemiga

de la

extrema izquierda,

q u e

n o

quiere renunciar

a sus

fuerzas propias.

E n esa

act i tud

«

Kalders»

ve un

in tento

d e

evitar

la

ida a l

frente;

a s í u n a

familia

h a

encontrado

e l

s is tema

d e

«emboscar»

a l

niño.


en

catalán.

MOVILIZACION

—¿Y tú también tendrás que ir a la guerra, Luisi-

to

—¡Nooo Yo he ingresado en una de esas orga-

nizaciones tan revolucionarias que se oponen a

la formación de l Ejército Regular.

2 5



... y Goñi intentará hacer odioso el aspecto de l miliciano q u e confunde la voluntad d e luchar

p o r u n a causa con la de hacer frivolamente lo que le venga en gana.

Yo, como so y voluntario hago lo que me da la gana

(«Esquella», 23-Vl1-1937.) Original en catalán.

26



E l soldado pasa a l fondo cam ino de su servicio y cierra los puños d e rabia ante e l espectáculo.

Unos señoritos

q u e

todavía

no s e han

enterado

d e q u e h a

empezado

u n a

guerra

y u n a

revolución

y

siguen ensombrerados

y

encorbatados

y

engominados el los, enjoyadas

y

bien

peinadas ellas

en

cafés elegantes.

(La estampa se refiere a Madrid. E n Barcelona, mucho m á s proletar ia en su cl ima d e guerra,

e ra

impensada

y

hubiera sido imposible).

iMadrff. ciudad atogrt

y

confiada.» ( >•* discurso d e n u e s t r a c o m p a ñ e r a M o n U e n v . )

i Q U E V E R G Ü E N Z A ?

(«C.N.T.», 8-X-1936.)

27



.. . Aunque e se mismo soldado,

según otro caricaturista, se siente a veces en otro café presumiendo

de lo que no

debe.

C A D A C O S A

E N S U

S I T I O ,

p o r

R o b l . J . n o

Para tomar café no hace falta fusil.

(«Claridad», 29-IX-1936.)

28



Con e l final de los «sucesos d e mayo» en

Barcelona,

e l

Gobierno Negrín intenta

acabar

c o n

organismos políticos militares

q u e

actúan

a l

margen

de l a s

orientaciones

gubernamentales, especialmente

los que

intentan hacer la Revolución a l mismo

tiempo que l a Guerra.

La disolución del

Consejo f u e aplaudida p o r «Frente

Rojo» d e Valencia, mencionando «el

despojo de los campesinos, lo s desafueros

constantes a la sombra de los fusiles...».

Aníbal Tejada lo explica m á s sucintamente

c o n este dibujo.

(«ABC» de Madrid, 13-VIII-1937.)

29



Con la

censura

e n

ambas zonas

la

gente tendía lógicamente

a

ci rcular verbalmente

l o q u e n o

podía leer en los periódicos. E r a e l rumor . E n muchos casos se trataba sólo d e u n lógico

sucedáneo;

e n

otros,

s in

embargo,

e r a

maniobra

d e

origen político

q u e

intentaba minar

l a

moral de la zona. Entonces se llamaba «bulo» contra e l q u e tomaban medidas la s autoridades

y atacaban caricaturistas como Puyol.

Galena d a delincuentes, p o r Puyol

El Bulo: ¿Con q u é t ra je m e ves t i ré h o y , q u e m á s daño haga en la r e t agua rd i a?

(«Frente Rojo», 1-11-1938.)

3 0



Había

u n a

«quinta columna»

activa, espía y saboteadora, y otra

pasiva

que s e

conformaba

c on

lanzar rumo res contra

la

República

y

propagar

la s

noticias

q u e o í a

todas

l a s noches escuchando l a s radios d e

la zona nacional. Bartolozzi la

retrata

e n

este tipo

d e

matr imonio

burgués.

«L a Vanguardia», J6-III-1938.)

El

vago,

e l

antisocial,

es

ele mento poco grato

en

cua lquie r sociedad, pero

e n

tiempos

de

guerra

su

papel resulta

m á s

aborrecido. López Ruiz hace

u n

fácil juego

d e

palabras

con la

organi-

zación máxima

d e l

Estado Nacional.

— N O S E PO R Q U E

DICES

Q U E

ERES PARTIDARIO

DEL

MOVIMIENTO

DA EN LA CAMA. (POR LOPEZ RUIZ.)

(«ABC» de Sevilla, 25-11-1937.)

31



L a propaganda d e carteles

en la

República

f u e

intensa

a l principio de la guerra y

s u s consignas abarcaban

desde el consejo contra los

espías hasta

el

impulso para

la

victoria final.

E n

algunos

casos el entusiasmo llevó a

lo s creadores a pedir a la po-

blación cosas generalmente

difíciles

d e

solucionar

por e l

ciudadano particular, como

la

famosa consigna: ¡Haced

tanques Kalders ironizó

so-

b r e ella.

KALOSRS

—¿Qué hacéis?

—Tanques, tanques, tanques

que son e l ve

hiculo de la victoria.

(«Esquella», 6-11-1937.)

Durante toda la guerra hubo «pacifistas», gente q u e aspiraba a detener la sangría nacional c on

una pa z de

compromiso,

l o que

irr i taba tremendamente

a los

belicistas

d e

ambos bandos.

Gerardo,

en la

España franquista, muestra

la

posición estratégica

d e l

conflicto para concluir

q u e sólo puede terminar con la victoria de su bando, rechazando el compromiso.

¿PUEDE

T A X A D I E

ES P ER A R

Q U E

ESTA PARTIDA

Q U E D B E N

TABLAS?

«E l Diario Vasco», 20-VI-1937.)

3 2



En la

España republicana

se

impuso desde

el

pr imer momento

y

como reacción contra

la

derecha promovedora de la guerra u n a tuendo q u e estuviera l o m á s lejos posible d el aspecto

d e l señorito... lo que obligó a quienes lo eran a mudar to ta lmente su apariencia. Robledano

ironiza sobre la rápida transformación.

O

T E M P O R A ,

O

M O R E S " ,

P

o r

R o b l . ' J . n o

Uno de los

muchos distinguidos antiobreristas antes

y

después

del

17 de julio.

(«Claridad», l-VIII-1936.)

3 3



.. .

Porque

en los dos

lados

de la

trinchera

se valora e l presente de los hombres,

pero también

se

tiene

en

cuenta

su

pasado.

«As» satiriza aquí u n personaje m u y típico en la guerra,

e l q u e jugó la s car tas que l e convenían personalmente

m á s q u e l a s q u e servían a u n a ideología cualquiera.

Pues yo, para salvar la vida, estuve tres meses en un Comité d e

la C.N.T.; luego salí con e l encargo d e comprar armas, pero para

perjudicar

a los

rojos,

m e

quedé

el

dinero,

me lo

gasté

y

ahora vengo

incondicionalmente al lado d e Franco.

(«Domingo»,

de

1938.)

34



U n a forma de evitar la

llamada afilas e r a alca nzar

la categoría d e

«insustituible»

por su

t rabajo en fábricas o

talleres. E l dibujante

Guasp presenta

a l

«vivo»

de la zona republicana,

intentando valorar

s u

«exploit» matrimonial

como pretexto bélico.

«L a Vanguardia», 27-XII-1938.)

ALICANTE,

DOF

—¡Qué artículos

más

bonitos

voy a

escribir sobre

la

heroica defensa

de

Madrid cuando vuelva yo a Madrid

L a diferencia entre glosar heroísmos y

compart irlos

se

muest ra

en el

chiste

de

Sawa.

(«Heraldo de Madrid», 9-XI-1936.)

35



La obsesión de la retaguar dia republ icana es

la

«quinta columna»,

q u e s e

considera

p a -

gada

y

apoyada

por los

servicios secretos

alemanes e italianos. E sa red de espías y sa l -

vadores se crece y alegra con la desunión

entre

lo s

antifascistas

q u e

provocaron

e l

mayo

de 1937.

Aníbal Tejada simboliza

en el

castigo

la ne-

cesidad d e evitar sucesos parecidos.

(.ABC»

de

Madrid, 28-IX-1937.)

3 6



E l problema

catalán

y vascongado

L a

intención «nacional»

d e

te rminar

con las

libertades catalanas está clara desde

sus

primeros manifiestos

y la

caricatura republicana alude continuamente

a

ella.

E n

este caso,

Goñi apunta la paradoja d e querer españolizar u n a región con l a ayuda de moros, alem anes e

italianos.

CONSIGNAS FACCIOSAS

Vamos a españolizar Cataluña

'«Esquella

de la

Torratxa», 5-111-1937.)

3 7



Para e l dibujante «nacional»

la idea

del

separatismo,

apar te

de un

c r imen

d e

lesa

patria , es un suicidio político

y humano; cortar la r a m a de l

árbol patrio

n o

significa

liberarse sino caerse

en la

sima para siempre.

«L a Ametralladora», 30-1-1938.)

Esquema gráf ico d e l cerril separaffsmo cafafárt.

LA

ACTUALIDAD

D E U N A

FRASE,

por

Bagaría

—¡Má» vale morir d e p i e q o e vivir J o r o d i l l u

E n marzo de 1938 las bombas

nacionales caen intensamente

sobre Barcelona. Bagaría,

residente en la capital catalana,

recuerda

la

frase

de la

Pasi onaria

y la aplica a u n payés erguido y

c o n

expresión determinada

d e

resistir.

«L a

Vanguardia», 10-IV-1938.)

3 8



MORAL CRISTIANO-FASCISTA

¡Qué sacrilegio atreverse a rezar en vasco

en la

misma iglesia

(«Esquella», 10-VI-1938.) Original en catalán.

La

convicción

del

bando

nacional

de

que la

unidad

española

y el

catolicismo

son

elementos

indisolubles

es

reflejada

en la ironía

d e

Porta,

desde

la

zona

republicana.

39



E l bombardeo

O

En la Primera Guerra Mundial había habido intentos d e atacar desde e l aire y desde tierra

poblaciones de retaguardia, pero en la contienda civil española e l experimento llegó a re-

sultados durísimos q u e produjeron la escandalizada reacción mundial . L os órganos propa-

gandistas

d e

ambos lados estuvieron totalmente

d e

acuerdo

e n

culpar

a l

enemigo

de l

ataque

premeditado contra

la

población civil mientras

s u s

propios aviones sólo atacaban obje-

tivos militares.

U n a

trágica

ironía resulta

de la

queja

p a -

ralela. Así en e l d ía de No-

cheb uen a, Guasp fingirá

u n S a n

José preocupado

por e l

naci-

miento de l vástago y u n médico

q u e asocia e l concepto «niño»

con e l que l e ap l i can los

enemigos.

«L a Vanguardia», 24-XII-1938.)

EN EL PORTAL DE BELEN, p o r Gaaip

•—¿Qué, doctor?

—¡Espléndido

¡E s

usted padre

de un

rollizo «objetivo mi litar ...»

4 0



B O M B A R D E O

D E

A V I A C I O N M A R X I S T A '

A B U E L A , ¿ D Ó N D E N O S C OB I JAMOS?

E N C UAL QUI E R s i r i o Q U E NO E ST É MAR C ADO C O N L A CRUZ ROJA. ( P O R LÓPEZ RCIZ.)

Por su

parte ,

e l

dibujante

de la

España Nacional

insinúa, a través

de su chiste, q u e

el avión «rojo»

apunta

preferentemente

a los hospitales

para llevar a

cabo su labor

terrorista.

(*ABC»,

Se\'illa,

16-VI-193

7.)

L A V O Z D E S U A M O , po r G u u p

Vale más que leas lo s pueblos que no vamos a bombardear y as í acabarás m á s

pronto.

A

veces

la

Radio Nacional

informaba a sus

oyentes d e l otr o

lado

de los

«santuarios»,

pueblos o

barrios donde

podían

refugiarse

los

civiles ante

e l

bombardeo q u e

se avecinaba.

Guasp pinta

a

Mussolini

recomendando

sarcásticamente

a Franco e l

camino

contrario.

(«La Vanguardia», 2-XII-1939.)

41



A l a s reitera das acusaciones repub lican as d e bombardeos a lugares d e beneficencia, acciones

probadas a veces c o n fotografías, el dib ujante nacional A s replica c o n u n a explicación gráfica.

Esos hospitales

s o n

generalmente usados para fines

m u y

distintos

d e l o s q u e

mues t ra

s u

bandera .

(«Domingo», 10-X-1937.)

4 2



L as zonas

cercanas a l

puerto

d e

Barcelona

y

Valencia son

las más

castigadas por

la

aviación

nacional.

Guasp

relaciona

la

suerte de los

q u e habitan e n

la

popular

barriada

catalana

con la

de un grupo

racial

d e

cuya

suerte

en

manos «nazis»

empieza a

enterarse e l

mundo

en 1938.

SENSIBLERIA, por Guasp

—¡Pobrecho» judíos,

qué

pena

me

dan . . .

—Si,

señora.

Los

tratan peor

que n

fueran vecinos

de la

Barceloneta.

(«La

Vanguardia», I2-XII-1938.)

c

V I O A

M A D R I I . C Ñ A

« •

- B u o n o , l « d « J O ' a u « t o a p o r q u « * n o

q u l a r o p ® r d « r

« I

o b ú s

c a o i b ' U n a .y

media

Generalmente

e l

bombardeo

d e u n a

ciudad

es denunciado dur amen te

p o r s u s

defensores

y

ocultado, o a l menos

minimizado, por los

agresor es, pero este chist e

d e

Tono

e s u n a

excepción.

L os obuses caían

efectivamente

con

regularidad desesperante

sobre

el

centro

madrileño.

(«La Ametralladora»,

febrero de 1939.)

43



... y s u

efecto des tru cto r lleva

a la

desesperación

y a l

ansia

d e

vengarse

de l a s

mujeres

q u e

Puyol

refleja

en

«Frente Rojo».

NUESTRO ODIO

P o r

Puyo

LA VICTORIA NOS VENGARA

(«Frente Rojo», 18-111-1938.)

4 4



"

m&m

mm&Fym

Las

coordena4as§resultan claras

desde el principio de ta guerra. Están

al

iado

de la

República,

la

URSS

y Mé-

jico; dudosas, Francia

e

Inglaterra;

enemigas mortales, Italia

y

Alemania.

.

, n a

Esta situación

se

reflejará fielmente

en la

caricatura

con ¡a

única

ex-

cepción de la prensa anarquista que

dudará

de ta

sinceridad

de la

ayuda

rusa

y asi lo

hará Constar hasta

que el

gobierno

de

Valencia prohiba cual-

quier alusión malévola

a la

gran

amiga soviética. :

••

;

#f í

;

: :

t f í j f

| f *

|¡?|í-

%

Erz la zona Nacional, naturalmente,

las premisas son las contrarias y la

sátira

se

hará siempre primero contra

el oso

moscovita

y

después contra

las

corrompidas democracias Francia

e

Inglaterra

que, a

pesar

de lo que

digan

én la

España republicana, apoyan

eficazmente

a

ésta

en su

lucha.

...como lo muestra la petición

de un Azaña-niño

a la República francesa

en su

símbolo

de

Mariana.

M a r i a n a : —

Manoliri, ¿qué quieres

que

te regale el dia de Reyes?

Manol ín : —Pues poca cosa: cañones,

barcos y muchos aviones.

(«El Diario Vasco», 6-1-37.)

45



Para e l dibujante de la «Esquella», e n cambio, e l Comité d e N o Intervención e s u n a farsa d e

la que se

aprovechan sobre todo Hitler

y

Mussolini.

LA CABRA Y L O S CABRITOS

(«Esquella», 19-11-37.)

46



'Uso de.

ninguna,

manera.... ¿er/'z.

'¿SUSfor/o' demésúdo/,

¿SENTIMENTALISMOS AHORA?

El Comité d e N o Intervención, la Sociedad

d e Naciones se presentan siempre en e l lápiz

republicano como tímidas organizaciones

q u e prefieren la t ranqui l idad a la justicia.

Aníbal Tejada refleja e s a situación en el

intento d e l ministro d e Asuntos Exteriores

de la

República

d e

plantear

l a s

reivindicaciones

a q u e

cree tener derecho.

Gallo

y

López Alarcón tam bi én creen

que la

idea de no interv ención significa sólo deja r

a la par te m á s débil — la República— e n

manos d e s u s enemigos Hitler y Mussolini;

en la

última viñeta

s e

dice

e n

forma gráfica

lo que

tantas veces

se

repetirá

p o r

escrito.

Francia pagará

e s a

falta

de

asistencia

a l

español d e izqui erdas siendo víctima de sus

enemigos tradicionales que le cogerán

«dormido».

(«ABC»

de

Madrid, 2-X-37.)

Cosas

de la

diplomacia

q ue tienen

m u y

poca

gracia

ff

/

S^ r

Av J /

m

v a

^ | | | H

(D E

GALLO

Y LOPEZ ALARCON)

Franco nos da la castaña

y

empieza

a

gemir España.

La

ambición

de los

bandi-

[dos

no s

coge desprevenidos.

Y

otros pueblos bandoleros

se

aproximan

los

primeros.

u

V »

Para

dar el

empujón

viene

la *no

intervención».

A la que

¡con elegancia

se unió el Gobierno de

[Francia.

Esto

de la «no

injerencia»

es

muestra

de

incons-

ciencia.

Porque siempre llega tarde

a la

batalla

el

cobarde.

(«Solidaridad Obrera», 30-1-38.)

47



... y

otro compañero

d e

ideología plasmará

e n u n a

historieta muda

la

vieja historia

de l

hombr e fuerte l lamado a defender a u n amigo ante la insolencia de un matón y q u e acaba

consolando

y

llevándose

a la

llorosa víctima

e n

lugar

d e

vengarla.

E n

este caso

lo s

perso najes

son e l

mercante inglés

c o n

provisiones para

la

España republicana,

e l

submarino pira ta

d e

nacionalidad italiana que le dispara y e l buque d e guerra d e S . M . Británica c o n m á s

apariencia q u e agallas.

(«Esquella», 10-IX-37.)

48



Bagaría ironiza de la ceguera y sordera

voluntarias

q u e

parece tener Inglaterra

ante la s medidas agresivas q u e están

tomando continuamente lo s países

totalitarios.

E N E L D I A D E L JU I CIO FIN A L, p o r Bagaría

OIOS.— ¿EiUn todo»?

S A N PEDRO.— Saffor, lófo fal ta Ing'at trra, q u e n o i « h a anta raJo .

(«La Vanguardia», 13-XII-36.)

...Esperanza

q u e s e

desvanece cuando

Chamberlain destituye a l ministro m á s

dispuesto a luchar contra la hegemonía

hitleriana. Bagaría dibuja

lo que

Antonio

Machado escribía en la s mismas páginas

de «La

Vanguardia»

p o r

entonces. Entre

lo s intereses comerciales y los geopolíticos,

la

duda

se

resuelve

a

favor

de la

«City».

E D E N S E V A , p o r B i p r í i

(«La

Vanguardia», 22-11-38.)

A lo largo del año 1938 los cronistas republicanos

siguieron anhelantes

la s

reacciones inglesa

y

fran-

cesa ante la s provocaciones bélicas d e Hitler y

Mussolini. L os caricaturistas comparten esta ac-

titud pendientes

de un

cambio

q u e

podría

sig-

nificar la salvación de la causa antifascista. Baga-

ría es el termómetro gráfico d e esas evoluciones.

Como cuan do se esperanza ante u n a protesta m á s

enérgica

q u e d e

costumbre

p o r

parte

de

Londres...

NUNCA E S T A R D E . . , p o r B a g . r í »

E L L E O P A R D O I N G L E S . — ¡ V a y a S < m e i g o t é l i f i e m a

(«La

Vanguardia», Barcelona, 9-11-38.)

... Y el

resultado

es la

derrota moral

y la

humillación

de la

Gran Bretaña.

Aquel leopardo q u e s e encolerizaba

h a pasado a s e r u n a alfombra

a los

pies

d e

Hitler.

L A H E L D t l IF.O?ARL 1 , p o r C a g ü i l

ágil da la selva, j quedas desollado y a mis pies.

(«La Vanguardia», 6-1II-38.)

4 9

L A O T K , — i P i a t i i jo y TÍ ol a f r t x o l . . . M i dio-.co u « p t fcmro.



Bagaría n o cesará

s in embargo en sus dibujos alegóricos

que a menudo equivalen a un editorial d e amplio espacio.

Constantemente insistirá

en la

tesis

de que l as

democracias tienen

q u e

ayudar

a

España

— la republicana, naturalmente—

aunque sólo sea po r egoísmo,

para n o convertirse luego

en las

víctimas

de l E je

Roma-Berlín.

7

V

•y * 4"

EL GALLO FRANCÉS. — ¿ N o crecí q u e h&flegado el momento d e gritar ¡Viva Es pa ña 1

EL LEOPARDO INGLÉS. — ¡Calma, ca lm aí. . La no intervención...

EL GALLO FRANCÉS. — L a n o intervención acabará p o r ahogar en nuestras g a r -

gantas lo s vivas a Inglaterra y a Francia.

(«La Vanguardia», 23-111-38.)

50



mmsmm

m¡mm

&£&

%• #&••

M a s y o

gasto camiseta

O

desnudo estoy contento,

s in

tener

u n a

peseta. co mo aquel hombre

d e l

cuento.

(«Ahora», 24-1-37.)

De color negro l a s vendo,

pasen ustedes corriendo.

Este género no es basto,

se venden a todo pasto.

Hitler y

Mussolini

contra

el

pobre

español. Del

Arco

ve así la

triste

situación en

que se

encuentra

quien

se

niega

a

dejarse

tentar

por la

camisa

parda y la

negra, y

acaba,

desnudo

y

descubierto,

ante

la

mirada

hostil

de los

d o s

hombres

del Eje .

51



EL

SEMBRADOR

DE PAZ.

porRiveroGil

«Quien

siembra

vientos recoge

tempestades»,

parece

querer decir

e l

dibujante

de «La

Vanguardia»

en la

historieta.

U n

Mussolini

seguro

de sí

mismo

en la

dispersión

d e

aviones

y

bombas

mortíferas

sobre

los

campos

españoles,

encuentra

asombrado a

víctimas q u e

llevan su

misma

sangre.

Los

caídos en la

derrota

italiana

d e

Guadalajara.

52

(«La Vanguardia», 25-V1-38.)



E n u n a caricatura de la

zona republicana la URSS

aparece

m á s q u e

como

aliada s in tacha, como la

cínica cómplice

de

Hitler

y

Mussolini

c o n

quienes

divide zonas

d e

influencia.

L a

idea anarquista

e s

excepcional

y

será

m u y

difícil encontrar algo

similar

en el

futuro.

(«CNT», 20-X-36.)

EL VIGÉSIMO ANIVERSARIO DEL EJER CITO ROJO, por Bagan

EL

OSO

RUSO.

— Yo reh ht

i r m u para «segurar la paz. V

OJO

r o» o» armíii

para desencadenar

la

guerra. ¡Malditos seáis

Lo na tura l es presentar a l

aliado soviético como

aman t e

de la paz y de l

progreso. Así distinguía u n

dibujante republicano

el

hecho

de

a rmarse

d e

amigos

y

enemigos. Aterrados ante

t a l

fortaleza miran asustados

u n

alemán,

u n

italiano

y un

inglés.

(«La




Y l o s amigos, naturalmente, no se equivocan nunca. Cuando lo s gran des procesos o pur gas

del 37 y 38 en Moscú, e l d ibujante d e l «Frente Rojo» español mostrará cuál es la idea q u e

preside e l juicio. Y ante t a l firmeza se aterrará la quinta columna española asociada, según e l

pensamiento comunista ,

con los

trotskistas

d e l

POUM.

L A

C O L U M N A .

—

¡ P O B R E C I T O

L E V A N A

A R R A N C A R H A S T A

L A

O A B EZA

(«Frente Rojo», 9-1II-38.)

54



País lejano, país odi ad o

y

compadecido.

De la

vida diaria

e n

Rusia

lo s

di buja ntes nacionales

d a n muestras dramáticas como ésta.

(«Domingo», 21-11-37.)

Toda

la

simpatía republicana hacia

la

URSS

se

convierte

en la

zona nacional

en

odio y repugnancia. Como l a q u e siente u n a

«Carmen» española rechazando —cuchilla

en mano por s i resulta necesario— los

avances

de un

repelente soldado

con e l

clásico gorro puntiagudo ruso.

¿Es

v*rdad

qua has

(anido

un

hijo» Sonia?

(Pobra angalitol

¿Ha

nacido muerto?

lHa

nacido vivol

(«Domingo», 21-II1-37.)

5 5



... y cuando saben q u e h a n sido llevados a é l unos centenares d e niños españoles refugiados,

conciben su situación e n estas circunstancias...

(«La Ametralladora», 20-111-38.)

56



z í í

ZONA ROJA

Su nombre7

'arenko Kuprindinsklpof.

¿Nacionalidad?

Española.

Si

para

la

propaganda republicana

la

España Nacional

estaba llena de alemanes e italianos,

para

la

Nacional,

en

Madrid

y

Valencia,

n o había m á s q u e rusos enmascarados tras u n

pasaporte español. Como

e l que

retrata Tono...


Aunque también

se le

puede reconocer

po r su

atuendo. Tono pondrá

a la

presencia

d e

rusos e n España u n toque característico de l humor

nuevo

d e

entonces:

a la

risa

por e l

absurdo.

(«La Ametralladora», Febrero, 1938.)

57



La opinión

de los

dibujantes

republicanos

é •

es

unánime.

Los

extranjeros

son los que

mandan en

la

España

Nacional.

Cuando

Franco se

dirige

a

ellos

lo hace con

su

presencia,

pero

la voz y

el

gesto

son

de quien tira

lo s

hilos.

58

(«La




LA ACTUALIDAD

E N CARICATURA

EL S U E N O D E L «FÜHRER»

E N ESPAÑA

—Aquí

no hay más

español

que yo; los

demás

los he

fusilado.

Especialmente

el jefe alemán

resulta e l amo

absoluto; aquí

vestido de

andaluz con

u n a «española»

también d e

pandereta que

representa a

Mussolini,

Hitler muestra

su seguridad e n

el

sitio

q u e

ocupa.

(«Ahora», 20-1-37.)

59



Así , «Oselito», e l personaje d e Mart ínez d e León, puede soñar q u e siendo

español resultaba u n extranjero e n u n a zona donde todos eran alemanes,

italianos

o

moros.

Aventuras

de la

invasión

-

Oselito pricionero

OSELITO: —Estaba tomando nota en I . . .me sentí cogío por la retaguardia. ¡Eran

er frente porque no me gusta que me m is cordiales enemigos «Salchicha» y

cuenten la s cosas, cuando... I «Macarroni»

l j

- 4 » — —

M e llevaron al control de la «no inter-

vensión» entre grandes gritos de pro

testa: ¡U n extrangero ¡Hemos cogío un

extrangero

En esto desperté. Sino, ¡fijarse en er

compromiso q u e pongo a Negrín Porque

allí era yo má extrangero que Fú Manchú

entre nosotros.

(«Frente Rojo», 23-IX-38.)

6 0



... En cuanto a la italiana e s sobre todo

colaboración en los medios de mata r . E l

dibujante

d e

«Ahora» muestra

a un

Franco cubierto d e sangre ajena y

recibiendo de Mussolini u n regalo m á s

mortífero

que los

usados hasta

el

momento: e l gas venenoso. (No hay

noticia

de que se

emplease

en la

Guerra

Civil.)

R E G A L O

D E

N A V I D A D

(«Ahora», 3-1-37.)

Toma, hijito,

te has

portado bien

El

oficial fascista queda admirado

de la

ayuda alemana


La presencia de

tropa

extranjera en

u n país puede

producir

lógicamente

problemas d e

tipo conyugal.

E l

dibujante

d e

la «Esquella»

h a

querido

imaginar

a l

militar español

aterrado ante

l a

iniciativa

sexual

de su

aliado.

61



La

soga

en

casa

del

ahorcado (aventuras

de la

invasión)

t l ¥

ü « i

-

M

íms&r::

»

, ••

H ;S

m'rn.

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mMm

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mZ-

x rScv^B

f ^

KRi

FRANQUITO. A/o

como,

¡ea , no

como

;

frasfa

que no me

los

eche

del

Ebro,

no

como.

D O N

BENITO. —

¿Pero

más

que

estoy porfiando?

Si no se

quieren ir, ¿qué hago?

FRANQUITO. —Otra ofensi-

va.

L a animadversión republicana a Hitler

se teñía en e l caso d e Mussolini, de un

cierto desprecio hacia l a s virtudes

militares italianas, desprecio que la

batalla

de

Guada la ja ra

n o

hizo

m á s

q u e confirmar. Martínez d e León

muestra e se espíritu en la historieta d e

«Frente Rojo».

D O N

BENITO. —¿Por dón-

de?

FRANQUITO.

—Por Guada-

lajara.

D O N BENITO.

—¡¡Nooo...

(«Frente Rojo», 13-X-38.)

62



La

España

fascista e s una

pura entelequia

q u e

caería

sin

duda en cuanto

dejaran

de

apoyarla Hitler

y

Mussolini.

Y

aún as í ni

ellos

pueden

apuntalar la

fachada

agrietada según

A.

Tejada .

(«ABC» de Madrid,

3-VIII-37.)

A D R I D. —Miliciano I nte rna cio nal q u e n o h a aaaainado a

nadie

y q u e

está siendo estudiado

p o r l a s e m i -

nencias méd icas de i a zona roja.

L a

aparción

de las

Brigadas

Internacionales en

el

frente

republicano

produce en el

enemigo

u n a

reacción

propagandística

d e gran

envergadura.

Los

extranjeros

llegados

a las

filas

déla República

eran, para

los

dibujantes

y

comentaristas

nacionales,

«la

hez»

de la

tierra.

Lo

normal

en sus

filas era e l

criminal nato,

apunta Tono...


9-1-38.)

63



.vKvK

» 1

I

•-•í.-i ̂ .-A ;...

BHPttflfl

.

"¿

.

£ 7

retraía deformada de los políticos

1 u

'

f s una ante en la caricatura política de la guerra.

mimíXpn general

se

sigue"una pauta

j g >§

'^Xf^^wMristtiái físicas

mas

destacackis

de

neo se

destacará siempre

la

pequeña estatura

8

y en

muchos casos,

un

aire afemim^

tim'Hi^^^^ue nació'vozatiplüi

y su poca afición a Wmmtura feme

n

'

ina

> wlBNA

ma legendaria entre sus antiguos compañeros de ejército. |j

misma tradición dará

un

Queipo

de

Llano entregado continuamente

a

botella o al baile flamenco...

I la do co

nirario pondrá

su

principal mira

en el

aspecto físico deManuelAzañai

adquirtMmcarücteiX^&ptal^UBKKKtKM

WmMz»M-• -i.í.mmIlL.

. '''m. Mi

WSmSm•••%-• H¡MHR6£&H

-ir

%ssív

«

mientras una £

rematada

por la

boina vasca.

Más

difícil, cómicamente hablando, resultada cara

de

Negrin

que por

ello «saldrá» relativamei

ate

poco

en la

caricaUira MacioriéM

5Í /

protctgpnis}rW

• f f i i l l I IMl i l S í i l f f

. :f1 ;

Para

él

dibujante izquierdista

- ; ;

l i l i

el

cura aparecera siempre

con

ornamentos sagrados

que

contrasten

con su

actitud belicosa

o

sexual

I II

| | l l i i g i l • mientras

que

para

el

las

milicias populares irán

II

incluido

el

puñal

y con

aspecto

de

piratas.

mm

müxSvf̂ M̂ .r5

64



Detrás, unos patibularios

c o n

unos sacerdotes asesinados

a sus

pies, analfabetismo

en los

letreros, botín procedente

d e

robo... Delante,

d e

cara

a l

público

que se

supone

in -

ternacional, Prieto, Ossorio y Gallardo, Azaña co n Companys e n u n modesto segundo t é r -

mino, intentan ofrecer

a l

mundo

con su

dulce

y

pacífico nar do

u n a

imagen

de la

República

que no

permita

ve r lo que

ocurre entre bastidores.

LA COMEDIA DE LA REPUBLICA

L a

rea l idad t ras

l o s

le tones .

(«Domingo», 29-V111-1937.)

Por una vez la car icatura e s amable y en

lugar d e agresividad lleva admiración y

afecto. Bagaría saluda

a l

mejor estratega

de la

República, responsable

de la

acción

m á s lograda d e toda la campaña contra

Franco hasta entonces:

la

toma

de

Teruel.

— Y o h e sen t ido u n a emoción p ro funda . Me he

en amo r ad o

d e u n

hombre .

U n

h o mb r e

q u e e s

todo u n Hombre. Y a d e m á s e s general . Pero s u

profesión

n o m e

importa. Admiro

en su

nombre

al hombre . Y aun que vis ta e l honroso uni forme

d e l Ejército Popular, e n é l culmina s u amor a l

pueblo y a la c a u s a de la l ibertad. ¡Salud, gene-

ra l

65



Manuel

d e l

Arco hace

e l

resumen gráfico

d e u n a ñ o q u e

pesa

en la

historia

d e

España

y lo

hace

c o n

cierta melancolía.

E l

final parece pedir

la

consigna

d e l

socialismo

d e

izquierdas

a cuyo ideal seguía el periódico «Ahora».

turnado

racL/uvouacma

Como no se estaba

quieto

botaron a don Niceto.

Hitler y Mussolini

ayudan

por lo

«bajini»

Pórtela era presidente

sin el placet de la gente.

Y aquí, que a nadie se

engaña,

nombran Presidente a

Azaña.

Se crean los comités,

hasta más de veintitrés.

Alba en las Cortes

mandaba

mas la gente pro-

testaba.

Y

esta

fue la

sinrazón

de

aquesia revolución.

Al año le sale un siete y

se va como un cohete.

l

Al Congreso subió

luego

el sevillano do n Diego.

En vez de corridas de

toros

no s trajeron a los mo-

ros.

No sabéis i decidirse

po r

quedarse

o por sa

lirse.

Sin ponerse la chaqueta

consulta con un profeta.

Mostrándole la verdad

le augura felicidad...

• • • Si con mucha prontitud

se une la juventud.

Queridísimo censor,

no lo

tache,

po r

favo(.

(«Ahora», 1-1-1937.)

66



Otra vez se

aprovecha

la

poca estética d e

Azaña para

representarle

como u n

plantígrado,

a

quien conduce

su domador y

dueño, u n

anarquista

de la

FAI. La

intención de los

caricaturistas

nacionales fue

insistir u n a y

otra

vez en que,

a pesar de la

fachada d e

legalidad

del

gobierno

de la

República, los

extremistas

eran los

verdaderos

dueños de la

calle.

(«Domingo»,

28-1II-1937.)

EL HUNO ARO T EL* OS O

... y Tono lo metió

simból icamente en la cárcel,

víct ima de la

extrema izquierda.

BARCELONA.—

El Pre-

sidente

de la

República

en su nueva residencia.


10-V11-1938.)

67



Millán Astray

e s uno de los

generales franquistas

m á s

odiados

en la

España republicana

y

el famoso incidente c o n Unamuno en la universidad d e Salamanca n o mejoró preci-

samente esta imagen. Guasp alude aquí

a su

crueldad

y

retuerce

su

grito favorito

d e

¡Viva

la

muerte

I

MUERA

LA

Y I D A p o r Guasp

¿Qué suspenda

las

ejecuciones? ¡Hombre,

por

Dios ...

¿Qué diría Millán Astray?...

(«La

Vanguardia», 13-IX-1938.)

68



TURISMO NEGRO

LA ZONA FACCIOSA EXISTE EL TURISMO LLAMADO DE GUERRA)

Por

MARTINEZ

DE

LEON

Menudo, insignificante,

co n aire marchoso d e

tenientillo andaluz,

Martínez

d e

León

n o s

presenta

a u n

Franco

q u e ,

además, aprovecha

la

crueldad

de su

campaña

para obtener ventajas

económicas

d e

turistas

ávidos

d e

emociones.

FRANCO.—Esto es Nules. Observen la maravillosa

fuerza destructora de las bombas alemanas e ita-

lianas de mis queridos protectores. Alli estaba la es-

cuela, aquí el hospital, allá la iglesia...

»Gracias, amables turistas. Para otra

vez

prometo tenerles

a

ustedes algún

niño destrozado o una mujer encinta,

con la «cesárea» hecha trizas por la

metralla, o...

(Alegremente). »Una extranjera que

hace diez españolas. Diez y diez, vein-

te, y diez, treinta, y diez... Con esto

compro más aviones, mato más niños,

vienen más turistas... ¡Ahí ¿Ydicen que

soy

pequeñito?...

(«Frente Rojo», 3-IX-I938.)

6 9



EL V E R D U G O S E O F R E C E , p o r R o b l . J . n o

— Y o n o

contaba

c on qu«

corriera UmbUa

U H n | N d o lo »

Í I K I I I U .

H a y q u o

mediar para q u o t i l o M derrame sangro d « t poeblo.

E l dibujante ataca a l

político c o n quien se

enfrenta ahora pero

también a quien s e

considera

responsable de la

situación a que se ha

llegado. Robledano

aprovecha unas

declaraciones d e

Lerroux ofreciéndose

a

mediar entre

los dos

bandos para mostrar

su odio a l ant igu o jefe

radical y aliado de la

CEDA.

(«Claridad», 3-VI11-1936.)

Igualmente arremete contra

G i l

Robles

y el

otro diputado

p o r

Salamanca, Miguel

d e

Unamuno. Ambos se declararon por el

Movimiento Nacional, ambos acabaron al

margen o como en el caso d e Unamuno,

expulsado

de su

cátedra

po r e l

gobierno

d e

Franco como

lo

había sido

po r e l de

Azaña.

»

(«Claridad», 25-V11-1936.)

DIPUTADOS SIAMESES, por Robiñano

— ; N o o l v i d a r l o P o r c o l a r a U n a m u n o , « n t r ¿ G i l Roble» .

7 0



U n personaje q u e resulta particularmente odioso al dibujante ant i fascis ta es el general

Queipo d e Llano. Ramón Gaya, crítico artístico, aquí excepcionalmente creador, quiere

reflejar la s características que l e atribuye la República. E l bigote, e l vaso d e vino y el

micrófono de Radio Sevilla a l que e l general se asomaba todas l a s noches para gusto de

su s partidarios e irritación de sus enemigos.

(Ramón Gaya, para «Radio Sevilla», poema de Rafael Alberü.)

71



E l gobierno recién nombrado d e Burgos

e n enero de 1938

y q u e

sust i tuía

a la

Junta Técnica

decide

el fin de las

charlas

d e

Queipo

d e

Llano.

Goñi imagina

as í e l

epílogo

de su

actuación...


en

catalán.



U n

dibujante

q u e s e

hizo famoso

en la

primera guerra mundial,

APA,

colabora en la campaña antifascista c o n s u s dibujos.

E n éste alude a las bajas causadas a la aviación franquista

«Fiat, Caproni Junker»

por l a

republicana «Mosca»

y

«Chatos».


73



o

E l frente

de

batalla

El

símbolo

de la

serpiente para designar

a l

enemigo

e s t an

antiguo como

la

historia

de la

creación y en la guerra civil apareció a

menudo, tanto c o n cabeza marxista como

c o n

testa fascista;

su

color varía pero

siempre tiene características

d e

maldad

y

traición,

l o q u e ,

claro está,

no le

basta ante

e l

pecho valiente que se le enfrenta. E n este

caso Bardasano emplea

u n

tema clásico

español para aludir

a la

imposibilidad

franquista

d e

ocupar

la

capital

de

España.

(«Ahora», 6-1-1937.)

74

F A B U L A

D E

IRIARTE

. . . y la in sensa ta mord ía

e n u n a

l ima

d e

acero .



L a

l ibertad

d e

costumbres

de la

zona republicana

despierta

la

atención

de los

dibujantes enemigos.

Lilo (Mihura) imagina

e l

resultado

q u e

podría

d a r e l

conflicto

entre

la

educación tradicional

y e l

impulso revolucionario

e n u n a

«guerrera»

d e l

otro lado.

(«La Ametralladora», 12-IX-1937.)

FRENTE ROJO,

POK

tico

P u e s yo os digo q u e a p n a r d e M r mili-

ciana

s o y u n a

mu c h a c h a

m u y

decente y mí

ma d r e s i e mp r e m e

¿comparta a todas parta*...

75



Libertad

d e

costumbres

y

naturalmente falta

de

respeto

a l

superior, ana rquí a

e n e l

ejército.

U n

dibu jan te

d e

Melilla imagina

as í un

diálogo entre oficial

y

tropa

de la

Repú blica. Desaliño

en e l

uniforme

y

descaro

en la s

respuestas.

DISCIPLINA ROJA

• •¿A q u é hora piensas volver?,

- •A l a q u a me d a l a gana.

•"Bueno, pero m á s farda n o .

(«Domingo», 27-VI-1937.)

76



Para

e l

d ibujante

d e l

lado contrario,

e n

cambio,

el

uni forme

de los

nacionales

e s

atildado,

la

disciplina total...

pero también

es

conocido

el

amor

a la

botella

de los

militares facciosos,

especialmente el de Queipo de Llano, •

dudando aquí entre

el

nombre

de la

ciudad

q u e

ataca

v el de un vino famoso.

— Me parece que este Málaga me hará daño

(«Esquella», 12-11 1937.) Original en catalán.

77



A

veces

la

caricatura

sirve d e

crónica

gráfica de un

combate

q u e

se está

realizando,

algo

a s í

como

e l

parte

de

guerra hecho

a lápiz e n

lugar de a

máquina.

Como cuando

Sawa

presenta a l

menudo, casi

ratonil,

militar

«faccioso»

intentando

inúti lmente

encontrar u n

hueco

por

donde cruzar

la muralla

h u m a n a

de los

defensores d e

Madrid.

por

SAWA

¡Pasa

s i

puedes

78

(«Heraldo

de

Madrid», 12-XI-I936.)



... O cuando Bagaría dibuja a l típico reaccionario

—coronita, gafas oscuras para

no ver e l

presente,

aspecto simiesco

d e

quien

n o h a

evolucionado—

recordando

a l

alemán

que en la

Primera Guerra Mundial

se

clavó

en el r ío

francés

s in

poder cruzarlo.

EL

TRAIDOR.

— ¡Oh,

Tara,

río

maldito ¡Eres

mi

Mame




Uno de los

fracasos mayores

de la

campaña franquista,

si no el

mayor,

f u e l a

imposibil idad

d e

ganar

la

capital

d e

España

a

pesar

de l a s

veces

q u e s e d i o

como inminent e

su

caída.

Al

empe zar

el

nuevo

a ñ o ,

Alloza ironiza sobre

la

promesa incumplida.

—¿No teníamos

que

entrar

en

Madrid?

—Si, teníamos que entrar en Madrid

(«Esquella

de la

Torratxa», 1-1-1937.) Original

en

catalán

8 0



Al

dibujo

qu e

asegura

la

victoria

de un

bando

se

contrapone

el

dibujo

q u e

vaticina

la del

contrario. «As» simboliza

la

marcha hacia

el

Mediterráneo

de l

ejército franquista como

u n a

gigantesca bota

a

punto

d e

aplastar

a

unos aterrado s homínido s

c on

máscara

d e

Pr ieto, Azaña,

Companys y Negrín.

L A V I C T O R I O S A O F E N S I V A

E L OBJETIVO FINAL

(«La

Ametralladora», 24-IV-1938.)

81



La Radio fue e l gran vehículo propagandista

de ambos lados de la contienda.

Sirvió para anunciar victorias,

calladas por el enemigo,

y ocultar derrotas o al menos explicarlas.

Como en el caso q u e ofrece el dibujante Bofarull.

« S i

todavía

no

hemos entrado

en

Madrid

e s

debido

a que hay

metro

y

medio

de

nieve»

(de la radio facciosa .

— La

verdad

es que la

nieve

se

presta

a

unas bolas...

(«Esquella», 5-II-1937.) Original en catalán.

82



Para el dibuj ante nacional la única

obsesión de la inmensa mayoría de

los que residían en zona

republicana

e ra

cruzar

la

trinchera

y refugiarse entre los que estaban

con Franco. De ahí e l juego de

palabras

de

Tono.

. . . y los que no

querían pasarse

acabarían igualmente en el lado

de

Franco, pero como prisione-

ros . Como estos —feos, def orm es

comQ e s obligado— q u e presenta

López Orti z y que alude al odiad o

distintivo de sus uniformes.

(«La Ametralladora», febrero de 1937.)

P R I S I O N E R O S M A R X I S T A S

DESENGÁÑATE : E S Q U E TENEMOS M U Y MALA ESTRE LLA, ( P O R LOPEZ RUIZ)

(*ABC ^.Sevilla, 14-V-1937.)

8 3



L a

poca capacidad bélica

de los

italianos

es un

«leit motiv» constante

en la

caricatura

de la

zona republicana, tema mucho

m á s

utilizado tras

el

descalabro sufrido

por l as

tropas

enviadas

p o r

Mussolini

en la

acción

de

Guadalajara. Marti

Bas se

hace

eco de esa

derrota.

¿Qué

hay de

comida hoy?

•Liebre a la italiana.

(«Esquella», l-X-1937.) Original en catalán.

8 4



Un desastre para la marina nacional, el hundimiento d el «Baleares», es recordado con sar-

casmo por un caricaturista republicano llamado Goñi.

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O

V*

Il

» A

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1

W

s

Franco prepara

una gran

ofensiva para

la

reconquista del

«Baleares».

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(«Esquella», 11-II1-1938.)

8 5



t

Cualquier malestar

en la

retaguardia enemiga es

naturalmente ampliado y

exagerado entre los

comentaristas de l otro lado.

Así u n incidente entre moros

e italianos en la España

Nacional e s presentado por

A. Tejada como u n a pelea a

muerte... q u e intenta

detener

u n

Fr anco venta nero

y equívoco.

(.ABC», Madrid, 1 l-VIII-1937.)

86

ftjM

CELOS

M A L

REPRIMIDOS

E N L A

RETAGUARDIA

FACCIOSA



El

pueblo español yace cadáver

a los

pies

d e l

general,

la

plutocracia paga generosamente

el

servicio prestado,

el

clero bendice ambas operaciones.

Así

cree

el

dibujante anarquista Alejo

q u e

confiaban

en

terminar

la

operación Alzamiento

lo s

sublevados

del 18 de

Julio.

C OMO PENSAB AN HAC ER

L A

LIQUIDACION

(«CNT», /2-VIII-1936.)



La maldad naturalmente la creen los nacionales capaz de vivir sólo entre lo s rojos,

como en esa viñeta d e Serra Masana.

SATANAS ENFADADO

¡Parece mentira

¡No se os

ocurre ninguna nueva barbaridad

¡Habrá

q u e

mandaros

a que

aprendáis

con los

rojos

(«Diario Vasco», 4-IV-I937.)

89



Mientras, según los dibujantes republicanos,

en la España Nacional

la represión e s continua

y los fusilamientos se suceden.

Po r ello en un ambiente de miseria,

porque el paro está extendido,

sólo

u n

oficio está seguro

de

permanecer

y aun de

hacer horas extraordinarias,

según Garrán.

EN LA ESPAÑA

ITALO-GERMANO-MARROQUI

•Pues m i padre trabaja día y noche.

¡Sopla

•Es

enterrador.

(«Esquella», 14-1V-1937.)

90



Para Castanys (As), los crímenes republicanos

v an siempre acompañados de l robo;

robo qu e puede llevar a u n a colección particular como la que adorna la casa del facineroso.

—¿De dónde

has

sacado todos estos objetos?

— Y a sabes que soy un sentimental. H e querido conservar un recuerdo

de cada una de m is víctimas.

(«Domingo», 13-111-1938.)

91



ORDENO

Y

BANDO

MISA PIARIA OBLIGATORIA

~ YO FTAUCO

-¿No has

desayunado todavía?

Sí me han

dado

una

ostia.

LO S «NACIONALES

L as noticias

q u e llegan del lado franquista

y la irreverencia

en asuntos religiosos

de los

dibujantes republicanos

se combinan

en

este dibujo

co n q u e Alloza

quiere mostrar u n a estampa

d el bando contrario...

donde, según

él,

h a n convertido en gamada

incluso la cruz de la iglesia...

(«Esquella», 14-1-1938.)

9 2



El

delincuente historial

de los

miembros

de

distintas agrupaciones republicanas

está d e acuerdo con su moral presente, según «As».

¿Y vosotros ya entendéis algo en cuestión de incendios?

Si camarada.

¿Qué erais antes?

•Incendiarios.

(«La Ametralladora», 9-I-I938.)

93



La sempiterna iglesia,

unas mujeres enlutadas,

u n moro paseando co n u n a rubia,

u n joven falangista de aire equívoco

aludiendo a un Generalísimo

d e quien se decía lo mismo.

Alloza quiere

d a r

aquí

u n a

estampa

de la

España

Nacional.

(«Esquella», 14-IV-37.) Original en catalán

94



La ignorancia de l «rojo» está a la altura de su brutalidad —asegura Pellicer— lo que puede

provocar problemas entre los honrados profesionales q u e intentan

seguir su t rabajo en aquella zona.

(«ABC» Sevilla, 9-XII-38.)

9 5



E n zona Nacional h a y , tiene q u e haber según Alloza, periodistas enemigos d e Franco,

como h a y antifascistas en otros oficios. E l retratado por

el dibujante republicano ha caído en manos de la temida

C jardia Civil encargada de la represión.

PERIODISMO E N BURGOS

Se

sospecha

que

había alquilado

su

pluma

a los

rojos.

Y¿qué?

Que lo llevan a desahuciar.


96



« Si serán torpes los "rojos" que en e l registro confunden el nombre de una isla con la estampa

de un santo», n o s explica la historieta cómica de Serra Masana.

MONCHITO ENTRE

L O S

ROJOS

Un día , la famil ia es taba oyendo la radio. El

speaker decía : «¡Atención, a tención Pronto

d a r e m o s u n a noticia sensacional. Mientras

tanto oirán us tedes M i muía blanca", t a n -

g o » . Y cua ndo te rminó e l t ango , la radio dijo...

«¡Viva Rusia L a s milicias d e Lenín s e h a n

a p o d e r a d o de l a c iudad».

III

U n a compañía d e ro jos al m a n d o d e «El T¡-

níeb la» emp ez ó e n s e g u i d a a hacer regis t ros

y

de tenc ione s . P ron to

s e

dirigieron

a

c a s a

d e

Monchito. Tenían mucho odio a s u padre ,

porque

n o l e s

dejaba beber vino mientras

hacían bombones .

IV

«El Tiniebla», q u e e r a u n bruto y partía n u e -

c e s g o l p e á n d o l a s c o n l a barbilla, tocó e l t i m -

bre. . . Monchito temblaba, pero

n o s e l e c o -

nocía , porque e r a m u y valiente. . . ¿Qué hicie-

r o n c o n s u s p a p á s y c o n él?. . . Pronto l o s a -

bréis.

(«Diario Vasco», 25-11-1937.)

97

Monchito e r a u n peque fe l iz . S u papá e r a

ingeniero y tenía u n a cas i ta m u y bonita cerca

de la fábrica d e b o m b o n e s q u e dirigía. S u

m a m á

le

quer ía mucho

y e r a m u y

buena .

Lucía mucho y gas ta ba poco , com o l a s l á m -

paras buenas .



MONCHITO

v

Ha b í a m o s d e j a d o

a

Monchi to t emblando .

«El

Tiniebla» hacía sonar fur iosamente e l timbre

de la

c a s a .

L a

Lola,

q u e e r a u n a

criada

m u y

m i e d o s a — n o s e a t revía a poner sopa d e

pistola,

p o r s i s e

d i s p a r a b a —

p o r

p o c o

s e

d e s m a y a al abrir la puer ta .

VII

« E l Tiniebla» y s u cuadr i l l a empezaron a re -

gistrar la cas a pa ra v e r s i encont r aban a rmas ,

c u a d r o s d e Santos , f o tos d e r e y e s o a lgo q u e

l e s pa rec iese proh ib ido a a q u e l l o s s i n -

v e r g ü e n z a s . . .

L O S ROJOS

vi

«El

Tiniebla» entre insultos

y

juramentos di jo

q u e t en ían q u e regis t rar la c a s a . L a m a m á d e

Monchito,

q u e s e

llamaba María

d e l a s M e r -

c e d e s , y la l l amaban — n o s é p o r q u é — P i-

tuki, tenía

u n

miedo terr ible. . .

VIII

El p a p á d e Monchi to, q u e s e l lamaba Amadeo

y e r a m u y

va l ien te

y

lis to, había escondido

todo, pero se l e olvidó guard ar u n a vis ta de la

isla

d e

Santo Domingo ,

y

aque l los an imales ,

a n t e

t a n

a b r u m a d o r a p r u e b a , d e c i d i e r o n

d e -

t ene r le s . ¿Qué ha r ían c o n A m a d e o y P i -

tuki?. . . ¿Les fusilar ían?

(«Diario Vasco», 26-11-37.)

98



... con

aventuras

en las que el

niño nacional «Monchito»

se

burla reiteradas veces

de las

tragaderas y supersticioso temor del miliciano «Tiniebla». Tras fingirse u n fantasma le pone en

fuga.

MONCHITO

ENTRE

ROJOS

91

El "Tiniebla" cuando v ió e l fantas-

m a salió corriendo como bicho q u e

lleva e l diablo. Corría m ás qu e lo s

barcos

d e

Euxkadi cuando

v e n a p a -

recer a l "Canarias"

LOS

89

Pero Monchito n o quiso desaprove-

char

l a

ocasión

y l e

soltó

u n

tirago-

maxo q u e le puso u n o jo m á s morado

q u e l a cochina bandera republicana

93

El

"Tiniebla" loco

d e

terror

s e

tiró

poruña ventana. H a y q u e reconocer

q u e e l salto lo d ió limpiamente, sa -

cando intacta d e l choque s u estu-

penda barriga d e prolesor

(«Diario Vasco», 11-III-1937.)

9 9



La

vida

en la

España republicana resulta azarosa, según

lo s

dibujantes nacionales.

Por de

pronto hay la ineludible obligación de pertenecer a un sindicato. El pobre burgués

se

define

lo

menos posible...

S I N D I C A C I O N F O R Z O S A E N

A D R I D

¿Y Ud. qué carnet quiere? ¿De la UGT o de la CNT?

Yo quisiera uno de superviviente...

(«Domingo», 28-111-1937.)

100



Y n o existe jerarquía ni gobierno responsable.

La dificultad de hacerse obedecer por los jefes de la revolución

se ofrece en el dibujo de «As».

El poder, según el dibujante nacional,

está en la calle, en manos de las turbas.

La protesta d e Companys alude al decreto franquista

abrogando el Estatuto al pisar tierras catalanas (toma de Lérida).

—Los «facciosos» nos han suprimido el Estatuto,

iA l menos pudiesen habernos dejado el Orden Público

(«Domingo», I-IV-1938.)

101



Las

noticias llegadas

de la

España Nacional

del

malestar falangista

y las

medidas represivas

del

ministro

de la

Gobernación franquista

son,

naturalmente, aireadas

por los

medios

de

difusión republicanos.

Bagaría

n o

podía quedarse

a l

margen

del

comentario.

LOGICA D E L GRAN TRAIDOR,

por Bagaría

—Es preciso que Martínez Anido, con férrea mano, destruya la Falange

Española y todo cuanto huela a España. Para mí los únicos españoles

son

extranjeros.

(«La


102



En zona republicana, dibujan lo s nacionales,

h a y continuas dificultades prácticas: calefacción, p o r ejemplo.

El

carbón quedó efectivamente

de l

lado nacional, desde

lo s

primeros

momentos

La

excepción

fu e

Asturias hasta otoño

de 1937,

pero

e sa

región estaba cortada

del

resto

de la

España republicana.

ALBACETE: Para calmar los últimos fríos el gobierno ha deci-

dido repartir leña entre la población civil. He aquí

uno de los encargados de tan cultural misión.

(«La

Ametralladora», 9-1-1938.)

103



M ás grave fue la situación alimenticia. La

España Nacional

se

quedó desde

el

principio con las zonas agrícolas y

ganaderas,

lo que

permitió

u n

abastecimiento normal y barato. La

República —con menos recursos— tenía

q u e

alimentar

a

ciudades como Madrid,

Barcelona

y

Valencia;

y sus

enemigos

usaban «menús»

y

precios

p o r

radio como

arma psicológica. Tono fuerza

la

nota

al

describir esa situación de apuro.

ZONA ROJA

—

Termina pronto

con el

periódico,

que

io

tengo

que

freír.

E N

M A D R I D

— Y

pensar

lo que

antea

me

enfadaba

porque

fpe

ponías caliente

la

sopa.

ZONA ROJA

—Nosotros, hace tres dias que no come-

mos más que cartón.

—/Ahí ¿Pero tienen Vds. todavía cartón?

(«La


104



Y hace constar, naturalmente, que de esas dificultades generales se salvaban

fácilmente los gerifaltes de la República.

BARCELONA:

Un o de los

dirigentes rojos

que más

fervien-

temente defienden

e l

régimen.


105



L a superioridad Nacional en cuanto a posibilidades materiales para la población

civil e r a evidente, y prensa y radio franquistas hacían hincapié

continuo en la diferencia. Para contrarrestar esta propaganda,

Porta, desde Barcelona, busca la fisura en el argumento

enemigo. S í, efectivamente, la s cosas cuestan poco allí, pero aun ese

poco no hay quien lo tenga. (Aparte de ello la acostumbrada alusión

—títulos, personajes— a los «invasores»).

EN LA

ALEMANIA

D E

FRANCO

Mira, zapatos

a

diez pesetas.

Si pero ni Dios tiene las diez pesetas.


106



En la

España republicana,

para

la

intención humorista nacional

h a y

moral

d e

derrota.

Según Tono,

basta la equivocada interpretación d e u n a medida de cerveza

para

que la

gente piense

que ha

llegado

la

temida Legión.

L E N I N

- N o r r t

t mt>

xpllcoloqu

•ol ment

•

q u f e l

^ e » - o l ó

h »

p a s a d o

d l o h o

q u

(«La

Ametralladora», 12-IX-37.)

107



El vocabulario normal e n u n a zona

produce gran hilaridad en la contraria.

El

saludo

que ha

substituido

al

antiguo «Hola»

y

«Adiós»

presenta

a

veces

la

paradoja

q u e

señala Tono.

A -

-

tm

'vfH'I

*

'* i

.•CLw

v •

-•?> v •

* • i

E N MADRID.

¡SALUOI

¡SALUD

^TO/V

(«£,« Ametralladora», 3-X-37.)

1 0 8



... Como la designación de los que permanecieron a l lado de la República

puede tener connotaciones afectivas...

I D I L I O R O J O

¿ M e a m a r á s s i e m p r e ?

M u j e r , ¿ n o s a b e s q u e s o y de l o a " l e a l e s " ?


1 0 9



... Y el ansia d e aparentar izquierdismo

e n llevar

a

la s milicianas a «pasarse» en su aspecto facial,

según Lilo.

(Al fondo, como muestra de la escasez en la zona,

u n a cola para obtener algo t a n anodino y corriente como comida para pájaros.)

>•

M I L I C I A N A R O J A p o r L 1 0

M i r e u s t e d s i m i h i j a e s

r e v o l u c i o n a r i a q u e s e h a d e

j a d o

e l

b i g o t e

a l o

S t a l i n

timm :

(«La

Ametralladora»,

1

l-VII-37.)

1 1 0



El dibujante como cronista.

Están ocurriendo en Barcelona los llamados «sucesos d e mayo»

con el POUM y CNT-FAI atacando a l gobierno...

«As», es decir, Castanys, ofrece l a estampa de un Companys y su gente intentand o vanamen te

que la

versión oficial

sea más

fuerte

que los

hechos reales.

U N

GOBIERNO RADIOFONICO

No o s

mdteis

i l a

normalidad

*s

sbsolufá Bjste

de muertes y heridos Ho¿otros dominamos L situa-

ción. Socorro i

111



El Comité d e Control de la empresa en,la Cataluña republicana motejado de holgazán por

lo s dibujantes de su lado, es visto p o r «As» como algo peor.

ALANCE SATISFACTORIO

•Bueno, con lo que había y lo que hemos perdido, aún ganamos la

mitad de lo que robamos.

Por e l oro, donde manda la

República, se pierden los

hombres...

Y a ú n

puede parecer

u n

homenajeado, como señala Tono.

(«La


112

M A D R I D .

— E l

m i l i c i a n o R o d r í g u e z

a l

c u a l

l a h a

a i d o c o n c a -

d i d a

u n a

m a d a l l a

d a o r o , y q u a h a

p a r a c i d o

a n

a l

t u m u l t o .



,v

Aleluyas,

insultos,

defensas,

ataques,

elogios,

burla

del

enemigo,

aclamación

del amigo...

en este

último apartado

va el «cajón

de

sastre»

de

la caricatura

bélica

española,

la que buscó

todos

los

medios de

hacer tanto

daño

con el

lápiz como

lo s

soldados

lo hacían

con las

armas.

Y a

veces,

¡qué duda

cabe , lo

consiguió.

113



3 .

Patru llas

d e

incontrolados (a lusión

a

l a s

Patru llas

d e

Control)

-

p a s e a n

m u y o cu p ad o s .

1. Va

v en c id o

el

f a s c i s m o

-

s u r g e

e l

g r a n o d e l an a rq u ismo .

2. Al

pob re señor Narciso

- l e

aterra

deiar

e l

piso.

7 . S in a r g u m e n t o s r* r a z o n e s - c o

lectivizan prisiones

9 . Nacen p re s t ig io s lo ca le s - d e l o s d e

señas d ig ita les ( e s decir , analfabe-

t o s ) .

8 L o s d e v o t o s d e S a n Elias (famosa

- c h e c a » d e Barcelona) - p a s a n m u -

chas porquerías .

1 3 . A l o s q u e l e e s c u e c e e l p a í s - procu

ra n irse a París.

1 4

Dic ien d o co m o

e s

natural

e n

misión especial.

1 5 . L o s q u e q u ie ren s e r minis tros - d e

p ro n to s e h a n hecho nudis tas

1 9 . P o r

decreto bajan

l o s

p i s o s

- y e m -

p iezan

l o s

c o m p r o m i s o s

( l o s p e -

q u e ñ o s b u r g u e s e s d u e ñ o s

d e

alguna

vivienda obtenida

c o n s u s

a h o r r o s

s e

en cu en t ran s i n m e d i o s d e su b s i s -

tencia).

¿ 0 Cad a d í a « L a Batalla» (órgano d e l

PQUM) - arr ima e l fu eg o a la paja

2 1 C o n

todo esto llega mayo (rebelión

co n t ra el g o b ie rn o ) - y tres días dura

e\

rayo.

L a animadversión a los anarquis tas y elementos del partido comunista de extre ma izquierda,

POUM, por

parte

de la izquierda que i ba desde el PC hasta ei

partiáo

d e Azaña,

114



se

muestra claramente

e n

esta aleluya publicada

en «La

Esquella».

La

historia

de la

zona

republicana especialmente

e n

Cataluña

es

narrada

e n

pareados.

u

4. Y de

l an to p a sea r se

-

p a s a n

por la

Rabassada ( lugar d e fusi lamiento d e

g e n t e

d e

d e rech as ) .

10 Para n o v en d e r la s b a ra ta s - s e l e s

pudren

l a s

pata tas .

16. El incontrolado c o n caute la - e s e l

a m o d e l a «pela».

¿ 2 Aparece n barr icadas - lu jo samen te

insta ladas.

5. Ya

s u p r i m e n

al

b u r g u é s

- y lo mul-

tiplican p o r tres

1 1 .

C o m o

n o

t i en en mamas

- n o s h a n

pintado

l o s

tranvías

( d e

roio

y

negro ,

c o l o r e s

d e

CNT-FAI).

17 Y la co n c ien c ia l e s s ig u e - c o m o u n

gato a u n a sardina.

2 3 Esto sólo pasa - aquí dice indignado

el

adoquín .

5S

¡ f

A , 8

I

©

6 . Q u e

fuman c igarros caros

y no van a

pie n i a l

ex cu sad o .

1 2 . Mientras la g e n t e d e l P O U M - h a c e n

política patum.

fc

i

y

18. La señori ta Luisa - quis iera poder oír

misa (alusión al r e s p e t o al culto p r o -

p u g n a d o

p o r l o s

r ep u b l ican o s mo d e -

rados).

2 4 .

R e n a c e

la

tranquilidad

- y n o s

vuelve

la unidad.

115



L a misma idea de relatar en aleluyas e l año que termina en la España Nacional p o r parte

d e « L a

Ametralladora».

L os

punt os positivos

so n m ás , d e

acuerdo

con la

situación

de la

guer ra.

A L E L U Y A S O E

• L A

M E T R A L L A D O R A

1. Un din de nieve y d e fr»o

nació este dasaborlo.

2. Tonto oHa o tonto é l

a a

a r m ó

a i

c i s c o

d a

9 , P o r l u a n a y p o r .coraxonaa»

entraron m é s batallonas.

17 . Hicieron oanosntractonaa ^

pero faltaron Hftonaa.

aqu<

estén

« . Ea la EMXÍS

. > c ?

2 5 . y pronto e n l a retaguardia

n o Haré falta un solo guardia

2 6 . H a y chloaa d a u n a baltoxa

q u e ta quitan la cabaza.

Sub o b ast a nftee jetaos.

e i

a a a l

m u y W e n

3 4

-

P a r e e l c o m u n i s m o h a sido

e l

m é s ef i caz cas t igo .

3 5 . E s

b u e n o r e c o n o c e r

q u e es tuvo b ien Dalad ler .

3 6 . Y

t a m b i é n

f u é u n

buen verano

e l d e

Musso l in l

y

Ciano.

1 1 6



Apenas unas alusiones a comerciantes qu e se aprovechan de l as circunstanci as, pero que son ,

naturalmente, castigados «porque h a y u n gobierno sano q u e defiende al ciudadano».

T E X T O D E - E N E

G R A B A D O S

D E

H E R R E R O S

D a

allí siguió

un

batallón

• oonqulatar Catttl lón.

M.

Umétéém

y doa mil

NliiM paitia dura.

16, Y no -pintó» nada m a l

Yodo lo IntamactonaL

3 7 . Bélgica n o » roconoca

y a n Barcaiona d a n vocaa.

3 8 . M é a vocaa y haata chulataa 3® poaa aa praalanta al final

m oirán m u y pronto a n Caldataa, d o *«ta ~ampafta triunfal.

4 0 . Y

•I

c o n ancanfo

|Vlva Franc*» »

117



E l

dibujante republicano ironiza sobre

la s

comisiones

d e

control extranjero

que no

quieren

ver lo

palpable.

Con un

fondo

de las

murallas

d e

Avila

—zona nacional evidente—,

e l

investigador interroga

a u n

Mohamed típico.

¿Usted

es un

moro?

¿Quién yo? ¡De ninguna manera

(«La Esquella», 5-X1-1937.)

1 1 8



E l dibujante Herreros

cree q u e Stalin encontrará en las flechas de la Falange

unas espigas difíciles de segar en España.

(*La Ametralladora», 9-X-1938.)

119



L a car icatura se ponía a veces al servicio d e u n a idea benéfico-patriótica,

como

en el

caso

de la

campaña para enviar ropa

d e

abrigo

al

frente republicano

«Pere Quart», seudónimo d e Joan Oliver, la subraya c o n unos versos alusivos.

L ' E S O U E U A

D E l A

T O R R A T X A - W

Poesía radiada

peí sea

autor

« P t r e Q u a r t »

dos do Radio Assoáadó do Catalunya ol día 6 do dosembre

del 1937, amb mctiu do la

E X P O S I I O D E L F R E D

Per ais o*ucs dé "L'ESQUELLA

Quln fred. reirá dm vetl

quan bufa l'alret

de l a molinada,

lallant com un ganivei

d e fulla

DONCS ENCARA FA MES FRED

A L

PARAPET

D'AVANQADAi

Quln fred

en nit

amb el ce l

pelat

I net

quan

h l h a

glosada

1 c a p

lllt

no *e

prou

ni té prou flaooada...

DONCS ENCARA

FA MES

- A L PARAPET

D'AVANQADAl

Quln fred el eól, la paret

d'ofldna eebalandrada

on hom treballa a plerel

Una a la

ni

FRED

DONCS ENCARA FA MES FRED

AL

PARAPET

D'AVANQADAl

CAMARADA:

SI SOTA ABRIC I BARRET

OBLJDES OUE AL PARAPET

DAVANQADA

UN HOME LLU1TA PEL DRCT

DE LA

PATRIA AMENAZADA

I TE FRED,

í i n i f > < 1

OUIN FRED

AL COR.

CAMARADAI

PERE QUART.

«¡

Cuánto frío, diablos , cómo sopla

el

aireci-

llo de la madrugada — cortando como un

cuchillo

— de

hoja afilada... Pues todavía

hace más frío - en el parapeto avanzado.

Qué frío en la noche estrellada - con el cielo

pelado y limpio - cuando llega la helada - y

no hay lecho bastante estrecho - ni triste

manta

que

baste... Pues todavía hace

más

120

frió...

Qué

frío está

el

suelo

y la

pared-de

la

oficina abandonada - donde se trabaja a

destajo - hasta la noche - sin lumbre ni

cigarrillo... Pues todavía hace más frío...

Camarada - si bajo abrigo y sombrero -

olvidas que en el parapeto avanzado - un

hombre lucha por el derecho - de la patria

amenazada

- y

tiene frío...

-

¡qué frió

en el

corazón, camarada ».



La idea del rebaño como elemento s in ideas propias, grupo ciego, seguidor de

cualquier consigna

se

aplicaba

e n

a mbos casos

al

bando contrario. Esta

e s un a

interpretación

de la grey en zona republicana, según el dibujante nacional Enrique Herreros.

L A I G U A L D A D D E L

A R I 8

(«La Ametralladora», 6-XI-1938.)

121



La huida d e l enemigo e s tema aprovechado por los dibujantes e n u n a guerra porque e l corr er

desalados

d a

motivo para escenas cómicas

y el

cobarde siempre resulta ridículo.

E n

es te caso

el dibujante nacional tomó p o r realidad lo que sólo e ra su deseo tras la caída de Málaga.

Almería se mantuvo republicana hasta e l final de la guerra.

Baga ría desenfuTida

su s

prototipos

d e '

la

Primera Guerra Mundial,

el

alemán

con l a

punta

de l

casco

surgiéndole

de la

cabeza,

el

italiano

c o n

fanfarrón sombrero

de

plumas

para recalcar, una vez más , l a

crueldad

de los

bomba rdeos sobre

los

lugares habitados de la España

republicana.

niños españoles merecen otra cosa.

EL

ALEMAN.—Si,

si. Hay que

hacerles papilla.

122



LA PANSA DE MALACA

— Dt

toU» matura,

tm fa

l'iftct*

gut 11

m'budigutaré.

La

«pansa»

tiene

en

catalán

la

equivalencia

d e

pasa

y d e

pupa

en el labio. Kalders aplica el

equívoco

a la

reacción

d e l

oficial

nacional

y

«nazi» tras

la

toma

de

la

ciudad conocida

por ese

producto

de las

uvas.

«D e

todas

maneras

m e d a la

impresión

d e

q u e se m e

indigestará».

A veces coincidían di buj ant es d e ambos lados en la caricatura. La animosidad de la Esquella

contra

el

anarq uista capaz

d e

llevar

su

instinto

de

destrucción hacia

su s

mismos camarada s

de

armas, tiene su paralelo en el chiste d e l semanario nacional «Domingo».

A n a r q u i s t a s

d e

B a r c e l o n a

Ahora

q u e

liemos matado

a los

burgueses, ¿qu¿ hacemos?

Podemos empozar

con los

comunistas.

123



124



El

«plato único»

e ra una

institución

del

bando nacional

q u e consistía en

comer sólo

u n

plato

en una

fecha

determinada,

entregando el

dinero

que se

habría

de

gastar

en el

resto

de la

comida

completa para

necesidades del

Estado.

EN EL

CAMPO FACCIOSO

¡Cuidado ¡Eso no vale ¡Hoy es el día del plato único

u

MADAME" AGUIRRE

¿Iremos nosotros

a

Rusto tomo

esa

gente, mamá?

N o , h i j o , vamos

a

París

y a la

Costa Azul;

ya Ka

*traka|ado"

t "

padre para

E n zona nacional

se

ironiza sobre

el

distinto

destino de los

refugiados

de la

España

republicana

según sean sus

familias

d e

importancia

política

o

sencillos

luchadores

de la

causa.

E n

este

caso concreto

«Pito»

se

refiere

a la

familia

del

presidente del

gobierno vasco,

Aguirre.

125



QUE

p o r Castillo

—Hija,

n o s é q u é l o s d a s .

Mira

q u e

ayer seguirte tres-

cientos hombres. . .

— S í ; pero eran legionarios...

Generalmente l a s «milicianas» de l

bando republicano

son

presentadas

como tipos gordos

y

repugnantes

por los dibujan tes nacionales. E n

esta ocasión Castillo

h a

querido

dulcificar el retrato para d a r m á s

lógica

a l

chiste.

U n Indale cio Prieto e n cuyo

hombro u n a paloma de la

p a z puede simbolizar su

inclinación hacia u n

arreglo negociado

desanima

a l

nuevo jefe

del

gobierno, Juan Negrín,

ante la situación bélica d e

la

zona republicana.

E L

P A D R I N O

P E

N E O R Í N

'í

41

•"

s r v . \ i

» • J . ' • •

h y ' , i-.r•

»- >

r

'

W -/'j

• •

W' f

¡f ''

*•$

126



Para

e l

dibujante

d e

«Domingo» de San

Sebastián Francia

es la

hipócrita intermediaria

entre

la

Unión Soviética

v

Juan Español para

el

envío

d e

hoces

y

martillos, símbol o

del mundo comunista.

Y A N O H A Y P I R I N E O S

La

ayuda fraterna

127



Tono hace

la

crítica

— no

demasiado áspera—

de los defectos

E N E M I C 5 D E L A M U J E R

v v



en que pueden incurrir las chicas de la

España Nacional.

N Á C I N Á L 5 I N D I C Á L I 5 T Á

\>

129



PERIODICOS

REPUBLIC NOS

La

Vanguardia.

Barcelona

ABC

Madrid

C.N.T.

Madrid

Frente Rojo.

Barcelona

Hora de España.

Barcelona

Heraldo

de

Madrid.

Claridad.

Madrid

Esquella

de la

Torratxa.

Barcelona

Ahora.

Madrid

Solidaridad Obrera

Barcelona

En ei

circo internacional continúa

la

farsa trágica

a

costa

del pro-

letariado español. ¡Asesinos ,

la

función

va a

terminar.

PERIODICOS

N CION LES

Diario Vasco.

S. Sebastián

La

ABC

Sevilla

Ametralladora

S .

Sebastián

Domingo.

S. Sebastián

Vértice.

S. Sebastián

El Norte de

Castilla.

Valladolid

Diario

de

Burgos

Fotos.

S .

Sebastián

130



08-

..jBfflmmz

w

- p t e

S¡ ü-:":

-SÍ&ÍIS 1®®$»

1 «S I

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( A g r a d e c e r e m o s e s c r i b a n

c o n

l e t r a s m ayúscu l a s )

Nombre

Apellidos

Edad Profes ión

Domicilio

Teléfono

Población

Provincia . . .

D

P o s t a l

. . .

País

S u s c n b a m e

a

TIEMPO

D E

HISTORIA durante

U N A Ñ O

( 1 2 m e s e s ) a partir d e l n u m e r o d e l p róx im o m e s d e

S e ñ a l o

c o n u n a

cruz

X la

fo rm a

d e

p a g o

q u e

d e s e o

C

Adjunto ta lón ban ca no nominat ivo

a

favor

d e

TIEMPO

D E

HISTORIA

Recibo domici l iado

e n

B a n c o

o

C a j a

d e

Ahorros (s i to

e n

•

España) (Rel lenar

e i

boie t .n anexo

)

• H e

enviado gi ro posta l

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a

-TIEMPO

D E

HISTORIA

c e

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n ° 74 174

Estafeta Of.cial

-

Madrid-

Todas

l a s

a l tas

d e

s u s c r i p c i o n e s

y

c a m b i o s

d e

domicilio recibi-

d o s

a n t e s

d e l d í a 1 8 d e

c a d a

m e s ,

su r t i r án e f ec to

a

partir

de l

n u m e r o

d e l m e s

s i gu i en t e

L a s q u e s e

r e c i b an d e s p u e s

d e

dicha

fecha t endrán

q u e

e s p e r a r

al

s e g u n d o

m e s . y a q u e a s i l o

e x i g e

la

f r ecuenc i a p rogram ada pa ra

la

util ización

d e

nues t ros a r ch ivos

m e c a n i z a d o s

: :

Hjmi.

MS? %

•m

m-

w,

m, I

n A n .

S r

di rector

ü

C aja

d e

A hor ros

( t á c h e s e

l o q u e n o

i n t e r e se )

Domicilio

de l a

Agencia

Población

Titular

de la

c u e n t a

. .

N u m e r o

de l a

cuen t a

Sírvase tomar nota

d e

a tender has ta nuevo aviso,

c o n

c a r g o

a

m i c u e n t a , l o s r e c i b o s q u e a m i n o m b r e le s e a n p r e s e n t a d o s

i

i

i

I

W f

W&A..

para

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c o b r o

po r l a

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revis ta TIEMPO

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Y

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1 . 6 2 5

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ASIA

Y

OCEANIA

1 . 6 2 5

1 . 8 7 0

2 . 5 4 0

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a s u

car ta

la

e t iqueta

d e

env ío

q u e

a c o m p a ñ a b a

a l

ul t imo ejemplar

de l a

revis ta

q u e

haya recibido

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NUMERO D E DICIEMBRE D E

T I E M P O I

Fernando Díaz Plaja

L a

caricatura española

en la Guerra Civil

0 )

14 DE AGOSTO DE IM8

AÑO II >•< N.« 81

Semanario d e los Soldados

Tiempo de Historia 073 Año VII Diciembre 1980 OCR

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