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Revista Mexicana de Investigación Educativa 1005 RMIE, OCT-DIC 2005, VOL. 10, NÚM. 27, PP. 1005-1026 Investigación temática VIOLENCIA ESCOLAR Y VIDA COTIDIANA EN LA ESCUELA SECUNDARIA MARTHA PATRICIA PRIETO GARCÍA Resumen: Para entender cómo se gesta la violencia escolar entre los jóvenes se desarrolló una investigación cualitativa en una secundaria pública considerando varios fac- tores: el papel de la institución ante este problema, las medidas que toma ante situaciones violentas entre alumnos y cuáles son las causas que las propician. Consideramos este último factor como la parte medular del fenómeno, por ello recurrimos a indagar los aspectos familiares, sociales y escolares que inciden en el comportamiento de los alumnos, con la finalidad de encontrar elementos que expliquen el origen de este tipo de conductas. Abstract: To understand how violence gestates among young people at school, a qualitative study carried out at a public secondary school considered various factors: the institution’s role with regard to the problem of violence, measures taken in violent situations among students, and the causes of violence at school. Since we believe that the causes are at the center of the problem, we turn to family, social and school aspects that influence students’ behavior. Our purpose is to find elements to explain the origin of this type of conduct. Palabras clave: violencia escolar, educación media, jóvenes, ambiente social, influencia familiar, México Key words: violence at school, secondary education, young people, social setting, family influence, Mexico Violencia escolar a violencia visible u oculta en las escuelas actualmente es un tabú en nuestro país. Sabemos que al interior de cada institución se gesta de manera indistinta, donde algunos alumnos se aprovechan o hacen uso de ella, mientras otros la sufren. Los padres, en realidad, no saben cómo Martha Patricia Prieto es profesora de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Colima, Av. Josefina Ortiz de Domínguez núm. 64, Campus Villa de Álvarez, Colima, Colima. CE: [email protected] L

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  • Revista Mexicana de Investigacin Educativa 1005

    RMIE, OCT-DIC 2005, VOL. 10, NM. 27, PP. 1005-1026

    Investigacin temtica

    VIOLENCIA ESCOLARY VIDA COTIDIANA EN LA ESCUELA SECUNDARIAMARTHA PATRICIA PRIETO GARCA

    Resumen:Para entender cmo se gesta la violencia escolar entre los jvenes se desarrolluna investigacin cualitativa en una secundaria pblica considerando varios fac-tores: el papel de la institucin ante este problema, las medidas que toma antesituaciones violentas entre alumnos y cules son las causas que las propician.Consideramos este ltimo factor como la parte medular del fenmeno, por ellorecurrimos a indagar los aspectos familiares, sociales y escolares que inciden en elcomportamiento de los alumnos, con la finalidad de encontrar elementos queexpliquen el origen de este tipo de conductas.

    Abstract:To understand how violence gestates among young people at school, a qualitativestudy carried out at a public secondary school considered various factors: theinstitutions role with regard to the problem of violence, measures taken in violentsituations among students, and the causes of violence at school. Since we believethat the causes are at the center of the problem, we turn to family, social andschool aspects that influence students behavior. Our purpose is to find elementsto explain the origin of this type of conduct.

    Palabras clave: violencia escolar, educacin media, jvenes, ambiente social, influenciafamiliar, MxicoKey words: violence at school, secondary education, young people, social setting,family influence, Mexico

    Violencia escolara violencia visible u oculta en las escuelas actualmente es un tab ennuestro pas. Sabemos que al interior de cada institucin se gesta de

    manera indistinta, donde algunos alumnos se aprovechan o hacen usode ella, mientras otros la sufren. Los padres, en realidad, no saben cmo

    Martha Patricia Prieto es profesora de la Facultad de Pedagoga de la Universidad de Colima, Av. JosefinaOrtiz de Domnguez nm. 64, Campus Villa de lvarez, Colima, Colima. CE: [email protected]

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    es el comportamiento y la interaccin de sus hijos con sus compaerostanto dentro como fuera del aula; pero an es ms incierto lo que apren-den de manera cotidiana entre pares. En la secundaria se establecen mu-chas interrogantes sobre el desempeo acadmico de los alumnos as comolos efectos que produce en la formacin de nuevas generaciones, en otraspalabras, los padres se interesan ms por la superficie de la vida escolarque por su contenido real (Jackson, 1975:14).

    En pleno siglo XXI es poco lo que se sabe en Mxico sobre la violenciaescolar; entre las escasas investigaciones se encuentran la de Gmez (1996)sobre primaria y la de Prieto (2003) sobre secundaria. Sin embargo, alinterior de las escuelas cada vez hay ms violencia y, en algunas ocasiones,se sabe de hechos que son muy evidentes y no se pueden ocultar porquesalen a la luz pblica, por ejemplo:

    Cuatro alumnos de secundaria, el 14 de febrero, fueron por una compaera

    para ir a una fiesta de la cual no regres. A las setenta y dos horas despus, fue

    localizada por la polica semienterrada, con lesiones de ultraje y machetazos.An estaba con vida. Los agresores hicieron su declaracin a la prensa y dijeron

    que Era una presumida y nos quera ningunear. Nos caa gorda. Ambos estu-

    diantes fueron confinados en el centro de rehabilitacin para menores infractores(Ibarra, 1998:33).

    El caso descrito no es aislado, es uno de tantos pero que se quedan comouna noticia ms. El significado de los valores se ha transformado, los jve-nes han aprendido por su contexto familiar, social y cultural a llamar alas acciones bajo otros conceptos: La agresin es un juego; las armas ju-guetes; el dolor algo intrascendente (Guevara, 1998:5).

    Desde luego, el fenmeno de la violencia escolar no es nuevo; si hace-mos un recuento personal recordaremos que en ms de una ocasin fui-mos vctimas y en otras agresores y, al pasar el tiempo que es lo msgrave pensamos que formaba parte de la cultura escolar.

    Existen pases, sobre todo europeos, pioneros en la investigacin sobreel tema, donde se le denomina moobbing (en Noruega y Dinamarca) omobbnig (en Suiza y Finlandia). Su raz es de origen ingls, mob refiere aun grupo, generalmente grande y annimo, que se dedica al asedio (Henemann,1972; Olweus, 1973). Pero el trmino se ha empleado a menudo para de-finir a una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Aqu debe-

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    mos diferenciar del trmino bullying, que slo se usa cuando existe undesequilibrio de fuerzas (una relacin de poder asimtrico), donde el o losalumnos que estn expuestos a acciones negativas tienen dificultad paradefenderse; en cierta medida, se encuentran inermes ante el o los compa-eros que le acosan (Olweus, 1973 y 1978).

    Sin embargo, a finales de la dcada de los ochenta y principios de losnoventa del siglo pasado, el fenmeno de la violencia escolar empez a teneruna mayor atencin en las investigaciones en otros pases.1 Los niveles deanlisis varan as como la forma de abordar el fenmeno desde sus distintasmodalidades (incivilidad, indisciplina, acoso, hostigamiento, maltrato, ex-clusin, racismo, intolerancia, etctera) pero en todos se enfatiza la influen-cia de los factores sociales, familiares, culturales y escolares en la vida cotidianade los alumnos en su comportamiento y en la socializacin con sus pares.

    En torno a una definicin de violenciaLlamar violencia al uso de la fuerza, abierta y oculta, con el fin de obtenerde un individuo, o un grupo, algo que no quiere consentir libremente (Domenachet al., 1981:36). La violencia que nos interesa es, sobre todo:

    [] la que un ser humano ejerce sobre otro ser humano. Fundamentalmente,consiste en una cierta fuerza empleada para producir en el otro efectos fsicos

    o psquicos que contraran sus inclinaciones, sus propensiones y sus necesida-

    des. Por consiguiente es una fuerza de conflicto, oposicin y contradiccin ytiende a suprimir, desde el punto de vista humano, a la persona que es objeto

    de ella (Domenach et al., 1981:36).

    En la escuela, los estudiantes pueden sufrir cualquier tipo de acoso; deacuerdo con Olweus: el alumno est expuesto de forma repetida y duran-te un tiempo a acciones negativas (son acciones de forma intencionada endonde hacen dao, hieren fsicamente, dan patadas, empujan, pellizcan oimpiden el paso a otros), o conductas negativas de palabra (burlas, amena-zas, poner motes o engaar) (1998:25). Asimismo, pueden sufrir hosti-gamiento, considerado como:

    [] una accin ms grave que el acoso, en donde las agresiones son ms vio-lentas, es decir, para que se use con propiedad el trmino hostigamiento

    debe existir tambin un desequilibrio de fuerzas (una relacin de poder asimtrica).

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    El estudiante que sufre estas acciones negativas tiene dificultad para defen-

    derse de ellas y se encuentra de algn modo inerme, contra el estudiante oestudiantes que le hostigan (Olweus, 1996:360).

    Por lo tanto, la agresin constituye una conducta violenta con caracters-ticas especiales como su reiteracin y una relacin de poder asimtrica.Sin embargo, hay que dejar claro que no todas las conductas agresivastienen que ver con el hostigamiento; stas afectan de manera considerablea los alumnos tanto en lo acadmico (la no participacin en clase pormiedo a la burla, el escaso inters por asistir a la escuela) como en la interaccincon sus pares y, en algunas ocasiones, con sus maestros.

    Para caracterizar la institucionalidad de la secundaria y la relacin conlos alumnos es necesario adentrarse en la trama de las relaciones en lasescuelas. De acuerdo con Fernndez (1994:36), a partir de ah podemosver cmo el plantel hace valer sus normas2 (lo fijo, lo estable); en esteespacio los estudiantes van aprendiendo distintas formas de relacionarsecon el poder y la autoridad, al tiempo que construyen estrategias paraburlar las normas y mantenerse lo mejor posible dentro del sistema.3

    Es importante conocer qu viven los jvenes al interior de la secunda-ria, la forma en que enfrentan y asumen sus normas, cmo se apropian delas reglas necesarias para convivir y sobrevivir en ella y cmo es su partici-pacin en la construccin de la vida cotidiana teniendo, en todo momen-to, presentes las limitaciones y reglas que se tratan de poner en marchadentro de la escuela.

    Al ingresar a la secundaria, los alumnos enfrentan una serie de cdigosinstitucionales a los que debern integrarse, de tal forma que conocerncul ser su posicin en la escuela, advertirn las reglas que debern asu-mir, sin olvidar sus experiencias personales ni culturales y que han apren-dido tanto en la familia (padres, primos, tos, abuelos) como en la colonia(los amigos y el contexto), hecho que no se puede negar ni ocultar y querepercute de manera determinante al interior de la institucin.

    Causas posibles de la violencia escolarEntre los factores que podemos considerar para explicar la violencia en laescuela sealamos los que puntualizamos a continuacin:

    Familiar: aqu se ubican ciertos problemas, entre otros, falta de cario,de atencin y de comunicacin; separacin, divorcio o ausencia de los

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    padres; ser hijo nico; pobreza y privaciones; educacin inestable y agresi-va, excesivamente estricta o, por el contrario, permisiva; falta de control;as como padres o tutor que trabajan doble jornada que les impiden estaral pendiente del adolescente (Funk, 1997:63; Campart y Lindstrom, 1997:95;Prieto, 2003; Levinson, 1998; Daz-Aguado, 2001; Gmez, 1996).

    Escolar: en este factor se incluyen la organizacin escolar, un ambientehostil al interior de la institucin, la calidad de las relaciones entre profe-sor-alumno (Ohsako, 1997), carencia de normas y valores educativos,ausentismo recurrente de maestros o una planta docente incompleta, laimprovisacin de clases y falta de control del profesor (Prieto, 2003); se-gregacin, hostigamiento, acoso y agresin entre alumnos (Olweus, 1998;Domenach, 1981; Gmez, 1996; Ortega y Mora-Merchan, 2000; Prieto,2003); indisciplina e incivilidad (Furlan, 2003; Pain, 1994); pertenenciaal grupo y sus implicaciones (Eckert, 1989; Olweus, 1998; Gmez, 1996;Prieto, 2003); racismo e intolerancia (Stromquist, 1996; Eckert, 1989;Turner, 1998; Narodowski, 1998); fracaso escolar y alumnos repetidores(Martnez, 2001; Prieto, 2003); finalmente, en algunas ocasiones el creci-miento de una escuela propicia mayores agresiones entre pares y un difcilcontrol entre maestro-alumno (Funk, 1997).

    Grupo de amigos: en el contexto de la escuela los actos agresivos y abusivoslos ejecutan, con mayor frecuencia, alumnos que se sienten integrados yaceptados por un grupo y, naturalmente, entre ms agresivo es ste, losataques hacia sus compaeros son ms violentos (Olweus, 1998; Furlan,1998; Gmez, 1996; Prieto, 2003).

    Medios de comunicacin: han llegado a conformar una parte importanteen la vida cotidiana de los alumnos, puesto que la violencia es matizadadesde diferentes perspectivas, la encuentran en videojuegos, pelculas, pro-gramas televisivos, msica, noticias, etctera. Sin duda, el internet debeser analizado por separado, porque los nios y jvenes pueden tener acce-so en segundos a cualquier tipo informacin; al respecto, Funk (1997)seala: en cuanto ms se consuman pelculas de terror y violencia; endonde existan ms actos vandlicos, ms peleas, ms se amenaza o acosasexualmente a los dems, provoca en los alumnos una mayor tensin.

    El lugar de la investigacinEste trabajo es resultado de una investigacin etnogrfica de corte inter-pretativo, se emplearon diarios de campo y de observacin as como se

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    realizaron entrevistas a maestros, alumnos, padres de familia y autorida-des educativas. El objetivo fue observar las dinmicas que gestan la violen-cia escolar; la indagacin se centr en una secundaria pblica de la ciudadde Mxico, que se llev a cabo en el periodo escolar 2001-2002.

    Para tratar de entender los valores (familiares, religiosos, sociales, cultu-rales y sexuales) de los alumnos, una de las partes fundamentales de la inves-tigacin fue conocer la ubicacin de la secundaria: se encuentra en la coloniaObrera donde, desde temprano y hasta altas horas de la noche, hay un cons-tante movimiento, ah se ubican numerosos comercios de diversos giros pero,sobre todo, cuenta con una gran cantidad de cantinas, centros nocturnos yhoteles, lo que la convierte en un punto de referencia de la vida nocturna dela capital, aunque riesgoso y violento, donde predomina la droga, el alco-hol, la prostitucin y el robo, propiciando un ambiente hostil.

    La observacin detallada de este lugar nos ha permitido conocer lascaractersticas de los individuos, sus actitudes, acciones y formas de vivir.La mayora de los alumnos de la secundaria estudiada tiene poca claridadde lo que es el respeto, la tolerancia y la disciplina y, por lo general, noexiste la presencia de los padres para ensear o fomentar estos valores; deesta manera, la calle, los amigos y el ambiente de la colonia suplen esacarencia familiar, donde los chicos son presa fcil de diversos riesgos so-ciales, entre ellos, el alcohol y las drogas.

    A continuacin, con base en los registros de observacin y fragmentosde las entrevistas realizadas, ilustraremos las formas cotidianas de violen-cia escolar que se presentan en la secundaria estudiada.

    Los maestros a travs de los ojos de los alumnosEn el transcurso de la vida en el saln de clases los alumnos ponen en juegoelementos culturales propios de la familia y del ambiente en que han creci-do. Su identidad4 adquiere relevancia en el mbito de los significados quecomparten (las bromas, los chistes) y donde los apodos no pueden quedar aun lado, ms cuando se trata de los maestros; es la oportunidad, en el grupode amigos, de compartir algo en comn. Al respecto contamos con el si-guiente registro, donde un grupo alumnos (4 mujeres y 3 hombres), quehablaban en voz baja y rean, comenzaron a contarme cul era el motivo:

    Es que a casi todos los maestros les pusimos apodos y pus les van a toda madre[sus compaeros se empezaron a rer; uno deca el nombre o la materia y los

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    dems coreaban el apodo], mire: la Tere es Quico, por los cachetotes que se

    bota; la de Espaol es La travesti, porque est bien grandota, toscota y hablacomo si le estuvieran metiendo bueno; la otra de Espaol es La sapo, porque

    tiene las orejas paradas y chiquitas, el buche lo tiene salido y la cara se le ve como

    verdosa con los ojos saltones; el maestro de Ambiental es Cocoliso, por enano,peln y nalgn; el maestro de Fsica es El Pedro Infante, noms vale el bigotazo

    que se bota; al director le dicen El pablo, por enano; al sub es El pedro mr-

    mol, de los picapiedras; la de Belleza es La poly pocket, por chiquita y flaqui-ta; el maestro de Matemticas es El Pedro Ferriz, por las cejotas que se bota; la

    de Bordados y tejidos es La mosca, por los lentotes que se bota; la de Ambiental

    es La machita, por marimacha porque si le gusta una compaera se le avienta;el prefecto es El morbillo, porque nos ve como si nos quisiera desnudar; el otro

    de Matemticas es El sope, porque cuando habla le apesta la boca a cebolla; al de

    ingls es El to Sam, por turindio, se cree mucho con su ingls; el otro prefectoes Rocky, porque fue luchador (R.O. 22/04/2002).

    Los alumnos se expresan as porque en su contexto social, y muchas vecesfamiliar, son llamados por sus apodos y no por sus nombres; en grupos deamigos es natural que hagan estos comentarios sarcsticos y burlones que, eneste caso, son hacia los profesores. Al respecto Delamont (1985:109) mencio-na: los alumnos juzgan a los profesores a partir de los indicios tomados de suapariencia personal, importancia fsica, ropa, edad, sexo, raza, lenguaje.

    Por lo menos en mi clase no hay lugar para tiLos docentes llegan a tener una opinin de los alumnos y los catalogandependiendo de la fama que adquieren por su comportamiento y dispo-sicin para estudiar, trabajar y participar, y pueden tomar la decisin deque un estudiante no entre a su clase. Al respecto comenta una maestra:

    En este grupo los muchachos no tienen ni respeto, ni orden. Es el colmo, hace

    como unas cinco clases [] un alumno me pide que le explique el ejemplo por-

    que no me entenda, fui hasta su banca y le di la espalda al escritorio, cuandooigo que los alumnos empiezan a gritar ratero, ratero [la maestra en esta parte

    cambia el tono de voz, hacindola ms grave y por unos segundos se queda calla-

    da, tratando de revivir la escena de manera corporal y manoteando como si estu-viera viendo en ese momento los hechos], volteo hacia el escritorio y me doy

    cuenta de que un alumno me estaba sacando de mi bolsa mi monedero. [Le dije]

    BRENDAResaltarLos apodos pueden ser determinados por sus contextos, asi acostumbaran a tratarse o bien cmo pertenecia a un grupo. Es la oportunidad de compartir algo como grupo"

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    te equivocaste de lugar, si tu padre es ratero y lo aprendiste, tambin debes apren-

    der que ste no es el lugar... [su expresin era de asombro, molestia y coraje], eresratero, como dicen tus compaeros, y en este saln no cabes, por lo menos no en

    mi clase. Es el colmo hasta en la misma escuela tengo que cuidar mi bolsa y de

    mis propios alumnos, no se detienen por nada [cuando la maestra concluye, laexpresin de asombro y de molestia segua] (Entrev. 10/04/2002/M).

    Ese caso muestra cmo los alumnos ponen en prctica en la escuela loaprendido en la calle o muchas veces en la familia; pareciera ser que lainstitucin es rebasada por el contexto social y cultural de los estudiantes,reproduciendo los patrones de conducta; en el caso descrito, el robo haciala profesora gesta un desenlace violento entre ambos. Para Funk (1997:53-78) los estilos de vida van acompaados de la prdida de un sistema ho-mogneo de valores y provoca en parte de los jvenes sntomas dedesintegracin5 que pueden manifestarse en actos violentos.

    La escuela es una de las instituciones de mayor relevancia, donde circu-lan elementos culturales, normas, sentimientos, actitudes y valores quepueden ser alterados por situaciones violentas y que influyen de maneraimportante en la convivencia y desarrollo de los alumnos; en otro ejem-plo, la maestra de Matemticas comenta:

    En otra ocasin un alumno en plena clase empez a molestar a su compaero

    de atrs y el alumno sin ms ni ms se par y le dio de patadas, al meterme... [suexpresin es de asombro] a separarlos, uno de ellos me dio una patada; en el

    momento me dio tanto coraje que le di un coscorrn en la cabeza y me dijo

    de groseras, lo llev a la direccin. Nada ms para que vea a qu grado hemosllegado (Entrev. 9/04/2002).

    Para los docentes los nicos culpables y groseros son los alumnos, pero hayque sealar que quien condena la agresin responde de la misma manera, auncuando la maestra justifique su accin ante lo ocurrido. Al respecto Debarbieux,presidente del Observatorio Europeo de la Violencia Escolar, menciona: Lafalta de respeto [genera] una prdida de sentido y desconfianza en s mismo yen los dems. En la escuela esto se traduce en una fuerte crisis de identidad,tanto entre los alumnos como entre los profesores y el trmino ms nodal enlos discursos es el respeto, sin el que no existe ni prestigio, ni identidadsocial slida (1996).

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    Cualquier ocasin es buenaLa hostilidad que se gesta al interior de la institucin es por falta de vigi-lancia, de disciplina y aplicacin de las normas (Gmez, 1996; Furlan,1998; Prieto, 2003). Los problemas entre alumnos pueden surgir en cual-quier momento, por cualquier motivo y en cualquier lugar; situacin queilustramos con el siguiente ejemplo:

    Por ser el Da del nio, la directora contrat un sonido para que losalumnos convivieran, objetivo que dur slo un rato. Los jvenes baila-ban, unos en el patio, otros en los pasillos; en uno de los grupos se encon-traban Claudia y Liliana, que tenan problemas entre ellas, que al escuchar,en una parte de la cancin que bailaban, eres como una ramera, que seenreda donde quiera, empezaron a agredirse verbalmente; Claudia sea-lando a Liliana le dice as eres t, a lo que responde ramera t y tupinche madre. En el momento las contuvieron pero se fueron al bao,ah se insultaron y luego comenz la agresin fsica (puetazos, patadas,rasguos y jalones de cabello). Finalmente lleg la prefecta y les dijo: Us-tedes no entienden, miren nada ms qu bonitas se ven, todas rasguadasy despeinadas, parecen gallinas de pelea (30/04/2002/M). Las llevaron alservicio de Orientacin, ah mandaron un citatorio a sus padres, que nun-ca se presentaron.

    Al respecto, Covarrubias (2000) comenta Es evidente que los adultosno estamos enseando a nuestros nios y jvenes a resolver sus conflictospacficamente. La violencia que entran en las salas de clase generalmentetienen sus races en las casas.

    Lazos de amistadPara la mayora de los alumnos la amistad ocupa un lugar muy importan-te, casi todo gira alrededor de ella. Estas relaciones casi siempre estn enla cuerda floja, se imponen diversas pruebas para ver si son dignos depertenecer a un grupo y stas, que pueden ser absurdas o peligrosas paralos adultos, para los chicos son inevitables sin importar los riesgos ni lasconsecuencias, y pueden ir desde bailar en cualquier lugar, portar cosasque llamen la atencin, pintarse el cabello, tatuarse o hacerse perforacio-nes que podran implicar una sancin o problemas con los mismos pa-dres hasta otro tipo de pruebas ms duras, como en el caso de los varones.

    El anterior es el caso de Gerardo, lder de un grupo que se dedica amolestar a sus compaeros y tiene fama de pasado de listo; dos alumnos

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    queran pertenecer a esa banda, los agredan pero aguantaban con tal delograrlo, hasta que Gerardo les propuso que para entrar a su grupo debanir al auditorio y hacer algo que llamara la atencin de la escuela. En eltranscurso de esa semana el intendente coment: Quin sabe quin fue ahacer averas al auditorio, la cosa es que las cortinas se quemaron... graciasa que andaba barriendo cerca del auditorio, si no, quin sabe qu hubierapasado (R.O. 17/04/2002).

    Son riesgos que los alumnos estn dispuestos a correr con tal de pertene-cer a un grupo, sin importar consecuencias ni repercusiones. Por otro lado,el director repar el dao comprando cortinas, pero en ningn momentotrat de investigar lo que haba sucedido. Esta actitud dio oportunidad ycarta abierta a hechos similares, como lo menciona el conserje: Los botesde basura de la escuela son grandes y de metal... en la semana siguientedespus de haber quemado las cortinas, quin sabe quines prendieron unbote con basura, rpido fui por una cubeta de agua y lo apagu (R.O. 17/04/2002/M). La falta de vigilancia en la escuela y el no ensearles a losalumnos el sentido de responsabilidad y pertenencia como un espacio vital,propicia este tipo de agresin, poniendo en riesgo a toda la institucin.

    Asimismo, en el saln de clases la amistad es un factor estratgico paraformar grupos que tratan de protegerse de los que se pasan de listos,consiguiendo una especie de alianza lo que, a su vez, puede llevar a extre-mos insospechados como introducir algn arma, sin que los maestros seenteren mientras los alumnos saben cundo, cmo y quines las han lleva-do. As lo confirman las entrevistas, donde todos los estudiantes sabanque algunos llevaban a la escuela cuchillos, navajas e incluso pistolas; Gerardoy Yair (cuyo caso veremos ms adelante), son jvenes a quienes han vistollevar navajas y en ocasiones han amenazado a otros compaeros, sin quealguien haga o diga algo.

    Sexualidad encubiertaEn relacin con las preferencias y tendencias sexuales de las y los alumnosse genera una serie de situaciones y relaciones agresivas donde el acoso, laamenaza, el hostigamiento, el abuso y rechazo se dan entre maestros yalumnos; al respecto Duschatzky menciona: El lugar no es un simple te-rritorio sino aquello que constituye reconocimiento, historia e identida-des compartidas, ocupar un lugar es dejar marcas y ser marcados por l(1999:28-29).

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    El saln de clases es el espacio donde los alumnos adems de conoci-mientos aprenden a negociar, explcita e implcitamente, con los maes-tros y con sus pares para mantener la comunicacin; relacin donde lasexpresiones orales y de gesticulacin tienen un gran significado porquerepresentan una forma de interactuar. Dado que el aula es donde los ado-lescentes pasan la mayor parte del tiempo dentro de la escuela, tambin seconvierte en el lugar en el que los abusos son parte de la vida cotidiana;para ellos cada oportunidad es buena para hacer sentir mal a sus compae-ros por medio de bromas de mal gusto e insultos directos e indirectos. Eneste caso, tenemos como ejemplo a Benjamn, alumno de tercero, cuandola maestra de Espaol les enseaba oraciones interrogativas:

    Maestra: Las oraciones interrogativas, se usan para las preguntas... y se, se, qu?

    Alumno: Puede repetir, maestra? No le o.Maestra: Qu lentos...!, ni siquiera llevo un prrafo y ya me interrumpieron;

    cllense, si no, luego no oyen... Las oraciones interrogativas se distinguen por

    tener pronombres por qu?, qu?, cmo?, cundo?, dnde? Llevan siempresignos de interrogacin, de principio a fin...

    La profesora escribe unos ejercicios en el pizarrn y pregunta quin quierepasar, Benjamn se levanta, la maestra le dice s moviendo la cabeza cuan-do dos alumnos gritan: ah va el puto, ya va a empezar con sus puteras,el resto del grupo se re de manera natural, Benjamn le dice. Ya escu-ch, maestra? a lo que ella responde: no escuch nada, vete a sentar(R.O. 13/02/2001).

    Es evidente la falta de respeto y tolerancia en los alumnos as como laactitud indiferente de la profesora: El problema de la disciplina es el msimportante de todos los problemas que tiene que afrontar el maestro en laescuela [...] Sin disciplina no hay trabajo eficaz posible (Hernndez, 1969:7).En el siguiente registro, tenemos el caso del maestro del taller de Electrici-dad, que est a cargo de la cooperativa, por lo que llega de 30 a 40 minu-tos tarde, tiempo suficiente para que un grupo de alumnos moleste a uncompaero, Aparicio. De acuerdo con el registro de observacin, lo ence-rraron con la luz apagada en el taller y le aventaron un cohete gritndoledesde una ventanita: para que se te quite lo puto, a ver si as te haceshombre, para que se te quite lo mariquita (R.O. 12/03/2001).

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    La ausencia del maestro y la falta de respeto de los alumnos sobrepasalos lmites, sin importar el dao fsico, psicolgico y moral que se puedaocasionar al compaero, donde lo ms grave es que nadie responde o de-tiene este tipo de actitudes violentas. Tenemos otro registro, de una maes-tra, en relacin con las preferencias sexuales de dos alumnas:

    En esta escuela se ha dado de todo... en una ocasin a la hora del receso estaba

    platicando afuera de un saln con otra maestra, de repente, me dio curiosidadpor entrar al tercero D y vi a dos alumnas que se estaban besando y tocando

    por todos lados, lo que hice fue decirles qu estaban haciendo, que se haban

    equivocado de lugar, por qu estaban haciendo esas cochinadas aqu, las baj aOrientacin y ah mandaron a llamar a sus paps, lo bueno que para el siguien-

    te periodo no les dieron la reinscripcin (Entrev. 18/03/2002).

    Los anteriores son algunos ejemplos de la forma en que se expresan y ac-tan los docentes cuando un alumno tiene preferencias diferentes a lasque ellos llaman normales; la maestra da un calificativo diciendo queson cochinadas y adems acepta que fue el motivo por el que a las alum-nas ya no se les dio inscripcin para el siguiente periodo escolar.

    La violencia cotidiana en la escuelaPara ilustrar esta parte, volvemos al caso de Gerardo. Tiene 14 aos, usamucho el cal, siempre habla con groseras y doble sentido; con sus com-paeras es ofensivo, las abraza, les da nalgadas, pero ellas lo aceptan. Comomencionamos antes, es el lder de un grupito, juntos se pasan de listos,esconden las mochilas, pegan, avientan; si algo les gusta, sus compaerossaben que se los tienen que dar. Sin embargo, si Gerardo quera platicarcon alguien, poda hacerlo bien. Cuando se realiz la entrevista en ningnmomento trat de bromear y les dijo a sus compaeros no quiero que meinterrumpan [] a lo mejor a nadie le voy a volver a contar lo que le voya decir [] pero se lo voy a decir porque, sabe?, me cae bien:

    En la escuela yo digo que vivo con mis paps, cosa que no es cierto, slo vivo con

    mi mam, mi pap se cas otra vez, tengo dos medios hermanos, uno ms grande

    y otra ms chica; estudie en la Giner de los Ros la primaria que, por cierto, nome fue muy bien. [Preguntamos por qu]. Porque en sexto ao, la verdad me

    empec a juntar con unos compaeros ms vivos que yo, un da me dijeron cundo

    BRENDAResaltar

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    has visto mil pesos juntos?, les dije que nunca, entonces me dijeron qu te

    parece si secuestramos a Mario?, era un compaero que segn tena dinero. Loplaneamos el da viernes, esperamos a que se fuera la mam y le dijimos a Mario

    que le invitbamos unos dulces, que furamos a la tienda, el nos dijo que no

    podamos salir y nosotros le dijimos que no se preocupara, que los viernes laconserje no estaba en la puerta, l nos dijo que s, cundo? Salimos a la tienda le

    dijimos vamos al parque lamos, l nos contest que no, entonces le dijimos:

    le vas a hablar a t mam y le dices que no ests en la escuela, que ests en elparque lamos y que si quiere verte venga y en la cancha de futbol de tierra, en

    la mera puerta, deje mil pesos y se vaya para la parada del camin en Isabel la

    Catlica, que no intente hablarle a nadie porque te va mal.Fuimos muy pendejos porque, en primer lugar, era un recado muy largo,

    el gey cuando le habl a la mam no lo deca bien, bueno fue un desmadre la

    verd, pero la madre vino dej el dinero ah y Mario se fue a la parada delcamin. Con un suter encima fuimos por el dinero, para que segn nosotros

    no nos reconociera, cuando volteamos ya no estaba la mam ni Mario.

    [Le preguntamos qu hicieron con el dinero?] Pus la verdad nos fuimos acomprar unas tortas, luego nos repartimos el dinero y quedamos que nadie saba

    nada y dijimos chin, chin, el que se raje, pero cuando llegu a mi casa ya me

    estaban esperando unos judiciales, mi mam no estaba, porque ella trabaja, y latuvimos que ir a buscarla a su trabajo [] Es cocinera en una fonda y va a lavar

    ropa o hacer quehacer a las casas. Pus cuando fuimos a verla se espant y, luego,luego, le habl a mi pap, pero me llevaron al Tutelar, al que est en Vrtiz, nollegu hasta adentro, porque mi pap se movi, la verdad no me acuerdo bien si

    veinte das o un mes, esto no lo saben en la escuela, eh!

    Hasta ese momento no tenan nocin de lo que haban hecho, les parecaque no haba pasado algo tan grave, pero Gerardo se da cuenta de quetener un antecedente as no es gratificante, por eso me aclar que en laescuela nadie saba nada. Ante la pregunta de qu haba pasado en esetiempo, respondi:

    Es de la chingada, desde que llega uno nos quitan los tenis o zapatos, lo que

    traigas y, luego, luego, te preguntan por qu caste?, y uno tiene que estar muy

    vivo porque si no te cogen, haban chavos ms chicos que yo pero que, la verdad,me daban en la madre, porque tena miedo a defenderme, hasta que un da en la

    noche uno vino y me dijo saca le dije que no traa nada y me empez a pegar y

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    Prieto

    me defend y vi que nadie se meti. Pero, la verdad, es de la chingada, si no me

    pona vivo cualquiera me pegaba, pateaba o cualquier cosa poda pasar; pero semovi mi pap, fue a hablar con el pap de Mario [el secuestrado], y el seor

    retir los cargos; para qu le miento, no se qu hicieron pero sal. Mi pap a veces

    lo veo pero, como no le caigo bien a su vieja, pus mejor trato de no verlo con ellaporque, la verdad, ya no estoy chiquito como antes que aguantaba; pero lo veo

    cuando quiero algo, aunque ni lo necesito porque yo puedo comprarme lo que

    quiera, pero para que no se le olvide que tiene un hijo.

    Gerardo ya cuenta con una experiencia poco comn, lo que aprendi en elConsejo Tutelar para Menores lo refleja en la escuela, con sus compaeros;la forma en que se expresa de su pap es distante y trata de verlo aunquedice no necesitar de l. Luego le preguntamos si se drogaba y qu habapasado con sus otros dos amigos:

    Ellos se quedaron adentro, ms que la verdad ni nos veamos. La neta s, a la fecha

    le pongo, qu no sabe? [] pregnteles a quien quiera de la escuela. Yo s queno voy a sacar el certificado, porque debo materias de otros aos y hasta horita he

    reprobado cinco materias, pero no vengo por la escuela, en s vengo a mis ondas,

    los maestros a veces son bien manchados, pero cmo ve?, que por eso luegotienen sus coches rayados, o las llantas ponchadas (Entrev. 22/04/2002).

    Directamente no me dijo que venda la droga en la escuela, pero algunosalumnos me comentaron: cuando vea a Gerardo en el pasillo con su chamarra,est vendiendo; comenc a observarlo ms y no pasaron muchos das parasaber que los lunes y los viernes llevaba la chamarra negra de gabardina. Loms sorprendente fue que quienes se acercaban a l eran alumnos que mos-traban ser tranquilos, incluso algunos no iban mal en la escuela; de maneradiscreta se iban al bao. Gerardo sabe y no le importa que no obtendr elcertificado de secundaria; tal como lo afirma, va a la escuela a molestar a suscompaeros y venderles droga. Sin embargo, no es entendible por qu ni losmaestros ni los prefectos se daban cuenta de lo que pasaba, sus compaerosestaban enterados sin que nadie dijera nada. Por otra parte, al preguntarlecmo era su relacin con su madre y hermanos, Gerardo coment:

    Aunque somos medios hermanos p mi no vale, ms que la verdad, con mi her-manita no me llevo bien porque es muy chillona, pero con mi carnal bien, l

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    tambin le pone, pero la gran diferencia es que mi mam no sabe; con mi m nola llevo muy bien, pero es mi jefa y aunque le gusta chupar pero pus ella se paga suvicio, pero a veces por eso trato de no faltarle al respeto, pero a veces no puedo, le

    grito y no le hago caso.

    Considerando el ambiente familiar de Gerardo, su madre alcohlica, suhermano mayor vicioso, la ausencia de su padre, quin podra decirle queno estaba bien lo que haca.

    Al Tutelar de MenoresYair es un alumno que est por cumplir 16, tiene ojos azules, es delgado,de piel blanca, siempre lleva los zapatos grandes y desamarrados, usa elpantaln a la cadera (de una talla ms grande y de la parte de abajo losdescose para que le quede un poco ms holgados y largos); su cabello escastao claro, lo trae corto de atrs y engomado, en algunas ocasiones lousa como con picos; usa cinco pulseras tejidas de colores y un collar deconchas. La camisa blanca la trae pegada y arremangada de los brazos,para algunas es Rocky, a las alumnas no las trata con groseras pero abrazaa todas y cuando le preguntan andas con alguien?, su respuesta es no,pero si t quieres s. El grupo que encabeza lo llama Los valedores, conquienes matan clases cada vez que pueden y, si alguien les cae mal, leponen apodos, le dan de zapes, le ponen el pie para que se tropiece o loavientan, son provocaciones ante las que los compaeros no responden.En la entrevista, Yair coment:

    Sabe? Me gusta que me pregunten, porque casi nadie lo hace. [Vivo] con mimam y mis dos hermanas, que son ms grandes que yo, una estudia en la

    universidad y la otra trabaja; mi jefe apenas se acaba de separar de mi jefa,

    porque pus como segn es muy galn el gey, se fue con otra, pero a m ni meduele pus casi ni lo vea, nunca estaba en la casa y, cuando estaba, se peleabacon mi mam.

    [Posteriormente le preguntamos por qu estuvo en el Tutelar de menores:]Fue hace un ao, por eso debo unas materias, porque no poda venir a la escuela,

    estaba guardadito; ah estuve como quince das. Andaba con unos cuates y mi

    chava, fuimos a una fiesta, ah empezamos a tomar, cuando de repente empiezo aver que uno de mis valedores se empieza a pelear, en ese momento no sabamos

    por qu, pero le fuimos a ayudar; a los otros cuates los dejamos bien madreados,

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    Prieto

    pero entonces, en eso lleg una patrulla y los otros chavos dijeron que los quera-

    mos asaltar, mintiendo ac los chavos; entonces nos llevaron al Tutelar, porqueramos menores de edad; ah le habl a mi mam y pus rpido se movieron ycuando los chavos fueron a declarar se contradijeron, eso nos ayud; pero lo

    bueno que camos juntos porque, nos cuidbamos, principalmente cuando ba-mos al bao o en las noches.

    [Por qu?] Porque como estamos chavos son ms cabrones o bueno no s,

    pero por ejemplo, en lo que estuvimos, lleg un chavo un poco ms grandeque nosotros y haba violado, no s a quin, y al otro da, luego, luego, ama-

    neci en el patio con un trapo en la boca y una botella en el culo. Nosotros

    slo fue por quince das, pero nos mandaron a unos grupos en el cual habauna persona que nos coordinaba, como que eran plticas grupales en las cua-

    les nos decan que no debamos agredir, pelear; como que trataban de que

    nuestra actitud fuera diferente, o sea que no nos peleramos, no buscramosproblemas; ah estuve yendo a la de a fuerzas por seis meses; casi, casi, era una

    de las condiciones para salir de ah. Por eso se enteraron en la escuela.

    [Le preguntamos si se drogaba] No. Me gusta tomar, pero a lo otro no lehago, ms bien mi vicio son las chavas, me encantan: chicas, grandes como sea,

    bueno siempre que estn ac, que sean jaladoras. Lo que no me gusta de unos

    chavos es que si uno le gusta, por ejemplo a m me gusta el chupe, pus no voy atraer a la escuela la botella, porque me cachan y me corren, pero aqu hay unos

    que traen sus cochinadas a vender y quin sabe si sea de la buena porque la dan

    muy barata, lo que veo es que nadie dice nada y por esos me acabo de enojar,bueno p que le digo, porque andaba bien pasada; ahora, como ya hay msvigilancia, se van a donde pueden a esconderse, si no fjese (Entrev. 18/03/2002).

    Como hemos podido observar, en la secundaria haba dos grupos fuertesde poder: el de Yair y el de Gerardo. El de Yair era ms pequeo, no vendanada, pero sus compaeros sufran de igual forma sus agresiones (bromas,apodos, empujones, zapes, patadas y, si les gustaba algo de otro, se loquitaban sin ningn problema); la consigna era siempre cuidadito y digasalgo, aprovechndose ms de los alumnos de primer grado, muyespordicamente lo hacan con los de tercero. Cuando Yair y Gerardo lle-gaban a encontrarse, se saludaban, pero cada cual por su lado, ambos sa-ban cules eran sus pasatiempos.

    A diferencia de Gerardo, la escuela s saba que Yair haba estado en elTutelar. Las maestras decan que era juguetn, pero un buen chico, su

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    habilidad era tal que no se daban cuenta que l era quien provocaba a loscompaeros, reprendan a los otros y no a l. Su carisma era tal que algu-nas maestras lo ayudaban en su materia para que no reprobara el bimestre,y nadie lo exclua por haber estado en el Tutelar. De acuerdo con nuestrosregistros, en ms de dos ocasiones fue llevado al servicio de Orientacinpor traer los pantalones desfajados, otra por no llevar el uniforme com-pleto y traer el cabello parado (en forma de picos pintado de las puntasde color azul).

    En una ocasin, antes de que entrara el maestro de Biologa (nuevo enla escuela), Yair le comenta a sus compaeros: cuando entre le voy a darunos ligazos en las nalgas para no aburrirme, ya ven que es bien pazguatoy aburrido. Todo el grupo est a la expectativa, cuando el profesor entray voltea al pizarrn, Yair se para rpidamente y le da el ligazo, como dijo,en las nalgas, inmediatamente el maestro voltea a ver a los alumnos ypregunta quin fue; el grupo se qued en silencio unos minutos y, comonadie respondi, se sali del saln. Yair aprovecha ese tiempo para decirlesa sus compaeros cuidadito y alguien diga algo.

    El maestro no tard en entrar acompaado de la trabajadora social quinle hizo eso al maestro? Nuevamente, nadie respondi, como nadie quieredecir, todo el grupo se va a ir suspendido. Otra vez hubo silencio, el profe-sor dice as no se puede trabajar, todos tienen tres puntos menos de lo quesaquen en sus calificaciones.

    Este tipo de situaciones comunes con varios maestros donde los alumnosson castigados por culpa de uno o de una minora, desde luego no es unasunto de solidaridad, sino de miedo. Pero la trabajadora social saba quineseran los que haban propiciado el caso, por lo que en esa ocasin decidillevar a Yair a Orientacin y lo dej ms de tres horas ah, porque ya sabaque si llamaba a la madre, no iba.

    sa es una caracterstica en la secundaria, los padres de familia prcti-camente nunca van a la escuela para enterarse de cmo van sus hijos, cuandolos llaman no asisten y los alumnos lo saben; slo acuden en casos extre-mos, por ejemplo cuando ya no se les permitir entrar a la escuela.

    Los asaltos en la escuelaEsta forma de violencia la ilustramos con el registro de alumnos de terceroy algunos de segundo, que se distinguan por groseros y peleoneros. Elfsico no importaba, la mayora eran altos pero los bajitos tampoco se

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    dejaban de nadie, ni de sus mismos cuates. De acuerdo con las observa-ciones, su forma de asaltar era que uno de ellos se acercaba a un compae-ro y le deca eres la presa o el elegido, ven. Si por algn motivo se resistale indicaba a la hora de la salida o bien lo alcanzaban y jalaban con elgrupito. Lo hacan de una manera tan sutil, que pareca que estaban platicandoo jugando; y amenazaban a las vctimas: si dices algo, primero no te vana creer, porque todos vamos a decir que eres un mentiroso y, segundo, tedamos en la madre por rajn (R.O. 07/01/2002/M).

    Por lo regular este grupo se colocaba, a la hora del descanso, a un ladode la Direccin, detrs de un muro y le pedan dinero a los alumnos(as)que pasaban por ah, si se negaban los pateaban, los jalaban, los aventabany les quitaban el dinero; a las mujeres les levantaban la falda, las abraza-ban, mientras otros las manoseaban, siempre con la amenaza de cuidaditosi vas y dices algo, porque entonces no te la acabas con todos nosotros.

    Durante todo el periodo escolar, la amenaza, el acoso, la agresin entrelos alumnos estuvo presente: los(as) alumnos(as) no se atrevieron a denun-ciar al grupito ni con los maestros ni con sus padres. Trataban de nopasar por la zona de peligro, pero era en vano, alguno vena a decirlesprstame unos varos, incluso cuando se lo daban de manera forzada lesdecan oh, nada ms eso, prstame ms.

    No obstante, los maestros tenan una visin totalmente diferente deeste asunto: veo que se prestan dinero los alumnos []. Pero no creo quesea de otra manera porque si no ya los alumnos estaran comentando ynosotros ya nos daramos cuenta pero no me he enterado de nada y laverdad los alumnos tienen que aprender a defenderse, porque aqu no estmamita para defenderlos. Tal actitud era muy comn entre ellos, cuandoescuchaban algo que no estuviera bien se tornaban indiferentes. Inclusotambin muchos alumnos lo negaban y otros cambiaban la conversacin.Pero algunos ms comentaban:

    Se manchan, como estn en bola, se sienten muy chingones, la verdad yo mejor

    ya ni traigo dinero, pero bueno a veces tengo que traer, porque si en varias ocasio-nes les dices que no traes, te dicen maana s vas a traer, verdad? El otro da no

    traje y me dieron unas patadas, como en juego pero que s me dolieron y me

    volvieron a decir maana s, verdad?En el saln se sienten mucho Joel y Ricardo, porque son de la bolita, a La

    abuela6 le piden la tarea y se las tienen que dar; si no llevan pluma, se la piden a

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    Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria

    cualquiera, y se la tienen que prestar porque, segn ellos, te la piden por la bue-

    na, si es por la fuerza te la arrebatan y, luego, luego, te dicen cuidadito y digasalgo porque te la ves conmigo y mis cuates; tanto alumnas como alumnos nos

    hacen eso, yo s les tengo miedo porque son bien manchados.

    Como se deriva de los registros, este grupo se ha hecho fama a travs de laintimidacin siempre impune pero en la escuela es un secreto a voces.Ciertos maestros han tenido fricciones con algunos de ellos, sin embargono han hecho nada al respecto, y aun cuando en los ltimos meses la di-rectora los puso a vigilar en el patio, la medida no ha sido suficiente. Setrata de un grupito muy hbil y bien organizado para seguir con losasaltos, incluso integran a chicos de segundo grado, para que siempre hayaquien los supla y as mantener el control. Si esto ha funcionado duranteun tiempo, nos preguntamos por qu los alumnos han aguantado estasconductas violentas, por qu no son capaces de denunciarlos o por qualgunos lo niegan.

    ConclusionesEs necesario realizar ms investigaciones sobre la violencia en nuestras es-cuelas, en especial en el nivel secundaria. Nos enfrentamos ante una pro-blemtica que no podemos ignorar, donde las autoridades educativas debenintervenir para dar soluciones a estos sucesos.

    Algunas manifestaciones de violencia que encontramos al interior de laescuela fueron el robo, el vandalismo as como la agresin fsica y verbal.Sin embargo, ante hechos evidentes, la institucin (director, maestros, padresde familia) nunca pudo unirse para combatir el fenmeno.

    Tal como pudimos constatar en las observaciones realizadas, la coloniaes un factor determinante para los alumnos; el entorno cumple un papelimportante en sus experiencias. Al crecer alrededor de cantinas, centrosnocturnos, problemas de alcoholismo y de drogadiccin, en corto tiempoempiezan a tomar actitudes negativas, reproduciendo lo que ven y oyen desu entorno.

    La escuela, despus del hogar, es el lugar donde los chicos pasan mstiempo; es su segunda casa, es el punto de referencia donde aprenden adefenderse de pares y maestros y, en algunos casos, es donde por primeravez saben lo que es el miedo, el robo, las peleas, el consumo del alcohol ylas drogas.

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    En la secundaria que hemos estudiado, encontramos la existencia decomplicidad entre docentes y alumnos. Los maestros saban lo que se ocu-rra al interior de la escuela (venta y consumo de droga y alcohol, asaltos,violencia) sin que hicieran algo por denunciarlo o evitarlo. Los alumnos aun mejor tambin saban lo que pasaba en la secundaria, lo vivan y lopadecan, pero hacan como si no pasara nada.

    Notas1 Entre los trabajos en otros pases destacan:

    Japn (Ohsako, 1997); Alemania (Funk, 1997:53-78); Holanda (Mooij 1997:29-52); Estados Unidos(Levinson, 1998; Eckert, 1989; Stromquist, 1996;Lawton,1993:662-659); Inglaterra (Turner,1998:591-602), Mxico (Gmez, 1996 y 2003;Prieto, 2003 y 2004; Furlan, 1998:612; Furlan,et al., 2003:259-298); Francia (Debarbieux, 1996;Pain, 1994:27-31); Espaa (Ortega y Mora-Merchn, 2000:7-27; Cruz, 2001:12-23 ); Chile(Cerda y Assal, 1998:629-944); Argentina(Narodowski, 1998:603-609).

    2 Para Lidia Fernndez las normas consti-tuyen lo instituido de la institucin, represen-tan el orden establecido que dan al individuola proteccin de una lgica con la cual orga-nizan su mundo, es una permanencia con loestablecido.

    3 Fernndez menciona que la parte instituyentees la que siempre genera el cuestionamiento, lacrtica a lo establecido.

    4 Goffman (1993:260) menciona los suje-tos se identifican y reconocen entre s por mediode ciertos atributos. El sujeto mismo como tal,posee una identidad producto tanto de sus expe-riencias como de sus capacidades inherentes y ad-quiridas. La identidad de los sujetos implica unatoma de conciencia de quin se es y de dnde seest. La identidad personal se relaciona con la ideade que unas personas se pueden diferenciar deotras, a travs de ciertos medios donde se entrela-zan hechos sociales de una historia particular.

    5 Por ejemplo, segn Heitmeyer a) la desa-paricin de relaciones con otras personas e insti-tuciones; b) de la participacin real en institucionessociales; c) del respeto a las normas y valores co-munes (1992:109).

    6 Es la ms aplicada del saln, pertenece a laescolta, es callada, tiene pocas amigas, pero to-dos le piden la tarea, los trabajos y al parecer nole molesta, pero cuando estos chicos le pidenalgo se los presta pero de manera forzada.

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    Artculo recibido: 9 de marzo de 2005Aceptado: 19 de mayo de 2005