VIOLENCIA Y PEDAGOGIA - Marta Oliveri · Utilización de los espacios y tiempos disponibles ......

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Marta Oliveri VIOLENCIA Y PEDAGOGIA

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Marta Oliveri

VIOLENCIA

Y

PEDAGOGIA

Marta Oliveri

violencia y pedagogía

Ensayo teórico didáctico sobre la propuesta programática C.D.y.V

Programa contra la Discriminación y la Violencia

1

Un nuevo abordaje acerca de la problemática social desde la

comunidad educativa

Programa dependiente de la Subsecretaria de Acción Cultural de la

Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

INDICE

Primera parte

Violencia , etimología concepto.

Interacción violencia social - violencia familiar.

El fenómeno de la desocupación Evolución de los esquemas

familia-sociedad –individuo.

Maltrato y abuso sexual infantil.

Papel del denunciante.

Erotización prematura como indicador de abuso sexual

Hetero y auto agresión como respuesta al abuso y maltrato infantil.

Abandono otra variable del maltrato infantil

La violencia institucionalizada. Relativismo del discurso legal

Violencia terapéutica. Psicología Forense. Centros de revinculación. 4

Parte 2 Programa contra la discriminación y la violencia

C.DyV

Objetivo del programa

Marco ideológico

Metodología de trabajo

Concepto de auto gestión

La formación de grupos Grupos de adultos, padres, docentes

Grupos de niños y adolescentes

Estructura interacción entre grupos

Grupo- institución Institución comunidad

Importancia de la evaluación permanente de las inquietudes

intereses y problemáticas.

¿Quién lleva a cabo la coordinación de los grupos?

Función del docente

Función del supervisor

Función de la Subsecretaria de Cultura.

Grupo de actividades. Sugerencias didácticas. 5

Utilización de los espacios y tiempos disponibles

Actividades en biblioteca Actividades en el aula Actos escolares

Actividades en el recreo

Formación de lideres Metodología de la votación Formulación de

valores del líder por parte de los alumnos. Sanción del grupo y auto

sanción.

El niño como observador del grupo.

El niño como protagonista de la evaluación y el auto evaluación

permanente del grupo y la institución escolar

3 PARTE Recursos y materiales de trabajo

Características del material elegido: Mensaje y Polisemia. Textos

clásicos 6

Textos modernos

Bibliografía

Prefacio

Ya desde sus inicios etimológicos Cultura del Lat. Cultos Cultivo,

ha tenido por significado el ser producto de la acción de cultivar, cuidar

y producir. Esta primera acepción nos permite volver al sentido amplio

de la acción cultural comprendiéndola como aquella actividad de signo

positivo que actúa sobre el medio en función de generar algo nuevo

que resulte beneficioso para la comunidad. Cultura es entonces la

totalidad de las acciones que ejerce el hombre sobre todas las

entidades y con todos los recursos que tiene en sus manos para

generar un nuevo estado de cosas que determine el mejoramiento de

todos los aspectos de su vida. Desde este concepto consideramos que

la acción cultural de nuestra secretaría se extiende hacia todos los

aspectos del hacer humano: el hecho educativo, la organización

económica, el comportamiento social. Es por lo tanto nuestro

compromiso la elevación de nuestra cultura en términos que abarquen

los aspectos mencionados. Por ello hemos considerado

indispensable la interacción con las otras esferas de trabajo, como la

educación y las instituciones que tienen por objeto la problemática

económico-social, esta actitud resulta imperiosa

para la consecución de un verdadero cambio cultural. De ahí que

desde nuestra secretaria se promueva un proyecto cuyas derivaciones

serán amplísimas. La acción cultural que ponemos en marcha con el

programa contra la discriminación y la violencia, tiene como objetivo

primario, un diagnóstico acabado de la situación económica, social y

cultural de nuestra población urbana, a fin de poder instrumentar

desde la esfera educativa y social tanto en las escuelas como en los

centros barriales, actividades que promuevan el desarrollo de

cambios a corto y mediano plazo, adecuando las estrategias a las

necesidades comunitarias. Es nuestra finalidad construir una nueva

cultura que se base en la solidaridad, la integración de las minorías,

el respeto por los más débiles y el fortalecimiento de los lazos entre

los diversos grupos culturales. Solo así podremos llevar adelante el

verdadero acto cultural que desde hace tanto tiempo nuestra sociedad

reclama.

Marta Oliveri

PRIMERA PARTE

APROXIMACION TEORICA

Violencia etimología y concepto

Violencia viene del latín, se refiere a todas aquellas acciones que

ejercen la fuerza contra otro, de ahí que derive de ella el concepto de

violación con la misma raíz. Sería extendernos infinitamente en la

historia de la humanidad si tuviéramos que representar en estas

páginas los efectos que la violencia ha tenido sobre las diferentes

culturas. Nuestra historia judeo cristiana está fundada en un sin fin de

actos violentos; podemos decir en suma que la conquista de los

pueblos es el macro ejercicio de la violación: para que semejante

hecho suceda debe existir una disparidad de fuerzas y la posibilidad

de ejercer una acción contra la voluntad de otro en el marco de la

aceptación general o bajo el resguardo del ocultamiento adecuado. Es

decir, que para que un acto de violación se produzca en un contexto

histórico siempre (tácito o deliberado) existe un consenso social, un

aval de la comunidad. No podemos asegurar que ningún hecho sea

estrictamente individual en tanto el hombre es un ser gregario cuyas

acciones ocurren en interacción permanente con sus semejantes. De

ahí que sea des estimable el concepto de individuo vs. sociedad, la

interacción es inevitable desde que la humanidad comenzó a reunirse

en clanes y luego en tribus. Hausser explica: desde su amplio ensayo

social y antropológico1 tanto el origen de la sumisión, a través de la

1 Historia Social de la Literatura y el Arte Tomo 1 12

división del trabajo como también el enfrentamiento tribal que surge

con el nacimiento de una economía administrada a partir del

nacimiento de la organización del cultivo y la ganadería. El origen de la

monogamia, según este autor, parte, así mismo, de la necesidad de

mantener dentro de la tribu una mano de obra constante que garantice

la estabilidad del grupo, lo cual se consigue a través del sojuzga

miento de la mujer y la vigilancia de su prole. El ensayista argentino

Luis Frontera por su parte se refiere al hecho violatorio como origen de

nuestra civilización argentina. Dice Frontera : “Una gota de semen y

una gota de sangre son el origen de la cultura argentina.” Para el

autor la incapacidad de ejercer la conquista, es decir, la acción

violatoria sobre la tierra, desemboca en la violación de la india.

Citamos aquí sus palabras: “Carente el Río de la Plata de metales

preciosos, el objetivo fundamental del español fue la sumisión,

cautiverio y violación de las indias, “ y agrega “ hijos de una violación

mítica para los argentinos mestizos, la madre es la sombra entrañable

de una cautiva que lo acompaña, el padre es nadie o en el mejor de

los casos se ha convertido en un criollo que muere en el exilio”. Sin

embargo muchas son las concepciones que nos hablan de una

tendencia natural a la agresión, resguardándose en el precario

concepto de la conservación de la especie. Tengamos en cuenta que

no es precisamente el instinto de conservación el que ha llevado a la

humanidad a diezmar su propio hábitat, motivo por el cual este

llamado

2 El País de las Mujeres Cautivas. 13

instinto agresivo estaría mas relacionado con la negación de la

preservación de la especie humana que con su evolución hacia

peregrinos paraísos que nos ha regalado la mitología de todos los

tiempos. En su trabajo XXXIII denominado “La Femineidad” Freud

expresa conceptos que define como in objetables aspectos de la

relacion madre e hija. Dice el autor: “Orientamos ahora nuestro interés

hacia la disolución de esta poderosa vinculación entre la niña y su

madre ( se refiere al vínculo con la madre como primer objeto

amoroso), sabemos de antemano que su destino es perecer, dejando

el puesto a su vinculación con el padre. Y tropezamos con un hecho

que nos muestra el camino que debemos seguir. En este avance de la

evolución no se trata de un mero cambio de objeto. El apartamiento de

la madre se desarrolla bajo el signo de la hostilidad; la vinculación a la

madre se resuelve en odio” y según agrega Freud “este puede

perdurar toda la vida o ser parcialmente compensado siendo una parte

dominada y perdurando otra”. La gravedad de estos conceptos que, en

ultima instancia, son parte de una titánica tarea de un hombre tan

genial como falible, atravesado por los prejuicios y avatares de su

época, sólo existe en el hecho de que se han naturalizado a punto tal

que contribuyen a la concepción de una base de hostilidad y odio

como idea básica del desarrollo de la naturaleza humana y acentúan

la suposición del concepto de violencia como un hecho natural e

irremediable en la evolución social, en este caso especifico dando por

sentado la elaboración de la sexualidad 14

adulta femenina como una ruptura amorosa de la niña con la

madre, es decir, propendiendo a instalar desde el pensamiento

científico la inevitabilidad de la fractura amorosa de la mujer consigo

misma. En otras palabras: la ruptura de una posible conciencia

histórica de siglos de sojuzgamiento en función de una elección que,

mas que elección amorosa, pareciera apuntar a la aceptación de un

sistema político social y cultural inmutable: el sistema patriarcal. De

estos conceptos quedaría entonces una inquietante conclusión

acerca de nuestra naturaleza humana y su expresión en el mundo: La

violencia naturalizada como resorte evolutivo de la historia. Sería

tedioso mencionar la cantidad de filósofos, pensadores, psicólogos y

políticos que han contribuido a sostener las bondades de la violencia

como sistema de desarrollo natural de las sociedades; eufemismos

han sobrado para esconder su subyacente violatorio: instinto básico

de agresión, tendencia auto conservadora, sana competencia.

Actualmente como el concepto de competitividad ha pasado a formar

parte del discurso de nuestro sistema global, ya nadie parece poner

en tela de juicio la necesidad de establecer vínculos sanos en el orden

del mercado mundial y los establecimientos educativos se precian de

ser sofisticados cuando plantean adiestrar a los niños en el concepto

de competencia y bajo la nominativa de promover emprendimientos

empresariales. La violencia ha sido instalada en la sociedad ufana y

abiertamente. Frente a la pregunta ¿La violencia es natural? la Lic.

Bringiotti nos dice: 15

“ Esta percepción negativa del ser humano se realiza de forma

automática y nos lleva a transformar determinados conceptos en

patrones estereotipados que rigen nuestra conducta y nuestras

opiniones bajo la forma de auténticos prejuicios. Me refiero al proceso

como automático porque la mayoría no es consciente de ello, son

construcciones sociales establecidas por el uso común y que se

adoptan generalmente de forma inconsciente, se internalizan, se

incorporan y pasan a regir nuestras decisiones diarias; se naturalizan,

se cierra el circulo y somos los nuevos portavoces de un sistema

básico de construcciones sociales que son justamente y solamente

eso”. Prestemos atención a esto último: “son- dice la autora-

construcciones sociales productos de un momento histórico y relativo,

azarosas, endebles, pero que se presentan como bastiones

reguladores de nuestras opiniones y nuestras conductas.” ¿Estamos

entonces frente a una disyuntiva o no es más que un artificio de cierto

pensamiento cuya finalidad pareciera estar dado por escindir la

comprensión de cierto fenómenos humanos?. Violencia social y

violencia familiar - violencia individual. ¿De qué modo podríamos

separar esta compleja interacción? ¿Cómo trabajar sobre un grupo

familiar cuando gran parte de las problemáticas que llevan al

desarrollo de sus conductas provienen de un sistema violento? :

desocupación, sobre- ocupación, alcoholismo, prostitución, indigencia,

fragmentación del individuo en un sistema de consumismo insaciable,

imperio de la virtualidad, de la comunicación mass-mediática,

derrumbe 16

de los valores morales, inagotables guerras, etc. . Un mundo cuya

mayor fuente de ingresos se sustenta en el mercado de drogas, armas

y prostitución, ¿puede circunscribir su problemática a la institución

familiar?, ¿Puede separar al individuo y socorrerlo mediante

terapéuticas que lo aíslen de un contexto traumático, dejando que la

conciencia se adormezca en la suposición de que la problemática sea

exclusivamente personal?. Existe esta tendencia aislante, producto.

Por lo general, de teorías psicoanalíticas que tienden a invertir la

interacción de causas y efectos pasando por el individuo o el grupo

familiar todas las causantes de su conflictiva, dejando a salvo el

sistema en el que estos seres han tenido que interaccionar de

generación en generación. Si no podemos asegurar que el sistema

socio - económico y cultural es el determinante de las conductas

individuales, concedámosle al menos un orden donde esta tríada

sociedad, familia, individuo se retro-alimenta constantemente.

Admitamos mínimamente que no podemos separar a ninguno de

ellos si queremos tener una visión amplia del problema que nos toca

abordar: en este caso la violencia familiar no puede comprenderse

descontextualizada de la violencia social y de ambas es presa el

individuo, llevando esta carga a donde quiera que vaya, con lo que

vuelve a alimentarse la cadena social.

Interacción violencia social violencia familiar

El fenómeno de la desocupación. En muchas oportunidades se ha

citado el problema de la desocupación como un fenómeno

desencadenante de conductas antisociales. El sistema de exclusión de

una tercera parte de la población mundial de las fuentes laborales,

lleva tanto al hombre como a la mujer a afrontar situaciones cuyas

causantes desconocen o bien, de haber un grado de conciencia, este

no puede modificar el estado de cosas en el que se hallan sumergidos.

Tenemos periódicamente un registro de cifras alarmantes de

desocupados y sub ocupados que abarcan casi un 20% población

económicamente activa; si a esto le agregamos los jubilados y los

pensionados con sus exiguas cuotas que no alcanzan a llenar la

cuarta parte de sus necesidades vitales, el fenómeno se extiende a lo

largo y a lo ancho de nuestro territorio, genera de manera inevitable

un cambio traumático en la conducta de los que son víctimas de esta

situación como dice Vivian Forrester en su obra “ El Horror

Económico”. En “El Fin del Trabajo” Jeremy Rifkin hace un exhaustivo

análisis de esta problemática que se ha incrementado a mediados del

último siglo, generando conductas sociales espontáneas con mayor o

menor nivel de organización. Desde aquella masiva aunque poco

publicitada marcha del

30 de marzo de 1982 “Pan, Paz y Trabajo” en la que se

cuestionaba todo el sistema socio- político y económico sustentado

por el gobierno de facto, pasando por los saqueos a los

supermercados efectuados por un pueblo que veía su sustento diario

en peligro. Luego se produjo la pérdida de las fuentes laborales y la

inestabilidad económica de los últimos años del primer gobierno

democrático, a lo cual siguió la gran depresión laboral de los noventa

durante la que se perdieron numerosas fuentes laborales con leyes de

despidos masivos que sumergieron a un alto porcentaje de nuestra

población en la pobreza y en la indigencia; algunas manifestaciones

aisladas fueron expresión de la situación padecida, otras, como la

organización de los docentes en la carpa blanca, marcaron pautas

mucho mas claras respecto al estado de abandono en el que habían

caído los sectores antagónicos de nuestra comunidad: educación,

salud, investigación científica etc. Por otra parte la alta masa de

inmigrantes latinoamericanos y europeos orientales ocurrida en estos

últimos años acrecentó la problemática, generando disputas sociales y

acrecentando la xenofobia en la población argentina. Esto incidió

claramente en el acrecentamiento de una conducta discriminatoria que

afectó a toda la población; como veremos más adelante este

fenómeno se reproduce en las escuelas, degradando los valores

éticos en la comunidad educativa. Ensayar sobre las posibles

relaciones de un fenómeno con la exigencia de determinadas

situaciones no implica de ningún modo haber llegado al fondo de este

ni mucho menos dará una explícita guía de respuestas que no puedan

ser profundizadas y aun rebatidas. Existen, sin embargo, algunos

aspectos que bien pueden por lógica deductiva desencadenar en lo

que llamaríamos aspectos sociales interactuando con en el grupo

familiar. Vivían Forrester nos expresa en su libro, de qué modo la

pérdida de la fuente laboral, el sentimiento de prescindibilidad, genera

en el desocupado sentimientos de culpa y vergüenza. Dice la autora:

“ Despojados de empleo se los culpa por ello, se los engaña y

tranquiliza con promesas falsas que anuncian el retorno próximo de la

abundancia, la mejoría rápida de la coyuntura afectada por los

contratiempos, se los convence de ser responsables de su situación.

Esto termina generando un hondo sentimiento de culpa”. Agrega

Forrester: “Se acusan de aquello de lo cual son víctimas, se juzgan

con la mirada de quienes los juzgan, adoptan esa mirada que los ve

culpables y a continuación se preguntan: ¿qué incapacidad, que

vocación de fracaso, qué mala voluntad qué errores los llevaron a

semejante situación?. De esta situación cuya salida obviamente no

depende de su voluntad comienzan a sentir vergüenza”, y según la

autora nada debilita ni paraliza tanto como la vergüenza y asegura

Forrester que “es la vergüenza justamente la que permite imponer la

ley sin hallar oposición y violarla sin temer la protesta, paraliza

cualquier resistencia, impide, rechaza desmistificar, enfrentar la

situación”. “Más aún- continúa- “ la vergüenza permite explotar esta

resignación así como el pánico virulento que ella 20

logra crear. Un ser humano que lleva este mandato de muerte

dentro de sí, difícilmente puede integrase con el reposo emocional que

da la dignidad, dentro de un contexto familiar. Surgen así estados

depresivos que alejan al individuo de su relación comunicacional con

los otros miembros de su familia. La imagen de oprobio que le

devuelve el contexto social puede desembocar en conductas

agresivas: la necesidad de escapar del circulo de prescindibilidad

puede llevarlo al alcoholismo, las necesidades económicas imposibles

de satisfacer pueden empujarlo a conductas delictivas, no es casual

que en las épocas de recesión y caos social los delitos asuman su

mayor porcentaje, la impotencia con respecto al contexto social busca

su placebo en reproducir sobre los miembros mas débiles de la familia

la coacción y el maltrato al que se sienten sometidos”. Sabemos sin

embargo que el maltrato dirigido hacia el niño y la mujer, no son de

ningún modo aspectos exclusivos de las clases bajas, esto nos lleva a

poner el énfasis en la multiplicidad de factores que intractúan dando

como resultado la des estructuración familiar. Está comprobado que el

abuso sexual en los niños ocurre con frecuencia en los sectores de

medios y altos recursos. ¿Cuáles son los aspectos que se intercalan

para que estos fenómenos ocurran? ¿Es el psicópata un producto

social, familiar, genético? ¿Por qué han aumentado tanto las cifras de

maltrato y abuso en los últimos años?, ¿Cuál es la relación de estos

delitos “privados “ con la justicia? ¿Por que existe la tendencia

ciertamente creciente, a victimizar a la víctima? 21

Evolución de los esquemas de interacción familia- sociedad-

individuo M.I. Bringiotti nos presenta un esquema evolutivo de las

distintas concepciones de interacción entre los aspectos sociales y

los familiares. En un principio se refiere a los llamados modelos

unicausales denominados así porque se ocupan de analizar factores

independientes entre si que abarcan distintas áreas como la individual,

la psicológica y la social pero sin plantear entre ellas una verdadera

interacción; de acuerdo al llamado modelo psicopatológico el maltrato

aparecería como consecuencia de características de personalidad y

desórdenes psico patológicos de los padres; según refiere la autora

“estudios posteriores han mostrado que sólo el 10%ª de los padres

presentaban desórdenes mentales o psicopatías graves” ....En este

sentido sería interesante conocer cuál es la fuente que se ha utilizado

para llegar a dicha conclusión y de tener acceso a ella, cuáles fueron

los procedimientos efectuados para evaluar el grado de patología

mental de los progenitores y su relación con los factores de riesgo de

maltrato y abuso infantil. El modelo sociológico pone todo el acento en

los aspectos socio culturales que generarían diversos estados cuya

desembocadura sería el maltrato: situaciones tales como el estrés

familiar, el aislamiento social, la aceptación social de la violencia y la

forma de organización social en lo que respecta a la aceptación de la

violencia; el enunciado se refiere a la aceptación y aprobación cultural

del castigo físico y la agresión verbal como métodos disciplinarios para

la educación de la niñez; ideas muy arraigadas respecto a la

privacidad familiar propenden a las prácticas de maltrato. Es

importante respecto a este punto y más específicamente en lo que

respecta al abuso sexual, remitirse a otros autores que tratan la

problemática de la familia endogámica y su relación con las prácticas

de abuso sexual infantil de modo exhaustivo y profundo; por otra parte

la concepción de apropiamiento del niño como parte de una propiedad

privada es decir, el fenómeno de clasificación del mas débil fue el

soporte de situaciones abusivas hacia los niños. El segundo modelo

que da a conocimiento la autora es el modelo de la segunda

generación o de la interacción social. En este modelo no se exige la

unidireccionalidad sino un conjunto de factores que se intercalan y se

influyen unos a otros: es el modelo ecológico sistémico formulado por

Blesky, el cuál nos proporciona, según Bringiotti, un esquema útil para

integrar y considerar los distintos contextos implicados en la

ocurrencia del maltrato infantil. Dentro del mismo encontramos cuatro

contextos cuya interacción determina la resultante conductual

respecto al maltrato infantil: El desarrollo ontogenético implica todo

aquello que tenga que ver con la herencia y la historia familiar:

repetidas situaciones de maltrato a lo largo de una historia familiar

pueden tender al desarrollo de las mismas 23

conductas en sus descendientes ¿Quizás algún mecanismo

prolongado de compulsión a la repetición? ¿Por qué no? el individuo

es su circunstancia pero además la memoria a veces innominable de

una historia. Tal vez Freud no se negara a ser condescendiente con

semejante osadía del pensamiento en traslación deductiva. El

segundo contexto sucede en el nivel de micro sistema; sin

extendernos demasiado se trata de las relaciones intrafamiliares, en

las que pueden evidenciarse el grado de violencia conyugal, la

incidencia de ésta sobre los hijos, la tolerancia al estrés, síntomas

depresivos, alteraciones de la personalidad, todo esto en interacción

con variables en el comportamiento de los hijos, y su relación con el

desencadenamiento del maltrato infantil. Los contextos tercero y

cuarto se refieren a las estructuras sociales y culturales: el exo -

sistema es el conjunto de estructuras sociales que afectan el contexto

inmediato según otro especialista citado por la autora ”Los dos

grandes ejes de análisis son las relaciones sociales y el ámbito laboral

y es fundamental el tema del desempleo y la calidad del apoyo social”.

El macro sistema: Refiere los valores culturales y los sistemas de

creencia que permiten y fomentan el maltrato infantil. La primera se

refiere al aspecto económico: situación de desempleo, crisis

económica; la variable estructural se especifica en lo que hace al

grado de protección, asistencia que afectan al sujeto para acceder a

la protección 24 de asistencia y recursos necesarios en caso de crisis,

por último las variables culturales refieren los valores predominantes

que cada grupo social en determinado momento histórico asume para

el cómo educar a sus hijos. Existen otros modelos que surgen en la

década del 90 llamados de tercera generación; “éstos enfatizan, dice

Bringiotti (según autores como Ammerman), la necesidad de pasar de

la descripción a la explicación del maltrato infantil”. Hasta ahora hemos

dado a través de una lectura prácticamente textual de la autora

expresando de manera sistematizada los modos de interacción entre

violencia social y violencia familia. Si bien la coincidencia con estos

modelos puede no ser absoluta, no hay dudas que nos expresa con

claridad hasta qué punto no existen compartimentos estancos. Simple

conclusión de la que surge una aun mucho más simple :es imposible

trabajar sobre la violencia familiar e individual si no se toma en

cuenta el contexto de inmensa violencia social que atraviesa su

estructura. La retroalimentación es indetenible en tanto no se vea el

panorama global de la situación, El maltrato infantil, es la

consecuencia más nefasta que nos deja esta circularidad; abrirla

implica iniciar el difícil camino de la desintegración de un sistema

perverso en pos de la apertura de nuevas instancias que no desechen

ninguna de las problemáticas enunciadas.

3 El abordaje isotérmico al que hemos recurrido para ejemplificar la

interacción individual social y familiar, ha sido utilizada como un

referente psicológico cuya mayor falacia

Maltrato y abuso sexual infantil

Papel del denunciante

En verdad cuando hablamos de maltrato estamos englobando una

serie de modalidades de abuso dirigidas hacia la población mas débil,

en este caso la población infantil. Una de las modalidades mas

controvertidas que surgen como emergentes de las distintas formas de

maltrato es el abuso sexual. Por empezar, las cifras reales de estos

actos delictivos son difícilmente estimables porque existe poca

información al respecto en cuanto a estadísticas; el Consejo del

Menor y la Familia la considera como una de las menores dentro de

los porcentajes de maltrato

consiste la des - victimización del causante de los actos delictivos

de violencia familiar abuso y maltrato infantil, dándole a todo el grupo

familiar calidad de actores, cuando es evidente que mas allá de que

exista una interacción inevitable no deja de haber víctimas y

victimarios, la terapéutica que niega este hecho indefectible se torna

un elemento peligroso porque es el marco ideológico que utiliza el

sistema para despenalizar los delitos de esta naturaleza. Aconsejamos

la lectura de el libro Incesto paterno filial de Eva Guiberti para ampliar

estos conceptos.

denunciados, por otra parte el secreto familiar y el temor a la

marginación social y a la judicialización de la víctima inhiben la

cantidad de denuncias efectuadas en el poder judicial y aquellas que

se efectúan son fácilmente desestimadas por el mecanismo judicial del

sobreseimiento ante la “supuesta cantidad de pruebas insuficientes”.

Sin embargo centros de asistencia a la víctima, hospitales donde

existen comités de maltrato al menor, sumado esto a las innumerables

consultas particulares y a las denuncias policiales que no toman curso

podrían permitirnos inferir la cifra real, seguramente alarmante, de

abusos sexuales cometidos en nuestro país. Sabemos por otra parte

que estos delitos son en su mayoría perpetrados por hombres.

Miembros de la familia y allegados:,padre biológico padrastros

abuelos, tíos también aquellos cuya actividad los lleva mantener un

contacto frecuente con el niño, como profesores, instructores,

pediatras la cifra de abuso sexual perpetrado por las mujeres y por

varones extraños al entorno constituye el grupo de menor riesgo. Por

otra parte no podemos asegurar que detrás de las cifras blancas del

mayor porcentaje de denuncias que es efectuado por maltrato físico y

emocional no esté subyacente el abuso sexual que no quiere darse a

conocer en tanto tal. Es llamativo que se haya hecho tanto silencio

sobre este hecho catalogado por el mismo poder judicial como delito

no excarcelable, con penas que pueden pasar la década de años en

prisión, más aún si el delito es agravado por vínculo; insistimos, es

notable porque mientras estos delitos se mantienen en silencio,

paradójicamente, el mercado de la prostitución

infantil se acrecienta, accediendo ahora a favor que la tecnología

le presta desde su acceso a Internet, que permite una afluencia más

eficiente a todas las variables que atraen a los paidófilos, desde la

elección de determinado niño a la simple pornografía infantil en

páginas que se abren a cara descubierta en el interior de los hogares

más intachablemente estructurados. La prostitución y la pornografía

que en los últimos años ha incluido en forma masiva a los menores de

edad, es una de las fuentes más rentables de nuestro mercado global;

aun lejos del mercado de armas y drogas, es posible que en no

demasiado tiempo le quepa el honor de equiparase a estos en

rentabilidad, eficiencia y calidad de “productos”. Por otra parte y en el

mismo sentido siguiendo el concepto de interacción socio familiar

existen mitos intocables considerados por nuestra civilización como el

centro de un estado de cosas que ha atravesado todas las épocas de

la historia del patriarcado. Este mito es la familia como institución

básica, como célula de nuestra sociedad, como muro contra las

propuestas foráneas o anarquistas. Avalada por el orden eclesiástico,

custodiada por los discursos del autoritarismo, padecida por los

rebeldes y aceptada con resignación por la masa. La sagrada familia

se repite una y otra vez desde el discurso del orden, la pulcritud moral

e incluso la psicología en sus variables más aberrantes. Se elaboran

sofismas de particular naturaleza para esgrimir los verdaderos

conflictos. Extremando la posición del cuestionador hasta 28

culparlo de negar la institución como tal. El problema es por

supuesto otro: el cuestionador no pone el énfasis sobre la invalidez de

la familia como estructura en sí, como agrupación de individuos, lo que

pone en cuestión es de qué modo se constituye y cuáles son las

falacias que la llevan a una supuesta preservación que no es en el

fondo mas que la destrucción embozada y absoluta del núcleo familiar.

Cuando comienzan a salir a la luz que la mayor parte de los actos de

abuso, son perpetrados por hombres generalmente padres biológicos

o padrastros o con-sanguíneos, queda al descubierto una realidad

poco admisible por nuestro actual statu quo: la familia como tal en su

estructura de sumisión, es una expresión de la esclavitud social, de la

perversión económica, de la patología cultural e histórica que ha dado

a luz todos los mitos de la modernidad; por lo tanto es un fiel espejo

de lo más agraviante que sustenta nuestro sistema. ¿Qué hacer

entonces cuando surgen los cuestionadores las víctimas

denunciantes, las madres que eligen preservar a sus hijos a riesgo de

perder el esquema ideal sustentado por nuestro sistema?. La madre

denunciante se vuelve portavoz de una situación familiar que pone en

cuestión todo el sistema instituido. Los valores del patriarcado

comienzan a tambalear bajo la sombra de una sociedad incestuosa

que sustenta sus valores morales bajo prácticas de sojuzgamiento,

conquista, y violencia de toda índole, el microcosmos familiar se

constituye de este modo en un territorio peligroso. La madre

denunciante es la gran des- estructuradora, la que desenmascara

desde su propio 29

dolor el padecimiento de una sociedad que basa toda su

estructura en semejantes leyes; es natural entonces que sea

perseguida, que sus denuncias sean o bien desatendidas o peor aún,

tomadas en su contra; Es así como la denunciante termina siendo

culpada por su denuncia ejerciéndose sobre ella una permanente

práctica de tortura psicológica que va desde acusaciones, absurdas

como ser demencia, mendacidad, resentimiento encubierto hacia el

padre, hasta la permanente amenaza de perder la tenencia de sus

hijos. Para esto se han inventado leyes como la denominada 24.270,

que dice que aquel que obstruyere o impidiere el contacto del hijo con

el padre no conviviente será penado por la ley con prisión de un mes

a un año o de ser el niño menor de 10 años o discapacitado de seis

meses a tres años de prisión. En la figura jurídica de obstrucción

existen una cantidad infinita de variables que permiten la puesta en

marcha de esta ley, aun cuando quien posee la tenencia no realizara

un real impedimento de contacto del padre no conviviente con su hijo.

Puede ser tomado como obstrucción de vinculo la negativa del niño

de ver a aquel que lo ha maltratado como una estrategia de la otra

parte; cualquier irregularidad., puede generar que la madre (en su gran

mayoría son madres las que denuncian este tipo de delitos) sea

penada con esta ley, ya que, como se ha dicho sobre ella se han

erigido todas las sospechas desde el momento que transgredió los

límites de la mítica de la sagrada familia cuyo icono inamovible sigue

siendo el poder y los valores del Pater-Noster. La mujer que denuncia

aparece entonces como 30

una nueva Pandora, que pone al descubierto, abriendo la caja,

todos los males que se esconden en ella, una hechicera, que tiene

sobre su hijo el poder de generar recuerdos de episodios que jamás

han existido. Otra vez el poder de la perfidia se erige sobre la mujer

para descartar sus acciones del ámbito social y cultural, su lugar es

como siempre la metáfora de una antigua hoguera.

Erotizaciòn prematura

Como indicador de abuso sexual ¿Qué significa erotizaciòn

prematura?. Como Freud lo enunciara en el sigo XIX, sabemos que

así como el niño evoluciona en los mas diversos aspectos de su

cuerpo y su psique, su sexualidad también se va conformando. A

través de diferentes etapas todos hemos escuchado hablar de la etapa

oral, la etapa anal, la etapa fálica y el desarrollo de la genitalidad a

través de la elaboración edípica. Esta concepción ha sido cuestionada

en mayor o menor grado pero lo cierto es que si existe un lenguaje

sexual en el niño este difiere en gran medida del leguaje adulto. Hoy

se sabe que existe la masturbación infantil; a ciencia cierta muchas

explicaciones se han dado al respecto pero ninguna puede abarcar él

sin fin de individualidades de los niños; se habla de un reconocimiento

físico, no es descartable pero tampoco el único aspecto que nos

puede asegurar el motivo de su existencia; por otra parte no todos los

niños practican la masturbación a la edad que se supone que esta se

realiza (entre el primero y el tercer año de la vida. Existen niños que

no entran en el periodo de latencia del que tanto se ha hablado y que

se supone comienza con el ocio de la escolaridad; existe por otra

parte cierta obsesión psicoanalítica de sensualizar todas las

actividades infantiles. Arrminda Aberasturi en “El niño y sus juegos”

confecciona un pequeño manual lúdico- erótico que va desde la

pelota al 32

ta - te - ti. Ningún juego “queda a salvo “ de su componente

sexual. Tenemos demasiada información respecto a la sexualidad

infantil lo que ciertamente no nos habla muy a favor de la capacidad

de conocimiento real de la misma. Sin embargo mas allá de esta

maraña informativa podemos con el ejercicio de la observación llegar

diferenciar una conducta sexual prematura de las habituales prácticas

infantiles. Un ejemplo: Esto ocurrió hace poco tiempo en una

prestigiosa escuela privada del barrio de Belgrano. Durante un

campamento un niño le exigió a otro que se bajara los pantalones y le

practicó un acto de fellatio. Los niños que fueron testigos del hecho ya

que estaban en la misma carpa, se sintieron abrumados por los relatos

de estos pequeños y posibilitaron la reconstrucción de lo ocurrido; el

episodio quedó acallado y la institución educativa no se hizo cargo del

asunto. Los padres de los niños protagonistas se sintieron molestos

de que semejante situación fuera revelada y obviamente los dos niños

protagonistas quedaron sin contención alguna. Vale agregar que

ninguno de ellos pasaba los ocho años. Es evidente que la práctica de

fellatio a los ocho años no es un hecho que se pueda plantear como

frecuente, obedece a códigos sexuales adultos, es posible que el niño

que realizó el acto hubiera repetido con su compañero un episodio

visto o vivido; por otra parte la negatividad de los padres a indagar

sobre este asunto nos da cuenta de una actitud de ocultamiento. Si

bien este ocultamiento pudo prevenir de la sorpresa o la 33

angustia de que el hijo protagonizara a los ojos de otros niños un

acto "“vergonzante” no es descartable que este hecho fuera producto

de una familia donde se han cometido actos de abuso. 2-Otro caso: un

niña de cuatro años en el consultorio del terapeuta hace un dibujo del

padre, al que le adhiere una prominencia que tiene aspecto de pene,

el terapeuta le pregunta qué está dibujando; el contesta: le estoy

dibujando esa cola de adelante papá pone esa cola en la mÍa. La

imagen del pene erecto es imposible que sea representada por una

niña de cuatro a no ser que lo haya visto .4 El abuso de niños a otros

niños, hecho cuya frecuencia va en aumento y que ha podido

verificarse en las escuelas, es una realidad dolorosa que nos habla de

pequeños victimarios que reproducen con los que consideran mas

débiles que ellos lo mismo de lo que han sido víctimas por parte de

los adultos. En un alto porcentaje de los casos, sus propios padres.

4 Este caso ha dado lugar ha revisaciones ginecológicas, en un

hospital publico, sumado a otras pericias psicológicas, que

determinaron el procesamiento del mismo, a pesar de todos estos

elementos el padre actualmente esta absuelto por la justicia y se le

han concedido visitas con la niña 34

Hetero y auto- agresión como respuesta al abuso y maltrato

infantil. La hetero y la auto agresión están determinados por

mecanismos que corresponden al logos psicoanalítico: el mecanismo

de introyeción y el mecanismo de proyección, tanto la auto como la

hetero agresión son comprendidas como un mecanismo que consiste

en la introyección, la interiorización de figuras y situaciones

traumáticas , dado lo cuál el individuo va configurando su identidad a

partir de imágenes denigradoras de sí mismo. Esta imagen

denigradora promueve hacia su persona conductas de auto agresión:

desprecio por su imagen física, accidentes frecuentes, aislamiento,

etc; dentro de los individuos los episodios son vividos con un gasto

psíquico intenso, se introduce en la psiquis de manera inevitable,

dejando secuelas que más tarde veremos en los indicadores que nos

proporcionan los especialistas en el tema, así como en el niño

agredido que recibe el maltrato (sean estos maltratos físicos,

emocionales o explotación o abuso sexual). De todas maneras se

genera una imagen denigrada de sí que lo lleva a establecer un

estado de identificación consigo mismo a través del auto desprecio lo

que puede expresarse en acciones destructivas hacia su persona.

Ese mismo autodesprecio desemboca en conductas de agresión hacia

el entorno (proyección): el niño pone en los otros, (maestros,

compañeros etc.) al agresor que lleva dentro de sí; su conducta de

este modo da lugar muchas veces a actos de una naturaleza tan grave

que pueden terminar

35

en acciones delictivas de gravísimas consecuencias como la

violación a otros niños, las agresiones físicas graves e incluso el

asesinato. El caso del niño asesino requeriría un estudio aparte

abordado por especialistas e investigadores en la materia. Pero es

nuestra tarea dar un panorama general por lo que no es posible

desarrollar especificaciones completas en cada problemática porque

aunque necesarias, esto no inhibirá la visión global que debemos

adquirir para luegosí adentrarnos en los gravísimos e innumerables

problemas que está atravesando la comunidad vulnerada , en este

caso la niñez. Vamos a utilizar algunos indicadores de distintas

formas de maltrato que consideramos son de utilidad para los

docentes. Abuso físico Indicadores físicos del niño Lastimaduras en

diferentes partes del cuerpo en diferentes etapas de curación o

cicatrización, arracimadas o formando marcas regulares, que reflejan

la forma del artículo empleado para dañar al niño. Que aparecen con

cierta regularidad, después de una ausencia, fin de semana o

vacaciones. Quemaduras inexplicables Fracturas inexplicables.

Marcas de mordeduras humanas. 36

Lastimaduras y heridas frecuentes que son inexplicables o no

accidentales. Indicadores conductuales de los niños. Cautelosos ante

el contacto con los adultos. Aprensivo cuando otros niños lloran.

Extremos en la conducta: o muy retraído, o muy agresivo. Tiene

miedo de sus padres. Tiene miedo de ir a su casa. Informa de daños

ocasionados por sus padres5. - Viste mangas largas o ropa

similar para ocultar las heridas. Busca el afecto de cualquier adulto

(ver nota al pie Nª4)

Indicadores conductuales de los padres Parecen poco

preocupados o interesados por el hijo Llamativamente tarda mucho

tiempo en recurrir a la asistencia médica; cuando lo hace ofrece una

explicación inadecuada e inapropiada acerca de la herida del niño o la

niña. 5 Cuando un niño puede informar a un adulto el daño ocasionado

por sus padres es, por lo general, porque ha encontrado en un adulto

responsable, progenitor familiar o figura que él identifica como

protectora el aval de credibilidad y protección para expresar su relato;

generalmente la amenaza, y el secreto familiar funcionan como

aspectos contra producentes para que los mismo se produzcan. 37

Ofrece diferentes explicaciones para la misma herida. Abusa del

alcohol y / y o la drogas - Disciplina al niño muy severamente con

respecto a su edad y sobre dimensiona lo que hizo mal.

Consideramos en este punto que cabe la digresión de tomar en

cuenta que en Inglaterra se ha aceptado nuevamente el castigo físico

de los padres hacia los niños como un aspecto más de la formación

educativa y de los derechos “privados que tienen los progenitores

respecto al libre manejo de sus acciones con relacion a “su prole”6.

Ve al niño como malo , malvado, etc. – esto nos da una pauta del alto

nivel de perturbación que debe tener un adulto victimario-víctima de un

sistema violento , como para adjudicar al niño características de índole

estrictamente propia de conductas deliberadas, propias de un adulto.

Que quede aclarado: Con esto no queremos desincriminar las

conductas delictivas de los niños. Esto corresponde a un trabajo

responsable e interdisciplinario entre legisladores probos y terapeutas

responsables. Y veamos como el siguiente punto puede relacionarse

con el anterior: Teubal dice que estos padres tienen una historia de

abuso cuando niños y luego agrega como dos indicadores

adicionales: Que intenta ocultar las heridas del niño.

6 Aconsejamos para este punto ahondar con el concepto de el

individuo a corregir que enuncia Foucault en su trabajo “ Los

anormales”. 38

Lo lleva a un hospital o a un médico diferente para cada herida. Y

algo que consideramos debe ser tenido muy en cuenta en las

evaluaciones psicológicas que puedan hacerse de estos adultos, la

autora nos dice que estos padres tienen un pobre control de sus

impulsos. Vamos a ilustrar con un ejemplo realmente dramático hasta

qué punto el maltrato puede llevar al exterminio y al auto exterminio de

una niñez que no ha hallado un continente de amparo acorde a sus

imperiosas necesidades actuales. Esta es la historia de un niño cuyo

desarrollo fue recogido por relatos de maestros, personal escolar en

general, compañeros y el propio niño víctima, Consideramos este

testimonio como una expresión viva del dolor que es capaz de

padecer un niño a partir de los múltiples modos de maltrato de una

sociedad violenta y violadora de todos los derechos del individuo. - L.

es un niño muy perturbado; si bien tiene madre ha estado internado

en varias oportunidades en institutos de menores, la madre de L ha

ejercido la prostituciòn y la relación del niño con su padre es

esporádica. La internación en los institutos de menores ha llevado a L

desde los 7 años a padecer toda clase de vejaciones; según su relato

ha sido víctima de maltrato físico por parte del personal de uno de los

internados, específicamente según su relato con látigos. También en

cierta ocasión ha relatado a sus pares haber sido víctima de una

violación. L trabaja 39

como gomero en una estación de servicio, lleva trinchetes y

navajas a la escuela con las que ha llegado a amenazar a su maestra

con matarla. Los repetidos episodios de violencia verbal y física que

ha ejercido L con aquellos que han querido ayudarlo dentro de la

institución pública a la que asiste (maestra de grado, maestras

especiales, psico pedagoga) han sido constantes y los intentos por

modificar su actitud resultaron infructuosos. Las actitudes violentas y

agresivas fueron en aumento; hasta que su angustia incontenible

desembocó en un brote de hetero y auto agresión: comenzó con

insultos y amenazas a la maestra pasando a la agresión física,

mordiéndola; luego se subió a la ventana y se tiró hacia el tercer piso,

pero al comprobar que no había sufrido más que pequeñas

contusiones quiso arrojarse por la escalera y luego juró que si le

cerraban las ventanas subiría a la terraza para tirarse al patio. La

opinión del personal de la escuela es que a pesar de todos los

esfuerzos que pudieran realizarse, el niño es irrecuperable. La

validez de esta aseveración está sustentada en la multiplicidad de los

intentos fallidos y determinada de aquí en adelante por la posibilidad

de que el niño tenga acceso a una contención psicológica, afectiva,

familiar y económica tan reforzada como lo requiere el terrible daño

que se le ha infringido desde el abandono familiar, la violencia social,

institucional y la explotación. No olvidemos que admitir que un niño de

10 años quiera quitarse la vida es un hecho de tal gravedad que no

puede menos que servirnos de paradigma de una niñez que ha sido

llevada a un estado de abandono 40

absoluto. El niño es en este caso el marginado de los marginados;

apenas asoma su vida ya puede ver como le han arrancado el

corazón, su odio es tan devastador que el día de mañana (de

sobrevivir) continuará con los otros mas débiles que él la misma

flagrante ceremonia de muerte que se ha ejercido sobre su persona

desde el inicio de su vida. En este caso que, insistimos, es tristemente

paradigmático, puede verse como el abuso sexual del cual ha sido

víctima L obedece a una estructura donde la violencia social, familiar e

institucional interactúan en un círculo perfecto. L es víctima de

abandono, abuso sexual, castigos corporales, explotación laboral. Lo

que sin necesidad de ir más al plano teórico nos deja en claro hasta

dónde puede llegar un sistema violento si es capaz de promover el

suicidio de niños, En esta institución escolar el año pasado hubo

abusos sexuales perpetrados por los niños a otros más pequeños; si L

estuvo entre los que llevaron a cabo estos actos aberrantes no hay

duda que no hizo otra cosa que repetir compulsivamente las

conductas que con él se habían perpetrado. Sea como fuere aquellos

niños que hayan llevado a cabo estos actos de abuso actuaron muy

probablemente impulsados por mecanismos parecidos. En el mismo

sentido, la agresión de L es consecuencia de una compulsión de

muerte; agredir y agredirse es lo que le enseñaron; L sólo puede verse

como le enseñaron a verse, un reflejo de la degradación humana de

un sistema que asesina y se suicida constantemente. Este 41

niño es, en definitiva, el mas escalofriante portavoz de un sistema

violento.

Abandono, otra variable del maltrato infantil

Curiosamente el significado primigenio del término abandono

implicó dejar en poder de alguien, del francés “bandon”, poder,

autoridad. Si analizamos este primer significado e introduciéndolo en

el territorio de lo fáctico, de los hechos, podemos notar que no es tan

contradictorio como podría parecer. En principio el abandono es un

acto, y como tal se realiza dentro de un contexto. ¿Cómo podríamos

insertar este primigenio significado en nuestro propio contexto?. Si

bien el acto de abandonar “aleja” al individuo o al conjunto de

individuos de su vínculo con el abandonado , o al menos ese parecería

ser el propósito es innegable que simultáneamente realiza otro acto,

un acto de entrega. Esta entrega puede ser a un estado o comunidad

determinados aunque hay otras 42

formas de abandono que tal vez merecerían una expresión más

contundente. La acción de exterminio de quien pone a un recién

nacido en una bolsa de residuos o lo deja a la intemperie a campo

traviesa tiene más que ver con el infanticidio que con el abandono. El

abandono que forma parte de una modalidad socio cultural, se inscribe

en el acto simultáneo de desprenderse y entregar; lo mas ilustrativo

de este fenómeno es la realidad de los niños institucionalizados; en

tales casos el abandono se realiza desde el individuo, el grupo familiar

o la sociedad en su conjunto y la entrega viene a cerrar el acto de

abandono en un perfecto y perverso círculo de soledad. Más adelante

daremos algunos ejemplos de cómo la violencia institucionalizada se

ocupa de que este círculo se cierre inevitablemente sobre el mas débil

bajo el discurso de una supuesta protección institucional. Por ahora

sólo queremos dejar algunos puntos en claro. Volviendo al concepto

de interacción familia – sociedad –individuo , queremos dejar en claro

que aquí no estamos manejando un discurso admonitorio de culpas y

perdones , en todo caso debemos ser muy cuidadosos cuando nos

referimos a los indicadores de abandono en el niño y no pensar que

los únicos culpables son los padres, ni la institución escolar, ni siquiera

los grupos marginales que se generan alrededor y entre los niños

abandonados; esos son fenómenos de mucha complejidad para

apresurar juicios sobre la comunidad vulnerada, una comunidad que

en última instancia es víctima y victimaria de sí misma. Pero por sobre

todo resulta la escala de un sistema donde la población pobre del

tercer y 43

cuarto mundo se acrecienta a pasos agigantados, mientras

prosperan los mercados más aberrantes del nuevo orden mundial.

Recalcamos: Drogas- Armas- Mercado de pornografía y prostitución

de jóvenes y menores... en orden creciente. Una vez aclarados estos

puntos considero operativo dar algunos indicadores, de abandono

como guía - alerta para el docente. Abandono o negligencia física Dice

Ruth Teubal que comprende conductas u omisiones que los padres

y /os cuidadores están en condiciones de evitar y luego aclara en una

llamada “ He insertado aquí un agregado, pues resulta necesario

diferenciar los indicadores físicos por las condiciones de pobreza que

dificultan las necesidades del niño” . Indicadores físicos en el niño -

Hambre frecuente, poca higiene personal, vestimenta inadecuada. -

Persistente falta de supervisión, especialmente en tareas peligrosas o

durante largos períodos de tiempo. - Problemas físicos o médicos sin

recibir atención, o problemas dentales. - Abandono Indicadores

conductuales del niño

- Falta frecuentemente al colegio. Se duerme en clase - Consume

alcohol o drogas. - Declara que no tiene quien lo cuide. Indicadores

conductuales del padre - Abusa del alcohol o las drogas - Lleva una

vida doméstica desorganizada y perturbada ( en este punto no esta

demás volver a los conceptos de Vivian Forrester sobre el síndrome

de la desocupación). - Está aislado de amigos, parientes y vecinos. -

Padece una enfermedad crónica y larga7. - Tiene historia de

negligencia en su infancia, - Expone a sus hijos a condiciones de vida

poco seguras. - Evidencia capacidad intelectual limitada. Un ejemplo

de abandono social

7 Sobre este punto deben tenerse en cuenta situaciones tales

como la enfermedad crónica de una madre, sumado esto al absoluto

abandono familiar y social sobre el que trata el ejemplo que damos a

continuación. 45

C es una niña de diez años, vive junto con su madre y sus otros

dos hermanos. Sin embargo está destinada al naufragio. Su madre

vive atada a un tubo de oxígeno; hace más de tres años que espera

un transplante de pulmón que no llega. C no tiene padre ni otros

parientes que puedan hacerse cargo de ella. Vive en un hotel pero

prefiere la calle. C se alivia en los video juegos, tiene como referente

un grupo de niños que roban bicicletas y compran marihuana. C ya

sabe lo que significa transar, fumarse un porro, posar desnuda para

revistas underground que se dedican a la pornografía infantil. La

violencia social le ha dado todas las respuestas sin que haya podido

llegar a formularle ninguna pregunta; a veces se abraza a su madre

como a un espectro. Su madre y sus hermanos no conocen lo que

significa el amparo. Ella sabe de su destino: es el internado o la calle

el día que esa madre ya no esté... para eso C ha preparado sus

armas, armas que siniestramente al tiempo que le otorgan el lugar de

la complicidad delictiva le arrancan la niñez a pedazos. No nos

engañemos, así como en el caso de C cuya situación es

particularmente trágica, la mayoría de los abandonos se producen por

la instauración dentro del grupo familiar de una sociedad que al

desproveer de los mínimos aspectos indispensables de asistencia y

cuidado de sus individuos alienta por otra parte el negocio del delito;

la familia atravesada por este doble signo de abandono e instigación al

delito, comienza a manifestar conductas especulares del sistema.

Bringiotti ilustra este ejemplo con claras estadísticas: dice la autora

que 46

en los países anglosajones se observa que el abandono físico es

el mayormente detectado seguido por el maltrato emocional y luego

por el maltrato físico: "Nuestros resultados coinciden plenamente con

estas tendencias a pesar que en la opinión pública se sigue asociando

con el maltrato físico”. Seguir presuponiendo que el estado

inhumano al que son sometidos los niños en este tercer milenio no es

una cuestión privada, no obedece a cuestiones intrínsecamente

familiares, se ilustra elocuentemente recogiendo algunas cifras. En el

anuario de 2000 de la OEA se comunica que al menos el 25% de la

población infantil mundial trabaja. El porcentaje de mortalidad infantil

es cada vez mayor y la cifra mundial de desnutrición asciende al 30

por ciento. Es posible que con este panorama más de la tercera parte

de la población mundial infantil esté condenada a muerte en no más

de una década y que aquellos que sobrevivan adolezcan de graves

discapacidades mentales y físicas producto de la desnutrición, la

explotación laboral, la prostitución, el SIDA, el abuso sexual dentro y

fuera de los hogares, y el quiebre de todos los referentes adultos que

podrían darle a esta niñez herida una esperanza de contacto con el

futuro ; este es, nos guste o no, el panorama real de nuestros niños, y

por lo tanto de nuestro futuro. Las alternativas de cambio se inician

con una toma de conciencia intelectual y emocional. Los pueblos

deben saber qué los hiere para saber qué hacer con su destino.

SERA JUSTICIA”

La violencia institucionalizada

Cuando la violencia es la piedra fundacional de un sistema las

consecuencias no solo se miden por lo que podemos suponer es el

ámbito social, el alto porcentaje de delitos y los actos de maltrato

físico y verbal entre los individuos de una comunidad, sino que queda

legitimada por el poder político, es decir aquello bajo cuyo resguardo

debería estar el bienestar público, porque de los poderes ejecutivo,

legislativo y judicial deben generarse las directrices básicas de un

logos de organización ética. Sin embargo lejos de corresponder con

este requisito básico, "Nuestra Polis" ha institucionalizado la violencia,

dándole carácter legal a actos tales como secuestros de niños dentro

del palacio de justicia o en los domicilios privados: allanamientos por

orden de los jueces que supuestamente entienden en la “causa",

privación de la libertad por causas más que discutibles8 (Véase ley 24

270) y otras muestras de arbitrariedades semejantes; por otra parte

queda en claro que los delitos verdaderos y de alta gravedad son

poco punibles (leyes

8 Véase Ley 24ª . 270. legislación de la familia y los menores (en

bibliografía) 48

de obediencia debida y punto final, indultos e incluso los llamados

arrestos domiciliarios) nos dan una pauta de qué es lo que se alaba y

qué es lo que se castiga en una sociedad cuya base fundacional como

dijimos según las palabras de Frontera es una violación. Aún las leyes

que parecieran intentar reconstruir un logos ético en nuestra sociedad

no escapan a la perversidad de un sistema victimizador de la víctima

y cómplice del victimario. Tenemos algunos ejemplos que bien pueden

darle sustento a lo que acabamos de expresar. Esto sucede incluso en

leyes de carácter aparentemente

progresista. ........................................

Relativismo en el discurso legal . El artículo 12 de la Convención

de los Derechos del niño le brinda al menor la posibilidad de ser

escuchado y expresarse en el ámbito tanto judicial como

administrativo, pero no aclara que este “ser escuchado “ signifique

tomar el testimonio del niño con carácter de prueba de validez judicial.

Citamos a continuación el articulo mencionado: ARTICULO 12

”Convención sobre los Derechos del Niño”

1 Los estados partes garantizan al niño que esté en condiciones

de formarse un juicio propio del derecho de expresar su opinión

libremente en todos los asuntos que afecten al niño, teniéndose

debidamente en cuenta las opiniones del niño en función de la edad y

la madurez del niño. 2 Con tal fin, se dará en particular al niño la

oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o

administrativo, ya sea directamente o por medio de un representante

o de un órgano apropiado, en consecuencia con las normas de

procedimiento de la ley nacional. Este artículo que pareciera ser uno

de los más importantes con respecto al protagonismo que se le

concede al niño, no es más que una falacia sustentada por la sofística

del lenguaje legal. Solo dejamos aquí algunos interrogantes para que

el lector los tome en cuenta: 1- ¿Quién determina y con qué

mecánica cuándo un niño es capaz de formarse un juicio propio?

¿Sucede lo mismo con las opiniones de los niños que son

convenientes al sistema judicial que con las opiniones que revelan

graves cuestionamientos al mismo?

50

¿Cuál es la validez de un testimonio de maltrato o abuso

perpetrado por el padre biológico, aunque este niño reúna toda la

capacidad de juicio pregonada en el primer párrafo?. 2- ¿Qué significa

el enunciado “teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del

niño en función de su edad y madurez”?. Nuevamente se cae en la

resbaladiza argumentación de que la atención a las opiniones de los

niños está supeditada a su edad y madurez. Una evaluación de

opiniones de niños cuyo pensamiento por motivos más que subjetivos

puede considerarse inmadura no tiene por qué ser tenida en cuenta. O

en todo caso serán evaluadas como expresiones de una etapa

madurativa donde la fabulaciòn y la realidad no pueden discernirse

con exactitud. Esto ¿quién lo determina? ¿la escuela piagetiana o los

intereses puestos en juego dentro del caso a tratar? 3- Ser escuchado

ya sea directa o indirectamente, es por cierto un derecho pero ¿cuál

es la recepción de un testimonio en estos términos? Un ejemplo

aparentemente lejano nos acerca a esta tendencia de

condescendiente democracia formal precisándonos su grado de

invalidez. En la última marcha contra el indulto que se realizó en

nuestro país hubo alrededor de doscientas mil personas en señal de

repudio. La respuesta presidencial fue clara: dijo el Dr.

Menem que nadie les negaba el derecho a protestar y que, por otra

parte, sólo eran doscientos mil sobre 30 millones de argentinos, 51

Nadie le niega al niño ser escuchado pero ¿qué significa el

testimonio de un niño frente al enorme y bien elaborado aparato

judicial?.

52

La violencia terapéutica Psicología Forense Sin embargo no nos

quedemos con simples doxas de ensayistas. Silvio Lamberti y Juan

Pablo María Viar nos dan ejemplos de cómo se accionan estos

mecanismos. He aquí un testimonio: Este corresponde a una “niña

discapacitada de ocho años de edad al momento de la denuncia en la

sede civil. La misma se efectuó luego del diagnóstico confirmatorio del

E.I.E.” 2 - Diagnostico del E. I. E. Dice parte de su informe

“Específicamente en relación al tema de sospecha de abuso sexual,

se evaluó a la menor con la utilización de material lúdico, de dibujo y

muñecos anatómicamente correctos. La niña representa su

victimización sexual en el juego con los mencionados muñecos ( pone

el muñeco-papà en la silla, acostado al lado de la muñeca nena. Toma

la mano del muñeco adulto varón y la coloca sobre la vagina de la

muñeca- nena, a continuación coloca la mano de la nena dentro del

calzoncillo del muñeco adulto varón y debajo de los genitales de éste).

Estas acciones son acompañadas del relato... En relación al tono

afectivo estas escenas son reproducidas en un clima de gran ansiedad

generalizada y sentimientos de vergüenza por parte de la niña. 53

Este material se reitera, lo cual puede entenderse como una

repetición traumática de lo sufrido. La elaboración de la situación

permitió que se lograra una integración emocional mas elevada; se

evidencia una pérdida de las dificultades del lenguaje al relatar los

distintos episodios en las distintas entrevistas. La escenificación

culmina con manifestaciones de hostilidad y agresión hacia la figura

del padre. El relato de la niña muestra una buena coherencia interna.

Por otra parte se observa que la niña cuenta con conocimientos de

nudismo del padre pudiendo describir aun gráficamente los genitales

del mismo. Consideramos a los factores arriba mencionados

confirmatorios de abuso sexual” · Dictamen del Cuerpo Medico

Forense ( CMF). El Departamento de psicología del C.M.F. dice del

ofensor “ Se muestra extremadamente como sujeto hiperactivo,

seguro de sí mismo y con manifiesta fuerza personal ante los avatares

externos.... Emocionalmente egocéntrico y disociado con recursos

defensivos y enmascaramiento yoico y tinte actuado. Afronta con

dificultad la discriminación psicosexual revelando fijaciones que le

impiden un acceso global a la síntesis madurativa final 4. Informe

del CT del abusador

54

La psicóloga perito dice de su cliente: “ La estructura observada

encuadra dentro de los parámetros característicos de las neurosis; por

ende la presencia de indicadores de patología psicopática o perversa,

que hicieran compatible a su estructura con el hecho que se le

imputa, continua diciendo de la progenitora.”... el descubrir con claras

connotaciones perversas, dio lugar a la acusación no tanto en relación

a la protección de la menor, sino en el goce de la exclusión del padre”

Es importante analizar este último párrafo pues en él se puede notar

uno de los elementos mas significativos de la mecánica que se utiliza

para llevar a la práctica la tendencia re - victimizadora de la que ya

hemos hablado. En tanto se alivia la culpabilidad paterna mediante

una elaboración errónea de los peritajes efectuados. Es una falsa

premisa suponer que la agresión sexual tiene correlato con las

psicopatías. La inmadurez sexual, la mala elaboración de los vínculos

parentales, pueden llevar a episodios de abuso; por otra parte existen

los llamados núcleos psicopáticos dentro de las llamadas neurosis,

estos núcleos no siempre son verificables mediante un

psicodiagnóstico. El tratamiento prolongado puede rescatarlos de su

encapsulamiento y ayudar a desentrañar mediante la práctica

psicoanalítica u otras terapéuticas adecuadas los orígenes que

generaron estos núcleos, traumas infantiles, episodios olvidados a lo

largo de la historia individual e incluso detectar su correlación con

desórdenes de tipo orgánico. Esto en lo referente a la falta de seriedad

con respecto a la elaboración de una defensa del abusador mediante

definiciones psicológicas que 55

demuestran su posición poco sustentable. En lo que respecta a la

acusación que emerge de este peritaje veamos cómo, de manera

especular, se ponen en la madre aspectos que son presumiblemente

propios del abusador (“claras connotaciones perversas” nos dice L.).

Estas son las que dieron lugar a la acusación. El acento está puesto

en el deseo de exclusión del padre y no en la necesidad real de

proteger al hijo; dicha postura está llena de sofismas psicológicos

como hablar del goce de la exclusión. El discurso de la perito toma

aquí claras expresiones de una tendencia misógina donde la

peligrosidad de la exclusión del hombre de la institución familiar debe

ser castigada con la victimización de la madre y la menor, con

acusaciones muy en boga dentro del sistema judicial como la de

ejercer la parentectomía, es decir la eliminación del padre de la

familia mediante prácticas de lavado de cerebro que se efectúan a

través de la inculcación de “mentiras verdaderas” en el pequeño,

consecuencias de la que surge un relato irreal del niño. Es tal vez

éste el motivo por el cuál la valoración del testimonio infantil está tan

cuestionada. El informe del C. T. de la madre es coincidente casi en

su totalidad con el psicodiagnóstico forense: esto significa que los

argumentos esgrimidos por la perito del abusador, están

determinados por una posición des-incriminatoria avalada por el

sistema judicial más que por el estudio cuidadoso de la personalidad

del mismo. La psicología atravesada por el discurso del poder judicial

es un arma peligrosa para abordar el verdadero estado de cosas de la

problemática de maltrato y abuso familiar . El sobreseimiento es el

último eslabón de esta trampa. El juez, como dice Lamberti (el juez

penal) tiene en sus manos un objeto tan delicado como la libertad del

sospechoso; sobre este aspecto pone su atención no teniendo en

cuenta el grado de abandono en el que queda la víctima. Sin embargo

una vez sobreseído el abusador queda libre para reincidir, cosa que

probablemente hará amparado por la des-victimizacion que nuestra

justicia le concede. Este es el amparo que la justicia proporciona a las

víctimas de maltrato y abuso; no nos extrañemos entonces que las

potenciales denunciantes no crean en el valor de dejar su tragedia

en manos de una justicia que invariablemente dejará caer sobre la

víctima las culpas de las que se acusa al victimario, terminando en

muchos casos con la quita de la tenencia de sus hijos.

Los centros de revinculación

Nada mas peligroso que pregonar la protección y abrir hacia una

comunidad despojada de todos sus derechos un discurso de amparo y

seguridad social. Cuando la violencia se institucionaliza produce

variables tan impredecibles que resulta difícil no caer en sus redes

proteccionistas.

Los centros de revinculación sean éstos integrados por “grupos

interdisciplinarios” (asistentes sociales, psicólogos, profesores de

recreación etc.) como aquellos en los que se trabaja exclusivamente

con psicólogos, tienen por objeto llevar a cabo un proyecto cuya base

está en lo que podríamos llamar cosa juzgada. Estrechamente ligados

a los tribunales de familia, estos centros utilizan una metodología que

podría definirse como la de revinculaciòn forzosa; están provistos de

algunos espacios verdes, salas de juegos, engañosos sitios con

pizarras magnéticas y cámaras Gessel, tienen inscripta la ley de la

recomposición familiar a toda costa incluso pasando por encima del

deseo de los miembros que la integran. Forzados a concurrir, niños

que han sido víctimas de abuso sexual o maltrato físico por parte de

alguno de sus progenitores, se ven obligados a establecer contacto

con ellos una, dos o tres veces por semana según sean dadas las

órdenes jurídico-terapéuticas. Podemos citar algunos casos con

palabras vertidas e incluso publicadas por licenciados/as de estos

centros que nos dan una pauta del orden de perversidad que están

decididos a preservar- El Lic. D. de un Juzgado de la Capital Federal

afirma que es terapéutico para el abusado vincularse con el abusador

porque le permite elaborar el trauma. Expresa la Lic. R. al padre: A

este centro no se viene a cuestionar sino a obedecer.

Sugiere la Lic. M. al niño: Tu madre se enoja mucho si te ves con tu

padre ¿no es cierto?; ante la negativa del niño la terapeuta cambia de

tema renegando así de la expresión del menor. Aconseja la Lic. A.:

Vos tenés que jugar con tu mamá porque aquí venís para eso y el

juez sabe lo que es mejor para vos. Estos procesos pueden

perpetuarse por años. No importa que el menor se niegue, que

permanezca aferrado al padre o a la madre convivientes, deberá

cumplir con el orden instituido del olvido y el perdón. Se trata de que el

niño borre de su memoria toda situación de maltrato, abuso sexual o

abandono, que perdone sin registrar el perdón a partir de la negación

del hecho. Si su madre fue golpeada sucesivas veces delante de él o

él mismo/a fue abusado/a sexualmente por su padre, o resultó víctima

de golpes o tortura psicológica. deberá "conocer de nuevo a su

progenitor”. En este sentido no existe proceso: la vinculación se da

per se, en función de un borramiento de la memoria,. Cualquier

negativa del menor es tomada como un acto de desobediencia hacia

el proyecto instituído y como tal resultará obstruccionista para el logro

de los objetivos planteados a priori para sostener la “sagrada familia”.

En este caso el niño se transforma, a decir de Foucault, en un

individuo a corregir al igual que el padre o la madre convivientes y

como tales deberán dar pautas de su espíritu de colaboración, no

importa cuál sea su voluntad o la del menor. Si esto no ocurre sucede

el castigo: informes adversos, audiencias amenazantes, etc. Al niño

no se le pregunta qué quiere aunque exprese sus sentimientos o sus

deseos de no ver a quien lo ha 59

agredido. Podrá ser alejado de su familia primaria (madre,

hermanos, o padre, hermanos, etc.), es decir aquellos con quienes ha

pasado la mayor parte de su vida o con quienes ha encontrado la paz

después de haber padecido, como ya dijimos, maltrato físico o

emocional, abuso sexual, abandono y otras formas de violencia. De

este modo el futuro del niño ha quedado en manos de un poder ajeno

a su comprensión, que no lo escucha ni atiende a sus necesidades

reales sino que presupone un orden a priori cuyo fondo es un

arraigado poderío patriarcal, un orden misógino y violatorio que

defiende sus estructuras mas allá de las necesidades de lo humano

real. El niño a corregir a merced de los dictámenes de estos sofistas

de la ley y del alma pasará a vivir con aquel o aquella que rechaza, o

en caso contrario será llevado a un instituto de menores. .De este

modo lo que era cosa juzgada desde un principio, encuentra su final

trágico en el mutismo de un expediente archivado. Lo que surge como

una clara evidencia a partir de estos ejemplos es hasta qué punto la

violencia instalada en un sistema, puede llevar a la promoción del

delito, dejando como legado un indudable mensaje de impunidad. La

negación del pasado, la ausencia de sentimiento de culpa instalada en

el poder, nos da cuenta de un sistema psicópata que como tal

despliega sin grandes dificultades todos los recursos propios que lo

determinan, sadismo, legitimación de lo ilegitimo, conducta especular,

culpabilización de la víctima; queda en manos de los legisladores

honestos, de los ciudadanos comprometidos y de la inteligencia 60

unificadora de las víctimas, la reversión de estos aberrantes

resabios de un sistema ya hace décadas padecido por los argentinos.

SEGUNDA PARTE :

Conceptualización y Didáctica

Concepto de objetivo Todo proyecto está sustentado por un eje, lo

que podríamos llamar la médula misma de la estructura, aquello que lo

sostiene en su esencia. Cuando hablamos de objetivo siempre

estamos expresando en un concepto general, una multiplicidad de

objetivos específicos de los que a su vez se desprenden diversos

métodos de trabajo; estos métodos están basados básicamente en un

diagnóstico permanente de la población con la cuál se ejerce la tarea.

El objetivo es entonces ese eje medular de la estructura de todo

proyecto y resulta imprescindible mantenerlo siempre presente, aún en

las etapas más intrincadas y complejas; justamente durante estas

etapas que podríamos llamar los momentos de confrontación entre lo

ideal y lo real, debemos aferrarnos al objetivo para no perder el

sentido de nuestro proyecto. Actitud frente al objetivo Tenemos que

tener en cuenta que ante todo este sostén muy semejante a un ideal,

debe poder implicarse en la realidad con flexibilidad. Sabemos que el

gran objetivo: el objetivo general como ya lo hemos mencionado,

contiene una multiplicidad de objetivos específicos, esto quiere decir

objetivos puntuales respecto a un aspecto puntual: por ejemplo si el

objetivo general de un programa de estimulación literaria es el de la

renovación de la capacidad de lectura critica y la producción literaria

en 63

una población escolar. Podríamos decir que un objetivo especifico

sería la producción de un determinado material literario durante el

primer cuatrimestre del ciclo lectivo, o la organización o ampliación de

bibliotecas en los establecimientos educativos con los que se trabaje.

Es decir mientras el objetivo general es un eje de naturaleza

aparentemente ambiciosa, los objetivos específicos que de él irradian

lo constituyen en una entidad donde lo real y lo ideal hallan su

síntesis. Esquemáticamente podría simplificarse de este modo:

OBJETIVO GENERAL Entre lo ideal y lo real

Objetivo Especifico

Objetivo especifico

Es decir que el resultado del objetivo general del cual irradian los

objetivos específicos cuyos fines se insertan en el campo de lo real,

define la metodología a utilizar para la consecución de todo proyecto.

Campo de lo real Marco ideológico Método

OBJETIVO DEL PROGRAMA C.D.Y.V Contra la Discriminación

y la Violencia

Tenemos claros los elementos fundamentales que caracterizan el

objetivo. Pero es evidente que por ahora estamos ante un concepto

abstracto, debemos, por lo tanto, introducir dentro de éste el objetivo

general y los objetivos específicos del programa que nos ocupa. - Un

modo de definir en pocas líneas este programa es a través del

desglose de su enunciación, la esencia misma del programa está

inscripta en la sigla C.D. y V. Toda sigla trata de sintetizar los

elementos fundantes, es decir, aquello que determina el centro mismo

de una empresa a seguir. Dentro de los programas de asistencia

comunitaria tenemos muchos ejemplos de lo antedicho: LALCEC,

INCUCAI , ADELCO y otros de menor conocimiento público como

SMR (Salud Mental Responde), AYA (Ayuda al accidentado), Nar-Anon

(Ayuda al familiar del adicto). La lista es innumerable si además

agregamos otros rubros como grupos culturales, de acción educativa,

etc. _ En lo que hace a nuestro programa la sigla tiene por objeto

acentuar los dos aspectos sobre los que el programa va a trabajar:

Discriminación y Violencia. Respecto a estos dos elementos sobre

los cuáles vamos a actuar, tenemos una determinada actitud que

luego vamos ampliar en lo que definiremos como marco ideológico;

esta actitud lleva la preposición contra y nos habla de una posición

activa que se erige desde la oposición a un determinado estado de

cosas, con la finalidad de instaurar nuevas realidades que operen de

manera distinta en la comunidad. . En este desglose ya nos

encontramos con el objetivo general.

Podemos decir entonces que el programa contra la discriminación

y la violencia tiene como objetivo general

PROPENDER a: estructurar una realidad nueva donde la

discriminación y la violencia sean remplazadas por la integración, de

las minorías, la protección del prójimo, la acción comunitaria

permanente.

MARCO IDEOLÒGICO

Podríamos acercarnos a un concepto más amplio de ideología si

nos remitimos a sus orígenes etimológicos Idea significa: imagen

ideal de un objeto, logos significa: palabra pero también razón de las

cosas, causa argumento, tratado ley, recta razón. Uniendo estos dos

conceptos podemos definir el término ideología como el conjunto de

razones que sustenta la imagen ideal de un objeto De este modo

cuando nos referimos a un marco ideológico estamos hablando de un

orden que sustenta un conjunto de ideas respecto a lo que debe ser el

objeto que nos ocupa: en este caso nos referimos a una comunidad

actuante sobre la que proyectamos un concepto ideal y tratamos de

darle un logos, una razón o conjunto de razones que justifiquen y

hagan viable nuestro accionar. Como vimos ya, la idea está en el

objetivo, su razón de ser en las necesidades de la comunidad;

suponemos en este caso dentro de la ideología del programa un

principio activo que ya expresamos en la sigla . La preposición

contra nos habla de una oposición primaria , nos 70

oponemos , tomamos partido por una negación. No imaginamos

que se pueda construir nada sin antes des-estructurar los mecanismos

perversos que el sistema invierte para generar discriminación y

violencia en nuestra sociedad. Esto lleva nuestro proyecto mucho más

allá del remiendo reformista, aquel que acciona sobre estructuras ya

estancadas, experimentando sobre ellas pero sin cuestionarlas

mayormente, proponiendo métodos superficiales que no contienen en

sí mismos la problemática real, de modo tal que sólo ejercen un

efecto placebo sobre el objeto que les ocupa. Un ejemplo:

supongamos una escuela en donde ha habido varios episodios de

violencia tales como peleas continuas a la salida de la escuela a punto

tal que se hayan llegado a generar lesiones graves en algún niño; en

este caso el niño es llevado al hospital, hay sanciones para el grupo y

luego alguna supervisión por parte de un organismo a pedido de los

padres o de la escuela. La situación emergente del niño lesionado ha

ocasionado una serie de reacciones en la comunidad institucional que

se inician puntualmente cuando el episodio ocurre y concluyen cuando

se considera que el grupo se ha apaciguado. Pero obviamente la

problemática seguirá creciendo hasta volver a suscitar otra situación

emergente. La acción preventiva es poco implementada, entre otras

cosas justamente por no hacer un acabado diagnóstico de la

comunidad. Por otra parte no suele convocarse a la población

escolar a la propuesta de “resolver nuestros propios problemas", mas

bien se ejerce sobre ella una actitud autoritaria, paternalista o

directamente de absoluta indiferencia respecto a la posibilidad de

generar actitudes de autodeterminación. Este último concepto lo

analizaremos más adelante cuando nos refiramos a la formación de

grupos de autogestión. Vemos como el esquema se construye solo

por una lógica intrínseca. Del marco ideológico comienzan a

vislumbrarse los ejes básicos de la metodología . De esta manera

quedaría completado el esquema inicial que presentamos. Haremos

referencia a los ejes metodológicos que acabamos de esbozar.

METODO DE IMPLEMENTACION

Concepto de método Del griego methodos, significa modo de decir

algo con orden, procedimiento de las ciencias para hallar la verdad y

enseñarla. Este concepto ha llevado a la humanidad a innumerables

odiseas en búsqueda de respuestas filosóficas, científicas y religiosas.

Es tan vasta la metodología como vasta e intrincada es la historia

humana. El hombre siempre ha ido en busca de un orden que le

permitiera avanzar sobre sí mismo y sobre el medio. El método le ha

dado, como a Teseo el hilo de Ariadna, un estado de seguridad frente

al peligro del caos. Tal vez 72

en este sentido la historia del pensamiento refleje mas

acabadamente que la fáctica la naturaleza humana y su porvenir

moral. Como ya vimos todo método se sustenta en una ideología y

esta es a su vez la manifestación acabada de un objetivo fundante al

que llamamos objetivo general. Esto nos remite a filosofías como las

de Platón quien fue la voz de uno de los maestros del método,

Sócrates. Sócrates, hijo de una partera y un escultor, implementó un

método que curiosamente unía en una filiación armónica su propio

origen. Mayéutica quiere decir dar a luz. Sócrates sostuvo que la única

manera de que el hombre se vuelva sabio era llevarlo por los caminos

de la interrogación a un razonamiento que le permitiese ir encontrando

el conocimiento dentro de sí mismo. El que interroga actúa como el

escultor que va eliminando lo que sobra de la piedra para descubrir la

forma que yacía latente en ella. Este método es el que de algún modo

también expresó Piaget en el siglo XX al analizar la inteligencia

como un proceso que se va autodeterminando desde la etapa

sensorio-motora hasta el pensamiento hipotético deductivo. De modo

tal que la función de la pedagogía ya no sería otra que la de producir

la suficiente cantidad de estímulos como para “dar a luz” en el niño de

manera ordenada y enriquecida lo que en el niño estaba. Obviamente

esto equivale a trabajar desde el llano en una actitud de evaluación

permanente del individuo y de los grupos. De no ser así el sentido

"mayéutico" pierde sustento para pasar a asumir una relación lejana,

vertical y estrictamente informativa. 73

Para ilustrar con mas precisión lo que hace al método mayéutico y

su reformulación en la didáctica piagetiana transcribiremos algunos

párrafos de Hans Ableli9 Dice el autor : “La tentativa de dirigir

directamente en la formación de las nociones en el niño no puede

llegar a conclusiones satisfactorias. Es preciso que le dejemos una

gran libertad”; algunos párrafos más adelante agrega: “El primer

problema didáctico que tenemos será por consiguiente precisar cómo

puede ser provocada la investigación por el niño”. Según Aebli el

método mayéutico tradicional si bien intentaba provocar la

investigación en el niño mediante preguntas hábilmente realizadas por

el maestro y aunque los niños hallaran aparentemente la respuesta

por sí mismos, no asimilaban la estructura en su conjunto; no se trata

entonces de arribar a conclusiones parciales de un problema sino

establecer las principales relaciones que rigen un complejo de

operaciones y a insertar en ellas las relaciones parciales. “En síntesis

la mayéutica tradicional conducía al alumno a determinados

razonamientos cuyo conjunto o visión total estaba en el maestro, en

tanto que la mayéutica piagetiana “lo ayuda a resolver un problema

vivo en su espíritu”. El alumno se adueña de una visión total gestáltica

del problema y esto posibilita que pueda luego trasladar esta

comprensión a diversas situaciones. La pregunta es, entonces:

9 Hans Aebli del libro Una Didáctica Fundada en la Psicología de

Jean Piaget. Cap Vl Pg 94/95 74

¿Cómo trasladamos la Mayéutica a nuestro proyecto? . No nos

olvidemos que nuestra población se compone de niños y adultos y

que la temática que nos ocupa no es la resolución de un sistema de

operaciones matemáticas sino de un entramado y complejo sistema

de urgentes cuestiones éticas.

ESQUEMA DE LOS TRES METODOS

Relación: Alumno-Conocimiento-Docente

Método tradicional. Mayéutico tradicional. Mayéutico moderno

Docente Esquema de conocimiento información Docente sostiene

aun esquema de cocimientos Mayéutica tradicional

DOCENTE MAYEUTICO MODERNO

Docente. informado

información

interrogación

Alumno adquiere mediante respuestas conocimientos parciales

Alumno recibe Información

interrogación

Alumno Adquiere conocimientos totales Ya vivos en su espíritu

concepto de Auto- gestión .

El concepto de auto gestión ha sido enunciado en incontables

ocasiones. Especialmente Martín Buber (filósofo - político) , en su libro

“Caminos de utopía” se refiere a la posibilidad de generar

comunidades pequeñas donde todos los hombres que la habiten

puedan ser protagonistas de su funcionamiento . La idea de producir y

poder ver el fruto de la tarea realizada ya estaba planteado por Marx

en sus “Manucritos del 48”. La alineación del hombre consiste en la

pérdida progresiva de la conciencia de su protagonismo respecto a su

labor. “En tanto la humanidad progresa el individuo se fragmenta,

hasta un punto tal en el que pierde no sólo la conciencia de lo que

realiza sino también queda inerme en un mecanismo perverso que lo

aleja de la posibilidad de definirse en todos los aspectos de su vida”.

Desalienarse es volver a la conciencia de individuo. Para Freud la

salud mental consistía en la capacidad del sujeto de crear y de amar.

Buber plantea la autogestiòn de pequeñas comunidades contra la

alienación de las naciones estructuradas sobre la pérdida de la

identidad individual. Una comunidad 78

que se sabe independiente puede interactuar con otras de una

manera horizontal, es decir bajo el sentido de cooperación y no bajo

la tentación de sojuzgamiento; por otra parte desde su propia

etimología el concepto ya está claro: auto gestarse es darse vida a sí

mismo. Es comprensible presuponer que en un mundo donde ya ni

siquiera existe la identidad cultural, resulta irrisorio suponer que pueda

volverse sobre conceptos que contradicen de plano la estructura

misma de este salvaje y globalizado capitalismo. Sin embargo ya lo

habíamos dicho: los objetivos de un proyecto que intenta no ser

superficial toca siempre el terreno de lo ideal. La realidad se encargará

de ir poniendo sus límites y en tanto la esencia ideológica se

mantenga, en mayor o menor grado el programa con todos los

recortes que el campo de lo real le imponga mantendrá intactos sus

objetivos. De esta manera y yendo a nuestro programa, cuando

planteamos la formación de pequeños grupos en el ámbito escolar y

también en los centros barriales, estamos llevando conceptos como

los de Buber al terreno de lo existente. La metodología mayéutica, que

ya definimos en el apartado anterior, funciona como el método más

coherente que podemos instrumentar si se pretenden generar

pequeñas comunidades que puedan llegar a auto abastecerse en

todos los aspectos que resulten posibles, por supuesto dentro de una

realidad que no es precisamente propicia a emprendimientos de esta

naturaleza.

En primer lugar debemos hacer un diagnóstico de la comunidad, su

nivel económico, socio – cultural, etc. Existen como instrumentos las

entrevistas grupales con los padres y las individuales; de algún modo

cada docente ya desde el inicio puede contar con una serie de datos

que le den la pauta de a quiénes se dirigen, cuáles son sus

necesidades, intereses y problemáticas mayores. Estas entrevistas

iniciales pueden ser muy enriquecedoras para empezar a trabajar con

grupos de grado; el problema está en cómo se las lea, qué se deduzca

de ellas, que funcionen como un mapa inicial del estado de cosas y

que no mueran en las carpetas archivadas, como un trámite más de

los tantos que exige la institución escolar.

¿Existen formas de dar vida a este material? 1- A través de una

lectura conjunta con psicopedagogos, psicólogos y otros

profesionales que trabajan en la escuela. 2- A través de un

intercambio comparativo con los distintos docentes de grado. 3 -

Haciendo una evaluación de estas entrevistas, sacando conclusiones,

abriendo interrogantes. 80

Estas sugerencias de actividades preparan el terreno, para poder

acceder a la formación de grupos de padres por grado conociendo los

aspectos básicos de quiénes los integrarán. 4 - También se puede

agregar un cuestionario que será mantenido en absoluta reserva por

la institución escolar; es preferible que el mismo se realice por

separado a cada uno de los cónyuges.

Planilla complementaria para reuniones individuales. 1- Como se

siente actualmente con su familia? 2- Hay una relación armónica,?

Existen conflictos entre los adultos? 4- Como se siente usted en su

relación con sus hijos? 5 Con su cónyuge? 6 Si hay conflictos,

¿cuales son los factores que según su opinión mas perturban a su

familia? 7 Ha vivido episodios de violencia? 7ª-De ser afirmativa la

respuesta podría hacer un relato al respecto 9 Se ha sentido

discriminado/a por la familia, el entorno , (hotel, pensión, Parroquia , el

trabajo, etc.) 10 Le han relatado sus hijos haber sido víctimas de algún

episodio de discriminación, o violencia , en el barrio, la escuela etc. 11-

Ha notado en los últimos tiempos alteraciones en la conducta de su

cónyuge Alteraciones de conducta en sus hijos. De haberlas notado

¿podría narrarlas aunque se brevemente? 9- De formarse un grupo de

padres ¿que temas desearía abordar que de los que atañen a su

problemática personal y la de su familia.? 10- Ha consultado centros

de apoyo, para su problemática 10ª de no ser así desearía recibir

información al respecto.

Haga un relato de lo que es según UD. su situación familiar actual

y su relación con el entorno, parientes amigos, clubes o asociaciones

a las que concurra.

Presentación

Es importante hacer una presentación del programa en cada

escuela invitando a participar del evento a toda la

comunidad escolar , personal directivo , administrativo , docentes,

padres y alumnos

La participación general es fundamental ya que esto dará la

pauta de que no es un programa que atañe a una porción de la

institución escolar sino a todos los que la componen . Aspectos a tener

en cuenta: 1- Criterio de simultaneidad Esto significa dejar en claro

que este proyecto funcionará simultáneamente con adultos y niños

abarcando todas las facetas posibles de la institución escolar. Que no

será un proyecto aislado en tanto se irá impartiendo en todas las

escuelas posibles de la ciudad de Buenos Aires. 2- Exposición general

del diagnóstico de comunidad realizado a partir de las planillas 3-

Objetivos que se persiguen conseguir a partir del siguiente diagnóstico

4 - Metodología a utilizar 5 - Entrega de trípticos explicativos del

proyecto al finalizar el acto.

Formación de los grupos de padres

Una vez entregado el cuestionario, luego de que el mismo haya

sido cuidadosamente evaluado por cada docente de grado y

previamente a la presentación del programa, es importante que haya

al menos dos encuentros entre docentes de los distintos grados que

intercambien las evaluaciones realizadas, cotejando los puntos de

contacto y las diferencias con el fin de lograr un diagnóstico

enriquecido por el análisis conjunto. Una vez realizadas estas

actividades básicas para que el docente pueda tener un registro mas

claro de la situación del grupo con el que va a trabajar; se procederá a

la formación de grupos de padres. Su composición se irá

conformando de acuerdo a las necesidades que surjan de los propios

padres. En la primera jornada se volverá sobre los puntos planteados

en la presentación general. Hay que recordar que los padres ya han

sido informados de las características básicas, y que además, es

posible que el cuestionario inicial haya movilizado expectativas

personales. Eso implica que hay un terreno propicio como para

empezar a trabajar desde la interrogación .

85

¿Como desarrollar los encuentros grupales? Sabemos algunas

cosas a través de las entrevistas, ya hemos evaluado el nivel socio

económico y cultural, así como las problemáticas predominantes. De

esta manera es posible que a partir de un intercambio esta vez más

íntimo acerca de los aspectos tratados en la presentación, surjan

comentarios que nos den la pauta de cuál es la cuestión sobre la que

se debe trabajar. Vamos a dar un ejemplo que ilustre sucintamente lo

que queremos expresar : -Docente, lo que nos proponemos hoy es

abrir un espacio para que todos puedan dar su parecer con respecto a

los problemas que estamos viviendo. También cada uno puede

expresar sus preocupaciones personales en la medida en que crean

necesario. Sabemos que existen muchos temas que nos afligen; a

veces volvemos a casa y vemos a nuestros hijos encerrados frente a

la televisión o corriendo a los vídeo juegos. No sabemos a qué hora

van a volver. Aquí el docente ha funcionado como un disparador de

ciertas situaciones conflictivas que según las evaluaciones previas

efectuadas consideró que eran de preocupación general del grupo.

Las expresiones de los padres muestran que no ha errado, . Se

pude verificar preocupación, necesidad de contar el propio caso,

opiniones , encontradas. P.1- A mí me pasa que no puedo manejar a

mi hija, no me gusta que salga a esas horas, pero me cansé de

decírselo. P.2- A mí me cansa que no escuche, es cierto que yo no

tengo mucha paciencia, y a veces lo dejo. P. 3- En realidad no

escuchan si no se les da un buen grito. P 4- A mí no me parece que

gritar sea la manera.

Aquí surge lo que podemos denominar el tema emergente: la

dificultad para comunicar límites. El interrogante sería entonces

¿Cómo establecer los limites? Desde esta pregunta pueden ir

elaborándose respuestas individuales, como así también la pregunta

puede ir aun mas lejos: ¿Hay demasiado cansancio para comunicarse

con los hijos.? ¿Existen deseos de poner límites? ¿Está en la falta de

deseo o la posibilidad reside en otro lugar?

Si los interrogantes que surgen están implícitos en el discurso de

los padres, posiblemente la respuesta también lo esté. Se ha

mencionado más de una vez el cansancio. ¿Qué pasa con el deseo de

establecer comunicación con los hijos? Si se ha perdido el deseo de

establecer comunicación y convengamos que el límite es un modo

fundamental de comunicación, entonces ¿qué nos está matando el

deseo?. Quedarse con un nuevo interrogante es precisamente lo que

nos precisa que hemos podido ampliar nuestro campo de acción. De

allí en adelante se intentará que los propios padres promuevan

alternativas a corto plazo para modificar la relación: estas alternativas

pueden parecer muy modestas como mirar juntos un programa de TV

y conversarlo. Hacer lo mismo con respecto a los vídeo - juegos.

Generar un espacio para conversar acerca de los peligros que se

corren a partir de determinadas horas estando solos en la calle. Y de

allí en adelante tomar en cuenta las propuestas que cada uno plantee

para instrumentarlas en el hogar. La consigna para la siguiente

reunión puede ser de acuerdo a lo expuesto: la devolución en el

grupo de lo que cada padre ha vivido durante esa semana llevando a

cabo las propuestas inmediatas. Por otra parte el interrogante acerca

de si existe un deseo real de poner límites a nuestros hijos quedaría

como una tarea introspectiva de la cuál puedan, como se ha visto,

surgir otros interrogantes. Tanto la elaboración práctica como el

interrogante podrán ser material que se intercale enriqueciéndose

mutuamente. 88

De la tarea surgen respuestas y preguntas; del interrogante pueden

alentarse nuevas ideas para instrumentar cambios de conducta dentro

del hogar. Pero hemos dado solo un ejemplo para ilustrar

escuetamente un trabajo cuyo proceso es largo y complejo. Si bien no

cabe una guía didáctica para el docente, ya que esto sería atentar

contra la esencia individual del método mayéutico, podemos sugerir

algunas pautas a modo de orientación :

1 Gradualidad. A- distribución física del grupo Aunque parezca

banal, el pasaje de la posición de bancos tradicional al nucleamiento

que se utiliza en otros ámbitos (como el circular) debe ser gradual; a

pesar de resultar aparentemente mas cómodo el nucleamiento circular,

para quien no ha asistido nunca a grupos que utilicen esta disposición

la situación puede ser intimidatoria. En última instancia no es

necesario que se establezca una disposición inflexible ni en un

sentido ni en el otro; deberá evaluarse el grado de confianza del grupo

hacia sus pares, la situación actual del rol docente y evitar todo tipo

de imposición o auto imposición en este sentido. B -Entre la

exposición y el diálogo 89

Es posible que en un principio tanto los padres como el docente

necesiten mantener un mayor tiempo de exposición, de acuerdo al rol

que habitualmente se ha ejercido. Por este motivo soltar un

interrogante y esperar que el grupo establezca una dinámica de

diálogo inmediato puede generar efectos adversos, como producir un

estado de falta de contención en el que tanto padres como docentes

queden inhibidos en la tarea . Es importante explicarles a los padres

cuál es el método que se utilizará y por qué esto último no sólo

brindará seguridad sino que posibilitará el enriquecimiento de la tarea

con aportes respecto a su abordaje por parte de los mismos padres.

El objeto de que los docentes expliquen a los padres el método a

utilizar apunta al objetivo de promover la autogestiòn. Esto nos remite

al método mayéutico piagetiano: El docente tiene un esquema de

conocimientos que comparte con el grupo; de este modo, al tener un

esquema general del sentido del programa, será mas sencillo para

cada individuo reanimar “lo que está vivo en su espíritu”.

C- Problemáticas : Nivel de compromiso Ya sabemos que a partir

de la guía o cuestionario individual, mas la tarea que se haya realizado

con otros docentes respecto a la misma se ha

llegado a un diagnóstico del grupo bastante acabado con respecto

a el tipo de problemática. Es posible que no sea conveniente durante

los primeros encuentros poner el acento sobre temas que puedan

movilizar excesivamente al grupo. Si bien el docente es el disparador

de una serie de cuestiones que según su conocimiento hacen a las

necesidades del grupo, es necesario que tenga cuidado (sin salirse de

los intereses evaluados) de no sugerir temas excesivamente

inquietantes como por ejemplo la violencia, el alcoholismo, el

abandono etc. Gradualmente se irá viendo cuáles cuestiones pueden

ser dialogadas en el grupo y cuáles no. En este sentido es necesario

tener en cuenta la posibilidad de abrir un espacio para crear diálogos

individuales con los padres así como también pequeños grupos que

trabajen sobre una problemática delicada que no se puede compartir

más que con aquellos que son víctimas de la misma situación. En este

caso se puede pedir la atención de un especialista para supervisar

estos grupos específicos en la escuela o recurrir directamente a la

derivación a centros especializados. 2 Esquema de organización de

los encuentros

Lo ideal es que los encuentros se produzcan una vez por semana,

dentro del aula; se pueden utilizar las horas de materias especiales

como música o educación física, pedir que éstas se extiendan si es

necesario en la medida en que no alteren en exceso la dinámica de

las tareas escolares. Habrá un momento de nucelamiento y tres fases:

Fase A Consiste en la fase de participación docente que puede

ser mayor o menor de acuerdo a las necesidades del grupo. Durante

esta fase quedará sugerido el tema o la serie de temas que habrán de

tratarse. Fase B Será la del diálogo mayéutico; para que esta fase

resulte operativa deben pautarse algunos aspectos : 1 Escuchar al

otro sin interrupción. 2 Evitar el diálogo por separado. 3 Tratar en la

medida de las posibilidades da cada uno que intervenga la mayor

cantidad de padres. Esta es la fase más importante y la mas difícil de

sostener; el docente coordinará el diálogo, escuchará atentamente

hasta el momento en que 92

considere que surge el tema emergente, es decir aquello que

realmente está preocupando al grupo. A partir de ahí se planteará un

interrogante sobre el que podrá trabajar el grupo abriéndose a nuevas

preguntas. Fase C Consiste en la organización del debate y la

propuesta de implementación de la tarea a realizar como respuesta

inmediata a lo planteado durante el encuentro.

3 Rol docente A esta altura queda claro que el rol docente es

fundamentalmente el de atento coordinador de un grupo cuya

problemática conoce en principio. Hablamos de gradualidad, esto es

necesario contemplarlo. No es fácil pasar de una actitud expositiva, es

decir del rol de informador al de “ atento escucha que interroga según

surjan los aspectos emergentes de una problemática grupal.” No es

imprescindible que el método mayéutico se instaure inmediatamente,

un gran paso es ya poder abrir un espacio donde se traten temas

diferentes que hacen a las necesidades de la comunidad; el

emergente surgirá solo y su captación será cada vez más clara en la

medida en que los encuentros se hagan sistemáticos. Hay un alto

porcentaje de intuición al que tendrá que apelar el docente; tal vez 93

el secreto está en escuchar, teniendo en cuenta como marco de

referencia el diagnóstico inicial y detectar el momento en que alguna

cuestión empieza a tener peso en el diálogo; el cansancio del ejemplo

dado es una pauta: cuando vemos que algo se repite, que más de un

padre hace alusión a lo mismo, posiblemente haya surgido un tema

emergente. Sobre el tema emergente el docente debe expresar

algunos interrogantes que abrirán el espectro del diálogo hacia nueva

preguntas y posibles respuestas. Al finalizar este período es

importante hacer un ordenamiento que permitirá promover alternativas

de cambios de conductas como tareas inmediatas. Tengamos en

cuenta ante todo que es el paso de un rol tradicional a otro de

naturaleza que podríamos aventurar como opuesta. Es difícil e

incluso angustiante. El docente necesita apoyo para elaborar este

cambio. Tiene que saber que su esfuerzo es valorado en todo sentido.

El rol de la Secretaria de Cultura consiste en dar un marco adecuado

de continencia tanto en lo que hace a la capacitación como a la

contención permanente. El docente debe saber que puede recurrir a

ella cuantas veces le sea necesario, así como también recibir una

supervisión de su tarea en su propia institución.

5- La institución escolar y los centros de derivación.

94

Habíamos mencionado que dentro de las problemáticas del grupo

podían surgir temas muy conflictivos que difícilmente lograran ser

contenidos por el docente sin ayuda profesional. Apelamos en este

caso a los centros de derivación, (recordemos que esta alternativa ya

estaba planteada en la planilla inicial) en el caso de temas tan

delicados como son la violencia familiar: maltrato verbal y físico,

mujeres golpeadas, abuso de menores, drogadicción, alcoholismo,

prostitución, etc. En todos estos casos el docente deberá recurrir a

especialistas. Es importante que el docente, una vez hecho el primer

diagnóstico del grupo, tenga a mano un mapa acabado de centros

que estén especializados en estas problemáticas. La Secretaría de

Cultura le entregará a cada docente una amplia lista de lugares a los

que se puede recurrir. De ahí en mas será tarea especifica del

docente evaluar según el diagnóstico realizado cuáles son los centros

u asociaciones que considere más convenientes para abordar los

diversos conflictos que se le presenten. Otro punto a destacar es la

relación que una vez efectuada la derivación correspondiente deberá

existir entre el centro y la institución escolar. Es fundamental que

exista una interacción entre ambos a fin de poder ir evaluando de

manera permanente la evolución del individuo y el grupo familiar

implicado. El docente recibirá información según el criterio de los

centros o asociaciones que intervengan y ésta será mantenida en

absoluta reserva por la institución escolar.

6 - Importancia del diagnóstico permanente de los grupos ¿Qué

significa la evaluación permanente?. A esta altura ya tenemos muchos

elementos para ir formándonos una idea cada vez más acabada de

cuáles son las características, intereses y conflictos salientes de los

padres. Esto significa que también a través de ellos vamos

comprendiendo con mayor claridad la conflictiva del grupo familiar.

Obviamente este nivel de comprensión será de mucha ayuda para

poder evaluar con mayor profundidad la conducta de los niños. Por

otra parte trabajaremos igual en la formación de grupos de niños

adaptando los métodos a las características madurativas y

necesidades de los mismos. La evaluación permanente se efectúa a

través de un buen monitoreo de lo que va sucediendo en los grupos

así como también en los centros de derivación (en caso de que se

haya recurrido a ellos). Periódicamente es importante efectuar un

trabajo de observaciones escritas con su correspondiente análisis para

tener un registro más acabado de la evolución de los grupos. Estos

registros hechos por escrito son especialmente útiles para poder

hacer una evaluación conjunta con los docentes de los otros grados.

Es importante que existan reuniones periódicas entre los docentes de

grado en las cuáles se analicen estos registros de manera conjunta

a 96

fin de llegar a conclusiones más amplias. Estas conclusiones

quedarán asentadas en la dirección a fin de que toda la institución

escolar esté al tanto de la tarea realizada y el estado de cosas actual.

Si el trabajo se realiza en varias escuelas simultáneamente el registro

de evaluación periódica será fundamental para coordinar acciones

coherentes en lo que hace a este proyecto. Un registro acabado de

los grupos permite la proyección de nuevas actividades cuyo

espectro puede abarcar tanto a un distrito como a varios.

Conferencias, actividades de taller, concursos literarios, exposiciones

etc. pueden resultar sumamente operativos si parten de una

evaluación acabada de la comunidad. La validez de este diagnóstico

está sustentada en la esencia misma de la ideología de nuestro

programa: del individuo al grupo, del grupo a la institución escolar, de

la institución escolar a los distritos, de lo distritos a la comunidad en su

totalidad. Esta relación podría graficarse de la siguiente manera:

97

98

Grupos de padres de cada grado Grupos de alumnos por grado

Grupo de docentes de distintos grados

Institución escolar, Dirección vice-dirección Secretaria

Distrito correspondiente

Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Formación de grupos de alumnos. En la formación de grupos de

alumnos contamos desde ya con algunas ventajas, La cotidianidad,

las actividades especificas del currículum, los recreos, todo lo que

hace a la organización propia del sistema escolar 100

favorece la posibilidad de una permanente evaluación tanto

individual como grupal. Por otra parte si es que simultáneamente se

ha comenzado a trabajar con los grupos de padres, el diagnóstico del

grupo familiar será mas completo. Para la tarea de observación es

importante contar con algunos elementos que apunten a ordenar las

sucesivas impresiones que el docente se va haciendo tanto del niño

en particular como del grupo y su modo de interacción. Para esto,

como en el diagnóstico de grupos de padres, será de mucho valor

contar con una guía de observaciones que permita un análisis al

menos mensual de las aspectos que se consideran destacables.

Tomando algunos conceptos de Enrique Pichón Riviere, respecto a la

dinámica de los grupos pequeños podrían figurar dentro de la guía de

observación y análisis los siguientes ítems.

101

Dinámica grupal, roles del niño en el grupo ¿Como funcionan

los niños en distintos momentos?

Aula................................................................. Recreo

largo................................................................. Actividades

especiales.....................................................

¿Hay un líder en el grupo? Si lo hay ¿cuáles son las

características que lo destacan respecto a los otros: seducción,

violencia, actitudes de protección etc.?

¿Como responde el grupo? pasivamente. fracturándose en

subgrupos. con actitudes de rebeldía. emulando al líder. de ser así

¿cuáles son los comportamientos que más se intentan emular?

¿Existe un chivo expiatorio? Si lo hay ¿cuáles son los aspectos que

se destacan en él?

¿Como se relaciona con el grupo? ¿Se ejerce violencia verbal,

física, se lo aísla, se lo discrimina, se lo carga con las culpas de otros?

¿Los roles son fijos o van variando: líder, porta voz- chivo

expiatorio, emuladores? ¿Cómo relaciona los roles de cada alumno

con el rendimiento escolar? ¿Cómo relaciona los roles de cada alumno

con su lugar en el grupo familiar?

Dinámica grupal.

Todo lo que hemos ido desarrollando hasta ahora nos permite ir

evaluando las características grupales e individuales de los niños, la

dinámica del grupo y sus roles. Así como también a través del grupo

de padres es posible ir profundizando el cuadro de la estructura

familiar, las conflictivas fundamentales, los roles que asumen cada uno

de sus miembros y su dinámica . Este ejercicio de evaluación es

simultáneo a las tareas que se realicen con los niños, ya que como

hemos dicho la evaluación de la comunidad educativa es permanente.

El panorama, sin embargo, si bien desde la teoría puede resultar mas

o menos sencillo en el territorio de la praxis se nos vuelve a veces

sumamente complejo. La pregunta que surge como inevitable es:

¿Es posible modificar la dinámica del grupo? Sabemos que al

plantearnos una cuestión de tal magnitud estamos apuntando a una

modificación de la estructura de las relaciones familiares, grupales y

sociales. Lo ambicioso del objetivo no sólo no debe desalentarnos en

la tarea sino, por el contrario, tenemos que tenerlo como se dijera al

comienzo, como un ideal que interactúe con la realidad sin por eso

perder la sustancia que lo determina. Una actitud importante (que ya

hemos mencionado anteriormente) a tener en cuenta para que la tarea

sea operativa es la gradualidad. No podemos suponer que vamos a

generar cambios de conducta a través de diálogos mayéuticos con

niños cuya atención es difícil de captar, y cuyo nivel de concentración

es limitado debido a cuestiones de índole psicofísica, conflictos

familiares, alimentación pobre, desnutrición, etc. Por este motivo

consideramos importante empezar por trabajar con lo que

denominaremos actividades incentivadoras.

Actividades incentivadoras Definición La palabra incentivo tiene su

origen en 1580 (incetivum que da el tono música, que invita o incita)

derivado de canere (cantar). Podríamos definir una actividad

incentivadora como aquélla que da el tono necesario de lo que

subyace en el espíritu Recordemos el esquema anterior cuando nos

referimos a la mayéutica piagetiana; habíamos hablado de este

método como el que no sólo lleva al individuo a la posibilidad de

encontrar repuestas parciales, sino un esquema general 105

de comprensión donde lo que aparece a través de la interrogación

es lo que está vivo en su espíritu. Por ese motivo, a pesar de que las

actividades incentivadoras son aparentemente más pautadas, no

dejan de lado la esencia del conocimiento mayéutico moderno. La

actividad está basada en la evaluación de las necesidades individuales

y grupales y los recursos son cuidadosamente elegido en

concordancia con ellas; más adelante daremos algunas sugerencias

de textos literarios, películas que pueden trabajarse de acuerdo a lo

pautado por el diagnóstico que se haya hecho del grupo.

Características. En cuanto a las características de las actividades

incentivadoras podemos decir que tiene un determinado encuadre,

funcionan como parte de la dinámica escolar, incluyéndose dentro de

los tiempos y los espacios disponibles, proyectándose en actividades

asociadas de las que podrán encargarse las materias especiales tales

como Música, Plástica, Tecnología e incluso algunas materias de la

currícula escolar.

Lo que la actividad incentivadora genera no es tanto el desarrollo

mismo como el trabajo permanente de reflexión que se incorpora en el

curso de la misma, la preponderancia de la interrogación y la

búsqueda de respuestas elaborada por los alumnos. Así y todo no

esta demás trazar un esquema general de las distintas fases de

trabajo. Queremos aclarar que algunas de estas actividades ya se han

llevado a cabo en distintos centros educativos con resultados

satisfactorios. Pero sin el nivel necesario de estructura para la

continuidad y la acabada evaluación de una tarea que ya dijimos

apunta a un objetivo ético de mucho peso

Por los últimos datos recogidos sabemos que L. ha sido

nuevamente institucionalizado, a pesar de que como vimos las

internaciones anteriores demostraron a las claras, que solo promovía

en el niño un aumento de la hetero y la auto agresión.

Esquema de la actividad Fase A El docente expone brevemente

(adecuando el lenguaje a la comprensión de los niños) los objetivos,

la ideología y la metodología del proyecto del programa contra la

discriminación y la violencia. La primera actividad puede realizarse con

la presencia de padres y otros adultos con la consigna de que

observen y no interfieran en el libre desarrollo del diálogo y las

propuestas de los alumnos. Una vez terminada esta breve exposición

se presenta el material: narración, películas, breve recital musical, etc.

Fase B Terminada la primera parte de la actividad, el docente abrirá el

dialogo con algunos interrogantes. Esto ayudará a los alumnos a

volver sobre el material compartido posibilitando que este funcione

como un elemento auto referencial donde más tarde el niño pueda

proyectar su propia identidad.

Fase C

Esta funcionará como un refuerzo de la anterior, el docente dividirá

al grado en pequeños grupos a los que les entregará preguntas por

escrito; éstas pueden ser elaboradas tanto en el diálogo como ser

previamente preparadas. De cualquier forma para que la actividad no

se pierda es importante que el docente haya trabajado ya sobre estos

interrogantes, teniendo en cuenta que no es sencillo que en principio

un diálogo de este estilo sea lo suficientemente ordenado como para

que de éste surjan los interrogantes necesarios para la continuidad de

la actividad. Las preguntas tendrán como objetivo fundamental

acercar los elementos aparentemente más lejanos (como puede ser

por ejemplo el texto de Oscar Wilde que veremos más adelante en el

ejemplo) a lo cotidiano del mundo que viven los alumnos. Este es el

mejor incentivo para que los niños puedan acceder a un esquema

general de situación, trasladando con ayuda de estos interrogantes lo

que es aparentemente ajeno a lo más intimo y de este modo

proyectarse en este caso el texto de manera íntegra. Fase D Esta es

la última fase en la que cada grupo expondrá sus puntos de vista

respondiendo a las preguntas y sugiriendo alternativas. Cada grupo

deberá ser escuchado en absoluto silencio, hasta que se haya

terminado la exposición; una vez llegada ésta a su término

nuevamente se abrirá el 109

diálogo. En caso de que éste sea muy caótico el docente podrá

sugerir que continúe en el recreo. Actividades asociadas Las

actividades asociadas son las que a partir de todo el material

elaborado durante el período de trabajo mencionado, propondrán

desde distintas instancias expresivas una elaboración proyectiva de la

tarea: plástica, expresión corporal, música e incluso, como ya

mencionáramos, actividades de la currìcula escolar como lengua o

ciencias sociales; todas ellas pueden prolongar y enriquecer la

actividad realizada.

Un ejemplo: Texto de Oscar Wilde “El gigante egoísta” Esta

actividad se realizó en una escuela municipal del distrito tercero,

dentro del horario de biblioteca. Intervinieron dos divisiones de cuarto

grado, se contó con la presencia de ambas docentes de grado, la

bibliotecaria y algunos padres. En principio se realizó una breve

exposición del programa C.D.y V. y se explicó a grandes rasgos el

sentido de la actividad. Posteriormente se hizo una semblanza del 110

escritor tratando de situarlo en tiempo y espacio. Finalmente se

procedió a la lectura. El texto elegido, al ser breve, posibilitó que el

nivel de atención se mantuviera hasta el final. Una vez terminada la

lectura la coordinadora hizo algunas preguntas relacionadas con lo

que habían sentido los niños durante la narración, si había algún

momento que les hubiera impactado más que otros, de qué personaje

se habían sentido más cerca, si encontraban alguna similitud entre el

gigante y algún personaje de su vida cotidiana, etc. El diálogo al

principio fue difícil, no se pudo evitar la intervención de algunos

adultos. Las respuestas eran acartonadas, se veía que los niños se

encontraban en la obligación de responder lo que se supone el

docente sabía, más que su propio parecer. En la fase C. Sin embargo

la actitud fue modificándose, el diálogo entre los niños que se iban

pasando las preguntas suscitaba comentarios, pequeñas anécdotas y

el clima se fue distendiendo y ordenando; la función de la

coordinadora consistió solo en supervisar los grupos sugiriendo

incorporar nuevos planteos interesantes que hacían algunos niños y

que no eran escuchados por el grupo. O tratar de ayudar en la

formulación de algún concepto que se les hacia difícil expresar por

escrito. Algunas de las preguntas que se utilizaron fueron: 111

¿Qué harías en caso de ser el gigante? ¿Por qué era tan

importante para los niños jugar en el jardín? ¿Existe alguien que

conozcas que pueda hacerte recordar al gigante? En la última fase,

después de escuchar cuidadosamente a cada grupo y luego abriendo

el diálogo nuevamente surgió el tema emergente. Los niños plantearon

dos situaciones contrapuestas: El gigante tenia razón en cuidar su

jardín porque podían entrar ladrones. El gigante no era quien para no

compartir su jardín con quienes no tenían nada. El problema de la

inseguridad, y el derecho a la igualdad de oportunidades suscitó una

polémica entre los grupos. La sugerencia de la coordinación fue que

llevaran estas inquietudes a todos los ámbitos posibles, que lo

conversaran entre ellos y con los docentes y que también elaboraran

material plástico con la maestra especial. El objetivo de la actividad se

cumplió por completo porque los niños pudieron trasladar las figuras

de ficción a la problemática cotidiana y elaborar una polémica

riquísima respecto a temas que si bien al principio parecían

inimaginables de ser pensados pudieron encontrar su cauce a través

de la proyección con los personajes de ficción. Era obvio que este

conflicto “era un problema vivo en su espíritu”, el conflicto entre

preservarse y compartir estaba por otra parte denunciando graves

problemas sociales de los cuáles los niños se habían vuelto portavoz ,

al menos, por un momento.

Formación de grupos por grado La formación de grupos por grado

pareciera resultar más sencillo, sabiendo que se cuenta con un grupo

estructurado previamente cuyas características individuales y grupales

se han seguido desde el inicio del año –Sin embargo en ocasiones los

grupos previamente estructurados, que no han sido contenidos de

manera adecuada tanto en su dinámica grupal como individual,

generan estructuras rígidas sobre las que es muy difícil trabajar. En un

principio, como ya se dijo, todo lo que implique evaluación permanente

desde los diferentes ámbitos (familiar, grupal, individual y las

interrelaciones que surgen a modo de manifestaciones de conducta)

todo esto Influye en la comprensión mayor de la estructura grupal del

grado permitiendo la adecuada elección de los objetivos específicos y

los instrumentos y recursos que se utilizarán para la consecución de

los mismos. Debemos comprender que cuanto mayor tiempo pase sin

que se lleve a cabo una tarea de actividades incentivadoras

simultáneamente con el funcionamiento del grupo de padres, mas

difícil será des-estructurar la rigidez de los roles que se asumen en un

grupo así como también emprender la tarea de ayuda individual,

permitiendo en aquellos niños que se han formado una imagen

estereotipada de sí mismos (el tímido, el violento, el “imposible”, “ el

peor de todos” etc.) el nacimiento de otra imagen más flexible que les

devuelva una identidad enriquecida . 114

Aun así, seria pueril, dadas las circunstancias sociales y

económicas que atraviesa nuestro país, suponer que los niños

modificarán rápidamente sus conductas gracias a algunas buenas

narraciones u otras actividades que promuevan el pensamiento

reflexivo. Esto es apenas un preludio de lo que deberá ser una tarea

que posiblemente llevará varios ciclos escolares. Por otra parte debe

insistirse sobre la importancia de la actividad con los padres y la

intercomunicación entre docentes, como así también los mencionados

centros de derivación especializados, la institución escolar en su

conjunto y las tres secretarías correspondientes (Cultura, Acción

Social y Educación). Si este no es un trabajo que se de en orden de

simultaneidad y gradualidad profundizando cada una de sus etapas

todos los objetivos enunciados no serán más que agradables

enunciados y una excelente lista de buenas intenciones.

Las estructuras sociales se abordan de una manera dinámica y

flexible, nunca se sabe a ciencia cierta si llegaremos a puerto seguro.

Son demasiados los puntos que han sido vulnerados, demasiadas las

heridas infringidas a nuestra comunidad. No nos extrañemos que en el

curso de este programa surjan reclamos tan obvios como los del

derecho al trabajo, a la vivienda digna, etc., los problemas del niño que

trabaja, la necesidad de abrir refugios, de poner en cuestión el

sistema de 115

alquileres en pensiones y la ocupación de viviendas. No debemos

rehuir las consecuencias políticas que surjan de los reclamos

comunitarios, porque si no estaríamos viendo la punta del iceberg y

arrojando placebos en vez de remedios para curar lo que hemos

dicho en un principio nos proponíamos erradicar del ámbito de nuestra

sociedad: la discriminación y la violencia. Y toda esta aparente

digresión no apunta a otra cosa que poner una vez más el acento

sobre la realidad de una tarea que sabemos llevará mucho tiempo en

llegar a conclusiones verdaderamente satisfactorias . Pero veamos

como prosigue nuestra actividad en el marco del complejo panorama

que acabamos de especificar. El niño en las urnas Una vez que el

programa se ha puesto en marcha con la formación de padres, las

actividades incentivadoras, la evaluación docente a través de las

planillas mensuales. Es posible que puedan comenzar a plantearse

propuestas de cambios de roles dentro del grupo de niños El

ejercicio democrático de la votación no es un mal recurso siempre y

cuando vaya acompañado de un consenso grupal cierto, cada alumno

tiene que no solo conocer el sistema de votación en sus aspectos

básicos sino también estar dispuesto ha elabora en conjunto con sus

compañeros y docentes una lista de los aspectos prevalecientes

que pueden darle a un individuo la valía de ser elegido por un

tiempo determinado como líder del grupo. Pero antes de sugerir la

didáctica de implementación es importante aclarar por qué se

instrumenta este tipo de lecciones, cuál es el valor de un líder elegido

por el grupo, si resulta operativo para la dinámica de cambio de roles

etc. El concepto de líder no es una novedad ya que se ha

implementado en otros países y en algunas escuelas de EE. UU. Se

trabaja con niños mayores que actúan como mediadores de grupos

de niños de grados inferiores durante el recreo u otras horas libres.

También se utiliza con frecuencia en actividades recreativas, dentro

del marco de colonias de vacaciones, campamentos escolares,

actividades deportiva con formación de equipos, etc. Tal vez no sea

dentro de los roles que asume un individuo, ni mucho menos el mejor.

En la teoría del vínculo Pichón Riviere dice que en condiciones

normales cada uno de nosotros debe poder asumir varios roles al

mimo tiempo: por ejemplo uno tiene el rol de alumno en el curso de

padre, de familia en la casa, de médico en el consultorio, de amigo en

las relaciones sociales etc. Se establece así un inter juego permanente

entre asumir y adjudicar. Este ínter juego permanente de roles

asumidos y adjudicados es lo que crea , para el autor la coherencia

entre el grupo y los vínculos de dicho grupo. La pregunta seria

entonces ¿qué pasa si a partir de un determinado diagnóstico de los

roles asumidos en un grupo de niños comenzamos a trabajar sobre la

posibilidad de abrirnos a ese interjuego? ¿Cómo movilizamos ciertos

roles que podemos detectar ocupan un lugar fijo, impidiendo este

interjuego que determina la salud de la dinámica grupal?. Trabajar

sobre nuevos planteos de interacción, proponiendo la movilidad

periódica de los roles , es una alternativa. La elección periódica de uno

o mas lideres cuyo rol sea asumido por consenso del grupo y cuyas

atribuciones sean también determinadas por los mismos, puede ser

una herramienta para abrir este interjuego de roles que no siempre

sucede con facilidad en los grupos de niños. Si bien es importante que

las pautas para asumir periódicamente el liderazgo la pongan los

propios niños, es fundamental que el docente coordine hacia dónde

se dirigen estas pautas, que interrogue acerca de lo que se busca, de

lo que se teme, que sugiera los límites. El o los que sean elegidos

tendrán que saber que cuentan con una responsabilidad frente al

grupo de índole básicamente ética y que de no asumir los

compromisos que el grupo les paute pueden ser destituidos. Es claro

que el juego democrático puede ser mucho mas amplio, utilizándose

tanto modelos actuales como anteriores, . Todo el grado en última

instancia estará implicado en el mismo y cada uno de los alumnos

tendrá un lugar de relevancia en él. Deberá tenerse en cuenta que el

liderazgo es limitado, que el período no puede extenderse por mucho

tiempo, de otro modo se corre el riesgo de volver sobre roles

estancados y estereotipias grupales. 118

Antes que ninguna otra cosa es necesario aclarar que el objetivo

específico de este juego democrático en el aula consiste en producir

movilidad en los roles que asumen los niños con el fin de abrir la

posibilidad de que cada niño pueda interaccionar con el otro de

manera distinta. Esto permite que ningún niño quede pegado a un

determinado rol,: violento, tímido, líder, portavoz chivo expiatorio,

marginado, etc. Cuando se pone en marcha el planteo del juego

democrático se hace lugar a una movilización en el Inter. juego grupal.

Ya sabemos que debimos haber pasado por otras instancias

anteriores. En cierto modo los niños estarán preparados para asumir

determinadas responsabilidades, y a través de las actividades

incentivadoras, ya se han iniciado en el pensamiento reflexivo, pueden

hallar sus propias respuesta, elaborar sus propias preguntas. En el

mismo sentido También a través del la actividad con padres nos

hemos formado una idea mas acabada, de cual es el rol que cada

niño asume en el grupo familiar y de que manera lo proyecta en el

grupo. Es imprescindible que hayamos pasado por estas etapas para

que la tarea de el cambio de roles en el grado sea exitosa. De lo

contrario puede incluso no solo ser ineficaz sino perjudicial. Tengamos

en cuenta las diversas áreas de conflicto de los niños y veremos que

estas pueden tanto ser elaboradas en este Inter. Juego, como por el

contrario producir situaciones perniciosas para el grupo. Cuando

planteamos la elección de un líder o de varios, estamos recurriendo a

necesidades de pertenecía intrínsecas a la psiquis humana, 119

la identificación con un líder suele reducir al individuo a la

masificación es decir depositar su identidad en otro que nos asegura

hacerse cargo de nuestro yo hacia la consecución de la idealización y

el endiosamiento de una figura suprema. Eso significa que

desestimemos este tipo de vinculo muy usual en los grupos, En caso

de hacerlo que defensa tenemos contra él. Negarlo es, aunque

parezca paradójico, una forma de estimular este tipo de relación. Por

el contrario. Tomar el liderazgo como una actividad participativa y

trabajar con el . puede llevar a neutralizar sus aspectos mas

nocivos. Habrá que darle a este juego un alcance profundo . y es

posible que logremos nuestro cometido.

Sugerencias para la actividad Dialogo acerca de los roles De

acuerdo a el nivel madurativo, al numero de niños y las

características generales del grado se podrá, establecer un dialogo

general o bien establecer diálogos grupales, El tema a discutir será

el de los roles, Que se entiende por rol, como ve cada uno su lugar en

el grupo, como es visto por los otros, Cuales son los aspectos que

hacen al su bienestar y malestar dentro del mismo, Que debería

cambiarse en la dinámica grupal. Que es un líder para ellos, cuales

son lo aspectos que admiran en los demás, Es posible que existan

otros diferentes a los enunciados. Es importante poner énfasis en los

aspectos éticos que debe tener un líder. Una vez que se hallan

llegado a ciertos acuerdos básicos podrá proponerse la formación de

un grupo en el que intervendrán todos los niños, que establezcan una

serie de pautas de conducta a seguir a lo largo del año,

funcionamiento con el otro actitudes en los recreos, posición

integradora, detección de conductas discriminatorias, asunción de una

defensa del dialogo contra la postura arbitraria, tanto entre niños

como en las relaciones asimétricas, niño- docente, niño institución

escolar en general, secretaria ordenanza dirección etc. Sobre estas

pautas de conducta se podrá proceder a la elección de un líder que

representará al grupo en distintas situaciones como por ejemplo:

asumir decisiones, proyectar cambios en las actividades libres,

plantear quejas, proponer cambios con respecto a los mas diversos

aspectos de la institución escolar. Llevando todo esto al resto del

grupo el que podrá aprobar o no estas propuestas. En caso de que el

líder no se atenga a lo pautado por el grupo puede ser destituido,

previo examen conjunto con participación y coordinación docente. Por

otra parte , el líder tendrá un período que no excederá a un bimestre

luego del cual deberá hacerse una nueva votación sin poder ser

reelecto. La confección de la urna puede realizarse en conjunto con la

maestra de plástica, el grupo también podrá adjudicarse un nombre y

un lema como suele hacerse en las actividades recreativas de colonia.

La identificación y el sentido de pertenecía que todos estos recursos

determinen pueden dadas las pautas éticas internas, no solo no dividir

sino funcionar como elementos atractivos e integradores para otros

niños. para otros grupos. La idea de Justicia Inmanente Un concepto

que convalida la dialéctica Mayéutica

Cuando trabajamos sobre cierta didáctica estamos: basando

nuestra tarea en le una serie de elementos que es conceptos y

diagnósticos sobre los cuales fundamentamos cada uno de los pasos

que nos proponemos a seguir. Piaget ha hecho un trabajo acerca de el

nacimiento del la idea de justicia en el niño, que consideramos puede

enriquecer nuestra visión del preso de desarrollo de la moral en la

niñez y aclaráramos aun mas el difícil panorama que se nos presenta

cuando cundo estamos inmerso en el aula y queremos instrumentar

otra metodología de trabajo. según este autor el niño pequeño ( al

igual que el hombre primitivo) ve el castigo la retribución y la justicia

“como inherentes al mundo externo”, no hay diferenciación entre las

consecuencias que tienden “origen en el mundo físico y las que surgen

del mundo social del hombre”. Poco a poco el niño podrá ir

diferenciando entre ambos hasta llegar a un concepto maduro de

justicia. A el principio de creencia en el castigo como un hecho

inevitable que es determinado por la trasgresión misma, y no por una

contingencia relativa a la conducta humana, Los ejemplos que da

Piaget son sumamente ilustrativos para comprender la evolucionado

de el concepto de justicia en el niño: Dice el autor “durante los

primeros años de su vida del niño afirma la existencia de castigos

automática que emanan de las cosas mismas, mientras que más

tarde, bajo la influencia de las circunstancias que afectan su

crecimiento moral probablemente abandone esta creencia”:

Los tres cuentos que utiliza para demostrar este hecho evolutivo

son los que y las respuestas correspondientes son los que nos dan

la pauta de la veracidad de estas afirmaciones: Cuento 1 Había una

vez dos niños que estaban robando manzanas en una huerta. De

repente se acerca un policía y los dos niños corren. Uno de ellos es

apresado . el otro llenado a sus casas por un camino que daba

muchas vueltas, cruza un río por un puente dañado y cae al agua”

¿ Ahora que piensas si él no hubiese robado las manzanas y hubiese

cruzado el puente se habría ido lo mismo?.

Cuento 2 En una clase de niños muy pequeños la maestra les ha

prohibido que saquen punta a los lápices. Una vez cuando la maestra

estaba de espaldas, un niñito tomó el cortaplumas y comenzó a sacar

punta a su lápiz Pero se cortó el dedo.

Si la maestra le hubiera permitido sacar punta al lápiz se habría

cortado lo mismo?. Cuento 3 Había un niñito que desobedecía a su

madre un día tomó las tijeras a pesar de que se le había dicho que no

lo hiciera. Pero volvió a ponerlas en su lugar antes de que volviera su

madre y ella no se dio cuenta. Al día siguiente el niño fue a dar un

paseo y cruzó un arrollo por un puentecito, pero el tablón se había

podrido entonces cedió y el chico se cayó. ¿Por que se cayó al agua

( si no hubiese desobedecido se habría caído lo mismo?) Según nos

cuenta el autor las respuestas respecto estos cuento afirman

claramente la predominancia de una idea de justicia inmanente es

decir aquella en las que el niño cree que si el no hubiera robado o

desobedecido, no se habría caído al agua o cortado , según las

estadísticas la predominancia de este tipo de pensamiento cede con e

la madures, es decir el periodo evolutivo que atraviesa el niño. Los

porcentajes recogidos son los siguientes 6 años 7 a 8 años

9 a 10 años 11 a 12 años 86% 73% 54%

34% 125

En clases de niños atrasados de 11 a catorce años la proporción

de respuesta del mimo tipo se encontró en un nivel de 57%. A medida

que el desarrollo de la inteligencia evoluciona el niño pierde esta

creencia Aquí van algunos ejemplos en las respuestas a estos cuentos

Ros: 9 años cuento 3:. ¿Por Qué se cayó? , porque el tablón estaba

gastado- fue porque había desobedecido nosi no hubiese

desobedecido se habría caído lo mismo si el tablón estaba gastado.

Fleu. 12 cuento 1 y si no hubiese robado las manzanas se habría

caído igual? ( ríe) se supone que el puente no podía saber si él había

robado las manzanas. Este estudio nos expresa de qué manera va

surgiendo en el niño el concepto de justicia, A medida que el individuo

se desarrolla, su pensamiento se va independizando de la creencia, el

sentido mágico va desapareciendo y el concepto de acción y castigo

va desprendiéndose de la inmanencia.

Esto posibilita que el individuo aborde una concepción de justicia

mas profunda basada en la necesidad ética mas que en el temor.

Ejercitar a los niños en la permanente tarea de evaluar, decidir tomar

posición frente a hechos que requieran una asunción ética, ayuda a ir

internalizando este concepto de justicia independiente al que muchos

adultos aun no han podido acceder, a pesar de que se supone han

pasado por los distintos estadios desde el desarrollo de la inteligencia

hasta acceder a la de mayor abstracción La inteligencia hipotético

deductiva.

TERCERA PARTE

Apéndice recursos y materiales de trabajo

Características del material narrativo y poético

Con esta entrega nos proponemos otorgarle al docente recursos

suficientes como para poder iniciarse en la tarea de las actividades

incentivadoras. Delante de cada texto haremos un análisis de los

aspectos que consideramos definitorios en la elección de cada texto

en particular. Pero antes queremos poner al alcance del lector

elementos que son de valía en la elección general todo material cuyo

objetivo esté puesto en el enriquecimiento ético – estético del niño.

Mensaje: Toda obra artística que se precie de auténtica, lleva

inevitablemente un mensaje. Este no es necesario que, como se

suele imaginar. resulte consecuencia deliberada de la finalidad de un

texto tal el caso de la moraleja, e incluso adosada como en los textos

no adaptados de Perrault , al final de cada relato. Por el contrario el

mensaje es una vibración tan sutil del discurso literario que a veces ni

siquiera se expresa como un desenlace .En la literatura infantil si bien

hay por necesidad de la misma lengua una tendencia mayor hacia lo

explicito, esto no invalida lo antedicho. El pequeño- gran mensajero

de la literatura infantil navega a través de los climas y la emoción de la

lengua: las obras elegidas, tienen en común un dejo de auto referencia

del autor, esto hace que el compromiso del texto con su mensaje,

trascienda el rígido tono de la moraleja. El aspecto mas saliente de

estas enseñanzas con tono de verdad absoluta tanto en la literatura

moderna como en la clásica, es que pone al autor en un lugar

asimétrico respecto al lector. Cuando esto ocurre el texto se

deshumaniza y la posibilidad de identificación entre autor y lector

queda trunca. El verdadero arte infantil realizado por adultos siempre

es auto referencial, por eso el mensaje surge de una sublimación de la

vida que nunca le es ajena al niño, en tanto ambos autor y lector se

encuentran en esa zona común que es, la necesidad de compensar

la carencia de lo real. Él diálogo poético en un proceso que va de la

identificación a una posible elaboración de conflictos. Esto último está

inevitablemente determinado por el abordaje pedagógico que se le dé

a los textos.

Polisemia:

Polisemia significa multiplicidad de signos. Eso no significa que al

leer un texto uno se encuentre con aspectos contradictorios, o

incoherencias, donde el sentido univoco de lo que se dice pueda

perderse. Opuesto a lo que pueda imaginarse la multiplicidad de

signos implica el sentido poético que tiene una obra, son capas que

crecen desde las profundidades y posibilitan que la obra nunca se

agote a si misma. El texto de una sola lectura deja poco que indagar.

Por lo general es plano deliberado y tiene un propósito concreto, como

una receta moral, un objetivo rítmico o lúdico sin mayores

posibilidades que las enunciadas, Habitualmente estos textos son muy

requeridos en las colecciones de literatura para niños apunta a

determinados niveles de edad, llenan las paginas de las enciclopedias

pre - escolares, e incluso son escritos por encargo para abrir centros

de interés, o unidades didácticas, en los jardines de infantes: El

cuerpo, las estaciones, los servidores públicos, etc. Jamás`´ puede

esperarse de ellos una segunda lectura de la que surjan nuevos

aspectos de la individualidad de los lectores.

TEXTOS CLÁSICOS

EL RUISEÑOR (Breve análisis introductorio)

Este clásico de Andersen, atraviesa la barrera de la literatura

infantil para sumergirse en los temas más profundos de la condición

humana, como la mayoría de sus cuentos Andersen se maneja en el

territorio de lo poético, su texto tiene muchas lecturas, es polisémico

del mismo modo que los textos de Wilde. En cada uno de ellos hay un

inevitable referente del yo sublimado en la figura del pequeño ruiseñor,

allí esta su vida errabunda, su imagen insignificante para la sociedad

dinamarquesa del siglo XlX, su canto alumbrando el corazón de la

gente sencilla y el rechazo ( mas claramente especificado en El patito

feo) pero vuelto a poner en juego en el olvido de los cortesanos y los

emperadores, aquel ruiseñor mecánico que relumbra con toda la

belleza de vacuidad, en tanto es benevolente con la mediocridad

cortesana, afinando melodías, a cuerda que fáciles de recordar,

carentes de la inabarcabilidad del alma individual que es el alma de

aquel pequeño ruiseñor gris de los bosques, el que valora la libertad

por sobre todas las cosas, y considera que el regalo mas preciado son

es la emoción Que el artista puede despertar en sus contemporáneos,

porque allí está el secreto de los grandes cambios, el sueño de un

artista es cambiar con su arte el corazón del individuo.

Por eso cae en el olvido del presente que representa en este caso

el pájaro mecánico. Pero por razón de su misma naturaleza vuelve en

la adversidad, para salvar la vida de quien lo ha dejado en el olvido. La

poesía nos esta diciendo Andersen puede ahuyentar la muerte o al

menos el inmenso temor que nos produce. El ruiseñor a diferencia del

patito feo tiene conciencia de su verdadera naturaleza y, y esa

conciencia la que le permite alejarse del palacio y volver para

ahuyentar la muerte, la lectura del ruiseñor nos abre un sin fin de

posibilidades temáticas. La vacuidad de los valores tan apreciados en

una época más mediática donde la imagen y la frialdad virtual han

vuelto a las nuevas generaciones presas de un espejismo colectivo,

de ideales vacuos, discriminatorios y violentos. Cuyo único propósito

reside en extirpar el duro camino hacia la asunción de la identidad.

Este es el relato de un ser paradigmático que ha conseguido ser

exactamente igual entre los más pobres pescadores que entre los más

ampulosos figurines de la aristocracia de su tiempo La metodología de

llevar a la vida cotidiana estos personajes es un apasionante trabajo

de traslación a la actualidad que permite que las temáticas se

vuelvan mas afines a lo que preocupa.

Después de este breve análisis leamos el texto cada lector tendrá

mayores y más ricas conclusión para aportar al enriquecimiento de la

comprensión de este texto.

El ruiseñor Hans Christian Andersen

En China, como sabes muy bien, el Emperador es chino, y chinos son todos

los que lo rodean. Hace ya muchos años de lo que voy a contar, mas por eso

precisamente vale la pena que lo oigan, antes de que la historia se haya

olvidado.

El palacio del Emperador era el más espléndido del mundo entero, todo él de

la más delicada porcelana. Todo en él era tan precioso y frágil, que había que

ir con mucho cuidado antes de tocar nada. El jardín estaba lleno de flores

maravillosas, y de las más bellas colgaban campanillas de plata que sonaban

para que nadie pudiera pasar de largo sin fijarse en ellas. Sí, en el jardín

imperial todo estaba muy bien pensado, y era tan extenso que el propio

jardinero no tenía idea de dónde terminaba. Si seguías andando, te

encontrabas en el bosque más espléndido que quepa imaginar, lleno de altos

árboles y profundos lagos. Aquel bosque llegaba hasta el mar hondo y azul;

grandes embarcaciones podían navegar por debajo de las ramas, y allí vivía

un ruiseñor que cantaba tan primorosamente, que incluso el pobre pescador, a

pesar de sus muchas ocupaciones, cuando por la noche salía a retirar las

redes, se detenía a escuchar sus trinos.

-¡Dios santo, y qué hermoso! -exclamaba; pero luego tenía que atender a sus

redes y olvidarse del pájaro hasta la noche siguiente, en que, al llegar de

nuevo al lugar, repetía-: ¡Dios santo, y qué hermoso!

De todos los países llegaban viajeros a la ciudad imperial, y admiraban el

palacio y el jardín; pero en cuanto oían al ruiseñor, exclamaban:

-¡Esto es lo mejor de todo!

De regreso a sus tierras los viajeros hablaban de él, y los sabios escribían

libros y más libros acerca de la ciudad, del palacio y del jardín, pero sin

olvidarse nunca del ruiseñor, al que ponían por las nubes; y los poetas

componían inspiradísimos poemas sobre el pájaro que cantaba en el bosque,

junto al profundo lago.

Aquellos libros se difundieron por el mundo, y algunos llegaron a manos del

Emperador. Se hallaba sentado en su sillón de oro, leyendo y leyendo; de vez

en cuando hacía con la cabeza un gesto de aprobación, pues le satisfacía leer

aquellas magníficas descripciones de la ciudad, del palacio y del jardín. «Pero

lo mejor de todo es el ruiseñor», decía el libro.

«¿Qué es esto? -pensó el Emperador-. ¿El ruiseñor? Jamás he oído hablar de

él. ¿Es posible que haya un pájaro así en mi imperio, y precisamente en mi

jardín? Nadie me ha informado. ¡Está bueno que uno tenga que enterarse de

semejantes cosas por los libros!»

Y mandó llamar al mayordomo de palacio, un personaje tan importante, que

cuando una persona de rango inferior se atrevía a dirigirle la palabra o hacerle

una pregunta, se limitaba a contestarle: «¡P!». Y esto no significa nada.

-Según parece, hay aquí un pájaro de lo más notable, llamado ruiseñor -dijo el

Emperador-. Se dice que es lo mejor que existe en mi imperio; ¿por qué no se

me ha informado de este hecho?

-Es la primera vez que oigo hablar de él -se justificó el mayordomo-. Nunca ha

sido presentado en la Corte.

-Pues ordeno que acuda esta noche a cantar en mi presencia -dijo el

Emperador-. El mundo entero sabe lo que tengo, menos yo.

-Es la primera vez que oigo hablar de él -repitió el mayordomo-. Lo buscaré y

lo encontraré.

¿Encontrarlo?, ¿dónde? El dignatario se cansó de subir y bajar escaleras y de

recorrer salas y pasillos. Nadie de cuantos preguntó había oído hablar del

ruiseñor. Y el mayordomo, volviendo al Emperador, le dijo que se trataba de

una de esas fábulas que suelen imprimirse en los libros.

-Vuestra Majestad Imperial no debe creer todo lo que se escribe; son fantasías

y una cosa que llaman magia negra.

-Pero el libro en que lo he leído me lo ha enviado el poderoso Emperador del

Japón -replicó el Soberano-; por tanto, no puede ser mentiroso. Quiero oír al

ruiseñor. Que acuda esta noche a mi presencia para cantar bajo mi especial

protección. Si no se presenta mandaré que todos los cortesanos sean

pateados en el estómago después de cenar.

-¡Tsing-pe! -dijo el mayordomo; y vuelta a subir y bajar escaleras y a recorrer

salas y pasillos, y media Corte con él, pues a nadie le hacía gracia que le

patearan el estómago. Y todo era preguntar por el notable ruiseñor, conocido

por todo el mundo menos por la Corte.

Finalmente dieron en la cocina con una pobre muchachita que exclamó:

-¡Dios mío! ¿El ruiseñor? ¡Claro que lo conozco! ¡qué bien canta! Todas las

noches me dan permiso para que lleve algunas sobras de comida a mi pobre

madre que está enferma. Vive allá en la playa, y cuando estoy de regreso me

paro a descansar en el bosque y oigo cantar al ruiseñor. Y oyéndolo se me

vienen las lágrimas a los ojos como si mi madre me besase. Es un recuerdo

que me estremece de emoción y dulzura.

-Pequeña fregaplatos -dijo el mayordomo-, te daré un empleo fijo en la cocina

y permiso para presenciar la comida del Emperador, si puedes traernos al

ruiseñor; está citado para esta noche.

Todos se dirigieron al bosque, al lugar donde el pájaro solía situarse; media

Corte tomaba parte en la expedición. Avanzaban a toda prisa, cuando una

vaca se puso a mugir.

-¡Oh! -exclamaron los cortesanos-. ¡Ya lo tenemos! ¡Qué fuerza para un

animal tan pequeño! Ahora que caigo en ello, no es la primera vez que lo oigo.

-No, eso es una vaca que muge -dijo la fregona Aún tenemos que andar

mucho.

Luego oyeron las ranas croando en una charca.

-¡Magnífico! -exclamó un cortesano-. Ya lo oigo, suena como las campanillas

de la iglesia.

-No, eso son ranas -contestó la muchacha-. Pero creo que no tardaremos en

oírlo.

Y en seguida el ruiseñor se puso a cantar.

-¡Es él! -dijo la niña-. ¡Escuchen, escuchen! ¡Allí está! -y señaló un avecilla

gris posada en una rama.

-¿Es posible? -dijo el mayordomo-. Jamás lo habría imaginado así. ¡Qué

vulgar! Seguramente habrá perdido el color, intimidado por unos visitantes tan

distinguidos.

-Mi pequeño ruiseñor -dijo en voz alta la muchachita-, nuestro gracioso

Soberano quiere que cantes en su presencia.

-¡Con mucho gusto! - respondió el pájaro, y reanudó su canto que daba gloria

oírlo.

-¡Parecen campanitas de cristal! -observó el mayordomo.

-¡Miren cómo se mueve su garganta! Es raro que nunca lo hubiésemos visto.

Causará sensación en la Corte.

-¿Quieren que vuelva a cantar para el Emperador? -preguntó el pájaro, pues

creía que el Emperador estaba allí.

-Mi pequeño y excelente ruiseñor -dijo el mayordomo- tengo el honor de

invitarlo a una gran fiesta en palacio esta noche, donde podrá deleitar con su

magnífico canto a Su Imperial Majestad.

-Suena mejor en el bosque -objetó el ruiseñor; pero cuando le dijeron que era

un deseo del Soberano, los acompañó gustoso.

En palacio todo había sido pulido y fregado. Las paredes y el suelo, que eran

de porcelana, brillaban a la luz de millares de lámparas de oro; las flores más

exquisitas, con sus campanillas, habían sido colocadas en los corredores; las

idas y venidas de los cortesanos producían tales corrientes de aire que las

campanillas no cesaban de sonar y uno no oía ni su propia voz.

En medio del gran salón donde el Emperador estaba, habían puesto una

percha de oro para el ruiseñor. Toda la Corte estaba presente, y la pequeña

fregona había recibido autorización para situarse detrás de la puerta, pues

tenía ya el título de cocinera de la Corte. Todo el mundo llevaba sus vestidos

de gala, y todos los ojos estaban fijos en la avecilla gris, a la que el

Emperador hizo signo de que podía empezar.

El ruiseñor cantó tan deliciosamente que las lágrimas acudieron a los ojos del

Soberano; y cuando el pájaro las vio rodar por sus mejillas, volvió a cantar

mejor aún, hasta llegarle al alma. El Emperador quedó tan complacido que

dijo que regalaría su chinela de oro al ruiseñor para que se la colgase al

cuello. Mas el pájaro le dio las gracias, diciéndole que ya se consideraba

suficientemente recompensado.

-He visto lágrimas en los ojos del Emperador; éste es para mí el mejor premio.

Las lágrimas de un rey poseen una virtud especial. Dios sabe que he quedado

bien recompensado -y reanudó su canto con su dulce y melodiosa voz.

-¡Es la lisonja más amable y graciosa que he escuchado en mi vida!

-exclamaron las damas presentes; y todas se fueron a llenarse la boca de

agua para gargarizar cuando alguien hablase con ellas; pues creían que

también ellas podían ser ruiseñores. Sí, hasta los lacayos y las camareras

expresaron su aprobación, y esto es decir mucho, pues son siempre más

difíciles de contentar. Realmente el ruiseñor causó sensación.

Se quedaría en la Corte, en una jaula particular, con libertad para salir dos

veces durante el día y una durante la noche. Pusieron a su servicio diez

criados, a cada uno de los cuales estaba sujeto por medio de una cinta de

seda que le ataron alrededor de la pierna. La verdad es que no eran

precisamente de placer aquellas excursiones.

La ciudad entera hablaba del notabilísimo pájaro, y cuando dos se

encontraban, se saludaban diciendo el uno: «Rui» y respondiendo el otro:

«Señor»; luego exhalaban un suspiro, indicando que se habían comprendido.

Hubo incluso once verduleras que pusieron su nombre a sus hijos, pero ni uno

de ellos resultó capaz de dar una nota.

Un buen día el Emperador recibió un gran paquete rotulado: «El ruiseñor».

-He aquí un nuevo libro acerca de nuestro famoso pájaro -exclamó el

Emperador. Pero resultó que no era un libro, sino un pequeño ingenio puesto

en una jaula, un ruiseñor artificial, imitación del vivo, pero cubierto

materialmente de diamantes, rubíes y zafiros. Sólo había que darle cuerda y

se ponía a cantar una de las melodías que cantaba el de verdad, levantando y

bajando la cola, todo él un ascua de plata y oro. Llevaba una cinta atada al

cuello y en ella estaba escrito: «El ruiseñor del Emperador del Japón es pobre

en comparación con el del Emperador de la China».

-¡Soberbio! -exclamaron todos, y el emisario que había traído el ave artificial

recibió inmediatamente el título de Gran Portador Imperial de Ruiseñores.

-Ahora van a cantar juntos. ¡Qué dúo harán!

Y los hicieron cantar a dúo; pero la cosa no marchaba, pues el ruiseñor

auténtico lo hacía a su manera y el artificial iba con cuerda.

-No se le puede reprochar -dijo el Director de la Orquesta Imperial-; mantiene

el compás exactamente y sigue mi método al pie de la letra.

En adelante, el pájaro artificial tuvo que cantar solo. Obtuvo tanto éxito como

el otro; además, era mucho más bonito, pues brillaba como un puñado de

pulseras y broches.

Repitió treinta y tres veces la misma melodía, sin cansarse, y los cortesanos

querían volver a oírla de nuevo, pero el Emperador opinó que también el

ruiseñor verdadero debía cantar algo. Pero, ¿dónde se había metido? Nadie

se había dado cuenta de que, saliendo por la ventana abierta, había vuelto a

su verde bosque.

-¿Qué significa esto? -preguntó el Emperador. Y todos los cortesanos se

deshicieron en reproches e improperios, tachando al pájaro de

desagradecido-. Por suerte nos queda el mejor -dijeron, y el ave mecánica

hubo de cantar de nuevo, repitiendo por trigésimo cuarta vez la misma

canción; pero como era muy difícil no había modo de que los oyentes se la

aprendieran. El Director de la Orquesta Imperial se hacía lenguas del arte del

pájaro, asegurando que era muy superior al verdadero, no sólo en lo relativo

al plumaje y la cantidad de diamantes, sino también interiormente.

-Pues fíjense Vuestras Señorías, y especialmente Su Majestad, que con el

ruiseñor de carne y hueso nunca se puede saber qué es lo que va a cantar.

En cambio, en el artificial todo está determinado de antemano. Se oirá tal cosa

y tal otra, y nada más. En él todo tiene su explicación: se puede abrir y poner

de manifiesto cómo obra la inteligencia humana, viendo cómo están

dispuestas las ruedas, cómo se mueven, cómo una se engrana con la otra.

-Eso pensamos todos -dijeron los cortesanos, y el Director de la Orquesta

Imperial fue autorizado para que el próximo domingo mostrara el pájaro al

pueblo-. Todos deben oírlo cantar -dijo el Emperador; y así se hizo, y quedó la

gente tan satisfecha como si se hubiesen emborrachado con té, pues así es

como lo hacen los chinos; y todos gritaron: «¡Oh!», y levantando el dedo

índice se inclinaron profundamente. Mas los pobres pescadores que habían

oído al ruiseñor auténtico, dijeron:

-No está mal; las melodías se parecen, pero le falta algo, no sé qué...

El ruiseñor de verdad fue desterrado del país.

El pájaro mecánico estuvo en adelante junto a la cama del Emperador, sobre

una almohada de seda; todos los regalos con que había sido obsequiado -oro

y piedras preciosas- estaban dispuestos a su alrededor, y se le había

conferido el título de Primer Cantor de Cabecera Imperial, con categoría de

número uno al lado izquierdo. Pues el Emperador consideraba que este lado

era el más noble, por ser el del corazón, que hasta los emperadores tienen a

la izquierda. Y el Director de la Orquesta Imperial escribió una obra de

veinticinco tomos sobre el pájaro mecánico; tan larga y erudita, tan llena de

las más difíciles palabras chinas, que todo el mundo afirmó haberla leído y

entendido, pues de otro modo habrían pasado por tontos y recibido patadas

en el estómago.

Así transcurrieron las cosas durante un año; el Emperador, la Corte y todos

los demás chinos se sabían de memoria el trino de canto del ave mecánica, y

precisamente por eso les gustaba más que nunca; podían imitarlo y lo hacían.

Los golfillos de la calle cantaban: «¡tsitsii, cluclucluk!», y hasta el Emperador

hacía coro. Era de veras divertido.

Pero he aquí que una noche, estando el pájaro en pleno canto, el Emperador,

que estaba ya acostado, oyó de pronto un «¡crac!» en el interior del

mecanismo; algo había saltado. «¡Schnurrrr!», se escapó la cuerda, y la

música cesó.

El Emperador saltó de la cama y mandó llamar a su médico de cabecera;

pero, ¿qué podía hacer el hombre? Entonces fue llamado el relojero, quien

tras largos discursos y manipulaciones arregló un poco el ave; pero manifestó

que debían andarse con mucho cuidado con ella y no hacerla trabajar

demasiado, pues los pernos estaban gastados y no era posible sustituirlos por

otros nuevos que asegurasen el funcionamiento de la música. ¡Qué

desolación! Desde entonces sólo se pudo hacer cantar al pájaro una vez al

año, y aun esto era una imprudencia; pero en tales ocasiones el Director de la

Orquesta Imperial pronunciaba un breve discurso, empleando aquellas

palabras tan intrincadas, diciendo que el ave cantaba tan bien como antes, y

no hay que decir que todo el mundo se manifestaba de acuerdo.

Pasaron cinco años, cuando he aquí que una gran desgracia cayó sobre el

país. Los chinos querían mucho a su Emperador, el cual estaba ahora

enfermo de muerte. Ya había sido elegido su sucesor, y el pueblo, en la calle,

no cesaba de preguntar al mayordomo de Palacio por el estado del anciano

monarca.

-¡P! -respondía éste, sacudiendo la cabeza.

Frío y pálido yacía el Emperador en su grande y suntuoso lecho. Toda la Corte

lo creía ya muerto y cada cual se apresuraba a ofrecer sus respetos al nuevo

soberano. Los camareros de palacio salían precipitadamente para hablar del

suceso, y las camareras se reunieron en un té muy concurrido. En todos los

salones y corredores habían tendido paños para que no se oyera el paso de

nadie, y así reinaba un gran silencio.

Pero el Emperador no había expirado aún; permanecía rígido y pálido en la

lujosa cama, con sus largas cortinas de terciopelo y macizas borlas de oro.

Por una ventana que se abría en lo alto de la pared, la luna enviaba sus rayos

que iluminaban al Emperador y al pájaro mecánico.

El pobre Emperador jadeaba con gran dificultad; era como si alguien se le

hubiera sentado sobre el pecho. Abrió los ojos y vio que era la Muerte, que se

había puesto su corona de oro en la cabeza y sostenía en una mano el dorado

sable imperial, y en la otra, su magnífico estandarte. En torno, por los pliegues

de los cortinajes asomaban extravías cabezas, algunas horriblemente feas,

otras de expresión dulce y apacible: eran las obras buenas y malas del

Emperador, que lo miraban en aquellos momentos en que la muerte se había

sentado sobre su corazón.

-¿Te acuerdas de tal cosa? -murmuraban una tras otra-. ¿Y de tal otra? -Y le

recordaban tantas, que al pobre le manaba el sudor de la frente.

-¡Yo no lo sabía! -se excusaba el Emperador-. ¡Música, música! ¡Que suene el

gran tambor chino -gritó- para no oír todo eso que dicen!

Pero las cabezas seguían hablando y la Muerte asentía con la cabeza, al

modo chino, a todo lo que decían.

-¡Música, música! -gritaba el Emperador-. ¡Oh tú, pajarillo de oro, canta, canta!

Te di oro y objetos preciosos, con mi mano te colgué del cuello mi chinela

dorada. ¡Canta, canta ya!

Mas el pájaro seguía mudo, pues no había nadie para darle cuerda, y la

Muerte seguía mirando al Emperador con sus grandes órbitas vacías; y el

silencio era lúgubre.

De pronto resonó, procedente de la ventana, un canto maravilloso. Era el

pequeño ruiseñor vivo, posado en una rama. Enterado de la desesperada

situación del Emperador, había acudido a traerle consuelo y esperanza; y

cuanto más cantaba, más palidecían y se esfumaban aquellos fantasmas, la

sangre afluía con más fuerza a los debilitados miembros del enfermo, e

incluso la Muerte prestó oídos y dijo:

-Sigue, lindo ruiseñor, sigue.

-Sí, pero, ¿me darás el magnífico sable de oro? ¿Me darás la rica bandera?

¿Me darás la corona imperial?

Y la Muerte le fue dando aquellos tesoros a cambio de otras tantas canciones,

y el ruiseñor siguió cantando, cantando del silencioso camposanto donde

crecen las rosas blancas, donde las lilas exhalan su aroma y donde la hierba

lozana es humedecida por las lágrimas de los supervivientes. La Muerte sintió

entonces nostalgia de su jardín y salió por la ventana, flotando como una

niebla blanca y fría.

-¡Gracias, gracias! -dijo el Emperador-. ¡Bien te conozco, avecilla celestial! Te

desterré de mi reino; sin embargo, con tus cantos has alejado de mi lecho los

malos espíritus, has ahuyentado de mi corazón la Muerte. ¿Cómo podré

recompensarte?

-Ya me has recompensado -dijo el ruiseñor-. Arranqué lágrimas a tus ojos la

primera vez que canté para ti; esto no lo olvidaré nunca, pues son las joyas

que contentan al corazón de un cantor. Pero ahora duerme y recupera las

fuerzas, que yo seguiré cantando.

Así lo hizo, y el Soberano quedó sumido en un dulce sueño; ¡qué sueño tan

dulce y tan reparador!

El sol entraba por la ventana cuando el Emperador se despertó, sano y fuerte.

Ninguno de sus criados había vuelto aún, pues todos lo creían muerto. Sólo el

ruiseñor seguía cantando en la rama.

-¡Nunca te separarás de mi lado! -le dijo el Emperador-. Cantarás cuando te

apetezca; y en cuanto al pájaro mecánico, lo romperé en mil pedazos.

-No lo hagas -suplicó el ruiseñor-. Él cumplió su misión mientras pudo;

guárdalo como hasta ahora. Yo no puedo anidar ni vivir en palacio, pero

permíteme que venga cuando se me ocurra; entonces me posaré junto a la

ventana y te cantaré para que estés contento y reflexiones. Te cantaré de los

felices y también de los que sufren; y del mal y del bien que se hace a tu

alrededor sin tú saberlo. Tu pajarillo cantor debe volar a lo lejos, hasta la

cabaña del pobre pescador, hasta el tejado del campesino, hacia todos los

que residen apartados de ti y de tu Corte. Prefiero tu corazón a tu corona...

aunque la corona exhala cierto olor a cosa santa. Volveré a cantar para ti.

Pero debes prometerme una cosa.

-¡Lo que quieras! -dijo el Emperador, incorporándose en su ropaje imperial,

que ya se había puesto, y oprimiendo contra su corazón el pesado sable de

oro.

-Una cosa te pido: que no digas a nadie que tienes un pajarito que te cuenta

todas las cosas. ¡Saldrás ganando!

Y se echó a volar.

Entraron los criados a ver a su difunto Emperador. Entraron, sí, y el

Emperador les dijo: ¡Buenos días!

En este relato Oscar Wilde consigue a través de un lenguaje

poético e irónico, romper la usual asociación belleza bondad que suele

darse en la mayor parte de los cuentos de hadas. A partir de esta

ruptura se nos abre un espacio que nos permite edificar un nuevo

concepto de belleza: la belleza esencial. El héroe “ feo”produce un

efecto benéfico en el niño porque no reniega de su asociación inicial -

bondad-belleza, que podría traducirse dentro de lo que se supone

siente el niño pequeño en agrado frente a lo que protege y nutre. Esta

asociación inicial se confirma, llevando al plano del mundo adulto una

concepción de totalidad tal cual la vive el niño primariamente. La

escisión aparente no es mas que un recurso para el afianzamiento de

un concepto de totalidad humana. El héroe esencial no puede estar

escindido, su ser consiste en armonizarse consigo mismo y

trascenderse en el mundo. La pedagogía de la belleza consigue

devolvernos al mudo del “Anima”, el lugar de la ensoñación es aquel

donde objeto y sujeto se han vuelto indiferenciables. Mediante el dolor,

Oscar Wilde descubre el sentido superior del alma, dice “ahora

comprendo como el dolor, la emoción suprema de lo que es capaz el

hombre, es al mismo tiempo, prototipo y piedra de toque del arte mas

sublime” 138

Esperpento Fracasa, el Patito Feo triunfa. La sociedad, espejo

narcisista del hombre del hombre que no se concibe a sí mismo sino

como voluntad dominadora destruye la ensoñación primaria.

Esperpento se pregunta “¿Hay un eco de los cuerpos como hay un

eco de las voces?” Y este eco (voz desvirtuada, enajenada de su

fuente), hace pedazos al héroe esencial impidiéndole su reunión con el

todo, su trascendencia. Esa eternidad que representa el final feliz de

los cuentos de hadas.

Oscar Wilde

(Irlanda, 1854 - Francia, 1900)

EL CUMPLEAÑOS DE LA INFANTA

ERA EL DÍA del cumpleaños de la Infanta, la princesita real de España. Ella

cumplía doce años, y el sol iluminaba con esplendor los jardines del Palacio.

Por más que fuese una Princesa de sangre real, y además Infanta del

inmenso imperio de España, también ella debía resignarse a no tener más

que un cumpleaños cada año, lo mismo que los hijos de los plebeyos del

reino. Era, por lo tanto, muy importante para todos que ese día fuera un día

hermoso. ¡ Y era un día lindísimo! Los arrogantes tulipanes se erguían en sus

tallos, como largas filas de soldados y miraban desafiantes a las rosas,

diciendo:

—¡Hoy somos tan hermosos como ustedes!

Las rojas mariposas revoloteaban alrededor, con alas empolvadas de oro,

y visitaban una por una todas las flores; las lagartijas de verde tornasol habían

salido de los muros para tomar el sol, y las granadas se abrían con el calor,

dejando ver sus corazones rojos. Hasta los pálidos limones amarillentos, que

crecían a lo largo de las arcadas sombrías, tomaban del sol un color más rico

y resplandeciente, y las magnolias abrían sus grandes flores color marfil,

embalsamando el aire con un perfume dulce y pungente al mismo tiempo.

La Princesita con sus compañeros se paseaban por la terraza del palacio

que se abría sobre aquel jardín, y después jugó a las escondidas alrededor de

los jarrones de piedra y las antiguas estatuas cubiertas de musgo. Por lo

general sólo se le permitía jugar con niños de su misma alcurnia, así es que

casi siempre tenía que jugar sola. Pero su cumpleaños era una ocasión

excepcional, y el Rey había ordenado que la niña pudiese invitar a todos los

amigos que quisiera.

Los movimientos de los esbeltos niños españoles tienen una gracia

majestuosa; los muchachos con sus sombreros anchos, adornados de

plumas, y sus capitas flotantes; las niñas, recogiendo la cola de sus largos

vestidos de brocado y protegiendo sus ojos del sol con grandes abanicos

negro y plata. Pero la Infanta era la más encantadora de todas, y la mejor

vestida, según la aparatosa moda de aquellos tiempos. Llevaba un traje de

raso gris con amplias mangas abullonadas, damasquinadas de plata, y un

rígido corpiño cruzado por hilos de perlas finas. Al caminar, dos pequeños

escarpines, con moñitos de cinta carmesí, se le asomaban debajo de la falda.

Su inmenso abanico de gasa era rosa y nácar, y en la cabellera, que rodeaba

su carita pálida como un halo de oro, llevaba prendida una rosa blanca.

Triste y melancólico, el Rey observaba a los niños desde una ventana del

palacio. Detrás de él estaba, de pie, su hermano, don Pedro de Aragón, a

quién odiaba, y su confesor, el Gran Inquisidor de Granada, estaba sentado a

su lado.

El Rey estaba más triste que de costumbre, porque al ver a la Infanta

saludando con gravedad infantil a los cortesanos, o riéndose detrás del

abanico de la horrible Duquesa de Alburquerque, quien la acompañaba

siempre, se acordaba de la Reina, la madre de la Infanta, que había venido

del alegre país de Francia, para marchitarse en el sombrío esplendor de la

Corte de España. Su amada reina había muerto seis meses después de nacer

su hija, sin alcanzar a ver florecer dos veces los almendros del jardín. Tan

grande había sido el amor del Rey por ella, que no permitió que la tumba se la

robara por completo. Un médico moro al que perdonaron la vida —porque

según se murmuraba en el Santo Oficio, era hereje y sospechoso de practicar

la brujería—, la embalsamó, y el cuerpo de la Reina todavía descansaba en

su ataúd, en la capilla de mármol negro del Palacio, tal como los monjes la

habían dejado un tempestuoso día de marzo, doce años atrás. Cubierto por

una capa oscura y con una bujía en la mano, el Rey iba a arrodillarse al lado

del sepulcro cada primer viernes del mes.

—¡Reina mía, Reina mía! —gemía roncamente.

Y a veces, olvidando la rígida etiqueta que gobierna cada acto de la vida y

limita hasta las expresiones del dolor en un Rey, tomaba entre las suyas

aquellas manos pálidas y enjoyadas, y trataba de reanimar con besos

insensatos aquel rostro maquillado y frío.

Sin embargo, esta mañana le parecía verla de nuevo tal como aquella vez

en que la contempló por primera vez en el castillo de Fontainebleau, cuando él

sólo tenía quince años, y ella era aún menor. Fue en aquella ocasión, cuando

sellaron los esponsales ante el Nuncio de Su Santidad, el propio Rey de

Francia y toda su Corte. Poco después él había regresado a El Escorial,

llevando junto al corazón un rizo de cabellos rubios y el recuerdo de dos labios

infantiles que se inclinaban a besarle la mano cuando subía a la carroza. Más

tarde celebraron su matrimonio en Burgos, ciudad próxima a la frontera de

ambos países, y en seguida entraron solemnemente en Madrid, asistieron a la

tradicional misa mayor en la Iglesia de Atocha, y dictaron un auto de fe más

solemne que de costumbre, por el cual más de trescientos herejes fueron

entregados a la hoguera.

Sí, el Rey la había amado con locura, y para su propio infortunio. Apenas

permitía que se apartara de su lado, y por ella olvidaba, o al menos parecía

olvidar, los graves asuntos del Estado. La amaba tanto que jamás llegó a

comprender que las complicadas ceremonias con que trataba de entretenerla,

sólo conseguían agravar la extraña enfermedad que ella padecía. Cuando la

reina falleció, el Rey anduvo algún tiempo como privado de razón. Y sin duda

habría abdicado para recluirse en el Gran Monasterio Trapense de Granada,

si no hubiese temido dejar a la Infanta, que todavía no tenía un año, en manos

de su hermano, cuya crueldad y ambición eran famosas en toda España.

Además muchos sospechaban que don Pedro de Aragón había provocado la

muerte de la Reina, ofreciéndole unos guantes envenenados cuando ella lo

visitó en su castillo de Aragón. Después de pasar los tres años de luto oficial

que ordenó en todos sus dominios, el Rey no toleró que sus ministros le

hablasen de un nuevo matrimonio. El mismo Emperador de Alemania le

ofreció la mano de su sobrina, la encantadora Archiduquesa de Bohemia, pero

el Rey dijo a los embajadores que él ya había contraído nupcias con el Dolor.

Esta respuesta le costó a su trono perder las ricas provincias de los Países

Bajos, que se revelaron contra él, acaudilladas por los fanáticos hugonotes.

Mientras veía a la Infanta jugar en la terraza, recordaba toda su vida

conyugal, con sus goces vehementes y su terrible agonía. La niña tenía, al

igual que la Reina, esa petulancia deliciosa, ese gesto voluntarioso, la misma

boca encantadora con arrogantes labios altivos, y misma sonrisa maravillosa

de su madre cuando miraba hacia la ventana o tendía la manito para que la

besaran los solemnes hidalgos españoles. Pero la risa penetrante de los niños

le lastimaba los oídos, y el resplandor del sol se burlaba de su tristeza, y un

perfume denso de especias orientales, como las que utilizan los

embalsamadores, parecía viciarle el aire puro de la mañana. Escondió entre

las manos sus facciones, y cuando la Infanta miró nuevamente hacia la

ventana, las cortinas estaban corridas, y el Rey se había retirado.

La Infanta hizo un gesto de desagrado y se encogió de hombros. Su padre

tendría que haberla acompañado el día de su cumpleaños... ¿Qué podían

importarle los aburridos asuntos del Estado?, o, ¿acaso se había ido a la

sombría capilla, donde ardían continuamente los cirios, y a donde a ella no la

dejaban entrar? ¡Qué tontería, cuando el sol brillaba alegremente y todo el

mundo estaba contento! Además, se iba a perder el simulacro de corrida de

toros, que ya anunciaban los sones de trompeta, sin contar los títeres y las

demás maravillas.

Su tío Pedro y el Gran Inquisidor eran más cuerdos. Habían bajado a la

terraza para saludarla y decirle frases bellas y galantes. Levantó entonces su

cabecita, y de la mano de don Pedro descendió lentamente las escalinatas,

para dirigirse hacia un gran pabellón de seda púrpura que habían levantado a

un extremo del jardín. Los demás niños la seguían por orden riguroso de

precedencia, ya que iban primero aquellos que tenían una serie más larga de

apellidos.

Un cortejo de niños nobles, vestidos de toreros, salió a su encuentro, y el

joven Conde de Terra Nova, de catorce años y belleza asombrosa, se quitó el

sombrero con toda la gracia de un hidalgo y la condujo con solemnidad a un

pequeño trono de oro y marfil, colocado sobre un alto estrado que dominaba

la plaza. Las muchachas se apiñaron a su alrededor, agitando sus inmensos

abanicos y secreteándose entre ellas. Don Pedro y el Gran Inquisidor se

quedaron riendo a la entrada. Hasta la Duquesa, dama de facciones enjutas y

duras, no parecía de tan mal humor como de ordinario, y por su rostro se veía

vagar algo parecido a una sonrisa fría y desvaída.

Fue por cierto una soberbia corrida de toros, mucho más bonita, pensaba

la Infanta, que la corrida de verdad que había visto en Sevilla, cuando el

Duque de Parma visitó a su padre. Algunos muchachos caracoleaban sobre

caballos de madera y mimbre, esgrimiendo largas lanzas adornadas con

gallardetes de colores brillantes; otros iban a pie agitando delante del toro sus

capas escarlata y saltando ágilmente la barrera cuando arremetía contra ellos;

y en cuanto al toro, era idéntico a uno de verdad, aunque sólo fuera de

mimbre forrado de cuero, y mostrara una marcada tendencia a correr en dos

patas por la plaza, cosa que nunca haría un toro verdadero. Sin embargo, se

portó con tanta valentía, que las entusiasmadas doncellitas, terminaron

subidas a los bancos, agitando sus pañuelos de encaje y voceando:

—¡Bravo toro! ¡Bravo, toro bravo! —igual que si fueran personas mayores.

Finalmente el Condecito de Terra Nova logró vencer al toro, y tras de

recibir la venia de la Infanta, hundió con tanta fuerza su estoque de madera en

el morrillo del animal, que la cabeza cayó a tierra, dejando ver el rostro

sonriente del Vizconde de Lorena, hijo del Embajador de Francia en Madrid.

Después de eso, entre aplausos entusiastas, dos pajecitos moros

despejaron el ruedo, arrastrando solemnemente los caballos muertos, y tras

de un corto intermedio, en el que un equilibrista francés realizó unos ejercicios

vertiginosos sobre la cuerda floja, aparecieron en el escenario de un teatro

expresamente construido para ese día, unas marionetas italianas,

representando la tragedia semiclásica de Sofonisba. La representaron tan

bien y con gestos tan naturales, que al final de la obra los ojos de la infanta

estaban bañados de lágrimas. Algunos niños lloriqueaban también, y hubo

que consolarlos con golosinas. El mismo Gran Inquisidor se sintió tan

conmovido que comentó a Don Pedro que le parecía intolerable que unos

simples objetos de madera y cera, movidos por alambres, pudieran ser tan

desdichados y sufrir tantas desdichas.

Apareció después un malabarista africano que traía una gran canasta

cubierta con un velo rojo. La puso en el centro del ruedo, extrajo de su

turbante una flauta de caña, y comenzó a tocar. De pronto el paño comenzó a

agitarse y mientras la flauta emitía sonidos cada vez más penetrantes, dos

serpientes de verde y oro asomaron sus extrañas cabezas triangulares, y se

fueron levantando muy despacio, balanceándose al ritmo de la música, como

una planta acuática se balancea en la corriente. Los niños se asustaron un

poco, y se divirtieron mucho más cuando el malabarista hizo brotar de la tierra

un naranjo diminuto, que súbitamente se cubrió de preciosas flores blancas, y

por último exhibió racimos de verdaderas naranjas. Y también se sintieron

fascinados cuando el africano le pidió su abanico a la hija del Marqués de Las

Torres, y lo transformó en un pájaro azul, que revoloteó cantando

entusiasmado alrededor del pabellón. Entonces el deleite y asombro de los

niños no tuvo límite.

Luego vino el espectáculo encantador del solemne minué que bailaron los

niños del coro de la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, de Zaragoza. La

Infanta no había presenciado nunca esta maravillosa ceremonia que cada año

se celebra durante el mes de mayo ante el altar mayor de la Virgen. Además

ningún miembro de la familia real había vuelto a entrar en la catedral de

Zaragoza desde que un sacerdote loco, y según, se dijo, sobornado por la

solterona Isabel de Inglaterra, había intentado hacer comulgar al Príncipe de

Asturias con una hostia envenenada. Por eso, la Infanta sólo conocía de oídas

aquel minuet que todos llamaban la "Danza de Nuestra Señora".

Estos niños Zaragozanos venían vestidos con trajes antiguos, de

terciopelo blanco, y sus tricornios estaban ribeteados de plata y adornados

con grandes penachos de blanquísimas plumas de avestruz. Todo el mundo

se sintió encantado por la lindura y dignidad con que bailaron las complicadas

figuras de la danza y por la gracia de sus ademanes y reverencias. Cuando

terminaron, se sacaron los sombreros para saludar a la Infanta, y ella contestó

con mucha cortesía, prometiendo además mandar un gran cirio al santuario,

para agradecer la alegría y el placer con que la habían agasajado.

En el momento en que salían de la iglesia, un grapo de gitanitos avanzó

por la plaza. Se sentaron con las piernas cruzadas, formando circulo, y

empezaron a tocar suavemente sus guitarras y citaras, al tiempo que

canturreaban, casi imperceptiblemente, un aire soñador y melancólico.

Cuando divisaron a don Pedro, algunos se aterraron, y otros pusieron el ceño

adusto y embravecido, pues pocas semanas atrás don Pedro había mandado

a ahorcar por brujería a dos hombres de la tribu; pero la Infanta, que los

contemplaba por encima del abanico con sus grandes ojos azules, les encantó

transformándoles el ánimo. Una criatura tan encantadora no podía ser cruel

con nadie. Y continuaron tocando muy dulcemente, rozando las cuerdas con

sus largas uñas, e inclinando sobre el pecho la cabeza, mientras cantaban

como si estuvieran a punto de quedarse dormidos. Después se levantaron,

desaparecieron por un instante, y regresaron con un lanudo oso pardo, sujeto

por una cadena, que llevaba en los hombros varios monos de Berbería. El oso

se puso de cabeza, con la mayor gravedad, y los monos hicieron todo tipo de

piruetas con dos gitanillos de diez años. En verdad, los gitanos tuvieron un

gran éxito con su presentación.

Pero lo más divertido de la fiesta, lo mejor de todo sin duda alguna, fue la

danza del enanito. Cuando apareció en la plaza tambaleándose sobre sus

piernas torcidas y balanceando su enorme cabezota deforme, los niños

estallaron en ruidosas exclamaciones de alegría, y la infanta rió tanto que la

camarera se vio obligada a recordarle que si bien muchas veces en España la

hija de un Rey había llorado delante de sus pares, no había procedente de

que una Princesa de Sangre Real se mostrara tan regocijada en presencia de

personas inferiores a ella. Pero el enano era irresistible, y ni siquiera en la

Corte de España, conocida por su afición a lo grotesco, se había visto jamás

un monstruo tan extraordinario.

Fuera de eso, esta era la primera aparición en público del enano. El día

anterior, mientras cazaban en uno de los Sitios más apartados del bosque de

encinas que rodeaba la ciudad, lo habían descubierto dos nobles, corriendo

locamente por entre los árboles. Los nobles pensaron que podía servir de

diversión a la Princesa y lo llevaron al Palacio, ya que el padre del enano, un

mísero carbonero, no puso dificultad alguna en que lo libraran de un hijo que

era tan horrible como inútil. Tal vez lo más divertido era la absoluta

inconsciencia que tenía el enano de su grotesco aspecto. Al contrario, parecía

muy feliz y orgulloso. Tanto, que cuando los niños se reían, el también reía,

tan franca y alegremente como ellos, y al terminar cada danza los saludaba

con las más divertidas reverencias, como si fuera igual a ellos, y no un ser

raquítico y deforme, que sólo servía para que los demás tuviesen algo de qué

burlarse.

La Infanta lo había fascinado de un modo tal que al enano se le hacía

imposible dejar de mirarla, y parecía bailar solamente para ella. Cuando

terminó de bailar, la niña recordó haber visto a las grandes damas de la Corte

arrojarle ramos de llores a Caffarelli, el famoso tiple italiano, y entonces, en

parte por burla y en parte para enojar a su Camarera Mayor, sacó la rosa

blanca de sus cabellos y la arrojó a la plaza con la más dulce de sus sonrisas.

El enano tomó la cosa muy en serio, besó la flor con sus gruesos labios y

se llevó la mano al corazón antes de arrodillarse delante de la Infanta,

gesticulando con sus ojos chispeantes de alegría.

Con esto se quebrantó la seriedad y compostura de la Infanta que no pudo

contener la risa, ni siquiera cuando el enanito desapareció de la plaza, y

manifestó a su tío el deseo de que se repitiera la danza de inmediato. Pero la

Camarera Mayor decidió que el sol calentaba demasiado y que sería

preferible que Su Alteza regresara sin tardanza al Palacio, donde le habían

preparado una fiesta maravillosa.

Al fin, la Infanta se puso de pie con suma dignidad, y dio la orden de que

el enanito danzase de nuevo para ella después de la siesta. Agradeció

también al condecito de Terra Nova por su encantador recibimiento, y se retiró

a sus habitaciones, seguida por los niños, en el mismo orden en que habían

entrado.

Al saber que iba a bailar de nuevo ante la Infanta, obedeciendo sus

expresas órdenes, el enanito se sintió tan orgulloso y feliz, que se lanzó a

correr por el jardín besando la rosa blanca en un absurdo transporte de

alegría, y gesticulando del modo más estrambótico y pagano.

Hasta las flores se indignaron de aquella insolente invasión a sus

dominios, y cuando le vieron hacer piruetas por los paseos y agitar los brazos

de modo tan ridículo, no pudieron contenerse.

—Es demasiado horrible para permitirle estar donde estamos nosotros —

exclamaron los tulipanes.

—¡Ojalá bebiera jugo de amapolas, que lo hiciera dormir más de mil años!

—dijeron las grandes azucenas, encendidas de ira.

—¡Qué cosa tan horrible! —aullaron las calceolarias—. Es contrahecho y

rechoncho, y no puede haber mayor desproporción entre su cabeza y sus

piernas. Si se nos llega a acercar va a conocer nuestros pelitos urticantes.

—¡Y lleva una de mis rosas más bella! —exclamó el rosal blanco—. Yo

mismo se la di esta mañana a la Infanta, como regalo de cumpleaños. No

cabe duda que la ha robado.

Y se puso a gritar con todas sus fuerzas:

—¡Atajen al ladrón! ¡Al ladrón! ¡Al ladrón!

Incluso los rojos geranios, que no suelen creerse grandes señores, y se

les suele conocer por sus numerosas relaciones de dudosa calidad, se

encresparon de disgusto cuando lo vieron. Y hasta las violetas mismas

observaron —aunque dulcemente—, que si por cierto el enano era

sumamente feo, la culpa no era de él. Algunas agregaron que siendo la

fealdad del enanito casi ofensiva, demostraría más prudencia y buen gusto

adoptando un aire melancólico o siquiera pensativo, en lugar de andar

saltando como un enajenado y haciendo gestos tan grotescos y estúpidos.

En su despreocupación, el enano llegó a pasar rozando el viejo reloj de sol

que antiguamente indicaba las horas nada menos que al Emperador Carlos V.

El venerable reloj se desconcertó tanto, que casi se olvidó de señalar los

minutos, y comentó con el pavo real plateado que tomaba el sol en la

balaustrada, que todo el mundo podía advertir que los hijos de los Reyes eran

Reyes, y carboneros los hijos de los carboneros. Afirmación que aprobó el

pavo real:

—¡Indudablemente, indudablemente! —dijo con voz tan áspera y chillona

que los peces dorados que vivían en la fuente, sacaron del agua la cabeza

preguntando qué ocurría a los grandes tritones de piedra que arrojaban sus

gruesos chorros para mantener fresca el agua.

Sin embargo, los pájaros amaban al enanito. Lo habían visto bailando en

la selva, como un duendecillo detrás de los torbellinos de hojas, o acurrucado

en el hueco de la vieja encina, compartiendo sus nueces con las ardillas, y no

les importaba en absoluto que no tuviese esos rasgos que los humanos

consideran belleza. Para ellos, el enano no era en absoluto feo. El mismo

ruiseñor que canta tan dulcemente en los bosques de naranjos, no es muy

hermoso que digamos. Además el enanito había sido muy bueno con ellos y

durante aquel invierno crudísimo, cuando no ya en los árboles no quedaba

fruta ni semilla alguna, y la tierra estaba dura como el hierro, y los lobos

aullaban en las mismas puertas de la ciudad buscando alimento, el enanito no

los había olvidado ni un sólo día; siempre les dio migajas de su mendrugo de

pan negro y compartió con ellos su almuerzo, por más pobre que fuera.

Es por eso que volaron su alrededor, rozándole el rostro con una caricia

de alas y hablando entre sí. El enanito estaba tan maravillado que les mostró

la hermosa rosa blanca, y les dijo que se la había dado la propia Infanta, en

prueba de amor.

Los pájaros no le entendieron ni una palabra, pero no importaba, porque

ladeaban la cabeza y lo miraban con aire doctoral.

También las lagartijas sentían un aprecio muy grande por él, y cuando el

enanito se cansó de dar volteretas por todos lados y se tendió sobre la hierba

a descansar, jugaron y brincaron alrededor de él entreteniéndolo lo mejor

posible.

—No todos pueden ser tan hermosos como una lagartija —exclamaban—,

sería mucho pedir. Y, aunque parezca absurdo, no es tan feo cuando uno

cierra los ojos y deja de verlo.

Las lagartijas son de naturaleza extraordinariamente filosófica, y muy a

menudo se pasan horas y horas meditando, cuando no tienen otra cosa que

hacer o llueve o hace demasiado frío para salir a pasear.

Las flores, ante esto, se sintieron fastidiadas por la manera cómo

actuaban los lagartos y los pájaros, que para ellas resultaba desleal.

—Esto demuestra con toda claridad —decían—, como reblandece el

cerebro ese ir y venir, ese revolotear sin sentido. La gente bien educada no se

mueve de su sitio, como hacemos nosotras. ¿Quién nos ha visto corretear por

los paseos o rotar sobre la hierba detrás de las libélulas? Cuando

necesitamos cambiar de aire mandamos venir al jardinero, y él nos traslada de

sitio. Pero los pájaros y los lagartos no tienen sentido del reposo, y de los

pájaros en particular hasta se puede decir que no tienen domicilio fijo. Son

simples vagabundos, como los gitanos, y como tales deberían ser tratados.

Y alzando sus corolas, adoptaron un aire más altanero todavía; sólo

volvieron a mostrarse alegres cuando vieron que, poco rato después, el

enanito se levantó de la hierba y atravesó la terraza en dirección al Palacio.

—Como asunto de higiene pública deberían encerrarlo bajo llave para el

resto de su vida —comentaron las flores—. ¿Han visto esa joroba y esa

piernas retorcidas? —y empezaron a reír burlonamente.

Pero el enanito no había escuchado nada. Amaba profundamente a las

aves y las largatijas, y pensaba que las flores eran la cosa más maravillosa

del mundo, exceptuando naturalmente a la Infanta; porque ella le había dado

la rosa blanca, y le amaba, y eso establecía una gran diferencia.

¡Cómo anhelaba volver a encontrarse ante la Princesita! Ella lo sentaría a

su diestra, y le sonreiría, y después no volvería a apartarse de su lado; iba a

ser su compañero, y le enseñaría juegos deliciosos. Porque a pesar de no

haber estado nunca antes en un Palacio, él sabia hacer muchas cosas

admirables. Sabía hacer jaulitas de junco para encerrar los grillos, y que

cantaran dentro; y con las cañas nudosas podía fabricar flautas y caramillos.

Imitaba el grito de todas las aves, y podía hacer bajar a los estorninos de la

copa de los árboles, y atraer a las garzas de la laguna.

El sabia reconocer las huellas de todos los animales y podía seguir la pista

de la liebre por su rastro casi invisible, y la de los jabalíes por unas pocas

hojas pisoteadas. Conocía todas las danzas salvajes: la danza desenfrenada

del otoño, en traje rojo; la danza estival sobre las mieses, en sandalias azules;

la danza con blancas guirnaldas de nieve, en el invierno; y la danza

embriagada de las flores a través de los jardines en la primavera. Sabía en

qué lugares las palomas torcazas ocultan sus nidos, y una vez que un cazador

había capturado a los padres, él crió a los polluelos construyéndoles un

pequeño palomar en la oquedad de un olmo desmochado. Y los domesticó

con tanta habilidad que todas las mañanas acudían a comer en su mano. La

Infanta también los amaría, lo mismo que a los conejos, que se hacen

invisibles entre los grandes helechos y las zarzas; y a los grajos, de plumas

aceradas y picos negros; y a los puercoespines que pueden convertirse en

una bola de púas y a las grandes galápagos, que se arrastran lentamente,

menean la cabeza y comen hojas tiernas y raíces suculentas. Sí, la Infanta iría

a la selva, y jugaría con él. Por las noches le cedería su propia cama para que

ella durmiese, y él la cuidaría hasta el alba, para que los lobos hambrientos no

se allegasen demasiado a la choza. Y al amanecer, la despertaría con unos

golpecitos en la ventana. Y se irían al bosque, y allí, bailando juntos, dejarían

transcurrir el día entero.

Pero ¿dónde estaba la Infanta? Interrogó a la rosa blanca pero no obtuvo

respuesta. Todo el Palacio parecía dormir, y hasta en las ventanas abiertas

colgaban pesados cortinajes para amortiguar la resolana.

Después de dar mil vueltas buscando una entrada, halló finalmente una

puertecilla, que había quedado entreabierta. Se deslizó dentro con cautela, y

se encontró en un salón espléndido, mucho más espléndido, pensó

atemorizado, que la misma selva. Todo era dorado, y hasta el piso estaba

hecho de primorosos baldosines de colores, dispuestos en dibujos

geométricos.

Pero la Infanta tampoco estaba allí; sólo había unas maravillosas estatuas

blancas, que le miraban desde lo alto de sus zócalos de jaspe, con ojos de

mirada ambigua y una extraña sonrisa en los labios.

Al fondo del salón había una cortina de terciopelo negro, lujosamente

bordada de soles y estrellas; era la enseña favorita del Rey. ¿No estaría la

Infanta ahí detrás?

Avanzó sigilosamente y descorrió la cortina. No había nadie. Era otra

habitación, todavía más hermosa que la anterior. Las paredes estaban

cubiertas con tapices de Arras, en tonos verdes y castaños, representando

una escena de cacería. En otro tiempo esa había sido la habitación de Jean

Le Fou, como llamaban a ese Rey Loco, tan apasionado por la cacería, que

más de una vez, en su delirio, había querido montar en los grandes corceles

encabritados de los tapices, y perseguir al ciervo acosado por los enormes

sabuesos. Ahora la habían destinado a sala del consejo, y sobre la mesa del

centro se veían las carteras rojas de los ministros y consejeros.

El enano miró a su alrededor lleno de asombro, y casi sin atreverse a

seguir su camino, a los extraños jinetes silenciosos, que galopaban tan

velozmente por el bosque, sin hacer el menor ruido en la tapicería. Le parecía

que eran los Comprachos, esos terribles fantasmas de que había oído hablar

a los carboneros, que sólo cazan de noche, y si encuentran a un hombre lo

transforman en ciervo para cazarlo.

Pero el recuerdo de la encantadora Infantita le hizo recobrar el coraje.

Necesitaba encontrarse a solas con ella y decirle que él también la amaba.

Atravesó corriendo las alfombras persas y abrió la puerta siguiente. ¡No!

Tampoco estaba allí. La habitación estaba completamente vacía.

Era el imponente salón del Trono, destinado a la recepción de los

embajadores extranjeros, cuando el Rey accedía a darles audiencia, cosa que

sucedía rara vez. Las colgaduras eran de cuero dorado de Córdoba, y una

pesada lámpara dorada colgaba del techo blanco y negro, con suficientes

brazos como para sostener trescientas bujías. El trono se alzaba bajo un gran

dosel de brocado de oro, donde estaban bordados los leones y las torres de

Castilla. Sobre el segundo escalón del Trono estaba el reclinatorio de la

Infanta, con su cojín de tisú de plata; y más abajo, fuera del dosel, el asiento

del Nuncio Pontificio, único dignatario que tenía el derecho de estar sentado

en presencia del Rey.

En la pared frente al trono pendía un retrato, en tamaño natural, de Carlos

V en traje de caza, acompañado de su gran mastín. Otro cuadro representaba

a Felipe II recibiendo el homenaje de sus vasallos de Flandes.

Mas poco le importaba toda esta magnificencia al enanito. No habría

cambiado su rosa blanca por todas las perlas del dosel, ni habría dado un sólo

pétalo por el mismísimo trono. Lo único que quería era ver a la Infanta antes

que ella fuese al pabellón, y pedirle que se marchara con él cuando la danza

concluyese.

Dentro del palacio, el aire era sofocante y pesado, mientras que en la

selva el viento soplaba filtrándose alegremente entre hojas fragantes y la luz

del sol apartaba las ramas con sus manos doradas. También había flores en la

selva, no tan espléndidas como las flores del jardín, pero de perfume más

dulce: como los jacintos tempranos, las prímulas amarillas, las brillantes

celidonias, las verónicas azules y los lirios de color morado y oro. ¡Sí, la

Princesa se iría con él una vez que lograse encontrarla! Le acompañaría a la

selva, y él pasaría el día entero bailando para ella. Esta idea lo hizo sonreír y

entró sin vacilar en la cámara siguiente.

De todas las habitaciones dónde ya había estado, ésta era la más

espléndida y hermosa. Las paredes estaban tapizadas de damasco rojo,

salpicado de pájaros y flores de plata; los muebles eran de plata maciza y

ante las dos enormes chimeneas, se abrían dos grandes pantallas, con pavos

reales y papagayos de hilo de oro bordado en relieve. El pavimento, de ónix

color verde mar, parecía perderse en la lejanía. Pero aquí no estaba solo.

Desde la sombra de la puerta, al otro extremo de la habitación, una pequeña

figura lo contemplaba. Le tembló el corazón, dejó escapar un grito de alegría,

y avanzó. Entonces, la figura avanzó también y el enanito consiguió

distinguirla con claridad.

¿Era la Infanta? No, quien se le acercaba era un monstruo, el monstruo

más grotesco que podía existir. No era proporcionado como todo el mundo,

sino jorobado y patizambo, con una cabezota enorme que se bamboleaba de

un lado a otro, y una hirsuta crin negra. El enanito frunció el ceño, y el

monstruo también lo frunció. Se echó a reír, y el monstruo se puso a reír con

él, dejando caer los brazos lo mismo que él. Le hizo una reverencia burlona, y

el monstruo le respondió con una reverencia todavía más irónica. Avanzó

hacia él, y el monstruo vino a su encuentro remedando todos sus gestos y

deteniéndose cuando él se detenía. Gritó alegremente y corrió hacia él,

alargándole la mano, y la mano del monstruo tocó la suya y era fría como el

hielo. Se asustó y retiró la mano y la mano del monstruo le imitó vivamente,

mientras ponía una grotesca expresión de miedo.

Hizo un intento de esquivarlo y seguir adelante pero lo detuvo aquel ente,

poniéndosele siempre por delante con su contacto duro y resbaladizo. La cara

del monstruo estaba muy cerca de la suya, como si tratase de besarlo, y se

veía patéticamente aterrorizada. Retiró los mechones que le caían sobre los

ojos, y el monstruo hizo lo mismo. Lo golpeó, y el monstruo le devolvió golpe

por golpe, le hizo muecas y en el rostro del monstruo se dibujaron las mismas

muecas. Retrocedió, y el monstruo retrocedió también, entreabriendo una jeta

repulsiva.

¿Qué extraño fenómeno era ése? Reflexionó un momento mirando en

torno suyo por todo el salón. Era extraño: todo parecía tener su igual detrás de

ese muro invisible de agua transparente y sólida. Si, cuadro por cuadro, y

asiento por asiento todo estaba allí como duplicado. El fauno dormido, junto a

la puerta, tenía su hermano gemelo que dormía también; y la Venus de plata,

en pie bajo los rayos del sol, extendía los brazos a otra Venus tan hermosa

como ella.

¿Sería aquello el Eco?

Recordó aquella ocasión en que había llamado al eco en el valle y el Eco

le había respondido palabra por palabra. ¿Podría burlar la vista, como burlaba

la voz? ¿Podría crear un mundo a imitación, idéntico al mundo real? ¿Las

sombras de las cosas, podrían tener color y vida y movimiento? ¿Sería

posible que...?

Se estremeció, y sacando de su pecho la rosa blanca, la besó. ¡ Pero he

aquí que el monstruo también tenía una rosa, pétalo por pétalo idéntica a la

suya! ¡Y la besaba con igual deleite, y la estrechaba contra su corazón

haciendo gestos grotescos!

Cuando al final la verdad se abrió paso en su mente, el enano lanzó un

aullido un grito de desesperación y cayó al pavimento sollozando. ¡Ese ser

deforme y jorobado, de aspecto horrible y grotesco, era él! ¡Era él mismo, él

era el monstruo, y era de él de quien se habían reído todos los muchachos... y

la Princesita, en cuyo amor creyera... ella también se había burlado de su

fealdad, había hecho mofa de sus piernas torcidas! ¿Por qué no lo habían

dejado en el bosque, donde no había espejo que le mostrara su horror? ¿Por

qué no lo había matado su padre antes de permitir que se burlaran de él?

Lloró lágrimas quemantes, y sus manos destrozaron la rosa blanca... y el

monstruo hizo lo mismo y esparció por el aire los delicados pétalos.

El enanito se cubrió los ojos con las manos, y se alejó del espejo temiendo

verlo una vez más.

Como un pobre ser herido se arrastró hacia la sombra, y allí se quedó

gimiendo.

En ese preciso instante, por el ventanal abierto, entró la propia Infanta con

su séquito, y cuando vieron al horroroso enanito de bruces en el pavimento,

golpeándolo con los puños del modo más fantástico, estallaron en alegres

carcajadas.

—Sus danzas son muy graciosas —dijo la infanta—, pero su manera de

actuar es mucho más divertida todavía. Lo hace casi tan bien como las

marionetas, aunque con menos naturalidad.

Agitó su abanico, y aplaudió.

Pero el enanito no levantó la cabeza. Sus sollozos eran cada vez más

débiles; hasta que exhaló un extraño suspiro y se oprimió el costado. Luego,

cayó boca arriba y quedó inmóvil.

—¡Lo has hecho estupendo! —aplaudió la Infanta después de una pausa

— Pero ahora te toca bailar.

—Sí —gritaron los demás niños—, tienes que levantarte y bailar. Eres tan

inteligente como los monos de Berbería, y mucho más gracioso.

Pero el enanito no contestó.

La Infanta, airada, dio un golpe en el suelo con su pie, y llamó a su tío, que

estaba paseando con el Chambelán, mientras leían unas cartas recién

llegadas de México, donde se acababa de establecer la Santa Inquisición.

—Mi enanito se está haciendo el desobediente —gritó la Infanta—.

¡Levántenlo y díganle que baile!

Los caballeros sonrieron entre sí y entraron sin prisa. Al llegar junto al

enanito, don Pedro se inclinó y lo golpeó suavemente en la mejilla con su

guante bordado.

—Baila ya, petit montre —dijo—. La Infanta de España y de todas las

Indias quiere que la diviertas.

Pero el enanito permaneció inmóvil.

—Habrá que hacer venir al verdugo —dijo enojado don Pedro.

Pero el Chambelán, que miraba la escena con rostro grave, se arrodilló

junto al enanito y le puso la mano sobre el corazón. Después de un momento

se encogió de hombros y levantándose, hizo una profunda reverencia a la

infanta diciendo:

—Mi bella Princesa, tu enanito no volverá a bailar. Y es lamentable,

porque es tan feo, que con seguridad habría hecho sonreír al propio Rey.

—¿Y por qué no volverá a bailar? —preguntó la Infanta con aire

decepcionado.

—Porque su corazón se ha roto —contestó el Chambelán.

Y la Infanta frunció el ceño, y sus finos labios se contrajeron en un

delicioso gesto de fastidio.

—De ahora en adelante —exclamó echando a correr al jardín— los que

vengan a jugar conmigo no deben tener corazón.

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EL Gigante Egoista Análisis introductorio

El gigante egoísta, es un cuento de auto referencia con un mensaje

univoco y profundamente conmovedor, aquí Wilde expresa lo que tan

dolorosamente se ha plasmado en De Profundis, su ensayo a modo

epistolar escrito durante los años de cautiverio. El sentido de la

sublimación del dolor, la soledad del egoísmo, que le cierra las puertas

de la primavera, el acto simbólico de derribar el muro del alma, Son

algunos de los elementos más significativos de este relato poético. La

aparición del pequeño y su indudable identificación con la imagen de

Cristo en estado de resurrección, no es un aspecto que deba mirase

con un sentido estrictamente religioso. El cristianismo de Wilde

trasciende la creencia hacia la fe. Cristo es el verdadero romántico

dice en De Profundis, el verdadero poeta,, en el mismo ensayo

epistolar el autor meditando sobre Su relación con la religión habla de

la necesidad de crear un templo para los escépticos de Dios. Ni

agnósticos ni aquellos que adhieran a otras religiones deben ver en

esta imagen ultima del relato, una actitud de adoctrinamiento cristiano.

La esencia De estar en la resurrección por la inocencia, inocencia del

niño, sabiduría del sabio de aquel que conoce las heridas de amor y

como tal las asume. Pero esta es solo una interpretación de la 146

multiplicidad de signo que el escrito deja a modo de una imagen

resolviese en la profundidad mas que en la planicie del espejo. Wilde

no escribe para niños, escribe absolutamente, esto genera la

posibilidad de que sus textos puedan tener un amplio espectro de

lectores. En particular como ya hemos visto en la segunda parte de

este libro, lo universal de los temas que se exponen en el texto

permiten el traslado de situaciones del pasado al presente, incluso

este traslado pude ser efectuado por los propios grupos de trabajo lo

que implica un ejercicio operativo en tanto es posible identificar los

personajes de la vida cotidiana con los personajes de ficción.

El gigante egoísta

[Cuento. Texto completo.]

Oscar Wilde

Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del

Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de

césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores

luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la

primavera se cubrían con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el

otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los pájaros se demoraban

en el ramaje de los árboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños

dejaban de jugar para escuchar sus trinos.

-¡Qué felices somos aquí! -se decían unos a otros.

Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de

Cornish, y se había quedado con él durante los últimos siete años. Durante

ese tiempo ya se habían dicho todo lo que se tenían que decir, pues su

conversación era limitada, y el Gigante sintió el deseo de volver a su mansión.

Al llegar, lo primero que vio fue a los niños jugando en el jardín.

-¿Qué hacen aquí? -surgió con su voz retumbante.

Los niños escaparon corriendo en desbandada.

-Este jardín es mío. Es mi jardín propio -dijo el Gigante-; todo el mundo debe

entender eso y no dejaré que nadie se meta a jugar aquí.

Y, de inmediato, alzó una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que

decía:

ENTRADA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA

BAJO LAS PENAS CONSIGUIENTES

Era un Gigante egoísta...

Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a

jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo, estaba plagada de

pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro que

ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había

detrás.

-¡Qué dichosos éramos allí! -se decían unos a otros.

Cuando la primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin

embargo, en el jardín del Gigante Egoísta permanecía el invierno todavía.

Como no había niños, los pájaros no cantaban y los árboles se olvidaron de

florecer. Solo una vez una lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas

vio el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y

volvió a quedarse dormida.

Los únicos que ahí se sentían a gusto eran la Nieve y la Escarcha.

-La primavera se olvidó de este jardín -se dijeron-, así que nos quedaremos

aquí todo el resto del año.

La Nieve cubrió la tierra con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de

plata los árboles. Y en seguida invitaron a su triste amigo el Viento del Norte

para que pasara con ellos el resto de la temporada. Y llegó el Viento del Norte.

Venía envuelto en pieles y anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día,

desganchando las plantas y derribando las chimeneas.

-¡Qué lugar más agradable! -dijo-. Tenemos que decirle al Granizo que venga

a estar con nosotros también.

Y vino el Granizo también. Todos los días se pasaba tres horas tamborileando

en los tejados de la mansión, hasta que rompió la mayor parte de las tejas.

Después se ponía a dar vueltas alrededor, corriendo lo más rápido que podía.

Se vestía de gris y su aliento era como el hielo.

-No entiendo por qué la primavera se demora tanto en llegar aquí -decía el

Gigante Egoísta cuando se asomaba a la ventana y veía su jardín cubierto de

gris y blanco-, espero que pronto cambie el tiempo.

Pero la primavera no llegó nunca, ni tampoco el verano. El otoño dio frutos

dorados en todos los jardines, pero al jardín del Gigante no le dio ninguno.

-Es un gigante demasiado egoísta -decían los frutales.

De esta manera, el jardín del Gigante quedó para siempre sumido en el

invierno, y el Viento del Norte y el Granizo y la Escarcha y la Nieve

bailoteaban lúgubremente entre los árboles.

Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una

música muy hermosa llegaba desde afuera. Sonaba tan dulce en sus oídos,

que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí. En

realidad, era solo un jilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero

hacía tanto tiempo que el Gigante no escuchaba cantar ni un pájaro en su

jardín, que le pareció escuchar la música más bella del mundo. Entonces el

Granizo detuvo su danza, y el Viento del Norte dejó de rugir y un perfume

delicioso penetró por entre las persianas abiertas.

-¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la primavera -dijo el Gigante, y saltó de la

cama para correr a la ventana.

¿Y qué es lo que vio?

Ante sus ojos había un espectáculo maravilloso. A través de una brecha del

muro habían entrado los niños, y se habían trepado a los árboles. En cada

árbol había un niño, y los árboles estaban tan felices de tenerlos nuevamente

con ellos, que se habían cubierto de flores y balanceaban suavemente sus

ramas sobre sus cabecitas infantiles. Los pájaros revoloteaban cantando

alrededor de ellos, y los pequeños reían. Era realmente un espectáculo muy

bello. Solo en un rincón el invierno reinaba. Era el rincón más apartado del

jardín y en él se encontraba un niñito. Pero era tan pequeñín que no lograba

alcanzar a las ramas del árbol, y el niño daba vueltas alrededor del viejo

tronco llorando amargamente. El pobre árbol estaba todavía completamente

cubierto de escarcha y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía sobre él,

sacudiéndole las ramas que parecían a punto de quebrarse.

-¡Sube a mí, niñito! -decía el árbol, inclinando sus ramas todo lo que podía.

Pero el niño era demasiado pequeño.

El Gigante sintió que el corazón se le derretía.

-¡Cuán egoísta he sido! -exclamó-. Ahora sé por qué la primavera no quería

venir hasta aquí. Subiré a ese pobre niñito al árbol y después voy a botar el

muro. Desde hoy mi jardín será para siempre un lugar de juegos para los

niños.

Estaba de veras arrepentido por lo que había hecho.

Bajó entonces la escalera, abrió cautelosamente la puerta de la casa y entró

en el jardín. Pero en cuanto lo vieron los niños se aterrorizaron, salieron a

escape y el jardín quedó en invierno otra vez. Solo aquel pequeñín del rincón

más alejado no escapó, porque tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no

vio venir al Gigante. Entonces el Gigante se le acercó por detrás, lo tomó

gentilmente entre sus manos y lo subió al árbol. Y el árbol floreció de repente,

y los pájaros vinieron a cantar en sus ramas, y el niño abrazó el cuello del

Gigante y lo besó. Y los otros niños, cuando vieron que el Gigante ya no era

malo, volvieron corriendo alegremente. Con ellos la primavera regresó al

jardín.

-Desde ahora el jardín será para ustedes, hijos míos -dijo el Gigante, y

tomando un hacha enorme, echó abajo el muro.

Al mediodía, cuando la gente se dirigía al mercado, todos pudieron ver al

Gigante jugando con los niños en el jardín más hermoso que habían visto

jamás.

Estuvieron allí jugando todo el día, y al llegar la noche los niños fueron a

despedirse del Gigante.

-Pero, ¿dónde está el más pequeñito? -preguntó el Gigante-, ¿ese niño que

subí al árbol del rincón?

El Gigante lo quería más que a los otros, porque el pequeño le había dado un

beso.

-No lo sabemos -respondieron los niños-, se marchó solito.

-Díganle que vuelva mañana -dijo el Gigante.

Pero los niños contestaron que no sabían dónde vivía y que nunca lo habían

visto antes. Y el Gigante se quedó muy triste.

Todas las tardes al salir de la escuela los niños iban a jugar con el Gigante.

Pero al más chiquito, a ese que el Gigante más quería, no lo volvieron a ver

nunca más. El Gigante era muy bueno con todos los niños pero echaba de

menos a su primer amiguito y muy a menudo se acordaba de él.

-¡Cómo me gustaría volverlo a ver! -repetía.

Fueron pasando los años, y el Gigante se puso viejo y sus fuerzas se

debilitaron. Ya no podía jugar; pero, sentado en un enorme sillón, miraba jugar

a los niños y admiraba su jardín.

-Tengo muchas flores hermosas -se decía-, pero los niños son las flores más

hermosas de todas.

Una mañana de invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba

el invierno pues sabía que el invierno era simplemente la primavera dormida, y

que las flores estaban descansando.

Sin embargo, de pronto se restregó los ojos, maravillado, y miró, miró…

Era realmente maravilloso lo que estaba viendo. En el rincón más lejano del

jardín había un árbol cubierto por completo de flores blancas. Todas sus

ramas eran doradas, y de ellas colgaban frutos de plata. Debajo del árbol

estaba parado el pequeñito a quien tanto había echado de menos.

Lleno de alegría el Gigante bajó corriendo las escaleras y entró en el jardín.

Pero cuando llegó junto al niño su rostro enrojeció de ira y dijo:

-¿Quién se ha atrevido a hacerte daño?

Porque en la palma de las manos del niño había huellas de clavos, y también

había huellas de clavos en sus pies.

-¿Pero, quién se atrevió a herirte? -gritó el Gigante-. Dímelo, para tomar la

espada y matarlo.

-¡No! -respondió el niño-. Estas son las heridas del Amor.

-¿Quién eres tú, mi pequeño niñito? -preguntó el Gigante, y un extraño temor

lo invadió, y cayó de rodillas ante el pequeño.

Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo:

-Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín; hoy jugarás conmigo en el jardín

mío, que es el Paraíso.

Y cuando los niños llegaron esa tarde encontraron al Gigante muerto debajo

del árbol. Parecía dormir, y estaba entero cubierto de flores blancas.

FIN

Textos Modernos

Alejandro Cifra “Que triste está la casa de este cuento” La nostalgia

impregna la atmósfera del autor. El animismo es uno de los aspectos

más concluyentes un animismo de profundo arraigo en el pensamiento

adulto. Como veremos en el poema el desplazamiento antropomórfico

que suele darse en el pensamiento infantil sucede aquí en la cesión

que se le hace a la casa de sentimientos de vejez y soledad

específicamente adultos. La síntesis de lo adulto y lo infantil se

expresa en este poema cediendo al pensamiento animista propio del

niño experiencias legítimamente adultas. En este texto poético se

expresa a través de imágenes muy claras el sentimiento de fuga que

se nos presenta ante los cambios corporales, ese extrañamiento del

ser dentro de un cuerpo in-manejable que nos sorprende con su fluir

desintegrando nuestra identidad- no me conoces la escalera le

pregunta a la casa, ésta última se siente envejecida como el cuerpo

humano que declina, su falta de familiaridad con sus sensaciones

cenestésicas la asusta, se ve lejos de su centro, que es precisamente

aquel hombre que la habita, quien la protege protegiéndose en ella,

se vive a sí misma como un resto. Y en las últimas estrofas como

leeremos, el autor resume, finalmente, el sentido superior de la

ensoñación superando el dolor con el dolor mismo, lanzándolo a su

estado de plenificación: el llanto. No en vano decía el gran poeta

Español León Felipe: “Y un hombre sin llanto será una bolsa vacía” El

llanto como estado de reunificación, pausa dulce del sufrimiento

abarcándose entero. El llanto tiene un sentido de redención; el

desplazamiento animista del mismo en el tiempo es la lluvia la gran

tormenta que define la resurrección, el diluvio que expresa la

necesidad de un nuevo mundo. El mensaje esta en cada tramo del

poema, la búsqueda de la identidad perdida, la recuperación de ésta

mediante los una mirada hacia un punto común que a pesar de la

lejanía reúne los lazos de insutitubles del amor a través de la pena

entre el habitante y la casa. Es decir hay una incondicionalidad del

amor, que permanece mas allá de todas las situaciones que la vida

pueda depararnos. Resaltar este aspecto de in condicionalidad puede

ser fundamental en el trabajo con niños que viven por distintas

circunstancias situaciones de maltrato, abandono, desesperanza

temprana frente a las circunstancias que depara la realidad.

Alejandro Cifra

“Que triste está la casa de este cuento

Poema

Que triste está la casa de este cuento

que triste por es vieja, muy vieja muy vieja.

Con arrugas de polvo desvencijada por la chimenea.

Su tristeza es muy grande y cuando llueve

llora desconsoladamente lágrimas de gotera

Su soledad tan grande que en las noches de invierno

Se asusta si oye un ruido en la escalera

“Quién anda ahí- pregunta recelosa

Quién ríe allí con esa risa seca -

Soy yo, ¿ no me conoces? –

La escalera contesta

y no puedo evitarlo porque el viento me hace

coquillas de madera” “

Una noche la casa no podía dormir

un dolor muy cruel la tenía desvelada

le molestaba el techo, sentía en la pared

en la pared izquierda sentía una puntada.

Qué dolor de cabeza- se quejó

Que dolor de costado y si fuera poco

me duele ahora la espalda

Ay de mí – suspiró- ¿Habrá en el en el mundo entero

quién sea como yo tan desdichada?

Cuando de pronto vio que desde el cielo

una estrella muy dulce la miraba”

“Era la suya una mirada triste

una mirada, la más tierna mirada

Tierna como el rocío cuando mira en las flores

era un ojo del cielo que lloraba

y alrededor tenía seis puntitas

esas que las estrellas tienen como pestañas”

Era un ojo del cielo que lloraba”

“y es que en aquel mismo instante

en que la pobre casa, miraba el cielo y se quejaba

Alguien lejos de allí, muy lejos en un punto,

Lejos por tierra y agua (por tierra como países,

como abismos

Por agua: todo el mar los separaba)

Alguien digo, muy lejos, aquella misma estrella

Floja del firmamento, tristemente miraba.

Y en ella se veía cuando niño.

Cuando fue tan feliz en la patria lejana”

“Qué pena al momento le latía en el pecho

Que pena tan honda la conmovía el alma

Al pensar en la casa lo sola que estaría

Sumida en el silencio, y en la noche apagada

Y sus viejas paredes veía desmoronarse

y la abierta sonrisa de su puerta cerrada.

“Y siente como un gusto de sal que desde adentro

le sube por el pecho y sus mejillas quema

en dos ríos pequeños y hondos, los del llanto

con que apagan los ojos la sed de la tristeza.

Que es un llanto muy raro,

tan triste como dulce tan dulce como amargo.

El mismo que esa noche parpadeaba en la estrella

porque en ella la casa, la casa y el ausente

Cruzando sus miradas reflejaban su pena”.

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