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    ARTCULOS DE REFLEXIN

    APUNTES SOBRE LOS JUEGOS DEL LENGUAJE

    JUAN BAUTISTA JARAMILLO HERRERA*

    La expresin juego de lenguaje debe poner de relieve aqu que hablar el lenguaje forma parte de

    una actividad o de una forma de vida. Wittgenstein

    Resumen Uno de los ternas que mayor reflexin han gene-rado en el campo de la filosofa del lenguaje en las ltimas dcadas es la nocin Juego de lenguaje pre-sentada por L. Wittgenstein en Investigaciones Fi-losficas. Este articulo presenta los juegos de len-guaje como la posibilidad para verlo en los ms diversos usos, sacando la reflexin del campo de la lgica. A partir de la observacin del lenguaje en los usos ordinarios, es posible presentar cmo en estos juegos, no slo se juegan palabras sino formas de vida, maneras de enfrentar el mundo. Se cierra esta reflexin procurando hacer evidente que' la forma como se asume el lenguaje en su concepcin, mues-tra cmo es asumido en su aprendizaje.

    Palabras clave: juego, juegos de lenguaje, lenguaje como forma de vida, reglas, aprendizaje del lenguaje.

    La expresin juegos de lenguaje es la figura que Wittgenstein utiliza para referirse a la forma corno l piensa que funciona el lenguaje. Con esta figura presenta lo que se aprende cundo se aprehende el lenguaje, y de qu se hace uso cuando se entra en este complejo tipo de relaciones que regulan comportamientos, al usar el lenguaje. En las pri-meras pginas de Investigaciones filosficas, pone un ejemplo de suma simplicidad sobre lo que en-tiende por juego de lenguaje, no por ello poco im-portante; se plantea la situacin en la que dos su-jetos trabajan en una construccin en donde A es el maestro de obra y B el ayudante. B tiene que alcanzarle a A los materiales que ste va necesi-tando. El lenguaje, o sistema de comunicacin del caso, consta nicamente de palabras como: cubo, ladrillos, lozas, cemento, etc. A grita una de estas palabras, despus de lo cual B trae lo pedido. En este juego de lenguaje cuando A dice, por ejemplo, ladrillo est pidiendo a su ayudante B que le en-tregue ladrillos. En este ejemplo aparece claro que el lenguaje no tiene como objeto tal como se su-pona en el Tractatus representar el mundo. La-drillo designa la accin de acercar un objeto, de realizar una accin.

    En la reflexin hecha en Investigaciones Filo-sficas pide Wittgenstein que se considere sta for-ma de comunicacin como un lenguaje completo. Los personajes, A y B, dicen: "Hay ladrillos". "No

    * Licenciado en ciencias sociales y especialista en desarrollo intelec-tual, Universidad del Valle. Estudios de maestra en filosofa del len-guaje, Univalle y en direccin universitaria, Uniandes. Docente de las Universidades de San Buenaventura, Javeriana y Univalle. [email protected] ARTCULO RECIBIDO 30 DE MAYO DE 2004. ACEPTADO 13 DE JUNIO DE 2004.

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    UsuarioNota adhesivapresupuestos. Teora de la relevancia.

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    UsuarioNota adhesivaEL MUNDO ES TODO LO QUE SUCEDE. "EL LENGUAJE ES ACCIN" ECHAVARRA.

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    ARTCULOS DE REFLEXIN

    lenguaje. Cada una de estas actividades que se desarrollan en el lenguaje se puede considerar como Juego de lenguaje, que se conectan de tal manera formando una totalidad.

    Como se puede ver, los juegos de lenguaje son las herramientas con las que el ser humano asu-me sus posibilidades de vida, son los ideofactos de que dispone para aprehender el mundo, para ha-cerse sujeto y hacer parte de l, los juegos de len-guaje se convierten en formas de vida, en tanto por fuera de ste no cabra nada: afuera falta el aire.

    As como sera por lo menos bastante incmo-do, cuando no imposible, afirmar la existencia de un solo juego, pretendiendo sealar todos los jue-gos, del mismo modo y dado que el lenguaje cons-tituye una actividad, no puede afirmarse de tajo la existencia de un nico modelo de lenguaje: el for-mal o referencial, queriendo con ste referir a todo el lenguaje. Sera muy reducido pensar que slo existe un nico juego de lenguaje, el lgico, el cien-tfico. stos entran a ser un juego ms dentro de los mltiples juegos de lenguaje con los que se transa en la vida para pensar el mundo, para re-presentar lo que l es, para vivir. Hay muchos len-guajes con significado, tantos como juegos que res-pondan a las diversas exigencias que el ser humano tiene en las distintas situaciones particulares de la vida.

    Toda actividad lingstica como toda participa-cin en algn juego, conlleva el seguimiento o aca-tamiento de un determinado tipo de reglas que lo hacen posible. Estas reglas no son fijas, sino que dependen del lenguaje mismo; el desarrollo o la participacin en un juego de lenguaje slo es posi-ble por el conocimiento y desarrollo de unas re-glas y stas estn dadas por el desarrollo, por el uso del lenguaje. Pero, a la hora de practicar un lenguaje, ms que las reglas lgicas internas de fun-cionamiento, se tiene que responder a las formas de uso; al saber las formas de uso, se puede parti-cipar en mltiples juegos de lenguaje.

    Aprender un lenguaje consiste, pues, en apren-der reglas de uso de las palabras, entendiendo que el conocimiento de las reglas de uso no apunta slo a .

    lo funcional y lo mecnico. Existe un componen-te no presente en el conocimiento del uso; por ejemplo, un comentarista deportivo sabe muy bien las reglas de un determinado deporte y esto no lo convierte en un buen deportista, se har buen de-portista en la medida en que practique ese depor-

    hay ladrillos". "Listas las columnas". "Cemento", o "cuntas columnas hay?", etc. En Ilos diversos tipos de accin planteados se dan insirucciones y rdenes y se obedecen las mismas ejecutando el pedido. Es un sistema simple que consta de emi-siones simples y que dan el fruto requerido. No se necesita ms. Con ese sistema funcionan, les es suficiente para desarrollar sus actividades, su vida, su cotidianidad; ste es, por decirlo as

    ' el alcance

    de ese sistema de comunicacin.

    El anterior Juego de lenguaje, simple en su con-figuracin, contrasta con otras formas ms "ma-duras", lo que lleva a observar que no l

    slo se pue-de dar un tipo particular de rdenes\

    y de una forma particular. En el caso planteado, cuando el sujeto A le dice a B: "ladrillos", le est ordenando que le pase ladrillos, le est diciendo que necesita ladri-llos; no es una expresin para informar, no le est describiendo una situacin, de hecho, si B no ac-ta ante la expresin ladrillos, A, muy seguramen-te, reaccionar dicindole: no escuch!, o qu le pasa?, no va a trabajar?, etc.; pero ei stas formas simples muestran que, adems, se pueden dar r-denes de diverso tipo; fuera de pregtintar, descri-bir, informar, argumentar, recomendar; etc., segn la complejidad del medio en el que e desempe-en los sujetos que ejecuten los diversos Juegos de

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  • APUNTES SOBRE LOS JUEGOS DEL LENGUAJE

    te y cumpla sus reglas, en la medida en que esta-blezca determinados tipos de relaciones entre las reglas y los sujetos que se relacionan en un deter-minado juego; aprender el juego de ajedrez es aprender el movimiento de sus piezas y las rela-ciones posibles entre stas, la relacin de juego que se da entre las jugadas de las blancas y las negras. En tal sentido, se sabe un lenguaje cuando se repi-te el uso en reiteradas ocasiones. Las reglas deter-minan lo que debe hacerse, lo correcto y lo inco-rrecto, ya que son usadas por las personas para proceder de cierta manera y obtener, as, ciertos resultados, que si son correctos sern seguidos por la comunidad o sancionados por la misma, en caso contrario. gi

    Esta visin plantea una normativiclad diferen-te de la que se orienta desde las leyes lgicas; ste es el punto en el que, entre otros, se, orienta un cambio importante en lo relacionado: con el len-guaje significativo y el lenguaje sin-isentido. El nfasis se pone ahora en los diverso 's modos de usar el lenguaje, es aqu donde ste adquiere sen-tido. En esta perspectiva las posibilidades signifi-cativas se abren y se llenan de una multiplicidad de relaciones, esto lleva a que ya no haya un slo modelo lingstico, sino una pluralidad de juegos de lenguaje.

    En sus escritos, Wittgenstein fue desarrollan-do paulatinamente la idea del lenguaje como jue-go. Pero, qu es un juego? En trminos genera-les se puede decir que un juego es un conjunto de acciones altamente significativas, donde una juga-da es una accin estructurada, fundamentalmen-te, a partir de reglas. Es un conjunto de acciones libres en tanto es una opcin, se juega o no se jue-ga, es decir, se da a partir de una determinacin segn los deseos de los sujetos, he aqu una de las posibilidades de libertad. Claro est qiiie el hacer-se miembro de una comunidad lingica es una exigencia para poder participar en socidad. Quien acepte jugar deber someterse, en cada instante, a las normas que lo rigen y, en conscuencia, se ver obligado a realizar mltiples accines en con-formidad con dichas reglas. No se puede decir que se participa de un juego y no cumplii7 sus reglas. Por fuera de dichos acuerdos cu. alquer "tipo de jugada" deja de serlo; una accin por fuera de es-tos acuerdos (normas), no es jugada yi no cumple el cometido para la cual se realiza. Enj las relacio-nes que se dan en la cotidianidad es claro que exis-ten juegos ya inventados y otros nuevos que se crean y se recrean, pero todos tienep en comn que no pueden ser refutados dentro dl juego mis-

    mo. Cmo refutar la accin de jurar? Cmo ig-norar la existencia de las rdenes, dando rdenes?, si se aceptan las normas de un juego, por ejemplo las de los juegos de lenguaje, se juega o no. No se-ra conveniente que alguien, por ejemplo, que est jugando ftbol no evite que metan goles en la por-tera de su equipo o que no intente, de alguna for-ma, meterlos en el arco contrario; esta actitud no sera propiamente la de un jugador. l podra de-cir que est jugando pero sus acciones demostra-ran lo contrario.

    As como son innumerables las posibilidades de juego, el Juego de lenguaje est constituido por un infinito nmero de stos. Es en cada uno de estos juegos que las palabras tienen un sentido y un significado. Si se buscara una dificultad en el planteamiento de la filosofa tradicional, asociado a su ansia de generalidad, se tendra que decir que fue el querer juzgar un juego con las reglas de otro; el cientfico con las reglas del metafsico, el ordina-rio con las reglas de la lgica.

    El lenguaje como Juego de lenguaje plantea la posibilidad de visualizar varias alternativas para la construccin del mismo. Los juegos de lengua-je se construyen con proposiciones, con oracio-nes, con palabras. Pero, cuntos gneros de ora-ciones hay? Existen innumerables gneros, diferentes modos de empleo de lo que se llama signos, palabras, oraciones. Esta multiplicidad no es fija, dada de una vez por todas, sino que nacen nuevos juegos de lenguaje, mientras otros enve-jecen y se olvidan (una figura aproximada de ello puede dar los cambios en la matemtica) (Witt-genstein, 1988). No resulta menos que interesan-te comparar la enorme multiplicidad de herra-mientas del lenguaje y de sus modos de empleo, de igual manera, la multiplicidad de gneros de palabras y oraciones, en contraste con lo que los lgicos han dicho sobre la estructura del lengua-je. Con esas herramientas se elaboran construc-ciones de enorme complejidad, incluyendo las de orden lgico. Pero tambin se pueden hacer jue-gos de simple nominacin.

    Si se observa el comportamiento de un suje-to que aprende un lenguaje, se podra captar cmo el juego de lenguaje ms simple y primiti-vo es el de la nominacin, operacin que con-vierte en objetos las cosas del mundo; en el pro-ceso de aprendizaje, el nio aprende que las cosas tienen un nombre, que poseen una forma de ser llamadas y en tal sentido las instala en el mundo de lo simblico.

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  • ARTCULOS DE REFLEXIN

    Un juego de lenguaje supone una situacin to-tal de habla en la que participan elementos lings-ticos y extralingsticos. El lenguaje presupone y requiere de contextos no lingsticos. "El lenguaje es una parte caracterstica de un amplio grupo de actividades de los seres humanos tales como: ha-blar, escribir, viajar en autobs, encontrar a al-guien, representar una obra, etc." (Wittgenstein, 1992, p. 64). Este conjunto de actividades son las que se realizan en la cotidianidad, son las que cons-tituyen la vida, es a esto a lo que se refiere Witt-genstein con ,/la expresin "forma de vida", "(Le-bensform) Hablar el lenguaje es parte de una actividad o de una forma de vida" (Wittgenstein, 1992, p. 64).

    Esta realidad exige tener claro cmo operar con el lenguaje; implica claridad no slo sobre los com-ponentes o aspectos lingsticos, sino 'que consulta uno mayor: el espacio en el que se dan los juegos de lenguaje; es por esto que a la hora de pregun-tar por el significado de una palabra no hay que fijarse nicamente en su contexto lingstico, sino en uno ms amplio, en el contexto prctico de la. vida real. El lenguaje se da en las constantes e in-trincadas relaciones humanas, imposibles en todo momento de determinar, complejas en su estructu-ra y ricas en sus posibilidades. No hay que enten-der slo como usar un trmino gramaticalmente, sino, tambin, en qu situaciones y con qu inten-ciones es "jugado el juego del lenguaje". El lengua-je, por tanto, est integrado a modos de vida y en-trelazado con los patrones ms bsicos de la conducta cotidiana, hace parte de la corriente de la vida humana.

    Wittgenstein en Investigaciones filosficas se centra en prestar atencin al uso del lenguaje en las formas corrientes, es decir, en los usos comu-nes de ste. En ciertos tipos de anlisis y usos del lenguaje se presentan malos entendidos superados por quienes entran en relacin de lenguaje, en las acciones de usos del mismo. Wittgenstein seala que para intentar superar , las dificultades, los ma-los entendidos del lenguaje, es necesario ir al uso en situaciones precisas y tiene que ser as en tanto es en el "spero suelo", donde se encuentra la plu-ralidad, las diversas imperfecciones del lenguaje que se hacen evidentes en su uso. ste es el cami-no o el remedio contra la neblina semntica, cen-trarse en la observacin de la manera como fun-cionan las palabras, (es decir, sus usos), en empleos primitivos o elementales del lenguaje. Esta indica-cin,es fundamental, toda vez que en ltimas es la base de los juegos del lenguaje. ,9

    El planteamiento wittgensteniano desarrolla-do en Investigaciones filosficas frente al lenguaje es de tipo prctico. El lenguaje no es la estructura lgica a priori' que en muchas corrientes de pen-samiento alent su anlisis, sino que es, en cam-bio, una construccin dada en las relaciones de sus usos. Es el lenguaje en sus usos ordinarios el que posibilita conocerlo, no las definiciones universa-les que pretenden hacer claridad sobre l y que, por el contrario, terminan encubrindolo, enma-raando sus significados. Este planteamiento en-cierra, de alguna manera, lo que en ltimas son los juegos de lenguaje, los sprachspiel2 . En el ejer-cicio filosfico no se trata de rebuscar los proble-mas del lenguaje, sino de comprender a plenitud algo que ya est abierto ante nuestros ojos en los usos del mismo. Dice Wittgenstein, en las entra-das del 23 y 24 de Investigaciones filosficas, que es necesario tener a la vista la multiplicidad de jue-gos de lenguaje en estos ejemplos y en otros:

    Dar rdenes y actuar siguiendo rdenes. Describir un objeto por su apariencia o por sus me-didas; fabricar un objeto de acuerdo con una des-cripcin (dibujo); relatar un suceso; hacer conjetu-ras sobre el suceso; formar y comprobar una hiptesis; presentar los resultados de un experi-mento mediante tablas y diagramas; inventar una historia, leerla; actuar en teatro; cantar a coro; rea-lizar un chiste; contar; resolver un problema de aritmtica aplicada; traducir de un lenguaje a otro, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, rezar, y mu-chsimos otros juegos de lenguaje.

    En esta muestra Wittgenstein (1998b) ofrece ejemplos de juegos de lenguaje pertenecientes a la experiencia comn relativa a ese todo que for-ma el lenguaje y las acciones con las que est en-tretejido. Entre estos juegos de lenguaje ficticios, el ms comentado es el que introduce en Investi-gaciones filosficas 2, como punto de apoyo para la reflexin en torno al modelo agustiniano. Se trata simplemente, como ya se describi, de imaginar

    1 Visin desarrollada por los positivistas, quienes vean 6 tomaban , el lenguaje como una estructura lgica cuya finalidad era describir el mundo.

    2 Se retoma este concepto, pero hay que considerar lo que seala T. K. Fann (1992, p. 121), en El concepto de filosofa en Wittgenstein, donde dice que Wittgenstein habla de der sprache y no der sprachspiel. Seala que Anscombe errneamente lo tradujo como "juego de lenguaje" al texto ingls. Es importante la- consideracin de Fann, sin embargo, en el texto trabajado para este ejercicio se tiene la referencia del texto alemn, donde, efectivamente, es fcil evidenciar el uso de la expresin sprachspiel.

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    APUNTES SOBRE LOS JUEGOS DEL LENGUAJE

    la situacin en la que hay dos hablantes, un albail y su ayudante, que manejan slo unas cuantas pa-labras para designar los tipos diferentes de obje-tos piedras de construccin, ladrillo, cemento, etc. que necesitan, y donde el tipo de comunica-cin se limita a la peticin de piedras, ladrillos, ce-mento, etc., por parte del albail y a la ejecucin de las peticiones por parte del ayudante.

    Entender el lenguaje supone comprender cmo funciona como sistema abierto de palabras y expresiones lingsticas integradas con las accio-nes, a las cuales se encuentran ligadas; supone entenderlo como sistema constituido por conjun-tos de actividades sujetas a regias.

    Lo que podra llamarse el lenguaje en general se encuentra formado por una multiplicidad va-riable de juegos de lenguaje (sprachspiel). Est for-mado por un sinnmero de palabras fue entran en ciertos tipos de relacin para formar dichos jue-gos. As, entender una palabra supone compren-der cmo funciona, cmo se usa en l ,s diversas circunstancias en las que se utilizan los juegos de lenguaje.

    Pero, en definitiva, qu son los juegos de len -- guaje? Aunque el autor de Investigaciones

    cas, no da una definicin formal de stos y d precisar aspectos fundamentales de su conc esta nocin es de suma importancia en la tr filosfica del lenguaje inaugurada por Wittgenstein y continuada por Austin Cmo hacer cos s con palabras (1981), y en Searle Actos de habla 1994), entre otros. En lo que se podra definir como una teora de los juegos de lenguaje en Wittgenstein; se pone en evidencia el carcter pragmtico de su visin del lenguaje y de la filosofa.

    En la prctica del uso del lenguaje, una parte grita las palabras, la otra acta de acuerdo con ellas; en la instruccin para los usos de los juegos de len-guaje se encontrar este proceso: el aprendiz nom-bra los objetos, esto es, pronuncia la palabra cuan-do alguien seala el objeto, el alumno repite las palabras que el maestro le dice u ostenta algn objeto al escuchar un nombre, 3 ambos procesos se asemejan al lenguaje, actuarn en coherencia con un enunciado, o se comprometen a futuro a realizar una accin, por ejemplo, cuando se apren-de a jurar. Es posible imaginar tambin que todo el proceso del uso de palabras en una situacin concreta como, por ejemplo: "tete!", "ichichr, "ipsame ese balde!"; son juegos por medio de los cuales aprenden los nios su lengua materna. "Lla-mar a estos juegos 'juegos de lenguaje' y hablar a veces de un lenguaje primitivo como un juego de lenguaje. Los procesos de nombrar las piedras y repetir las palabras dichas podra llamarse tam-bin juegos de lenguaje" (VVittg'enstein, 1988, p. 7).

    En Wittgenstein, es fcil reconocer que consi-dera que los juegos de lenguaje son el todo forma-do por el habla y las actividades en las cuales est entretejida. En tal sentido, los usos del lenguaje se podran definir como usos en segmentos particu-lares de la conducta humana, segmentos particu-lares de la vida, referidos a las actividades del len-guaje desarrollados en la cotidianidad. En esta perspectiva, queda claro que los juegos de lengua-je muestran formas de vida; como se dijo, el len-guaje pasa de ser una estructura a priori, a tomar-se desde una visin que resalta la vitalidad, la vida de ste est expresada en los mltiples usos del mismo, en la cotidianidad enriquecida y generada en contextos.

    3 Estos procesos han sido trabajados con suma . atencin por estu-diosos de la psicologa cognitiva, estableciendo diferencias entre los procesos de introyeccin: aprehender una imagen mental de la cosa; proyectar: mostrar algo del mundo a partir de nombrar los objetos, pero, de igual manera, se encuentran presentados en Searle, Austin, Eco y el mismo Wittgenstein. Son presentados al momento de ver los actos de habla.

    ja sin pcin, dicin

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  • ARTCULOS DE REFLEXIN

    As pues, no es muy acertado pensar un len-guaje por fuera de contextos determinados, no

    - existe un lenguaje vivo pensable por fuera de rea-lidades contextuale. s. De esta manera es que el len-guaje, los juegos de lenguaje como "uso en el len-guaje", se genera en los usos, y, en tal sentido, no hay significado por fuera de la actividad humana. Los sprachspiel hacen parte de sta, cobran senti-do en ella (en la vida) y le dan sentido a la misma. Por fuera de estos juegos, falta el aire. Una expre-sin puede tener tantos sentidos parcialmente di-ferentes, cuantos juegos de lenguaje existan en que pueda utilizarse.

    Es claro que Wittgenstein no busca en Investi-gaciones filosficas estructurar algo que se pudie-ra llamar "El verdadero lenguaje", dado que cada juego tiene sus propios lmites, que se trata de len-guajes completos que contienen criterios propios de sentido y verdad. Intentar establecer un juego de lenguaje trascendental implicara la exigencia engaosa de un lenguaje ideal, vlido para todo discurso y *propsito. En esta tentacin han cado varias corrientes y pensadores, de hecho, en el Tractatus (Wittgenstein, 1973, 1987) 4

    hay un cierto esfuerzo en este sentido.

    Para Wittgenstein, siendo completos en s mis-mos, los juegos del lenguaje no son aislados. La idea de que un juego de lenguaje como forma de vida pudiera estar aislada de los dems no tiene senti-do en su pensamiento. Su famosa comparacin del lenguaje con una ciudad sugiere esta relacin: "Nuestro lenguaje puede verse como una vieja ciu-dad: una maraa de calles y plazas, de viejas y nuevas casas, de casas de diversos periodos; y esto rodeado de un conjunto de barrios nuevos con ca-lles rectas y rectangulares y coh casas uniformes" (Wittgenstein, 1988b, p. 18). Los juegos que se jue-gan hablando son diferentes, y con las reglas de uno no puede valorarse a otro -s. Los juegos estn interconectados entre s y desde unos pueden di-visarse a otros. Para referirse a esta relacin, Witt-genstein us la nocin de "aire o parecido de fami-lia" como se ver ms adelante.

    En Investigaciones filosficas se encuentra el lenguaje como construccin de espacios reales, cotidianos, poniendo en cuestin todas aquellas formas artificiales que pretenden suplantarlo, bajo pretextos, por ejemplo, de ser perfectos, precisos o ms lgicos. De igual manera, se encuentra la insistencia en que si se quiere estudiar el lenguaje hay que hacerlo en las manifestaciones del habla diaria. Los juegos de lenguaje se aprenden en los

    usos cotidianos ms familiaresi son definidos por Wittgenstein, tambin, como el . odo formado por el lenguaje y las acciones por las que est entretejido. Su carcter est muy claramerite expresado: "Los juegos de lenguaje estn ms bin ah como objetos de comparacin, que deben ali.rojar luz sobre las condiciones de nuestro lenguaje por va de seme-janza y desemejanzas" (Wittgeij !Istein, 1988, p. 18).

    Los juegos de lenguaje al igual que, o como parte de, la vida humana son dinmicos, se crean y se recrean en los usos, en la diversidad de g-neros de oraciones, de preguntas, de aserciones. La multiplicidad no es algo fijo dado de una vez por todas; sino que nuevos tipos de lenguaje, nue-vos juegos de lenguaje nacen y otros envejecen y se olvidan, es una dinmica viva, el lenguaje en tanto tal es manifestacin de formas de vida. En tal sentido, se podra reiterar que para el signifi-cado de una palabra no hay que fijarse nicamen-te en su contexto lingstico, sino en uno ms amplio, el contexto pragmtico de la vida ordina-ria: No hay que entender crllo usar un ti'mino gramaticalmente, sino, tambin, en qu situacio-nes y con qu intenciones es jugado ese juego de lenguaje. El lenguaje est as, articulado a los pa-trones bsicos del comportamiento cotidiano. Aprender un lenguaje es aprender una forma de vida, de relacin con un medio para poder vivir, para poder circular donde no falta el aire, para poder "lenguajear".'

    EL APRENDIZAJE DEL LENGUAJE Qu es lo que se aprende, cuando se aprende un juego de lenguaje? Se piensa que aprender el len-guaje consiste en dar nombres a objetos, seres humanos, formas, colores, dolores, estados de ni-mo, nmeros, etc. En esta perspectiva, se cree que al nombrar las cosas ya se puede entonces hablar de ellas, referirlas en el discurso como si con el acto de nombrarlas ya estuviera dado lo que se

    El Tractatus logico-philosophicus de Wittgenstein, fue publicado en 1921 en la revista Annalen der Naturphilosophie, bajo su ttulo original en alemn, Logisch-philosophische Abhandlung; al ario si-guiente se publica en Inglaterra en versin bilinge (alemn-in-gls), con el ttulo con el que la obra es universalmente conocida. En este ejercicio utilizamos la versin castellana, traduccin de Jacobo Muoz e Isidoro Reguera, publicada en 1987. De igual manera, se consult la versin de Tierno Galvn aparecida en la Revista de Occidente, posteriormente, desde 1973, en Alianza.

    Esta expresin no la utiliza Wittgenstein, pero suena til para expresar la accin de jugar unos determinados juegos de lenguaje en contextos precisos, aprender a vivir, aprender una forma de vida (Lebens Form).

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  • APUNTES SOBRE LOS JUEGOS DEL LENGUAJE

    hace despus; corno si slo hubiera una cosa que se llama: "hablar de cosas". Pero, resulta que en. la realidad se hacen las cosas ms diversas e im-pensables con las oraciones. Con las mismas pala-bras, relacionadas de diferentes maneras, se pien-san diversas realidades:

    El lapicero est sobre la libreta! La libreta est sobre el lapicero! o pinsese slo en las exclamaciones siguien-

    tes con funciones totalmente diversas:

    Agua!, fuego!, ay!, auxilio!, bien!, no!

    Se pregunta Wittgenstein si cabe seguir plan-teando la relacin entre palabras y objetos, si se puede estar inclinado a decir que en lodos estos casos hay denominaciones de objetos (Wittgenstein, 1988, p. 27). Qu es lo que hace de estas palabras exclamaciones? Corno s deca, hoy se habla de todos los juegos de lenguaje posibles, pero no se dice, en ninguna parte, qu es lo esencial de un juego de lenguaje y, por tanto, del lenguaje. Qu es lo comn a todos los procesos, lo que los con-vierte en lenguaje o en partes del lenguaje? Ha-cerse la pregunta, por lo comn, es tocar lo refe-rente a la forma general de la proposicin y del lenguaje. Wittgenstein seala que en vez de pre-guntarse o de indicar algo que sea comn a todo lo que se llama lenguaje, es pertinente teher en cuen-ta que no hay en absoluto nada comn. Estn emparentados entre s de muchas rrineras dife-rentes, a causa del parentesco de familia es que los llama a todos lenguaje (Wittgenstein, 1988, p. 65). Qu es lo que permanece de un juego a otro?, una orden es diferente a un juramento, stos lo son de una descripcin, de un pedidoy as sucesi-vamente, pero, en todo caso, se encuentran accio-nes tpicas de lenguaje, Qu es lo corn en todos los casos?, o sera mejor preguntarse, cabe bus-car algo en comn?

    Para ampliar esta idea se puede retomar a Wittgenstein cuando dice: "Considera, por ejem.- plo, los procesos que llamarnos 'juegos'. Me refie-ro a los juegos de tablero, juegos de Cartas, juegos de pelota, juegos de lucha, etc. Qu l hay en co-mn a todos ellos?" Qu de comn entre acciones corno pedir, jugar, rogar, oi-denar, etc.? Prosigue sealando que tendra que haber: "algo comn a todos ellos o no los ilamarinos juegos", mira si hay algo comn a todos ello. Cabe bus-car algo comn? No har parte, eta pregunta, de la forma que cubre de neblina el an lisis de len-guaje? "Pues, si los miras no vers pr cierto algo

    que sea comn a todos, sino que vers semejan-zas, parentescos y, por cierto, toda una serie de ellos". Es decir, el equvoco surge de la pregunta misma, el hecho de la pregunta por lo comn, de intentar encontrar algo que no existe, implica un error de entrada.

    El planteo est no en someterse a intrincados anlisis, la propuesta est en mirar!, mira, por ejemplo, los juegos de tablero con varios paren-tescos. Si se pasa al juego de cartas se encontra-rn muchas correspondencias con el juego ante-rior, pero, de igual manera, se podr notar que desaparecen muchos rasgos y se presentan otros nuevos. "... Si ahora pasamos a los juegos de pelo-ta, continan mantenindose varias cosas comu-nes pero muchas se pierden. Son todos ellos en-tretenidos?", dice Wittgenstein al comparar el ajedrez con el tres en raya, "O hay siempre un ganar y perder, o una competicin entre los juga-dores? Piensa en los solitarios. En los juegos de pelota se puede ganar y perder, pero 'cuando un nio lanza una pelota a la pared y la recoge de nue-vo, ese rasgo ha desaparecido. Mira qu papel jue-ga la habilidad y la suerte. Y cun distinta es la habilidad en el ajedrez y la habilidad en el tenis. Piensa ahora en los juegos de corro: aqu existe el elemento del entrenamiento, pero, cuntos de los otros rasgos caractersticos han desaparecido! Y podemos recorrer as los muchos otros grupos de juegos. Se puede ver cmo los parecidos surgen y desaparecen".

    El resultado de este examen propuesto por el austriaco reza as: "... Vemos una complicada red de parecidos que se superponen y entrecruzan. Parecidos a gran escala y detalle" (Wittgenstein, 1988, p. 66). No se puede caracterizar mejor esos parecidos, que con la expresin parecidos dela-milia, pues es as como se superponen y entrecru-zan los diversos parecidos que se dan entre los miembros de una familia: estatura, facciones, co-lor de los ojos, temperamento, etc. y a la manera de estas similitudes los juegos componen una fa-milia.

    No se aprende la familiaridad de los juegos de lenguaje a partir de las definiciones, el reconoci-miento de familia no la da la definicin de una pa-labra; la generalidad de la definicin podra apor-tar a visualizar cmo se entiende en la generalidad la misma pero no ms; sta no aporta para el apren-dizaje sobre cmo se usa, o tampoco a lo que un sujeto puede hacer en sus usos. El hombre posee la capacidad de construir lenguajes en los que cual

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  • ARTCULOS DE REFLEXIN

    quier sentido resulta expresable, sin tener la me-nor idea de cmo y qu significa cla palabra.

    Comparando el lenguaje con otro juego, por ejemplo el ajedrez, es posible asimilar diferentes usos lingsticos con ciertas jugadas. El hecho de 'aprender las posiciones iniciales de cada pieza y las reglas que las definen, no constituye una juga-da, sino que forma parte de los preparativos del juego, que nunca terminar de estar completo, cuntos juegos de lenguaje se deben saber para aprender una lengua?, otra vez, la pregunta est mal planteada en tanto supone que sabiendo un determinado nmero de juegos de lenguaje, se aprende una lengua. Sabiendo cuntas palabras aprendo l idioma ingls o el francs, etc.? Reto-mado la figura del lenguaje como ciudad, cabra preguntarse con cuntas casas y calles empieza una ciudad a ser tal?

    Las casas, las calles, parques, etc., sern el escenario para que una ciudad se d, para que cobre vida como ciudad. Los elementos citados (ca-sas, calles, etc.,) pueden ser los preparativos al mismo modo que las proposiciones gramaticales son preparativos para poder usar un lenguaje, de forma muy parecida a como lo son las definicio-nes; stas forman parte del aparato lingstico, no de la aplicacin del lenguaje (Wittgenstein, 1988, p. 257). Si se comparan las aplicaciones del len-guaje a distintas casas que se utilizan para distin-tos propsitos, el aparato del lenguaje deber com-pararse al terreno sobre el que se encuentran las casas, nunca terminado, siempre en constante transformacin, Pero, de igual manera, suficiente para suplir las necesidades de los usuarios en cuan-to no existir el momento en el que se diga que un lenguaje est completo y listo para su uso. Los dis-tintos juegos de lenguaje son como casas construi-das para distintos propsitos, sus usos le dan el sentido. Una proposicin metafsica, una proposi-cin emprica, una descripcin, una exclamacin en los usos muestran el sentido, antes ni siquiera existe; similar cosa sucede con una jugada de aje-drez que 'no pone en jaque al rey antes de haber sido hecha, podra alguien objetar y decir que ya existe en los preparativos que hace el jugador en lamente, se puede valer de que el jugador prepa-ra la jugada, pero ni siquiera as contrarresta el argumento, la jugada no pone en jaque al rey an-tes de haber sido hecha.

    IIMBLEOGRAKA6 Es importante ver la bibliografa de este autor teniendo en cuenta ciertos perodos que, de alguna manera, mues-tran diversos momentos que vivi.' Hay tres perodos cla-ramente determinables: perodo del Tractatus 1914-1920, perodo de transicin 1920-1926 y l

    perodo de Investiga-ciones filosficas 1926-1951. Esta periodizacin se ha he-cho clsica en varios de los lectores de Wittgenstein.

    BIBLIOGRAFA DE WITTGENSTEIN Perodo del Tractatus 1914-1920.

    WITTGENSTEIN, L., (1957), Notes on Logia, en: H. T. Costello (ed.), The Journal of Philosophy , 1957.

    , (1961a), Notas dictadas a G.E. More en Noruega, Oxford Basil Blackwell. (1961b), Notebooks o Tagebcher,n: G. E. M. Anscombe y G. H. von Wright (eds.), Oxford.

    , (1961c), Letters to Russell, Oxford, Basil Blackwell. , (1971), Proto-Tractatus, introduccin de G. H. von

    Wright, en: E McGuinnes (ed.), y von Wright (comp.), Londres, R. & Kegan.

    , (1928), Tractatus logico-philosophicus, ttulo original Logisch-Philosophische Abhandlung, en: H. von Wright (ed.), introduccin de B. Russell,' Oxford.

    Perodo de transicin 1920 a 1926'

    , (19'77), "Wrterbuch fr Volksscklulen", traduccin de ngel Gracia Rodrguez, en: 'Werner y Elizabeth Leinferner (comps.), H. von Wright (ed.) Ocasiones fi-losficas, Oxfrd.

    Perodo de las invesiigaciones filosficas 1926 a 1951 1

    Es el perodo conocido como el del segundo Wittgenstein. Pedaggicamente es pertinente dividir este perodo en dos momentos. Aquel que va de 1929 a 1\935, en los cuales dict algunos cursos cuyas notas de clase posteriormente dan origen a algunas de las siguientes obras:

    Wittgenstein, L., (1929), "Some Remarks on Logical Form", Suplemento, vol. 9.

    , (1965), "Lecturas sobre tica", Th,e Philosophical Review, Oxford, No. 75.

    La bibliografa se pre'snta en orden crpnolgico y como es de suponer se toman corno referencia trabajos realizados por comen-taristas del autor; se organizan, se agrega o se complementan en aquellos aspectos que se han considerado 'importantes. Se presen-tar dos tipos de bibliografa, una referida directamente al autor y la otra se presenta corno bibliografa consultada.

    Por referencia cronolgica, es decir, por i-eseria de aquellos arios que marcaron desplazamientos o hechos importantes en su vida, se plantea este perodo como la poca que Wittgensteih pas dedicado a diversas actividades despus de haber terminado el Tractatus, hasta su vuelta a las actividades intelectuales y acadmicas. Por produccin intelectual el perodo de transicin recoge algunas de las obras que se referencian en el perodo de Investigaciones filos-ficas, tales como la Gramtica filosfica y los Cuadernos.

    [ 44]

  • APUNTES SOBRE LOS JUEGOS DEL LENGUAJE

    -, (1965), "Las observaciones filosficas" ("Philoso-phische BermerKugen"), en: R. Rhees y B. Blackwell (eds.), Oxford, University Press.

    - , (1969), "Gramtica filosfica" ("Philosophische Grammatik"), en: R. Rhees y Basil Blackwell (eds.), Oxford, University Press.

    -, (1967), "Observaciones sobre la rama dorada de Frazer", ("BemerKugen ber Frazers The Golden Bough"), en: R. Rhees (ed.), Synthese, Oxford, No. 17.

    - , (1933), "Letter to the Editor", Mind, s. 1., No. 42. - , (1968), Cuadernos azul y marrn, prefacio de : Rush

    Rhees, traduccin de Francisco Garca, Madrid, Tecnos.

    El otro momento es el que transcurre entre 19353; 1951, y en el que se pueden referenciar las siguientes obras:

    WITTGENSTEIN, L., (1968), "Notes for Lectures on `Private Experience' and Sense Data", en: R. Rhees (ed.), The Philosophical Review, s.1., No. 77, pp. 271-320. ,

    -, (1956), "Observaciones sobre los fundamentos ,de la matemtica", en: G. H. von Wright, R. Rhees y G. E. M. Anscombe (eds.), Oxford, Basil Blackwell.

    - , (1988), "Lectures and Conversations on Aestetics, Psycology and Religius Belief" "Investigaciones filo-sficas" ("Philosophische Untersuchungen"), traduc-cin de Alfonso Garca Surez y Ulises Moulines, en: G. E. M. Anscombe y R. Rhees (eds.), Barcelona, Crtica.

    -, (1967), Zettel, en: G. E. M. Anscombe y G. II. von Wright (eds.), Oxford, Basil Blackwell.

    - , (1980), ltimas observaciones sobre los fundamentos de la psicologa, vol. I, Oxford, University Press.

    -, (1994), "Observaciones sobre los colores" ("Bemer-Kugen ber die farben"), traduccin de Alejandro Tomasini Bassols, en: G. E. M. Anscombe (ed.), Mxico, Paids, UNAM.

    - , (1997), "Sobre la certeza" ("On Certain"), traduccin de Joseph Llus Prados Raga, en: G. E. M. Anscorribe y G. H. von Wright (comps.), Barcelona, Gedisa.

    ibliografa de Wittgenstein consultada

    WITTGENSTEIN, L., (1972), Notes on Logic, traduccin de Josep Blasco y Alfonso Garca Surez, Barcelona, Teo-rema.

    - , (1972), Notebooks "Tagebcher", traduccin de jsep Blasco y Alfonso Garca Surez, Barcelona, Teore irna. (1972), Letters to Russell, traduccin de Josep Blco y Alfonso Garca Surez, Barcelona, Teorema.

    -, (1994), Tractatus Logico-philosophicus, traducciri de Jacobo Muoz e Isidoro Reguera, Barcelona, Alianza.

    -, (1957), "Tractatus Lgico-philosophicus", Revista de Occidente, traduccin de Tierno Galvn, Madrid.

    - , (1965), "Lecturas sobre tica", The Philosophical Review, No. 74, Oxford, Rhees Blackwell.

    - , (1965), Las observaciones filosficas, "Philoso-phislche BemerKugen (1930), en: R. Rhees, Oxford, B. Blackwell.

    - , (1969), "Gramtica Filosfica", ("Philosophische Grammatik"), en: R. Rhees y B. Blackwell (eds.), Oxford.

    - , (1968), Los cuadernos azul y marrn, prefacio de Rush Rhees, traduccin de Francisco Garca, Madrid, Tecnos.

    -, (1992), Lecciones y conversaciones sobre esttica, psico- loga y creencia religiosa, Barcelona, Paids.

    - , (1980), Remarks on the Philosophy of Psychology, vol. I, Oxford, University Press.

    -, (1953), Lectures and conversations on Aesthetics, Psycology and Religious Belief, en: R. Rhees y Y. Smythies (eds.), Oxford, B. Blackwell.`

    - , (1988), Las Investigaciones filosficas, "Philoso-phische Untersuchuungen", traduccin de A. G. Surez y U. Moulines, en: G. E. M. Anscombe y R. Rhees (eds.), Mxi-co D. E UNAM, Crtica.

    -, (1967), Zettel, en: G. E. M. Anscombe y G. H. von Wright (eds.), Oxford, B. Blackwell.

    - , (1987), ltimas observaciones sobre los fundamentos de la psicologa, traduccin de J. Sadaba, vol. I, Madrid, Tecnos.

    -, (1994), Observaciones sobre los colores, "Bemer-Kugen Ubre die Farben", traduccin de Alejandro Tomasini Bassols, en: G. E. M. Anscombe (ed.), Mxico, Paids, UNAM. (1997), Sobre la certeza, "On Certain", traduccin de Jo-seph Llus Prades Raga, en: G. E. M. Anscombe y G. H. von Wright (comps.), Barcelona, Gedisa.

    ibliografa complementaria

    ACERO, J. J., (1985), Filosofa y anlisis del lenguaje, Ma-drid, Cincel.

    AUSTIN, J. L., (1981), Cmo hacer cosas con palabras, Bar-celona, Paids.

    AYER, A. J., (1986), Wittgenstein, Madrid, Crtica. FANN, T. K., (1992), El concepto de filosofa en Wittgenstein,

    traduccin de Miguel A. Beltrn, Madrid, Tecnos. GUZMN, Danilo, (1983), La nocin de juego de lenguaje en

    la filosofa de Wittgenstein, Cali, Editorial Univalle, Praxis filosfica, Departamento de Filosofa Univalle.

    HARTNACK, J., (1972), Wittgenstein y la filosofa contempo- rnea, traduccin de J. Muoz, Barcelona, Ariel.

    HIPONA, Agustn, (1952), Confesiones, cap. I, libro VIII, Madrid, Aguilar.

    PERNER, Josef, (1994), Comprender la mente represen-tacional, Barcelona, Paids.

    SEARLE, J. R., (1994), Actos de habla, traduccin de Luis M. Valds V, Madrid, Tecnos.

    -, (1991), Una taxonoma de los actos ilocucionarios, en: L. M. Valds, Madrid, Tecnos.

    STENIUS, E., (1960), Wittgenstein 's Tractatus, Oxford, B. Blackwell.

    T. T. CHING, (1973), traduccin de Rudolf Bachofer, Barce-lona, Ariel.

    URMSON, J. O., (1978), El anlisis filosfico, Barcelona, Ariel.

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