GREDOS Y JERTE 2000 LOS PROTAGONISTAS
ANTONIO ORTEGA Ni cansancio ni fatiga mostraste a pesar de tu desentreno que no hubo puerto ni cordel que para tí fuera un freno derrochaste poderío y, en tu cara, expresión de contento
fuiestes el perfil exacto y el resumen perfecto de nuestro evento.
Con tu silueta de “chiclamina” y tu bici singular te recuerdo siempre siendo de los primeros
junto al Marcos y al Tovar que a este barba le sacabas de la milla un cuarto y en los postreros
Pero no te lo reprocho porque de baños fuimos compañeros
en la Garganta de San Gregorio y la de la Olla en la venta de Bohollos y en la ribera de Candeleda
y por si fuera poco tambien en las Cascadas del Diablo donde lo hiciestes en bolas y sin ropero
-al baño me refiero- que de tan bonito que era el retablo
nadie reparó en tu trasero
MARCOS BLANCO
Mal lo pasaste por la Ruta del Emperador cargando con las alforjas que tu dinero te costó
y por el cordel que en un quiebro el equilibrio te hizo perder.
Pero rodastes a placer por donde soplan los vientos
que puertos, prados y montañas salían a tu encuentro cuando en tu devengo de consumado bicicletero
siempre llegabas el primero.
Más nunca lo fuiestes en el comer que cuando tú saboreabas el chuletón
los demás hacíamos la digestión despues de tanto beber.
...Y no olvides que lo de Juez quedó en la Magistratura
porque en esta aventura a inspector Gachet fuistes degradado cuando a un cerezo sin su blancura
te sorprendimos encaramado.
PACO AVILA
No te enfades si te digo que fuiestes el mas pupa de la cuadrilla lesionado salistes y lisiado llegastes.
Lo primero por el tenis, lo segundo por una estùpida caida en la ribera del Tormes
que te dejó la mano herida y listo el uniforme
Pero... Paco, reconoce que no fué duro tu penar...
¿Es qué no recibistes el ciento por uno subiendo el Piornal?
¿Es qué no brillaban tus ojos cuando, sostenidos y embragados, vistes aquellos pechos rebosantes y aquellos muslos apretados
, en la pila del Arenal?
¿Es qué no te alegraste al escuchar la voz de la mujer amada cuando agotado y sin fuerzas te dijo.....¡estoy aprobada....!
¿Es qué no sentiste el agua refrescando tu cuerpo ?
¿es qué no escuchaste al viento silbar y al jilguero trinar?
¿Es que no apreciastes el susurro del agua en su torrentera..... ni el color de los prados.....
ni la umbría de la arboleda..... ni la soledad de los collados....?
FEDERICO DIAZ
Tesorero sin tesoro que guardar
que en “cá-la-gorda”, y en la del Heno, y en la del Arenal nos fundimos todo nuestro ahorrar
.Pero que nadie piense mal ni le dé al pico que sólo en comer y dormir
nos gastamos el dinero que guardaba Federico a quien bien le sentó la inversión
pues en “ca-la-gorda”, después de lo comido en FA sostenido
resolvió la digestión.
Mas no es lo tuyo el ser banquero sino el golpe de pedal y el rodar caminero.
Llegaste siempre hasta el final a tu ritmo pausado, silencioso y seguro nunca lento pero si maduro
que fué tu mayor virtud no llegar el último pero tampoco ser el primero.
PACO TOVAR
Alma, vida y corazon del grupo
cómplice perfecto de esta aventura porque, ponerle supo
sal, pique y pimienta a nuestra andadura.
Que no es solo cuestion de rodar esto de la ciclocultura
pues tal fué tu ingenio, tu arte y tu figura que hasta los caballos te guiñaban al pasar.
Y desde estos versos te digo que lo que dejastes al partir
tu trabajo y tu vivir bien que te lo agradece este amigo.
ANTONIO MEJIAS
Llegaste fuera de hora y descuadrando el par como el séptimo de caballería
pero fué tal tu gallardía que no sé que hubiera sido sin tu estar.
Oferta de servicio justo y preciso
fué la tuya pues en el momento conciso
estaba tu furgona haciendo de la suya.
Subiendo el puerto de Tornavacas hiciste una heroicidad que a todos nos sacaste cuarto y mitad
Mas reconoce que una espina te ha quedado hacer la ruta tal como nosotros la hemos rodado.
JOSE LUIS EL BARBA
Que fuí el liante y el mandón
no me cabe duda pero creedme que lo hice sin mala intencion
y de forma concienzuda.
A los planos me remito que no era yo quien se equivocaba
sino el caminito que no corría por donde yo pensaba.
Pero que mas dá si oimos el agua susurrar
y al jilguero trinar si subimos a las alturas
contemplamos sus neveros
rodamos por sus llanuras y nos bañamos en sus regueros.
Y que no se olvide compañeros
que despues de tanta bondad lo que queda en los postreros
es una buena amistad.
************************************************************** CRÓNICA
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Imaginemos la Casa del Heno siendo de silos para almacenar los granos, que fuese comprada toda la finca por un par bien matrimoniado
quien restaurando aquello con mucha idea y buenas manos la convirtiesen en lugar privilegiado.
Imaginemos el Lar al pié de la Sierra de Gredos donde la vista se eleva a lo alto y el agua corriendo en casada por la Garganta de Cuartos.
Imaginemos tambien aquel rincón de Losar envuelto en un inmenso robledal donde verdean los helechos, el fresno y la aliseda
que hacen el adviento de la sinfonía infinita del trino y del cantar Imaginemos, por último, que todo este conjuro es posible,
que no es una exageracion que existe y está siendo siempre
que los siete ya presentados pudimos asistir a tanta espectación
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Todo allí es sencillo y armonioso, sin estridencias y al natural, que mas que una posada, pareciese una casa de retiro espiritual.
La regenta Javier y su compañera argentina de quien no sé su nombre pero sí de su buenas manos para la cocina.
Exquisitos en la presencia, en el trato y en el plato. Les ayuda un personaje de rostro serio, algo siniestro y como salido de ultratumba
mal orientado por cierto, pues con buena voluntad a Jaraiz de la vera nos quiso mandar
cuando en la primera consulta cartográfica buscabamos como subir al Piornal
***************** Homenaje profundo el que nos dimos pues la ocasión bien lo merecía.
La mesa bien puesta, velas incluidas. Brindamos y rebrindamos cuantas veces se terció.
La comida en su justa medida que de todo se repitió y a los postres, tal fué la sacudida
que la bolsa, tras el primer escote, seca se quedó. Y aunque la cuenta nos cabreó
todo fué dado por bueno
en aquella primera noche que dormimos en la Casa del Heno.. *******************
De la Casa del Heno salimos, no muy temprano, que con tanto preparo y desayunar
se nos fueron las buenas intenciones de madrugar. Rodando por el camino fuimos hasta Losar de la Vera,
donde nos detuvimos, para ver el pueblo y comprar el pimentón convenido.
Hasta Jarandilla por la carretera general buscando el Palacio Carlos V y la ruta del susodicho Emperador.
Trabajo nos costó encontrarla que por no hacer caso de aquella buena mujer nos extraviamos por primera vez
-¡ por aquí....por allí...! -¡ barba, mamón.........
Por fin el punto de partida....... la Garganta de Jarandilla,
bonita por cierto y con baño apatecible aunque no fué allí nuestro primer chapuzón.
Muchas fueron las paradas de aquel día, unas por la foto otras porque a Marcos se le caian las alforjas con tanto alboroto..
pero la mas auténtica de este jolgorio fué la que hicimos en la garganta de San Gregorio
Situémosla entre Aldeanueva y Cuacos de Yuste
en un rincón singular donde corre el agua en tan fuerte torrentera que a decir por los vestigios, la piedra de un molino moviera.
La recuerdo umbría, selvática e impenetrada por el sol envuelta en una esplendora aliseda que, haciendo de crisol
ofrecía luz y el color en su justa proporción. El agua caía en cascada, no de mucho desnivel,
haciendo en cada vuelco una suculenta poza que reclamaba nuestra inmersión.
No era posible resistirse a tanta sensualidad y belleza Así que, Antonio, Paco Avila y un servidor
nos desrropamos y nos tiramos de cabeza Los demas miraban nuestro baño entre vaciles y celos
contemplado nuestro goce con cara de lelos.
¡Compañeros de baño....... convendreis conmigo....! que el baño así tomado, en este rincón y al natural
es como volver al seno maternal que no es ninguna exageración lo que digo
pues no en vano la primera semilla de nuestro ser en el agua comenzó a crecer. ************************
Llegamos a Cuacos de Yuste donde Antonio nos esperaba aunque mas bien desesperaba
porque le dijimos que dos horas tardariamos cuando lo hicimos en cuatro. Calentito estaba cuando nos encontró no sé si de tanto subir y bajar al Monasterio
o de esperar nuestra llegada para el refrigerio
- ¡Ea, Antonio, no subas mas que vamos a comer...
Morcilla, unos tomates y tasajo fué nuestra provisión que compramos en la carnicería de casa “juanon”
y para refrescar los gaznates unas cervecitas bien fresquitas. A la salud de Carlos V, al pie de su Monasterio y en compañía de un mastin
nos dimos aquel homenaje en tono de festín que aquí terminó la ruta del afamado Emperador.
Cuatro horas tardamos para hacer DOCE kilómetros
o sea, TRES Kms/hora fué la media y por delante, hasta nuestro destino, mas de SESENTA nos quedaban
para llegar a Tornavacas.
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Para pasar de la Vera al Valle del Jerte hay que salvar la Sierra de Tornantos. Nosotros lo hicimos por el Piornal a 1.200 mts de altitud.
Iniciamos el ascenso desde Garganta de la Olla un bonito pueblo en el que nos dimos un maravilloso baño y nos provisionamos bien de cerezas
que pudimos sociliazar de un árbol
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