Proyecto de Colaboración
Universidad de la Frontera – Universidad de
Québec en Outaouais
PJDA
Proyecto de Atención a Jóvenes con Dificultades de Adaptación de
La Araucanía
Informe final de la Colaboración con el proyecto
Pasos en la Calle como proyecto piloto
Redactado por Brigitte Demers, Psicoeducadora y agente de proyecto
PJDA.
Enero 2007
2
Introducción
Son numerosos, son más de 100 millones en el planeta (Morrison, 2000) Están
en todas partes en el Norte como en el Sur. La situación de los niños de la calle ha
emergido en la conciencia pública en forma abrupta en el transcurso de los años 80 y
apareció como un fenómeno mundial resultante de la industrialización, la urbanización
y la globalización del mundo (Beyene y Berhane, 1997; Butler y Rizzini, 2001; Lusk.
1989; Salazar, 2004). Muchos autores, operadores sociales con experiencia, sociólogos,
psicólogos, antropólogos, investigadores, y otros, han abordado el tema de los jóvenes
de la calle tratando de integrarlos en la sociedad, buscando formas de abordar el tema y
describiendo sus características socioeconómicas y sus condiciones de vida.(Dybiez,
2006). Sin embargo, la eficacia de los modelos y estrategias de intervención psicosocial
utilizadas por los equipos de trabajo de la calle ha sido poco documentada.
Ahora bien, el modelo de intervención, desarrollado en Quebec desde los
años 50, ha sido cada vez más reconocido e investigado por su eficacia para intervenir
con diversas clientelas (niños, adolescentes, adultos, etc.) con dificultades de
adaptación social, en los medios escolares, hospitalarios, centros juveniles y otros
(Renou, 2005) Sin embargo, hasta ahora, ha sido poco aplicado en los equipos de
trabajo de la calle fuera de Quebec. Es por tal motivo que la psicoeducación apareció
como una perspectiva interesante de experimentar en el trabajo de la calle y en el
extranjero.
Según Gómez da Costa (1998), muchos operadores sociales en Chile,
cometen un error al no considerar a los jóvenes de la calle como sujetos con derechos,
habilitados para participar en la resolución de sus problemas. Además, Pérez García
(2003) estima que el personal no tiene formación y no comprende claramente cuales son
los mejores objetivos de intervenciones educativas y psicosociales. Además necesitan
más tiempo para entender la complejidad del problema, igualmente que para planificar
las intervenciones coordinados con el conjunto de la red privada / pública. El señor
Gómez da Costa, de la UNICEF estima que la metodología utilizada en Chile por los
organismos gubernamentales en el capítulo de la intervención con los jóvenes de la calle
es responsable del bajo porcentaje de éxito registrado en la gran mayoría de los
proyectos. Siempre según Gómez da Costa, las estructuras de trabajo arcaicos y su
aplicación errónea hacen que los esfuerzos económicos y humanos sean vanos
(Rodríguez Amengual, 2003). De esta manera, se impone un cambio radical en el
enfoque metodológico.
Por otra parte, el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes
(CONACE), instancia gubernamental destinada a prevenir la venta y el consumo de
drogas en la población en general) ha considerado el trabajo con los jóvenes de la calle
como una prioridad, reconociendo, para ello, la necesidad de contar con un modelo de
intervención que guíe y estructure la intervención. Es por esta razón que en 2003, ha
puesto prioridad a 5 proyectos pilotos de intervención con los jóvenes de la calle en 5
regiones diferentes del país y entre ellas la capital de la región de La Araucanía,
Temuco. Por su parte, la Universidad de Quebec en Outaouais (UQO) se ha asociado
con la Universidad de La Frontera en Temuco, a través del Proyecto para los Jóvenes en
3
Dificultades de la Araucanía (PJDA1), con el propósito de mejorar la oferta de servicios
para los jóvenes en dificultad de adaptación. El equipo PJDA ha considerado dos
estrategias para alcanzar este objetivo: a) la creación de una formación técnica en
psicoeducación para el personal en terreno; y b) el reforzamiento de las capacidades de
los organismos para elaborar, implementar y evaluar los programas de intervención
utilizando como pauta de reflexión el modelo de intervención psicoeducativo
desarrollado por Gilles Gendreau (1978) en Quebec2. Es así como se ha desarrollado la
colaboración entre los equipos de PJDA y el CONACE con el fin de intentar responder,
a través de la experiencia piloto presentada en este informe, a las necesidades de los
jóvenes de la calle y particularmente a las de los operadores sociales que trabajan
directamente en la calle junto a ellos.
Este informe está dividido en tres capítulos. El primer capítulo tratará
sobre la colaboración con el equipo que actuó como primer proyecto piloto, es decir el
proyecto “Pasos en la Calle” (PEC). Luego, en el segundo capítulo, serán presentadas
las actividades. Finalmente, el tercer capítulo tratará de la evaluación post-situacional de
la implementación piloto de la psicoeducación como modelo de intervención en el seno
de un equipo de operadores (ras) sociales que trabajan con jóvenes de la calle.
Capítulo 1: El proyecto de colaboración con “Pasos en la Calle”
El equipo UFRO, estimó que la psicoeducación era una vía camino pertinente
para la formación de los educadores y el desarrollo de programas. Por medio de sus
operaciones profesionales, sus esquemas relacionales y su estructura de conjunto de los
diez componentes, el modelo psicoeducativo ofrece valiosas señales de rigurosidad
profesional a los educadores y educadoras que tienen poca formación y que trabajan en
un contexto (la calle) en donde escasean las indicaciones y las estructuras. La
intervención a partir del enfoque psicoeducativo ha sido establecido por dos fuentes en
Brasil, es decir la “Casa Travessia” ( Desrochers, 2000) y la “Casa Abrigo” (Rezende
Bazon, 2002). Sin embargo, no habían sido experimentadas aún en el contexto de
trabajo de la calle en Chile. Así se ha implementado la fórmula de un proyecto piloto, es
decir aquel en el que un equipo de intervención aceptaba probar y abrir caminos a la
experimentación del modelo de intervención psicoeducativo. Para llevar a cabo esto, ha
sido seleccionado el programa “Pasos en la Calle” (PEC) que trabaja con niños de la
calle en Temuco, Chile,.
Criterios de selección del proyecto piloto “Pasos en la Calle”
Considerando que:
1 PJDA: Desde 2003, un equipo de investigadores de la Universidad de Quebec en Outaouais, dirigido por
el señor Jacques Dionne, en colaboración con un equipo de investigadores de la Universidad de la
Frontera, dirigido por la señora Beatriz Vizcarra, trabajan conjuntamente en el marco de un proyecto para
los jóvenes en dificultades de La Araucanía (PJDA), en Chile. Este proyecto apunta a mejorar las
condiciones de vida de los niños y adolescentes en riesgo de presentar dificultades de adaptación social
vía el mejoramiento de las capacidades de intervención de los educadores y educadoras en terreno 2 Para conocer más el modelo psicoeducativo, se puede consultar a Gendreau (2001). “Jeunes en
dificultes et intervention psycoeducative”; y Renou, M (2005). « Psycoeducation: une conception, une
méthode ».
4
El organismo PEC había sido creado recientemente y estaba a la búsqueda de un
modelo de intervención para ir en ayuda de los jóvenes de la calle;
El programa PEC constituía uno de los cinco proyectos pilotos a nivel nacional
supervisados y subvencionados por CONACE nacional, que presentaban un
interesante potencial de comparación y repercusión con las otras regiones del
país;
Un miembro del equipo PJDA y futuro agente de proyecto chileno del PJDA
trabajaba allí a medio - tiempo;
Los profesores (ras) involucrados conjuntamente (UFRO-UQO) en el PJDA
decidieron asociarse a CONACE nacional y regional y la Municipalidad de Temuco
para participar en el proyecto piloto “Pasos en la Calle”, destinado a prevenir el
consumo de estupefacientes y la exclusión social en los jóvenes de la calle, con el fin de
hacer igualmente el primer proyecto piloto de investigación-acción participativa en la
implementación chilena del modelo de intervención psicoeducativo.
Objetivos de la colaboración PJDA- PEC
La experiencia piloto tenía por objeto implementar el enfoque psicoeducativo
como modelo de intervención en el seno de un equipo que trabajara con jóvenes de la
calle en Temuco3. La hipótesis de base de esta experiencia era que, por su intervención
estructurada a partir de la “vivencia compartida”, el enfoque psicoeducativo aumentaría
el sentimiento de eficacia de los operadores sociales y mejoraría la calidad de sus
intervenciones con los jóvenes. Esta experiencia debía permitir iniciar una reflexión en
dos niveles: primero, reflexionar sobre la validez y la “exportabilidad” intercultural del
modelo quebequense de intervención, es decir la Psicoeducación, y segundo, reflexionar
sobre la pertinencia de la Psicoeducación como modelo de intervención psicosocial por
los equipos de trabajo en la calle.
En cuanto al programa “Pasos en la Calle” (PEC) que asociaba al CONACE y la
Municipalidad de Temuco, apuntaba a diseñar, implementar, evaluar y publicar un
programa de intervención psicosocial para niños y adolescentes de la calle con
exclusión social efectuado en la Municipalidad de Temuco.(Pasos en la Calle, 2003a ).
Así, los objetivos sostenidos para la colaboración entre el equipo de
investigadores (ras) y el equipo de terreno PEC se sitúan en la intersección de los
objetivos perseguidos por estos dos grupos y que se leen así:
1. Formar al equipo PEC en el modelo de intervención psicoeducativa;
2. Discutir y realizar las adaptaciones requeridas para la realidad chilena a fin de
establecer el marco de referencia teórico y práctico para el trabajo del equipo
PEC junto a su clientela;
3. Elaborar e implementar un programa de intervención que utilizara el modelo
psicoeducativo en las prácticas del programa PEC;
4. Realizar una evaluación de implementación e impacto;
5. Publicar los resultados
3 Temuco es la capital de La Araucanía, novena región de Chile, situada a 675 Km. al sur de Santiago, la
capital de la República. La población de Temuco en el 2002 era de 260.000 mil habitantes.
5
Desarrollo teórico y empírico utilizada
Considerando el aspecto exploratorio (piloto) de esta experiencia y considerando
que el equipo de terreno PEC y el equipo de investigación PJDA, nunca habían
trabajado juntos antes y considerando que el modelo de intervención psicoeducativo era
totalmente nuevo para los miembros del equipo en terreno PEC, resultó imposible
utilizar un protocolo de investigación experimental o cuasi- experimental puesto que
todo fue crear, construir, inventar. Por las mismas razones, fue también imposible
aplicar un método de evaluación de implementación según el método científico. Así,
desde la partida, el proyecto piloto ha sido pensado en términos de investigación -
acción participativa.
La investigación-acción participativa puede ser definida como una actividad
integrada que combina la reflexión con la experiencia (gestión del práctico reflexivo,
Saint-Arnaud, 1992), la investigación social, el trabajo educativo y la acción (Hall,
1981). Este enfoque es definido como un proceso en el que los actores sociales no son
considerados simples objetos pasivos de investigación, sino que actúan como sujetos
que conducen una investigación en colaboración con el equipo de investigación
profesional. Se caracteriza por su estilo democrático para definir los problemas, elaborar
el plan de investigación, recolectar los datos, interpretar y analizar los resultados. Es
educativa porque participar allí significa adquirir conocimientos según el objetivo de
investigación. En resumen, es activa porque conlleva acciones concretas en el medio
natural de los sujetos - actores. Su fin último es la transformación de la realidad social y
la promoción del desarrollo comunitario.
La metodología específica de investigación - acción participativa se divide en
seis etapas:1) identificar el problema, 2) recibir la formación requerida sobre el
problema, 3) planificar las acciones a emprender, 4) realizar estas ultimas, 5) observar y
evaluar los resultados para finalmente 6) emitir recomendaciones para la realización de
un segundo ciclo.
Recolección de datos
Antes de comenzar la formación del equipo PEC en el modelo de intervención
psicoeducativo se evaluaron las necesidades de formación. El método de recolección de
datos utilizado ha sido el del cuestionario propio del modelo de la Psicoeducación, es
decir, a partir de los diez componentes propuestos por Gendreau (1978). Las respuestas
a las preguntas han sido analizadas cualitativamente (ver Apéndice A).
El método de recolección de datos utilizado para la evaluación del proceso de
formación y la respuesta a las necesidades de formación del equipo PEC es de tipo
fenomenológico. Según el Diccionario Petit Robert, se trata de un método filosófico
que se propone, por la descripción de las cosas mismas, fuera de toda construcción
conceptual, descubrir las estructuras trascendentes de la conciencia y la esencia. Es así,
que con la ayuda de cuaderno de campo, cada acción realizada se registra, con la fecha,
los resultados obtenidos y las observaciones realizadas en el terreno, seguida de algunos
comentarios sacados de una reflexión post-situacional. Por otra parte, se construyó un
segundo cuestionario, igualmente basado a partir de los diez componentes del trompo de
6
Gendreau (1978), que ha sido completado a mitad del proceso por los miembros del
equipo PEC, a modo de evaluación del proceso de implementación.
Finalmente, se realizó la evaluación de los resultados de la experiencia piloto
sobre la integración de los aprendizajes de los miembros del equipo PEC en su práctica
con la ayuda de entrevistas semi-estructuradas y visitas de acompañamiento en terreno.
Capítulo 2: Descripción de las principales actividades realizadas4
Establecimiento y firma de acuerdo de colaboración
Las negociaciones comenzaron en septiembre del 2003 con los dirigentes del
programa PEC, es decir el CONACE regional y la Municipalidad de Temuco, con el fin
de establecer un acuerdo que determinara las responsabilidades de cada uno y las
condiciones de colaboración. Las condiciones de colaboración del equipo PJDA
consistían: a) inscripción y participación de al menos dos educadores del organismo en
la formación Técnica Superior en Psicoeducación con el fin de facilitar la incorporación
del método psicoeducativo al equipo PEC; y b) la participación de la coordinadora del
programa PEC en la mesa de concertación juvenil dirigida por el equipo PJDA. Por
diversas razones políticas, la firma de este acuerdo de colaboración se postergó hasta
fines de la colaboración. No obstante, a pesar de que ningún acuerdo se firmó,
igualmente las operaciones se iniciaron en noviembre del 2003.
Evaluación de las necesidades de formación del equipo PEC
Las necesidades de formación del equipo PEC han sido evaluadas a partir de la
observación realizado por la agente de proyecto señora Brigitte Demers. Además ella y
su colega Gonzalo Bustamante realizaron el análisis cualitativo de las respuestas de los
miembros del equipo PEC con un cuestionario de evaluación de sus fortalezas y
necesidades de formación en intervención psicosocial, elaborado a partir de los 10
componentes del trompo de Gendreau (1978) y respondido por ellos en noviembre del
2003. En el momento de estas evaluaciones, resultó que los miembros del equipo PEC
ya efectuaban de manera intuitiva y no sistemática la mayoría de las siguientes ocho
operaciones profesionales psicoeducativas: la observación, la evaluación, la
planificación, la organización, la animación , la “utilización” educativa de la vivencia
compartida, la evaluación post-situacional y la comunicación. Las operaciones
profesionales que han surgido y que necesitaban mayor profundización eran la
evaluación pre y post- situacional, la planificación y la “utilización” educativa de la
vivencia compartida. Estos resultados han sido discutidos con el equipo en marzo del
2004 quienes reconocían algunos y negaban otros. Se acordó por parte del equipo
PJDA, representado por la agente de proyecto, y el equipo PEC, comenzar a trabajar a
partir de las necesidades “reconocidas” por el equipo, es decir la formación en el
modelo de intervención psicoeducativa y la elaboración de guías para el saber - ser en la
intervención.
4 En la tabla 1, se encontrará el resumen de las actividades realizadas
7
Tabla 1
Actividades realizadas en cada etapa de la experimentación piloto del modelo de intervención psicoeducativa
Etapas de
Investigación-acción
participativa
Registro Actividades Realizadas
An
tes
de
la
cola
loo
raci
ón
1. Identificación del problema
Septiembre 2003 1. Negociaciones en vista de la firma de acuerdo de colaboración
Feb-Marzo 2004 2. Inmersión de la agente de proyecto
Marzo 2004 3. Evaluación y análisis cualitativo de las necesidades de formación del equipo PEC
Du
rante
la
cola
bo
raci
ón
2. Formación Marzo – agosto 2004 4. Formación del equipo PEC en los conceptos básicos del modelo de intervención psicoeducativa
3. Planificación
de la acción
Marzo 2004;
Agosto 2004
Marzo 2005
5. Primera planificación de la acción a continuación del análisis de necesidades ,
Segunda planificación a continuación en la formación ,
Tercera planificación a continuación en la evaluación intermedio.
4. Realización de los planes de
acción
septiembre 2004 – enero 2005
Experimentación del modelo de intervención psicoeducativa en las prácticas del programa PEC :
6. Elaboración de un código de deontología para el programa PEC sobre la base de esquemas relacionales
7. Acompañamiento de un operador social en terreno
Marzo – junio 2005 8. Elaboración y experimentación de la pauta de evaluación del PAD
9. Elaboración y experimentación de la pauta de planificación del PEX a partir de los 10 componentes de Gendreau (1978)
10. Formación de la díada psicosocial en la supervisión a partir de los esquemas relacionales y las operaciones
profesionales
11. Inicio de la elaboración de los componentes de un programa de intervención psicosocial
Des
pu
és d
e la
cola
bo
raci
ón 5. Evaluación
Julio- agosto 2005 12. Evaluación del proceso de formación y de la integración de los aprendizajes en la práctica
Agosto 2005 Fin de la colaboración formal
6. Recomendacio
nes
Enero – agosto 2006
Marzo 2007
13. Análisis post-situacional de la experimentación, redacción del informe y recomendaciones
14. Presentación oficial del informe en las instancias de decisión
9
Formación del equipo PEC en los conceptos básicos del modelo de intervención
psicoeducativa
Los miembros del equipo PEC recibieron una formación teórica sobre el modelo
psicoeducativo, a razón de una reunión semanal de media a una hora entre marzo y
agosto del 2004. Esta formación entregada por la agente de proyecto, señora Demers,
comprendía exposiciones acompañadas de transparencias electrónicas, de discusiones
acerca de las lecturas dirigidas y de ejercicios prácticos a fin de permitir a los
participantes adquirir una visión de conjunto del modelo de intervención
psicoeducativa. Los diferentes componentes en los que han sido formados los miembros
del equipo son : la historia quebequense de la Psicoeducación, su filosofía y sus
fundamentos, los seis esquemas relacionales, las ocho operaciones profesionales, la
evaluación del potencial de adaptación (PAD), la evaluación del potencial experiencial
(PEX), la planificación de objetivos de acuerdo al tema y actividades a partir de los 10
componentes del trompo de Gendreau en función del PAD evaluado, y finalmente la de
los miembros del equipo PEC Se completó la formación teórica en el modelo de
intervención psicoeducativa equivalente al curso de Introducción a la Psicoeducación de
la carerra de Técnico Superior en Psicoeducación. Hay que señalar que muchos otros
contenidos importantes comprendidos en la formación Técnica Superior en
Psicoeducación (entre otros, las etapas y necesidades del desarrollo según la edad) se
requieren para una aplicación adecuada del modelo de intervención enseñado y que se
busca adquirir.
Planificación de las acciones a emprender
Una primera planificación se realizó luego del análisis de las necesidades de
formación y la transmisión al equipo PEC de los resultados de dicho análisis. Este
primer plan de acción fue elaborado por la agente de proyecto teniendo en cuenta las
necesidades de formación “reconocidos” y las expectativas previstas en el marco de
referencia del PJDA. Ello permitió orientar los contenidos de la formación teórica y
emprender una reflexión acerca de las señales éticas.
Una segunda planificación informal de la acción se realizó en agosto de 2004
con los miembros del equipo después que lo esencial de la formación en los conceptos
básicos del modelo de intervención psicoeducativa fuera dado. Esta segunda
planificación dio lugar al acompañamiento de las educadoras y educadores en el
seguimiento de un joven en terreno.
En resumen, una última planificación, esta vez muy formal e intensa, se realizó
con todos los miembros del equipo PEC luego de la evaluación intermedia, a partir del
modelo de los 10 componentes de Gendreau (1978), un año después del inicio de las
operaciones, es decir en marzo del 2005 Luego de esta última planificación (ver
Apéndice B), los miembros del equipo convinieron continuar el aprendizaje de la
Psicoeducación de tres maneras. Primero, mediante la implementación del modelo en
las prácticas del programa PEC, a través de la incorporación de pautas, construidas por
la agente de proyecto y operacionalizando los conceptos básicos propuestos por el
enfoque psicoeducativo, es decir el potencial de adaptación del sujeto (PAD) y el
potencial experiencial de una actividad (PEX). Segundo, se acordó formar a los
11
profesionales del equipo (psicólogos y trabajadores sociales) de modo que ellos puedan
supervisar a las educadoras y educadores a partir del modelo psicoeducativo, y más
específicamente a partir de los esquemas relacionales y operaciones profesionales.
Tercero, los miembros del equipo PEC han convenido iniciar la elaboración de un
programa de intervención psicoeducativa, el objetivo final es la elaboración y
publicación de un manual de procedimientos que guiaría las intervenciones de todos los
miembros del equipo.
Elaboración de un código de deontología
En la formación sobre los seis esquemas relacionales que son: la consideración,
la seguridad, la confianza, la disponibilidad, la congruencia y la empatía, los miembros
del equipo PEC iniciaron una reflexión sobre la importancia del saber-ser en el
establecimiento de una relación significativa. Es así que las reuniones bimensuales de
abril a julio del 2004, con una duración de cuatro horas se dedicaron a discusiones de
orden ético. El objetivo perseguido era establecer una línea de conducta uniforme,
incorporada por todos los miembros del equipo a través de la elaboración y la firma de
un código de deontología para el programa PEC. Para hacer esto, se elaboró un
documento inicial a partir de tres códigos de deontología: el Código de Deontología de
los miembros de la orden de los consejeros y consejeras de orientación y los
psicoeducadores y psicoeducadoras de Quebec; el Código de ética del organismo “Le
Bunker” en Montreal (documento de trabajo interno); y el Código de ética del ATTrueQ
(Association des travailleurs et travailleuse de rue du Quebec; Fontaine y Richard,
1997). Cada miembro del equipo debía leer el documento inicial individualmente,
reflexionar, y poner un color al lado de cada enunciado: verde significaba muy de
acuerdo, amarillo, más o menos de acuerdo, y rojo, en desacuerdo. Luego, cada item era
retomado en grupo para lograr un consenso en cuanto a su pertinencia para la práctica
de intervención en la calle en Temuco. Es así como el equipo PEC acompañado por la
agente de proyecto han reflexionado y elaborado un código de deontología (ver
Apéndice C) para el trabajo con los jóvenes de la calle, llegando el único organismo en
Temuco en tener uno.
Acompañamiento de las educadoras y educadores para el seguimiento de un joven en
terreno.
En el transcurso de la formación sobre el modelo psicoeducativo, los miembros
del equipo PEC sentían la necesidad de observar un ejemplo concreto de la
Psicoeducación en acción, en un proceso de comienzo a fin, es decir de la observación
a la evaluación post-situacional. Por lo tanto para responder a esta necesidad hubo un
acompañamiento por la formadora y agente de proyecto de un operador social en
terreno de septiembre del 2004 a enero del 2005. El proceso de intervención
emprendido implicaba una reunión semanal de evaluación/ planificación de la
intervención con el educador y tres reuniones por semana con el joven que incluía
momentos de la calle, visitas a la familia y actividades grupales e individuales. La
aplicación de esta modalidad de formación no pudo ser llevada a término por tres
razones. La primera, la agente de proyecto debió ausentarse durante cinco semanas por
su viaje a Canadá. Segundo, a su retorno a Chile, los operadores sociales habían perdido
el contacto con el joven quien había abandonado la ciudad. Finalmente, cuando el joven
estuvo de vuelta en Temuco, el operador social que le seguía había cambiado de
12
empleo. Sin embargo, esta experiencia tuvo un efecto positivo en la movilización de los
miembros del equipo PEC que habían observado en poco tiempo un mejoramiento del
rigor profesional en el educador acompañado. Más específicamente, a través de sus
registros, ellos notaron un mejoramiento en su capacidad para planificar, realizar y
consignar las intervenciones ajustadas al PAD del joven.
Elaboración y experimentación de una pauta de evaluación del potencial de
adaptación de los jóvenes
Considerando la importancia de abordar a los jóvenes en la globalidad de
su ser, con sus múltiples facetas y sobre todo sus fortalezas, se creo el “padcito” (el
pequeño PAD, [ver Apéndice D, p. 120]). Este permitió a los miembros del equipo
PEC, aprender a reflexionar, después de cada encuentro en terreno, respecto de las
fortalezas, intereses, vulnerabilidades y necesidades urgentes o prioridades del o de los
jóvenes; esto con el fin de orientar la próxima intervención. El equipo PEC, ha sido
también re- sensibilizado en las necesidades fundamentales a considerar en el plano
afectivo, cognitivo, social, familiar, etc. Así, en una segunda oportunidad, con el fin de
ayudar a los operadores sociales a efectuar una evaluación rigurosa del potencial de
adaptación (PAD) de los jóvenes y de sus necesidades prioritarias, se creo una segunda
pauta, que sirviera de ayuda - memoria y guía para la observación directa y la
recolección de datos clínicos (ver Apéndice C, (Demers, 2006). Estas pautas, elaboradas
por la agente de proyecto en conjunto con el equipo PEC, fueron impresas y las copias
insertados en cada expediente de los jóvenes. Sin embargo, el “padcito” ha sido
cumplido sólo ocasionalmente por los educadores. En cuanto, a la pauta de evaluación
del PAD, ella había sido enteramente completada en un solo caso al momento de la
colaboración, y parcialmente completada solamente por algunos de los jóvenes vistos
por el equipo PEC. Según los profesionales que la utilizan, el instrumento es muy
exhaustivo y por consecuencia muy largo para completar. Quedan por realizar
adaptaciones y revisiones
Elaboración y experimentación de una pauta de evaluación del potencial experiencial y
planificación de actividades a partir de los 10 componentes de Gendreau (1978)
Los miembros del equipo PEC recibieron una formación sobre los 10
componentes del trompo de Gendreau seguido de un ejercicio práctico en donde debían
referirse allí para evaluar la actividad “Mi día libre”. La complejidad de la tarea mostró
la necesidad de elaborar una pauta que sirviera de ayuda memoria (Ver pauta utilizada
en Apéndice A). El rigor en la planificación y la evaluación aportado por la pauta de los
10 componentes del trompo de Gendreau (1978) ha sido difícil de desarrollar puesto que
las actividades que realiza el programa PEC son escasas y por consecuencia, las
educadoras y educadores tenían pocas ocasiones de utilizarla. Esta pauta ha servido
igualmente de apoyo para la reflexión sobre sus intervenciones.
Formación de los (las) profesionales en la supervisión a partir de los esquemas
relacionales y operaciones profesionales
13
No es suficiente conocer teóricamente el modelo psicoeducativo para que sea
puesto en práctica. En el fragor de la acción, en el terreno, no es fácil verse y reflexionar
sobre su acción. Para responder tanto a las necesidades de los educadores como a las de
los profesionales es que surgió la idea de formar a estos últimos en la supervisión a
partir de los esquemas relacionales y las operaciones profesionales. El objetivo de esta
actividad era dar a la díada psicosocial las indicaciones y los ejemplos para acompañar
a los educadores en su reflexión sobre sus intervenciones. Para hacer esto, se realizaron
seis reuniones de una hora y media con los profesionales en las cuales se revisaron sus
esquemas relacionales y las operaciones profesionales. Para este efecto, se utilizó el
artículo de Dionne (1991) sobre la supervisión centrada en las operaciones
profesionales. Finalmente, esta modalidad ha permitido a los profesionales ver como la
supervisión5podía hacerse de manera no amenazante para los educadores. Se completó
la formación de los profesionales en la supervisión de los esquemas relacionales y las
operaciones profesionales.
Al mismo tiempo que los profesionales recibían formación, en un espacio de
tiempo diferente los educadores eran supervisados por la formadora. Las reuniones de
acompañamiento y reflexión semanal de hora y media se realizaron con las educadoras
y educadores de la calle y apuntaban a recoger la vivencia compartida en la calle, sus
dificultades, y apoyarlos en la aplicación concreta de sus aprendizajes en su práctica
cotidiana. También en reuniones individuales, se ofrecía la posibilidad de
acompañamiento en terreno de acuerdo a la necesidad. Los educadores han apreciado
enormemente estos momentos privilegiados en donde sus preocupaciones eran tomadas
en cuenta. Sin embargo, la estructura organizacional del programa PEC no permitió
hacer efectiva la supervisión de los educadores por los profesionales en razón de la
rotación del personal: uno de los profesionales formados ha dejado el programa PEC
por motivos personales y lo mismo ocurrió con tres de los cuatro educadores que
habían recibido la formación inicial sobre los principios básicos del modelo
psicoeducativo.
La colaboración formal con el programa PEC llegó a fin en agosto del 2005. Con
el propósito de evaluar el proceso de formación del equipo PEC y la integración de sus
aprendizajes en la práctica tuvieron lugar reuniones esporádicas de seguimiento del
proyecto piloto entre el equipo PJDA y la coordinadora del PEC Además se efectuó una
evaluación final por parte de tres estudiantes del departamento de Psicología de la
UFRO entre los meses de julio y agosto del 2005 a través de entrevistas semi-dirigidas
y acompañamientos en terreno a cada miembro del equipo PEC. Finalmente, se ha
efectuado un análisis post-situacional por la agente de proyecto, señora Demers, luego
de su retorno de Quebec. Los resultados de estas evaluaciones se presentan en el
siguiente capítulo.
Tal como ha sido posible constatar en este capítulo, el equipo PEC, ha sido
formado en los principios de base del enfoque psicoeducativo, se han construido
instrumentos y se ha experimentado con el fin de facilitar la aplicación del modelo en
las prácticas. Los profesionales han recibido una formación en el modelo de
supervisión a partir de los esquemas relacionales y operaciones profesionales, y se han
realizado evaluaciones de los resultados de la experiencia y del proceso de formación.
Sin embargo, la elaboración y la implementación de un programa de intervención junto
5 Es preciso saber que en Chile la palabra supervisión y todo lo que ella implica está asociada a un
informe jerárquico que puede conducir a un despido
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a jóvenes de la calle, solicitada a por el equipo, y la evaluación de la pertinencia del
modelo psicoeducativo en este contexto de intervención eran objetivos muy ambiciosos,
teniendo en cuenta las realidades del terreno, y no se han logrado. La gran mayoría de
estas realizaciones permanecen aún en un estado inicial y requerirán muchos esfuerzos y
movilización por parte del equipo PEC en vista a una mejor integración. Sin embargo,
esta experiencia piloto, de una duración de dos años, ha permitido desplegar esfuerzos
significativos para la integración del enfoque psicoeducativo en los programas de
intervención de la región de la Araucanía en Chile.
CAPITÚLO 3: Análisis post- situacional de la experiencia piloto junto a los
operadores sociales que trabajan con jóvenes de la calle.
En toda experiencia y más aún en una experiencia piloto de tipo
fenomenológico de esta duración, no basta describir una serie de acciones. Una relectura
posterior con la distancia de los acontecimientos se impone para comprender y retener
los aprendizajes que puede aportar tal experiencia. En esta sección, se abordaran:1) los
resultados producidos por la experiencia sobre la integración de los aprendizajes de los (
las ) operadores( ras) sociales del equipo PEC, 2) el análisis de las dificultades
encontradas en el proceso de formación, 3) el análisis de los efectos de la experiencia
piloto en el terreno y sus prácticas lo mismo que 4) algunas recomendaciones para la
reproducción de experiencias similares en un país extranjero.
Evaluación de los resultados de la experiencia sobre la integración de los aprendizajes
de los miembros del equipo PEC en su práctica
La evaluación post-situacional de los resultados de la experiencia sobre la
integración de los aprendizajes del equipo PEC en su práctica se realizó luego de una
reflexión crítica a partir de notas fenomenológicas recogidas a lo largo de la
experiencia; el análisis cualitativo del contenido de la evaluación intermedia; las visitas
en terreno y el análisis cualitativo de las entrevistas finales. Tres tipos de errores son
posibles: el error positivo significa que las expectativas han sido sobrepasadas, el error
neutro representa la ausencia de error ya sea en el logro de los objetivos tal como se
esperaba, y el error negativo indica que los resultados observados son inferiores a las
expectativas iniciales.
En forma general y según nuestras observaciones así como las informaciones
recogidas por nuestros compañeros, existe un error neutro entre el objetivo y el nivel de
conocimiento y comprensión del modelo psicoeducativo observado en los miembros del
equipo PEC. En efecto, es posible afirmar que al menos uno de los miembros PEC
podría explicar en parte la lógica interna del enfoque psicoeducativo y sus principales
elementos del modelo descrito por un tercero. Los errores de comprensión conceptual
han sido observados en las educadoras y educadores y el capital de formación se diluyó
en el camino en razón de la rotación del personal. Estas dificultades de comprensión del
modelo psicoeducativo, y particularmente de la intervención a partir de la vivencia
compartida, pueden explicarse por el hecho de que éste está conceptualmente muy lejos
de lo que se conoce en la cultura de intervención diádica utilizada en Chile.
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Si uno se detiene más específicamente en la comprensión y la incorporación en
la práctica de los principales componentes del modelo psicoeducativo, notamos que
algunos aspectos están mejor adquiridos que otros. Primeramente, los resultados
obtenidos en la incorporación de los esquemas relacionales se sitúan más allá de
nuestras expectativas. Podemos entonces, hablar de un error positivo. Los operadores
sociales han tomado conciencia de la importancia y dificultad del saber - ser en los
contextos límites de la calle en donde ellos se encuentran constantemente. Además, se
han movilizado para reflexionar y construir, con la ayuda de la agente de proyecto, un
código de deontología que aumenta su confianza en sus acciones en terreno.
Los resultados observados, relacionados con las operaciones profesionales,
indican que los miembros del equipo PEC han aprendido a reflexionar sobre sus
intervenciones y han adquirido más rigor en sus intervenciones que antes de la
colaboración con el equipo PJDA. Sin embargo, algunas operaciones son aún difíciles
de efectuar y la realización sistemática de cada una de las operaciones profesionales no
ha podido ser observada. Estamos en presencia pues de un error negativo y los esfuerzos
en este sentido deben continuarse. Por otra parte, se han observado numerosos
esfuerzos de parte de los miembros del equipo PEC, para aprender a hacer una
evaluación en profundidad del PAD con cada joven. La operación se presentó más
fácil para los (las) profesionales que tenían una formación universitaria que para los
educadores, sin formación ni base teórica. En la elaboración de los planes de
intervención, los operadores sociales han incorporado en su práctica la noción de
“pequeños pasos” específicos del PAD de cada joven sabiendo que puede contar con
sus fortalezas como incentivo de la intervención, aunque la formulación de objetivos
operacionales persistía difícil. En cuanto a la planificación de actividades a partir de los
10 componentes del trompo de Gendreau (1978), el error observado entre lo que se
esperaba y lo que se logró es negativo. Sin embargo, esto no significa que no se haya
realizado algún aprendizaje. Hacia finales de la colaboración, los miembros del equipo
PEC, conocían los diez componentes del trompo de Gendreua (1978) y han efectuado
varios ejercicios y muchos esfuerzos para utilizarlos tanto en la planificación como en la
evaluación de actividades puntuales, puesto que el programa PEC, no tenía, al
momento de nuestra colaboración, actividad regular. Sin embargo, esta forma de
planificación ha sido considerada muy compleja, extensa y fastidiosa por parte de los
educadores, teniendo en cuenta todos los elementos a considerar. Otro aspecto muy
importante en la intervención psicoeducativa, pero que se sitúa en un nivel superior de
integración del modelo, consiste en la capacidad de planificar una actividad que
conlleva un potencial de experiencias (PEX) susceptibles de permitir al joven actualizar
su potencial de adaptación (PAD). Desde ya, esta capacidad de poner en relación el
PAD y el PEX, queda por desarrollar en los educadores y educadoras del equipo PEC.
Resumiendo, aunque los miembros del equipo dicen sentirse a gusto para animar, la
animación y la utilización educativa de la vivencia compartida en el sentido
psicoeducativo, ya sea por el nivel de desarrollo y de conciencia de los jóvenes, no ha
podido ser observado de manera intencional en relación con los objetivos de
intervención. Estamos en presencia entonces de un error negativo, Sin embargo, aunque
era ampliamente deseado llegar a este estadio, no se ha podido alcanzar teniendo en
cuenta los pasos que hay que franquear en las etapas anteriores.
Un resultado más satisfactorio de esta colaboración se sitúa en el aumento de la
valorización que es verificada del rol y aporte del educador en un equipo de
intervención. Aquí, observamos un error netamente positivo con respecto a las
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expectativas iniciales. En el seno del programa PEC, las educadoras y educadores
ocupan un rol preponderante. Son ellos quienes asumen en gran parte la responsabilidad
de la intervención directa junto a los jóvenes y los seguimientos en el medio, es decir el
vínculo entre los diferentes sistemas que son la familia, la escuela, y la calle. Ellos son
directamente responsables del seguimiento de algunos jóvenes y tienen acceso a todos
los expedientes, lo que es raro en otros organismos de la región. Además, los
educadores y educadores han tomado conciencia del valor de sus observaciones directas
comprometidas con la vivencia compartida y del aporte de estos en una evaluación más
fina de las necesidades de los jóvenes. Esta afirmación es uno de los principales
resultados de esta experiencia piloto. En resumen, se puede afirmar que los educadores
y educadoras participan en igual forma que los otros miembros del equipo, en las
reuniones de equipo y en la elaboración de los planes de intervención de los jóvenes. Su
experticia, es decir aquella capacidad de enriquecer la reflexión del equipo a partir de
los ejemplos sacados de terreno, es regularmente solicitada.
La utilización concreta de los diferentes elementos del modelo psicoeducativo en
la práctica ha sido posible gracias a la construcción de instrumentos que acompañan la
aplicación del modelo de intervención psicoeducativo en el trabajo cotidiano de los
educadores, ya se trate del código de deontología, de la pauta de evaluación del PAD, de
la pauta de elaboración del PEX o incluso del acompañamiento de un educador en
terreno. Estos instrumentos han permitido aumentar el sentimiento de eficacia de los
(las) operadores (ras) sociales en sus intervenciones y un cambio en sus prácticas. Las
operaciones profesionales que restan por trabajar están centradas en el modelo de
intervención psicoeducativo. Se trata de la animación de actividades educativas en la
vivencia compartida y la utilización de esta vivencia para alcanzar los objetivos del plan
de intervención individualizado del joven. Una vez integradas estas operaciones, será
posible iniciar la elaboración de un programa de intervención psicoeducativo para los
jóvenes de la calle.
Principales dificultades encontradas
Diversas dificultades han sido encontradas en el transcurso del proceso de
acompañamiento del equipo PEC, en la incorporación e implementación del modelo
psicoeducativo. Primero, cuando se trabaja con jóvenes de la calle, se trata de una
clientela extremadamente compleja, que ha escapado ya de los cuidados de los
profesionales de las escuelas, los centros de rehabilitación, los hogares de acogida.
Entonces, se trata de una clientela muy asustada, rebelde, con múltiples problemáticas y
por añadidura muy cambiante. El equipo de trabajo PEC llevaba en su espalda una
enorme misión y poca experiencia para lograr el desafío, a la sazón en tales
condiciones, aún el experto, debe sacar sus mejores armas. Comenzar a aprender y
evaluar el potencial de adaptación bio-psico-social de los jóvenes de la calle o aprender
a realizar una actividad en un contexto abierto, en donde no se controla casi ningún
componente equivale en matemática a aprender álgebra antes que las sumas. Pero, era
aunque inmensa, la tarea que había sido confiada al equipo PEC.
Lo que era considerado como ventaja al inicio del programa, esto es, la juventud
de los operadores y la constitución reciente del equipo, se convirtió más bien en
inconveniente. En efecto, el equipo PEC, no había desarrollado aún cohesión de trabajo
en equipo y los conflictos de personalidad acababan por entrabar su buen
funcionamiento, lo que hacía difícil la tarea de movilizar la energía disponible hacia un
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ojetivo común, puesto que esta estaba canalizado hacia la resistencia o la resolución de
conflictos interpersonales entre los miembros del equipo. Por otra parte, la presencia de
una importante rotación del personal dificulto la cohesión y la maduración del equipo.
En efecto, en el transcurso de la experiencia piloto con el PEC, se observo una rotación
de empleados (as). Mencionemos, entre otros, los dos educadores formados en la carrera
de Técnico en Psicoeducación, el primero en razón de no renovación de contrato y el
segundo por cambió voluntariamente de empleo con el fin de mejorar sus condiciones
de vida personal. Una coyuntura institucional puede ser responsable de esta rotación
A nivel institucional, tres obstáculos principales se presentaron en el camino.
Los dos primeros, es decir la demora en la firma de acuerdo de colaboración entre la
Municipalidad de Temuco y el PJDA y el doble estatus del programa PEC (proyecto
piloto CONACE/ Municipalidad). El tercer obstáculo reviste un carácter más político y
se debe a la complejidad de los acuerdos y las expectativas institucionales. El hecho
que el CONACE nacional, deseara que uno de sus proyectos pilotos fuese dirigido por
una municipalidad, ha contribuido posiblemente a estas posturas. Es así, que estando
bajo la tutela de la Municipalidad de Temuco, y dado que la realidad chilena estaba
extremadamente politizada , los miembros del equipo PEC estaban a menudo llamados
a dedicar su tiempo a actividades no relacionadas directamente con su mandato, tal
como participar en actividades públicas con otros programas municipales, pero que
contribuían al programa político del alcalde de la ciudad. En consecuencia, poco tiempo
podía ser consagrado a la sistematización que exige la incorporación de un nuevo
modelo de intervención.
A nivel del modelo psicoeducativo, la comprensión conceptual, y aplicada de la
“vivencia compartida” se demostró como un obstáculo importante para el equipo PEC.
Tres elementos pueden explicar esta dificultad. Primero, que la comprensión de la
agente de proyecto de los códigos culturales y ligústicos era limitada. Este elemento
puede haber tenido un impacto en la difusión y explicación del modelo de intervención
psicoeducativo a los miembros del equipo PEC y consecuentemente sobre el ritmo de
comprensión del modelo. Segundo, para el programa PEC que estaba siendo elaborado,
no existía programa de intervención psicosocial con contenido específico y educativo.
Esto también ha contribuido a complicar la incorporación de momentos de vivencia
compartida y actividades educativas estructuradas de manera regular, muchas veces por
semana. Finalmente, la cultura organizacional de intervención en los organismos
chilenos que están basados en un modelo de trabajo de casos, “case load”, en donde
cada joven está bajo la responsabilidad de un solo operador social y es seguido por la
introducción de entrevistas diádicas, hacía difícil para el equipo PEC concebir e
incorporar el modelo de la Psicoeducación que utiliza un modo de intervención que
implica el trabajo de sub.-equipos (células) de co-animación en el seguimiento de los
jóvenes y del trabajo de grupo. Sus miembros afirmaban a menudo que el tiempo les era
escaso para trabajar y reunirse. En efecto, el tiempo era insuficiente para la
coordinación y eso se reflejo también en el plano metodológico y particularmente en la
elaboración del plan de trabajo inicial. Desgraciadamente, la flexibilidad a nivel de la
metodología se comprobó igualmente una fuente de confusión en la dirección y
ejecución de las operaciones. Es sólo después de un año de experiencia de trabajo
común que se ha logrado elaborar un plan de trabajo coordinado, con una metodología
clara, detallada y conocida por todos. En resumen, es preciso subrayar que el tiempo
concedido para el logro de los resultados previstos en el marco lógico del PJDA era
muy corto debido a la extensión de la tarea.
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Efectos de la experiencia en el terreno y las prácticas
La realización del proyecto PEC ha tenido numerosos efectos en el terreno y un
impacto moderado en las prácticas. Esto puede resumirse como sigue: a) instalar la
inquietud en los estudiantes y en las instituciones de colaboración de la importancia de
normas éticas y deontológicas para enmarcar la práctica profesional; b) aumento del
número instituciones interesadas en conocer el modelo psicoeducativo; c) interés de
diferentes organismos en llegar a ser proyectos pilotos para aprovechar las
supervisiones profesionales y momentos de reflexión sobre la experiencia a partir de la
comprensión del modelo psicoeducativo; d) inicio de la modificación de las prácticas
profesionales en algunos medios que incluyen de forma dinámica la participación de los
educadores en el equipo profesional; e) aumento de la rigurosidad en la planificación de
la intervenciones y en la evaluación; f) Valoración de la formación de los educadores
por parte de las instituciones que contratan.
Recomendaciones
Tomando en cuenta la experiencia piloto realizada con el equipo “Pasos en la
Calle”, hay ciertos elementos que convendría mantener, mejorar algunos e incluir otros
en futuras experiencias similares, es decir en la experimentación del enfoque
psicoeducativo por parte de un equipo de operadores junto a personas con dificultades
sociales en un país extranjero.
Dos elementos principales son recomendables de mantener ante una eventual
réplica de la experiencia. El primero consiste en el acompañamiento de un educador en
el terreno y la operacionalización del modelo con la ayuda de pautas incorporadas a los
registros oficiales de la institución. El segundo se refiere a la valoración y búsqueda de
soluciones a partir de la experiencia y realidades locales, gracias a una flexibilidad con
respecto a las planificaciones iniciales. En la experiencia piloto PEC, uno de los
resultados no previstos, pero de los más sólidos, es el código de deontología que
respondía a una necesidad de la realidad local.
Los elementos de esta experiencia y que son deseables de mejorar en una
experiencia futura son tres. Desde el principio, es altamente recomendable asegurar la
colaboración efectiva de los dirigentes con la firma formal de un acuerdo desde el
comienzo. Es recomendable también asegurarse que todos los miembros involucrados
en el proyecto estén informados antes de comenzar la colaboración Luego, parece
necesario formar un equipo de proyecto que implique el aval y la participación de la
cúpula dirigente así como de las personas responsables de movilizar el equipo en los
momentos de sesiones de formación y de trabajo. Tercero, es recomendable trabajar
conjuntamente, con el equipo de terreno, desde las primeras reuniones, en la
elaboración de un plan de trabajo detallado. Este plan debería considerar la etapa de
elaboración de la metodología de implementación y evaluación de la implementación,
un estudio de necesidades, etapas de evaluación de procesos cercanos (a los 2-3 meses)
y una desglose máximo y realista del componente tiempo.
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Finalmente, en la reproducción eventual de una experiencia similar, será preciso
poner énfasis desde la partida en la vivencia compartida hasta que esté bien integrado
como principio básico del enfoque psicoeducativo, y sin el cual los otros elementos del
modelo son sólo técnica. En este punto, podría ser interesante animar una reflexión con
los operadores sociales de terreno y los que toman decisiones acerca de la diferencias y
los puntos de encuentro entre el modelo de intervención a partir de la vivencia
compartida y los modelos de intervención diádico y de trabajo social, y esto de manera
previa al establecimiento de un acuerdo de colaboración. Al terminar, habría sido
interesante, si el tiempo lo hubiese permitido, desarrollar e implementar las actividades
educativas de tipo “mochila” tal como las actividades de desarrollo de habilidades
sociales, de desarrollo del juicio moral, los talleres de información y prevención del
consumo de estupefacientes y la trasmisión del sida, etc.
CONCLUSIÓN
Esta colaboración apuntaba a permitir la experimentación de la Psicoeducación
como modelo de intervención en el seno de un equipo que trabaja junto a jóvenes de la
calle en Chile. Como principales resultados obtenidos con el equipo PEC “Pasos en la
Calle” mencionaremos los resultados siguientes: a) los miembros del PEC, han
aumentado su conciencia sobre la importancia y la complejidad de la ética en el trabajo
de la calle y han elaborado un código de deontología para enmarcar su práctica
cotidiana, b) han aumentado el número de elementos tomados en cuenta en la
evaluación inicial de los jóvenes, considerándolos como seres globales, intervienendo a
partir de sus fortalezas con la ayuda de los objetivos de los “pequeños pasos”, en la
medida del potencial de adaptación de cada joven; y c) estos han colaborado en la
operalización de los conceptos básicos en psicoeducación a través de las pautas del
PAD y del PEX. Las principales dificultades encontradas en la experimentación del
modelo de intervención psicoeducativo por este equipo que trabaja con los jóvenes de la
calle han sido la elaboración y la realización de actividades educativas estructuradas a
partir de los 10 componentes de Gendreau ( 1978) y la intervención a partir de la
utilización educativa de la Vivencia Compartida
A la pregunta: “¿Es pertinente la psicoeducación como modelo de
intervención en el contexto chileno?”, la experiencia piloto realizada en colaboración
con “Pasos en la Calle” permite responder afirmativamente. En efecto, los participantes
valoran el modelo de intervención psicoeducativa, particularmente su filosofía y sus
principios teóricos de base. Además, comparten la visión según la cual la intervención a
partir de la Vivencia Compartida juega un rol fundamental para acompañar a los
jóvenes en su desarrollo. Sin embargo, será preciso operacionalizar e intensificar la
socialización del modelo entre de los equipos profesionales y a nivel de los que toman
las decisiones. El desafío es grande, no solamente a nivel del personal a formar, sino
igualmente a nivel institucional en donde a menudo no se cree ni se esperan resultados
reales por parte de las personas en terreno, y consecuentemente, a nivel ministerial, no
se invierten proveen los recursos financieros suficientes para efectuar un trabajo
riguroso
Con el propósito de dar continuidad a la experimentación iniciada en el marco de
esta colaboración, sería deseable que las investigaciones que trabajan en la elaboración,
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implementacion y evaluación de los programas de intervención psicosocial en la calle,
utilicen el modelo psicoeducativo. Para terminar, esta experiencia piloto ha tenido éxito
al valorar un poco más el rol de las educadoras y educadores de terreno, quienes afirman
sentirse más eficaces al haber mejorado la calidad de sus intervenciones. Eso es ya una
gran victoria en el plano local, incluso si existen muchas desafíos tanto en el plano
local, regional como nacional e internacional para apoyar a los educadores y
educadoras en sus esfuerzos cotidianos para mejorar la calidad de vida de los jóvenes de
la calle así como disminuir su número en Chile y en otras partes del mundo.
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