01 de Agosto de 2012
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EDGAR RAMIREZ
ROSADO
CUENTOS, POEMAS, REFRANES Y MAS
Cuando hablas con tu mirada,
Amo tu silencio y tu boca mutilada,
Amo tu manera sumisa y antagonista,
Sutil y también cuando
protagonista…
Te amo escondida y modificas
voluntad,
Encadenado y cuando propones
libertad,
Te amo envuelta, plena, desnuda,
Sin un desde, sin un hasta, ni
tampoco duda…
Te amo largo y sin medida, te amo
porque te amo,
Sin motivos y sin condiciones, sin un
tal vez,
Te amo sin tiempo, sin derecho, ni
tampoco revés…
Te amo entera y compartida, te amo
porque te amo…
Amo, la mujer que fuiste, la mujer
que conozco,
Y la mujer en que te vas a convertir,
así… te amo.
AUTOR: Ricardo Santos
70 (Julio 1, 2006)
Un día amaneció,
con mucha tristeza
en mí interior.
Ese era el día a día,
de mí triste corazón.
Pero con firmeza esperé,
y al fin encontré…:
lo que andaba buscando,
lo que iba añorando…
…era tenerte a ti.
Porque antaño,
tristemente latía mí corazón,
ahora contigo late de emoción.
Juntos debemos estar,
para poder reanudar,
esa felicidad,
que se nos prohibió,
porque juntos,
abrimos nuestro corazón.
Carlos Mendez Veraguas
Cuando te vi por vez primera, nunca
imagine que estaba conociendo al
gran amor de mi vida.
cuando te vi por vez primera no supe
ver que ese era mi amor a primera
vista, porque de eso nada sabía.
cuando te vi por vez primera, jamás
pensé que cuando ya no te viera
frente a mi, de dolor y angustia a
punto de morir yo me vería.
Hoy se que conocerte fue el principio
de mi fin, pues el día que te conocí
empecé a vivir el mas grande de mis
sueños y la mas ansiada de mis
ilusiones, pero también empecé a
vivir el mas grande de todos mis
errores.
Confieso que cometí muchos errores
en mi vida pero conocerte esa tarde
de mayo fue el peor de ellos,
conocerte significo dejar atrás la
cordura y mis principios, fue tirarme
al mar sin saber nadar, creyendo que
tu me salvarías me deje llevar por la
corriente del amor y por tus
acarameladas mentiras, aun sabiendo
que el amor para mi no existía.
Ahora me pregunto ¿porque contigo
empecé a creer en el destino?
¿porque confié en ti? ¿porque me
ilusione contigo? ¿porque deje todo
lo que tenia por ti? ¿porque? si no te
conocía.
Debí imaginar que no era casualidad
del destino que a tus años estuvieras
solo, debí escuchar a todos los que
me prevenían de que eras malo, debí
escuchar mi sexto sentido y no a mi
tonto corazón.
Pero ahora ya es tarde porque todas
mis preguntas no tienen respuesta y
mi corazón no tiene paz, pues te
perdí, a pesar de haberte amado y
mimado sin condiciones y sin haber
averiguado si lo merecías pero estoy
convencida de que es tarde es,
porque comprendí hoy comprendí
cuanto es que
TE AMO...
Autor: Wendy Karina Alvarez
El sabor de tu mirada,
una noche amarga y fría.
La fragancia de tu cuerpo,
soñando que eras mía.
El color del sufrimiento,
una triste melodía.
El pesar de mi lamento,
mientras mi alma se partía.
Revelarte un secreto,
escribirte mil poesías.
Amarte para siempre,
aun sabiendo que te irías.
Ruego al mar y ruego al viento
Dios del Sol, fuego eterno
cada día, cada momento,
Líbrame de este tormento.
Autor: D.G.T. 2011
Amarte a ti es lo más hermoso
que me pudo suceder
tenerte a mi lado es algo que no
puedo entender
solía pensar que la vida no me iba a
dar mas
pero no fue así pues aquí estas.
Amarte a ti es transformar mi mundo
porque cada día que pasa
todo se vuelve absurdo
eres mi razón de vivir y mi sentir
al tenerte a mi lado mi mundo esta
iluminado
por eso te pido, jamás te alejes de mi
lado.
Amarte a ti es calor
cuando me abrazas y me das tu
amor.
Amarte a ti es tenerlo todo
porque si no te amara no tendría
nada.
Claudia
(Chile)
Amarte no es fácil, yo se mucho de
eso
sí cuando yo intento robarte algún
beso
tú tierna mirada traviesa y risueña
en negarme el beso, se afana y se
empeña
Yo quiero a ti amarte con plena
conciencia
sin falsas virtudes, sin falsa decencia
amarte dormido y amarte despierto
amarte en mis sueños y amarte en lo
cierto
Amarte sintiendo la noche callada
entonces decirte “niña bien amada”
que amarte casi se me ha vuelto un
vicio
que a veces yo siento que he perdido
el juicio.
Amando tu cuerpo de piel nacarada
que me hace perderme como
encrucijada
hasta yacer prestos en el paroxismo
y sentir entonces que no soy el
mismo
Así quiero amarte, mujer de ternura
mujer de inocencia, mujer de locura
pero que difícil es robarte un beso
amarte no es fácil... yo... se mucho
de eso
©. Víctor Zúñiga García
El Pasillo Negro
Llovía, estábamos con unos amigos en el
cuarto contando leyendas de terror,
Obviamente jamás falta el que dice que ha
escuchado ”algo” en el pasillo. Salimos a ver,
y no hubo resultados. En eso nos pusimos a
ver la T.V.
Ya aburridos, decidimos ir afuera, a la
oscuridad, había parado de llover.
Vivo en un campo amplio, y salimos a
investigar. Arácnidos, Serpientes, de todo.
Empapados de rocío y fastidiados por el frío
volvimos adentro. Nuestros padres no
estaban así que decidimos jugar a un juego.
El ultimo que agarre el papel que yo sostenía
en mi palma, tenía que ir al pasillo y traer un
cuchillo. (No sé para que el cuchillo, eso
estaba en manos de mi amiga, Brisa)
Sostuve el papel: Brisa.
Pasillo oscuro
Salió a buscar el cuchillo, pero no volvió. La
llamamos varias veces desde el cuarto, pero
no había caso. Arrimamos la puerta:
Oscuridad pura. De repente, la puerta de
movió sola (es decir, se abrió sola).
_Debe estar queriendo hacer una broma,
¡BRISA! ¡NO ES GRACIOSO!.-Fue lo único
que dijo Walter-.
_Vamos a buscarla.- Susurré yo.
Claro que las únicas respuestas fueron
”Estas loca”, pero bueno. Como todos eran
unos cobardes salí al pasillo. De repente
todos se pusieron pálidos mirándome:
_¿Qué me miran así?.-grite yo-.
_Atrás..-Susurró una voz atrás mío.
Lentamente me dí vuelta: El cuerpo de Brisa
en el baño, ensangrentado, y tirado
violentamente.
En el pasillo había una niña con un cuchillo y
una mirada macabra, sonriente.
Salimos corriendo al la habitación. En ese
momento sonó el celular de Brisa. Nos
asustamos, pero atendimos.
_Policía, Sus padres tuvieron un accidente.
¿Es usted Brisa Gonzales?
Ahí nos pusimos a llorar, además de que los
padres de Brisa eran muy buenos, ella
también estaba, básicamente, muerta. Le
avisamos a la policía que Su hija también
estaba muerta, y vinieron de inmediato.
Una semana después no volví a ver a mis
amigos, estábamos aterrorizados. Mis padres
me contaron que Brisa estaba esperando una
hermanita.. Pero que sus padres la perdieron
en el accidente.
Espíritus oscuros
Hace algunas semanas, algunos amigos y yo
decidimos visitar el rancho de una tía mía
que actualmente no vivía allí y así pasar el fin
de semana en el campo.
Decidimos ir allí precisamente porque nos
hablaron mucho del pequeño lago y las
montañas que rodean el rancho, pero
curiosamente lo que más nos entusiasmaba
eran los cuentos de terror sobre espíritus
oscuros que rodeaban al pueblo y la pequeña
casa encantada que había a las orillas del
bosque.
El sábado conocimos a Mario, que nos
estuvo contando sobre las leyendas y
cuentos de terror que sucedían en el pueblo
desde hace más de trescientos años. Nos
comento que los famosos “espíritus
nocturnos” aparecían solo una vez. Si alguien
los veía, debía abandonar el pueblo, sino
moriría al siguiente día.
El domingo, nuestro ultimo día en el rancho,
decidimos hacer una visita nocturna a la casa
encantada que había en las orillas del
bosque. Las chicas iban muy asustadas y yo,
aunque no lo mostraba por fuera, también.
Al mismo llegar nos surgió el primer
problema: la puerta estaba cerrada.
Intentamos forzar la puerta y mientras lo
hacíamos, desde dentro se oía algo parecido
a gemidos.
Puerta atrancada
Cuando al fin lo conseguimos y abrimos las
puertas de par en par, la oscuridad nos
rodeó. Enfrente de nosotros teníamos uno de
esos espíritus oscuros sobre los que nos
había hablado Mario.
Se nos quedo mirando fijamente, sin
pronunciar palabra. No dejaba de gemir y en
su rostro se apreciaba el sufrimiento.
Todos decidimos irnos directamente a
nuestras casas al instante. Ni volvimos al
rancho a por nuestras cosas.
Mi extraño vecino Hace poco me mude a un departamento a las
orillas de la ciudad, un lugar muy tranquilo y
agradable. La gente de mi edificio es un poco
desagradable y todos son muy antipáticos…
Mi extraño vecino
Enfrente de mi puerta vive un vecino muy
callado, lo que le hace muy interesante.
Hemos entablado amistad y solemos hablar
un largo rato por la noche cuando
coincidimos tirando la basura. Nos gusta la
misma música y al igual que yo, juega al
fútbol en un modesto equipo. Aunque es muy
agradable conmigo, actúa de manera muy
extraña.
He intentado hablar con los vecinos y
preguntarles por él, pero todos se cabrean
cuando lo hago y me responden
insultándome o pasando de mí.
Hace unos días aproveche a que vino mi
casero a casa y le pregunte por el extraño
vecino de enfrente. Cuando oí su respuesta
me quede paralizado y sin saber que hacer:
-¿El piso de enfrente? Ahí no vive nadie, su
antiguo propietario se suicidó en su interior y
desde entonces ha estado cerrado.
Estuve unos días con fiebre y delirando.
Ahora que lo sé espero no cruzarme otra vez
con mi extraño vecino en el rellano, ni
coincidir bajando la basura.
Fantasia medicinal Daniel, siempre confundido por su infancia
mantenía vagos recuerdos que trataba de
hilar, a menudo se despertaba temblando
conmocionado por las imágenes de abuso
que en su almohada se tejían, sudaba frió
tratando de comprender si eran recuerdos
reales o solo ficción. Aunque cerraba sus
ojos no podía volver a dormir.
Desde niño fue cariñoso con animales, y sus
padres abusivos y descuidados le permitían
tener infinidad, (creían que su falta de cariño
podría ser cubierta por estos peludos seres),
a menudo guiado por instintos humanitarios,
rescataba a los gatitos y perritos que
encontraba mal heridos en las calles
aledañas, y descubrió que en sus manos
tenia un don innato de salvar vidas, por lo
cual convirtió su peculiar habilidad en su
profesión. Su infancia transcurrió entre
heridas y maullidos de dolor recurrentes en
pesadillas que lograban tenerlo en vela.
A la edad de 19 años se convirtió en
paramedico de la respetable institución Cruz
Roja, había desarrollado, por su “hobbie”, un
control total de sus emociones, ya no le
causaba asco el ver sangre o contenido
encefálico regado en el asfalto, lo mismo le
daba ver un fémur roto por un choque, que
un balazo en la cien.
Se empezó a hacer cada vez mas frió y seco,
en vez de preocuparse por seguir haciendo lo
que mejor hacia, se quedaba contemplando
las heridas y ese olor a hierro que solo las
grandes hemorragias desprenden, a veces
se imaginaba en provocar accidentes para
ver realizadas sus fantasías especificas, que
únicamente en sus sueños había visto,
quería tener al paciente perfecto a bordo de
su ambulancia aquel que fuera un reto
mantener vivo, lo llamaba su “orgasmo
medicinal ”. Con cada va y ven de los ruidos
de la sirena, se empapaban de sudor sus
guantes de látex, la adrenalina de que esta
vez fuera ese paciente, solo encontraba esas
emociones cuando despertaba jadeante.
Harto de esperar varios años consumido por
la ansiedad de su insomnio, decidió que esa
noche de guardia encontraría a su paciente,
de repente un ruido con voz de mando se
escucho, sonó la radio de su unidad –
¡Ambulancia 11!-
-Adelante, respondió con agitación, – diríjase
a sulivan- , -Voy para allá!,.
Sulivan era un lupanar, un sinfín de
prostitutas paraban las nalgas en espera de
esos billetes que la llevaran al hotel por 20
minutos. Siempre había acción allí.
Prendió las luces de su ambulancia y ordeno
a su operador que pisara a fondo el
acelerador, tenía un extraño presentimiento.
Hotel de la lujuria
Al llegar los escotes y minifaldas le indicaron
donde se encontraba el convaleciente, subió
las escaleras de un hotel derruido por la
lujuria, un olor que conocía se hizo presente,
al abrir la puerta no podía dar crédito a lo que
veían sus ojos, era una escena salida de las
penumbras de sus sueños, tras de el cerro la
puerta, aquellas paredes de color blanco
brillante se encontraban cubiertas por un rojo
intenso y espeso alguien había empapado
las paredes con sangre, ese olor a hierro que
solo las grandes hemorragias desprenden se
metió en su nariz provocándole que sus
bellos se erizaran, se enfoco y comenzó su
búsqueda, no estaba en la cama , ahí solo
estaban restos de la macabra escena,
instrumentos médicos que el conocía bien,
de repente escucho unos sollozos
provenientes del baño, se asomo para dar
cuenta del lúgubre hallazgo, una mujer de
piel blanca y cabellos ondulados yacía
suspendida sobre la tina, amarrada de pies y
manos con sus propios tendones,
diseccionada por completo.
Estaban descubiertos sus órganos, era como
un flotante libro de anatomía viviente, todos y
cada uno de sus huesos estaban expuestos,
todos sin fractura, de su cráneo colgaban de
las cuencas oculares dos globos secos, los
ojos desprendidos, que se movían de lado a
lado sacudiéndose cada que una gota de la
vieja regadera caía sobre la frente blanca y
descubierta de lo que fue su hermoso rostro,
ahora solo era cráneo, en las manos
sobresalían los dedos descarnados, aun
conservaban la unión articular que permitía a
las uñas postizas zarandearse lentamente de
agonía, los implantes de los senos colgaban
hacia cada lado dejando expuesto un tórax
que ya no tenia protección alguna hacia el
corazón y pulmones. Esas alicatas de la
cama habían hecho tan peculiar trabajo, los 8
metros de intestino se desbordaban a los
lados y habían creado en el fondo de la tina
un charco putrefacto lleno de moscas que no
se inmutaban ante su presencia, estaba
conectada a una solución salina , un suero
que a pesar de la perdida de sangre
funcionaba para mantenerla viva inyectando
medicamentos, un deja vú de sus sueños
golpeo su estetoscopio cuando le pregunto -
Como te llamas?, sobresaltada, reconocio la
voz y de su mandíbula desnuda, brillaron
unos dientes pegados a una encía roja, con
pánico e ira le grito–¡Ya mátame Daniel !, el
se rió babeante y frenético, respondió
excitado,
- Te pague por un orgasmo de 20 minutos y
acabo de llegar.
FIN
La muñeca Yo siempre veía a mi hermana con una
muñeca misteriosa la cual no sabía
su procedencia pero era horriblemente fea
con una sospechosa sonrisa en la cara y con
ojos bien grandotes,
La muñeca
en fin, un dia desperté de mi cama, me dirigi
al cuarto de mi hermana para ver si
ya había despertado pero lo que vi me dejo
perplejo;
¡¡¡mi hermana estaba levitando!!!
No me lo podía creer, tenía las sabanas por
encima pero cláramente estaba levitando
pues apenas rozaban la cama, pero lo peor
era que la muñeca estaba de pié en el
estómago de mi hermana, era como algún
tipo de ritual que no lograba entender,
aunque tampoco lo pensé mucho y como
acto reflejo encendí la luz, en un abrir y
cerrar de ojos mi hermana callo sobre el
colchón y la muñeca rodó por el suelo.
Corrí rápido a buscarla y la agarré y de un
golpe y porrazo la metí en un baúl que tiene
mi hermana en el cuarto, y cerré con llave.
En seguida revisé que mi hermana estuviese
bien y la desperté suavemente y solo logré a
comprender que me dijo;
-¿Que haces Marcos? ¡¡¡Déjame dormir!!!
Esas palabras me calmaron muchísimo,
definitivamente mi hermana estaba bien, por
lo que me guardé la llave del baúl y después
de horas intentándolo me dormí.
A la mañana siguiente y tras pensarlo
tranquilamente decidí no contárselo a nadie
pues pensarían que estaba loco, así que lo
dejé correr, además iban pasando los días y
las semanas y no pasaba nada, por lo que
me fui olvidando del tema.
Mi hermana me preguntó muchas veces si
sabía donde estaba la llave del baul que ella
estaba convencida de que su muñeca tenía
que estar allí pues era el único sitio de la
casa que le quedaba por mirar, lógicamente
le mentí y le dije que no sabía donde estaba.
Un día mis padres salieron a una cena de
empresa por lo que me quedé al cuidado de
mi hermana, la acosté a eso de las 10 y me
baje a mi cuarto a ver la televisión y me
quede dormido hasta que a eso de las 12
escuché un ruido abajo, coji mi bate de
beisbol y baje corriendo las escaleras, al
comprobar que todo estaba bien volví a mi
cuarto, en cuanto me estiré en la cama,
escuche el grito enfermizo de mi hermana, fui
corriendo otra vez bate en mano y lo
que vi en cuanto abrí la puerta de su cuarto
fue algo espeluznante, quizás de lo peor que
puedan ver unos ojos, lo primero que vi era a
mi hermana de pie en su cama gritando
como loca mirando al suelo al otro lado de su
cama, enseguida giré la mirada y vi a mis
padres degollados ¡¡¡sin cabeza!!! un regero
de sangre inundaba toda la habitación, acto
reflejo miré al baúl ¡¡¡estaba abierto!!! agarré
a mi hermana en brazos y corrí sin mirar
atrás.
Mi hermana quedó sin habla durante más de
2 años, fue entonces cuando me confesó que
ella estaba durmiendo cuando mamá la
despertó al llegar de la cena para darle un
beso como cada noche y le dijo que encontró
en mi cuarto las llaves del baul que si quería
que le buscara la muñeca en él para dormir
con ella, lógicamente respondió que sí, y al
abrir el baúl la muñeca salió disparada
cortando el cuello de la mujer con un trozo
afilado de metal, acto seguido
se abalanzó sobre el padre con idéntico
resultado y procedió a arrancarles la cabeza
y que en ese mismo momento en que
yo llegué y sin saber el motivo la muñeca se
escondió debajo de la cama.
Hoy hace 20 años de Aquel suceso, mi
hermana lleva desde los 18 años en un
psiquiátrico y yo sufro de terrores nocturnos
una noche si, y la otra también, al menos
nunca más supimos de aquella muñeca.
FIN
Esa extraña voz de la radio Esta historia que voy a contarles me sucedió
a mí personalmente, hace ya unos años.
Todo es real, todo lo que cuento pasó
realmente… Ya es cosa de ustedes si me
creen o no.
En aquella época, yo tenía algunos
problemas de insomnio. Me costaba dormir
por las noches, coger el sueño sobre todo.
Me despertaba en mitad de la madrugada y
ya no podía volver a dormirme. Si alguno de
ustedes ha pasado por eso, me entenderá.
Es una sensación de impotencia total, el
querer dormirte para descansar y no poder,
dar vueltas y vueltas en la cama…
Insomnio
Ante ese panorama, decidí que a lo mejor,
escuchando algún aburrido programa de
radio, podría conciliar el sueño de una vez
por todas. Así que cada noche me acostaba
con mi pequeño transistor, sin ni siquiera
auriculares, colocando el aparato justo al
lado de mi cabeza, en la almohada.
Escuchaba programas diversos, de deportes,
de humor, de debate… El caso es que al
final, en vez de aburrirme, me divertía con
aquellos programas, les fui cogiendo gusto.
Mi problema de sueño seguía, y aunque
ahora estaba algo más entretenido por las
noches, no podía seguir sin dormir, porque el
cansancio acumulado ya empezaba a
afectarme gravemente en mis estudios e
incluso en las relaciones con mis amigos y
familiares. Así que decidí pasar de esos
entretenidos programas, y busqué algo más
tranquilo, algo relajante, que de verdad me
diera ganas de dormir. Y lo encontré…
En una emisora que no se cogía del todo
bien, con algo de ruido, encontré un
programa que empezaba a medianoche, un
programa algo extraño… Se basaba en
poner músicas relajantes, con sonidos de la
naturaleza, acompañadas de cuando en
cuando por una voz, una voz de mujer muy
atrayente, que contaba historias como si
fuese una madre que quiere dormir a su hijo.
No sé cómo, pero al poco de escuchar ese
programa, yo ya estaba dormido como un
tronco. Al día siguiente igual, y al otro, y al
otro. Por fin había encontrado mi terapia ideal
para conciliar el sueño. Las tranquilas
melodías que sonaban en aquel programa y
aquella voz tan melosa y adormecedora me
servía de arrullo para dormir cada noche a
pierna suelta.
No recuerdo exactamente cuanto llevaba
escuchando el programa. Lo que si recuerdo
es que era una noche de Domingo. Al día
siguiente tenía un examen a primera hora, e
intenté acostarme temprano para estar lo
más despierto posible. Sin embargo, llegó la
medianoche, y seguía dando vueltas en la
cama, así que decidí poner la radio y
escuchar aquel programa, seguro de que con
su ayuda conseguiría caer en los brazos de
Morfeo.
Como tenía la emisora ya cogida de los días
anteriores, solo tuve que encender la radio
para escuchar aquella voz tan enigmática e
intrigante. Seguía siendo la misma, pero hoy
tenía un matiz diferente. Como más oscuro…
La música, igualmente, parecía sacada de
una película de terror. La historia que
contaba aquella voz no era ni por asomo
parecida a las otras. Era algo mucho más
oscuro y desquiciante, la historia de una
mujer que se volvía loca y comenzaba a
matar a todos los que se lo ponían por
delante.
La voz iba mimetizándose con la historia,
hasta tomar un tono también de cierta locura,
que me provocaba inquietud, y la música no
ayudaba demasiado a que pudiese
dormirme. Esta empezando a asustarme de
verdad, por lo que decidí apagar la radio.
Pero justo cuando iba a hacerlo, la voz gritó,
de forma escalofriante.
- ¡¡NOO!! No lo hagas. No apagues la
radio. Ahora no…
Aquello me dejó helado. Era absurdo, pero
parecía que aquella voz se refería a mí… que
me estaba hablando directamente a mí. Y me
pedía que no apagase la radio…
- Te he acompañado muchas noches. He
sido como una madre para ti. Te he
arropado, te he cantado y contado cuentos
para que te durmieras feliz. Ahora no puedes
terminar con esto así… Debes acabar de
escuchar la historia.
Estaba paralizado por el terror. Ahora ya no
había dudas, aquella voz me estaba
hablando a mí. No sabía que hacer, y aunque
lo hubiese sabido, seguramente no habría
podido hacer nada. Estaba totalmente
congelado de puro miedo.
- ¿Acaso no te gusta la historia de hoy?
Es una historia diferente, sí, algo más…
oscura. Pero es muy bonita, en el fondo. Y
tiene un final feliz. Al final, la mujer se queda
libre y tranquila, después de haber acabado
con todos los que le hicieron daño alguna
vez… Fue juzgada y murió después de una
larga condena en la cárcel. Pero murió
tranquila y satisfecha. Y lo sé porque aquella
mujer soy yo.
No lo podía creer. Si aquello era cierto,
¿había estado escuchando la voz de una
asesina durante todo ese tiempo? ¿La voz de
una muerta? ¿Qué quería ahora de mí?
- Eres el único que nos escucha todos
los días. Siempre estás ahí. Y te lo queremos
agradecer… Queremos hacerte una visita,
una visita amistosa… Y proponerte que tú
también te unas a este programa… que te
vengas aquí a hablar conmigo, para que
podamos conocernos, y tu puedas ser el
nuevo locutor del programa…
Aquello me sobrepasaba. Estaba sudando y
casi no podía ni respirar. ¿Aquella supuesta
voz era la de una asesina que había muerto,
y ahora quería llevarme a mí con ella? No sé
cómo encontré el valor suficiente para
agarrar el pequeño transistor y lanzarlo
contra la pared, donde se estrelló y se hizo
añicos. En ese momento todo cesó. La voz,
la música… Todo estaba en calma. Pero
aquella noche no pude dormir, ni a la
siguiente, ni a la otra.
Solo con el tiempo he conseguido volver a
conciliar el sueño de una manera más o
menos normal. Pero desde entonces no he
podido volver a escuchar la radio. Le tengo
auténtico pánico. Y aún hoy, años después
de aquello, todavía me parece escuchar esa
misteriosa voz, como de lejos, mientras doy
vueltas en la cama intentando dormir…
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