Post on 11-Apr-2015
10 CRITERIOS SOBRE 50 SOMBRAS DE GREY
P. PAULINO TORALResumen de Críticas en la red
Primero
En sintonía con el mundo de hoy, el libro y el cine, presentan la relación de
“amor” entre varón y mujer, y el sexo, sin referencia alguna al Plan del
Creador sobre la humanidad: La procreación, fruto del amor fecundo, en el marco de la familia, fundada en
el matrimonio.
Reduce la relación varón-mujer exclusivamente al sexo, y el sexo al
placer, y todo en un ambiente de absoluta y total esclavitud de la mujer “cosa” al
hombre “dueño”. ¿Látigos,Esposas,Antifaces, Hierros,Instrumentos?
¿qué tiene que ver todo esto con la dignidad de la mujer y del amor humano?
Segundo
Efectivamente, refleja la degradación que con demasiada frecuencia, somete
el varón a la mujer. Anastasia es deslumbrada por Grey, y aguanta todo con tal de retener el hombre a su lado.
Ella se transforma en una basura moral con el pretexto de curarle a él
de sus traumas.
Se da la imagen de una mujer indigna, adicta al hombre, sin decencia en
absoluto. Es una película del mundo de hoy para la típica mujer de la
revolución sexual: tan desvinculada de Dios, como adicta al varón, aunque éste sea abusivo y explotador, y la
“use”, pero no la trate como persona.
Tercero
La película es francamente machista: Anastasia está dispuesta a sacrificar todo por “su hombre”. Se arrastra sin
moral alguna para que él logre sus objetivos. El libro es tan amoral que toda mujer que posea un mínimo del
sentido de su dignidad, lejos de leerlo, lo ha de rechazar frontalmente.
Es un libro tan pervertido (se decía en la revista Fucsia, cuando salió el libro) que
cuando una mujer lo ha leído no se lo cuenta a las amigas para que no crean que ella es
una pervertida.
Cuarto
Se ve la imagen de un varón degradado. Un varón de verdad no
puede ver la película y salir de la sala sin sentir vergüenza… Si es que lleva
a su chica a la sala, es porque no le importa para nada la dignidad de la mujer que lo acompaña. La imagen
del “príncipe” que presenta hace poco favor al hombre.
“Siempre tuve la idea – dice una articulista- que el príncipe azul era
aquel hombre valiente, fuerte, que te cuida y te protege, que te respeta y te
ama tal y como eres, que sólo busca tu bien y el hacerte sentir como toda una
princesa, ¡un hombre de verdad!”
Quinto
¿Leer la novela o ver la película, porque todos leen, van, hablan?
¿Comer un alimento podrido para conocer a qué sabe? ¿Probar basura para tener criterio para orientar a los demás? ¿Meter la mano en el fuego
para saber que pasa? No necesitamos probar el mal para saber sus
consecuencias ¿Para qué están las leyes de Dios entonces?
Si, a pesar de leer esto, vas al cine o lees el libro, tú sabrás lo que haces; pero – como si comes un pescado podrido – tendrás que asumir las consecuencias: tu alma quedará
traumatizada, tu mente trastornada y con tus instintos alterados… y, claro, con un remordimiento muy grande
ante Dios…
Sexto
Se refleja la triste realidad de la mujer de hoy. “¿Cuántas veces – dice una
mujer en la red - somos deslumbradas por cosas banales, nos dejamos someter
por nuestros enamorados y simplemente no queremos darnos cuenta de que estamos haciendo
muchas cosas únicamente para que ellos se sientan felices y no nos dejen?”
Por temor a quedarnos solas, muchas veces renunciamos a lo que realmente
queremos y, a pesar de eso, continuamos en una relación
tormentosa, que nos obliga a no ser nosotras mismas, permitiendo
inclusive que nos humillen. Anastasia es un ejemplo de lo que no debemos
hacer y no debemos permitir”.
Séptimo
“Debemos amarnos a nosotras mismas para poder amar de verdad. Debemos cuidar nuestro cuerpo, amar nuestra
dignidad y protegerla. A veces preferimos una vida superficial, llena de egoísmo, por miedo a lo que vendrá”
“Nos limitamos, dejando que nuestros estándares bajen porque no nos
creemos capaces de controlarnos. Una mujer degradada moralmente por
y para un hombre le dice: No valgo nada. No tengo dignidad, ni destino.
Úsame y déjame.”
Octavo
“Apena ver que tantas mujeres estén leyendo este libro como si ofreciera alguna fuente de verdad o sustancia auténtica para nosotras. El libro es
“alimento podrido”, alienta la violencia sexual y el abuso emocional de la mujer . Nuestro primer acto de rebeldía es no comprar el libro, ni
permitir que te lo presten o ir a ver la película”.
Y si ya tienes ese libro, te pregunto: ¿qué harías tú con un alimento
podrido? ¡Eso es lo que debes hacer con ese libro! ¡No tengamos miedo de ir contracorriente!” Échalo a la basura
Noveno
Lo más grave está en la descontextualización de la sexualidad el contexto del Plan divino sobre la criatura humana. ¿Qué niña digna y
en sus cabales tiene ilusión de ser encadenada desnuda a una cama por un hombre, de tal modo que él pueda hacer con ella lo que le dé la gana?”.
¿Convertirse en un depósito dentro del cual el hombre “hace sus
necesidades” fisiológicas sexuales. Los campesinos, cuando van a hacer
sus necesidades digestivas, dicen “voy a desocuparme”. Oí a un campesino: “No, yo no me desocupo en cualquier
mujer, yo sólo me desocupo en la mía… “ ¡Qué pena! “Desocuparse”.
Décimo
Los Primeros cristianos fueron fieles a Jesucristo, cortando con
una serie de costumbres paganas, tales como ir al circo para ver cómo una fiera devora a un
esclavo. El cristiano del siglo XXI debe hacer lo mismo ante
los medios técnicos que brindan corrupción.
La humanidad se ufana porque la esclavitud fue abolida “hace siglos”.
Pero hoy asistimos otra esclavitud: la esclavitud sexual de la mujer. La
prostituta recibe un dinero por entregar su cuerpo; pero no es
engañada. El hombre paga y ella se entrega. Todo claro. Inmoral, pero claro.
Pero ¿la que se entrega fuera del matrimonio y fuera de la prostitución? Por un lado, no recibe nada a cambio y, por otro, se entrega a un hombre que miente ¿Qué situación es peor, la de la
prostituta o la de la que se entrega engañada por nada?
Porque la entrega sexual es verdadera sólo dentro del amor verdadero.
Y el amor sexual verdadero se da sólo en ambiente digno de la entrega total del cuerpo es el matrimonio, cuando los dos se han comprometido sacramentalmente ante Dios a entregarse mutuamente toda
la vida: el tiempo, la capacidad de procrear, de emprender…
El todo por el todo “Yo toda/o para ti para siempre”
https://laopcionv.wordpress.com/2014/12/04/7-razones-para-no-leer-ni-ver-50-sombras-de-grey/
KARINA, 23 AÑOS LUEGO DE COMETER EL ERROR DE VER LA
PELICULA ESCRIBE EN LA OPCIÓN 5:
El libro me aburrió muchísimo. Los personajes pasaban de relación
sexual sado-masoquista a relación sexual sado-masoquista. Yo pensaba:
¡Qué insulsa es esta tipa! Él me parecía irreal: en nombre del “amor” te controla y hace todo lo
que quiere contigo.
Desde que tomé la decisión de vivir la castidad, tomé la decisión de
alejarme de todos esos “géneros literarios”; cosa que me ha devuelto
la paz al corazón y el control sobre mi vida.
Me apena saber que libros como estos son leídos por niñas de 11 o
12 años… Como toda la pornografía, cada vez son más
libros como estos los que proliferan en la literatura barata, porque se
vende, especialmente a las mujeres.
Por esta pena que siento y el daño que veo que hace, no puedo quedarme
callada y he querido compartirles mi experiencia y conclusiones para advertirles de las consecuencias
negativas
El libro atrapa a las chicas —aparte de la distorsionada imagen del sexo que no se lo toma como lo que es: algo
sagrado, un regalo para compartir con tu esposo o esposa— por ese deseo de
cambiar o “arreglar” a un hombre a través del amor. Es equivocado pensar que podemos cambiar a un hombre.
Como los protagonistas se terminan casando… Te deja con la idea de que ¡todo lo anterior valió la pena pasar y sopor! Básicamente la trilogía te vende la idea de que
“si me dejo usar (y abusar) el tiempo suficiente, él me querrá a
su lado por siempre”.
Seamos sinceros: ¿conocen alguna amiga que les haya dicho “yo lo voy a
cambiar” y en realidad lo haya logrado? La que termina cambiando es la mujer,
porque rebaja el estándar que tenía para adaptarse a la persona a la que quería
“ayudar”.
Sé de una chica que se quedó con ganas de tener sexo por casi un mes. A mí personalmente ese
tipo de lecturas me empujaba a buscar pornografía (me da vergüenza decirlo) porque
causaba excitación en mi mente.
Sinceramente me arrepiento de haber leído esos libros porque en
realidad no me estaban enseñando a buscar el amor, tan sólo era una
forma de adormecer mis pensamientos al sentirme sola, era
como una droga para mi dolor…
Ese tipo de lectura me aislaba. No es lo mismo leer por diversión y seguir involucrada con todos los aspectos de tu vida que leer un
libro que temes que la gente sepa que has leído.
La pornografía, no sólo te aísla, sino que también te genera
adicción: llegué a un punto en el que no podía encontrar
satisfacción en nada, así que me venía esta irrefrenable necesidad
de leer un libro así o de ver pornografía para saciar esa
“necesidad”.
En ese momento sólo trataba de convencerme de que yo no le hacía
daño a nadie, pero se lo hacía a todos: le robaba a mi madre su hija, a
mi familia un miembro más, a mí misma la oportunidad de sentirme
feliz y en paz al no tener que esconder ese “sucio secreto” que tarde o temprano podían conocer.
Otra consecuencia negativa de la lectura de estos libros es que a las
mujeres nos orientan hacia un tipo de hombre, el “hombre macho” que por
ti se va contra todo. Pero eso es propio de las novelas; no de la vida
real.
Para terminar… Hoy puedo decir que he cambiado. He dejado de leer este
tipo de ficción, he dejado de escuchar canciones que con sus letras nos
incitan y excitan, y ya llevo seis meses sin ver pornografía y feliz de poder
vivir la castidad. No ha sido fácil, ¡pero sí es posible!