11.10.2012 - Carlitos Páez, sobreviviente de los Andes, visitó Fundación Manantiales Carlitos Páez, sobreviviente de la tragedia de los Andes de 1972, nos ha honrado con su presencia, así como también con su testimonio de vida. Contó a los pacientes de la Fundación su experiencia en relación a su adicción a las drogas y como logró recuperarse.

Páez separó claramente su experiencia previa en la Cordillera de los Andes de su viaje por las drogas, el alcohol y los tranquilizantes, recalcando que eso fue “su segunda cordillera”. Afirmó que fueron dos vivencias completamente distintas, otorgándole mayor importancia al salir de las drogas “vencer a la droga y el alcohol fue más difícil que pelear en la cordillera”. Resaltó que lo que vivió con las drogas poco tiene que ver con los Andes “no soy adicto por lo ocurrido en los Andes, considero que si propició que yo optara por un camino fácil, lleno de falsedades y superficialidad”.

Resaltó en su discurso que se entra muy fácil en las drogas y que es muy difícil salir de ese infierno. Al hablar sobre su consumo manifestó que tuvo un breve contacto con la marihuana pero en realidad su perdición fue la cocaína y el alcohol (principalmente el whisky). Con la cocaína se hizo adicto al Lexotán lo que fue lo más difícil de abandonar. Su recuperación la inició a los 39 años y fue en gran parte gracias a Alcohólicos y Narcóticos Anónimos “llevo 20 años limpio, sin consumo”.

Contó a los pacientes: “viví internaciones, terapias, soledad, depresión, decadencia total, nada distinto a lo que cuentan ustedes”.

Afirmó que salir de las drogas implica un gran sacrificio, compromiso y honestidad personal, concomitantemente con un gran apoyo y tratamiento a nivel terapéutico, algo que él aún continua realizando.

“Hay veces que nos creemos ser machos y lo importante es ser muchos”, “no se sale sólo, sino que se sale en grupo”, “el grupo es un respaldo indestructible que ayuda a despertar las cualidades de cada uno de sus integrantes”.

Les transmitió a los chicos que hay que luchar, ser perseverantes. Les dio ánimo, esperanza, aseveró que de las drogas se sale y lo más importante es creer firmemente que se sale. “Lo importante no es preguntarle a un adicto si va a dejar las drogas, lo que debe manifestar y resaltar son las ganas de tener ganas de dejarla”.

Páez destacó que se habla mucho del consumo y de las consecuencias de ello, pero no de que es posible recuperarse y salir adelante. Nuevamente enfatizó que si se puede, si se es humilde y se pide ayuda “se debe tener la suficiente honestidad para decir la verdad y pedir ayuda”.

Cerró su visita con una frase de San Francisco de Asís: “Empieza por hacer lo necesario, luego lo posible y de pronto te encontrarás haciendo lo imposible”.