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Desde mediados de 10s afios treinta hasta 10s selenta, la econornia mexicana creci6 a una tasa mayor del 6'io anual, un logro del que con frecgencia se dice que es el "milrgro" mexicano. A1 exarninar este rnilagro, Roger D. Hansen obsema que entre 1940 y If lrirneros ailas de la skptirna decada el ri, 7 : ha vuelto mas rico y el pobre ilks re -algur1?s en terrninos relatives y otr s en absolu: 1s. Las medidas la tribucib: dt . ingreso - I 10s u imos dec. rnio? tndice que, en fecha tan cerca~la corn0 157 . Mexico sepuia 21icabezandc a Ii. mayc de Ics paises !atinoamericanos en la desigualdad del ingreso. iPor cue el un~co pais latinoamericano que experlrllentb una revolucibn social prolu~da y agitada much0 antes de 1940 fscogib un L foque del desarrollo econbmico le combinaba sacrlficios sostmidos en t.: tondo de la escala socioecon6mi , con recornpensas crecientes pa!a la cuspirfe' iP0r qu8 10s lideres politicos "rev .blucionarios" mexicancs estructuraron una estrategia del dlsarrollo que cor rol6 ezlrecharnente la act~vidad sindical, affr.jo el paso de la reforma agraria y redtllo la parte del ingreso tot21 correspor~diente al 60% icferior a la poblacibn? Y jcbmo el sistema politico rne~tciio restbti3 y sostuvo el proceso de crecimientc 3 traves de las ultimas tres decadas'? con parar la politica mexicana bajo Porf~rio Diaz con la de la actualidad, el autor demuestra que las metas, valores, aparato politico y las politicas de 10s hombres que gobiernan hoy a Mexico pueden ser mejor comprendidas en terminos de la herencia politica ITIeStiZa ddl siglo pasado, que estructurb la politic3 como una ancha calle hacia la movilidad socioeconbmica y el 3oder r;ersonai A. oesar de lac ?l!eraciones aos-wtes, la sustancia de la politica mexican& :: ' ' .' pot" :\a f ;+ cia..,. ' Roger E. Hansen arguye que el exit0 del dc3arrollo econbmico rnei.cano p~iede atribuir .,e en gran medida a esta elite politica rnodernizadora y, aun as., tradiciune!; sus actos s.. encaminan a atlojar el P~SO del crecimiento i? la cornun~da;:politica, a(: :lerar el crecimiento de I; ec~nc-iia y estabilizar el procsso del cambic estructural ?e la sociedad mexicana. Roger G Hansen es director de proyectos en estudios L ! progreso d e ~ desarrollo en la National Planning Associaiion. Wash~n~~ton. Hz ob ?nido grados academ~cos de Yale University, Orf.orC University. Princeton Univzrs~ I y de la Johns Hopkins Univers'ty School of Advarlced Internsrional Studies. ...- ISBN 968 2: 1557 9 , Q r, DEL DESARROLLO r c MEXICAN@ ROGER D. HANSEN

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Desde mediados de 10s afios treinta hasta 10s selenta, la econornia mexicana creci6 a una tasa mayor del 6'io anual, un logro del que con frecgencia se dice que es el "milrgro" mexicano. A1 exarninar este rnilagro, Roger D. Hansen obsema que entre 1940 y If lrirneros ailas de la skptirna decada el ri, 7 : ha vuelto mas rico y el pobre i l k s re -algur1?s en terrninos relatives y o t r s en absolu: 1s. Las medidas la tribucib: dt . ingreso - I 10s u imos dec. rnio? tndice que, en fecha tan cerca~la corn0 157 . Mexico sepuia 21icabezandc a Ii. mayc de Ics paises !atinoamericanos en la desigualdad del ingreso. iPor cue el un~co pais latinoamericano que experlrllentb una revolucibn social p ro l u~da y agitada much0 antes de 1940 fscogib un L foque del desarrollo econbmico l e combinaba sacrlficios sostmidos en t.: tondo de la escala socioecon6mi , con recornpensas crecientes pa!a la cuspirfe' iP0r qu8 10s lideres politicos "rev .blucionarios" mexicancs estructuraron una estrategia del dlsarrollo que cor rol6 ezlrecharnente la act~vidad sindical, affr.jo el paso de la reforma agraria y redtllo la parte del ingreso tot21 correspor~diente al 60% icferior a la poblacibn? Y jcbmo el sistema politico r n e ~ t c i i o restbti3 y sostuvo el proceso de crecimientc 3 traves de las ultimas tres decadas'?

con parar la politica mexicana bajo Porf~rio Diaz con la d e la actualidad, el autor demuestra que las metas, valores, aparato politico y las politicas de 10s hombres que gobiernan hoy a Mexico pueden ser mejor comprendidas en terminos de la herencia politica ITIeStiZa ddl siglo pasado, que estructurb la politic3 como una ancha calle hacia l a movilidad socioeconbmica y el 3oder r;ersonai A. oesar de lac ?l!eraciones aos-wtes, la sustancia de la politica mexican& :: ' ' .' pot" :\a f ;+ cia..,.

' Roger E. Hansen arguye que el exit0 del dc3arrollo econbmico rnei.cano p~iede atribuir .,e en gran medida a esta elite politica rnodernizadora y, aun as., tradiciune!; sus actos s.. encaminan a atlojar el P ~ S O del crecimiento i? la cornun~da;: politica, a(: :lerar e l crecimiento de I; ec~nc - i i a y estabilizar el procsso del cambic estructural ?e la sociedad mexicana.

Roger G Hansen es director de proyectos en estudios L ! progreso d e ~ desarrollo en la National Planning Associaiion. Wash~n~~ ton . Hz ob ?nido grados academ~cos de Yale University, Orf.orC University. Princeton Univzrs~ I y de la Johns Hopkins Univers'ty School of Advarlced Internsrional Studies.

...-

ISBN 968 2: 1557 9

, Q r, DEL DESARROLLO r c MEXICAN@

ROGER D. HANSEN

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i,a revoluci6n suprimi6 a una 6lite tcon6micamente h p r ~ d ~ c t i v a , cvcluy6 l a ant ipas pautas de inveni6n improductiva y redistribuy6 parte de la riquaa. DespuCs de 1940, nuevas ilites literalmente se vieron fonadas a seguir nuevas pautas de inversi6n y al m-0 tiempo una amplia variedad de cauces nuevos para la movi- ]idad socioecon6mica de las clases media y baja de MCxico. Lap ma)ons perspectivas de movilidad dentro de la economia mexicvla redujemn las mdicionales dernandas que sc hacian a1 sistema poli- tico mexicano, para que proporcionara mcdios que facilitaran el pro- de 10s segmentos intermedios de la sociedad. La reduccibn de esas demandas aument6 la estabilidad politics, lo que a su - provoc6 la aceleracibn de las tasas de a h o m e inveni6n; por tanto, a partis de 1940 se reavivb el ritmo del crecimiento econ6mic0, lo misroo que la capacidad de satisfacer 10s deseos de movilidad de la poblacibn mexicana-

Se ha afirmado que "si deseamos buscar un factor que explique mis que ningh otro el retardo econ6mico de toda AmCrica Latina, es probable que lo hallemos en la estructura social latinoamericana y en l a valom que se derivan de ella"." Mientras mayor sea la cractitud de esta afimaci6n -y nada la contradice en el cam de MCxico- importante es la modificacidn de la estructura y 10s valora de la sociedad mexicana durante 10s aiios antenores a 1940, como uno de l a factores que contribuyeron a1 ritmo del desarrollo econ6mico a partir de a a fecha.

Ihrante Ias tn dicadas posteriores a 1940 la -ia w c a n a ) 11a q ~ c d o a una tasa anual de mis del 6 por ciento; en datos per cipita. la tasa ha excedido del 3 por ciento. Durante ese periodo I la producci6n manufacturers se I_-- ha elevado apmximadamente en 8 I por cicnto al aiio. La producci6n agricola crccib a una tasa aGn m k dpida durante la primcra dkada de ese periodo, y bajb a una tasa anual de ineremento de 4.3 por ciento durante la dicada sip~iente. Entrr 1910 y 1962, el product0 medio por persona em- pleada en el sector agricola se elev6 en 68 por ciento, o sea el 2.4 por ciento anual.'

Los desplazamientos por sector, tanto en el producto como en la ocupacihn, ocumdos en 10s Gltimos 30 aiios, ilustran la naturaleza fundamental de los cambios que ha experimentado la economia mexicana. En 1910, el -7 ",g"'c~la emplenba el 65 por ciento de la h a de _trahaj? e-7Cifeluco y constituia & del 23 por rienb del producto nacional bruto; tres diradas mL tarde empleaba IncBnos de la mitad de la fuena de trahajo y contribuia en 16 p r ciento al producto nacional agregado. En rontraste, las artividadm m a n i t u l e r a s elevaron wi participaci6n en el pmducto interno to- tal, de 17.8 por ciento a1 26 por cicnto, y ahora emplean mb del 16 por ciento de la fuerza de t r a b a j ~ . ~ Excepci6n hecha de la mineria, los.ggctores industrialq registraron las mis >Itas tasas de cncimiento anual; de 1965 a 1968, por ejemplo, 10s sectores manufactikros, tle la construcci6n y de energia electrira crecieron todos con tasas anuales medias del 9 por ciento o mayores. Para 1970, Mexico era en man parte aritosuficicnte en la produrci6n de comestibles, ~~rodurtos petrolvros hisicos, acem y la mayor parte d r los hicnes de consumo.

I . VCase Leripnldl) S~llis hl. , Hacia 1111 a ~ ~ a l i r i r general cr largo plaza drl rlstarroll~) tcol~drnico dc hli.rico, cn Dernografia y Economia, 1 ( 1967 ) . p. 7).

3. Alfredo Navarrete R., Mexico's Ralancr o f Paymcntr nnd Extr,-"01

+4, Bert F. ~ ~ ~ , i ~ ~ , E ~ ~ ~ ~ ~ ; ~ crOw,h in ,ratin ~ , , , ~ ~ i ~ ~ , en First Inter- F;"anciflg, en Wrltcuirtschnft l ich ilrrhir.. 101 1196P.), p. 74. Conferrrtct 01 Economic Hisrory, La Haya: Mouton Co.l lW0'

[ 37 1 p. 88.

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CUADRO 3-2. ESTRUCTUIU DE LA OCUPACI~N

(porcentaje k c la ocupacidn total)

Atio Agricultura Industria Seruicios

1940 65.4 12.7 21.9

1964 52.8 30.1 ' IS 6

FUENTE: Varios n h e r o s de La economia mexicana en cifrcu, de la Nacional Financiera.

alta para elevar la relaci6n entre 10s ahorros internos y el producto nacional bruto, del 8 por ciento en 1940 al 17 por ciento en 1967.'

Los datos referentes a 10s ahorros y las inversiones reflejan con rnh claridad que otros hasta quC grado la economia rnexicana se ha desarrollado desde 1940. Las tasas de crecimiento permiten medir 10s cambios en el producto total, per0 con frecuencia se citan en

CUADRO 3-3. E ~ ~ R U C T U R A DE LA PRODUCCI~N

(porcentaje del producto nacional brtito, a precios de 1960) - Cat egoria 1940 1945 1950 195.5 1962 1967

Produccibnindustrial 31.0 31.0 31 .0 31.3 33 .9 36.7

mineria 4 . 6 3 . 5 2 . 4 2 . 2 1 . 6 1 . 5

electricidad 0 . 9 0 . 8 0 . 9 1 . 0 1.3 1.5

Servicios 4 5 . 8 47.4 48 .2 40.4 48.9 47.5

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 -

1 : u e n r E s : Leopoldo Solis M., Hacia un ana'lisis gt.nera1 a largo plazo del d c ~ - arrollo econdmico de M.:xico, en Demogralia y Economiu. 1 (1967 ) . p. 73; y Banco de Mtxico, Informe anual 1968.

CUMRO 3- 1. CRECIMIENTO DE MBJUCO, 1940-1968 (tarar dc crecimiento en promedio anual)

1940-1950 1950-1 960 1960-1968 Partida (1 ) (2) (3)

Producto nacional bmto 6 .7 5 . 8 6 . 4 Poblacibn 2 . 8 3 . 1 3 . 3 Producto per capita 3 . 9 2 . 7 3 .1 Producci6n agricola 8 . 2 4 .3 4.0- _ - Producci6n rnanufacturera a . I 7 . 3 8 . 2

FUENTES: Laa columnas ( 1 ) y ( 2 ) de Clark Reynolds, T h e Mex~can Economy: Twentieth Century Structure and Growth, New Haven, Yale University Preu, en preparaci6n. La columna ( 3 ) se derivb de utadirticas de la Comisibn Econ6mica para AmCrica Latina y de la re~iente edicibn del Inlorme anual del Banco de Mtxico.

Un indicio de la anzada por la industrialiwcitjn . -- --. ~nexicana, es el hecho cimiento m& ripid0 q u ~ ahora

se experimenta, ocurre en el rengl6n de 10s bienes para la produc- ,&. Entre 1950 y 1966 la producci6n de accro y u t ~ ~ s arifculosc'

rnetilicos creci6 a una tasa anual de 11.5 por ciento, la produccidn de maquinaria en 10 por ciento, la de vehiculos y equipos de trans-

I porte en 10.7 por ciento y 10s productos quirnicos en 12.5 por ciento." El sector manufacturer0 actualrnente produce, entre otros articulos, rnotores de autom6viles, ejes traseros, frenos hidriulicos, tractores,

I motores industriales, palas rnecGnicas, televisiones a color, transfor- madores elCctricos, unidades de aire acondirionado y equipos elktricos para oficina.

Tanto la acelerada tasa de crecirniento como la transformacicin de la estructura de la economia rnexicana a partir de 1940 son en v a n parte consecuencia de la trayectoria que han seguido 10s ahorros y las inversiones mexicanas. 1.0s esfuenos combinados de las inver- siones de 10s sectores pliblico y privado de M&co han financiado una revoluci6n tecnolcigica, tanto en la agricultura como en la in- di~stria; en agudo contraste con 10s aiios porfiristas. 10s aho~ros clue 10s mexicanos han invertido han sido 10s suyos propios. Ilurantc. c1 period0 de 1900-1910, casi las dos terceras partes drl total invertirln era de origen extranjero; a partir de 1940 cerca del 90 por ciento del total de la inversi6n fija bruta ha sido financiada ccn 10s ahorlo. i~itemos. La tasa marginai del ahorro interno ha sido lo bastant,.

4. Estimaciones de la Nacional Financiera, vCase Ibid . p. 7h. 3. Ibid., p -3

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una forma que induce a error. EsGn compuestas por las tcndencias ciclicas y seculnres de la oferta y la demanda, por las fue~zas efi- mens lo mismo que por las fundamentales quc afectan a la capacidatl productiva de 10s sistemas cconbmicos: cuatro o cinco 360s de buenas cosechas pueden provocar elevadas tasas de crecimiento en c.cnnomias en desarrollo clue toda\.ia son esrncialmente agricolas: unos cr~antos a6os mctrornl6gicamcntc malos dardn por resr~ltado un aparentc: vstancamien to.

1,as t a n s dc CI-i.cirrlietlto miden 10s rambios ell el producto fisico: rl tlesarmll,-, rc:r>t~~'~rrtico mide la institucionalizaci6n del procrso de cucc.i- . . ., mirnt:~ erl si. El - desarrollo -. implira una-so~

, ~laturnles y -@manos, _mo~~c.ariones _ey la estructura de una cconomia --- ':. -amr c#& para 1 n c r e m ~ ~ = ~ o d 1 1 ~ 1 - i 6 1 1 por lrirdic, ds: !-nrro-in\.ersi6n. Las inversioncs pueden adoptar ~ ~ l i r ~ h a s fol- mas: fonnacion d:: capital fijo (inclusive 10s gastos cn infraestructrl- I..) ; , 1xograrIras de investigacihn y tecllologia, sistemas de cducacibn mAs ;irnplins, !. asi srtcc>i\~amente: todo ello amplia la base productiva tic

una sociedad. Todos esos elrnlrntos se han rimpliado en AlCsicn n I partir dew ( ;i);irdan a diie~x:~lriar a e t a etapa dp fares antcrin- res dc la historia n~cvicana caracterizadas por algrin crecimidnto taco- - nbtniro. 1)ero colr escaso --A dcrnrrnllo ecollcimiy.

. ~ ~

I)c $HJ cn ndelantt. el scrctnr ~)irl,lico rnexicarlo ha corltsibuid,-, roll :10 por cic.11to a In fonnaci6n dc.1 total del capital fijo b r ~ t o (c~~.itlro

7- 3-4) . I )urntlte Ins I 1rlrnc.l o s anos la inversibn plihlirn cscedi;~ tl4.l .iO por cicsnto del tot:tl: tan s6ln la cuantia de esn in\-c~gi6n t r ~ x . ~ . t i t1

c.fccto catalizadnr tlirc.c:to sohrrj el reciente crecirnirrlto de .\I;\-ic-[I: pero el yobiorno tambibn 113 cst;tblecido institucio~ies y 112 :~,iiic-.iiio politicx, quc indirrrtamcnte h;111 irnp~~!s:~do y so~tc'~~icIo :I 1111 rjin6- tnico st.c:rnl pri\.adt) dc \ l & u i l c t .

I

1 . ~ ~itodiIicacii,rr dt. lab palltas sryiiciab pnr Id il~\i,l.bib~l t1111.1 1.1 P I ~ -

CUADRO 3-4. FORMACI~N DE CAPITAL Fl J O RRUTO: 1940-1967 ( n prrcios corruntrs)

Porcentaje dcl produclo naciona! Distribucidn en bruto porcentajr

t 'ci;odo Total Ptiblico Priuado Ptiblica Priuodo

( I ) 1940-1946 8 . 6 4 . 4 4 . 2 5 :! 4u

(i) 1940-1962 18.6 5 . 6 13.0 30 70

( 6 ) 1963-1967 20.7 6.2 14.5 30 70

FIJENTES: Hilrras 1 a 5, Grupo Secretaria de Hacienda, Banco de Xitxicu, Estudios sohre Pmyecciones, Manual de erradisticas bdcicar pura el arro'lisir del dcsarrollo rcon6mico de Mlxico, tal como es presentado en Raymond Gold- smith, The Financial Der!eloprnent o/ Mexico, Paris. Development Cet~trc of the Organization for Economic Co-operation and Development, 1966, p. 74. La hilef-3 6, xg5n datos publicador por la Secretaria de Hacienda y CrCdito Pirblicn, el Banco de MCxico y la Agency fnr International Dcvelopment.

k~namenta l en la economia, a partir dr 1930, refleja un camhio en las prioridades, resultante del crecimiento econ6mico durante ese periodo. Antes de 1930 predominaban el control y la propiedad esta- tales en 10s ferrocarriles y el sistema bancario. Durante la prcsidencia de CBrdenas (1934-40), las empresas estatales se extendieron hasta la industria rural, el petrtileo y la energia elCctrica De 1940 en ade- lante ha proseguido esn tendencia, hnsta el punto de que ahora hay unas cuatrocientas empresas que pertenccen 31 sector pitblico o que son una mncla de pbblicai y privadas. El gobierno posee las indus- trias petrolera, de energia elCctrica y de ferrocamles, tiene plantas dc acero v fertilizantes, fibricas de equipo fen-oviano y varios ban- cos: la proporci6n de su propiedad tarnbien es importante en la pe- troquimica, la aviaci6n, la cinematopafia. el papel de peri6dico y la explotaci6n minera.

Entre 1935 y 1960, mis de la ~nitad de la inveni6n del sector 11 - pGblico se destin6 a gastos capitales de infraestructura en 1a agricul- t-~~ortes v comunicaciones 1.a ;a$& del dinero invertido

- - ~ ~ ~ ~ ~ i ~ - ~ ~ e e a p l i ~ 6 a la construcci6n de vastas lrdes de

irrigaci6n; como resultado, la superficie irrigada mediante sisternas hidriulicos de financiamiento p6blico se ha elevado con una tasa del

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CUADRO 3-5. DISTRIBUCI~N DE LA FORMACI~N DEL CAPITAL P ~ C O

BRUTO, 1935-1960 (en porcentajes)

Transpor- Adminis- tcs jr GO- Bicncs- tracidn

Agricul- Indus- munrca- tar y dc- No CIPL.- A n'os To t& tura trio cioncs social fcnra cificado

1935-39 100 19.7 4.9 55.7 8.2 0.0 13.1

- ." FUENTE: Nacional Financien, 50 an'os dc Rcvolucidn mexicona cn cifruc (MCxico, 1963), p. 133.

4.9 por ciento anual desde 1950; ahora incluye m b del 60 por ciento de toda la tierra imgada de Mbxico, en comparaci6n con el 13 por ciento que era en 1940.& El programa mexicano, uno de 10s mis amplios de su clase en el mundo, ha abierto a1 cultivo e irrigado rn& terrenos que nin& otro pais latinoamericano; tan &lo entre 1940 y 1946 se triplicaron las tierras de cultivo irrigadas gracias a1 finan- ciamiento pliblico. Junto con las inversiones gubernamentales desti- nadas a1 sirtuna de caminos del Mexico rural, las invenionu m i c a s en imgaci6n y roturaci6n de tierras han revolucionado a la ami-

-a-- cultura mexicana y han incrementado grandemente la producci6n agricola.

A p&r de 1940, cerca del 90 por cimto de toda la inwsi6n - -. -4 h r w o hacia el-I. Durante la dkada de 1940 y 10s primeros aiios de 1950, la Nacional Financiers aedic6 la mayoria de ms financiamientda a largo plazo p a n l a Tndustrias

-I_.. Wcas destinadu a b a t i t u c i h de irn'pomcionq incluyendo fierro, - I

acem y p W l e o ; con fmuencia atas inveniones w realkaron para 'aliviar la cdtica acascz de la oferta creada por Ins condiciones bClicu.

Desde 1940, grandei proporciones de la inveni6n pdblica x des- tinvon a 10s renglones de la energia elktdca y el petrbleo, b que dio par resultado tam anuakr de crecimiento del 10 par cienb para

5. Ibid., p. 79; Frank Brandmbm, The Makinl o f Mode::. .%fuico, Zi4l-d Cliffs, Rentice Hall, 1964, p. 259.

c U ~ D R O 3-6. FXNANCUM~EXTO DE LAS INVERSKONES DEL SECTOR

- P~~BLICO, 1939-1959 ('en pOrcentajes dc la inverswn total)

Ahorror dcl sector Crlditor Crdditos

I Pcriodo Total ptiblico inter nos cxtran jcror

3939-1930 100 77 14 9

1950-1959 100 76 10 14

. . FUENTE: Derivado de Alfredo Navarrete R., The Financing of Ecolromic Dr- r~cloprncnt, en Mcxico'r Recent Economic Growth, conlp. por Tom Davis (Aus- tin: University of Texas Press for The Institute of Latin America Stndirs, 1967), pp. 105-30.

- , la capacidad elCctrica instalada, y del 6.6 por ciento para la pro- ducci6n de gas y petrble~.~ En particular durante la adminktracibn de Ruiz Cortines (1952-58), las inveniones del sector p6blico siguie- ron presentando la modalidad de ser "rompedora de cuellos de bo- tella", lo que ya las habia caracterizado en la etapa siguiente a 1940. La prioridad cn la inveni6n ptblica se desplaz6 del recientemente prbspen, sector agricola hacia la industria y 10s transportes. Mediante grand- inversiones - de capital en el sistema ferroviario sc nsolvi6 el p.rn1-01~ c n r i o del e

transprte - ------ interno, surgido a cmsecuen- %a del auge econ6mico del pals. La, i n v a d m a ptbl iur tambiCn --- --.

el 50 por ciento la ciyacidad dt r e f i n w z---.pbhlm, en un p riodo de seis aiios.'

Durante 10s aiios comprendidos entre 1939 y 1960, el sector p6- blico financi6 mis de las tres cuartas partes de sus programas de inversi6n con sus propios ahorros, esto es, con el ingreso guberna- mental neto, deducidos 10s gastos de cuenta comente, y el supedvit

'-de I& empresas y organismos estatales descentralizados,En un prin- cipio el prbtamo interno cubrib gran parte del deficit, pero durante la d h d a de @!EO el gobierno mexicano e m w 6 a acudir cada\m: - mhs a ios- - < - - = m e -

(cuadro 3-6). Durante k d h d a de la capacidad del sector e b l i c o para financiar3h p r o p - --- --= - s- -

6 . Navamte R.,' Mexico's Balance o / Paymenls, p. 79 . 7. Raymond Vernon, The Dilemm'a of Mexico's Dcvclopmcnl: The Roles

01 the Prclrotc E T . ~ Public Sactors, Carrtf-lac, Harvard L'nivmity Pmr, 1963, p. 111,

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CUADRO 3-7. FINANCIAMIENTO DE LAS INVERSIONES DEL SECTOR PGBLICO, 1961-1968

- Aiio Formas de financiamiento 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968. --

-

lnversibn del sector pbblico (Vc del PNB) 5.4 5.9 6.5 7.5 5.8 5.3 '6.3 1i.4 r m

4.4 4.6 4.5 4.4 4.3 3 . 3.5 4.2 ..

Ahorro n u o del sector pbhlico ( % del p ~ n l

.. E

Ahorro neto ( % de la invenGn) 81.2 77.1 68.8 59.0 71.9 67.2 56.0 61.1 $ C]

Fina.,ciamiento del dkficit (% de la inveni6n) jri 4

lntcrnn 16.6 29.7 26.1 28.7 33.1 40.5 '29.2 28.7 z ?

Extranjero 12.5 15.9 18.9 '26.7 - -

7.8 18.5 15.4 n 6 >

Menos "inverai6n f inanciera" ** 20.4 22.7 13.9 14.4 7.0 8.0 17.9 7.1 .,: C . .

FUENTES: Dcrirado dr 10s d a t a publicados por I. Scacwi. dc Hacienda y Crkdito Piblico y el Banco dc h4i.xict1. a

Estimaciones preliminares. m I / )

** Un mngl6n residual que incl~tye l a cambia en l a hventarios y capital de opnc ion , y lu inveninnes dc financimientc). c 5

'I,

CUADRO 3-8. INGRESOS DEL SECTOR PGBLICO

1940 1950 1960 1964 z-

I . Catrleoriar 5'0 d d % d d % del

F D

del rnctor pdblico % PNB PNB % d e l gr, % % PNB % PNB 0" "

I. Total

11. Sectores gubernamenta- lea: total

a . Gobierno federal b . Distrito federal c. Estados y rerritorios d. hiunicipios

111. Resto del rector p6bli- CO: total

a. Superhvit de !as em- praas prjblicar

b. l n ~ r e s o ncto de otras dependencias atatales

FurNrxa: Para 1940 y 1950, Combined Mexiur~ Working Party, The Economic Development 01 Mexico, Baltimore, The Johns Hopkins Press, for the International Bank of Reconstruction and Development, 1953, p. 363, curdm 121. Pam I

I 1960 y 1964, Rohcrto Anguiano Eqccihua, I.ar finanrat del sector paiblico en Mlxico, MCxico, Universidad Naciolul Au- t tbnoma de Mkxico. 1968, pp. 104-5.

I

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mas de inversi6n mediante sus propios ahorros se redujo a1 68 por ciento. Esto se debi6, en- otras razones, a que el monto de esas in- , versiones se elev6 ligeramente en proporci6n con el producto nacional bruto, en tanto que el ahorro del sector pGblico, medido del mismo modo, baj6 del 4.4 por ciento en 1961 a1 3.5 par ciento en 1966 !. 1967; se elev6 otra vez en 1968 (cuadros 3-4 y 3-7). La capacidad del sector pGblico para financiar una porciSn considerable de sus inversionu por medio de sus propios ahorros, ha mantenido en niveles muy moderados a la deuda pGblica de Mexico. hpirdida tambien con respecto a1 total del producto nacional bruto y de la riqueza agre- gada nacional, la deuda est5 por abajo de las tasas rorrespondientes de 10s Estados Unidos. El incremento de la deuda pirblica a partir dt- la segunda guerra pundial representa aproximadarnente el 10 por ciento del ahorro net0 mexicano durante ese periodo; puesto que cerca de la mitad de ese incremento se ha cubierto con ahorros ex- tranjeros, la proporci6n del ahorro agregado del sector privado de hiCxico, absorbida por el gobierno, ha permanecido bastante abajo del 10 por cient0.O

Una de las modalidades m b notables del comportamiento dcl sector phblico mexicano en las dicadas recientes es lo mucho que ha hecho con muy poco. Aunque 10s datos sobre el ingreso total del sector pliblico son cuando mas fragmentarios, las cifras presen- tadas en el cuadro 3-8 son muy similares a la mayoria de las estima- ciones publicadas; en ninfin rnomento, entre 1940 y 1960, el sector public0 absorbi6 mi% del 13 por ciento del total del producto nacio- nal bruto. Durante la mayor parte del periodo esa cifra fue menos del 11 por ciento; sin embargo, el gobierno fue capaz de ahorras aproximadamente el q0 -par dentoo de ese ingreso, para destinarlo a

, . inversiones pubhcas. Durante esas mismas dCcadas, la mayoria de - lorotros gobiernos latinoamericanos han aplicado irnpuestos consi derablemente mayores y sin embargo han invertido menos.@ 3

8. Raymond W . Goldsmith, The Financial Deuelopment o/ Mexico, Paris, Development Centre of the Organization for Economic Cooperation and De- velopment, 1966, pp. 37 sr.

9. Una raz6n importante ha sido el bajo nivel que han tenido en Mi- xico lor gastos para la defensa. Desde 1950, esos gastos han permanecido has- tante por abajo del 10 por riento de lor gastos agregados del gobierno federal. V&u James Wilkie, The A4exiran Revolution: Federal Expenditure and Social Change ~ i n c e 1910, Berkeley y Lo9 A w e l a , Univenity of California P-, 1968, pp. 102-3.

1 I I Ademk del efecto directo que sobre el desarrollo econ6mico han

, ejercido sus propios gastos, el gobierno mexicano ha establecido una wrie de politicas destinadas a a

. I Algunas de ellas reflejan la respuesta normal latinoamericana a las posibilidades de industrializaci6n, derivadas de la depresicin y el sub- siguiente dislocamiento del comercio durante la segunda guerra mun-

I dial. Otras son totalmente irnicas.

t MPxico se asemeja m5s a sus vecinos del sur en el rengl6n de la politica comercial. Su do, lo que se debe a1 compr -

respecto I_m_-- a la i n d u s t r i a l i r r a r ; A , . L d e CPrden9 f 1934-19401, y particulannente durante las presidencias de Manuel rivila Carnacho ( 1940-46), Miguel Alemin ( 1946-52) y Adolfo Ruu Cortines (1952-58). Dos son las politicas principales que se han empleado para aislar al productor nacional de la competencia ex- tranjera. En 10s primeros aiios se acudi6 a la en propokiones considerables para impulsar a cionales a iniciar empress que sustituyeran a las importaciones. Durante la quinta d6cada se c&Sde& qu;-la ei&ad< taiifii aian- celaria era un corolario 16gico de la meta de industrializacibn arnpliamente difundida. La pplitica de la~@Lnis+@6n de Avih Camacho fue o f m ~ ~ t e c c i 6 n a phticamente t&& industrias nuevas que aparecieron en MCxico durante 10s aiios de Ia guerra. Miguel Alemin, aiin mb determinado que su antecesor a lograr la meta de la industrializaci6n mexicana, continu6 aplicando una arn-

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It --

plia p para alentar las invemiones del sector ,~rivado.lO Besde la quinta 'dicada 10s aranceles nominales para la

I 10. Sanford A. Mosk, Industrial Revolutiot~ in 12:-*.;u, Berkeley y Los

.4ngeler, University of California Preu, 1954, pp. 67-83.

I

i,

importacibn de materias primas se han mantenido bajos, en tanto que las cuotas para 10s productos terminados con frecuencia han excedido del 100 por ciento; las tasas sobre estos articulos telminados resultan a h m6s elevadas si se estiman de acuerdo con la protec- ci6n arancelaria real, esto es, la protecci6n que imparten a1 procesn de aiiadir valor, cuando se efectlia en MCxico.

Para fines de la sexta decada se habia desarrollado un rompli- cado sisterna de licencias para la importacibn, y este control directo sobrc las irnportaciones constituye actualmente Is principal forma

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. -

El increment0 de la mlarios quedi, muy at& del aumento de Ios precios, por dos razones: Primem, la emigraci6n -6c-1~ Areas ruralrs a 1 s urbanas significh para lor sectores indgstrial 'y de \

se&ios, una ofertii de mano de obra casi infinitnmente clbtise En segundo lugar, para rnediados de la quinta d t a d a e l movimiento obrero rnexicano estaba firmemen& controlado por el Partido Revo- Iucionario lnstitucional y la elite gobemmte que lo d~rninaba?~ Los dirigentes obreros que bbjetaban abiertamente la tendenda des- cendente de lor salarios realer, con frecuencia fueron wmplzados por otros mis d6ciles a lor dictados de la nueva ilite politica. Eta (lite, habiendo adquirido el compmmiso de realizar un programa de ripida industrializaci6n, estaba en condiciones de s r y r a r una creciente fomc i6n de capital por medio del m e c a n i m de la in- flaci6n.**

En lo que sc refiere a la politica financiem, la contribuci6n del

I

gobiemo mexicano a1 duarmllo econ6mico ha diferido conridenble- mente de la norma latinoarnericana, tipifiada pot Argentina, Brasil y Chile. De esos cuatro, M6xico es el 6nico p6s que ha psado de un periodo de extcnsa inflacibn a otm de relativa estabilidad de precios. A partir de. 1955, 10s precios mexicanos se han elevado en menos de 3 por ciento a1 a h , un r h r d de ertabilidad que se cornpara fawrabiemente con la trayectoria scSuid= ~recios en la mayoria de las economias daarrollada, durante ese mismo pcriodo. Ademis, el ritmo de crecimiento no ha disminuido en foma - -

notable como resultado de esa transici6n. Ell el periodo posterior a 1940, entre l a objetivos de la politira

,onetaria y financiers de Mexico estaba incluida la -e m t a n t o internn romo externa; pero ya antes de 1955 w halila sCriFicado ese desiderjturn en favor de la ampliacibn, lo miis aprisa ~~osible, de la capacidaq producti\-a de MCxico. La decii6n de conceder una prioridad h i s alta a la estabilidad de precios se debid ' en gran parte a lor efccti,r cmn6micor y politicos de la devaIuaci6n clr 1954 1.0s precios w elevaron en 30 por ciento durante 10s veintr mesa siguientes a la dccaluaci6n; mi todo el pais surgieron pmtestm de parte de Los grupos de i n g m s mcdios v bajos, y pareci6 acabar~e

EL "LIILACRO" MEXICAN0 : RESULTAWS 7 1

la confianza que el rector privado ynia en las politicas de deurrollo - establecidas - por el gobierno. Es probable que en ningwu ova 6- --- - , d s d e que el rm asumi6 el poder m la pmidezcia y la politics mexicanas, hapi-habido criticas tan francas y tan senraJ mbre el sistema gubernamental del momento.

La respuesta de la elite a la "crii. de ronfiamr" de 1954-55 re revela en el historial de la estabilidad dc pmios a p a d r dr entonces. La estabilidad r ha logrado pMapaLnentc por m e ~ o -de: 1 1 una rplicacib mAs Sgorwa dc 10s instrumentos monetarios y flnancieros desanollados durante la quinta d&ada, y 21 una cmiente dehfidencii d e ~ financiamiento e x t m o para cubrir d dCFcit ddcl s s t o ~ p ~ c o . El ptinupal instrumento de la politica mnrtaria de -.. - MCxico ha sido el control que el Banm de Mhico cjerce robre I

,los requisites legales concernientei a las reservas del sistema bancario pduadn; en ocasiones el limite de las reservas para 10s deptjsitm rdi- cionales ha llegado a1 100 por ciento. -Con el emplm de n t e instru- mento, el Banco ha podido controlar de modo efectivo 10s niveles agregados de h oferta de moneda y crCdito. En Mbdco w ha des- -- - - armllado adeds un sistema muy intrincado de mntrola rlcctivo.

, . drLr.sdtle, destinado especificbmenti a reducir a1 minim0 10s e k - tosinflacionarios del financiamienm deficiudo del war peblico y para-intpalnrel crecirnimto en ciertas mnas chve de la errmoA. Por medio de las regulaciona sobre la ruema legal y la dis~buci6n de la cartem, el sistema bancario privado se ha visto obligado a adquirir proporcione3 crecientes de l a principales va lom del wbiemo v otras clases de titulos p l ib l i~os .~~

Algunas de las tcndencias que se presentamn durante la ~ x t a . dErada mueshan el efecto de aos contmles wletivos. E n a 1950 v 1955, el banco central adquiriii m6s del 33 por ciento del aumento de las obligacionn totales del rector p6blico poseidat por el sistema bancario. %ntre 1956 y 1961 las que estaban en p d e r del banco central disrninuyeron, no s61o en forrna relativa smo tambih abaluta, de 2 100 millones de pesos a 1 3W millones. En e r G l h o petiodo. las instituciones financieras privadas aumentamn su participacidn en las obligaciones del gobiemo, poseidas por el sistema bancario.

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salentara las .cxportaciones. A1 empeorarse la situacibn de la balanza de pagos, puede aparecer la especulaci6n monetaria, lo que aumen- tari las presiones en favor de la devaluacibn. -4un cuando Csta se efectGe, con frecuencia irj. acompaiiada del control de cambios (o de las importaciones), lo que provocar5 perturbaciones en el meca- nismo de precios y desanimarh a la invenien extranjera.

En 10s paises latinoamericanos ha aparecido otra importante fuente de perturbaci6n de 10s precios, que ha tendido a lirnitar 10s efectos dr una ripida inflacibn. En Argentina, Brasil y Chile, por ejemplo,. ;,---- lor gobiernas controlan las cuotas que se cobran por 10s servicios piblicos y fijan 10s precios de 10s alimentos bisicos; como estos gobiernos re ven espuestos a criticas severas cuando aumenta cual- quiera de esos precios controlados, estos tienden a quedar bastante abajo del aumento general de precios. Se obtienen dos resultados, ambos perjudiciales para el crecimiento: en primer lugar, aumentan

.

los dCficit del sector pGblico, diwctarnente atribuibles a1 precio de 10s servicios involi~crados; y, en sepndo lugar, surgen numerosos cuellos de botella adicionales en el rengIbn de 10s senicios, en 10s que ya no se haceu m6s inversiones dcbido a la politica de precios. Todos estos problemas se han presentado con la inflation en diver- sos paises latinoamericanos y han wasionado que sus sobiernos in- tenten aplicar programas para lograr la estabilidad.. Lo que que el caso mexicano sea t an jnteresante es que_.@o Mexico ha podido pis=r de. un p r b d a . de inUa&n ..a..otrc de @g&@nd, sin tener que pagar un precio muy elevado, en la fornln d r ulia ciijn de la tasa de crriimiento y de fom-acicin d i capita17-E;i--hi-- gentina, Rrasil y Chik todavia falth que las politicas gufiernamen- tales logren una estabilidad o tasas de crccimiellto com1,arables a las de hlexico.

._ - . .. -. . . -. . -. -

Una de las razones por las cuales MOsico logre _rea!izar-la [ran; sici6fi- sin tcner que sacrificar $1 crecimiento por la estabilidad-es que el sector piiblim n o reduj&- sus inversiones en infraestructuya; 10s dCficit simplemente se financiaron en una forma mucho menos inf~aciona~ia. De esa manera MSxico establecib un sisterna dc: finan- --..._. _-. ciamiento del desarrollo econ6rnic0, que refleja la sabiduria de las dos escuelas dc ~ensamiento sob1.e la inflacibn de Anl6ric.a Latina, la "monetarista*' y la "estructuralista"." - Aterldib tanto la arl\~ertr~icia

24. VCanse lor ensayos de David Felix y Joseph Grunwald en Lat l i~ .imeriran Issues: E,,ay: and Comwenfs, c;:.;. par Albert 0. Hinchman, Stleva York, Twentieth Century Fund, 1961 ; ade:tih, h e r y Ketst~netnLy,

CUMRO 3-9. ESTRUCrURA DE LO9 PASNOS DEL SISTEMA BANCARIO.

1950-1965 , (porcrntajes del ingrcso nacional a 10s precios corrkntes)

En moncda nacional

P ~ s i ; l o ~ moncta- rios ( 1 )

Ahorros, Bonos v depdritos otrar ' .4 En Colum- y otros obliga- largo monrda n u dihi tos cioner plaro cxtranjrra 1-4 ( 2 \ ( 3 ) 141 / 2 \ I C \

I 1964 13 .6 . 2 . 6 4 . 6 8 . 4 7 .6 29.2

I 1965 13.4 2 . 8 6 . 4 9 . 2 i . O 81 .8

FUENTE: Leopoldo Solh M., T h e Financial System in the Ecot~ornic Dc- uelo)ment o f Mexico, en LVcltruirtchaftlirhrr Archit!, 101 ( 1968 ), p. 43.

Se cxciuyen las operaciones interbancarias.

monetarista de que 10s dCficit gubernamentales son la rausa principal de la inflacibo en Latinoaml.rica, como la adrnonicibn estructura- lista de que una disminucibn de 10s gastos en infraestructura piiedc dar .origen a cuellos de bntella que reduzcan la tasa general dc crerimien to.

Otra de las razones que han rontribuido a esa afortunada tran- sicibn ha sido que la ntabiii&ii misma ha aumentado gradua!mentr l a recursos disponibles para financiar el desamllo mexirano; el - - f i n a n G i e n ~ extranjero ahora esti a disposicibn de AIidro, nsi c z o de otros cuantos paises poco desarrollada del mrindo, De 1963 en adelante, hf&sico ha colwado mi5 de doce emisiones de bo- nos en los ~nercados de capital dc los Estadnc tTnidos y Europa, v la inversibn dirrrta estranjf,m rr ha ap~t,sumdo a entlal 1.1. rl pni. bajo las condiciones estahlccidas por el gobierno mrxicann

Los recutsos internos tambien han respondido a la estabilidad del p ~ . Desde 1962, 10s pasivos del sistema hancario meuicmio (ahorrm privados intemos y las entradas de fondor enviado5 por

Inflation and Grorolh, para 1111 examen dc la, principalu escucla~ d~ pens2 miento sobre la inflaci611 en LatinoamCrica.

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- 1 ; ) . X I ~ I . ) I I I ~ J 11. sruu!~a.ruitlr! q~ uptteruap q r y e ~ u r ~ r n r u?!qu~cl L'I!.IJJII! u\)!~-)npolcI el 31' vlso~ ~ ~ p - e i l i ? 13 ' c ; . ~ ~ s ~ n ~ . ~ ~ sol sp uy!.)nqpl - ~ ! p :IP Q::UUOJ scss IIC.>ZJ.IC& 31ib J @ ~ U I ! e sepv~l!ls,p ~lualucn!~

. -. -!.~.d>.) S . ) IOUI :UCI I J J~~ sc.)!l!lod IIV7ZJlqPlSS JS anb S O I I . ~ ~ . ..- -... -,:;lr.,.ur! "1' u?!~e~nun:)c d szsulnl sepr:d!.j!.t .Q.I!~?J sslln!q sol OUUJ

- . .. . .-< S I I \ ! I S I I ~ N U ~ ~ s:~ir~!sra.~u! r!n:tl :s.rr:r!lruc~ I I J P J I I ~ S O - U ~ L I C SOT .sa~Gjj -I~[I.IIIJ.I~)II ~ I I I . I I I I I I * ! . ) I I : I I O ~ ~ [to\ .111h II?!.IUU~I! t?1 31) SO~.I~, . I so1 I:~JLI,E

- -a.lcI r anb qq!qxl s.1 i ' ~ ~ ~ a l c d c s a p e qlua!~ ulua!lu!>axJ p X u9!3 -I!IJU! EI a4u.1 pcp!~!q!~cduo~ el 'o~und alsa e eSa11 a s opuen3

- . .

3.11113 C!.IUJISJ!P i.1 lIJ3111).3.1 'e!xransa~j uo .~ 'ojeqe~] ap eaanJ el ap -_ _. - . ) ~ . ~ c d 31' sepudE!ra S ~ ~ U J ! X I J J SCI 'osleqwa U!S -1e1!dc3 JP U?PCUUO~ c i j i i i u n leiuale apmd u~!z~e~ju! el oq3aq ap <sapep!l!ln sel ap ssuu!s!.r~id SCI t ~ I I ? ~ I I O ~ S ~ I J O J opealaul lap satro!3!pno3 sclao scl anb ol:lcl ua .( ear !si. S E J I ~ ~ I J ! ~ !so!~eles -4 soplans sol anb rap!rle~ .tu.irla~ uu2 rlu.\ala as SO!:IJJII rr>1 O ~ I I U I I J 019s ope~als3e oaua!u!su3 un

__.- . - - - uoa qq!ludulos .las a2a~cd UO!JL'IJLI! el 'le~auas ua .ojjo!lad osualxa 1111 a)lrr:.rnp o(lo.rlesap ap wa.)ord ns .tauJlsos ered rro!i!sod-i$aw-

.. 9" !:,ss '~~ILIJ!UI!J~.I> op!clgr un u o ~ sopald ap pi!p!l!qrlsa el .reu!qtuv.) op!pod eq anb 'o.jn;?jy ow03 s!ed u n anb r a a ~ ~ e~vcl sauwv.T sv1.1tjn .(uq 'st!! ~ u a p ! . ~ ~ sess ap t.peu!m.ralapu!-rzal~inleu FI sp ~rxail $: -

- ~ ~ u a m . \ ! l ~ ~ d s a ~ 'olrra!~ ~ o d E .( uloq3 ~ c x f ap uulallj 11'13 JP S E . I ! J C ~ ~ J J ~ ~ S ~ J J ! ~ srl 'opo!lxl otrls!ru Jsa &:led f cpu~?p v~sss el aluelnp 'o~ua!r, lot1 i; lap s o u ~ w 3p C~II!J!IU!JJJ.) JP usr-l ~ I I I I uu.) 'olua!.) ~ o d sz lap S O ! D ~ J ~ a11 Ienue ujualulle UII ~ I ~ ! ( ~ U I O . ) ~ u ! J ~ I s ~ : ' J ~ 'a l~ed ello ~ o d !srpv~?p elras ul .(

U I I I ! ~ ~ ~ .I J I U E J I ~ I ) '0111-1!3 .roil g lap SPUI ap olua!m!>~n ap sesrl 1103

' o ~ c l ~ ! ~ OZ IL' 01 lap sop3.1d ap lunue oluaurne un opelr~aw!~atis~ u q o~!::9jy I( ~!see-'a 'ou sollo anb sel)ua!tu aluaruep!dvl op!3a~~ IIVtl sou11~lc 'II?!JL'I~~I! ap sb?sel scperzala op!rral ueq anb soue3!larric' -iJlf!lq s~;!ed sol J J ~ I I J 'anb sa pcp!lnSas 1103 Dsl!sal) apantI anb 01 o l ) ~ . ~ IG~cuv~!~arueorr!l~:[ c!nu;)!lddsa alua!JaJ el ua aluatuled!31rpd

I ' C S 'd ' O J ! X J W 10 ru~tudopnaa / U l 3 U D U ! d l q J 'q)!IlI~p103 '06 '9+ .d ' U l 2 l r k ~ l D ! 3 U V U ! d 1YA ''N S![OS '61

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;,,03!ur?uo3a olloilrsap Ia alqos uauay sauo!33n~aju! sesa anb sojaaja sol ap e x a m se idas sauoperu -rye ~ a 3 e y o 'leal e ~ n ~ ~ n q a e y u ! el & e ~ a p u e u g elnl3ruasaradns el !s aqua uakn~u! as ?nb ~ o d X opuyn3 'owg3 rpap ap sauop!puo3 ua soureJsa u p souam .os!ur?uo3a ollouesap la arqos aluez~odux! e!3uanlju! eun uezxala s o ~ q ~ u e u ~ j ollorrtzsap la X e ~ ~ ~ r u ~ m el anb ap so~&as era!nb!s 9 sourepa ou,, 'e!~uan3asuo3 u a .u?!aaaxp e u r s y el ua o p ~ o u r eq as e3u;duxa ugpe8!1sa~u! g .m3npo~d-1w!de3 ap smel X 013npo~d-o13npu! ap salua!3!ja03 '~~)!33npo~d ap sauo!:, -unj 'seqs!j sapep!un ua puo!xu o13npoid la 'oldurala iod ',,sa~ear,, sou!wy ua yux z a ~ epea opeznesua eq as e3!ur?uosa eyoaa e? -03u -!dura la ua omoa <rm?ai y y p p ua 01- opep!nmp wuaurelaA -as op!s eq ' o ~ ! u I s ) u ~ ~ ~ o~ua!q3a.x3 lap osamld la s u w n p 'o3p9u -03a X olapueug solIomap sol aqua u9pela.1 el 'ql!mplo3 puow -Xex oj!p our03 .so3!w?uoJa solua!uqmuoD so1 ap lewm opwsa la ua ou!s 'solep sol ua equasa ou pqn3g!p e~ =I!paur ap alq!sodu! aauaqwaarl sa r!q!lxap ap ueqem as anb se~apueu!~ sea!l!lod sel li o ~ y ? ~ ap o a p p o j a ollouesap alua!aal [a w u a u?pr?lal eq

i 'L-E X g-& solpen3 sol ua euasqo as omos 1s 'oa!lqyd iolaas lap 3!3!j?p SO[ ~ u q n 3 emd r 0 1 & i ~ ! p ~ ~ sol e qux zar\ ~ p e 3 e l ~ n ~ a ~ as anb la op!npu! eq u y q m ugpeq!qssa ap oue3yxau.1 e m 8 0 1 d 1g ,,-salonuor, sosa ap epuasne ua o p p a l e ~ a ~ d uela!qnq anb sel 'anb sejeq syu s?~aiu! ap s e m e X saiokeur sapepgue3 ua ol!jyi:, le osame opefiol ueq saiol3as sosa anb op!s t q opellnsal

13 -eu~stipu! el X ernllnq.19~ el ua sauo!s.xaAu! s e ~ JaxuoAej e n d 'sepezud seia!i&ug sauo!anipsq sel ap elalle:, el ap 119!3~0dwo3 el opelnSa~ ueq oa!pya lap so~p3alas saloauoi sol 'ouea!a!~ap oiua!m!r, -ueu!j lap s o ~ u o ! a e ~ j u ~ S0133Ja sol oqu!ux [e r p n p a ~ ap yurapy

-i!a!j?p so1 ap t&anp uysezqauour ap opedi la aluaur -5lTjiZap!suo3 y n u p m p as ' sepe~pd sela!suet?j sauo!mqsu! sel e leqYas-6aueq lap eqepelses as 03!lqyd ~013as lap l!s!j?p la repueu :!J- a g k~ie:, eI anb ep!paru y ,;leJoi lap oluy3 rod cg In EZ lap

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CU4DRO 3-10. ESTRUCTURA DE LOS P A S N O S DEL SXSTEMA BANCARIO,

I !150- 1965 * (porcrntajcr del total de 10s pasivos del sisterno bancario)

En nzoneda nacional

Ahorror, Bonos y dcpdsitos otras

Pasiuor y otror obliga- A largo Err mo!teda Colum- monetorios dibi tos croncr plnro cxtran~cra nar 1-4

.4 ri o ( 1 ) ( 2 ) ( 3 ) ( 4 ) ( 5 ) ( 6 )

Fc.rr;Ta: Leupoldo Solis M., T h e Financial Syrtem in thc Ecoiromic De- uclopmenf o / hfexico, p. 43.

Se excluyen las operacioncs interbancarias.

no residentcs) se han incrementado en nicis del 18 por ciento anual. Como lo muzstra el crradro 3-9, a partir de 1358 10s pasivos ha11 crecido con ~nucha ma!,nr rapidez que el producto nacional bruto; ademis, las ~r~odificaciones en la estructura de 10s pasivos del sistema bancnrio representan una caljacidadl rcciznte y estable para propor- cioriar financiamientos a largo plazo tcuadro 3-10). La estabjlichd tle precios y de cambios, en coxnhinaci6n con tasas -de inter& .cle- vadas, han nlentado la ini~lrsi6n de l o b ahorros en obligacjo~s rmitidas rll nloneda ~nexicana; con rste aurnexlto de los ahnrros, el sistema bancario rncxicano hk iricrerrientndo su caparidad para -- fin nciar el progreso del desarrollo, tanto tic! sector pliblico como "I . - del privado.

El misrrlb btien <xito dr la !>olitic;l monetaria y firlnrlciera de hitxic:o, al apoyar In inversilin 116blica y a la vrz estzbilizar los precios. ha provocado ;ritic;~s qrle haccn drstacar el hcchri de que C ~ R politica cs s610 un sustituto de lo que realrnc~~tc se'r;cc,rsita, a

saber, una reforma fiscal que incrementc los ingresos del gobierno.= .-

En sus argumentaciones, dan por supuesto que en MCxico va es po sible elevar considerablemente las tasas impositivas, sin que se reduz- can las tasas internas de ahorro e inveni6n. Esa suposici6n todavia no se ha confirmado, puestm que no se ha realizado ninguna reforma fiscal de importancia. Si las criticas son correctas, eso significa que lo acontecido con la politica rnonetaria y financiera de MCsico, cons tituye una segunds buena soluciGn para el problema del financia- miento deficitario de las inveniones en infraestructura del sector pliblico. Sin embaxyo,'lo que puede ser segunda soluci6n en un sen- d o gstrictarnente econ6micc1, puede ser 6ptimo en un rnarco socio- politico m6s amplio. El hecho es que las innovariones financieras mexicanas durante rnk d e doce aiios h in reducido al minimo las malas ~i,waciones y 10s cuellos de btella, que sin duda'hubieran sulgido a consecuencia de la prolongada y a c e - b a a inflaci6n o bien - debido al decrement0 de las inveniones del sector iiblico. La ca- pacidad para lograr una adaptaci6n constructiva a 10s obstimlos politicos, que asi han demostrado 10s realizadorrs de la politica me- xicana, no es seguramente la menor de las contribuciones del sector ptiblico al desarrollo econdmico posterior a 1940.

DESARROX.X.0 I C O N ~ M I C O : RESPUESTA DEL SECTOR PRWADO

Los programas y politicas del gobierno mexicano a partir de 1910 - - han sido disefiados para estimular 10s esfuerzos del sector privado rer&io.nados con'e1 p r o c e ~ ~ d e s a r r o l I o . La respuesta positiva qur han tenido esas politicas quizP se nota m6s claramente en la rre- crente participaci6n de la inveni6n privada en la formaci6n del ca- pital total mexicano. Entre 1940 y 194-6 la formaci6n del c a p i ~ ~ l fij; br& represent6 el 8.6 por ciento del producto nacional bruto. La inveni6n privada contribuy6 en menos de la mitad a esa inver-

i sicin, o sea el 4.2 por ciento del producto nacional bruto. Catorre aiios mis tarde, en un lapso comparable (1954-60), las tssas meding anuales de forrnaci6n de capital se habian elevado al 20.5 por cirnto del P N B y las tres cuartas partes, o sea el 15.2 por cirnto del PNW. correspondian a la inversi6n pnvada. A partir de 1963 las cifrns co- rrespondientes han sido 20.7 por ciento y 11.5 por ciento (cuadro 3- I).

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80 EL ' ' ~ l ~ ~ ~ ~ ~ ~ " MEXICAN0 : RESULTADOS

estirnarse de acuerdo con el tamaiio de la poblacibn y su iligrcso per ciipita.*a Usando 10s coeficientes del mode10 de Chenery, Reynolds encontr6 que, tanto en 1950 como en 1960, la produccibn industrial mexicana real excedib, cuando menos en doce de las quince industrias, dr 10s niveles previstos para un pais "promedio" con igual I~oblaci6n y el mismo nivel de ingresos. En 1950, la produccibn me- sicana de equipo para imprenta y transpoLtes estuvo por abajo de los niveles previstos en 1960, 10s sectores de imprenta, textiles y productos madererns registraron una producci6n menor que la pre- vista por 10s coeficientes de Chenery. El estudio de Reynolds mostrb ademis qtie, entre 1950 y 1960, nueve dc las quince industrias con- sidrbradas crecieron con tasas superiores a las superidas por el modelo tle Chenery.- Estas estadisticas comparativas del crecimiento indus- trial, a diferencia de las de exportaciones, no nos muestran nada con respecto a la eficiencia de la distribucihn de 10s nuevos recursos, per0 suministran una cierta medida de la respuesta activa dada por la nueva Clite empresarial de hlCdco a las politicas gubernamentales para el desarrollo establecidas despuCs de 1940.

El srctor agrfcoln

El papel capital dmempeiiado por el sector agricola en el proceso de la indurtrializaci6n, ha sido destacado desde hace veinte aiios, (wando ya fue posihle el estudio del desarrollo econ6mico. Repeti- damente se h a seiialado que el sector agricola tiene que proporcio- nar: 11 una mayor producci611 de comestibles para una poblaci6n urhana en rApida expansibn, 21 una mayor producci6n de materias primas, o 31 la producci6n de exportaciones para poder financiar la importacibn de inductos industrial&, 41 una creciente oferta de mano

l de obra para hacer frente a las dexriandas de 10s sectores urbanos il~dtistrial y de servicios, 51 ahorros para ser usados en inversiones in- tl~~striales y de infraestructura, y 6) un mercado para 10s productos del sector industrial. 1,as fallas de la agricultura, a1 no poder cumplir estos diversos requisites, con mucha frecuencia han servido para

28. Hollis Chenery, J'atternr of Industrial Growth, en American Economic Reoicw, 50 (sept;e~Lrc de 1960), pp. 625-54.

29. Clark Reynolds, The Mexican Economy: Twentieth Century Structure and Growth, New Haven, Yale University Press, en prepanci6n.

explicar b a n parte de las dificultades afrontadas por 10s paises en la etapa de la industrializaci6n, tanto en Arnkica Latina como en Asia y .Africa.

El "n~i1a.o" del crecimiento econ6mico modern0 de MC?dco, en ~~-reradoOen GIG- r- -- n taq$etta,cJe.La .-,. A partir de 1935 la produccicin agn'cola se ha elevado con .pna tasa real del 4.4 por ciento a1 a i i ~ . ~ ~ Diirante cse proceso el sector agricola ha contribuido a1 desarrollo - econ6mico de MPsico en las formas siguientes:

11 Ha llevado a Mkxico a una virtual autosuficjencia -.-- - en la pro- - .. .

duccibn de comestibles y a1 hacerlo asi ha suministrado, a una po- -- p-

hlaci6n que crece Apida'mente, niveles mis elevados de consumo ali- menticio y mfjorcs dietas.

21 Su produccibn de varios inductos para el sector manufacturer0 -- ha crec~do rapid;mrmtc-.fel. atgod6n a1 8.7 por ciento anual, la caria de azlicar al 6.3 por ciento y el cafe a1 1.3 por ciento).

31 L ~ s erl~ortaciones agricolas se han elevado en mas del 6 por cicnto anus, en tCrminos reares, a partir de 19U) y han crecido del 25 por ciento a1 50 por ciento del total de 10s ingresos debidos a la esportacibn de mercancias. El algod6n, el cafC, las leg~mbres, las fru- tas y el ganado se cuentan entre Ias principales exportaciones de bICsico; tan s610 el algodbn represents el 18 p r ciento de las cm- tradas por mercanchs enviadas a1 exterior. Los in~resos en divi- - - .- - - - , .

.sas,&pidamrnnteen incremento, del sector agricola s e han empleado para financiar las necesidades de importacicin requeridas por la indus- trialkacicjn mesican; y a ellos se debe en man parte que hasta hoy

--- -- nG& haya-iresentiad6 un cue110 dc botel!a de cnmhins extranjeros, que obstruya 10s esfuenos del desarrollo mexicanu.

41 CTna proporci6n que aumenta ripidamente de la poblaci6n rural - ~ - -

clr hl ix i ro -ha qucaiido dispcnible para: la ocupaci6n urbana. En 10s . -. . .... . - . . .

liltilnos trcilila afius, la fuerza de trabajo ocupada en lcs sectores in- dustrial y de st!rvicios, ha crecido al dohle de la tasa do ocupaci6n agricola. Esta rnigracii,~~ intenla ha mantcnido bajos los saluios, ha sostenido &as las utilidades y han alentndo las invcrsiones adicionsl~s.~'

-.. _. I 30. Salon~on Eckstein, El rnarco nzacrorcondrnico del p-oblrma a:!ario

mexicai~o, Mkxico, Centro de Investigaciones .4grdas, 1968, citado por S e r ~ ~ t , Reycs Osorio, El desarrollo polarizado de la agricultura mexicana, en C o m z r i i ~ Exterior, XLX (mano de 1969), p. 236.

31. LL'S inforrnes sol~rc el nivt! de las utilidades son nluy escxsos y con frecuencia contradictories. La mejor de1:rostnci6n de quc ha sido elevado rs el ripida incremento de I= inversiones del sector privado a partir de 14.13.

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6-81 L ' O I ;.a $961-0961

8'52 6't;l 6'11 6561-SS61

9' ZE L '91 6'51 tS61-0561

P'9E 6'61 S'91 6P61-SP6I

P'Z) E ' L Z I'SI Pb61Qf61

Z'EP 9'9; 9.81 6E61-5E61

F'LZ 2'91 E ' I I f661-0661

I ~ ' ~ P ~ ! SOU!UDJ U?!YD~!AL! OpO!JPd u~!?rslonu! V I U P up!slanul ua up!rlonuI

~p pror rap P!VI - U P Y A O ~ o u r 0 3 up!:,

-C~!AJ! P S O U ! U I W ~

E961-OE61 " 3 0 ~ 1 ~ ~ ~ 3 A N 9 1 3 V 3 m V SOaV3Ia3a

TVl3YtXId NS)ISXHANI Vl 3a 7V.LO.L 13a S Y ~ V L N ~ ~ X O ~ '21-E OXaVn3

-sorlo 6 uanbauaq '~e.>gzr! ap ege2 - ? j e ~ 'enn ' o u ~ y l d la o ~ e d seary3ay OOE mseq U?POSIE la eied searg13aq 051 : saioliew upe ,,sa1qs3ajeu!,, sapepa!do~d uoia!~!urrad as 'sony~n:, sopeu -!waJap ap asieJelJ [v 'leiodma ap sxua!, ap searyi3aq 002 o 0S-h

L. p se=a!i ap s eaq~3aq 001 else9 ap sapep?lrinyi m g - e ~ ~ d 'sJuO!~

-r!dordxa q u r ap salua!ualciial sol e u_cJF3i anb ',,pep!l!qV~~apu!,, ap sopeql!var, uo~e&oao^ as ! sope'iud s a I e ! x a ~ a r o ~ r , n p o ~ p o!qjauaq ua le!lolpal pepd!do~d e l arqos saia~ sf?l u o r ~ ; ! ~ ? ~ ~ ~ as i 'yurape fsalelru sou!w.co ap sr?urals!s so[ zal,!dcr-bd&3 u03ioie!~dule as X en!=ur u9!3e5p! np solaaXo~d sol uoie!s!u! a s 'OS-SEGI ap opo!lad la aaueinp uara!r,alqws; as saIe!r,JamoJ so.z!qnr, sol e sepei!pap reluelS s a p u d ap ugp!~ddr! el uo~e!~!dGid anb s ~ + u a m y ~ 'Ot61 e 10ualsod O~!UJS)UOJ~ o I 1 ~ e s a p 1" aluauren!l~3!~!~%!~ op!nq

-uauor, aq s e m o j sesa ap oun epe3 .sop!!a so[ 6 'sea.~y~aq O~U!D ap souam ap epehud p~pa!dord !a!s!jiadns ap seaqj3aq o ~ u ! ~ ap ~ F U L

ap epehud pepa!dold :euar] el ap e!auaua~ ap sod9 s a r ~ ua equa3 -1.103 as einaln3udu el ap segurguo3a se!3uaprxal SEI ap S!S!I~II~ la anb e w o j 1~ ua ue~!do~al as 1n.rnJ o3ptaty la aiqos osua3 lap solap sg

' 5 .dm '5361 'ma c a u o p p ~ ' o 3 p r ? ~ ' oqr? ly U P ~ ? ~ o ~ g o u n p v7 %ou -??st3 zapzuw o!ae.: X '6 -dm ' u o ! l n l o n r g UVY!IDW O ~ J '~!)II!M 03 m ! ~ u e un -re!suapual nrpa uolelarru ocuaa lap roaep sol 0 ~ 6 1 ua EA -9s

' 0 ~ 6 1 3p n~rpd t?. o!!eg lap r o ! l v i v p , p ! ! o so[ ap udmm ap so) -!qeq sol ap u ~ ! ~ E > ~ J ! ~ o u I el ap o!pnm un r ~ e d '8561 'nald t p u o ~ d 30 ~ ! S J ~ A

-!un 'a lpsaup3 ' X ~ ~ A J O U ~ ~ ~ , ~ U V U 1 1 0 / 2 ~ p : n 7 '~o!uas aDuaJel3 ace?A .SG 'P!9! ua "Rue

la ase?A -0ueq.m-@mr o!qrumlalu! ap u9j.>e[ar el ua rauopm!j!pour rol ap sepehpap repuaaajsuell re1 e saluaajai S L ~ auaar@na&a 'so~a1dmo~u! nor rauo!~euqu relea ueseq as EaIena SO[ ~390s s~jIep so1 anb J ~ ! U J P ~ oqoa .+,E

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,,so[ierduro:, uapand eue3paur p r u pepapos eI ap saiqod sew so,ua&as sol osnpu! --oldmala iod 'sopt?ioqe~a s o l u a q e X S03!vq sel03yS~ ro~uauraldw! 'soiedez- sopert)qeia soisnpoid soud le ,,Isalq -wnp ou soisnpord sol ap soqsnw. ~u!nbpe ap pep!l!q!sod ua q s a

so!&iep!la so1 o3fx?~q ap sauoea~ seun2le u 3 aalqwnp ournsuo:, ap saua!q opuaXnpy ' s u e ~ p a w eulsnpu! el ap so~snpoid sol ap aped uelB em ap eiduror, el asi!l!ulrad apand 'oluaume ua oiad 'eganb -ad quauq~uo!s~odoid epam asep e u n - e u e S @ a ~ q ~ m p q el ap 6r,npoid so1 e n d 'ug!~e!lduxe ua opexam un opeuo!r,rodord eq pmz 0 3 % ~ pp oays!nbp lapod aiua!aan la ' o u q ~ ? J O ~ [g

,;e!urouosa el ap oliai la wed uyslahtr! ap sopuoj ap ~luejiodux! aluanj eun o p ~ u x -aidai ueq u?!qruei ou!s '0l~a!u1!3alJ o!doid ns ope!r,ueu!j ueq 019 ou e103!i% mrolsas lap s o ~ r o q ~ sol anb m u n j e oisarior, asaxed .so!s!~ -ias ap .i le!qsnprr! sa.rol3as so[ e aluatue[os ~p!s!i!p ' e p e ~ u d u p a n -u! el ap ~oXem a1uama[qe~ap!suo3 uo~~ iodo id eun 6 opopad asa ap euiaiu! lelol elfj u?!siarlu! a1 ap oiua!3 iod $-2 [a e l u a s a ~ d a ~ wj!:, q s g cc.(0g61 ap so!sad) sosad ap sauolI!1u 0 5 ~ E a~uaarepeuqxo~de ap .c!mouoJa el ap oasa [a epeq wnt[n~@e el ap eaau e!auaia~suei~ pun e3pu! soue alurarl ap opopad un e n d Ieuo!Jeu o!qure3ia~q lap sou!ulry sol A mueq el 'lex!j euraar!s lap epeu!qmo3 pep!I!qWuoJ eun iquasaid e n d alua!sai oluaiu! u n -e!iisnpu! el X em,ln3p!e el anua 'o!qw.c3iaiu! ap sou!urrp sol ap u9!3exj!pour eI d o!re~ueq euxalns lap s?Aeil e epsnlsaja 's~p!~uas 6 a!qsnpu! el e em~lnr,@e el ap solioqe ap q a u e!3uaiajsuerl el anb louaux oqsnm o p ~ eq epequa Elsa o ~ a d s f ~ ~ ~ ~ p B e r013as la ua sosafiu! ap eaau epvqua vun opejlnsar rod opep vq anb 01 'lerni o39 j . y lap salua!ua~oid saps!j sosafiu! sol anb lo.(cur op!S eq l r rm ollolresap Ie opeug

I I -sap o~qqpd o1w8 la 1961 1 2 ~ 1 a a u 3 -eue:,!xam v !uxoaov-ap olsai p sorroye. ms ap w e d op!iajsues aq elor,!l%e ioa& [s

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\ Aproximadarnente Ias tres cuartas partes de la .tierra rccien irri- gada se localiza en el norte y el nqcoeste. de MCxico, d s del 50 p-1 ciento de elta es propiedad privada y estas nuevas tierras de cultivcl se hall convertido en r l n6cleo d c l a a,gicultura para el rnrrcado. 1.0s rcndimientos de las tierras irrigadas son generalmente tres o cuatso veces mayores clue 10s de las tierras no irrigadas y cada uno de los sisternas de irrigaci6n esti asocindo con el cultivo de cuando mcnos uno de 10s principales articulos de export3ci6n.,En la actunlidad, grnn parte de esta tierra reci6n irrigada se cultiva eii una forma parcial o

1 ' totalmente mecanizada, L,a produccijn agregada de esas propiedades I , de m L de cinco hectireas de superficie ha aumentado en 361 por 1 d ciento en un lapso de veinte aiios (cuadro 3-13) y gran parte de ese Y aumento se debe a los incrementos de la producci6n que a partir k de 1940 se han realizado en las granjas privadas comerciales.

.El sector ejidal ha se'pido un ritmo similar al establecido por el sector privado comercial. Esto es cierto a pesar de las inferencias - - en contrario que parecen derivarse del cuadro 3-13. Iia~-pr~~-ly:~ion ejidal se elev6 en 210 por ciento durante el mismo per-jodo d e 1940- 60, pero careci6 dc muchos de 10s irlductos que engrosaron la cifra de la producci6n privada. El cuadro 3-14 muestra la disparidad existente en algunos de 10s inductos m h importantes, durante 10s aiios de referencia; claramente se obselva que 10s aurnentos moderada- mente cuantiosos de la produccibn de las propiedades privadas de mPs de cinco hecdreas, van acompaiiados de inductos productivos considerablemente mayores.

De acuerdo con el censo de 1960, 10s ejidatarios poseen el 43 por ciento de toda la tierra cultivable y el 40 por ciento de la tierra de riego; sus cosechas equivalieron al 43 por ciento de la praducci6n agregada de Mixico en ese a i i ~ . ~ ~ Produjeron el 36por ciento de la producci6n agricola total suministraron el 34 por ciento d e todos

, Ios productos agricolas co~ocadbs en el m e r c a d ~ . ~ ~ Finalrnente, se ex- port6 rnhs del 25 por ciento del total de la p~.odGci6n 'cosechada

I en 10s ejidos. Esks cifras revelan gue la agricultura ejidal rn _c_onjunto tiene una tendencia tan comercial como la agricultura privada. Aprosi- madarnente el 85 por ciento de todas las parcelas ejidales se destinan

37. IV censo agricolo ganadt-ro y cjidal, 1960. Rzsumcn gcneral, MCxi- co, DirecciBn General de Estadistica, 1965.

38. D. E Horton, Land Retorrn and Economic Dcoclopn~ent in Latin Amcrica, the Mexican Cue, en Iilinois Agricultural Economics, 8 (enero d e 1%8), p. 20.

I

I CUADRO 3-13. ~NDICES DE LA PRODUCCI~N BRUTA DE AR?~CULOS

VECETALE~ Y ANIMALES, 1%0-1960

1 ~ i a r c s de granjar

Total dc Co~cchar Anirnales (1) (2)

1 Y Z 131 . ,

1960 sobrc 1940

hlar de 5 hectAreas 323 53 1 3G4

Ejidos 223 176 2 10

Total 262 237 256

1960 sobrc 19.50

Mih de 5 hectlrear 166 253 18.)

t 5 hectdreas o menorer 1 I? 8 7 93

Ejidos 170 105 154

Total 163 137 155

5 hectheas o menores 150 155 152

I Ejidos 131 168 136

BUF.NTE: F~lke Dovring, Land Relorm and Producticity: T h e Afexican Care, Analysis o f Census Data, Madison, University of Wiscqnsi~~, Land Tenurc Center, 63, enero de 1969.

a ~subsis tcnria , pero igual ocltrre con casi el 100 por ciento de - - las granjas privadas de rnenos de cincu hecdrcas y el 50 p q ciento de las unidades privadas m5s grandes. Desde h dCcada de 1930, en Mexico generalmente ha sido la calidad de la tierra, mds que h forrna.de la propiedad, lo que ha establecido la distinci6n entre la agricultura destinada a1 comercio y la quc se dcdica a la subsistencia, 4

El tercer tipo de tellencia para el cual se dispone de datos age- gados son los terrenos privados con una superficie de menos de cinco hectireas. La producci6n en estos minifundios sf: increment6 much0 menos que en 10s otros dos tipos de propiedad, 142 por cientn

/

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CUIDRO 3-14. CAMBIOS EN LOS PRINCIPALES INDUCTOS Y EN LA

PRODUCCI~N. ENTRE 1940 Y 1960, E N LOS EJlDOS Y ORANJAS

l a granjas priuadns ,corn'?

Valor en Porccnta- porccntalc jc dc dcl aumento

Clajc 1910 1960 rrr~mcnto en lor ejicfor "

Superficie cultivable (en millones de ha.)

Ejidos 7.0 10.3 Granjas privadas b 6.8 I ? . ?

Fuerza de trabajo (en mi- llones)

-C 3.5 -- c -. e Ejidos Granjas privadas 1 . 1 2.? 100 100-200 d

Valor de la rnaq~~itlaria; herramientas y vehicu- 10s (en miles de millo- nes de pesos)C

Ejidos 5 1 Granjas privadas 50

Valor bruto del producto total cosechado (en mi- les de millones de pe- sos ) t

Ejidos 2.6 3.8 123 Granjas privadasb 2.3 7 .4 222 180

PUENTE: D. E. Horton, Land Refortn and Economic D~uelopment in Latin America: the Mexican Case, en Illinois Agricultural Economics, 8 , enero de

Censo agricola, 1940 y 19'60. b Granjas privadas de m h de 5 hcctkeas e No se dispune de datos. a Estirnaciones.

Precios de 1940 y 1960. Precios de 1%0.

en veinte aiios, pero casi siempre se cultivaron sin irrigacibn, crCdito, maquinaria agrjcola ni cualquier otro de 10s inductos disponibles para alpnos ejidatarios y p a n la mayo~ia de las grander granjas comerciales. A p s a r de estas desventajas, las rifras de 1960 revelan

que las tenencia de menos de cinco hectkeas tuvieron mndimientns p & ~ e S mk elevados en dguna cosechas, incluyendo algodbn, maiz y frijol, quefas ejido~ y las granda pmpiedades comerciales. Un estudio de Salombn Eckstein muestra que, de acuerdo con la relaci6n entre el producto y la unidad del total de inductos, except0 el trabajo del propietario, el minifundista es el mis eficiente dc

Y - --- todos 10s productores agricolas~rnejii~a7nLos~ s m d o por el ejidatario y lo. due* ile l a grand& pivpieddes c o m e r c i a l ~ en orden.g - ----.. Su estudio refuerza l a observaciones de otros economistas, en el sen- tido de que si bien 10s incrementos absolutes de la productividad han sido rnayores en las regiones norte y noroeste de MCxico, apenas abiertas a1 cultivo y reciCn imgadas, la productividad residual, esta es, 10s aumentos en la producci6n que no se explican por 10s incre- mentos en la tierra, el capital y 10s inductos de trabajo que pueden rnedirse ha sido m h elevada en las regiones agricolas sobrepobladas del centro de MGxico.

Cada uno de los tres t i p s mexicanos de propiedad territorial h<~6n~iibuido en forma considerable a1 extraordinuio crccimiepto de la agricultura. Las grandes propiedades comerciales y alpnos de 10s ejidatarios poseedores de buenas tierras de cultivo han abdteido tanto las necesidades intemas de Mkcico corno su mercado extran- je~~ennan~pl iac i6n , ! Los minifundistas, mediante la aplicaci6n de mayores cantidades del ilnico inducto a su disposici6n -su pmpio trabaj-, tambiCn incrernentaron 10s rendimientos de sus parcelas marginales. Conlo lo muestra el cuadro 3-15, de 1940 para a d los aurnentos en la superficie cultivada han contribuido con mudio

-- --> - rnenos de la mitad al increment0 de la producci6n de la agricultura mexicariq erresm puede atribuirse a 10s mayores rendimientos, que- refleian-el efecto que han ejercido sobre la agricultura mexicam Ias inuers&nes en inigaci6n y caminos, el empleo de semiilas numas, fertilizantes e insecticidas, mejores tCcnicas de producci6n y mayoms inductos de--hbajo. LEI resultado total de 10s cambios sociales y

u-- econ6micos ocurridos en el MCxico rural ha ddo un extraordinario - - -.

39. El razonuniento en que sc basa EclrJtein para suprimir, en ulr dlculos sobn la productividad, el inducto imputado que represents el tnbajo del pro- pietario, es quc ese t d a j o no corutituye en la agricultura &- un mcunc ucaro; su estudio, y el de otms autoru, reapecto a una tm creciente de dnocupaci6n en el MCxico c u d apoya ese razonamiento. Ectrteia calculr que la tenencia promedio de menor de cinw hec- d l o pwde ocupar el 10 por ciento de las hora+hornh-c anudes de trabajo que repracn:an el dunio Y su familia.

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c U A I X 0 3-15. PRODUCCIONES ORTENIDAS, 1940-1 967 (tasas medias de crecimiento anual)

Periodo

Clare 1940-45 1945-52 1952-56 1356-61 1961-67.'

Producci6n (indice ruantitativoj 3 .5 6 .5 6 .5 3 . 6 4.C

Superficic- cul tivada 0 . 6 4 .3 2 . 9 1.5 1 .6

Kendimien tos 2 .8 2 .0 3 . R 3.2 2 . ,t -

FGENTE: Salomon Eckstein: El marco rnacroecondmico del proble~na azrariu mexicano, M6xic0, Centro de Investigaciones Agrarias, 1968, tal corno esti citado por Sergio Reyes Osorio, El dcranollo polarizado dc la agricultrira mexicana, e n Comcrcio Exterior, 19 (rnano de 1969), p. 233.

Datos prclirninues.

crecirniento agricola, que sobrepasa con mucho al resto dc AlnCrica Latina y la mayoria de 10s demk paises del mundo, en 10s aiios postenores a 1940. - Cualquiera que haya sido el costo transitorin de la reforma agraria, en tirminos de la baja producci6n en las diicadas de 1920 y 1930, 10s beneficios econbmicos originados por csa reforma en 10s Gltimos treinta aiios han sido e~ccpcionales .~~

En un context0 sociopolitico m h amplio, la contribuci6n del M&co rural a1 cuno del desarrollo econ6mico va mPs alli de 10s beneficios derivados del increment0 de la producci6n. La estrategia mexicana para el desarrollo, ya sea deliberadamente o por error, ha ocasionado que el sector privado mexicano desempeiie un papel principal. El sector pGblico es omnipresente, ya sea directamehic I por medio de propiedades e inversiones, o indirectamente a travis de , un conjunto de politicas gubernamentciles, que van desde perm is.:^ \ para importar hasta 10s requisitos que dehen llenar las carteras de i 10s bancos. Sin embargo, de acuerdo con las condiciones actuales, el buen Cxito de la estrategia mexicana depende en 6ltimo grado de la respuesta del sector privado, en lo que se refiere a 10s ahorros privados y la inversi6n privada inducicla; de esta dependencia se derivan ciertas consecuencias, de las cuales la principal es la nece- sidad de una estabilidad politica. En un pais poco desarrollado, - --- - --.-

40. Algunos testirnonios recientes sugieren que han sido muy exageradas las rcducciones en la producci6n, ocumdas durante !a dCcada d e 1930. El cstudio de Eckstein, por ejernp':;, revela una tasa dc ~recimiento anual de la producci6n agricola del 5.2 por ciento entrc 1935 y 1942. Eckstein, El marco rnacroecondmico.

especialmente si se trata de uno en el que no hay restriccio~les a Ic;s .-- . . . -.--. -.

movi rn~ fc~ -d67ap i t i l , ~610-7dapacidad c&ntinunmente dcinostmda del sistema I)o:itico para a%gura-t-fi-.cstabifidad y la existencia & oportuirictadei-- Gon6micas lucrativas. puede itiducir tasas crecientcs

- de la inveisi6n privada internn.

h1C:;ico ha disfnitado de estahiliclad politica, sin la cual hubiera fracasado la actual estrategia para el desarrollo, !. el hIisico rural ha crcado las condiciones fundanlentales para esa estsbilidad. Las haciendas han desaparecido de la regi6u de la meseta celltrai den- samerite poblada y asj se ha suprimido la principal fuente de las fricciones sociales y ecori6micas padecidas por h.1txic.o desde la con- quista. !El programa de reforma apraria ha beneficiado directamente a mi s de dos y medio, millones de familias campesinas, las qlle ahora poseen su propia tierra; muchos de 10s que todzvia no reriberi

~ ~

tierras vive11 con esa esperanza, y se ha demostrado que la espr- ranza es una . f u e ~ a tan conservadnra corno la propiedi~d misma." - - .4 Ins ejidatarios y a 10s otros minifulidistas que poseell tierras &lo les prencupa conservar sus reducidas propiedades. "Los campesinos - son tan pr~bws corno sicrnpre, pero permanecen fielrs a la revoluci6n que les dio lo que miis deseaban : un pedazo de tierra. . . Recucrdati a Cjrdenas y esperan pacicntemente clue vengan dias mejores." '" Su pacicncia es un ingrediente priniortlial para una estratcgia dcI -. .

desarrollo clue ha concentrado 10s rc-cursos y Ins reconrpensas ell la actividad industrial y la gran agricultura destinada a1 coniercio, y que ha pensado bicn poco en Ins necesidades dcl canlpcsino: sin ella. la estrategia podria no haher t ~ i t l n f a t l o . ~ ~ ~

/

4 1. VCnnse 10s cornenla, ios dc hfoids T. dc In Riia, El pueblo y rir tir:rro: Ali to y rc.zlidad de !a relorma agraria en M i x u o . MCxico, Cuadernos -4mcri- canos, 1964, ;). 330; y Fran~ois Chrvalier, The Ejido ar~rl Political S:nbility in Mexico, ~ I I 'I'h e Politics of Confortnify, corrrr~. p1.r Clartdio VG!iz, Lond;.rs, Oxford Ur~iversity Press, 1967, cspecialrr~ente las pp. 186-87, sobrc 1t.i clcrlos consewadores de la rcforma ngnria nlexicana.

42. Chevalier, The Ejido and Political S i~b i l i l y , pp. 186-7. 43. La reforrna agraria rncxicana tambien ha ser;ido indirectartrr~rtr

para rcducir al rninirno el aurnenio de uno de 10s prohlernas u~banos qut. freruenten~ente acompaiia a la inductrializaciGn y obstruye a1 de~arragll~~ cco- nbrnico: el ripid., incrcnrcrlt~, dc lor gastvs stxiales gencl-alcc. b. redistril~u- ci6n de la propiedad territorial y 10s cor1sicuiente.c atslr1t::ltus dc la pr*,d~~cciOlr a~ r i co la rc:dujcron el ritmu de la 111i~raci611 rurill-~rl)311a de M~:xicu cles,,t~& de 1940, y de ese rnudo ccj:~tribu~crc,n a la rapacidad drl scctor p6l)liccv para c9nccnt:-a: sus recursns en las in~c.r>i~)rrcs vita!es de ir~!rat.structurs :. Ic p'rt:t:!i*.r.,rt ponprjncr lor gnstos r n \ivir:lldas, seguridad socinl y orros prc- ";3:1ias I L I I a r ! l,~ct~c;,:ar -

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92 EI. "MILAGRO" IC.IE,YICANO : R E S U L T ~ ~ D O S

C,UADRO 3- 16. PORCENTA JI.: PKOXIEDIO DE LOS GASTOS DEL PRESUPUESTO

FEDERAL, CLASLFICAIJOS S E G ~ N S U P U N C I ~ N

(gostor cft.ctivos)

Econd- Adrninij- I'criodo Preridente Total micos Socialcs tratiuos

1300-1911 Diaz* 100.0 16 .0 b . 6 - . , I :I

1920 De la Huerta 100.0 16.3 "3 30 .5

1319 Portes Gil 100.0 " 3 . 2 1?.9 6 3 . 9

1930-1931' Ortiz Rubio 100.0 28 .1 13.8 56.1

1933-1934 Rodriguez 100.0 2 1 . 7 15.4 6 2 . 9

1941 -1946 Avila Ca~nacho 100.0 39.1- 16.5 44.3

1953-1958 Ruiz Cortines 100.0 511.7 4 32 .9

19.59- 1963 L6pez hlatcos 100.0 3 9 . 0 19 .1 41 C ' I 'CLNTC: James W. \Vilkie, The Mexrcnn Hcuolution: Federal E x p c l ~ J ~ r u r c

and Social Chunge sitrce 1910, Ccrkelcy y Los An~eles, Uni\.ersity of Ca- lifornia Press, 1967, p. 32.

1900-1901 v 1910-191 1 .

social (co~~~plemelitado son c~ ~drieficio dc pensiones colrll,~etas p;tl-a 10s empleados con treinta o treintaicinco aiios dc servicio) y para constrr~ir vivicndas para personas de ingresos ~ncdios, pr.inci~)almcntr. empleados p~'rt~licos".~~ Uri exmen detallado de la economia nrc(t:Il-

46. Torn Davis, intrc~ducrii~n n A4exico'r l:r;c-rrt Econoo~ic G'ruath, c, : \ I

pilado por Torn Davis, Auslin: University of Tcsas Press for [he Institu!~ t b f Latin American Studies, 1967, pp. 8-9. Para un anilisis dc 10s gastos so- ,.isles cl~ilenos, vGase, drl nlisrno n~trcll-, L)~lnlirrn, Stag~tatiun ar!d Itrcquclity: 7 ' i c Impact of Pension Lc~irlafior~ in t h r Chc!r;:r Labor Alnrkct, en I t l d u r - trial arid Lttoor rtur,!riovr I : , , : , i , . r t r . 17 (aljril dd. 196 k ) . pp. 3RO-9::

k.1. " ~ ~ I L ~ G R O " 5IESICANO : RESULTADOS 93 tina entre 1345 y 1955 revela que el 69 por ciento de! total de Is fo~n~acicin de capitnl -pGblico y prilzdo- st: destin6 a viviendas, servicios del gobierno y otros scrvicios; en el lnismo periodo, el sector agricola sblo recihi6 el 2.7 por ciento dc la inversijn a*;re- gada (en hlPxico, la sola inversi6n p6blica destinada a la agricultura fue de casi el 10 por ciento de la inversi6n agrtagnda) ; la e!ectricidad y 13s comunicaciones recibieron shlo el 2.3 por ciento y hubo unn desinveni6n netn del 3.; por cicnto en 10s ferrocarrilcs arge~ltinos.'~ Ademis, las politicas argentinas dc industriitlizacibn favorecirron a las i~dustrias liceras elaboradoras dt: bienes de consurno, que debian estar casi para amortizarse. "Si el sector pi~blico se hubicra prm- cupado por una politica de industrializaci6n y de crecirniento, hubiera dedicado mayor atenci6n a esas industrias que apelias cstaban tm- tando de iniciarse en Argentina (accro. hienrs capitales, petroqui- mica, etc.) y tambih a 10s capitales fijos sociales requeridos por esas industrias." El gobierno mexicano si se preocup6 y su atenci6n y s ~ s recursos se destinaron prccisamente a esas nuevas ncti\.idades industriales.

El misrno estudio hacc varias interesantes observaciones sobre la politica argentina para el desarrollo, que sirven para subrayar el contraste entre Argentina y MCxico, durante las decadas de 1940 y 1950. La invenicin argentina se canaliz6 principalmente hacia

,r-- - ----..-.- las industrias productoras dc %fen*~-'J'arario y hac~a a c t ~ v ~ & t h - q m Diaz-Alejandro ha llamado "servi~ibs~salaiicrr"~ (&orno viviendas de rentas bajas, salubridad y educacicin). Las politicas destinadas al sector rural se proyectamn de mod0 q u e se asegurara el suministro de comestibles baratos para los trabajadores urbanos, generalmente a expensas de las exportaciones agricolas y 10s rendimientos en divisas, vitales para las irnportaciones de maquinaria y equipo. Por i~ltimo, la politica de salarios provocci una mayor participacj6n de 10s salaries en el ingreso nacio~lal, rnucho m h all5 de lo que era de mperarse de acuerdo con el crecirniento del sector manufacturero. YEstas politicas, consideradas en conjunto, presentan el panorama de un gobierno interesado, no tanto en la industiializncicin, como f a r i una politica nacio~~alista y 'populista' de incremrnto del con- sumo real, de la ocupacicin y la seguridad econ6mica de Ins maas

47. Carlos F. Diaz-Alejandro, An Interpretution of Argerlfine Econornir Growth since 1930, parte 1 , en Journal of Del;eloprnent Studies, 3 (octubrc dc 1966), p. 162.

48. Ibid.. p. 164.

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\ 6 6

, , h , l L . \ ~ ~ ~ " ~ ~ E ; Y I C : \ N O : RESULT ADO^ 6 6

94 F.C. MILAGRO" h f E x I C ~ h ' r , : RESC L T . \ D ~ S 95 !. de petluehs clnyl.esayios. :nm e expenus d r la forrnacibll dc nes del Peso mexicano impidieron la sobrevaluacibn de la Iru,,c-

, . a p i t ~ de la. caparidad de transformar la econoxnia:' " da mexicana en el mercado mundial y alentnron la continua pro- * E~~~~ politicas, ;lclemis de otras que wbrevduaball la maned' ducci6n de mcrcancias exportables. El crecimiento la diveni-

arkelltin, consiSlliente desalentaban a las eVJrtaciones, sea- ficacihn de l= exportaciones de p&ducto.q mesicanos a partir de ,,,, ,,,, dc cuellos de b t r l l a de 10s qlle Argentina todavia es, cuando menos en parte, un reflejo del buen Cxito de csas no se ha recuperado 1.a tam argentina de crecimiento ha !enid" un politicas fhmcieras. Durante ese periodo, las exportaciones mer- promedia dc menls del 3 por ciento anual desde 1940, a pesar de cantiles se elevaron Con una tasa anus] promedio de m& del 4 qYe la proporci6n de 10s ahorros brutcs ha rid0 del 20 Par ciento ciento, en terminos reales. En este aspect0 es interesante notrtr que cn la mayor p;,rtc dr csc Irriodo.w Hernos vista que la politics el'tre 1930-39 y 1957-61 el indice ruarltitativo de las exportac.ones ,ne~car .a para la industrialiZaci6n ha diferido por complete, en cilsi argentinas descrndii d e c t i r a m e n ~ dr 94 a N (1~21-2~j=lmj." rodos detn[leS, de contrapartidas argentinak Sin

dud3 que Mexico tambiCn ha tenido much0 mayor e>;lto que otros gandes diferrnciss ban contrihuido en gran pafie a quc las paises lati~~amt!ricanos en cuanto a la a m p l i a ~ i 6 ~ ~ de su

meicanar hayan mostrado una prodactividad mhs elevada en lor akTari0. La produccihn agricola mexicana ha crecido dobk de iIltimos treinta al?os. la t a a - d e Argentina y chile, y con muclln mayor rapidn quc la

E~ el ternen" de la financiers, el contrastc MMco de todas las otras naciones latinoarnericanas, except0 costa ~ k ~ . 5 a

las owas naciofies latinoxnericanas es ipalmente C"*o hemos vista, este acelerado y sostenid0 amen to de la produc- E~ ti^^, nrasi\ y Chile, el financiamiento par parte del ci6n ha permitido que el sector agricola meGcano contribuya en

de lor penirtente~ delicit del sector pGblic0 ha sido la . vanas f o m a1 desarrollo econ6mico agregado, particulamente debi- prillcipal calaa para la elevaci6n de 10s precios en bastante m* del do a su capacidad para obtener divisas.

20 ,-iellto anual, a parfir de la quinta d(cad3.'l En uno s u n dltimo contraste interesante se observa en el camp0 de los

de piSes 13s t a~as de infhci6n se han incremenudo hasta el Para h d e f e n ~ a . ~ De tadat lm naciones latinoamericanas, d l o de que 1 s politicas de "alto y siga", destinada a Irenar Costa Rita Y FkamA gastan menos que MCxico (en propomibn

el alza de los pecios, han provocado b g o s pefiodos de estanca- - a 2 - e ~ b l '&I~Q) . h r a n t e .. la sCptima dt!.cada, par =jem- micnm, d n conseguir la estabilidad de 10s precios. Puesto Clue las plop el PA kinoamericano medio gasti5 en la defensa poco mh rlevaluacione~ rnonctarias no han sido paralelas a l a elevaciones dc del 12 Par ciento del total de 10s gastos del gobierno el ion precion internos, w han desalentado exportaciones Y ban aUmen- - Promedio Para M&CO fue de menos de] 9 por ciento.M

los cuellns de botella de divisas. En Mexico, 1 2 trayectonas / Estos contrastes entre ~ k x i c o y 10s m a d e s p&ses latino- llsn completamente diferentes. ~rimero, las politicas rmnetarias ; americanos, en 10 que se refiere a1 proceso de induscrializaci6n, s,510

financieras ha* reducido el papel d d b a n 6 central con respecto '-

sugieren We hay necesidad de realizar i ~ ~ v e s t i g a ~ i ~ ~ ~ ~ *is profundas al financiamiento de 10s dkficit del sector pGblico, Y Par tanto se

I

sobre la disparidad ~ U C rnuestran las tasas de desarrollo econhico

hall redueido rninimo 10s e f e c b inflacionanos de 10s ~rkstamos de America Latins; per0 esas investigaciones no electlrarsc 9hmammtalq Segundo, .- dos repentinas y ~uantiosas demluario- Con ~rovecho hasta que Sean mejor comprendidOs lor padmtros

sociales Y politicos del proceso del desarrollo, dentro del context" 49. Ibirl., pp. 166-67. 50. Ibid. , p. 174. 52. Di*-Alcjandro, A n Inter~r.c~atiotr O / :Irgor!inc E ~ ~ ~ ~ ~ ; ~ (;ruw,/r. 51. A~~~~~ del papel quc 10s &licit gubernmental~s desernpeiian con re=-

perto = la innaci,jn, r(ase i b i l . ; Ton1 Davis, Eipht Decades 01 In/l'Jtion " f p. 2 0 .

53. V h e United States, Department of iig:icuIture, changer I,? dgri- ,879-1953: A polirical ~~ te rprc ta t i on , rn ]ot~:nal 01 Political Economy, in 26 Developing Nations: I948 to 1963, byshinston, D ~ ~ ~ ~ ~ ~ , ~ ~ ~

71 de ,9631, p P , 389-97; Mario Henriquc Simonsen, Brariiien 111- Agriculture, Economic Research Service, noviembre de 1965, p. 6.

/lation; postwar Elperirncr o i . 4 Outcome O! the 1964 Rdolm3, en ZcO"omic 54. United States, Agency lor International Development, A ~~~k~ o/

~ ~ ~ l ~ ~ ~ ~ ~ t I ~ ~ ~ ~ ~ : Latin America, Nueva York, i'ommittfX for Economic 3e- A1iirance lor Pro~rtrr a f l l r , Wkchington, Gs;vmment Printing off:;:, ,969, velopment, 1967. p. 66.

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a 6 = ! . A 6 2 ~ ~ 2 :.E~.FL, 2 - c . r s g w t ; E l , p % % $ 2;';; 0 , g 4 - e, r, -c) 3 - d b C ' ; c!.z 0 "1 g+ j &a 01 C w a t? 61.- p i " , ; : .. 4:: + $ g 2 . ,g " -,. $.g*c

.2, 5 : 23." $ ; . w 0 C . Z . 3 E Z . $ Z 2 m O a u : c , c " a "? m:. -, -

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C W . 6 s g g 2 .2 . !,Z g ... 2 . 2 &; g , ; . .. k~ k k i : .c b-2 6.2 a 2 7 - b u t = c 6 g c g . 2 ;-3 2 .5 z ' c - 2 2 g a * a w v

o, 2 5 c a o 5 m u

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terreno de 10s servicios gubemamentales, que mejoran 10s niveles de vida de las clases bajas, LMMexico ha pcrmanecido muy atris dr 10s principales paires latinomericanos en lo que se refiere a pro- porcionar bienestar a la mitad m& pobre de su s~ iedad . -~

Puesto que cualquier estrategia para el desarrollo tiene su co- ,pondiente p a u ~ d e dirtribuci6n de la riqurra, es inevitable que la politica del a d e n t o se convierta en el centro de disputas poli- ticas. Despllts de t d o , la politi;a tmta de "quien obtiene qui: c u b d o y c6mo" y toda estrategia para el desarrollo econ6mico afecta 10s quk, l a cuhdo y 10s cbmo. Y lo que es todavia mjr imporante, divide a 10s "quienes" en "quienes tienen" y -quienes no tienen", 10s ganadores y perdedora temporales del proceso de desamollo. Poder distinguir entre 10s ganadores y 10s perdedores es empezar a comprender la realidad de la politica mexicana. Por tanto, cuando completema nuestro anilisis del desarrollo econ6mico mexicano, ser6 inevitable establecer algunar pregun- fundamentales sobre el sistema politico mexicano, que tendrhn impomcia para 10s restantes capitulos.

TENDENCUS DE LA DISTRIBUCI~N MEXlCANA DEL INORESO

Durante la quinta dkada la distribuci6n del ingrso en hfexico se caracteriz6 por 11 inpsos dpidamente crecientes de 'las empresas,

,2 ] entradar per &pita derivada. de 10s salarios y sueldos, con un 1 lento increment0 y 31 una rcduccibn de las tam del salario real.' \El multado fue una distribuciinr ___.._ del _ . i n p o __ cada vez.m$ncequi- _ .

Gti~a, acompaiiada -___- de . yna.1- elcuaci6n del nivel de vida general. ~ a s m b u c i 6 n del ingrcso en favor de las utilidadesdio-por resul- ----__ -.,-.-......- ---< rado,. tanto el bgro de h oc+paci6~ p k n a de Ios recunm.de. cap* como unqr-o-de inflfl&.Z Antes de la segunda p e r m mundial _. _-

1. Para el ertudio de atas tendencias durante la quinta dbcada, ~Case Adolf Sturmthal, Economic Dcuelopmcnt, Income Distribution and Capital Formation in Mexico, en Iournal of Political Economy. 63 (junio de 1955), pp. 183-201 ; Diego L6pn Rosado y Juan F. Noyola VPlquez, Los salarios realss m MSxico, 1939-1950, en El Trimestre Econdmico, 18 (abril-junio de 1951). pp. 201-209; e Ifigenia M. de Navarrete, La dutribucidn del ingreso y el dewrrollo econdmico dc Alixico, M6xic0, Im!ituto de Investigaciones Eco- nbm.car, Escuela Naciond de Sconomia, 1960.

2. Stumthal, Economic Dcuelopmcnt, Income Dktributton, and Cc;..iul Formation. p. 190.

muchas fimas indusuiales mexicanar operaban a menos de su =pa- cidad; pero la dificultad para obtener importaciones, & la de-

u manda para la exportacibn de ciertos productos que acompaiib a b guerra pronto originaron grander aumentos en la produc&n, sin ----_ - - -. gue hubiera un crecimiento proporcionaf de-la. inve.--sis4n. Este fen& meno fue par&cularme-nte notable en las industrias textil, del aeero y el cemento. En cifras agregadas, la produccibn industrial re elevb en 46 por ciento entre 1939 y 1943; la destinada a1 mercado interno subi6 en 36 por ciento y la enviada a 10s mercados extranjeros en 600 por ~ i e n t o . ~

bs-ripidos incrementos de 10s precios duraatelaqrrinra -a amh&_induy& -k ia ~edistdbuciirn del ingrepo, .f=atte-eente p_ara ---__ 10s empresarios _ _ _ _.___ - rnexicanos. El indice del asto de la vida, para Ias familias dc la -d&e- trabajadora de la ciudad de Mexico, r 7- - - - . ekvo del 21.3 en 1940 al 75.3 cn 1950 (l951=LW_2 - El-arnento

m a s o s monetarios no fur paralelo -al &a de lot pmios y - - - - --- - 10s salanos redes se redujeron, tal vez hash en- uaa .tercera- pwte, e---- --- - - -

y 1950P El raago de 10s aumentos del salario se rcflej6 btcmm+a-6feit<a 1Gtica de tmbajo como en el caracter subordinado de 10s sindicatos obreros mexicanos durante ese period0 -Las tasas' del rrlario real del M6xico urbano permnnecie*pn muy iJd ;iIn'6aTe

- - &jaeT-seCtiiii~- =jiiiiikultado, I*. - d o - m a ~ de 96n *a cxcedia a s u h a n d i r e r e 1 sector industrid.- h s emigrant= del Mexico rural se dirigian al sector urbano de servicios y de all$ erm absorbidos lentamente por las ocupaciones industriales, a medida que el proceso de desarrollo ccon6mico creaba nuevos cmpleos en la industria. Entre 1940 y 1950 !a [email protected] industrial,

Lmlculada como un porcentaje de la fuelza de trabajo to@% devh del 13 ai16 poF ciento, mientras que la ocupacibn en el sector de s e ~ c i o s subi6 det 22-ai-26 por ciento (cuadro 3-2). Durante el perio- 'hRGqi7e se trata, la contratm colectivos de trabajo re negociaron cada tercer aiio, y las tasas del salario minim0 fueron establecida por el gobierno con el mismo intendo. Aunque se hubiera hecho

3. Combined Mexican Working Party, The Economic Deurlopmcnt of hlc- *ice, Baltimore, Johns Hopkins Press, for the lnternaticnal Bank for Recons- truction and Development, 1953, p. 276.

4. Ariel Buira, Druclopmcnt and Price Stability in Mexico, en Wcltwirt- schaflliches Archiu, 101 (1968), p. 59. Como todos 10s Indices, Cste es el d h d o de considerables modificacioner; por tmto, l a drar consignadas debm consideram? como indicativar de un order; general dc magnituds

5. Ibid.

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un ajuste exacto de las t a s s de salarios csda dos aiios, que corres- pondiera a1 alza de 10s precios, la reduccibn de 10s salarios reales hubiera sido Inuy considerable, debido a la acelerada inflaci6n.B Pol consiguiente, hay pocas razones para poner en duda la afirmaci6n cle que e n esos aiios 10s salarios reales en la agricultura y la indu>- tlia se redujerorl bastante.'

Al rni%rno t i m p o x elevaron ligeramente 10s ingresos reales pro- medio d e 10s trabajadores rnexicanos asalariadq~~_sueldo;_e_st_e - increment0 en el ingreso real por trabajador, en un mornento en que las tasas del salario real se rcdu~ian, refleja las zdif icaciones de la estruc_tura ocupacional de hlixico. L a ocupacibn del sect6 agricola, de salarios baja , se redujo en relacion con 10s sectores industrial y de servicios que estaban incrementindose. hfL del 65 pol ciento de la fuerza de trabajo estaba empleada en la agricultura en 1940; para 1950 esa proporcibn habia disminuido a1 58 por ciento. U n segundo tipo de desplazamiento ocurri6 en el sector industrial, de ocupaciones de baja productividad a las de alta pro- ductividad; otro factor adicional que puede haber contiibuido a mejorar el nivel de vida de una parte de la fuerza de trabajo mexicana, aunque no influia en 10s salarios, fuc el aumento del nivel d e 10s semicios pGblicos. Entre 1939 y 1950 el volumen per capita de 10s servicios educativos se elev6 en 58 por ciento y el de 10s servicios de salubridad y asistencia phblica en 134 por c i e n t ~ , ~ es decir, la quinta dtcada presenci6 tanto- una jigera b a el niiel de Gdageneral como hstribuci6n del ingreso personal

---.. ..A . progresivamente mis inequita tiva.# Los -dates que presents el cuadro 4-1 sugieren que esta liltirna

tendencia continu6 bien entrada la sexta dicada.. _Entre 1950-&957 hubo una baja importante en la proporcibn del ingreso personal -- - agregado del 50 poi- ciento mk pobre de las farnilias -m+iiss - - . ~~ . .-

6. Corno lo sciiala Sturmthal, : aun si suponernor quc el nivel de precios se elcv6 a una tasa crmstante en e x pcrit'do de dos aiios y que sc tracia cln

ajuste exacto al final de ere lapso, 10s salario~ rrales se habrian reducido en la mitad del alza de 10s pncios. Sturmthal, Economic Dc;relopment. Incotr~e Distribution, and Capital Formation, p. 193.

7. Lbpez Hosldu y Noyola Vizqcrez, Los ~alarios realer. p. 206. 3. Cornbined hlrxican Workinq Party, Economic Dcc~elopmcnt of Mexic t ,

p. 326. 9. Dos grupos de asalariados que no participaron dc la clevacibn dci

r~ivel de vida, fueron lor asalariados agricolas y 10s trabajadores de 10s sects,- re, industrial y de servicios, que no progresaron c;n respecto a las cateyorinr ocupacionalcs. Veuc 1. XI. de Navamte , La Ji~tribucidn dct itrgreso, cap. 3.

Su participaci6n se redujo del 19.1 por ciento del total en 1950, a1 15.6 por ciento en 1957 y permaneci6 pdcticamente sin modificarw hasta 1963. tDe acuerdo con esas cifras, el grado de desigualdad del ingreso en Mkxico, hasta prinzpios -de la siptima di.caaaTfuc myor-que en la mayoria d e 10s demis paises latinoarnericano~El 50 por ci;Gtb de la poblaci6n situada en 10s sectores d e menor insreso en Argentina (1961) y Brasil (1960), recibi6 el 20 por ciento drl ing& total, en tanto que en Chile la cifra se aproxim6 a la dc - MCxico.1° Si considernmos las proporciones de ingeso de 10s seis deciles mL bajos, que representaban en Mexico el 24.6 por ciento, el 21.2 por ciento y el 21.5 por ciento, en 10s tres aiiof para 10s que se dispone de datos, de nuevo es evidente el relativamente alto g a d 0 de inequidad que prevalece en Mixico. Las mismas propoc ciones en l a posguerra (1948-1950), calculadas para India, Ceilin - - y Puerto Rico, fueron respcctivamente 28, 30 y 24 por ciento." Por supuesto que las cifras comspondientes a 10s paises industrializados revelan una mucho menor desigualdad del ingreso. En 10s Gltimns

', aiios, la proporci6n del ingeso recibida por el 50 +r ciento mis bajo dc In pohlaci6n de Im Estados Unidos h a sido superior a1 23 por ciento y en el Reino Unido como cl 25 por ciento.

El cuadro 4-1 indica que la porci6n relativa del ingreso total que ._rei&n las farnilias de ingresos bajos se ha reducido s u s t a n c h t n t e -- - . .

a artir de x 9 i s . menos, evide~te que 10s ingrcsos reales de la5 +:.- - ~. . . _ _ __..----

faal~.a_s mh pohr<s~ &bi6n se han reducidor Taiito el estudio de -. -_

Navarrete cornoT~GCStie i i i3 i i i~ dkl Banco de ~ i x i c o indican una \ . -~ ~ e ---- reducci6n de 10s ingrrsos reales que recibe el 20 - por ciento mk bajo ---. . . -- . .

de%7axl~ns rnexlcanas (cuadro 4-2).

10. ~n' i ted Nations, Economic C4,mrnission for I.atin America, Inrotne Distribuliort in Latin America, rtl Economic Bir\lctin for Latin America. 11 (t,cilhre de 1967), p. 41.

I I . Simon Kuznets, Economic Grorr-th and Inrome Ineqrra!i&y, c t ~ Anldr -

ica11 Economic Rerticw. 45 (mano dc I95.i). pp. 1-27. 12. Tamhi6n es rnejor considerar las rstadisticas del cccndro 4-1 cntno urtj.

prcsentacibn de 6rdenes de nlagnitud. La, cifras dr 1950 se csti~l~aron dr acuerdi~ con la infcrrnacibn wbre ](IS ingresos proporcionada pnr el cenw de 19-10 y lo5 cilculos del in;reso pcrs,)nal fucron hecltos crtn hase en u n ti- tudin del inducto-prod~rcto dc la rc:una,nria tncxicana. 1,os chlculos para 1957 y: huaron en una invcstigaci6n por I I I I I C S ~ I - ~ ~ I . ~eslit:~da cr,n .i OCO clcrctinna- rios sobre inaresos y gaitos. Ifigenia 51. de Savarrcte Ira diclto quc "a~tlcqc~r la encucsra ha sido tnrnos arnplia rille 111 que dellan scr It,s c \ t~~di ,~s dc. estc tipo, se decidib usarla ?,:rcltie constitnia la p!.in~c~;t fttrnte dc inf,~c.!~:~tit~n ge- rlrral whre un prol~lcma Ihirico de la econtn~tin y la poli1ic.a drl pais" ( I f iymia ?*I. de Navarrete, Incomr Dirtrjbetiort in [email protected]. en ,\lcxit.~'r H~.ccrrt Erll-

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C I ~ A D R O 4-1. DISTRIRUC~ON DEL INGRESO PERSONAL, 1950, 1957 Y 1963 (porcentaje por deciles d t familias)

Porccntajc #or familiar . - , .- . --

Ingrcso % dcl Ingreso % dcl Ingreso % del in- acumu- ingrsso acumu- rngreso acumu-

Dsi iles 1950 1957 1963 greso total latiuo total latiuo total lativo

2.4 2.3 1.5 32.3 100.0 24.0 100.0 16.0 --

100.0 n'

Totales 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 F FUENTES: Para 1950 y 1957: Ifigenia M. de Navarrete, La distribucidn del ingreso y el desarrollo econdmico de M k i r o , K) hfCxico, Instituto de Investigaciones Econbmicas, Escuela Nacional de Econornla, 1960, cuadro 12. Para 1963: Banco de MC- C xico, Enct~esta sobrc ingresos y gastos familiarcs en Mkxico, 1363, MCxico, Banco de MCxico, 1967, cuadro I. Eh + El decil I incluye a las familias de rnhs hajo ingreso; el decil X a las de rnhs elevado insreso. Z • u

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opuesto de la escala de ingresos que puede inducir a confusi6n el aplicar la misma deflaci6n de precios al ingreso de ambos grupos; no obstante, se ha seguido este procedimiento en relaci6n con los c,ilculos del ccadro 4-2, puesto que se carece de datos xnhs afinados. En segundo lugar, no se ha hecho un profundo intento para medir e incluir el ingreso imputado, procedirnicnto que sin duda elevaria el ingreso de 10s que esdn en la base de la escala de ingesos, en relaci6n con 10s demis. TarnbiGn es probable que el lento creci- rniento de 10s servicios gubernarnentalcs haya mejorado cn algo el n i \ d de vida de 10s mexicanos situados en el Gltimo peldafio dt. ... escala de ingresos. Solamente en las comunidades rurales m h peqlrrs- Gas, todavia se carece totalmente de casi todos csos servicios.-

En tanto que la mitad inferior de la escala mexicana de ingresos claramente ha perdido terreno en un sentido relative, y posiblemente en thninos absolutos el 20-30 por ciento mbs bajo, las .. rnodificacio- -.

nes en 10s renglones de ingresos m8s altos han sido beneficas Gra-I;u; rlases media y media superior que e s t h surgiciido en Mdsico. Como, lo indica el cuadro 4-1, la porcibn del ingreso personal total que recibe el decil superior de las familias mexicanas se ha reducido del 49 por ciento en 1950, al 41.5 por ciento en 1963. I,a proporci6ri dcl 2.4 por ciento superior se ha reducido en mis de la mitad, de 32.3 por ciento del ingreso total en 1950 a menos del 16 por ciento ell 1963. Los beneficiados por la redistribuci6n de las participaciones re- lativas aparecen en 10s deciles sCptimo, octavo y noveno. Estos tres grupos incrementaron su participaci6n eri el ingreso total del 26.4 por ciento en 1950, al 37 por ciento en 196331 resul t~dode qstos cambios es que en Mixico el ingreso est6 ahors menos concentrzdo e n el 5 por ciento superior de la poblacibn, de lo que k i t j en &sen- tina b RrasjI, aunque todavia sobrepasa a xnuchcs otros paises I~ati~~o- arnericanos.14 ,Con respecto a1 desarrollo econ6mico rnexicnno, lo que es mucho mis irnporqnte es el surgimiento de uri Qruro de inwsos que proporciona un mercado efectivo para 10s fabricantes nacio~txles. Las farnilias incluidas en el decil mcdio superior, que han resultado beneficiadas por la reciente tendencia de 13 distribucibn del ingreso. cada vez van siendo n16s capaces de cornprar 10s bienrs de consumn durable que ahora se manufac:turan en MCxicu. Muchos dc rsos pro- dtrctos tdavia no pueden satisfacrr las normis de la competencia internauonal y tienen que vendene en hlixico; a1 proporcionar un

I t . Economic Commission for Latin America, I~:cnnrc rjtrtribution t r l

Latin America, p. 41.

creciente mercado interno para ellos, la redistrjbucibn del ing-, apartAndon go de lo alto como de lo m65 bajo de la e-xala me+-

-&B de ingres~s-p~a_~ci&igi~e a-los sectores medios superiores, sin duda ha dado apoyo a1 proceso-cle la industriaIizaci61i meiticana,' tal como se ha desnrrollado a partir de 1940.18 -- - - . -

M ~ X I C O RURAL: LOS FRUTOS DE LA REFORJfA

Ga_gtdn desigualdad en la distribucibn del ingeso en hlisica ts sohrc. t&-u=ej~&l @,KW dualismqque existc en el =tor sgrimla &-d-En-&to que se ha moderni7ado un pequeAo sevento de la agricultura mexicana, q u i d hasta el 85 por riento de las pro- I~iedades pri~adas y ejidales en conjunto, todavia sc cultivan en foma primitivdEl resultado es que en el sector agicola el product0 pnr trabajador es s6lo un sexto de lo que es cn el resto de la economia.l? El promedio mensual del ingreso per c6pita en la wicultura es d< 140 pcsos; en 10s sectores industrial, comercia2 y de servicios es de 275, 325 y 310 pesos respectivamente. En 1963, el 43 por ciento de la5 familias medcat~as tenia un ingreso mensual dc 600 pesos o menos; 10s dns tcrcios de csas familias derivaban su ingreso del sector aqricola.

En la agricultura,.cl ingrew se distribuye menos guitati\,amente ._ _ --- e z cu?lqui_era de 10s otros sectores l7 Este hccho prrcde parecer

sorprendente, en vista del caricter tan amp -%------- xo del proylama m&cano -- - de refo-ma agaria; pero la actual estrrrctura de la propiedad ten.i-

* ~ - ~ f a c r n r g que han afectado-a lor i~lqrewa ruraln desdr 1940, explican esa crecien te polarizaci6n - 1 - . -

15. Raymond Vernon y otros, que han afirmadu que la f ~ l t a d c i,~dc-t ndquisitivo del 30 por ciento irtfcrior de la pnblaci6n rnexicana i.cpn.senta rrn importante c ~ ~ e l l o de botella --cc~n respecto a1 mercado-- para el rrrrimier~t~~ dc MGxico, parecen scr prcrnaturos en sir juicio. La cvncentr;lci6n del in- greso cn el 50 por cicr.to superi~br pucdc dar un nlcjor apo).o a la estrairgia !ma cl desarrr~llo, ri la distrihuc,icin en Iris ren~loncs supcriorcs prt:pcrrciona un mercado suiicientc para lor productr~s de 13s industrigs protegidas. En todn caso, aqui no se ha afirrnado qur: la disttil)~~ciGtt mcxicana del in5reu, Iraya sido en algitn sentido 6pti:iu p:lr? ri 1-tt.t.ig!tientf1 s~~srcnido, sit;i~ sin~~)l..~nrtrtr quc la tendencia de In distribuci6n rrt 18,s rc;~glnnec supcrir~res. 1 ~ 5 t a ahora, ha sido suiiuiente para sostcner cse crecirrlicntr,.

16. Esta y las siguit:ntes mediciones se basan en Bancc, dc MCsicav EII- cuej?a robrc irtgresor y farlos fan~iliarcr r n Me.ricn, 1963, Xltxicn. Rancn dr. !d(.xico, 1967.

17. Comercio Exterior fsrptirrlrl~re r l v 1961 ) . p. 724

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El cuadro 4-3 revela hasta qu6 grado est6 todavia concentrada I en unas cuantas tenencias la tierra privada cultivable de Mixico. Poco m-b-del 1- p r ciento dc las unidades agrarias a u p a -mh del-50 '

por ciento del _total. En algunas regiones (Quintana Roo, Guerrero y Oaxaca, por ejernplo) entre el 75 y 94 por ciento de 10s terrenos

. -

CUADRO 1-3. D I S T R I B U C I ~ N DE I.A TIERRA CULTIVABLE PRIVADA, 1960

Ntimsro de tenencias Supcrficie total -

Supcrficic dc las tenencias (en ha) Miles O/c Miles C/o

Hasta 5 939 77.2 1461 1O.U

5.1-10 95 8 . 0 665 4.9

50.1-100 22 1.8 1 499 1 c 1

100.1-100 10 0 . 8 1 319 9 . 9

200.1-400 3 0 . 3 888 6 . 6

400.1 y mis 2 0 . 2 4 787 35.5 --- --- Total 1 201 100.0 13 490 100.0 -- F U E N T E : IV cenro agricola, ganadero y ejidal, 190'0: Rer~tmen gtrreral. 116- xico, Departamento General de Estadistica. 1965. pp. 15 sr.

privados pertencc:t-xi a menos del 1.5 por cirnto de los propietarios pi- vados.18 A pesar dc que la legislaci6n agraria establece~como lirnite rniximo de las propiedades privadas ulla zjuperficie dc 300 hectireas. el censo de 1960 registra 2 053 unidades con un promedio de 2 331

i tiectircas de tierraj cultivable.19 En el otro estrerno, est6 el 77 por

.- - - .-- - ~. - .. .

ciento de todos los propietarios I)rivados que tari-s6lo controlan el - 1 1 por riento de las tcnencias particulares. 1.3. superfi~ie pronledio d r e esas propirdades es de 1.6 hect6recls. Este mill611 cie carripesinos cons- tituye el llGcleo del problen;a del rnTnifudio, en el Mexico de boy.

-7-7.. . - . rrca d c un nlillGll de ejidatnrios tamhl~rl cu ticar1 ~)drrr!as incapares mantener a una sola farnilia.

, 18. Carlos Tello, Agricultural Dr~clop..ncnt and 1.a11d Tcilure i r r . \ lr. .v~l-o en tVeltwirtschaftliche Archiu, 1:;; i 1968), p. '4.

19. Ibid.

. BUENOS RESULTADOS: ;PARA Q U I ~ N ? 107 CUADRO 4-4. DISTRIBUU~N DE LA TIERRA CULTIVABLE EJDDAL, 1960

- -

Ejidor Ejidatarior

~ u p r r f i c i e por cjidatan'o (en ha) Ntimero O/o N i m e r o 76

Hasta 1 1 124 6 . 2 147 118 9 . 7

Total 18 301 100.0 1512 12.i 100.0

FUENTE: C I censo agricola.

El cuadro 1-5 combina las cifras de las propiedades privadas y ~ -

ejidales. En 1960, el 1.4 por ciento de todas las tenencias abarcaba -.. .--. .I - - - - . . ... . . -... . , -.--.-

rnL det 36 pzrpts_.&, !as, tieffas. cultivable> de..JhlCsiqo, mientras

9_-ami5 - . . --- de 10s .-,. propietarios -.- cultivaban menos del 1 2 porciento de 10s terrenos. hf6s del 30 por ciento de todas las propiedades has-

- & E X < i ~ c t i r e a s , pueden clarificarse como rninifundios. %lo und 1 b proporci6n muy pequeiia de ellos recibe un adecuado suministro de agua, ya sea de lluvia o de riego, como para producir alimentos su- ficientes para las necesidades minimas de una farnilia.

Superiicie de NJmero de Area total NJmero de Superficie las tenencias las tenentias (miIes de tenencias (en (en por- (hectareas) (milrsl hectareas) porcentajesl centajcs)

Hasta 5 1332.2 L 759.5 49.4.; 11.75

M6s de 400 . , 2.1 4 785.9 0.08 10.39 -.

FUENTE: / V ccnro agricola.

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'S-+EZ 'dd '6961 3p O Z R U I ' O ~ ! X J N '61 ' 1 0 ! 1 1 1 ~ j l 0 ! 3

-1 lU10, ' ) 11.) ' U I l U ~ ! X J U V ~ I I / / ~ ~ J ! I ~ U V ] I p U ~ U Z ! ~ U ~ O ~ O ] l O l l D r J p 13 ' 0 ~ 0 ~ 0 l d a ~ 0 @ a ~ lod O p s ! 3 '8961 'SS!JU~V @ J U O ! ~ P ~ ! S U

-11) ?p tl.111133 '03-j)~ ' 0 ~ 0 3 1 ~ 1 ~ O!JD~#V O ~ ) t l q 0 1 d IWP 01!W?UO1#OIYVUI OYl8U4 19 'U!alCf33 UOtUOlrS ? p O p U U o a :S&NZnd

U ' S P - k E'LC 9 'LE L'EP '.I.? C E'SL 5.0 000 8 $ 'P vw JS!l!T.uEJ!J["" ( 5

O ' X + 0';; S'G I S'IE r I E t't. I 8'; 000 8-000 2 f CI . Z le!l!mJ!llnF4 ( t.

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Asi como e l financiz~niento inflacionario de las inversiones del sector ptjblico; -que ha apl??-do cl gobierrio meicsno, . h a tendido a incremcntar la desigualdad en la distribucj611 .del i l~greg de M~.+CO, cn el mismo sentido han actuado. ptras-ya_r~as_po~~tic~~,,cu);os efectas se han sentido rnh directamenre en el secLor.agr~cola: Una de esas politicas ha sido la localizacihn de 10s principales sistema de irriga-

mayoria dc cllos se han realizado en el norte y el poco poblados, y en donde ~redorninan las qandcs

privadas sobre 10s terre~los-~ejidaies.~ En realidad, gran parte de las t ierrs directamente beneficiadas por 10s nuevos sisternas hidriulicos son propiedad, directa o indirectamrnte, de prqminentes politicos mexicanos, sus amigos y parientes.* Esta modalidad fue evi- dente sobre todo durante la presidencia de Miguel Alemhn, cuando las inversiones en irrigaciitn absorbieron el 17 por ciento de la inver-

federal total. En contraste, poco se ha hec?;,o para proporciona~ ~ t

agua a la regidn de la mcwta central densamente pobladn, en donde h-i+yori$ de la tiema,& de ejidatarios y de propietarios de peque5as parcelas p r i v a h ...

$na segundapolitica que bcnefici6 a 10s rr6s favorecidos fue la i del crCdito _ _ rural. _ . _ Cpmo 10s ejidatarios np-saprgp.igarios .- e fec t i~s . - . de

su __._ tierra -_._ (pertenecen _ . .- a1 poblado), no ha? podido usarla como ga- ran& -~lat.er&pa.ra o b m e r . cddito sobre . . s; - . . cultii-6s. Po t cons:- yiente , el iinico cr6dito a su disposicidn a las tasas normales de inter& ha provenido de diversas dependencias gubernamentales, sobre todo del Banco de Crkdito Ejidal. I.as estadisticas sobre el crCdito gubernamental otorgado a1 sector ejidal revelan lo limitada que ha sido la preocupaci6n del gobierno por la agricultura ejidal. El crCdito agreaado, concedido por el gohierno a la agricultura. baj6 de casi 4 p r ciento del presupuesto federal durante 10s aiios de Cbrdenas, a menos del 1 por ciento en la dCcada de 1950. Durante el mismo jieriodo, el porcrntajc de 10s fondos totales .signads al Banco de CrCdito Ejidal t aAbi~n se redujo dc rnis del 90 por cienta a cerca del 63 por ciento. S610 despuOs de 1360 se han invertido esas ten- dencias descendentes. Ademhs, incluso 10s fondos disponibles para la agricultura ejidal se han canalizado hacia 10s pocos ejidos con ten-

22. Para confirmar cstc punto visse Robert E. Scott, Mexican Coverit- .dent in Transition, ed. rev., Urbana, University of Illinois Press, 1964, p. 152, e infra, cap. 5. Sin embargo, tambiCn es cierto que la decisihn de reali- tar lo: grandes sistemiu dc irrigaubn en el noroestt sra rnuy sensata desde un punto de vista tbcnico.

BUENOS H E S U L T W S : 2 PARA QUISN? 111

( e n porcentaje~)

Participacidn d d Banco Ejidal como orcianto del

% del prerupurslo .4;0 total dcl c r i h o

federal gubernamrntal

1933 7 . 2 1936 9.5 -

1937 3.3 - 1938 3.6 - 1939 3.R 90.9 1940 3.4 97. i 1941 4.3 84.9 1941 2.9 82.5 1943 2 . :; 80.2 1944 ! .6 83.5 1945 1.5 83.5 1946 1.4 80.0 1947 1.4 66.7 1948 0.2 66.4 1949 0.9 72.7 1950 0.8 69.1 1951 0.6 66.7 1952 0.5 66 .9 1953 1.3 29.8 1954 0.4 66.1 1955 0.9 62.5 1956 0.8 62.5 1957 0.7 62.5 1958 0.6 62.5 1959 0.6 62.5 I960 0 . 4 62.5 1961 0.7 77.8 1962 2.1 93.1 1963 2 . 2 93.2

FUENTE: James W. Wdkie, T h e Mexican Reuolution: Fcderd Expcditvre and Social Change since 1910, Berkely y Los Angeles, Univellity of Cali- fornia Press, 1968, pp. 139-41.

dencias comerciales y altamente productivos. L a propordn de eji- datarios que efectivamente han reribido crhditos del gobierno se redujo del 30 por ciento en 1936 a1 14 por ciento en 1960.=

23. Rodolfo Stavcnhagen, Social Arpectr o f Agrarian Sttucturc in Mexico. en Social Rerearch, 33 (otoiio de 1966), p. 47. Ademds hay que hacer notar que, hasb hace muy poco, casi todos 10s cr6ditos del Banco Ejidd eran prCs- tamos sobre las cosechas; wmo nsultado, literalmente no habla cddito a largo plazo para 10s ejidntaricn, que les pcrm::;cra hacer mcjonr pamanentea o adquirk equipo igricola.

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Por liltimo, como lo muestran las anteriores estadisticas sobre te- liencia de la tierra, a partk de 10s aiios cardenistas el gobierno ha nctuado Ientamente en lo que se refierc a1 progama de reforma agraria. Aunque el ritmo dc la redistribucihn se ha acelerado a partir de 1958, todavia hay en bIPxico ~nillones de hectires de ,tierra cul- tivable. que estarian sujetas a espropiaci6n si las leyes se aplicnran rstrictamente. Se ha perniitido clue se desarrollell incontables formas de evasibn y s6lo ocasionalmente 10s escindalos piiblicos sobre la ex- tensi6n dr al,pnas propiedades, o con respecto a 10s medios por 10s cuales han sido obtenidas, provocan la aplicaci6n de 10s reglamento5 a g r a r i o ~ . ~ \

LDesde 1940 el gobiemo meGcano ha subordinado Is refonna ngra- ria a la producci6n agricola, aunque no sea muy rvidente que en el caso mexicano Sean incompatibles la reforma y el aumento de la pro- du~ t iv idad~ Eli general, dos son 10s lineamientos generales que se han cstablecido para realizar esa estrategia agraria. El primero implica una pliblica y continua dedicaci6n a la reforma agraria; como ya antes se mencion6, el ritmo de la distribuci6n se ha acelerado efecti- vamente durante lasCptima dCcada, aunque cada vez mayor cantidad de la tierra afectada sea d l o cultivable marginalme~ite o no sea cul- tivable en absolute. - La segunda modalidad ha consistido en alentar el establccimiento de grandes granjas cuya produccibn se destina al_ comercio, por rnedio drl fina~iciamiento p6blico de sistemas de ,pci6n, la elevaci6n de 10s limites mhirnos legales de la de las propiedades privadas y pasando por alto las l'hites, cuando el violador posee las adecuadas influencias politic? La primera modalidad ha demostrado ser capaz de adormecer a1 campesino mexicano, ya sea beneficiario actual o potencial de la reforma agraria; la segunda ha sido un estimulo para el auge de la agicultura comercial J e Mixico.

24. Para un analisis de vanbs de esos incidentes, ncurridos en 10s Gltirnnc aiior, vease MoisCs Gonztllez Navarro, 1.a Confedcracidn Nacional Campesina. hlCxico, B. Costa-Amic, 1968, caps. 10-1-3. El peribdico El D1a presenta infor- m u sananala de conflictos, mrrr 10s ~ I I C posetn tierras y 10s que no Ias poseen, con respecto a la aplicacihn de la rrlnrma agraria.

I A PARAWJA DEL DESARROLLO MEXICAN0

El grado de desigualdad existente en la distribucibn rnexicana del ingreso, como quiera que se mida, excede de la que impera en la mayoria de 10s paises en desarrolIo del mundo. Tan s610 en el 5 por ciento superior de 10s niveles de ingreso de Mexico se puede notar una tendencia hacia una distribucihn m b equitativa. Las familias que se hallan en 10s dos o tres deciles inferiores, claramente han retro- cedido en forma relativa, y quiz5 absoluta, desde que se inici6 el "milagro" mexicano.

En muchos paises en desarrollo, la s e w a y con frecuencia cre- cieite desigualdad en la distribucib del ingreso, que suele acom- paiiar a las primeras etapas de la industrializacibn, es mitigada en parte con la aplicackn de las politicas gubernamentales fiscal y de ga~tos.~" Sin embargo, en MCxico ninguna de ellas se ha diseiiado para llgrar una redislribuci6n de las ganancias derivadas del ripido crecimiento. En primer lugar, en Mdxico 10s impuestos son tan ligems, que es poco lo que se obtiene para redistribuir; en 1 5 Gltimos treinta aiios la carga impositiva de Mexico ha sido e; En-- -- - -- - - - - - - --.- - de --- todos - 10s paises-latinoamericanos excepto Guatemala, Paraguay y -- - ------> posiblemente Colombia. El cuadro 4-8 en realidad coloca a M * i p en el Gltimo lugar, per0 se debe a ciertas tknicas contables que sub- estiman un poco el total de las entradas mexicanas. Durante la dp- tima dkada, la proporcibn correcta para M&co seria como el 14 por ciento del producto national bmto.

Un reciente intento para medir el "esfuerzo fixal" de 10s paises en desarrollo del mundo seiiala la ligereza de la carga fiscal muri- cana. Se hicieron t r a distintas medidas de 10s impuestos en setenta y dos paises. La primera fue una simple m 6 n entre las entradas y el PNB; la otra introdujo refinamientos relacionados con el nivel del desarrollo econ6mico y el monto del cornvcio exterior; despuCs se ordenaron 10s paises en orden descendente, el primero recaudaba la proporcirin de impuestos relativamente mAs alta y el pais setenta y dos la rnh baja. Con estas tres medidas MCdco ocup6 el lugar

25. Por razones tebricas, er de aperarw: que haya unr crcciente duigual- dad en la dirtribucibn det ingnso durante 10s primer03 aiior de una industria- lizaci6n acelerada. A1 m h o tiempo, en muchos paisa l u politicas gubenu- mentala han tendido a contramstar las tendeniar hacia una creciente derigual- dad. VCaae Kumets, Economic Growth and Income Inequality. MAS adelante se acudia la parariuja de que esas tendencias r hayan desadllado en MC.ico y lo poco que IC ha hecho para contrarmtarlas.

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CUADRO 4-8. ISGRESOS EN TODOS LOS NWELES DE GOBIERNO

DE AMCRICA LATINA, 1965 * (en po~.cmtaje del producto nacional bruto)

--

Pais Porcentaje Pair Porcentajr

Bolivia '

Chile 25.8 Nicaragua I Venezuela 23.0 El Salvador I 14.3

Ecuador 22.9 Rep. Dominican. [ I

- U ~ g u a y 22.5 Honduras

J Peni 19.9 Colombia 13.4

Argentina 18.9 Paraguay 13.0

Panamh 18.6 Guatemala 10.7

Costa Rica 16.9

- FIJENTE: U.S. Agency for International Development, A Rcuiew of Alliance for Progrers Coals, Washington, Government Printing Office, 1969, p. 62.

Induso el seguro social.

66, 70 y 67 respectivamente; Brasil quedb en el 21, 4 y 1 ; Argentina en el 27, 31 y 17; y Chile en el 23, 23 y 14.%

A d e d del bajo nivel de la carga iqos&v_a, la estructura del __ ..--- sistema fiscal mexicano pisiblemente sea ako-reamsiva. Hasta hace muy poco tiempo, Mexico ha acudido en gran parte a 10s impuestos indirectos, y la operaci6n de sus ctdulas impositivas en la actualidad es rnuy favorable ,a las personas que tienen ingresos elevados, no obtenidos como su&ld0s.~7 Sin embargo, _a fines de la sCptirna dCcada 10s ifnpuestos al ingrew, (personales y de corporaciones) contribuian en casi el 50 por ciento a las recaudaciones fiscales de MGxico ,- (con

26. Jorgen R. Lotz y Elliot R. Moms, Mearuring "Tax E/fortn in De- veloping Countries, reeditado del International Monetary Fund, Staff Paper, (noviembre de 1967).

27. V&se Victor L. Urquidi, An Oueruiew 01 Mexican Economic Derel- opment. en Weltwirtscho/tliches Archiv, 101 (1968), p. 5 ; y Roberto Anguiano Equihu, Las finanzar del sector pliblico en Mixico, iviGcico, Univerridad :'A- cional Aut6noma de MCxico, Ciudad Universitaria, 1968, caps. 10-1 3.

BUENOS RESULTADOS : <PARA Q U ~ N ? 115 exclusi6n de 10s ahorros de las empresas p~blicas).28 Como la rahn entre 10s impuestos y el PNB se esti elevando lentamente y 10s gra- v6menes directos estin aumentando en proporci6n a1 total de las recaudaciones, es probable que en la pr6xima dCcada el sisterna fiscal mexicano introduzca gradualmente un cierto grado de redistribucibn en favor de 10s grupos de ingresos mis bajos de Mexico. Este carnbio Ilegari m h de cincuenta aiios despues de la "victoria" de la relro- luci6n social de MCxico.

En el lado de la ecuaci6n que corresponde a 10s gastos, ya hemos notado que la concentracibn de 10s fondos del sector pliblico en la inversi6n destinada a infraestructura ha dejado poco para 10s gastos "sociales" que elevarian directamente el nivel de vida de las clases hajas. Las inversiones del sector pcblico en todos 10s renglones del -. .--- _ bienestar -. -- ---- social: corno un porcentak de la inve~i6n pGblica total, fue-

-.--I_--

eo promedio de menos del 15 por Gento al aiio, durante el periodo' _ -_-- ---- de 1935 a 1960; d l o en 10s 6 l t im~s -a~o~- de l g - . & w a re elev6 - ----- "

esa cifra a m6s del 13 por ciento (cuadro 3-5).tA partir de 1960 poco X- _ mk __ del - --=- 20 p r -d- ciento ..-. de .. la invenibn a g r r a g s e ha destinado' - a1 rengl6n del bienestar social.,El gobierno mexicano ha extendida - --- gradualmente la arnplit~ld de 10s servicios pirblicos, como la educa? ci6n gratuita, el seguro social, 10s senricios de salubridad y asistencia, y 10s subsidips para viviendas, alimentos y de transportes. Sin emhar- go, la mayoria de 10s comentaristas extranjeros que alaban esas rea- lizaciones no han notado su naturaieza extrernadamente limitada, cuando se cornparan con el total de 10s p t o s del sector pliblico. el P N B o con respecto a 10s esfuenos sirnilares de otros paises latino- a m e r i ~ a n o s . ~ ~ El sorprendente contraste entre Mixico y Argentina, en lo que se refiere a la asignacibn de 10s fondos guhernamentales, ya se han examinado en el capitulo 3.

Se pueden hallar inforrnes adicionales sobre este punto, si se consultan diversos indicadores "presupuestarios". Por ejernplo, el to- tal de 10s gastos para 13 educaci6n en Mexico, ya a fines de la scxta dicada, era en prornedio tan &lo el 1.4 pol- ciento del producto national bruto mexicano; las cifras correspondientes a otros paises

?8. Anguisno Equihua, Las ~inanzcr, p. 145; y 10s informes anuales de! Social Progress Tmst Fund, Warhingtnn, D. C.

29. Howard Cline y Robert Scott alaban ias -rirtudm de los gactos rwia- les rnexicanos, en ,Howard F. Cline, Mexico: Reuolution to Euolution, 1940- 1960, Londres, Oxford University Press, 1962; y Robert E. Scott, Mcxicnn Government is Transition, ed. rev., Tjhana, Univenity c f :Ilinou Press, 1964.

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\

116 BUENOS RESULTADOS : 2 PARA Q U ~ K ? BUENOS RESULTADOS : (PARA QU&N? 117 latinoamericanos en 10s mismos aiios, son C O ~ O sigue: Argentin% 21.8 Y 76.4 por ciento; P ~ N , 8.4 y 26.5 por cien-, y venezuela, 2.5 par ciento; Brasil, 2.6; Chile, 2.1; Peni, 2.9, y Venezuela, 4.1; : 6.9 ). 21.9 por ciento. De acuerdo con otras medidas -om0 la en la U i b n SoviCtica, 10s dirigentes "revolucionarios" destinaron ' proporci6n entre la poblacibn total y la econ6micamente activa- los a la educaci6n el 7.1 por ciento del P N U . ~

L esfuenos mexicanos para arnpliar la proteccibn del q u r o social ban En un camPo similar, es indicativa de lo poco que Mkxico ha , rpedado a t rk de 10s de sus grandes vecinos latin~americmo~,

hecho directamente en favor de quienes se hallan en 10s Sectores scan re]ati~Z~nente m& ricos (Argentina) o m& pobres (Brasil) de m5s bajo ingreso la proporci6n que existe entre 10s extensionistas ' , reladvamente industriales o a g i c o l a ~ . ~ De acuerdo con esas compa- agricolas y 1 s familias campesinas, proporcibn que es de 1 a 10 000- raciones, no es exagerado decir quTen cuanto empleo dt 1% Hasu en 1 s repcblicas de AmCrica Central --con excepcibn de politicas fiscales y de g ~ t o ~ para lograr una m k cquitativa distri- Costa Rita- en ]as que casi nada se ha hecho por el cam~esino, bucibn del ingreso, en las Gltirnas dicadas Mixico ha he& menos, las t z s correspondientes en general son mis favorables; <a Pro- aplicando menos rectissos, qus las otras grandes nacimes de Amtrica

I . entre los extensionistas y las familias campesinas en AmCrica L a t h . Central, en la sexh dkcada y principios de la Gptirna, fue la si- En apariencia, pueden hacerse dos generaliwciona sobre el cum

. ) , - . guiente: 1 : I MY) en Costa Rica, 1 : 1 900 en Nicaragua; 1 : 3 200 en del desarrollo econbmicode h.lixico. , La primera ri no ha llabido . "I , .

< , - 1 ?I 9 ~1 Salvador ; 1 : 5 000 en Honduras y 1 : 11 000 en Guatemala-" En sistema politico latinoarnericano que proporciane mas recorn- . 1.

1 !I I; . " \\,, y, b ;, I , ,,'

,, .; . ,

I , I \ 0 L! , v , , ~

. - . - -. - . -. . . -- -- .- - . -.- -.. .. los cuatro Gltimos decenios casi no se ha hecho nin$n e s f u e ~ o pensas . a - -.- sus nuevas .- Tlites industrial -).. agricofa comercia]. L~~ imY _ . ._--. -/_ _- en ~ & x i ~ ~ para preparar a un n6mero adecuado de extensionism puestos y 10s COS~OS . por , salaries que.-.hiii: debidcetpagar ha= . - ..P_ agarios 0 bien, a 10s que poseen la instruccibn necesaria, ~agarles Gajos, ._ --- sus -.. utilidades _ _ han sido ele_vad~-xJ2 ~ ~ ~ ~ j ~ n t e ~ i n f r a e s t N C ~ r a

.Id...".. - "1 l__l"._ salaries bastante elevados para que permanezcan en el servicio ex- pliblica que sirve de b&e a ;us e!fuerzqs~roductivos ha mntenido --- ten~ionista .~ paralela a sus necesidsdes. A pesar de las fricciones que puedan

Un tercer ejemplo lo proporcionan las cifras comparativs del haber existido entrc 10s sectores pGblico y pivJdo hre treinta afios, &? n h e r o de penonas protegidas por 10s sistemas de seguridad social cs dificil imaginar un conjunto de politicas &stinas a recompensar

de "arias p&es latinoamericanos. MCxico fue el pionero de hnCrica la actividad de 10s empreszuios privndos en mayor proporcibn que las TAatina en el ternno de la legislacidn tendiente a proteger a 10s @a- politicas establecidas por el gobierno mexican0 a partir de 1940, E~ bajadores y fortalecer su poder de contratacibn frente a 10s mPre- sentido, y a pesar de la continua preeminencia de las actividades sdos. Sin embargo, en 1967 d l 0 el 6.1 por ciento de la poblacidn del sector pliblico, el gobierno mexicano es un "@bierno de -- total rnexicana, 0 sea el 18.9 por ciento de la fuena de trabaj?, hombres - -. . -- de negocios" en la misma medid3 que cdqu ie r a de los recibia 10s bencficios del scgura social. En el mirmo 160, OUOs pai- ~ob i e rna de 1;s ~Ltados Unidos durante las dCcada en que pedo latinoamericanos tenian las siguientes cifras correspondientes: Argen- minb e! partido republicnno ( 1860- 1932). tins, 24.9 y 66.3 par ciento; Brasil, 6.6 y 20.4 por ciento; Chile, La segunda generalixaci6n es que,con excej1ci6~ de los efectos *

I de la redistribucibn de la tierra, cn niiigh ow0 de loy-qmk 30. rick Hatbizon y Charles N. hiyen, Education Manpower and pdscs latinoarnericanos el ?obierno h i h~;i-~<'poco -- -.-- .- ..A-- directamentp, - . . . . .- .

~ ~ ~ n o m i c ~ r o w t h , Nueva Yurk, McGnw-Hill C0.p 1g6), PP. e i jalrOr de Ia-cbar&-Gihe il1fclior de ru_pgaci6n. L~ trayectorix ,-ifras irlcluyen 10s gasto% en educaci6n, tnnto pliblicos corn0 privados. _ _ _ .. - .- --__I_ _ . -. - 31. Eduardo L. Venrrian y William K. Gamble, T h e Agricultural Dc-

velopment of M ~ . Y ~ c o : Its Structure and Crorcth since 1950, Nuen York: 33. lnstituto Intelamcricano de Ertadistic~, Roletin ~ ~ t & i ~ t ; ~ ~ 4; Frederick A. Praeger, 1969, p. 16.5; Koser D. Hangn, Central Atmrica: de 19691, p. I . Los trabajad*,res organixad :s dc hfCxico, bcneficiador p,,r Regional Integration and Economic Dcuelopment, Washington, National Plan- r w r o social y arnparados por las demis leyisIacionm de a c r , c r ~ p ning Association, 1967, p. 73. 'On e m Protrramas oi)ticnen retribuciones eq~tivalentes a de la ,,,ay,,6a

32. VCase el anilisis de estc punto en Charles N. Myers, Education and de 10s otros trahajadores latinoatncricanos y mcj.,m3 aly,,r,os. vease National Deuelopmenl in Afrzico, Princeton, Princeton Univerdty, Industrial M. Tel .1~ y Jolin M. Vivian, Rcmtdnerotion and Moai2alion in Rekcions Section, 1965, p ~ . 61 1s.. Vcnezian y Gurnble, Atriculfura[ Der~clop- America, en Cc!wnbia Jorcrnal of IYorJJ Businr~s, 4 [enero-rehmro de ,9691, men4 of Mexico, pp. 137 SS. , 165 ss., 186 IS. Pb 41-53.

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seguida por 10s precios, 10s salarios y las oportunidades de ocupacibn, probablemente, ha dejado a la mavoria de las fan~ilias qve ocupan

I ese estrato con un nivel de vida i.gual o mrnor que el que disfru-

I taban en 1940. Incluso para las familias que se hallan cn el siguiente cuarto de la poblacibn, los salarios rcnlcs han permanecido por abajo de 10s niveles de 1Q40, hasta principv;, de 1:i sCptima decada?' hfientras ciertos sindicatos obrrros, favorecidos por el gobierno, han 1 obtenido aumentos peri6dicos en las pagas para manterterlas al nivel ,

I del alza de 10s precios, la mayoria de 10s asalariados han sufrido una reducci6n de sus entradas, en relaciSn con 10s otros sebentos de la poblaci6n, como resultado de la redistribrlci6n de 10s ingtxsos

i que ha acompacado a! crecimiento inflariona~io entre 1940 v 1955, Por Gltimo, dos gastos que h,lexico ha hccho en servicios sociales,

I medidos como porcentaje del PNB, se han quedado bastante atris de 10s de otras naciones de la regi6n que esti i~~dustrializindose.~~ -.I

BUENOS RESULTADOS : 2 PARA Q U I ~ N ? 119 Esa es la paradoja del MCxico moderno, que esa utrategia para

el desarrollo se haya proyectado y realizado en el linico gran p d ~ latinoamericano que sufri6 una profunda y sangrienta revoluci6n social. En algGn otro pais el frio y poco sentimental modelo del desamllo mexicano pareceria natural;-en Mexico es jncooruente. ---.----ca---. .- L Consti- tuci6n que rige actualmente a Mexico revela la profund-a reocu a IE___e: ci6n revolucionaria por dar una mejor vida a1 campesino v a1 tra- - ------- bajador mexicanos, y ese mismo sentido -tuvieron % % , ~ ~ h a s de Es - ---- politicas establecidas durante el period0 presidential cje Lb- - - -- denas (1934-1910) eC6mo puede concili_arse me i n t e & u - - .. 2 s - - - tribuci6n qrle ias ganancias derivadas del desarrollo econ6mico han

- -- tenido en Mexico -de 1940 para a c i ? - - --

Recientemente se ha insinuado que la Constituci6n de 1917 "es un documento muy notable. Dispone para MCxico un sistema totalmente conventional de dernocracia liberal baio linemientos fe-

1 derales; esto no es sorprendente, pues 10s que re'dactaron el docu- 34. Mike C n r e t t ha e~~corltrado que el nivel de los salarios reales, en

33 industrias de seis importantes ciudades industriales, hasta 1963, permaneci6 *ento eran en gran Parte hombres urbanos de letras y de leyes, m& abajo del nivel de 1939-40. Viase Mike Everett, T h e Etlolution 01 the que dirigentes inmediatos de una revoluci6n agrar';dP.S6 Esta desc+

M e k c a n W a g e Structure, 1933-63, manuscrito, venibn revisada ci6n est6 distonionada en dos aspectos. Primero, ]a Constimci6n El Colegio d r hitxico, fcbrero de 1968).

35. ru se trata de sostencr oue una nlayor asisnaci6n de rccursos nu-' meicana ~ u e d e no PaRcer un documento radical de acuerdo con - bernamentales en el carnpo dcl 'biencstar social, mediante impllestns r1l . i~ normas actuales, pero lo era en 1917. Segundo, 10s "hombres elevados o una redistribucibn de 10s rondos di5p(,nihlec del sector ~bhl ico , urbnnos de letras y leyes ' eran fimemente derrotados hahria resultado bentfica para 10s niveles de vida absolutes de 10s grupos de nlenor inereso de hltxicu. durante un larqo periudo. Cuando las politlc~r de vofo~ en el Congreso Constituyente de QuerCtaro, y a1 hecho de

-. . destinadas cnnscientemente a realizar una distribuci6n del ingreso provocan que eran minoria se debe la naturaleza radical de las leyes funda- el atancamiento de las tasas de crecimientc?, 10 bnico que logran 10s paise1 mentaleS que estableci6 la asamblea.n menos desarrollados es icpalar 10s nivcles de pobreza. Adern& corno recien- t-ente ha side demortrado p6.r James \$I. Wilkie, el porccntaje dcl total Es cierto que la F a n mayoria de 10s revolucionarios v<ctoriosos - - de f a i l i u mexicanas que viven por ahajo de un hipotttico "nivel de Po- que estuvieron presentes en el C o n p s o de Quer(taro provenian brenV1 ha disminuido mis r i ~ i d u n e ~ t e a partit de 1940. que dc e53 de la claw media, per0 pronto div(dieron en doa epon opuestos, fecha Esta correIaci6n entre el acelerado crecirniento econ6rnico ); la disnli- nucibn de jos niveles de pobraa w r ~ a d o s , no a u s a r i sorpresa a ninqlin debidO a una diferencia fundamental de sus penpectivas. Los mode-

. - cconomikta anglosajin, y pone de relieve que hay also rnds de en la rados apoyaban 10s lineamientos generales del proyecto de constitu- tmfia de que el ~csarrollo econ6miro "x f i l t n hacia rbajri', de I0 qiIe cibn presentado a] Congreso por Venustiano Carranza, el jefe acepun con frmuencia 10s izquierdistas de Mexico y de otras partes. En la misma prc?porci6n en que las politicas de incentivus y reccmpensas 1)ara "Iar -pas dtasm han creado I= condiciones que requierr el acelrrado crcri 3 6 W. Anderson, Bankers as Reuolutionairr,: Politics and ~ ~ ~ ~ 1 . miento de &f&ico, tambiCn ban dntribuido a elevar Ids niveles de vida 4z O P m e n t

in en Char l a W. Andenon y William P. Glade, Jr.,

muchos g:upos que no rrciben d~nctarnente la ayuda de las politicas f k r l : The Political Economy of Mexico: Two Studies, Madison, univerJity ,,f wixon- sin Press, 1963, p. 113. dl2 y t o s .

La "f2lla de funcionarniento", mencionada antes, no estriba en la dice. 3 7 Para un estudio del COngreso Y la Constitucibn, conshltenre las ai-

rencia que hays rntre la ;strategia dcl daarrollo mexicaco v alguna rela- guientcs ot)ras: H. N. T h e ~ i f e - ~ i r a n Constitution of 1917 Compared

ci6n bptima de crecilniento tvr. bienestar --que puede o no hai,er existido-- with I h e Constitution Of J8579 Filadelfia, American A d e r n y of Political and sine m& bien, como lo suqiere el resto del capitulo, ccjnsiste en la distancia Science 1917; Diario de 10s debates del Congraso Cnn.rtituyente, 1916- ":x hay eritre el rn+?odo rnexicano que se hn elegido y la r e t6 r i r~ revolu Ig1'* Graficos d e la Nacibn, 1960; 7 cha r l e i C. Cumber- cionaria de los dirigentes politicos del pais. land, Afixico: T h e Struggle for Modernity, Londrer, Oxfom Univenity press,

1968, pp. 261-72.

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120 BUENOS RESULTADOS : PARA Q U ~ N .

de la facci6n victoriosa en la lucha revolucionaria. St1 percepci6n del Estado era de naturaleza gladstoniana: concebian un gobiemo neutral - que no desempefiaria ningtin papel positivo en el desarrollo de la sociedad. Para su sorpresa se vieron sobrepasados en rifimero por el p p o m h radical, a1 que sc denominaba de 10s jacobinos, que veian a Alvaro Obregbn como su jefe y del que esperaban una com- pleta revision del proyecto de constitucibn en ~ ~ u c h o s de 10s t mas 7 principales, dominaron a 10s moderados por un margen de cuatro a

BUENOS RESULTADOS: ;PARA Q U ~ N ? 121 para las necesidades de su poblaci6n, tendran derecho a qu t se Its dote de ellas, tomdndolas de las propiedades inmediatas, mspetando

*mp'c la pequeiia propiedad"'u i \El articulo 27 confen'a a 10s estados la responsabilidad de esta-

blecer 10s limites mdximos de la superficie de las propiedades pri;ad.u; Las tierras expropiadas serian pagadas con la cmisi6n de bonos agra- r i ~ ~ a veinte aiios, con un miximo de inter& del 5 por ciento, y el preci~ de las tierras w fijaria de acuerdo con el valor catastral dmla-

uno. Los jacobinos veian al gobiemo como "una fuerza activa -qu i z5 , cad0 m8s un 10 por ciento. lEsta preocupaci6n constitucional por la

: I reforma agraria se ampli6 en aiios postenores para quc sus beneficios la fuerza activa- que daria forma institucionnl a 10s cambios sociales ' . , y econ6micos que todos 10s rniembros de la asamblea aceptaban como I I abarcaran no ~610 a 10s poblados existentes, sino tarnbiCn a 10s cam-

necesarios para el bien futuro de la na~i6n".~:Al final result6 que la i pesinos que vivian en las haciendas. El articulo 27 y 10s decretos 1 legislativos posteriores referentes a la reforma agraria, sentaron las

, - Constitucibn de 1917 defini6 a la democracia "no solamente como : bases de 10s cambios revolucionarios acaecidos en la estructura de una estructura juridica y un rigimen politico, sino como un sistema

,:: 1 ! la propiedad territorial durantr la cuarta dCcada, de vida fundado en el constante mejoramiento econ6mic0, social y : , El articulo 123, un hibrido dcl radicalism0 mexicano y las ideas I cultural del pueblo"^: e GcJuy6. muchos articulos destinados especi- -

.

J

I * '

- europeas contemporineas acerca de Ti Iegislaci6n obrera, en su P p a ficamente a promo,vefel mejoramiento social y econ6mico de 10s seg- 2 - -- -. .. .- - . - ~ . - : constituy6 el c6digo laboral mis avanzado de1 mr~ndo. No s610 mentos menos favorecidos de la sociedad mexicana. Particularmente , - -> . . .~

i*i%>-&tes para tratar de comprender- la paradoja implicita en la estrategia mexicana para el desarrollo posterior a 1910, son 10s articu- 10s referentes a la reforma agraria y 10s derechos obreros.

... : , El articulo 27 de la Constituci6n afirma que son propiedad del ~ G a d m _ t i m . ~ t x i c o ~ El Estado reclama el dere-

_-. --- cho de trasmitir la propiedad territorial a personas privadas, asi como el derecho a expropiar las propiedades para su redistribucibn. Tam- biCn re adjudic6 a la naci6n la propiedad de todos 10s minerales y

permltla que 10s .ob'refcis ie organizaran, sino estipulaba en detaile la jorcada de ocho horas, la protecci6n a la mujer y el niiio como partes de la fuexza de trabajo y las ideas mis modernas para la salvaguarda de 10s derechos obrero~.~' El articulo declara que el sala-

no minimo debed ser el que se "considere suficiente, atendiendo las condiciones de cada regihn, para satisfacer las necesidades nor- males de la vida del obrero"." Establecia el principio de p a p igtlal para trabajo igual, sin importar el sexo o nacionalidad, y fijaba paqa

otras riquezas del subsuelo. Ese articulo especificamente declaraba: ! doble para cualquier trabajo que pasara de ocho horas. Los patronej : estaban obligados a proporcionar a sus trahajadores viviendas, con "La naci6n tendri en todo tiempo el derecho de imponer a la pro- ;

piedad privada las modalidades que dirte el interis pGblico, asi como una renta que no podia exceder del 0.5 por ciento xnensual del

el de regular el aprovechamiento de 10s elementos naturales suscep- , valor gravahle de la propiedad; 10s patrones tambicn serian rcspon-

tibles de apropiacicin, para hacer una distribucihn equitativa de la sables dr todos los accidentes industriales. I El articulo 123 y otros de la Constituci6n tambiOn establecian riqucu priblica y 'para cuidar de su consen~aci6n. Con este objeto? LA----

se d i c t&n las medidas necesarias para el fraccinnamiento de 10s lati- claramente el derecho a ~

huelga .~ de .~. 10s trabajadores.: I.as huelaas re

fundios; para el desarrollo de la pequciia prol~irdad; para la creaci6n ' reconocrrian como legales cuando su propdsito fuera estableccr "el de nuevos centros de pob!aci6n nyn'cola con las tiemas v agras que les gluilihrio entrc los diversos factorm de la producci6n, armonizanr!o Sean indispensables. . . 1.0s puchlos, rancherias v comunidadvs que carecan de tierrns y aguas, o no las tenqan en cantidad sr~ficiente 40. Branch, Alrxican Constitution of 1917, p. 16.

41. Vease ibid., pp. 94-103, y Joe C. Ashby, Orgotlizcd Z.obor orrd r j ! . Mexican Itevolution under Lbzaro Ca'rdrnar, Chapel Hill, Univenity of North

38. Cumberland, Struggle for Moderaity, p. 261. j Carolina Press, 1963, pp. 38-64. 39. Citado en Aifredo Navarrete R., T.',.. Financing 01 Ecu~!smic D e x - 42. c , L ~ ~ ~ en ~ ~ l , b , , , ~ ; ~ ~ ~ i ~ ~ ; i a b o r and l,te M~~~~~~ R ~ ; ~ , ~ ~ ~ ~ ~ ~ , p, jil,

lopment, en Davis (comp.) , Mc.~ i rn ' r Recc-I!( Ecor!ornic C;roccth, p. 105.

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122 BUENOS RESUL.T:(DOS : ( P+ B ~ ~ N O S RESULTIUWS : i p ~ a Q ~ I ~ N ? 123 10s derechos del trabajo con 10s del Se en 1917. Aunque el jefe constitutional que se habia autonombrado, pro cedi mien to^ dr conciliaci6n y arbitraje; re vrenustiano Carranrn, desaprobaba que u hiciemn cambios-radica]es formada por i p a l ndmero de representantes a su proyecto de constituci6n, el hecho de que la segunda figura 10s trabajadores y un representallte del mjs poderosa de MCGco entonces -Alvaro Obreg6n- apoyara las deteminar todos los caws que se le rekision~s que eran demandadas por In gran masoria, pemitia espe- consentimiento de 10s adversarim. rar que las disposiciones de la nueva Constitucidn serian aplicadas. rehusaban las liegociaciones por En xgundo lugar, lleg6 un momento cn que a1 fin fueron realmente la decisi6n de la junta, estaban aplicada~; entre 1934 y 1940 el contenido social de la Revoluci6n, tal bajadores involucrados en la coma espres6 en 10s articulos 27 y 123 del documento de Que-

t ' de El efecto de ,+mro, fue revivido con tal fucna y vigor que el curso sepido por ,.,) derechos legales del el desarrollo econ6mico, despuis de 1940, parece de lo m& incon-

en cualquier otro p e n u debido a ese breve renacimiento- I .

obrero todaria LDurante sus seir ano? corn0 presidente, Cirdenas desbarat6 el I

I

I

p de r de 10s hacendados mexicanos que todavia quedaban. Hizo la redistribuci6n de rn8s del I0 por ciento de todo el territorio de , ' Mtsico, el triple de lo que habia side afectado

la rcfoma agrafia entre 1915 y 1934. Al timino de su rnandato, los ejidos, en

. m ' proporci~n a1 total de la tierra cultivable, se habjan elevado de 13 par ciento a1 47 por ciento, e incluian a l enas de las rnejores tierras Iaborables de M&rico2 En la rica rona del Bajio erpropiaron . ., enomes propiedades comercialeS convifiieron en rjidos orga- nizados y oprados comunalmente?6 Para 1960, los ejidoS mh nue- vos estaban produciendo cantidades considerables de cultivor comer- ciales coma algod6n, henequCn, trigo y caft!. Como resultado de 1s rnodificaciones en la propiedad territorial, el nGmero de 10s m r p - tores de tiema -rn& de 800 000 familias en seis afios- ascendi6 del

tiempo que dur6 la suspensi6n de las labores." 21 por ciento al 42 por ciento de la poblacibn empleada en la coma es clisico que las constituciones latinoamelicanas ~610 seaE*culturay

honradas con ~olaciones, ipara quf! recnlcar metas sociales q"j , Durante esos mismos aiios, 10s gastos del gobierno en progranlas consigns el documento meicano? Porque~ coma OCurre 'On frccuenwiales arendieron a1 18 por ciento del presllpuesto federal, ct,ando , la erperienyia mexicana imeris- En primer lugar, '?en lor aiios de la tercera decada e n n en promedio el 10 por ciento. preocupaci6n mexicana por mej0r.r uportunidadeS y niveles

d b ~ h d . del 12 por ciento del tohl de lor gastos presupuesrarios se ~ i d a de 10s campesinm y obreros en un psis en

.destin6 a la educaciIjn pfiblica, proporri6n no igualada sirlo raSi el dominio social, econ6mico Y politico de la "oligarwia" hab'ieink asos deSpu&, dunnle la presidenda de ~ d ~ l f ~ i,+,cz alateoS~* desaparPcido 0 iba pronto a desaparecer: par tanto, el ambiente dc irrPalidad que ha rodeado a tanlor otros congresos c o n ~ t i t u ~ i o n ~ .u . 46 V(W Clarence Senior, Land Rejorm and Denocran), Gainesvillc,

listas de [.atin.? mucho menos presente en Quef&tan nlve"it~ of Florida Press, 1958, con respecto a las expropiacionrs y sur rr- pl tados.

47. James W. ~ i l k i e : T h e Mexican Re!olution: Federal Expenditurrr and 43. Ibid., p. 59 . ba Change Since 1910, Berkeley y Lor Anples, University of California 44. Ibid. rw, 19C1, 6 194. 45. Ibid., p. 61. 48. Ibid., pp. 158-61.

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.Los beneficios sociales y econGmicos que obtuvo el carnpesino fueron equiparables a 10s obtenidos por la mano de obra organizada. Varios aspectos de las politicas cardenistas, relativas a 10s problema

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obreros y obrem-patronales, contribuyeron a mejorar las penpectivar sociales y econhmicas del trabajador mexicano!! Primero, el go. bierno impuls6 y patrocin6 la unificaci6n de todos 10s trabajadores i industriales en una confederacibn obrera central, la Corifcderaci6n;

1 de Trabajadores de MPxico (CTM). Con esa ayuda, la c r ~ , bajo la vigorosa direcci6n del izquierdista Vicente Lornbardo Toledano, se' convirti6 en la fuena dominante de 10s trabajadores mexicana, organizados. Segundo, el gobierno difundi6 la idea de que todol' 10s trabajadores del pais deberian ser miembros de un sindicato f deberian estar protegidos por un contrato colectivo. Durante el prd ceso de organizacibn de la mano de obra en lor rhos cardenista/ ocumeron rnh huelgas que en ningin otro momcnto de la historiai 1 mexicana; la mayoria de ellas fueron dcclaradss legales por las junta: de conciliacibn y arbitraje, en las que el gobierno poseia el v o ~ decisivo, y con mucha frecuencia 10s patrones aceptaban el proce 4 de arbitraje como el Gnico medio aceptable para resolver las contra- 1 versias obrero-patronales. CPor consiguiente, la gran mayoria de lar t disputas importantes entre 10s obreros y patrones acerca de las c19u; sulas de 10s contratos colectivos se decidian mediante laudos de arbi; I traje estableddos por log funcionarios del Departamento de Trabajc; y a veces por el mismo director." 60 1

Un tercer aspect0 de la politica cardenista, favorable para 19 trabajadores, fue su insistencia en qrle 10s salarios se basarall en "lt'

I capacidad de pago de las c~rnpai i ias '~.~~- Durante 10s Gltimos aiiat i de la presider~cia de CBrdenas se convirti6 en una practica estable cida, para 10s conflictos obrero-patroriales, designar una comisibn dl expertos que investigaran la capacidad financiera de la industri de que se trabba; el informe de la comisi6n se usaba en seguid;. para decidir el laudo de la junta de arbitraje. Las apelaciones d. t:sos fallos podian Ilevarse ante la Suprema torte, pero todos lo* jueces habian sin0 nombrados por CArdenas v en gencral sus fallo (.ran favorablcs para 10s trabajadores. I

Finalmente, Cirdenas, en UII famoso discurso pronurlciado el;

BUENOS RESU LTADOS : ' 2 PARA QU&N? 125 AIonterrey, Ics dijo a 10s empresarios, a 10s que denomin6 "cansados de las luchas sociales", que entregaran sus propiedades a bs obrercn 0 al gobierno para que las manejnran en beneficio de 1- trabaja- dores; en algunos casos importantes se emple6 con ese pmpcisito la Ley de Expropiaciones de 1936, se espropiaron ingenios azucareros y aserraderos, lo mismo que las tierras alpodoneras del distrito dc La Laguna. El gobierno tarnbiin pas6 a1 Sindicato Nacional de Fe- rrocarri!eros la administraci6n de 10s Ferrocarriles Nationals y conce- di6 al Sindicato Petrolero una representacihn minoritaria en el Consejo Directive de la industria petrolera nacionalizada.

Bajo el patrocinio gubernamental, la mano de obra se encontr6 desempeiiando un papel econdmico y politico que nunca antes habia representado en la historia mexicana. Aumentaron sus beneficios - materiales, pero lo quC era m9s importante aGn a largo p l a q pancia que su situaci6n sociopolitica mejoraba con rapidez. Corm observ6 un historiador a1 estudiar ese periodo, "el principal l o p de Cbr- denas y de la mano de obra organizada estriba.. . en el punto de que ha obtcnido para 10s trabajadores de MCxico una posici6n de dignidad en la vida nacional y ha hecho del movimicnto de la mano de obra organizada una influencia importante en la politica econ6mica n a ~ o n a l " . ~ No es de sorprender que Jeds Sika Herzog haya denominado a1 gobierno cardenista "el momento calminante de la Revoluci6n mexicana. Nunca antes se habia distniuido la tierra a un ritmo tan rripido; nunca antes habia sido el mvimiento obrcro tan alentado desde arriba".m Y m& importante a h y nunca antes 10s campesinos y trabajadores se habian incorporado en tal grado a la vida politica mexicana

Entre 1934 y 1940 hivieron lugar algunos cambios, rmluciona- nos en apariencia, dentro del "partido oficial" de hrf&ico y el sistana politico m e ~ i c a n o . ~ El Partido Nacional Revducionario (mh tarde llamado el partido-~evolucionario Institucional) se form6 en 1929 durante una situaci6n de crisis. El principal caudillo de MCxico y prtsidente electo, AIvaro Obregbn, fue asesinado el mes de julio de 1928. El presidente saliente, Plutarco Elias Calks, apro- vech6 la oportunidad que ofrecia esa crisis para u n i b a 10s

52. Ibid.. D. 289. 53. ~ e s & ~ i l va Herrog, L a Rruolucidn rnexicana m r r i r l , lacdido de

Cuadmaor Amrricanos (1944), p. 18. 49, V&= Ahby, Organired Labor rnd the blexican Rruolvr;-:. pp. 2H4-9( 54. A1 PRI con fruuencia se le llama el partido "-.E:ial", p o w e smpn 50. Ibid., p. 2116. PM lu eleccionu y por tanto simpre er el partido gobernante. j 1. Citado en ibid.

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I F ,

hombres fuertes regionales de la coalicicin revolucionaria, dentro de un partido politico nacional. AI principio, el par 'do era principal- 9 mente una coalicion de 10s jefes militares regiona es y sus divenas organizaciones estatale., y las asociaciones obreras y campesinas esta- ban subordinadas a ellos. Cada dirigente controlaba la politicn de 1 su propia regihn, siempre con el apoyo de sus tropas y, en muchos casos, de pequeiios grupos carnpesinos y obreros. El partido propor- cionaba una institucibn dentro de la cual 10s intereses en conflict0 representados por esos caciques regionales, podian reconciliarse sin acudir a la guerra c i ~ i l . ~ A 10s pocos aiios, la institucibn se convirti6 en rnucho mis que un instrumento de conciliacibn. -Calles, aprove- chando la organizaci6n del partido, pudo reducir gran parte de la , fuerza de las organizaciones agrarias y obreras afiliadas a1 partido a travks de sus dirigentes; tambikn debilit6 la independencia de 10s caciques militares que habian operado con gran autonomia en la ter- ! cera d6cada.-Para 1934, Calles utilizaba a1 partido para manipular la politica mexicana y controlar el gobierno de MCxico. El grado de centralizacibn del poder politico era mucho mayor que en cualquier otro momento despub de la caida de Porfirio Diaz. ,

' Entre 1934 y 1940 se desarroll6 una iritensa lucha por el control politico entre Calles y el nuevo presidente, Lizaro CBrdenas. En ese momento Calles representaba a los elementos conselvadores de la coalici6n revolucionaria, mientras que Cirdenas estaba sostenido por 10s elementos activos m h radicales, y con frecuencia m k jbvenes, i de la politica mexicana. Para fortalecer su poder en contra de '

Calles y de lw elementos de las fuerzas militares que perlnanecian leales al antiguo presidente, C5rdena.s empezb a reunir y vigorizar las mismas organizaciones de las masas obrera y agraria, que Calles habia fragmentado anteriormente." Irnpuld la fonnacibn de sindi- cabs militantes de obreros y campesinos y su agrupamiento dentro de organizaciones nacionales. Las organizaciones locales ejidales se convirtieron en mi+nbros de las ligas campesinas estatales y esas

l i g ~ se reunieron en 1938 en la Confederacibn Nacional Campesi~l~ (CNC) . !La mayoria de 10s sindicatos obreros refonniscas y radicales se orga&aron y centraliraron en la Confederncio~~ de Trabajadu. res de MCxico (CTM) .

I Una vez establecidas estas bases para sostenerse, Cjrdenas pro- cedi6 a reconstmir a1 particlo oficial. En 1938, el antiguo Particio Nacional Revolucionario, con unn estructura geogrifica e indibidunl, fue remplazado por el Partido de la Revolucicjn blrxicans (PRY j . El nuevo partido se organiz6 en cuatro sectores: obrero, agrario, militar y popular. La CTM, la mayor de las confederaciones obreras de MCxico, representaba al grueso del movimiento obrero dentro del partido, y la Confederaci6n Nacional Campesina se convirti6 en el nlicleo del sector agrario. El sector popular del partido consistia principalmente en 10s empleados del gobierno, que habian organizado su propia confederacibn laboral, la FSTSE.

El partido reciCn formado proclarnaba tener m b de cuatro mi- llones de miembros a1 iniciarse: l 250 000 del sector obmro, 2 500 000 del sector agrario, 55 000 del rnilitar y 500 000 del popular. Los trabajadores del gobierno y 10s militares siempre habian tenido voces definidas en la politica rnexicana; era novedad la participaci6n de la mano de obra organizada y de las ligas carnpesinas en la acti- vidad politica a nivel nacional, Ellas apoyaron las reformas de Cirdenas y iste apoyb a sus organizaciones, con lo que la escena politica mexicana fue alterada permanentemente. En realidad, 13 - aparici6n de dos nuevos estratos de la sociedad mexicana, como fuerzas politicas efectivas en la lucha acerca de quikn obtiene qui., cujndo y c6m0, hizo que un destacado emdito de la politica rne- xicana afirmara recientemente que LLC5rdenas logrb la proeza de iniciar una lucha de clases, a1 misrno tiempo que la subordinaba a1 tema dominante del nacionalismo me xi can^".^^

Asi surgid la paradoJa del desarrollo mexicano. , Para 1940, las --.-

metas sociales ----- de la -Revolucibn finalmente se cumpliemn y en una

i forma dramiitica; la rnano de obra organizada y las masas rurales -- estaban representadas directamente en el partido oficial y numCri- i

55, Para un estudio dr 10s origenes del PRI, vCae Cline, Rcuululion to Canente eran 10s mas importantes de 10s cuatro sectores del partido; Ec~olution, pp. 149 rr.: Vicente Fuentes Diu, Lor partidol politiior m h f h k o . la gran rnayoria de la pob]acib mexicana fin empe- libro 2, Mexico, edici6n del autor, 1936, pp. 63 3s.; y Patricia McIntire Richmond, Mexico: A Cart Study of One-Party Politics, tesis de doctorado, 'ando a participar en la distribucijn de la riqueza m&cana. Des- University oi CaIliol.ni;l: 1965, pp. 250 rs. puCs de 1940 se invirtib esa tendencia. Apareci6 una estratcgia para j

56. VCase Fuentes Diaz, Lot partidot politicos, vol. 2 , pp. 54 rr., y Frank Brandenburg, The Making of Modern Mexico; Englewood Cliffs, Prentice- 5 7 L. Vincent Padsctt, The 'd*xican Political Syrr<m, Boston, Houghton Hall, 1964, pp. 64 JJ. ~Mifflin Co., 1966, p. 39.

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128 BUENOS RESULTADOS: PARA Q U I ~ N ?

el desarrollo, que controlaba firmemente la actividad de 10s sindi- catos obreros, retard6 el ritmo de la reforma *aria y redujo la participxi6n relati, a e n el ingreso total del 60 por ciento xferior de. la poblacidn mexicaoa. {Cbmo es que el Gnico pais latinoarneri- cano que experiment6 una prolunda revoluci6n antes de 1950, esco- gi6 seguir un2 ruta para el desarrollo econbmico, que combina el continuo sacrificio de la parte inferior de la escala socioeconbrnica. con ganancias crecientes para la parte superior?

EL PRI Y LA POLfTICA MEXICANA: LA COSA NUESTRA

Muchos eruditos mexicanos no encuentran ninguna paradoja en el mitodo que MCxico ha adoptado para afrontar 10s problemas del desarrollo econ6mico. considera an que la r e b d i de 1910:a fuc una "revolucibn burguesa" y afinnan que puso en el poder a una nueva clase mexicana media-superior2 De acuerdo con su opinibn, el curso que ha seguido el desarrollo econbmico, a partir de 1920, es el que corresponde naturalmente a esta interpretacibn de la Revolucibn y a sus efectos sobre la estructura social muJcanal Su aniliiis, como gran parte de la ciencia social latinoamekcana, da por supuesto que ga politics refleja sin m k complicaciones la estructura de las clases y su lucha; considera que la estructura social mexicana posterior a 1940 esd constituida por una Clite rnuy rica, situada m la cGspide de la ucala s+ioeconhmica, una vasta mayoria de la poblaci6n colocada en el nivel de pobreza y una dase media pequeiia, pero en aumentoa Esta estructura naturalmente sugiere, a 10s estu- diosos con una onentacibn mandsta, que estla Clite econbmica de M G c o la que controla la politica mexicaca y por consiguiente es la que dicta las politicas que configuran el curso del desarrollo econ6mico mexicano 2

La dificultad bkca de ese anilisis estriba en que no corresponde a todos 10s hechos. Dude la Revolucibn, no ha habido ninghn rno- mento en que el sistema politico mexicano haya reflejado pasiva- mente 10s inter- de una Clite industrial en sugimiento y en el

1. Pam una rnb detallada pruentacidn de ute punto de vista, vCase Moik GonzAlez Navarro, Im idcolo~ia d e la Revolucidn mrxicano, en Hirtoria Me- xicana, 10 (abril-junio de 1961), pp. 628-36; Social Rr#cctr 01 the Mexican Revolution, cn Cahirrr d'Histoirc Mondialc, 8 (1964), pp. 281-89; y LC DL- vcloppcment Eronomiqur rt Social du Mexique, en h n a l c r Bconomirs So- c i i th Civiliratioru, 21 (julio--to de 1966), pp. 842-56.

2. Las estimaciona sobre la "due media" m u d m v a M n de 16.9 pot ciento (e~timaei6n del gobierno madcano) hasta el 335 por cicnto (estima- ci6n de Cline). VCue H o d F. Cline, Mexico: Rmolntion to Euohtion, 1940-1960, Londm, Oxford Univurity Pren, 1962, a p 11.

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