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JEAN-JACQUES ROUSSEAU(1712-1778)Michel Sotard1Jean-Jacques Rousseau, que prefiri correr el riesgo de presentarse como un hombre deparadojas en vez de seguir siendo hombre de prejuicios plantea al historiador del pensamiento educativo una paradoja mayscula: la obra que indudablemente ha ejercido mayor influencia en el desarrollo del movimiento pedaggico, la que, segn la frmula de Pestalozzi , marc el centro de movimiento del antiguo y del nuevo mundo en materia de educacin, se cre basndose en un total desprecio por la prctica, arrinconada de un plumazo en el Prlogo delEmilio, escarnecida cuando un padre lleno de admiracin le presentaba su hijo educado segn los nuevos principios y puesta en la picota del ridculo cuando abandon a sus propios hijos. Rousseau distaba mucho de ser un buen preceptor, lo que no deja de ser un enigma: por qu hombres como Pestalozzi, Frbel, Makarenko, Dewey, Freinet, todos ellos hombres de prctica comprometidos en experiencias histricas, nunca pudieron apartarse delEmilio, esa obra de pura utopa, y por qu se nutrieron peridicamente de ella? Es acaso a guisa de consuelo por la repeticin de sus propios fracasos, o bien presentan algo en la obra del ginebrino que no cesaba de inspirarlos y cuyos efectos no parecen haberse agotado an?La filosofa de la educacinLa consabida pregunta En qu consiste la originalidad de Rousseau en materia de educacin?, suscita abundantes respuestas que hay que pasar por el tamiz de la crtica. Rousseau, iniciador de una revolucin copernicana, habra situado al nio en el centro del proceso educativo. A ello ha contribuido en gran medida el Emilio, pero conviene recordar que, tras un largo perodo de indiferencia, el inters por el nio era propio de la poca y hasta tenda a convertirse en una moda: moralistas, administradores y mdicos utilizaban toda clase de argumentos para incitar a las madres a preocuparse por su prole, empezando por darle el pecho. Rousseau participa en el desarrollo de este sentimiento de la infancia. Pero tambin reacciona contra la complacencia inconsiderada del adulto hacia quien tendera a convertirse en el centro del mundo: aunque deba rechazarse la imagen del nio como fruto del pecado, tampoco se deben divinizar sus deseos.La literatura sobre la educacin era ya abundante en la poca en que Rousseau escribe elEmilio. Son incontables los libros, partes de libros y artculos que se le consagraron. Todo el mundo opinaba sobre el tema: filsofos como Helvtius, quien en su obraDel espritu, publicada en 1758, afirma que todo depende de la educacin en el hombre y en el Estado; sabios y utopistas como el abad de Saint-Pierre, autor de unProyecto para perfeccionar la educacin; hasta los poetas, que ponen en cuartetos las mximas sobre educacin ... Por la misma poca se publican gran cantidad de manuales para iniciar al nio desde sus primeros aos en el mtodo experimental; por ejemplo, en 1732 se inventa el pupitre tipogrfico cuya finalidad es ensear a leer a los nios por el medio de letras mviles que ellos mismos colocan en las correspondientes casillas. La Chalotais publicasu Ensayo de educacin nacionalen el que indica que en este terreno se produce en el pblico europeo una especie de fermentacin.Se ha intentado desentraar lo que Rousseau debe tanto a sus grandes antecesores como a sus brillantes contemporneos: Montaigne, citado doce veces en elEmilio, Locke, a quien critica poniendo an ms de relieve lo que le debe, Fenelon, Condillac. En esos autores consagrados, al igual que en otros que la historia no ha reconocido, como el sabio Fleury, afortunado autor de unTratado de la eleccin y el mtodo de los estudios, publicado en 1686 y reeditado en 1753 y 1759, y el sabio Rollin y suTratado de los estudios, es fcil encontrar muchas ideas que se anticipan a las de Rousseau. Pero me parece indiscutible que el autor delContrato socialy delEmilioes todo menos un eclctico. En realidad, esos prstamos son refundidos en el crisol de un pensamiento que se presenta como sistemtico e innovador: No escribo sobre las ideas de los dems sino sobre las mas, dice en el prlogo delEmilio. No veo igual que los dems; hace tiempo que me lo reprochan.El rasgo genial de Rousseau, que consagra la originalidad radical de su talante intelectual, radica en haber pensado la educacin como la nueva forma de un mundo que haba iniciado un proceso histrico de dislocacin. Mientras sus ms activos contemporneos, tambin tocados por la gracia educativa, se dedican a fabricar educacin, y las grandes figuras de la inteligencia se esfuerzan en remodelar al hombre mediante la educacin haciendo de l un humanista, o un buen cristiano, o un caballero, o un buen ciudadano, Rousseau deja de lado todas las tcnicas y rompe todos los moldes proclamando que el nio no habr de ser otra cosa que lo que debe ser: vivir es el oficio que yo quiero ensearle, al salir de mis manos no ser, lo reconozco, ni magistrado, ni soldado, ni sacerdote: antes que nada ser hombre.2El gran problema radica en que el hombre del humanismo, aquel que viva en armona con la naturaleza y con sus semejantes, en el seno de unas instituciones cuya tutela no pona en tela de juicio, se ha extinguido. Ahora la necesidad se libera de la naturaleza, engendrando en el hombre una pasin por poseer y un sentimiento de ambicin que alimenta a su vez la carrera por el poder.El inters prolifera desbordando los lmites de la necesidad natural y contaminando rpidamente todo el tejido social. Las instituciones que tenan tradicionalmente la tarea de contenerlo se presentan ahora como los instrumentos de una vasta manipulacin tendiente a asentar el poder de los ms fuertes. Ese saber del cual el hombre espera, desde Platn, la salvacin es un engao: las ciencias nacieron del deseo de protegerse, las artes del afn de brillar, la filosofa de la voluntad de dominar. La requisitoria pronunciada en los dosDiscursosde 1750 y 1755 echa por tierra desde la raz toda tentativa tendiente a definir,a priori, una esencia del hombre, dado que, manifiestamente, toda definicin se sita en el nivel de la representacin social y participa en la corrupcin por el inters que caracteriza a nuestra sociedades histricas.Ciertamente, elContrato socialpermite soar con un mundo en el que los conflictos de intereses quedaran apaciguados, en el que la voluntad general sera la expresin adecuada de la voluntad de cada uno. Pero qu otra cosa se puede hacer sino soar tal cosa en un mundo condenado a la insatisfaccin? Ay de quien se atreva a dar a ese sueo una consistencia histrica!Ese se expondra a ver cmo los intereses, artificialmente contenidos por la instauracin autoritaria de una sociedad de naturaleza en este mundo civilizado, hacen estallar con violencia aun mayor una estructura que se les ha vuelto completamente extraa. La sociedad va a la deriva: Nos acercamos al estado de crisis y al siglo de las revoluciones. Quin puede decirnos qu ser de nosotros entonces? Ello no hace sino reforzar la urgencia de la exhortacin: Adaptar la educacin del hombre al hombre y no a lo que no es: No veis que tratando de formarle exclusivamente para un estado, le volvis intil para todos los dems3?.Hay pues que dejarse llevar por la corriente y aceptar el hecho consumado de la dislocacin social, jugar sin escrpulos el juego del inters y de la mascarada mundana ? Rousseau pudo, en su existencia errante y parasitaria, pasar por un gozador escptico. Pero eso supone desconocer su voluntad de servir al hombre, su sentimiento calvinista del deber ser de la Ley, aun vaciada de todo contenido histrico, el papel que l atribuye a la sociedad en el desarrollo de las cualidades que constituyen al hombre; supone tambin olvidar que Rousseau siempre manifest una repulsin por la anarqua y un amor casi abusivo por el orden: vestimenta impecable, interior limpio, letra aplicada, herbolarios meticulosamente ordenados... Su pensamiento, sistemtico en la forma, busca siempre la unidad.As pues, siendo el mundo como es, qu hacer? La respuesta nos la ofrece Rousseau finalmente en esa obra en la que en un principio pensaba reunir algunas reflexiones y que luego iba a adquirir las dimensiones de un tratado sobre la bondad original del hombre, tituladoEmilioy que l considera como el mejor de sus escritos, y el ms importante, lo que ms merecedor le hace del agradecimiento de los hombres y de Dios: ahora se trata de educar. La educacin ser el arca gracias a la cual la humanidad social podr salvarse del diluvio. Cuando el hombre ya no pueda desarrollar sus potencialidades abandonndose al solo movimiento de la naturaleza, cuando corra el riesgo de vivir otra alienacin convirtindose en una unidad fraccionaria que responde al denominador y cuyo valor consiste en su relacin con el todo que es el cuerpo social, resulta que puede llevarse a cabo una forma de accin especfica que provoca el encuentro del deseo (natural) y de la ley (establecida) de tal manera que elhomo educandusse construya su propia ley, se vuelva, en el sentido etimolgico del trmino, autnomo.En otras palabras, la idea de educacin, lejos de dar lugar a una nueva ideologa, no cesa de arraigarse en la condicin contradictoria del hombre. La obra de Rousseau y, sobre todo, elEmilio, es efectivamente un punto donde se enfrentan las grandes corrientes y contracorrientes de la poca, las mismas que no han cesado de labrar en profundidad el pensamiento occidental desde sus orgenes platnico-cristianos. Necesidad y libertad, corazn y razn, individuo y Estado, conocimiento y experiencia: trminos de estas antinomias que se nutren en elEmilio, publicado en 1762. Rousseau sigue siendo un hijo del Siglo de la Luces, pero el racionalismo convive abiertamente en l con su adversario de siempre, ese contra el cual Platn y Descartes haban erigido su sistema de pensamiento: el yo sensible que afirma su propia verdad en la autenticidad de una existencia coherente consigo misma. As, la educacin ser para Rousseau el arte de organizar los contrarios en la perspectiva del desarrollo de la libertad autnoma.Consideremos, por ejemplo, el problema de la libertad y de la autoridad, Rousseau critica de entrada toda forma de educacin fundada sobre el principio de autoridad que someta la voluntad del nio a la de su maestro. Hay que dejar pues al nio a su propio albedro? Ello supondra, siendo el mundo lo que es, un fatal error que comprometera su desarrollo: si el yo sensible quiere acceder a la conciencia autnoma, tiene que chocar con la realidad, y sera pura ilusin recrear alrededor del nio una forma de paraso, forzosamente artificial, en el que su deseo se realizara plenamente: parecera seguir a la naturaleza, pero en realidad, slo seguira a la opinin. Como muestra el desarrollo del hroe epnimoEmilio, hay que conquistar al contrario su libertad y su autonoma personal ms all del encuentro conflictivo con la dura realidad del mundo, con la realidad del otro, con la realidad de la sociedad. Y es entonces cuando el educador recobra un papel decisivo permitiendo la experiencia formadora, acompaando al nio a lo largo de todo su itinerario lleno de pruebas y de escollos, y sobre todo, brindndole un estmulo esencial en el momento en que debe esforzarse por reconstituirse tras la ruptura de su deseo. El arte del pedagogo consistir en actuar de manera tal que su voluntad no suplante nunca la del nio.Consideremos ahora el encuentro entre conocimiento y experiencia. Se trata de afrontar tambin aqu una situacin contradictoria. Si bien es cierto que el conocimiento quita a la experiencia espontaneidad e imprevisibilidad, no lo es menos que resulta vital para el hombre comprometido en este mundo de intereses y de clculos. La enseanza sigue siendo pues esencial.Pero la pura y simple transmisin del saber que se necesita para vivir en sociedad puede originar una alienacin en el individuo; si la ciencia libera al hombre, puede tambin encerrarlo en un nuevo tipo de conformismo intelectual. Es necesario pues organizar la transmisin del conocimiento de manera que el propio nio se encargue de esa tarea; en esa etapa donde se impone una pedagoga que no sea un simple proceso de adaptacin del mensaje a un receptor, sino que se base en el sentido mismo del saber con respecto al inters que cada uno tiene al recibirlo.As pues, la sociedad necesita ahora crear en su seno unentorno pedaggicoque favorezca, por medio de una accin adecuada a los fines perseguidos, el acceso de cada uno a la libertad autnoma. Pensamos en seguida en la escuela, pero el propsito de Rousseau va ms all de los lmites de la institucin escolar o familiar y, de una manera general, de la institucin social, para buscar una forma de accin que permita que el hombre sea liberado a pesar de la mutilacin que la sociedad produce en su yo sensible.Los malentendidosSe comprende que este tipo de argumentacin, tan hbilmente matizada y tan sutilmente dialctica, haya dado lugar a muchos malentendidos.Hay primero quienes se obstinan en buscar en elEmilioun tratado prctico de educacin.Sin embargo, se trata de una ficcin novelesca en la que se escenifica la reflexin pedaggica, donde un Emilio de un perfil muy vago y un preceptor sin nombre ni biografa viven una serie de experiencias que parecen fabricadas e inventadas para ilustrar un enfoque particular. En el tercero de losDilogos, donde se erige en juez de Jean-Jacques, Rousseau reconocer que suEmilio, ese libro tan ledo, tan poco comprendido y tan mal apreciado, es slo, en fin de cuentas, un tratado sobre la bondad original del hombre, destinado a mostrar cmo el vicio y el error, extraos a su constitucin, se introducen en ella desde el exterior y la alteran insensiblemente..._4 Mientras que en los dosDiscursosse lleva a cabo una desconstruccin completa del universo humano, la obra de 1762 intentara reconstruirlo, pero mediante una metafsica de la educacin que, como advierte el prlogo, trata exclusivamente de formular los principios, despreocupndose abiertamente de la aplicacin.Es incluso de temer que una escrupulosa puesta en prctica literal delEmilioconduzca al educador a la catstrofe. Las nefastas consecuencias de ello las sufrir Pestalozzi en la educacin de su hijo Jakob: el nio de cuatro aos qued muy a menudo a su libre albedro, pero el padre se dedic de manera regular a quebrantar sin explicacin alguna su sensibilidad egocntrica con la esperanza de que del choque de voluntades naciera en el interesado el sentido de la ley y de la autoridad. En realidad, el resultado de todo ello fue un nio que no comprenda qu tipo de padre tena en frente, por un lado en extremo liberal, por otro tirano insoportable. Ello originar un dao irreparable en la constitucin nerviosa de Jakob, ya de por s frgil5.Hay tambin quienes no aceptan la antinomia de Rousseau y prestan a su obra el sentido que les conviene segn sus propias presuposiciones o la representacin social de una poca determinada. As se ha solido considerar alEmilio, tanto por quienes queran tomarse una revancha contra la Revolucin Francesa en la que Rousseau se vio comprometido muy a pesar suyo como por los nostlgicos de la revolucin pedaggica, como la Biblia de las pedagogas de la libertad que abogan por la liberacin del nio y la prohibicin de intervenir en su desarrollo. Es cierto que Rousseau establece deliberadamente sus preceptos sobre el principio de libertad: toda actitud que ponga la voluntad de Emilio bajo la dependencia de otra voluntad es rechazada sistemticamente.Su voluntad no deja por ello de ser formada gracias a una accin permanente y enrgica que se ejerce sobre ese amor de s mismo que constituye su raz. Emilio debe darse a s mismo una ley, y esa ley no puede caerle del cielo, y menos an surgir de la sola expresin de su propio inters, sino que debe forjarla en el encuentro conflictivo con el otro. En efecto, la atmsfera de la obra de Rousseau no tiene nada de paradisaca; el nio no se dedica a retozar plcidamente en medio de una naturaleza idlica y los episodios que se suceden tienen en su mayora un carcter dramtico.Con frecuencia se ha recurrido a la exhortacin de Rousseau a observar y a conocer al nio para reducir su proyecto a una psicologa aplicada a la educacin. Ello supone olvidar que su psicologa es muy aproximada y que dista mucho de ser cientfica en el sentido en que la entienden los experimentadores modernos (Rousseau se apasionaba, sin embargo, por la experimentacin cientfica): los conceptos utilizados (pasin, inters, deseo, etc.) son sumamente equvocos.Psiclogos y psicoanalistas podran con toda la razn sonrer ante semejante falta de rigor cientfico, pero la cuestin no es sa. A Rousseau le interesa ciertamente que el educador conozca bien al sujeto que debe educar, es decir, el nio, y las ciencias humanas entonces nacientes podan contribuir tilmente a esa investigacin. Sin embargo, el educando no es para l ms que un sujeto, es decir, un ser libre, reacio a todo intento de determinacina prioride lo que es y puede llegar a ser: Ignoramos lo que nuestra naturaleza nos permite ser.Si la psicologa, como toda ciencia humana, basa su propsito y su investigacin en el presupuesto de una naturaleza constituida, que por los dems se interpretar desde tantos puntos de vista como ciencias hay, la pedagoga se aferra a una naturaleza plenamente abierta a las infinitas posibilidades de la libertad.No menor es el malentendido con los pedagogos, ya que a menudo stos han confundido la escenificacin de un principio de accin con una directiva que debe aplicarse sin ms. Cuando Rousseau critica el libro y demora lo ms posible el acceso de Emilio a la lectura, ello no quiere decir en modo alguno que rechace los libros, como tampoco intenta destruir la cultura en elDiscurso sobra las ciencia y las artes. Lo que quiere decir Rousseau es que si se le presentan prematuramente al nio textos ya elaborado, juicios establecidos y abstracciones sin sentido para l, se le encierra en un mundo prefabricado en el que slo piensa por intermedio de los dems. Si el concepto, la frase estructurada y el texto escrito siguen siendo para el hombre los elementos por excelencia que garantizan la dominacin intelectual del mundo, tambin es preciso que se le den medios para llegar a ellos por s mismo: ste ser el sentido pleno de una pedagoga de la lectura.La lectura no es un fin en s, sino que debe iniciarse en el momento oportuno que puede ser muy diferente de un nio a otro en el proceso de reapropiacin intelectual del mundo. Es este movimiento en efecto el que da sentido a la lectura, y es en la medida en que se lo toma en su origen para seguirlo a lo largo de su desarrollo como surge en el nio el deseo de leer.Otro tema de controversia es la educacin de Sofa y la manera en que el pensador de la igualdad parece abandonar su principio tan pronto como se enfrenta con un ser del otro sexo.Cuando leen ciertas frases del Libro V delEmilio, las feministas tienen razones sobradas para montar en clera: La mujer est hecha especialmente para agradar al hombre, debe ser educada conforme a las tareas de su sexo, evitando la bsqueda de verdades abstractas especulativas, y limitarse a la realizacin de las tareas domsticas... Si a Rousseau le falta audacia en ese plano, es seguramente en buena parte a causa de su bsqueda patolgica de la mujer-refugio en un mundo que se le haba vuelto totalmente extrao. Pero no por ello deben olvidarse los extractos de ese mismo Libro V en que Rousseau denuncia la trampa que representan las doctrinas igualitarias para el poder que reclaman las mujeres. Dotadas de una naturaleza esencialmente sensible y prctica, las mujeres poseen, en efecto, un talento que las coloca en igualdad de condiciones con su compaero:En sus encantos est su violencia propia [...] Esa habilidad peculiar de su sexo es una muy justa compensacin por la fuerza que le falta, sin lo cual la mujer no sera la compaera del hombre sino su esclava. Gracias a esta superioridad de talento sigue siendo su igual y le gobierna al obedecerle [...] Tomad partido por educarlas igual que a los hombres, y ellos lo aceptarn gustosos. Porque cuanto ms quieran ellas parecrseles, menos los gobernarn, y slo entonces sern ellos realmente los dueos6.Este debate nos lleva a tratar de esclarecer el principio de igualdad tal como lo define Rousseau en elDiscursode 1755 y como lo plantea en el proyecto educativo delEmilio. No olvidemos que la referencia sigue siendo ese estado de naturaleza que evoca en la primera parte delDiscurso sobre el origen de la desigualdady que se caracteriza por un total desequilibrio de las fuerzas, ya que cada uno puede desplegar la suya con toda libertad en un mundo sin obstculos. Al ejercerse en el mbito social, esas fuerzas tendrn que llegar a un acuerdo entre s y acabarn entregando su poder a una fuerza superior capaz de arbitrar los conflictos. Pero he aqu que ese poder ha entrado tambin en una era de crtica generalizada que libera una vez ms las fuerzas naturales. En este contexto se inscribe la misin de la educacin, cuyo propsito es a la vez necesidad de conciliar los contrarios favorecer la integracin social del deseo natural en un universo amenazado por la violencia y promover la liberacin de ese deseo de autonoma en la situacin de insatisfaccin social que caracteriza a nuestras sociedades modernas. En otras palabras, la misin de la escuela no es tanto garantizar la igualdad mediante una integracin forzada como dar a cada uno los instrumentos de su libertad en un contexto de responsabilidad y solidaridad activas.7As pues, es de aconsejar una gran prudencia antes de considerar a Rousseau como el padre de la educacin republicana. Ya en tiempos de la Revolucin Francesa los que organizaban la instruccin pblica, tras rendir el homenaje debido a Rousseau, tuvieron muchas dificultades para integrar en sus proyectos el esquema delEmilio, considerado ms bien como un modelo de educacin privada. En vista de ello, se las ingeniaron para deducir, a partir de una interpretacin estrictamente poltica delContrato social, la necesidad de una educacin cvica elaborada pensando nicamente en garantizar la integracin en la nueva ciudadana y atribuyendo las frases embarazosas delEmilioa la subjetividad exacerbada de su autor. La publicacin pstuma del manuscrito de lasConsideraciones sobre el gobierno de Poloniaen que Rousseau aconseja la creacin de un sistema de educacin nacional, vino a punto para respaldar la tesis sociocntrica.Esta interpretacin poltica tiene la desventaja de olvidar algunas frases contundentes con que se inicia y concluye elEmilio: La institucin pblica ya no existe, y no puede ya existir; porque donde no hay patria, ya no puede haber ciudadanos. Estas dos palabras, patria y ciudadanos, deben borrarse de las lenguas modernas (Libro I); Vano es esperar a la libertad bajo la tutela de las leyes. Leyes! dnde las hay? dnde se respetan? Por doquier has visto nicamente reinar bajo ese nombre el inters particular y las pasiones de los hombres. (Libro V). Quiere decirse que el escepticismo de Rousseau acerca de todas las formas de gobierno sigue intacto desde los anlisis corrosivos de los dosDiscursos. Dada la corrupcin de las instituciones, elContrato socialsigue siendo un sueo, aunque sea un sueo necesario, que orienta la accin poltica, pero un sueo que hay que guardarse de transformar en realidad.La realidad humana ser en adelante un proceso esencialmente educativo que requiere una reconstruccin de la humanidad sobre la base del inters que cada uno tiene en ella, empezando por este adolescente que tiene la ventaja de poder vivir este proceso desde su principio. Y la poltica, metida en una contradiccin sin salida, puede de nuevo recobrar sentido gracias a la educacin.A travs de todo esto volvemos a encontrar simplemente la justa relacin entre elEmilioy elContrato socialtal como pensaba Rousseau. Efectivamente, para l era mucho ms importante su tratado de educacin que su opsculo poltico, compendio de una obra ms amplia sobre lasInstituciones polticasque nunca pudo llevar a cabo; si los dos juntos forman un todo, escribe a un corresponsal, se entiende que elContrato socialdebe considerarse como una especie de apndice al tratado de educacin.8Y el hecho es que toda la substancia delContrato socialse encuentra en el Libro V delEmilio, pero en forma de propuestas y preguntas que deben examinarse y que no se transformarn en principios antes de quedar suficientemente resueltas9.Advertimos aqu claramente las races que lo poltico tiene en lo educativo.De todos los malentendidos que se han originado en la interpretacin delEmilio, es seguramente el poltico el que mayores consecuencias ha tenido. En efecto, ha impedido el acceso al enfoque antropolgico original que Rousseau haba logrado elaborar en torno a la idea de educacin y que confera al hombre una nueva base de sentido. Puede explicarse esta desviacin por el deseo de nuestras sociedades modernas, nacidas de la conmocin de 1789, de recobrar a todo precio la estabilidad. Ya que la idea revolucionaria ha agotado sus efectos, cabe esperar que la crtica razonable devuelva todas sus oportunidades de xito a la educacin.Una posteridad contradictoriaHablando de Rousseau y su contradictoria posteridad, un buen analista del pensamiento educativo contemporneo ha observado lo siguiente: Se comprende que lectores apurados, pedagogos con escasa idea del deber, para asimilar sus teoras educativas y profundizar en sus ideas filosficas, hayan ignorado los sutiles equilibrios del pensamiento de Rousseau. ElEmiliofue desde el siglo XVIII y es todava objeto de una lectura equivocada10. Compartimos totalmente esta opinin.Pero Rousseau puede asumir sin problemas esta posteridad contradictoria. As, tantos los partidarios de la no intervencin del adulto y de la autodeterminacin infantil (las comunidades escolares de Hamburgo, la escuela A.S. Neill en Summerhill) como quienes se contentan con facilitar el libre desarrollo del deseo natural de aprender en el nio (Rogers y la no directividad) han podido legtimamente basarse en el principio de la educacin negativa, segn el cual el maestro tiene que hacerlo todo sin hacer nada y hacer nacer en el nio el deseo de aprender, siendo bueno para ello cualquier mtodo. Pero quienes as piensan tienen poco en cuenta la desnaturalizacin del deseo por las instituciones sociales. Como escribe acertadamente Georges Snyders, dado lo que es nuestra sociedad, sera una quimera dejar a un nio a su propia espontaneidad, porque lo que en l se expresara no ser nunca la naturaleza, sino el conjunto de las influencias no criticadas y no corregidas que la recubren; y cita este fragmento del Libro II delEmilio: Un hombre que quisiera verse a s mismo como un ser aislado a quien no interesa nada y se basta a s mismo sera inevitablemente un ser miserable11. Los liberadores del deseo natural han terminado por aceptar realidad obliga numerosos compromisos con esas instituciones sociales de las que afirmaban poder prescindir.As pues, el educador no puede escapar a su responsabilidad en un mundo que es como es; tendr, a pesar de todo, que hacer obra de educacin, pero actuando de tal manera que su alumno crea siempre ser el maestro pero siga sindolo l12. El pedagogo deber, pues, hacerse cargo del deseo del nio dejndolo libre y hasta obligndole a serlo. El respeto de esta segunda exigencia se podr garantizar mediante un proyecto pedaggico claro y preciso en el que la instruccin se har por la necesidad de las cosas, fuera de alcance de la voluntad humana. El nico problema es que este proyecto slo puede establecerse sobre la base de un presupuesto fundado en un punto de vista sobre el hombre y sobre lo que debe ser. A partir de aqu, y basndose en elEmilio, van a esbozarse las grandes corrientes que constituirn la historia de la pedagoga y cuyo desarrollo prefigur Pestalozzi entorno a los tres grandes ejes que forman la tradacorazn, cabezaymano.Rousseau abri las puertas de la humanidad al corazn la sensibilidad, el sentimiento, la pasin exigiendo para l un lugar similar al de la razn. Toda una cohorte de pedagogos se lanzar por esta brecha abierta, deseosos de fundar su accin en la primaca del amor, de la confianza, de la unidad de la vida: de Frbel a Korczak, pasando por todas las experiencias que intentarn crear alrededor del nio un lugar de vida, hasta nuestros educadores modernos interesados por la comunicacin que buscan vidamente la identidad en la transparencia de la relacin. Pero todos ellos olvidan que el personaje que seguramente encarna mejor el ideal segn Rousseau es Julia en laNueva Elosa, quien, aunque se deja llevar a veces por efusiones (pre)romnticas, guarda siempre ciertas distancias respecto de sus ntimos, y, sobre todo, de sus hijos: acabar siendo una mujer consagrada ms al deber que al amor. En cuanto a la frialdad y a la aparente indiferencia del preceptor es visible que el sentimiento que une a Emilio con su mentor combina el afecto con una especie de temor.Para el preceptor, en efecto, todo parece resolverse a travs de una visin superior y calculadora. Vista as, la pedagoga parece ser ante todo una cuestin de inteligencia, de una inteligencia apta esencialmente para comprender las leyes que rigen el desarrollo de la naturaleza humana y para anticipar sus evoluciones. Se inicia as la larga serie de pedagogos que van a basarse en un conocimiento positivo de las determinaciones del hombre biopsquico (Decroly, Montessori) como psicolgico (de Herbart a Piaget) o sociolgico (Spencer, Durkheim, laEmanzipationspdagogik). Nos hallamos aqu ante una encrucijada de interpretaciones en que todas pueden legitimarse recurriendo a la obra de Rousseau: la ley del inters vital cohabita con el enfoque gentico, todo ello sobre un fondo de crtica social constante. Por lo dems, desde elDiscurso sobre las ciencias y las artes, sabemos lo que se debe pensar de esos diversas escuelas de ciencias sociales y de la pretensin de cada una de ellos de dar cumplida cuenta de la naturaleza humana.Otra gran corriente se inspira en el hecho de que Emilio est siempre en una situacin en la que se le pide que sea activo, en la que se le ve a menudo realizando una actividad sobre la cual reflexionaa posteriori, en la que se ve obligado a tener un trabajo manual que le sita en la esfera del trabajo social; para esta corriente, la educacin ser esencialmente una cuestin de prctica. En esta corriente se incluyen los mtodos de la pedagoga activa como los que tratarn de educar al nio para convertirlo en un tcnico de su propio saber (Freinet) o las experiencias de formacin por medio del trabajo (Dewey, Makarenko) hasta la utilizacin de las modernas tecnologas que debern transformar el comportamiento y la prctica de los maestros. No obstante, Rousseau proclama en toda su obra de Rousseau que, si el nio ha de realizarse en y por la accin, esta praxis solo cobra sentido en una comprensin superior que no es propia de la esfera de la accin: se trata una vez ms de comprender lo que est en juego en el acto educativo.Pedagogas delcorazn, pedagogas de lacabeza, pedagogas de lamano: Rousseau asume enteramente las contradicciones de las que est cargada su posteridad. Pero su huella est aun presente cuando, tras su fracaso histrico, esos entusiastas de la relacin afectiva de la inteligencia discursiva o de la accin productiva formulan invariablemente la pregunta: tiene la pedagoga la posibilidad de abrirse camino en este mundo histrico en que su accin ha acabado por encallar?Cuando los invade la desesperanza, como a Pestalozzi en su retiro de Neuhof, vuelven sus miradas hacia elEmilio, ese libro de sueo que releen vidamente como si todava no les hubiera confiado su secreto, como si siguiera siendo un libro sellado, como deca Pestalozzi al final de una vida rica en experiencias.Y cul es ese secreto? Quizs sencillamente que el hombre y ante todo elhomo educandus est ms all de todo cuanto de l se pueda pensar cientficamente libre y que todos los esfuerzos que se hacen para amarlo, entenderlo y ponerlo en accin olvidando esa libertad estn condenados al fracaso. Si la educacin es efectivamente una cuestin de amor, a cada instante se corre el riesgo de un asfixiar al nio con un exceso de afecto: es pues indispensable que el amor permanezca en los lmites de una actitud de fe en lo que la naturaleza tiene la intencin de hacer por el otro, en este caso el nio. Si la educacin consiste en comprender de manera positiva al sujeto que hay que formar y los factores que lo determinan, se corre el riesgo de hacer de esa persona un simple resultado de estas determinaciones: conviene, pues, vigilar el lmite ms all del cual ese conocimiento positivo anula el poder del hombre para controlar su propia naturaleza. Si, en cambio, la educacin es esencialmente una cuestin de accin, el peligro estara en hacer del educando un simple producto tcnico, en cuyo caso conviene resituar constantemente esas tcnicas dentro de la esfera de la libertad y de la independencia.As, en el espritu delEmilio, la educacin no ser un proyecto para situar en la realidad histrica, sino ms bien una forma que hay que dar a la accin pedaggica en s, habida cuenta de lo que con ella se persigue y de los equilibrios que pone en accin. Resultado paradjico de la obra de Rousseau: ese soador de la educacin, por haber sabido ir hasta el cabo de su sueo, vendra a ser en definitiva un maestro de la prctica pedaggica.Es seguramente as como Rousseau supo ver la idea de educacin, la piedra angular de nuestra modernidad, mientras nosotros seguimos embarrancndola en proyectos sin salida. En Rousseau sigue estando por delante de nosotros y sigue teniendo algo que decirnos ante los grandes retos de nuestro tiempo.Basta, por ejemplo, observar los conflictos culturales que debilitan cada vez ms las estructuras de nuestras naciones y amenazan con romperlas irremediablemente. Dividido tambin l entre dos mundos, el de Ginebra, republicano, calvinista y particularista, y el de su patria de predileccin, Francia, monrquica, catlica y universalista, Rousseau formul en sus dosDiscursosel cruel diagnstico de la dislocacin de los universos culturales cuya estabilidad pareca garantizada para la eternidad: la cultura, lejos de situarse en un cielo ideal, se halla vinculada a los intereses vitales de los que a ella se adhieren y fomenta en los que la poseen un sentimiento de dominacin. No han nacido las ciencias del deseo de protegerse, las artes de afn de brillar y la filosofa de la voluntad de dominar? El poder pertenece a los ms cultivados, a los ms hbiles en el manejo de ese florn de la cultura que es la palabra. Con esta toma de conciencia se abre la crisis de la cultura.No se puede esperar que los Estado histricos superen una crisis en la cual estn ellos mismos implicados. Se necesita pues un espacio social particular en el que pueda desarrollarse en libertad un proceso de reconstruccin de la cultura ms all de su diversidad recobrada, en el que su forma, universal a pesar de todo, pueda darse un nuevo contenido ms conforme con los intereses de quienes se adhieren a ella: un espacio educativo. Pero tampoco aqu sera una cuestin de institucin, a merced de la locura y de las contradicciones de los hombres, sino el efecto de una accin pedaggica capaz de favorecer en cada individuo, ms all del conflicto social entre las culturas, la capacidad de descubrir y de reapropiarse los valores que la fundamentan. Cuando, en el Libro V delEmilio, el joven regresa de su periplo europeo en que ha cobrado plena conciencia de la diversidad histrica de los pueblos y de la relatividad de sus constituciones sociales, acaba por aceptar que, si el hombre debe mucho a la patria que le vio nacer y a la cultura que le ha amamantado, no puede esperar de ellas ms de lo que pueden darle dentro de los lmites histricos que les son propios. Y es en definitiva, de manera muy socrtica, en el fondo de s mismo, en su corazn de hombre libre, donde tendr que encontrar el resorte de la indispensable regeneracin cultural.Nos abri as Rousseau mediante el anlisis de las contradicciones que continan desgarrando nuestro mundo social, las puertas de la modernidad, indicndonos la pauta que debamos seguir: la educacin, la formacin de los hombres. Si l mismo no sigui esas senda es porque, despus de descartar toda prctica establecida, no quera satisfacerse con una a medias buena. Lo que le importaba, como explica una vez ms en el prlogo delEmilio, era que la educacin propuesta fuera conveniente para el hombre y bien adaptada al corazn humano.Lo es todava en este fin del siglo XX? Es claro que las contradicciones se han radicalizado: nunca las pretensiones de la ciencia y de la tcnica han sido tan grandes, pero nunca se ha discutido tanto su poder; el deseo de comunicar no ha sido nunca tan profundo en una poca en que se despliegan tanto medios para satisfacerlo; y nunca se habl tanto de la accin sin dejar por ello de ser conscientes de las incoherencias de la prctica. En definitiva, todo esto da fe de una gran fragilidad conceptual, particularmente manifiesta en la reflexin sobre la educacin, desgarrada entre las pasiones y las modas de la poca. Si Rousseau pudiera ayudarnos a recrear la idea de la educacin le deberamos un agradecimiento histrico.JOHN LOCKE (1632 - 1704). SU VIDA, SU OBRA Y PENSAMIENTO1. INTRODUCCINAl finalizar el siglo VII, el ms grande terico del Liberalismo poltico fue el ingls John Locke.Con sus escritos llam la atencin en el campo de la poltica. En 1690 se publicaron sus dos Tratados sobre el gobierno (1690). El primero era una refutacin del gobierno por derecho divino; el segundo se opona al Leviatn de Thomas Hobbes, publicado en 1651, el cual defenda el contrato social en el que se conceda la soberana al Estado. Para ste ultimo, esto era una necesidad, pues de otro modo la anarqua y el propio inters conduciran a una situacin de guerra, convirtiendo la vida natural del hombre en solitaria, pobre, desagradable, bruta y corta. Locke se opuso a esta opinin y razon que el contrato es entre hombres libres y por tanto es a la vez revocable y negociable de nuevo. Los hombres estn sujetos, no a los soberanos, sino a las leyes de la naturaleza.En su obra Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), Locke ataca por segunda vez el modo de pensar de su tiempo. Aqu se propuso buscar el origen, la certeza y la extensin del conocimiento humano. Su intencin era aplicar el mtodo cientfico de su tiempo al estudio de las operaciones mentales. El mismo Bacon no haba explorado en profundidad la relacin entre las ideas y la experiencia. Fue Locke quien prolong el empirismo baconiano desarrollando, lo que puede considerarse un precursor de la psicologa emprica. (Bowen, J.) En 1693 se imprimen las cartas que escribi a su amigo bajo el epgrafe Algunos pensamientos sobre la educacin, del cual hablamos ms adelante.John Locke naci en Wrington, cerca de Bristol, el 29 de Agosto de 1632, en el seno de una familia de pequeos nobles rurales, y falleci en 1704. Se educ en la universidad de Oxford. Obtuvo el grado de maestro en artes en el ao 1658. Tambin se interes por la medicina y la poltica, en la cual comenz a militar desde los 35 aos. Recibi la influencia del pensamiento de John Owen (partidario de una poltica de tolerancia para con todas las religiones), le llamaron la atencin las ideas de Descartes y de Hobbes.Por su pensamiento debi exiliarse muchos aos hasta 1689, ao en que se produce la Revolucin en Inglaterra, desde all se lo consideraba como el representante del nuevo rgimen liberal.2. LOCKE Y SU POCAPor aquel entonces, estaban sucediendo cambios en el aspecto intelectual, econmico, social y poltico. En la segunda mitad del siglo XVIII, Occidente entr en una edad de revoluciones (industrial, social, poltica), las cuales, segn J. Bowen introdujeron cambios importantes en la educacin, mereciendo destacarse dos rasgos significativos:Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)2 La creciente participacin de los gobiernos en la ayuda a la educacin (por contraposicin a la simple publicacin de decretos, como haban hecho durante siglos). En definitiva, la aparicin de nuevas concepciones del hombre y de la sociedad que ofrecan alternativas polmicas, para reemplazar las creencias convencionales, con posibilidadesincitantes de desarrollo futuro. Otra caracterstica de la poca a tener en cuenta es que todas las discusiones de la sociedad inglesa entre 1660 y 1690 giran en torno al tema de la tolerancia religiosa. Aunque Charles II haba prometido impulsar la libertad de culto al momento de restaurarse en el trono en el ao 1660, la presin de su entorno hizo que tal promesa no pudiera cumplirse. Despus de 1662, todo aquel que manifestara pblicamente su rechazo a la religin anglicana poda ser multado, confiscado y encarcelado. A principios de 1660 John Locke era un desconocido tutor en Oxford y dos escritos suyos sobre el tema, curiosamente, hablaban a favor de la postura del clero anglicano y de reforzar la represin contra los disconformitas. Pero en 1667 conoce a Anthony Ashley Cooper, posteriormente nombrado conde deShaftesbury, uno de los lderes de la oposicin a la monarqua y a partir de este momento Locke cambiar de postura. Afirmar con tenacidad que los magistrados no tienen autoridad para interferir con las decisiones individuales de las personas quienes eligen sus propios caminos a la salvacin eterna. Niega por tanto que la libertad de culto degenere en libertinaje y rebelin, mucho peores son las consecuencias nefastas que conlleva la persecucin religiosa. En 1670 la Iglesia Anglicana lanza una feroz represin contra los disidentes religiosos, desatando una verdadera caza de brujas que culminar con una quema y censura de libros, cientos de prisioneros y muchos rebeldes enjuiciados, torturados y asesinados. Para la monarqua gobernante era intolerable pensar que los individuos podan ser vistos a los ojos de Dios como libres y responsables y, por lo tanto, que podan actuar segn su libre albedro. Aqu comienza la lucha de John Locke: en la fundamentacin del principio de libre credo religioso como derecho natural del individuo, el cual preceda y era independiente a la instauracin de todo gobierno. El Estado, segn Locke, tena como fin, nicamente, proteger los intereses civiles de los ciudadanos y no interferir en sus creencias religiosas. Subyace a esta cuestin el tema central de la modernidad: la divisin entre conocimiento racional y conocimiento revelado, se discute por primera vez la separacin de la religin del Estado, la relacin entre derechos naturales y derechos civiles y los lmites del poder del gobierno. En este contexto, Locke comienza a escribir el Ensayo sobre el Conocimiento Humano.Otro de los postulados que defendan los Disidentes eran que Dios cre a los individuos iguales y libres respecto a otros; que los individuos son parte de una comunidad que se funda en lo moral y es gobernada por leyes naturales, conduciendo sus actos por los dictados de la razn; que las disputas debern ser resueltas bajo provisin de evidencia, argumentacin y discusin; y que, a pesar de ser seres corrompidos, los individuos son capaces de vivir en paz entre ellos, gracias al consenso y el acuerdo. Bowen, James. Historia de la Educacin Occidental. Ed. Herder. Barcelona. 1992.Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)33. SU PENSAMIENTO FILOSFICO: EL EMPIRISMOSu pensamiento filosfico es Empirista, parte de una crtica al innatismo y al racionalismo, todo su pensamiento est dedicado al esfuerzo por adherirse a la experiencia concreta.El empirismo afirma que la conciencia humana se halla encerrada en los confines de la experiencia y que ms all de ellos no hay ms que problemas insolubles o arbitrarias fantasas. Con esto Locke impone una saludable moderacin a las pretensiones de la razn humana. Esto se manifiesta en sus ideas de: Afirmacin de la libertad individual, en lo poltico. Defensa de la tolerancia religiosa , pues al considerar al hombre libre quiere garantizarle en el interior el ejercicio de sus efectivas facultades. En su meta: la funcin social del hombre y las tareas concretas que esperan a ste en la vida.Todo su pensamiento, entonces, es fruto de ese enfoque en que se renuncia a toda pretensin metafsica y a todo intento de ir ms all de aquella realidad dentro de la cual el hombre vive y funciona efectivamente. (Abagnano y Visalbergui)Este filsofo ingls quera entender cules son efectivamente las capacidades humanas, mediante el estudio de los lmites propios del hombre. En su investigacin gnoseolgica , parte de Descartes y afirma la primera limitacin diciendo: las Ideas se derivan exclusivamente de la experiencia. Esto es, no son fruto de una espontaneidad creadora del intelecto humano, sino de su pasividad ante la realidad. La realidad puede ser interna (el YO) o externa ( las cosas naturales) por lo tanto las ideas pueden proceder de una u otra de estas realidades. Denomina ideas de reflexin si surgen del sentido interno, por ejemplo: el pensamiento, la duda, el raciocinio, el conocimiento, la voluntad, es decir todas las operaciones de la mente; e ideas de sensacin (o simplemente sensacin) si provienen del sentido externo, por ejemplo: amarillo, calor, dureza, amargor, etc.Contra los llamados platnicos argumenta que las ideas innatas no existen porque no sonpensadas. As Locke es fiel al principio cartesiano de que tener una idea significa percibirla, es decir, ser consciente de ella. De ese principio se sirve para la crtica de las ideas innatas, por ejemplo para ser efectiva una idea innata entonces todos los hombres deberan tenerlas, inclusive los nios y los idiotas. Por lo que est seguro de que nuestro conocimiento proviene de las ideas y a su vez las ideas de nuestra experiencia.Todo aquello que la mente percibe en s misma, o todo aquello que es el objeto inmediato de percepcin, de pensamiento o de entendimiento, a eso llamo idea; y a la potencia para producir cualquier idea en la mente, llamo cualidad del sujeto en quien reside ese poder. As, una bola de nieve tiene la potencia de producir en nosotros las ideas de blanco, fro y redondo; a esas potencias para producir en nosotros esas ideas, en cuanto que estn en la bola de nieve, las llamo cualidades; y en cuanto son sensaciones o percepciones en nuestro entendimiento, las llamo ideas; de las cuales ideas, si algunas veces hablo como estando en las cosas mismas , quiero que se me entienda que significan esas cualidades en los objetos que producen esas ideas en nosotros..(LOCKE. Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap. VIII, 8).Encuentra, entonces, que las ideas pueden ser simples o complejas. Las primeras provienen de la experiencia y las segundas son producidas por el intelecto mediante la combinacin de ideas simples, pero Corriente Platnica que afirmaba la existencia de ideas a priori, independientes de la experiencia. Rama de la filosofa que estudia cmo conoce el hombre.Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)4ningn intelecto puede inventar o crear una nueva idea simple, esto es, no derivada de la experiencia, as como tampoco puede destruir ninguna idea simple una vez adquirida. La mente estando abastecida, como ya he declarado, de un gran nmero de ideas simples que le llegan por va de nuestros sentidos, segn se encuentran en las cosas exteriores, o por va de la reflexin sobre sus propias operaciones, advierte, adems, que un cierto nmero de esas ideas simples siempre van juntas; y que presumindose que pertenecen a una sola cosa, se les designa, as unidas, por un solo nombre, ya que las palabras se acomodan a la aprehensin comn, y su utilidad consiste en expeditar la expresin de las ideas. De all viene que, por inadvertencia, propendemos a hablar y a considerar lo que en realidad constituye unacomplicacin de ideas juntas, como si se tratase de una idea simple. Porque, como ya he dicho, al no imaginarnos de qu manera puedan subsistir por s mismas esas ideas simples, nosacostumbramos a suponer algn substratum donde subsistan y de donde resultan; el cual, por lo tanto, llamamos substancia"(LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap. XXIII, 1).Con esto se podra entender que Locke equipara experiencia y conocimiento, pero para l hay una distincin, deca que la experiencia proporciona el material del conocimiento, pero no es el conocimiento mismo. El conocimiento tiene que ver unicamente con ideas, porque el nico objeto posible de nuestro intelecto es la idea, pero no se reduce a las ideas. El conocimiento consiste en percibir un acuerdo o un desacuerdo de las ideas entre s. Como tal puede ser de dos clases: conocimiento intuitivo y conocimiento demostrativo. El primero es cuando el desacuerdo o acuerdo se percibe inmediatamente y en virtud de las ideas mismas, sin la intervencin de otras ideas. El segundo conocimiento es cuando el acuerdo o desacuerdo entre dos ideas no es percibido inmediatamente, sino que se pone en evidencia mediante el empleo de ideas intermedias, denominadas pruebas. Adems para Locke un conocimiento es verdadero slo cuando existe conformidad entre las ideas y la realidad de las cosas.4. LOCKE Y EL LIBERALISMO:En este sentido se lo considera el padre del liberalismo moderno es inspirador de las ideas que sirvieron de base a la constitucin poltica de Francia y de los Estados Unidos.Tambin en su pensamiento poltico se puede apreciar la conexin con el Empirismo, por ejemplo cuando afirma: es ley natural que el hombre busque la felicidad y rehuya al sufrimiento, no existen leyes morales innatas y slo por la experiencia aprende el hombre a prever las consecuencias de sus actos y a actuar segn la razn.Reconoce tres tipos fundamentales de leyes por las cuales se puede juzgar la moralidad, es decir la utilidad real de una accin: las leyes divinas, las leyes civiles y las leyes de la opinin pblica. Atribuye mxima importancia a los usos sociales y al afn de aprobacin y estima que mueve a los hombres. De esta forma el utilitarimo de Locke establece una estrecha conexin entre la felicidad del individuo y la utilidad general.Este mismo planteamiento optimista sirve de base al pensamiento poltico de Locke. Por un lado Hobbes haba concebido el derecho natural como el derecho ilimitado de todos a todo, y por lo mismo haba considerado la condicin original del hombre como una guerra universal. En cambio, para Locke el derecho natural de cada hombre est limitado por el derecho igual de los dems hombres y, por lo mismo, descubre en el estado mismo de naturaleza la posibilidad de una ordenada y pacfica convivencia. El decreto del hombre est limitado a la propia persona, a saber: derecho a la vida, a la libertad y a la Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)5propiedad en cuanto es fruto del propio trabajo. A su vez considera que estos derechos son inalienables y suponen los derechos de defensa y justicia, es decir, que todos los hombres tienen derecho a defender la propia vida, libertad y propiedad, como tambin derecho a castigar a quien atente contra ellos.Al delegarse los derechos de defensa y justicia, surge el Estado. Por consiguiente, a diferencia de lo que sucede en Hobbes, el pacto social no anula los derechos originales de los hombres; antes bien, como el Estado recibe su autoridad slo en virtud del mandato que se le confiere de defender y garantizar tales derechos. Su poder no es absoluto sino limitado y no anula ni disminuye la libertad de los ciudadanos sino que la conserva y acrece. Las leyes tienen como finalidad defender al individuo contra los abusos y las arbitrariedades. Los soberanos delegan sus derechos al monarca pero cuando ste no cumple tienen el derecho de resistencia.En el estado, el poder supremo es el legislativo, ejercido por una asamblea representativa que tiene el deber de legislar en forma general y teniendo siempre presente el bien comn. Incluso el rey est obligado a tutelar las leyes y a velar por su cumplimiento, si as no lo hiciera, perdera su autoridad y en tal caso se justificara una revolucin puesto que tendera a restablecer el orden perturbado por el monarca. Para evitar este peligro, el poder ejecutivo debe hallarse en otras manos que el legislativo: dirige los asuntos internos y externos del Estado, juzga y castiga a quienes quebrantan las leyes. Locke an no separa el poder ejecutivo del judicial, como lo hace aos mas tarde Montesquiev.5. EL PENSAMIENTO EDUCATIVOLos reformistas de la poca, siglo XVII y XVIII, no tena un claro panorama de cules eran los cambios EDUCATIVOS que deban realizarse. El autor J. Bowen seala esta dificultad cuando afirma: el movimiento utpico reformista careca de un cuerpo adecuado de doctrina sobre educacin para guiar el proceso de la instruccin, no haba una comprensin de la naturaleza de la infancia y de la niez, ni una percepcin clara de la psicologa del aprendizaje, del papel del juego, de la fantasa o de la imaginacin; ni la necesidad de organizar los grados segn la edad y las etapas de crecimiento e inters. Adems las actitudes ante la existencia humana todava seguan dominadas por la preocupacin por el pecado y la necesidad de salvacin . Pese a esta dificultad, se estaba gestando paralelamente, un cambio en las ideas respecto de la educacin, como parte del fenmeno denominado Ilustracin. Este cambio tambin fue posible gracias a las ideas de algunos pensadores como Locke, Comenio y Rousseau, entre muchos otros. Por otro lado, se hara evidente la influencia de la ciencia y del empirismo en la educacin durante los siglos XVII y XVIII. La importancia de Locke en la educacin y en los cambios de la poca, no siempre se reconocen. La expansin del modo cientfico imperante en la poca e instaurado por Newton, no slo en lo que afecta al hombre y a la sociedad sino tambin a la educacin, sera un logro de John Locke.Como ya se dijo ms arriba, estando en Holanda, escribi una serie de cartas a E. Clarke, sobre la educacin de su hijo, que fueron impresas en 1693 bajo el epgrafe Algunos pensamientos sobre la educacin (1693) se tradujo al francs, al alemn y al italiano. Se reedit un sinnmero de veces debido a su gran popularidad y fue citado, cada vez ms, como una autoridad probada en el campo de la educacin. Bowen, James. Op. Cit.Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)6El pensamiento pedaggico de Locke est estrechamente conectado con su filosofa y suliberalismo poltico . Aboga por una educacin apta para formar un gentleman capaz de ser til a s mismo y a su patria en un clima de ordenada libertad y audaz iniciativa. Esto le imprime un carcter prctico a la educacin.La idea de que el hombre puede alcanzar el progreso social a travs del cambio poltico y de los programas educativos fue robustecindose con la disminucin de la creencia en la autoridad divina como fuente de toda ilustracin personal y de toda organizacin en el mundo. De esta manera triunfaba su idea de que la sociedad era la fuente de toda moral, junto con la afirmacin de que las mismas sociedades son creadas por individuos que pueden cambiarlas. Sus ideas acerca de entendimiento humano o sobre la mente, tambin se reflejaron en la educacin del siglo XVIII y sobre todo el XIX. La idea de que la mente es pasiva en la percepcin, permanecera durante mucho tiempo como postulado bsico de la metodologa cientfica y llegara a ejercer una profunda influencia en la teora de la educacin. As lo explican Bronnowski y Mazlish , la idea de pasividad de la mente permaneci hasta que apareci el principio de la incertidumbre de Heisenberg y en Fsica el de relatividad de Einstein, lo que llev a una nueva idea cientfica: la idea de que el observador desempea un papel esencial en el descubrimiento de la naturaleza.El concepto de tabula rasa, lo traslad al concepto de la mente infantil, la que es como papel blanco o cera, que se puede moldear y adaptar como se quiera. (...) As la diferencia que puede encontrarse en las maneras y habilidades de los hombres se debe ms a su educacin que a ninguna otra cosa. (Locke, 1693) En cuanto a la finalidad de la educacin pens en la virtud, la sabidura, las buenas maneras y el aprendizaje. En esto se resume la formacin del caballero o gentleman.Prefiere la educacin en el hogar, bajo la gua de un preceptor a la que se imparte en las escuelas pblicas, esto se debe a su experiencia de las Public Schools inglesas ya que eran lugares donde reinaba la grosera de modales y de palabra.Por lo que se refiere a la educacin moral, el ncleo del pensamiento de Locke era obligar desde temprano a adquirir buenas costumbres, ya que en la niez an no tiene personalidad ni exigencias de autonoma. De aqu su mxima famosa, que tanto fue criticada (sobre todo por Rousseau) de razonar con los nios, es decir de tratarlos como seres racionales apenas fuera posible. De lo que se trata no es de propinarle razonamientos abstractos, sino de darles la sensacin de que lo que hacis es en vosotros razonable y para ellos til y necesario, y que no les dais ordenes ni prohibiciones por capricho, pasin o fantasa. (...) Ms las razones deben ser propias para su edad e inteligencia y deben exponerse siempre con pocas y sencillas palabras. El camino de la mente a la razn coincide con un progresivo camino hacia la libertad. Otras afirmaciones importantes de Locke son: Doctrina poltica construida con los aportes de Montesquiev, Voltaire, Rousseau. El liberalismo comenz a transformar a Europa a partir del siglo XIX. Bowen, J. Op. Cit. J. Bronowski y B. Malzlish. The Western Intellectual Tradition (1963) p. 235Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)7 La idea de que el factor que garantiza el autodominio es el deseo de ganar estimacin, al que los nios son sensibilsimos, como as tambin el sentimiento del honor, merced al cual un simple reproche puede ser ms eficaz que un castigo. Las penas corporales deben evitarse cuanto sea posible porque ensean a someterse a la violencia antes que a la razn. El juego es un factor educativo de enorme importancia, y no slo como ejercicio fsico. El juego ensea a medir las propias fuerzas, a dominarse, a actuar con provecho sobre el mundo externo, por lo que debe ser tenido en cuenta en la educacin intelectual. Adems, puede ser fuente de enseanzas intelectuales. Por ejemplo, los nios podran aprender a leer jugando con cubos, con las letras del alfabeto. Hay que empezar por el juego y convertir ste, poco a poco en trabajo. (...) En este sentido es uno de los precursores de la educacin activa.Para Locke el mayor atractivo del juego es la libertad . Observa que al nio le gusta entregarse a actividades diversas, siempre que no se trate de actividades obligatorias. Por consiguiente, llega a la paradoja de que el juego debera ser obligatorio y el estudio libre. El estudio debe organizarse de modo que resulte natural, placentero y apto para satisfacer la curiosidad natural y los intereses del nio. Este criterio junto con el de utilidad real y capacidad formativa de las nociones enseadas, sirve de base para el plan de estudio trazado por Locke. El plan de estudio empieza por la lengua viva, se dan a leer libros fciles e interesantes, con mtodo directo y sin regla de ninguna clase. Solo cuando el nio haya dominadosuficientemente su lengua materna y una extranjera, se pasar al latn que se ensear sin atormentar a los alumnos con las reglas . Tambin se enseara historia, geografa, geometra, ciencias naturales y todas las otras ramas de la cultura que se refieren a cosas que los sentidos perciben. En cambio, opinaba de la retrica, la lgica y la metafsica que no servan para nada. Le gustaba la Fsica de su tiempo.Este recorte que Locke hace del plan de estudio, de su alumno ideal gentleman es porque tiene un concepto preciso y moderno de lo que es la ciencia y de lo que no lo es. Su ideal de formacin intelectual expresada en su obra La Conducta del Intelecto, es preparar a ste de forma que absorba cualquier ciencia a la que desee dedicarse y sea capaz de libertad de pensamiento, sin reglas y nociones dudosas. En su similitud al Humanismo, es afecto al estudio desde las fuentes, al respecto dijo: recurrid a la fuente original y no tomis materiales de segunda mano. No hagis de lado a los grandes maestros, ... familiarizaos plenamente con los principios de los autores originales, confirmadlos y luego sacad vosotros mismos las deducciones del caso.Otra idea de Locke, es la importancia que le atribuye a los ejercicios corporales, aconseja, adems de la esgrima y la equitacin, el aprendizaje de oficios manuales como la jardinera, la carpintera. Estos aspectos fundamentan la importancia que le asignaba a la educacin fsica, as lo expresa en:Su frase famosa Juvenal Mens sana in corpore sano (mente sana en cuerpo sano)Barrionuevo, E.: John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pendamientoRevista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)8 Aqu se puede apreciar la influencia de su formacin profesional, ya que lo movieron suconocimiento mdico. Opinaba que se deba someter a los nios y jvenes a una vida rigurosa que les impida caer en una vida afeminada y para que el cuerpo pueda obedecer las rdenes del espritu. Locke se halla muy lejos de plantear el problema de la educacin popular. En un proyecto de ley contra el pauperismo propuso la apertura de escuelas comunales para los nios de familias indigentes, de tres a catorce aos de edad, no se trataba de impartir en ellas otra enseanza que la de un oficio con la idea de sacar de inmediato un provecho econmico. 6. CONCLUSINAl decir de Luzuriaga, podemos concluir afirmando que: Locke, en pedagoga ocupa un lugar especial y sobresaliente que le presta personalidad propia. En ella se destaca ms por sus ideas filosficas relativas al conocimiento, por su concepcin psicolgica y moral. En este sentido, ms que un empirista es, como hemos visto, un moralista, es decir, que da ms importancia en la educacin a la conducta y a la tica que a la inteligencia y al conocimiento . Ejerci gran influencia en el pensamiento de Rousseau y a travs de l en toda la pedagoga moderna. En relacin a su influencia en la pedagoga de la poca, se lo ubica dentro de la Pedagoga Realista, representada por Ratke , Comenio y Locke. Esta pedagoga trata de sustituir el conocimiento verbalista anterior por el de las cosas o mejor por el de sus representaciones. Aspira a crear una nueva didctica, dando normas para el empleo del mtodo en la educacin conforme a ciertas reglas. Asimismo atiende a la individualidad del educando con ms insistencia que las pocas anteriores. En el orden moral y social cultiva el espritu de tolerancia, de respeto a la personalidad y la fraternidad entre los hombres.Entre sus ideas, las que sirven a nuestro tiempo actual, es aquella que se refiere a la educacin de la individualidad, de la personalidad humana. En este sentido Locke es uno de los primeros que concibe a la educacin en forma total, integral, atendiendo por igual a la vida fsica que a la intelectual y moral. Aunque la preocupacin por la educacin fsica comienza en el Renacimiento, luego de que se haba perdido en la Edad Media, Locke es el primero que le da la importancia que se merece . No est de ms decir que este pensador marc un momento importante en el cambio del pensamiento filosfico, social y educativo de Occidente.

Thomas Hobbes y su contexto histrico. Mara Eugenia Cisneros Araujo

Thomas Hobbes y su contexto histricoEste escrito tiene como fin mostrar a grandes rasgos el contexto histrico que le toc vivir a Thomas Hobbes y cmo su pensamiento responde a esas circunstancias. Para ello, primero, se describe las caractersticas generales que conforman al sistema medieval, su desmoronamiento, el nacimiento del renacimiento y los aspectos ms importantes de esta poca. En segundo lugar, se narra los acontecimientos que se sucedieron en Inglaterra, con nfasis en los conflictos religiosos, sociales, polticos, econmicos, jurdicos en los que el mencionado filsofo particip activamente.

1. Del Sistema Medieval al RenacimientoEl fundamento del sistema medieval es teocntrico[1], es decir, la idea de Dios es el elemento central del ordenamiento del mundo. Las cosas adquieren valor siempre que estn referidas y basadas en Dios; el mundo humano tiene sentido en el plano trascendental constituido por la fe; se hace inteligible mediante la fe, por tanto, ella es el fundamento del conocimiento.Las verdades teolgicas son las que tienen primaca; la razn est subordinada a la fe y esto en funcin de fundamentar la existencia de Dios. La autoridad de la Iglesia vela por la concordancia entre el conocimiento y el dogma. El pensamiento se desarrolla de acuerdo a la autoridad intelectual de las escrituras y la autoridad institucional de la Iglesia; trasgredir el dogma religioso significa pecar, pues, slo es bueno, lo que legitima a la iglesia, esto es, la fe como cimiento de la existencia de Dios, y por extensin, del sistema medieval. El inters por la naturaleza es contemplativo, en ella se descubre la presencia de Dios; el hombre es considerado como imagen y semejanza de Dios; la visin fsica, est determinada por la propuesta de Ptolomeo: la tierra es el centro del universo.Este sistema entra en crisis, pues los hombres de la iglesia comienzan a cuestionar la institucionalidad eclesistica, as como la autoridad e interpretacin establecida por la Iglesia respecto a las escrituras, ejemplo de ello, fue el movimiento de La Reforma de la Iglesia iniciado por Lutero con las 95 Tesis y la traduccin de la biblia al idioma alemn, lo que hizo que la biblia considerada un libro sagrado, saliera del crculo religioso dominado por el latn, y pudiera ser ledo por personas distintas a las religiosas. Los Monarcas (Reyes) no quieren seguir subordinados a la autoridad de la iglesia sino estar por encima de la iglesia, ser la mxima autoridad. Estas situaciones, mueven los cimientos del sistema medieval y comienza un cuestionamiento de lo teolgico, filosfico, epistemolgico, jurdico, poltico, artstico, lo cual da nacimiento a otras ideas. Este proceso de transicin -derrumbamiento del sistema medieval al nacimiento del renacimiento- es conocido en la historia como el proceso mediante el cual se produce un distanciamiento de lo religioso, la fe y la creencia para dar paso a la razn, a la ciencia y al dominio de la naturaleza.Esa transicin comienza por separar la unidad que exista entre la fe y la razn; la teologa y la filosofa; la razn deja de ser esclava de la fe y se convierte en fundamento de sus propias verdades. En otras palabras, lo que es verdad para la fe no lo es para la razn, lo que es verdad para la razn no lo es para la fe (la doctrina de la doble verdad). Se rescata las ideas de los clsicos, se busca la interpretacin original de Aristteles, Platn, con lo que se inicia el distanciamiento de la escolstica. Nace la idea de nacionalidad, Italia, Alemania, Francia, Inglaterra quieren independizarse de la autoridad papal romana y erigirse como naciones autnomas, estados nacionales. Surge un conocimiento dirigido a descubrir las leyes ocultas de la naturaleza con la idea de dominarla. Se pasa de una estructura feudal y teolgica a un sistema econmico, mercantil. Comienzan los estudios sobre el cuerpo humano, las primeras investigaciones de anatoma, las disecciones, se descubre la circulacin de la sangre, con ello se rescata al cuerpo humano de la idea del pecado impuesta por la Iglesia. Se ampla el mundo geogrfico, pues se suceden los descubrimientos de nuevos territorios, como Amrica y frica. La explicacin de los fenmenos astronmicos cambia de interpretacin. Ptolomeo y la idea geocntrica es sustituida por Coprnico y su teora heliocntrica.El hombre deja de ser visto como un ser hecho a la imagen y semejanza de Dios; comienza a ser un hombre a quien se le reconoce un conjunto de facultades y atributos naturales, a partir de las cuales piensa, crea. Se instituye la idea de autonoma e individualismo, el hombre como un sujeto que toma conciencia de sus facultades naturales.Esos aspectos, revelan un cambio radical en la forma de analizar la realidad, postulan una nueva mirada, lo que lleva aparejado la construccin de nuevas teoras en todos los mbitos del conocimiento: artes, ciencias, filosofa, teologa, jurdicos, polticos, econmicos, en los que se destaca una nueva visin del hombre, un hombre en que la parte divina le deja de ser connatural, para constituirse, parafraseando a Nietzsche, en un Hombre humanamente humano.

2. Contexto histrico de Inglaterra[2]: conflictos religiosos, sociales, polticos, econmicos, jurdicosEn el reinado de Enrique VIII (1509-1547), quien sucedi al primer Rey Tudor Enrique VII (1485-1509), ocurri un hecho significativo, la separacin de su reinado de la autoridad de la Iglesia romana. Su esposa, Catalina de Aragn no conceba un varn para la descendencia, y para ese momento, tampoco existan precedentes de mujeres que tomaran posesin de la corona en Inglaterra. Dada esta circunstancia, Enrique VIII requera el divorcio, cuestin que el Papa no iba a conceder porque la Iglesia estaba bajo el control del sobrino de Catalina de Aragn. Ante esta situacin, Enrique VIII acudi a los medios legales para legitimar jurdicamente la ruptura de su reinado de la autoridad papal. Para ello, aprob la Convacation de Canterbury[3]para titularse la cabeza suprema de la Iglesia y el clero de Inglaterra[4]; present quejas ante los tribunales, contra los actos de nepotismo y corrupcin del clero, lo que produjo un escndalo. Los clrigos al verse al descubierto decidieron abstenerse de legislar sin la aprobacin y autorizacin del Rey. As, Enrique VIII logr el divorcio de Catalina de Aragn, prescindiendo de la autoridad papal e impidiendo las apelaciones realizadas ante el Papa desde los tribunales eclesisticos; acto seguido contrajo matrimonio con Ana Bolena.Asimismo, el Parlamento determin que Inglaterra era un Imperio en donde se podan conocer tanto las causas civiles como eclesisticas, dict una ley que proclamaba la supremaca real de Inglaterra con el ttulo de nica Cabeza Suprema en la Tierra de la Iglesia de Inglaterra[5], y declar extinguida la autoridad papal en Inglaterra, lo que produjo que Enrique VIII fuera excomulgado.Esta separacin de Enrique VIII genera conflictos, diferencias que se van agudizar al pasar el tiempo, pues los que le suceden en el poder reforzaran esta poltica de separacin de la Iglesia para lograr la independencia y autonoma de la corona. Al morir Enrique VIII, le sucede Isabel I (1558-1603), despus de transcurrir numerosas situaciones para que ella pudiera llegar al poder. Isabel I asume la soberana de la corona y define a Inglaterra como una nacin-estado. Isabel I no se cas, por lo que no dej heredero para la sucesin en la corona y con su muerte llega a su fin la dinasta Tudor. Por este motivo, llega al poder Jacobo VI de Escocia (tataranieto de Enrique VIII), quien se convirti en Jacobo I de Inglaterra, quedando temporalmente unidos, por este hecho, Inglaterra y Escocia. Comienza el reinado de los Estuardo con Jacobo I. En este perodo, al problema de la monarqua con la iglesia por el poder supremo, se agrega las diferencias polticos-religiosas-territoriales entre Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales; la lucha entre el Parlamento y el Monarca con el fin que el Rey respetara las funciones de control del Parlamento respecto al poder del Monarca.Las decisiones trascendentales de gobierno las deba tomar el Monarca conjuntamente con el Parlamento, slo que, era potestativo del Monarca convocar o disolver el Parlamento. Ante esta facultad discrecional, el Rey dictaba medidas de carcter econmico (impuestos para aumentar los ingresos de la corona) que afectaban al comercio y a la inflacin sin convocar al Parlamento, cuestin que de por s no agradaba a los miembros de la Cmara de los Comunes, puesto que afectaba sus intereses. Cada vez que el Rey convocaba al Parlamento, era la ocasin para que sus miembros en ejercicio de sus funciones limitaran y controlaran las actuaciones del Rey, situacin que tampoco era aceptada por l. Estos inconvenientes se fueron agudizando a tal punto que Jacobo I releg al Parlamento a segundo plano. Este escenario lleg a su mxima tensin bajo el reinado de Carlos I, quien sucedi a su padre Jacobo I, al prescindir definitivamente del parlamento y no volverlo a convocar. Bajo el reinado de Carlos I, explotan las diferencias religiosas, polticas y territoriales entre Inglaterra, Irlanda, Escocia y Gales, generndose la guerra entre estas ciudades. As se tiene: conflicto religiosos-poltico entre la Iglesia y el Monarca; conflicto poltico, jurdico, econmico, religioso entre el Monarca y el Parlamento; conflicto poltico, jurdico, geogrfico, nacional entre Inglaterra, Irlanda, Escocia y Gales; todo ello, aunado, al conflicto entre el parlamento y los militares.En este contexto surge la figura de Oliver Cromwell, dividida en varios terrenos: los que apoyan al Rey (nobleza y campesinos), los que apoyan al Parlamento: Cmara de los Comunes (comerciantes, propietarios y terratenientes) y el ejrcito que apoya a Oliver Cromwell. En esta guerra, triunfa Cromwell, toma el poder, decapita a Carlos I, hecho trascendental, pues simblicamente representa la muerte de la monarqua (mucho antes que ocurriera en Francia), y el llamado a un nuevo sistema poltico. Declara a Inglaterra Estado Libre y Commonwealth, aplicando las mismas ideas polticos-jurdicas-religiosas de Inglaterra a Escocia, Irlanda y Gales.En el precedente contexto histrico es importante destacar el paso del sistema feudal, basado en la tierra, el seor feudal o noble, el vasallo, trabajador de la tierra, al sistema econmico burgus, para comprender, por qu el Parlamento, en la Cmara de los Comunes, est formado por los comerciantes, propietarios y terratenientes afectados por las medidas econmicas tomadas por el Rey; y la Corona por la nobleza y los campesinos[6].En los aos 800, 700, siglos IX, VIII, VII despus de Cristo, existan los feudos; un sistema que responda a una obediencia natural, a una obediencia poltica y a una dependencia jurdica. Un sistema cerrado basado en la tierra y en un estamento social compuesto por: nobles, vasallos y plebeyos. Estos feudos entre s no tenan comunicacin, se sostenan por la produccin de la tierra, la cra de ganado ovino, la vida de pastoreo, en cada uno de ellos. Cuando comienza la poca de transicin, tambin se genera una nueva clase que tiene su origen en los mercaderes que comerciaban y negociaban con los feudos, convirtindose en un medio de vinculacin entre los feudos por razones comerciales. Con el tiempo, estos mercaderes se van consolidando, a medida que se sustituye las jornadas de trabajo por jornales en dinero, el poder comercial y econmico aumentan, hasta llegar el momento, en que los lugares se invierten, y los nobles, los prncipes feudales pasan a ser deudores de los mercaderes, y los mercaderes se convierten en prestamistas, estos ltimos sern llamados yeomen[7].Existiendo una deuda que los nobles no podan pagar a los mercaderes, por las mismas condiciones transitorias que se estn gestando a nivel econmico, surge la figura de la negociacin entre ellos, bajo los siguientes parmetros: el mercader le propone al noble que si no puede pagarle, permita que su hijo entre a la universidad donde estudian los hijos de los nobles, le entregue tierras para trabajarlas, hasta que comienzan a exigir tambin prebendas poltico-sociales.A medida que los mercaderes adquieren mayor poder adquisitivo, se apropian de las tierras que les han sido dadas en pago por los nobles, comienzan a construir sus propias ciudades entre los feudos; ciudades que reciben el nombre de burgos. Esos burgos, no responden a la estructura poltica, religiosa y jurdica de los feudos; no se basan en la obediencia natural, la obediencia poltica ni la dependencia jurdica que sostenan los nobles con los vasallos en el cuidado de la tierra. Por el contrario, los burgos son creaciones que manifiestan la visin y el sentir de los mercaderes, esto es, se basan en nociones de comercio, autonoma, independencia, libertad. Por lo tanto, no manejan los criterios de subordinacin social, ni de dependencia que s se encontraba en los feudos.En la medida que los burgos se consolidan, en esa medida se genera un proceso de enquistamiento del pensamiento de los mercaderes en el sistema feudal. As, existe un sistema feudal, dogmtico, religioso, basado en un estamento social (nobles, plebeyo, vasallo) y de casta militar. Y, paralelamente a este sistema, se forman los burgos, con un criterio de autonoma, de independencia y de libertad. Estos ideales de los burgos son los que se materializaran muchos aos despus en la Revolucin Francesa, cuando cae la monarqua en manos de Luis XVI y Mara Antonieta; y la burguesa toma el poder con las famosas frases an vivas en la historia: Igualdad, fraternidad y libertad[8].Igualdad, los mercaderes exigan que sus ciudades (los burgos) fuesen iguales a los feudos. Se les reconociera igualdad poltica, jurdica y territorial. Libertad, los mercaderes piden que se les reconozca independencia, autonoma comercial, ideolgica y econmica. Fraternidad, los comerciantes se trataban como hermanos, todos eran mercaderes, tenan los mismos intereses, realizaban el mismo trabajo, tenan la misma moral, compartan la misma tica.Se encuentran as dos procesos distintos que se generan en forma paralela en un mismo espacio. Uno, determinado por un conocimiento dogmtico religioso sostenido por el clero medieval, donde la interpretacin de los clsicos est sujeta a ese dogma y los pensadores son portadores de la interpretacin de la iglesia. Otro, delimitado por un conocimiento burgus, librepensador, discrecional, autnomo, individual, independiente, personalizado porque los pensadores expresan su particular visin e interpretacin del mundo y se hacen responsables de ella.Cmo se ve este paso de Dios al Hombre, de la Edad Media al Renacimiento desde el punto de vista epistemolgico? Como una generacin lenta y silenciosa de paradigmas que desplazan y sustituyen a los paradigmas medievales para consolidarse y convertirse en los paradigmas por medios de los cuales se piensa y se reflexiona, vale decir los paradigmas que rigen el pensamiento actualmente. Por esta razn, la invitacin va dirigida a revisar estos paradigmas generados por los burgueses, para determinar cartesianamente, si son verdaderos o falsos. Acaso se ha logrado una distancia real respecto a los paradigmas que nacieron en el Renacimiento, como lo hizo Hobbes al separarse de los paradigmas instituido en la poca medieval?, La crtica al sistema burgus parte desde sus propios paradigmas?En resumen, el poder poltico religioso medieval se sustituye por el poder econmico, el dogma religioso se desplaza por el dogma econmico, la vida eterna se reemplaza por el poder adquisitivo y el xito. El burgus es el monje de hoy. La nueva religin es la economa.Algunos de estos mercaderes (comerciantes, propietarios y terratenientes) son miembros del Parlamento, de la Cmara de los Comunes, y son los que van a ser afectados en sus intereses comerciales y econmicos por las decisiones de la Corona en materia de impuestos. Los nobles y campesinos que apoyan al Rey, deviene de la escisin del estamento social feudal. As, que estos procesos paralelos (Medieval-Burgus) se ve reflejado en los conflictos entre el Rey (monarca), Parlamento (Cmara comunes: Burguesa). Entonces, las diferencias entre el Parlamento y la Corona constituan conflictos polticos, econmicos, jurdicos y religiosos.Es en ese contexto que nace Thomas Hobbes: la cada de la Edad Medieval - el nacimiento del Renacimiento. En la Inglaterra de Isabel I (1558-1603). Hobbes nace en Malmesbury en 1588 y muere en 1679[9].Hobbes participa en los cambios que se estn dando en Europa con el Renacimiento y en los que se producen en Inglaterra. Estudia el sistema de Coprnico, las teoras fsicas-matemticas de Galileo, se entera del descubrimiento de la circulacin de la sangre realizado por Harvey[10]; tiene conocimiento de la expansin geogrfica (las tierras de Amrica, de frica), de ello dej testimonio en elLeviatn[11]; tiene presente las discusiones teolgicas. Asimismo, Hobbes que nace bajo el reinado de Isabel I, vive los conflictos de separacin de la corona de la Iglesia, los problemas polticos, religiosos y territoriales entre Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales con Jacobo I, las diferencias entre el Monarca y el Parlamento bajo el reinado de Carlos I, la decapitacin de Carlos I, el protectorado establecido por Oliver Cronwell, y parte del perodo de la restauracin con Carlos II. (Hobbes se exili la ltima dcada del reinado de Carlos I).Hobbes particip en las discusiones y conflictos entre el Monarca y los parlamentarios; su posicin estaba a favor de Carlos I[12], es decir, la Monarqua como se puede constatar de la lectura delCiudadano. Esta postura ser revisada, posteriormente en elLeviatn, donde el poder puede estar en manos de una Asamblea o de un hombre.Lo que es importante puntualizar, es que Hobbes est discutiendo sobre cul es la forma ms conveniente de Estado, qu legitimidad debe tener el Parlamento, cules deben ser los lmites del poder del Parlamento?, qu es el poder?, Cmo debe ejercer el poder el monarca?, en qu consisten los derechos y las obligaciones de los ingleses?, se debe aceptar y obedecer un poder de facto que se establece de forma ilegtima para evitar la guerra civil? La obediencia poltica tiene relacin con la legitimidad del poder o es independiente de sta? qu es la libertad?, qu es el hombre?, qu es la tica?, qu es la moral?, cmo se evita una guerra civil?, cules son las consecuencias de la guerra?, Qu es la Religin?, Un Estado debe estar fundamentado en dogmas religiosos?[13]Ahora bien, Cmo el contexto histrico influye en el pensamiento de Hobbes? y Cmo Hobbes responde a este contexto histrico?Como ya se explic, el siglo XVII se caracteriza por desarrollar un pensamiento matemtico. Es una poca que utiliza el empirismo para elaborar conceptos novedosos acerca de la naturaleza y subjetivistas para confeccionar una nocin de hombre. Es un siglo en el que se crea un mtodo de conocimiento fundamentado en la visin cientfica que pretende excluir la esfera religiosa medieval[14], especficamente la escolstica. En este sentido, el proceder de la investigacin tiene como fin crear un modelo de conocimiento que sirva para dominar y controlar la naturaleza y a la vez elaborar una nocin de hombre que se distancie de la concepcin religiosa. Se trata de construir un conocimiento terico-abstracto de la naturaleza y el mtodo que sirva a la construccin de ese conocimiento. Ese modelo metdico surge del seno de la matemtica, de la visin mecanicista del mundo que, est en boga, de la nocin de cuerpos en movimientos y una forma de pensamiento estructurado sobre la base de la causalidad, es un filsofo que hace ciencia poltica[15].Thomas Hobbes constituye uno de los pensadores que no est ajeno al desarrollo cientfico que ocurre en su poca, por el contrario es un estudioso del mismo. En otras palabras, este filsofo aplica el modelo cientfico en los campos de la antropologa, la epistemologa, la tica, la poltica. Con ello logra distanciar estos campos del conocimiento, de la atmsfera religiosa medieval y dotarlos de autonoma al proponer como fundamentos de los mismos la racionalidad humana tomando en cuenta los contenidos histricos y culturales[16]. Asimismo, Hobbes se ocupa de la naturaleza humana en cinco vertientes: la antropolgica, la epistemolgica, la tica, la poltica y la religiosa. Desarrolla una concepcin de hombre que se estructura a partir del vnculo dinmico en permanente movimiento entre el sujeto y el objeto, en donde, el sujeto pone en ejercicio sus poderes y facultades para generar la objetividad. El hombre no es imagen y semejanza de Dios. El hombre es el producto del ejercicio de su imaginacin cuyo mximo producto es la creacin del Estado (Leviathan), como garante de la paz.

CARLOS MARX1. CONTEXTO HISTRICO Y FILOSFICO.Marx pasa gran parte de su vida en Inglaterra, primer lugar en el que se da la revolucin industrial con todas sus consecuencias: explotacin de los trabajadores, pobreza, malas condiciones laborales, situacin precaria del proletariado, etc. Es all donde surgen como consecuencia los primeros movimientos obreros.Marx representa la prctica activa de la lucha de clases, lucha que debe proseguir hasta reducir las relaciones de dominio y explotacin entre los hombres.Vida y obras.Carlos Marx naci en Trveris, en 1818. Su familia (son pobres, viven en una situacin precaria) es de origen judo, aunque el padre se convierte al protestantismo y Marx se bautizado en 1824. Cursa estudios universitarios (Marx no era filsofo inicialmente, sino economista) en Bonn y Berln. En esta ciudad conoce a los jvenes hegelianos y establece fuertes lazos de amistad con Bruno Bauer. En 1842 colabora en la revistaLa Gaceta Renana, de la que llega a ser redactor-jefe. Esta poca marca su separacin de la filosofa hegeliana. En 1843 Marx se traslada a Pars tras el cierre de la revista que dirige. De esta poca son sus estudios crticos sobre Hegel y Feuerbach, as como los contactos con los socialistas franceses, Proudhon (creador del socialismo utpico:Filosofa de la miseria) y Louis Blanc, y con el ruso Bakunin. Aqu tambin conoce a Engels, con quien mantendr la amistad hasta su muerte, junto a ste naci el Marximo. Expulsado de Francia en 1845, marcha a Bruselas, donde escribeOnce tesis contra Feuerbach, cuya frase final dice que la tarea de la filosofa no es interpretar el mundo, sino transformarlo. En 1947, por encargo de la Liga Comunista, escribe en colaboracin con Engels el conocidoManifiesto Comunistas, que se publica en Londres un ao ms tarde. Vuelve a Alemania para poner all en marcha la revolucin. Fracasada sta regresa a Pars, de donde es expulsado nuevamente en 1849. Se instala definitivamente en Londres, donde dedica sus esfuerzos a la preparacin de su obra ms famosa:El Capital. Muere en 1883.La obra ms destacada de Marx, que se publica en vida del autor, es, sin duda, el primer volumen deEl Capital(1867).Tambin cabe citarLa sagrada familiay elManifiesto Comunista, en colaboracin con Engels;La miseria de la filosofa(plantea que hay que hacer un socialismo ms cientfico),Crtica a la economa poltica(1859, materialismo histrico), muchos artculos editados por distintos peridicos y algunos escritos histrico-polticos.Entre los escritos de Marx publicados despus de su muerte sobresalen su tesis doctoral, laCrtica de la filosofa hegeliana del derecho,la ideologa alemana,Elementos fundamentales para la crtica de la economa polticaconocida como losGrundisse, losManuscritoseconmico-filosficos y el segundo y tercer volumen deEl Capital.2. FILOSOFA MARXISTA.Antropologa marxista (concepcin del hombre).Basada en cuatro puntos: cada uno es una crtica a otros filsofos: A Hegel (creador del sistema idealista). Habla del hombre con maysculas, de la idea, en abstracto.Marxafirma que el hombre es una cosa concreta, sensible, lejos de ser algo abstracto. En esto, Marx coincide con Feuerbach.1. A Feuerbach. Slo le interesa lo mental del hombre, imaginacin, pensamiento, ideasMarxdice que Feuerbach se queda slo con la parte terica, pero el hombre tiene necesidades materiales, trabajo material.1. A Feuerbach. Aunque tienen en comn que el hombre es un ser social y que tienen que compartir unos con otros, Feuerbach considera que su convivencia siempre tiene el mismo tipo de relacin.Marxdice que no hay que olvidar el hecho histrico. Las sociedades humanas van evolucionando y esto genera que se den relaciones distintas entre los grupos. Feuerbach no ha visto la evolucin histrica.1. Economa: el hombre es la pieza fundamental del engranaje productivo (mano de obra, obrero). Marx cree que el hombre no puede ser considerado como un animal de trabajo (como hasta entonces estaba considerado), que sea un seralineado.Para Marx el papel de la filosofa es claro y tajante: debe convertirse en prctica, ponerse al servicio del hombre concreto para liberarlo de lasalienacionesa las que se ve sometido. La filosofa debe centrarse en el estudio del mundo real, realidad emprica y material, para sentar las bases de la transformacin activa de esa realidad. Por eso integra lapraxiscomo elemento principal de la filosofa.El problema que preocupa a Marx es siempre el mismo: la defensa y liberacin del hombre concreto, sometido a humillaciones, esclavitudes y desprecios. Lo que cambian son las estrategias para lograr el objetivo. Slo el hombre oprimido, constituido en clase, la clase obrera, y por un mtodo rigurosamente cientfico de anlisis de la situacin histrica, puedes ser el artcife de su propia liberacin.El humanismo de Marx.La mayora de los hombres, los proletarios, viven explotados y humillados por una minora burguesa y capitalista, que impide a los primeros realizar las inmensas posibilidades de su libertad.Preocupado por devolver al hombre su dignidad, Marx plantea, en su anlisis de la sociedad, el camino que la filosofa debe emprender para llegar a la liberacin del hombre. Aqu se sitan los intentos concretos para eliminar las distintas alienaciones.En su proceso analtico de la historia, Marx detecta tres tipos de alienacin: la alienacin religiosa, la alienacin ideolgica y la alienacin econmica o del trabajo.3. ALIENACIONES Y TIPOS.Hegel y Feuerbach ya haban utilizado el