septiembre2012

Publicación de información y reflexión misionera.Año 15. Número 167.

Desde Méxicomg en el xi Conajum

EditorialLa fe en la Misión

Comisión de Formación PermanenteBienaventurados los que trabajan por la paz

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Boletín mg

Publicación deinformación yreflexión misionera.Mensual

Año 15. Núm. 167.Septiembre de 2012

Índice

P. Salvador Rojas V., mg

Cuarto ConsejeroP. Juan José Á. Luna E., mg

Superior GeneralP. Raúl Ibarra H., mg

Vicario GeneralP. Fernando Montes L., mg

Segundo Consejero

P. Raúl Nava T., mg

Tercer Consejero

Consejo General

Boletín mgImpresiónMultiprint

EdiciónDepartamento de

Comunicación

Coordinaciónadministrativa

Antonia Hidalgo L.

Revisión y correcciónde textos

Juan José Ramírez E.

Diseño EditorialLic. Ma. Elizabeth Barajas P.

En portada / P. Damián Iván Bernal C., mg, en el Sacramento de la Confesión en la Parroquia de Machipanda, en Mozambique.

Agenda del mesSeptiembre 2012

EditorialLa fe en la MisiónP. Damián Iván Bernal C., mg

Concilio Vaticano ii (50 años)La adecuada renovación de la vida religiosaRedacción del Departamento deComunicación

Comisión de Formación PermanenteBienaventurados los que trabajan por la pazP. José Ausencio López L., mg

Misioneros Laicos AsociadosCorpus Christi cusqueño en la historiaEsther Alanís A., mla

Desde las MisionesNoticias de agosto (Corea)P. Eugenio Zacarías Romo R., mg

La fe en mi Misión (Perú)Janeth Madero C., mg

Desde México Actividades del Departamento deAnimación MisioneraP. José Alberto Contreras T., mg

mg en el xi ConajumP. Miguel Ángel González A., mg

Museo mgPilão – MorteroAletia Gómez O., Jefa de Museo mg

Centro de Orientación VocacionalAcompañamiento y acompañamientosP. Alejandro Jaimes M., mg

DireccionesFe se escribe con “F” de fidelidad y“E” de entregaP. Emilio Fortoul O., mg

Club de Niños mgConstruyendo la feEzequiel Leobardo Rodríguez J., coordina-dor administrativo del Club de Niños mg

LiturgiaMemorial eucarístico, corazón de la vidacristiana (Parte 3)

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Eventos

xxxii aniversario de la fundación de la Misión de Perúccii aniversario de la Independenciaxxvii aniversario del fallecimiento delP. Javier Chávez Urbina, mg

Reunión del Consejo de RectoríaColecta en QuerétaroReunión del Consejo de FinanzasToma de posesión de la Diócesis de Ecatepec por Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, mg, en la Santa Iglesia Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, en Ecate-pec de Morelos, Edo. de MéxicoEjercicios espirituales de los Padres mg en Guadalajara

Colecta en QuerétaroPeregrinación anual a la Basílica de GuadalupeColecta en el df

Jueves 6Domingo 9

Lunes 17Lunes 17

Del lunes 17al viernes 21Domingo 23

Sábado 29Domingo 30

Actividades

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Agenda del mes

Sábado 15Domingo 16Miércoles 19

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“Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. Pedro, recordándolo, le dijo: ‘¡Maes-tro, mira!, la higuera que maldijiste está seca’. Jesús le respondió: ‘Ten-gan fe en Dios. Yo les aseguro que quien diga a este monte: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, y no vacile en su corazón, sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá. Por eso les digo: todo cuanto pidan en la oración, crean que ya lo han recibi-do y lo obtendrán’” (Mc 11, 20-24).

Este pasaje del Evangelio me hace pensar que los milagros realizados por Jesús pueden ser vistos como

un fruto de la fe de cada una de las personas que no vacilaron en sucorazón, sino que creyeron en Jesús como su Señor. Más de una vez Je-sús se dirigió a las personas dicién-doles: “Tu fe te ha salvado”.

En cada uno de los lugares donde los Misioneros de Guadalupe colabora-mos con la Misión de Dios, induda-blemente experimentamos en el día a día ese poder de la fe que transformacorazones y lleva a la realización plena de las personas, que se encuentran en lo más íntimo de su ser con su creador.

El secreto para que la Misión de Dios se realice es la fe. Nosotros, como sus colaboradores, necesitamos tener fe y, sobretodo, mostrarla a través de acciones para que así los destinata-rios de la Misión experimenten a Dios en sus vidas. Que todos en nuestroser y quehacer misionero experimen-temos el poder de la fe, realizándonos en plenitud, siendo colaboradores en la Misión de Cristo, viviendo al máximo nuestra vocación misionera. Ngatipan-gidze rutendo rwedu ngeMabasa1 (Mos-tremos nuestra fe con acciones).

La fe en la MisiónP. Damián Iván Bernal Cordero, mg

Editorial

1 Idioma shona.

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La fe en la Misión

Editorial

El 28 de octubre de 1965 el ConcilioVaticano ii aprobó el decreto Perfec-tae Caritatis (pc), sobre la adecuada renovación de la vida religiosa. En élse menciona que desde los primeros tiempos hubo fieles que quisieron an-dar el camino de Cristo, ajustándose a su imagen y consagrándose a Él a través de sus consejos evangélicos (cfr. pc, núm. 1).

El Concilio Vaticano ii, a través de este documento, expresa su estimación porla vida religiosa, confirmada en su propia vocación, exhortándola a ajus-tarse a las necesidades que la actuali-dad demanda. El decreto subraya los principales medios de santificación de

los religiosos, que son: la oración, la Escritura, la liturgia y la Eucaristía.

En otro punto, Perfectae Caritatis pide a los religiosos que conserven la vida monástica, pero adaptándola a la ac-tualidad. Al mismo tiempo, el decreto muestra su aprecio por la castidad, la cual permite liberar de modo especial el corazón de quien profesa la Palabra de Dios, para que se inflame más en el amor a Dios y a los hombres (cfr. pc, núm. 12).

Aquellos religiosos que se han aban-donado a la voluntad de Dios tendrán que vestir un hábito sencillo y mo-desto, que corresponda a los luga-res y tiempos litúrgicos, y deberán

La adecuada renovación de la vida religiosaRedacción del Departamento de Comunicación

Concilio Vaticano ii (50 años)

promover las vocaciones religiosas y reclutar candidatos para sus pro-pios institutos.

Sobre la formación sacerdotalEn la misma fecha que el Concilio Vaticano ii aprobó Perfectae Caritatistambién aprobó el decreto sobre la formación sacerdotal: Optatam Totius(ot). En este decreto se aborda el tema de las nuevas normas de forma-ción sacerdotal en cada nación, cuya finalidad es que dicha formación se adecúe a las necesidades pastorales de cada población.

El decreto dice que el fomento de las vocaciones sacerdotales es una tarea que le corresponde a la comunidad cristiana y, particularmente, a la fami-lia. Los sacerdotes y, principalmente, los obispos deben animar esta labor.

En su formación, los alumnos, desde los seminarios menores, además de vi-

vir de acuerdo a su edad, deberán recibir una educación cuyo propósito será pre-pararlos como verdaderos sacerdotes.

Entre sus recomendaciones, el de-creto plantea que los seminaristas tendrán que considerar el celibato como un don de Dios y comprende-rán la dignidad del matrimonio. Por otra parte, además de la educación cristiana impartida en los seminarios, se complementará su formación con estudios de psicología y pedagogía. Para favorecer la formación per-sonal de cada seminarista, se pide que donde haya muchos alumnos se distribuyan en grupos menores.

Los Padres conciliares que promul-garon este decreto confiaron a los maestros de los seminarios la función de formar a los seminaristas como los futuros sacerdotes de acuerdoa los deseos externados por el Conci-lio Vaticano ii.

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“Noche de paz” es una frase consagrada en la can-ción de Franz X. Gruber para celebrar la Navidad todos los años. Heiwa no yube (Noche de paz) también ha sido el título que, con toda razón, hemos dado a la “Velada por la paz”, que he-mos celebrado en agosto, desde hace ya cinco años, las iglesias del bloque sur de la ciudad de Kioto, con los her-manos protestantes y algunos de los grupos de bonzos de distintas ramas del budismo, para celebrar y promo-ver la paz.

“Noche de paz” es un evento para conmemorar los acontecimientos y tragedias de la segunda guerra mun-dial, como las dos bombas atómicas que durante agosto fueron arroja-das sobre Hiroshima y Nagasaki, pero sobre todo es un evento para hacer conciencia de lo que es la paz y lo que hemos hecho del don de la paz que Cristo nos dejó: “Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14, 27).

El pasado 6 de agosto invitamos a Miguel Goro Matsuura, Obispo Auxi-liar de Osaka, para la exposición del tema. Hicimos la celebración liturgia

de oración por la paz con la participa-ción de protestantes, católicos y mon-jes de una de las sectas del budismo. Los cantos de salmos, la oración, las sutras y el sonido de caracoles de los budistas hicieron de esa velada una noche de plegaria por la paz.

En su exposición el obispo invita-do abordó el tema del momento: “El problema y el peligro de los reacto-res nucleares generadores de energía eléctrica”, y clamó por una sociedad constructora de paz, en el respeto y la custodia de la vida. “Eso nos lle-va a exigir la supresión de todos los reactores nucleares de inmediato, buscando otras fuentes de energía natural…”, dijo el obispo al referirse al accidente del reactor de Fukushima, que explotó dos días después del gran maremoto del 11 de marzo del 2011. El peligro y el atentado contra la vida en general es conocido por todo el mun-do, y ha llevado a la Conferencia deObispos de Japón a la declaración de undocumento que hace un llamado por la supresión inmediata de los reactoresnucleares, publicado el año pasado, seis meses después de la tragedia. Otro tema que se mencionaba en la

Bienaventurados los que trabajanpor la pazP. José Ausencio López López, mg

Comisión de Formación Permanente

conferencia era la globalización dela paz: “Mientras alguien en algún rin-cón de la tierra esté en conflicto con el otro, en este mundo no existirá la paz”, dijo respecto a los conflictos bé-licos de estos momentos, sobre todo en Siria.

Por otra parte, año con año, a petición del episcopado, los católicos japone-ses celebran, del 6 al 15 de agosto, una jornada por la paz. Se conmemoran el mensaje que el Papa Juan Pablo ii pro-clamó en Hiroshima durante su visita en 1981. “Recordar el pasado es com-prometerse con el futuro”, dijo el Papa,quien invitó a recordar la guerra y pensaren la paz no sólo con plegarias sino con acciones concretas.

Además, el mismo día 6 se realizó, en la montaña de Hiei (Kioto), la ce-lebración de la “Junta Cumbre por la Paz”, de todos los grupos religiosos del mundo, fundada a iniciativa del mismo Juan Pablo ii, 25 años atrás, en la ciudad de Asís.

Así, durante el mes de agosto en Ja-pón no sólo los católicos sino todo mundo vive en un ambiente de re-flexión, oración y acción por la paz, que además se combina, apropiada y delicadamente, con la celebración de muertos llamada Obon, que es un pequeño periodo de días sagradosen medio de las vacaciones, con el regreso a la tierra natal y la visita a las tumbas de los antepasados.

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“Fiesta movible, el Corpus Christi, constituye la mayor festividad católi-ca en la antigua capital de los Incas”

En aquel tiempo, cuando los incas la-braron la fortaleza de Saqsaywaman (lugar donde se sacia el halcón), exis-tió, al parecer, una procesión de gran esplendor en la Plaza de Armas. Se dice que el inca hizo desfilar a sus an-tepasados y familiares sobre la arena de la plaza. En andas cargaron a las au-toridades momificadas, rindiendo ho-menaje a los ancestros. El inca mismo clausuró el cortejo, demostrando así la continuidad y la firmeza de su reinado.

Los misioneros españoles encon-traron en la amplia plaza de Cusco la procesión del inca y no tardaron en aprovechar esta tradición para darle otro enfoque: los santos (san Antonio, abad; san Jerónimo; san Cristóbal; san Sebastián; santa Ana; santa Bárbara; san Blas, Santiago, apóstol; san Pedro; san José) y las advocaciones (Virgen de los Reme-dios, Virgen Purificada, Virgen de Belén, Virgen de la Natividad, Virgen Linda de la Catedral —Inmaculada Concepción—) reemplazaron a las momias y el inca cedió su lugar al Dios cristiano, representado en la hostia santa.

Corpus Christi cusqueño en la historiaEsther Alanís Acosta, mla

Misioneros Laicos Asociados

con la procesión de los santos y las advocaciones de la Virgen que volve-rán a ingresar a la catedral para que-darse hasta el próximo jueves, que es la octava, y retornar a sus templos, acompañados de sus fieles devotos.

Según la gente, las santas imágenes que esperan ocho días en la catedral aprovechan ese tiempo para conver-sar entre ellos. Se dice, por ejemplo, que comentan sobre su vestimenta, el tiempo, las preocupaciones de su trabajo. Santa Ana es la que se en-carga de preparar la chicha (bebida andina cuyo insumo principal es el maíz morado, que se hierve con un poco de piña) y santa Bárbara se ocupa de preparar el chiriuchu (pla-tillo frío preparado a base de pollo, carne, algas marinas, huevo y maíz tostado) para la fiesta principal.

Actualmente son los santos y las vír-genes quienes se ubican en el atrio de la catedral, ya no acompañados por los incas, sino por mayordomos, invi-tados, danzantes, músicos y devotos que desde muy temprano llegan con el rostro transformado por la fe, pies cansados, cirios encendidos, cánticos en quechua y en castellano.

Una vez reunidas todas las santas imá-genes en el atrio, se celebra la solem-ne Eucaristía de Corpus Christi, que en este año jubilar fue presidida por Mons. James Patrick Green, Nuncio Apostólico en Perú, y concelebrada por Mons. Juan Antonio Ugarte Pérez, Ar-zobispo de Cusco, y Mons. Kay Martín Schmalhausen Panizo, scv, Obispo de Ayaviri, junto con todo el presbiterio.

Concluida la celebración se hace la procesión con el Santísimo Sacra-mento en la carroza de plata por la Plaza de Armas. Luego se imparte la bendición, para finalmente concluir

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Jueves 9 y vier- nes 10. Tuvimos ennuestras casas de Seúl y Suncheon las primeras reuniones de arranque del grupo de seglares de apoyo a Mi-sioneros de Guadalupe en Corea. Este grupo se está fundando en la Misión de Corea como pastoral especial, fru-to de la celebración de los 50 años de la Misión, a fin de promover el acon-tecimiento guadalupano y, con ello, la consciencia misionera ad gentes. Tenemos en lista más de 200 personas que esperamos atender. La asistencia fue buena y poco a poco iremos avan-zando con esta experiencia.

Domingo 12. Terminó la Expo Yoesu 2012, en la ciudad del mismo nom-bre. Fue una exposición en la que participaron muchos países, entre ellos México, con el tema “La vida en el mar”. Durante los cuatro meses que duró la expo, Misioneros de Guadalu-pe ayudó con la celebración de la Misa del domingo en español, a cargo del P. José Navarro N., mg, y en inglés, a cargo de los Padres mg Héctor Díaz F. y Alberto Puente C.

Miércoles 15. Celebramos en todo Co-rea la fiesta de la Asunción de María a

los cielos. También celebramos el día de la liberación de Corea de la opre-sión japonesa. Este mismo día por la tarde llegó a Corea el P. Sergio César Espinosa G., mg, quien vino a dirigir-nos los ejercicios anuales a los Padres de la Misión. ¡Bienvenido, Sergio!

Viernes 17. Salió de Corea, rumbo a Japón y luego México, el P. Rodolfo Navarro G., mg, quien estuvo en Co-rea desde el mes de mayo. Gracias, Padre Navarro, por haber estado en-tre nosotros durante este tiempo, fue agradable su presencia en la Misión.

Martes 21. Se publicaron en la Ar-quidiócesis de Kwangju los nuevos nombramientos en donde quedaron incluidos Misioneros de Guadalupe. Dichos cambios, que se le pidieron al arzobispo, son: el P. Benjamín Marín C., mg, irá a la Parroquia de Sangsa, donde se encontraba el P. GriseldoArroyo P., mg, quien saldrá a un estu-dio de pastoral a itepal, en Colombia. El P. Juan José Márquez E., mg, irá a la Parroquia de Magun en lugar del P. Benjamín. El P. Alberto Puente C., mg, irá como vicario a la Parroquia de San Vicente, en Seúl. Estos dos últimosPadres salen de la Parroquia de

Noticias de agosto (Corea)P. Eugenio Zacarías Romo Romo, mg

Desde las Misiones

Kumdang, la cual se entrega a la ar-quidiócesis después de 14 años de haberla iniciado; durante ese tiempo se construyó la casa parroquial, el convento, la cocina y el comedor de la parroquia, una iglesia provisional y las muy modernas, bellas y funcio-nales instalaciones actuales; ahí de-jaron sus esfuerzos misioneros mu-chos Padres mg, entre ellos: Fidencio Contreras G., Sergio Chuela Á., Juan Rivera T., Salvador Arufe G., Ramiro Zúñiga G., Juan Francisco Torres I., Griseldo Arroyo P. y los Padres arriba mencionados. Destacan los trabajos del P. Fidencio Contreras G., que ini-ció labores con el nombramiento de párroco y un puñado de fieles, y el del P. Juan Rivera T., quien se organizó para construir la Iglesia con la ayuda de todos los fieles.

Domingo 26. Se despidieron de sus parroquias los Padres mg Griseldo Arroyo P., Benjamín Marín C., Juan José Márquez E. y Alberto Puente C., para ir a sus nuevos nombramientos, en donde iniciarán el 2 de septiembre.

Lunes 27 al viernes 31. Tuvimos los ejercicios anuales de la Misión en la ciudad de Taegu, con la asistencia de los 21 Padres de la Misión de Co-rea. El tema que tuvimos para estos

días fue “Relación entre el carisma ad gentes y el carisma guadalupano”.

Jueves 30. El P. Juan José Márquez E., mg, párroco saliente, hizo la entrega de la parroquia y documentos concer-nientes al nuevo sacerdote coreano que toma la Parroquia de Kumdang, que en-tregamos a la arquidiócesis.

Celebramos el cumpleaños del P. Ra-miro Zúñiga G. (miércoles 15), el ani-versario de ordenación sacerdotal de Ramiro Zúñiga G. (sábado 11), José Navarro N. (domingo 12), Jaime Palma C. (lunes 13), Antonio Moreno L. (mar-tes 14), Juan Pablo Álvarez C., Héctor Díaz F. y Corazón López S. (lunes 15), y Griseldo Arroyo P. (domingo 26).

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Vivir la fe en tie- rras de Misión esrealmente un reto y una aventura, pero como menciona el Papa Benedicto xvi en la carta apostólica Porta fidei: la fe nos permite reconocer a Cristo (cfr. núm. 14).

En Perú es el mismo Cristo quien me permite reconocerlo en medio de los niños, los jóvenes y los adultos con quienes me encuentro; lo reconozco en sus historias, sus preocupaciones y cada momento de sus vidas: sus alegrías y sus tristezas, en bienveni-das y despedidas, en días de sol y de frío, en la abundancia y la escasez, en las enfermedades y la salud.

La fe en mi MisiónJaneth Madero Cuadras, mla

Desde las Misiones

La sencillez de las personas y de la vida misma es una muestra de fe. Basta recordar a una niña que llora-ba desconsolada dentro de la parro-quia y pedía a Dios que salvara a su hermanito, pues su madre estaba a punto de dar a luz pero era riesgoso. O recordar a aquellas jóvenes que con frecuencia se acercan a pedir permiso para pasar a la parroquia y orar. O al anciano que puntualmente asiste a Misa.

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En lo personal he podido encontrarme con Dios a través de las personas, en los hermosos paisajes de este lugar e incluso en el silencio del transitar de los días; a cada paso y en cada si-tuación. Ya que “la fe es la certeza de lo que se espera y la evidencia de lo que no se ve” (cfr. Hb 11, 1), al pen-sar en todo lo andado he descubierto que la transmisión de la fe, más que

con palabras, se da con la vida mis-ma, con el testimonio de mi historia y de mi encuentro con Dios, lo cual se entrelaza con las historias de estas personas que, al igual que muchos, quieren ser escuchados y amados, pero sobre todo encontrarse con Dios.

¡Que Dios nos aumente la fe y nos fortalezca en el amor!

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Del domingo 1 aldomingo 8 de julio realizamos dos ani-maciones. Una de ellas tuvo lugar en Peñuelas, Aguascalientes, Ags., y estu-vo a cargo del P. José Alberto Contre-ras T., mg, con la participación de los Padres mg Carlos Manuel Jiménez F., Alejandro Méndez P., Nahum Gutiérrez de la T. y Alijandro Álvarez V. La otra animación se realizó en la Rectoría del Carmen, en Villahermosa, Tab., y estu-vo a cargo del P. Miguel Ángel González A., mg, con el apoyo de los Padres mg Roberto Figueroa G., Guillermo Soto M., Juan Leonardo Reyes G. y Enrique Gómez R. A todos ellos les agradece-mos su valiosa colaboración.

El martes 10 de julio tuvimos, en la ciudad de México, la tercera reunión como Departamento de Animación Misionera. La agenda principal fue la

planificación para el periodo 2013-2015.

Del domingo 22 al domingo 29 de julio se realizó una animación misionera en Acatic, Jal., a cargo del P. José Alberto Contreras T., mg, con la ayuda de los Padres mg Rodolfo Rafael Sánchez D. y Carlos Manuel Jiménez F.

Del 12 al 19 de agosto se llevó a cabo una animación misionera a car-go del P. Juan Leonardo Reyes G., mg, en Porfirio Díaz, Villa Guerrero, Estado de México, con motivo del 25 aniversario de ordenación sacerdotal del P. Raúl Nava T., mg, con el apo-yo de los Padres mg Rodolfo Rafael Sánchez D., José Alberto Contreras T., Miguel Ángel González A. y Juan Antonio Muñoz H.

Actividades del Departamento de Animación MisioneraP. José Alberto Contreras Téllez, mg

Desde México

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Del 19 al 22 de julio se realizó el xi Conajum, en la ciudad de Coatzacoal-cos, Veracruz. Los representantes de las Obras Misionales Pontificio Epis-copales de México (ompe) enviaron la respectiva invitación a nuestro Supe-rior General, quien a su vez la remitió a la Dirección de Promoción, con la

consigna de presentar una imagen unificada de mg durante el congreso.

El Superior General, P. Juan José Á. Luna E., mg, pidió a la Dirección de Promoción encargarse de la organiza-ción y la participación de la delegaciónmg en el congreso, y el P. Víctor Manuel Zavala C., mg, Director de Promoción,

mg en el xi ConajumP. Miguel Ángel González Aldaco, mg

Desde México

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me pidió encargarme directamente, dada la cercanía con Villahermosa, Tab., donde trabajo, lo cual facilitó el flujo de información, la coordinación y la organización para participar en este congreso. Curiosamente, no había te-nido antes la oportunidad de asistir a un congreso misionero en México.

Desde marzo comenzó el proceso de preparación. El primer paso fue enviar la invitación a cada departamento del

Instituto y la delegación quedó con-firmada por un total de 14 personas: ocho Padres mg, tres Misioneras Lai-cas Asociadas (mla), un seminarista y dos empleados.

En cuanto a las actividades en el congreso, destacan las ponencias magistrales, que fueron cinco. La pri-mera estuvo a cargo de Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, mg, con el tema “La urgencia de una Mi-sión evangelizadora”. Otra ponen-cia estuvo a cargo de Mons. Fabio Martínez Castilla, Obispo de Ciudad Lázaro Cárdenas, con un tema muy interesante: “Vivamos la alegría de evangelizar”; de manera muy ame-na y participativa, y a pesar de es-tar un poco enfermo, logró cautivar a todos los jóvenes congresistas.

También se organizaron 22 foros, cada uno con sus respectivos temas y ponentes. Entre ellos estuvieron los Padres mg Sergio César Espinosa G., (foro 11: La Misión en Aparecida) y Arturo de la Torre G. (foro 20: Mi-sión como compromiso bautismal).

También participamos con tres stands: dos en la expo-vocacional misione-ra (cov y mla), el otro para la expo-venta. Atendiendo nuestro stand de expo-vocacional notamos la alegría,

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la emoción y el entusiasmo de los jóvenes. Se captaron algunas voca-ciones, tanto para el seminario como para Misioneros Laicos Asociados.

El viernes la Eucaristía se celebró en las parroquias y a los Padres mg nos tocó en Santa María Reina. Pre-sidió Mons. Vittorino Girardi, mcci, Obispo de Tolarán, en Costa Rica. Al terminar hubo cena especial, acom-pañada de presentaciones de ballet folclórico y música latinoamericana.

El sábado hubo una marcha misio-nera que fue muy contundente y vistosa, pues caminamos poco más de cuatro kilómetros por el male-cón, para terminar con un concierto de música cristiana que alternó con danzas folclóricas. Durante el reco-rrido hubo gran entusiasmo de los jóvenes, pues ahí tuvieron la oportu-nidad de expresarse libremente con sus porras y, algunos más bullicio-sos, con sus tambores y cornetas, que no dejaban de sonar.

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En lo referente a los hospedajes, se puede decir que las casas eran chi-cas, pero los corazones de quienes nos hospedaron eran muy grandes, pues las familias cedieron espacios, aunque reducidos, para que pudiéra-mos compartir con ellos.

En la sede del congreso, durante los momentos de animación, se escu-chaba muy imponente cuando los más de 11 mil jóvenes gritaban a una sola voz “¡María!” o “¡Jesús!”. La clausura fue con una Misa de envío presidida por Mons. Rutilo Muñoz Zamora, Obispo de Coatzacoalcos.Asistieron las familias que hospe-daron a los congresistas y en ella se entregaron 22 crucifijos misioneros, la mayoría a misioneras clarisas.

Llamó mi atención una de ellas que, siendo rusa, trabajaba aquí en Mé-xico y fue enviada a su país natal. También fue interesante el caso de un misionero josefino, ya de terce-ra edad, que volvía nuevamente a Angola por tercera o cuarta ocasión.

He compartido con ustedes, amables lectores, esta experiencia del grupo mg que asistió, pues fue una muy buena oportunidad para compartir trabajo entre Padres, mla y emplea-dos. Agradezco al Instituto por esta oportunidad que nos brindó, y a cada uno de los que asistieron, especial-mente al seminarista Ezequiel Reyes Alejandro que, siendo lugareño, fue muy servicial, orientándonos y guián-donos en la ciudad.

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La cocina mo- zambiqueña es unamezcla de tradiciones de Portugal y de África oriental. El principal plato es el pescado, ya que la pesca es una de las actividades de subsistencia que, al igual que los productos del cam-po, ocupa un lugar muy importante.

Entre los utensilios tradicionales más utilizados se encuentran los morteros de madera o piedra, molinos de madera,

ollas de hierro fundido, cucharas de madera o metal, entre otros objetos. El pilão (mortero) es uno de los ins-trumentos más antiguos y más em-pleados, con las mismas funciones que un molcajete, aunque su tamaño es mucho mayor. Con la ayuda de un pilón o mano de mortero se muelen cereales, tubérculos, frutas y verdu-ras, como maíz, sorgo, arroz, mijo, ñame, mandioca y plátano.

Por lo general, el pilão se talla de una madera blanda y hueca, y el pilón de una madera más resistente. Las di-mensiones de un pilão varían entre 30 y 70 centímetros de altura, y del pilón, entre los 60 centímetros y dos metros, dependiendo del tamaño del mortero.

Los morteros suelen ser lisos, pero actualmente se elaboran pilãos ar-tesanales, decorados con motivos geométricos o figurativos, en made-ra de ébano, que sirven como piezas de decoración.

Se dice que en el sur de Mozambique la mano del mortero es uno de los ob-jetos que se ofrecen a una pareja de re-cién casados el día después de la boda, en una ceremonia llamada xiguiane.

Pilão – MorteroAletia Gómez Olalde, Jefa de Museo mg

Museo mg

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El acompaña- miento, tema bí-blico. Desde las primeras páginasbíblicas aparece Dios cercano al hombre y al pueblo en todos sus pro-blemas. Antes que palabra, Dios es presencia, fidelidad, ayuda. El Dios bíblico sale al encuentro de su pueblo (cfr. Ex 2, 23-25) esclavo en Egipto, lo libera, lo acompaña por el desierto, hace alianza con él y lo conduce a la Tierra Prometida. En muchas ocasio-nes la acción de Dios llega a través de sus enviados, los profetas: ellos anuncian la presencia de la definitiva cercanía de Dios, el Mesías salvador.

Cuando somos invitados por alguien a ser testigos de su crecimiento espi-ritual, a acompañar el camino de Dios en el interior de la persona humana, estamos pisando un terreno sagrado en el que es necesario entrar descal-zos y despojados de todo prejuicio (cfr. Ex 3, 1-14). La reverencia que sin-tió Moisés debe ser la misma que debe experimentar todo aquel que es invita-do a ser testigo del amor de Dios en una persona.

Un caminar respetuoso junto al otro. Un intento delicado, solidario, paciente.

Cada persona guarda el tesoro de su vida en su corazón, por ello la tarea es ayudarla a que baje las defensas, con suave confianza, para que pueda encontrarse consigo y reconocerse; y desde ese reconocimiento logre amarse, perdonarse, sanar sus he-ridas y emprender un camino en li-bertad, donde la plenitud llegue a ser el medio y el fin último: ordenar los afectos, para en todo buscar y hallar la voluntad de Dios en su vida.

El acompañamiento debe apoyar el crecimiento de la persona en la fe, en la confianza plena de ese Dios.

Acompañamiento y acompañamientosP. Alejandro Jaimes Méndez, mg

Centro de Orientación Vocacional

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No podemos perder de vista las di-ficultades y problemas, pero tampo-co es legítimo que desanimemos a los que comienzan (cfr. Mt, 18, 7) y los llamemos siempre a la sen-satez de la madurez. El otro existe antes de que yo me aproxime a él.

Ese otro está marcado por una historia personal que me es desconocida, está inserto en un tejido de relaciones que exigen de él comportamientos que sondesconocidos para mí. Si deseo en-contrarlo realmente, no debo cerce-nar arbitrariamente la complejidad de su mundo, que escapa a mis posibi-lidades. Debo permitirle que exista ante mí, tal cual es, sin pronunciar juicios ni imponer normas, sin que mis ideas lo determinen o lo afecten, sin pretender meterlo en mis proyec-tos, en mis deseos.

Los discípulos del Bautista necesitan un maestro que les señale al verda-dero Cordero de Dios. En el fondo subyace una convicción: nuestra condición caminante exige pedir ayu-da, buscar apoyo, reconocer la propia incapacidad de acertar solos con el itinerario correcto.

En Jesús, Camino, Verdad y Vida (cfr. Jn 14, 6), la Palabra y el amor de Dios llegan a todos y cada uno de los hom-

bres. La relación de Jesús con los apóstoles es un modelo de pedagogía donde se aúnan la aceptación incondi-cional, la propuesta de la Buena Nue-va, la paciencia hacia la dificultad de los apóstoles en comprender y la for-mación de una comunidad en la que cada uno recibirá una misión para el servicio de los demás.

El Espíritu Santo, íntimo acompa-ñante. El Espíritu se relaciona con nosotros, impulsándonos desde más adentro que lo íntimo nuestro. Sig-nifica que lo más hondo de nosotros no nos es accesible a nosotros sino sólo al Espíritu, el encuentro con Dios se da en el hondón de la persona, en aquellos sótanos donde solamente puede procurarse la sinceridad total. El Espíritu es acción, movimiento: es el soplo del aire, el manar del agua, elcrepitar de la llama. El Espíritu nos mueve siempre hacia la libertad. El Espíritu me cristifica, me constituye hijo de Dios en su Hijo, y hermano de los demás en Jesús.

La Dirección de Finanzas tiene la peculiaridad de que, para la realización de las tareas enco-mendadas, colaboran con el tesorero general muchos laicos profesionistas de diferentes especialidades: adminis-tradores, contadores, abogados, audi-tores, ingenieros en sistemas, progra-madores, una actuaria, un arquitecto, etcétera. Varios de ellos son parte del equipo permanente de la Dirección de Finanzas y otros son colaboradores externos que, de manera regular o eventual, colaboran en la atención de los diversos asuntos institucionales.

A lo largo de los años (¡ya más de 10!) de trabajar día a día con ellos, he descubierto en no pocos unas virtu-des profundamente arraigadas, ade-más de las grandes cualidades que cada uno tiene personalmente y de su capacidad profesional. Procurando enlistar brevemente dichas virtudes, puedo mencionar:• Un profundo amor al Instituto y un cariño —diría yo— enorme por la obra de la evangelización en las Misiones.• Una generosidad renovada diaria- mente para dar lo mejor de sí en

Fe se escribe con “F” de fidelidad y“E” de entregaP. Emilio Fortoul Ollivier, mg

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la atención de las tareas enco- mendadas, las cuales resultan en ocasiones rutinarias, otras veces son tediosas y en algunos casos incluso podrían ser tildadas de poco agradables (revisión de cua- dros enormes, saturados de cifras; lectura y revisión de contratos tan largos como la Cuaresma; largas filas en dependencias guberna- mentales para atender trámites administrativos, etcétera).• Una capacidad de dar más de lo “contratado”, de quedarse más allá del horario, de no poner lími- tes a sus esfuerzos.• Una franqueza para compartir opiniones y puntos de vista, para dialogarlos y argumentarlos, y para después comprometerse en la decisión final, haya sido ésta o no conforme a su gusto.

De este modo, desde su oficina, día a día, testimonian su fe con sus obras y sus actitudes. Además de hacer cosas buenas, las hacen bien y con un es-píritu de servicio, lealtad y responsa-bilidad. Con frecuencia recuerdo, con admiración y cariño, pero para decir toda la verdad también con algo de envidia, aquel centurión de Cafarnaúm que se acercó a Jesús para pedirle la curación de su siervo, diciéndole que él, al mismo tiempo que daba órde-nes a sus soldados (“Si ordeno a mi sirviente: haz tal cosa, él la hace”), se reconocía también como persona “sujeta a autoridad” (cfr. Mt 8, 5-13).

Mi admiración y cariño hacia ese cen-turión estriban en que entreveo en su breve aparición en el Evangelio tres rasgos que igualmente percibo y agra-dezco en muchos de mis colaborado-res: sensibilidad para con el que sufre, liderazgo que hace que las cosas su-cedan y capacidad de saberse ubicar y reconocer su lugar. Mi envidia nace por el elogio que recibió de Jesús: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con una fe tan grande.”

Mis colaboradores me han evangeli-zado. Gracias a ellos he aprendido que fe se escribe con “F” de fidelidad y “E” de entrega.

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Fe, esperanza y caridad son las tres virtudes teolo-gales infusas por Dios en nuestra alma para hacernos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna (cfr. cic, núm. 1813). Dice un canto en su coro: “Nuestra fe, nuestra esperanza, frente a Dios terminará, el amor es algo eterno, nunca, nunca pasará”, pues el amor que manifes-tamos en nuestro ser es el fruto de la esperanza en Dios, en su salvación, lo que a su vez nace de la fe, de creer en Dios y en su promesa de salva-ción; en su Hijo amado, que vino a dar la vida por cada uno de nosotros; y en el Espíritu Santo, que vivifica a cada cristiano para darle la plenitud.

Los niños nos llevan ventaja de esto, pues empiezan a construir la fe con pequeñas promesas que hacen a Dios, como obedecer a sus papás, compartir algún juguete con su her-manito, sacar mejores calificaciones o portarse bien. Estas pequeñas pro-mesas van engrandeciendo su fe, y, según perseveren, Él se irá mani-festando cada vez, como ha pasado con los santos: ellos adoran al Señor y ponen en práctica su Palabra con

Construyendo la feEzequiel Leobardo Rodríguez Jaramillo, coordinador administra-tivo del Club de Niños mg

Club de Niños mg

todos los riesgos que conlleva, y, al dar espacio a Cristo, Él actúa, y “da a manos llenas”.

En una ocasión, cuando estaba en la Misión de Perú, veía que la comu-nidad de religiosas mexicanas cate-quistas de María Santísima siempre padecía grandes apuros económicos, pues no tenía apoyo institucional y

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sólo contaba con la generosidad de la comunidad. Sin embargo, recibía una gran cantidad de muchachitas pos-tulantes, quienes ahí gozaban de la oportunidad de estudiar la secundaria y tener un lugar donde hospedarse en el pueblo; incluso alguna ocasión el obispo comentó la importancia de “filtrar” un poco las vocaciones. Una vez le pregunté a la Madre Superio-ra si no se daba cuenta del abuso de muchas personas que no iban por el

interés de conocer a Dios, a lo que me contestó con una gran sonrisa: “¿Qué no dice el Señor que debemos confiar en Él? Él proveerá todas las necesidades y yo le creo, así que por eso acepto a toda jovencita que me dice que quiere ser religiosa. La se-lección la realizará el Señor”. Desde entonces cambié mi forma de ver las cosas y ahora sé que siempre hace falta la fe para poder actuar creyendo en las promesas de Dios.

1 Adaptación del texto de Louis-Marie Chauvet, “Hacer memoria: ‘Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos’”, publicado en Actualidad Litúrgica, núm. 226, mayo-junio de 2012, p. 6.

Memorial eucarístico, corazón de la vidacristiana (Parte 3)1

La memoria cris- tiana: una memo-ria peligrosaLa memoria cristiana tiene necesa-riamente algo de peligrosa, porque mantiene viva la causa por la cual Je-sucristo vivió y murió en el nombre de Dios, que se revelaba en él.

El memorial eucarístico implica opcio-nes éticas de vida que exponen al cre-yente como testigo (martyr, en griego) de Cristo, ante las contradicciones de toda clase que enfrenta en nuestra sociedad actual. En occidente, por lo menos, no llevan al martirio como tal, pero no son menos difíciles de vivir. Esto compromete a los cristianos a utilizar palabras para dar razón de su esperanza (1Pe 3, 15) ante múltiples objeciones teóricas y dificultades prácticas que suscita el clima de indi-ferencia hacia lo religioso en diver-sos países, así como las frecuentes denuncias de los compromisos que ha tenido la Iglesia con los poderes políticos o financieros, o también los cuestionamientos, a menudo angus-tiosos, que les cierran la garganta ante el misterio del mal (Auschwitz, y todas las formas contemporáneas de barba-rie, o el último temblor en Haití). Se

trata de una tarea más urgente pues en el mundo ya no es fácil ser creyen-te y cada quien es movido a posicio-narse como tal de una manera que compromete su libertad responsable.

Todavía más a nivel de actos que de opciones, la memoria de Jesús pide en-carnarse en múltiples formas de “lava-torio de los pies”, desde el cuidado del prójimo en su propia familia o colonia, hasta la defensa de toda clase oprimi-dos. Los compromisos individuales, por indispensables que sean, no son suficientes: ser testigos del Evangelio requiere hoy, cada vez más, tomar una posición concreta en relación con los grandes problemas de la sociedad.

La encíclica Caritas in veritate, deBenedicto xvi, lo recuerda con fuerza: la caridad sobrepasa la justicia, sin embargo, ella debe pasar antes por la justicia (cfr. núm. 6). El cristiano debe adoptar prácticas responsables, man-tener viva la memoria de aquello por lo que Jesucristo dio su vida. Lleva así a un compromiso ético en lo que concierne a las opciones de vida. Sin esto, les faltaría veracidad a los testi-gos, y su discurso, tal vez generoso, perdería credibilidad.

Liturgia

Que los políticos actúen siem-pre con honradez, integridad y amor a la verdad.

Intención general

Que en las comunidades cristia-nas aumente la disponibilidad para enviar sacerdotes y laicos misioneros, además de recur-sos concretos, a las Iglesias más pobres.

Intención misionera

Papa Benedicto xvi

Misioneros de GuadalupeCantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan,

cp 14000, México, df.comunicacionmg@gmail.commgmultimediamg@gmail.com

Tel. (01 55) 5573 2500www.mg.org.mx

www.comunicacion.mg.org.mx

Apostoladode la oración