Cap 4 Estado Peronista 46 55

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1 Conceptualización del Estado Peronista -- Populismo -- Contexto internacional En 1939, con la invasión de Polonia por parte de Alemania, comenzó la Segunda Guerra Mundial. Unos días después, los países aliados, encabezados por Francia e Inglaterra, declararon la guerra a Alemania. En 1941, después del ataque japonés a Pearl Harbour, Estados Unidos entró en la guerra. Habría de durar 6 años este conflicto bélico. Y entre las terribles secuelas de la guerra, el Holocausto además, confrontaría a la humanidad con su costado más oscuro. En febrero de 1945, las tres potencias victoriosas se reunieron en Yalta, concretando el reparto del mundo. Con la rendición de Alemania en mayo de 1945, se inicia el fin de la guerra y el 6 de agosto de ese mismo año, EE.UU lanzó la primera bomba nuclear sobre Hiroshima y luego sobre Nagazaki, dejando cientos de miles de víctimas. Japón se rindió en forma incondicional y la Segunda Guerra llegó a su fin. Frente a la Segunda Guerra Mundial la Argentina se afirmó con una posición neutral. Sin embargo, en enero de 1944, por la presión de EE.UU, el presidente Ramírez segundo presidente del régimen surgido del golpe del 4 de junio de 1943- decidió romper relaciones con Alemania y Japón. Si bien en un principio esta medida generó gran malestar entre los sectores nacionalistas del ejército argentino, luego permitió frenar la expropiación de empresas alemanas por parte de los países aliados. Por otro lado, los regímenes populistas latinoamericanos coincidieron temporalmente con el desarrollo del Estado Benefactor en los países de Europa Occidental en la segunda postguerra, a raíz del creciente proceso de acumulación del capital y demanda de los trabajadores. Estas demandas lograron institucionalizarse y la justicia social se fue concretando a través de una diversidad de derechos sociales, laborales, y políticos. Se intentó garantizar la “paz social” y “calmar las aguas” (es decir, neutralizar al “enemigo comunista”, consolidado después de la Revolución Rusa) mediante diversos mecanismos y estrategias. Esta experiencia histórica europea será crucial para el desarrollo del populismo en América Latina y del peronismo en Argentina. Existe una gran cantidad de abordajes sobre el peronismo y sobre lo que ha implicado para la Argentina. Sin embargo, antes de definirlo, debemos enmarcarlo dentro de una modalidad de régimen más general: <el populismo>. Y aunque el peronismo es frecuentemente incluido en la categoría de “régimen populista”, el populismo, en cambio, no se agota ni se comprende exclusivamente a través del peronismo. En un claro intento de conceptuali zación, en vez de preguntarse “Qué es el populismo?” Laclau (2005) se pregunta: “¿a qué realidad social y política se refiere el populismo?”

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El Estado Peronista

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    Conceptualizacin del Estado Peronista

    -- Populismo --

    Contexto internacional

    En 1939, con la invasin de Polonia por parte de Alemania, comenz la Segunda Guerra Mundial. Unos das despus, los pases aliados, encabezados por Francia e Inglaterra, declararon la guerra a Alemania. En 1941, despus del ataque japons a Pearl Harbour, Estados Unidos entr en la guerra. Habra de durar 6 aos este conflicto blico. Y entre las terribles secuelas de la guerra, el Holocausto adems, confrontara a la humanidad con su costado ms oscuro. En febrero de 1945, las tres potencias victoriosas se reunieron en Yalta, concretando el reparto del mundo. Con la rendicin de Alemania en mayo de 1945, se inicia el fin de la guerra y el 6 de agosto de ese mismo ao, EE.UU lanz la primera bomba nuclear sobre Hiroshima y luego sobre Nagazaki, dejando cientos de miles de vctimas. Japn se rindi en forma incondicional y la Segunda Guerra lleg a su fin. Frente a la Segunda Guerra Mundial la Argentina se afirm con una posicin neutral. Sin embargo, en enero de 1944, por la presin de EE.UU, el presidente Ramrez segundo presidente del rgimen surgido del golpe del 4 de junio de 1943- decidi romper relaciones con Alemania y Japn. Si bien en un principio esta medida gener gran malestar entre los sectores nacionalistas del ejrcito argentino, luego permiti frenar la expropiacin de empresas alemanas por parte de los pases aliados. Por otro lado, los regmenes populistas latinoamericanos coincidieron temporalmente con el desarrollo del Estado Benefactor en los pases de Europa Occidental en la segunda postguerra, a raz del creciente proceso de acumulacin del capital y demanda de los trabajadores. Estas demandas lograron institucionalizarse y la justicia social se fue concretando a travs de una diversidad de derechos sociales, laborales, y polticos. Se intent garantizar la paz social y calmar las aguas (es decir, neutralizar al enemigo comunista, consolidado despus de la Revolucin Rusa) mediante diversos mecanismos y estrategias. Esta experiencia histrica europea ser crucial para el desarrollo del populismo en Amrica Latina y del peronismo en Argentina.

    Existe una gran cantidad de abordajes sobre el peronismo y sobre lo que ha implicado para la Argentina. Sin embargo, antes de definirlo, debemos enmarcarlo dentro de una modalidad de rgimen ms general: . Y aunque el peronismo es frecuentemente incluido en la categora de rgimen populista, el populismo, en cambio, no se agota ni se comprende exclusivamente a travs del peronismo.

    En un claro intento de conceptualizacin, en vez de preguntarse Qu es el populismo? Laclau (2005) se pregunta: a qu realidad social y poltica se refiere el populismo?

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    Pues bien, se trata de un rgimen cuya implementacin deviene del Estado y que debe ser enmarcado en un contexto regional latinoamericano ms amplio, signado por la crisis de la dominacin oligrquica a fines de la dcada del 30. En estos aos surgieron varios Estados Populistas, destacndose Mxico (con Crdenas, 1934-1940); Argentina (con Pern, 1946-1955), y Brasil (con Vargas, 1937-1945 y 1951-1954); y en menor medida, los gobiernos de Vctor Paz Estensoro (1952-56/1960-64) y Hernn Siles Suazo (1956-60) en Bolivia, de Jos Mara Velasco Ibarra (1934-35/ 1944-47/1952-56/1956-61/1968-72) en Ecuador, y algunos movimientos polticos como el APRA peruano, liderado por Vctor Haya de la Torre, o el Gaitismo colombiano, fundado por Jorge Eliecer Gaitn. Dentro de los estudios del populismo se abren dos grandes lneas de caracterizacin:

    a) Los que lo definen desde una lnea de anlisis sociolgico e histrico. Estos

    autores, entre los que podemos situar a Ianni, Graciarena, Cardoso, Falleto y Ansaldi, definen al populismo como una experiencia histrica particular que surge como efecto de la crisis de la dominacin oligrquica. Como bien afirma Ianni, el populismo se correspondi en Amrica Latina con una etapa especifica en la evolucin de las contradicciones entre la sociedad y la economa dependiente.

    b) Entre los que reivindican un uso amplio del trmino se encuentra Laclau (2005) quien considera al populismo como la esencia de lo poltico o un modo de construccin de la poltica. De manera similar, Arditi (2004) opta por definirlo como un rasgo de la poltica moderna y otros, como Alan Knight (2005) sugieren que es un estilo poltico. Estas definiciones se inspiran en procesos histricos recientes como los de Venezuela, Bolivia y Ecuador.

    Dentro de la primera lnea de estudios, Graciarena considera a los Estados Populistas poniendo el acento en las polticas pblicas implementadas, y en la forma de llevarse a cabo, sobre todo en lo referente a las polticas econmicas y las polticas sociales Asimismo, considera a los Populismos, como productos hbridos que combinaron justicia social con ineficiencia, clientelismo y corrupcin. Estos Estados nacieron enfrentando un dilema poltico: crecer o distribuir, o lo que es en otros trminos, ser un Estado desarrollista o un Estado benefactor. Pero como los recursos polticamente disponibles no eran suficientes para una y otra alternativa la solucin de sntesis fue el Estado Populista o de compromiso, que intentara conciliar la vocacin de desarrollo es decir, de crecimiento de la economa con justicia social. Germani y Di Tella ponen el acento en el momento histrico y caracterizan al Estado Populista como un fenmeno que ocurre en una situacin de transicin, o sea en el paso de una sociedad atrasada, rural, pre-capitalista a una sociedad moderna, industrial, capitalista y urbana. Este estado transicional se hace patente en la utilizacin de los adelantos ms recientes de la tcnica junto con otras tecnologas ya caducas, o bien, en el contraste entre regiones evolucionadas y regiones atrasadas. En relacin al electorado o a las bases sociales del populismo, Germani seala que stas se componen de masas marginadas disponibles que estn perdidas en la sociedad moderna y que se dejan seducir por un lder carismtico.

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    Estas ideas sern fuertemente criticadas por Murmis y Portantiero (1987), para quienes no existe una manipulacin entre lder y masas, ya que no se puede explicar un proceso social mediante un mecanismo psicolgico (la manipulacin) que sobrestima la figura del lder y subestima la capacidad de accin y decisin de las masas. Para el caso argentino, en su clsico trabajo Estudios sobre los orgenes del peronismo, (1972) estos autores sostienen que al analizar la gnesis del peronismo, lo que aparece como relevante es la importancia del sindicalismo como factor constituyente de ese movimiento populista y la acumulacin de demandas econmicas y sociales no satisfechas. Consecuentemente, minimizar el rol de las organizaciones sindicales y enfatizar otros niveles de anlisis, como lo son las diferencias psicosociales entre viejos y nuevos obreros, es quitarle al peronismo su elemento ms ntido de especificacin dentro del conjunto de los movimientos populistas. En este mismo sentido, la presencia poltica de las clases populares estuvo casi siempre mediada por instancias organizativas de clase (sindicatos) y no por una pura vinculacin emotiva con un liderazgo personal (Portantiero, 1981) Igualmente, tanto Germani como Di Tella reconocen que los Estados Populistas transformaron la estructura de clases de la sociedad latinoamericana. En esta nueva configuracin del sistema de clases no solo no habra lugar para los radicalismos propuestos anteriormente (sea el anarquismo o socialismo), sino que sera la burguesa industrial la que asumira el liderazgo de las luchas reivindicativas y reformistas de las masas obreras y de amplios sectores de los estratos medios. Este argumento coincide con la perspectiva de Ianni (1989), para quien el juego poltico de las masas deba permanecer bajo el control estratgico de la burguesa. Por ello, cuando les lleg el ocaso, los gobiernos populistas no buscaron la defensa armada de las masas porque, desde su lgica, las armas son parte esencial del poder burgus

    Caractersticas principales del populismo:

    1) Se apoya en una alianza entre el Estado, la burguesa industrial y nacional y el proletariado urbano industrial, aunque en algunos pases como en Mxico pudo tambin abarcar a sectores campesinos. La alianza policlasista es un elemento nodal del populismo que refleja nuevas relaciones entre el capital y el trabajo.

    2) Esta alianza de clases es articulada por un lder carismtico capaz de suscitar el apoyo de las masas, fundamentalmente a travs de una interpelacin en trminos de pueblo que se conjuga, a su vez, con una dicotomizacin entre el pueblo y las distintas formas de no pueblo, en particular la oligarqua.

    3) Se trata de un rgimen reformista, ya que sus transformaciones son sustanciales pero no radicales. Ansaldi (2007) define estos regmenes como revoluciones desde arriba, o, recuperando a Gramsci, revoluciones pasivas pues la representacin poltica est mediada por el lder ( tratndose) de una cooptacin vertical de las masas

    4) Su base econmica se sustenta en el proceso de industrializacin intermedia. 5) Combina democracia con rasgos autoritarios. Para Carlos de la Torre (1994) si los

    populismos incorporan a vastos sectores excluidos, esta incorporacin se da a travs de movimientos heternomos que se identifican con los lderes carismticos que a veces son autoritarios.

    6) Se centran en la democracia y en la justicia social. Los populismos, para Ansaldi, no necesariamente promulgaron nuevos derechos, pues en ocasiones les bast slo con aplicar efectivamente los ya existentes, aunque no efectivizados. La cuestin es de suma importancia porque no es igual tener derecho a algo que efectivamente tener ese

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    algo, es decir, tener derecho a la vivienda, a la salud, a la educacin no equivale a tener un empleo, una casa, etc. Sin embargo, el autor reconoce que en el caso del peronismo s existi una ampliacin de los derechos polticos (sufragio femenino) y nuevos derechos sociales.

    7) Mantiene una relacin ambigua con el capital extranjero, atravesada por una ideologa nacionalista, fuertememente antiimperialista y, a menudo, anticomunista y antisocialista.

    --Peronismo--

    En relacin al peronismo, las definiciones son mltiples ya que suele aceptarse que se trat del proceso histrico ms controversial de la historia argentina. A pesar de ello, a partir de los elementos comunes en todas estas definiciones, conceptualizamos al peronismo (desde su lgica estatal) de la siguiente forma: El Estado Peronista puede ser definido como una forma histrica particular de rgimen populista, vigente en la Argentina entre 1943 y 1955, donde el liderazgo carismtico de Juan Domingo Pern fue clave en la conformacin de un movimiento policlasista a partir de una alianza de clases entre la clase obrera urbana y la burguesa industrial (aunque tambin algunas fracciones nacionalistas del ejrcito y de la clase media urbana); con una estructura institucional que combin prcticas democrticas (ampliacin de la ciudadana y los derechos sociales) y prcticas semiautoritarias (coaccin a la justicia, partidos polticos y medios de comunicacin). El estado peronista adoptara una orientacin poltica antiliberal, antioligrquica y una orientacin econmica nacionalista e industrialista.

    El peronismo es incluido dentro de un tipo particular de rgimen populista porque presenta algunas caractersticas que nos permiten sealar su estrecha identificacin. En primer lugar, surge a mediados de la dcada del 40, lo cual resulta central ya que el populismo es una experiencia histricamente situable en un contexto histrico determinado. A su vez, la alianza de clases, el antiimperialismo y antiliberalismo, as como su orientacin nacionalista e industrialista constituyen todos factores comunes entre los distintos regmenes populistas. La efectivizacin de los derechos sociales es otro rasgo vector que lo emparenta con el populismo, sin embargo, el caso argentino se destaca por la renovacin en materia legislativa que permiti no solamente efectivizar sino tambin crear nuevos derechos sociales.

    Ampliacin de la democracia social

    El peronismo ha sido fundamental en el proceso de construccin de la democracia social. Tiene y ha tenido un fuerte acento en la justicia social y en la intervencin del pueblo en la poltica. Segn Benjamn Arditi, el peronismo rescata la idea de masas, en contraste con la democracia formal, en la cual los ciudadanos no son sujetos activos sino relegados de la escena poltica. El rgimen democrtico que llev adelante Pern en su primera y segunda presidencia se propuso como radicalmente distinto de la democracia poltica liberal, la cual se apoya en la libertad como valor supremo y puede ser asociada a los partidos de la clase media urbana como la U.C.R. En cambio, el movimiento que se inicia en 1946 le otorgara mayor centralidad a la nocin de igualdad, y en tal direccin, se propondra la superacin de la super-desigualdad, modificando el patrn de distribucin

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    social. Para Quiroga (1985), la especificidad del Estado populista fue no slo ampliar la accin econmica y financiera del Estado sino tambin la esfera social. Se trata ahora de un Estado distribucionista.

    Rasgos semiautoritarios

    La frontera entre lo democrtico y lo autoritario en el peronismo no es clara ni rgida. Si bien Laclau (2005) cuestiona la relacin intrnseca entre populismo (y peronismo) y autoritarismo, podra afirmarse, sin embargo, que el estado peronista articula ingredientes democrticos y autoritarios, puesto que existen prcticas restrictivas respecto de algunos aspectos esenciales de la democracia poltica, en particular, la libertad de opinin

    verticalista

    En lugar de fundarse solamente en un vnculo institucional, el peronismo tendi a apoyarse en la vinculacin emocional o afectiva con un lder carismtico, Juan Domingo Pern, cuya fuerte personalidad e integridad moral (ms que un programa o planteamiento estratgico) garantizan el logro de los objetivos del movimiento. Empero, afirman Murmis y Portantiero (1987) el hecho de que tenga rasgos verticalistas no implica una manipulacin de masas pasivas o heternomas, transicionalmente desorientadas

    y semicorporativista

    El corporativismo, otro rasgo tpico del peronismo, intent disminuir el peso de la mediacin poltico partidaria en las relaciones entre la Sociedad Civil y el Estado. En este sentido, las masas obreras se organizaron a travs de sindicatos, los cuales tuvieron una importancia cada vez mayor en la poltica argentina

    Orientacin poltica antiliberal

    El gobierno peronista logr organizar un orden poltico legtimo y estable. Tuvo un discurso fuertemente antiliberal sobre todo en lo poltico-ideolgico, e incluso antiimperialista, aunque no anticapitalista. Incluso, su crtica al formalismo de la democracia liberal representativa no le impidi legitimarse a travs de esos mismos procedimientos liberales como son las elecciones y la competencia entre partidos.

    y antioligrquica

    El peronismo ha enfatizado en su discurso poltico la dicotoma divisoria de la sociedad en dos campos econmicos irreconciliables: el pueblo y la oligarqua, donde el pueblo es siempre portador de lo bueno, lo mejor, lo autntico, la verdad, etc. Pero ese colectivo es, por lo general, impreciso en trminos de identidad, de quienes lo componen. Se trata, dice Arditi (2004) de un nosotros convenientemente impreciso. Para Carlos de la Torre (1994), ese no reconocimiento del otro, considerado como la encarnacin del mal y por tanto objeto de destruccin, seala una de las grandes dificultades para el afianzamiento de la democracia. Sin embargo, como bien pregunta Ansaldi (2007) esa intolerancia respecto del disidente, es exclusiva del peronismo?

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    Orientacin econmica

    nacionalista e industrialista

    Su modelo de acumulacin estuvo basado en la ampliacin del mercado interno y en la redistribucin del ingreso. Por primera vez en la historia argentina la burguesa industrial se apoder del aparato del Estado y logr en pocos aos lo que no pudo la clase conservadora: crear un sistema poltico consensual. El peronismo, segn Quiroga (1985) pudo hacer compatible un modelo econmico con la elaboracin del consenso social y fue en este contexto cuando por primera vez se defini y planifico una verdadera poltica industrialista

    Se apoya en un movimiento

    policlasista o alianza de clases

    La alianza de clases constituye una idea central del peronismo. El peronismo (y el populismo), segn Alan Touraine, se opone a toda idea de conflicto social interno, en particular a la lucha de clases. El otorgamiento de derechos de ciudadana social opera como un elemento que ocluye o, al menos, atena fuertemente la lucha de clases. En el caso del movimiento obrero se aprecia claramente el predominio de un sindicalismo de negociacin, en detrimento de un sindicalismo de confrontacin. Sin embargo, no es acertado definir al peronismo exclusivamente como una alianza del capital y el trabajo, pues se trat de un movimiento de masas, integrado por diversos actores sociales: la pequea y mediana burguesa industrial, estratos medios asalariados, fracciones de la burguesa agraria (que lograron diversificar sus intereses econmicos), algunas fracciones nacionalistas del ejercito, los trabajadores, sindicalistas de izquierda y de derecha, juventud militante de clase media, etc.

    Es antiimperialista pero no

    anticapitalista

    El Estado peronista ha tenido un papel nodal en la preservacin del capitalismo en la Argentina. Como ha sealado lvarez Junco (1994), no los gua la bandera roja, marchan, ms bien, tras la bandera nacional. Es decir, no persiguen la revolucin social ni mucho menos el socialismo (de hecho, son antisocialistas). Sin embargo, al incorporar a vastos sectores de la sociedad a la poltica generaron una revolucin poltica democratizadora (ms all de sus obvias limitaciones)

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    El gobierno militar y la prefiguracin del peronismo 1943-1946

    Sistema Poltico

    La restauracin conservadora, la creciente politizacin y divisin del Ejrcito y la precariedad institucional del Estado prepararon el terreno para el Golpe del 4 de junio de 1943. Estos tres aos que durara el gobierno militar constituyeron, segn Waldmann (1981), la fase preparatoria del peronismo, pues fue la etapa de mayor riqueza en cuanto a concesiones sociales y anuncios de reformas, que condujeron a Pern al poder, aunque no sin enfrentamientos con la elite tradicional y en medio de las disputas por ocupar el liderazgo poltico vacante.

    GOU

    Cinco meses antes del golpe, se constituye en marzo de 1943 el Grupo de Oficiales Unidos (GOU) que tiene por objeto, segn Girbal, Zarrilli y Balsa (2001): 1) Unificar el Ejrcito y jerarquizar sus cuadros 2) Oponerse a la candidatura del poderoso caudillo conservador Robustiano Patrn Costas 3) Presentar oposicin a la poltica exterior proaliada y favorable a los EE.UU de parte del Estado Mayor 4) Oponerse a la formacin de un eventual frente popular y 5) Consolidar la unidad del Ejrcito en defensa del profesionalismo y contra el comunismo.

    El Golpe

    Cuando el presidente Ramn Castillo aprob la candidatura de Robustiano Patrn Costas, el GOU, a pesar de las diferencias ideolgicas de sus integrantes, decidi dar el golpe de Estado, el cual fue esperado y no provoc resistencia. Era el primer golpe de Estado en la Argentina sin participacin civil. El Ejrcito fue visto por el conjunto de la sociedad como un restaurador de la democracia y, de hecho, algunas fuerzas polticas como el radicalismo yrigoyenista le dieron su apoyo explcito. A pesar de ello, se disolvieron los partidos polticos.

    Presidentes

    1-Arturo F. Rawson (1943) 2- Pedro Ramrez (1943-1944) 3- Edelmiro Farrell (1944-1945) 1) El general Rawson quedo al frente del gobierno. Careca de un programa de accin poltica y adems anunci la formacin de un gabinete ultraconservador. Ambas cuestiones resultaron detonantes para el fin de su gestin en un lapso de 48 horas, cuando el Ejrcito le retir su apoyo. 2) En reemplazo de Rawson, el general Pedro Ramrez qued al frente del Ejecutivo. El triunfo del GOU se expresaba en el gabinete a travs de las figuras de Farrell (Ministro de Guerra) y Gilbert (Ministro del Interior). 3) La tensin creciente adentro de las FF.AA llev a Ramrez a renunciar, asumiendo entonces su cargo Farrell.

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    Pern

    El punto de partida del Cnel. Pern no fue particularmente favorable, comparado con el de otros militares de alta graduacin que luchaban por el poder. Sin embargo, compens esta desventaja muy pronto, al destacarse como referente y lder programtico del GOU, por contar con objetivos y con un programa poltico. Su energa, habilidad y sus dotes oratorios le valieron, adems, muchos adeptos entre la oficialidad joven y la proteccin de algunos jefes militares de mayor jerarqua e influencia. Progresivamente fue anulando a todos sus rivales y comenz a acumular importantes funciones dentro del gobierno. Desde su cargo en el Departamento Nacional de Trabajo, dependencia que elev al rango de secretara de Estado de Trabajo y Previsin-, emprendi la revisin de la poltica social. Con el apoyo de los nacionalistas, acrecent su base poltica hasta ser designado por el nuevo presidente Farrell como Ministro de Guerra, al tiempo que conservaba el liderazgo en el GOU y su cargo al frente de la Secretaria de Trabajo y Previsin Social. Meses ms tarde, asumi como vicepresidente de la Nacin, ejerciendo desde entonces el poder en tres reas clave: la poltica (la vicepresidencia de la Nacin); el Ejrcito (donde practic importantes reformas castrenses) y la Secretara de Trabajo y Previsin Social (donde mantuvo entrevistas con los dirigentes obreros y adopt mltiples medidas en materia de poltica social)

    Modo de Intervencin del Estado En esta corta pero importante etapa, el Estado abandon la actitud prescindente de anteriores gobiernos en lo concerniente a la solucin de problemas socioeconmicos, interviniendo en el plano social con una funcin reguladora. Ya no se considerara a s mismo como guardin y como instancia de control del progreso nacional, sino como su conductor y verdadero motor (Waldmann, 1981)

    Accin social

    En esta dimensin, el gobierno militar impuls disposiciones legales para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados. Si bien no alter las bases del sistema econmico, despert la protesta de las distintas entidades patronales. Esto fue mucho ms disruptivo en el mbito rural, donde existan relaciones laborales mucho ms informales y las nuevas medidas sociales rompieron con arbitrariedades que eran consideradas naturales. En este sentido, el Estatuto del Pen de Campo fue la primera normativa en fijar, para todo el territorio de la repblica, condiciones de trabajo dignas para los asalariados rurales no transitorios, entre ellas: salarios mnimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de higiene y alojamiento. En concreto, se ejecut una poltica restauradora social con objetivos precisos:

    Atenuar los impactos de la industrializacin y la urbanizacin

    Disminuir el dficit habitacional

    Trabar el alza de los alquileres

    Mejorar el nivel de vida de los sectores ms bajos de la poblacin

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    1 Demanda inelstica: aquella poco sensible a las variaciones del precio del bien.

    Integrar los sectores populares al quehacer nacional.

    Entre 1944 y 1945 se dictaron el mayor nmero de decretos-leyes y disposiciones destinadas a mejorar la situacin legal y econmica de la clase obrera. Esto se expres, por ejemplo, en el aumento de los salarios reales.

    Industrializacin

    Entre las propuestas del gobierno militar para alentar la actividad industrial se destacaron:

    1) La proteccin de las industrias surgidas durante la Segunda Guerra Mundial (promovida fervientemente por Pern)

    2) El desarrollo de nuevas actividades industriales 3) La transferencia intersectorial de ingresos y la poltica de

    crditos tendientes a abaratar la adquisicin de bienes de capital 4) La expansin del mercado interno mediante subas en los

    salarios de la poblacin en general, y de los asalariados en particular.

    Es importante aclarar que para las industrias tradicionales o livianas, las propuestas industrialistas del gobierno militar no suscitaban mayor inters. Sus actividades no se encontraban ante el riesgo de la eventual competencia de productos importados pues operaban con costos comparativos ms bajos que los internacionales. El fomento de nuevas actividades industriales poda resultar atrayente para algunos empresarios, pero no era una demanda del conjunto. La expansin del mercado interno no los favoreca ya que tenan una demanda relativamente inelstica. 1

    Relacin con sectores

    dominantes

    La tendencia a la creciente autonoma del Estado con respecto a los intereses de los principales sectores propietarios no slo se mantuvo sino que se agudiz entre 1943-1946. Mientras que la Sociedad Rural Argentina y los grandes propietarios agrarios se movilizaron ms homogneamente contra el gobierno militar, el desenvolvimiento opositor de la Unin Industrial Argentina (U.I.A) fue ms contradictorio y termin alineada en el antiperonismo.

    Fin del gobierno militar

    17 de octubre de 1945

    A principios de octubre, durante el gobierno de Edelmiro J. Farrell, Pern fue obligado a renunciar a todos los cargos pblicos que ocupaba con el objetivo de desarticular su programa poltico. Fue detenido y trasladado a la isla Martn Garca. El Comit Central Confederal de la CGT declar una huelga general a partir de la hora cero del 18 de octubre como medida defensiva de las conquistas sociales amenazadas por la reaccin de la oligarqua y el capitalismo. La iniciativa sindical fue, sin embargo, desbordada por las bases, y desde la tarde del 16 de octubre los obreros empezaron a dejar sus lugares de trabajo. El 17 de octubre de 1945 (conocido luego como el da de la lealtad peronista) miles de trabajadores provenientes principalmente del cordn industrial del Gran Buenos Aires se concentraron en la Plaza de Mayo

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    reclamando la presencia de Pern. El gobierno debi finalmente ceder a la presin popular y el coronel fue trasladado a la capital. Esa jornada del 17 de octubre de 1945 espontnea para algunos autores, y para otros, organizada por las estructuras sindicales- termin modificando profundamente los trminos de la relacin entre el Estado y la clase trabajadora. Por la noche, frente a una multitud compacta y expectante, Pern apresur un discurso moderado. Se iniciaba la transicin hacia las elecciones prometidas para comienzos del ao siguiente. En el marco de la apertura electoral se produjo la conformacin de un frente antiperonista, integrado por enemigos histricos de los trabajadores, como por ejemplo la Unin Industrial Argentina que nucleaba al sector ms concentrado del empresariado- y la Sociedad Rural, ms el conjunto de partidos tradicionales: conservadores, radicales, comunistas; la prensa y la universidad. La Unin Democrtica cont con el apoyo decidido de la primera potencia mundial, a travs de su representante Spruille Braden. La consigna Braden o Pern sintetiz contundentemente la polarizacin del electorado.

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    Primera presidencia 1946-1952

    El 4 de junio de 1946 Juan Domingo Pern prestaba juramento como Presidente de la Nacin, tras ganar en las elecciones del 24 de febrero de ese mismo ao, cuando su frmula por el Partido Laborista, integrada con Hortensio Quijano como vicepresidente, se impuso por sobre la Unin Democrtica (la coalicin integrada por la Unin Cvica Radical, el Partido Demcrata Progresista, el Partido Socialista y el Partido Comunista) que present la frmula Tamborini-Mosca. Con la propuesta electoral de Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar, obtuvo el 52,84 por ciento de los votos emitidos contra el 42,87 de la Unin Democrtica. El triunfo le otorg un inmenso poder poltico: amplia mayora en la Cmara de Diputados, la generalidad de los gobiernos de provincia y la totalidad del Senado Nacional.

    SISTEMA POLTICO

    Liderazgo Carismtico

    Desde la primera magistratura, Pern construy un rgimen poltico en el que su liderazgo carismtico se present como un elemento de unin del vasto y heterogneo conjunto social que lo apoy. Un aporte sustancial a la consolidacin de este movimiento fue la presencia de Eva Duarte, cuyo liderazgo informal (puesto que no desempe ninguna representacin institucional) sirvi como nexo ente la clase obrera y el gobierno.

    Construccin de legitimidad

    El primer desafo de Pern fue, segn Waldmann (1981), superar la crisis de legitimidad histrica del sistema poltico. A tales efectos: 1) rompi los vnculos con algunos grupos privilegiados 2) foment la organizacin de aquellos sectores socioeconmicos

    que no contaban aun con un rgano encargado de formular sus exigencias ante el Estado y

    3) procur demostrar la responsabilidad social del Estado haciendo intervenir a determinados organismos pblicos en los conflictos sociales con una funcin coordinadora y moderadora.

    Reorganizacin del poder

    El Poder Ejecutivo Nacional fortalecido subordina a su accionar las competencias del Congreso de la Nacin y la reorganizacin ministerial, mientras en los hechos priva a la justicia de su autonoma (en 1947 destituye a tres miembros de la Suprema Corte), reduce la influencia de los partidos opositores y controla la informacin (radios, peridicos, cine, universidad) Aqu merece la pena resaltar que una de las medidas para controlar a los medios de comunicacin fue la regulacin de la provisin de papel prensa que oblig a diarios como La Nacin o La Prensa a reducir su formato.

    Estrechamente unido al principio de lealtad, nace entonces el Partido

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    El Partido Peronista

    1947

    nico de la Revolucin que se transforma ese mismo ao, en 1947, en el Partido Peronista, el cual ser, segn Girbal, Zarrilli y Balsa, verticalista, monoltico y personalista. Desde la perspectiva de Sidicaro (1995) tres ideas fuerza alientan su doctrina y consolidan a Juan Pern: justicia social, independencia econmica y soberana poltica.

    Eva Pern

    En este proceso de consolidacin, la figura y accin de Mara Eva Duarte de Pern (su esposa desde el 22 de octubre de 1945) es fundamental para otorgar dinamismo interno al gobierno nacional. Vehemente, audaz, alentadora permanente del culto y del mito del lder, con una gran capacidad poltica despiadada con sus adversarios, Eva Pern se apoy en el sindicalismo emergente (en contraposicin con el viejo sindicalismo de la dcada infame) y se dedic plenamente a la accin social. A diferencia de Pern, que enfatizaba la justicia social y el carcter pacfico del conjunto de reformas, los discursos de Evita tronaban con la rabia de la lucha de clases y la antinomia que separaba al pueblo trabajador de la oligarqua vendepatria.

    Voto femenino 1947

    El 23 de septiembre de 1947, la CGT organiz una concentracin en Plaza de Mayo para celebrar la promulgacin de la ley 13.010, que conceda el voto a la mujer. Un pblico numeroso concurri desde temprano al evento. Tras la firma del decreto, Pern se lo entreg a Evita en un gesto simblico que expresaba el reconocimiento del gobierno por su campaa a favor de los derechos polticos de la mujer.

    Pese a que la lucha por los derechos de la mujer en el pas se remontaba a finales del siglo XIX, en 1946 Evita hizo suya la campaa a favor del voto femenino. Tras las elecciones de febrero de ese ao, que dieron el triunfo a la frmula Pern-Quijano, Evita pronunci su primer discurso oficial. En l manifestaba su apoyo a los derechos polticos de la mujer:

    Pero Evita no se limit a promover el voto femenino, tambin fue organizadora y fundadora de la rama femenina del movimiento peronista. Esta organizacin se form reclutando mujeres de distintas extracciones sociales por todo el pas. El 26 de julio de 1949 Eva inaugur la primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista femenino en el Teatro Cervantes. All explic que el objetivo del movimiento femenino era extender y popularizar la doctrina justicialista cubriendo el pas de centros de educacin y cultura, naciendo as las Unidades Bsicas. No obstante, a pesar de haber obtenido el derecho al voto en 1947, las mujeres siguieron ocupando en el imaginario peronista un papel fundamental en el seno de la familia y en la economa domstica. Daniel James (1992), a partir de trabajar con relatos y testimonios orales, complejiza estas cuestiones de gnero de la siguiente manera: Durante la dcada decisiva de 1945-1955 el peronismo a travs de sus instituciones polticas y culturales moviliz y legitim a las mujeres

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    como actores dentro de una esfera pblica recientemente ensanchada. Al mismo tiempo pretenda redefinir claramente las formas de comportamiento y las divisiones apropiadas entre lo privado y lo pblico. Mientras la subordinacin tradicional de las mujeres a los hombres era denunciada, muchas de las tradicionales virtudes asociadas con las mujeres eran confirmadas dentro de una reelaborada ideologa domstica. En los primeros aos de la dcada de 1950 con el peso de la influencia de Evita Pern el trabajo externo al hogar era expresamente condenado y la actividad poltica de las mujeres era sutilmente distinguida de la de los hombres () La actividad poltica de las mujeres era tomada como una derivacin de sus virtudes originales como madres, esposas y guardianas del hogar. () Los testimonios orales de mujeres peronistas dejan en evidencia, sin embargo, una fuerte contradiccin entre los elementos tradicionales del discurso peronista la mujer como madre, esposa virtuosa, educadora- y la prctica concreta de las mujeres dentro y fuera del hogar, desempendose en fbricas, talleres e incluso asumiendo roles de delegadas sindicales.

    Movimiento obrero

    Segn Hugo del Campo (1985) en el peronismo se produjo la sntesis entre las grandes corrientes que recorrieron la evolucin del movimiento obrero argentino desde sus orgenes: la que planteaba la prescindencia poltica, de tradicin sindicalista revolucionaria, y la corriente poltica, que buscaba la vinculacin entre los sindicatos y los partidos obreros. El apoyo recibido por Pern provino de dirigentes de ambas corrientes, con una amplia trayectoria en el movimiento obrero. Para este mismo autor, la participacin de los partidos obreros socialistas y comunistas- en el frente anti-peronista termin por romper los dbiles lazos que los haban unido al movimiento sindical. ste se volvi mayoritariamente peronista. Porque en esta dcada se produjo la integracin del movimiento sindical dominante a un sistema de poder que, como ya dijimos, segua siendo capitalista. La adhesin masiva de los trabajadores al peronismo dio como resultado una organizacin sindical numricamente slida, unificada el Estado garantiz el monopolio de la representacin a un solo sindicato por sector, bloqueando la formacin de sindicatos rivales- (Doyn, 1984). Este poderoso sindicalismo de masas adquiri, adems, experiencia de participacin en las decisiones polticas. Por otro lado, si bien no desapareci totalmente (Murmis y Portantiero, 1972), su autonoma poltica se limit a la vez que se consolidaban tendencias hacia el burocratismo de la cpula sindical. Otra caracterstica que puede advertirse en el sindicalismo peronista es el desarrollo de una concepcin paternalista de la vida sindical: el movimiento obrero comenz a considerar algo natural el otorgamiento de las conquistas sociales desde el Estado. Reunificada en 1945, la Confederacin General del Trabajo (CGT) actu en abierta colaboracin con el gobierno de Pern, sobre todo a partir de 1947. En abril de 1951 la CGT confirm oficialmente su identidad peronista en la Carta Orgnica de la organizacin. Si antes de 1950 Pern se opona a que los dirigentes gremiales aceptaran cargos polticos, ahora no

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    dudaba en promover y respaldar este pronunciamiento a favor de su gobierno.

    Relacin con los sectores opositores

    La oposicin, desde un principio, se mostr dividida y debilitada. El Estado liderado por Pern obligaba a los actores sociales a definirse polticamente. Las fuerzas polticas se polarizaron (Rouqui, 1975) y la sociedad argentina despus de los aos cincuenta ya no se divida en sino en

    Entre los partidos, slo la Unin Cvica Radical quedaba como figura representativa de la minora, con una representacin parlamentaria mnima que haca imposible oponerse a las polticas gubernativas. A su vez, esta UCR estaba dividida frente al oficialismo. Por ejemplo, mientras la Unin Democrtica propona conservar su accin de obstruccin dentro y fuera del parlamento, es decir, ponerle obstculos al gobierno, en cambio, la UCR Intransigente liderada por Arturo Frondizi propona una oposicin constructiva, que se comprometa a realizar la revolucin social que el peronismo prometa pero sin el componente de autoritarismo que las mejoras sociales traan implcitas.

    En general, el tratamiento a la oposicin fue muy duro. Los diputados radicales fueron muchas veces impedidos de hablar, otras tantas expulsados, y hasta encarcelados, como en los casos de Ricardo Balbn y del sindicalista Cipriano Reyes, que se opuso a la disolucin del Partido Laborista, la agrupacin que haba llevado a Pern a la presidencia.

    Fueron tenazmente perseguidos los militantes comunistas y socialistas y se clausuraron diversas publicaciones opositoras como "La Vanguardia" socialista.

    Casi al finalizar el primer gobierno, el general Benjamn Menndez sublev a la Escuela de Caballera de Campo de Mayo con el objeto de iniciar un pronunciamiento militar en contra de Pern. El golpe fracas, pero seal el primer signo de fractura entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas.

    Desde nuestra perspectiva, (Mecle:1998) la reforma producida por el gobierno peronista en el ao 1949 se hizo eco de la poltica del Estado Benefactor y en particular de lo que se ha denominado justicia social a travs del constitucionalismo social, es decir, de un conjunto de regulaciones que refieren a la situacin del hombre en el trabajo, las relaciones entre capital y trabajo, clases sociales, factores de produccin, sindicatos y Estado, generando en su conjunto una tendencia al desarrollo econmico y social con mayor grado de equidad. Se propuso, en concreto, delinear la funcin social de los derechos individuales. Dentro del movimiento iniciado en 1946, los sectores nacionalistas

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    Reforma

    constitucional de 1949

    (militares, intelectuales de clase media, elementos del clero y la burocracia estatal) responsabilizaban a la Constitucin liberal de 1853 de la ineficiencia de las instituciones polticas y de la corrupcin de los polticos, y esperaban una restauracin del orden estatal y social por va del fortalecimiento del Poder Ejecutivo. Por ello, en 1949 se encar la reforma constitucional, la cual incorpor una serie de derechos que caracterizan al constitucionalismo social. La Constitucin Nacional, producto de la reforma:

    Incluye en el prembulo la triloga de fines, plasmando la irrevocable decisin de constituir una Nacin socialmente justa, econmicamente libre y polticamente soberana.

    Consagra los derechos sociales del trabajador, de la familia, de la ancianidad, el derecho a la educacin y a la cultura.

    Instaura las bases para un nuevo orden econmico que contemple el rol decididamente intervencionista del Estado, reservando a ste el monopolio del comercio exterior y de la prestacin de los servicios pblicos. Adems, hace propietaria a la Nacin de todas las fuentes naturales del pas (minerales, las cadas de aguas, los yacimientos petroleros, carbn y gas y dems fuentes naturales de energa).

    Establece una nueva concepcin del capital y de la propiedad privada, considerando el capital al servicio del bienestar social y condicionando la propiedad privada a su funcin social.

    Incorpora la reeleccin del presidente y vicepresidente para perodos consecutivos y de forma indefinida.

    MODO DE INTERVENCION DEL ESTADO

    Se aplic una poltica econmica centrada en el mercado interno, conducida por un Estado dirigista, nacionalista y popular (Girbal, Zarrilli y Balsa, 2001) que manej la redistribucin del

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    ingreso a favor de la burguesa industrial y de la clase obrera, en pos de consolidar la autonoma econmica del pas a travs del IAPI. Esta nueva etapa que implicaba, segn Quiroga, avanzar de la industria liviana a la industria pesada encontrara importantes lmites a partir de 1950.

    Primer Plan Quinquenal

    En diciembre de 1946 Pern anunci el primer Plan Quinquenal, previsto para el perodo 1947-1951, preparado bajo la direccin del Secretario Tcnico de la Presidencia, Jos Figuerola. En l se resuman los proyectos del gobierno en cuanto a la transformacin de la economa, la ampliacin de los programas de salud pblica, educacin, bienestar social y fortalecimiento de la defensa Nacional, aunque su principal objetivo trazado era la promocin de la industria del pas. Las hilos conductores de este plan eran: 1) Concepcin y realizacin de un plan de desarrollo integrado y expansin industrial.

    2) Movilizacin de los recursos nacionales para expandir el mercado interno. La desigual distribucin de la riqueza determinaba la carencia de un mercado interno capaz de sustentar un crecimiento econmico autnomo. Tanto en este punto como en el anterior, el I.A.P.I, como veremos, fue una poltica sustancial. 3) Eliminacin de los factores de vulnerabilidad externa: repatriacin de la deuda, nacionalizacin de servicios pblicos, etc. (La excesiva preponderancia del capital forneo en las finanzas y la estructura de comercializacin y transportes, as como los servicios de tales inversiones y el endeudamiento externo, aumentaban esa vulnerabilidad: la Argentina no manejaba los precios de sus exportaciones ni el volumen de los medios de pago internos, y transfera al exterior una parte sustancial del valor de la produccin nacional) 4) Elevacin del nivel de vida de la poblacin, con el aumento de los salarios reales, mediante la redistribucin del ingreso y los servicios pblicos (educacin, vivienda y salud). 5) Adopcin de una poltica autnoma frente a los organismos internacionales.

    I.A.P.I

    A pesar de este ambicioso plan quinquenal, el gobierno de Pern no se propuso, segn Sidicaro (2002) modificar la distribucin de la propiedad en el sector rural. Sin embargo, desarroll un conjunto de polticas econmicas tendientes a operar transferencias de ingresos de la actividad agraria hacia otros sectores de la produccin, especialmente el industrial. Ese objetivo se busc por intermedio de la accin del Instituto Argentino de Promocin del Intercambio (IAPI), entidad creada en 1946 que monopoliz las exportaciones agrcolas, fijando precios de compra a los

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    productores ms bajos que los obtenidos en los mercados mundiales. Concretamente, el I.A.P.I se encargaba de comprar a los productores a precio fijo y de revender a precios internacionales. De esta forma, los grandes propietarios rurales y las firmas comercializadoras de granos perdan las posibilidades de favorecerse con las alzas de los precios internacionales. Los monopolios exportadores Dreyfus, Cargil, Bunge y Born- fueron reemplazados por el Estado, que pudo destinar esas divisas a la promocin del desarrollo industrial a travs de entidades bancarias que, como el Banco de Crdito Industrial, se ocupaba especficamente del otorgamiento de crditos a tasas subsidiadas. Esta poltica: 1) Irritaba a los grandes empresarios agrarios, representados por la Sociedad Rural Argentina, que vean revertir los mecanismos que clsicamente se haban utilizado para defender sus intereses econmicos. No solo dejaban de ser favorecidos por la accin del Estado, sino que se los perjudicaba. El deterioro de los precios del sector agrario tuvo como consecuencia la disminucin de su participacin en la distribucin del ingreso nacional. 2) Beneficiaba a la burguesa industrial, por la transferencia de ingresos desde la actividad agraria y a los sectores asalariados, ya que mantener bajos los precios de los distintos productos agrarios de consumo popular evitaba una cada de sus ingresos.

    I.S.I

    Transformacin en la estructura de las importaciones En relacin a la Industrializacin por Sustitucin de Importaciones (I.S.I) es importante aclarar que no se dej de importar, sino que se cambi la composicin de las mismas. Ferrer (1963) seala que: 1) Los bienes de consumo que representaban el 40% de las importaciones totales ante de 1930, cayeron al 10% en los aos 50 2) Los productos intermedios, en cambio, pasaron del 30% al 60%. 3) La produccin de maquinarias y aparatos elctricos increment un 390%. Pero, pese a su incremento, dicha actividad continu aportando una fraccin poco significativa en el total de la produccin industrial (cerca del 4,1% del P.B.I) Sobre este proceso de sustitucin de importaciones, Ferrer afirma que a fines de la dcada del cuarenta, la totalidad de la sustitucin de importaciones de bienes de consumo y de productos intermedios y bienes de capital sencillos estaba consumada. Sin embargo, en la medida que la poltica econmica privilegi la importacin de insumos sobre la de bienes de capital, la modernizacin de las plantas industriales se convirti en un problema. Y aun cuando las importaciones de maquinarias favorecieron a las empresas dedicadas a la sustitucin de importaciones, sus propietarios reclamaron que se atendieran sus necesidades urgentes de

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    modernizacin, sin proyectar a largo plazo. Este problema (ampliamente estudiado por los economistas de la CEPAL), constituy para distintos pases de Amrica Latina uno de los obstculos ms serios de sus respectivos procesos de industrializacin. Se gener una demanda de productos intermedios y de bienes de capital que los pases de la regin no conseguan satisfacer. Asimismo, el sistema proteccionista desarrollado por el gobierno peronista no era muy adecuado para estimular la transicin de una etapa de industrializacin a otra. Por el contrario, cre intereses dentro de la industria manufacturera que tenan una actitud recelosa acerca de las nuevas actividades de sustitucin de importaciones, que habran de suministrar internamente los insumos que ellos antes importaban a un cambio favorable y de mayor calidad. Fue as que se generaron nuevas tensiones y conflictos. La solucin a la falta de capitales y de divisas para continuar el desenvolvimiento industrial se encar en varios pases de Amrica Latina, desde la dcada del cincuenta, mediante la incorporacin de inversiones extranjeras. Pero la tendencia nacionalista del gobierno peronista no haba sido propicia a este tipo de alternativas, adems de considerar que las nacionalizaciones, por su parte, haban reducido significativamente la presencia del capital extranjero. Segn la CEPAL, el capital extranjero, que en 1913 totalizaba el 48 % del capital fijo total, se redujo al 20 % en 1940; al 15 % en 1945 y al 5 % entre 1949 y 1955.

    Poltica exterior La tercera posicin

    1949

    En 1949 Pern difundi un mensaje radial donde fij la posicin de nuestro pas en materia de poltica exterior definindola como "tercera posicin". A travs de ella se intent practicar una poltica ms autnoma respecto de los dos bloques que, hegemonizados por los Estados Unidos y la Unin Sovitica, dividan al mundo en un contexto de Guerra Fra. Este planteo evidenci la intencin de mejorar la situacin internacional de Argentina, ya que nuestro pas haba estado siempre muy ligado comercialmente a Gran Bretaa, ahora desplazada del centro del poder mundial por EE.UU. Sin embargo, las relaciones diplomticas con Estados Unidos haban sido tradicionalmente tirantes y se haban agravado aun ms durante la Segunda Guerra Mundial por la posicin argentina de neutralidad. A pesar de ello, hacia 1948 Estados Unidos anunci el Plan Marshall para socorrer a Europa de la miseria y asegur a la Argentina importantes compras de productos agropecuarios. Este plan despert entonces grandes esperanzas ya que estimulara la produccin agrcola y permitira entrada de divisas para adquirir mquinas, repuestos y combustibles.

    Deuda Externa

    Pern anunci en 1946 la repatriacin de la deuda externa argentina representando esta medida una singular y simblica demostracin de poder e independencia en la toma de decisiones. Dio consistencia a la "tercera posicin" y se constituy en un componente valioso para la memoria oficial En 1949, tanto las exportaciones como las importaciones haban cado, las reservas se ubicaban slo alrededor de

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    los 150 millones de dlares y las deudas pendientes ascendan a 1500 millones de dlares (Ferrer, 2008:292) Un factor decisivo en este sentido fue la aplicacin discriminatoria del Plan Marshall, del cual nuestro pas fue excluido. El rescate total de nuestra deuda externa se logr en 1952, segn Noem Girbal, situacin indita en la historia argentina desde el emprstito con la Baring Brothers en 1824.

    Reforma financiera 1946

    Con esta reforma se estatiz la banca, considerndose patrimonio nacional el capital del Banco Central de la Repblica Argentina a la vez que se nacionalizaron los depsitos para darle al Estado una cuota de libertad de accin en materia de poltica monetaria y crediticia.

    La nacionalizacin del Banco Central (decretada por Farrell, a pedido de Pern, semanas antes de asumir la presidencia) constituy el paso fundamental de una profunda reforma econmica y financiera. Era una medida que posibilitaba a la nacin recuperar el manejo de sus medios de pago al concentrar en el Banco Central la facultad de emitir dinero al mismo tiempo y de regular la capacidad prestable y el destino de los fondos, poniendo as el crdito al servicio del desarrollo de las actividades consideradas prioritarias.

    Se elimin la funcin de respaldo del oro y las divisas. El Banco Central, mediante tipos de cambio diferencial, regulara la reserva de divisas determinando la forma en que deberan utilizarse, regulando as las importaciones, otorgando proteccin a la produccin nacional y privilegiando las compras necesarias para el desenvolvimiento de la economa. Esto se complementaba con la especializacin de las instituciones tales como el Banco de Crdito Industrial y el Banco Hipotecario, que permita atender las necesidades sectoriales en esa materia.

    Nacionalizaciones 1946-1948

    Para superar la divisin internacional del trabajo o, en otros trminos, la crisis de dependencia, Pern nacionaliz entre 1946 y 1948 los servicios pblicos: ferrocarriles, telfonos, gas, usinas elctricas, flota fluvial, etc. Una de las primeras operaciones fue la compra de los ferrocarriles a Gran Bretaa, que ofreci al gobierno argentino venderle la red ferroviaria a cambio del saldo acumulado e inmovilizado en Londres- en cinco aos de exportaciones. El precio final pactado fue de 150 millones de libras esterlinas, que hacen, segn Rodolfo Puiggros (1957), un total de 2002,5 millones de pesos. El Estado argentino invirti 500 millones de pesos para modernizar las obsoletas unidades. Para Norberto Galasso (2005), analizar esta cuestin desde el costo de la compra o los resultados de los balances significa omitir la gran cuestin: la necesidad de que esa red nerviosa que atraviesa el cuerpo del pas sirva, a travs de su recorrido y sus tarifas, al crecimiento econmico, el desarrollo de las economas regionales, etc () Tambin en septiembre de 1946 pas a manos del estado la empresa

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    de telfonos Unin Telefnica, por la suma de 319 millones de pesos. Se constituy como una sociedad mixta llamada Empresa Mixta Telefnica Argentina (EMTA). Entre 1947 y 1948 el Estado nacionaliz el Gas, adquirindose varias compaas de la provincia de Buenos Aires y extendiendo la red hacia nuevos centros de distribucin con el objeto de transformarla en un verdadero servicio social, motivo por el cual se rebajaron las tarifas en un 30%. El gas fue uno de los primeros ejemplos de nacionalizacin.

    Otro problema a resolver lo constituyeron los transportes urbanos, que se encontraban monopolizados desde 1936 por empresas britnicas (la Anglo-Argentina, la Lacroze y la Chadopyf) y eran conocidas como la Corporacin de Transportes. La Corporacin tena un importante dficit comercial que fue salvado en reiteradas oportunidades por el gobierno. El estado se convirti as en su principal accionista y en 1946 las lneas de colectivos fueron expropiadas. Durante 1946 y 1947 Pern trat de resolver la crisis del transporte originada por el aumento de usuarios. En junio de 1948 se cre la Secretara de Transportes que adquiri con la Constitucin de 1949 el rango de ministerio. Estas medidas no solucionaron el problema por lo que se decidi iniciar la privatizacin de algunas lneas desde 1951, crendose en 1952 la empresa ms importante: Transportes de Buenos Aires (TBA)

    Poltica energtica

    -Uno de los proyectos energticos ms importantes fue la explotacin del yacimiento carbonfero de Ro Turbio, que se inici en 1947. Tambin se construy entre 1947 y 1949 el gasoducto que uni Comodoro Rivadavia con Buenos Aires. -En materia de explotacin petrolera se renov la flota de buques tanque para transporte comprando 18 barcos al extranjero y se construy uno nacional, el Figueroa Alcorta. Asimismo, se exploraron nuevas zonas y se descubri petrleo en Neuqun, Salta, Tierra del Fuego y Mendoza. Tambin se puso en funcionamiento la destilera de La Plata.

    Accin social

    En materia de asistencia no formal dirigida a los sectores populares, el Estado Peronista entenda que deba asegurar al hombre un salario para comer, habitar y vestirse. Cualquier otro gasto que se produzca y que deba abonar el obrero ser suprimido a fin de que el Estado se haga cargo de l, ya sea enfermedad o vejez. Esta vasta poltica de bienestar incluy, adems la efectivizacin de otros derechos sociales, como perodos de vacaciones y descanso, planes de vivienda, inversiones en salud y educacin, etctera. El Estado peronista se empeo en robustecer el hogar, la escuela y el trabajo, por ser los grandes modeladores del carcter y prosigui a dividir el pas en dos categoras: una, la de los hombres que trabajan, y otra, la que vive de los hombres que trabajan.

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    Ms all de la legislacin sobre seguridad social, la tarea principal fue desempeada a partir de 1948 cuando se cre la Fundacin de Ayuda Social Mara Eva Duarte de Pern, sostenida con fondos del Estado, el aporte de varios empresarios y las donaciones que los trabajadores hacan de sus salarios. Con la fundacin, Evita reforz la fidelidad de amplios sectores bajo de la sociedad. Cre hospitales, hogares de ancianos y de madres solteras, dos policlnicos, escuelas, una Ciudad Infantil. Tambin obsequiaba durante las fiestas, presentes como sidra y pan dulce y otros regalos, socorra a los necesitados y organizaba torneos deportivos infantiles y juveniles. El otro bastin y tal vez eje principal de su popularidad lo constituy su entorno de sindicalistas ligados a la CGT y su facilidad y carisma para conectarse con las masas trabajadoras a los que ella llamaba sus "grasitas" o "descamisados". Mientras que el primer partido popular, el radicalismo, surge levantando las banderas de la democratizacin del sistema poltico argentino, el peronismo nace planteando la necesidad de montar mecanismos de justicia social que no existan, algunos de los cuales haban sido propuestos por dirigentes socialistas y de otros partidos en pocas anteriores, sin poderse aprobar o implementar por el poder que tenan las fuerzas conservadoras en el Congreso y el Poder Ejecutivo Nacional (Rapoport, 2008)

    1950-1952

    Dificultades polticas y econmicas

    Crisis econmica 1950

    Hacia 1950 se haban agotado las cuantiosas reservas de divisas acumuladas al terminar la guerra mundial. La situacin econmica favorable de los aos de guerra haba llegado a su fin. Los trminos del intercambio incrementaron su regresividad: los precios de las exportaciones del agro disminuyeron con relacin a los precios de los bienes que el pas compraba en el exterior (insumos industriales y maquinarias). La baja en los precios de los productos primarios se relacion con los excedentes que los EE.UU pusieron a disposicin de los pases europeos. Adems, la prdida de cosechas producto de una sostenida sequa afect severamente a la agricultura argentina. Al contraerse su principal fuente de financiamiento (el agro), la economa entr en una fase de estancamiento y aument la inflacin. El sector externo puso freno, entonces, a la economa peronista: la necesidad de avanzar en la sustitucin de industrias ms complejas significaba el incremento de las importaciones de insumos y bienes de capital, en el preciso momento en que bajaban los precios de las exportaciones y se perdan cosechas. La crisis del modelo peronista mostraba lo que ser una constante luego del derrocamiento del peronismo: los ciclos stop-go.

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    Elecciones 1951

    Las elecciones presidenciales de 1951 contribuyeron a endurecer la situacin poltica. Existi una gran presin, sobre todo sindical, para que Eva Pern fuera candidata a la vicepresidencia. La resistencia de toda la oposicin, muy fuerte en las clases altas que no perdonaban el origen humilde de Evita, proveniente del medio artstico de la radio y el cine, y ya muy sensible en ambientes militares, imposibilit esta candidatura. Las elecciones nacionales de noviembre de 1951 y el ajuste econmico que Pern propuso para equilibrar las cuentas pblicas coincidieron con la enfermedad terminal de Evita. Desde haca por lo menos dos aos se saba que Evita tena cncer. La mala noticia se ocult hasta que, a mediados de 1951, se supo que el diagnstico era irreversible.

    Segunda Presidencia de Pern (1952-1955)

    Sistema Poltico

    Asuncin de Pern

    En los comicios generales efectuados el 11 de noviembre de 1951, en los que se habilit por primera vez el voto femenino, el binomio peronista Juan Domingo Pern-Hortensio Quijano se impuso a la frmula radical Ricardo Balbn-Arturo Frondizi por ms del 60% de los votos, demostrando que el reconocimiento popular hacia el peronismo estaba en su esplendor. El 4 de junio de 1952 Pern asumi por segunda vez la Primera Magistratura de la Repblica, aunque esta vez sin su vicepresidente (que haba fallecido un mes antes) y con un poder poltico an mayor que el obtenido en su primer mandato presidencial, acompaado por un Congreso formado por 135 diputados peronistas contra 14 radicales, y por la totalidad de los senadores.

    Muerte de Evita

    A dos meses del juramento presidencial, falleca Evita a raz de un cncer de tero. Hubo masivas expresiones populares de pesar y de cario hacia quien se consideraba "la abanderada de los humildes. An gravemente enferma, lleg a pronunciar el que sera su ltimo discurso el da 1 de Mayo de 1952. Es importante aclarar que la agona de Evita se produjo en un momento histrico en que el peronismo se transformaba.

    Conflictos con la Iglesia

    1954-1955

    Con el denominado por Di Tella (1993) proceso de peronizacin de la educacin, el gobierno comenz a antagonizar con la Iglesia. El uso del libro autobiogrfico La Razn de mi vida, de Evita, como material obligatorio de lectura fue aprovechado por la Iglesia para distanciarse y tratar de evitar la excesiva identificacin con un rgimen que empezaba a debilitarse. El gobierno contraatac: entre 1954 y 1955 sancion la ley de divorcio y la eliminacin de la Educacin Religiosa como materia obligatoria, que sera

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    reemplazada por una asignatura de Moral, basada en los textos de Evita y otros del oficialismo. El resto de la oposicin, expectante, redescubra su sensibilidad hacia los derechos de la religin. Los nacionalistas catlicos ahora se plegaron masivamente a las protestas. La sancin del divorcio vincular, la equiparacin de derechos entre los hijos legtimos con aquellos nacidos de uniones no consagradas, la quita de subsidios del Estado a escuelas religiosas, por malversacin de fondos, acabaron por convencer a los sectores catlicos que la justicia social del peronismo poco tena que ver con los preceptos del Vaticano y la doctrina social de la Iglesia. La Iglesia fue, a partir de entonces, una de las usinas del golpe contra Pern.

    Movimiento obrero

    En 1954, Pern es designado presidente honorario de la CGT, sindicato que va perdiendo terreno en el campo sindical para asegurar las conquistas obtenidas. Se aproxima al gobierno y se distancia de las bases, perdiendo libertad de accin. La relacin entre Estado y sindicatos se hace cada vez ms monoltica y autoritaria en este segundo periodo.

    Modo de intervencin del Estado

    Plan de Emergencia Econmica

    1952

    El Plan de Emergencia Econmica redujo el monto general de los prstamos concedidos en relacin con el ao anterior. El atraso en materia de equipamiento industrial se hizo notorio. El IAPI se mostraba incapaz de impulsar al sector fabril. Al inaugurar las sesiones legislativas, el 1de mayo de 1950, el presidente Juan Pern ya haba advertido que todo cuando hemos hecho ha sido precisamente para asegurar un promisorio porvenir a la economa agropecuaria. Pern aconsejaba producir ms y consumir menos. Este Plan de Emergencia sera la antesala del Segundo Plan Quinquenal

    El Segundo Plan Quinquenal

    1953

    El Segundo Plan Quinquenal, en 1953, planteaba volver a una economa ms tradicional que recurrira a la aplicacin de ajustes en los salarios y las polticas sociales. Inclua una severa poltica de ingresos, con la creacin de una comisin de precios y salarios. La estrategia para enfrentar el estrangulamiento externo se apoy en estimular la produccin agropecuaria y la promocin de entrada de inversiones que permitieran avanzar en la sustitucin de importaciones y la obtencin de crditos en el exterior (Ferrer, 2008). Las bases del modelo peronista comenzaban a tambalear y se produjo un acercamiento con los EEUU materializado en el polmico contrato petrolero firmado con la Standard Oil de California, que contradeca gran parte de los principios doctrinarios peronistas y daba enormes ventajas a la compaa norteamericana. El contrato con la California Standard Oil fue vetado por la propia bancada peronista en el parlamento. Se demostraba, una vez ms, los fuertes compromisos del Estado

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    justicialista para con los sectores subordinados. El capital internacional tom nota de esta situacin, en un momento en el que el Estado intentaba alentar las inversiones extranjeras para el fomento de la industria pesada. Las principales medidas fueron:

    1) Fomentar el crecimiento de la industria pesada de bienes de capital (con subsidios y crditos industriales)

    2) Impulsar el desarrollo agrario 3) Favorecer las inversiones extranjeras 4) Restringir parcialmente el consumo de la poblacin

    La vuelta al campo

    Durante el primer gobierno peronista la Argentina casi no dependa de la importacin de bienes de consumo, pues se importaba sobre todo combustibles (petrleo), bienes de capital (maquinarias y tecnologa), sumado a los insumos y materias primas que la actividad industrial requera. Este nuevo plan signific el abandono de la poltica de nacionalizaciones y del IAPI que fueron caractersticos del primer plan. En realidad, el IAPI, sigui funcionando pero cambi radicalmente su operatoria. A partir de ahora, subsidiaba a la produccin rural que, con lentitud, inici una etapa de recuperacin. La importacin de maquinaria agrcola, los crditos al productor rural buscaron aumentar la rentabilidad. Para concretar el cambio de rumbo, el IAPI se endeud con el sistema bancario oficial a un ritmo vertiginoso y al ser liquidado en 1956, su deuda se calcul en 20.000 millones de pesos (Girbal, Zarrilli y Balsa, 2001). Toda esta serie de cambios introducidos marcaron grandes debates dentro del peronismo y los empresarios terminaron satisfechos con las nuevas medidas. A pesar de mantener su apoyo al gobierno, los obreros comenzaron a tomar cierta distancia de algunas de las decisiones econmicas tomadas por Pern. Por ejemplo, se suspendieron por dos aos las negociaciones colectivas luego de un reajuste general de salarios y precios. En el contexto de la crisis del modelo, a partir de 1952 el gobierno se decidi por un plan de ajuste que, segn Torre y Pastoriza (2002) se reflej en el cambio de prioridades: se pas del nfasis en la expansin a la preocupacin por la estabilidad, a la vez que el respaldo a la industria fue sustituido por la preocupacin en torno a la estabilidad, la cual alcanz relativamente ya que logr reducir de manera significativa la tasa inflacionaria: del 4% anual en 1913 pas al 3% en 1953.

    Fin de la dcada peronista

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    El Golpe 1955

    A comienzos de 1955 poda percibirse un clima poltico enrarecido. La situacin poltica se haba complicado y la falta de una oposicin partidaria con capacidad para imponerse en los trminos en que la democracia lo permita pareca complicar an ms las cosas para los adversarios del peronismo. La Iglesia y los sectores ms rancios de las Fuerzas Armadas y los partidos de la oposicin comenzaron a complotar a favor del golpe de Estado. El conflicto con la Iglesia y la firma de los pre-acuerdos con la Standard Oil fueron utilizados como argumentos contra el rgimen y motorizaron a la oposicin. El 16 de junio de 1955 cayeron sobre la Plaza de Mayo casi 10 toneladas de bombas, sobre una multitud inerme. Desde el Ministerio de Guerra, el Presidente de la Nacin escuch el bombardeo de la Aviacin Naval. Era la primera capital de Sudamrica en ser bombardeada por sus propias fuerzas armadas. Los aviones atacantes llevaban en sus colas una V y una cruz que sealaban Cristo Vence. Sobre la Casa Rosada cayeron 29 bombas, otras cayeron sobre la Pirmide y una impact sobre un trolebs lleno de gente. Centenares de personas se congregaron de inmediato en la Plaza para defender a Pern. Pero las bombas no cesaron. En la Plaza de Mayo y sus alrededores quedaron los cuerpos de 355 civiles muertos. Los conspiradores no eran slo militares. Tambin haba numerosos civiles. El alzamiento fue frenado pero no el golpe que sigui su curso. El 16 de septiembre de 1955 la autoproclamada Revolucin Libertadora derroc al gobierno constitucional del general Juan Domingo Pern. El Gobierno de Cristina Fernndez de Kirchner, en el marco de la poltica de reparacin de los derechos humanos vulnerados por el Estado terrorista implement la poltica pblica de indemnizacin a las vctimas de la ltima dictadura militar (1976/1983). En ese orden de cuestiones implement tambin la reparacin a las vctimas o a sus descendientes del bombardeo del 55.

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    MATERIALES Y PROPUESTAS DIDCTICAS El Estado peronista. Materiales y propuestas didcticas. *El 17 de Octubre de 1945 1.- Miren el fragmento de Pern, sinfona de un sentimiento, pelcula documental de Leonardo Favio, del ao 1999: http://www.youtube.com/watch?v=stl_mReeBgE En este fragmento de la pelcula hay dos momentos: el primero registra la movilizacin de trabajadores hacia Plaza de Mayo el 17 de octubre y el segundo corresponde al discurso de Pern ante la multitud que aguardaba en Plaza de Mayo su liberacin, cerca de las 23 horas.

    a) Respecto de la primera parte, presten atencin no slo a las imgenes, sino tambin al relato que las acompaa y que corresponde a un texto de Ral Scalabrini Ortiz, Tierra sin nada, tierra de profetas.

    . Qu aspectos resalta Scalabrini Ortiz en su descripcin de los protagonistas del 17 de octubre? . Qu los aglutina? Cul es la fe que los hermana? . Para sintetizar su visin del 17 de octubre construye una imagen metafrica: el subsuelo de la patria sublevado Qu significa? Qu relacin guarda esta metfora con los hombres y mujeres que protagonizaron el 17 de octubre?

    b) Respecto del discurso de Pern: Lean el discurso completo y respondan lo siguiente: Cul es el contenido del mensaje al pueblo que el coronel Pern improvis en la noche del 17 de octubre? Qu atributos de la clase trabajadora son reivindicados por Pern? Qu vnculo parece sellarse en esos momentos entre Pern y las masas? Cul es el rol de las masas en la tarea de unin de los argentinos? Por qu? Hace casi dos aos, desde estos mismos balcones, dije que tena tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino. Hoy, a la tarde, el Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del ejrcito. Con ello he renunciado voluntariamente, al ms insigne honor a que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la nacin. Ello lo he hecho porque quiero seguir siendo el Coronel Pern, y ponerme con este nombre al servicio integral del autntico pueblo argentino.

    Dejo el honroso uniforme que me entreg la patria, para vestir la casaca del civil y mezclarme con esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza de la patria. Por eso doy mi abrazo final a esa institucin que es un puntal de la patria: el ejrcito. Y doy tambin el primer abrazo a esta masa, grandiosa, que representa la sntesis de un sentimiento que haba muerto en la Repblica: la verdadera civilidad del pueblo argentino. Esto es pueblo. Esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre, que hemos de reivindicar. Es el pueblo de la patria. Es el mismo pueblo que en esta plaza pidi frente al Congreso que se respetara su voluntad y su derecho. Es el mismo pueblo, que ha de ser inmortal, porque no habr perfidia ni maldad humana que pueda estremecer este pueblo grandioso en sentimiento y en nmero.

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    Esta verdadera fiesta de la democracia, representada por un pueblo que marcha ahora tambin para pedir a sus funcionarios que cumplan con su deber para llegar al derecho del verdadero pueblo. Muchas veces he asistido a reuniones de trabajadores. Siempre he sentido una enorme satisfaccin; pero desde hoy sentir un verdadero orgullo de argentino porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de los trabajadores, que es lo nico que puede hacer grande e inmortal a la patria.

    Hace dos aos ped confianza. Muchas veces me dijeron que ese pueblo a quien yo sacrificara mis horas de da y de noche, habra de traicionarme. Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaa a quien lo ayuda. Por eso, seores, quiero en esta oportunidad, como simple ciudadano, mezclarme en esta masa sudorosa, estrecharla profundamente con mi corazn, como lo podra hacer con mi madre. (se refiri luego a la unin general y agreg) Que sea esa unidad indestructible e infinita, para que nuestro pueblo no solamente posea esa unidad, sino que tambin sepa dignamente defenderla. (Como se alzaran voces de la multitud, preguntndole dnde estuvo, aadi) Preguntan ustedes dnde estuve. Estuve realizando un sacrificio que lo hara mil veces por ustedes. No quiero terminar sin lanzar mi recuerdo carioso y fraternal a nuestros hermanos del interior que se mueven y palpitan al unsono con nuestros corazones desde todas las extensiones de la patria.

    Y ahora llega la hora, como siempre, para vuestro secretario de trabajo y previsin que fue y que seguir luchando al lado vuestro por ver coronada esa era que es la ambicin de mi vida que todos los trabajadores sean un poquito ms felices.

    Ante tanta nueva insistencia les pido que no me pregunten ni me recuerden lo que hoy yo ya he olvidado. Porque los hombres que no son capaces de olvidar no merecen ser queridos y respetados por sus semejantes. Y yo aspiro a ser querido por ustedes y no quiero empaar este acto con ningn mal recuerdo. Dije que haba llegado la hora del consejo, y recuerden, trabajadores, nanse y sean ms hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra hermosa patria, en la unidad de todos los argentinos. Iremos diariamente incorporando a esta hermosa masa en movimiento cada uno de los tristes o descontentos, para que, mezclados a nosotros, tengan el mismo aspecto de masa hermosa y patriota que son ustedes.

    Pido tambin a todos los trabajadores amigos que reciban con cario este mi inmenso agradecimiento por las preocupaciones que todos han tenido por este humilde hombre que hoy les habla. Por eso hace poco les dije que los abrazaba como abrazaba a mi madre, porque ustedes han tenido los mismos dolores y los mismos pensamientos que mi pobre vieja haba sentido en estos das. Esperemos que los das que vengan sean de paz y construccin para la nacin. S que se haban anunciado movimientos obreros, ya ahora, en este momento, no existe ninguna causa para ello. Por eso, les pido como un hermano mayor que retornen tranquilos a su trabajo, y piensen. Hoy les pido que retornen tranquilos a sus casas, y por esta nica vez ya que no se los pude decir como secretario de Trabajo y Previsin, les pido que realicen el da de paro festejando la gloria de esta reunin de hombres que vienen del trabajo, que son la esperanza ms cara de la patria.

    Y he dejado deliberadamente para lo ltimo el recomendarles que antes de abandonar esta magnfica asamblea lo hagan con mucho cuidado. Recuerden que entre todos hay numerosas mujeres obreras, que han de ser protegidas aqu y en la vida por los mismos obreros.

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    Pido a todos que nos quedemos por lo menos quince minutos ms reunidos, porque quiero estar desde este sitio contemplando este espectculo que me saca de la tristeza que he vivido en estos das.

    Discurso de Juan Domingo Pern, Plaza de Mayo, 17 de octubre de 1945.

    2.- Visiones del 17 de octubre . Los obreros, tal como siempre se ha definido a nuestros hombres de trabajo, aquellos que desde hace aos han sostenido y sostienen sus organizaciones gremiales y sus luchas contra el capital; los que sienten la dignidad de las funciones que cumplen y, a tono con ellas, en sus distintas ideologas, como ciudadanos trabajan por el mejoramiento de las condiciones sociales y polticas del pas, no estaban all. Esta es una verdad incuestionable y pblica que no puede ser desmentida: si cesaron en su trabajo el da mircoles y jueves no fue por autodeterminacin, sino por imposicin de los ncleos anteriores, amparados y estimulados por la polica La Vanguardia, 23 de octubre de 1945 Qu obrero argentino se suma a una manifestacin reivindicatoria de sus derechos como en un corso de carnaval? () La Vanguardia, 23 de octubre de 1945 . El maln peronista con proteccin oficial y asesoramiento policial- que azot al pas, ha provocado rpidamente () la exteriorizacin del repudio popular de todos los sectores de la repblica en millares de protestas. Hoy la nacin en su conjunto tiene clara conciencia del peligro que entraa el peronismo y de la urgencia de ponerle fin. Se plantea as para los militantes de nuestro partido una serie de tareas que, para mayor claridad, hemos agrupado en dos rangos: higienizacin democrtica y clarificacin poltica. Es decir, por un lado, barrer con el peronismo y todo aquellos que de alguna manera sea su expresin; por el otro llevar adelante una campaa de esclarecimiento de los problemas nacionales (). En el primer orden, nuestros camaradas deben organizar y organizarse para la lucha contra el peronismo, hasta su aniquilamiento. Corresponde aqu tambin, sealar la gran tarea de limpiar las paredes y las calles de nuestras ciudades de las inmundas pintadas peronistas. Que no quede barrio o pueblo sin organizar las brigadas de higienizacin democrtica. () Pern es el enemigo nmero uno del pueblo argentino Declaracin del Partido Comunista, 21 de octubre de 1945. En Rodolfo Puiggrs. Historia Crtica de los Partidos Polticos Argentinos, (III), Hyspamrica, 1986 .Las muchedumbres agraviaron el buen gusto y la esttica de la ciudad, afeada por su presencia en nuestras calles. El pueblo las observaba pasar, un poco sorprendido al principio, pero luego con glacial indiferencia. Diario Crtica, 17 de octubre de 1945. Citado por Daniel James. 17 y 18 de octubre de 1945: el peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina. En Juan Carlos Torre (comp) El 17 de octubre de 1945, Ariel, 1995

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    . () Habamos hablado mucho de nuestro pueblo () pero no lo conocamos. Pern nos revel no al pueblo, sino a una zona del pueblo que, efectivamente, nos pareca extrao y extranjero. El 17 de Octubre volc a las calles cntricas de Buenos Aires un sedimento social que nadie haba reconocido. Pareca una invasin de gentes de otro pas, hablando otro idioma, vistiendo trajes exticos y, sin embargo, eran nuestros hermanos harapientos, nuestros hermanos miserables () el lumpemproletariat () salieron a pedir cuenta de su cautiverio, a exigir un lugar al sol y aparecieron con sus cuchillos de matarifes en la cintura, (). Sentimos escalofros vindolos desfilar en una verdadera horda silenciosa con carteles que amenazaban tomarse una revancha terrible Ezequiel Martnez Estrada, citado por Federico Neiburg. El 17 de Octubre de 1945: un anlisis del mito de origen del peronismo. En Juan Carlos Torre (comp) . El proletariado que desencaden la huelga general revolucionaria de los das 17 y 18 de octubre de 1945 actu movido por dos imperativos, aparentemente antagnicos entre s, provenientes de su propia naturaleza de clase, es decir que no le fueron impuestos por ninguna fuerza externa a l mismo: la espontaneidad y la autoconciencia. Su espontaneidad se revel al no obedecer a ninguna orden de arriba ni siquiera de Pern, que se haba despedido de los obreros recomendndoles: De casa al trabajo y del trabajo a casa- y al obligar a los dirigentes de la CGT y de los sindicatos a plegarse al paro. Sin embargo, esa espontaneidad no rearbitraria, ni puramente instintiva, pues si la ofensiva oligrquico-imperialista provoc el estallido del pathos proletario, tambin despert en los huelguistas la autoconciencia de que ellos, y solamente ellos, podan evitar la prdida de sus conquistas. De ah que vivieran una jornada desenajenante, en la cual la gravedad de la lucha apareca cubierta por el desborde dionisaco de las pasiones reprimidas. Rodolfo Puiggrs, op. Cit. Empezaba la maana cuando comenzaron a llegar rotundos, desafiantes, caminando o en vehculos que haban tomado alegremente por asalto y cuyos costados repetan hasta el hartazgo el nombre de Pern en tiza, cal y carbn. A medida que avanzaban, las cortinas de los negocios bajaban abruptamente con tableteo de ametralladoras. Venan de las zonas industriales aledaas a Buenos Aires. Nadie los conduca, todos eran capitanes Felix Luna. El 45. Crnica de un ao decisivo, Editorial Sudamericana, 1999. 3.- El mito fundacional . En el pas anterior a Pern comamos salteado. Ese pas no permita que el hijo de un trabajador tuviera perspectivas. El pas nuevo nace el 17 de octubre del 45. Yo tena quince aos y en el caf que estaba enfrente a la estacin Hiplito Yrigoyen, la ata contra el vidrio aprend no slo de filosofa y las cosas de la vida. All se reunan los miembros de las comisiones internas del frigorfico La Negra y La Blanca. Mientras jugbamos al billar, de paso, escuchbamos cmo se organizaban por medio de los delegados. bamos comprendiendo, de a poco, los odos atentos, una cultura distinta, ms solidaria () Entrevista de Liliana Garulli a Luis Donikian. En Liliana Garulli el al. Nomeolvides. Memoria de la Resistencia Peronista 1955-1972, Editorial Biblos, 2000.

    . El nacimiento Vastedad del abismo. Arrancaron de Berisso, Ensenada,

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    Avellaneda y Valentn Alsina. En el resplandeciente fulgor De la muchedumbre esperanzada Violaron la fuente de la plaza Y se lavaron los pies del cansancio Y del mundo que se iba, irremediablemente. Hoy nazco lleno de esta msica tamboril Imperecedera, que seguir en la descendencia Y en el mito de la popular. Porque el 17 de octubre fue el nacimiento Y la eternidad nos esperaba. Alfredo Carlino. Evita del 17 de octubre a la cada, Catlogos, 1996

    *Capital y trabajo Qu funcin desempea el Estado peronista frente al conflicto entre capital y trabajo y a la posibilidad de la lucha de clases? Cules son los lmites del modelo peronista? * Queremos que el capital y el trabajo, en estrecho abrazo, labren la grandeza de la patria, mientras el Estado vela por el bien de unos y otros, asegurando la justicia para el rico y el pobre (...) Buscamos hacer desaparecer toda causa de anarqua para asegurar una armona, a base de justicia social, la imposibilidad de la alteracin de nuestras buenas relaciones entre el capital, el trabajo y el Estado Manual del Peronista. 1948. En Plotkin, Mariano: Maana es San Pern. Buenos Aires, Ariel, 1993

    * ... El objeto fundamental del justicialismo en relacin con el movimiento obrero es hacer desaparecer la lucha de clases y sustituirla por la cooperacin entre capital y trabajo. El capitalismo para darle todo al capital, explota a los trabajadores. El comunismo, para solucionar el problema, ide un sistema de lucha que no terminar sino cuando haya una sola clase social, pero a esto se llega por la destruccin, que es efecto de una lucha larga y sin cuartel entre capital y trabajo. El justicialismo en cambio quiere tambin llegar a una sola clase de hombres: la de los que trabajan. Esta es una de las verdades fundamentales del peronismo. Pero no quiere llegar por la lucha sino por la cooperacin. No queremos una sola clase proletaria sino una sola clase de hombres desproletarizados que vivan y trabajen dignamente. Que los obreros ganen para vivir honradamente como personas humanas y que los patrones se conformen con ganar tambin como para mantener la industria, progresar y vivir dignamente, dignamente pero no principescamente.! No queremos que nadie explote a nadie y nada ms...

    Eva Duarte de Pern. La razn de mi vida.

    *Discpolo y Mordisquito Los siguientes son fragmentos del ciclo radial que en 1951 condujo Enrique S. Discpolo. Identifica a qu sector social (y cultural) representa el personaje Mordisquito- al cual Discepoln interpela.

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    Cmo da cuenta Discpolo del proceso de transformaciones del estado peronista? En qu sentido puede hablarse de democratizacin del bienestar? Qu conceptos, ideas y principios de la retrica peronista aparecen en estos fragmentos? . Mir! Yo puedo negar todo, vos pods negar todo! Todos podemos negar todo! Pero hay algo que no se puede negar: la evidencia. Y vos sabs lo que es la evidencia. La evidencia es lo que est ah, lo que te hace seas para que lo veas, lo que te grita para que lo oigas. Claro que si vos cerrs los ojos y cerrs los odos, ni escuchs ni ves nada. No ves vos, no escuchs vos!, pero la evidencia sigue firme, sigue erguida, sigue como fierro, sigue! Mir: yo podra abrumarte tirndote encima un bal de hechos evidentes, una montaa de conquistas evidentes, una cordillera de milagros evidentes! Pero, en vez de salirte al paso con una evidencia de lo que est, yo te salgo al paso con una evidencia de lo que no est! No me entends? No me extraa, porque cuando vos no quers entender a vos los razonamientos te rebotan en la cabeza como el jejn en el tubo de la lmpara. Y yo levanto una lmpara, sabs?; la levanto para iluminar las calles de mi patria, de tu patria, y mostrarte una evidencia que no est! Los mendigos estn? Vos ves los mendigos? Sobre las calles y al decirte calles te digo corazones y te digo espritus se desat el arroyo de la dignidad recuperada, se desat con una brbara alegra de potro que transpira salud, y esa correntada se llev a los mendigos, vos lo sabs; pero no se los llev para ahogarlos, sino para baarlos, y llegaron a la costa limpitos, peinados con la raya al medio, cantando, no el huainito de la limosna, sino el chamam de la buena digestin. No; no te encojas de hombros y contestme; yo te hice una pregunta: vos ves los mendigos? Dnde estn los mendigos? Antes el pordiosero era una realidad en serie, como los automviles. Los mendigos eran una vergonzosa institucin nacional. Y fijte que yo no te hablo con medias palabras; a m no me interesa que quieras quedar bien con un partido o con otro. A m me interesa que tu honradez reconozca para siempre los beneficios de que goza hoy tu dignidad. Y te digo todas las palabras que tengo, bolsas de palabras, barrios de palabras; el mendigo era en este pas una vergonzosa institucin nacional. Porque haba gente que, as como unos hacen tangos, paoletas o mandados, ellos hacan pobres. Fabricaban pobres! Y los pobres se te aparecan en los atrios de las iglesias, en las escaleras de los subtes, en la puerta de tu propia casa, famlicos y decepcionados, con la cabeza como un paquete de pelo y debaj