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CONSUINO. TODOS UIEREN R VERDES ROSA PRADAS - n los umbrales del siglo XXI si ,,^,.^; existe un fantasma que recorre . _. Europa, que moviliza cada vez más a los habitantes del viejo conti- nente, es el de la conservación del medio ambiente. Los vientos soplan veloces desde la América desarrollada y envuelven, cada vez con más fuer- za, a los individuos de los países in- dustrial izados. Los países subdesarrollados, por su parte, reclaman la atención de los go- biernos de naciones más poderosas, pidiendo ayuda para Ilevar a cabo las transformaciones que necesitan, sin que el progreso suponga un agota- miento de sus recursos no renovables. Desde hace unos cuantos años, los científicos no paran de gritar a los cua- tro vientos que los 5.300 millones habi- tantes del planeta tierra pueden dupli- carse dentro de 50 años y que si no se introducen criterios medioambientales en las decisiones políticas nuestro mundo está condenado a muerte. Las cifras que se barajan, en cuan- to al ritmo de destrucción del planeta, son absolutamente escalofriantes: cada año se pierden entre cinco y siete hectáreas de tierra cultivable, 3.000 metros de bosques desaparecen cada segundo y aniquilamos de 10 a 20 especies animales o vegetales cada día. Los economistas reconocen que, de un tiempo a esta parte, hasta el aire y el agua son bienes de alto coste, porque se han vuelto escasos. Un europeo, por ejemplo, suele gastar una media de 250 litros de agua al día, de los que no más de cinco litros se emplean para beber y cocinar. EI resto se va por los desa- giies o se utiliza como artículo de lujo; mientras que las industrias, más que utilizar el agua, la despilfarran. Vistas así las cosas, queda claro que vivir es, cada dia mas, contami- nar. La presencia de los humanos en el planeta, los avances tecnológicos, la calidad de vida y el confort supo- nen degradar el medio ambiente. Nadie está dispuesto a perder los pe- queños, o grandes privilegios, que de- para el mundo "civilizado". Pero si hay mucha gente que hace una apues- ta sincera por la sobriedad y prefiere consumir en forma moderada los bie- nes que no son renovables y buscar alternativas menos contaminantes y agresivas con el entorno. Sin ir más lejos, hace escasamente dos meses, Jefes de Estado, presidentes de Gobierno y altos responsables de la ONU y de la Comunidad Europea, pre- sidieron en 60 ciudades del mundo el lanzamiento del programa "Cuidar la Tierra. Una estrategia para el futuro de la vida", elaborada por el Fondo Mun- dial para la Naturaleza (WWF), el pro- grama de la ONU para el Medio Am- biente (PNUMA) y la Unión Internacio- nal para la Conservación de la Natura- leza (UICN). Los expertos de estos or- ganismos internacionales han hecho un cálculo aproximado del coste de las 132 acciones específicas de este pro- grama y han Ilegado a la conclusión de que hay en juego un gasto de 1.288 mi- Ilones de dólares. Con todo este movi- miento de capital, resulta claro que hay un fuerte negocio a la vista. -.^ 103 ^^ñŝúewói^^ N° 1

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VERDESROSA PRADAS

- n los umbrales del siglo XXI si,,^,.^; existe un fantasma que recorre. _.

Europa, que moviliza cada vezmás a los habitantes del viejo conti-nente, es el de la conservación delmedio ambiente. Los vientos soplanveloces desde la América desarrolladay envuelven, cada vez con más fuer-za, a los individuos de los países in-dustrial izados.

Los países subdesarrollados, por suparte, reclaman la atención de los go-biernos de naciones más poderosas,pidiendo ayuda para Ilevar a cabo lastransformaciones que necesitan, sinque el progreso suponga un agota-miento de sus recursos no renovables.

Desde hace unos cuantos años, loscientíficos no paran de gritar a los cua-tro vientos que los 5.300 millones habi-tantes del planeta tierra pueden dupli-carse dentro de 50 años y que si no seintroducen criterios medioambientalesen las decisiones políticas nuestromundo está condenado a muerte.

Las cifras que se barajan, en cuan-to al ritmo de destrucción del planeta,son absolutamente escalofriantes:cada año se pierden entre cinco ysiete hectáreas de tierra cultivable,3.000 metros de bosques desaparecencada segundo y aniquilamos de 10 a20 especies animales o vegetales cadadía. Los economistas reconocen que,de un tiempo a esta parte, hasta elaire y el agua son bienes de altocoste, porque se han vuelto escasos.

Un europeo, por ejemplo, suelegastar una media de 250 litros deagua al día, de los que no más decinco litros se emplean para beber ycocinar. EI resto se va por los desa-giies o se utiliza como artículo delujo; mientras que las industrias, másque utilizar el agua, la despilfarran.

Vistas así las cosas, queda claroque vivir es, cada dia mas, contami-nar. La presencia de los humanos enel planeta, los avances tecnológicos,la calidad de vida y el confort supo-nen degradar el medio ambiente.Nadie está dispuesto a perder los pe-queños, o grandes privilegios, que de-

para el mundo "civilizado". Pero sihay mucha gente que hace una apues-ta sincera por la sobriedad y prefiereconsumir en forma moderada los bie-nes que no son renovables y buscaralternativas menos contaminantes yagresivas con el entorno.

Sin ir más lejos, hace escasamentedos meses, Jefes de Estado, presidentesde Gobierno y altos responsables de laONU y de la Comunidad Europea, pre-sidieron en 60 ciudades del mundo ellanzamiento del programa "Cuidar laTierra. Una estrategia para el futuro dela vida", elaborada por el Fondo Mun-dial para la Naturaleza (WWF), el pro-grama de la ONU para el Medio Am-biente (PNUMA) y la Unión Internacio-nal para la Conservación de la Natura-leza (UICN). Los expertos de estos or-ganismos internacionales han hecho uncálculo aproximado del coste de las132 acciones específicas de este pro-grama y han Ilegado a la conclusión deque hay en juego un gasto de 1.288 mi-Ilones de dólares. Con todo este movi-miento de capital, resulta claro que hayun fuerte negocio a la vista. -.^

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n SECRETARIA DE ESTADO PARA lAS

POIITICAS DEL AGUA Y El MEDIO AMBIENTE.

n OBRAS HIDRAULICAS. Planificación Hidrológica.

Racionalización del empleo del agua.

n CALIDAD DEL AGUA. Protección de la

Calidad de las Aguas. Control de

los vertidos. n CONFEDERACIONES

HIDROGRAFICAS. n COSTAS. Determinación

del dominio público marítimo terrestre.

Conservación de sus características

naturales. n POLITICA AMBIENTAL. Análisis

y seguimiento del estado de situación del

ambiente y los recursos naturales.

Evaluación del impacto ambiental.

n INSTITUTO NACIONAL DE M E T E 0 R 0 L 0 C I A.

Análisis, predicción y seguimiento de

los parámetros meteorológicos. Detección y

adopción de planes relacionados con el

clima y sus efectos. n INSTITUTO

GEOGRAFICO NACIONAL. Realización del Mapa

Topográfico Nacional. Elaboración,

mantenimiento y actuación de la

informacibn cartográfica.

SECRETARIR DE ESTRDO PRRA IAS POLITICRS DELAGUA V EL MEDIO ANIBIENTE,

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CONSUMO_ TO^OS QU n EREN SER VER^ES

Este documento, además de de-mostrar el interés creciente por laecología, plantea un cambio en el de-sarrollo y la explotación de los recur-sos del planeta para que pueda seguirviviendo la especie humana. Se hablaen definitiva de "desarrollo sosteni-do", que supone mejorar la calidad dela vida, sin rebasar la capacidad delos ecosistemas para absorber el pro-greso.

Según el catedrático de Ecologíade la Universidad Complutense, Fran-cisco Diaz Pineda, " lo que han dadoen Ilamar desarrollo en los paísesricos no es más que un espejismo ". Yaún va mas allá cuando afirma: "Pa-gamos un alto coste para unos benéfi-cios económicos muy pobres".

Salvar la Tierra es evidentementeun problema político y económico,pero no es solo eso. Los individuostambién tienen que aportar su granitode arena y, por este motivo, el senti-miento ecologísta, en este momento,

se extiende como una mancha deaceite en aquellos lugares donde la

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calidad de vida es una exigencia coti-diana.

Tanto es así, que en las bases de lacitada estrategia "Cuidar la Tierra",además de pedir a los responsablespolíticos que forjen una alianza mun-dial para la adopción de medidas ten-dentes a conservar la naturaleza y elmedio ambiente, forjando una alianzamundial, se promueve la modificaciónde las actitudes y prácticas persona-les, para lograr una vida sostenible.

EI mismo Rey Juan Carlos, en lapresentación en España de este docu-mento, proponía a los ciudadanos "laadopción de un estilo de vida y unaspautas de desarrollo que respeten loslímites de la naturaleza".

Todo el mundo está de acuerdo:hay que vivir de otra manera. Hayque introducir una mayor concienciaecológica en las actitudes diarias.Quién no ha oído hablar de la agri-cultura ecológica, el turismo verde, elpapel reciclado, la gasolina sin

plomo, los aerosoles sin CFC, los de-tergentes sin fosfatos y el plástico bio-

degradable. La protección del medioambiente forma parte de la oferta enlas sociedades de consumo. Comprary consumir productos que sean respe-tuosos con la capa de ozono o que nocontribuyan a la deforestación de losbosques se ha convertido en un toquede distinción. Es la apuesta por un fu-turo mejor.

Pero no es oro todo lo que reluce.La ecología es también un reclamopublicitario que da lugar, en algunoscasos, a abusos por parte de los ven-dedores, una vez constatado queponer en el etiquetado algo relaciona-do con el medio ambiente dispara lasventas. Aquí la ley y la trampa estáníntimamente ligadas y hay gente quepor vender, ya sea imagen o productode consumo, es capaz de incorporarcualquier calificativo que ronde loecológico, sobre todo si tenemos encuenta que la frontera entre lo conser-vacionista y lo nocivo no está biendefinida por la legislación.

EL DISEÑO ECOLOGICOEI sector de envasadores ha sido unode los primeros en darse cuenta delmercado que se abre. Ya saben que siquieren vender mejor un producto, elnuevo reclamo es el del "papel reci-clable" o el del "material biodegrada-ble" y estas nuevas materias se lasofrecen a sus clientes.

Según las nuevas técnicas de dise-ño industrial y gráfico que se utilizanen el sector de envasado y embalaje,la protección del medio ambiente esuna baza de gran importancia paraconvencer al consumidor a la hora decomprar un producto. Los expertosconsideran que en cinco segundos elposible comprador elige entre unamarca u otra según la percepción óp-tica y emocional que reciba.

Este sector ya está hablando de re-ciclaje e investigación para la utiliza-ción de materiales menos nocivos,como garantía de oferta más competi-tiva en el mercado. Los plásticos nobiodegradables y los metales son cla-ramente descartables en esta nuevapolítica de ventas. Sin embargo, el vi-drio, el cartón, el papel no blanquea-

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do y determinados complejos de la fa-milia de los "tetra pack" son estupen-dos materiales porque son reciclables.

Este tipo de industrias, que se en-contraban en el punto de mira de losecologistas por la cantidad de basurasy residuos sólidos urbanos e industria-les que generaban, ya está buscandoalternativas. Alemania, Suiza, Austria,Dinamarca y Suecia han iniciado unafructuosa labor legislativa, limitando 0incluso prohibiendo el uso de deter-minados plásticos. Empresas punteras,con elevado consumo de envases parasus productos, están en pleno procesode sustitución de ciertos materialespor otros más ecológicos.

Puede casi considerarse un hechohistórico que la mismísima Coca-Colaen Estados Unidos haya comenzado aretirar el envase de las famosas bote-Ilas PET de plástico prácticamente in-destructible y que Procter and Gamblehaya apostado por pequeñas bolsas,para sustituir los grandes envases deproductos de limpieza y por los com-plejos de resinas para sus tambores dedetergente, que antes eran de plástico.

Un poco más cerca, EI Corte Inglésha cambiado las bolsas de plástico tra-dicionales por otras de papel que sedestruyen fácilmente. También en elPaís Vasco se está montando una em-presa para la fabricación de bolsas deplástico biodegradable que pueda surtira esta Comunidad Autónoma.

La preocupación por el entorno vaa constituir el caballo de batalla deldiseño de envases en los próximoaños. Leyes cada vez más restrictivasvan a obligar a los productores ahacer cambios profundos en sus líneasde envasado. EI sello de "productoecológico" pasará a ser un valor aña-dido, lo que supone una invasión delverde en los lineales de los puntos fi-nales de distribución.

Varios países ya han comenzado atrabajar para ayudar al consumidor aelegir, si es que quiere poner unaguinda verde en su vida. Los respon-sables de medio ambiente de los paí-ses industrializados también están ha-ciendo su propia guerra frente a lasindustrias que contaminan. Y las em-

presas de servicios, que han detectadoun buen mercado a la vista, se hanpuesto en marcha para ofrecer aseso-ramiento y búsqueda de financiacióna todo el que quiera que su negociosea respetuoso con la naturaleza, sindejar de tener ganancias, o inclusoaumentando la rentabilidad.

A este carro se quieren subirtodos, unos por convicción, otros pormala conciencia y algunos por noquedarse al margen del gran mercadoecológico que se avecina.

La gran feria de la ecología está enmarcha. Las empresas se reconvierten,los agricultores ofrecen productos queno utilizan sustancias químicas, las in-dustrias de transformación alimentariaquitan los conservantes para vendermás, las papeleras incorporan a suproducción la utilización de papelusado, los operadores turísticos ofre-cen a los futuros viajeros el parajemejor conservado y lo que aún es másinteresante, se crean nuevas empresascon el único y loable objetivo de ayu-dar a todos ellos a conservar el medioambiente.

EI negocio, que ya está montadoen otros países, está Ilegando a Espa-ña y trae bajo el brazo más puestos detrabajo. Según cálculos de un estudioencargado por la Secretaría de Estadode Medio Ambiente, por cada ochomillones de pesetas en inversión me-dioambiental para eliminar residuossolidos se va a crear un nuevo puestode trabajo directo. EI empleo que sepuede originar en el sector servicioses bastante superior y de momento noestá ni calculado.

Si a los fabricantes de palillos demadera para comer arroz, les hubie-ran dicho hace unos años que nadieen Estados Unidos iba a querer utili-zar su producto en los restauranteschinos, no se lo hubieran creído. Unacampaña de concienciación ciudada-na dio al traste con tan importante ne-gocio, que tiempo atrás resultaba muyrentable debido al gusto por lo exóti-co de los consumidores americanos.Desde que se enteraron que la maderade estos típicos e inofensivos palillosestaba acabando con los bosques en

Indonesia, nadie quiere usarlos. Poreste motivo y para no quedarse sinclientela, los dueños de los restauran-tes ya han ofrecido una alternativa:palillos de plástico biodegrable. Unanueva industria ha nacido.

Esta pequeña historia no es másque un botón de muestra, pero ya sa-bemos por donde van los tiros. Novale decir que es un caso extremo, oque los americanos son muy excéntri-cos. La sensibilización hacia estosproblemas crece como la espuma ysobre todo en los sectores culturalesmedios y altos, lo que significa quepor una lógica reacción en cadena, lasociedad se va impregnando de estefuerte olor a naturaleza viva. La cali-dad de vida está asociada a la protec-ción del medio ambiente.

Una vez aquí, es necesario entrarde Ileno en la oferta de productosecológicos que cualquier individuopuede comprar en unos grandes alma-cenes, en un hipermercado o en latienda de la esquina. Pero icuidado!no le vayan a dar gato por liebre.

AGRICULTURA ECOLOGICACada vez resulta más fácil encontrar,principalmente en las grandes superfi-cies, productos agrícolas que no utili-zan sustancias químicas. La gente pre-fiere comer un tomate que no haya cre-cido con reguladores artificiales y uncerdo que para su engorde no haya te-nido piensos con aditivos. La agricultu-ra ecológica no persigue aumentar losrendimientos, lo que busca es que lasproducciones sean compatibles con laestabilidad del ecosistema que está im-plicado en el proceso. AI mismo tiem-po, esta agricultura ofrece a los consu-midores alimentos de calidad.

Se ha estimado que existen aproxi-madamente 63.000 sustancias quími-cas que son de utilización normal entodo el mundo, a las que habría queañadir cada año de 200 a 1.000 nue-vos productos sintéticos que se ponenen el mercado. Teniendo en cuentalos efectos de estos productos sobre elmedio y la salud de los seres vivos, laagricultura ecológica no permite lautilización de herbicidas y plaguicidas

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químicos, los abonos minerales desíntesis, los aditivos químicos y el usode hormonas.

Los defensores de este tipo de pro-ducciones aseguran que las plagas enuna planta se deben, en la mayoría delos casos, a un desequilibrio nutricio-nal o ambiental. Como consecuenciade los cambios de equilibrio que sehan ido realizando para que el hom-bre se asegurarase los alimentos bási-cos, tuvieron que crearse los controlesfitosanitarios. Pues bien, los nuevosagricultores, retornan a los métodosde sus ancestros y consideran que unafertilización equilibrada es una fuentede garantía para que se reduzcan losproblemas de enfermedades en lasplantas e incluso para que a la largadesaparezcan.

En la agricultura ecológica no seutiliza ningún herbicida de síntesis.La lucha contra las malas hierbas seIleva a cabo por métodos preventivos,mejorando la actividad biológica delsuelo, haciendo rotaciones equilibra-das y organizando el laboreo superfi-cial en su tiempo exacto, entre otrascosas. También se trabaja con los Ila-mados sistemas de escarda y los mé-todos térmicos.

En el caso de ataques de parásitosse recurre a medidas de (ucha de es-casa o nula toxicidad para el hombrey el entorno natural. EI control bioló-gico a través de insecticidas vegetaleso la destrucción de parásitos pormedio de sus enemigos naturales esuna inversión a largo plazo.

EI resultado de todo esto es quequien cuida el suelo y obtiene pro-ductos agroalimentarios de forma na-tural y con un respeto total por el me-dioambiente está en condiciones deofrecer productos con un nivel de ca-lidad que no puede exigirse a la agri-cultura convencional. Es evidente quehay una correspondencia inseparableentre la salud del suelo y de los culti-vos que en él crecen y la de los ani-males y personas que consumen estoscultivos.

Estos alimentos conservan un per-fecto equilibrio entre sus constituyen-tes minerales y orgánicos y, además,

están desprovistos de sustancias noci-vas, naturales o artificiales, introduci-das por las materias primas o por losprocesos de elaboración.

Los animales, dentro de los siste-mas agrícolas ecológicos, tienen unpapel de vital importancia no soloporque aprovechan a menudo laszonas que no son cultivables, sinoporque producen estiércol y cierran elciclo de nutrientes. Es una gran ayudapara la diversificación del sistemaproductivo.

España fue el primer país de la Co-munidad Europea que puso en el mer-cado productos etiquetados con la de-nominación "agricultura ecológica",en línea con la política de calidad delMinisterio de Agricultura, Pesca y Ali-mentación. Con este motivo se creoun Consejo Regulador para esta De-nominación Genérica.

En 1990, el Consejo de Ministrosde la CEE aprobó un Reglamento quecontrola este tipo de producciones, envista de la experiencia española y dela existencia de una gran demandapor parte de los consumidores euro-peos. Esta reglamentación regula laproducción, elaboración y comerciali-zación de los productos agroalimenta-rios ecológicos, incluyendo un etique-tado común, que debe ser añadido alcorrespondiente de cada país y quepermite a los posibles compradoresreconocer esta oferta de calidad.

En nuestro país existe un registroespecial de fincas y otro de industriasque son las únicas capacitadas parautilizar las denominaciones "ecológi-co", "biológico", "orgánico", "biodi-námico" o "biólogo-dinámico". AIcomprar, que no le engañen, si quiereun producto elaborado con garantíashay que buscar el logotipo del Conse-jo Regulador de Agricultura Ecológica(CRAE).

Las estimaciones existentes en laactualidad cifran en unas 5.000 hectá-reas la superficie de cultivo destinadaen España a este tipo de produccio-nes, con una oferta que incluye casiseis millones de kilos de fruta, unos 3millones de kilos de cítricos, alrede-dor de 200.000 litros de aceite de

oliva y aproximadamente dos millo-nes de kilos de cereales.

En producciones ganaderas, laoferta en el mercado incluye unas145.000 docenas de huevos al año,12.000 kilos de carne de pollo, másde un millón de litros de leche devaca y 20.000 kilos de miel, entreotras producciones.

No hay que olvidar que el materialde base que tiene nuestro país paraafrontar el reto de los productos bio-lógicos es de gran valía. De entrada,España cuenta con las posibilidadesque ofrecen las amplias zonas tradi-cionales de agricultura extensiva, asícomo el material genético existenteen razas autóctonas, entre las que seincluyen 17 razas vacunas, 18 ovinasy 10 caprinas. Además, somos ricosen variedades vegetales, perfectamen-te adaptadas al medio natural y quecon un aprovechamiento racionalpueden dar lugar a un negocio flore-ciente y desde luego muy sano.

Durante los últimos años avispa-dos y convencidos de la agriculturaecológica se han la.nzado a un merca-do en expansión, creando nuevas em-presas especializadas, tanto para aten-der la demanda nacional como la quenos viene de fuera. EI valor anual delas exportaciones supera los 350 mi-Ilones de pesetas.

BUENOS PARA LA SALUDLos defensores a ultranza de este tipode agricultura y ganadería consideranque las ventajas ya apuntadas -protec-ción del medio ambiente, saludablespara el productor y el consumidor ycalidad comprobada- son un buen pa-saporte para poder arrasar en los mer-cados de los países desarrollados. Sinembargo, existe algún inconvenienteque hay que destacar, empezando porel precio. AI ser productos de elabora-ción más cuidada, los costes son ma-yores y esto repercute en la bolsa dela compra. Su elaboración requieremás mano de obra y de este modo,aunque se puede considerar buenopara reducir los niveles de desempleo,se produce un encarecimiento delproducto.

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Pero uno de los factores funda-mentales para que estos alimentos nose asienten definitivamente en elmercado es el aspecto menos atracti-vo que los productos encuadradosdentro de la agriculturaecológica ofrecen a loscompradores. Si en un su-permercado se observauna caja de manzanastodas iguales, al punto deparecer clónicas, seguroque no son ecológicas.Estarán correctamentenormalizadas en calibre ycategoría, pero no estánproducidas sin productosquímicos. Las frutas eco-lógicas son una pequeñaobra de artesanía y por lotanto cada una de ellasno suele parecerse a nin-guna otra.

Como ya hemosdicho, el gran escollo quetienen que superar los ali-mentos ecológicos es eldel precio. La calidadestá asegurada, pero a unprecio algo superior queel de los productos con-vencionales. Cuando elcomprador se acerca alsupermercado se puedeencontrar con que unadocena de huevos "nor-males" cuesta 220 pesetas, pero silos quiere ecológicos tiene que pagaraproximadamente 260 pesetas. Otroejemplo, los aguacates recogidos enlas explotaciones ecológicas puedentener un precio de 180 pesetas porkilo, mientras que en plantación con-vencional su precio está en unas 130pesetas.

Los consumidores europeos yaestán acostumbrados, no les importapagar un 15 o un 20 por ciento mássi se trata de alimentos biológicoscon garantía, como serían en Españalos que controla el Consejo Regula-dor, pero en nuestro país, las cosasestán un poco más complicadas. Porun lado, la sensibilización en lo quese refiere a la alimentación ecológica

aún no está suficientemente avanza-da. Parece que la gente se preocupamás de las bolsas o los aerosoles ymenos de la comida. Por otro lado,los cauces de distribución aún no

están suficientemente asentados. Laintroducción de estos productos porlos canales abiertos para los capri-chos de los exquisitos es tan solo unprimer paso, ahora tienen que distri-buirse en los mercados y las grandessuperficies, resaltando su calidad su-perior, pero no quedándose en las vi-trinas de los "delicatessen".

Hace unos meses se celebró enMadrid una feria dedicada a las alter-nativas ecológicas en la que se podíaencontrar todo tipo de productos dealimentación que deberían acceder alos cauces convencionales de distri-bución, si no quieren quedarse en lamarginalidad.

"Biocultura 91 ", que es la feria ala que hacíamos mención, es una es-

pecie de popurrí donde se mezclanlos distribuidores para España de pro-ductos biológicos elaborados fuerade nuestras fronteras, las organiza-ciones ecologistas y los artesanos

más diversos que man-tienen una organizacióninterna semejante a lascomunas de los años se-senta. En sus stands igualse puede comprar unpan integral hecho porartesanos a la maneratradicional, como un ge-nerador de iones negati-vos, que se supone querestablecen el equilibrioeléctrico de las partícu-las suspendidas en elaire. Pero control, lo quese dice control de todolo que allí se expone, nopacere que haya mucho.No se sabe muy bien porqué es más ecológico unsofá de los que allí sevenden que otro de cual-quier tienda de muebles,o por qué agrede menosel medio ambiente la bi-suteria que se expone eneste lugar que la que sepude comprar en el Ras-tro madrileño cada do-mingo.

ETIQUETASVERDES PARA TODOEn el aspecto alimentario, las cosasestán bastante claras, existe regula-ción española y comunitaria sobre eltema y hay un marchamo de calidadque puede ser comprobado por loconsumidores. En el caso de otro tipode productos, cualquier desaprensivopuede autoimponerse el sello ecológi-co y el vacío normativo no va a im-pedir que lo haga.

A mediados del pasado mes de oc-tubre se celebró en Madrid la reuniónanual de la Organización Internacio-nal de Normalización (ISO) que termi-nó sin acuerdos concretos para definirlas características que calificaráncomo ecológicos a varios productos.

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Este organismo agrupa a 90 países yse dedica a promover el desarrollo dereglas estándar en productos y servi-cios, relacionadas fundamentalmentecon la calidad. Hasta ahora sólo sehan articulado normas sobre algunosaspectos parciales y sus trabajos seconcentran en tres productos: papel,pilas y detergentes.

Pero es tan complejo decir que esmás o menos agresivo con el medioambiente, que los técnicos andan alborde de la locura. En estos momen-tos proliferan las etiquetas que presu-men de verdes como reclamo publici-tario, sin que estén técnicamente ava-lados por criterios científicamentecomprobados.

Cualquier normativa sobre estetema tiene necesariamente que abar-car todo tipo de fases de la produc-ción de un producto, desde la obten-ción de materia prima hasta los resi-duos que genera. A ver quién defineque es más ecológico, si utilizar papelreciclado o papel normal blanqueado.La contestación parece sencilla perono es tan fácil. De entrada todo elmundo piensa que si se talán menos

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árboles, pues es evidentementemucho mejor, la opción es el papel re-ciclado. Pero, para recliclar papel elconsumo de energía y de agua es tanelevado que a veces la elección no estan sencilla. A partir de un cierto tantopor ciento de mezcla entre pasta reci-clada y pasta virgen, el aumentar lascantidades de papel usado ya no esconveniente, entre otras cosas porquese emite tal cantidad de azufre, que noscargamos el aire que respiramos.

Algunos países ya han comenzadoa trabajar por su cuenta y riesgo. Sue-cia es, de momento, el más avanzadoen la normalización y certificación deproductos verdes. Alemania tambiéncuenta desde hace una década con elIlamado "Blau Engel", etiqueta ecológi-ca que concede un organismo indepen-diente y que sirve para avalar artículosde consumo que no son agresivos conel medio ambiente. EI criterio para laconcesión de estos "ángeles azules" esun tanto flexible, no está basado entodo el proceso productivo, sino quehasta el momento han actuado con unacierta manga ancha y se han otorgadolos distintivos a productos que tengan

sER VERGEs

algo ecológico en su fabricación. Unabicicleta puede conseguir el sello verdealemán por estar pintada con pinturaecológica, pero no se cuestiona la alea-ción metálica de las barras, ni el mate-rial de las ruedas.

También los británicos han hechosus pinitos en este terreno. Las grandescadenas de hipermercados han puesto lacalificación verde a algunos productosaunque más parece un condicionamien-to de marketing que una rigurosa deter-minación científica. En julio de 1989 elnúmero de productos que habían conse-guido el ángel azul era de 3.100 y abar-caban 57 grupos diferentes.

Otros países comunitarios comoDinamarca, Francia, Irlanda y los Paí-ses Bajos también se han planteadohacer un etiquetado específico. Anteesta avalancha de posibles etiquetas ypara que no existan diferentes crite-rios y logotipos ante la existencia delmuy cercano mercado único, la Co-munidad Europea está trabajando du-ramente sobre este asunto y la prime-ra dificultad con la que se ha encon-trado es la de decidir quién va a tenerfacultades para dar el futuro distintivoverde. Las opiniones de la mayoría sedecantan por una Comisión creada alefecto con un equipo técnico interdis-ciplinar que actue en cada país, paradar este marchamo de calidad a losproductos del club de los Doce.

Tras varias discusiones, los comu-nitarios organizaron varios grupos detrabajo, para ver como se podrían de-limitar las condiciones generales paraconceder el ecotiquetado. Debido a laextrema complejidad para crear crite-rios comunes con objetividad y apoyocientífico, estos grupos de trabajo sehan encargado por separado de cincoproductos diferentes y en algunoscasos ya han presentado sus conclu-siones que a título indicativo puedenir aclarando el embrollado panorama.

Bajo la dirección del Reino Unido,se sentaron a puerta cerrada los encar-gados de poner condiciones ecológicasa un electrodoméstico de uso habitualen todas las casas de los países desarro-Ilados: la lavadora. Se comprobarontodos y cada uno de los componentes

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de estos aparatos tan cotidianos, desdela dinámica de los bombos, al gasto deenergía y agua. Y la tremenda conclu-sión a la que han Ilegado, observandoel proceso global de producción, esque en el mercado tan solo hay un mo-delo de una marca, alemana por másseñas, que podría reunir las condicio-nes suficientemente óptimas para con-seguir la etiqueta ecológica. Los demásmodelos del resto de fabricantes no danla talla.

Hay quien opina que han sido de-masiado rígidos a la hora de poner exi-gencias, pero los ecologístas puros con-sideran que aún les ha quedado unaparte del problema sin resolver. No sesabe que hacer con los aparatos que yano se utilizan, ya sea porque están es-tropeados o porque se retiran de uso.Ese enorme montón de basura chatarra,puede perdurar, ya que nadie quiere re-ciclar piezas, ni reutilizar mecanismos.

Otra de las comisiones que ya sehan constituido ha sido la dedicada alpapel. En este caso ha sido Dinamar-ca el país coordinador de los trabajosy los expertos lo primero que tuvieronque hacer es delimitar que solo iban ahablar de papel tissu, prensa y de fo-tocopias, ya que el proceso de fabri-cación, los colorantes y las materiasprimas podían tener una cierta simili-tud. Y continúan trabajando.

También se crearon grupos parapinturas y embalajes y es posible, quepróximamente y bajo coordinaciónespañola se organice otra comisiónpara debatir el futuro de las pilas.

Por último, se organizaron unaserie de reuniones para tratar el tancontrovertido tema de los detergentes.En este punto, todos los países coinci-dían en señalar que la utilización defosfatos es nefasta para las aguas quese vierten en los ríos y mares, porquese produce un fenómeno denominadoeutrofización en los fondos por el quese abonan las tierras y la vegetaciónacuática experimenta un crecimientoinusitado, produciendo una tremendafalta de oxígeno que Ileva a la asfixiaa la fauna piscícola y terminan cegan-do los cauces de los ríos y los panta-nos. Los franceses pusieron sobre la

mesa la gran incógnita que ellosmismo no han resuelto: es verdad quelos fosfatos son nocivos, pero z sepuede declarar ecológico un deter-gente por no Ilevarlos?, y el resto decomponentes químicos de limpieza yblanqueo que utilizan z son inocuos?.Nadie lo sabe a ciencia cierta.

Porque además de fosfatos, los de-tergentes también incluyen otros com-ponentes que pueden ser nocivoscomo endurecedores, tensoactivos,blanqueadores y enzimas. En el casode los endurecedores, hay que desta-car los del tipo NTA, que una vez in-corporados a las aguas residuales libe-ran metales pesados. Los blanqueado-res como el perborato producen enlas aguas residuales contaminaciónpor boro y luego están los suavizan-tes, que disminuyen la fertilidad de lastierras de cultivo.

ECOTIQUETADOCOMUNITARIOCon todos estos datos, la ComisiónEuropea anunció al Consejo de Minis-tros de Medio Ambiente y al Parla-mento que estaba dispuesta a realizarun Reglamento para concesión de eti-quetas ecológicas para poder dar so-luciones concretas a los consumidorescomunitarios que están preocupadospor los problemas medioambientales,integrando este ecotiquetado en unplan de información global. Y tenien-do en cuenta la tecnología más avan-zada, se han puesto manos a la obra yya se han redactado varios borradoresde Reglamento.

Los objetivos principales de esteplan de ecotiquetado son estimular alas empresas para que fabriquen pro-ductos menos dañinos y proporcionarinformación al consumidor. La con-cesión de la etiqueta verde europeaserá una señal inequívoca de quedicho producto es de gran calidaddesde el punto de vista medioam-biental. Por lo tanto, los legisladoresesperan que los consumidores prefie-ran productos verdes con garantía ylos fabricantes se apunten a este planvoluntario que daría prestigio a susproductos de consumo. Con este

planteamiento para todo el territoriocomunitario se evitará la confusiónque puede crear el que exista un nú-mero excesivo de planes nacionales yla normalización de criterios para latoma de decisiones. 5u aplicaciónserá de forma simultánea en todos losestados miembros.

En el futuro Reglamento está pre-visto no incluir algunos grupos especí-ficos de productos como son los ali-menticios o los farmacéuticas, porqueya tienen una legislación propia. Losmerecedores de este distintivo, ade-más de tener las cualidades medioam-bientales que marque su propia nor-mativa, tendrán que cumplir escrupu-losamente las normas sanitarias y lasempresas tendrán que estar con elajuste perfecto a la legislación comu-nitaria en vigor para la conservaciónde la naturaleza y el respeto por elmedio ambiente.

Este plan de etiquetado va a teneren cuenta las propiedades de los pro-ductos en todas sus fases, tanto duran-te la producción, como en la utiliza-ción y eliminación, de este modo sequiere garantizar la credibilidad deeste distintivo para que consiga en elmenor tiempo posible un elevadovalor comercial.

Con este Reglamento en la manocualquier fabricante podrá solicitar laetiqueta verde aportando la documen-tación correspondiente y dejando elcontrol para los expertos comunita-rios. Las organizaciones ecologístas yde consumidores van a participar deforma activa en los consejos asesores,de tal manera que nadie que puedaestar interesado en esta materia sequede al margen.

En el momento en que el Regla-mento entre en vigor, los consumidoresy también los industriales estaremos deenhorabuena. AI fin, tendremos en loscomercios un criterio fiable para poderIlevar a nuestras casas todo tipo dechismes que sean inocuos para la saluddel planeta. De momento, el logotipoya está diseñado es un sol con unas es-trellas y según los técnicos estará pues-to en lugar visible para que los compra-dores no se confundan.

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EL PLACERDEL TURISMO RURALEI sector turístico, en plena crisis,también ha decido hacerse ecoló-gico. Dentro del Plan de Competi-tividad y Modernización del Turis-mo en España se han dado dos cri-terios básicos para el resurgimientode este sector. EI primero es el dela oferta de calidad y mejor servi-cio a los usuarios y el segundo queel cuidado y la conservación de loshabitats y el respeto por el entornoes la mejor manera de atraer a losturistas.

EI turismo rural es una nociónmuy amplia que abarca desde la clá-sica convivencia con una familia enuna casa rural, hasta la organizaciónde actividades relacionadas por eldeporte en contacto con la naturale-za. Agencias de viajes con carácter"alternativo" ha^ sacado al mercadoofertas que además de ser más ase-quibles al bolsillo de los viajeros,potencian el carácter aventurero delos que son más arriesgados o de losque quieren desconectar totalmentecon el confort de las ciudades. Laidea ha tenido éxito y en este mo-mento se puede viajar como un tro-tamundos a cualquier parte con mo-chila y todoterreno.

En los países desarrollados se haconfigurado una alternativa para losamantes de la soledad y el aire puro.Visitar zonas protegidas a caballo,bajar gargantas de río en pequeñasbarcas a remo, vivir en caseríos enplena montaña y hacer cursillos denavegación a vela viviendo a las ori-Ilas del mar en barracones a vecesno muy bien acondicionados está yaa la orden del día. Se diseñan rutasturísticas singulares y atractivas paraobservación y conocimiento de losanimales y las plantas autóctonasque tienen gran aceptación entre loshabitantes de las grandes ciudades.

En España, varias ComunidadesAutónomas han puesto en marcha al-ternativas al turismo convencional.Casas de labranza para alquilar ocompartir y edificios rurales restaura-dos son la nueva oferta que el País

Vasco, Andalucia, Madrid y Asturiasentre otras, ponen a disposición delos que quieren conocer en profundi-dad la naturaleza de nuestro país.

Independientemente de otro tipode ayudas, la antigua Secretaria Gene-ral de Turismo, durante los años 1984y 85 concedió casi 100 millones depesetas a fondo perdido para proyec-tos que pretendían lanzar una ofertaturística diferente insertada en elmedio rural que además de plantearalojamiento turístico, incluyera pro-gramas de animación relacionadoscon las costumbres, tradiciones y en-torno natural de la zona.

En definitiva, este turismo puedeconseguir el relanzamiento de la eco-nomía de zonas deprimidas, la salva-guarda de su patrimonio cultural y eco-lógico a la vez que es una maravillosaoportunidad para conocer los sitios másrecónditos de nuestro país.

Las grandes aberraciones urbanís-ticas en zonas de turismo agresivo yano tienen futuro. En la mente detodos esta el famoso proyecto "CostaDoñana" que pretendía Ilenar dechales una zona cercana al ParqueNacional de Doñana. Gracias a la

movilización de diferentes sectores ya la decisión de las Administracionesestá paralizado. Los Parques Nacio-nales son un patrimonio insustituibley solo la práctica de un turismo"blando" puede no condicionar laconservación de estas islas de natura-leza en buenas condiciones.

MAS Y MAS VERDESMuchos más sectores se incorporan aesta tendencia ecológica porquesaben que así apunta el futuro paravender y también para vivir en unmundo mejor. Sin ir más lejos, en loscatálogos de las grandes fabricas depapel ya se puede encontrar papel re-ciclado. Las industrias del automóvilajustan sus modelos para que utilicengasolina sin plomo e incluso ponenen el mercado coches con motoresque no contaminan.

Los departamentos de investiga-ción y desarrollo de estas industriasestán volcados en buscar sistemaspropulsores no contaminantes, ya quela mayoría de los países europeos cas-tiga severamente las emanaciones degases contaminantes.

Los tres agentes que se consideran

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más nocivos son el monóxido de car-bono, el óxido de nitrógeno y los hidro-carburos, todos ellos expulsados conlos gases por los tubos de escape de losvehículos. EI primer elemento que salióal mercado fue el catalizador y termi-nará siendo de uso obligatorio en casitodo el mundo. Este aparatillo, permiteobtener a partir de 300 grados la com-bustión de óxido de nitrógeno, siempreque el funcionamiento se haga con unarelación precisa de aire y gasolina.

Pero la solución más correcta paraeliminar elementos contaminantes es elmotor eléctrico, que no desprende nin-guna impureza. Un grupo de fabrican-tes ha diseñado un plan muy ambiciosopara realizar un proyecto de un auto-móvil eléctrico que más pronto o mástarde terminará en el mercado. EI asun-

to aún s encuentra con algunas limita-ciones. La más importante es la de labatería que deben utilizar estos vehícu-los. La ideal debería ser poderosa parapoder acelerar, energética para tenerautonomía y de vida prolongada. Nohay todavía ninguna que tenga todaslas cualidades, pero las investigacionessiguen su curso.

En España ha salido a la luz públicaun invento ingenioso que pude dar di-nero y conseguir ofrecer un servicio pú-blico. Llamando a un número de teléfo-no se obtiene información gratuitasobre ecología y empresas que fabricanobjetos que sean respetuosos con elmedio ambiente. Se Ilama el teléfonoverde y funciona desde el mes de octu-bre. Se pude pedir información sobrevacaciones verdes, sobre las especies

en peligro de extinción o sobre los fa-bricantes de paneles de energía solar.

Los Ministros de Medio Ambientede la CE intentan Ilegar a un acuerdosobre el denominado "impuesto ecoló-gico" que debería ser pagado por la uti-lización de calefacción, gasóleo ytransporte. También deberán pagar losque contribuyan a aumentar el efectoinvernadero con sus emisiones de C02en la atmósfera.

EI mensaje es muy sencillo. EI quecontamina, paga. Y así están las cosas. Laecología es un valor en alza y se asientaen nuestras vidas como una tendencia decalidad que beneficia a todos los seresvivos y sobre todo a los humanos.

ROSA PRADASEs periodista, experta en ecologia

y medio ambiente.

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La destrucción del planeta sigue su curso y atodos nos resulta muy fácil echar la culpa a lasgrandes multinacionales, a los políticos y alsistema de vida. Sin quitar responsabilidadesa los que controlan el poder político y econó-mico, a los que quieren ganar tlinero a costade cualquier cosa, hay muchas personas quepiensan que les falta información para cambiarsu estilo de vida y dar su pequeña aportacióna la conservación de la Tierra. Aunque no loqueramos reconocer el tlerroche perjutlica anuestro entorno y cada acción que realizamospuede afectar en forma negativa o positiva almedio ambiente.

Destle estas páginas y con un poco desentido común, vamos a intentar dar algunosconsejos que con un marcado carácter prácti-co sinran para que el ciudadano medio no seencoja de hombros ante la pregunta y usted ^qué puede hacer para ayutlar a proteger elplaneta?.

EI que siga esta guía, a través de accio-nes cotidianas contaminará mucho menos. Nose esconda tras la ignorancia, ayude un pocoy seguro que se siente íntimamente recom-pensado y satisfecho. Hay que actuar y pensarde manera ecológica.

CON EL AGUA NO SE JUEGAEI agua es un bien escaso. Como ya hemosvisto, mientras que el 80 por ciento del aguaque se utiliza en los países desarrollatlos espara cosas tan accesorias como regar , másde dos mil millones de personas no tienenagua potable. Atlemás las aguas domésticasde los países ricos corren Ilenas de elementoscontaminantes. Hace años los jabones erande grasa animal y vegetal, pero ahora la ma-yoría tienen componentes químicos.

Lo primero que hay que hacer es no tles-pilfarrar el agua: duchas rápidas, no dejar elgrifo correr a lo tonto, cuidar esa gota quesiempre se escapa por tener mal ajustadas lasjuntas, no tirar de la cadena de la cisterna sinmotivo justificado, no lavar el coche cada se-mana y mil cosas más que solo sentándose apensar se nos pueden ocurrir.

En el tema de la contaminanción es prefe-rible usar pastillas de jabón tle las de totla lavida, que los nuevos detergentes, mas sofisti-cados. No hay que abusar de la lejía, porquerompe el equilibrio bacteriano de las aguas re-siduales. Hay líneas de productos limpiadoresespecialmente respetuosos con la naturaleza,búsquelos en las droguerías y en los hipermer-cados.

Los aceites y pinturas al tirarse por los tle-sagiies forman una película que impitle el na-

CIUDADANO VERDE

tural intercambio de gases y así se corta lavitla de los microorganismos. La pasión por lalimpieza puede ser muy perjudicial bajo estepunto de vista. Piénselo bien antes de comprarun superlimpiador, no solo su dinero está enjuego.

EL COSTE DE LA ENERGIATodos podemos pensar que sale muy caro elrecibo de la luz o que la gasolina está por lasnubes. Pero por qué no pensamos en el costeatlicional: las centrales térmicas producen Ilu-via ácida, los reactores nucleares puedentener fugas radioactivas y los combustibles fó-siles como el carbón y el petróleo son la causaprincipal tlel calentamiento de la atmósferapor el efecto invernadero.

Ahorrar energía no es bueno solo paranuestros bolsillos, sino también para nuestrasvidas. La mitad de la energía se va por las ren-dijas de las casas, evidentemente hay que ta-parlas. Hay aparatos domésticos eléctricos quepuetlen ser sustituitlos por los manuales sindemasiatlo esfuerzo. No deje las luces encen-didas sin necesidad y no tenga la calefacción atope, porque a veces le obliga a abrir las venta-nas con la consiguiente pertlida de energía.

Hay electrotlomésticos que ya vienen con

indicaciones para consumir menos energía. Silos coches más "limpios" aún no han salido almercado, al menos podemos usar la gasolinasin plomo, algo es algo.

Y un montón de cosillas más: si pone al-fombras se escapa menos el calor, si se usaolla a presión se gasta menos energía al coci-nar, si se pone la lavadora con agua fría seconsume menos electricidad. ^a qué es muyfácil? Solo un poco de orden y otro poco de in-terés pueden terminar haciendo milagros.

SEPARAR LOS RESIDUOSHay superabundancia y lo que molesta, sequeda viejo o pasa de moda, se tira. Seríamejor arreglarlo. Pero si hay que tirar cosas,por lo menos que sea en su sitio, porque cadavez está más claro que la basura tambiéntiene sus categorías.

AI comprar es preferible no coger botellasde un solo uso o envases de plástico y metáli-co que no son reciclables. Es mejor bajar almercado con una bolsa propia a ir acumulan-do las de plástico que luego no van a ser bio-degradables y así el suma y sigue.

Se protlucen todos los días cuatro millonesde toneladas tle residuos sólitlos. En Españase generan aproximadamente un kilo por per-

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sona. Hay que restñngir el consumo de enva-ses y a la vez reutilizar cosas que con un pocode interés pueden seguir siendo útiles. Las es-tadísticas advierten que la mitad de los resi-duos de las grandes ciudades tienen su origenen el empaquetado de los productos y el reci-claje es muy caro. Las cifras que se barajanson de más de mil pesetas por cada toneladade basura.

Un asunto curioso ha sido el de los aero-soles. De un tiempo a esta parte, han desapa-recido los que utilizan CFC debido a la presiónde los científicos y de los consumidores. En1988, más del 35 por ciento de los 200 millo-nes de aerosoles fabricados en España usa-ban clorofluorocarburos como propelente.Para finales de este año casi el cien por cienestarán libres. La fina capa de ozono situadaaproximadamente a 20 kilómetros por encimade nosotros protege la vitla terrestre de la ra-diación ultravioleta del sol. Su desapariciónpodría alterar todo el clima mundial. EI CFC esuno de los causantes de este desastre ecoló-gico. Pero si nos esmeramos, en vez de usaraerosoles, podríamos utilizar vaporizadores.

Los ayuntamientos de algunas ciudadeshan puesto en las calles contenedores diferen-tes para que los ciudadanos separemos nues-tra basura. En Madrid, por ejemplo, ya haymuchos barrios que tienen unos recipientesespeciales para vidrios y ahora empiezan a in-

troducirse los de papel y cartón. Merece lapena tardar un poco más y que cada basuravaya a su sitio.

Y los trastos grandes que nos sobran, nodeben dejarse en medio de la calle o en undescampado en las afueras de las ciudades opueblos, porque convertiremos los espaciossin urbanizar en enormes vertederos. MejorIlamar a algunas cooperativas de las que sededican a la recogida de material insenribles.Ellos no solo la recogen de nuestras casas,sino que además viven de ello.

En Pamplona y Barcelona ya se reciclanlos plásticos. Es una buena idea para ser in-cluida en los programas electorales de los fu-turos candidatos a las alcaldías.

En Estados Unidos se consumeproporcionalmente el doble de papel y cristalque en los países europeos y tan solo se re-cicla la mitad. En Nueva York han puesto enmarcha un nuevo negocio de reciclaje de en-vases. Son los vagabundos los que recogenlas latas, bolsas, botellas y paquetes de car-tón, para luego venderlos a las grandes em-presas de reciclado, de este modo se gananalguna dinerillo. La verdad es que el asuntopuede ser novedoso en Nueva York, pero enEspaña ha sido tradicional que los niños sa-caran las propinas vendiendo papel de perió-dico o Ilevando los cascos de botellas usa-dos a las bodegas.

COMER CON GARANTIASEI tema de la alimentación es mucho másfácil. Ahí donde vea el sello del Consejo Regu-lador de Agricultura Ecológica (CRAE) tiene laseguridad de que no se utiliza ninguna sustan-cia de síntesis en su producción.

Por otro lado, en los supermercados cadavez se encuentran más alimentos integrales yestos cereales que no se han sometido a unproceso industrial son muy buenos para el or-ganismo.

Pero no hay que olvidar cosas como quelos pescados pequeños son alevines y por lotanto están protegidos por la Ley. Los pajaritostambién tienen protección especial. Hace dosaños hubo una campaña internacional de lasorganizaciones ecologistas denominada "sal-var las aves" para concienciar a todos los con-sumidores. Dar con un tirachinas a un peque-ño pájaro es un delito.

OCIO CONSTRUCTIVOYa hemos hablado del turismo verde y de lasalternativas que ofrecen los lugares que estan-do bien conservados no tienen la presión hu-mana de los grandes centros vacacionales. Detodas formas. no está de más recordar algu-nas cosas. La basura no se deja en cualquiersitio, se tira en las papeleras. No se debehacer fuego en el monte cuando Ilega la épocade calor, está estrictamente prohibido. No sededique a cortar flores protegidas, ni a cazar opescar de forma ilegal. Cuidado con las colec-ciones de animales y plantas. Es más bonitover mariposas volando que en una caja. Losendemismos autóctonos se fotografian, perono se arrancan.

En lo que se refiere al coche, atlemás deusar gasolina sin plomo, puede utilizar algúnaditivo ecológico para que mejore la combus-tión y acoplar un catalizador que así se conta-mina menos. Haga la revisión al coche cuan-do sea necesario, un motor bien ajustadogasta y ensucia menos. Evidentemente, nolave el coche en las orillas de los ríos, Ilé-velo a un lavacoches así da trabajo a lagente y no guarrea los cauces fluviales. Ypor supuesto, no cambie el aceite fuera delos talleres de reparación o de las gasoli-neras. Ellos recogen este aceite y si hacenlo que deben, lo depositan en unos conte-nedores especiales para ser almacenadossin estropear la tierra.

NO ES VERDETODO LO QUE SE ANUNCIANo debemos deslumbrarnos porque el con-sumo ecológico sea una moda. Las modasson efímeras. La conciencia ecológica debeser una tendencia y consolidarse como tal.Por ello, se debe recelar de las compañías e

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industrias que buscan simplemente adecentarsu imagen, introduciendo palabras que no re-flejan la verdad de su oferta, o de las quehacen pequeños cambios en su producciónpara poder usar adjetivos relacionados con laprotección del medio ambiente.

Es inaudito, tal y como denuncian los eco-logistas más radicales, que Hoechst sea ellider tle la descontaminación de las aguas,Bayer se denomine defensor tle la naturalezay Henkel es el lider de los aerosoles sin CFC.También hay que reconocer que es muchomejor para todos que el valor en alza de laecología sea asumido por las grandes empre-sas que hasta ahora habían vuelto la espaldaa estos temas. Cuantos más se suban al carrohabrá una mayor oferta y los que se quedenfuera serán señalados con el tledo y rechaza-dos por la sociedad.

En este momento, las palabras mágicasson "natural" y"ecológico", los creativos publi-citarios lo saben muy bien. Estos tlos vocablostienen el poder de hacer que el compradortleje de ser un caprichoso para convertirse enun ser responsable. EI intlustrial, por su parte,pasa de ser un explotatlor contaminante, a unbenefactor de la humanidatl. Es una cirugíaestética rápida, no dolorosa y muy rentableeconómicamente. En tlos minutos somos bue-nos ciudadanos con un esfuerzo mínimo.

Analicemos juntos varios anuncios quehemos visto últimamente en la prensa. Algu-nos son encubridores de grandes tlesaguisa-dos, otros cuentan tan solo una parte de loque contienen y los más sinceros intentanabrirse paso en el mercado fabricando protluc-tos no contaminantes. Todos ellos usan elverde como reclamo publicitario.

Las entidades financieras ponen a dispo-sición de sus clientes líneas de crétlito ecológi-cas y lo anuncian en los metlios de comunica-ción para que todo el mundo lo sepa. Recuer-da un anuncio del Banco de Santander quedecía: " estamos de acuerdo con la naturale-za". Se veía después el oso panda que repre-senta a la asociación ecologista ADENA y ellogotipo del banco. Este inserto publicitarionos decía que el que abre una cuenta corrien-te en esta entidad puede contribuir a la con-servación de la naturaleza. Son migajas, peropuesto a elegir, a lo mejor merece la pena.

Las latas de bebida, que son indestructi-bles, también se han vuelto ecológicas. Antesse tiraba de la anilla y se soltaba de la lata,

ahora se quedan lata y anilla unidas. En nues-tro país no hace mucho aparecieron anuncioscomo el que decía " Ahora las latas de PepsiIlevan una nueva anilla ecológica" y apostillabaa continuación "Así, de un tirón saldréis ga-nando tú y el metlio ambiente". También Kasanunció las anillas abatibles con un "Si te pre-ocupa el medio ambiente, tira tle la anilla". Delas 380.000 toneladas de hojalata que dese-chan los españoles, el 18 por ciento son latasde refrescos. En Dinamarca, en vista del mon-tón de latas que se iban acumulando, ya hanprohibitlo este tipo de envases.

EI deterioro de la capa de ozono dio lugaral cambio de los aerosoles. AI comprar pode-mos verlo que ya presumen todos de estar sinCFC. La prensa reflejó esta batalla ganada porlos consumidores más conscientes en anun•cios como los tle Johnson, que después decontribuir al deterioro del ozono, se decidió acambiar el propelente nocivo por otro inocuo.Decía en grandes " Nos preocupa" y luego "nocontiene propelentes que se supongan perju-diciales al ozono". Ya en letras más pequeñadaba toda un explicación sobre su preocupa-ción por el medio ambiente. Realmente el con-sumidor paga entre 50 y 75 pesetas por un en-vase que luego se tira y que solo sirve paraengordar la gran montaña de desperdicios in-destructibles. Sería mucho mejor usar pulveri-zadores rellenables.

Los productos de limpieza han dado lugara muchos anuncios relacionados con la preo-cupación ecológica. Persil, sobre un tamborverde y blanco tenía, un lema que decía "Cali-datl superior sin fosfatos", además sobre unfondo de árboles se podía leer " Por una lim-pieza radiante y un mejor medioambiente". EnFrancia esta campaña dio lugar a un gran es-cándalo al incluir la empresa Rhóne Poulenc,principal fabricante de fosfatos, un anuncio enel que primero preguntaba "qué productos re-emplazarán a los fosfatos en los detergen-tes?", para terminar afirmando, con una fotode peces muertos como fondo: "productos queamenazan la vida acuática".

Otros fabricantes, como Froggy de la em-presa Bufalo, se toman más en serio el tema ylanzan a bombo y platillo su línea ecológicapara todo la limpieza del hogar. Suprimen fos-fatos e incorporan polvo de mármol, vinagre yproductos biodegradables. Dos ranas noscuentan destle el anuncio :"su hogar limpio" y"respetando la naturaleza".

Estos dos últimos meses ha aparecido unanuncio a doble página del grupo energéticoespañol ENDESA, que sobre una enorme hojaexplica que "La naturaleza nos merece el má-ximo respeto" y en letra chica nos explica queinvierten esfuerzo y recursos para protlucirenergía más limpia que sinra para conservar lavitla.

Siemens apuesta por retlucir energía apesar de ser una de las empresas que fabricancomponentes para las centrales nucleares.Según su publicitlatl, totla Europa está preocu-pada por el tlerroche energético. Si compra-mos su línea de electrodomésticos reducire-mos los gastos de energía. En el anuncio se in-cluye una foto de cada uno de los cuatro apa-ratos de uso más habitual: cocina, lavavajillas,frigorífico y lavatlora con el ahorro que propor-cionan los aparatos de esta empresa.

Los productos cosméticos son otro campoabierto a la sobreutilización de las palabras"natural" y"salud". Los laboratorios Alter quefabrican de todo, también han puesto en elmercado una línea de cosmética que se anun-cia sin colorantes sintéticos y sin experimentarcon animales. Con un gran lema que dice :"Cosmética Natural del Sr. Scheller" se inclu-yen once tarros tle diferentes formas y tama-ños que sirven para cosas como limpiar lacara o quitar las arrugas. Leche tle pepinos,crema de zanahorias, aceite tle almendras yjalea de eufrasia se ponen al servicio de losconsumidores.

También la intlustria constructora se poneen la lista tle los que utilizan materiales nodestructivos aunque en ocasiones de forma untanto ambigua. Hace unos días se publicó unanuncio de una empresa Ilamada DSM queescribía en letras grandes "Como fabricar ma-dera tan fuerte como un árbol" y luego entreparéntesis " sin necesidad de tlestruir los bos-ques". Claro los que tienen interés en enterar-se del método que se han inventado se leen elresto del texto. Hablan de maderas tropicalesen peligro tle extinción, de resinas para reves-timiento que no sean tóxicas y dan su direc-ción.

En todo caso, sin perder el ojo crítico y laposición de alerta, bienvenidas sean estas ini-ciativas y esta publicidad que nos demuestraque el que no sea respetuoso con la naturale-za y el metlio ambiente, tiene todas las de per-tler en el mundo en el que nos ha tocado vivir.Desarrollo si, pero que sea sostenido.

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