E DO O DS E - Cachitos Diagonal€¦ · Quizá las espectativas ya estaban demasiado altas. De...
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T R E N D S L O O K S I C O N S V I D E O S E V E N T S S H O P W H O A M A L I A A T C A M A L I A A T C Anoche fue un éxito. Xavi y yo asistimos a la inauguración del restaurante Cachitos en la Diagonal de Barcelona y la verdad, fue la mejor manera de dar por terminada una jornada de lo más descabellada. Pero cuando cruzamos la puerta, nuestro ritmo se ralentizó al son de la música y todas nuestras preocupaciones se quedaron fuera. Saltaba a la vista que la decoración estaba cuidada hasta el mínimo detalle, nada estaba en ahí por casualidad. Con una copa de vino en la mano, nos sentamos. Los entrantes fueron una maravilla y no exagero: jamón serrano, tostadas de pan con tomate, croquetas y ensaladilla. Como comentamos mientras cenábamos: “es muy muy difícil que una croqueta no me guste”. Todos estuvimos de acuerdo y estas no iban a ser menos. Aun así, tengo que reconocer que la ensaladilla me sorprendió muy favorablemente. Es el plato favorito de mi padre pero yo nunca lo había calificado demasiado bien, hasta ahora. Los pimientos rellenos enamoraron a Xavi y yo probé por primera vez alcachofas (el plato de alcachofas con huevo frito también fue uno de los descubrimientos de la noche). A continuación llegaron el arroz y los postres. Quizá las espectativas ya estaban demasiado altas. De todos modos, disfrutamos revañando hasta el último plato. Si la comida ya era una excusa suficiente para volver a Cachitos, su carta de 55 sangrías diferentes nos dejaron converted by Web2PDFConvert.com
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T R E N D S L O O K S I C O N S V I D E O S E V E N T S S H O P
W H O
A M A L I A A T C A C H I T O S D I A G O N A LA M A L I A A T C A C H I T O S D I A G O N A L
Anoche fue un éxito. Xavi y yo asistimos a la inauguración del restauranteCachitos en la Diagonal de Barcelona y la verdad, fue la mejor manera dedar por terminada una jornada de lo más descabellada. Pero cuandocruzamos la puerta, nuestro ritmo se ralentizó al son de la música y todasnuestras preocupaciones se quedaron fuera. Saltaba a la vista que ladecoración estaba cuidada hasta el mínimo detalle, nada estaba en ahí porcasualidad. Con una copa de vino en la mano, nos sentamos. Los entrantesfueron una maravilla y no exagero: jamón serrano, tostadas de pan contomate, croquetas y ensaladilla. Como comentamos mientras cenábamos:“es muy muy difícil que una croqueta no me guste”. Todos estuvimos deacuerdo y estas no iban a ser menos. Aun así, tengo que reconocer que la ensaladillame sorprendió muy favorablemente. Es el plato favorito de mi padre pero yo nunca lohabía calificado demasiado bien, hasta ahora. Los pimientos rellenos enamoraron aXavi y yo probé por primera vez alcachofas (el plato de alcachofas con huevo fritotambién fue uno de los descubrimientos de la noche). A continuación llegaron el arrozy los postres. Quizá las espectativas ya estaban demasiado altas. De todos modos,disfrutamos revañando hasta el último plato. Si la comida ya era una excusasuficiente para volver a Cachitos, su carta de 55 sangrías diferentes nos dejaron
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intrigados. Si tenemos la oportunidad, tendremos que buscar 55 momentos pararepetir.
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Last night was a success. Xavi and I attended the opening of the restaurant Cachitos inDiagonal Street and the truth is that it was the best way to end an outandish day. Butwhen we walked the door, our pace slowed to the sound of music and all our worrieswere le out. It was obvious that the decor was careful to detail, nothing was in there byaccident. With a glass of wine in hand, we sat down. The entrees were wonderful and Iam not exaggerating: ham, toasts with tomato, croquettes and salad. As we discussedover the dinner, “is very very difficult for me to find a croquette that I do not like”. We allagreed and these were not going to be less. Still, I have to admit that the salad surprisedme very favorably. It is the favorite food of my father but I had never qualified too wellsince yesterday. Stuffed peppers in loved with Xavi and I taste for the first timeartichokes (artichoke dish with fried egg was also one of the discoveries of the night).Then came the rice and desserts. Perhaps the expectations were too high. Anyway, weenjoyed until the last dish. If the food was already sufficient excuse to come backanother day to Cachitos, his menu of 55 different Sangrías le us puzzled. If we have thechance, we will look to 55 moments to repeat
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Total look by Zara with Brandy shirt and Un Paso Más booties. Shoots by X. Aguado.
12 MARCH 2015
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