El Arte Ritual de La Muerte Nina
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'*
SECCIÓN DOLOR"
Rev. Col Anest. 26: 377, 1998
El arte ritual de la muerte niña
Dr. Tiberio Álvarez*
En la escatología cristiana los niños que mueren bauti- zados antes del uso de razón son considerados angeli-tos. En ellos los rituales convierten la tristeza en ale-
gría, festejan la entrada al cielo y perpetúan la memo-ria del fallecido entre los sobrevivientes.
INTRODUCCIÓN
El ser humano no sobrevive el mundo conocido.
Cree que después de la muerte tendrá otra vida glo-
riosa o tormentosa según los parámetros cultura-les. Esta creencia ha marcado su manera de vivir.
El cielo se alcanza, según la prédica, por la fe, la
santidad, el ritual, el poder, el martirio, la virgini-
dad, la valentía en batalla o la muerte en la niñez.
Puede vislumbrarse en visiones, trances y éxtasis.
El presente artículo se refiere a la escatología de las
postrimerías, los rítuales fúnebres de los niños y lasublimación artística del trance mortal. En la esca-
tología cristiana los niños que mueren bautizadosantes del uso de razón son considerados angelitos,
en ellos los rituales convierten la tristeza en ale-
gría, festejan la entrada al cielo y perpetúan la me-moria del fallecido entre los sobrevivientes. El títu-
lo está basado en un fragmento de un poema "Muer-
te sin fm", de José Gorostiza: .Para durar el tiempo
I de una muerte gratuita y prematura, pero bella(...) / cumple una edad amarga de silencios / y un
reposo gentil de m uerte niña, / sonriente, quedesflora / una más allá de pájaros en desbandada».
LA OTRA VIDA
La creencia en otra vida después de la muerte sededuce de estudiar las costumbres funerarias. Des-
cubrimientos arqueológicos recientes en Shanidar,
Profesor del Servicio de Anestesiologíay Reanimación, Uni-
versidad de Antioquia- Medellín, Colombia, S.A.
Ilustraciones de Libia Pisada Restrepo, Tomado de la Revis-ta Universidad de Antioquía, 24 p.
Irak, muestran que los muertos eran enterradosceremoniosamente desde hace sesenta mil años. En
las tumbas se han encontrado herramientas, ar-
mas, vestidos, juguetes y evidencia de flores. Losegipcios, los chinos y otros pueblos colocaron en
las tumbas alimentos, joyas, monedas, máscaras,
oraciones, guías, instrucciones, himnos y plegarias
pues creían que la persona continuaba su existen-
cia después de la muerte y tendría las mismas ne-
cesidades que en vida. Además de la momificación
como práctica religíosa y mágica, los egipcios escri-
bían peticiones y declaraciones de inocencia que el
muerto debía recitar antes de ser juzgado: .No he
causado dolor a los hombres y a las bestias, inju-riado a los dioses, adivinado el futuro, asesinado,
engañado, interferido los diques del agua, cometi-
do abusos sexuales...». Creían que la preservación
del cuerpo era indispensable para gozar las delicias
placenteras de la otra vida. Fueron los primeros en
establecer el juicio en el momento de la muerte.
Los cristianos han sostenido que Dios envió a su
Hijo al mundo para salvar a los hombres del demo-
nio y la muerte y dar eterna felicidad a sus fieles.
Esperan la segunda venida de Cristo quien estable-
cería el Reino de Dios y se preguntaron por el des-
tino de los creyentes que muríeran antes de su re-
torno glorioso. Al principio se dijo que su muerte no
era eterna. Luego se predicó que la estadía en este
mundo era preparación para la otra vida. Se ense-
ñó que los mártires y los santos iban directamente
al cielo y los no creyentes malos al infierno. Para ni
buenos ni malos se ideó el purgatorío, un lugar de
expiación. Los niños que murieran antes de ser
bautizados y no hubieran cometido pecado salvo el
.pecado original» iban al limbo, un lugar sin las tor-turas del infierno y sin las delicias del cielo, donde
iban también los paganos virtuosos que murieron
antes de Cristo. Se habló de un juicio individual al
momento de morir y de un juicio universal al final
de los tiempos, cuando al sonar de la trompeta, se-
gún el Apocalipsis, aparecería Crísto en Majestad,
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Alvorez1:
entre las nubes, al tiempo que todos los fallecidos
retornarían sus cuerpos para ser juzgados.
La representación de la muerte, la condenación
eterna y el infierno obsesionaron de tal manera a
lo'fhombres de los siglos XIV al XVI que considera-ron la vida vanidosa, horrorosa, espantosa y
frenéticamente destructiva1. Una forma de repre-
sentar estos temores fue la danza macabra, tema
popular en la poesía, el teatro, la pintura, las artesgráficas y en las miniaturas de los llamados -libros
de las horas». La danza macabra hizo pensar en la
muerte a los despreocupados de la salvación. Tam-bién se publicaron tratados sobre el arte del bien
morir llamados Arts Bene Moriendi o Ars Moriendi,
con grabados sobre la agonía y la muerte donde semostraba cómo las cortes celestiales e infernales se
disputaban el alma del recién fallecido. En los mo-saicos de las iglesias se mostró, en la parte supe-
rior, a Cristo triunfante en su gloria, con ángeles,
patriarcas, profetas, apóstoles y la Virgen María
compartiendo las delicias de la presencia de Dios.
Abajo, los condenados son mostrados cuando reci-ben las torturas del infiern02.
LA MUERTE Y LOS NIÑOS
El niño muerto fue objeto de culto en las dife-
rentes culturas. Se les enterraba con sonajeros de
barro, columpios, balancines, pelotas de trapo y
armas de madera3. En Egipto se c olocaba a las
momias una máscara con el retrato. En Grecia yRoma se colocaban envolturas con motivos infanti-
les. Desde la Edad Media, además de monumentos
funerarios se colocan epitafios con notas biográfi-
cas y frases que expresan la pesadumbre y el deseo
de perpetuar la memoria del niño muerto. -Ve, toma
tu lugar en el coro celestial. Dios te llama. Necesita
otro ángel».
En la tradición cristiana los rituales de mayor
trascendencia son el bautismo y la extremaunción.En el caso de los niños, los rituales son diferentes.
Por su inocencia y gracia tienen derecho a entrardirectamente al reino de los cielos. Por eso su muerte
no debe ser motivo de tristeza sino de alegria. «...
en los oficios de párvulos, es decir, en los que han
muerto después de recibido el bautismo y antes del
uso de la razón, o no se toquen campanas o se haga
de modo festivo y no lúgubre. Además, vestido el
cadáver conforme a la edad y sexo, se ponen sobreél las coronas de flores o de hierbas odoriferas4. -El
color litúrgico debe ser festivo y pascual»5. Las ora-
ciones, cortas y escasas, varian si murió bautizado,
-Te encomendamos, Señor... para que 10 lleves al
paraiso donde no hay llanto, ni lágrimas ni dolorsino paz y alegria...» o no bautizado, -Te pedimos,
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.Señor, por la intercesión de la Bienaventurada Vir-
gen María, que así como acompañó a su Hijo al
morir, asista también a los afligidos padres por la
muerte de..., los consuele en la fe y les dé la espe-
ranza del premio».
Si el niño muere después del bautismo y antes
de tener uso de razón se llama párvulo o -angelito»
pues es puro, está libre de pecado original y tiene
entrada al Paraíso. Esta creencia se basa, posible-mente, en las palabras del Evangelio: -En verdad
os digo, quien no reciba el reino de Dios como un
niño, no entrará en él» (Marcos, 10, 13-16). Si elniño muere antes de ser bautizado su destino final
es el limbo, -el sitio de los suspiros y no de los la-mentos» como 10 describió Dante. Para los adultos
estaban reservados los novísimos o postrimerías:
muerte, juicio, infierno y gloria que deberían serrecordados continuamente para evitar caer en elpecado. De esta manera el hombre reflexionaba
sobre la muerte, se preparaba para enfrentarla yverla con otro sentido. Los novísimos le enseñaban
al creyente 10 que sucedería después de la muerte
cuando su a lma fuera juzgada. Recordar los
novísimos le evitaba pecar y ser condenado. Tam-bién se enseñaba 10relacionado con la extremaun-
ción, un mecanismo capaz de proporcionar al mori-
bundo la suficiente confianza para el paso que da-
ría, alejarle la aflicción por la muerte, liberarlo de
sus pecados y brindarle los recursos para su salva-
ción6. Los -angelitos» por su condición de pureza no
requerían la extremaunción y no estaban someti-
dos a los vaivenes de las postrimerías. Ellos entra-ban directamente al cielo. Para ellos no se escribie-
ron las Ars Moriendi, donde estaban las guías paravencer las acechanzas del demonio en el trance de
la agonía, morir de buena muerte y alcanzar la glo-ria celestial. Las acechanzas del demonio eran cin-
co: las dudas de la fe, la mala conciencia, ese «abo-
minable animal», según Lutero, el apego a las ri-
quezas, la desesperación por los sufrimientos y la
soberbia al enorgullecerse de la virtud2.
EL RETRATO DE LOS NIÑOS
Las imágenes de niños ejercen gran atracción.
Su fragilidad, delicadeza, dulzura, fineza de líneas,
expresión inocente y tímida impresionan sobre todo
cuando están realzadas por el arte. Hacen parte denuestra intimidad. El retrato de los niños en el arte
empieza en Italia en los siglos XV y XVI con las Sa-
gradas familias y otros cuadros religiosos donde el
Niño Jesús aparece sólo o rodeado de ángeles, los
cuales a pesar del colorido y pureza de formas man-
tienen una actitud grave y mística que los aleja delverdadero espíritu infantil. En Inglaterra y Francia
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se retrataron niños de la nobleza. En España los
artistas se dedicaron a temas religiosos pues con-
sideraban el retrato tema menor aunque en la es-
cultura la silueta de la infancia se representó como
~wo Jesús o elemento decorativo en monumen-
tos, altares o retablos. Quizá la primera imagen de
la figura infantil la inicia El Greca cuando en 1587
pintó a su hijo Jorge Manuel en la composición del
entierro del Conde de Orgaz. Alfonso Sánchez
Coello pintó retratos infantiles con cierta rigidez,tristeza y actitud hierática como se observa en el
«Príncipe Don Carlos» pintado a la edad de doce
años con figura alargada, palidez de cera,
exoftalmia izquierda y expresión melancólica que
indica un ser enfermo. Pantoja de l a Cruz y
Bartolomé González con figuras rígidas y místicas
ornamentaron sus niños con animales para preve-
nir enfermedades y embrujamientos. En el cuadrode la Infanta Ana de Austria, Pantoja de la Cruz
pinta alfileres, sonajeros y amuleto s en la cintura.El retrato de Ferdinando de Austria, de Bartolomé
González, tiene un pájaro en la mano, amuleto s yuna campanilla. Se creyó en la acción profiláctica
de los amuletos. Por ejemplo, la mano cerrada con
el pulgar pasando entre el índice y el dedo mayor
evita el mal de ojo, la uña de la gran bestia previe-
ne la erisipela, los dientes facilitan la dentición,
las medias lunas evitan los aires deletéreos, las
castañas marinas preservan de envidia y tumores,
los cristales alejan las enfermedades de la vista y
las campanillas, los malos espíritus 7.
EL RETRATO DE NIÑOS MUERTOS Y
EL CULTO MARIANO
No fue común el retrato de n iños muertos en
España. Sin embargo, muchas de las pinturas de
la nobleza mostraban niños enfermos que morirían
pronto. Tampoco fueron comunes en América Lati-na, salvo en México. El arte funerario infantil está
íntimamente relacionado con la iconografia estable-
cida para la Virgen durante su muerte o dormición
y la Asunción. Esto 10 sintetizó Jacobo de Vorágine,
obispo y escritor exponente del influjo protoe-
vangélico en el occidente medioeval. Su texto, la
Leyenda Aurea (siglo XIII) suministró abundante
material de inspiración para decoradores de igle-
sias y escritores místicos y fomentó el culto
marianos. Si bien es cierto que la devoción a la Vir-
gen María había empezado en el siglo VII cuando
San Idelfonso, Obispo de Toledo, estableció el culto
de la Inmaculada Concepción y se había tenido un
tradición cultural en este sentido, por 10 menos en
España, fue tomada más tarde como bandera de
religiosidad nacional en la Contrarreforma. En 1654
Arie ritual de la muerie niña
.el papa Alejandro VII, a pedido de Felipe V, concede
el patronato de la Inmaculada Concepción sobre
todos los reinos españoles. Este movimiento inspi-ró muchos pintores en el tema de la Inmaculada.
En América Latina muchos pintores fueron influi-dos por esta temática. Desde la Colonia se empeza-ron a utilizar jaculatorias que mostraban la influen-
cia del culto mariano: «¡Ah Ave María Purísima sin
pecado concebida!». El movimiento eucarístico y elmaríológico se formaron en la corriente misma de
la Contrarreforma para reparar las injurias de la
Reforma hacia el Santísimo Sacramento y la VirgenMaria9. La arquitectura gótica con sus vitrales ex-
presó el sentimiento religioso e impulsó esta devo-
ción. Ya la Virgen no tendrá la Majestad Impasible
sino que es una madre sonriente, dulce, que con-
templa con amor a su hijo. Es común que su figura
aparezca rodeada de ángeles que cantan o tocaninstrumentos como el laúd, el arpa, el salterio, el
órgano portátil, la flauta traversa, la doble trompa,la cornamusa, la viola 10.
LA LEYENDA AUREA
Jacobo Vorágine basó su Leyenda en un evange-
lio apócrifo atribuido a San Juan Evangelista. Des-
cribe que cuando la Virgen sintió viva añoranza por
su Hijo y deseó reunirse con él, se le apareció un
ángel, envuelto en luminosas claridades, que le
anunció la muerte: «Dios te salve, María... te traigodesde el Paraiso este ramo de palma para que sea
colocado sobre tu féretro». La palma era una espe-
cie de ramo formado por una vara verde cuyas ho-
jas fulgurante s y esplendentes brillaban como el
lucero de la mañana. La palma, atributo de los ele-
gidos por Dios, entre ellos la Virgen y San José,tiene su fundamento en la creencia del Paraiso como
un oasis poblado de palmeras. Antes de morir, en
presencia de los apóstoles que fueron transporta-
dos en nubes desde sus lugares de trabajo, la Vir-
gen le pidió a Juan que la palma entregada por el
ángel fuera llevada por alguien delante del féretro.
Juan les advirtió que ante la muerte de María mos-
traran fortaleza, dominaran los sentimientos y no
lloraran porque si los viesen entregados al natural
dolor, se extrañarían y dudarían de la resurrección
prometida a los creyentes.
Agrega Vorágine que hacia la tercera hora de la
noche llegó Jesús acompañado de las diferentes
órdenes de ángeles, los grupos de los profetas, los
ejércitos de los mártires, las legiones de los confe-
sores, los coros de las vírgenes y se situaron orde-
nadamente ante el trono de la Santa Madre y em-
pezaron a cantar dulcísimos himnos. Una vez Je-
sús llamó a su madre y ésta le contestó que estaba
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preparada, el cortejo entonó: -He aquí una mujer
que jamás mancilló su tálamo con deleites sensua-les; por eso recibirá como recompensa el premio
reservado a las almas santas». Luego el coro canta
la ~tifona -Ven desde el Líbano, esposa mía; vendesde el Líbano, que vas a ser coronada». En aquelmomento el alma de la Virgen salió de su cuerpo y
voló a la eternidad en brazos de su Hijo. Su muerte
se produjo sin dolor, sin gloria y sin nada de cuanto
hace penoso y triste morir. Cristo emprendió con elalma de su madre, el viaje hacia la Gloria, rodeado
de infinidad de rosas rojas, es decir, de una multi-
tud de mártires, y de una innumerable cantidad de
azucenas, porque azucenas parecían los ejércitos
de los ángeles, de los confesores y de las vírgenes
que le daban escolta. A los tres días de sepultada,
la Virgen fue resucitada por Cristo, quien le infun-
dió nuevamente el alma para evitar la corrupción yentrar al ciel08.
LA PINTURA DE LOS ANGELITOS
Como recuerda Gutiérrez Aceves, una serie de
afinidades, semejanzas y simetrias hacen patentela asimilación del discurso de la muerte infantil al
de la Virgen. Las muertes son tránsito directo a la
gloria sin las penalidades de las postrimerias. La
Virgen Madre es consuelo de las que pierden un
hijo pues como perdió el suyo en aras de la Reden-
ción así las madres cuando pierden sus hijos dan
ángeles al cielo. Además, como Maria es interceso-ra a la hora de la muerte, los angelitos también seconvierten en mediadores. Los recursos simbólicos
son los mismos: la corona tiene el significado de
alma justa, la palma alude al triunfo sobre la muer-
te y la virginidad de sus portadores. La prohibición
de llorar expresa en ambos casos la creencia en laresurrección. También la música tiene significado
especial porque cuando vino el cortejo celestial por
la Virgen -empezaron a cantar dulcísimos himnos».
Hay todo un simbolismo espiritual y edificante. Así,
la Virgen y los angelitos se vuelven modelos espiri-
tuales e infunden sentimientos piadosos a los cre-
yentes cristianos que buscan la salvación eterna.
El temor a la muerte se aprovechó para preconi-
zar el culto a María y a los ángelitos como interce-
sores celestiales. A las niñas se les amortajaba como
la lnmaculada ya los niños como San José. Todo
esto fue obra de la Contrarreforma, que exaltó el
culto a la Virgen para defenderla de las ideas
reformistas que no aceptaban su virginidad e
Inmaculada Concepción. Los pasajes de la Virgen
aunque no figuran en los textos apostólicos, eran
apropiados para reflexionar sobre la muerte, la
resurección y la forma de alcanzar la vida eterna.
Durante los siglos XVI y XVIII la iglesia católica his-
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.panoamericana articuló el discurso teológico sobre
la muerte con características de amonestación yexhortación, como lo constatan las obras pictóricas
y literarias. En este sentido fueron muy importan-tes las siguientes obras: La Cátedra de Morir, Pun-
tos para la lección del último instante, de Diego deTorres (España 1724), La portentosa vida de la
Muerte, emperatriz de los sepulcros, Vengadora de
los agravios del Altisimo, y muy Señora de la hu-mana naturaleza, de fray Joaquín de Bolaños (Méxi-
co 1792). En Colombia el pensamiento católico par-
tió de las decisiones del Concilio de Trento, y de los
libros Partida a la eternidad y preparación para la
muerte, de Iván Eusebio Nieremberg (Madrid 1645).
Dulzuras en el morir, motivadas del amor de Dios y
de las culpas, sacadas de los evangelios, profetas y
de muchos santos, de Miguel de Meca Bobadilla
(Madrid 1671). Luz a los vivos y escarmiento a losmuertos, de Juan de Palafox y Mendoza (Madrid
1672), así como el Catecismo de los pueblos Ripalda
y Astete (Madrid 1800). También se publicó y reco-
mendó el novenario titulado El Ejercicio cristiano
para conseguir una buena muerte, por consiguien-te la salvación eterna, el cual deberá hacerse todos
los viernes a la hora en que expiró el redentor delmundo (Bogotá, 1883).
Los artistas pintaron el tema de la Virgen y los
angelitos. Pero es en México donde se popularizóesta temática. Se mencionan artistas como Juan
Correa, José de Ibarra, Miguel Cabrera y Miguel
Gerónimo Zendejas. La constante en sus pinturas
es la tranquilidad con que la virgen recibe su muer-
te 10 que constituye La Dormición. Los símbolos
están presentes como la palma y la corona. Cuando
pintan a los niños muertos 10hacen como si fueran
adultos empequeñecidos, con dignidad, reflejando
su condición arístocrática. En ocasiones los pintan
vivos, de pie, con los ojos abiertos. Se sabe que es-
tán muertos por la leyenda de su deceso, la rosa en
la mano y la mirada sin brillo. A veces no hay cohe-
rencia entre la edad real y aquella con la que 10
representan. En ocasiones la imagen se reduce a 10
esencial, al rostro. Modernamente se ha seguido estatradición cultural con artistas como Frida Kahlo,
Siqueiros, Ledesma, OIga Costa y Reyes Ferreira.
En Colombia, artistas como Fernando Botero, quien
plasmó en la p intura y en la e scultura a s u hijo
muerto, y Alfonso Quijano, Carlos Granada y Au-
gusto Rendón, entre otros, cuyo arte es testimoniode la muerte violenta de los niños colombianos.
LOS RITUALES
Los rituales, que atestiguan la muerte, alivian la
aflicción y permiten seguir la lucha en la vida, tie-
nen una secuencia. Cuando el niño va a morir se
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Alvarez1:
a los retratados sino captarlos en un gesto queretiene la tesitura ante la muerte como un acto querenueva la vida~.ll
,ff.. COLOFÓN
Los rituales fúnebres infantiles simbolizan la
pureza libre de pecado, el tránsito a una vida in-
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conversión de persona en ángel, la alegria por tenera alguien en el cielo, la ausencia de sufrimiento fi-
sico y el no afrontamiento de las postrimerías y lasacechanzas del demonio. «El funeral tiene qu<::en-
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