El Estado Colorado de Paraguay1 I El Estado colorado
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El Estado Colorado de Paraguay1
I El Estado colorado
El Estado Colorado del Paraguay, oficialmente conocido como República del Paraguay,
es un régimen unipartidista hegemónico controlado, sostenido, mantenido y
amplificado por la Asociación Nacional Republicana (ANR, el Partido Colorado) en el
territorio que abarca el Estado paraguayo. Este régimen controla y regula la
interacción entre los poderes del Estado, las administraciones departamentales,
municipales y la sociedad civil, así como con las organizaciones, movimientos sociales y
partidos políticos con el objeto de mantener y potenciar su hegemonía, mediante
procedimientos que van desde lo electoral hasta lo judicial, pasando por lo económico,
cultural, etc.
El Partido Colorado con presencia nacional a través de las seccionales -sus oficinas
locales- es el aparato orgánico y legal que la élite paraguaya e internacional sostiene
como herramienta de estabilidad en el Paraguay. El control colorado, legítimo y legal,
se da a todos los niveles estatales y paraestatales paraguayos: tanto en los poderes
judicial, ejecutivo y legislativo como en la fiscalía, las hidroeléctricas, las empresas
estatales, los sindicatos mayoritarios, las universidades públicas (excepto la
Universidad Nacional de Pilar) y privadas, así como da su impronta a la cultura en
general, a la elite, a los negocios de todo tamaño.
La hegemonía colorada se ha mantenido en el tiempo convirtiéndose en una cultura
que impregna toda la sociabilidad paraguaya2. Esta cultura hegemónica colorada es
una mezcla de patrioterismo básico, de machismo desvergonzado, de autoritarismo
desenfadado y de viveza y oportunismo criollo. Una cultura que es también política,
posible de ver desplegada en todo proceso electoral durante los cuales las
candidaturas, tanto coloradas como de oposición, recrean el estilo colorado
(mbarete/fuerte), paternalista y condescendiente para llegar al electorado3 con
escazas y muy honrosas excepciones.
Cualquier persona extranjera que visite Paraguay notará como predominan los tonos
rojizos en la pintura de las instituciones públicas, también verá como las seccionales
coloradas ocupan más espacio que juzgados o municipios: el coloradismo es una
estética también. La hegemonía colorada es un conocimiento social y popular
refrendado por una mitología siempre actualizada, así la creencia de que “hacerse
colorado” allana el camino hacia el éxito o el ascenso social (basado en la experiencia
de la dictadura estronista) fue recientemente actualizada por el expresidente y de
facto actual co-presidente de Paraguay, el empresario Horacio Cartes quien aseguró
que afiliación a la ANR era "la esperanza de poder estudiar y tener un trabajo digno"4.
1 Conferencia telemática dada el 27 de octubre de 2021, trasmitida por la Red Antimilitarista de América
Latina y el Caribe RAMALC, disponible en este enlace https://fb.watch/9aLqoCwZkX/ 2 http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182018000100181
3 http://ea.com.py/blogs/sacarse-a-stroessner-de-encima/
4 https://www.ultimahora.com/la-afiliacion-es-la-esperanza-poder-estudiar-y-trabajar-sostiene-horacio-
cartes-n2962519.html
La afiliación partidaria es masiva en Paraguay, para todos los partidos y esto debe
entenderse también como otra herencia, actualizada, de las prácticas dictatoriales bajo
Stroessner. Ahora bien, el partido colorado casi duplica en afiliación al siguiente
partido en cantidad de afiliados5.
La sociabilidad paraguaya está teñida de colorado. Por ello las críticas a la ANR por
temas de corrupción, que son constantes y permanentes, tanto mediáticas como
judiciales, no tienen efecto político, dado que la cultura colorada favorece y glorifica la
viveza y el oportunismo, especialmente si está combinada con el ejercicio impúdico de
la autoridad. Criticar, entonces a la ANR, por la corrupción en sus gobiernos y cargos,
es como criticar al agua por ser húmeda. En cambio, criticar a la oposición por corrupta
o prebendaria siempre dará resultados, en tanto es justamente lo que no se espera de
ella, su diferencial6.
II El mito del bipartidismo en Paraguay
Hace lustros circula este mito: que Paraguay es bipartidista7en tanto sistema político.
Este mito abunda en el progresismo y la oposición en general, entre sus militantes e
intelectuales. Una razón para que prospere este mito es porque es conveniente tanto
para los sectores progresistas incluyendo la izquierda, como para el Partido Liberal
Radical Auténtico (PLRA) y para la propia ANR.
El mito bipartidista conviene a la izquierda y el progresismo porque les sirve como
diferenciador al mismo tiempo que les permite poner en un mismo saco a los dos
contrincantes históricos de la izquierda en Paraguay: el liberalismo y el coloradismo.
Conviene además al PLRA, ya que da la ilusión a su militancia de que llegar al ejecutivo
está a un paso, a una elección, puesto que... el país es bipartidista. Conviene
principalmente a la ANR porque este mito del bipartidismo ayuda a legitimar la
hegemonía colorada porque permite compartir con el PLRA las culpas y errores sin
compartir el poder, escondiendo el control general que mantiene la ANR sobre todas
las estructuras-país en Paraguay y con ello esconde las plenas responsabilidades
políticas, sociales y criminales que la ANR tiene en la plena injusticia que se vive en el
país8.
El mito del bipartidismo se basa en una lectura optimista de la historia paraguaya,
pensada en exclusiva desde los nombres de los partidos, sin considerar sus ideologías y
5 Datos de 2015 y 2021
https://www.conacyt.gov.py/sites/default/files/upload_editores/u294/correligionarios_lachi.pdf y https://elsurti.com/oligarquia/reportaje/2021/03/30/me-afiliaron-sin-mi-consentimiento/ respectivamente, considerar denuncias de afiliaciones ilegales y dobles afiliaciones. 6 https://www.ultimahora.com/cartistas-defienden-ogd-alegando-la-corrupcion-los-otros-partidos-
n2956801.html 7 Expresiones de esto: https://tererecomplice.com/2021/10/08/sabias-que-entre-2001-y-2015/
https://tererecomplice.com/2021/09/14/trayectoria-historica-del-bipartidismo/ https://www.celag.org/paraguay-bipartidismo-en-crisis/ 8 https://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/pobreza-es-culpa-del-bipartidismo-460685.html
cambios en esas ideologías. Así, décadas del s. XIX del Paraguay postlopizta9 son
consideradas “coloradas” por el partido que encabezó la mayor parte de esos
gobiernos, pese a que los ideales del coloradismo en esos años eran tan o más
liberales que los del Partido Liberal. Desde inicios del s. hasta el inicio de la década de
los años 40 de ese mismo siglo el Partido Liberal llevó la conducción del ejecutivo, con
un pequeño pero fundamental interregno entre 1936 y 1937 breve período en el cual
Rafael Franco asume la presidencia con un claro programa antiliberal, antiliberalismo
que desde los años 20 venía permeando incluso al Partido Liberal, como demuestra
que, sin oposición, el Mariscal Estigarribia asumió la presidencia en 1939 como
presidente liberal con un programa antiliberal que plasmó en la nueva constitución de
194010, basada en el “Estado Fuerte”, de acento nacionalpopulista.
El hecho de que el Partido Colorado retome el ejecutivo a contar del gobierno de
Higinio Morínigo en 1940, sirve como base para esta mitología bipartidista ya que
habría solo dos partidos que han gobernado en la historia del Paraguay (exceptuado el
gobierno de Rafael Franco): la ANR y el PLRA. Para ello se debe hacer caso omiso de
que la ANR del s. XIX en nada se parece a la ANR influida por el nazi-fascismo de los
años ’40 o por la influencia estadounidense a partir de esa misma década. También
esconde el dato fundamental que, incluso considerando ese dato, el coloradismo a
gobernado 11 de 15 décadas de historia paraguaya postlopizta.
El Estado colorado es unipartidista11, con hegemonía de la ANR que permite
competencia y subordinación de otros partidos, incluido el PLRA que es presentado
como un igual por razones de estrategia política simbólica y diplomática. Es más
aceptable cómo mito el bipartidismo, por ejemplo, que el mote de dictadura perfecta
que tenía otro partido en circunstancias similares: el PRI mexicano12.
El bipartidismo13 clásico describe una situación de predominio compartido y alternado
de dos partidos en competencia efectiva, la cual es demostrada por esa misma
alternancia histórica. Los casos de EEUU y Gran Bretaña son clásicos en esto y los
gráficos demuestran esto:
9 Período después de la derrota paraguaya en la Guerra de la Tripla Alianza, con el fin del gobierno de
Francisco Solano López. 10
https://www.monografias.com/trabajos101/origen-y-evolucion-justicia-constitucional-paraguay/origen-y-evolucion-justicia-constitucional-paraguay2.shtml 11
Sobre unipartidismo: https://gsj.global.ucsb.edu/sites/secure.lsit.ucsb.edu.gisp.d7_gs-2/files/sitefiles/Rezai.pdf , http://132.248.82.60/handle/IIS/4936 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5073076 https://revistas.ucm.es/index.php/CHCO/article/view/CHCO9898110299A/7026 12
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6900017 13
https://knoow.net/es/ciencias-sociales-humanas/politica-es/bipartidismo/
En Paraguay los gráficos presidenciales muestran que no hay alternancia significativa.
Sólo dos gobiernos no colorados desde 1943 a la fecha, 5 años en 78. 2 gobiernos en
17. De esos dos gobiernos no colorados solo uno de ellos estuvo a cargo de un
presidente liberal14 y duró… un año.
El Estado colorado que sufrimos no es bipartidista15: no hay alternancia que la
demuestre, no la ha habido desde 1942/43 (y antes) e incluso en las elecciones
municipales, que se alegan como señal de ese bipartidismo, la diferencia a favor del
Partido Colorado duplica o triplica al PLRA .16
La mitología
progresista del
bipartidismo
paraguayo cuya
finalidad es marcar
una distancia y una
diferencia respecto al
rol opositor con el
liberalismo, es
funcional a que
sigamos viviendo la
ilusión de que esto es
una democracia y no
una dictadura tan perfecta como la del PRI mexicano. La interpretación interesada del
sistema político paraguayo como bipartidista favorece al coloradismo17, el cual, como
hemos visto este 2021, se fortalece hasta en las municipales. Apenas, ahora, alguna
14
Federico “Florero” Franco, quien sucedió a Fernando Lugo como vicepresidente tras el golpe parlamentario de 2012. Lugo, no liberal, gobernó de 2008 a ese año. 15
Más sobre bipartidismo https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=57402 16
https://tererecomplice.com/2021/10/08/sabias-que-entre-2001-y-2015/ 17
http://ea.com.py/blogs/marito-cartes-la-misma-pandemia-colorada/
analista progresista se atreve a matizar lo de bipartidismo poniendo el apellido
“asimétrico”18.
III Origen y permanencia del Estado colorado
El Estado colorado que sufrimos en Paraguay tiene su origen en la dictadura de Higinio
Morínigo, quien en 1942 desterró al liberalismo del ejecutivo, y en 1943 forzó la
legalidad de su gobierno con elecciones, al estilo autoritario de la época. Urgido por el
afán antifascista de los EEUU desde ese mismo año fue deshaciéndose de los sectores
más proEje19 de su gobierno y acercándose cada vez más al Partido Colorado. Las
ansías de dar continuidad a su régimen, así como de congraciarse con EEUU, le forzó a
generar aquello que ahora se conoce como Primavera democrática entre 1946 y 1947,
corto ciclo que se cerró con una guerra civil que puso al Partido Colorado y a un sector
de las Fuerzas Armadas de un lado (el vencedor) y al Partido Liberal, a los seguidores
de Rafael Franco y a sectores de izquierda del otro (perdedor). La guerra civil concluyó
con el país en manos de la alianza entre las Fuerzas Armadas paraguayas y la ANR. La
cárcel y sobre todo el exilio fueron el destino de la oposición.
La alianza FFAA-ANR no vino a superar sus conflictos internos (hubo entre 1948 y 1954
una serie de golpes palaciegos y cambios en el ejecutivo) que persistieron hasta que
Alfredo Stroessner asumió la presidencia en 1954, tras un nuevo golpe (de palacio)
militar colorado.
La larga dictadura de Alfredo Stroessner sentó las bases económicas, culturales, y
políticas del Estado Colorado, sin poder consolidarlo puesto que tenía el defecto
internacional y nacional de ser una dictadura con parlamento y elecciones, al estilo de
las democracias socialistas de Europa del Este. La ANR era el partido dominante,
prioritario, de gobierno, que estaba acompañado por dos partidos permitidos para
hacer una oposición limitada y restringida (los partidos Liberal y Febrerista
(Franquista).
La dictadura de Stroessner se acaba mediante un golpe de estado militar en 1989 que,
nuevamente, las Fuerzas Armadas coloradas dan a un gobierno colorado. El objetivo
declarado del General Andrés Rodríguez (yerno de Stroessner) para dar su golpe
militar era salvar al Partido Colorado de la posible pérdida de poder que la mantención
de la dictadura implicaba en un escenario internacional de fin de los totalitarismos y
dictaduras y fortalecimiento de las democracias formales en el marco neoliberal.
Es Rodríguez entonces el fundador del Estado colorado tal cual lo conocemos, al cual
entrega legitimidad mediante una operación constitucional que, aboliendo la
constitución estronista y con la participación activa de toda la oposición, genera un
documento –la Constitución de 1992- que cumplía todos los estándares democráticos
internacionales al uso. Rodríguez toma la precaución de dejar el aparato electoral bajo
18
https://nuso.org/articulo/los-colorados-fortalecen-su-poder-en-paraguay/ 19
Contexto II Guerra Mundial.
el control de los partidos políticos mayoritarios, en un sistema de cuotas, que en
definitiva ayuda a la ANR a seguir manteniendo el control político.
Rodríguez triunfa en la construcción del Estado Colorado al agregar a ella una
oposición legitima y legitimadora, que participa de las elecciones, que se ilusiona con
el triunfo, que hace competencia electoral, y que- con algunos triunfos municipales-
realiza gestos simbólicos que dan la impresión de haber puesto fin a la cultura
estronista20.
Tras Rodríguez, las disputas internas coloradas, dividido el partido en sectores anti y
pro Lino Oviedo, con intentonas sangrientas de golpes de estado21, durante fines de los
’90 y principios de los 2000 dio lugar al momento de mayor debilidad del Estado
colorado en el Paraguay, llegando en 1999 a haber un gobierno de “unidad nacional”22
encabezado por el mismo Partido Colorado. Las oposiciones no supieron aprovechar el
momento estratégico y se conformaron con apenas lograr el cambio en el ejecutivo,
mientras la ANR iba rediseñando el control del resto de poderes e instituciones
estatales, como la operación del presidente colorado Nicanor Duarte (2003-2008) para
que el Partido Colorado controlara totalmente el Poder Judicial23. Nicanor Duarte,
quien remilitariza el país24, renueva la alianza colorada-fuerzas armadas, rehabilita al
golpista Lino Oviedo, marca una renovación del Estado colorado del Paraguay, de tal
consistencia que no sólo sobrevive sino que se fortalece en la experiencia del único
quinquenio no colorado desde 1942: los gobiernos del Lugo y Federico Franco (2008-
2013).
La derrota electoral del coloradismo en 2008, propiciada por la división en tres
sectores (gobierno, oposición y oviedistas) llevó a la ANR a reafirmar la política del
“abrazo colorado” e unidad electoral a todo trance. El impulso de la candidatura (y
triunfo) de Horacio Cartes en 2013 puso en práctica esta estrategia.
La permanencia del Estado colorado se sostiene en la herencia cultural del estronismo,
que dejó en las mentes paraguayas la idea y certeza de que la afiliación al partido
colorado se ve muy bien en el curriculum a presentar en las instituciones públicas y
muchas de las privadas. Durante la dictadura de Stroessner habían puestos, cargos,
empleos, reservados a quienes estuvieran afiliados a la ANR, ingresar a las Fuerzas
Armadas era uno de esos lugares específicos para militantes colorados. La empresa
privada, necesitada de contratos con el Estado, aprendió también a preferir el
relacionamiento con el Estado colorado. Toda esta impronta persiste y, como hemos
visto, es retroalimentada en un ejercicio de coloradización permanente de la
20
https://www.ultimahora.com/el-dia-que-stroessner-fue-derribado-del-cerro-lambare-n992614.html 21
(tal como entre 1948 y 1954) 22
https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/paraguay/luis_gonzalez_macchi/ 23
https://www.lanacion.com.py/politica/2021/10/05/nicanor-fue-el-impulsor-para-destituir-a-exministros-de-la-corte-afirman/ 24
https://wri-irg.org/es/articulo/2018/desmilitarizacion-y-remilitarizacion-en-paraguay
burocracia estatal y paraestatal, representada en la figura del Kavaju25 que incluyen el
empleo universitario, en industrias estatales, en las hidroeléctricas, gobernaciones y
municipios, ongs sostenidas por el estado (coloradas principalmente).
Se sostiene también en un sistema electoral que da a los partidos políticos el control
de las mesas de votación y todo el sistema de control electora, asimismo quienes
votan en Paraguay ven el voto “útil” como aquel voto al cual pueden sacar un
provecho concreto, económico o aspiracional, por ello el voto “útil” por antonomasia
es el voto colorado, el cual, incluso se paga. Eso, visto como anatema por la oposición
bien pensada, el votante colorado lo ve como un derecho adquirido. Las ilusiones de
que el cambio al voto electrónico frenaran la compra y venta de votos, o los fraudes y
presiones, fueron rápidamente rotas durante las elecciones municipales de este año26.
Ayuda a sostener este Estado colorado, también, la idea mitológica que mantiene el
progresismo de que esta es una democracia formal (y no la dictadura informal que es),
y la creencia según cual se puede negociar con la ANR en provecho propio, cuando
toda interacción con el partido hegemónico en sus marcos fortalece el unipartidismo27
IV Narco y/o tráfico
En 2013 se advirtió la actualización narco28 del renaciente Estado colorado, que había
sobrevivido y aprendido del corto impulso de la alianza libero-progre de Fernando
Lugo29. Esta actualización narco venía de la mano de un candidato y después
presidente que, en tanto empresario, se le vinculaba al lavado de dinero proveniente
del narco, hecho por el cual alguna breve persecución judicial tuvo. La novedad
respecto al tráfico era el narco, referido tanto a cocaína como a marihuana. Novedad,
porque uno de los componentes heredados del estronismo es la laxitud de los
controles fronterizos como parte de una economía del tráfico y contrabando que
involucra a toda la región. Esta economía del contrabando/tráfico es noticia actual
cada vez que el campesinado paraguayo se queja de la competencia desleal que los
supermercados paraguayos, mediante el contrabando, hacen a la comercialización de
sus productos30. También es noticia cada vez que cigarrillos paraguayos de
contrabando aparecen en países cercanos como Brasil o lejanos, como Venezuela,
Forma parte de la mitología e instalación cultural del tráfico y Estado Colorado las
anécdotas respecto a la admiración de productores de moda por las falsificaciones de
muy buena factura de sus productos hechas en Ciudad del Este. El tráfico, así en
general, es un componente estructural de la economía paraguaya y de los manejos de 25
Martens, J. (2009). Paraguay. Ley y Proceso Penal, instrumentos de persecución a militantes sociales. En Palau, Marielle (coord.) Criminalización a la lucha campesina. Pág 79. Asunción, Base Is, RLS 26
https://www.instagram.com/p/CU7Kf-er6KJ/?utm_medium=share_sheet 27
http://ea.com.py/blogs/el-estronismo-democrata-defendido-por-el-progresismo-bienintencionado/ 28
http://ea.com.py/preparandonos-para-el-narcopoder/ 29
Inició su mandato como representante de la Alianza Patriótica para el Cambio, que incluía a casi toda la oposición al gobierno anterior. 30
https://www.lanacion.com.py/negocios/2021/09/08/contrabando-un-80-menos-de-azucar-se-esta-comprando-en-los-supermercados/
la élite paraguaya, siempre dependiente de que las fiscalías estadounidenses no se
interesen en investigar. La participación paraguaya en el negocio mundial narco forma
parte de su inserción paraestatal en los negocios de tráfico y contrabando en general.
La legalidad económica cumple una función de blanqueo y lavado de la base ilegal de
su desarrollo, así el crecimiento de la ganadería y la soja se ha hecho quebrando una
ley de “deforestación cero”, violando todas las leyes medioambientales; legalizando
mediante intervenciones fiscales, la deforestación que expresa el “rollotráfico31”. Los
humedales, protegidos por leyes medioambientales, ahora son pasto de arrozales
(para usar una metáfora que sea una redundancia). Las agresiones a las comunidades
campesinas van desde el bombardeo químico producto de fumigaciones extensivas e
intensivas a la persecución fiscal a quienes pretenden luchar por mantener o recuperar
tierras que, por ley, debieran ser del campesinado sin tierra, así como el blanqueo del
saqueo de tierras destinadas al campesinado,32
La economía paraguaya es extractivista, desde hace mucho tiempo. La pérdida de la
masa boscosa del país (¡¡cuánto ha cambiado el paisaje paraguayo sólo en los últimos
50 años!) da cuenta de eso. La elite económica, inmersa en esta estrategia de
crecimiento, se ha aliado e integrado plenamente al coloradismo y es otro de sus
sostenes principales. La última elección municipal asuncena mostró que no hay
millonarios liberales, y al único que pudieron traer a sus filas, lo perdieron33. Dejando,
de paso, muy claro que los millonarios son parte integral del coloradismo. La elite
económica forma parte sustancial del unipartidismo hegemónico que sufrimos puesto
que lo financia y profita de él.
Para el contexto regional el interés en sostener el coloradismo es que, con todo, es una
estabilidad, una estabilidad en la precariedad, pero estabilidad macroeconómica, al fin
y al cabo. Esta estabilidad es útil a la región, sirve como refugio en tiempos difíciles,
como lugar de negocios en tiempos fáciles, y hay la certeza regional de ser un lugar en
el cual la legalidad se puede forzar mediante buenos acuerdos económicos, como lo
supo Macri con Cartes34.
Este extractivismo está desplazándose del campo a la ciudad, y los municipios en lógica
colorada, van destruyendo las ciudades para ponerlas al servicio del negocio
inmobiliario y de obras públicas. El triunfo colorado en las últimas elecciones
municipales es el triunfo del extractivismo urbano que, en el caso de Asunción tiene
como objeto decretar el fin de la ciudad liberal, es decir, de aquella construida entre
1870 y 1940, para construir sobre ella gasolineras, estacionamientos y edificios
fortaleza. La memoria de una ciudad bajo otro régimen está siendo derrumbada con
permiso municipal, y solo se dejarán unas cuatro mansiones como museos en uso.
31
Contrabando de troncos de árboles 32
https://www.baseis.org.py/senado-deja-impune-robo-de-tierras-y-abona-el-desalojo-de-campesinos/ 33
https://www.ultimahora.com/lo-hicimos-correr-nuestro-unico-millonario-n2967987.html 34
http://ea.com.py/blogs/marito-cartes-la-misma-pandemia-colorada/
V El coloradismo como fascismo 35
La ANR ha sabido domesticar a una parte clave de la oposición, o la ha contratado a su
servicio, ganando con ello un conocimiento estratégico sobre sus oponentes que le ha
permitido intervenir en los espacios que se pretenden escapar a su control, tales como
la Intendencia de Asunción o algunas facultades universitarias. En esas intervenciones,
sectores de la oposición han sido útiles y/o serviles a la retoma colorada. Esto, porque
no se percibe al coloradismo, todavía, como el particular fascismo (neo/actual) del
Paraguay.
Este fascismo paraguayo impera bajo un malestar domesticado que se ilusiona con que
su expresión electoral sea exitosa. Dejar los problemas al ritmo electoral no genera
ninguna fricción en el poder como está establecido en Paraguay, con lo cual el
coloradismo puede gestionar el estrés social que generan los lentos cambios que el
mismo coloradismo va impulsando en la vida real y simbólica de quienes habitan el
Paraguay.
Este fascismo local es, como todo fascismo, aglutinante, abarcador, populista,
extremista y moderado al mismo tiempo, machista, próvida y autoritario, pero siempre
con voces progresistas, garantistas y demócratas en su interior que le permitan captar
los votos incautos del típico pensamiento de “mal menor” que es uno de los
paradigmas trágicos de la eterna oposición paraguaya-
VI Perspectivas
Hay voces valientes en Paraguay que llaman a romper el mito del bipartidismo y todas
sus consecuencias36 y otras voces también valientes, que llaman derechamente a
romper las urnas37. Pero, como en todas las cosas, la voluntad y el ejemplo son sólo
uno de los ingredientes de los procesos de cambio. Reconocer la situación en la que se
está y el conformismo ritual con esa situación es uno de los otros ingredientes.
Dado que sufrimos el Estado colorado perfeccionado desde 1989, y en su entera
brutalidad desde 1942/43, una revolución en Paraguay será anticolorada o no será.
Ha habido dos grandes momentos de crisis del Estado colorado en Paraguay: uno en
1945/47 en el cual la presión internacional convirtió al dictador Morínigo en
demócrata por un día, y se saldó con el compromiso anticomunista del coloradismo, lo
suficientemente lejos del nazifascismo como para no verse feo a ojos de la embajada
yanqui, compromiso que sostuvo a Stroessner exactamente el tiempo que ese
compromiso era necesario internacionalmente. El otro momento fue a fines de los ’90
y principios del actual siglo38 y se saldó con un momentáneo triunfo de la oposición al
35
http://ea.com.py/blogs/coloradismo-el-particular-fascismo-de-paraguay/ 36
http://ea.com.py/blogs/abajo-el-estado-colorado/ 37
https://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/2021/10/10/patea-las-urnas/ 38
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Paraguay/base-is/20120917031235/Doc101.pdf
coloradismo y una reacción y aprendizaje de la ANR que le ha permitido retener el
control estatal completo desde 2013 hasta ahora.
Lo común a ambos momentos es la inestabilidad, política, económica, y de paradigma
estratégico. En 1947 la respuesta colorada a la crisis fue la administración total del
Estado. En el segundo caso, la respuesta fue la misma. En ambas oportunidades la
inestabilidad dio oportunidad de cortar el ciclo de reproducción del coloradismo y en
ambas oportunidades ese intento fue débil, fallido, apenas de caratula. La oposición al
coloradismo en ambos momentos no hizo más que una diferenciación cosmética con el
coloradismo y no logró asociar, internacionalmente, inestabilidad con ANR, cosa que
era obvia a cualquier observador.
Una posibilidad entonces es salirse de la esperanza ritual de que las elecciones
cambiarán el contexto, y pasar a recrear lo que ha funcionado en la historia paraguaya
bajo el Estado colorado: un contexto inestable ha traído cambios en las elecciones. La
estabilidad es aliada del coloradismo y de una oposición cómoda, satisfecha, triste y
reaccionaria.
Pelao Carvallo
Asunción, Paraguay
Integrante del Grupo de Trabajo CLACSO Memorias colectivas y prácticas de
resistencia
11 de noviembre de 2021