El servicio social en la Casa del Sol - oberlin.edu · marzo de 2005 — 3 El Día de Muertos en...

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Vol 5, no. 2, May/mayo de 2005 Trabajar con niños en Puebla, México El servicio social en la Casa del Sol Por Brian Wonch a Casa del Sol en Puebla, México, da hospedaje para hasta setenta niños, desde infantes hasta la edad de la educación primaria. Cuida a huérfanos y a niños que o bien fueron abandonados, o bien viven con familias provisionales. Los niños duermen, comen, y juegan en el mismo edificio, y los más mayores de ellos asisten además al jardín de niños. La mayoría del equipo allá consta de estudiantes universitarios, cuyas instituciones les obligan a donar un periodo determinado de su tiempo a su comunidad mediante el servicio social, generalmente un semestre. Siendo estudiante en el Programa de Cultura y Sociedad Mexicanas en Puebla (PMCSP), contraje el modesto compromiso de pasar una tarde cada semana haciendo servicio social con los niños de edad preescolar. Esto significaba ayudarles con sus tareas de escuela, buscar sus zapatos olvidados, darles viajes de caballito, y hacer cualquier otra cosa que me pidieran. Continued on p. 15 In this issue En este número Casa del sol……………………………………..... 1 La fiesta del “sexo más seguro” ...……………2 Brujas, altares y muertos ………..…………….3 La Casa de los Espíritus…………..……………..4 Suplemento Literario Cuento: La gran caída…….………..…..5 Poesía …………………….………………..6 Cuento: Cada día………………………...7 María de Zayas …………………………………….8 Photo Essay: Puebla, Mexico ………..……….10 Voces de Guadalajara ………………………….12 Sociología en México……………………………16 Romper el ciclo de la pobreza …………….19 Speaking Basque in the Basque Country …20 Reuniones Literarias ………………….……….23 Written in Mexico ….……………………………24 L VOCES PHOTO ESSAY BY Rebecca Lammons ۞ Puebla, Mexico

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Vol 5, no. 2, May/mayo de 2005

Trabajar con niños en Puebla, México

El servicio social en la Casa del Sol Por Brian Wonch

a Casa del Sol en Puebla, México, da hospedaje para hasta setenta niños, desde infantes hasta la edad de la educación

primaria. Cuida a huérfanos y a niños que o bien fueron abandonados, o bien viven con familias provisionales. Los niños duermen, comen, y juegan en el mismo edificio, y los más mayores de ellos asisten además al jardín de niños. La mayoría del equipo allá consta de estudiantes universitarios, cuyas instituciones les obligan a donar un periodo determinado de su tiempo a su comunidad mediante el servicio social, generalmente un semestre. Siendo estudiante en el Programa de Cultura y Sociedad Mexicanas en Puebla (PMCSP), contraje el modesto compromiso de pasar una tarde cada semana haciendo servicio social con los niños de edad preescolar. Esto significaba ayudarles con sus tareas de escuela, buscar sus zapatos olvidados, darles viajes de caballito, y hacer cualquier otra cosa que me pidieran.

Continued on p. 15

In this issue En este número Casa del sol……………………………………..... 1 La fiesta del “sexo más seguro” ...……………2 Brujas, altares y muertos ………..…………….3 La Casa de los Espíritus…………..……………..4 Suplemento Literario

Cuento: La gran caída…….………..…..5 Poesía …………………….………………..6 Cuento: Cada día………………………...7

María de Zayas …………………………………….8 Photo Essay: Puebla, Mexico ………..……….10 Voces de Guadalajara ………………………….12 Sociología en México……………………………16 Romper el ciclo de la pobreza …………….19 Speaking Basque in the Basque Country …20 Reuniones Literarias ………………….……….23 Written in Mexico ….……………………………24

L

VOCES PHOTO ESSAY

BY

Rebecca Lammons

۞

Puebla, Mexico

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Voces, Oberlin’s Bilingual Paper (Vol. 5, no. 2)

__________________________________________________________________________________ 2 — May 2005

La fiesta del “sexo más seguro” Por Vincent Galland

ada año en Oberlin, antes de HALLOWEEN, los estudiantes y la administración de la Universidad

organizan una fiesta para la prevención de las prácticas sexuales riesgosas. De hecho, este acontecimiento es un gran curso educativo sexual, el cual es, pienso, necesario para todos los estudiantes por lo menos una vez. Hay dos tipos de diversión durante esta noche: una fiesta donde toda la gente está totalmente desnuda o medio desnuda, para divertirse; también hay una fiesta "más bien gentil", con juegos, y pequeños concursos para ganar preservativos... más para aquellos que se sienten menos cómodos en la fiesta desnuda. Siendo un periodista de origen francés, puedo decirles que este género de fiesta sería mal visto por la inmensa mayoría de la gente de la administración, y sobre todo en el caso de los estudiantes musulmanes. Algunos días antes del acontecimiento, les pregunté a varios de mis amigos que llevan más tiempo que yo aquí en Oberlin, cómo tal fiesta podía pasar sin escándalos; también les pregunté si yo podría traer mi cámara fotográfica. Uno me respondió que aunque tenía menos de 18 años, podría ir a esta fiesta con mi cámara. Pero mi vecino en la residencia, que está en su segundo año, tenía una visión totalmente diferente que mi amigo: Me afirmó que no podría asistir a la fiesta si no tenía 18 años, y ¡todavía menos con mi cámara! Por otra parte, él piensa no

ir este año, porque las reglas son más estrictas que en los años precedentes, y porque, según él, así la fiesta es menos divertida. Pienso que de hecho, el centro deportivo acogía a los más miedosos de los estudiantes, que todavía no tienen nada de qué protegerse (les recuerdo que la administración de Oberlin, generosa, a todos nos había dado preservativos y otros métodos de contracepción a

principios del año...), y que la discoteca de Wilder acogía a los estudiantes más locos. Si la fiesta no fue un éxito, no fue a causa de los estudiantes voluntarios que aportaron su interés a esta celebración, haciéndola un poco más atractiva, si puedo decirlo así, sino más bien la culpa de la administración, que mostró su cara más conservadora: si los estudiantes encuentran esta fiesta y estas informaciones menos interesantes que en otros años, si la fiesta es cada vez menos atractiva, sería mejor abolir este tipo de acontecimiento (a menos que quieran contratar al nuevo estudiante francés Vincent Galland como nuevo director de

eventos culturales; en ese caso, ustedes podrían redescubrir por fin el placer de bailar sin vergüenza, y sin ropa, en cueros como Adán o Eva...). Pero si la gente se divierte mucho y si puedo entrar en la fiesta, habremos pasado una buena fiesta "administrativamente correcta". En español alguien que arruina el placer de los otros se llama un «aguafiestas». Esperamos que la administración no se conozca como el

Aguafiestas del Sexo Más Seguro. « Ilustraciones: “Póntelo”—campañas españolas para promover el uso de preservativos

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Voces, Oberlin’s Bilingual Paper

___________________________________________________________________________________________ marzo de 2005 — 3

El Día de Muertos en Oberlin

Brujas, altares y muertos, "Oh My!" Por Gabbie Nirenburg

l miércoles 20 de octubre fue el primer día de "Brujas, Altares y los Muertos," una serie de charlas en La Casa Hispánica de Oberlin. Era

un buen comienzo para las charlas, y muchas personas asistieron. La profesora que la dio eligió una tema muy única: la situación política,

económica y social de la brujería en Puerto Rico. La conferenciante se llama Raquel Romberg y ha estudiado en todo el mundo. Es de Argentina, y recibió sus grados en Tel Aviv y en la Universidad de Pennsylvania. Su especialización primaria es la antropología, especialmente el folklore. Pasó mucho tiempo en Puerto Rico, donde aprendió mucho sobre la cultura de las brujas. Después de hablar sobre la historia de las brujas en general, y la situación de las brujas y la brujería en Puerto Rico durante los siglos pasados, ella empezó a exponer su argumento principial, y esto fue lo más interesante de su conferencia. Dijo que, a pesar de la concepción tradicional que las brujas (y, de hecho, todos los grupos que no siguen caminos típicos) odian todo lo que es "moderno," la verdad es que ellas trabajan con los avances tecnológicos, no contra ellos. Romberg explicó que la mayoría de las brujas son tan avanzadas como nosotros. No están preocupadas con mantener sus tradiciones en la misma manera cada vez que las practican. Hoy en día, observan estas tradiciones con la ayuda de

cosas nuevas. Por ejemplo, una bruja que quiere más clientes puede utilizar un teléfono celular. O, si no puede encontrar las cosas que necesita para sus hechizos, puede usar cosas equivalentes, como una cinta en vez de una cuerda. Lo que es más importante para ellas es Dios, y los trabajos para Él. Su capacidad de hacer magia no depende de objetos específicos – es un don de Dios. Todo lo que hacen obedece las leyes espirituales y las leyes de amor, y no les importa en qué manera lo hagan. Todo esto significa que la brujería y la modernidad pueden trabajar juntas. Romberg dijo que el capitalismo del consumo se aplica a la

brujería tanto como el resto de la población. Las brujas tienen una cultura material, y valoran el éxito financiero. Para ellas, la innovación causa la prosperidad, y como sabemos, ¡La prosperidad no puede ser mala! Por eso, abrazan los desarrollos tecnológicos, porque todo lo que aumentará su éxito es bueno para su cultura y su estación en la vida religiosa. Por lo tanto, el trabajo de las brujas no es subversivo de la modernidad, como la mayoría de las historias nos cuentan. La brujería es un tipo de "materialismo

espiritualizado," y no disputa el orden social. De hecho, los dos pueden convivir sin problemas, uno apoyando a otro. Romberg presentó esta información en una manera muy interesante y muy persuasiva. La mayoría de las charlas de Oberlin que tienen temas tan fascinantes son, en realidad, aburridos. Pero Romberg tenía un agradable estilo de hablar, una inteligencia muy obvia y un acento simpático que capturó la atención de la gente que vino. Fue una de las mejores charlas que este escritor ha visto.« El altar en la Casa Hispánica. (Fotos: Manuel Rebollar Barro)

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__________________________________________________________________________________ 4 — May 2005

La Casa de los Espíritus

Perdido en la traducción Por Jasmin Roberts

a Casa de Los Espíritus es uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Me encantaron la magia de Clara, el misterio de la casa, los

detalles de la lengua y de las palabras. Isabel Allende tiene un verdadero talento para el desarrollo de los personajes. Los describe tan bien que parecen gente de la vida real. Te obliga a identificarte con ellos y antes de que te des cuenta, estás riendo y llorando con las mujeres de la familia del Valle. El idioma en que uno lee un libro importa más de lo que suele creerse. Cuando tenía unos quince años, leí esta novela en inglés. Me divertí mucho con la historia, y me gustó mucho Clara, la clarividente. Pero cuando volví a leer el libro, esta vez en español, la experiencia fue muy diferente. Quizás es en parte porque soy muy diferente ahora, a los veinte años, que en mis años adolescentes. Pero también me di cuenta cuánto se pierde al intentar retransmitir a otra lengua las imágenes elegantes, los símbolos, y las emociones de la obra de Isabel Allende. Muchas cosas se pierden en la traducción. Sin embargo, hay dos cosas que se quedan constantes en ambas versiones de la historia: el simbolismo y los temas principales—por ejemplo, la representación de las mujeres y su fuerza. Las protagonistas de la historia todas son mujeres, y ellas demuestran una resistencia y un vigor extraordinarios durante toda la novela. Sin perderse un detalle, Allende describe los nacimientos, las

muertes, y la brutalidad que sufren las mujeres. Se consideró como un acto audaz cuando ella publicó su novela en 1982, y mucha gente pensó que ella la publicó en respuesta a Cien años de soledad de Gabriel García Marquez, porque en su novela los personajes principales son hombres y las mujeres están solamente en el fondo. El símbolo más prominente en la historia es la casa, o “la casa grande en la esquina.” Es el centro de la atención. La casa fue construida por Esteban, el esposo de Clara, y es el sitio de los fantasmas y

espíritus que dan su nombre al libro. Es “la casa de los espíritus.” A medida que avanza la historia, la casa, con sus muchos recovecos, llega a ser simbólica de las vidas complicadas de Clara, Esteban, y los del Valle, y de las torceduras del argumento de la historia. Sin embargo, para mí la parte más intrigante de la historia es la juventud de Clara. En el primer capítulo nosotros conocemos a Barrabás, un perro que llega a la casa de los del Valle con el cadáver del tío Marcos, el hermano de Nivea, madre de Clara. En el tercer capítulo, aprendemos sobre los poderes mágicos de Clara y su ataque de silencio. Allende nos habla de Nana y sus tentativas de obligar a Clara a hablar. Tuve la impresión de que la peculiaridad de la familia se comunicó de forma

diferente en la versión española, y que había un aire de comedia no presente en la inglesa. Esta novela es una historia de misterio, encanto, y comedia que deberían leer todos. Isabel Allende es una novelista de mucho talento cuyo estilo asciende al nivel del arte, y que le deja al lector con la sensación que está en otro mundo. Allende sigue escribiendo y creando obras de arte magníficas. Les recomiendo que lean el libro en español, porque si no, se pierde algo de la historia. «

Foto: Isabel Allende

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___________________________________________________________________________________________ marzo de 2005 — 5

SSSSSSSSuplemento LiterariooooooooCuento

La gran caída Por Illeana Font-Soloway

en a la mesa! ¡Tu comida ya está fría!” “¡Ya vengo, Mamá!” grité fuera de mi cuarto. ‘Nunca puedo estar quieta en

esta casa cuando estoy haciendo mi tarea; ¡qué ruidoso y molesto!’ pensaba cuando cerré mis libros y apagué la luz sobre mi escritorio. Cuando abrí la puerta, mi madre estaba gritando a mi hermana porque su radio estaba muy fuerte y ella no podía oírla. Añadí a la confusión mis gritos fuertes, “¡Todos cállense las bocas!” pero nadie me oyó, y yo murmuré otra vez sobre lo molesto que era esta casa. Cuando estaba bajando las escaleras, tropecé sobre mi gato gordo y volé en el aire. Cerré los ojos porque tenía mucho miedo, pero después de mucho tiempo, me di cuenta de que no iba a golpearme. Abrí un ojo para ver ¡que estaba volando sobre mi casa en las nubes! El primer pensamiento fue que iba a morir, pero comprendí pronto que volar era muy fácil y no tenía nada de qué preocuparme. ¡Que linda mi casa, parece del cielo! No podía oír gritos ni ninguna música…pues, no había ningún sonido excepto el del viento en los oídos. ¡Finalmente, encontré la paz! Después de volar sobre mi casa por mucho tiempo, encontré el valor para volar por otras partes del mundo. ¡Cuántas opciones tenía! ¿A dónde debo volar después? Por toda mi vida, quería ver la celebración de Mardi Gras en New Orleans, pero nunca había tenido la oportunidad. “¿Puedo volar esta distancia?” me pregunté. “Además, no sé nada sobre las direcciones. ¿Qué debo hacer?” En este momento, vi una bandada de ocas. He aprendido que las ocas vuelan al sur durante esta parte del año, porque les gustan los lugares calientes. “Es posible que si sigo a las ocas, pueda

encontrar la fiesta,” me dije. Entonces, escuché un grito de horror. Me llevé la sorpresa cuando una de las ocas dijo en español, “!Ahhh! ¡Un humano volando!” Al mismo tiempo, yo dije, “!Ahhh! ¡Una oca hablando!” Por un minuto nos miramos y entonces nos reíamos juntos. La oca me digo que su nombre era Pablo y me presentó a su bandada, mientras todos nosotros volábamos en forma de un “V.” Despues de conocer a toda la bandada, recordé que quería ver la fiesta de Mardi Gras. “Antes de que me olvide, ¿sabes coómo puedo ir a New Orleans en poco tiempo porque quiero ver…” “¿El Mardi Gras?” respondió Pablo. “¡Sí! ¿Cómo lo supiste?” “¡Jajajaja!” Todas las ocas se rieron. Otra oca, que se llamaba Jorge, respondió a mi pregunta. “Antes de ir al sur de Florida, paramos en New Orleans para recoger

nuestros amigos, que viven allí. Cuando estemos allá, asistiremos a las festividades por unos días. Podemos llevarte con nosotros si quieres.” ¡Qué suerte tenía! “¡Por supuesto, me encantaría venir con vosotros si está bien!” Después de volar toda la tarde, llegamos a la fiesta. ¡Qué bonito y divertido era todo! Las luces, las disfraces, los cuerpos desnudos, las canciones, la comida, la bebida, el baile, los juegos, y el arte…un espectáculo que nunca había visto antes. Las ocas

y yo bailamos, bebimos y comimos en los tejados de los edificios toda la noche. Después de mucho tiempo, me dormí en un tejado, con algunas de las ocas como mi cama y almohada de plumón. Cuando desperté por la mañana, estaba en mi cama en mi casa. ¿Fue todo solamente un sueño? Puse la mano debajo de mi almohada y encontré una pluma de una oca. “Gracias por una noche fantástica,” le dije a Pablo y me dormí otra vez.«

Illustration: Icarus, by Hendrik Goltzius (1558-1617). Engraving, 1588.

“¡V

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__________________________________________________________________________________ 6 — May 2005

Qué pesadilla Por Kt Rowland Anoche, una pesadilla me vino, una pesadilla en que tú, querido, me decían-- ya encontraste a otra chica, una chica bonita y llena de deseo por ti. Me dijiste que ella estaba enamorada de ti, y la pareja de pendientes que tú le diste. * * * Ah, ¿quién eres? con el pelo cubriéndote los ojos-- el chicle en la boca me reiría sin parar si no estuviera pensando en lo que no puedo tener pero, ¿te puedo tener? Qué hermoso sería! tu pelo besando mi pecho, mis manos y dedos acariciando tus orejas.

Pero mi querido me llamará, creo, inmediatamente después de que yo decida dejarlo. ** ** ** ¡Te dejo, querido! ¿me escuchas? Estoy gritando con tanta fuerza que los pulmones me molestan del dolor de dejarte. ¿Me oyes? ¡Te estoy dejando! *** *** *** Me desperté y descubrí tu cara a la izquierda la mía y me di cuenta que el amor me había dejado. * * * Qué pesadilla, querido.

Sin Título Por Mari Kempton

Ojalá que hubiera nacido como un árbol, creciendo en tres direcciones, con un

destino simple: para conocer un trozo de tierra infinitamente y nunca dejarlo.

Ojalá que fuera una abeja, haciendo el amor sólo a las flores, claro en

propósito, zumbando útilmente. Ojalá que fuera una montaña, demasiado

grande para sentir el dolor, congelada en el cielo. Ojalá que fuera una taza de

plástico, irrompible, y que pudiera tocar tus labios sin cambiar nada. Ojalá que

fuera un buitre, mirando desde arriba, haciéndome fuerte con la tristeza. Ojalá

que fuera una puerta, y no te notara cuando pasaras, y siempre llegaría otro a

llenar tu ausencia.

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___________________________________________________________________________________________ marzo de 2005 — 7

Un cuento fantástico

Cada día Por Jessica Greenberg

ada día, a las cuatro y media, tengo que ir a la práctica de fútbol. Soy una jugadora del equipo de la universidad de Oberlin.

Normalmente, camino al gimnasio, cojo mi vestido, y voy a la médica-entrenadora. Ese día fui a ella porque me dolía el tobillo desde hacía dos años y la cinta que provee su seguridad es muy débil. Nunca me he roto un hueso o un dedo, pero el tobillo está muy frágil ahora. La médica entrenadora siempre está contenta de verme, y de ponerme la cinta medica en el tobillo derecho. Después de ir al cuarto de la médica entrenadora, llevo la bolsa de las pelotas, ya que a las estudiantes de primer año se nos asigna ese trabajo cada día. Ayer, fui al campo de fútbol un poco temprano. Cuando estaba caminando por la calle del gimnasio, noté que no había nadie del equipo alrededor del gimnasio. Decidí ir y jugar sola. Primero, después de vestirme, paré por el cuarto de la médica entrenadora, que se llama Maria. Tan pronto como caminé hacia el cuarto, Maria gritó con confusión, “¿Qué estás haciendo aquí tan temprano? ¿Estabas aburrida en tu dormitorio? Entonces, te pondré la cinta médica en el tobillo ahora, si lo quieres. ¿Cómo eres tan estúpida?” Como ella me decía, no tenía ni idea de la razón de llegar tan temprano. Era sólo las tres y media de la tarde. Siempre llego al gimnasio y pongo el pie en el cuarto del entrenador médico a las cuatro y cuarto de la tarde. Era muy excepcional y difícil de comprender. Justo en el momento que salía, ella dijo, “¡Tenga cuidado, Jésica, oí que va a llover mucho esta tarde y habrá una tormenta peligrosa! Será como pelotas cayendo del cielo.” Sin pensar demasiado en sus palabras, salí del gimnasio hacía el campo con una pelota al pie. Miré alrededor de los campos y estaban muy vacíos, pero el sol estaba brillando con orgullo y felicidad, un día ideal para el fútbol; el tiempo era perfecto. Continué andando, pero justo cuando estaba a punto de dar una patada, el cielo se hizo

gris y empecé a pensar, “Maria tenía razón, habrá lluvia pronto.” Saqué la pelota y corrí alrededor del campo, demostrando mis talentos de fútbol. Todavía, no había nadie allí, y entonces metí un gol. Cuando metí la pelota, la pelota voló en el aire, haciendo círculos en el cielo. Asustada y confusa, no sabía nada, no tenía ni idea de lo que pasaba. Segundos después de que la pelota había caído del cielo, llovía a cantaros. No había nadie a la vista, todo estaba mojado y silencioso. Había jugado muchos partidos de fútbol lloviendo, pero ése era loco e intenso. Metí un golpe más y después de un paso, las gotas de agua desaparecieron enseguida. “¡Que loco!” yo piensé. Yo grité a través de los campos atléticos, “¿Hola? ¿Alguien?” pero no hubo respuesta y no sabía qué hora era. Como resultado, di otro paseo cuando empezó a llover otra vez. Esa vez, las pelotas, las

que estaban cayendo del cielo, rebotaron del suelo al aire alrededor de mi cuerpo.

Era increíble; no podía creer el fenómeno.

En ese momento, estaba empapada y decidí que el

día no podía ser más loco y no podía tener ninguna sorpresa más. Tenía que tener tiempo para la práctica, pero mi equipo todavía no había llegado al campo. Volví al gimnasio, y mientras estaba caminando, la

lluvia terminó finalmente. Todas las pelotas

desaparecieron en el aire excepto mi pelota del pie. El

sol salió lentamente y era muy fantástico y raro. Cuando llegué al

gimnasio, noté que un grupo de chicas estaban sentadas en el vestíbulo del gimnasio, esperando algo. Sin embargo, era muy extraño porque estaban vestidas de sus uniformes de fútbol. “¡Dios mió!”, me preocupé, “¡Tenemos un partido hoy, contra la universidad de Wooster y no estoy lista!”. Sin darse cuenta de mi aparición, ya estaba vestida de mi uniforme. No tenía ninguna idea cómo me había vestido, pero cuando miré arriba, mi entrenador, que se llama Andy, se marchaba por el vestíbulo. Andy dijo, “Jésica, es bueno verte. Es tiempo a jugar, el tiempo es bueno y perfecto.” Me puse en la cola con mi equipo y nos marchamos afuera hacia el campo, con orgullo y energía. Era el momento de ganar y no de jugar con las pelotas volantes. «

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__________________________________________________________________________________ 8 — May 2005

María de Zayas

Una escritora feminista en un mundo de hombres Por Halie Morris

omo autora prolífica durante una época en que existían muchas así, María de Zayas se destaca con su voz de mujer y su realismo

literario. Hoy en día, aun se podría comparar su estilo de realismo con el de García Márquez, en cuanto su idea estética común del “realismo mágico”. Sin embargo, como el de Márquez, el mundo de Zayas está lleno de elementos fantásticos que, para su sociedad, no son digresiones sobre el mundo real, sino amplificaciones de este mundo. Este concepto fundamental, no sólo sirve para explicar la obra de María de Zayas, sino también para ayudar a comprender mejor la sociedad de su época. Aunque haya elementos “mágicos” como tales, éste no es el enfoque literario, sino un rasgo característico del mundo, y como la ciencia para nosotros hoy, servía como explicación básica para las ocurrencias del mundo. No se sabe mucho de la vida de doña María de Zayas. Nació en Madrid en 1590 de familia noble. Su padre, que trabajaba para el ejército, llevó a su familia a varias ciudades y es así como conoció Zayas Sevilla, Nápoles, Madrid, y varios otros lugares que se convertirían en futuros escenarios de sus novelas. Además, se puede añadir que la vida de María de Zayas es un tanto oscura; se puede seguir su vida literaria a través de diferentes críticas y alabanzas de su escritura de la época, por lo que se puede deducir que vivía en la competitiva cuidad artística de Madrid del siglo diecisiete. No obstante, después de publicar sus Novelas amorosas y ejemplares en 1637, hay un período de diez años aun más interesantemente oscuro, porque es durante este tiempo en el que se cree que algo ocurrió en la vida de María de Zayas para hacerla odiar completamente a los hombres y que la llenó de una amargura nueva y distinta de la que tenía antes. Se propone esta idea viendo que, diez años después de la publicación de Novelas amorosas y ejemplares, se publicó la segunda mitad del “sarao”, Desengaños amorosos. En esta obra

vemos un cambio, desde la primitiva insistencia tranquila de desengañar a las mujeres (en Novelas amorosas) hasta un fuerte grito llamativo y amargo que regaña a las mujeres por no haberse desengañado. La teoría que existe es que ella probablemente tuvo algún encuentro amoroso durante estos diez años (no se sabe si se casó o no), pero el problema con la teoría es que ella tenía cincuenta años durante este período – quizás no la edad que se espera para tener ningún encuentro amoroso apasionado y descorazonador. Así que esta etapa de su vida sigue siendo un misterio. Sin embargo, la realidad del cambio todavía existe y se ve; Desengaños amorosos es un libro más macabro y grotesco que Novelas amorosas. Incluso han desaparecido los narradores varones de la segunda mitad de la obra. En vez de casarse como estaba escrito que iba a ser, la protagonista Lisis entra un convento. Los hombres “buenos” de la primera parte también han desaparecido. Es esta amargura la que define la personalidad de María de Zayas más que otra cosa – las descripciones de las muertes y torturas que se ven

en Desengaños amorosos son chocantes, no sólo por su contenido sino también por el estilo como son presentados. La escritura de María de Zayas es, a menudo, directa y toma un tono, no de urgencia, sino más bien de rapidez. Las obras están escritas como fábulas, siempre recordándose de que la historia es narrada por alguien del sarao, mientras que las descripciones son realístas hasta el punto de serlo demasiado. A través de esta amargura, también se relaciona su feminismo. En las introducciones a las Novelas amorosas y Desengaños amorosos, María de Zayas pide de las mujeres que se desengañen, y

explica cómo los padres deben, en vez de enseñar la costura a la niñas, darles un libro y ver lo que pasa. Declama que será evidente que las mujeres tienen el mismo nivel mental que los hombres y defiende que, aun a veces, serán mejores. Para su época, este tipo de declamación era muy trascendente – tan increíble que sus palabras no iban a tener mucho efecto hasta siglos más tarde. Sin embargo, escribir un mensaje así durante un período donde la cultura era cada vez más conservadora es muy atrevido. Los elementos importantes e interesantes de la obra de María de Zayas son su tratamiento del

Ilustración: María de Zayas

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honor y las opciones que otorga a sus mujeres protagonistas. En cuanto al honor, la impresión que nos da María de Zayas es que le importa, tanto en su singularidad de manera de decirlo como, en cierto modo, en su mensaje. Aunque otros autores han criticado el sistema de honor en que todos se encontraban en esta época, nadie lo hacía de la manera tan directa que lo hacía María de Zayas. Se han comparado a Lope de Vega y a María de Zayas por sus críticas del sistema de honor, pero Lope de Vega, en obras como El Caballero de Olmedo, toma un tono de burla en el que aunque nos presenta el mensaje claramente, falta la urgencia y deliberación que tiene la escritura de María de Zayas. No obstante, porque Zayas parece muy dedicada a sus ideas de crítica social, se supondría que ella también tendría mejor respuesta para las mujeres de sus cuentos, pero sus heroínas se encuentran viviendo en conventos sin el hombre con quien se querían casar. Esto no ayuda mucho a la situación de la mujer, pero tal vez es parte de su intención de mostrar sus historia de un modo en el que el futuro femenino es tan pesimista, que aún las mujeres que tienen la razón de su lado, no se pueden escapar. Tal vez esto crea más urgencia para cambiar las acciones del hombre que las han conducido a este fin. En contradicción con lo que varios críticos han comentado sobre el elemento de lo fantástico en la obra de Zayas, es importante considerar la estética de la época. Los elementos que hoy en día parecen fantásticos eran parte de la vida diaria de María de Zayas; no se puede juzgar si se creían o no, pero la hechicería que aparece en sus novelas debe considerarse, no como fuera de contexto o elemento yuxtapuesto, sino integral y casi tan “real” como las descripciones de la ciudad y de los que la habitan. El estilo de María de Zayas fue singular en su época. Junto a Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina, y otros, su escritura se destaca en su sencillez y mensaje intenso e insistente. Mientras las obras de teatro de estos otros escritores de la época a veces también mostraban un tipo de crítica social, lo hacían frecuentemente con burla y sátira. No obstante, el estilo de Zayas es distinto. Ella no intenta burlarse de nadie, sólo quiere penetrar el corazón de lectores con imágenes de una vida diaria analizada hasta el último detalle para mostrar la vida en una luz clara y poco impresionante. Aún los personajes de sus obras son más realistas que los que se encuentran en los entremeses de Lope de Rueda o en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina. Zayas no intenta estereotipar a los personajes de sus cuentos, sino presentar la verdad de la vida y esperar que cambie.

Bibliografía

Álvarez Rodríguez, Juan. Técnicas literarias y costumbrismo en la obra de María de Zayas y Sotomayor. Los Angeles: University of Southern California, Ph.D., 1972.

Couliano, Ioan P. Eros and Magic in the Renaissance. Trans. Margaret Cook. Chicago: University of Chicago Press, 1987.

Mújica, Bárbara. Texto y Vida: Introducción a la literatura española. Fort Worth: Harcourt Bryce College Publishers, 1990.

Vasileski, Irma V. La creacíon novelística de doña María de Zayas y Sotomayor. Tallahassee: Florida State University, Ph. D., 1972.

Vasileski, Irma V. María de Zayas y Sotomayor: su época y su obra. New York: Plaza Mayor, 1972.

Zayas y Sotomayor, María. Tres novelas amorosas y tres desengaños amorosos. Ed. con introducción por Alicia Redondo Goicoechea. Madrid: Editorial Castalia, 1989.«

Archivo de Voces en línea: 2001-2005

¡todos los 11 números!

www.oberlin.edu/faculty/sfaber/voces

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Puebla, Mexico By Rebecca Lammons

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Voces de Guadalajara Winter Term 2005

Intensive Spanish In Mexico

y trip to Guadalajara was better than I ever could have hoped for. The first night in Guadalajara was probably the strangest night of my entire life. I arrived at the home of my host family at about 6:30 in the evening,

and after an incredibly nervous and awkward interaction, I was shown my room, to which I retreated for the rest of the night. I unpacked, wrote in my journal, and called home and tried to sound like I was doing really well. I was incredibly homesick for the first three or four days of the trip. I felt like I would never have a way to see the city or make friends; I thought I would go to school and go home and sit in my room every day for the entire month. I had no idea how I was going to last the entire month. I made a chart to count down the days until I went home. On about the fourth day, though, everything changed. One of my friends met three Mexicans in conversation class, and after class brought them over to introduce us. They seemed nice, and that night a bunch of Oberlin students walked around downtown historical Guadalajara with three Mexican teenagers as the best tour guides we could have ever asked for. Throughout the month, these three Mexicans became my closest friends, and I cannot even begin to imagine how different my trip would have been without them. I feel closer to Saulo, Gabriel, and Betina than I do to most of my friends at Oberlin. We spent almost every day together, and because of them I not only learned about the city and the country, but about Guadalajara slang, ways of thinking, customs, and above all, how fundamentally alike we all are. I still talk to all three of them almost every day. The Spanish classes I took at IMAC, the institute for learning Spanish and English, were excellent, My class consisted of four people, the perfect size, and my teacher was absolutely amazing, His lesson plans were always inventive and interesting, and he allowed our discussions to go wherever they happened to go, never restricting us to certain topics, as long as we were speaking in Spanish. We talked about everything, and many times had interesting off-topic discussions about cultural aspects and public opinions in Mexico. I felt that in addition to learning grammar and vocab, my class also learned an invaluable amount about the people of Guadalajara, which is equally if not more important. In addition to four hours of class in the morning, and conversation class at night, the Oberlin group also took many day excursions to surrounding towns. These trips, although they very unpleasantly forced us to be intensely touristy for entire days at a time, were nice in that they allowed us to escape from the city see many diverse parts of Mexico, instead of staying isolated in one location.

All in all, I had a perfect time in Guadalajara. I made amazing friends, my Spanish improved exponentially, and I got to experience living with a wonderful host family in an incredibly beautiful city. With the money that I will save from the grant money given to our group by the Minneapolis Foundation, which we all greatly appreciate, I hope to return to Guadalajara this coming summer and learn even more. Adriaan Follansbee

Agradecemos a la Fundación de Minneapolis por permitirnos pasar tiempo in Guadalajara. Nuestra experiencia fue increíble. El instituto IMAC nos dio un ambiente perfecto para aprender español. Nuestro profesor, Salvador, dio mucha información sobre la cultura mexicana y el idioma español. También la escuela nos llevó a muchas excurciones bonitas. Hicimos un viaje por la ciudad y vimos muchos edificios viejos e importantes. La arquitectura es increíble allí. También visitamos la playa, Tlaquepaque, Tequila, Tonalá, y Chapala. Los lugares que visitamos eran muy bonitos e interesantes.

M

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El viaje también nos dio la oportunidad de conocer a muchas personas mexicanas, que nos dieron una experiencia mexicana auténtica. Muchas gracias; nunca olvidaremos nuestra experiencia. Barrie Newberger, Lindsay Rothenberg y Jenn Sargrad

۞ Durante el mes de enero viví con una familia mexicana en la colonia Providencia en Guadalajara, México. Estudiaba con 21 otros estudiantes de Oberlin que vivían con familias mexicanas también. Asistíamos a IMAC, una escuela que enseña inglés a los hispanohablantes. La familia con que vivía yo era muy simpática. Dos días antes de salir de Nueva York se me rompió la mano. Tuve que ponerme un yeso allí en Guadalajara. Tuve un buen experiencía con un médico

mexicano. Además, el precio del servicio era mucho más barato que en los Estados Unidos. El grupo de los estudiantes de Oberlin viajó mucho durante nuestra estancia en Guadalajara. Fuimos a un lago a una hora de la ciudad, llamado Chapala. Fuimos a algunos pueblos o partes de la ciudad que tenían muchas cosas para comprar. En Tlaquepaque había mucha arcilla. Tonalá era muy similar pero había muchas artesanías de plata y de vidrio. Fuimos a Tequila, origen de la bebida alcohólica del mismo nombre. Muchos estudiantes (y maestros también) se emborracharon en la fábrica de tequila. El tercer fin de semana en México fuimos a Manzanillo, un pueblo en la playa, fuera de la ciudad. El agua a la playa allí era muy caliente y maravillosa. Había

mucha humedad y hacía mucho calor pero nos divertimos muchísimo. La ciudad de Guadalajara es conocida como la ciudad de flores. Hay aves de paraíso por todos lados y naranjos en cada calle. Hay muchos edificios muy antiguos en el centro de la ciudad y hay mucha vida allí. La gente de México es muy agradable y cariñosa. Los mexicanos pueden ser un poco más agresivos que los estadounidenses. Fue interesante ver las diferencias entre las dos culturas. Hay muchas. Un noventa y cuatro por ciento de la gente de Guadalajara es católica y muchas personas son homofóbicas. Aunque tenía diferencias de opinión con la gente de Guadalajara, a mí, me encantó. No puedo esperar hasta mi próxima visita. Elsie White

۞ At first, I applied to Oberlin's program in Mexico because I was attracted to the "other worldliness" idea of it. I enjoyed playing with the the image of myself in a Hispanic country without understanding a single word of Spanish. It would be an undepictable journey. But, as the departure date encroached upon me, my excitement of the unknown metamorphized into utter fear. I was paralyzed when I visualized myself meeting my host family; the daily function of my voice coming to a standstill while it was expected to produce a foreign tongue. When, in a flustered state, I met my host mother for the first time at the house gates and left their house gift in the taxi, I splurted out the Spanish I learned on the airplane and began my adventure in Mexico. The four-hour classes a day contributed exorbitantly, if you can imagine, to my speaking skills, and the Mexican food matched my already proficient eating skills. After classes ensued daily explorations of Guadalajara, and the holes that were created from the language barrier were thickly filled with the colors of the city. I found myself consumed with Mexican art and the lime green walls of restaurants. Mexico provided me with an exclusive experience: I'm not only speaking of a window into a Hispanic culture, but an experience of having a younger sister. My host sister, Ana, and my host mother were the brightest colors of Mexico; it was every day I spent with them that my connection with the language and culture grew stronger and deeper. We watched American movies dubbed over in Spanish, and bonded over quesadillas, pollo, y muchos muchos frijoles. It was a great privilege to become a part of their family. After embarking on a one-month quest to study Spanish, I gained so much more. I feel enormous gratitude to the department of Hispanic Studies at Oberlin and the Minneapolis Foundation for this opportunity. I left Mexico with overweight luggage and a heavy heart, but also with a lot of great stuff and an unforgettable experience. Jarema Osofsky

Foto: Todos los Obies en el programa de Guadalajara

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Estuve en Guadalara por Winter Term. Yo vivía con una familia mexicana. Al principio tenía problemas con mi familia porque ellos solamente hablaban español. Yo no hablaba español antes de Guadalara, pero con las clases en el IMAC y al no hablar inglés con mi familia, mi español fue mejorando. Me divertí mucho también. Con nuestro grupo de Oberlin visitamos muchos lugares en Guadalajara y en otras partes de México también. Visitamos Tlaquepaque, Tonalá, Chapala, Ajijic, San Juan Cosala, y el pueblo de Tequila, donde fuimos a la fábrica de tequila. Un fin de semana mis amigos y yo visitamos la playa de Manzanillo. Me divertí mucho y aprendí palabras y gramática basicas. Linda Jagge

۞ This year over Winter Term I went to Guadalajara with a group of Oberlin students to study grammar at the local institute. I lived in the city with a Mexican family (the family García-García), and found this to be an incredible immersion experience: I was eating traditional Mexican foods, listening to and singing along with traditional Mexican folk music, and engaging in conversations (in my broken Spanish) about local events and happenings. Although my grammar course at the institute was wonderful, I felt that the greatest learning, at least for me, took place outside of the classroom in the streets, in the market places, in the “naturaleza,” and at home with my Mexican family. This is a cultural experience that is impossible to obtain at my small liberal arts school in northern Ohio: I had to go to Mexico to learn what I learned. The program is wonderful—I could not have done a better thing with my Winter Term. Lucia Graves

۞ For my winter term I went with a group of Oberlin students to Guadalajara, Mexico. The trip was expensive but a donation from the Minneapolis Foundation help to diminish the economic burden. I left from Boston and flew through Chicago to get to Guadalajara. I arrived in Mexico an hour late due to turbulence. After I had passed through customs I looked for my taxi. I could not find it and had to call Mario the director of the program in Mexico. He called the taxi company and verified

that they were indeed still waiting for me. After a few more minutes I found my taxi driver. He brought me to a huge van, I was the only student coming in so late and so I was by myself. I remember driving through the city wondering what my next month would be like. Before I went to Mexico I spoke very little Spanish. Upon arriving at the house of my host family I realized that I could interpret a lot of what was being said by the body language . There were eight other people who lived in my new home. There was the two parents and their two sons. There was a grandmother from the mother’s side of the family and a cousin. The last two people who lived in the house were Mexicans but where not related to the family. With myself included there were nine people living in the house. At first I was very confused about who was who and who actually lived in the house. But after a week it became clear. IMAC the school where I studied Spanish was in the center of Guadalajara, about a one hour bus ride from my home. It was located near the historical section of the city. There were only four other students in my class. The classroom was small and white with no windows, classes were long, four hours with one

fifteen minute break. However, they seemed to go by quickly. After class I often times would explore the city with my friends. About a ten minute walk from the school there was San Juan De Dios, an indoor marketplace; it was very fun to walk through the market and look at all the things for sale. At first the long bus rides and classes got to me. The grind of the city, being away from my new home for eight, sometimes even twelve,

hours a day began to wear down on me. It was not until the third week that I really felt comfortable in Mexico. I remember one night sitting down with my host mother and having my first real conversation in Spanish, we talked for maybe an hour and I was able to express my thoughts and ideas in Spanish. Once I had gained a better control of the language the experience became wonderful. The trip overall was wonderful, we went on many fun excursions and I learned a lot of Spanish. I only wish that I had had more time in Spanish before I went. Mexico is a wonderful country and I hope to return soon. Noah Kalos

۞

Como nuestros compañeros estaban aquí en Oberlin o en un lugar que hace mucho frío en el mes de enero, nosotros fuimos

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a Guadalajara, un lugar donde hace mucho calor, para estudiar español de forma intensiva. El español es la lengua más popular en el mundo ahora, al lado del inglés. Por eso, esta experiencia era necesaria. Cada estudiante vivía con una familia anfitriona. Fuimos a IMAC por cuatro días cada semana. Había ocho personas de Oberlin en nuestra clase y nuestro profesor no hablaba inglés. A veces era difícil comprender sus lecciones pero nosotros nos ayudábamos el uno al otro. Teníamos que levantarnos muy temprano y asistir a las clases a las nueve de la mañana hasta la una de la tarde. Durante la semana, fuimos de excursión a lugares diferentes como Tlaquepaque, Tonalá, Chapala, Ajijic, y el pueblo de Tequila. La cuidad de Guadalajara era muy moderna, bonita y divertida. Había muchos clubes por todas partes. La comida en la casa y en el restaurante era muy deliciosa. Hablar español por un mes era a veces muy difícil porque nosotros estamos acostumbrados a hablar inglés todos los días. Pero aprendimos mucho practicando con nuestra familia y la gente de Guadalajara. Para nosotros, fue la primera vez que fuimos a un país extranjero. Aprendimos mucho de la cultura, las personas mexicanas, y de la vida mexicana. Ahora nosotros tenemos una familia que nos gusta y que podemos visitar un día en el futuro. Muchas gracias a La Minneapolis Foundation, por la oportunidad de estudiar, vivir y divertirnos en un país magnífico. Vanessa Flowers y Laura Gilman ---------------------------------------------------------- La Casa del Sol Continued from p. 1 Era agotador el tener que instruirlos sobre el vocabulario de su propio idioma, con el cual yo apenas lograba a sobrevivir los discursos cotidianos, pero tenían compasión de mí. Uno pronto se da cuenta de que lo más importante para ellos es que alguien les preste atención, de la forma que sea, cargándolos, o previniendo que se lancen de un andén en el patio de recreo. El pasar tiempo en la Casa del Sol fue la experiencia más satisfactoria de mi estancia en México, pero también la que más me reveló sobre la disparidad de riqueza y los problemas a los cuales se enfrentan las instituciones benéficas en México. Aquella institución a menudo tiene el problema bastante serio de hallarse gravemente falta de personal. Esto conduce a una carencia de atención a los niños que impide su desarrollo normal sicológico y significa, además, que los guardianes no pueden vigilar siempre para que los niños no se encuentren en situaciones potencialmente peligrosas. Una vez en el patio de recreo, por ejemplo, observé que varios de los niños se habían

congregado alrededor del bote de basura con pirulís en la boca. Por alguna razón, el bote se había destapado y un grupo de ellos lo había derribado. Entonces iban hurgando la basura en búsqueda de dulces o lo que se encontrara, jugando con ella y metiéndola en la boca. El decirles que no debían comer o jugar con la basura fomentaba precisamente eso, puesto que su rebelión había logrado que se les prestara atención. Sólo había una voluntaria más en el patio y todavía no se había dado cuenta de que lo que estaba pasando. Como hay pocos voluntarios en comparación al número de residentes de la Casa de Sol, no es sorprendente que el proceso de reclutamiento y selección de nuevos voluntarios para la Casa sea tan poco severo. Aunque los dirigentes de la Casa no sabían nada de los voluntarios de mi programa aparte de que estábamos allá de intercambio y que trabajaríamos para la Casa a través de nuestra asociación con la universidad pública, no fuimos entrevistados en absoluto sobre nuestra experiencia con niños. Tampoco éramos vigilados para nada, aunque teníamos acceso efectivamente sin restricciones a las facilidades. Aunque sólo fuera para la mayor seguridad de los niños, creo que valdría la pena hacer entrevistas más extensas con los voluntarios, pero esto exigiría más voluntarios de los que que actualmente hay. Dado el bajo número de voluntarios, la Casa no les imparte ninguna capacitación. Uno aprende rápido dónde están los sanitarios, las vendas, o el borrador que se parece a una pelota de fútbol; pero hay cosas más importantes (cómo, por ejemplo, debe tratarse el concepto de “la familia” con huérfanos) que tal vez merezcan más énfasis en la preparación de los voluntarios. A diferencia de la situación económica de su vecino del norte, la agobiada economía mexicana no ha permitido que una organización como la Casa del Sol tenga suficiente equipo pagado, ni que haya gente cuya situación económica y laboral les permite ofrecerse como voluntario. Por lo tanto, en su situación actual, la Casa se ve forzada a escoger entre la mayor capacitación de sus nuevos voluntarios y la distribución entre los niños de los voluntarios que tienen. Claro que el cuidado que ofrece una institución como la Casa del Sol ofrece una existencia infinitamente mejor que el seguir viviendo en la calle o en una situación abusiva, pero a menos que la economía mexicana se mejore drásticamente, o que instituciones como ésta reciban una inundación de donaciones, o que más personas se ofrezcan como voluntarios, sus problemas no parecen tener una solución evidente.«

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Estudiar en la Universidad de Puebla

Sociología en México Por Kathryn Johnson

na de mis clases este semestre pasado en Puebla tuvo lugar en la licenciatura de Sociología. Aunque no puedo decir que

aprendí mucho de mi clase, aprendí un montón afuera de esta clase. Creo que aprendí tanto por el hecho de que yo era la única extranjera en una clase de estudiantes que no estaban acostumbrados a tener clases con norteamericanos. Desde el principio se me acercaban y me preguntaban muchas cosas relacionadas a mi educación en los Estados Unidos. Después, me decían más de la BUAP (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla), y me explicaban la situación actual y verdadera, la cual era un poco diferente de lo que había pensado. Las conversaciones en que participé a lo mejor me asombraron pero también me despertaron a otra realidad. La licenciatura de Sociología La licenciatura de Sociología en la BUAP es parte de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Es una licenciatura bastante nueva en la BUAP. La carrera consiste en un plan de estudio que tiene tres niveles: nivel básico, nivel formativo, y áreas de profundización. De las áreas de profundización, que se llaman terminales, hay cuatro opciones: Sociología Criminal, Sociología Laboral, Sociología de la Población y Salud, y Sociología de la Educación. Hay aproximadamente 400 créditos requeridos para cumplir la carrera. El plan es bastante rígido, y se puede cumplir en 4 a 7 años. Se tiene que tomar las clases en un orden específico. También todos los estudiantes de la BUAP tienen lo que dicen tronco común: clases que todos tienen que tomar, como clases de Inglés, Computación, Historia de México y Derechos Humanos. Superficialmente, este plan de estudio suena bien. Desgraciadamente, la mayoría de los estudiantes en esta carrera no están satisfechos con el programa educativo de sus propias facultades en la BUAP. De los estudiantes de Sociología que tomaron mi encuesta, todos respondieron con un “poco” o “no” como respuesta

a la pregunta “Como estudiante, ¿estás satisfecho con el programa de la BUAP?”. Esta desilusión con la educación es un aspecto de la situación real que todos tienen que aceptar y qie nosotros los norteamericanos podemos tratar de entender. Para mi proyecto quería recordar mi experiencia y también hablar con mis compañeros mexicanos para saber mejor sus opiniones de la educación y su futuro. Este proyecto lo hice con la intención de mostrarles a los próximos estudiantes de Program for Mexican Culture and Society in Puebla (PMCSP) para que ellos conozcan un poco más el sistema educativo en que van a estar y para que ellos estén más preparados que yo. Mi experiencia Mi clase de Sociología se llamaba Economía Política de México y América Latina. Tenía mucho

miedo al entrar en la clase. Tenía miedo porque iba a tener que escuchar

solamente español y esto contaba para una calificación. Las clases consistían en lecturas que nos

daba el maestro para tarea. Cada día en clase las leíamos otra vez en voz

alta. Si no leíamos las lecturas, copiábamos apuntes del maestro. La

mayoría de los apuntes eran citas directas de las lecturas. Empezamos con teoría de economía política de Marx. Al principio, estaba muy

agradecida de que se tratara de un tema que por lo menos ya

había estudiado un poco. También estaba agradecida por

las repeticiones de las lecturas en clase y los apuntes. Sin embargo,

después de tres semanas, llegué a estar segura de que no estábamos

avanzando mucho en la teoría. También me di cuenta de que yo no necesitaba toda

esta repetición, y menos la necesitaban mis compañeros, pero no había nada que se podía hacer. Durante el mes de octubre, no tuvimos clase. El maestro tuvo que ir a una conferencia en España y Venezuela, y no iba a poder llegar. Durante ese mes que no llegaba el maestro, los alumnos teníamos que asistir a la clase simplemente por puntos de asistencia. Llegaba en vez de nuestro maestro un estudiante de Administración quien nos daba “talleres” o ejercicios en que teníamos que calcular cifras económicas de la economía de México como el salario real y el PIB (Producto

U

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Interno Bruto) real. Teníamos que terminar las talleres en la hora en que teníamos clase y venir el día siguiente para hacer el mismo ejercicio pero con números diferentes. Un día estaba harta y cansada de hacer esos ejercicios que me parecían no enseñarme nada más sobre la economía de México. Como no me convenía a mí ni a los otros estudiantes estar en clase cada día para hacer ejercicios para los cuales no se necesitaba ayuda y bajo la dirección de una persona que a lo mejor no podía ayudarnos si teníamos dudas, le mandé un correo electrónico al maestro para pedir permiso de no asistir todos los días de cada semana. Una vez cada semana entregábamos todos nuestros ejercicios. El me respondió y cambió sus órdenes y no teníamos que asistir todos los días por las últimas dos semanas en que él no iba a llegar. Cuando volvió a enseñarnos, nos dijo que había conseguido trabajo en España y que iba a dejar su puesto en la BUAP para el próximo semestre. No íbamos a tener dos exámenes al fin del año como nos había avisado antes. Sí íbamos a tener un examen y nos iba a dar unos reactivos para revisar para el examen. El examen era de opción múltiple (multiple choice) y de preguntas de verdadero-falso. Era fácil. También el maestro nos dio un proyecto de grupos que empezó como un video de 20 minutos y cambió a un video de 12 minutos y por fin un reportaje del grupo sobre una comparación de dos sexenios de presidentes y sus políticas económicas. En total, esta clase no me hizo trabajar mucho y no estaba satisfecha con ella. Es importante decir que esta clase sólo fue una clase y que no todas las clases en la BUAP son así. Yo sé que algunos de mis compañeros de intercambio tenían mucha tarea pero para mí las clases no eran muy exigentes. Siempre me estaba enojando por la falta de enseñanza buena en mis clases y por la falta de responsabilidad que tenían mis maestros. Me refiero a sus ausencias de clase, las cuales ocurrieron con frecuencia. Esta situación

no la entendí y era mi primer encuentro personal con este tipo de injusticia y desigualdad en el sistema educativo. Al principio no podía dejar de pensar en mis compañeros de Oberlin, que estaban aprendiendo mucho más allí que yo en México. Por fin, dejé de pensar en mí misma y me di cuenta de que todos mis compañeros en mi clase de Sociología no tenían otra opción para sus educación ni a lo mejor tenían otra idea de cómo pudiera ser la educación. Bueno, estaba equivocada cuando pensé que ellos no tenían ninguna otra idea. Pero mi experiencia en esta clase de sociología me permitió hablar con estudiantes exactamente sobre estas injusticias que no podía yo entender. Conduje algunas entrevistas con estudiantes de Sociología para formarme una idea de qué pensaban de esta clase y de la educación de la BUAP en general. Entrevista con estudiantes de Sociología Yerson Rojas tiene 20 años y está en su quinto

semestre de Sociología en la BUAP. Siempre estaba leyendo algo cuando le veía. Escribe para una revista de la BUAP y por eso conoce a más estudiantes de otras carreras que la mayoría de los estudiantes de la BUAP. No tiene miedo de hablar y habla

Foto: Yerson, Yolanda, Kathryn y Leonardo, otro estudiante de Sociología.

muy bien. Una de sus críticas más fuertes de las clases en la licenciatura es que “no fomentan el debate” o no generan discusión de los temas. La falta de debate en las clases es una crítica muy grave para Yerson, quien cree que el debate es una de las mejores maneras en que se puede aprender y entender un concepto. Pero ésta solo es una crítica del programa de estudios. La oferta de clases en la licenciatura también es muy limitada y faltan algunas materias que deben ser materias claves a la disciplina. Yerson explicó: “Como el programa de aprendizaje está creado a partir de un programa francés, no ofrece materias que enseñen teoría sociológica latinoamericana ni

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mexicana.” Aunque hay muchos teóricos importantes de América Latina, y modelos sociológicos muy importantes que originaron en América Latina, los alumnos de la BUAP no tienen la oportunidad de estudiarlos. También acerca de la organización del programa (el mapa curricular) dice que “la organización carece de control en la formación de los sociólogos.” ¿Que quiere decir cuando dice la formación de sociólogos? A lo mejor se refiere a la diferencia entre un sociólogo que estudia teoría sociológica y un sociólogo que se capacita para hacer investigaciones y ser científico cuando se gradúe. Los sociólogos en la BUAP casi no hacen trabajo de campo aunque lo van a tener que hacer, si siguen con sus carreras como sociólogos. Esta preocupación también la tiene Yolanda, otra estudiante de Sociología. Ella tiene 21 años y viene de Tlaxcala, un estado cercano. Callada y estudiosa pero muy simpática, Yolanda se me acercó un día antes de clase porque quería practicar su inglés conmigo. “Quiero enfocarme en mi comunidad” dice ella sobre sus planes futuros después de que termine su carrera. Esta meta se pone más difícil cuando no ha hecho trabajo de campo muchas veces en los dos años pasados. Acerca de la calidad de educación en la BUAP, ella afirmó: “hay facultades buenísimas, pero la licenciatura de sociología. . .” Aunque Yolanda suele ser optimtisa, también mencionó algunas cosas que dificultan el progreso para los estudiantes de Sociología. “La licenciatura de Sociología está junto con Derecho, una de las licenciaturas más grandes en la BUAP y como Sociología es una nueva licenciatura los sociólogos no tienen tantos privilegios como los estudiantes de Derecho.” Estos privilegios a que se refiere ella son recursos como libros y profesores. Otro problema mencionado por Yerson y Yolanda fue la falta de maestros de tiempo completo que enseñan en Sociología. Además, a veces los maestros no son sociólogos sino antropólogos o politólogos, pero no investigadores. “La mayoría son de tiempo medio que dan clases en otras facultades y los que están son apenas maestros.

Sólo hay dos profesores que son doctores y que son investigadores,” dice Yerson. Aunque los estudiantes no están muy satisfechos con la educación que reciben, hay cosas buenas que no dejaron de mencionar durante nuestras entrevistas, como un profesor muy bueno en Sociología que mencionó Yerson. Yerson apenas decidió que iba a quedarse en la BUAP y seguir su carrera allí en vez de empezar de nuevo en la Universidad Autónoma Metropolitana en Xochimilco (UAM), donde dice que el ambiente intelectual es mejor primariamente por la participación de los estudiantes y los métodos de enseñanza. Una de

las razones importantes que influyó su decisión de quedarse fue su profesor favorito en la Licenciatura, Fernando Matamoros Ponce. Recordó Yerson un día en que Matamoros le dijo a su estudiante “Yo soy tu maestro y tú eres mi alumno, pero somos amigos.” Su entusiasmo en la clase y su deseo de que todos participen en la discusión en sus clases es lo que le gusta Yerson. Para él esta relación entre estudiante y maestro ha sido una de las mejores experiencias educativas de su vida. Yerson tiene planes de estudiar otra carrera en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) en Filosofía; después, desea poder estudiar en Francia o España donde se ofrece la maestría de Sociología de Religión, que hizo su profesor Matamoros cuando estudió en la Sorbonne.

Yolanda también piensa seguir con su maestría en la UNAM, una meta considerada por algunos como demasiado difícil, pero ella no les hace caso. Cree ella que “hay un conformismo” entre sus compañeros según el cual “no podemos estar al mismo nivel del UNAM”, una de las mejores universidades en todo México. “A lo mejor ellos tienen miedo de que cuando salgan de la carrera no van a encontrar trabajo.” Ella no quiere formar parte de este conformismo. Tiene confianza en sí misma y exige mucho de sí. Esta confianza la tiene porque desde que era pequeña su mamá le decía: “va a haber problemas, pero los vas a poder superar.” Ella piensa en no solamente superar problemas en su vida personal sino también en su comunidad de Tenancingo, Tlaxcala. “Hay muchos problemas allí, y como socióloga, será un gran triunfo si pudiera ayudar a cambiar la situación en mi comunidad.” «

Foto: La Catedral de Puebla

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“Even Start” en Massachusetts

Romper el ciclo de la pobreza Por Rachel Benson

ara mi proyecto del este invierno, trabajé en un programa llamado "Even Start", en una escuela de mi pueblo de Watertown,

Massachusetts. Watertown es un pueblo cerca de Boston con una población de inmigrantes muy grande. Hay gente de Armenia, China, Rusia, América Central, Turquía, Paquistán, la India, y muchos otros países. Entonces, porque hay muchos inmigrantes nuevos, en las escuelas hay muchos niños que no saben hablar o escribir inglés, y sus padres tampoco. Even Start es un programa que trabaja con los niños y sus padres después de las clases. Su misión es "Ayudar a romper el ciclo de la pobreza y del analfabetismo, y mejorar las oportunidades educativas de familias de bajos ingresos, mediante la integración de la educación preescolar y primaria, la capacidad de leer y escribir, y la educación adulta básica para estudiantes del inglés como segunda lengua." Para este proyecto, iba a la escuela cada día, un lugar importante para mí, porque yo misma fui alumna allí. Tengo muchos buenos recuerdos de esa época. Y ahora, ocho años despues, hay un nueva generación de niños vibrantes, listos, y adorables. Lo que me encantó de Even Start era que no sólo podía interactuar con estos niños, sino que me reunía y trabajaba con sus padres, todos recién inmigrados a Estados Unidos. Unos dias trabajaba con los niños, y los otros dias trabajaba con sus padres. Con los niños, jugábamos en su aula de clase. En la clase hay libros, materiales para dibujar y pintar, disfraces, y juegos. Mis estudiantes y yo leíamos libros (en inglés o lenguas diferentes) hacíamos dibujos y practicábamos palabras nuevas, construíamos

edificios de cubos de madera, y cantábamos canciones diferentes. Aunque me encantaba trabajar con los niños, me sentía más comoda y contenta cuando estaba trabajando con los padres. En la clase de Inglés trabajaba con la profesora y le ayudaba a enseñar inglés. Practicábamos la gramática, la pronunciación, la ortografia, la puntuación, la estructura de las frases, y la comprensión. Leíamos libros fáciles y hablábamos de diferentes temas. Era muy interesante para mí aprender de las culturas de otros paises: las celebraciones de Turquía y Rusia, las costumbres de Nicaragua y Guatemala, y la comida de la China. En la clase, no pude hablar español con las mujeres de América Central, porque era una clase en que sólo se hablaba inglés, pero después de las clases hablábamos y bebíamos café de Nicaragua muy muy fuerte y delicioso. También ayudaba a las mujeres de América Central con las computadores,

y era muy útil para mí hablar español e inglés con ellas. Encontré muchos programas en el internet para mis amigas latinas que les permitían aprender inglés, y tambien muchos sitios para ayudarme a mí con mi español. Durante cuatro días de mi proyecto, trabajé con dos personas de la China. Sabían hablar muy poco inglés, y era casi imposible para mí entender su lengua. Esta pareja

vino a los Estados Unidos hace dos años, pero tenían setenta anos y para ellos el inglés era muy difícil de entender. Habría preferido trabajar con personas hispanohablantes, pero la pareja de la China necesitaba mi ayuda más. Este proyecto no fue fácil para mi. Es muy difícil y a veces muy frustrante enseñar mi propio idioma a otras personas. Pero también hay recompensas y me divertí mucho. Aprendí cómo trabajar con la profesora y comunicarme con personas que no hablan mi idioma. También, mejoré mi español, tuve un impacto en la vida de los estudiantes y sus padres, e hice amigos nuevos.«

P

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Speaking Basque in the Basque Country

Euskera Euskadian By John Shaw

had been hearing things about the Basque country from my friend Jono since coming to college. He had been an exchange student

there and had countless stories about his friends, his family, and the country in general. When we and another friend decided to go to Europe

together, visiting his town was first on the agenda. Growing up in Southern California I had learned a few words of Spanish, but was taken aback when Jono told me that it would be useless because there they spoke Basque, a language that predated Latin. I decided to go there and with no language or cultural background, discover as much as I could about the Basque Country, or Euskal Herria. With the help of EasyJet, it took us 3 hours to fly from the secure surroundings of snowy, green Berlin and my host family to Madrid, which was flat and brown. There at the gate was Jono's father (he had ceased adding “host” to the front of his family's names long ago). He greeted Jono with a hug and a wall of the most incomprehensible sounds- complete gibberish to someone desperately listening for Spanish. Then came the long drive north to the mountainous Basque country. Ian and I sat quietly in the back while Jono and his dad caught up on old times. We arrived in Azkoitia, Jono's little town, late at night but were joyously greeted by Jono's mother

and three sisters. Tired from the ride, we were subjected to a dinner of potato omelet, big hunks of steak, fascinating desserts, and the excited chatter of a family reunited. Often throughout the evening and all the rest of the meals, the father would yell, “Choch” and we would all hurry down to the basement where a barrel was set up to shoot out a 5 meter stream of hard cider. We were instructed to hold our glasses in front of the stream for a second or two and drink the cider while it was still bubbly. These effervescent sips added to the air of celebration. We ate until we were full, and then choked down the third and fourth helpings which were forced on us. Little did we know that this was common practice at all meals. I had memorized one phrase on the plane that day, “ezkerrik asko,” which meant thank you, and when I said it, they gave a loud cheer and Jono translated that they thought I could learn Basque very quickly.

I tried my best to learn Basque and by the end had many useful phrases down. A problem, however, was that I couldn't roll the 'r' in the Basque way, right at the front of the mouth. Everyone thought it was hilarious that I couldn't say “txakurra” (meaning dog). They were impressed that I tried, though. Every time I would reply with anything Basque, they would pat me on the back, genuinely moved by my effort. Many Spanish

I

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Voces, Oberlin’s Bilingual Paper

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people that live in the cities say that Basque is too hard to learn, so an American trying to understand and be understood was a big deal. Near the end of Jono's year, the Basque TV station interviewed him. The next day we went down into the next town, Azpeitia. On the 5 minute drive, we passed three farmhouses. It was then explained to me that these farmhouses were the “village” of Loiola, and birthplace of Saint Ignatius of Loyola, the founder of the Jesuits. It seemed funny to me that if Saint Ignatius' mother had gone to her mother's house to give birth to her child, Loyola University would be named Azkoitia U or U Azpeitia. The valley of the Urola river in which Azkoitia, Azpeitia, and Loiola lie seemed to be all that the people there needed. All three towns together have perhaps 30,000 inhabitants. It seems as if everyone knows everybody else. The whole extended family lived in one of the three towns, and though Maite, one of Jono's sisters, was studying in Bilbao, she planned on moving back directly after graduation. All through the week the feeding continued. The breakfast was always light, bread from the bakery, milk and biscuits. Lunch began at 2 and always had at least two courses. It usually started with some bread and “tortilla de patata”, the potato omlette which I had mentioned before. Then came the meat dish. It was usually fried steaks and Jono's mother always made at least three for each of us. With an unwavering face she told us that while we

resided in her house we were to gain 1 kilogram a day. If there was any room left there were fresh apples oranges and pears for desert. One afternoon, she asked us (through Jono) whether we had ever eaten oranges topped with sugar. She only laughed at my distraught face and prepared a platter of oranges, opaque with cane-sugar soaking up their juices. I will never be able to look at an orange the same way again. After lunches we were always so full that we had to take a siesta because sleeping was the only thing we were capable of. Maite and a few of Jono's friends spoke English, so I learned bits and pieces about Euskal Herria each day. The Basque people have been living in the mountains of northern Spain and southern France since the before he beginning of recorded history. The Romans couldn't penetrate into the mountainous region, so the Basque culture grew and flourished, developing its own culture, quite different from that of the Romans and Spain. In recent history, Franco, the dictatorial leader of Spain through much of the twentieth century forbade the use of the Basque language and brutally tried to snuff out the Basque spirit. Since the death of Franco in 1975, the Basque people were allowed to revert to their own language and customs and actually have representation in the Spanish parliament. The Basque people maintain a fierce pride for their country and some have even taken responsibility for many bombings in Madrid.

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Voces, Oberlin’s Bilingual Paper (Vol. 5, no. 2)

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When I raised my eyebrows at this, some of Jono's friends said it was the only way to command any power there. They also claimed that all of their bombings were phoned in just before they occur so as to decrease the potential loss of life. The Basque Country is gorgeous and I was quickly told and shown all of the things it is famous for. Although it isn't in the Pyrenees, it is very mountainous right up to the cliffs on the Bay of Biscay. The mountains rarely top 1500 meters, but they have bred four of the first ten men to climb all of the peaks exceeding 8000 meters in the world. The Basque country has also fielded some of the best cyclists in the world, including Iban Mayo and Miguel Indurain, the five-time winner of the Tour de France in the early '90s. The major cities are also splendid. Bilbao is a vibrant city with many flavorful nooks and crannies. It also is the site of the famous Guggenheim Museum designed by Frank Gehry. The other major city is Donostia, or San Sebastian in Spanish. Even though we were there in late January, it was clear that this was a summer paradise. The three spacious beaches and its picturesque hills and cove were enough for the king of Spain to build a summer palace there. Friends took us around each of the cities so we were able to see the cities the way they should be seen, as much in the tiny bars as in the expansive cathedrals. The bar culture in the Basque County is ingenious. The beer is served about 3 ounces at a time, called a zurito. This is sipped on as you help yourself to a pintxo or two. These tiny buns are piled high with patata, salami, cheese, or anything else tasty. These are stacked on platters at the bar and are the perfect complement to your zurito and conversation. Since nothing served is substantial, you are free to drift through the winding streets to the next bar and begin the process again. We did this almost every day, sometimes to our comeuppance. In Azkoitia, everyone was so happy to see Jono that even the bartenders chipped in with free drinks. Jono's friends were a rough but friendly bunch. They were so loyal to each other that one of them commuted 40 minutes into Bilbao every day to go to university just so he could remain at home and

be with his friends, totally uninterested in new social lives. They could always be found in Dean, the bar in the ancient town square, any time of the day, with coffee, beer or juice, doing nothing. At first this came off as laziness. In the high-input, high-output life that I lead at Oberlin College, I could never imagine devoting large fractions of every day sitting in the back of a bar, talking idly about nothing. However, towards the end of my visit I began to understand how their life approach differed from mine. While I dream and work toward doing something fantastic and unimaginable with my life, they aspire to getting jobs, marrying and settling down in the Urola Valley, and come back to Dean for a drink every evening until they are buried in the cemetery at the top of the hill, surrounded by the same life from beginning to end. On the last day we were there they showed us a Basque sport called pelota. It is similar to squash although the only racket that you are equipped with is the palm of your hand and the ball is made of bone and lightly covered in rubber. I was appalled as I watched these rock hard balls being struck with speed and accuracy from 15 meters out. After an hour I learned to hit the ball while minimizing the amount of pain in my throbbing hand. As we left that night on a bus I thought about how intricate and unique this nation of people is, and it can't even govern itself. I asked one of Jono's friends, Zuleika, whether he thought Euskal Herria would ever become a country. He said that he hoped so.«

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Voces, Oberlin’s Bilingual Paper

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Efemérides y Cuentos de Horror en la Casa Hispánica

Reuniones Literarias Por Kathy McCardwell

ra una noche oscura y tempestuosa cuando se reunieron los estudiantes de español y algunos residentes de la Casa Hispánica. No

sabíamos que el terror nos estaba esperando… Pues, no. Era una tarde más o menos soleada, y todos los estudiantes sabíamos que todos nos habíamos reunido para leer y escuchar algunos cuentos de horror para Halloween. Con las cortinas cerradas para prohibir que la Luz de la Razón entrara, los estudiantes estábamos reunidos en una sala oscura, en medio de la cual estaba el altar de los muertos, que habíamos construido en honor del día feriado, El Día de los Muertos. En el altar había muchas velas, calaveras de azúcar y chocolate, figuras de esqueletos, fotos de los muertos, y comida y bebida para los espíritus de todos los muertos que visitaran nuestro altar. Del techo colgaban papeles picados de colores distintos, con diseños de esqueletos y calaveras bailando, cocinando, y más. Todo esto, con música terrorífica y luces débiles, creaba una atmósfera muy apropiada para contar cuentos de horror. Y, claro, era el día de Halloween, el día de todo el año en que la distinción entre lo real y lo sobrenatural es más tenue, y en que se dicen que los espíritus tristes y perdidos andan por la tierra. La sesión literaria empezó con una lectura, en inglés, de “Annabel Lee” de Edgar Allan Poe, después de que escuchamos una canción española del mismo título que era una traducción literal del poema. Siguiendo esta presentación se contaron

muchos cuentos de horror, algunos personales y otros de ficción escritos por autores más o menos famosos, en que nos presentaron una serie de hombres lobos, manos que andan por voluntad propia, fantasmas, muertos, y otras cosas sobrenaturales. Algunos tenían un final chistoso, o eran completamente de comedia oscura o negra, pero la mayoría eran de suspense y terror. El último cuento era una lectura del grupo de cuatro estudiantes de “La Mascarada de la Muerte Roja”, también escrito por E. A. Poe. Este cuento era muy conmovedor, como siempre lo es, porque es uno de los mejores cuentos, y más conocidos, de todos los

cuentos de horror. Cuando terminó, todos teníamos una sensación rica y espectral.. Después de los cuentos, como siempre, hubo un descanso para comer un poco: tamales, chocolate caliente, y tostadas. El chocolate caliente, que tomamos con “pan de muertos”, es la bebida tradicional del Día de los Muertos. Cuando todos habíamos comido, vimos selecciones de películas españoles de horror. El salón estaba a oscuras—sin luz excepto de la emitida por la máquina de proyección—y hacía frío, lo cual intensificó la atmósfera de miedo. Creo que todos teníamos escalofríos, o por las películas o por el frío. Fue una noche muy divertida y satisfactoria. Quizás esas reuniones literarias puedan ser una tradición nueva de la

Casa. El mes pasado, tuvimos una sesión de Efemérides, en que leímos todos cuentos o poemas de autores hispanohablantes que murieron o nacieron en el mes de septiembre. Esta reunión también atrajo a mucha gente que leímos y escuchamos los cuentos, de Cervantes a Iriarte a canciones de Víctor Jara. Si las sesiones de lecturas continúan, y creo que continuarán, recomiendo que todos que hablen un poco de español vengan a la Casa y participen en nuestra tradición nueva. ¡Espero verles allí! «

E

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Voces, Oberlin’s Bilingual Paper (Vol. 5, no. 2)

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Written in Mexico Por Mari Kempton Chilaquiles a la Silvia a breakfasting thing consist of cut-up tortillas left out overnight to dry are fried in hot oil in a pot to which is added no, separately heated are water with chunks of tomato, onion, whole dried chiles de arbol and minced garlic Back to the tortillas which are fried in batches removing the crispies before putting in more. When the tomato stuff is hot, put it in the blender, or whenever you are done frying the tortillas. Combine and serve.

Photos: Rebecca Lammons