FACTORES QUE INCIDEN EN EL AGOTAMIENTO PROFESIONAL EN …

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FACTORES QUE INCIDEN EN EL AGOTAMIENTO PROFESIONAL EN EL EQUIPO DE APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA MIAV EN EL DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA DE MARZO DE 2009 A MARZO DE 2010 MARINA TORRES FLOREZ Código: 868157 TRABAJO PRESENTADO PARA OPTAR EL TITULO DE ESPECIALISTA EN ACCION SIN DAÑO Y CONSTRUCCION DE PAZ COORDINACIÓN ESPECIALIZACION: MARTA NUBIA BELLO ALBARRACIN UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL Bogotá, 2010

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FACTORES QUE INCIDEN EN EL AGOTAMIENTO PROFESIONAL EN EL EQUIPO DE APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA MIAV EN EL

DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA DE MARZO DE 2009 A MARZO DE 2010

MARINA TORRES FLOREZ

Código: 868157

TRABAJO PRESENTADO PARA OPTAR EL TITULO DE ESPECIALISTA EN

ACCION SIN DAÑO Y CONSTRUCCION DE PAZ

COORDINACIÓN ESPECIALIZACION:

MARTA NUBIA BELLO ALBARRACIN

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL Bogotá, 2010

FACTORES QUE INCIDEN EN EL AGOTAMIENTO PROFESIONAL EN EL

EQUIPO DE APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA MIAV EN EL DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA DE MARZO DE 2009 A MARZO DE

2010

FACTORS THAT AFFECT THE PROFESSIONAL EXHAUSTION IN THE EQUIPMENT OF APPLICATION OF STRATEGY MIAV IN THE

DEPARTMENT OF THE MAGDALENA OF MARCH OF 2009 TO MARCH OF 2010

RESUMEN

El presente trabajo consta de siete breves puntos. El primero corresponde al preámbulo que hace relación a la observación y comprensión del contexto del departamento del Magdalena como escenario de aplicación de la estrategia MIAV. Se reconoce el contexto natural característico de esta zona turística colombiana. Se presenta la situación relacionada al contexto de conflicto armado en el departamento, con base a informes del Sistema de Alertas Tempranas –SAT- de la Defensorìa del Pueblo Regional Magdalena y el contexto institucional. Para contextualizar la reflexión desde la perspectiva psicosocial en cuanto al desgaste profesional como elemento coadyuvante en la generación, permanencia o profundización de daños psicosociales en las victimas aplicando la estrategia MIAV,, en el segundo punto, se realiza la descripción de la misma con base al ultimo documento de protocolo de atención: Su creación, sus objetivos, estructura a través de la explicación de sus 4 nodos: Caracterización y Registro, Psicojurìdico, Psicosocial y el de Remisión y Seguimiento. En el tercer punto, se presenta la pregunta orientadora de esta reflexión: ¿cuáles son los factores que el equipo de profesionales de la estrategia MIAV identifica como coadyuvantes para el agotamiento profesional?. Si se piensa que el agotamiento profesional se convierte en un factor generador de daños psicosociales en las victimas atendidas por la estrategia. También se presenta el marco teórico en cuanto al desgaste profesional y la perspectiva metodológica de carácter psicosocial. Con base a entrevistas semiestructuradas aplicadas a 4 profesionales que han participado en la estrategia, el cuarto punto trata de los factores coadyuvantes para el agotamiento profesional en la aplicación de la estrategia MIAV en el departamento del Magdalena especificando los factores organizacionales

(administrativos y errores de implementación de la estrategia). Así mismo, en el quinto punto se presentan las manifestaciones del desgaste profesional. El sexto punto explicita el desgaste profesional como factor coadyuvante de los daños psicosociales a las victimas aplicando la estrategia. Finalmente, se presentan las conclusiones a manera de recomendaciones como extracto del presente trabajo, en el séptimo punto.

ABSTRACT

The present work consists of seven brief points. First it corresponds to the introduction that makes relation to the observation and understanding of the context of the department of the Magdalena like scene of application of strategy MIAV. The natural context is clear characteristic of this Colombian tourist zone. The situation related to the context of conflict armed in the department appears, with base to early information of the System of Alert - the SAT of the Town Defensoria of the Magdalena Regional and the institutional context. In order to contextualise the reflection from the psycho-social perspective as far as the professional wearing down like helping element in the generation, permanence or deepening of psycho-social damages in the victims applying strategy MIAV, in the second point, is realised the description of the same with base to I complete document of attention protocol: Its creation, its objectives, structures through the explanation of its 4 nodes: Characterization and Registry, Psycho- legal, Psycho-social and the one of Remission and Pursuit. In the third point, the orientation question of this reflection appears: which are the factors that the equipment of professionals of strategy MIAV identifies like helping for the professional exhaustion. If one thinks that the professional exhaustion becomes a generating factor of psycho-social damages in the victims taken care of by the strategy. Also the theoretical frame as far as the professional wearing down and the methodological perspective of psycho-social character appears. With base to semistructured interviews applied to 4 professionals who have participated in the strategy, the fourth point deals with the helping factors for the professional exhaustion in the application of strategy MIAV in the department of the Magdalena specifying the organizational factors (administrative and errors of implementation of the strategy). Also, in the fifth point the manifestations of the professional wearing down appear. The sixth point, explicit the professional wearing down like helping factor of the psycho-social damages to the victims applying the strategy. Finally, the conclusions to way of

recommendations like extract of the present work appear, in the seventh point.

PALABRAS CLAVE:

Desgaste profesional, Victimas del conflicto armado, Estrategia MIAV, Contexto

de conflicto armado, perspectiva psicosocial. Professional exhaustion, Victims of the armed conflict, MIAV Strategy, Context of armed conflict, psycho-social perspective. FIRMA COORDINACION ESPECIALIZACION:

_________________________________

Marina Torres Flórez: Año de nacimiento: 1966

TABLA DE CONTENIDO

1. Preámbulo: Observación y Comprensión del contexto del departamento del Magdalena

1.1. Comprensión del contexto de conflicto armado del departamento del Magdalena.

1.2. Contexto institucional 2. Descripción de la Estrategia MIAV

2.1. Creación del MIAV y sus Objetivos 2.2. Estructura del MIAV

3. Pregunta orientadora y marco teórico 4. Factores Coadyuvantes para el agotamiento profesional en la aplicación de la

estrategia MIAV.

5. Manifestaciones del desgaste profesional en el equipo MIAV. 6. Relación del desgaste profesional con los daños psicosociales a las victimas. 7. Conclusiones

1. PREAMBULO: OBSERVACION Y COMPRENSION DEL CONTEXTO DEL DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA: 1.1.Comprensión del contexto de conflicto armado del departamento del Magdalena: El departamento del Magdalena se ubica al norte, en la Región Caribe Colombiana, su capital es Santa Marta, toma el nombre del río que lo baña por su costado occidental Magdalena. Al norte limita con el Mar Caribe, al sur con el departamento de Bolívar, al oriente con los departamentos de Cesar y La Guajira, y al occidente con los departamentos de Atlántico y Bolívar. Su territorio ocupa una superficie de 24.182 km², cuenta con 30 municipios. Es una zona turística por excelencia, tiene 4 Parques naturales nacionales: Parque Nacional Tayrona, Vía Parque Isla de Salamanca, Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, Santuario de Fauna y Flora Cienaga Grande de Santa Marta. Sobre contexto de conflicto armado, según informe de alertas tempranas de la Defensoria del Pueblo, posterior a las desmovilización del Bloque Norte de las AUC en el 2006 se ha venido presentando un fenómeno de reconfiguraciòn de grupos armados ilegales en el departamento con epicentro en Santa Marta por la instrumentalizaciòn de redes del narcotráfico que se disputan la vertiente norte de la Sierra Nevada de Santa Marta entre los autodenominados “Paisas”, “Águilas Negras” y “Nevados”, ocupando territorios por el Frente Resistencia Tayrona (desmovilizado) y están consolidando el control económico, social y militar a través de formas extremas de violencia utilizada por anteriores grupos y la apropiación ilegal de tierras e intimidan a la población civil. Estos grupos están conformados por combatientes no desmovilizados, disidentes del proceso de desmovilización, y por nuevos integrantes reclutados de manera voluntaria y forzada. Dice el informe que el 15 de octubre del 2008, las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia hicieron su lanzamiento político en toda la costa, (incluido el departamento del Magdalena), que pretenden obtener réditos políticos a partir de la expansión territorial de estos grupos armados ilegales, especialmente de las Águilas Negras. En el último año el accionar de estos grupos armados ilegales post desmovilización de las AUC (Paisas y Águilas Negras), está determinado por la incorporación de los autodenominados “Los Nevados” a las filas de Los Paisas, tras la captura y muerte de sus líderes, los hermanos Mejía Múnera y el debilitamiento de ambas facciones como efecto del proceso de expansión territorial de las Águilas Negras, alianza que ha conducido a una continua confrontación entre estas organizaciones ilegales, por disputa del dominio territorial y político del Distrito de Santa Marta que garantice el control sobre la ruta al mar y los embarques de droga.

Ha aumentado la violación de los derechos fundamentales de la población civil del departamento, debido a dicha confrontación y expansión de estas facciones, representado en las amenazas, los homicidios selectivos y extorsiones a los ganaderos, campesinos y pobladores de las zonas rural y urbana, especialmente de Santa Marta; en consecuencia, continúan registrándose desplazamientos forzados masivos y en la modalidad „gota a gota‟ (según Acción social), reclutamiento de jóvenes, amenazas contra actores sociales, académicos, funcionarios públicos, la imposición de gravámenes económicos o de servicios a personas, comerciantes y empresas a través de la intimidación armada. Los grupos poblacionales que más se están viendo afectados son en primer lugar, según el informe, los pueblos indígenas Kogui, Malayo (Wiwa-Arzario) y Arhuaco son afectados por la transformación del mismo, convirtiéndolo en el espacio donde diferentes actores quieren ejercer control. Se realizan prácticas de imposición, reclutamiento, asesinatos, intervención en ámbitos de los gobiernos y la ley indígena, por lo cual la degradación del conflicto, el desprecio por los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Asì mismo recalca el informe que, el ya existente proyecto de corredor vial Santa Marta-Paraguachón-Maracaibo-Barquisimeto-Acarigua, con el propósito petrolero y energético, que conecta el corredor vial en Colombia desde Santa Marta hasta ciudad Guyana en el corazón del complejo petrolero venezolano del Orinoco, y la promoción de la región como una zona de desarrollo etnoturístico, entre otros megaproyectos en la región, han incrementado los impactos sobre el territorio indígena de Santa Marta. En segundo lugar, las víctimas en proceso de reivindicación de sus derechos políticos, patrimoniales, económicos y sociales, el contexto de aplicación de la ley 975 de 2005, se puede leer como una revictimizaciòn más, pues sigue siendo de intimidación e inseguridad, donde los grupos armados ilegales emergidos con posterioridad a la desmovilización de las AUC les amenazan y chantajean utilizando el miedo como mecanismo de control social, limitando las reales posibilidades de reivindicación de los derechos fundamentales, políticos, económicos y sociales de la población civil; buscan disolver y prevenir los lazos colectivos, que controviertan, hagan visible y denuncien su accionar, especialmente con el tema de la restitución de la tierra, como recurso económico y fuente de poder político. “El despojo territorial a campesinos y habitantes de Santa Marta, continúa presentándose de diversas formas desde el uso de testaferros, transferencia forzada de títulos y corrimiento de cercas que engloban predios de desplazados”. En tercer lugar, personas dedicadas a la actividad comercial. Los comerciantes y tenderos de los barrios, que por llamadas telefónicas extorsivas, cuyos autores se identifican como integrantes de las Águilas Negras, los Paisas, los Nevados o grupos guerrilleros, exigen a cambio de preservar la vida propia y de sus familias, el pago de cantidades de dinero. En consecuencia, los homicidios selectivos en un alto porcentaje recaen sobre estas personas.

En cuarto lugar la población reintegrada, pues el departamento del Magdalena tienen 2.326 personas desmovilizadas y específicamente, Santa Marta concentra aproximadamente el 52% de esta población con 1.129 registrados. Dicha población se encuentra en especial situación de riesgo, dada la actual confrontación territorial entre Los Paisas y Las Águilas Negras y/o Autodefensas Gaitanistas de Colombia, organizaciones vinculadas al narcotráfico y derivadas del proceso de desmovilización de las AUC dadas las venganzas personales entre excombatientes por diferencias presentadas dentro de las organizaciones ilegales, la resistencia de desmovilizados a reincorporarse a los grupos armados ilegales en proceso de reorganización y la constante actividad de lavado de dinero a través de préstamo mediante la modalidad financiera agiotista del pago diario “gota a gota”. Otros grupos poblacionales en riesgo en Santa Marta, es la población en alto grado de pobreza y cuya actividad laboral lícita o ilegal los hace especialmente vulnerables. Trabajadores, vendedores y directivos de la empresa de chance o apuestas permanentes APOSMAR. Específicamente, la situación de riesgo para la población civil en el Distrito de Santa Marta, se configura a partir del repliegue táctico del Frente 19 de las FARC-ep hacia las zonas rurales de las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, y la disputa del territorio entre grupos armados ilegales post desmovilización de las AUC. En términos generales el informe asevera que el riesgo recae no sólo sobre el género masculino como víctima mayoritaria de los asesinatos en particular, sino también sobre quienes les sobreviven como son las mujeres, niños y niñas involucrados, pues encuentran restringido su derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación en tanto los victimarios continúan ejerciendo control en el territorio. Otro aspecto significativo de contexto de conflicto armado en el Magdalena es que Santa Marta es la segunda ciudad de mayor concentración de población desplazada después de Bogotá, la capital del país, según un estudio realizado por el Observatorio del Caribe Colombiano (Corso, 2000); de acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR:2007) las cifras para esta población según el Registro Único de Población Desplazada (RUPD) a febrero de 2007 llegaba a los 70 mil personas. Otros municipios del departamento del Magdalena donde se ha identificado mayor riesgo y acciones especificas en relación con el conflicto armado después de Santa Marta, según el Informe de Riesgo No 025-09 A.I de la Defensorìa Delegada para la Evaluación de Riesgos de la Población Civil como Consecuencia del Conflicto armado desde el Sistema de Alertas Tempranas- SAT- del 13 de octubre de 2009, son Aracataca, Cienaga, El Reten, Fundación y Zona Bananera.

1.2 Contexto Institucional: Ante toda esta situación que los informes

presentan, la intervención de las instituciones han sido de la fuerza pública, aduciendo resultados favorables de control en las zonas focalizadas de riesgo, pero así mismo se informa que ocurre repliegue o traslado de los actores armados a las zonas de menos control, continuándose de todas formas las acciones contra la población. Lo anterior ha permitido reconocer la urgencia de desarrollar programas integrales de prevención; es decir, ejecutar acciones sostenidas en estrategias de prevención que involucren de manera efectiva el componente de inversión social con enfoque diferencial y de derechos humanos que es reclamado de manera persistente por los lideres, lideresas y comunidad en general, se apunta en la nota de seguimiento No.002-10 del 25 de enero de 2010 al de alertas tempranas de abril de 2009. El Plan de Gobierno Departamental 2008-2011, plantea dentro de sus objetivos y premisas: “Magdalena con calidad de vida y equidad social”, “Territorio de la reconciliación”, “ Medio ambiente sano”, “Economía más productiva y competitiva”, “Buen gobierno y ciudadanía responsable”, en todo lo cual se contempla ampliar las capacidades y oportunidades socio-económicas para la población más pobre y vulnerable, entre ellas a quienes tienen condición de desplazamiento, sin contemplar otras victimas del conflicto armado. Otro de sus objetivos es cimentar una convivencia pacifica, solidaria y con seguridad en el fortalecimiento de la confianza e integralidad en el manejo del riesgo en relación con la violencia socio-política. Se reconoce que el departamento, desde antes de la década del noventa, desarrolló la articulación entre grupos armados al margen de la ley y el narcotráfico como propulsor de las disputas por el territorio y como medio para financiar la guerra. Así mismo, la debilidad del Estado Colombiano y su ausencia en territorios de colonización y áreas rurales para procurar la protección y defensa de la vida, honra y bienes de la población. Las condiciones de excusión social, pobreza y abandono social de gran parte de las comunidades magdalenenses facilitaron la acción de los grupos ilegales y la apropiación de los territorios. Todo lo anterior configura un escenario en el departamento y especialmente en el distrito turístico de Santa Marta en la sociedad civil hay prevenciones, resistencias, desconfianza, estigmatización e imaginarios negativos acerca de quienes se consideran victimarios (los desmovilizados en proceso de reinserción) y se percibe baja sensibilidad institucional(falta de comprensión y apoyo) y social hacia las victimas del conflicto armado que no son solamente quienes han sufrido el desplazamiento forzado sino personas y familias que han sufrido afectación por homicidio, secuestro, desaparición forzada, abuso sexual, extorsión, minas antipersona. “Mejorar las condiciones y factores para una economía más competitiva, productiva y generadora de empleo”, es el cuarto objetivo del Plan de Desarrollo y persigue como visión al 2020, lograr que el Magdalena se ubique entre los cinco departamentos más competitivos del país. Y el quinto objetivo se refiere a

robustecer la eficacia y eficiencia, transparencia y viabilidad fiscal de la gestión pública territorial y participación comunitaria en búsquela del buen gobierno y la ciudadanía responsable. Es de notar que a nivel departamental falta un mayor compromiso con el tema de victimas del conflicto armado, pues se toma solamente como referente de política pública departamental a la población en condición de desplazamiento, pero no se observa, asunción o articulación especifica con la ley de justicia y paz - Ley 975 de 2005-, lo cual permite vislumbrar que el tema de articulación interinstitucional para beneficiar victimas tiene carencias desde la misma visión institucional pública responsable de ejecutar la ley en articulación con otras entidades, según los derechos de verdad, justicia y reparación. Debido a la identificación de un alto porcentaje de víctimas del conflicto armado, en el departamento, se tuvo en cuenta para incluirse dentro de la aplicación de un pilotaje de atención llamado “Modelo Interinstitucional de Atención a Victimas (MIAV), junto con otros tres departamentos que fueron Antioquia, Santander y Cesar. 2. DESCRIPCION DE LA ESTRATEGIA MIAV (MODELO INTERINSTITUCIONAL DE ATENCION A VICTIMAS). 2.1. Creación del MIAV y sus objetivos: Según el Protocolo de Atención de la estrategia, se reconoce que debido a que Colombia, en los últimos años, ha sido fuertemente impactada por las acciones de grupos armados al margen de la ley, han afectado de manera crítica a un grupo significativo de la población civil cuyas consecuencias se resumen en la negación del ejercicio de los derechos humanos. Por tal razón y “en atención al derecho internacional, se reconoce la necesidad de generar las alternativas necesarias para hacer respetar los derechos consagrados en la constitución política, garantizar el goce y ejercicio efectivo de los mismos a los ciudadanos y adoptar las medidas que sean necesarias para ello”. Luego del surgimiento de la ley 975 de 2005, la cual tiene como propósito facilitar los procesos de paz y garantizar los derechos de las víctimas a la Verdad, la Justicia y la Reparación, es decir de quienes de manera individual o colectiva hayan sufrido entre otros, daños directos en su integridad física, psíquica y sensorial, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Se ha reconocido que la transicionalidad de la ley y el desarrollo de los mecanismos jurídicos para hacerla aplicable, demandan de equipos profesionales competentes que se encarguen de la orientación y atención de las víctimas en camino a hacer exigibles sus derechos.

Figura 1 Fuente: Documento Protocolo de Atención del MIAV

Así, en el marco de la Ley 975 de 2005 se crean, entre otras instancias, el Comité de Coordinación Interinstitucional de Justicia y Paz, y el Subcomité de Atención Integral a Víctimas (instancia conformada por el Ministerio del Interior y de Justicia –que ejerce la secretaría técnica-, la Procuraduría General de la Nación, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación CNRR, la Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del Pueblo, el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA, Acción Social, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF y el Ministerio de la Protección Social). Buscando que los mecanismos y procedimientos sean efectivos y eviten que la responsabilidad en los trámites recaiga solamente en las víctimas, dicho Subcomité de Atención Integral a Víctimas, ha buscado planificar y concertar las acciones que desde su competencia y en cumplimiento de la ley 975 de 2005, encaminen sus esfuerzos a la construcción de un modelo de atención integral, con base en la articulación interinstitucional, como una estrategia que contribuya de manera significativa en la participación de la víctima en el acceso a los procesos que posibilitan su ejercicio a la verdad, la justicia y la reparación en todo el territorio nacional. Se aclara enfáticamente en el documento, que el alcance del Modelo de Atención Interinstitucional a Víctimas (MIAV) y de los procesos y procedimientos que lo componen, no busca sustituir las acciones de las instituciones encargadas y comprometidas en la implementación de la Ley 975 de 2005 o del decreto 1290 de 2008.

La estrategia MIAV busca desarrollar los procesos de Atención Integral comenzando con el reconocimiento de las necesidades de las víctimas frente al acceso derechos y finalizando con las acciones de empoderamiento para su garantía. Se creó con la perspectiva de que atenderá a todas las víctimas del conflicto armado, en cuyo caso, se reconozcan necesidades frente a la Atención Integral para el acceso a derechos contemplados en la Ley 975 de 2005 y el Decreto 1290 de 2008. Es así como el Modelo entiende por Atención Integral, las acciones de orientación, asesoria, acompañamiento, entrenamiento, remisión y seguimiento encaminados a facilitar el acceso a derechos como la Verdad, la Justicia y la Reparación. . 2.2 Estructura de la Estrategia MIAV: El documento guía contiene la descripción de los procesos y procedimientos y la interacción de los mismos, las funciones competencias y responsabilidades de los operadores del modelo, así como los requerimientos para el ejercicio de dicho cargo, el mapa general del funcionamiento del modelo y un instructivo para el acceso y uso de las herramientas del modelo, una descripción de los usuarios de las mismas.

Los Macro procesos: Son los módulos grandes de procesos que describen el módulo central a nivel misional, se han considerado 4. Los tres primeros poseen un carácter misional y el último un carácter transversal. A continuación se describirá el contenido de cada uno. 2.2.1. Macroprocesos Misionales: Estos están señalados a manera de nodos

que agrupan las diferentes actividades a realizar dentro del mismo, así como la forma de articularse entre cada nodo.

El nodo de Caracterización y Registro: se convierte en la puerta de

entrada de la víctima dentro del MIAV. Contiene un proceso denominado Atención inicial y un procedimiento que lleva el mismo nombre. Este es desarrollado por una profesional en Trabajo Social.

El nodo de Atención y Acompañamiento Psicojurídico incluye 3

procesos y 9 procedimientos: 1. Para el proceso de acceso a derechos como víctima existen dos procedimientos: Aprestamiento para el proceso judicial y Asesoría para la reparación individual por vía administrativa. 2. El proceso de Acceso a derechos básicos posee un procedimiento que lleva su mismo nombre. 3. Para el proceso de Asesoría ante violaciones específicas, se han generado 9 procedimientos: Asesoría y remisión acciones de protección, Acompañamiento para la protección de bienes patrimoniales, Acompañamiento para la restitución de bienes Patrimoniales.

Asesoría y orientación a víctimas de violaciones especificas como por Minas Antipersona MAP y Municiones sin Explotar MUSE, Asesoría a víctimas de desaparición forzada, Asesoría a víctimas de desplazamiento forzado, Orientación y Acompañamiento en casos de violencia sexual. Este es desarrollado por un

profesional en Derecho y otro en Psicología, brindando la atención en lo que se ha llamado “dupla psicojurìdica”. El nodo de Orientación y Acompañamiento Psicosocial se compone de

2 procesos y 4 procedimientos de atención: 1. Proceso de mitigaciòn del daño con dos procedimientos: Atención para el restablecimiento emocional, y Atención Psicosocial en diligencias judiciales. 2. Proceso de promoción de la salud mental: Acción psicosocial y escenarios de confianza, y Atención formativa y de autocuidado.

2.2.2. Macro procesos Transversales: Se definieron como actividades de continuidad a los otros procesos misionales, los de Remisión Y seguimiento. Este paquete de macro procesos contiene un proceso y dos procedimientos: El proceso de Atención Transversal con el Procedimiento de remisión externa, y el Procedimiento de Seguimiento a remisiones. En la descripción de cada procedimiento se encontrarán los objetivos, alcances, política, y marco legal que lo acompaña, un flujograma explicativo, y un flujo de procedimiento, que tiene como propósito indicar cuál es el proceso de transformación positiva que el procedimiento debería generar, es decir, su evolución. Así mismo se realiza una descripción de los procedimientos e indicadores que permiten medir el impacto del mismo. De igual forma aparece un apartado de herramientas de apoyo que contiene los siguientes tipos de herramientas: 1. Formatos que propios del modelo, estos activan cada uno de los procedimientos del MIAV y permiten que se desarrollen en su interior. 2. Formatos que activan la participación de la víctima en el proceso judicial y de acceso a sus derechos, se denominarán Formatos Institucionales. 3. Otras herramientas de apoyo, éstas facilitan el desarrollo de una actividad dentro del modelo, se presentan a manera de instructivos o recursos de apoyo para el desarrollo de las actividades misionales.

Figura 2. Fuente Protocolo de Atención del MAIV

Figura 3. Fuente: Documento Protocolo de Atención del MIAV

3. PREGUNTA ORIENTADORA Y MARCO TEORICO:

El presente trabajo se orienta a explicar cuáles son los factores que el equipo de profesionales de la estrategia MIAV identifica como coadyuvantes para el agotamiento profesional. Se piensa que el agotamiento profesional se convierte en un factor generador de daños psicosociales en las victimas atendidas por la estrategia. Se reconoce que el trabajo con victimas en el contexto de conflicto armado implica un nivel de estrés alto y sostenido para los trabajadores, por la relación de acompañamiento con las victimas con el sufrimiento y con la muerte, por las situaciones de riesgo y amenazas en el contexto de conflicto en el que se labora, lo cual corresponde a la naturaleza del trabajo. Además hay que enfrentarse a problemas relacionados con conflictos institucionales, carga de trabajo, culturales, políticos, sociales que causan mayor estrés. Esta situación estresante sostenida por lapsos de tiempo prolongados causa el “agotamiento emocional” caracterizado

por la fatiga física y / o mental que produce serios problemas de salud. El agotamiento profesional es una alteración al bienestar psicológico y físico de los trabajadores o profesionales en determinada labor. Esta relación de acompañamiento con las victimas requiere de equipos de trabajo concientes, dispuestos y capacitados para contribuir a la mitigaciòn de los daños que han sufrido las victimas por el conflicto armado. Desde el Protocolo de Atención del MIAV, se ha dicho en párrafos anteriores, que luego del surgimiento de la ley 975 de 2005, la cual tiene como propósito facilitar los procesos de paz y garantizar los derechos de las víctimas a la Verdad, la Justicia y la Reparación, es decir de quienes de manera individual o colectiva hayan sufrido entre otros, daños directos en su integridad física, psíquica y sensorial, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Se ha reconocido que la transicionalidad de la ley y el desarrollo de los mecanismos jurídicos para hacerla aplicable, demandan de equipos profesionales competentes que se encarguen de la orientación y atención de las víctimas en camino a hacer exigibles sus derechos. Esto quiere decir que además de un idóneo perfil profesional para cumplir este trabajo, se requiere, de una forma muy especial que los equipos de trabajo gocen de un bien estar físico y psicológico para entablar la relación de acompañamiento y ayuda para la mitigaciòn de los daños. Entonces, el agotamiento profesional de los equipos de trabajo con victimas se convierte en un factor potencial para la generación de daños psicosociales en las victimas desde la relación de acompañamiento, puesto que éste en vez de ayudar a mitigar los daños, puede generar otros, profundizar los ya existentes o ignorarlos, pues, no se está apto física ni psicológicamente para ello. En este sentido, diferentes autores han reconocido los factores que generan el síndrome de bornout en las dinámicas laborales. Por ejemplo desde la Corporación Avre (2004), sobre agotamiento emocional de los profesionales hace referencia a factores tales como: administrativos, factores personales en el ámbito laboral, actitudes personales, factores de contexto: Carga de trabajo, políticos, culturales, sociales y de seguridad física, los cuales causan agotamiento profesional no solo a los trabajadores, si no a sus familias con diferentes manifestaciones: en el trabajo, en la persona (emocionales, conductuales, intelectuales y físicas). Perspectiva Metodológica: Este cuestionamiento se ha abordado desde la perspectiva psicosocial, en la cual se han tenido en cuenta los siguientes elementos: El primero, la realidad se construye en la red de relaciones humanas, por lo cual la realidad es un constructo cambiante y susceptible de transformación; en segundo lugar, las realidades se manifiestan a través de los discursos privilegiando la palabra escrita o hablada (por lo cual se han aplicado entrevistas semiestructuradas a los profesionales del MIAV) con ítems relacionados a factores y manifestaciones del desgaste profesional tomados del taller “Impacto en la salud mental y mecanismos de afrontamiento en operadores humanitarios,, que brindan atención a victimas del conflicto armado” de la corporación Avre (2009), con base en el cual, también se ha indagado en relación dialógica con cada uno

de los 4 profesionales muestra, quienes 3 de ellos ya no están trabajando con la estrategia. En tercer lugar se considera que las emociones son un elemento que participa en la manera de cómo se concibe la realidad y como el ser humano se refiere a ella. Este elemento ayuda a entender el cuestionamiento sobre el desgaste profesional, en cuanto uno de sus aspectos constitutivos es el desgaste emocional de los profesionales que cumplen determinada labor institucional. Desde la perspectiva psicosocial, en cuarto lugar, se reconoce la labor de acompañamiento a las victimas, significando el acompañar, no intervención o ayuda terapéutica, como colaborar en la construcción de espacios libres para la expresión de discursos, sentimientos, emociones que permitan reconocer y elevar la voz de las victimas. No es la relación de autoridad o entre terapeutas-pacientes, sabios-ignorantes, donde la función del acompañante es provocar escenarios donde el ejercicio de los derechos, la expresión libre sea real, con un discurso capaz de generar cuestionamientos, cambios, resignificaciones que deben originarse en las victimas sin que sean impuestos o forzados por el acompañante social y psicojurìdicos. En quinto lugar, desde la perspectiva psicosocial, se reconoce en el acompañamiento profesional social y psicojurìdico a las victimas que la violación a los derechos humanos no solo afectan la materialidad de los individuos, sino, las instancias no visibles. Que las instancias no visibles de las victimas han sido altamente vulneradas por el conflicto armado representadas en su dignidad humana, por lo cual requiere de instancias no visibles aptas, libres, en la plenitud de su salud mental para que el acompañamiento profesional posibilite la dignifaciòn de las victimas. 4. FACTORES COADYUVANTES PARA EL AGOTAMIENTO PROFESIONAL EN LA APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA MIAV 4.1. Factores Administrativos y errores en la implementación de la estrategia MIAV: Las razones de estas situaciones fueron en primera medida la acción incomprensible de la figura jerárquica institucional que sirvió de base para la aplicación del pilotaje de la estrategia en el departamento del Magdalena, frente a la estrategia, que en sus inicios, desde marzo a diciembre de 2009 contó con un coordinador para orientar las acciones de la misma. En la dinámica de aplicación, se generó conflictos por celos de poder de la figura jerárquica institucional, hacia la coordinación de la estrategia, lo cual traspasó a las relaciones laborales del equipo desde dicha figura, coadyuvado por estigmatización regional hacia las profesionales que no eran de la misma región en la que se ha aplicado la estrategia. “He sentido que le fastidiamos a ella y que tiene celos de poder con nuestro jefe… Esto es muy aburrido y desgastante” (Profesional entrevistado).

Se realizaron intentos de resolución de conflictos entre las dos figuras, reconociendo la jerarquía y representatividad institucional, sin embargo estas acciones fueron fallidas. Esto trascendió al nivel central donde se generaron y se permeò el conflicto en desacuerdos internisntitucionales entre las cuatro instituciones que asumieron la responsabilidad de sacar la estrategia adelante, de diez que son. Mientras tanto en el nivel local las presiones y descalificaciones de la figura jerárquica institucional se hicieron cada vez más agudas hacia el equipo de la estrategia. Esto desembocó en problemas psicosomáticos de todo el equipo MIAV representado en dolores corporales, fatiga, desmotivación, alteraciones del sueño y del apetito. A pesar de esta situación, la aplicación de la estrategia en este primer tiempo fue favorable ya que se alcanzaron a implementar los primeros tres nodos de manera adecuada, desde la voluntad profesional y el apoyo de la coordinación de la estrategia. Pero el cuarto nodo no se pudo implementar. El Protocolo de Atención del MIAV contempla para el desarrollo del Nodo Psicosocial personal específico dentro del equipo de trabajo, sin embargo, no se suministró durante el pilotaje, a pesar que en cada uno de los informes mes a mes que se presentaban al nivel central se recordaba y hacía ver la necesidad de ampliar el equipo humano para desarrollar el nodo, lo cual no fue posible por carencia de recursos. Esto generó mayor estrés e inconformidad en el equipo existente al ver que la estrategia no podía aplicarse como estaba planteada, ya que la atención psicosocial se reconoció como una necesidad sentida de las victimas por su alta vulneración emocional. Por ello el equipo manifestaba frustración que sumado a las descalificaciones, desconocimientos y no aceptación de la figura de poder institucional regional sede del MIAV, aumentó el agotamiento emocional del equipo. Sin embargo se logró implementar algunas acciones sin continuidad como aplicación del FIPS (Formato de Identificación Psicosocial) con victimas en un municipio del Magdalena, que fundamentaría la elaboración de Planes de Acción para trabajar con las victimas. Hasta ese momento la estrategia lo que requería era personal para desarrollar el nodo psicosocial y trabajar en la resolución de conflicto por celos de poder. A diciembre de 2009 se sumó la terminación del apoyo de la cooperación internacional a la estrategia, según acuerdos a nivel central, las instituciones de la estrategia debían asumir sus costos. Por situaciones de contexto político, como la ley de garantías, las instituciones no podían realizar contrataciones. Por lo cual el equipo MIAV contratado y capacitado para aplicar la estrategia fue desintegrado por razones de contratación, afectando el normal proceso de desarrollo de la estrategia dentro del contexto departamental, pues no fue posible asignar más personal para desarrollar el nodo que faltaba, por el contrario, se vieron obligados a diezmar el equipo ya existente. Aspecto que profundizó la vulneración emocional del equipo, que dos meses antes fue enterado de la situación, generando desmotivación y preocupación por que la oportunidad laboral cesaría. La desmotivación en el equipo de trabajo MIAV de entonces sucedió por la alta expectativa que se había sembrado en la continuación de la contratación para

desarrollar la estrategia, por el alto compromiso que se tenía en realizar bien la labor según el protocolo de atención y por la excelente dinámica de trabajo de equipo lograda hasta entonces para sacar adelante el pilotaje, a pesar de los inconvenientes desde la figura jerárquica de la base institucional regional que mostraba hacia la estrategia. Las nuevas acciones de emergencia y directrices desde el nivel central para continuar el pilotaje no fueron muy afortunadas, pues las dificultades de relación laboral continuaron desde la figura jerárquica institucional, conservando los matices de estigmatización regional. A pesar, que la cooperación internacional logró ofrecer unos recursos más para no diezmar demasiado el equipo, dejando a dos profesionales más por otros 4 meses, pero quienes tuvieron que renunciar por desgaste emocional debido al estrés laboral, pues se siguió afrontando dificultades con la figura jerárquica institucional regional. Esto produjo alta desmotivación y deterioro de la salud física, también, por la incertidumbre de la inestabilidad laboral, generando ansiedad de regresar a cada una de sus familias en el interior del país, en una especie de desfraude a las expectativas formadas al iniciar la labor y desde las capacitaciones ofrecidas. “Prefiero irme para mi casa y quedar desempleada que seguirme aguantando los continuos maltratos de la jefe”(profesional que renunció). La profesional en Trabajo Social se vio sometida a maltratos verbales y psicológicos, pues por ser el enlace de Cooperación Internacional con la estrategia y desde el 2010, tenía que enlazar con la nueva coordinación de la misma. Esto le generó deterioro de la salud emocional y física manifestada en trastornos estomacales, del apetito del sueño, llegando a una incapacidad médica. Situación que la hizo renunciar en el mes de marzo. Así, la estrategia queda más diezmada, pues no se reemplazaron a las profesionales que renunciaron. Algunas de sus labores fueron asumidas por las dos duplas que quedaron. Aunque el protocolo de atención de la estrategia MIAV contempla en el nodo psicosocial la promoción de las salud mental del equipo de trabajo, en el lapso de marzo de 2009 a marzo de 2010, fue inexistente en cuanto a los procedimientos que plantea el protocolo: Procura del mantenimiento de las condiciones de bienestar emocional del equipo humano; evaluación trimestral de las condiciones de fatiga laboral y síndrome de burnout, seguimiento al proceso de promoción, estas acciones no se implementaron con el equipo de trabajo. La fortaleza del equipo fue la autoprotección colectiva y el autocuidado que cada profesional logró implementar desde las relaciones armónicas del equipo, el apoyo familiar, el contacto con la naturaleza, el mar y el respeto del tiempo libre como los fines de semana para descansar. Estas opciones ayudaron para que el desgaste no fuera tan nocivo. Se sucedió la fatiga no por exceso de trabajo, aunque lo había, esto se sopesaba con la dinámica de equipo positiva y de mutua cooperación. Más bien lo que surgió fue la desconfianza y desmotivación para continuar la misión de la cual el equipo se había apropiado, acompañar a las victimas del conflicto armado del Magdalena según los objetivos del MIAV. En gran medida esto fue vulnerado por

la falta de planeaciòn estratégica, el inadecuado manejo de poder institucional y la falta de habilidades interinstitucionales para resolver conflictos. Entonces, la estrategia MIAV ha fallado por errores de planeaciòn, y por ende por carencia de presupuestos para su adecuado desarrollo en el tiempo prudencial; así mismo por la implementación inicial de presentación en el contexto de aplicación, por no cumplir con lo estipulado en un documento como su protocolo de atención, el cual fue validado en dos oportunidades por el equipo de trabajo y el nivel central. La carencia permanente ha sido la implementación del nodo psicosocial. “Nos metieron y capacitaron en un cuento muy bonito al que le pusimos todo el empeño, pero no nos resultaron con lo que habían dicho” (profesional entrevistado). Sin embargo, desde finales del 2009 y principios del 2010, la entidad sede de la estrategia en su nivel central, implementó unos talleres de acompañamiento psicosocial para los equipos de trabajo con victimas, que en alguna medida a contribuido a sostener el equipo MIAV existente, pero no es un acompañamiento permanente. También ha favorecido al equipo de trabajo que quedó, es decir dos duplas psicojurídicas, las capacitaciones que desde el nivel central se ha ofrecido durante este año del 2010. 5. MANIFESTACIONES DEL DESGASTE PROFESIONAL EN EL EQUIPO MIAV

Con base a las entrevistas realizadas a los profesionales que han participado en la aplicación de la estrategia MIAV, han manifestado haber sufrido desgaste emocional por estrés laboral, cuyas consecuencias han sido la renuncia de dos profesionales, una en derecho, y una en Trabajo Social; ha existido incapacidades médicas, cuatro de los profesionales que ya no están laborando en aplicación de la estrategia de atención manifestaron haber sufrido deterioro de su tranquilidad personal y familiar, de su salud física, durante su labor en el MIAV. Las manifestaciones halladas a través de las entrevistas semiestructuradas a los profesionales fueron: 5.1. Manifestaciones Físicas: Cansancio, fatiga, dolores de cabeza, cuello,

problemas digestivos, irritabilidad, alteraciones del sueño y del apetito, común en tres de los cuatro profesionales entrevistados. 5.2. Manifestaciones laborales: Problemas de relación con los compañeros, bajo

rendimiento en las funciones asignadas, no deseo de llegar al puesto de trabajo. Común en los cuatro profesionales entrevistados. “Yo no quisiera entrar a esas oficinas porque me siento como entrando a casa ajena donde lo miran a uno feo” (profesional entrevistado). Todo lo cual repercutió en la baja de entusiasmo e interés y apresuramiento en la relación de acompañamiento a las victimas desde la labor social y psicojurídica. 5.3. Manifestaciones emocionales: Tristeza, llanto, ira en tres de los

profesionales entrevistados. “Lo que yo he llorado en este trabajo no tiene nombre

y pensar que dejé a mi hijo en Bogotá” (En dialogo con una de las profesionales en derecho). Lo anterior permite decir que el equipo de trabajo del MIAV durante marzo de 2009 a marzo de 2010, el síndrome de bornout asociado a factores institucionales y administrativos. Según Maslaslach y Jackson (1982) este síndrome es un tipo específico de estrés laboral, caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización personal. 6. RELACIÓN DEL DESGASTE PROFESIONAL CON DAÑOS PSICOSOCIALES A LAS VICTIMAS

Las manifestaciones anteriores de los profesionales entrevistados muestra que la salud mental del equipo de trabajo del MIAV Magdalena, de marzo de 2009 a marzo de 2010, no fue favorable ni apta para que afrontaran diariamente un ambiente cargado emocionalmente de dolor, desesperanza, tristeza, miedo, entre otras manifestaciones implícitas en los relatos cotidianos de las víctimas. Esto porque que se afectó la voluntad, el bienestar psicológico, físico y la disposición positiva para prestar el servicio de atención desde la estrategia de caracterización y psicojurìdica, exponiendo a las víctimas a ser revictimizadas o mal atendidas desde sus necesidades, expectativas y esperanzas. Lo anterior quiere decir, que desde los aspectos administrativos e institucionales de implementación de la estrategia no se favorecieron los procesos de adaptación de los profesionales a la dinámica laboral dentro de la sede de funcionamiento de la estrategia MIAV en el departamento del Magdalena, generando un desempeño desfavorable en los profesionales ya que las condiciones de contexto institucional humano han sido adversas y de resistencia. Todo lo cual repercutió en desfavorecimiento en el proceso de atención social y psicojurìdica de las victimas pues ha faltó cualificar el acompañamiento afectando posibilidades de mayor empoderamiento para la autonomía y ejercicio de sus derechos de justicia y paz y de ciudadanos, según los objetivos del protocolo de atención MIAV. Con base a la dinámica de atención desde la estrategia, se ha podido evidenciar que las victimas del conflicto armado han sufrido daños psicosociales que les ha vulnerado su identidad, autonomía, empoderamiento, proyecto de vida, calidad de vida familiar y social, todo lo cual redunda en el deterioro de la salud mental y física de gran parte de ellas. Las perspectivas psicosocial y legal (fundamentada en la ley 975 de 2005), la cual tiene como propósito facilitar los procesos de paz y garantizar los derechos de las víctimas a la Verdad, la Justicia y la Reparación, es decir de quienes de manera individual o colectiva hayan sufrido entre otros, daños directos en su integridad física, psíquica y sensorial, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Así mismo, dados los daños sufridos por las victimas, se requiere acompañarles y brindarles atención para la mitigación de tales daños, por ello la transicionalidad de la ley y el desarrollo de los mecanismos jurídicos para hacerla aplicable y de mitigacion de

daños psicosociales, demanda de equipos profesionales competentes y en adecuadas condiciones de salud integral que se encarguen de la orientación y atención de las víctimas en camino a hacer exigibles sus derechos Como ya se ha dicho, la estrategia MIAV se creó para desarrollar los procesos de atención integral (acciones de orientación, asesoría, acompañamiento, entrenamiento, remisión y seguimiento encaminadas a facilitar el acceso a los derechos de verdad, justicia y reparación) comenzando con el reconocimiento de las necesidades de las víctimas frente al acceso derechos y finalizando con las acciones de empoderamiento para su garantía. Pero, este propósito ha tenido dificultades de logro en detrimento de la necesidad de las victimas, dado el desgaste profesional que sufrió el equipo de trabajo. Desde la misma perspectiva de los profesionales, debido a esta situación, se generaron daños a las victimas en el proceso de atención que pueden catalogarse como: Subestimación del dolor y el sufrimiento por parte de los profesionales,

pues no se estaban en condiciones de salud mental para visibilizar, atender y orientar en tal sentido. Esto fue coadyuvado por los errores institucionales de implementación de la estrategia, por falta de recursos para suministrar el equipo humano para desarrollar el nodo psicosocial, tal como está planteado en el protocolo de atención.

La estandarización en la atención a las victimas por parte de los

profesionales, sin tener en cuenta la perspectiva diferencial de genero, edad, su estado psicosomático y de salud mental, que requieren especificidades diferenciales para la adecuada atención. Esto debido al desinterés y desmotivación en el ámbito laboral y la presión al equipo de trabajo de la figura de autoridad para atender cantidad de usuarios en detrimento de la calidad de la atención. Esta igualdad desconoce la diferencia y causa daños, al no llevar a la victima a un estado de satisfacción en le proceso de atención de acuerdo a sus necesidades y expectativas propias.

Se ha dicho que la atención profesional bajo condiciones de salud mental y

psicosomática del equipo de trabajo afectó el desempeño laboral, bajando la calidad de la atención integral. Desde la perspectiva psicosocial se puede decir que, los daños que les produjo el conflicto armado, quedaron invisibilizados, ignorados, algunos profundizados (como la vulneración a su autonomía y empoderamiento) y en su gran mayoría sin el acompañamiento debido para su mitigaciòn.

7. CONCLUSIONES

En la aplicación de la estrategia MIAV se ha producido desgaste `profesional en el equipo de trabajo de marzo de 2009 a marzo de 2010. El desgaste profesional se ha visto como un factor coadyuvante para generar, dejar permanecer y profundizar

los daños psicosociales a las victimas producido por el conflicto armado, no cumpliéndose con uno de los objetivos de la estrategia, como es el de mitigar estos daños. Pero no nos podemos quedar con la sola parte del daño, la cual es fin del presente trabajo de grado. Se espera que también sea una reflexión válida para generar planes de mejoramiento institucionales y en la aplicación de la estrategia MIAV en el departamento de Magdalena desde los planos institucionales y profesionales. Con base a lo expuesto anteriormente se posibilita concluir lo siguiente: La articulación interinstitucional es una necesidad y un deber para cualificar la atención integral a las victimas del conflicto armado en pro de mitigar sus daños y propender por el ejercicio de derechos de victimas y de ciudadanos de las personas y familias afectadas por el conflicto armado en el departamento del Magdalena. Las dinámicas internas institucionales del MIAV deben propender por la apertura al trabajo articulado, prescindiendo de la atomización en su responsabilidad social. Tal responsabilidad es perfectamente articulable desde una perspectiva legal, social, técnica, humanística que requiere de dirigentes y encargados de los programas y proyectos, conciencia de ello, humildad y sencillez para ceder y encarar procesos de articulación y trabajo conjunto, acertividad en la resolución de conflictos, adecuado trato y manejo a los equipos de trabajo que atienden victimas, en pro del restablecimiento integral de esta población, que evite sobreponer los intereses protagónicos de las metas tecnicistas institucionales a los fines humanísticos de restablecimiento y mitigación de daños de esta población. Desde una perspectiva de acción sin daño, las instituciones MIAV o de otras estrategias de trabajo con victimas deben prestar atención a la situación de vulnerabilidad de quienes trabajan con este tipo de población, no considerarlo como un signo de debilidad o incompetencia. Resulta necesario formular planes de tipo preventivo, de desarrollo y preservación de la salud integral en el ámbito laboral y en los casos donde haya afectaciones de desgaste profesional para aminorar sus efectos, pues esto contribuiría enormemente en favorecer la buena calidad en la atención, evitando generar más daños a los usuarios desde la misma atención. Para ello, debe empezarse por aminorar condiciones de trabajo deteriorantes de la salud mental, creando un clima de apoyo que entienda el desgaste emocional como una característica propia de la vida laboral y evitando presiones y maltratos en el contexto organizacional. Por su parte, el personal trabajador debe hacer conciencia del desgaste profesional, reconociendo los efectos negativos para su salud, para su desempeño laboral y adoptar un plan personal de auto cuidado o del cuidado de sí, de tipo preventivo o correctivo si fuera el caso. Se ha reconocido en el ámbito laboral de trabajo con víctimas que es pertinente que los equipos de trabajo de acompañamiento comprendan que el dolor es una manifestación humana inevitable ante los abruptos y perturbadores hechos del indeseable conflicto armado y por ello debe aprenderse a aceptar y a mitigar en sí mismo y en los demàs. Cuanto más sanos estén los profesionales que atienden victimas, menos

errores, omisiones y desconocimientos de la realidad de las victimas habrá y se estará en mejores condiciones para un adecuado proceso de atención y acompañamiento integral. El acompañamiento psicojurìdico y social a las victimas del conflicto armado por parte del equipo de profesionales debe ser un escenario que favorezca su dignificación, el acceso a derechos de victimas y de ciudadanos para contribuir a la mitigaciòn de sus daños. Así, desde la atención profesional e institucional en la estrategia MIAV del departamento del Magdalena se debe tener en cuenta:

Los profesionales que atienden victimas en la estrategia MIAV como en cualquier otra forma de atención, deben ser concientes que el trabajo de orientación y asesorìa a esta población, exige el compromiso de brindar un acompañamiento que favorezca la restitución de los derechos y la reconstrucción del tejido social.

Favorecer la recuperación de la voz perdida, acallada, frustrada de las victimas por los diferentes hechos violentos, a través de la libre expresión de emociones, sentimientos, expectativas, necesidades, generando espacios de escucha activa y relación rica en calidad humana y disposición del tiempo requerido para las cesiones de orientación y atención de caracterización, psicojurìdica y psicosocial. Esto debe permitir conocer a fondo la realidad y los daños causados por la violencia para definir un plan de atención adecuado a cada usuario que acude a solicitar atención desde la estrategia MIAV.

En lo concerniente a la labor profesional del derecho, la psicología, el Trabajo Social y otras profesiones que corresponda brindar acompañamiento a las víctimas, se requiere imprimirle conciencia ética, buena voluntad para el trabajo transdiciplinario, para el acompañamiento a las personas ante el dolor, la alineación, las posibilidades resilientes y de transformación, sensibilidad en relación a la realidad del país de las personas víctimas; éstas, como habilidades mínimas, además de las competencias de cada profesión éticamente desplegadas, para encarar la labor con mayor efectividad a favor de esta sensible y valiente población. De otra forma, se contribuye a generar, continuar y profundizar los daños de la violencia.

En los escenarios de atención en cede y extramural, debe evitarse la revictimizaciòn con la inadecuada o mala calidad en la atención en aspectos como la rapidez y el desinterés por cumplir bien la función, el desconocimiento de la realidad y de sus afectaciones por la violencia por carecer de escucha activa, la subestimación del dolor, la carencia de información y orientación adecuada para el acceso a derechos de justicia y paz y de ciudadanos. Pues todo esto contribuye a la vulneración del empoderamiento y la autonomía de las victimas para participar en los

procesos judiciales y administrativos de reclamación de sus derechos. Además, no contribuye a mitigar los daños sufridos por la violencia, sino los desconoce, perpetúa, profundiza y subestima, no cumpliéndose con uno de los objetivos de la estrategia MIAV en este sentido.

Así, se puede decir, que uno de los aspectos fundamentales para cumplir los objetivos en la estrategia MIAV en relación a facilitar el acceso a derechos de victimas y de ciudadanos, como para mitigar sus daños psicosociales, se requiere de equipo profesional en buen estado de salud mental, pues la interacción en la atención estando sufriendo desgaste profesional produce más daños y ayuda a perpetuar los daños producidos por la violencia en las victimas. El indagar a profesionales y en la interacción diaria con la población, permite decir que el impacto de la violencia tiene varias caras. Directamente a las victimas y a sus familiares, a la vez, el sufrimiento por los procesos de búsqueda de la verdad y la justicia. Así mismo los profesionales que interactúan desde la relación de orientación, asesorìa y acompañamiento afrontan impacto de la relación con el sufrimiento. El impacto es coadyuvado por las dinámicas laborales internas provocadas por aspectos organizacionales desfavorables al cuidado de la salud mental del equipo de trabajo. Por lo cual las entidades que conforman la estrategia deben hacer conciencia de ello y generar un programa permanente de acompañamiento para prevención del síndrome de bornout y favorecer el cuidado de la salud mental del equipo de trabajo MIAV del departamento del Magdalena teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Completar el equipo profesional para evitar sobrecarga de funciones de las duplas psicojurìdicas, de tal forma que se libere más tiempo para cualificar el acompañamiento en orientación y asesorìa en el punto de atención.

Las diez instituciones que conforman el MIAV deben reconocer que las personas responsables del acompañamiento a victimas enfrentan cotidianamente condiciones extremas como gran cantidad de victimas existentes que acuden a solicitar atención, la crudeza de los hechos violentos vividos y relatados, los compromisos éticos y políticos que la ley de justicia y paz define, la difícil situación socioeconómica de las victimas en el departamento del Magdalena, el contexto de conflicto armado del departamento es de alta emergencia de grupos armados al margen de la ley que ofrece continuos riesgos para victimas y profesionales. Todo lo cual vulnera en alguna medida la emocionalidad de las personas responsables del acompañamiento. Esta situación la ayuda a profundizar el ambiente de tensión generado en la cede de la estrategia MIAV para el equipo de trabajo. Desde tal comprensión es recomendable acompañar de más cerca al equipo de contratistas, generando espacios directos para la interlocución y acuerdo de alternativas favorecedoras para la cualificación de los procesos de atención.

Las instituciones que decidieron encarar esta estrategia interinstitucional deben articularse armónicamente, propendiendo por la resolución de sus conflictos y diferencias en forma constructiva y generar una dinámica sinérgica a su interior en el nivel central que trascienda la dinámica de las regiones, comprendiendo su alta responsabilidad humana, contractual, social con la paz y especialmente con las victimas del conflicto armado. Deben acompañar en forma conjunta a la estrategia en las regiones, teniendo en cuenta:

o Garantizar el buen trato a todo el equipo de profesionales,

especialmente en la institución cede de la estrategia, evitando estigmatizaciones por regionalismo, exigencia de tareas no pertinentes a las funciones y compromisos contractuales, permitiendo la autonomía y el ejercicio del criterio profesional, favoreciendo la equidad en las relaciones de la figura de poder con todos los profesionales del equipo, propendiendo por un buen ambiente laboral, generar ambientes y espacios favorecedores de la creatividad y la participación de los y las profesionales del equipo MIAV.

o Realizar acompañamientos institucionales para la prevención del desgaste profesional y cuidado de la salud mental del equipo de trabajo en forma mensual a través de un proceso con seguimiento, evaluación y planes de mejoramiento.

o Contemplar la implemtaciòn de la salud ocupacional especifica para trabajadores y prestadores de servicio profesional a victimas del conflicto armado.

o Realizar seguimiento a los procesos de atención del MIAV con base a protocolos de atención, objetivos propuestos que propendan por la cualificacion de la atención profesional e institucional a las victimas.

o Propender por una contratación con mayor estabilidad, pues la inestabilidad laboral, también se siente como un factor estresante en esta labor.

Siguiendo en relación con las instituciones, las dinámicas internas de la labor institucional deben erradicar el maltrato laboral de tipo verbal, psicológico, de cualquier tipo, reconociendo los derechos humanos de los trabajadores sin ambages ni encubrimiento de responsabilidades. Máxime si se reconoce que el trabajo con victimas en el contexto de conflicto armado implica un nivel de estrés alto y sostenido para los trabajadores, por la relación de acompañamiento con las victimas con el sufrimiento y con la muerte, por las situaciones de riesgo y amenazas en el contexto de conflicto en el que se labora, lo cual corresponde a la naturaleza del trabajo. En cuanto al acompañamiento psicosocial, es de resaltar la importancia que las victimas del departamento del Magdalena cuenten con este tipo de atención estructurada como un proceso de recuperación del bienestar psicosocial y de la

salud mental, trabajada desde una perspectiva liberadora que mitigue el daño emocional. Perspectiva acorde con el planteamiento de Bello (2009), en cuanto a los ejercicios de memoria con las victimas: “Los ejercicios de memoria, deben partir de una ética que coloque a las víctimas en un lugar principal, en el que ante todo, se debe buscar que el ejercicio les permita reconocerse como sujetos vulnerados por las acciones criminales de otros, que les permita sentirse indignados por lo ocurrido y legitimados para reivindicar sus derechos. Que les ayude a construirse como sujetos dignos: libres y autónomos con capacidad de decidir el tipo de vida que quieren vivir y de realizar acciones competentes para lograrlo”. En el mismo sentido, es de gran relevancia rescatar las habilidades y recursos de las victimas en cuanto a procesos resilientes y de restablecimiento de carácter personal, familiar y comunitario. Para ello se requiere romper imaginarios, prejuicios que sustentan el presupuesto de que únicamente los profesionales pueden hacer un debido acompañamiento psicosocial. Este planteamiento es de gran importancia para trabajos de recuperación de escenarios de confianza de las victimas en sus nuevos contextos de vida o para la resignificación de los simbólicamente vulnerados por la violencia, a través de pares comunitarios y dinámicas de reconstrucción de redes. El Nodo psicojurìdico de la estrategia MIAV, debe articular la acción interdisciplinaria del acompañamiento jurídico y psicológico, para convertir la asesorìa y orientación en una acción transdiciplinaria sinérgica y especialmente humanística, liberadora y empoderante de la comprensión y acción de las personas victimas para el acceso a derechos de victimas y de ciudadanos. Es justo reconocer que la estrategia MIAV desde su planteamiento se muestra como una estrategia excelente de atención a victimas si se lograra realizar como tal. Se requiere proveer los recursos humanos, técnicos, económicos suficientes para ejecutarla. Quienes la ejecuten deben estudiarla, comprenderla, asumirla, tener la voluntad de aplicarla bien e irla mejorando desde planes de mejoramiento. El nodo psicosocial debe reconocerse como de gran importancia en el proceso de restablecimiento en la reparación a las victimas y requiere ser implementado y coadyuvado de un componente de restablecimiento socio económico ya sea desde adentro de la estrategia o desde la articulación institucional seria y comprometida. Finalmente, pensar la atención integral a victimas para su restablecimiento y reparación integral es ir más allá de una estrategia (que es bien importante), pero se requiere de una política pública bien pensada y sostenible de alta incidencia en la realidad de las victimas del conflicto que logre garantizar con efectividad derechos de victimas y básicos, con enfoque diferencial de genero, edad y etnia, en contexto de conflicto, con suficiente planeacion, asignación de recursos, con evaluación, seguimiento, planes de mejoramiento. Se requiere una política pública que cumpla su fin desde un enfoque de Acción sin Daño: posicionando como prioritario la protección y el respeto de la dignidad, la autonomía y la libertad de las

personas y comunidades dañadas por la violencia hasta lograr su real restablecimiento que el estado, los perpetradores y la sociedad les adeuda.

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ANEXO