Innovación Tecnológica

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34 CIENCIAS 88 OCTUBRE DICIEMBRE 2007 Anna Estany Innovación tecnológica y tradiciones experimentales una perspectiva cognitiva

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    Anna Estany

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    ausentes de los debates que suscitan el papel de la tecnolo-ga y el de la experimentacin en la filosofa de la ciencia.

    El tema de la innovacin tecnolgica en la ciencia surge del estudio de la relacin entre la ciencia y la tec-nologa. Esta relacin podemos verla en dos sentidos. Uno de ellos considera la ciencia como la base para la produccin de la tecnologa que transforma el mundo; construye puen tes, edificios, pantanos; elabora alimen-tos; cultiva campos, y un largo etctera que constituye toda la labor ingenieril y ha dado lugar a la industria en la poca moderna. sta es la relacin ms habitualmen-te estudiada y es en la que se han centrado los estudios sobre ciencia, tecnologa y sociedad y, en general, la filo-sofa de la tecnologa. En el otro sentido, esta tecnologa produci da por la ciencia revierte sobre ella misma. La historia de la ciencia nos muestra que los instrumentos han sido clave en muchos de los descubrimientos pero en la actualidad, al menos en determinados campos de la investigacin, las tecnologas son absolutamente im-prescindibles.

    Esta interconexin de ciencia y tecnologa ha lleva-do a filsofos e historiadores a hablar de big science y de tecnociencia. No puede decirse que sean trminos equivalentes pero el origen est en una concepcin de la ciencia dependiente de tecnologas potentes y muy li-gadas al poder poltico y econmico. Esto ltimo es una

    La relacin entre ciencia y tecnologa subyace al anlisis de la innovacin tecnolgica en la ciencia y las tradiciones experimentales. Por un lado, tenemos lo que denomi-no innovacin tecnolgica en la ciencia, en el sentido en que la tecnologa un producto en la investigacin bsica en las ciencias puras, revierte en el desarrollo de las ciencias. No es una idea nueva pero es cierto que en las ltimas dcadas cuando se ha reflexionado sobre la tecnologa se piensa, mayormente, en su repercusin sobre la sociedad.

    Por otro lado, est el enfoque de las tradiciones ex-perimentales que desde hace unas dcadas ocupa una parte importante de los trabajos en filosofa de la ciencia. A pesar de las diferencias entre la concepcin heredada y la visin kuhniana de la ciencia, en el fondo, ambas concepciones consideran que la experimentacin est en funcin de la teora, ya sea inspirada por ella o al servi-cio de la misma, pero en cualquier caso sin vida propia.

    En ninguno de estos temas se ha introducido una mi-rada desde las ciencias cognitivas, ni la filosofa de la tec-nologa ni las tradiciones experimentales han recurrido a las ciencias cognitivas para afianzar sus tesis.

    Si bien es cierto que se han producido estudios de cog-ni cin y tecnologa o relativos a los procesos cognitivos en el laboratorio, realizados respectivamente por Norman y Hutchins, en general, los factores cognitivos han estado

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    consecuencia de la necesidad de financiacin, pblica o privada, que tales tecnologas requieren, tanto para su adquisicin como para su funcionamiento.

    El sentido que hemos tomado de la relacin entre cien cia y tecnologa discurre en el plano estrictamente internalista, es decir, el del papel que la tecnologa pue-de jugar en la evolucin de una disciplina cientfica. Esta perspectiva internalista no es bice para que en el anlisis global tengamos en cuenta el contexto en el que discurre la actividad cientfica y los factores sociales, culturales y cognitivos que intervienen en dicha activi-dad. Damos por sentado estas influencias pero, para la cuestin de la innovacin tecnolgica de la ciencia, nos interesan slo en cuanto puedan intervenir en las cues-tiones cognoscitivas, en sentido epistmico.

    Las tradiciones experimentales

    Desde la filosofa de la ciencia ha surgido una lnea de investigacin centrada en la actividad experimental. A partir de un punto de vista ms general, podemos decir que el inters de la filosofa de la ciencia por las tra-diciones experimentales desde un comienzo centr el anlisis filosfico en el conjunto de la prctica cientfica, en lugar de enfocarlo slo en el resultado de esta prcti-ca, es decir, en las teoras cientficas. Esto implica tomar en cuenta otros factores que intervienen en el quehacer

    cientfico, como la infraestructura material, los instru-mentos, la interaccin humana, las relaciones con las administraciones, etctera. Aunque no son totalmente independientes, estos factores inciden de forma distin-ta, y en mayor o menor grado, en la dinmica interna de la ciencia.

    Podramos decir que las tradiciones experimentales constituyen la parte de la filosofa de las prcticas cien-tficas que estn especialmente ligadas a las cuestiones epistemolgicas o cognoscitivas de la ciencia y se pre-sentan como una alternativa a las tradiciones tericas, entendidas como la tendencia en filosofa de la ciencia a privilegiar los aspectos tericos del conocimiento sobre cualquier otro rasgo.

    Considerada la cuestin desde este punto de vista, la miseria del teoreticismo estriba en reducir la riqueza y la complejidad del proceder cientfico a un asunto de mera elaboracin conceptual, como lo plantean J. Ferrei-rs y J. Ordez en su ensayo Hacia una filosofa de la experimentacin. En cambio, desde las tradiciones expe-rimentales, la ciencia moderna se ve como un hbrido de filosofa (lgica, teorizacin, argumentacin) y expe-rimento (tcnica, manipulacin, observacin), es decir, una filosofa tcnica. La filosofa de la experimentacin analiza los aspectos tcnicos, experimentales y en las versiones ms recientes y sofisticadas tecnolgicos de la actividad cientfica. Quisiera sealar que la teora no desaparece de las tradiciones experimentales, simple-mente se le asigna otro papel.

    Dentro de esta filosofa de la ciencia que sita el expe-rimento y la tcnica en el centro de su anlisis, podemos incluir la filosofa mecanstica de la ciencia que propone la explicacin cientfica por medio de mecanismos. Pue-de verse como una muestra de este cambio de nfasis entre teora y experimentacin, aunque hay que sealar que este enfoque no acostumbra ser un referente en el marco de las tradiciones experimentales.

    W. Bechtel, junto a A. Abrahansen, es uno de estos filsofos que podemos incluir en la filosofa mecanicista de la ciencia. Considera que los fenmenos pueden ser explicados especificando los mecanismos que subyacen a dichos fenmenos y descomponiendo el fenmeno en trminos de las operaciones que tienen lugar en las dis-tintas partes de dicho mecanismo.

    Peter Machamer, Lindley Darden y Carl F. Craver son otros filsofos que abogan por una filosofa mecanicista de la ciencia, recurriendo a los mecanismos para expli-

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    ra la innovacin tecnolgica de la ciencia. Por otro, nos llevan a dar una mirada cognitiva a este nuevo cambio de rumbo que suponen las tradiciones experimentales frente a las tradiciones tericas. As, de cara al cuestiona-miento del modelo terico nos podemos preguntar si en la evolucin del campo cognitivo se ha dado algo pareci-do. Por ejemplo, si nuestra cognicin es slo deductiva y cartesiana o hay otras formas de razonamiento. O si podemos establecer un paralelismo entre las tradiciones tericas y las tradiciones experimentales y el saber qu y el saber cmo. Tambin podemos interrogarnos acer-ca de las semejanzas entre el hbrido constituido por la filosofa tcnica y los elementos que entran en juego en un acto cognitivo en el que confluyen representaciones mentales y elementos materiales para asirlas.

    El experimento como centro de la investigacin cientfica

    Hacking ha sido un referente en la filosofa de la ciencia como el defensor de un enfoque experimentalista frente a uno teortico. Como cuestin de principio no cabe du-da que Hacking quiere poner la experimentacin, como mnimo, en el mismo nivel que la teora, es decir, el ex-perimento no est simplemente al servicio de la teora sino que tiene vida propia. Seala que hay casos en que, sin que pueda decirse que no tenan idea de la teora, fueron los experimentos los que estimularon la teora correcta aunque los que lo hicieron no crean en ella si-no que los interpretaban con una teora descartada. Un ejemplo podra ser el de Priestley en la qumica.

    Sin embargo, Hacking dice que no en todos los pe-riodos del desarrollo de una disciplina tiene la misma

    car cmo surge un fenmeno o cmo funcionan deter-minados procesos. Los mecanismos estn formados de entidades con sus propiedades y de actividades que son las causantes del cambio.

    El descubrimiento de diferentes tipos de mecanismos con sus tipos de entidades y diferentes actividades es una parte importante del desarrollo cientfico. Las cien-cias contemporneas como la neurobiologa y la biologa molecular forman parte de esta tradicin y recurren a las entidades y actividades disponibles por medio de algu-nos de sus descubrimientos.

    La presentacin de distintas lneas de investigacin que se dan en la filosofa de la ciencia centrada en las tradiciones experimentales, muestra que no constituye

    un campo unificado, ni en los temas ni en las consecuen-cias para cuestiones de filosofa de la ciencia. Podra-mos decir que les unifica una crtica al giro lingstico y el inters por la prctica cientfica en su conjunto y no slo por la representacin terica del conocimiento. Por tanto, las tradiciones experimentales buscan ser una alternativa al teoreticismo, que tiene como resultado la construccin de una filosofa experimental as la deno-minan Ferreirs y Ordez cuyo centro de gravedad es el experimento y la tecnologa requerida para ello.

    Ya desde esta primera aproximacin podemos sacar algunas conclusiones respecto de los objetivos e hip-tesis de partida planteados al principio. Por un lado, la insistencia en la experimentacin y en la tcnica (un h-brido de filosofa y tcnica) reportan un papel central pa-

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    importancia el experimento o la teora, como muestra el caso de Davy y Liebig. Apenas haba teora qumica cuando Davy realiz su investigacin, en cambio en la poca de Liebig (50 aos despus) slo una mente llena de modelos tericos poda empezar a resolver los miste-rios de la qumica orgnica. Hacking se refiere tambin a encuentros felices en que teora y experimento han ido al unsono. Todo ello me lleva a pensar que no pare-ce que quiera abandonar las teoras como representacin del mundo sino abandonar el esquema jerrquico en el que el experimento est al servicio de la teora.

    Respecto de la innovacin tecnolgica en la ciencia, hay algunos comentarios de Hacking que, sin llamarlo de esta forma, podemos considerar como referencias a sta. Hacking seala que para la construccin de un mi-croscopio se necesitan conocimientos de fsica (ptica) que no tienen que ver con la ciencia para la que van a utilizarse, por ejemplo, la fsica no es importante desde el punto de vista del sentido que el bilogo le da a la rea-lidad microscpica. Esto significa que cuando decimos que la ciencia comporta tecnologa que luego revierte sobre la propia ciencia a travs de la investigacin bsi-ca, no necesariamente implica que la tecnologa desa-rrollada por una disciplina vaya a revertir en ella misma. En este caso tendramos que los conocimientos de fsica hacen posible el microscopio y ste es un instrumento bsico en la investigacin biolgica, no fsica.

    Iglesias aborda la cuestin del lenguaje, sealando que el lenguaje del trabajo en el laboratorio es distinto al de una teora de alto nivel; en el laboratorio se moldean objetos y recursos que no pueden expresarse en el papel. Adems en toda prctica cientfica hay elementos que

    apelan a la innovacin, el ingenio y a un tipo de saber prctico que no puede ser descrito fcilmente en una publicacin. Esto supone no insistir tanto en la unidad de la narracin y, en cambio, pensar en trminos de red, es decir, de espacios topogrficos y no slo en trminos lineales.

    El tratamiento que tanto Hacking como Iglesias dan a los aparatos o instrumentos encaja perfectamente con la idea de la innovacin tecnolgica en la ciencia. La idea de que dar importancia a los aparatos no significa ha-cer filosofa de la tecnologa, que refiere Iglesias, es pre-cisamente lo que he propuesto en prrafos anteriores, a saber: que la innovacin tecnolgica en la ciencia es el retorno de la tecnologa sobre la propia ciencia, en cam-bio la filosofa de la tecnologa es la reflexin de lo que

    la tecnologa supone para la sociedad (al menos es as tal como se ha entendido tradicionalmente), a travs de la aplicacin del conocimiento cientfico, pero tambin una reflexin sobre la autonoma de la tecnologa. Los aparatos nos alejan de la visin de la ciencia que Dewey denomi-n teora del conocimiento del espectador, nos ayudan a comprender la relacin entre teora y experimento, y nos llevan a reflexionar sobre quin los construye.

    Muchas de las ideas de Iglesias encajan con el mode-lo de la intervencin de Hacking y de la filosofa de la experimentacin de Ferreirs y Ordez. As, sostiene que los aparatos son la condicin de la posibilidad del descubrimiento cientfico y, en consecuencia, de decir-nos cmo es el mundo. Por lo tanto, la relacin entre

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    la teora y la prctica experimental es diversa, existen diversos tipos de interaccin de la teora y la experimen-tacin e incluso dentro de la historia de una misma disci-plina encontramos diversas modalidades de interaccin. Estos comentarios de Iglesias son distintos de otros que parece que ponen la experimentacin como algo inde-pendiente de la teora; aqu lo que se dice es que hay distintas formas de interaccin que, por tanto, estn en el mismo nivel (en esto se diferenciara del teoreticismo) pero que la teora forma parte del proceso investigador y, por tanto, de la filosofa de la ciencia.

    Iglesias tambin insiste en que el trabajo experimen-tal no slo prepara el experimento, disea y construye aparatos, sino que manipula entidades y crea fenme-nos. Volvemos a la idea de que son los aparatos los que dan existencia a los fenmenos cientficos y luego los estabilizan. Para que existan los efectos (efecto Hall, efecto Zeeman, efecto Compton, etctera) stos tienen que ser producidos: los fenmenos de la ciencia no estn a la vista, debe trabajarse mucho para que advengan a la existencia.

    Desde la mirada cognitiva slo sealar que la im-portancia de esta interaccin con los artefactos en la inves tigacin cientfica se ver reflejada en el modelo de la cognicin socialmente distribuida que abordar ms adelante.

    Hacia una historia y una epistemologa de la experimentacin

    Lo que en algunos autores forma parte de una aportacin al debate sobre las tradiciones experimentales, en Rhein-berger constituye un proyecto global que abarca todo el marco terico de la historia y la filosofa de la ciencia. La relevancia del modelo de Rheinberger es que, por un lado, tiene repercusiones importantes para la ontologa de la ciencia y, por otro, aborda la historia, proporcio-nando un modelo historiogrfico.

    Para Rheinberger la investigacin es el procedimiento bsico de la ciencia moderna y empieza siempre por ele-gir un sistema experimental, no una teora. Ahora bien, la eleccin de un sistema comporta ya un proceso, por tanto, no es algo que se nos d desde el principio de la investigacin. A este enfoque lo denomina pragmatogo-nic, en el sentido de que est basado en la prctica.

    Rheinberger considera los sistemas experimentales como sistemas de manipulacin destinados a dar res-puesta a cuestiones que hasta el momento no se haban

    podido resolver, al mismo tiempo que materializan las cues tiones y los conceptos que quieren expresar. En los sistemas experimentales distingue dos elementos fundamentales: los objetos de investigacin que deno-mina cosas epistmicas (entidades o procesos materia-les); como ejemplos seala las estructuras fsicas, las reacciones qumicas y las funciones biolgicas. Se pre-sentan con una irreducible vaguedad, ya que las cosas epistmicas expresan lo que an no es conocido. Y los objetos tcnicos, a travs de los cuales los objetos de in-vestigacin devienen atrincherados y articulados en un campo de prcticas epistmicas y culturas materiales, incluyendo instrumentos, herramientas de inscripcin, organismos modelo, adems de los teoremas y conceptos ligados a dichos objetos.

    Respecto de la relacin entre ambos elementos po-demos decir que las condiciones tcnicas determinan el reino de las posibles representaciones de las cosas epis-tmicas, marcando el repertorio tcnico del programa experimental. La diferencia entre las condiciones expe-rimentales y las cosas epistmicas es ms funcional que estructural, sin embargo, a pesar de que estos dos tipos de entidades estn interrelacionadas y en continua com-binacin y transformacin, merece la pena mantener la distincin porque nos ayuda a valorar el juego de la inno-vacin, a comprender la ocurrencia de acontecimientos impredecibles y con ello, la esencia de la investigacin.

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    A pesar de su oposicin a una visin representativa del conocimiento, Rheinberger no puede obviar el pro-blema de cmo expresar el conocimiento, aunque sea el producido por la experimentacin y no por la teora. Valga mencionar que para Rheinberger una forma de darle materialidad es convertir un experimento en gra-femas: los grafemas son, en primer lugar, articulaciones materiales de unidades significativas. Esto sera consi-derar el lenguaje como un anclaje material, que lo es de acuerdo con Hutchins, Fauconnier y Turner, pero un an-claje muy dbil.

    Rheinberger se propone no slo una filosofa sino tambin una historia de las cosas epistmicas, por tanto, es lgico que se plantee la dinmica de las cosas epist-micas. Para ello introduce diversas categoras con el fin de abordar los diferentes movimientos que se dan en los sistemas experimentales. As creo que se debe tomar la idea de las conjunciones, hbridos y bifurcaciones de los sistemas experimentales, los cuales describen tipos de cambios y de lazos que dan lugar a la dinmica de los sis-temas experimentales posibles en su orientacin, fusin y proliferacin. Todo ello forma una red que puede verse como un conjunto de sistemas experimentales, una red de materiales y de prcticas que evolucionan por me-dio de impulsos (conjunciones), fusiones (hbridos) y di-

    vergencias (bifurcaciones). El conjunto de redes forman una cultura experimental, que es lo que Hacking llama estilos de laboratorio, los cuales no coinciden con las disciplinas.

    Desde el punto de vista cognitivo, Rheinberger en ningn momento hace referencia al tema, sin embargo, podemos decir que el hecho de que la ontologa de la prctica cientfica (las cosas epistmicas) deba su existen-cia a las posibilidades materiales y tcnicas nos remite a los modelos cognitivos que dan una importancia capital al anclaje material del conocimiento mencionado por Hutchins. Por lo que respecta a la innovacin tecnolgica de la ciencia, es evidente su relevancia para el modelo historiogrfico y filosfico de Rheinberger, ya que son los objetos tcnicos los que articulan los objetos epistmicos.

    El papel de la teora en una filosofa de la experimentacin

    Una vez dicho que el experimento no puede ser subsi diario de la teora, que los sistemas experimentales tienen vida propia, que son las condiciones tcnicas y tecnolgicas las que dotan de existencia y realidad a los objetos epist-micos, la cuestin es qu papel van a jugar las teoras tal como las entendemos tradicionalmente. Yendo ms all, qu papel le asignamos al proceso general de concep-tualizacin? y, situndonos en los sistemas experimenta-les, cmo expresamos el conocimiento que obtenemos a partir de la experimentacin?

    Tradicionalmente se atribuye al experimento la fun-cin de confirmar o refutar hiptesis. Desde las tradicio-nes experimentales nunca tiene esta funcin?, algunas veces?, cmo se contrastan las hiptesis?

    A la hora de hacer un balance de las contribuciones al surgimiento de las tradiciones experimentales, hay auto res (entre ellos Mercedes Iglesias) que, a pesar de criticar las principales tesis de los constructivistas socia-les, les atribuyen el papel de que han allanado el ca-mino para una filosofa de la prctica cientfica. Creo lo contrario, el constructivismo social, cuyas doctrinas estaban basadas en el relativismo, ha retardado el que la filosofa de la ciencia abordara las cuestiones prcticas. Es una pena que las cuestiones pragmticas de la cien-cia hayan estado tanto tiempo lideradas por corrientes irracionalistas.

    Ferreirs y Ordez abordan el papel de los marcos tericos y la relacin entre teora y experimento. El co-mentario parece apuntar a una interaccin de ambas y

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    la experimentacin al servicio de la teora, aportan una visin mucho menos esquemtica.

    Respecto de estas cuestiones que Iglesias plantea quisiera hacer algunas consideraciones. Vemos que el inters se centra en lo que sucede en el laboratorio pero no hay que olvidar que cuando un cientfico entra en un laboratorio tiene ya muchos modelos en la cabeza que no necesariamente determinan (carga terica de la ob-servacin) pero s forman parte de los principios que nos permiten comprender nuestras acciones. La consecuen-cia es que para un filsofo de la experimentacin es fun-damental ir a los laboratorios y ver lo que efectivamente sucede en ellos, slo as podremos captar qu es un expe-rimento hoy en da. Podramos decir, pues, que lo nico no adecuado es el enfoque del giro lingstico que toma el lenguaje en forma de proposiciones como nica forma de representar el conocimiento.

    La mirada cognitiva

    Las cuestiones aqu analizadas sobre la innovacin tecno-lgica y las tradiciones experimentales permiten distin-tas miradas cognitivas. Me refiero a que desde modelos diversos de las ciencias cognitivas podramos analizar di-fe rentes aspectos de la tecnologa y de la experimenta-cin. Por ejemplo, podramos analizar si los diseadores de instrumental y tecnologa tienen en cuenta a los usua-rios-cientficos, como expongo en Cognitive aproach on the relation science-technology. Tambin podramos pensar en propuestas desde las ciencias cognitivas que pueden incidir en cmo representar el conocimiento (diagramas, esquemas, etctera) que no sea el lengua-je proposicional, una forma ms de representacin,

    no a una autonoma de la experimentacin. Ms bien pa-rece que la apuesta por una filosofa de la experimenta-cin responde a poner de relieve el lugar subsidiario al que se haba relegado el experimento y no a sustituir la teora por el experimento. La distincin que hacen entre experimentacin exploratoria y experimentacin guia-da puede interpretarse en este sentido.

    Respecto de la innovacin tecnolgica en la ciencia, dira que hay una buena parte de las aportaciones de las tradiciones experimentales que pueden considerarse pre-cisamente innovaciones tecnolgicas en la ciencia. Por ejemplo, las reflexiones de Ferreirs y Ordez referidos a los instrumentos van en esta lnea, muy en especial la idea de fenomenotecnia, en el sentido de que los fen-menos existen gracias a la tcnica.

    Para determinar el lugar que las teoras pueden ocu-par en una filosofa de la experimentacin, habra que replantear las formas de representar el conocimiento. Las crticas al teoreticismo por parte de las tradiciones experimentales estn centradas en una concepcin de teora muy ligada a la lgica matemtica, al giro lingsti-co y, en general, a la concepcin sintctica de las teoras, representada por el empirismo lgico.

    En cuanto al concepto de verdad y referencia, tambin la crtica va dirigida a la verdad de las teoras, entendidas como un conjunto de proposiciones, y a los trminos te-ricos del concepto de referencia de Frege.

    Creo que las tradiciones experimentales tienen que mirar otras concepciones que han surgido fuera de la concepcin heredada que, aunque siguen poniendo

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    importante pero no la nica. No voy aqu a desarrollar ni siquiera a enumerar todos los posibles abordajes cog-nitivos de la prctica cientfica. Me voy a centrar en el modelo de la cognicin socialmente distribuida y cmo sta puede clarificar las cuestiones que hemos planteado sobre las relaciones entre las tradiciones experimentales y la innovacin tecnolgica de la ciencia y algunas con-secuencias para la filosofa de la ciencia.

    Hemos visto que el enfoque que en la filosofa de la ciencia ha venido desarrollndose en las ltimas d-cadas acerca de las tradiciones experimentales cuestio-na la unidad de la investigacin cientfica, pasando de la teora al experimento. Mi anlisis de este enfoque ha se-guido la lnea de que, efectivamente, la historia y la filo-sofa de la ciencia de buena parte del siglo XX han estado centradas en las teoras cientficas (modelos, leyes, expli-caciones), considerndolas como la unidad de la inves-tigacin. Todo lo que le acompaaba desde un punto de vista internalista (experimentos, instrumentos) y, desde un punto de vista externalista (financiacin, publicacin, instituciones, etctera) era puramente instrumental de cara a conseguir un modelo terico que explicara deter-minados fenmenos.

    De hecho, en buena medida, toda la filosofia de la ciencia de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo a partir de los aos sesentas, tiene como objetivo ampliar el marco de estas unidades tericas. No voy ahora a de-tallar la historia de esta ampliacin, pero desde el llama-do enfoque historicista hasta el cognitivo, pasando por el sociologista, son intentos de salirse de los lmites de las

    teoras cientficas. Ya entrados en el siglo XXI se tiene la suficiente perspectiva para hacer un balance y pensar en las unidades de la investigacin cientfica en su conjun-to, de aqu la denominacin de prctica cientfica que se ha adoptado para referirse a la actividad de los cient-ficos, y que pretende englobar no slo el producto sino tambin el proceso.

    Este cambio de unidad es lo que hace relevante la cognicin socialmente distribuida, como argumentar a continuacion, no sin antes exponer, brevemente, las prin-cipales tesis de Hutchins sobre la unidad de cognicin.

    La aportacin de la cognicin socialmente distribuida

    El enfoque de la cognicin socialmente distribuida de E. Hutchins, ampliamente desarrollada en su obra seminal Cognition in the Wild, es un intento de poner la cognicin en el mundo social y cultural. Lo que quiere demostrar es que la cognicin humana no es solamente que est in-fluenciada por la cultura y la sociedad sino que es un pro-ceso cultural y social. Para ello quiere sacar las unidades cognitivas de anlisis fuera de la piel de la persona indi-vidual y tratar el grupo como un sistema computacional y cognitivo. Desde el punto de vista metodolgico se en-marca en la etnometodologa, en el sentido de que consi-dera que la investigacin tiene que llevarse a cabo en su medio natural (in the wild ), pero el punto de vista cogni-tivo implica tener en cuenta no slo la conducta observa-da sino los procesos cognitivos que intervienen en dicha conducta. Para ello Hutchins cuenta con los modelos neu-

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    Ya aqu podemos establecer un cierto paralelismo con la filosofa de la ciencia. En las ltimas dcadas se ha pasado de considerar el producto de la investigacin cientfica las teoras como el objeto de anlisis de la filosofa de la ciencia, a tomar como objeto la prctica cientfica. El sentido que subyace a este cambio, por lo que respecta al objeto de la filosofa de la ciencia, es que se ha ampliado el objeto de estudio, que las teoras son un elemento indiscutiblemente muy importante, pero que en la formulacin de una teora intervienen muchos ms factores que haban sido obviados por la mayora de los enfoques de la primera mitad del siglo XX. Aqu, como en la unidad de la cognicin, el que surja una teo-ra no depende slo del cientfico que la formula (que tambin) pero, dadas las circunstancias en las que dis-curre la investigacin cientfica en la actualidad y, sobre todo, la investigacin en campos de punta, se necesita tecnologa, laboratorios, expertos en varias actividades, financiacin, por tanto, un cientfico solo es difcil que pueda hacer algn descubrimiento importante. Necesi-tar de la participacin de otros sujetos y de tecnologa para llevar a cabo su objetivo.

    De todo ello podemos sacar algunas conclusiones. En primer lugar, podemos apreciar un cierto paralelismo en-tre el cambio de ontologa (unidades de anlisis) en la ciencia cognitiva y en la filosofa de la ciencia. Sin em-bargo, el simple paralelismo podra carecer de relevancia en s mismo. Seguramente podramos encontrar otros campos en los que tambin se ha dado un cambio de on-tologa y no por ello son significativos o tienen relacin

    robiolgicos y computacionales que se han desarrollado en el campo interdisciplinario de las ciencias cognitivas.

    La idea central de Hutchins es que la unidad cogni-tiva no es el sujeto aislado sino el sujeto en interaccin con otros agentes y con los artefactos tecnolgicos que in-tervienen en un proceso cognitivo. Y esto es importante porque las propiedades cognitivas de los individuos inte-raccionando entre ellos y con artefactos tecnolgicos son distintas a las de los individuos en solitario. Hutchins ha aplicado su modelo a una cabina de avin y a una sala de mquinas de un barco, pero este modelo puede aplicarse tambin a un laboratorio de investigacin y, del mismo modo que Hutchins seala que la seguridad en un vuelo depende no slo del piloto sino de la interaccin con el copiloto, con los controladores y con el panel en el que se encuentran todos los indicadores de temperatura, com-bustible, coordenadas, etctera, tambin el resultado de un experimento est en funcin de la interaccin de los miembros del equipo investigador y de stos con la tecno-loga disponible. A su vez, no cabe duda de que la interven-cin en una actividad de varios individuos (posiblemente con capacidades cognitivas distintas) puede (aunque no necesariamente) evitar errores en el sistema, dado que la interaccin puede compensar fallos individuales. Este punto tambin podemos aplicarlo a la prctica cientfica en cuanto a la posibilidad de la intervencin de factores extraepistmicos, ya que, si bien es cierto que puede ha-ber intereses personales y sociales en juego, stos pueden (aunque no necesariamente) neutralizar los sesgos indivi-duales por la confluencia de la variacin del grupo.

    y las tradiciones experimentales

    Concretamente para el tema aqu tratado, lo ms rele-vante es el cambio de unidad de cognicin que, para Hu-tchins, no es el cerebro individual sino la interaccin del sujeto con los artefactos y con otros sujetos. No creo que la idea de Hutchins sea que no existen procesos cogniti-vos individuales y ni siquiera que stos no puedan ser es-tudiados aisladamente. En algn momento dice que esto es lo que ha estudiado la ciencia cognitiva en sus prime-ras etapas y que aqu est, pero lo que l plantea con la cognicin socialmente distribuida es que el resultado de un proceso cognitivo no depende slo de lo que ocurra en la mente individual, sino de cmo se desarrolle la in-teraccin con otros sujetos y con los artefactos que se requieren para llevar a cabo una accin.

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    alguna con lo ocurrido en la filosofa de la ciencia. Por ejemplo, en la fsica, de una ontologa de tomos se ha pa sado a una de partculas elementales, o en biologa, en lugar de una ontologa de clulas hay una de genes, y en la teora de la evolucin se discute si las unidades son los genes o las poblaciones. Desde la epistemologa evolu cionaria se ha intentado un paralelismo entre la evo-lucin biolgica y cultural pero el objetivo, fundamental-mente, era tomar la evolucin biolgica como modelo analgico para explicar la evolucin cultural, aunque no todos los autores forzaron en el mismo grado la metfo-ra biolgica para abordar el desarrollo de la ciencia (por ejemplo, Toulmin tiene una postura menos fuerte que Hull respecto de esta semejanza analgica).

    En el caso de las ciencias cognitivas hay unos ele-mentos que las hacen distintas de las implicaciones que puedan tener otras ciencias empricas. Las ciencias cog-nitivas estudian (entre otras cuestiones) cmo nosotros adquirimos conocimiento, lo almacenamos, lo recupera-mos y lo utilizamos en un entorno natural y social. La ciencia tiene como principal objetivo conocer y explicar el mundo y esto revierte en proporcionar a los huma-nos herramientas para la supervivencia. El conocimiento que las ciencias cognitivas nos proporcionan tiene una relacin mucho ms estrecha que cualquier otra ciencia emprica. Por tanto, el paralelismo va ms all de una simple analoga. Si la ciencia tiene como objetivo cono-cer y las ciencias cognitivas nos dicen cmo adquirimos el conocimiento, no cabe duda de que todo lo relaciona-do con los modelos cognitivos debe cuestionar la forma en que la filosofa de la ciencia ha analizado y proporcio-nado modelos de ciencia.

    Mi idea es que el modelo de la cognicin socialmen-te distribuida de Hutchins proporciona fundamentacin emprica a las tradiciones experimentales pero no en su versin fuerte sino en su versin dbil. Entiendo por ver-sin fuerte de las tradiciones experimentales la idea de que si durante siglos la teora ha sido lo nico sobre lo que los historiadores han basado sus estudios y anlisis filos-ficos, ahora hay que sustituirlos por la experimentacin y la teora es algo subsidiario. Posiblemente, en estos tr-minos tan radicales no ha sido planteado pero s algunas afirmaciones parecen apuntar en esta direccin. Por ver-sin dbil entiendo la idea de que el papel del experimen-to es tan importante como la teora y que el predominio de uno u otro depende de circunstancias tanto internas (nivel de desarrollo de la disciplina, teoras predominan-tes en el momento, capacidad tecnolgica) como exter-nas (valores culturales, necesidades sociales, guerras).

    La idea de que la unidad de cognicin sea la interac-cin de individuos y de stos con los artefactos, significa ver la adquisicin de conocimiento como un fenmeno en el que convergen la actividad cognitiva de uno o va-rios agentes y su relacin con artefactos materiales. De la misma forma la investigacin cientfica se ve como una prctica en la que convergen la actividad cognitiva de uno o varios individuos, la tecnologa que utilizan y la interaccin con instituciones.

    Qu lugar ocupan los modelos culturales? La cogni-cin socialmente distribuida est muy relacionada con lo

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    CIENCIAS 88 OCTUBRE DICIEMBRE 2007

    Palabras clave: ciencias cognitivas, innovacin tecnolgica, filosofa de la ciencia.Key words: Cognitive sciences, technological innovation, philosophy of science.

    Resumen: en este trabajo se analiza el papel que desempea o puede desempear la innovacin tecnolgica en el afianzamiento de las tradiciones experimentales, as como mostrar la relevancia de determinados modelos cognitivos para las tradiciones experimentales, recurriendo a la filosofa y a las tradiciones experimentales desde la mirada de las ciencias cognitivas.Abstract: The role of technological innovation in the reinforcement of experimental traditions is analyzed in the first place. Then to manifest the importance of certain cognitive models in the experimental traditions through philosophy and experimental traditions from a cognitive sciences perspective.

    Anna Estany Profits es profesora de Filosofa de la Ciencia en el Departamento de Filosofa de la Universidad Autnoma de Barcelona y miembro fundador del Cen-tro de Estudios de Historia de la Ciencia de la UAB. Integrante de la Sociedad Espaola de Lgica, Filosofa y Metodologa de la Ciencia, ha publicado diversos libros y numerosos artculos sobre filosofa de la ciencia.

    Recibido el 27 de octubre de 2006, aceptado el 5 de febrero de 2007.

    Anna Estany

    Universitat Autnoma de Barcelona.

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    que se ha denominado cognicin situada de Salomon y los modelos culturales de DAndrade. El mismo Hutchins (no olvidemos su formacin como antroplogo) tom los modelos culturales como un elemento muy importante en los procesos cognitivos de los agentes. Ahora bien, los elementos culturales y sociales le interesan por su fun-cin en la cognicin. El papel del contexto no le interesa en s mismo (no tiene por qu ya que sta es la funcin del socilogo cognitivo) sino de su intervencin (positiva o negativa) en los procesos cognitivos.

    Esto tiene tambin una contrapartida en la unidad de anlisis de las prcticas cientficas. Aunque en las tradi-ciones experimentales se alude a los factores contextua-les implicados en la investigacin (hay ciertos auto res que hacen mayor mencin que otros), en realidad se tra-ta de ver hasta qu punto esto afecta el resultado cognos-citivo. Los modelos culturales en la prctica cientfica se-

    ran la cultura profesional, en el sentido de la formacin y socializacin necesarias para la investigacin en cualquier campo cientfico.