La Cultura Como Ser Esencial Humano

8/16/2019 La Cultura Como Ser Esencial Humano

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La cultura como ser esencial humano

Dr. Milvio Alexis Novoa Pérez.

La cultura en su

dimensión filosófica,

designa el ser esencial

del hombre y la

medida de su

ascensión, sintetiza en

toda su concreción la

producción humana

material y espiritual.

Es la encarnación de

la actividad del

hombre, en los

ámbitos cognoscitivo,

valorativo, práctico y

comunicativo.

Para abordar la cultura

en su riqueza es

necesario revelar la

historia de sus

principales

conceptualizaciones y

usos. En general, ha

sido considerada como

cultivo de la razón,

como “instrucción,

ilustración, sabidur a,

resultante de haber

cultivado los

conocimientos

humanos! "#$. En la

historia de la filosof a,

ha sido com%n la

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identificación de la

cultura con el

conocimiento,

soslayando los otros

componentes

esenciales de la

actividad humana,

como la pra&is, el

valor y la

comunicación "'$ . (in

embargo, al vincularse

directamente con laeducación y la

formación del hombre,

se ha priorizado el

momento cognoscitivo

en detrimento de sus

otros aspectos.

El t)rmino cultura tiene dos significados fundamentales* el primero es más antiguo

y significa la formación del hombre, su me+oramiento y perfeccionamiento,

mientras que el segundo significado indica el producto de esta formación, esto es,

el con+unto de los modos de vivir y de pensar cultivados, civilizados, pulimentados

a los que se le suele dar tambi)n el nombre de civilización. El paso del primero al

segundo significado se produce en el siglo - por obra de la filosof a iluminista y

en el conte&to de la g)nesis de las ideas antropológicas correspondientes al per odo

de esplendor del colonialismo europeo, con predominio de ideas racistas y

eurocentristas. Estas ideas en su devenir han contribuido a la asunción de lacultura occidental como modelo de racionalidad %nicamente válido en sus

e&presiones cient ficas, filosóficas, est)ticas entre otros.

El significado de cultura, vinculado a la formación humana, tiene sus antecedentes

en la antig/edad grecolatina, es decir, a lo que los griegos llamaban Paideia y los

romanos, de tiempos de 0icerón, 1umanitas, a la educación debida a las buenas

artes como la poes a, la elocuencia, la filosof a. En este sentido, la cultura fue para

los griegos la b%squeda y la realización que el hombre hace de s , o sea, de la

verdadera naturaleza humana, destacándose dos caracteres constitutivos* la



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estrecha relación con la filosof a y la estrecha vinculación con la vida en

comunidad. En fin, en la concepción de los griegos, el hombre no puede realizarse

como tal sino a trav)s del conocimiento de s mismo y de su mundo, mediante la

b%squeda de la verdad2 pero sólo su realización se completa y es eficaz, en la

comunidad, en la polis "3$.

Esta concepción naturalista de la cultura, e&clu a toda actividad “infrahumana!, es

decir el traba+o manual propio de los esclavos. (ólo la actividad teórica,

contemplativa, es considerada verdaderamente humana. El significado griego

antiguo de cultura se conserva en la Edad 4edia, aunque la cultura tiene por

ob+etivo* la preparación del hombre para sus deberes religiosos y la vida

e&tramundana.

El 5enacimiento, sin abandonar la concepción religiosa precedente, aboga por

valores acorde con el ideal griego, que concibe la formación del hombre en su

mundo, incluyendo la religión como parte integrante de la cultura. La salvación

humana es un medio que hace del hombre un microcosmo, en el cual el propio

macrocosmo encuentra su perfección "6$, siendo evidente su interdependencia.

En la )poca moderna el concepto de cultura se ampl a, no solo incluye sólo las

disciplinas tradicionales, sino las matemáticas, la f sica, las ciencias naturales,implica la ampliación de la cultura, de+a de ser una actividad privativa de los

doctos. 7hora el concepto de cultura se identifica con el enciclopedismo.

En el siglo - se usaban ambiguamente los conceptos de cultura y civilización,

este %ltimo con un muy heterog)neo contenido e&presa lo que la las culturas

euroccidentales llevan de venta+a respecto a las demás culturas, las cuales deben

ser “civilizadas!. Por consiguiente reproduce el discurso de carácter euroc)ntrico y

totalizador que se inaugura con la conquista y colonización europea de 7m)rica en

los siglos -8 - y que todav a hoy, ba+o nuevas formas, se trata de imponer,

desconociendo la e&traordinaria riqueza natural y humana de la gente de este lado

del mundo, reveladas por el segundo descubrimiento europeo de 7m)rica, el de la

dignidad de los habitantes de este continente realizado por 7. 1umboldt, a finales

del siglo .

9ambi)n en ese mismo siglo - , nacen las ra ces de dos de los usos mas

frecuentes del concepto cultura, que a pesar de la variedad de definiciones, han

sido referentes de gran influencia, hasta el momento actual. Estos son, de acuerdocon 5. :illiams los siguientes* el primero, ligado al pensamiento iluminista y

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denominado alternativa humanista del concepto cultura, que ve la cultura como

perfectible y supone la posibilidad de me+oramiento progresivo, difunde una visión

tolerante y curiosa con los otros pueblos. En alternativa humanista asume la

cultura como algo singular, ligada a la perfección y los avances de los pueblos

europeos. El segundo* la alternativa antropológica que considera cada cultura de

forma relativa, autónoma pues en ella se concretan y adquieren validez las

costumbres y valores. La alternativa antropológica es contraria ";$ a la humanista,

por ser plural, homeostática y relativista. El historiador de la antropolog a 4arvin

1arris asocia el surgimiento de esta %ltima con la noción de endoculturación

e&presada por escartes en el siglo - , que ha impedido concebir la unidualidad*

natural8cultural, cerebral8s quica de la realidad humana hasta nuestros d as "?$ . En

nuestra opinión, el predominio de los paradigmas de la disyunción y@o de la

reducción de la comple+idad de la cultura ha conducido a revelar parcialmente la

riqueza de sus dimensiones.

El 4ar&ismo, desde su surgimiento en la d)cada del 6A del siglo , constituye

una cr tica de la modernidad que sin fundar una teor a sistematizada de la cultura,

aporta importantes elementos, contenidos en su concepción materialista del

hombre, la actividad humana y su historia. Los aportes culturológicos de 4ar& y

Engels se encuentran concentrados en obras como las 9esis sobre Beuerbach

C#D6; , la deolog a 7lemana C#D6? y en el sint)tico Prólogo de la contribución a

la cr tica de la econom a pol tica escrito en enero de #D;F. En estas obras, seenfatiza el carácter comple+o de la producción social, fundamento para una nueva

concepción de la cultura, “en la producción social de su vida, los hombres contraen

determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de

producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas

productivas materiales. El con+unto de estas relaciones de producción forma la

estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la

superestructura +ur dica y pol tica y a la que corresponden determinadas formas de

conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el procesode la vida social, pol tica y espiritual en general. Go es la conciencia del hombre la



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que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su

conciencia! "H$.

Este planteamiento tan diáfano de 4ar& ha sido interpretado de forma dogmática yeconomicista, lo cual obligó a Engels a esclarecer, en más de una ocasión , las

ideas que 4ar& y )l hab an desarrollado acerca de la determinación en %ltima

instancia de los factores económicos sobre los ideológicos, pol ticos. Estas m%ltiples

influencias constituyen en la comprensión mar&ista una totalidad e&presada por el

concepto producción social, que como concreción de la actividad humana, es

sinónimo de la acepción de cultura como ser esencial del hombre. La cultura no

solo está presente en la vida pol tica, +ur dica o en la tambi)n denominada

superestructura, sino tambi)n en su vida económica, familiar, escolar. 9ampocopuede ser reducida a su componente ideológico, aunque es siempre pol ticamente

funcional a los intereses de las distintas clases, “la clase dominante es hegemónica

debido a su control de la producción culturalI. es por eso que la emancipación

pol tico8económica de las clases subalternas es imposible sin su emancipación

cultural. Emancipación que es tambi)n liberación de su su+eción a la cultura

popular, a la cultura que ha creado ba+o la hegemon a burguesa "D$.

Es oportuno insistir en la comprensión con sentido comple+o de la naturaleza

clasista de la cultura, como fue abordado por 4ar&, Engels, Lenin y más tarde por

Jramsci. Lenin insistió en la e&istencia de g)rmenes de cultura proletaria en las

condiciones de dominio económico, pol tico e ideológico del capitalismo, como base

para la construcción socialista y la necesidad de aprovechar las enormes conquistas

culturales de la humanidad, anteriores a la revolución proletaria por parte de los

traba+adores en su educación.

Jramsci desarrolla estas ideas, fundamentalmente en sus obras (ocialismo y

0ultura y los 0uadernos de la 0árcel, en ellas enfatiza que la revolución es unproceso cultural prolongado que comienza antes de tomar el poder por parte de los

traba+adores, consistente en ir abandonando el sentido com%n y todos los

componentes de su antigua identidad cultural, moldeados ba+o la hegemon a

burguesa y como instrumentos de su dominación de clase e ir constituyendo una

nueva identidad, una concepción del mundo superior base de una nueva

hegemon a.

Es cierto que no encontramos un concepto definitivo de cultura en la obra Jramsci,

sin embargo desde sus escritos +uveniles hasta los contenidos en los 0uadernos,



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donde profundiza en los problemas vinculados a la hegemon a, está presente una

profunda comprensión de la cultura revolucionaria como proceso social vinculado a

la participación cr tica de su+etos concretos, en sus diferentes niveles de resolución

sociológica* nacional, grupal e individual. En (ocialismo y 0ultura, afirma que esta

%ltima en tanto premisa de la revolución tiene que ser cr tica y “es organización,

disciplina del yo interior, apoderamiento de la personalidad propia, conquista de

superior conciencia por la cual se llega a comprender el valor histórico que uno

tiene, su función en la vida, sus derechos y sus deberes! "F$. Es evidente que )l se

opone a una visión de cultura como simple acumulación de conocimientos por el

individuo, ya que esto hace sentir a las personas superiores y las divide como

su+etos de cambio.

9ambi)n constituyen aportaciones a la comprensión mar&ista de cultura las ideas

que aparecen en los 0uadernos de la cárcel acerca de las relaciones entre la

cultura, la pol tica y el poder. En particular, su comprensión comple+a del carácter

relacional e irreductible del poder a una institución o superestructura en las

sociedades modernas. Ktro de sus aportes, es la revelación del carácter

contradictorio de la cultura popular como mezcla de elementos de la hegemon a de

la clase dominante +unto a los elementos de resistencia y de lucha. Por lo anterior

la cultura debe ser asumida como totalidad dial)ctica.

(on muy actuales tambi)n, sus ideas acerca del bloque histórico "#A$ para la

conformación de la estrategia y la táctica de los su+etos de la revolución social en

nuestro continente, en la construcción de la nueva hegemon a basada en la

interdependencia dial)ctica entre los elementos de la producción material y los de

la producción espiritual.

Ktros pensadores, con mayor o menor identificación con el mar&ismo, han

desarrollado estas y nuevas ideas en la elaboración de una concepción noeconomicista de la cultura y constituyen referencia obligada en la literatura

mar&ista dedicada a la problemática. Entre los más influyentes, se puede destacar

a Lu=acs, 4arcuse, 7dorno, 1abermas, algunos representantes de la filosof a de la

liberación latinoamericana.

En nuestro continente además, encontramos los aportes teóricos de pensadores

mar&istas de acción como 4ariátegui, 0he Juevara y Bidel 0astro quienes han

asumido el análisis del problema a partir de las e&igencias de la pra&is

revolucionaria donde se han desenvuelto. 1an contribuido a la comprensión de la



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cultura como ser esencial del hombre y medida de su ascensión.

En este sentido, tampoco se puede soslayar la obra de culturólogos sovi)ticos como

. (avrans=i, E. 4ar=arián y -. 4ezhuiev entre otros. Particularmente han sidoreveladoras por su trascendencia innovadora, los filósofos que han traba+ado de

modo profundo y sistemático la actividad como categor a filosófica, sus atributos

cualificadores Cconocimiento, valor, pra&is y comunicación , as como las fuentes

generadoras de realización de la actividad Cnecesidad inter)s fin medios y

condiciones resultado , en el proceso de conversión rec proca de lo ideal y lo

material, a trav)s de la pra&is. gualmente constituyen aportes sustanciales a la

teor a de la cultura, las elaboraciones hechas por culturólogos sovi)ticos, dirigidas a

la relación de la historia con la cultura, el mecanismo de la acción de las leyessociales y la cultura, lo ob+etivo y lo sub+etivo en la cultura y el determinismo y la

libertad, entre áreas desarrolladas y poco reconocidas por la comunidad

latinoamericana, en parte por pre+uicios asociados al carácter metaf sica de la

interpretación oficial de mar&ismo desarrollada all , y de la cual hubo no pocas

e&cepciones.

En 0uba en el ámbito filosófico acad)mico, se debe destacar 7rmando 1art,

Bernando 4art nez 1eredia, Jraciela Pogolotti, quien recogió los interesantes

debates que han tenido lugar en 0uba en “Pol)micas culturales de los ?A!. 7si como

la obra colectiva del grupo de investigadores de la Mniversidad 0entral de Las

-illas, y de su coordinador Pablo Juadarrama Jonzález, la obra del Jrupo de

investigación de 7m)rica Latina* filosof a social y a&iolog a CJalfisa dirigido por

Jilberto -aldes en el nstituto de Bilosof a del 0 947 y los aportes del prestigioso

0entro de nvestigación y >esarrollo de la 0ultura 0ubana, r.0 5igoberto Pupo basamos nuestros análisis.

En la concepción filosófica de Pupo, la triple relación hombre8actividad humana8

cultura aporta los principios teórico8metodológicos para una comprensión profunda

del devenir humano en sus varias determinaciones sociales. El hombre

históricamente determinado en y por su propia pra&is social, elabora su segunda

naturaleza, crea el cuerpo de la cultura y se realiza en ella. (e trata de un comple+o

proceso de ob+etivación y sub+etivación de su ser esencial a trav)s de la pra&is,

pues la vida, en el decir de 4ar&, es esencialmente práctica. La cultura como

mundo creado por el hombre, integra sus propias condiciones materiales de


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e&istencia Cser social y la conciencia social en la que se transparenta y refle+a.

Los mundos material y espiritual, engendrados en la actividad social y encarnados

en la cultura, se convierten en fundamento de su quehacer teórico y práctico. Elhombre deviene su+eto en la pra&is. Esta constituye el n%cleo de la sociedad

humana. La actividad humana e&presa el modo espec fico de e&istencia, cambio y

desarrollo de la realidad social, en pocas palabras, es la forma e&istencial humana,

su modo particular de ser, e&istir, conocer, actuar y comunicarse con los otros

hombres.

La actividad, define el eterno devenir humano, como constante proceso activo

creador. Esto significa que si bien el hombre como su+eto, es portador de actividad,

esto no se engendra por generación espontánea, de modo incondicionado. Posee

condiciones generales para su e&istencia en tanto tal2 todo un sistema de

mediaciones* necesidad inter)s fin 8 medios y otras determinaciones,

engendradas en el proceso de acción, hasta culminar en el resultado impulsado por

la pra&is. (e trata de un proceso internamente comple+o y contradictorio, mediado

por la práctica, en tanto relación su+eto 8 ob+eto, donde lo ideal y lo material se

convierten rec procamente, devienen id)nticos. La práctica, tiene una +erarqu a

particular en los marcos de la actividad humana. E&presa la actividad material

adecuada a fines. Por eso engendra la propia necesidad y funda los intereses, fines

y medios en función del resultado apetecido. 5esultado que debe coincidir con el

fin, en tanto e&presión de la necesidad y los intereses del hombre.

Esta comprensión del sistema necesidad inter)s fines medios y condicionesN

resultados, como hilo conductor del devenir humano, resulta valiosa para entender

la esencia de la producción cultural, y más importante a%n, para revelar cómo tiene

lugar la aprehensión cultural por los hombres que producen con arreglo a sus

necesidades y propósitos. 7porta toda una metodolog a general para estudiar loscomportamientos, actitudes y preferencias culturales del hombre. Las pol ticas

culturales son simples efectos que a veces en apariencias son presentadas como

causas. 1ay que ir a las ra ces del hombre, la actividad humana y sus

condicionamientos ob+etivos para descubrir las determinaciones socioculturales más

profundas. En función de ello, se debe esclarecer la estructura de la actividad

humana, estrechamente vinculada con sus condiciones de e&istencia y funciones.

La actividad humana como forma del ser y la realización humana, deviene como

relación su+eto ob+eto y como relación, al mismo tiempo, su+eto su+eto. En la


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primera relación son componentes estructurales de la actividad humana* la

actividad cognoscitiva o modo en que e&iste la conciencia dirigida al ob+eto, la

actividad valorativa o modo en que e&isten las necesidades e intereses de los

hombres y la actividad práctica como fundamento de toda la actividad para

producir transformaciones y cambios. En la segunda relación, la actividad como

relación su+eto su+eto, se desarrolla la actividad comunicativa, en tanto

intercambio de relaciones sociales, conductas, modos de actuación e información.

En la comunicación, los momentos cognoscitivo, práctico y valorativo de la

actividad, encuentran su s ntesis concreta y se refle+an como unidad cultural en

toda su concreción, pues la actividad toma cuerpo en la cultura. Por lo anterior la

cultura es al mismo tiempo s ntesis de la actividad humana y medida de su

ascensión "##$ .

El valor metodológico y heur stico de asumir la cultura como creación de la

actividad humana, consiste en las posibilidades teóricas que brinda esta concepción

para abordar la cultura como “sistema multifuncional abierto, que permanece en

relación de interpenetración con los otros subsistemas del todo social, en el

entrete+ido social.

Mn enfoque integrador, sist)mico de esta naturaleza, abre nuevos cauces

interpretativos de la cultura, como categor a filosófica, que dado el contenido que

e&presa, deviene sistema multifuncional. Permite enfocar la cultura material y

espiritual en su indisoluble unidad y diferencia, as como determinar lo humano

como su atributo cualificador por e&celencia. Posibilita el empleo de enfoques

epistemológicos, a&iológicos, prácticos, comunicativos, semióticos, hermen)uticos,

etc., as como potenciar las funciones claves informativa, comunicativa, educativa y

directiva de la cultura. “


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la cultura, si bien encarna y concreta la actividad humana, en su proceso

constitutivo deviene fuente de nuevas acciones humanas, en tanto producción

social. Los sistemas culturales pueden, por una parte, ser considerados como los

productos de la acción2 por otra parte, como elementos condicionadores para otras

acciones.

(e trata de un proceso de acciones rec procas, donde la actividad se ob+etiva en la

cultura y esta es fuente de nuevas acciones, y que toda producción humana, tanto

en su proceso mismo, como en sus resultados, está mediada por las necesidades,

los intereses, los fines, medios y condiciones que impulsan el quehacer activo del

hombre.

Mna vez e&puesta esta primera apro&imación a la esencia de la concepción

filosófica mar&ista de la cultura, fundada en el hombre y la actividad humana como

principio estructurador, es necesario tomar en consideración otros enfoques

teóricos en torno a dicho concepto, aportados por distintas corrientes y tendencias

de corte sociológico, antropológico, a&iológico, epistemológico difundidas en la

actualidad.

7unque estos enfoques reproducen el paradigma reductor formulado por la

racionalidad cartesiana, resulta necesario su análisis para prevenir la unilateralidady avanzar hacia un enfoque sist)mico procesual, capaz de revelar la cultura como

producción humana polifuncional que incluye los resultados materiales y

espirituales del hombre.

En primer lugar se debe constatar la e&istencia de las concepciones pedagógicas en

torno a la cultura y su tendencia a la absolutización del momento cognoscitivo.

gualmente, la creencia de que la aprehensión cultural es un problema de la

educación dirigida por los maestros y profesores. Es obvio que primero hay que

aprender los sentidos culturales en forma de conocimientos y destrezas de

convivencia social* prácticos, teóricos y art sticos, para luego integrarse en la

sociedad a partir de esos conocimientos y destrezas. En )pocas pasadas estas

enseOanzas eran realizadas en el seno de la familia, pero con la modernidad las

sociedades humanas se han vuelto cada vez más comple+as y la tarea de enseOar a

las generaciones +óvenes ha sido asignada a una especialidad y su correspondiente

especialista* a la educación y a los maestros y profesores.

En otra dirección de estudio, cuando se busca de los sentidos culturales y laconstrucción cultural, algunas corrientes teóricas parten de la fenomenolog a hasta


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llegar al post8estructuralismo y se e&ploran los aspectos te&tual8discursivos en la

constitución de la persona, la incorporación de signos en el cuerpo y su constitución

a trav)s de la práctica social. Estas corrientes se dirigen a revelar las relaciones

entre el cuerpo, las relaciones sociales y las formas culturales. (e entiende el

cuerpo no en su sentido biológico, sino como construcción cultural.

En ese proceso de construcción social +uega un papel fundamental la relación

entorno8sociedad y consiste en el estudio de las relaciones entre el medio natural,

la sociedad y la cultura.

1an sido identificadas, en forma esquemática, tres grandes tendencias

interpretativas o perspectivas de análisis de esta literatura*

Las perspectivas de los pueblos primitivos sobre sus respectivas maneras de

relacionarse con la naturaleza, generalmente enfatizando la estrecha relación

interdependiente de la sociedad humana con la naturaleza. Esta perspectiva

tambi)n puede encontrarse en la conciencia occidental tard a del impacto del

desarrollo tecnológico en la sociedad.

La perspectiva occidental que acompaOa la transformación e integración del

mundo resultante de las innovaciones tecnológicas y de la formación de unmercado mundial, tiende a subrayar que esta sociedad es art fice del progreso y

liberadora de las trabas y limitaciones del medio.

La gama intermedia de posiciones acerca de la relación entre el medio, la

naturaleza y la sociedad, que refle+a los tropiezos del pensamiento para precisar

esa relación* e+emplo de ello son el determinismo geográfico, la indeterminación

del medio sobre la evolución social y cultural, y la ecolog a cultural.

E&iste tambi)n una +erarqu a en las escalas que han utilizado las ciencias sociales y

en particular la antropolog a social para refle&ionar acerca de la relación del medio

con la sociedad. 1ay una primera escala local, que corresponde al ámbito

geográfico e histórico en el que se ha desarrollado una cultura, el ámbito de

autonom a pol tica de una sociedad simple. El espacio geográfico de la cultura y la

e&tensión del poder pol tico de una sociedad comple+a resulta ser el otro e&tremo

de esta escala para el estudio de esa relación. En la antropolog a social destacan el

área cultural, la región y la nación.

La antropolog a social combina sus conocimientos adquiridos por el m)todo


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etnográfico con aquellos que otras disciplinas sociales Ccomo la geograf a, la

historia, la econom a, la sociolog a, la planificación adquieren con sus propios

instrumentos. Estas colaboraciones transdisciplinarias e interdisciplinarias aportan

importantes contribuciones en la comprensión de la relación entre el medio y la

sociedad. La etnograf a pone )nfasis en el estudio de los grupos humanos, muy

utilizados por las teor as formales dedicadas al estudio de la transmisión cultural, la

aculturación, el cambio cultural y la relación entre cultura y personalidad. Estos son

procesos grupales comple+os, y el )nfasis de la etnograf a en el descubrimiento de

las creencias compartidas, las prácticas, los artefactos, el conocimiento popular y el

comportamiento, destaca los mecanismos que están en la base de dichos procesos.

Los etnógrafos dedicados y muy interesados en desarrollar y aplicar las teor assobre el cambio educativo, la enseOanza escolar, las relaciones sociales, culturales

y la organización de la instrucción, consideran que los usos de los espacios que

hace una sociedad son parte constitutiva de la misma. >ichos usos manifiestan las

prácticas, los valores, los imaginarios, y las relaciones sociales. El espacio es

considerado no sólo como conte&to sino como una variable que está en relación con

el desarrollo del grupo humano que lo habita. Por medio de las modificaciones en

dichos usos podemos analizar el cambio social y cultural.

Las relaciones de parentesco, familiares y las redes sociales constituyen un

elemento esencial de la organización social y cultural, as como de la relación

individuo8sociedad. Estas relaciones están siendo modificadas por los procesos de

globalización y de modernización, por lo cual se pone )nfasis en aquellos procesos

de cambio, referidos a las nuevas y vie+as modalidades de estructuración de las

relaciones y de las redes sociales.

Entre las teor as de mayor val a encontramos la de Paulo Breire, el cual establece

que la cultura nace de la relación de dependencia, la cual da origen a distintasformas del ser, de pensar, e&presarse y de manifestarse en la sociedad. Este autor

identifica la e&istencia de una configuración histórico8 cultural, a la cual llama

“cultura del silencio!2 es una e&presión supraestructural que condiciona un tipo

especial de conciencia, vista esta desde su totalidad, en donde las culturas pueden

ser dominadas. En esta teor a se identifica dos formas de acción cultural que se dan

en la sociedad, la primera es, “la acción cultural para la libertad, caracterizada por

el diálogo, su ob+etivo, es la concientización del hombre y la otra, la acción cultural

para la dominación y que sirve para domesticar al hombre! "#3$ . Esta %ltima

dominante en las sociedades sometidas al mercado y que encubren la dominación



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clasista por la hegemon a conquistada.

(e hace necesaria, entonces una teor a social tolerante al multiculturalismo

construido de forma participativa e incluyente en relación con los verdaderosactores y su+etos portadores de los problemas locales e interesados en el cambio

social, que se distinga del multiculturalismo abstracto, cuyas debilidades se

abordan más adelante, en este te&to.

Brente a las manifestaciones de vie+as y nuevas formas de ena+enación social, urge

defender desde las posiciones del humanismo "#6$ la cultura en su carácter

emancipador y enriquecedor de la condición humana en tanto proceso de

superación de las realidades ena+enantes que viven las masas humanas e&cluidas y

fragmentadas por la racionalidad irracional del capital.

Esta posición teórica y práctica asumida por mi no implica el desconocimiento de

otras formas de asumir el contenido del proceso cultural real que se e&presa en los

m%ltiples usos analizados a continuación.

La cultura, a trav)s del tiempo, ha devenido un concepto polis)mico que de

acuerdo a algunos cr ticos ha disminuido su eficacia en la pra&is, as hablamos de

cultura prealfabeta, cultura adaptadora, área de cultura, base de cultura, centro decultura, cultura selectora, continuidad de la cultura, promoción de la cultura,

evolución de la cultura, pausa universal de cultura, pr)stamo de cultura, rezago

cultural, comple+o cultural, cultura rezagada, fecundación de cultura, fusión de

culturas, diferencias culturales, aculturación, transculturación, cultura occidental,

cultura nacional, cultura de masas, cultura popular, subcultura, pol tica cultural,

e&tensión cultural, funciones de la cultura, incultura y difusión de la cultura.

En ocasiones se considera el t)rmino civilización, como sinónimo de desarrollo

cultural, abarcando este los renglones pol ticos, culturales, materiales y

socioeconómicos.

La cultura ha sido considerada en la declaración de los >erechos 1umanos como un

bien com%n. (e ha elaborado recomendaciones en el foro internacional para

medidas legislativas y reglamentarias sobre el acceso a la cultura "#;$ . E&isten

m%ltiples concepciones sobre la cultura, as , le&icológicamente se le considera al

t)rmino cultura, como el resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos

y de afinar por medio del e+ercicio las facultades intelectuales del hombre "#?$ .

http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/novoa_perez_milvio/la_cultura_como_ser_esencial.htm#_ftn14http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/novoa_perez_milvio/la_cultura_como_ser_esencial.htm#_ftn15http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/novoa_perez_milvio/la_cultura_como_ser_esencial.htm#_ftn16http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/novoa_perez_milvio/la_cultura_como_ser_esencial.htm#_ftn14http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/novoa_perez_milvio/la_cultura_como_ser_esencial.htm#_ftn15http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/novoa_perez_milvio/la_cultura_como_ser_esencial.htm#_ftn16


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(egismundo Breud, en cambio sostiene que la felicidad humana descansa en las

necesidades instintivas del hombre, lo que naturalmente era incompartible en una

sociedad civilizada. El sacrificio metódico de la libido, su derivación r gidamente

sancionada hacia actividades socialmente provechosas, es la cultura. Breud

consideraba que la cultura dependerá de la represión del individuo sobre s mismo

y de la sociedad sobre los individuos "#H$.

En occidente los enfoques predominantes de cultura a mediados del siglo fueron

los de la antropolog a social inglesa y el culturalismo norteamericano, divergentes

al privilegiar uno u otro elemento del binomio sociedad8cultura. La sociedad, la

estructura social son situados en primer plano por la inglesa, mientras que el

segundo considera la herencia social como lo primario, en tanto configuración de latotalidad de las conductas aprendidas, donde la estructura social es solo un aspecto

más. Este %ltimo significado fue el más influyente en 4)&ico, mesoam)rica y el

área andina pues un gran n%mero de investigaciones emp ricas fueron realizadas

por norteamericanos o influenciadas teóricamente por el culturalismo. En este

enfoque se llama cultura al sistema integral de patrones o pautas de conducta

aprendidos caracter sticos de los miembros de una sociedad. tiene como principal

defecto el asumir la cultura como algo e&terno al su+eto y que este hereda y

aprende.

Pero tanto, la relación de e&clusión entre estos enfoques antropológicos as como la

idea de estabilidad de las culturas impl cita en ambos, fueron superadas por los

acontecimientos cruciales vinculados a la liberación y descolonización de los

pueblos8ob+etos del estudio antropológico en el periodo de la posguerra. Por otro

lado, la necesidad de estudiar las numerosas migraciones hacia los E.E.M.M.

ocurridas desde inicios del siglo , hicieron evidente el hecho de que en las

condiciones de coe&istencia los su+etos sociales no pierden sus rasgos identitarios

automáticamente y surge as el concepto de sociedad multicultural, que seacompaOa de cierto relativismo cultural. Este %ltimo surge como reconocimiento al

derecho de los pueblos e individuos a que sean respetadas sus diferencias

culturales e individuales respectivamente, por ser la cultura el ámbito donde los

su+etos sociales realizan su personalidad. Este relativismo tiene sus

inconsecuencias pues parece más aplicable para proteger modos de vida e&óticos

que para e&plicar las diferencias vinculadas a las desigualdades entre las clases

sociales en las sociedades actuales.

Es precisamente en el seno de este enfoque antropológico, donde G)stor Jarc a



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0anclini cuestiona al relativismo, seg%n el cual cada sociedad tiene derecho a

desenvolverse en forma autónoma, sin que haya teor a de lo humano de alcance

universal que pueda imponerse a otra, argumentando cualquier tipo de

superioridad. El relativismo cultural sin embargo, para este autor, de+a pendientes

problemas básicos de una teor a de la cultura, es decir, falta el criterio que ayude a

resolver los conflictos y desigualdades interculturales.

! El relativismo cultural naufraga, finalmente, por apoyarse en una concepción

atomizada y cándida del poder* imagina a cada cultura e&istiendo sin saber nada

de las otras, como si el mundo fuera un vasto museo de econom as de

autosubsistencia, cada una en su vitrina, imperturbable ante la pro&imidad de las

demás, repitiendo invariablemente sus código, sus relaciones internas. La escasautilidad del relativismo cultural se evidencia en que suscitó una nueva actitud hacia

culturas remotas, pero no influye cuando los primitivos son los sectores atrasados

de la propia sociedad, las costumbres y creencias que sentimos e&traOas en los

suburbios de nuestra sociedad! "#D$.

Por lo anterior se hace necesario sustituir la propuesta relativista, +ustificada en la

posguerra como cr tica a los e&cesos del nazismo totalitario, por formas pluralistas

interculturales más acordes con las realidades actuales

“La necesidad de construir un saber válido interculturalmente se vuelve más

imperiosa en una )poca en que las culturas y las sociedades se confrontan todo el

tiempo en los intercambios económicos y comunicacionales, las migraciones y el

turismo. Precisamos desarrollar pol ticas ciudadanas que se basen en una )tica

transcultural, sostenida por un saber que combine el reconocimiento de diferentes

estilos sociales con reglas racionales de convivencia multi)tnica y

supranacional! "#F$ .

Este autor considera que en los estudios culturales norteamericanos y

latinoamericanos en general de la %ltima d)cada del siglo podemos establecer

diferencias como son* los modos de concebir la multiculturalidad en dependencia

de los lugares de referencia o los puntos de vista de los investigadores. , y seOala

que “pensadores nacionalistas, mar&istas y otros asociados a la teor a de la

dependencia plantearon ob+eciones seme+antes a las teor as sociales y culturales

metropolitanas y utilizaron creativamente, desde la d)cada del sesenta, las obras

de Jramsci y Banon, en los %ltimos aOos los cultural studies estadounidenses y

algunos latinoamericanistas proponen como novedades sin ninguna referencia a



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las reelaboraciones hechas en 7m)rica Latina de tales autores, con ob+etivos

análogos "'A$ . (e trata del reencuentro con los te&tos de Jramsci que tiene lugar

en 7m)rica Latina condicionado, por las b%squedas de los caminos alternativos al

neoliberalismo y hacia el socialismo del siglo .

Por su parte 7ntonio (ánchez Jarc a, asevera que “un concepto mar&ista de

cultura, deberá permitirnos comprender la interpenetración permanente, entre la

producción material de la vida social y el con+unto de relaciones sociales,

mediatizadas por el lengua+e, los usos, las creencias, etc. que se desarrollan sobre

el modo de producción, conformando as una totalidad comple+a, que define y

articula la acción consciente e inconsciente del con+unto de los miembros de una

sociedad. La cual comporta momentos necesarios para un desarrollo superior, ascomo impedimentos ob+etivos para el cumplimiento de ese desarrollo, en suma, es

esa totalidad dial)ctica, la que puede recibir la denominación de cultura! "'#$ . Es

esta una interpretación actual de la concepción gramsciana de cultura.

En general, el concepto de “cultura! ha sido estudiado en sus acepciones

particulares, las cuales e&presan sus diferentes significados desde la óptica de las

necesidades y elaboraciones de cada disciplina espec fica. 5aymond

:illiams "''$ las clasifica como la acepción est)tica, sociológica y la antropológica.

En su acepción humanista o est)tica sirve para designar “los traba+os y la práctica

de actividades intelectuales y espec ficamente art sticas, como en cultura musical,

literatura, pintura y escultura y demás manifestaciones art sticas. Este significado

se acerca mucho al concepto cotidiano popular.

La cultura, as entendida nos remite a una concepción humanista del hombre,

definida como el desarrollo particular de ciertas e&presiones de la actividad humana

consideradas como superiores a otras2 se dirá as de un individuo que tiene cultura

cuando se trata de designar a una persona que ha desarrollado sus facultadesintelectuales y su nivel de instrucción. En este sentido la noción de cultura se

refle+a un contenido espiritual y en analog a con el significado originario de cultivo.

7plicado al esp ritu, )ste t)rmino define tanto una “cabeza bien hecha! como una

“cabeza bien llena!. En un segundo nivel, la cultura engloba la idea de

“refinamiento!2 se dirá de un hombre que está cultivado si posee buenos modales

signos de una cultura del esp ritu. En este plano, la cultura integra un saber que

traduce la buena socialización de un individuo "'3$ .

>e acuerdo por lo planteado por Bischer, podemos considerar que la cultura es una

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manifestación del sentimiento humano, no es necesariamente traducible, más bien

se dirige hacia el sentimiento de cada persona, de acuerdo al momento,

circunstancia y estado emocional del individuo y la forma en que se manifiesta

dicha disciplina. Puede resumirse como la acumulación de conocimientos que

integran el saber humano.

En su acepción antropológica, este t)rmino indica una forma particular de vida, de

gente, de un per odo, o de un grupo humano. E&presando lo que podr amos llamar

el concepto antropológico de cultura2 más ligado a la apreciación y análisis de

valoraciones, costumbres, estilo de vida, formas materiales y organización social.

(e podr a decir que a diferencia del concepto sociológico, aprecia el presente

mirando hacia el pasado y nos permite apreciar variedades de culturas particulares2como cultura del poblador, del campesino, cultura de crianza, de la mu+er +oven,

cultura universitaria, cultura empresarial u organizacional. Esta concepción

antropológica de la cultura seOala, su v nculo hombre conte&to social.

En la acepción sociológica, el concepto de cultura aparece para describir procesos

de desarrollo intelectual, espiritual y est)ticos de los seres humanos en general, de

un pueblo o pa s. En general se usa el concepto de cultura en su acepción

sociológica, cuando el hablante se refiere a la suma de conocimientos compartidos

por una sociedad y que utiliza en forma práctica o guarda en la mente de sus

intelectuales. Es decir, al total de conocimientos que posee acerca del mundo o del

universo, incluyendo todas las artes, las ciencias socio8t)cnicas, las ciencias

sociales y human sticas Ceconom a, psicolog a, antropolog a, etc. y filosof a. Esta

acepción es más utilizada por los pol ticos al referirse a la elevación de la cultura de

los pueblos.

El concepto sociológico de cultura centra la atención en la apreciación del presente

pensando en el desarrollo o progreso futuro de la sociedad para alcanzar aquelloque llamamos la cultura universal.

ndependientemente de que el t)rmino es usado por las ciencias y las

humanidades, de manera creciente, sólo a partir del siglo , este acumula ya una

gran diversidad de definiciones en la primera mitad del siglo . 7. L. Qroeber y

0lyde Qluchhohn, tras e&aminar unas quinientas definiciones, ofrecieron la

siguiente como s ntesis*

RPautas impl citas y e&pl citas de y para la conducta, adquiridas y transmitidasmediante s mbolos e&clusivos del grupo humano y que incluyen su materialización


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en forma de utensilios, aunque el n%cleo principal de las mismas son las ideas

tradicionales Ces decir, obtenidas y seleccionadas históricamente y los valores que

implican. Los sistemas culturales son, por un lado, productos de la acción humana

y, por otro lado, elementos condicionadores de acciones humanas futurasS. "'6$

La cultura es la e&presión de la realidad, de su pasado, presente y futuro en todas

sus manifestaciones y que está condicionada por el conte&to histórico de cada pa s.

Los estudios antropológicos posteriores condu+eron a enfatizar el carácter sub+etivo

de la cultura, siendo definida como aquello que el ser humano debe creer, saber

para adaptarse y convivir con los demás de acuerdo con las normas de los demás.

Tueda as trasladada la cultura al interior de la mente, interpretando a la cultura

más bien como la construcción o representación simbólica aprendida por los

individuos, y se convierte as en un ob+eto solo dable por el m)todo etnográfico.

Esta posición teórica ha sido impugnada como psicologista por no apoyarse en un

correlato estad stico.

E&isten enfoques que intentan incorporar lo interno y lo e&terno de la cultura en su

integración, como el que sigue* “la cultura es entendida como un proceso de

significación comunicativa, ob+etiva y sub+etiva, entre los procesos mentales que

crean los significados, y un medio ambiente o conte&to significativo y a la vezsignificante. Es decir, como producto del comportamiento humano y de la vida

social situados en un ambiente de tiempo, espacio y productividad material e

intelectual "';$ .

La importancia que tiene esta forma de definir la cultura radica es que permite

abordarla como el proceso mediante el cual los seres humanos crean y recrean los

significados y sentidos compartidos que se necesitan para entablar relaciones con

otras personas. Gaturalmente sólo pueden establecer una aut)ntica red de

relaciones aquellas personas que comparten los mismos significados respecto de

las cosas y actividades que les son comunes y al hacerlo forman una sociedad.

Las conceptualizaciones y definiciones anteriormente planteadas demuestran que la

cultura está estrechamente relacionada con el desarrollo humano y el conte&to

social donde tiene lugar la producción del individuo como su+eto social.

En resumen, de este recorrido que no agota toda la riqueza de acepciones,

dimensiones y niveles de la cultura se puede asumir que en las obras dedestacados investigadores actuales "'?$ de la temática, en el área antropológica e



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histórica es más fuerte la tendencia a usar determinados conceptos al abordar las

problemáticas que el inter)s por dar definiciones acabadas. 7lgunas de estos

contenidos utilizados en los estudios actuales de cultura son*

El sistema cognitivo8valorativo sobre el que se funda el sentido Csignificado y

valor que las acciones tienen para los su+etos interactuantes, as como los

sistemas simbólicos que ellos utilizan para e&presar el sentido.

La producción de sentido, vinculada a estructura materiales que son

reelaboradas simbólicamente por la primera de manera especial.

El con+unto de respuestas resultados del proceso histórico.

Mn proceso social de identificación, de definición de una identidad social frente a

otras, que cambia vinculada a las variaciones de aquellas en espacio y tiempo.

0ontribuye a la reproducción, comprensión y transformación de los sistemas

sociales

0uando se toman en cuenta la dimensión de dominación8poder entonces se

apela a la hegemon a.

Mn marcado )nfasis en el carácter clasista de las respuestas y sistemas de

valores derivados de los intereses de clase condicionantes de modos de actuar y

ver el mundo en dependencia a la posición de clases. "'H$

Estos enfoques han permitido e&plorar distintas vertientes interpretativas del

accionar de los su+etos de cultura que generalmente se encuentran en un conte&to

determinado, as como elaborar modelos para la reorientación de las identidadesculturales.

Estas concepciones, si bien son %tiles por los conocimientos que aportan, en mi

criterio, tienen limitaciones a la vez, pues no logran una apro&imación integradora

al fenómeno. Por supuesto, no desconocemos las dificultades que acarrea una

teor a de la cultura "'D$ , capaz de develar en su má&ima e&presión y amplitud sus

innumerables aristas y calidades, en tanto ser esencial del hombre y medida de

ascensión humana "'F$ .



20/26

Por %ltimo, es conveniente analizar brevemente los algunos de los aportes del

pensamiento latinoamericano de emancipación en la b%squeda del ser de nuestros

pueblos y su identidad en tanto tal. 7s encontramos en el siglo

latinoamericano toda una pl)yade de pensadores, particularmente


21/26

act%a desvinculada de sus ra ces es pobre cosa torcida y maloliente. En estas cosas

no hay primero, no hay despu)s. Tue siendo ambas, vida y cultura, una sola y

misma cosa, no hay por qu) separarlas y hablar de rid culas primac as "3'$ . Esta es

una aprehensión hol stica de la cultura.


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supere su secular ena+enación, planteada por la conquista y afianzada y ampliada

por la colonia y a%n por la vida republicana! "3?$ .

En esta misma dirección es importante enriquecer las concepciones anteriormenteanalizadas mediante el paradigma de la comple+idad para continuar

apro&imándonos a la cultura como totalidad estructurada y estructurante. En su

obra Los siete saberes necesarios a la educación del futuro, Edgar 4or n al abordar

diversidad cultural define el contenido de la cultura as * “con+unto de saberes,

saber8hacer, reglas, normas, interdicciones, estrategias, creencias, ideas, valores,

mitos, que se trasmiten de generación en generación, se reproduce en cada

individuo, controla la e&istencia de la sociedad y mantiene la comple+idad sicológica

y social. Go hay sociedad humana, arcaica o moderna que no tenga cultura, perocada cultura es singular. 7s , siempre hay la cultura en las culturas, pero la cultura

no e&iste sino a trav)s de las culturas! "3H$.

Esta apro&imación a la comple+a naturaleza de cultura tiene la venta+a de e&presar

su naturaleza contradictoria como totalidad estructurante de identidades en tanto

proceso dinámico donde se combinan la unidad y la diversidad.

Referencias:

"#$ Enciclopedia (opena. 9omo #. 5amón (opena, Editorial Uarcelona, EspaOa,

#F3A, p H3?.

"'$ -er de Pupo, 5. La actividad como categor a filosófica. Editorial de 0iencia

(ociales, La 1abana #FFA.

"3$ 7bbagnano. Kbra 0it. p. 'H'.

"6$ b dem, pp. 'H'8'H3.

";$ (toc=ing, J.!Branz Uoas y el concepto de cultura en la perspectiva histórica!, en

5aza, cultura y evolución. Editorial Prensa Libre, #F?D.Pág.*##6.

"?$ E. 4orin considera que los paradigmas +uegan un rol, a la vez, subterráneo y

soberano en cualquier teor a, ideolog a o doctrina. El paradigma es inconsciente

pero irriga el pensamiento consciente, lo controla. Este autor considera, a%n en

nuestros d as, ausente en la cultura cient fica el paradigma comple+o de

implicación@distinción@con+unción en el análisis de totalidades como la cultura.

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"H$ 4ar&, 0. Prólogo de la contribución a la cr tica de la econom a pol tica. 4ar& y

Engels Kbras escogidas en tres tomos.

"D$ 7canda, esarrollode la 0ultura 0ubana “


24/26

#FD'.pag*33#.

"#D$ Jarc a 0anclini, G. WEl malestar en los estudios culturalesW, Bractal nX ?, +ulio8

septiembre, #FFH, aOo ', volumen , Pág.* 6F.

"#F$ bidem, Pág.* ;'.

"'A$ bidem, Pág.* ;;.

"'#$ b dem. p*F'.

"''$ :illiams, 5. 4ar&ismo y literatura. Editorial Pen nsula, Uarcelona, #FDA,

pág.*#A6.

"'3$ 7ustin 4illán, 9. 5. , Bundamentos (ociales y culturales de la Educación,

Editorial, Mniversidad 7rturo Prat, (ede -ictoria, 0hile. 'AAA, pág. '.

"'6$ 0ort)s, iccionario de filosof a en 0>85K4* autores,

conceptos, te&tos. C3Y edición . (UG D68';68#FF#83. 0opyright Empresa Editorial

1erder (.7. Uarcelona, #FF?.

"';$ b dem.

"'?$ >urham, E. 0ultura e ideologias. B0E, #FDH. 9hompson, E. P. Bol=lore,

antropolog a e historia social, en revista Entrepasados, no.', Uuenos 7ires, #FF'.

Jarc a 0anclini, G. Las culturas populares en el capitalismo. Editorial Gueva magen

P%blica, 4)&ico, #FD;.0ultura y sociedad* una introducción. (ecretar a de

Educación P%blica, 4)&ico, #FD;. La globalización imaginada, Edit. Paidós, 4)&ico,

#FFF. Latinoamericanos buscando lugar en este siglo, Paidós, Uuenos 7ires, 'AA'.

"'H$ -er Geufeld, 4.5. 0risis y vigencia de un concepto* la cultura en la óptica de la

antropolog a, en (ociolog a de la cultura. 9omo , Primera parte. Editorial B)li&

-arela, 'AA?.

"'D$ La tarea de crear una teor a general de la cultura no es nada fácil, sobre todo

si se tiene en cuenta que su ob+eto es un fenómeno muy peculiar. La cultura

además de ser e&traordinariamente comple+a y polifac)tica, tambi)n parece estar

vertida por todo el cuerpo del organismo social, penetrando interiormente en todos

sus pasos. En primer lugar, es en virtud de tal carácter universalizado y

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omnipresente de la cultura que la creación de una teor a generalizadora que la

misma afronta dificultades bastantes considerables, en E. 4ar=arián. El lugar y el

papel de la cultura en la ciencia social contemporánea. “0uestiones de filosof a!,

#FHA, Go. ;, pág. #A'.

"'F$ Juadarrama P. 0ultura y educación en tiempos de globalización posmoderna,

0ooperativa Editorial 4agisterio, Uogotá.>.0. , 0olombia, 'AA? Cversión digital .

"3A$ En esta dirección debe seOalarse la obra de Pupo, 5. La actividad como

categor a filosófica. Editorial de 0iencias (ociales, La 1abana #FFA. que con toda

razón la >ra. 9hal a Bung en su prólogo escribe que el autor introduce análisis en

torno a la actividad humana, in)ditos en nuestra lengua. Esta obra del >r. Pupo,

elabora fundamentos para una comprensión integral de la cultura. gualmente

sucede con del propio autor “7prehensión 4artiana en


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La Cultura Como Ser Esencial Humano

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