La ETSIA de Madrid colabora en la construcción de uninvernadero en Sierra Leona

.a mano am^gaLa Escuela Superior de Ingenieros

Agrónomos de Madrid colaboró en la

construcción de un invernadero en Sierra

Leona, uno de los países más pobres del

planeta. En el proyecto, con un marcado

carácter humanitario, participaron

alumnos y varias instituciones.

ANGEL PÉREZ ron unas ganas enormes, no só-Madrid

uchas son las ma-nos que se nece-sitan para ayudara los habitantes

de Sierra Leona, el país con elmenor Índice de Desarrollo Hu-mano de todo el mundo. Y, pro-bablemente, todas las que deci-dan colaborar serán insuficientespara ayudarles a alcanzar unascondiciones de vida parecidas alas que disfrutamos en el 'primermundo'.

Por eso, a muchos de losque acudieron a la exposición

que realizó Irene Moya a su re-greso del país africano les entra-

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lo por colaborar en la medida desus posibilidades, sino inclusode viajar hasta allí y ponerse alservicio de la causa. Familiares,profesores, compañeros, ami-gos... todos atendieron boquia-biertos un relato, Ileno de huma-nidad, que culminó con la enor-me satisfacción que supuso verel invernadero hecho realidad.

Un invernadero. Para noso-

tros, los españoles, los euro-peos, un 'simple invernadero', es

para los habitantes de la provin-

cia de Kamabai un tesoro. Por-que en un país tan pobre, some-tido también a la dureza del cli-

ma tropical, disponer de unainstalación que permita cultivar

esquivando las persistentes Ilu-vias resulta todo un lujo.

EI invernadero forma partede una obra coordinada por JoséLuis Garayoa, misionero pertene-ciente a los Padres AgustinosRecoletos. Su intervención en la

ETSIA de Madrid también estuvocargada de emotividad y agrade-cimiento al esfuerzo Ilevado a ca-bo por Irene y por su compañero

Joaquín Poveda, que tomó el

testigo en Sierra Leona para con-tinuar con la siguiente fase delproyecto.

Durante la presentación deltrabajo, la Profesora Pilar Lina-res, una de las artífices de estainiciativa, consiguió contactar-vía Skype, no sin algunas difi-cultades- con Joaquín para quesus padres tuvieran la oportuni-dad de saludarle y el propioalumno contara algunas de susprimeras experiencias en SierraLeona.

En esta iniciativa participaron

la Asociación Iter, que donó el in-

vernadero; los alumnos; la UPM,que concedió las becas; la Es-

cuela Tecnológica de Investiga-ción y Formación Agrícola (ETIFAI

que se ocupó de la formación alos alumnos en sus instalaciones

de Almería y Murcia; y los frailesAgustinos Recoletos.

Irene Moya y la Profesora Pilar Linares.

agrotecnica

lrene, en Sierra ^eona.

Irene Mo^•a es una de las estudiantes de la Escuela Superior de

ingenieros Agrónomos de Madrid que participó en el proyecto.

Su estancia en Sierra Leona se prolongó durante tres meses.

EI conmovedor relato de los hechos efectuado a su regreso

permite hacernos sólo una pequeña idea de lo que fue una

iniciati^•a que, en su primera fase, se hizo realidad.

"Me siento en deuda« ando hace unos nteses tonté la decisión, rne di-

jer•on que me iba^ a rnarcar para toda la rirlrr. fi^

rro nte la er•eía. Me iba a Sierra l,eana (Áfr•ica or-

cidenlalJ a consh•uir un inrernadero de ^c^e ur' coma Pro-

^•ecto de Fin de l'arrera• ya yue estm• acabando los

dios rle /ngenicro :ll;rónonra.

^^

estrt-

l^:l ^^- de^lio cogí el arión ti• aterricé en la madrugada

dri zN eu rrn país que carece de r•ed eléctrica. El aeropuerto

,^tnriaua con rrn generndor que sólo se enciende coa la lle-

l,rurbr i• salida de los pocos ruelos que hay sentartalnaente.

b/i destirro era una aldea sihcada al norte, llanzittiaK^mlC"

bai, qrte perlenece a la prouincr'a " poói^é de un país con

el ruenar Índice de Des umano, según el ríltirno lis-

tado enritido^ ^Vl -: Llegrré en la época lluriosa y to-

do a nri_elŭ^Pdedor erztn enor^nes bosques tropicales. Lloríq,

^^„wl^es, pero el nirel de drenajc^ del suelo es t tjue

nn ri un solo c•harco err los tres ruescs qrr^' á^lí pasé..,. e. _....^--

^conrr^n_.n rl t ile n,''uslr^. dr°sbro^ando a^-ol-

pe de tnachete er^ t,rreno on e se tnstcrlaría el tnr^•̂ "'

nadc^ro. N una tarea frícil porqueln hi a alc•arr^aha unrr altru•a sr^pc-

pi^ir al ŭnelro _t• nredio. ( ^na cuadr•illa

^^ de to ncrtiros, sirt eontur r•nn la ay2tda

de rringún Gipo de ruaqninaria. pr•epa=rrí la :,onrr la ntc.jor qrre pudo. elinrirta-

do la rnuror purle de lrrs nnmerosas

piedras qur lrabía •^• arra^t•ciirdo !as

profrurdaa ^ míces de los árboles alK ^ubicados. El siguiente pasu ronsistía

err r^ar•ar./S hq^•os de ntás de un ntetro de profundidad pa-

rrt intplantar la.q^ilarns. (til cauado de los nii,smos, conta nopodía ser de otra rnanera, t,antbién se hi^o a ntano, sirt

a ŭ •udu de ningrrna nutquirraria.

F a partir de entonces errtpezó la nercitbdera construc-

rián del inrernadero. Sólo nos detueieron ntornerttánea-

rnente las frecuentes tormentas. Pero, a pesar de esta ad-

cersidad uteteoraló^c^, ^onseguirnos construir el inrerna-

d̂ero en un mes. ^ ^^,^EC^ esto de rni estancia me sir•i^ió:,^ara conocer Sierra

^Leona, '1 euarto país más pobre del mundo, pero uno d^

9'c^>s'^i Pñ^gu : r"^^ a , tr acl de

genfe rnararillosa, de la qtre jar ^^ o-

dré oh^idar' su snnrisa ^• sus ^ana.c

ririr•. lir he couh•ibt^ido r•ou rni esjiter^o ^

profesional a iastala un irtcerna-

dero, peco ellos nte han eñado a

ralor•ar lo qnP tenemos y a no"1^¢nten-tarrlQs de lo que no tenrtnos._Por •̂ eŭpor nutchos tñás sen •irttientos que nó

soy capaz de expresar, r^ slento

deuda con Sierra Leona y mé.. ^.

seguir siendo capaz rle deroluerles tanto co

lrran dado.,s,^, Una de las forrnas que se rne ocurr^rra colabon

consegrrirles algún tipo de nraquinaría agrícbla qu^les

ayvcdara en la^ mecanización ^lel •uidndo de ^us tie

a$rotecnica

Por pequeita qne sr^a la ayuda ser•á bien recibida eu-ttn̂

país de tan escasr, recur•sos propios conro es Sierra Leona.r1 sí qne si usted dispone dc^ algrín material qrre pudie-

ra donar• para esta causa, •t'o le aseguro que In haré Ilegar

a personas que subrán apreciarlo • ^^ sacarle todo el rendi-

miento posible. F si firera necesarr'o, tanabic^n podría en-

cargarme de brtscar financiación parrt el trausporte. 7ódo

lo que pudiera llegarles es pocn. Aunqtce a ellos les pate-cerá ntucho • ^^• sólo corr irnaginar la sanrisa que esboza-rían, rnererr^ la pena.

Cracias c^n srt nontbre v en e l nrío,^