La radiodifusión en Asia

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La radiodifusión en Asia: Un gigante dormido ? Sarath Amunugama El público radiofónico aumenta rá- pidamente en Asia, debido en gran parte al advenimiento del transistor barato. Dadas las grandes limitacio- nes de financiamiento y de recursos en muchos países asiáticos, la radio parece ser el medio más adecuado para llegar a los pobres del medio rural en la región. Si los radiodifu- sores fracasan en esta tarea de lo- grar una "masa crítica", la radio es- tará entonces destinada a servir tan solo a las élites de poder. E n este trabajo intentaré examinar el status y el papel de la radiodifu- sión, en particular de la radiofonía, en la región asiática, utilizando para ello cate- gorías de análisis desarrolladas por las riendas sociales. Considero aquí los mensajes emitidos como una configura- ción de símbolos con influencias dife- renciales en las culturas o valores y en los patrones de pensamiento de las se- riedades asiáticas, particularmente de su sector rural. Estoy conciente de que es- te enfoque desvía la atención de secto- res importantes de la sociedad asiática, en particular de los grupos urbanos. Sin embargo, en muchas sociedades asiáticas una gran parte de la población urbana podría también describirse como "seudo urbana". En cualquier caso, el sector rural en Asia es tan grande que un aná- ¡ desde esta perspectiva resulta im- portante. La primera pregunta que surge en semejante análisis es el grado de penetra- ción de los medios. ¿Han llegado la ra- dio o la televisión a lograr el nivel de una "masa crítica", lo que los tornaría factor significativo en la vida rural? Mu- DS de los primeros estudios sobre el impacto de la radio en las sociedades ru- rales tuvieron que confrontar este pro- blema (1). En las aldeas estudiadas exis- tían pocos radioreceptores y su propie- dad estaba tan claramente relacionada con un estatus económico alto, que el impacto de los mensajes radio difundi- dos en la ideología general del pueblo no podía analizarse con facilidad. Esto con frecuencia condujo a que se adjudi- cara a la radio poderes de motivación y cambio no corroborados por la prácti- ca. Los estudios occidentales sobre los medios, que asumían una distribución (1) Por ejemplo Daniel Lerner: "La ex- tinción de la sociedad tradicional"; Free Press; Glencoe; y Y.V. Laksh- mana Rao: "Comunicaciones y de- sarrollo"; Editorial de la Universi- dad de Minnessota, Minnessota; 1966. cuantitativa mucho mayor y una pene- tración mucho más alta de la radio y la televisión en sus sociedades, no podían suministrar un modelo para sociedades en las que (a) la penetración de los me- dios era muy inferior si no marginal, (b) predominaban los sistemas tradicionales de mensajes, fortalecidos por la estruc- tura social de castas, los consejos de an- cianos del pueblo y las organizaciones religiosas. En otras palabras, la diferen- cia cuantitativa en la distribución de los medios conduce inevitablemente a la di- ferencia cualitativa del impacto, lo cual hace inaplicable las comparaciones con las sociedades occidentales, saturadas de medios. Obsérvese las cifras relativas a la distribución de los receptores de me- dios de radiodifusión en diferentes agru- paciones de países en el mundo. (Véase Tabla 1). ensayos / 37

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Sarath Amunugama ensayos / 37

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Page 1: La radiodifusión en Asia

La radiodifusiónen Asia:

Un gigante dormido ?Sarath Amunugama

El público radiofónico aumenta rá-pidamente en Asia, debido en granparte al advenimiento del transistorbarato. Dadas las grandes limitacio-nes de financiamiento y de recursosen muchos países asiáticos, la radioparece ser el medio más adecuadopara llegar a los pobres del mediorural en la región. Si los radiodifu-sores fracasan en esta tarea de lo-grar una "masa crítica", la radio es-tará entonces destinada a servir tansolo a las élites de poder.

E n este trabajo intentaré examinarel status y el papel de la radiodifu-

sión, en particular de la radiofonía, en laregión asiática, utilizando para ello cate-gorías de análisis desarrolladas por lasriendas sociales. Considero aquí losmensajes emitidos como una configura-ción de símbolos con influencias dife-renciales en las culturas o valores y enlos patrones de pensamiento de las se-riedades asiáticas, particularmente de susector rural. Estoy conciente de que es-te enfoque desvía la atención de secto-res importantes de la sociedad asiática,en particular de los grupos urbanos. Sinembargo, en muchas sociedades asiáticasuna gran parte de la población urbanapodría también describirse como "seudourbana". En cualquier caso, el sectorrural en Asia es tan grande que un aná-

¡ desde esta perspectiva resulta im-portante.

La primera pregunta que surge ensemejante análisis es el grado de penetra-ción de los medios. ¿Han llegado la ra-dio o la televisión a lograr el nivel deuna "masa crítica", lo que los tornaríafactor significativo en la vida rural? Mu-

DS de los primeros estudios sobre elimpacto de la radio en las sociedades ru-rales tuvieron que confrontar este pro-

blema (1). En las aldeas estudiadas exis-tían pocos radioreceptores y su propie-dad estaba tan claramente relacionadacon un estatus económico alto, que elimpacto de los mensajes radio difundi-dos en la ideología general del pueblono podía analizarse con facilidad. Estocon frecuencia condujo a que se adjudi-cara a la radio poderes de motivación ycambio no corroborados por la prácti-ca.

Los estudios occidentales sobre losmedios, que asumían una distribución

(1) Por ejemplo Daniel Lerner: "La ex-tinción de la sociedad tradicional";Free Press; Glencoe; y Y.V. Laksh-mana Rao: "Comunicaciones y de-sarrollo"; Editorial de la Universi-dad de Minnessota, Minnessota;1966.

cuantitativa mucho mayor y una pene-tración mucho más alta de la radio y latelevisión en sus sociedades, no podíansuministrar un modelo para sociedadesen las que (a) la penetración de los me-dios era muy inferior si no marginal, (b)predominaban los sistemas tradicionalesde mensajes, fortalecidos por la estruc-tura social de castas, los consejos de an-cianos del pueblo y las organizacionesreligiosas. En otras palabras, la diferen-cia cuantitativa en la distribución de losmedios conduce inevitablemente a la di-ferencia cualitativa del impacto, lo cualhace inaplicable las comparaciones conlas sociedades occidentales, saturadas demedios. Obsérvese las cifras relativas ala distribución de los receptores de me-dios de radiodifusión en diferentes agru-paciones de países en el mundo. (VéaseTabla 1).

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TABLA i: DISTRIBUCIÓN DE RADIORRECEPTORES EN 1975

Número Población Número de Número de radiorreceptoresde radiorrecep- por mu habitantes,

países (.000) lores(.000)

Promedio Mínimo Máximo

Países Industrializados 20 653,423 594,644 910.04 211.0 1,882.0~" " ~" "

Países en desarrollono productores depetróleo (1)

PBN per cepitaUS$375(1972)

PBN per cepitaUS$200 (1972)US$ 375

PBN per cepitaUS$200 (1972)

83

31

25

27

1,533,123

370,554

287,839

874,730

143,325 93.49

89,113 240.0

30,317 105,33

23,895 27.32

7.0

20.0

17.0

7.0

838.0

838.0

224.0

116.0

Países de la O.P.E.P. 7

Economías centralmen-te planificadas 9

145,739 12,332

372,669 144,318

84.62

387.26

28.0 502.0

71.0 461.0

Total 119 2,704,954 894,619 330.73 7.0 1,882.0

Fuente: Anuario Estadístico de la UNESCO,1977.

(1) No se incluye la Rep. Pop. China

India, Indonesia y Filipinas, cuya distri-bución es muy baja (menos de 50 apara-tos por mil de población). Estas son so-ciedades agrícolas densamente pobladas,con sectores rurales extensos y pobres ysectores urbanos altamente elitistas ycomparativamente ricos. Entre estospolos se encuentran Malasia, Tailandia;'Sri Lanka, que comparten caracfacas de los dos grupos anteriores. Perotambién en estos países el hecho mássibresaliente es la existencia de un sectarural pobre. Obviamente, las estadísicas sobre la propiedad de radio receptires, particularmente después del advenmiento del transistor, no pueden ser pre-cisas. Sin embargo, es obvio que el "oídenamiento" anterior, fortalecido ooiotros criterios objetivos tales como iosrelativos a la demografía, las tasas Jcrecimiento, las cifras de empleo, elPBN, etc. contribuyen a identificar prlblemas comunes a cada categoría. La]importancia o la urgencia de estos pro]blemas variará según las diferentes cla-sificaciones de los países. El no efectuaresta clasificación y atribuir característi-cas comunes a los medios de todos lospaíses en desarrollo es un error aún en

TABLA 2: RECEPTORES DE RADIODIFUSIÓN

Observemos ahora más atentamenteel contexto asiático. Las siguien-

tes estadísticas relativas a Receptores deradiodifusión están tomadas del AnuarioEstadístico de la UNESCO para 1978-1979. En la Tabla 2, "R" simboliza losreceptores estimados, mientras "L" de-nota la cantidad realmente licenciada.(Véase Tabla 2).

Estas estadísticas hacen posible ex-traer de inmediato algunas conclusiones.Primeramente, sobre la base de la canti-dad de radio receptores distribuidos, ve-mos surgir varios patrones. Por una par-te, observamos países como el Japón,Hong Kong, Corea y Singapur cuya altatasa de distribución es comparable a lascifras occidentales. Deberá recordarseque estos países tienen altas cifras dedensidad para la televisión, los juegos devideo y los periódicos. En general soneconomías de mercado libre que danmucha importancia a la gratificación delconsumidor. En general son estadosmás pequeños con un acceso mayor a la"cultura industrial". Podría denominár-seles "sociedades de información asiáti-cas", actuales o en potencia. Por otraparte, tenemos en la región países comoBangladesh, Nepal, Pakistán, Birmania,

PAÍS Características No. de Receptores en usoy/o Licencias emitidas

(miles)

AFGANISTÁNBAHRAINBANGLADESHBHUTANBRUNEIBURMACHIPRE

CAMPUCHEA DEMOCRÁTICATIMOR ESTEHONG KONGINDIAINDONESIAIRÁNIRAQISRAELJAPÓNJORDANIAREP. DE COREAKUWAITREP. DEMOCRÁTICADE LAOSLÍBANOMACAOMALASIA

MALDFVESMONGOLIANEPALPAKISTÁN

FILIPINASQATARARABIA SAUDITASINGAPURSRI LANKA

REP. ÁRABE DE SIRIATAILANDIATURQUÍAEMIRIATOS ÁRABES UNIDOSYEMEN

(I)RRRLRRRLRLRLRRRRRRRR

RRRRLRRRRLRRRLRLRRLRR

1965

(2)

210

335130

971

5295401

20425

1961

5421

972

438

2443

1970

(3)

56

15400167

1033

6941174725501 800

477

3704012

105

50690

9

1.3

55

15002585

274

5001 36727753096

1976

(4)

1026

665200%

2508178395 1002100

65561 320

53114460

502

2001600

14503682.8115150

45001 4001875

260369800548

42285590

1977

(5)823100500

30693212106

251020503525021252000

75064979

53214574

550

200

701 500

3542.9125200

500014701936

275387

1 000550

57004261

100

No. de Receptores en usoy/o licencias por 1 .000habitantes

1965

(6)

29914

219

163

14711

207

69

1945

19

39

78

1970

(7)

260

11515

264

154

175222163

164

161124140

17243

36

12

5

41316

11132

40218

7789

1976

(8)

814721

313151

572293762

189544191403487

59540

11830237712621943

281625840

105240

13

1977

«40

3756

15722

331165

556333762

168208571

400487

58

25111928208215662043

291687239

129101

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38 I ensayos

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sondeos tan bien reputados como los deKatz y Wedell (2).

En segundo término, el problemaprincipal que enfrentan los países queno son sociedades de información (o sealas categorías B y C en la clasificaciónanterior) es llegar a su masa agrícola, po-bre, del medio rural. La mayoría sonanalfabetos, tienen bajos ingresos y care-cen de acceso a otros entretenimiento*.Hablando sobre ellos, la ComisiónBrandt expresó: (3)

Muchos millones de personas en lospaíses más pobres sólo pueden pen-sar en la supervivencia y en las ne-cesidades elementales. Para elloscon frecuencia no hay trabajo ocuando lo hay el salario es muy ba-jo y las condiciones apenas tolera-bles. Las casas se construyen conmateriales precarios y no tienen niagua corriente ni condiciones sani-tarias. La electricidad es un lujo.Los servicios de atención a la saludestán muy dispersos y, en las áreasrurales, casi nunca se encuentran adistancias alcanzables a pie. Las es-cuelas primarias, allí donde las hay,puede que sean gratuitas y no esténdemasiado distantes, pero los niñosse necesitan para el trabajo y no esfácil prescindir de ellos para queasistan a la escuela. La inseguridadpermanente es la condición del po-bre. No existe sistema público deseguridad social en caso de desem-pleo, enfermedad o muerte de unasalariado en la familia. La inunda-ción, la sequía o la enfermedadque afecte a las personas o al gana-do puede destruir los medios desubsistencia sin esperanza de com-pensación".

P ara ellos, el radio receptor noconstituye un artículo común de

uso doméstico y por tanto el mensajecontinúa llegando a través de la estruc-tura de poder de la aldea. Los terrate-nientes, los tenderos, los funcionarios

J y curas de la aldea tienen acceso a laradiodifusión y los campesinos sólo pue-den escuchar gracias a la buena voluntady cortesía de esta "élite de poder". To-dos los gobiernos de la región, que están

(2) Katz y Wadell, "Radiodifusión en elTercer Mundo "; Editorial de la Uni-versidad de Harvard; 1980,

¡3¡ "Norte-Sur, un programa para lasobrevivencia; Editorial MIT, Massa-chusetts, 1980;pag. 49.

comprometidos con la democratizacióndel conocimiento y son conscientes dela necesidad de proyectar su propiomensaje a la mayor cantidad de perso-nas, han tratado de enfrentar este dile-ma facilitando "radio receptores comu-nitarios". Pero en realidad el uso efecti-vo de esos radio receptores depende detantas variables en el nivel de aldea queestos proyectos resultan fracasos irreme-diables. Aun cuando estas solucionesilusionan fácilmente a los citadinos, laexperiencia de SITE entre otras ha mos-trado que ésta es una empresa muy difí-

¿Cuáles son las características do-minantes de este sector rural?. Ante-riormente señalamos que era mayormen-te analfabeto y económicamente pobre.Estas dos razones hacen que éste fueradel alcance de los medios impresos.Aun cuando fuera posible contar concondiciones más favorables, en Asialos periódicos no tienen el apoyo de ins-talaciones infraestructurales que les per-mita llegar a las aldeas remotas. Porotra parte, los aldeanos se sienten cadavez más atraídos a estrechar sus relacio-nes con la ciudad. Esta dependenciacreciente de la aldea en la cultura citadi-na es la manifestación "supraestructu-ral" de la integración creciente de laeconomía aldeana con la metrópolis y através de ésta con el sistema económicoglobal. Esta integración de la aldea y laeconomía capitalista global en creci-miento —cuya base es la producción quese efectúa en la aldea para los mercadosexternos y en las incursiones del consu-mismo— forma el telón de fondo para elanálisis del desarrollo de la radiodifu-sión. ¿No han desempeñado la radio yel cine un papel en la aceleración de estaintegración del mercado aldeano y laeconomía capitalista?

Esto nos conduce a una terceracuestión. Mientras los medios no logra-ron obtener una "masa crítica" perma-necieron siendo reserva de la élite de laaldea. Pero las estadísticas del Cuadro 2señalan un cambio muy dramático en lasúltimas dos décadas. A partir de 1965,prácticamente todos los países han tri-plicado el número de propietarios de ra-dio receptores. En realidad, la cantidadde radio receptores debería ser muchomayor. Este dramático incremento sedebe al advenimiento del radio transisto-rizado. En el contexto rural, sus venta-jas son numerosas —es barato, móvil yno depende de la red de energía eléctri-ca. Lamentablemente, tenemos muypocos estudios sobre los efectos que es-te cambio crucial ha tenido en las comu-

"Mientras los mediosno lograron obteneruna 'masa crítica'

permanecieronsiendo reserva

de la élite de la aldea"

nicaciones. Puede afirmarse que no fuehasta los últimos años del decenio del70 que la radio se convirtió en mediopersonal del oyente. En el pasado fueun medio público en Asia y sólo se escu-chaba en centros comunitarios, tiendas,cafeterías, etc. En términos socio-sico-lógicos el impacto de esta transición hasido grande.

T ambién cabe señalar que estamosen los comienzos de la "revolu-

ción del transistor". Los costos de pro-ducción están descendiendo, el mercadoconsumidor se expande y las mercade-rías de la ciudad llegan a la aldea a tra-vés de puntos nodales tales como losmercados pueblerinos, las ferias y los ba-zares. Así, muchas capas nuevas de lasociedad —y en particular la juventudque, a través del sistema educacional hasido atraída hacia el "vértice del deseo"-están teniendo acceso al mensaje radio-difundido, en especial en un contexto"privatizado" que las generaciones ante-riores no tenían. Este "mercado masivode propietarios de transistores" crea unnuevo ambiente que ni las autoridadesde radiodifusión ni los estudiosos de losmedios han analizado. Veamos algunospuntos sobre lo anterior.

i) Necesidad de una mejor coberturade onda media. Los ricos y anti-guos propietarios de aparatos de ra-

dio sofisticados, casi todos fabricados enEuropa o en Estados Unidos, no tienenproblemas, pues sus aparatos obtienenbuena recepción en onda corta. Sin em-bargo, muchas estaciones asiáticas debe-

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rán orientar su hardware de transmisión,en particular sus emisoras, para satisfa-cer las necesidades de los oyentes queutilizan transistores, pues para ellos, losoyentes más pobres pero también másnumerosos, la calidad de la recepción seve afectada de modo adverso. Muchasestaciones asiáticas han empleado su ca-pital para transmitir en stereo, cuandolas necesidades de los oyentes exigenuna buena cobertura de onda media. Sehace necesario celebrar una reunión deexpertos regionales en radio ingeniería,administración de radiodifusoras y pla-nificación social.

ü) Necesidad de servicios infraestruc-turales para los nuevos oyentes. Unestudio reciente sobre la radiodifu-

sión en Fiji reveló que uno de los princi-pales problemas que enfrentaban losoyentes consistía en la escasez y en elcosto de las pilas secas. Las condicionesde recepción deficientes obligaban a uti-lizar "potencia plena", debido a lo cuallas pilas se agotaban rápidamente. Elconsiguiente aumento en los costos haceque aún la radio de bajo costo sea dema-siado cara para los habitantes de Fiji.

Aún cuando el radio transistor es elreceptor más fácil de operar en el merca-do, los niveles de alfabetización y de fa-miliarización con equipos son tan bajosen Asia que la manipulación del propioaparato transistorizado es en sí un "gransalto" en experiencia. Durante mi inves-tigación en Sri Lanka rural he visto có-mo en numerosos casos los campesinosno se han dado cuenta de que han cam-biado de canal. Eventualmente, será ne-

"En el pasadola radio

fue un medio públicoy solo se escuchaba

en ceñiros comunitarios,tiendas, cafeterías, etc"

cesario encontrar otra fuente de poten-cia distinta a la pila pequeña para queaún los más pobres tengan acceso a laradio.

iii) Necesidad de políticas flexibles deimportación y producción de los re-ceptores de bajo costo. A pesar de

que hemos presenciado un aumento fe-nomenal en la venta de receptores de ba-jo costo la demanda está sobrepasandola oferta. Muchos de los países queconstituyen grandes mercados en la re-gión no permiten importaciones libres.Esto ha conducido al desarrollo de in-dustrias locales de manufactura y en-samblado de radios. Pero en general es-tos productos nacionales son de calidadinferior, están mal ensamblados y sumercadeo es regular. Con frecuenciatambién son más caros debido a la faltade competencia y a las tarifas altas. Conun mercado cautivo y una demanda ma-yor que la oferta, los fabricantes se hantornado acomodaticios en una industriaque exige aún mayores inversiones en R.y D. Las autoridades de radiodifusión yde planeación deberán pues examinar es-te problema no a través de las estrechaslimitaciones de la sustitución de impor-taciones sino de las posibilidades de te-ner rápido acceso a las masas.

iv) Análisis del papel de la propaganda.Durante los últimos años muchosgobiernos y autoridades de radiodi-

fusoras asiáticas han demostrado preo-cupación por el papel de la propagandaen sus medios. Entre estos países se en-cuentran Indonesia, Pakistán, Filipinasy Malasia. Esta preocupación es el re-sultado de la rápida expansión de laclientela de los medios en esos países.Mientras los medios y la propaganda es-tuvieron dirigidos a los pequeños gruposadinerados, las élites gobernantes no ex-presaron gran preocupación. Pero al lo-grar los medios una "masa crítica" tam-bién ganaron el potencial de causar unaexplosión. Esto es particularmente cier-to en los estados islámicos, donde laélite modernizante no puede enajenara las élites religiosas que tienen la capa-cidad de mover a las masas recurriendoa valores tradicionales "antimodernis-tas". Los acontecimientos en Irán de-mostraron la vinculación de los medios ala modernización y sus peligros en el es-cenario mundial.

Pero el dilema fundamental de lamodernización no puede resolverse através de la censura. Anteriormente ob-

servamos la integración inexorable del 1sector rural asiático con el sistema capi-talista global. Los productos primarios Isalen de la aldea y regresan a ella en for-ma de productos terminados, con valorañadido, como bienes de consumo.Continua la propaganda, cuyo aspecto'más visible y controvertido es la propa-ganda de los medios. En verdad, los sis-1temas educacionales asiáticos también jhacen propaganda a favor de una socie-dad de consumo, pues la "buena vida" Ique se proyecta en la escuela está llena Ide bienes de consumo. Sin embargo, acorto plazo, el aumento del número de Ioyentes entre los grupos sociales menos Iprivilegiados probablemente tendrá co- 'mo contrapartida un mayor control ¡bre lo que pasa por los medios, en espe-cial sobre los mensajes directos, mejorejemplificados en la propaganda.

v) Importancia creciente de los son-deos de radioescuchas y de la "re-troalimentación". Aunque muchas

autoridades de la radiodifusión asiática,siguiendo sus modelos occidentales, hanestablecido divisiones para los sondeosde oyentes, la interacción entre los son-deos y las divisiones de programación escon frecuencia estéril. Lowe y Kaminhan demostrado las diversas presionesque se ejercen sobre los productores deprogramas en la radio y la televisión ma-lasias; este estudio casuístico demostróque la influencia de su división de son-deos de oyentes no era crucial (4). De-bido a que su clientela provenía ante-riormente de grupos elitistas, más pe-queños y fácilmente identificables, elpersonal de programación en la radiodi-fusión asiática tiende a conceder mayorcredibilidad al "feedback" representadopor las solicitudes de los oyentes, las tar-jetas postales, los clubs radiales, las car-tas de alabanza y de quejas y los comen-tarios periodísticos, que a la investiga-ción objetiva. Todos estos elementosdel feedback asumen una movilidad sí-quica, una claridad y afluencia en la cualno puede participar el nuevo público detransistores.

El nuevo público exige un enfoquediferente del sondeo sobre los oyentes.Las muestras deberán extraerse de ununiverso mucho mayor y estratificarsesobre la base de variables que anterior-mente no se consideraban importantes.Además, para que la investigación sea

(4) Lowe y Kamin, "La programaciónde la televisión en sociedades plu-ralistas"; AMIC, 1982.

40 I ensayos

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efectiva deberá examinarse el contextosocial de los radio oyentes. Muchas di-visiones de sondeo de oyentes en Asia,que fueron diseñadas para otro tipo deinvestigación —que se describió con an-terioridad— aún están por efectuar estatransición, la cual requerirá una recon-sideración radical por parte de las auto-ridades de radiodifusión.

vi) Necesidad de revisar los principiosde la programación. El crecientepúblico radial en Asia crea también

un dilema en cuanto a la programación.Por una parte, al haber un nuevo y ma-yor público al cual se llega desde el cen-tro, se crean presiones sobre la autori-dad radiodifusora para utilizar este me-dio con fines de "radiodifusión instruc-tiva". Esta "instrucción" puede ocurriren los niveles de la educación formal oinformal o en el nivel de la "informa-ción para el desarrollo" gubernamental.Un buen ejemplo de esto último es elllamado a favor de una mayor radiodifu-sión educativa. De este modo, el centronacional considera cada vez más a losmedios como herramientas educativas ymotivacionales.

Por otra parte, sin embargo, al teneruna cantidad mayor de grupos socialesacceso a la radiodifusión, aumenta la de-manda "desde abajo" por programas deentretenimiento y religiosos. Por ejem-plo, la radiodifusión comercial ha sidodescrita como "el último escalón" en lacultura popular. Obviamente, los nue-vos oyentes demandan música de cintascinematográficas, radio—novelas y pro-gramas religiosos. Por eso, la autoridadradiodifusora se encuentra entre estasdos presiones. A esto se debe la popula-ridad de las emisiones comerciales en laregión, mientras el "servicio interno"tiene un público limitado. El mejorejemplo de este cambio es la All IndiaRadio. Inicialmente, la AIR se negó aser comercial. Pero las necesidades delos nuevos oyentes, que rápidamente seconvertían en una agrupación importan-te, se vieron gratificados por la emisiónhindú del servicio comercial de RadioCeilán, especializada en música de pelí-culas y religiosas.

Esta demanda cobró tanta fuerzaque la AIR tuvo que inaugurar su propioservicio comercial similar a las líneas delservicio comercial de Radio Ceilán e im-poner restricciones fiscales sobre losanunciantes hindúes de Radio Ceilán.

I Los programas comerciales de RadioCeñan, tales como el Binaca Geet Mala

(hit parade hindú) atrajeron públicosmucho mayores que los programas AIR.

"Mientras los mediosy la propaganda

estuvieron dirigidosa los pequeños

grupos adinerados,las élites gobernantes

no expresarongran preocupación"

Este dilema se agudiza aún más de-bido a que las autoridades radiodifuso-ras de la región necesitan desesperada-mente los ingresos comerciales. Con fre-cuencia el "servicio nacional" es subsi-diado con los ingresos del servicio co-mercial. Con el advenimiento de nuevospúblicos, los anunciantes están dispues-tos a pagar más y a una mayor cantidadde programas. La radiodifusión es elmejor medio para llegar a este nuevomercado. Pero a su vez, un mayor nú-mero de programas patrocinados signifi-ca mayor tiempo en el aire para el "co-mún denominador cultural" más bajo.

Análisis de la idoneidad de las es-tructuras e instituciones de comunica-ción actuales. Las cuestiones discutidascon anterioridad nos conducen a un últi-mo problema. En el contexto de estosnuevos públicos ¿son adecuadas las ins-tituciones de radiodifusión asiáticasexistentes ?. Katz y Wadell (5) han es-tudiado extensamente los modelosadoptados por las instituciones radiodi-fusoras del mundo en desarrollo. Bási-camente, los países antiguamente colo-niales han adoptado los valores y las for-mas institucionales de radiodifusión desus amos coloniales. La influencia me-tropolitana ha sido fuerte no solo encuanto al equipamiento, sino tambiénen lo que se refiere al entrenamiento, laprogramación, la organización y la inves-tigación. Así, la BBC y Radio Franciatienen vínculos fuertes y continuos. La

(5) Katz y Wadell, ibid.

excelencia en la radiodifusión ha sidodefinida en términos de conceptos desa-rrollados en centros metropolitanos.

Vemos sin embargo que estos mo-delos se desarrollaron en sociedades conaltas tasas de alfabetismo, urbanizacióny cultura industrial. La mayor parte delas autoridades de radiodifusión de la re-gión funcionan sin un entendimientoconceptual de las diferencias entre lasculturas que ellos emulan y sus propiasculturas indígenas. Esto se ve tipificadopor la atención que las estaciones asiáti-cas prestan a las transmisiones en inglés.Aún en la actualidad, el prestigio y elpoder de estos servicios superan los delos servicios en el idioma nacional. Ade-más, la atención de las autoridades deradiodifusión se dirige hacia la alta tec-nología y las vinculaciones a satélitescuando en la región existen problemasmás urgentes.

De nuestro análisis se desprendeque el público de la radiodifusión au-menta rápidamente en Asia. En la ac-tual coyuntura, dadas las limitaciones fi-nancieras, de movilidad, de suministrode energía, de mantenimiento y de fami-liarización con la tecnología, la radio pa-rece ser el medio más adecuado para lospobres del medio rural en Asia. Estosconstituyen un público grande y nuevoque comienza a ejercer su impacto en elescenario de la radiodifusión. Podría-mos comparar este público a un gigantedormido. Pero la mayoría de nuestrasautoridades radiodifusoras se aferran amodos de pensar adecuados a un públi-co más limitado y elitista, ¿podráncambiar a tiempo, antes del despertardel gigante? .gj.

SARATH AMUNUGAMA, Sri Lanka,Editor—Jefe de la Revista Media Asia,del Asían Mass Communication Re-search and Information Centre(AMIC). Desde 1982, director delNuevo Programa Internacional para eldesarrollo de la comunicación (PIDCJde la UNESCO.Dirección: AMIC, 39 Newton Road,Singapore 1130, Republic of Singapo-re.

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