Piggo eBook Emprender Yo
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ÍNDICE
Lo único que sabía en 1998 es que quería dejar de invertir las mejores
horas de mi vida productiva en la empresa de alguien más.
No es que quisiera tener una empresa o ser emprendedora. Sólo
quería dedicar mi tiempo a hacer dinero para mí, a mi manera y, sobre
todo, en mis horarios.
Sabía que el futuro no estaba en trabajar para otros. Así que sin
ningún antecedente empresarial, guía o experiencia, comencé por
donde empezamos la mayoría en el mundo independiente del trabajo
tradicional: dando un servicio.
Mi servicio era raro y probó tener una buena demanda: caligrafía a
mano para eventos.
Tuve la primera página de servicios de caligrafía en español en
internet en 2000 y eso contribuyó a que durante los 11 años que duró mi
negocio estuviera en el No. 1 búsquedas de google.
Pronto, descubrí que las novias próximas a casarse -mis principales
clientes- deseaban tener todo lo relacionado con la papelería en un solo
lugar, con un solo proveedor.
Entonces, la idea de montar un taller de impresión serigráfica
comenzó a dar vueltas en mi cabeza, pero me sentía insegura:
¿Qué sé yo de serigrafía, materiales, papel? ¿Contratar
empleados? ¡Pánico! ¿Quedar mal con los clientes? ¡El horror!
Aunque veía una gran oportunidad de negocio en los impresos al
tener tantos clientes de caligrafía, el miedo, el desconocimiento y la falta
de una guía, un mentor o alguien que me guiara me detenía.
Pero como dicen en las grandes novelas, el destino me tenía
preparada una sorpresa: La oportunidad de cambiar todo eso. El poder
tener mi negocio llegó cuando mi principal cliente ofreció venderme su
taller.
¡Wow! Con todo el miedo (Y absoluta ignorancia del mundo del diseño
y la serigrafía) me lancé a la aventura.
¡Qué extraordinario viaje!
Durante 7 años fui al mismo tiempo microempresaria y freelance.
Con ingresos independientes de mis horas de trabajo (impresos) e
ingresos muy dependientes de mis horas de trabajo (caligrafía a mano);
lo cual, ahora veo, es realmente poco usual y definitivamente me dio un
cuadro de experiencia amplio sobre lo que significa trabajar en ambas
modalidades.
En este ebook quiero compartir las herramientas financieras,
estratégicas y hasta emocionales que me sirvieron para hacer despegar
ese taller (a pesar de los miedos, inseguridades, dudas) y estoy segura, te
serán de mucha utilidad también.
También incluyo algunas que no usé y que me hubieran ayudado
significativamente como: El plan de negocios.
El principal propósito de este ebook es ser tu guía. Ese mentor, ese
mapa que yo tanto necesité los primeros meses que abrí el taller.
Ser emprendedora ha sido una de las mejores experiencias de mi
vida, a tal punto que, después regresar a ser freelance por 4 años, ya
estoy pavimentando el camino para emprender de nuevo.
La verdad es que 17 años después de 1998, sigo convencida de que el
futuro está en trabajar para nosotros, para resolver los problemas
de las personas, para lograr hacer un mundo mejor a través de nuestros
productos, servicios e ideas.
Introducción
¿Por qué emprender?
Primera parte
Emprender: “Empezar a hacer una cosa determinada, en especial
cuando exige esfuerzo o trabajo o cuando tiene cierta importancia o
envergadura”
Entonces, emprender no es cosa pequeña ni algo que podamos
alcanzar rápidamente y sin esfuerzo.
Sin embargo, miles de personas alrededor del mundo lo intentan
todos los días. La gran pregunta es ¿Por qué?
Las razones para decidir emprender son tan variadas como estilos y
personalidades existen. Aquí comparto algunas de las más seductoras y
poderosas:
1. Resolver una necesidad. Es muy satisfactorio resolver lo que
alguien necesita a través de tu producto o servicio.
2. Libertad. De decisiones, de horarios, de rumbo, de tiempo. ¿Qué
no harías con esta libertad?
3. No hay límite de crecimiento. Al emprender, el límite del
tamaño de tu empresa no tiene tope. Puede llegar hasta donde tú lo
permitas. Eso incluye los ingresos.
4. Valores. Tú decides con quien trabajar, tanto en tu equipo como,
con proveedores y clientes. Eso significa poder elegir convivir y trabajar
con quienes comparten tus valores.
5. Constantes retos, por lo tanto constantes logros. Estoy
convencida de que la materia prima de la felicidad es la emoción que
nos producen los logros. Así que, mientras más retos tengas, más
oportunidades de superarlos y más “material” para ser feliz cuando los
conquistas.
7. Proveer fuentes de empleo y tener la oportunidad de ser el
jefe que siempre quisiste tener. La Secretaría de Economía reporta que
aproximadamente 7 de cada 10 empleos en México los proporcionan las
Pymes (Pequeñas y medianas empresas) ¡WOW!
8. Ambición. Hay quienes no se conforman con vivir una vida
tranquila: Quieren conquistar un cacho del mundo.
9. Creatividad. Crear un producto, servicio y sistemas “de la nada o
casi nada” es ¡increíble!
10. Y como dicen por ahí… Si no te pagan lo que vales ¡emprende!
No importa qué sea lo que te motive en lo personal, lo que es un hecho (creo que
estamos de acuerdo) es que es un viaje que vale la pena “emprender”. ;)
¿List@?
Lo que necesitas mentalmente
Automotivación
La automotivación es: Darse a uno mismo las razones, motivo,
entusiasmo e interés. Es generar desde dentro de ti las ganas de llevar a
cabo algo.
Esta parte es fundamental para emprender porque si tú no estás
motivado para despegar tu empresa y pasar por todas las rutas para
lograrlo ¿Cómo vas a lograrlo?
No hay nadie “arriba” que te dé palmadas, te diga que tú puedes y te
inyecte entusiasmo. Eso será ahora parte de tu trabajo.
La automotivación es alimentada por los “para qués” ( Es decir ¡las
metas!).
¿A dónde quieres llegar?
Tener claro los puntos de “llegada” (aunque sólo tengas los primeros)
en tu carrera emprendedora es lo que te dará la gasolina para continuar
cuando las dificultades o el desánimo se presenten.
Así que traza metas concretas y medibles. Mientras más
específica y pequeña sea una meta, más fácil es alcanzarla y medir el
nivel de éxito.
Alcanzar una meta sin importar su tamaño, es la mejor manera
de inyectar motivación al corazón para seguir adelante. Así que, si
procuras tener constantes logros, avances y aprendizajes ¡será difícil
desmotivarte!
La clave de la motivación (y la acción)
Todos pensamos que para hacer algo, es necesario “tener ganas”
de hacerlo. Entonces, si no tengo ganas de hacer 10 sentadillas, aunque
las necesite para estar en forma, simplemente no las hago. Si sigo ese
patrón, ya estuvo que no haré sentadillas jamás porque ¿quién en su
sano juicio amanece con GANAS de hacer sentadillas?
No esperes a tener ganas. Usa tu propósito, tus razones y tus
metas para sacudirte la inercia/ flojera/desidia o procrastinación.
El ejemplo de las sentadillas es muy claro:
• El propósito: Tener un trasero fuerte
• La meta: Hacer 50 sentadillas sin perder el aliento
• Lo que te da ilusión: Cómo te verás en traje de baño y poder correr
mejor
• Tus razones: Estar en forma, aumentar el músculo en las piernas
Cuando te dé flojera hacerlas piensa en estas 4 cosas. Haz que te
impulsen. Eso es automotivación.
En caso contrario, si todos actuáramos conforme a nuestras ganas,
el mundo se movería mucho más lento y no habría ni la mitad de las
empresas y productos fabulosos que disfrutamos y admiramos. Porque
a nadie nos dan “ganas” de hacer las cosas que no disfrutamos, pero que
tienen que hacerse para lograr lo que se quiere.
El truco de la automotivación es simple:
Hazlo al revés: independientemente de las “ganas” ¡ponte a hacer
lo que sabes que tienes que hacer! Sigue tu plan, tu lista de tareas y tus
proyectos porque cuando acabes, verás que tu estado de ánimo ¡es otro!
Y entonces sí tendrás más ganas (o mejor disposición) de continuar
haciendo las cosas.
El archivo secreto de la motivación
Ten siempre a la mano:
• La lista de cosas que quieres lograr
• La lista de cosas que YA HAS LOGRADO
• Una biografía del emprendedor que más te inspire en ese
momento
• Una foto de tu familia y seres queridos
• Los halagos y buenos comentarios que los clientes te vayan
haciendo (recopílalos en un folder, ya sea digital o físico o ambos)
• La lista de los errores más grandes de tus empresarios favoritos y
como los sortearon
Transformarás tu negocio (¡y tu vida!) en el momento en el que ya
no permitas que tus “ganas” de hacer o no hacer algo dicten la agenda del
día y sean tus metas y los objetivos los que dominen.
Disciplina
Disciplina es hacer las cosas cuando se tienen que hacer aun
cuando no tienes ganas de hacerlas.
La disciplina es una de esas palabras con mala reputación. Pero
la verdad es una de las virtudes más valiosas que puedes tener no sólo
como emprendedor, sino como persona. Porque es lo que te va a llevar a
lograr lo que sea, incluso cuando tienes ganas de renunciar.
La disciplina te lleva a tener uno de los más grandes “superpoderes”
de cualquier empresario: PERSISTENCIA.
Lamentablemente no todos nacimos con una disciplina de hierro.
Quizá por eso no son tan numerosos los negocios con éxito… la buena
noticia es que se puede entrenar, mejorar y fortalecer.
Realiza estos 5 ejercicios para poner (o mantener) en forma el
músculo de la disciplina porque la necesitarás en todo tu camino como
emprendedor:
1. Haz lo que menos te gusta primero. Siempre hay algo que
“odiamos hacer”. Desde lavar los trastes hasta tratar con ‘x’ cliente. Y
solemos dejarlo para después… ¡cambia eso! Comienza a atacar las
cosas que te dan flojera o que no te gustan PRIMERO. Es excelente para
ejercitar la disciplina y de paso para quitar de encima los pendientes
odiosos.
2. Acostúmbrate a definir bien lo que quieres y aprende a ver
hacia atrás. Fíjate en todas las cosas que has logrado y piensa en lo que
hiciste para lograrlas. Verás la clara diferencia entre tus logros y fracasos.
3. Una cosa a la vez. Una de las mejores formas de hacer lo que se
tiene que hacer es dividir la tarea en pequeños pedazos. Por ejemplo,
Tienes 10 trámites que hacer. Son muchos, te abruma, no vas a acabar
nunca. Empieza con uno. Enfoca toda toda tu atención en ese uno.
Cuando lo acabes, te enfocas en el siguiente. No será tan abrumador y
terminarás mucho antes de lo que esperas.
4. No rompas la “cadena”. Por ejemplo: si ya estás haciendo
ejercicio, no dejes de hacerlo. Si un día no tienes ganas, haz menos (¿10
minutos? ¿Quizá sólo 5?), pero no rompas la cadena de días. No dejes de
hacerlo.
5. Una vez a la semana haz algo que te incomoda. Cualquier
cosa que no sea grande o ni siquiera importante, pero que te cause
incomodidad:
1. Hablar con un extraño
2. Hablar en público (puede ser un grupo pequeño incluso de amigos)
3. Hacer una transmisión en vivo para redes sociales (youtube, periscope,
meerkat)
La disciplina es un monstruo que mientras se encuentra lejos es
gigante y asusta darle batalla, pero que en cuanto lo tenemos cerca
y lo atacamos, se convierte en bicho tan dócil y manejable que ¡es
sorprendente que no lo hayamos “adoptado” antes!
Propósito
Propósito: “Intención o voluntad de hacer algo. Objetivo, fin o
aspiración que se desea lograr” (RAE)
El propósito es el “por qué”: ¿por qué emprendes? ¿Cuál es la
finalidad?
Es lo primero que necesitas tener claro antes de dar el primer paso
porque si no hay una razón o un objetivo claro ¿a dónde te vas a dirigir?
¿Cómo sabrás si ya llegaste? O incluso ¿qué caso tiene siquiera empezar?
Es importante que no confundas el “por qué” con los “para qué”.
El para qué es la meta (o metas, porque pueden ser varias). Los porqués
son las razones por las que quieres llegar a esas metas.
Ejemplo:
• “¿Para qué emprender?” quizá para ser tu propio jefe. El “¿por qué
emprender?” es más grande: Porque quieres lograr libertad de decisiones
y tener más tiempo disponible con la familia.
Tener claro el propósito del porqué estás emprendiendo es
importante por una simple razón: es lo que le dará sentido a todos tus
esfuerzos cuando los retos te hagan dudar.
Muchas veces, empezamos un camino con mucho entusiasmo pero
cuando este camino es largo, en cualquier momento podemos perder,
no sólo el entusiasmo sino el sentido. El clásico ¿Por qué fue que me
embarqué en esto?
Cuando pierdes el sentido de las cosas, es cómo llegar al rincón
del laberinto: Estás cansado, confundido y no encuentras razón para
continuar.
El propósito que tengas para emprender será siempre tu guía,
tu brújula y la razón de tu esfuerzo. No lo pierdas. No permitas que nadie
lo haga menos y sobre todo, tenlo siempre presente en tu camino.
Es posible que el propósito cambie con el tiempo. No lo tomes a mal
y ¡cambialo con gusto! Lo importante es:
• Que sea claro
• Que esté alineado con tu ética
• Que esté alineado con tus otras aspiraciones en ese momento
en tu vida
¿Cuál es tu propósito para emprender?
• ¡Escríbelo!
• ¡Defínelo!
• ¡No lo olvides!
Metas
Las metas no son el propósito, pero definitivamente te ayudarán
a esclarecerlo. Así que te propongo anotar todas las metas que tienes
sobre tu negocio:
• A dónde quieres llegar
• A quienes quieres alcanzar
• Qué quieres obtener
• Qué [cosa, situación, necesidad] pretendes cambiar a través
de tu negocio
Una vez que tengas claro TU propósito, puedes entonces definir
el propósito de tu empresa. Este deberá estar basado en tu propósito
personal para emprender con lo que quieres (el impacto o cambio) lograr
en el mercado.
METAS
¿Cómo saber cuánto ingresa y cuánto sale?
Segunda parte
El dinero es una excelente herramienta. Pero si no sabemos cómo
usarla, se convertirá en un problema más.
El dinero es el motor de todo negocio, es el que hace que las cosas se
muevan, caminen, avancen. Por lo tanto, una de tus responsabilidades
más importantes como emprendedor es cuidar que el dinero haga bien
“su trabajo”.
¿Cuál es el trabajo del dinero en una empresa?
1. Mantener la operación
2. Pagar a los empleados
3. Adquirir material
4. Pagar publicidad y esfuerzos de marketing
5. Tener liquidez
6. Generar un ingreso al emprendedor
¿Cómo debes entonces cuidar el dinero?
Debes controlar cuánto entra y cuánto sale. Debes dirigir el flujo de
dinero. Decidir en qué se gasta y en qué no.
Manejar el dinero en una empresa no es tan diferente de
manejar las finanzas personales, así que no te sientas intimidado con
el concepto “finanzas de la empresa”.
Con tu dinero necesitas tener un control de lo que entra y lo que sale
para poder pagar las cuentas y compromisos, así como el ahorro y los
gustos ¿Cierto?
Es igual con las finanzas de tu empresa: Se debe dirigir el dinero
hacia las cuentas por pagar que son necesarias, los compromisos que te
llevarán a tener más ingresos y producción, ahorrar para volver a invertir
y también tener algo disponible para innovación y/o experimentación.
¿Cómo se logra esto?
Con una herramienta simple, pero muy poderosa: el presupuesto.
Pasos para hacer un presupuesto
(Y que funcione)
Paso 1: Registro de gastos (egresos):
Lo primero es monitorear los gastos ¿A dónde
se va el dinero? ¿Qué está pasando? Para ello
debes crear categorías para tus gastos:
• Gastos: de operación
(los necesarios para que el negocio
“camine”)
• Gastos de producción
• Gastos de nómina o personal
• Gastos de inventario
• Gastos de distribución, etc.
Debes incluir también en las categorías:
Imprevistos. Porque siempre hay gastos
que no podemos prever, pero si los tienes en
cuenta desde antes, podrás tener un mejor
control.
Ahorro. Esta categoría será la meta que
pongas para la diferencia entre lo que se gana
y lo que se gasta. Siempre gastar menos de lo
que se gana.
Ya que tienes las categorías, comienza
a anotar lo que se va gastando en cada área.
Lo ideal es que este registro sea mensual y
que hagas análisis con diferentes tiempos:
trimestrales, semestrales y anuales. Esto
permite ver “la radiografía” más amplia.
Este registro de gastos puedes hacerlo
aún si no has abierto las puertas de tu negocio:
sería entonces una proyección de los gastos
que harás mes con mes.
Paso 2. Registra tus ingresos: Igual
que con el registro de gastos, debes tener un
control exacto de dónde viene el dinero.
Aquí también debes crear categorías
dependiendo de tus fuentes de ingreso:
• Producto A
• Producto B
• Renta de equipo C
• Contratación de servicio D
Paso 3. Descubre la diferencia: Una vez
que tienes todos tus gastos registrados del
mes, los ingresos del mismo periodo sólo hay
que sacar la diferencia:
Paso 4. Analiza: Sin importar si gastaste más o menos de lo que
ingresó, debes analizar tus gastos:
• Cuánto gastaste en X
• Por qué esa cantidad
• ¿Podrías gastar menos en ese rubro?
• ¿Se puede gastar menos en esa X sin sacrificar calidad?
• Si no puedes gastar menos en X ¿cómo podrías entonces
hacer que es gasto te produzca más ganancia o profit?
Paso 5. Presupuesta: Ahora sí, con estos datos y tu análisis, viene el
presupuesto que no es otra cosa que detallar en papel (o computadora)
lo que sucederá el mes entrante. Es “esculpir” el futuro.
• Gastos: Conforme a los datos pasados y lo que deseas cambiar
• Ingresos: Proyecciones de ventas basadas en datos anteriores y
mejoras o nuevas estrategias
• Ahorro: La diferencia que habrá entre ambos
• Inversión: La parte del ahorro que será destinada para equipo,
software, licencias, cursos, etc. Que le darán un empujón
a tu empresa.
A través del presupuesto es que tendrás el control del dinero general
de tu empresa.
Costos
Los costos no son exactamente lo mismo que los gastos.
Costo: Es egreso de dinero que tiene como finalidad producir un bien o
producto (materia prima, mano de obra, insumos). Lo que cuesta fabricar o
hacer tu producto.
Gasto: Es egreso de dinero necesario para la distribución, venta
y todos los procesos necesarios para la administración y manejo de ese
producto.
Aunque en el registro general del mes incluiremos ambos (la
categoría “gastos de producción” incluye los egresos para producir), es
importante que antes de comenzar el registro tengas muy claros los
costos y los márgenes de ganancia de tus productos, porque deberás
llevar un “mini presupuesto” de cada uno de tus productos para saber
cuál es el que te deja mejor ganancia, cuál te está costando de más y en
general en qué producto está TU NEGOCIO.
Precio venta al público MENOS Costo. La diferencia entre ambos
es igual a ganancia o profit.
¿Cómo saber dónde poner el dinero una
vez que entra?
La clave para la supervivencia de cualquier negocio es ¡el dinero!
Y qué haces con él puede ser la diferencia entre el éxito o el cierre de
cortina.
Lo primero
Lo primero que como emprendedor debes hacer es:
TENER CUENTAS SEPARADAS. Suena obvio pero te sorprendería la
cantidad de emprendedores que no lo hace.
Aunque en un principio tu negocio y tú parecen “ser uno mismo” es
importante que desde el principio separes las cuentas. Ya sabes, cuentas
claras ¡amistades largas!
Mezclar los gastos de la empresa con los personales tiene algunos
efectos nocivos en las carteras de ambos:
1. Es más difícil llevar un control del dinero
2. No sabes cuánto es realmente es tuyo y cuánto le corresponde
al negocio
3. Corres el riesgo de gastar lo que no debes…
4…. En lo que no te trae beneficios
Separa tus cuentas:
• Una cuenta bancaria (con chequera y tarjeta de débito) para el
negocio
• Una cuenta bancaria diferente (con tarjeta de débito, no es tan
necesaria la chequera) para ti
Lo que gastes de despensa, tintorería y cine jamás debe cargarse a la
cuenta de la empresa. Y la materia prima o la nómina no debe salir de tu
cuenta personal.
Mezclar ambas es la receta perfecta para el desorden financiero, el
caos y un enredo de dinero que después es complicado desenredar.
En un principio, cuando arrancas, todo el dinero será tuyo, así que
desde ese momento te debes asignar “un sueldo”. Un dinero para ti
y tus gastos personales. Todo lo demás que ahorraste en el “colchón de
operación” es para el Business.
Este sueldo, claro lo incluirás en los gastos de la empresa.
IMPORTANTE
Procura que ese ingreso sea lo mínimo en los primeros meses de
operación, no lo que deseas ganar cuando tu compañía esté estable y
creciendo.
Con “Lo mínimo” me refiero a lo necesario para que puedas vivir pues
es momento de INVERTIR, no de gastar.
Aquí aprovecho para mencionar que te conviene tener tus
finanzas en orden y con su propio registro/presupuesto para que sepas
exactamente cuánto necesitas, qué puedes cortar, con qué no puedes
vivir, etc. Tener unas finanzas personales sanas propician la salud de las
finanzas del negocio.
El dinero de la empresa, ¿a dónde debe ir?
El presupuesto y tu registro de gastos y costos son tu mejor
consejero a la hora de distribuir el dinero en cuanto entra. O que sepas
dónde lo pondrás una vez que llegue si todavía no has abierto.
Hay tres tipos de gastos generales:
• Gastos de fabricación: Todos lo que están relacionados
con la creación del producto
• Gastos de administración: Los relacionados con la gestión
y manejo del negocio
• Gastos de ventas: Todos los que están relacionados para lograr
que el producto llegue a los clientes y estos compren
Los tres son necesarios para la vida de tu empresa, pero podemos
dividirlos todavía en dos categorías más:
Los gastos de operación primarios (gastos para que la empresa
pueda funcionar):
• Renta local (administrativo)
• Sueldo de Personal (Administrativo)
• Luz (administrativo)
• Producción o adquisición de producto (Fabricación)
• Distribución (Ventas), etc.
Lo segundo que se cubre son los gastos de operación secundarios
(gastos necesarios para el buen funcionamiento de la empresa pero no
tan indispensables como los primeros):
• Comprar suficiente materia prima para un periodo determinado
(Fabricación)
• Software y licencias (Administración)
• Publicidad y marketing (Ventas), etc.
Cuando se tienen ingresos irregulares se deben ir cubriendo los
gastos conforme a las prioridades de la operación. Pero esas prioridades
sólo las puedes determinar con base en el giro de tu negocio, el
presupuesto y tus metas.
Así, cada peso que entra se distribuye conforme a ese conjunto de
prioridades:
Después del punto de equilibrio
La primera meta financiera del emprendedor es llegar al punto
de equilibrio, es decir el momento en el que los gastos llegan al mismo
nivel que las ventas y ya no hay que poner dinero propio para que las
cosas caminen.
Una vez que llegas a este punto, es indispensable que abras una
nueva categoría de “gasto”: El ahorro.
Como en las finanzas personales, es importante para toda empresa
gastar menos de lo que entra y hacer cada vez más grande esa brecha.
El ahorro también te dará otras ventajas:
1. Podrás tener dinero disponible para oportunidades
2. Te permitirá crecer poco a poco sin necesidad de un crédito
temprano
3. Sobre todo, te dará un FONDO DE EMERGENCIA para cubrir
eventos no esperados
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1
¿Cómo conseguir dinero para crecer?
(1) Yo soy una persona conservadora. Mi “estilo de gestión” es siempre conservador. Eso significa, entre otras cosas, usar el crédito para crecer. No para iniciar. Hay personas que tienen un
estilo de gestión de empresa distinto: más arriesgados y audaces que ven el crédito como una herramienta necesaria en todas las etapas de la empresa. Las ideas vertidas en este capítulo
podrían no ser percibidas de utilidad por este estilo de emprendedores.
Pedir prestado debe ser siempre la última opción, no la primera. En el caso del emprendedor, quizá
no la “última” pero definitivamente NO LA PRIMERA.
¡En serio!
Como emprendedores es muy común empezar a ver en dónde conseguir dinero antes de siquiera
ponerle nombre al negocio. ¿Por qué? Porque el emprendedor no ha empezado un ahorro. No tiene
capital.
No es pecado no tener capital, pero sí es muy arriesgado empezar un negocio cimentado 100% en
dinero prestado.
El crédito es un buen mecanismo para CRECER. No necesariamente para arrancar.
¿Crecer?
¡Sí! Cuando tu empresa ya está operando, tiene flujo de clientes, ya has probado que cosas
funcionan mejor y la demanda de producto sobre pasa tus capacidades, es entonces, el momento para
crecer, para solicitar un crédito.
Antes de solicitar un préstamo o invitar inversionistas, asegúrate de cumplir con esta lista:
1. Tener ventas constantes. Si no predecibles, por lo menos constantes
2. Llevar un buen control del dinero
3. Saber exactamente en qué se usará cada centavo del préstamo y cual será tu retorno o beneficio
4. Hacer un plan realista de pagos para ese
crédito
Las principales fuentes de
financiamiento en México para pequeñas
empresas son:
1. Fondo Nacional Emprendedor
(una fusión entre el fondo Pyme y fondo
Emprendedor) Se crea en 2014 y promete
tener más cobertura, más recursos y ser más
eficiente que los programas anteriores.
Debes aplicar para la convocatoria
adecuada a tu tipo de negocio y necesidad de
financiamiento.
2. Capital Semilla. Financiamiento que
se otorga a empresas en etapa inicial. Existen
varios fondos e instituciones que ofrecen este
tipo de financiamiento, por ejemplo, NaFin
cuenta con Fondo de coinversión de capital
semilla SE-NAFIN
3. Crédito bancario. Dependiendo
para qué necesites el dinero puedes solicitar
al banco una línea de crédito revolvente.
Funciona como tu tarjeta: el banco te da una
línea de crédito que es tu límite (hasta cuánto
puedes gastar con esa tarjeta mejor conocido
como “límite de crédito”) y sólo pagas por la
porción de dinero que utilices en un momento
dado. La cantidad de crédito disponible
disminuye cada que pides prestado, y aumenta
cuando lo pagas.
Útil para tener liquidez en operaciones
diarias o cortas, pero cuidado porque las
tasas suelen ser no fijas y esto significaría
endeudarse más.
4. Sofomes. Las Sociedades Financieras de
Objeto Múltiple están diseñadas para otorgar
créditos parecidos a los bancos especializados
en negocios (Capital de trabajo, factoraje, etc).
5. Sofoles. Las Sociedades Financieras de
Objeto Limitado se especializan en dar créditos
a determinado sector o industria y una de
sus ventajas es que sus plazos suelen ser más
amplios.
Inversionistas
Otra manera de inyectar capital a tu
negocio es a través de inversionistas. Personas
que aportarán capital a tu empresa a cambio
de una ganancia.
Los primeros inversionistas que busca
todo emprendedor son:
Las famosas 3 F: Family, Friends
and Fools (Familia, amigos y tontos).
Gente cercana que tendría un interés en
ayudarnos más allá del rendimiento (¡nos
aprecian!)
Están después los inversionistas
“desconocidos”. Personas que no tienen ningún
afecto o relación con nosotros, pero que
podrían estar interesados en contribuir en la
consolidación de nuestra empresa a cambio de
ganancias.
Están después los inversionistas
“desconocidos”. Personas que no tienen ningún
afecto o relación con nosotros, pero que
podrían estar interesados en contribuir en la
consolidación de nuestra empresa a cambio de
ganancias.
Existen también los Inversionistas
Ángeles, que además de participar con capital,
suelen aportar conocimiento y experiencia a
la empresa en la que están invirtiendo. Existen
varias redes establecidos de Inversionistas
ángeles como Angel Ventures México o Angel
Investment Network
Para poder “seducir” a todos estos
inversionistas (aún a los que te quieren de
manera personal) necesitas:
1. Un plan de negocios sólido (el plan
de negocios no sólo es para arrancar el
proyecto, es un elemento importante que debe
permanecer actualizado conforme tu empresa
vaya creciendo)
2. Propuesta de inversión, es decir, el
cómo, cuándo y cuánto. El inversionista debe
tener claro cuánto aportará, en qué se usará el
dinero y en qué momento obtendrá su retorno.
3. Estados financieros claros y sanos.
Debes poder demostrar que sabes usar el
dinero.
4. Demostrar el valor de la empresa
(actual y futuro). Como estás intentando
seducir, te recomiendo que no te enfoques
en lo que TÚ necesitas. Desde que diseñes la
propuesta hasta el momento de presentarla.
Pon toda tu atención en lo que tu inversionista
gana. ¿Qué puedes ofrecer que sea
irresistible?
No olvides que la mejor manera de
¿Cómo manejar el crédito con ingresos
irregulares?obtener lo que quieres en una negociación es siempre ponerte en los zapatos
del otro.
El crédito (como el dinero) no es otra cosa que una herramienta. Y como
toda herramienta, debemos aprender a usarla adecuadamente para sacarle el
máximo provecho y evitar errores que nos podrían salir caros.
El ciclo del crédito
Conocer el ciclo de crédito te ayudará a manejarlo mejor. Esta gráfica del
ciclo de una tarjeta de crédito es un gran ejemplo:
Aprende el ciclo de cualquier crédito y entenderás sus beneficios y
sobre todo las limitaciones.
¿Por qué no debes empezar tu negocio basado 100% en crédito?
Porque antes de levantar la cortina hay demasiados datos que no
conoces. No sabes cuándo llegarás a tu punto de equilibrio.
Es más, no sabes ni siquiera cuando llegará tu primer cliente. Pero
los plazos de los créditos son determinados e inamovibles. Así que es
mejor primero conocer el ciclo de vida de tu negocio, antes de adquirir
compromisos.
Lo mejor es tener un sólido ahorro que respalde los primeros meses
de operación.
Eso no significa que no debas solicitar apoyo financiero adicional,
sólo significa no financiarte al 100% con dinero que no es tuyo.
Para qué sirve el crédito
La función principal del crédito es el crecimiento. Esto significa que
el dinero prestado nos debe servir como palanca para generar todavía
más ventas y por lo tanto más ingresos.
Ejemplos:
• Compra de materia prima
• Adquisición de inventario
• Financiamiento de transporte para distribución
• Tener liquidez para continuar con operación
Maneja bien el crédito
Para hacer mejor uso del crédito para tu empresa, esta es la lista de
cosas que sería ideal que tuvieras antes de tocar puertas:
1. Tener ventas constantes. Si no predecibles, por lo menos
constantes
2. Llevar un buen control del dinero (presupuesto, prioridades,
inventarios)
3. Saber exactamente en qué se usará cada centavo del
préstamo y cuál será tu retorno o beneficio
4. Hacer un plan realista de pagos para ese crédito
La meta es que el dinero prestado te cueste lo más barato posible.
Para ello, debes buscar pagar una tasa de interés baja, con el plazo
adecuado para lo que quieres lograr y procurar siempre pagar a tiempo.
Cómo saber cuándo usar el crédito
Sigue esta sencilla regla: Cuando la demanda de tu producto
rebase (o esté a punto de rebasar) tus capacidades de cubrirla. Ese
es el momento ideal para pedir un crédito.
¿Por qué? Porque aunque no hay nada escrito, el mercado ya
te comprobó que lo que estás ofreciendo es bien recibido. Están
COMPRANDO. Así que las posibilidades de que te quedes con inventario
parado y una deuda son menores.
¿Cuándo es el peor momento para solicitar un crédito?
Cuando todavía no has subido la cortina. Cuando no has abierto
el carrito de compras. Empezar un negocio cimentado en préstamos es
uno de los principales errores de los emprendedores.
¿Por qué? Porque todavía no cuentas con ningún tipo de
retroalimentación de tu mercado. Porque empezar con crédito es
empezar en números rojos, no negros. Ya estás con un compromiso
fuerte de pagos aún antes de cerrar tu primera venta. Eso es demasiado
riesgo.
Como empresario debes aprender a tomar riesgos
calculados y medidos.
Errores comunes sobre el crédito que te conviene evitar:
1. Pedir prestado basándote en números en papel (no comprobados)
2. No tomar en cuenta el ciclo del crédito
3. Solicitar créditos a plazos que no son apropiados. Por ejemplo,
usar la tarjeta de crédito cuyo plazo es de 30-50 días para
comprar material cuyo ciclo de ventas es de 90 días o más
4. No hacer un plan de pagos realista antes de solicitar el crédito
6. Contar con el dinero “en la mente y promesas”. Si un cliente te
promete una compra grande, sonríe, pero nunca cuentes con su
dinero como si ya lo tuvieras en tu bolsa
Conclusiones y tips
Lo mejor de emprender es que cualquier
persona con el deseo y las herramientas
expuestas en este ebook puede iniciarse. El
éxito, los fracasos el crecimiento y los cambios
los determinará cada emprendedor con las
decisiones que va tomado en el camino.
Cada decisión es como una puntada que
formará el tejido completo de la empresa.
Cada puntada es importante, pero es más
significativo el patrón que esas puntadas van
formando.
Y como todo en la vida, lo principal es
comenzar.
5 Útiles tips para tu camino emprendedor
1. No confundas necedad con
persistencia. Persistir es continuar el camino
trazado para llegar a la meta haciendo los
ajustes que sean necesarios. Necedad es
hacer las cosas de una determinada manera,
a pesar de que la realidad está demostrando la
necesidad de hacer ajustes para tener éxito.
2. La mesa directiva. El tío de mi papá
era un gran empresario. Completamente self-
made tenía fábricas de jabón, de velas y varios
comercios. Un día le explicó:
“La mesa directiva a la que tienes que hacerle
caso siempre está formada por tres partes: tu
cliente, tu equipo de trabajo y tú. Si sólo le haces
caso a una sola parte, lo más seguro es que te
equivoques. Especialmente si sólo te haces caso a ti.
Escucha a los tres siempre para tomar las mejores
decisiones”.
3. No temas estar equivocado. ¿Cuántos
errores espantosos son cometidos en un afán
por “no estar equivocado”? Ojalá hubiera una
estadística. Aunque sin ella, te puedo decir
que el miedo a aceptar que uno se equivoca
es el principal factor por el que nos aferramos
a decisiones que no están llevando el barco a
buen puerto.
Acepta con gracia que te equivocas y fluye
con lo que la realidad, el mercado y la vida te
comunican. No te aferres, no te “anecies” pero
sobre todo, no tapes o justifiques tus errores.
4. Lleva un diario de decisiones, logros
y retos. Escribir (sobre todo si es a puño) libera
los “jugos creativos” y nos hace ver las cosas
de una perspectiva distinta al “descargar” los
pensamientos e ideas al papel. Este diario te
ayudará a rastrear buenas ideas, a plantear
mejor los retos que estás viviendo en un
momento dado y a encontrar soluciones.
Al releer hacia atrás podrás constatar todo
lo que has avanzado y corroborar tus aciertos,
así como recordar y re-aprender de tus errores.
5. Evita los atajos pero implementa
sistemas. No hay camino corto para el éxito.
Trabajo duro es lo que le espera a cualquier
emprendedor. Pero no se trata de trabajar
duro sólo porque sí: Desde el principio ponte
la meta de implementar sistemas para que
el trabajo sea más eficiente. El tuyo, el de tu
equipo y hasta del de tus proveedores. Trabajo
inteligente. Pero por favor, nunca atajos.
DISFRUTA el camino :)
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