Razón y Visiones Del Socialismo

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Razón y visiones del socialismo Augusto N. Lapp M Introducción Entonces, ¿Qué es realmente el socialismo: una etapa de transición; una economía mixta, o un nuevo modo de producción? Luego, ¿Qué significa el socialismo del siglo XXI: una nueva síntesis; una vía diferente, o simplemente es más de lo mismo? Ahora bien, ¿Qué es más importante en la construcción del socialismo: la eficiencia; la ideología, o la conciencia? Y, por fin, ¿Quién es el sujeto histórico en el nuevo socialismo: el proletariado; el pueblo, o una imprecisa multitud? Resumen y conclusiones Resumen En este estudio se intenta hacer un análisis crítico de la literatura relacionada fundamentalmente con la propuesta de un socialismo para este siglo XXI. Partiendo desde esta perspectiva se trata de explorar las respuestas ofrecidas por diversas corrientes del pensamiento a cuatro preguntas generales: 1) ¿Qué es realmente el socialismo?; 2) ¿Qué significa el socialismo del siglo XXI?; 3) ¿Qué es lo más importante en la construcción del socialismo?, y 4) ¿Quién es el sujeto histórico en el nuevo socialismo? En cada uno de estos temas se revisan ideas y propuestas, y al final de cada punto se plantean algunas críticas y se enuncian conclusiones. Introducción

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reflexiones sobre socialismo del siglo XXI

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Razn y visiones del socialismo Augusto N. Lapp MntroduccinEntonces, Qu es realmente el socialismo: una etapa de transicin; unaeconoma mixta, o un nuevo modo de produccin?Luego, Qusignificael socialismodel sigloXX: unanuevasntesis; unavadiferente, o simplemente es ms de lo mismo?Ahora bien, Qu es ms importante en la construccin del socialismo: laeficiencia; la ideologa, o la conciencia?Y, por fin, Quin es el sujeto histrico en el nuevo socialismo: el proletariado; elpueblo, o una imprecisa multitud?Resumen y conclusionesResumenEnesteestudioseintentahacer unanlisiscrticodelaliteraturarelacionadafundamentalmente con la propuesta de un socialismo para este siglo XX.Partiendo desde esta perspectiva se trata de explorar las respuestas ofrecidas pordiversascorrientesdel pensamientoacuatropreguntasgenerales: 1)Quesrealmente el socialismo?; 2) Qu significa el socialismo del siglo XX?; 3) Ques lo ms importante en la construccin del socialismo?, y 4) Quin es el sujetohistrico en el nuevo socialismo? En cada uno de estos temas se revisan ideas ypropuestas, y alfinalde cada punto se plantean algunas crticas y se enuncianconclusiones.ntroduccinUna nueva crisis del capitalismo, el fin de la "larga noche neoliberal" y elrenacimiento de las ideas de redencin socialplantean la necesidad de analizarcon atencin y de manera crtica las propuestas alternativas plasmadas tanto en laliteraturaclsicacomorecientedel socialismo.Enestesentido,el propsitodeeste ensayo es elde realizar ese anlisis enlo posible rigurosoformulando encada punto las preguntas lgicas y necesarias de manera que ellas nos permitan irencontrando las respuestas a nuestras inquietudes y necesidades decomprensin, deloqueseplanteaydeloquerealmenteaconteceenestecomienzodeunnuevosiglo. nquietudesqueseincrementancuandohoyseconvocaarealizar latareadeexplorar ydesarrollar unnuevosocialismoquesupere los errores del pasado y, al mismo tiempo, de respuestas acertadas a lasamenazas y desafos que la eterna voracidad capitalista le presenta a todos losseres humanos y a su entorno. Pero el problema que surge inmediatamente es lavariedaddedefinicionesypropuestasqueasumenel trminosocialismocomobandera. Yheaqu dondeyasurgelaprimerapregunta: Decul socialismoestamos hablando?Actualmenteexistetodaunaliteraturaquetratadeexplicar loquesignificaelconcepto de socialismo, sin embargo, no siempre se da una explicacinsatisfactoria. Asimismo, cabe advertir que si nos remitimos a cualquier diccionarioo enciclopedia en busca del significado del trmino socialismo tambin estaremosen cierta medida insatisfechos, porque generalmente observaremos algunaslimitaciones en las definiciones que se ofrecen. Adems, como bien destaca unade las enciclopedias [1]elsignificado que sele ha dado aeste trminoes muyamplioypuedevariar segnel exponenteal igual quelosproyectosqueseaplicaran. Veamos, por ejemplo, algunas definiciones y variantes del socialismo:Socialismo utpico: Es la primera corriente delpensamiento moderno socialista,que se desarroll en los siglos XV y XX en Europa. El socialismo utpico surgecomo una crtica frente a las terribles condiciones infrahumanas a las que eransometidos los obreros urbanos y los campesinos proletarizados por el capitalismoindustrial de aquellos aos. Realmente estos primeros pensadores no seautodenominaron as, aunque Toms Moro (1478-1535), escritor y poltico ingls,fue quien utiliz por primera vez el trmino "utopa", que literalmente se traducecomo "lugar que no existe" en elsentido de una sociedad ideal. Eltrmino fueintroducido posteriormente por Marx para distinguir tal corriente utpica delsocialismo cientfico, basado ste en el anlisis cientfico de la realidad social.DeacuerdoconCarlosMarx[2] lossistemasdeSaint-Simon(1760-1825), deFourier (1772-1873), de Owen (1771-1858), etc., hacen su aparicin en el perodoinicial y rudimentario de la lucha entre el proletariado y la burguesa. Pero, por laforma rudimentaria de la lucha de clases, as como su propia accin social, lesllevaaconsiderarseporencimadelosantagonismosdeclase. Sueanconlaexperimentacindesusutopassociales; conestablecer falansteriosaislados,crear coloniasinterioresensuspasesofundar unapequea"caria", todosconstruidos sobre la base de "la filantropa de los corazones y de los bolsillos delos burgueses".As, comosealaEmil CallesPaz[3] lapropuestaesencial deestetipodesocialismosecircunscribialaideadeconvencer alosricos, paraquenoexplotasen a los obreros. Tal idea poda considerarse irrealizable y sinsustentacincientfica; noobstante, lasobrasquelegaronylascrticasqueenunciaron constituyen la base de muchas doctrinas posteriores. Particularmente,consideramos importante su aporte en la dimensin moral y tica del socialismo.Socialismo cientfico: Es elnombre con que se busc distinguir almarxismo deKarl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1821-1895) del resto de las corrientessocialistas existentes a mediados del siglo XX, y que por no incluir sus premisastericas son calificados de forma opuesta como socialismo utpico. Estascorrientes, annocompartiendoideologa, s resultabandelarespuestaaunmismocontextoeconmicoysocial: laRevolucinindustrial, el triunfodelaburguesa,la condicin delproletariadoyel surgimiento delmovimientoobrero,fenmenos que aparecen originalmente en la nglaterra de fines del siglo XV yse difunden por Europa durante el siglo XX.Laspremisastericasdel socialismocientficoconcibenstecomoel anlisiscientfico de la sociedad, que a travs del materialismo histrico extrae las leyesde su evolucin, con una perspectiva determinista. Aunque el mismo concepto desocialismo no sea original del marxismo (como movimiento poltico se le encuentraprecedente fundamentalmente en los ciclos revolucionarios franceses desde 1789hastalaRevolucinde1848), s escompletamenteoriginal suaplicacindelmtodo dialctico (originada en la filosofa idealista alemana de Hegel) a la cienciaeconmica clsica (sobre todo inglesa: Adam Smith y David Ricardo). Mediante laconjuncin de estas tres tradiciones europeas se llega al concepto de plusvala yla interpretacin marxista de la lucha de clases, con la conclusin de que por lanecesidad histrica se ha de terminar imponiendo una dictadura del proletariadoque llevara en el futuro a una sociedad sin clases o una sociedad comunista [4]El marxismo ejerci una poderosa influencia en los movimientos y partidospolticos de la clase obreraeuropeade finalesdelsiglo XX al dotarles de unarazonable explicacin a sus condiciones materiales de vida, as como tambin alfacilitarles las pautas para una efectiva organizacin poltica y de clase. De igualmanera,estadoctrina jug un papelfundamentalen laconstruccindelcamposocialista y los diferentes movimientos anticoloniales y de liberacin nacional delsiglo XX.Socialismo libertario: Es un grupo de filosofas polticas antiautoritarias que siendoparte del socialismo apuntan a crear una sociedad sin jerarquas polticas,econmicasosocialesunasociedadenlaquelasinstitucionesviolentasocoercitivassedisuelvan, yensulugartodaslaspersonastenganlibreeigualaccesoalasherramientasdeinformacinyproduccin, oaunasociedadquetales instituciones coercitivas y jerrquicas se redujesen drsticamente en cuantoa su alcance.Si bien muchas variedades de socialismo hacen hincapi en el papel del Estado odel partido poltico en la promocin del Estado y de ingeniera social, lossocialistaslibertariosdepositansusfuerzasenlossindicatos, losconsejosdetrabajadores, los municipios, las asambleas ciudadanas, organizaciones de base,y otros medios de accin no burocratizados y descentralizados (la autogestin, lademocracia directa, la autonoma de los movimientos sociales, ladescentralizacin o distribucin de poder, etc.).La mayorade los socialistas libertarios buscanacabar o reducir el Estado,vindolo como un baluarte del orden de clase capitalista. En ocasiones seequiparasocialismo libertario aanarco-socialismo, sinembargo notodos lossocialistas libertarios son necesariamente anarquistas. Elsocialismo libertario esuna corriente con un trasfondo de respeto y valoracin al sujeto o individuo, y queconsidera a la libertad como el camino y el objetivo del socialismo, busca que laspersonas decidan sobre sus vidas directamente [5]Socialismo democrtico: Es una ideologa de crtica social que se usa por parte devarios movimientos, tendencias y organizaciones para clarificar tericamente quesu posicin y propsito son tanto el socialismo como la democracia. A pesar deque eltrmino se utiliza a menudo como sinnimo de "socialdemocracia" es enrealidad ms amplio, abarcando diferentes corrientes.Enlaprcticapolticasehaencontradodifcil llegar aunacuerdoacercadelsignificadodel trmino. Lasdiferenciasprincipalessedanentrelasversiones"reformistas" o "revisionistas", que ven el socialismo como resultado de reformasdentro delsistema democrtico liberaloparlamentario, yaquellaspercepciones"libertarias" y "utpicas" que ven la construccin del socialismo como el resultadode la accin poltica de la sociedad (la participacin ciudadana; poder popular o"socialismo desde abajo") [6].En la versin "libertaria" los socialistas democrticos eran el amplio agrupamientode la izquierda republicana (jacobinismo radical, socialismo primitivo) que se formdesde la Revolucin de 1792 hasta elprimer ao de la Revolucin de 1848 enFrancia. En general, sus peticiones de democracia estuvieron vinculadas avisiones ms complejas de la sociedad justa, organizada en torno a un ideal depequeas propiedades independientes y autogobierno local". Por otro lado, entrelas posiciones "reformistas" ms conocidas se encuentran las de Eduard Bernstein(1850-1932). Bernstein, utilizando a su favor algunos enunciados de Engels(particularmenteaquellosreferidosa"las leyes objetivasdel desarrollodelasociedad"), postula una especie de evolucin dentro del capitalismo[7]Socialismocristiano: Estesocialismoesunintentodeconstruir el socialismodesdeel cristianismo. Existendiversasversioneseinterpretaciones deestastendencias, dependiendo de la versin de cristianismo profesada y la afiliacin ono a alguna iglesia cristiana. La corriente del socialismo cristiano se manifest yadesdeel sigloXXenlaComunin Anglicana, promoviendolaidentificacindecristianismo-socialismo.Algunos aseguran que el socialismo cristiano proviene desde la poca de Jess,indicandoqueJesspredicabaypracticabalaigualdadentrepersonas. Msadelante, aseguran, laiglesiaqueformaronsus seguidores seburocratizycorrompiel mensajedeJess. Laspersonasquesiguenestainterpretacinpretender revivir los principios de la iglesia primitiva y las enseanzas de Jesscomo una forma de alcanzar elidealsocialista y en algunos casos, como en elescritor ruso Len Tolstoi, el anarquista.Otra interpretacin es la seguida por la Juventud Obrera Cristiana, basada en elejemployenseanzasdeJosephCardijn, originalmentedentrodel catolicismoromano pero extendida a otras iglesias cristianas. Tambin a partir de los trabajosde Cardijn, surge en Amrica Latina la Teologa de la Liberacin en un intento porformular una teora teolgica a la lucha social [8]Socialismo de mercado: El socialismo de mercado es un sistema econmico en elquelosmediosdeproduccinsoncontroladospor lostrabajadoresencadaempresa y la produccin no est planificada centralmente por el Estado. La ideacentrales que elmercado no es mecanismo exclusivo delcapitalismo y que esplenamente compatible con la propiedad por lostrabajadores de los medios deproduccin (principio fundamental del socialismo). Los defensores del socialismodemercadosealanquestecombinalasventajasdel liberalismoconlasdelsocialismo.Dentro de la economa de mercado, se pretende dar al Estado una capacidad deintervencin que permita potenciar la propiedad social de los medios deproduccin a partir de determinadosnivelesde volumende empleo,generandoincentivos parael autoempleoylacreacindecooperativas queinundenelmercado de empresas, que elaboren diferentes productos que permitan aumentarla capacidad de eleccin de los individuos y alcanzar el pleno empleo.As, la nica intervencin estatal en la economa sera la encaminada a corregir lasfallas de mercado (bienes pblicos, bienes preferentes, efectos de lasexternalidades, fallasenlosprocesosdeproduccinyfallasderivadasdelascaractersticas del mercado), especialmente en el mercado de trabajo, importantepor sus consecuencias sociales. El trmino tambin ha sido empleado para aludira los intentos de la economa sovitica para introducir elementos de mercado ensusistemaeconmico. Msconcretamente, serael primer intentodurantelosaos 20 de aplicar la Nueva Economa Poltica (NEP) en la URSS, prontoabandonada. Posteriormente, elementos del socialismo de mercado fueronintroducidosenHungra, enlasexChecoslovaquillayYugoslavia(esteltimodenominado socialismoautogestionario) en losaos70 y 80.China, Vietnam yLaosenlaactualidadtambinsedescribenas mismoscomosistemasdesocialismo de mercado[9]Socialismoposmoderno: El trminoposmodernismooposmodernidaddesignageneralmente un amplio nmero de movimientos artsticos, culturales, literarios yfilosficos queaparecieron durante la segunda mitaddelsiglo XX, definidos endiverso grado y manera por su oposicin o superacin del modernismo. Aunque seaplica a corrientes muy diversas, todas ellas comparten la idea de que el proyectomodernista fracas en su intento de renovacin radical de las formas tradicionalesdel arte y la cultura, el pensamiento y la vida social[10]La posmodernidad se representa a travs de un discurso muy particular, asentadoenunsentimientoestticoymoral queabogaporlamuertedelascategorasfundamentales de la racionalidad moderna: historia, sujeto, futuro, progreso,transformaciones, y otras del mismo tenor. Los pensadores ms destacados de lascorrientes posmodernas son Gilles Deleuze, Jean Baudrillard, Jean FrancoisLoytard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, GillesLipovetsky, Slavoj Zizek, Alain Badiou, entre otros.En relacin con el socialismo, Rigoberto Lanz [11] sugiere que, luego del derrumbede la Modernidad y de la implosin de la Unin Sovitica y sus satlites, ahora seplantea el desafo intelectual de pensar nuevamente el socialismo pero esta vezen "clave posmoderna". De acuerdo con Lanz, la figura de un socialismoposmoderno sera el punto de llegada natural de una elaboracin terico-polticaque se fundamentara precisamente en todo un repertorio de lneas tericas queya se han hecho caractersticas del discurso posmoderno, como aquellas referidasa: "una crtica a la racionalidad tecno-cientfica, una perspectiva anti-histrica, unavisin relativista, un cuestionamiento del "progreso", una ptica comunitaria, unaecologa poltica, la irrupcin del gnero, un nuevo multiculturalismo, eldescentramiento del "Sujeto", una mundializacin solidaria, y una reapropiacin dela vida cotidiana de la gente".Evidentemente las propuestas que asumen el socialismo como bandera sondiversas, as como las definiciones que se ofrecen de este trmino son variadas ypolmicas. Algunas deellas sesustentanencriterios deorden temporal (elsocialismocomounperododetransicin); otrasseidentificanconlas tesisreformistasqueproponenunasntesisentreel capitalismoyel socialismo(elsocialismo como una economa mixta); otras parten desde un enfoque sistmico(el socialismo como un sistema o modo de produccin diferenciado), mientras queotras lohacendesde una visin socio-cultural(elsocialismo como un modo devida).Entonces, Qu es realmente el socialismo: una etapa de transicin; unaeconoma mixta, o un nuevo modo de produccin?El socialismo como revolucin proletaria es la solucin de las contradicciones: elproletariadotomael poder poltico, y,por mediodel, convierteenpropiedadpblica los medios sociales de produccin, que se le escapan de las manos a laburguesa.Coneste acto,redimelosmedios deproduccindelacondicindecapital que hasta all tenan y da a su carcter social plena libertad paraimponerse.Y el socialismo cientfico como expresin terica del movimiento proletario, es elllamado a investigar las condiciones histricas y, con ello, la naturaleza misma deeste acto, infundiendo de este modo a la clase llamada a hacer esta revolucin, ala clase hoy oprimida, la conciencia de las condiciones y de la naturaleza de supropia accin.Friedrich Engels (1821-1895). Del socialismo utpico al socialismo cientfico,ltimos prrafos.Histricamente, las primeras propuestas de socialismo surgieron a comienzos delsiglo XX como una alternativa distinta a la explotacin capitalista. Plasmada en unproyecto para abolir esa injusticia socialsu propuesta esenciales: "para que elpueblo alcance el bienestar debe poseer lo que produce y los instrumentos de esaproduccin". Pero tarde o temprano todos los proyectos socialistas, ms all de lossueosypropsitosdesusprotagonistas, hantenidoqueenfrentarseconlarealidad econmica y social de sus experiencias, determinando en algn momentolas grandes decisiones sobre el curso de la revolucin, o simplemente delimitandolaspolticasdel gobiernofrenteaconcretosproblemasdesudesarrollo. Assucedi, por ejemplo, con el viraje del "comunismo de guerra" a la "nueva polticaeconmica"(NEP)soviticaen1921, el cambiodeunsistemadeplanificacincentralizada al "socialismo de mercado" en China en 1978 y Viet Nam en 1986, oel "socialismoplanificadoconaperturaparcial al mercadointerno"enCubaen1989. En cada uno de estos casos, en razn a las necesidades de su desarrollo,los gobiernos se vieron obligados a combinar medidas propias tanto delcapitalismo como del socialismo.Como era de esperar, todas estas medidas siempre produjeron encendidascrticasdepartedelossectorespolticosmsdiversos, quevandesdeunaizquierda ortodoxa hasta la derecha conservadora, cuestionando en cada caso elcarcter socialista de estos procesos. Esta situacin ha reavivado hoy la discusinentornoalanaturalezadel socialismo, plantendoselainterrogantedesi elsocialismo es una etapa de transicin; una economa mixta, o un nuevo modo deproduccin. Esta discusin est muy lejos de tener un carcter puramenteacadmico, porel contrario, comoyadestacel profesoryfilsofovenezolanoNez Tenorio[12]de ella dependen importantes consecuencias tericas:existencia de una formacin social socialista o una forma de transicin delcapitalismoal comunismo, existenciadeleyeseconmicasobjetivasosimplesdescripciones y normas modeladas intencionalmente (subjetivas), existenciamismadeunaeconomapolticaodeunapolticaeconmica. Yenel ordenprctico: tambin de ella depende como se evale la lucha de clases y sus formas,as como el diseo de las polticas pblicas y las lneas partidistas.1.En primer lugar,debedestacarsequetanto losesquemas detransformacinsocialista que concibieron los clsicos marxistas como las lecciones derivadas delos intentos de tal transformacin indican la necesidad de un perodo de transicinentreuna sociedad y otra.Demanera explcita,Marx plantea en la"Crtica delPrograma de Gotha"[13] que el socialismo sera un perodo de transicin ytransformacin entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista, cuyo Estadono sera otro que la dictadura revolucionaria del proletariado. Por su parte, Leninexplicabaqueesteperodoseraunafasetransitoriaenel quesepersiguelareconstruccin econmica del pas para lograr el mximo desarrollo posible de lasfuerzas productivas y de la conciencia socialista, pero que al mismo tiempo es unperodoquenopuededejardereunirlosrasgosolaspropiedadesdeambasformaciones de la economa social, razn por la cual las clases sociales y la luchaentre ellas no desaparecen en el curso de esa dictadura del proletariado, lo nicoque hacen es adoptar otras formas[14]En un principio, en este tema de la transicin parece no existir grandes diferenciastericas, sin embargo, posteriormente surgieron diferencias notables en cuanto alas apreciaciones sobre las condiciones de la transicin, dependiendo si se tratade un pas central y de economa avanzada, o si se trata de un passubdesarrollado y perifrico. Estas apreciaciones han originando, a su vez, seriosdebates en relacin con la velocidad y profundidad de las transformaciones que serequieren, o las proporciones en las medidas capitalistas o socialistas aimplementar, acerca de las clases sociales y sus relaciones, o sobre el tamao y elpapel del Estado, el mercado y la democracia.Por ejemplo, an perdura la vieja discusin de los clsicos del marxismo sobre sien este perodo de transicin el Estado asumir las caractersticas de unadictadura de una clase en particular, denominada "dictadura del proletariado", contoda la economa centralizada por una planificacin totalizadora y dirigida por elestadoyunpartidonico, tal comosucedienel fallido"socialismoreal"quepredomin en el siglo XX; o si esta etapa se caracterizar ms bien por un Estadodemocrtico yparticipativodetodoel pueblo,dondelaarmonizacinentreunaplanificacinflexible(centralizadaydescentralizada), unmercadoreguladoylaautogestin popular permitan, como propone Wim Dierckxsens[15]la conciliacinentreel intersparticularylocal, por unlado, conel biencomn, por el otro,coadyuvando todos ellos en el desarrollo sostenido de las fuerzas de produccin yel bienestar general de la poblacin, segn se propone en el llamado socialismodel siglo XX.Otroaspectocentral del debateesel referidoalasformasdepropiedadquepredominarn en esta etapa: Mientras que algunas posturas radicales se inclinanpor una rpida transicin hacia un estatismo y colectivizacin plena de laeconoma y los factores de produccin, como la que marcaron las experiencias delos primeros aos del socialismo, otros en cambio son partidarios de un modelo desocialismo ms democrtico, concebido como un fase preparatoria, dondetemporalmente se da la existencia de diversas formas de propiedad y de gestineconmica(pblica,privada,comunitaria,mixta,asociativa,etc.),de talmaneraque el desarrollo de las fuerzas productivas reciba el impulso de mltiples factorespromovindose con ello el incremento de los coeficientes relativos de laproduccin y el consumo, y no que una socializacin precipitada se constituya msbienenunfreno, unatraso, opeor anenladestruccindelaeconoma,producindose entonces lo que Marx llam la "socializacin de la indigencia"[16].Tambin el perodo de transicin sera el tiempo necesario para lograr el cambiode la racionalidad econmica capitalista por una racionalidad alternativa: Deacuerdo con algunos autores[17]sera una racionalidad econmica que se regirade modo progresivo por las necesidades concretas de los seres vivos encomunidad, y no por la necesidad privada de realizar perpetuamente ms valor oplusvala. Por tanto, sera un rgimen que pueda juzgar o valorar su gestin y ellogro de metas no en funcin de la preeminencia del capital, sinofundamentalmente en funcin del trabajo y el bienestar social, donde importantesinstrumentos de evaluacin administrativa, como la eficiencia y la eficacia,parcialmente basados en criterios puramente instrumentales y formales, tambinpasenaregirseporcriteriosajustadosa loscontenidos,talescomolos tiposycalidad de los fines.Deigualmanera,enesteperododetransicin el nuevobloquehistricoenelpoderprocuraralaindispensabletransformacindel Estado, entantoquestesea necesario, de ser un instrumento de dominacin de la burguesa en otro tipode mecanismo verdaderamente eficiente y democrtico, mediante el cual se puedaaunar losesfuerzosdelospoderesinstitucionalesconlaparticipacindelospoderes populares constituyentes, a los fines de impulsar conjuntamente eldesarrollosocialistadel pas. ComosealaDaniel Bensaid[18]nosetratadedecretar abstractamente la extincin delEstado, sino de ponerlo concretamentebajo el control autogestionado en vistas a generalizarse, iniciando unatransformacin social y cultural a travs de la cual la colectividad asociada puedare-apropiarse concretamente del ejercicio de las funciones administrativas ypolticas.Sera entonces el tiempo necesario para que el pueblo logre formar la concienciasocialista que le permita comprender que slo la comunin de intereses y accionesde todos los hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras del mundo, puedenrealmentesalvarlosdelabarbariedelaexplotacincapitalista. Serael tiempoparaorganizarseeincrementar lacapacidadparaauto-gobernarseenformademocrtica, participativa y protagnica en las comunidades. Y aunque parezcacontradictorio, tambin sera el tiempo para que el pueblo y sus organizaciones,ahora protagonistas de su propia liberacin, logren el aprendizaje de los mtodose instrumentos de administracin y gestin modernos, esas "armas (no tan)melladas"quelehanpermitidoal capitalismodesarrollarseysobrevivirdurantetressiglos, detal maneraque, comoloindicanlosclsicosdel socialismo, elpueblo vaya dominando con precaucin y en forma gradual esos mtodos y esasarmasdelaburguesa,parautilizarlosconxitocontrael mismocapitalismoysientan, a su vez, los cimientos de una economa socialista.En este mismo sentido, Claudio Katz[19]sugiere que la funcin de esta etapa seracrear las premisas econmicas (productividad, eficiencia, integracin sectorial) ysociales(disponibilidad debienesdeconsumo, aliviolaboral, mejoraeducativa)indispensables para el inicio de un rumbo socialista. Segn este mismo autor, unatransicinexitosadeberasortear mltiplesrestricciones: crecer sinafectar elconsumo, invertir enlaindustriasindescapitalizar el agro, introducir patronesmundiales de productividad sin abrir las fronteras a la invasin de mercancas ycapitales, fortalecer a la clase trabajadora sin agredir a otros sectores populares.As, para Katz, combinar la acumulacin socialista con el crecimiento balanceado,a travs de una poltica sustentable de industrializacin y bienestar, debera ser elpropsito de esta etapa.De esta manera un conjunto de autores apuntan a la necesidad que tendra todasociedaddetransitar determinadasetapasofasespreparatoriasparaqueellapuedaevolucionar haciaestadiossuperioresdelibertadybienestar humanos.Ciertamente, las experiencias histricas de todas las revoluciones sociales as lodemuestran. As, al fijar etapas y fases en un rumbo claramente orientado hacia elsocialismo se trata de establecer metodolgicamente las caractersticasparticulares de cada coyuntura en el desarrollo de este proceso. Como dira NezTenorio, estaperiodizacinpretendeunapresentacinresumiday coherente,lgica e histrica de perodos histricos concretos[20]Cada nueva etapa indicabaTrosky- nosimponeel anlisisconcretodelastendenciasydelasrelacionesreales, en su conexin y en su constante interdependencia[21]En el caso contrario, de no contemplarse etapas en la marcha al socialismo, secorre el peligro de adoptar una visin oportunista o pragmtica como aquellas queennombredeunsupuestorealismopolticonocontemplaobjetivosni metasconcretas en el rumbo sealado. O bien el de evadir determinadas postas o hitosenel caminohaciael socialismoennombredeunamalentendida"revolucinpermanente", presentadamuchasvecescomounconceptovagoypuramenteideolgico, carentedecontenidopolticorealista. Evidentemente, todas estasexperiencias histricas de indefinicin o desestimacin de ciertas coyunturas, ascomolasexperiencias dehaber abortadoodemoradoetapas produjeronenalgunos casos costosos resultados al acometer a destiempo cambios,rectificaciones o desviaciones en la marcha hacia el socialismo[22]2. Pero las caractersticas del perodo de transicin arriba mencionadas tambinhan ocasionado la polmica sobre si el socialismo sera o no una economa mixta,o sea, "un hbrido" de varias formaciones de la economa social, bsicamente delaseconomascapitalistaysocialista. Losprimerosproponentesconocidosdeestatesisfueronlas corrientes revisionistas socialdemcratas ylosllamados"socialistasdectedra", quepropugnabanun"socialismoevolucionista" enlaEuropa de finales delsiglo XX" (Por ejemplo: Bernstein, 1890; Brentano, 1890,entre otros)[23].Posteriormente, amediadosdel sigloXX, enloquesepudieraconsiderarunacontinuacin de las propuestas anteriores, surgieron las tesis socialdemcratas de"una tercera va", que ha sido a menudo descrita como una sntesis delcapitalismo y el socialismo por alguno de sus proponentes. Actualmente lospartidarios de este modelo se inspiran en las teoras de Anthony Giddens (1998) yconsideran que sta es una reforma que necesita la socialdemocracia para poderseguir defendiendo los elementos bsicos del Estado de bienestar en la era de laglobalizacin, adoptando un modelo econmico de corte "socioliberal", por lo quetambin se hace llamar "socialismo democrtico o liberal".Hoyda, sinembargo, seafirmaquelasposiciones"terceristas" enEuropayAmrica Latinaestnmsinfluidas porvisionesneoliberales, aloms,conunligero disfraz de socialismo o inters reformador producindose as un movimientohaciapolticasdedesregulacin, descentralizacinyreduccindeimpuestos,buscando disminuir lo que se vea como sobredependencia del estado. En Europaesa posicin est representada por algunos gobernantes como el que fuera primerministro britnico Tony Blair (quien se refiri a su proyecto como "The Third Way"),el antiguocancilleralemnGerhardSchrder,oel exprimerministroholandsWim Kok. Como sus representantes en Latinoamrica se sealan a losexpresidentes Ricardo Lagos, Fernando Henrique Cardoso y otros, tales como laactual presidenta chilena Michelle Bachelet20.La otra nocin ms reciente est relacionada con las experiencias de "socialismode mercado" desarrolladas por China y Viet Nam. En el primero de los casos, estaideadetransformar el sistemadeplanificacincentralizadaenunaeconomasocialistademercado fuepropiciadaporDengXiaopingenelmarcodel tercerPlenodel X ComitCentral del PartidoComunistadeChina(1978). Laideabsica de esta transformacin se apoya en dos elementos fundamentales: 1) lanecesidadderealizar unamodernizacinencadena, lasas llamada"cuatromodernizaciones", en los campos de la agricultura, industria, defensa y ciencia ytecnologa, as como la poltica de puertas abiertas al exterior, y 2) que las fuerzasdel mercado y la insercin en la globalizacin, junto a la privatizacin y la inversinextranjeradirectadirigidaspor el PartidoComunistapuedentransformarseencomponentes para la construccin del socialismo[24]En China estas polticas de reformas han resultado en importantes modificacionestantoenlasformasdeproduccincomoenlasrelacionesdepropiedad. Porejemplo, deacuerdoaGonzlezArencibia, el sector deEmpresas Estatalesdisminuy su aporte al producto industrial bruto de un 78% en 1972 a un 48% en1992, mientras que el sector industrial no estatal est compuesto,aproximadamente, en un tercio por empresas privadas, que es el segmento quecrece ms rpidamente y el resto dos tercios- por cooperativas, entre las cualesla gran mayora son las denominadas Empresas de Pueblos y Aldeas, que son, enesencia, cooperativas de propiedad de los municipios.Elresultado de este proceso de modernizacin y transformacin ha sido que laestructuraeconmicachinahaevolucionadorpidamente, consolidndoseunaeconoma de mercado con una fuerte insercin en diversas reas de laglobalizacin. Sin embargo esta insercin no ha sido fcil. China ha reclamado porlargo tiempo que es tratada injustamente en las disputas de comercio con Europa,EstadosUnidosy otras grandes economasalarmadaspor elvelozsurgimientocomo gigante manufacturero. As, por ejemplo, el ingreso de China a laOrganizacin Mundial del Comercio (OMC) se produjo recin el 11 de noviembrede 2001, tras 15 aos de negociaciones![25]Deigual modohasucedidoconlasolicituddeChinapararecibir el codiciadoEstatus de Economa de Mercado (MES) por parte de la Unin Europea. Pekn haestado buscando el MESde la UEdesde el 2004 para reducir riesgos dearancelespunitivosparasusexportacionesycomounreconocimientoasusreformas econmicas. No obstante, en ese mismo ao la UE rechaz la peticinpara que este pas fuera considerado como "una economa de mercado" en vez de"economa en transicin".Paraque la UE cambie de status,antes Chinadeba cumplirconuna seriederequisitos de poltica de mercado que son de un claro corte neoliberal[26]y queChina est aparentemente dispuesta a cumplir. Sin embargo, a pesar de que en elinforme de la Comisin Europea del ao 2008 ya se describa la economa chinacomo "un sistema crecientemente moderno y basado en el mercado, que ademstieneahoracasi todalalegislacinqueesnecesariaparael otorgamientodelEstatus de Economa de Mercado" (Segn reporta William Schombreg, Reuters,17 de septiembre de 2008), para el mes de febrero del 2009 (fecha en la que seescribeesteensayo) Chinatodavaaguardabapor el otorgamientodedichoEstatus.Pareceevidenteentoncesquesi Chinanosehaabrazadoal capitalismo, almenos aldeclararse como una economa socialista de mercado insertada en laglobalizacin (tal como ya hemos visto ha solicitado le sea reconocida por parte detodoslosorganismosinternacionalesquerigenlamateria) podradecirsequeprcticamenteseestasumiendocomounaeconomamixta. Pero, comentaGonzles Arencibia, en el caso de China, pas que para muchos analistas se hainsertado con xito en la globalizacin, las perspectivas de su evaluacin varansegn los observadores, en el que existe tambin el punto de vista del fracaso delsocialismo de mercado. Con un enfoque optimista existe la idea de que China porla va del socialismo de mercado ha logrado grandes xitos econmicos y socialesy que habr que contar con ella como el socialismo del siglo XX, fundamentandoque estos avances no son resultado de la aplicacin del globalismo neoliberal.Estecriterio-el del "xito" aseguradopor algunos autores, sigueexplicandoGonzlez-, sin embargo,reconoceenChinamltiplesefectosnegativos que separecenalosqueocasionaypromuevelapolticaneoliberal alejndosedelaprcticasocialistaentreellos: laexistenciadedesequilibriosterritorialesentreregiones, estancamiento en la reduccin de la pobreza, distribucin desigualdelingreso, ineficiente gestin de las empresas estatales, deterioro del medioambiente, liberalizacin del mercado de bienes de consumo, desmantelamiento delas comunas y creacin de unidades pequeas, amplios mrgenes de reduccindelaparticipacinestatal enlaproduccinindustrial, as comounaceleradoproceso de privatizacin sobre todo en empresas pequeas[27]Por otro lado, para quienes hacen una crtica del llamado socialismo de mercado yen general de cualquier forma de economa mixta, su fracaso se explicara en laincompatibilidad entre las lgicas de los dos sistemas, el capitalista y el socialista.Por ejemplo, stvn Mszrov[28]argumenta que:Las incompatibilidades parciales -para no referirnos a las generales- entre los dossistemas, surgen de la incompatibilidad radicalde sus modos de dimensionar elvalor. Para las paradjicas e inalcanzables determinaciones internas del sistemacapitalista, tenemosquesusproductosmercantilizadosnosonvaloresdeusopara sus propietarios y valores de uso para sus no propietarios. En consecuencia,todos deben cambiar de manos y entonces, las mercancas deben ser realizadascomo valores antes de que puedan realizarse como valores de uso.El modo temerario del capital en su trato de la economa no como un disposicinracional sino como la ms irresponsable legitimacin del derroche sin lmites es loque pervierte totalmente este proceso histrico, al sustituir la rica diversidad de lasnecesidadeshumanasporlealienacindel capital quesemueveporlanicanecesidaddeampliar sureproduccinatodocosto, amenazandoinclusoconponer fin a la propia historia humana.La razn del por qu las determinaciones y relaciones de valor del ordenalternativo no podrn ser transferidas al marco metablico social del capital con elpropsito de mejorarlo radica en que an las relaciones parciales ms pequeasdel sistemaalternativoestnprofundamenteembebidasen lasdeterminacionesgenerales de valor de un marco omnicomprensivo de las necesidades humanascuyo axioma elementalinviolable, de acuerdo a su ms ntima naturaleza es laexclusin radical del despilfarro y de la destruccin.TampocoparaClaudioKatz[29]el socialismopuedeser "unaeconomamixta"porque:Existe un antagonismo entre el capital y el trabajo que obstruye estructuralmentelas mejoras que habitualmente surgen de un choque social, pues elcapitalismoconduce a subordinar las metas de la justicia social a las exigencias del beneficio.Bajo elcapitalismo la intervencin estatalno persigue objetivos socialistas, sinoque apuntala la acumulacin privada. Lejos de promover un horizonte socialista deautogobierno de los trabajadores este tipo de economa mixta refuerza el poder delas clases dominantes.El capitalismo siempre amenaza los logros inmediatos y atropellar maana lo queconcede hoy. El sistema de dominacin vigente tiende a reproducir lasinequidades y a potenciar la explotacin, expandiendo el desempleo y laexclusin.Construir el capitalismo para favorecer la emergencia del socialismo es unproyecto insensato. Nadie puede demostrar que apuntalando la explotacin y lacompetencia se desarrollarn la igualdad y la solidaridad.3. Por otra parte, ciertos autores y tendencias presentan elsocialismo como unmodo de produccin especfico con caractersticas y leyes particulares, o sea, consus propios ttulos histricos, equivalente al capitalista analizado por Marx. En unprincipio, este cambio de concepcin comenz a manifestarse en varios escritosoficiales de la ex URSS entre los aos de 1937 y 1950, cuando se consider quela misma ya haba culminado la construccin delsocialismo y se encontraba envas de la realizacin del comunismo. Estas tesis asumiran formas ms concretasconelXXyel XXCongresodel PCUS, enlapocadeKruschev,cuandoseoficializlateorade"lastresfasesdelasociedadcomunista": transicindelcapitalismo al socialismo, el socialismo, y el comunismo integral.Pero, tal como observara en su oportunidad Nez Tenorio, la argumentacin delateorade"lastres fases"esconfusael menosentresaspectos: 1)Porunaparte, en la tercera edicin del Manual de Economa Poltica, de la Academia deCiencias de la URSS, ao 1966, dice que el perodo de transicin comienza con lainstauracindel poderproletarioyterminacuandosedacimaalatareadelarevolucinsocialista, queeslaconstruccindel socialismo, primerafasedelasociedad comunista (Pg. 334), 2) Luego, se establece que una vez culminada lafase previa de transicin, el socialismo y el comunismo constituiran dos etapas demaduracin de la nueva formacin econmico-social comunista, poseyendo estasdos fases las mismas bases econmicas, fundamentalmente un mismo rgimende propiedad social y el desarrollo planificado de la economa nacional (Pg. 653);3)Sinembargo, tambinen otraparte del mismotexto se defineel socialismocomo un modo de produccin especfico con nuevas leyes y categoraseconmicas propias (Pg. 446), con lo cual desaparece la definicin de ladictadura del proletariado en tanto etapa de transicin del capitalismo alcomunismo, y en su lugar aparece el socialismo con sus propios ttulos histricos yno como mera transicin[30]As, en el Manual ya citado se puede leer que:El perodo de transicin del capitalismo al socialismo termina con la liquidacin delrgimenmultiformede economayconlaconsolidacin del modosocialistadeproduccin tanto en la ciudad como en el campo, es decir, con la edificacin entoda la economa nacional de un sistema socialista de relaciones de produccin yla creacin de la base tcnico-material altamente desarrollada del socialismo, baseque descansa sobre el dominio de la gran industria maquinizada contempornea(Pg. 409).Actualmente, este cambio de concepcin est representado por algunos escritosrecientesentornoal llamadosocialismodel sigloXX, enloscualessehacealusin a slo dos etapas de la evolucin histrico-social poscapitalista: el perodode transicin del capitalismo al socialismo y el socialismo propiamente dicho, conlo cualdesaparece la etapa delcomunismo. Y an otros ms, no sabemos porcuales motivos, sipor alguna razn cientfica o bien por simples prejuicios, slohablandeunvagopostcapitalismoennotoriasustitucintantodel socialismocomo del comunismo. No obstante, adverta Nez Tenorio[31]esta concepcin delsocialismo como un modo de produccin especfico significa una ruptura tericacon el anlisis del conjunto propio del marxismo-leninismo. Esa ruptura fue la quemotiv a este autor a desarrollar en su tesis toda una crtica terico-metodolgicade esta concepcin. A continuacin veamos brevemente algunas de susconclusiones:Primero, el socialismonoessinounaetapadondesecombinanelementosdemuchos modos y formas de produccin y no es una estructura estable derelaciones de produccin (como lo es el capitalismo y el comunismo). Existe unaformacin social socialista en forma de produccin compleja que combina modosy formas de produccin variados- pero no hay lugar para la existencia de un mododeproduccinsocialista. Sedaunsaltoenel vaco, afirmaNez Tenorio,pasndose del primer al segundo nivel de anlisis desarrollado por Marx:presentando una formacin social histrico-concreta como un modo de produccinhistrico-abstracto.Segundo, estosignificaquelasleyeseconmicasobjetivasdeestaformacinsocial es una articulacin combinada al menos del modo de produccin capitalistay del modo de produccincomunista por construirse. A nivel dela existencia amedias del MPC en el socialismo no habra mayor discusin: est el ejemplo de lavigencia limitada de la ley del valor por la existencia de la moneda y el mercado.Demaneraquelarealidadhistrica"socialista"noesel saltoabstracto(enelvaco) presentado como histrico. Las "supervivencias" capitalistas repercuten ypresionan no slo a nivel de las relaciones de produccin sino en plan poltico eideolgico.Tercero, no basta en consecuencia trastocar las relaciones de produccinburguesas en socialistas, a travs de la colectivizacin o la propiedad estatal. Ellasno constituyen una apropiacin socialrealniconstituyen una transformacin delconjunto de las relaciones de produccin. Se requiere como dicen los chinos- quela poltica proletaria est en el puesto de mando para que las relacionesmercantiles y monetarias no domine el beneficio y en los planes impuestos desdearriba y el exterior no gobierne la produccin. Pero, para que la poltica proletariaest en el puesto de mando, se requiere que la ideologa revolucionaria proletariasea apropiada por las masas, de abajo a arriba, en el conjunto del pas,combatiendo la ideologa burguesa en su prctica real, especialmente en la luchapor la produccin.4. Y todava existe otra concepcin, una que tambin define el socialismo como unmododevida. Esteconceptode"mododevida"(thewayof life), queyaeraampliamente utilizado por la cultura estadounidense, hizo su aparicin por primeravez en la ex Unin Sovitica a partir del XXV Congreso del PCUS del ao 1976, ydifundido posteriormente en unaserie de artculos delarevista Kommunist. Enunodesuseditorialestitulado"La Declaracindel SocialismoDesarrollado"(K.1976, 7) esta revista proclamaba que los tres resultados esenciales del desarrollosocio-poltico en la URSS desde Octubre de 1917 eran: "la nueva sociedad", "elmodo de vida socialista sovitico", y "el hombre nuevo". Por cierto, no deja de sercuriosa esta declaracin de socialismo cuando apenas algunos aos antes el XXCongreso ya haba proclamado la realizacin del comunismo en la URSS.Como quiera que sea, en sus orgenes, la nocin del"modo de vida" no es unconceptofilosfico, sinoquepertenecealascategorasmsgeneralesdelasociologa. SegnrefierenMarioSanojaeraidaVargas[32]citandoaautorescomo Glezerman (1989) y Filipec (1985), "la categora modo de vida podra serdefinida como el sistema de rasgos esenciales que caracteriza la actividad de lospueblos, clasessocialeseindividuosenunaformacineconmicosocial". Unmodo de vida explican estos autores- est determinado, en primer lugar, por larelacin material (factores objetivos) que existe entre la sociedad y la naturaleza,por el nivel dedesarrollodelas fuerzas productivas, por el carcter delasrelaciones sociales de produccin, por el rgimen econmico imperante queconstituyelabasedetodoel sistemadedichasrelaciones: as comolagenteproduce y reproduce su existencia, as es su modo de vivir.Adicionalmente, el modo de vida tambin se expresara en las diferentesdimensiones de la cultura de un pueblo (factores subjetivos), en su vida cotidiana,en su vida poltica, en su conducta, en sus valores ticos. Este concepto, dicen losautores referidos, nos permite definir y resumir el sistema de rasgos sobre los quese fundamenta unmodode vida: el niveldeinstruccin y desarrollo cultural, eltrabajo, el bienestar material y el acceso al consumo de los bienes esenciales paraalcanzar unavidadigna, el nivel desaludentendidastacomoel gradodebienestar general colectivo, el nivel de participacin solidaria, social y poltica parala construccin de la sociedad socialista.Enel casodelaformacinsocial capitalistacontinanexplicandolosautoresreferidos- que est signada por la desigualdad social, las diferentes clasessocialesexpresangneros, estilosdevidaosubmodosdevidadiferentes, sinembargo y por encima de esas diferencias, aqu predominan valores no solidarioso egostas, con preeminencia del individualismo y la competencia como principiosdeldesarrollo socialy econmico. Por elcontrario, de acuerdo con A. Bodnar yotrosautores(1975),loscriteriosparadeterminarlosrasgosfundamentalesdeuna sociedad socialista desarrollada seran: 1) bienestar material y madurezcultural; 2) una autoconciencia popular altamente desarrollada capaz deautocrtica; 3) direccin de la sociedad sobre la base de los principios de la justiciasocial y la eliminacin gradual de las diferencias y barreras sociales; 4) respeto aladignidadylacalidaddevidahumanas; 5) autorregulacinsocial yunaaltaefectividad de los rganos delpoder y la correspondencia de su actividad a lasnecesidades sociales; 6) organizacin racional de la sociedad sin menoscabo parala calidad de la vida, y 7) defensa de todos los valores progresistas,revolucionarios y culturales.5. Resumen y conclusiones: Hemos revisado en esta seccin lo que la literaturapolticanospresentacomodefinicionesyvariantesdel socialismo. Asimismo,hemos intentado explorar brevemente los anlisis y crticas que se hacen de susdiferentes vas y propuestas. En este recorrido por la literatura notamos que noexiste en la literatura socialista un punto de vista uniforme, destacndose ms bienla diversidad y complejidad tanto en los enfoques y criterios existentes como en laaplicacin prctica de los mismos, un hecho que reflejara la naturaleza siempreinacabada o evolutiva del pensamiento socialista. Desde luego que esta situacinno nos debe extraar, pues esto es lo que cabra esperar al tratarse de procesossociales que estn determinados por un tiempo histrico cambiante, as como porcircunstancias y realidades nacionales distintas[33]ncluso ya en el mismo terreno de las definiciones observamos algunasdisparidades. Mientras algunas fuentes definen el socialismo como un sistema deorganizacin social y econmico basado en la propiedad y administracin colectivao estatalde los medios de produccin, otras ven socialismo como un estado dedesarrollodeseadodeunasociedadigualitaria, dondelacomunidadasumedemanera directa elcontrolpoltico y econmico en funcin de lograr elbienestarcolectivo. Pero tambin hay concepciones que sealan que el socialismo no debeverse como un sistema o modelo definitivo y estructurado, sino ms bien como unprocesosocial, quede una manera gradual y diferenciada, pero continua eininterrumpidamente, busca elestablecimiento de esa sociedad idealde justicia,igualdad y libertad.Asimismo, se observan algunos dilemas en cuanto a determinar tericamente eltiempoqueserequiereparapasar deunasociedadaotra: Mientrasalgunascorrientes, muy minoritarias por cierto, proponen una transicin rpida delcapitalismo al socialismo y a una economa totalmente centralizada, otrascorrientes plantean la necesidad de un perodo de transicin ms o menosprolongado, caracterizado por la existencia de formas de produccin complejas,dondesecombinanmodos y formasdeproduccinvariadas talescomolasprecapitalistas, capitalistas, y socialistas. El propsito de este perodo detransicinserael dereconstruir yreordenar lasociedadysueconomaparapoder avanzar hacia estadios superiores de produccin y de vida donde dominenplenamente las relaciones social-socialistas. Aeste estadio superior algunosautores lo denominan socialismo desarrollado, otros lo llaman comunismo, y aunotros postcapitalismo.De acuerdo a Gonzles Arencibia, en la prctica la historia de la transformacinsocialista conoce tres nociones que han sido bsicas en el desarrollosocialistabajounavisinmarxista: 1)SocialismoCentralmentePlanificadoporel Estado(incluye todos los pases del antiguo campo socialista), 2) Socialismo de Mercado(China 1978 y Viet Nam 1986, 3) Socialismo Planificado con Apertura ParcialalMercado nterno (Cuba 1989). Segn observa este autor, el denominador comnde estas transformaciones ha sido su identificacin con la lgica socialista, perocon cambios sustanciales de un tipo a otro. gualmente, las prcticas delsocialismo mencionadas dejan ver la posibilidad de cuanto ha cambiado, que seha abandonado de esta concepcin, y que idea podra conducir a unatransformacin socialista de manera indita y sostenible[34]De modo que las visiones y las prcticas para una transformacin socialista sonvariadas, pero esta diversidad de criterios y experiencias no debe llevarnos a unavisineclctica, ni pragmtica, ni muchomenosoportunistadel socialismo. Porsupuesto quetampocosetrata de unpensamiento dogmticonide un modelouniversal e inalterable; Cualesquiera sean las soluciones que impongan lascircunstancias histricas y nacionales, esas variantes debern estar guiadas porlosprincipioscientficosyticosquesiempreledieronraznycontenidoalsocialismo. De acuerdo a los pensadores clsicos, los principios y lascaractersticas ms resaltantes de un socialismo pleno son:Ruptura radical con la sociedad capitalista;Eliminacin de la propiedad privada sobre los medios de produccin;Establecimiento de la propiedad colectiva sobre esos medios;Desaparicin de las clases explotadoras y reino de las relaciones de colaboraciny ayuda mutua;Planificacin de la actividad productiva;gualdad en la distribucin de la riqueza social;Aseguramiento del bienestar colectivo;Desarrollo pleno y libre de la personalidad humana.Segn algunos tericos[35]de todas esas caractersticas antes sealadas las querevisten mayor trascendencia transformativas seran las tres primeras, ya que sinstas no podran darse las siguientes. Sin embargo, es importante destacar que elsocialismo est muy lejos de tener un sentido puramente econmico, slopreocupado por eldesarrollo de las fuerzas productivas y la multiplicacin de lariqueza material, sino que igualmente est dirigido hacia un fin socio-tico, ya quetambinsepreocupapor el contenidodelas relaciones sociales y el plenodesarrollo del gnero humano y su libertad. Tal es pues la esencia del socialismo.As entonces, siguiendo el pensamiento (o sustancia-gua) de Engels con el queencabezamos esta seccin, creemos que el socialismo debe ser entendido en sudoblenaturalezade teorayproyecto, estoes, comoun pensamientocrtico aligual que un proyecto alternativo al capitalismo, que comprende las dimensionesfundamentales de la accin humana (econmico-social, ideo-poltico, tico-moral ycultural) y se basa en formas colectivas de produccin, apropiacin y distribucincomo condiciones esenciales de un modo solidario de vida. De esta manera seasegura el carcter integral del socialismo. En efecto, si alguna versin se definecomo socialista pero carece de un proyecto concreto y revolucionario seguramentesu accionar terminar en pura crtica y la charlatanera; igualmente que si formulaproyectos sin el debido sustento terico muy probablemente acabar en actitudespragmticas o en el oportunismo.Luego, Qusignificael socialismodel sigloXX: unanuevasntesis; unavadiferente, o simplemente es ms de lo mismo?Tenemos que reivindicar elsocialismo como una tesis, un proyecto, un camino,pero un nuevo tipo de socialismo, un socialismo humanista que pone a los sereshumanos y no a las mquinas o al Estado antes que todo.Hugo Chvez Fras, Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela.Segn algunas fuentes[36]este concepto o modelo de socialismo fue ideado porHeinz Dieterich Steffan, a partir de 1996, y muy difundido desde el 30 de enero del2005 por el Presidente de Venezuela Hugo Chvez en el V Foro Social Mundial.En esa ocasin, el Presidente no fue muy explcito pero claramente manifest queeste socialismo sera distinto a los desarrollados en el siglo XX, as comodesechaba la tercera va como modelo de desarrollo. Luego, a mediados del ao2006, en un evento en Viena, asent que no es un socialismo predeterminado,sino que se trata de "transformar el modo de produccin hacia un nuevosocialismo al que hay que construir todos los das". Chvez tambin ha afirmado,en 2007, que elSocialismo delSiglo XX acepta en cierta medida la propiedadprivada, adiferenciade la posturamarxista-leninista, y debe nutrirsedelascorrientes ms autnticas del cristianismo, dentro de una democracia participativay protagnica, que debe conjugar igualdad con libertad. Estas ideas han llevado ala gente a preguntarse: Qu significa el socialismo del siglo XX: Ser acaso unanueva sntesis de ideas y proyectos; ser tal vez una va diferente a las frmulasya establecidas enelpasado, o simplemente ser una variante msdentro delmodelo de acumulacin nacional-capitalista?1. A partir de las fechas sealadas, se ha desencadenado una abundante literaturadifundida por diferentes medios: libros, monografas, artculos, entrevistas, etc., enlos que se formulan diversas y a veces contradictorias ideas y propuestas en tornoalsocialismo delsiglo XX. Tampoco las crticas se han hecho esperar, algunoscrticos de la izquierda marxistas lo consideran un socialismo falaz y la derechaestimaquesebasaenideascaducas y perimidas. Detal maneraquehoypodemos observar en esos medios todo un bazar de opiniones donde se exhibendesdelosviejos"caletres"deciertaizquierdadogmtica, pasandoporalgunas"novedosas" propuestas del reformismo desarrollista, como tambin por lascorrientesanti-reformasdefensorasdel "purismo"marxista, hastalasinfaltablescrticas y "refutaciones" por parte de la derecha y renegados de la izquierda.En primer lugar, y como era de esperar, en estos anlisis se aprecia un desmarquegeneralizado con respecto a la experiencia fracasada del socialismo "real" de la exUnin Sovitica, as como de la "democracias populares" del Este de Europa. Ensegundo lugar, se estudian los temas relacionados con las nuevas condiciones delaglobalizacinyel mercadocapitalistaysusinfluenciassobrelaseconomassocialistas. Tercero, se revisan nuevamente las teoras marxistas del valor-trabajoy sus crticas; sobre el origen y el papel de sus categoras fundamentales: el valorde cambio, la plusvala, la explotacin, la alienacin; y tambin sobre la vigenciade las "leyes naturales" de la produccin capitalista. Cuarto, en el terreno poltico-jurdico se contina debatiendo acerca de las caractersticas y el papel del Estado,as comosusrelacionesconlasociedad; sobrelostiposdedemocraciayelrgimendegobierno. Peroel temaprincipal deestosanlisisobviamenteestcentradoenVenezuela, el presidenteChvezysupropuestadeunsocialismopara el siglo XX.As, por ejemplo, para el socilogo y filsofo de origen alemn HeinzDieterich[37]"Hugo Chvez se ha puesto a la cabeza de la Revolucin Mundial aldefinircomounanecesidadterico-prcticamundial la invencindel socialismodel siglo XX, es decir un socialismo "ambientado al nuevo siglo". Segn Dieterich,"loqueel ComandanteChvezylosmarginadosdelahumanidadbuscanynecesitan,noesunanuevacrtica(negacin)alamalarealidadcreadaporelcapital, sino la alternativa viable de una nueva civilizacin ms humana, es decir,una alternativa antisistmica y anticapitalista". En tal sentido, este autor proponeentonces suNuevo Proyecto Histrico de laDemocraciaParticipativa. En elprologo de su ms reciente libro se describen brevemente los puntos principalesdel proyecto: Democracia Participativa propone Dieterich como la nueva nstitucinpara sustituir la caduca Democracia Representativa; una Economa deEquivalencias, para echar a un lado y desterrar para siempre las prcticascapitalistas de la Crematstica Nacional de Mercado; y, un Estado no Clasista querompera con el tradicional Estado de Clases que conocemos; para que una vezconsolidadacadainstitucinnosacerquemosal ser humanoracional, ticoyestticoquedebemosser. Peroantes, esnecesarioempujar el DesarrollismoDemocrtico Regional que, segn explica el autor, sera la etapa de transicin alSocialismo del siglo XX, a travs de la integracin militar, econmica y cultural delBloque Regional de Poder Latinoamericano.El ncleo de esta Patria Grande, dice Dieterich, solo puede ser el Mercosur que esel nico espacio econmico regional no controlado directamente por Washington,con incipientes estructuras de un proto-Estado regional. Este bloque regional, porsupuesto, es un ente capitalista, talcomo fue la Patria Grande planteada por elLibertador SimnBolvar. Frentealascrticasylaindisposicinpor partedealgunosciudadanosaluchar por unproyectocapitalista, el autor plantealassiguientesreflexiones: Losprogramasdecambionacional quese realizarnencoordinacin con el bloque regional latinoamericano, son la respuesta inmediata ala situacin latinoamericana actual. El horizonte estratgico de Nuestra Amrica,como el de toda la humanidad, es la democracia participativa o el nuevosocialismo. Sin embargo, plantea Dieterich, "la alternativa actualpara los paseslatinoamericanos no se define entre la implementacin del capitalismo regional odel socialismo regional, sino entre la anexin neoliberal a Estados Unidosmediante elALCA y elPlan Colombia, y la profundizacin de la balcanizacin yafricanizacinnacionalesqueestamosviviendo. Porquenosolonoexisteunprogramasocialistalatinoamericanoarraigadoenlasmasas, sinoquetampocohay sujetos sociales organizados y con capacidad operativa para realizarlo". Por lotanto concluye Dieterich-, plantear la implementacin del socialismo regional hoycomo alternativa no sera ms que un deseo".[38]Tales son los argumentos del autor a favor del desarrollismonacional, oel"capitalismo proteccionista de Estado", al que considera como "la nica estrategiade desarrollo que en la historia moderna ha sido exitosa para salir delsubdesarrollo neocolonial". As, segn Dieterich:La simbiosis del viejo nacionalismo desarrollista y del nuevo desarrollismodemocrtico regionales la estrategia de desarrollo viable en la actualidad, paradetener el procesodeafricanizacinquesufreNuestraAmrica, porqueeslanica que permite unificar las fuerzas econmicas, polticas y culturalesnecesarias. Launificacindetodaslasfuerzas latinoamericanas progresistasdetrsdeesteprogramadedefensaytransformacin,esporlotanto,latareapoltica ms importante del momento. [39]Contraponindose a las posturas antes referidas, el intelectual gals Alan Woods,dirigente de la Corriente Marxista nternacional, ofrece tanto en su ms recientelibro[40]como en otros diversos artculos una exposicin razonada de la actualidaddel marxismo en todos los terrenos del pensamiento, al mismo tiempo que haceuna crtica en profundidad y desde el punto de vista del marxismo a lo que l llamalas posiciones reformistas de Heinz Dieterich y sus seguidores. gualmente,partiendo de la aplicacin prctica del materialismo dialctico a losacontecimientos actuales, elabora una alternativa marxista a los problemastcticos y estratgicos de la revolucin venezolana y mundial, a la vez que critica"la debilidad de la posicin de las sectas con relacin a Venezuela que se basanen ideas preconcebidas sobre como "debera ser" una revolucin, al mismo tiempoque les traiciona su completa ignorancia de lo que es una revolucin".ParaWoods, enausenciadeunpartidomarxistarevolucionariodemasas, lasfuerzas de la revolucin se han congregado alrededor de Chvez y el MovimientoBolivariano. As -segn este autor-, Hugo Chvez es el hombre en el centro de latormenta. No importa lo que se piense sobre este hombre, l ha roto la presa yabiertolas compuertas. l solosehaatrevidoaenfrentarseal poder delaoligarqua y desafiar al poderoso imperialismo norteamericano. ncluso susenemigos declarados y sus crticos no pueden negar que ha demostrado un valorcolosal. Para Woods, el Movimiento Bolivariano no es un partido estalinistamonoltico, sino esencialmente un movimiento de masas amplio donde haydiferentes tendencias y corrientes. El ala de izquierdas, reflejando las aspiracionesrevolucionarias de las masas, intenta llevar hacia adelante la revolucin, superar laresistencia de la oligarqua y armar al pueblo. El ala de derecha (los reformistas ysocialdemcratas), enlaprctica, deseanponer unfrenoalarevolucin, oalmenos ralentizarla y llegar a un acuerdo con la oligarqua y el imperialismo.As, de acuerdo a los anlisis de Woods:Podemos describir ampliamente el programa y la poltica del MovimientoBolivariano como el de una democracia pequeo-burguesa revolucionaria. Comotal, no va ms all de los lmites de una democracia burguesa muy avanzada. Larevolucin ha llevado a cabo un programa ambiguo de reformas en inters de lasmasas, pero no ha abolido el capitalismo. Esto constituye su principal debilidad yla mayor amenaza para su futuro.Por lo tanto, afirma este autor:Lo que estamos presenciando en Venezuela es una variante peculiar de la teorade la Revolucin Permanente. Es imposible consolidar las conquistas de larevolucin dentro de los lmites delsistema capitalista. Tarde o temprano habrque elegir: o la revolucin liquida el poder econmico de la oligarqua, expropia alos banqueros y a los capitalistas y emprende el camino en direccin al socialismo,olaoligarquay el imperialismoliquidarnlarevolucin. (As) Larevolucinvenezolana ahora se enfrenta a una dura eleccin. La revolucin est rodeada deenemigos, tanto interna como externamente, que intentan acabar con ella. Paraderrotaralasfuerzasdelacontrarrevolucinesnecesariounprogramayunapoltica claros. Estos slo pueden ser proporcionados por una tendencia Marxista.[41]Otro intento de anlisis del proceso venezolano, que tambin merece sermencionado aqu, es el trabajo colectivo realizado por los argentinos NoraCiapponi, GuillermoCieza, Miguel Mazzeo, SergioNicanoff, FernandoStratayPablo Solana[42]Particularmente Miguel Mazzeo, en la presentacin dellibro[43]nos comenta las conclusiones a las que arribaron estos autores. Veamos:En primer lugar, plantean que con la Revolucin Bolivariana estamos frente a uncasohistricodecomposicindepoder popular. Por supuestocontradictorio,dondeconvivenfuerzasdesignototalmentediverso, peroqueaparecencosasque sondisruptivas, tantopara lateora polticacomopara lapolticaasecas,sobre todo para la poltica revolucionaria.En segundo lugar, ven que en la Revolucin Bolivariana sucede algo que es muydistinto a unanueva matrizen el marcodeunmodelodeacumulacin.SegnMazzeo, haba una mirada, una visin del proceso venezolano que planteaba quelo que estaba ocurriendo en los ltimos tiempos era simplemente eso, una variableredistributiva de un modelo de acumulacin basado en la renta petrolera.En Tercer lugar, les parece que el proceso venezolano va mucho ms all de unnuevo nfasis en la centralidad del Estado, as como tambin va mucho ms alldel planteo de una democracia social. Ven, por ejemplo, un Estado y un gobiernoque no interfieren en la consolidacin de los distintos colectivos populares. Msbienel poder popular enmuchoscasosseconsolidaencombinacinconlapoltica del Estado. Un ejemplo sera el de las misiones. Y por otro lado, ven quemuchas organizaciones populares se aprovechan de una especie de negociacinhorizontal con el Estado.En cuarto lugar, consideran la Revolucin Bolivariana como un proceso cambiante,que pasa por distintos momento, distinto hitos, en los cuales se va radicalizando.Plantean que cada momento, cada hito, abre un nuevo campo de contradiccin. Yque esas contradicciones tienen una forma de resolucin, que a su vez abre otrocampo de contradicciones, cuyo eje constante es elprotagonismo de las clasessubalternas.Enquintolugar,paraestosautoreslaRevolucinBolivarianaseraunprocesoasincrnicoentrelosdiferentesplanosdelarealidad. Segnlapercepcindeestos autores, es evidente que enplano material predominanlas relacionestpicamente capitalistas, existen empresas privadas, al margen de lo que ocurre enlos otros dos planos, el poltico y el ideolgico. Y esto plantea un proceso indito yoriginal.Finalmente, Miguel Mazzeo escribe que:La Revolucin Bolivariana nos convoca a pensar-actuar en trminos de transicin,costumbre que haba cado en desuso, categora de arriesgada frecuentacin. Elpasaje de la necesidad a la libertad no se puede concebir como un acto nico,abruptoyunidireccional. Existenmediaciones. Yexistenporqueel procesodeconstruccin del socialismo no se desarrolla en el vaco, sino en el marco de unadeterminadarealidadhistrica. Laconcienciadeamplios sectores queestnprotagonizando la revolucin es auspiciosa: seven asmismos transitando losprimeros tramos de un proceso de construccin contra-hegemnica.De tal manera que:La transicin venezolana tuvo, tiene y tendr brillos y opacidades. Jams podrser lineal e incontaminada, dado que se trata, nada ms y nada menos, de salirdel capitalismo, de su cultura totalizante, de sus lgicas que combinan laexplotacin, ladominacinylareproduccin. Setratadeconstruir unavisinlatinoamericana del socialismo y un nuevo paradigma emancipador. [44]Por otro lado, desde una de las fracciones del trotskismo, MiltonD"Len[45]escribe un artculo en la Web (diciembre del 2006) donde se proponedescalificar agriamente el proyecto del socialismo bolivariano encabezado por elpresidente Chvez. All se anuncia que la intencin de su artculo es mostrar "larealidad de la Venezuela actual, por fuera de todas las retricas de Chvez y lasproclamas del "socialismo del siglo XX", viendo realmente hacia dnde apunta suproyecto y quines son los que realmente se han venido beneficiando en estosaos de crecimiento econmico y de "revolucin bolivariana". Segn D"Len, "loque intenta impulsar Chvez no va ms all de una especie de tmidoneodesarrollismo alimentado por la alta renta petrolera, sin nada que se parezca ala transformacin en las relaciones sociales de produccin y cambio, donde a lostrabajadoresytrabajadoras, el campesinado, juntoal pueblopobresoloselesreservanlasllamadasMisiones-fuertesplanessocialesdel gobierno-, mientrasque a los grupos capitalistas que se aproximan al gobierno se le tienden puentespara desenvolver negocios lucrativos". Segn el anlisis de este autor:El caminoqueproponeChveznollevaalaliberacinnacional, alaunidadlatinoamericana y mucho menos al socialismo, pues rechaza los tres pasoselementalesparainiciaresecamino:nacionalizacindelosgrandes mediosdeproduccin y la tierra, monopolio del comercio exterior y ruptura con elimperialismo. Su poltica slo irrita a la gran burguesa, sin quebrar las bases desu poder, y confunde a los trabajadores y el pueblo, sin prepararlos para tomar ensus propias manos el aplastamiento de la reaccin, adormecindolos con la ilusinde la colaboracin de clases con la burguesa nacionalEnfinconcluyeesteautor-, esunacondicinindispensableparaconstruir elsocialismolarevolucinobreraypopular quedestruyael Estadoburgusquegarantizaladictaduradisfrazadadelaclasedeloscapitalistaseinstaureladictadura delproletariado. Se trata pues delcontroleconmico, poltico y militarpor parte de los trabajadores de la ciudad y el campo, con la clase obrera al frentede las masas explotadas y empobrecidas. Esto requiere de organismos de poderpropios de las masas en contraposicin al Estado de los capitalistas, organismosde democracia directa que sern las instancias del nuevo estado obrero como lossoviets o consejos obreros y campesinos rusos.Posteriormente han aparecido otros artculos en la misma Web en los que tambinsecriticael gobiernodeChvezyseponeendudassuorientacinsocialista,comolos quefueronescritosen ocasindelas medidasquetomel gobiernopara enfrentar dos crisis importantes, una de carcter interno y otra internacional,que surgieron en diferentes momentos pero estn afectando por igual a laeconoma nacional[46]Por cierto, los asiticos dicen que las crisis sonoportunidades, pero tambin es cierto que son una verdadera prueba para evaluarla orientacin y gestin de cualquier gobierno.Otroanlisisms, peroestavezdesdelaaceraopuesta, esel queescribeeleconomista y profesor universitario Jos Guerra[47]con elque pretende tambin"refutar" el socialismo que se est tratando de construir en Venezuela. De acuerdocon el prologuista del libro, ste "es el nico intento que se ha hecho hasta hoy pordilucidar lo que ha sido slo una consigna vaca, rellena de medidassocialistoides". Sin embargo, a pesar delesfuerzo, parece que una vez ms "lamontaa pari un ratn", dado que en ninguna de las dos partes que componeneste libro pudimos encontrar nada que sea significativamente nuevo. En la primeraparte, que aparenta ser una crtica general del socialismo marxista, no se muestraalguna elaboracin terica distinta a las mismas viejas crticas y tesis revisionistasqueyaformularanenel siglopasadolostericossocialdemcratas(Kautsky,Bernstein, Roemer) y neoliberales (Bohn Bawerk, Mises, Hayek, Popper). Y en lasegunda parte, donde se intenta refutar el Socialismo del siglo XX en Venezuela,el autor no hace otra cosa que reproducir los mismos argumentos trillados, llenosde semiverdades y falsedades, que suelen esgrimir ciertos "analistas" de laderecha y ex izquierdistas arrepentidos, asiduos invitados a los medios decomunicacin comerciales.Por ejemplo, es evidente la intensin del autor de vincular el socialismo bolivarianocon los ensayos del socialismo "real" del siglo pasado, que ya han sidoreiteradamenteanalizadosycriticadospor lagranmayoradelossocialistascontemporneos. As comotambinsepretenderelacionar lasestrategiasdelsocialismovenezolanoconciertas ideas inconsistentesdealgunas personas,ideasestasquesonconvenientementeacomodadasargumentalmenteparaaspoder propinarle golpes bajos al adversario. Veamos una muestra:Aunque se afirme lo contrario dice Guerra-, las fuentes y bases sobre las que seintenta edificar el Socialismo del siglo XX en Venezuela no son significativamentediferentes de aquellas que le sirvieron de fundamento al socialismo del siglo XX(aqu se refiere al socialismo "real" de la URSS, N. del A.). Ello es perceptible tantoenel mbitodeloeconmicocomodelopoltico. El procesodedecantacindesde posiciones nacionalistas hacia una concepcin socialista ha sido un largorecorrido en zigzag que finalmente ha terminado abrazado al marxismo como sucolumna vertebral. Lapropuestadel Socialismodel siglo XX,catalogadocomoNuevoProyectoHistricooDemocraciaParticipativa(serefiereal proyectodeDieterich, N. del A.), se asienta en dos pilares bsicos, la teora del valor trabajo ysus correspondientes acciones de poltica y organizacin social; y la democraciadirecta, lacual consistiraenlacapacidaddelamayoraciudadanadedecidirsobre los principales asunto polticos.2. Tales son algunos ejemplos de los diversos anlisis que se realizan en torno ala revolucin venezolana y el socialismo del siglo XX. De acuerdo a esos anlisis,hasta ahora no se observa una perspectiva consensuada en torno a este proyecto:mientras algunos autores plantean la posibilidad de una diversidad de corrientes yexperiencias, otros ms ortodoxos afirman que a pesar de los matices elsocialismo es uno solo. Pero, no obstante estos diversos planteamientos, crticas yobjeciones, todava otro autores consideran que el pensamiento socialista en estenuevosiglo pudieraencaminarsehaciaunanueva confluencia o sntesis depropuestas. Tal confluencianoseraalgoextraordinario, puesencadapocahistrica y en ciertos sistemas de pensamientos frecuentemente se ha dado unaconfluencia e incluso la fusin de aspectos contenidos en sistemas filosficos queantes se haban desarrollado separadamente. Por ejemplo: en la Antigedad, en elsistemauniversal de Aristteles(384-322a. den. e.), conel queculminabaeldesarrollodelafilosofaclsicagriega, seunanenunasntesislaslneasdelmaterialismoydel idealismoqueprocedandelasescuelasfilosficasgriegasanteriores, as como tambin de una fuerte influencia de las corrientes filosficas ymsticasorientales. Otroejemplo, estavezenlaEraModerna, esel pasodelmaterialismo cartesiano (Ren Descartes: 1596-1650) y el empirismo ingls, queseguidamenteseconvirtienel sensualismodeJohnLocke(1632-1704), almaterialismofrancsdel sigloXV. Yanotroejemplomsesel pasodeladialctica idealista de G. W. F. Hegel (1770-1831) y del materialismo metafsico deL. A. Feuerbach (1804-1872) almaterialismo dialctico de KarlMarx y FriedrichEngels.[48]En torno al ltimo de los casos, Lenin (1870-1924) destacaba que la doctrina deMarx surgi como la continuacin directa e inmediata de las doctrinas de los msgrandes representantes de la filosofa alemana, la economa poltica inglesa y elsocialismo francs[49]Pero Marx y Engels no crearon sus doctrinas delmaterialismo dialctico y el socialismo moderno mediante la simple yuxtaposicinde la dialctica de Hegel, el materialismo de Feuerbach, las ideas econmicas deAdam Smith y David Ricardo, y los proyectos socialistas de Owen y Fourier, entreotros; ellosreelaboraronradicalmentelasconcepcionesdesuspredecesores,creandodoctrinas cualitativamente nuevas: comoel materialismodialcticoehistrico, en el que la dialctica, el materialismo y la historia se penetranmutuamente. SegnexponaEngelsen1880: "el socialismomodernoes, enprimer trmino, por su contenido, fruto del reflejo en la inteligencia, por un lado, delos antagonismos de clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedoresy desposedos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado, de la anarquaquereinaenlaproduccin. Pero, porsuformaterica, el socialismoempiezapresentndose como una continuacin, ms desarrollada y ms consecuente, delos principios proclamados por los grandes ilustradores franceses del siglo XV.Como toda nueva teora -sigue exponiendo Engels-, el socialismo, aunque tuviesesus races en los hechos materiales econmicos, hubo de empalmar, al nacer, conlas ideas existentes"[50].Ms tarde, el mismo Lenin, a comienzos del siglo XX, asumi la tarea de sintetizardesde el punto de vista de la filosofa materialista los ms importantes adelantosde la ciencia en el perodo comprendido desde Engels hasta l, y de someter aprofunda crtica las tendencias antimaterialistas entre los partidarios del marxismode su poca, prosiguiendo el desarrollo del marxismo bajo las nuevas condicionesdel capitalismo y de la lucha de clases. As, el leninismo es considerado como elmarxismodelapocadel imperialismoydelarevolucinproletariaenRusia.Luego, en el primer cuarto del siglo XX encontramos los desarrollos realizados porMao Tse-Tung (1893-1976) a la teora del socialismo. Si bien Mao tambinincursionenalgunosaspectosdel materialismodialctico, sonparticularmenteimportantes sus aportes a la teora y la prctica del partido revolucionario y de laestrategia militar, que lsupo desarrollar en China durante la guerra popular deliberacin nacional contra el imperialismo y su poltica colonialista.Otro intento de sntesis durante el siglo XX fue el realizado por la llamada "teoracrtica" de la sociedad, que tuvo asiento en la escuela de Frankfurt[51]Alemania.Particularmente en su primera etapa (1920-1939), la teora crtica ocupa un lugardestacadoentre los muchos intentos emprendidos durante eseperodoparadesarrollar el marxismo. Entonces, explica Julio de Len[52]la utilizacinsistemtica de todas las disciplinas de la investigacin de la ciencia socialen eldesarrollo de una teora materialista de la sociedad era la finalidad principal de lateoracrtica; deesemodo, esperabaocupar el lugar del prolongadopurismoterico del materialismo histrico y posibilitar una fusin fecunda entre la cienciasocial acadmica y la teora marxista.Sin embargo, en lo que respecta especficamente a las ciencias sociales, al menosen el mundo occidental, los enfoques que se manejan estn mucho ms dispersosy desconectados que los que se dan en otros campos del saber, predominando enmuchos casos las visiones reduccionistas o los "ismos" en las principalesdisciplinas, comolaeconoma, lasociologay lapsicologa. Si biensehanrealizado algunos intentos de complementacin cientfica en la antropologa social,slo es en el campo de la educacin donde se observa una confluencia efectiva deestascienciassociales, dondetradicionalmentesehavenidoconsiderandoaleducandocomounser humanointegral, estoes, comounser bio-sico-social.Ciertamente, comoafirmaLucienGoldmann[53]"esenlaestructuraeconmica,social ypsquicadel grupoquesufrelainfluenciadondehayquebuscar lascausas principales de ella, de suerte que los anlisis materialistas tienen an queexplicar las influencias, y no stas reemplazar, en la explicacin, la accin de losfactores econmicos y sociales".Por otro lado, y particularmente en la ciencias tericas y aplicadas, tambin se danconfluencias o fusiones, los llamados "nudos tericos", ya entre lneas deinvestigacin diferentes, o ya entre lneas complementarias. Un ejemplo de nudoterico, en el que a fines del siglo XX y comienzos del XX se juntaron las lneasfundamentales de desarrollo del materialismo en las ciencias naturales a lo largodel siglo XX, fue la sntesis orgnica de la idea de la discrecin de la materia y lanocin del movimiento de la misma (de su energa) y, al mismo tiempo, la sntesisde los principios de la conservacin de la materia y la energa, o el descubrimientodeladependenciadelamasarespectodel movimiento, dondetuvieronunasignificacin decisiva la teora de los cuantos de Planck y la teora de la relatividadde Einstein (Alemania)[54].Otro ejemplo ms reciente es la confluencia que se est dando en este perodo detransicin del siglo XXal XX entre la informtica, la microelectrnica y laelectrnica, la biotecnologay larobtica, quehadado como resultado unaimportante revolucin en el terreno de las ciencias. Segn escribe MorenoLen[55]los tres pilares o motores de la revolucin cientfica que estamos viviendoestn representados por la Revolucin Cuntica, la Revolucin de la informtica ypor la Revolucin del ADN o Revolucin biomolecular. La confluencia entre estastres revoluciones ha permitido adelantar, entre otras investigaciones, el asombrosoProyecto Genoma Humano, en el cual estn involucrados cerca de 500 mdicos,bilogos y fsicos expertos en sistemas computarizados, en la ciencia biomoleculary la gentica. Por cierto, si bien no es el propsito declarado de estos cientficos(algunos hasta se oponen a ello), todos estos avances de la ciencia vienen unavez ms a contrarrestar las teoras idealistas y creacionistas y a dar apoyo o aconfirmar las tesis del materialismo.En fin, todas estas experiencias de continuidad, confluencias, fusiones, peridicassntesis y hasta revoluciones[56]que se presentan en el desarrollo delconocimiento humano indican que no sera aventurado pensar en la posibilidad deque el socialismo realice una nueva sntesis de sus teoras y praxis mssignificativas, de manera que se desarrollen a un nivel ms elevado los grandesaciertos de pasadas experiencias, pero que al mismo tiempo se corrijan las fallas,exageracionesyomisionesenlasqueciertamenteincurrieronlosprecursores,afinandoviejosconceptosas comoelaborandonuevastesisacordesconlasrealidades del siglo XX. Desde luego, esta sntesis no debe convertirse en lo queEngels denominaba "una especie de socialismo eclctico y mediocre", constituidopor una simple adicin o mescolanza de corrientes filosficas particulares y hastahostiles. En este sentido, pese a las objeciones que pudieran hacrsele a ciertastesis del autor, consideramos oportuno transcribir algunas de las ideasadelantadas por elprofesor Monedero, donde se proponen algunas pautas paraesa sntesis del socialismo, as como la necesaria garanta de su consecuencia.Segn Monedero, "el socialismo del siglo XX debe conjugar reforma, revolucin yrebelda paraconstruir unmundoms justo". Entonces, paraesteautor, "elsocialismo del siglo XX debe esforzarse por encontrar aquello que une a los queluchan por la emancipacin. Cada grupo debe traducir a los dems grupos en quconsiste su emancipacin concreta. De esta manera, hay grandes posibilidades deque se den saltos y esos grupos que hacen esa tarea de traduccin construyansntesisquesuperentantoel problemacomolasdiferenciasquetienenentreellos".[57]Asimismo, l propone que "el socialismo del siglo XX debe encontrar la necesariasntesisentrelavoluntadylanecesidad, entrelarelevanciadeactoresquequieren romper con un estado de cosas y las obligaciones objetivas que marca undeterminado desarrollo social". En fin, parafraseando a Luis Tapia, el autor sugierequeel socialismodel sigloXX tienequehacer "unasntesisdememoriayproyecto".[58]De cualquier forma -advierte Monedero-, "el socialismo del siglo XX mantiene elsustantivo. Essocialistaporquesesitademaneraclaraydefinidacontraelcapitalismo y la explotacin que conlleva, incorporando a la transformacincualquier tipo de dominacin (adems de la de clase, de gnero, raza,medioambiental, sexual, etc.)".[59]Obviamente esas pautas son muy generales, sin embargo, el socilogo ysacerdotebelgaFrancoisHoutart[60]ofrece, plasmadosenel proyectode"unsocialismo para el siglo XX", breve pero sistemtico, los siguientes niveles de losobjetivos y estrategias concretas y necesarias que bien pudieran ser las bases deun posible acuerdo para construir esa sociedad nueva que queremos losrevolucionarios.De acuerdo con este autor, el proyecto nuevo debe empezar por unadeslegitimacinclarayradical del capitalismo, ensulgicamismayensusaspectosconcretosencadasociedad. ParaHoutart, laconcienciaquenosepuede humanizar el capitalismo constituira la base del nuevo proyecto concreto. Aeste propsito propone tres niveles de reflexin: el nivel de los objetivos o la utopa(qu sociedad queremos?); los medios y finalmente las estrategias. Tratando deaplicar esos tres niveles a los varios componentes de la realidad humana:ecolgicos, econmicos, polticos y culturales, almismo tiempo que propone demanera muy sinttica, una serie de hiptesis como base de discusin.Por su parte, Atilio Born[61]tambin aporta, de acuerdo a sus propias palabras,"algunasideascentralesquepodranser examinadasenunfuturotrabajodeelaboracin colectiva, tendientes a lograr una definicin cada vez ms precisa delhorizonte socialista". Esas ideas son:Losvaloresyprincipiosmodulares, quedebenvertebrar unproyectoquesereclame como genuinamente socialista. Segn Born, se trata de un tema clave,porque un proyecto socialista no puede manifestar la menor ambigedadaxiolgica en relacin con su crtica intransigente y radical a la sociedad burguesa.Sin embargo, el autor subraya que un socialismo renovado de cara al siglo XX nopuede quedar reducido a la construccin de una nueva frmula econmica, pormsresueltamenteanti-capitalistaquestesea. Deloquesetrataesdelacreacin de un hombre y una mujer nuevos, de una nueva cultura y un nuevo tipode sociedad, caracterizado por la abolicin de toda forma de opresin yexplotacin, el primado de la solidaridad, el fin de la separacin entre gobernantesy gobernados y la reconciliacin del hombre con la naturaleza.El programa de ese proyecto, es decir, el trnsito desde el universo de los valoresalaagendaconcretadelaconstruccindel socialismoylaspolticaspblicasrequeridas para su implementacin. Este programa debe evitar la tendenciapertinaz en la izquierda de reducir la construccin del socialismo a la aplicacin deuna receta, un modelo, una frmula.Finalmente, eltema del"sujeto histrico" (o los sujetos) de ese proyecto, y suscaractersticasdistintivas. (Para este autor, noexisteun nicosujeto y muchomenos un nico sujeto preconstituido- de la transformacin socialista).3. Resumenyconclusiones: Enestaseccinhemosanalizadolasdiferentesposicionessostenidasenrelacinconel procesobolivarianoyloquesehallamadoel socialismodel sigloXX. Enesteterrenodel debatesedestacanalgunasposicionesbienmarcadas: Por unlado, estnlosqueadversanesteproyectodesdeposicionesradicales, tantodelaizquierdacomodeladerechapoltica. En general, estos crticos argumentan que el proceso bolivarianovenezolano, identificado con el socialismodel siglo XX, no va ms all derepresentar unavariantems del modelodeacumulacinnacional-capitalistapromovida por un estado centralista. Obviamente las propuestas sustitutivas porparte de estas dos corrientes son radicalmente distintas: Mientras que los sectoresde la derecha continan insistiendo en las soluciones neoliberales y las alianzasestratgicas tipo ALCA o TLC con el imperialismo; en contrario, los sectores de laizquierda radical siguen basando su solucin en el camino del internacionalismo yla dictadura del proletariado.Por otro lado, estnlosque destacanelvalor y la sincera voluntad polticadelpresidente Chvez para adelantar un nuevo proyecto socialista, no obstantearguyen que las condiciones se muestran adversas a semejante proyecto, por loqueensulugar sepronuncianafavor deunaetapapreviasustentadaenlademocracia participativa y un nuevo desarrollismo democrtico regional,construido en torno a una alianza entre las clases populares y algunos sectores dela burguesa progresista y nacional, para as conformar un Nuevo Bloque de PoderLatinoamericano, alianza sta que sera apoyada a su vez por un Mercado ComnLatinoamericano o Mercosur.En tercer lugar, observamos los anlisis que muestran al movimiento bolivariano ysu propuesta de un nuevo socialismo para el siglo XX como un procesocambiante, asincrnico y contradictorio, en el cual evidentemente aparecen cosasquesondisruptivastantoparalateorapolticacomoparalaprcticapolticarevolucionaria, pero donde sucede algo muy distinto a una matriz en el marco deun modelo de acumulacin, o a la conformacin de una simple democracia social.Por elcontrario, estos analistas ven la Revolucin Bolivariana como un procesoque transita los primeros tramos de una construccin contra-hegemnica, con unavisin democrtica y latinoamericana del socialismo, fundamentada principalmenteen el ALBA como un eslabn hacia la integracin regional postcapitalista.Detal maneraquelaconvocatoriaaconstruir el socialismodel sigloXX queformulChvezhareplanteadolosdebatessobrecaminos, tiemposyalianzaspara forjar una sociedad no capitalista. gualmente ha originado toda una serie deanlisis en torno a este nuevo proyecto, sus estrategias y objetivos[62]En estosdebates tambin se ha planteado la necesidad de evitar las copias acrticas defrmulas universales de socialismo y por el contrario ha promovido la posibilidadde realizar fusiones y hasta sntesis de enfoques, ideas y proyectos que son tantouniversales como propias de realidades regionales y locales.Pero esa sntesis no podra efectuarse fusionando proyectos opuestos ocontradictorios, ni ensamblandolomalodetesisanterioresconlobuenodeanttesis posteriores (Engels),sino fusionandoracionalmente proyectosafines ocomplementarios como los que Latinoamrica se expresan, por ejemplo, enalgunas vertientes del marxismo, en el antiimperialismo, el nacionalismorevolucionario, el socialismo indoamericano, el humanismo socialista, lademocracia directa, o la teologa de la liberacin. De manera que esta visin delsocialismo no es dogmtica, pero s lleva necesariamente a superar laspropuestasderegular ohumanizar el capitalismomediantelastesisdel "neo-desarrollismo", o los fracasados programas socialdemcratas, ahora camufladosen una supuesta "tercera va", que slo llevan a perpetuar el sistema capitalista.Tal como afirma Claudio Katz:Postular queel socialismopuedeser iniciadoenunperodocontemporneoconduce a defender sin ocultamientos la identidad socialista. Favorecer en cambiouna etapa neo-desarrollista induce al titubeo en la lucha contra el capitalismo (.) Laausenciadeproyectossocialistasenlaizquierdaesmuchomsnocivaquecualquier desacierto en los diagnsticos del capitalismo contemporneo. Por esoresulta indispensable retomar el uso del trmino socialismo, sin prevenciones, nisustituciones. Este concepto no es un vago sinnimo de "lo social". Aludeconcretamenteaunsistemaemancipadodelaexplotacinynoagenricosinconvenientes de cualquier agregacin humana. No bastan las difusasreferenciasal "post-capitalismo" paraesclarecer cmodeberaconstruirseunasociedad futura. Hay que exponer programas alternativos.[63]Lgicamente habrn variantes y matices de acuerdo con cada realidad nacional,sin embargo, como ya lo enuncibamos en la seccin anterior, aqu no debe haberconfusin: elsocialismodebe ser entendidoen sudoblenaturaleza de teora yproyecto, esto es, como un pensamiento crtico al igual que un proyecto alternativoal capitalismo, dirigidoalaconstruccindeunnuevotipodesociedaddondepredominan las relaciones social-socialistas. Entonces, como atinadamente sealaAtilio Born, esto implica que el socialismo de cara al siglo XX no puede quedarreducidoalasimpleconstruccindeunanuevafrmulaeconmica, por msresueltamente anti-capitalista que esta sea. De lo que se trata es de la creacin deun hombre y una mujer nuevos, de una nueva cultura y un nuevo tipo de sociedadplasmada en un proyecto verdaderamente democrtico y humanista, acorde conlos principios sustanciales del socialismo pero tambin con las realidadesdistintivas de este nuevo siglo.Ahora bien, Qu es ms importante en la construccin del socialismo: laeficiencia; la ideologa, o la conciencia?Lamoral, lareligin, lametafsicaycualquier otraideologaylasformasdeconcienciaqueaellascorresponden, pierdenas laaparienciadesupropiasustantividad. Notienensupropiahistoriani supropiodesarrollo, sinoqueloshombres que desarrollan su produccin material cambian tambin, al cambiar estarealidad, su pensamiento y los productos de su pensamiento. No es la concienciala que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia.C. Marx y F. Engels (1845). En: La deologa Alemana.Este punto se refiere a tres conceptos cuyo importancia y aplicacin han generadopolmicatantoenlapraxisdelosproyectossocialistascomoenlaliteraturarespectiva. Estosconceptossonlosdeeficiencia, ideologayconciencia. Porejemplo, muchos artculos de opinin referidos a una evaluacin de los xitos yfracasos en las diferentes experiencias socialistas reflejan los (pre)juicios, criteriosy valoraciones en cuanto alpapelque estos elementos usualmente cumplen endichos procesos sociales. Particularmente, en la lectura de ciertos artculospublicados recientementeenalgunos medios seapreciaquepudieranexistiralgunas diferencias o dilemas en el manejo de estos conceptos, generando lo queaparentemente seran enfoques distintos dentro de algunos proyectos socialistas.Desconocemos si estas opiniones influyen o no en los planificadores de polticaspblicas, pero, en cualquier caso, preguntmonos: realmente existirn talesdilemas?1. En primer lugar, comencemos por precisar que eficiencia, junto a eficacia, sonlos dos conceptos que forman un modelo de evaluacin del funcionamiento y losresultados logrados po