revista san miguel Noviembre Diciembre 2004

17
 No. 10 Año 2 noviembre - diciembre 2004 4 años: $20 SAN MIGUEL PARA EL TRIUNFO DE LA INMACULADA  Un periódico de Laicos Católicos por el Reino de Je sús y María en las almas, familias y naciones Pilgrims of Saint Michael - Peregrinos de San Miguel Arcángel 1101 Principale Street, Rougemont, QC J0L 1M0 - Canada Tel.: (450) 469-2209; (514) 856-5714; Fax: (450) 469-2601 Por una economía de Crédito Social de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia a través de la acción vigilante de padres de familia y no a través de partidos políticos Impreso en Canadá INTERNET: www.michaeljournal.org E-MAIL: [email protected] POR LA ENTRAÑABLE MISERICORDIA DE NUESTRO DIOS, NOS VISIT AR Á EL SOL QUE NACE DE LO AL TO, PARA ILUMINAR A LOS QUE VIVEN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE MUERTE, P ARA GUIAR NUESTROS PASOS EN EL CAMINO DE LA P AZ . NATI   VIDAD DEL SEÑOR 

description

revista san miguel

Transcript of revista san miguel Noviembre Diciembre 2004

  • No. 10 Ao 2 noviembre - diciembre 2004 4 aos: $20

    SSAANN MMIIGGUUEELLPARA EL TRIUNFO DE LA INMACULADA

    Un peridico de Laicos Catlicospor el Reino de Jess y Maraen las almas, familias y naciones

    Pilgrims of Saint Michael - Peregrinos de San Miguel Arcngel1101 Principale Street, Rougemont, QC J0L 1M0 - CanadaTel.: (450) 469-2209; (514) 856-5714; Fax: (450) 469-2601 Por una economa de Crdito Social

    de acuerdo con las enseanzas de la Iglesiaa travs de la accin vigilante de padres de familia

    y no a travs de partidos polticosImpreso en Canad

    INTERNET: www.michaeljournal.org E-MAIL: [email protected]

    POR LA ENTRAABLE MISERICORDIA DE NUESTRO DIOS, NOS VISITAR EL SOL QUENACE DE LO ALTO, PARA ILUMINAR A LOS QUE VIVEN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE

    MUERTE, PARA GUIAR NUESTROS PASOS EN EL CAMINO DE LA PAZ.

    NNAATTIIVVIIDDAADD DDEELL SSEEOORR

  • 2

    sucedi para que se cumpliese lo dicho por elSeor por medio del profeta: Ved que la virgenconcebir y dar a luz un hijo, y le pondrn pornombre Emmanuel, que traducido significa:"Dios con nosotros". (Is 7:14)

    Despertado Jos del sueo, hizo como elAngel del Seor le haba mandado, y tom consi-go a su esposa. Y no la conoca hasta que ella dioa luz un hijo, y le puso por nombre Jess.

    La Visitacin. (Lc 1:39-45)

    En aquellos das, se puso en camino Mara yse fue con prontitud a la regin montaosa, a unaciudad de Jud; entr en casa de Zacaras y salu-d a Isabel. En cuanto oy Isabel el saludo deMara, salt de gozo el nio en su seno, Isabelqued llena de Espritu Santo y exclam a gritos:

    "Bendita t entre las mujeres y bendito elfruto de tu vientre; y de dnde a m que vengaa verme la madre de mi Seor? Porque apenaslleg a mis odos la voz de tu saludo, salt degozo el nio en mi vientre. Feliz la que ha cre-do que se cumpliran las cosas que le fuerondichas de parte del Seor!"

    Cntico de Mara. (Lc 1:46-55)

    Nos hacemos eco de la expectacin detoda la humanidad. Dios ama a loshombres: son sus favoritos. El nossalva. Pero su salvacin est enraizada en la his-toria. Jess de Nazaret aparece como la salvacinde Dios, encarnado en la humanidad. VerdaderoDios por generacin Divina, y verdadero hombrepor generacin humana. As es como se firma ysella la alianza entre Dios y el hombre: en Jess,Dios se hace carne, y el hombre, sin dejar de serlo,es Dios.1

    La Anunciacin. (Lc 1:26-38)Al sexto mes (de la concepcin de Juan el

    Bautista) envi Dios el ngel Gabriel a una ciudadde Galilea, llamada Nazaret, a una virgen despo-sada con un hombre llamado Jos, de la casa deDavid; el nombre de la virgen era Mara. Y, entran-do, le dijo:

    "Algrate, llena de gracia, el Seor estcontigo: Bendita t entre las mujeres."

    Ella se conturb por estas palabras y se pre-guntaba qu significara aquel saludo. El ngel ledijo:

    "No temas, Mara, porque has hallado gra-cia delante de Dios; vas a concebir en el seno yvas a dar a luz un hijo a quien pondrs pornombre Jess. l ser grande, se le llamarHijo del Altsimo y el Seor Dios le dar el tronode David, su padre; reinar sobre la casa deJacob por los siglos y su reino no tendr fin."

    Mara respondi al ngel: "Cmo ser esto,puesto que no conozco varn?"

    El ngel le respondi: "El Espritu Santo ven-dr sobre ti y el poder del Altsimo te cubrircon su sombra; por eso el que ha de nacer sersanto y se le llamar Hijo de Dios. Mira, tambinIsabel, tu pariente, ha concebido un hijo en suvejez y este es ya el sexto mes de la que sedeca que era estril, porque no hay nada impo-sible para Dios."

    Dijo Mara: "He aqu la esclava del Seor;hgase en m segn tu palabra." Y el ngel,dejndola, se fue.

    Jos est preocupado (Mt 1:18-25)El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su

    madre, Mara, estaba desposada con Jos y, antesde que ellos conviviesen, concibi por obra delEspritu Santo. Su esposo Jos, que era justo,pero no quera ponerla en evidencia, resolvi repu-diarla en privado. As lo tena planeado, cuando elAngel del Seor se le apareci en sueos y le dijo:

    "Jos, hijo de David, no temas tomar conti-go a Mara tu esposa porque lo engendrado enella es del Espritu Santo. Dar a luz un hijo, yle pondrs por nombre Jess, porque l salva-r a su pueblo de sus pecados." Todo esto

    Y dijo Mara: "Alaba mi alma la grandeza delSeor. Y mi espritu se alegra en Dios mi salva-dor. Porque ha puesto los ojos en la pequeezde su esclava, por eso desde ahora todas lasgeneraciones me llamarn Bienaventurada.Porque ha hecho en mi favor cosas grandes elTodopoderoso, Santo es su nombre. Y su mise-ricordia alcanza de generacin en generacin alos que le temen. Despleg la fuerza de subrazo, dispers a los soberbios de corazn.Derrib a los potentados de sus tronos y exal-t a los humildes. A los hambrientos colm debienes y despidi a los ricos con las manosvacas. Acogi a Israel, su siervo, acordndosede su misericordia: Como haba anunciado anuestros padres, en favor de Abrahn y de sulinaje por los siglos."

    Nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1:56-66)Mara se qued con ella unos tres meses, y

    luego se volvi a su casa. Se le cumpli a Isabel eltiempo de dar a luz y tuvo un hijo. Oyeron sus veci-nos y parientes que el Seor le haba hecho granmisericordia, y se congratulaban con ella. Al octa-vo da fueron a circuncidar al nio y queran poner-le el nombre de su padre, Zacaras, pero su madre,tomando la palabra, dijo: "No; se ha de llamarJuan." Le decan: "No hay nadie en tu parentelaque tenga ese nombre." Y preguntaban porseas a su padre cmo quera que se le llamase.l pidi una tablilla y escribi: "Juan es su nom-bre." Y todos quedaron admirados. Y al punto seabri su boca y su lengua, y hablaba bendiciendoa Dios. Invadi el temor a todos sus vecinos, y entoda la montaa de Judea se comentaban todasestas cosas; todos los que las oan las grababanen su corazn, dicindose: "Pues qu ser estenio?" Porque, en efecto, la mano del Seor esta-ba con l.

    Cntico de Zacaras. (Lc 1:67-80)Y Zacaras, su padre, qued lleno de Espritu

    Santo y profetiz diciendo:

    "Bendito el Seor Dios de Israel; porque havisitado y redimido a su pueblo, suscitndonosuna fuerza de salvacin en la casa de David, susiervo, segn lo haba predicho desde antiguo,por boca de sus santos profetas.

    Es la salvacin que nos libra de nuestrosenemigos y de la mano de todos los que nosodian; ha realizado as la misericordia connuestros padres, recordando su Santa Alianzay el juramento que jur a nuestro padreAbrahn.

    Para concedernos que, libres de temor,arrancados de la mano de los enemigos, le sir-vamos con santidad y justicia, en su presencia,todos nuestros das.

    Y a ti, nio, te llamarn Profeta del Altsimo,porque irs delante del Seor a preparar suscaminos, anunciando a su pueblo la salvacin,el perdn de sus pecados.

    Por la entraable misericordia de nuestroDios, nos visitar el sol que nace de lo alto,para iluminar a los que viven en tinieblas y ensombra de muerte, para guiar nuestros pasospor el camino de la paz."

    Y el nio creca y su espritu se fortaleca yvivi en lugares desiertos hasta el da de su mani-festacin a Israel.

    Nacimiento de Jess (Lc 2:1-7)Por aquellos das sali un edicto de Csar

    Augusto ordenando que se empadronase todo elmundo. Este primer empadronamiento tuvo lugarsiendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos aempadronarse, cada uno a su ciudad. Subi tam-bin Jos desde Galilea, de la ciudad de Nazaret,a Judea, a la ciudad de David, que se llama Beln,por ser l de la casa y familia de David, para empa-

    Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 noviembre - diciembre 2004

    Dios te Salve Mara, llena eres de Gracia

  • por sus datos precis el tiempo de la aparicin dela estrella. Despus, envindolos a Beln, les dijo:"Id e indagad cuidadosamente sobre ese nio; ycuando le encontris, comunicdmelo, para ir tam-bin yo a adorarle." Ellos, despus de or al rey, sepusieron en camino, y he aqu que la estrella quehaban visto en el Oriente iba delante de ellos,hasta que lleg y se detuvo encima del lugar dondeestaba el nio. Al ver la estrella se llenaron deinmensa alegra. Entraron en la casa; vieron alnio con Mara su madre y, postrndose, le adora-ron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron donesde oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueos queno volvieran a Herodes, se retiraron a su pas porotro camino.

    Huida a Egipto (Mt 2:13-15).

    Cuando ellos se retiraron, el Angel del Seorse apareci en sueos a Jos y le dijo:"Levntate, toma contigo al nio y a su madre yhuye a Egipto; y estte all hasta que yo te diga.Porque Herodes va a buscar al nio para matar-le." l se levant, tom de noche al nio y a sumadre, y se retir a Egipto; y estuvo all hasta lamuerte de Herodes; para que se cumpliera lo dichopor el Seor por medio del profeta: De Egipto llama mi hijo. (Oseas 11:1)

    Los Santos Inocentes (Mt 2:16-18)Entonces Herodes, al ver que haba sido burla-

    do por los magos, se enfureci terriblemente yenvi a matar a todos los nios de Beln y de toda

    dronarse con Mara, su esposa, que estaba encin-ta. Mientras estaban all, se le cumplieron los dasdel alumbramiento y dio a luz a su hijo primogni-to, le envolvi en paales y le acost en un pese-bre, porque no tenan sitio en el albergue.

    Anuncio a los pastores (Lc 2:8-20)Haba en la misma comarca unos pastores,

    que dorman al raso y vigilaban por turno durantela noche su rebao. Se les present el Angel delSeor, la gloria del Seor los envolvi en su luz yse llenaron de temor. El Angel les dijo:

    "No temis, pues os anuncio una gran ale-gra, que lo ser para todo el pueblo: Os hanacido hoy, en la ciudad de David, un salvador,que es el Cristo Seor; y esto os servir deseal: encontraris un nio envuelto en paa-les y acostado en un pesebre."

    Y de pronto se junt con el Angel una multituddel ejrcito celestial que alababa a Dios diciendo:

    "Gloria a Dios en las alturas y en la tierrapaz a los hombres en quienes El se complace."

    Cuando los ngeles, dejndoles, se fueron alcielo, los pastores se decan unos a otros: "Vamosa Beln a ver lo que ha sucedido y el Seor nos hamanifestado." Fueron a toda prisa y encontraron aMara y a Jos, y al nio acostado en el pesebre.Al verlo, contaron lo que les haban dicho acercade aquel nio; y todos los que lo oyeron se mara-villaban de lo que los pastores les decan. Mara,por su parte, guardaba todas estas cosas y lasmeditaba en su corazn. Los pastores se volvieronglorificando y alabando a Dios por todo lo quehaban odo y visto, tal como se les haba dicho.

    Adoracin de los Magos. (Mt 2:1-12)Nacido Jess en Beln de Judea, en tiempo

    del rey Herodes, unos magos que venan delOriente se presentaron en Jerusaln, diciendo:"Dnde est el rey de los judos que ha naci-do? Pues vimos su estrella en el Oriente yhemos venido a adorarle." Al orlo el ReyHerodes se sobresalt y con l toda Jerusaln.Convocando a todos los Sumos Sacerdotes yescribas del pueblo, les preguntaba dnde habade nacer el Cristo. Ellos le dijeron:

    "En Beln de Judea, porque as est escritopor el profeta: Y t, Beln, tierra de Jud, noeres, no, la menor entre los principales clanesde Jud; porque de ti saldr un gua, Pastor demi pueblo Israel." (Miqueas 5:2)

    Entonces Herodes llam aparte a los magos y

    su comarca, de dos aos para abajo, segn eltiempo que haba precisado por los magos.Entonces se cumpli lo dicho por el profetaJeremas: Un clamor se ha odo en Ram, muchollanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, yno quiere consolarse, porque ya no existen.(Jeremias 31:15)

    Vuelta de Egipto (Mt 2:19-23)Muerto Herodes, el Angel del Seor se apare-

    ci en sueos a Jos en Egipto y le dijo:"Levntate, toma contigo al nio y a su madre, yvete a la tierra de Israel, pues ya han muerto losque buscaban la vida del nio." l se levant, tomconsigo al nio y a su madre, y entr en tierra deIsrael. Pero al enterarse de que Arquelao reinabaen Judea en lugar de su padre Herodes, tuvomiedo de ir all; y, avisado en sueos, se retir a laregin de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llama-da Nazaret; para que se cumpliese lo dicho por losprofetas: Ser llamado Nazareno.

    CONTENIDOSAN MIGUEL

    noviembre - diciembre 2004 Pgina

    Natividad del Seor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1-3Ao de la Eucarista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4-5 El derecho de cada persona . . . . . . . . . . . . . . . 6-7En esta era de abundancia - Captulo IX, X, XI 8-9Laico esta es tu hora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10-11El camino hacia la verdadera libertad . . . . . . . . 12 Globalizacin y Nueva Evangelizacin . . . . . . . 13Narciza de Jess - Modelo de los Laicos . . . . . 14-15Dogmas de la Inmaculada . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

    por edicin 5 November - December 2004Date of issue: December 2004

    noviembre - diciembre 2004 Publicado 5 veces al ao

    Impreso por:Instituto por La Justicia Social Louis EvenEditor en jefe:Thrse TardifRedaccin y traduccin: (edicin en espaol)Carlos Reyes (Canad), Patricia Beltrn & NemilizAmeyalli Gutirrez (Mxico).Oficina Principal y Direccin de Correo:

    Michael Journal - Canad1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0

    Tel: (450) 469-2209Fax: (450) 469-2601

    Montreal: (514) 856-5714En los Estados Unidos:

    "Michael" JournalP.O. Box 485 - Williamsburg, MA 01096, U.S.A.

    Maria Antonieta Correa - Tel./Fax: (305) 553-5770

    En Mxico:Fundacin Peregrinos de "San Miguel

    Corrales 98, Villas de La Hacienda - Atizapan, Estado de Mxico - 52929, Mxico.

    Tel.: (55) 5887-2772En Ecuador:

    Fundacin Peregrinos de "San Miguel Casilla Postal 17-21-1701 - Quito Tel: 099 707 879

    SSAANN MMIIGGUUEELLPARA EL TRIUNFO DE LA INMACULADA

    YY llaa PPaallaabbrraa ssee hhiizzoo ccaarrnnee

    3 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879noviembre - diciembre 2004

    www.michaeljournal.org - [email protected]

    Subscripciones:Ediciones: espaol, ingls, polaco, francs Canad & EE.UU. 4 aos.......................$20Mxico 2 aos.......................$10Amrica del Centro y Sur 2 aos.......................$10Europa 2 aos.......................$18Otros Pases 2 aos.......................$20

    Printed in CanadaPUBLICATIONS MAIL ONLY AGREEMENT No. 40063742

    Legal Deposit - National Quebec LibraryPostmasters must send address changes to: Michael Journal, 1101

    Principale Street, Rougemont QC, J0L 1M0 - Canada

    1 Misal Romano. Misa vespertina de la vigilia

    Editado por U.M.P.

  • A continuacin presentamos un resumen delos temas mas relucientes del Congreso eucarsti-co internacional, que se celebr del 10 al 17 deoctubre.

    En este inicio del tercer milenio, los creyentesen Jesucristo venimos de todo el mundo, represen-tando a las Iglesias de todos los Continentes, aqua Guadalajara, en este hermossimo Pas, Mxico,para manifestar y corroborar nuestra fe enJesucristo Eucarista.

    En nombre de todos y con todos vosotrosenviamos ante todo un afectuoso saludo a nuestroamado Santo Padre, Juan Pablo II, Sucesor dePedro y Jefe de la Iglesia Catlica. Personalmente,le doy las gracias por haberme enviado comoLegado suyo para el Congreso. l est con noso-tros, nos sigue con sus oraciones y al final delCongreso nos dirigir Su Mensaje acompaadopor la Bendicin Apostlica. (...)

    Mi corazn se ensancha para saludar a losjvenes, las familias, los ancianos, los pobres, losque sufren, as como a las delegaciones de todoslos continentes, naciones y lenguas.

    A todos vosotros, aqu presentes, os digo: Lapaz y la alegra en Cristo Eucarista estn contodos vosotros!.

    Venimos de nuestro mundo Venimos de un mundo lleno de luz pero

    tambin de pesadas sombras. Por un lado, senota la bsqueda de algo que una a la humani-dad, como se ha visto en las ltimas olimpa-das, el anhelo de paz, el redescubrimiento de labelleza de la creacin, la defensa de los dere-chos humanos, la sensibilidad por la justiciasocial, etc. En la Iglesia misma vemos el desper-tar de los jvenes, a los que el Santo Padre haencomendado la estupenda tarea de ser "centine-las de la maana"; estn aumentando y maduran-do las Iglesias jvenes; despus de un siglo degrandes Papas, Juan Pablo II es cada vez msampliamente reconocido como la ms alta autori-dad moral no slo de los catlicos sino tambin dela humanidad entera, el cual ahora sigue ensean-do con su ejemplo, adems de con su palabra;est constantemente presente ante los ojos detodos el compromiso de la Iglesia por la paz,por la dignidad humana, por la justicia y por lospobres y los ms dbiles, por la cultura de lavida contra la cultura de la muerte, por el ines-timable valor de cada persona.

    Sin embargo, venimos de un mundo que tam-bin se ve turbado por sombras tenebrosas: gue-rras conocidas y olvidadas, declaradas o solapa-das; violencias y conflictos de diversa ndole; elataque ideolgico al matrimonio y a la familia, y ala misma vida humana desde su concepcin hastala muerte natural, ahora amenazada tambin conla eutanasia de los ancianos, de los enfermos eincluso de los nios recin nacidos con un homici-dio legalizado; el oscurecimiento de la concienciamoral; la prdida de la capacidad de amar fiel yconstantemente; el terror que se transforma enhorror; la prdida del sentido del pecado, quedenota la prdida del sentido de Dios; la "aposta-sa silenciosa" de Cristo de algunas regiones cris-tianas; un laicismo que excluye a Dios de la vidasocial e incluso de la conciencia privada; un agnos-ticismo que no deja espacio a la religin y resultapeor que el atesmo, mientras proliferan manifesta-ciones de una religiosidad sectaria y fantica, confrecuencia fundamentalista.

    Venimos de este mundo a buscar la luz paranuestra vida, la certeza para nuestras dudas, lavalenta para dar testimonio de nuestra fe a nues-tros hermanos y hermanas que se encuentran endificultades, el alimento para nuestra vida y la denuestros semejantes. "Queremos ver tu rostro,

    Seor". Con Pedro, tambin nosotros queremosmanifestar y profesar nuestra fe en Jesucristo:"Seor, a quin iremos? T tienes palabras devida eterna" (Jn 6, 68). Jess mismo declar: "YoSoy la luz del mundo. El que me siga no caminaren la oscuridad, sino que tendr la luz de la vida"(Jn 8, 12). Y tambin: "Yo Soy el pan de la vida" (Jn6, 48). Luz y vida, he aqu lo que nuestro mundonecesita.

    Eucarista - Cristo en quien creemosHemos venido a este Congreso desde diversas

    partes de nuestro mundo para celebrar laEucarista. Pero, qu es la Eucarista? Despusde la consagracin, lo decimos: Es misterio de lafe. Es un don inestimable. Ms an, "la Iglesia harecibido la Eucarista de Cristo, su Seor, no slocomo un don entre otros muchos, aunque sea muyvalioso, sino como el don por excelencia, porquees don de s mismo, de su persona en su santahumanidad, as como de su obra de salvacin"(Ecclesia de Eucharistia, 11). Por eso, sera msexacto preguntarse: "Quin es la Eucarista?", no:"Qu es la Eucarista?".

    Para confirmar nuestra fe, debemos remontar-nos al origen de la Eucarista, es decir, aCafarnam, donde fue prometida, y al Cenculo,donde fue instituida. Con el Evangelio en lasmanos y con el corazn abierto, releer el captulo 6de Juan, especialmente las palabras que acaba-mos de escuchar: "Yo Soy el pan vivo, que ha baja-do del cielo. El que coma de este pan vivir parasiempre; y el pan que Yo le dar es mi carne parala vida del mundo... El que come mi carne y bebemi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitar elltimo da" (Jn 6, 51. 54). S, la Eucarista esJesucristo mismo, vivo, real, aunque est presentebajo el velo sacramental del pan y del vino. Acasonos parecen "duras" sus palabras, difciles deentender para nuestra mentalidad acostumbrada acomprobarlo todo con los sentidos, con los apara-tos, con la tecnologa, como les parecan difciles aalgunos discpulos en los tiempos de Jess? Y, sinembargo, Jess no cambia ni una coma; antesbien, refuerza sus afirmaciones. Pero nosotrosestamos con Pedro y con su fe: "Seor, a quiniremos? T tienes palabras de vida eterna, y noso-tros creemos y sabemos que t eres el Santo deDios" (Jn 6, 68). Por eso, para nosotros laEucarista es l mismo, es "misterio de la fe", peroes una realidad verdadera. Hoy nos encontramosante Cristo Eucarista con el asombro de la fe, dela alegra, de la admiracin, del amor.

    Es el mismo asombro que invadi a losApstoles en el Cenculo. En aquel clima solem-ne, pero tambin triste en previsin de la pasin,Jess manifest su amor infinito a la humanidad yrealiz lo que haba prometido. Como nos relatasan Juan, "antes de la fiesta de la Pascua, sabien-do Jess que haba llegado su hora de pasar deeste mundo al Padre, habiendo amado a los suyosque estaban en el mundo, los am hasta el extre-mo" (Jn 13, 1), es decir, hasta el lmite. Y entoncesdej a los suyos no un recuerdito, no una imagen,no un don aunque fuera memorable, no un objetoquerido, sino a s mismo. Y adems escogi laforma de pan y de vino para significar que queraconvertirse en nuestro alimento, en apoyo denuestra vida y fuente de nuestra existencia eterna.Se dio a s mismo en alimento por nosotros parapoder quedarse con nosotros en una unin total-mente singular e ntima, en analoga con el alimen-to que entra en el circuito vital de nuestro cuerpo ya travs del metabolismo vital se transforma envida nuestra y energa. De manera semejanteJess mismo quiso entrar en una comunin muyntima con nosotros: "El que come mi carne y bebemi sangre, habita en m y Yo en l. Lo mismo queel Padre, que vive, me ha enviado y Yo vivo por elPadre, tambin el que me coma vivir por m" (Jn6, 56-57). Esta estupenda realidad debe inspirar y

    transformar nuestra vida y nuestras comunioneseucarsticas en encuentros vitales que inspirennuestras actividades.

    Pero la riqueza de la Eucarista, de esta inven-cin maravillosa del Amor Divino, no se agota aqu.

    "Pro Mundi Vita" - "Para la Vida del Mundo" Jesucristo instituy la Eucarista tambin con

    otra finalidad. No por casualidad dijo desde queprometi el pan de la vida: "El pan que Yo dar esmi carne para la vida del mundo" (Jn 6, 51). Luego,cuando en el Cenculo instituy la Eucarista, tomel pan y declar solemnemente: "Esto es mi cuer-po, que ser entregado por vosotros" . Y sobre elvino declar: "ste es el cliz de mi sangre, queser derramada por vosotros". As realiz Jess,en la misma noche en que fue traicionado, conunas horas de anticipacin y de modo incruento,sacramental, el sacrificio que poco despus ofrecide modo cruento en la Cruz. Por tanto, instituy laEucarista como su Sacrificio Redentor. Y, adems,quiso que se perpetuara a lo largo de los siglos, ypor ello dio a los presentes en el Cenculo unaorden que es tambin un poder especial: "Hacedesto en conmemoracin ma". Desde entonces, lossacerdotes de la Iglesia cumplen fielmente estesublime deber, como lo describe san Pablo en lacarta a los fieles de Corinto: "Pues cada vez quecomis de este pan y bebis de este cliz, anun-ciis la muerte del Seor, hasta que vuelva" (1 Co11, 26).

    Como en tiempos de san Pablo en la Iglesiaprimitiva, tambin hoy aqu, en Guadalajara, hace-mos lo que nos mand el Seor: el celebrante repi-te fielmente las palabras del Seor sobre el pan ysobre el vino, los convierte en el Cuerpo y en laSangre de Cristo en memoria de l y proclama: "Esmisterio de la fe". Seguidamente el pueblo profesasu fe en el sacrificio de Cristo que se renueva en elaltar: "Anunciamos tu muerte, Seor!". Y no esslo la evocacin de la pasin y muerte del Seor,una pura conmemoracin como en una represen-tacin teatral sagrada, sino que es la representa-cin sacramental de este acontecimiento salvfico.Este acontecimiento central de salvacin se hacerealmente presente y "se realiza la obra de nuestraredencin" (Lumen gentium, 3). "Este sacrificio -afir-ma el Santo Padre- es tan decisivo para la salva-cin del gnero humano, que Jesucristo lo realizy volvi al Padre slo despus de habernos dejadoel medio para participar de l como si hubiramosestado presentes". La Eucarista es precisamenteeste medio. El mismo Papa exclama a continua-cin: "Qu ms poda hacer Jess por nosotros?Verdaderamente, en la Eucarista nos muestra unamor que llega "hasta el extremo" (Jn 13, 1), unamor que no conoce medida" (Ecclesia deEucharistia, 11). Amor que da la propia vida para lavida del mundo, tambin de nuestro mundo, denuestro milenio, de cada uno de nosotros!1

    Partimos de Zapopan guiados por Mara, MujerEucarstica. De ella sola Jesucristo tom suCuerpo, el Cuerpo que nos dej como pan de vidaen la ltima Cena. En el Cenculo Jess anticipsu sacrificio del Glgota e instituy y ofreci el pri-mer sacrificio eucarstico "para la vida del mundo"(Jn 6, 51). Despus de su muerte y resurreccin,envi a los Apstoles en misin al mundo enteropara hacer discpulos y bautizar a todos los pue-blos. Los Apstoles reunan a los primeros fielesen torno a la mesa eucarstica en la "fractio panis".La Iglesia entr en la historia por medio de lamisin. Comenzaba a realizarse la profeca deIsaas: "Caminarn los pueblos a tu luz..." (Is 60, 3).

    Partimos de este Congreso Eucarstico paraportar el Cristo al mundo, a nuestro mundo del ini-cio del tercer milenio. Debemos tomar concienciade que la evangelizacin del mundo est an enlos inicios y de que dos tercios de la humanidad noconocen todava a Jesucristo, al Cristo que muri

    4 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 noviembre - diciembre 2004

    La Eucarista, luz y vida del nuevo milenioAO DDE LLA EEUCARISTA

    Editado por U.M.P.

  • Todos somos enviados en misin, para evangelizaral mundo y anunciar las maravillas del Amor Divinoque nos ha manifestado en la Eucarista. Dar testi-monio de Cristo Eucarista con nuestra vida.Renovar tambin nuestra evangelizacin, para quesea "nueva en su ardor, en sus mtodos, en susexpresiones". Juan Pablo II renueva hoy su llama-do para que, "despus de este CongresoEucarstico, toda la Iglesia salga fortalecida para lanueva evangelizacin que el mundo entero necesi-ta: nueva tambin por la referencia explcita y pro-funda a la Eucarista, como centro y raz de la vidacristiana, como siembra y exigencia de fraternidad,de justicia, de servicio a todos los hombres, empe-zando por los ms necesitados en su cuerpo y ensu espritu. Evangelizacin para la Eucarista, en laEucarista y desde la Eucarista" (Sevilla, 12.6.1993).

    Hermanos y hermanas, partamos de esteCongreso prometindo a Cristo Seor honrar fiel-mente Su Sacrificio Eucarstico con la presenciaactiva en la Misa dominical y festiva, renovar nues-tras devociones litrgicas y populares a Jess pre-sente en el Santsimo Sacramento: la adoracin,las procesiones, sobre todo del Corpus Christi, lasfrecuentes visitas al Santsimo, la comunin losviernes primeros, las cuarenta horas, la exposicincontinua en nuestros Santuarios, la bendicin conel Santsimo Sacramento, la adoracin nocturna,los congresos eucarsticos, etc. 2

    por todos y que nosotros en el Congreso hemoscelebrado como "Luz y Vida del Nuevo Milenio".

    Es l quien nos manda en misin; es laEucarista, en la que da la vida para nuestromundo, la que nos inspira, nos alimenta y nosimpulsa a llevar este inmenso don de Dios a lahumanidad entera.

    Por eso, esta parada nuestra ante laEucarista, esta "statio Orbis" nos hace reflexionarsobre si en verdad "anunciamos tu muerte, Seor,proclamamos tu resurreccin, hasta que vuelvas".

    Eucarista y EvangelizacinLa Evangelizacin o misin est ntimamente

    vinculada a la Eucarista. San Juan no recoge elrelato de la institucin de la Eucarista, comohacen los otros evangelistas, pero hace muchasalusiones a esas horas benditas pasadas en elCenculo. Comienza con una conmovedora des-cripcin: "Antes de la fiesta de la Pascua, sabien-do Jess que haba llegado su hora de pasar deeste mundo al Padre, habiendo amado a los suyosque estaban en el mundo, los am hasta el extre-mo" (Jn 13, 1). Despus de lavar los pies a losApstoles, les dirigi un largo discurso, que termi-na con la maravillosa oracin al Padre, llamadatambin "sacerdotal". En este contexto conmove-dor, pronunci las palabras del Evangelio de hoy,que es como un envo a la misin: "Como t mehas enviado al mundo, yo tambin los he enviadoal mundo... No ruego slo por estos, sino tambinpor aquellos que, por medio de su palabra, creernen m, para que todos sean uno..., para que elmundo crea que t me has enviado" (Jn 17, 18-21).En efecto, Jess resucitado dir a los Apstoles:"Como el Padre me envi, tambin yo os envo" (Jn20, 21). Encarga a su Iglesia que contine sumisma misin.

    La Eucarista es un signo de que "tanto amDios al mundo que dio a su Hijo nico, para quetodo el que crea en l no perezca" (Jn 3, 16). En laEucarista Jess "am a los suyos hasta el extre-mo". Cada hombre puede decir: "Me am y seentreg a s mismo por m" (Ga 2, 20). Es necesa-rio anunciar este gran amor: "Anunciamos tu muer-te; proclamamos tu resurreccin. Ven, SeorJess!".

    En la Cruz, Jess muri por todos, dio su vidapor la humanidad entera. En la Eucarista ofrecehoy su salvacin para la vida del mundo, para lasalvacin de quien cree y de quien an no cree. LaEucarista hace presente sacramentalmente estedon de la salvacin en el decurso de la historia. Espreciso llevar esta "Buena Nueva" a todas lasnaciones.

    En la Iglesia primitiva, los creyentes "acudanasiduamente a la enseanza de los apstoles, a lacomunin, a la fraccin del pan y a las oraciones...El Seor agregaba cada da a la comunidad a losque se haban de salvar... La multitud de los cre-yentes tena un solo corazn y una sola alma" (Hch2, 42.47; 4, 32).

    noviembre - diciembre 2004 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 5

    En la Eucarista los misioneros encuentranfuerza, valenta y apoyo para sus trabajos. En lacomunin con Cristo Eucarista todo cristiano reci-be la tranquila audacia para dar en su entorno tes-timonio de su fe. Podra cumplir la Iglesia suvocacin misionera y apostlica sin este apoyo?Para evangelizar al mundo necesitamos apstolesy misioneros enamorados de la Eucarista, quesepan adorar, contemplar, celebrar y vivir a CristoEucarista, para llevarlo luego a las "gentes".

    Porque la Eucarista, como ensea el ConcilioVaticano II, es "fuente y cima de toda la vida cris-tiana" (Lumen gentium, 11), pero tambin "fuente ycumbre de toda la evangelizacin" (Presbyterorumordinis, 5).

    Partir de la Eucaristapara la Nueva Evangelizacin

    La Iglesia nos invita a partir todos de laEucarista para la primera y para la nueva evange-lizacin de nuestro mundo. Al dejar esta tierra alfinal de su morada terrena, Jesucristo reuni a supequea Iglesia y la envi en misin. Su mandatoes vlido y urgente tambin hoy: "Me ha sido dadotodo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, yhaced discpulos a todas las gentes, bautizndolasen el nombre del Padre y del Hijo y del EsprituSanto, y ensendoles a guardar todo lo que yo oshe mandado. Y he aqu que yo estoy con vosotrostodos los das hasta el fin del mundo" (Mt 28, 19-20).

    1 Homila de Inicio y 2 de Clausura. Exmo. Cardenal Jozef Tomko

    Evangelizadores enamorados de la Eucarista

    1. "Sabed que yo estoy con voso-tros todos los das hasta el fin delmundo" (Mt 28,20).

    Reunidos ante la Eucarista,experimentamos con particularintensidad en este momento la ver-dad de la promesa de Cristo: lest con nosotros!

    Os saludo a todos los que estis enGuadalajara para participar en la con-clusin del Congreso EucarsticoInternacional. En particular, alCardenal Jozef Tomko, Legado mo,al Cardenal Juan Sandoval Iguez,Arzobispo de Guadalajara, a losSeores Cardenales, Arzobispos,Obispos y Sacerdotes de Mxico y deotros muchos Pases que estn pre-sentes.

    Saludo tambin a todos los fielesde Guadalajara, de Mxico y de otraspartes del mundo, unidos a nosotrosen la adoracin del MisterioEucarstico.

    2. La conexin televisiva entre laBaslica de San Pedro, corazn dela cristiandad, y Guadalajara, sededel Congreso, es como un puentetendido entre los continentes y haceque nuestro encuentro de oracinsea como una "Statio Orbis" ideal, ala cual se unen los creyentes detodo el orbe. El punto de encuentroes Jess mismo, realmente presen-te en la Santsima Eucarista con sumisterio de muerte y resurreccin,en el cual se unen el cielo y la tierra,y se encuentran los pueblos y cultu-ras diversas. Cristo es "nuestra paz,haciendo de los dos un slo pueblo"(Ef 2,14).

    3. "La Eucarista, Luz y Vida delNuevo Milenio". El tema delCongreso nos invita a considerar elMisterio eucarstico, no slo en smismo, sino tambin en relacin alos problemas de nuestro tiempo.

    Misterio de luz! De luz tienenecesidad el corazn del hombre,oprimido por el pecado, a vecesdesorientado y cansado, probadopor sufrimientos de todo tipo. Elmundo tiene necesidad de luz, en labsqueda difcil de una paz que

    parece lejana al comienzo de unmilenio perturbado y humillado por laviolencia, el terrorismo y la guerra.

    La Eucarista es luz! En la Palabrade Dios constantemente proclamada,en el pan y en el vino convertidos enCuerpo y Sangre de Cristo, es preci-samente l, el Seor Resucitado,quien abre la mente y el corazn y sedeja reconocer, como sucedi a losdos discpulos de Emas "al partir elpan" (cf Lc 24,25). En este gesto con-vivial revivimos el sacrificio de laCruz, experimentamos el amor infini-to de Dios y sentimos la llamada adifundir la luz de Cristo entre los hom-bres y mujeres de nuestro tiempo.

    4. Misterio de vida! Qu aspira-cin puede ser ms grande que lavida? Y sin embargo sobre esteanhelo humano universal se ciernensombras amenazadoras: la sombrade una cultura que niega el respetode la vida en cada una de sus fases;la sombra de una indiferencia quecondena a tantas personas a un des-tino de hambre y subdesarrollo; lasombra de una bsqueda cientficaque a veces est al servicio del ego-smo del ms fuerte.

    Queridos hermanos y hermanas:debemos sentirnos interpelados porlas necesidades de tantos hermanos.No podemos cerrar el corazn a suspeticiones de ayuda. Y tampocopodemos olvidar que "no slo de panvive el hombre" (cf Mt 4,4).Necesitamos el "pan vivo bajado delcielo" ( Jn 6,51). Este pan es Jess.Alimentarnos de l significa recibir lavida misma de Dios (cf. Jn 10,10),abrindonos a la lgica del amor y delcompartir.

    5. He querido que este Ao estu-viera dedicado particularmente a laEucarista. En realidad, todos losdas, y especialmente el domingo,da de la resurreccin de Cristo, laIglesia vive de este misterio. Pero eneste Ao de la Eucarista se invita ala comunidad cristiana a tomar con-ciencia ms viva del mismo con unacelebracin ms sentida, con unaadoracin prolongada y fervorosa,

    con un mayor compromiso de frater-nidad y de servicio a los ms necesi-tados. La Eucarista es fuente y epifa-na de comunin. Es principio y pro-yecto de misin (cf. Mane nobiscumDomine, cap. III y IV).

    Siguiendo el ejemplo de Mara,"Mujer Eucarstica" (Ecclesia deEucharistia, cap. VI), la comunidadcristiana ha de vivir de este misterio.Consolidada por el "pan de vida eter-na", ha de ser presencia de luz y devida, fermento de evangelizacin yde solidaridad.

    6. Mane nobiscum, Domine! Comolos dos discpulos del Evangelio, teimploramos, Seor Jess: Qudatecon nosotros!

    T, divino Caminante, experto denuestras calzadas y conocedor denuestro corazn, no nos dejes prisio-neros de las sombras de la noche.

    Ampranos en el cansancio, per-dona nuestros pecados, orientanuestros pasos por la va del bien.

    Bendice a los nios, a los jvenes,a los ancianos, a las familias y parti-cularmente a los enfermos. Bendicea los sacerdotes y a las personasconsagradas. Bendice a toda lahumanidad.

    En la Eucarista te has hecho"remedio de inmortalidad": danos elgusto de una vida plena, que nosayude a caminar sobre esta tierracomo peregrinos seguros y alegres,mirando siempre hacia la meta de lavida sin fin.

    Qudate con nosotros, Seor!Qudate con nosotros! Amn.

    El Papa inaugura el Ao de la Eucarista. Mensaje de clausura

    Qudate con nosotros, Seor!

    "Tengo ahora el gozo decomunicar que el prximoCongreso EucarsticoInternacional se celebraren Quebec en el ao 2008.

    Que este anuncio susci-te en los fieles un fuerteempeo e vivir ms inten-samente el presente Aode la Eucarista."

    "He querido queeste Ao estuvieradedicado particular-mente a la Eucarista.

    En realidad todoslos das, y especial-

    mente el domingo, dade la Resurreccin deCristo, la Iglesia vive deeste misterio.

    Pero en este Ao de laEucarista se invita a lacomunidad cristiana atomar conciencia msviva del mismo con unacelebracin ms senti-da, con una adoracinprolongada y fervorosa,con un mayor compro-miso de fraternidad y deservicio a los ms nece-sitados.

    La Eucarista es fuentey Epifana de Comunin"

  • A continuacin presentamos las palabrasdel Papa Po XII citadas entre comillas,dichas el primero de junio de 1941 en suextraordinario programa de radio. Los subt-tulos y comentarios que estn en letra normalson de Louis Even.

    De Dios para todos"Los bienes materiales han sido crea-

    dos por Dios para satisfacer las necesida-des de los hombres, y deben estar a la dis-posicin de todos ellos tal y como lorequiere la justicia y la caridad".

    Antes de crear a Adn y Eva, Dios pusosobre la tierra recursos abundantes para queellos y sus sucesores, pudieran encontrartodo lo necesario para vivir. Todos estosrecursos duraderos, mientras exista vida enla tierra, pues sera impensable de parte delCreador, quien es la Verdadera Sabidura y laProvidencia Real, que no otorgase lo necesariopara vivir.

    Impensable tambin es la idea de que Dioshaya creado recursos naturales para el beneficiosolamente de una porcin de la humanidad.

    Igualmente es inaceptable que estos regalosdel Creador puedan ser monopolizados por algu-nos poderosos individuos o naciones, mientrasque la existencia de stos recursos naturales, nodepende del trabajo de algn hombre ni del mspoderoso ni de ningn otro. Los recursos naturalesson una creacin de Dios, y Dios, el Padre detodos, cre estos recursos para todos.

    La explotacin de estos recursos naturales ylas cosas tiles que provienen de ellos, puedenciertamente traer ventajas especiales a aquellosque trabajan para producirlas, pero debemosrecordar que sin la existencia inicial de materiaprima, el hombre no sera capaz de producir algo.Las habilidades de algunos o las circunstanciasfavorables que ellos tengan para acceder a estosbienes que originalmente vienen de la voluntad ydel poder creativo de Dios, no debe privar a otrosde sus derechos a compartir de los bienes creadospor l, pues son necesarios para la existencia decada hombre. El practicar o el aprobar estas exclu-siones es ir en contra del plan de Dios. La justiciadistributiva debe al contrario aspirar a facilitar, elacceso de cada individuo al menos a las necesida-des bsicas de la vida, y despus a una larga por-cin cuando sea fsicamente posible sin aceptar elobstculo de condiciones artificiales.

    Un derecho fundamental"Efectivamente, cada hombre como ser de

    raciocinio, tiene por naturaleza el derecho fun-damental de hacer uso de los bienes materialesde la tierra, a pesar de que est reservado a lavoluntad humana y a las formas jurdicas de lagente, regular detalladamente la realizacinprctica de ese derecho."

    Este prrafo debe ser aprendido de corazn yretenido en la mente de cada legislador, de cadahombre de gobierno, de cada socilogo y moralis-ta, debe ser aprendido por trabajadores en el reasocial, y tambin por aquellos entusiastas que tie-nen en su mente el obsesivo concepto de una eco-noma de empleo total. Esto con el fin de que pue-dan abrir sus pensamientos.

    Un derecho fundamental no puede ser gana-do mediante el trabajo u otros mtodos, pues yaexiste implcitamente! No debe ser condicionadode ninguna manera porque pertenece a la mismanaturaleza del hombre: Cada individuo lo tienedesde su nacimiento, por el simple hecho de serhumano.

    Un derecho fundamental no puede ser cuestio-nado: lo que debe buscarse son los mejoresmedios para facilitar la realizacin prctica delmismo, tal como lo dijo el Papa.

    Quin es el responsable del establecimientode estos medios? Leamos lo que el Papa Po XIIdijo: "La voluntad humana y las formas jurdi-cas de los pueblos." La voluntad humana: enotras palabras, el conocimiento de este derechopor las naciones y sus gobiernos. Luego entonceslas formas jurdicas, como las leyes y regulacio-nes, que han sido designadas para este propsito.

    "De los pueblos" (el plural es de Po XII). Asque no debemos esperar el establecimiento de unindeseable gobierno mundial. Llevar a escala inter-nacional un problema que puede arreglarse nacio-

    nalmente, solamente nos llevara ahacer este problema ms complicado ya retrasar su solucin. Si se encontraseuna solucin en el mbito Internacional,ser, en la mayora de los casos, mala-mente aplicada de manera local.

    Cada gobierno nacional legtimo escapaz de establecer entre su poblacinuna forma satisfactoria de distribucin

    de los productos ofrecidos en su territorio, ya seaque venga de su produccin domstica o importa-da en intercambio por productos domsticosexportados.

    Esto no significa que un pas que pueda prove-er fcilmente un estndar satisfactorio de vida paratodos los ciudadanos, no deba proporcionar ningu-na consideracin a la situacin de las poblaciones

    en pases menos favorecidos. No, y yahemos dicho anteriormente que la justiciadistributiva, se trata del derecho fundamentalque tiene cada ser humano con respecto aluso de los bienes de la tierra.

    Ahora bien, debemos considerar cmopuede ser aplicado este derecho al uso delos bienes materiales. En principio de cuen-tas, a travs de la observacin de los buenosresultados del orden establecido correcta-mente en una primera nacin. Como conse-cuencia tendremos que otras naciones semotivarn para seguir iguales estndares.Luego podr observarse que en las nacionesque disfruten de este orden, los pobladores,quienes estarn ya econmicamente seguroscon la garanta de su participacin personalen la produccin de su propio pas, estarnfelices de ayudar gratuitamente con sus bie-nes o con su conocimiento, a aquellas perso-nas menos desarrolladas, para que staspuedan mejorar su situacin. Por lo tanto,esto ser tambin justicia distributiva de vida,pero coronada con caridad personal. Justiciay caridad: estas dos palabras estn asocia-das en el primer prrafo de la alocucin dePo XII en la radio.

    Un derecho individual inalienable"Tal derecho individual no puede por

    ningn motivo, ser suprimido, ni siquieramediante el ejercicio de otros derechos

    incuestionables y reconocidos sobre los bie-nes naturales".

    Solamente Po XII pudo expresar tan enrgica-mente y en pocas palabras, un derecho funda-mental de tanta importancia. Es un derecho igualpara cada individuo, un derecho que es imprescrip-tible, inalienable e indestructible, atado a la perso-na por el resto de su vida. El negar este derecho,ignorarlo, prohibirlo u obstruir su ejercicio, no lo eli-mina. Incluso los ciudadanos que han sido destitui-dos de la sociedad continan teniendo el derechode usar las cosas creadas por Dios. Incluso si esmantenido en condiciones donde no tiene accesoa ninguna clase de bienes.

    Notemos tambin lo que el Papa dijo: "Nisiquiera la existencia y el ejercicio de otros legti-mos y reconocidos derechos, eliminan el derechoindividual. De esta manera no hay necesidad deeliminar la empresa privada, ni el derecho a la pro-piedad, ni la necesidad de nacionalizar las vas deproduccin para facilitar a cada individuo el ejerci-cio de sus derechos para una adecuada participa-cin en las necesidades de la vida".

    Adicionalmente en este estudio, se sacarninteresantes conclusiones de esta coexistencia dederechos legtimos que son posibles en unaestructura econmica organizada profundamenteen conformidad con su fin.

    El objetivo de una estructura econmica

    "Una economa nacional, que es el fruto delas actividades de los hombres que combinansu trabajo en la comunidad nacional, tiende ano hacer nada ms que asegurar sin interrup-cin, las condiciones materiales en las cualesla vida individual de los ciudadanos estara encapacidad de desarrollarse plenamente".

    Po XII dio una definicin clara de esta expre-sin: "Economa nacional", dijo, "Es el resultado deactividades econmicas realizadas por una nacin,sean estas desarrolladas por individuos o por aso-

    Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 8796 noviembre - diciembre 2004

    E l d e r e c h o de cada persona al uso de los bienes materialesPrograma de radio de S.S. Papa Po XII del primero de junio de 1941

    "Los bienes materiales han sido crea-dos por Dios para satisfacer las necesi-dades de los hombres, y deben estar a ladisposicin de todos ellos tal y como lorequiere la justicia y la caridad".

    Debemos tener presente que apartede las Encclicas de los Papas, son tam-bin fuentes de la Doctrina Social de laIglesia los documentos de los Snodosde los Obispos, especialmente de 1971sobre la justicia en el mundo, y laEvangelio Nuntiandi, sobre la evangeliza-cin, 1974.

    Adems es importante anotar que laEncclica no es el nico vehculo detransmisin de la Doctrina Social de laIglesia. Entre esos vehculos se incluyentambin los radiomensajes, muy utiliza-dos por Po XII para difundir la DoctrinaSocial, las Cartas Apostlicas, las alocu-ciones, los discursos, las homilas, pro-nunciadas por diferentes Papas, enRoma o fuera de Roma, a delegacionesde fieles o con ocasin de eventos deespecial importancia.

  • nivel nacional, por una estructura econmica quees genuinamente humana. Si el objetivo se cum-ple, la estructura econmica es buena. Si a laestructura econmica no le interesa desarrollareste objetivo, se concluye que esta estructura esmala. Si se logra este objetivo, continuamente setendra que recurrir a medidas gubernamentalespara apaliar momentneamente y muy insuficien-temente las necesidades de primer momento, y laestructura econmica estara acortada.

    Si la distribucin de productos es hecha pobre-mente, el gobierno tendra que imponer impuestoscontinuamente sobre la gente para ayudar a losque no han recibido nada. Eso significara que lajusticia distributiva no existi desde el principio.

    Adems, en los pases que tienen produccio-nes abundantes y potenciales, es falso decir quela riqueza de algunos es la causa de la pobreza deotros. Los ricos no comen todo el pan, ellos nousan toda la ropa, no se apropian de todos losmateriales para la construccin que estos pasespueden producir. No significa que la otra parte dela poblacin no reciba los bienes bsicos porquelos ricos estn bien alimentados, bien vestidos, tie-nen buenas viviendas. El tomar algo del plato dePedro para ponerlo sobre el plato vaco de Pablo,no tiene sentido cuando las tiendas estn al reven-tar. Leamos las pginas de publicidad en los peri-dicos de estos pases y preguntmonos: Quinesestn en demanda, los productores o los consumi-dores?

    El Papa Po XII solamente record los princi-pios que cada estructura econmica slida debetomar en consideracin: el destino de los bienes dela tierra, de acuerdo a la voluntad del Creador, y lasnormas que permitan juzgar el xito o el fracasodel sistema, su rectitud o su perversin.

    Pero el Papa de ninguna manera nos indicqu mtodos deberan de usarse, o cmo deber-an ser organizadas la produccin o la distribucinde los bienes de la tierra. Po XII manifest firme-mente que los bienes de la tierra han sido cre-ados por Dios para todos los hombres. Peroaadi tambin que Dios ha dejado a la volun-tad de los hombres y de los legisladores de lasnaciones, la tarea de regular en detalle la reali-zacin prctica de los derechos fundamentalesde cada hombre, para que puedan hacer uso deestos bienes.

    Entonces, esta responsabilidad pertenece alas instituciones civiles. La Iglesia declara y recuer-da los principios. Ella tambin puede denunciarfuertemente legislaciones o instituciones que vio-lan estos principios o que ignoran las injusticias enla distribucin de los bienes materiales que lecorresponden a individuos y familias. Pero laIglesia no ocupa el lugar de los lderes civiles alescoger las frmulas y al elaborar las leyes y regu-laciones.

    Seguramente existen defectos que corregir enel presente sistema capitalista, especialmente enlo que concierne a la concentracin de riqueza y asus deficiencias para lograr la distribucin justa dela produccin abundante; sin embargo, esto no jus-tifica que deba ser sustituido con frmulas polticasy econmicas de regmenes comunistas de dondesus crmenes sobrepasan las montaas delHimalaya: Uno debe estar sumamente ciego parano verlos o tener tan mala fe para excusarlos.

    Por otro lado, Tambin es equivocado preten-der que no existe otra alternativa que el socialismoa las deficiencias del capitalismo actual. Existe unatercera opcin que se nos ofrece, desconocida yboicoteada por parte de los poderes financierosque dominan el capitalismo y los hambrientospoderes demonacos Fabianistas, el socialismomarxista y el comunismo que quieren gobernar elmundo.

    Introduciremos un vistazo a esa tercera opcinen nuestro prximo artculo, acerca de un dividen-do nacional para todos.

    Louis Even

    ciaciones diversas, cooperativas, compaas,federaciones u otras".

    Es la suma de todas estas actividades la queprovee los bienes necesarios a los consumidoresen un pas, y as mismo, la que provee del exce-dente que se exporta para pagar las importacionesde bienes extranjeros que ofrecern una granvariedad de artculos para el consumo domstico.

    Qu es, o cules deben ser los frutos de estaeconoma nacional? Su finalidad no es otra msque la de crear las condiciones materiales necesa-rias que respondan a las necesidades de la pobla-cin del pas, permitiendo el crecimiento de su vidaindividual. Y notemos una vez que se recalca estetrmino: "vida individual".

    El reflejo de la prosperidad real de una nacinno se debe buscar en la gran produccin ilimitada,ni en estadsticas comerciales o industriales. Paraapreciar esta prosperidad, uno debe examinar elestndar de vida de cada familia, de cada indivi-duo. Existen suficientes bienes materiales a ladisposicin de todos?, Los bienes estn llegan-do regularmente, sin interrupcin, y no en periodossucesivos de abundancia y/o de escasez sin algu-na relacin con las posibilidades reales, siendoalternativas indicativas de una interrupcin artificialque viola el objetivo de una estructura econmicabien organizada?

    Entonces los productos ofrecidos tienen queser suficientes, de buena calidad, y permanentes.Pero la justicia distributiva debe tomar el derechofundamental de cada individuo en consideracin.El Papa Po XII dijo, a este respecto de la prospe-ridad real de la gente, las siguientes frases:

    "Donde se logre esto y se haga de tal mane-ra que perdure, la persona estara estructural-mente hablando en un estado de riqueza por-que el bienestar material general y en conse-cuencia, los derechos personales de todospara hacer uso de los bienes terrenales, se rea-lizaran de esta manera de acuerdo a la volun-tad del Creador".

    La riqueza econmica de una nacin noconsiste propiamente en la abundancia de losbienes juzgados sobre su valor por un meromaterial de computacin, sino que consiste enlo que tal abundancia en realidad significa yproporciona como una fase de material sufi-ciente para un desarrollo personal justo de susmiembros.

    Si tal distribucin justa de bienes no seefectuase o simplemente se asegurara de unamanera imperfecta, no se lograra el verdaderofin de la economa nacional (a pesar de que laabundancia de bienes disponibles sea prspe-ra), pues la gente no sera rica, sino pobre, yaque no se le invitara a compartir de esa abun-dancia.

    Al lograr, por el contrario, que esta distri-bucin justa, sea realizada de manera eficientesobre una base duradera, se podr ver a lagente -aunque con menos bienes considera-bles a su disposicin-, convertidas en perso-nas econmicamente slidas.

    Frutos de la pazLa gente hoy en da est inclinada a eva-

    luar la riqueza o la pobreza de las personas conescalas que van de acuerdo a un criterio cuan-titativo, como son el espacio y la abundanciade bienes.

    "En cambio, si el fin de la economa nacio-nal se aprecia de acuerdo a su valor exacto,este fin se convertira en una luz gua para losesfuerzos de los hombres de estado y de lapoblacin, les aclarara a ellos cmo ingresar aun camino que no requiere de sacrificios conti-nuos en bienes y sangre, y que dara frutos depaz y bienestar material general".

    Los extractos del programa radial del Papa PoXII que hemos reproducido, nos dan una definicinautoritaria acerca del fin que se debe conseguir a

    7 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879noviembre - diciembre 2004

    El derecho de cada persona al uso de los bienes materiales

    Versin:

    Espaol Ingls Francs Polaco

    SUSCRBASE AL PERIDICO SAN MIGUEL 5 EDICIONES AL AO

    $20 DLARES POR 4 AOS, $10 DLARES POR 2 AOS

    SUSCRIPCIONES EN CANAD Y U.S.A. Cheque o Money Order a nombre de Michael Journal

    Michael Journal - Canad1101 Principale St. - Rougemont, QC,- J0L 1M0

    Michael Journal - U.S.A.P.O. Box 485 - Williamsburg, MA 01096

    [email protected]

    Enviar giro a travs de Wester Union o cheque anombre de:

    Michael Journal - Canad1101 Principale St. - Rougemont, QC,- J0L 1M0

    Michael Journal - U.S.A.P.O. Box 485 - Williamsburg, MA 01096

    SUSCRIPCIONES EN MXICO Peregrinos de "San Miguel ArcngelCorrales 98, Villas de La Hacienda - Atizapan, Estado de Mxico - 52929

    SUSCRIPCIONES PARA SUD AMERICA

    SUSCRIPCIONES EN ECUADORPeregrinos de "San Miguel ArcngelCasilla Postal 17-21-1701 - Quito

    "BUSCAD PRIMERO EL REINO DE DIOS Y SUJUSTICIA, Y TODAS ESAS COSAS SE OS DARN

    POR AADIDURA" (Mt 6,33)PEREGRINOS DE SAN MIGUELPEREGRINOS DE SAN MIGUEL ARCNGELARCNGEL

    Misioneros Laicos CatlicosTrabajo de prensa, apostolado y educacin

    en Justicia Social

    [email protected]

    Quines somos?Somos Laicos Catlicos comprometidos con la Iglesia, quea pesar de nuestra condicin humana tratamos siempre de

    vivir de acuerdo con sus enseanzas, para hacer realidad elTriunfo del Corazn Inmaculado de Mara y colaborar en laimplantacin y extensin del Reino de Dios en las almas,luchando da a da por vivir la santidad, insertados en el

    mundo, haciendo en todo la Voluntad de Dios, siguiendo elCamino de la Cruz, a ejemplo de Mara.

    Cul es nuestro objetivo?"Promover el desarrollo de una sociedad ms cristiana endonde se viva con dignidad de ser hijos de Dios, mediantela difusin de las enseanzas de la Santa Iglesia Catlica,

    Apostlica y Romana renovando con esto el orden temporalpara darle cabida al plan de Dios.

    Trabajar en la bsqueda de soluciones concretas para quereine la justicia social conforme a las enseanzas del

    Evangelio y los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

    Para poder continuarcon nuestra misinevangelizadora, losPeregrinos de San

    Miguel necesitamos de sugenerosa ayuda, por lo

    que solicitamos sucontribucin.

    Que el Divino Nio Jessles de, el ciento por uno.

    AL MUNDO NO PUEDEN SALVARLO SINO LOSANTOS, Y MIENTRAS TODOS NODESCUBRAMOS NUESTRA COMNVOCACIN A LA SANTIDAD Y NO

    NOS EMPEEMOS SOLIDARIAMENTE ENADQUIRIRLA TODO CONTINUAR MARCHANDO

    MAL Y SIN REMEDIO.

  • La situacin llega alo ms inconcebible:todo el dinero en circu-lacin procede nica-mente de los bancos.An las monedas y elpapel moneda entranen circulacin si sonliberados por los ban-cos.

    Pero los bancosponen el dinero en cir-culacin exclusivamen-te prestndolo sobre

    inters. Esto significa que todo el dinero circulanteprocede de los bancos y debe regresar a ellosalgn da, engrosado con intereses.

    Los bancos continan siendo los dueos deldinero. Nosotros somos tan slo los que lo pedi-mos prestado. Si algunos se las arreglan paramantener su dinero durante algn tiempo e inclusi-ve permanentemente, otros son incapaces decumplir con sus compromisos.

    Una multiplicidad de bancarrotas individuales ycorporativas, hipotecas sobre hipotecas y el conti-nuo crecimiento de la deuda pblica son los frutosnaturales de tal sistema.

    El cargar intereses desde el nacimiento deldinero es ilegtimo y absurdo, antisocial y contra-rio a la adecuada aritmtica. El defecto monetarioentonces es tanto un defecto tcnico como social.

    A medida que nuestro pas crece, tanto en pro-duccin como en poblacin, ms dinero se hacenecesario. Pero es imposible obtener nuevo dinerosin contraer una deuda que colectivamente nopodr ser pagada.

    As que nos quedamos con las opciones dedetener el crecimiento o endeudarnos; de sumer-girnos en el desempleo masivo o el tener unadeuda eterna. Y este es precisamente el dilemaque est siendo debatido en cada pas.

    Aristteles y posteriormente Santo Toms deAquino, escribieron que el dinero no produce des-cendencia, no genera ms dinero. Pero los ban-queros traen el dinero a existencia, solamente sieste genera ms dinero. Dado que ningn gobier-no ni los pueblos crean el dinero, nadie crea ladescendencia (el inters) reclamada por el ban-quero. Aunque legal, esta es una situacin viciosae insultante.

    Declinacin y degradacinEsta forma de crear el dinero de un pas,

    endeudando tanto a los gobiernos como a los indi-viduos establece una autntica dictadura sobreambos. El gobierno soberano se ha convertido enun firmante de deudas debidas a un pequeogrupo de beneficiados. Un ministro, quien repre-senta a toda la poblacin de un pas firma deudasimpagables. El banquero, quien representa a unoscuantos accionistas sedientos de utilidades, fabri-ca el dinero de nuestro pas.

    Este es un aspecto impactante de la degrada-cin del poder, del cual habl el Papa Po XI: losgobiernos han sometido sus nobles funciones y sehan convertido en los esclavos de intereses priva-dos.

    El Gobierno, en lugar de guiar al pas, se haconvertido en un mero recaudador de impuestos yel mayor asunto del cual debe hacerse cargo elgobierno es precisamente el servicio de la deuda:el pago de los intereses de la deuda pblica.

    Ms an, la legislacin consiste principalmenteen poner impuestos a los ciudadanos y en erigir, entodas partes, restricciones a la libertad.

    Existen leyes que se aseguran el que se lepague a los creadores del dinero. No hay ningunapara prevenir el que los seres humanos mueran enabsoluta pobreza.

    El dinero restringido desarrolla una mentalidadde lobos en los individuos. Frente a la abundancia,todos tratan de obtener los smbolos escasos queles den el derecho a obtener la parte correspon-diente de dicha abundancia. De ah, se dan la com-petencia frentica, los favores polticos, las denun-cias, la tirana de los jefes, los problemas domsti-cos, etc.

    Mucha gente se convierte en presas de otros: lamasa de gente gime; muchos de ellos encontrndo-se en la ms absoluta y degradante pobreza.

    Los enfermos continan sin atencin mdica,los nios en estado de completa desnutricin, lostalentos subdesarrollados, los jvenes no encuen-tran trabajo ni pueden iniciar nuevos hogares, losgranjeros pierden sus propiedades, los industrialescaen en bancarrota, las familias sortean grandesdificultades - todo esto sin otra causa que la esca-sez de dinero.

    La pluma del banquero le impone privacionesal pueblo y el servilismo al gobierno.

    Quin debe crear el dinero?Fue San Luis, Rey de Francia quien dijo: "La

    primera obligacin de un rey es crear el dinerocuando ste escasea, para sostener la vida eco-nmica de sus sbditos."

    No es del todo necesario ni recomendable quelos bancos sean abolidos o nacionalizados. El ban-quero es un experto en contabilidad e inversiones,l muy bien puede continuar recibiendo e invirtien-do los ahorros con utilidad, tomando equitativa-mente su parte de la ganancia. Pero la creacin deldinero es un acto de soberana que no debe dejar-se en las manos del banco. La soberana debetomarse de las manos del banquero y regresarse ala nacin.

    El dinero contable es una invencin modernaque debe retenerse. Pero en lugar de que las cifrasprocedan de una pluma privada, en forma dedeuda, estas cifras que sirven como dinero, debenprovenir de la pluma del soberano, en forma dedinero destinado a servir al pueblo.

    De ese modo no se crea un caos en el campode la propiedad ni de las inversiones. No hay nece-sidad de abolir el dinero actual para reemplazarlocon otros tipos de dinero. El Gobierno en represen-tacin de la sociedad, necesita nicamente, insti-tuir un sistema que aada ms dinero del mismotipo al que ya existe pero que sea suficiente, deacuerdo a las posibilidades y necesidades delpas.

    Para este fin el Gobierno debe establecer uncuerpo monetario, una Oficina Nacional de Crdito.Los contadores de esta oficina, aunque nombradospor el Gobierno, no recibiran rdenes de este.Tampoco les dictaran nada a los productores ni alos consumidores. Su funcin consistira simple-mente en combinar el mecanismo para la emisiny el retiro del dinero de acuerdo al ritmo en que lariqueza es producida y consumida por los produc-tores y los consumidores. Algo parecido al sistemajudicial: los jueces son nombrados por el Gobierno,pero sus juicios se basan exclusivamente en la leyy en los hechos expuestos, ambas cosas de lasque no son autores ni instigadores.

    La gente debe dejar de sufrir privaciones cuan-do existe todo lo necesario en el pas para llevarcomodidad a cada hogar. El dinero debe ser expe-dido de acuerdo a la capacidad de produccin delpas y a la demanda de los consumidores de posi-bles bienes tiles.

    Quin es dueo del nuevo dinero?Pero, dnde y cmo debe este dinero ser

    puesto en circulacin? A quin le pertenece estenuevo dinero cuando entra en circulacin en nues-tro pas? Le pertenece al pas y est hecho parasus ciudadanos. Siendo el fruto del enriquecimien-to del pas, este dinero no le pertenece a los con-tadores de la oficina donde es creado mediante eltrazo de una pluma. Tampoco le pertenece alGobierno, para que disponga de l a su antojo, yaque esto reemplazara la dictadura bancaria por lapoltica.

    Este dinero responde a las necesidades dedesarrollo del pas. No es ni un sueldo ni un sala-rio, sino una inyeccin de dinero a la sociedad paraque la gente, los consumidores, puedan obtenerlos bienes ya fabricados o fcilmente adquiribles,que estn esperando nicamente el suficientepoder de compra para poder ser manufacturados.

    Uno no puede imaginarse por un minuto queeste nuevo dinero pertenece nicamente a un indi-viduo o a un grupo privado.

    No hay otra forma, del todo justa, de ponereste dinero en circulacin que distribuyndoloequitativamente entre todos los ciudadanos, sinexcepcin. Tal distribucin es la mejor forma dehacer este dinero efectivo dado que as llegar alos confines de la nacin.

    Supongamos que el contador, que acta ennombre de la sociedad, nota una escasez de dine-ro y encuentra necesario el emitir veinte billonesde dlares. Esta emisin podra tomar la forma dedinero contable, una simple entrada en un libro, talcomo los banqueros lo hacen actualmente en suslibros de contabilidad.

    En nuestro ejemplo; dado que hay ms de 29millones de ciudadanos canadienses y $20 billo-nes para distribuir, cada ciudadano obtendra $690dlares, por lo que el contador inscribir dicha can-tidad en la cuenta de cada individuo. Estas cuen-tas individuales podrn ser fcilmente registradaspor las oficinas locales de correo que dependendel Gobierno Federal.

    Esto sera un dividendo nacional. Cada ciuda-dano tendra un extra de $690.00 en su propio cr-dito, en una cuenta establecida para este propsi-to.

    El dividendo para todos y cada unoCuando fuera necesario incrementar la provi-

    sin de dinero en un pas, cada hombre, mujer ynio, sin importar la edad, obtendra su parte en lanueva etapa del progreso, la cual hace necesarioel nuevo dinero.

    Este no es un pago por un trabajo hecho, es undividendo para cada individuo por su parte en elcapital comn. Si hay propiedad privada, tambinhay participacin comn; es decir, si algunas pro-piedades son privadas, tambin existen bienescomunes a los que todos tienen derecho.

    Aqu hay un hombre que no tiene nada msque andrajos para cubrirse. No hay ningn alimen-to frente a l, ni moneda alguna en su bolsillo.Entonces puedo decirle:

    "Amigo mo, t piensas que eres pobre, peroeres un capitalista que posee gran cantidad decosas, de la misma manera que lo hago yo y elPresidente. Las cascadas de la Provincia, los bos-ques, son tan tuyos como mos y fcilmente pue-den proporcionarte un ingreso anual.

    La organizacin social que hace posible quenuestra comunidad produzca cien veces ms quesi viviramos en aislamiento, es tan tuya como may debe proporcionarte algo tanto a ti como a m.

    La ciencia que hace que la industria sea capazde multiplicar la produccin casi sin la intervencinhumana, es una herencia pasada de generacinen generacin, herencia que est creciendo conti-

    EN ESTA ERA DE ABUNDANCIALOS BIENES AL SERVICIO DE LAS NECESIDADES A TRAVS DEL CRDITO SOCIAL

    Louis Even

    Captulo 9El Defecto Monetario

    Captulo 10Corrigiendo el Sistema Monetario

    8 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 noviembre - diciembre 2004

  • atencin mdica, tiempo de esparcimiento para elcuerpo, para el descanso y rejuvenecimiento de lamente. Todo esto en cantidad suficiente.

    Y para que se d este estilo de vida digna,debe sacrificarse la libertad - el ms hermoso pri-vilegio de la persona humana? Para este ingresomnimo que constituye el que el estilo de vida dignasea garantizado, debemos primero matarnos unosa otros en los campos de batalla? O, para que lariqueza y los recursos naturales y avances tecnol-gicos lleguen a las familias en tiempos de paz,debemos primero tener una creciente proporcinde ciudadanos empleados por el Estado?Debemos tener a medida que la ciencia coloca laenerga solar y las mquinas al servicio del hombre,hombres empujados dentro de la ley delSocialismo?

    Un estilo de vida sujeto a tales condicionesdejara de ser digna. Un estilo de vida digna nopuede significar el estilo de vida de un esclavo,quien es convertido en objeto de su amo, aunqueeste amo sea el Estado. Un estilo de vida digna esel objetivo sealado por el Papa de cualquier orga-nismo establecido slido, econmico y social.

    Un derecho inherente a la vida en sociedad

    Pero, an si el Santo Padre nunca hubiera defi-nido este objetivo, acaso el sentido comn no noslo seala? Cada vez que los hombres se renen,no es para obtener, ms fcilmente, a travs de laasociacin, lo que cada asociacin quiere pero nopuede obtener por s mismo? Esto es verdaderopara cada empresa y es verdadero para la granasociacin que llamamos sociedad. Tambin, ensociedad, en cuanto la frustracin es sentida poralgunos de sus miembros, a medida que ms yms gente deja de obtener los beneficios quedeben resultar de la vida en sociedad, se desatanlas fuerzas, las fuerzas de la anarqua comienzana sentirse.

    Un derecho naturalEntonces, quin creer que las aspiraciones

    comunes a todos los hombres, aspiraciones queuno encuentra en cada individuo, pueden ser con-trarias al orden? Es el Creador mismo quien le hadado al hombre su naturaleza. Si cada personaclama por un mnimo de alimento, de proteccin delos elementos a travs de ropa y techo, es debido aque su naturaleza es tal que no puede vivir sin estemnimo.

    Un derecho de nacimientoCada persona viene al mundo con el derecho a

    la vida. Siempre que un recin nacido hace su entra-da en este mundo, ya sea en el palacio de unmonarca o en la ms humilde de las chozas, tiene elderecho a la vida, justo como todos los dems. Noes cuestin del nivel de vida, pero s de las necesi-dades bsicas el conservar a una persona con vida.

    Frente al derecho a la vida, frente a las necesi-dades bsicas de la vida, cada miembro de la socie-dad, cada individuo de la raza humana, es igual.

    El derecho a la vida, el derecho a los mediosnecesarios para la vida, es un derecho de naci-miento. Es un derecho que no debe infringir sobrelos derechos de los dems, que no debe bajar elnivel de vida de los otros, en un pas donde sobre-abunda todo lo que es necesario y donde los bie-nes son desperdiciados a capricho de los compra-dores. Por lo tanto, el advenimiento de un recinnacido en la familia no debera resultar en el detri-mento del estilo de vida de los dems integrantesde la misma.

    Y todava, an con todas las facilidades y venta-jas de la produccin y de la transportacin modernas,nuestra sociedad actual garantiza a cada uno desus miembros la seguridad de una vida digna?Dnde, en nuestra ley civil, encontramos el estatu-to que le asegura a cada persona que nace en nues-tro pas el mnimo necesario para un estilo de vidadigna? Uno encontrar muchas leyes para prevenir ala gente contra el maltrato a los animales. Pero nohay ninguna lnea para prevenir el que un grupo dehombres detengan la distribucin de la abundancia.El objetivo del Papa, de un estilo de vida digna paratodos y cada uno, es tristemente ignorado.

    nuamente y t, siendo de mi generacin, deberastener una parte de este legado al igual que yo.

    Si eres un destituido, mi amigo, es porque tuparte te ha sido robada y puesta bajo llave y eldesempleo actual frente a tus necesidades, es elresultado de esto. El dividendo del Crdito Socialte asegura la obtencin de tu parte, o al menos,una mayor porcin de ella. Una mejor administra-cin, libre de la influencia de los financieros y portanto, capaz de tratar justamente con estos explo-tadores del hombre, ver que t obtengas el resto.

    Es tambin este dividendo el que har que sete reconozca como miembro de la especie huma-na en virtud de la cual tienes derecho a compartirlos bienes del mundo, por lo menos los necesariospara ejercitar tu derecho a la vida."

    Pero debemos dar una mirada ms de cerca alas razones por las que, en una sociedad bienorganizada, cada miembro tiene derecho a, por lomenos, una mnima provisin de bienes. Muchagente, considerada como grandes socilogos, noha admitido an este derecho.

    La produccin de guerra de Canad ha proba-do, sin lugar a dudas, lo que Canad puede haceruna vez que se ha decidido hacer a un lado losobstculos artificiales, esto es, los obstculosfinancieros. Despus de haber hecho uso, a talgrado, de la capacidad productiva del pas, sertodava permisible para millones de familias cana-dienses ser condenadas a una despreciable priva-cin hasta que el pas sea llevado a una guerratotal?

    Si no, demandaremos finalmente un sistemaeconmico y social que sirva a su propsito? Unsistema que lleve a cabo las condiciones definidasen la siguiente disertacin del gran Papa Po XI:

    "Slo entonces, el organismo social y econmi-co ser slidamente establecido y lograr su fin,cuando asegure que todos y cada uno de los bie-nes que tanto la riqueza como los recursos natura-les, los avances tecnolgicos y la organizacinsocial de los asuntos econmicos pueda dar."(Carta Encclica Quadragesimo Anno).

    Para todos y cada unoEl sistema econmico debe asegurar, dice el

    Papa. Asegurar, no nicamente prometer, no ni-camente desplegar los bienes en los escaparates.

    Asegurar a quin? A todos. A todos? S y elPapa enfatiza: para todos y cada uno. Todos ycada uno no permite excepcin alguna.

    Asegurar qu? Todos aquellos bienes que lariqueza y los recursos naturales as como los avan-ces tecnolgicos pueden asegurar. En el rtico,cerca del Polo Norte no podra asegurarse nada.Pero y en Canad? En Canad donde la produc-cin apila productos en tiempos ordinarios msrpidamente que su distribucin, no existe estadificultad. Y as sucede en muchos otros pasescomo el nuestro.

    Todos los bienes. Esto significa no encerraralgunos bajo llave; no quemar la fruta o tirar laleche a las alcantarillas ante la vista de los hom-bres, mujeres y nios que sufren de hambre.

    Todos los bienes, para todos y cada uno. Asque cada uno debe obtener su parte. Pero, quparte? qu cantidad de bienes debe el organismosocial y econmico asegurar a todos y cada uno?El Papa establece: "Estos bienes deben ser sufi-cientes para proveer todas las necesidades y unestilo de vida digno."

    Un estilo de vida dignaPara proveer todas las necesidades y un estilo

    de vida digna, para todos y cada uno: esto es exac-tamente lo que es pedido por aquellos que piden lagaranta social de las necesidades bsicas de lavida, desde la cuna hasta la tumba, a cada ciuda-dano. Un estilo de vida digna requiere actualmen-te, de por lo menos: comida, vestido, alojamiento,

    Un derecho de herenciaAn si todos los bienes de este mundo estuvie-

    ran bajo el sistema de propiedad privada, noexcluira el derecho de cada persona, an de losindigentes, a la vida y, consecuentemente, a lasnecesidades bsicas de la vida. La propiedad, anprivada, tiene una funcin social a realizar. La pro-piedad le confiere al propietario la obligacin deadministrar su propiedad para el bien comn.

    Pero existen tambin muchos bienes, muchosfactores de produccin, que continan siendo pro-piedad comn, de la cual todos los miembros de lasociedad son copropietarios en el mismo grado.

    De estos bienes, algunos son visibles, concre-tos, como en nuestro pas, los bosques y las pode-rosas cataratas, nutridos gratuitamente, por la fuer-za del sol y la configuracin de las montaas. Aquin pertenecen estos bienes? Acaso no consti-tuyen una herencia comn real, de cuyos benefi-cios todos tenemos derecho?

    Tambin estn los bienes que son menos visi-bles, aunque no menos reales ni menos producti-vos, tales como los avances de la ciencia aplicadaa lo largo de los siglos. Incluso creemos que laciencia aplicada es un factor preponderante en laabundancia de la produccin actual. Por tanto,quin puede decir que la ciencia es un bien priva-do? No se trata de ignorar los esfuerzos persona-les de quienes cuentan con una educacin, peroan la educacin adquirida por un individuo leimpone una obligacin hacia la sociedad, dado quepara obtener su educacin, esta persona se habeneficiado de todo lo que la organizacin social leha proporcionado.

    De tal forma, es tambin la organizacin socialpor s misma, considerada desde su simple rol enla produccin de bienes materiales, un factor muyimportante. Si cada miembro de la sociedad tuvie-ra que vivir en aislamiento y ver por su propio esti-lo de vida, todo por s mismo, la produccin decada persona, el total de la produccin de todos,sera inmensamente menor, que cuando est bajoun sistema de divisin laboral, acuado en la orga-nizacin social. Por tanto, la existencia de unasociedad organizada incrementa considerable-mente la capacidad productiva de la sociedadcomo un todo. Es esta existencia de esta socie-dad organizada un bien privado o un bien comndel cual todos debemos beneficiarnos?

    Cada ser humano, siendo miembro de unasociedad constituida, tiene derecho a una ciertacantidad de bienes, por su simple derecho natural ala vida, pero tambin como heredero de las genera-ciones pasadas y como copropietario de un biencomn, de una gran cantidad de bienes comunes.

    El dividendo nacionalPero cmo, en la actualidad, puede hacerse

    vlido el reclamo de los bienes ofrecidos por elmecanismo de produccin? cmo, si no es a tra-vs de la nota bancaria o de la cuenta de crdito,transmitida del comprador al vendedor, por mediode dinero? Este mtodo tiene la ventaja de hacerde la eleccin de productos algo ms flexible yproteger las partes involucradas en la transac-cin.

    Pero, para que este mtodo funcione sindetrimento para ningn miembro de la sociedada su derecho a la vida, es necesario, en elmundo actual, que todos y cada uno posean unmnimo de estos derechos sobre la produccin,una mnima cantidad de dinero ya sea en efecti-vo o contable.

    Es este mnimo de los derechos sobre laproduccin del pas, lo que le asegura a todosy cada uno de sus ciudadanos, lo que la escue-la del Crdito Social llama el dividendo nacio-nal. Un dividendo porque no representa unsueldo ni un salario, lo cual es la recompensapor el trabajo personal, pero s lo que represen-ta el derecho de un heredero, el derecho de unciudadano al ingreso de un capital comn, elderecho a la existencia, que una sociedad bienorganizada debe garantizar a cada uno de susmiembros, por el simple hecho de existir.

    ......contina en nuestra prxima edicin

    noviembre - diciembre 2004 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 9

    Captulo 11Los Derechos de Cada Uno

    a las Necesidades Bsicas de la Vida

  • En la actualidad, y desde hace varias dcadas,existe una gran preocupacin por comprender msprofundamente la vida y misin de los laicos. Acontinuacin presentamos orientaciones paraentender esta vocacin y misin en el Plan deDios. Hacemos referencia a partes del documentoVocacin y misin de los laicos "Christifidelis Laici"de S.S. Juan Pablo II.

    Por U. M. P.

    Para comprender ms profundamente la vida ymisin de los laicos, se requiere tomar en cuentatres realidades que son como hilos conductoresque ponen en contacto con la naturaleza de la vidalaical: a) una sana mirada sobre el mundo, espacioprivilegiado de la existencia del laico; b) unacorrecta visin de la Iglesia, asumida en susdimensiones esenciales (misterio, comunin,sacramento, familia, pueblo, cuerpo...); c) unaamplia teologa del Reino de Dios cuya edificacinrealizan los fieles laicos en condiciones frecuente-mente adversas. Hay algunos aspectos que hoy sedeben resaltar por la urgencia que tienen:

    Los fieles laicos se consideran hijos de sutiempo, de su mundo y de su cultura, como unrequisito para ser miembros vivos de la Iglesia,son signos vivientes del misterio de la Iglesiaen el mundo (sacramentos), son verdaderosconstructores del mundo a partir de su vidateologal. Su dignidad cristiana rechaza todaforma clerical de imposicin, de exclusin y demanipulacin. Ellos poseen autoridad en elmundo donde viven, son hombres y mujeressolidarios con todas las situaciones humanas,estn necesitados de una formacin integral,progresiva y permanente, que los capacite paraser sujetos activos y no solo destinatarios pasi-vos en su Iglesia.

    Entre los fieles laicos y los pastores an sueledarse una relacin difcil, complicada, distante,incmoda y hasta conflictiva. [...] Qu esperan losfieles laicos de su comunidad y de sus pastores?Qu ofrece la comunidad y sus pastores a los fie-les laicos?

    LOS FIELES LAICOS (Christifideles laici),cuya "vocacin y misin en la Iglesia y en el mundoa los veinte aos del Concilio Vaticano II ha sido eltema del Snodo de los Obispos de 1987, pertene-cen a aquel Pueblo de Dios representado en losobreros de la via, de los que habla el Evangeliode Mateo: "El Reino de los Cielos es semejantea un propietario, que sali a primera hora de lamaana a contratar obreros para su via.Habindose ajustado con los obreros en undenario al da, los envi a su via. (Mt 20, 1-2).

    La Parbola Evanglica despliega ante nuestramirada la inmensidad de la via del Seor y la mul-titud de personas, hombres y mujeres, que son lla-madas por l y enviadas para que tengan trabajoen ella. La via es el mundo entero (cf. Mt 13, 38),que debe ser transformado segn el designioDivino en vista de la venida definitiva del Reino deDios. []

    Id tambin vosotros. La llamada no se dirigeslo a los Pastores, a los Sacerdotes, a losReligiosos y Religiosas, sino que se extiende atodos: tambin los fieles laicos son llamadospersonalmente por el Seor, de quien recibenuna misin en favor de la Iglesia y del mundo.Lo recuerda San Gregorio Magno quien, predican-do al pueblo, comenta de este modo la parbola delos obreros de la via: "Fijaos en vuestro modo devivir, queridsimos hermanos, y comprobad si yasois obreros del Seor. Examine cada uno lo quehace y considere si trabaja en la via del Seor"

    De modo particular, el Concilio, con su riqusi-mo patrimonio doctrinal, espiritual y pastoral, hareservado pginas verdaderamente esplndidassobre la naturaleza, dignidad, espiritualidad,misin y responsabilidad de los fieles laicos. Y los

    Padres conciliares, haciendo eco al llamamientode Cristo, han convocado a todos los fieles laicos,hombres y mujeres, a trabajar en la via: "EsteSacrosanto Concilio ruega en el Seor a todos loslaicos que respondan con nimo generoso y pron-titud de corazn a la voz de Cristo, que en estahora invita a todos con mayor insistencia, y a losimpulsos del Espritu Santo. Sientan los jvenesque esta llamada va dirigida a ellos de maneraespacialsima recbanla con entusiasmo y mag-nanimidad. El mismo Seor, en efecto, invita denuevo a todos los laicos, por medio de este santoConcilio, a que se le unan cada da ms ntima-mente y a que, haciendo propio todo lo suyo (cf. Flp2, 5), se asocien a su misin salvadora; de nuevolos enva a todas las ciudades y lugares adonde lest por venir (cf. Lc 10, 1) []

    Al mismo tiempo, el Snodo ha notado que elcamino postconciliar de los fieles laicos no ha esta-do exento de dificultades y de peligros.

    En particular se pueden recordar dos tentacio-nes a las que no siempre han sabido sustraerse: latentacin de reservar un inters tan marcado porlos servicios y las tareas eclesiales, de tal modoque frecuentemente se ha llegado a una prcticadejacin d sus responsabilidades especficas enel mundo profesional "social, econmico, cultural ypoltico; y la tentacin de legitimar la indebidaseparacin entre fe y vida, entre la acogida delEvangelio y la accin concreta en las ms diversasrealidades temporales y terrenas.

    Nuevas situaciones, tanto eclesiales comosociales, econmicas, polticas y culturales,reclaman hoy, con fuerza muy particular, laaccin de los fieles laicos. Si el no comprome-terse ha sido siempre algo inaceptable, el tiem-po presente lo hace an ms culpable. A nadiele es lcito permanecer ocioso. []

    No hay lugar para el ocio: tanto es el trabajoque a todos espera en la via del Seor. El "dueode casa" repite con ms fuerza su invitacin: "Idvosotros tambin a mi via".

    Es necesario entonces mirar cara a cara estemundo nuestro con sus valores y problemas, susinquietudes y esperanzas, sus conquistas y derro-tas: un mundo cuyas situaciones econmicas,sociales, polticas y culturales presentan proble-mas y dificultades ms graves respecto a aqulque describa el Concilio en la Constitucin pasto-ral Gaudium et Spes. Cmo no hemos de pensaren la persistente difusin de la indiferencia religio-sa y del atesmo en sus ms diversas formas, par-ticularmente en aquella -hoy quizs ms difundi-das del secularismo? Embriagado por las prodigio-sas conquistas de un irrefrenable desarrollo cient-fico-tcnico, y fascinado sobre todo por la msantigua y siempre nueva tentacin de querer llegar

    a ser como Dios (cf. Gn 3, 5) mediante el uso deuna libertad sin lmites, el hombre arranca las ra-ces religiosas que estn en su corazn: se olvidade Dios, lo considera sin significado para su propiaexistencia, lo rechaza ponindose a adorar losms diversos "dolos".

    Es verdaderamente grave el fenmeno actualdel secularismo; y no slo afecta a los individuos,sino que en cierto modo afecta tambin a comunida-des enteras, como ya observ el Concilio:"Crecientes multitudes se alejan prcticamente de lareligin". Varias veces yo mismo he recordado elfenmeno de la descristianizacin que aflige lospueblos de antigua tradicin cristiana y que reclama,sin dilacin alguna, una nueva evangelizacin.[...]

    Deca San Agustn: "Nos has hecho, Seor,para Ti, y nuestro corazn est inquieto hasta queno descansa en Ti". As tambin, el mundo actualtestifica, siempre de manera ms amplia y viva, laapertura a una visin espiritual y trascendente dela vida, el despertar de una bsqueda religiosa, elretorno al sentido de lo sacro y a la oracin, lavoluntad de ser libres en el invocar el Nombre delSeor.

    Pensamos, adems, en las mltiples violacio-nes a las que hoy est sometida la persona huma-na. Cuando no es reconocido y amado en su dig-nidad de imagen viviente de Dios (cf. Gn 1,26), elser humano queda expuesto a las formas mshumillantes y aberrantes de "instrumentalizacin",que lo convierten miserablemente en esclavo delms fuerte. Y "el ms fuerte" puede asumir diver-sos nombres: ideologa, poder econmico, siste-mas polticos inhumanos, tecnocracia cientfica,avasallamiento por parte de los mass-media. Denuevo nos encontramos frente a una multitud depersonas, hermanos y hermanas nuestras, cuyosderechos fundamentales son violados, tambincomo consecuencia de la excesiva tolerancia yhasta de la patente injusticia de ciertas leyes civi-les: el derecho a la vida y a la integridad fsica, elderecho a la casa y al trabajo, el derecho a la fami-lia y a la procreacin responsable, el derecho a laparticipacin en la vida pblica y poltica, el dere-cho a la libertad de conciencia y de profesin de fereligiosa.

    Quin puede contar los nios que no hannacido porque han sido matados en el seno de susmadres, los nios abandonados y maltratados porsus mismos padres, los nios que crecen sin afec-to ni educacin? En algunos pases, poblacionesenteras se encuentran desprovistas de casa y detrabajo; les faltan los medios ms indispensablespara llevar una vida digna de ser humano; y algu-nas carecen hasta de lo necesario para su propiasubsistencia. Tremendos recintos de pobreza y demiseria, fsica y moral a la vez, se han vuelto yaanodinos y como normales en la periferia de las

    La corresponsabilidad de los Fieles Laicos en la Iglesia-Misin

    10 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcngel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 noviembre - diciembre 2004

    OS HE DESTINADO PARA QUE VAYIS Y DEIS FRUTO

  • Romanos: "Fuimos sepultados con Cristo por elbautismo en la muerte, a fin de que, al igual queCristo fue resucitado de entre los muertos, as tam-bin nosotros vivamos una vida nueva" (Rom. 6,4).

    "Pues si en otros tiempos ofrecisteis vuestrosmiembros como esclavos a la impureza y al desor-den, ofrecedlos ahora a la justicia por la santidad"(Rom. 6, 19).

    De ah la grave exhortacin que hace la Cartaa los Hebreos: "Procurad la paz en todos y la san-tidad sin la cual nadie ver a Dios": (12, 14) Y eldeseo de San Pablo es que esta santidad llegue aser plena: "que el Dios de la paz os santifique ple-namente y que todo vuestro ser, espritu, alma ycuerpo, se conserve sin mancha hasta la venida denuestro Seor Jesucristo" (1 Tes. 5, 23).

    Estas palabras nos ensean que el EsprituSanto es quien nos santifica, pero siempre quecooperamos con El. "La Gracia de Dios conmigo",deca San Pablo.

    EN QUE CONSISTE LA SANTIDAD?La santidad est en el pleno seguimiento de

    Cristo y en la unin con El por la Gracia santifican-te y por el amor. "Ama a Dios quien guarda susmandamientos". (J. 14, 21).

    Lo primero que se requiere para ser santos esevitar el pecado. "Muertos para el pecado y vivospara Dios en Cristo Jess" (Rom. 6, 11).

    Y despus "tener en cuenta todo cuanto hay deverdadero, de noble, de justo, de puro, de amable,de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa dignade elogio". (Filip. 4, 8).

    La santidad no consiste pues, en hacercosas extraordinarias sino en hacer extraordi-nariamente lo ordinario. Hacerlo todo por amoral Seor y con el deseo de glorificarlo siempre.

    LA DOCTRINA DEL CONCILIO VATICANO IIEl Concilio Vaticano II dedic un captulo de la

    Constitucin "Lumen Gentium" para exponer lavocacin a la santidad que todos recibimos desdeel momento de nuestro bautismo.

    Dada la importancia de este texto Conciliar lo trans-cribimos para que todos puedan reflexionar sobre l.

    La Iglesia, cuyo misterio est exponiendo elSagrado Concilio, creemos que es indefectible-mente Santa. Pues Cristo, el Hijo de Dios, quiencon el Padre y el Espritu Santo es proclamado "elnico Santo", am a la Iglesia como a su esposa,entregndose a s mismo por ella para santificarla(Cfr. Ef 5, 25-26), la uni a S como su propio cuer-po y la enriqueci con el don del Espritu Santopara gloria de Dios. Por ello, en la Iglesia, todos, lomismo quienes pertenecen a la Jerarqua que losapacentados por ella, estn llamados a la santidad,segn aquello del Apstol: "Porque sta es laVoluntad de Dios, vuestra santificacin (1 Tes 4, 3;Cf. Ef 1, 4). Esta santidad de la Iglesia se manifies-ta y sin cesar debe manifestarse en los frutos deGracia que el Espritu produce en los